Fibrosis Pulmonar Por Material Particulado

FIBROSIS PULMONAR POR MATERIAL PARTICULADO  FIBROSIS PULMONAR La fibrosis pulmonar es una enfermedad pulmonar que se p

Views 92 Downloads 1 File size 197KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

FIBROSIS PULMONAR POR MATERIAL PARTICULADO 

FIBROSIS PULMONAR La fibrosis pulmonar es una enfermedad pulmonar que se produce cuando el tejido pulmonar se daña y se producen cicatrices. Este tejido engrosado y rígido hace que sea más difícil que tus pulmones funcionen correctamente. A medida que la fibrosis pulmonar empeora, tienes cada vez más dificultad para respirar.

La formación de cicatrices relacionada con la fibrosis pulmonar puede deberse a diversos factores. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los médicos no pueden individualizar la causa del problema. Cuando no puede encontrarse una causa, la afección recibe el nombre de fibrosis pulmonar idiopática.

El daño en los pulmones causado por la fibrosis pulmonar no puede repararse, pero los medicamentos y las terapias en ocasiones pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Para algunas personas, podría ser adecuado realizar un trasplante de pulmón. (ANEXO1) 

CAUSAS La fibrosis pulmonar produce cicatrices y engrosa el tejido que rodea las bolsas de aire (alvéolos) de los pulmones. Esto dificulta el paso del oxígeno al torrente sanguíneo. El daño puede deberse a muchos factores diferentes, incluidos la exposición por un largo plazo a determinadas toxinas, ciertos trastornos médicos, radioterapia y algunos medicamentos. Factores ocupacionales y ambientales La exposición por un largo plazo a ciertas toxinas y contaminantes puede dañar tus pulmones. Tales factores incluyen los siguientes: Harina de sílice Fibras de asbesto Polvo de metales duros Polvo de carbón Polvo de granos Excremento de pájaros y animales Tratamientos con radiación Algunas personas que reciben radioterapia para el cáncer de pulmón o de mama presentan signos de daño pulmonar meses y, en ocasiones, años después del tratamiento inicial. La gravedad del daño puede depender de lo siguiente: La proporción del pulmón que estuvo expuesta a radiación La cantidad total de radiación administrada Si se recibió también quimioterapia La presencia de una enfermedad pulmonar no diagnosticada Medicamentos Muchos medicamentos pueden dañar tus pulmones, sobre todo medicamentos como los siguientes:

Medicamentos para quimioterapia. Los medicamentos diseñados para matar células cancerosas, tales como el metotrexato (Trexall, Otrexup y otros) y la ciclofosfamida, también pueden dañar el tejido pulmonar. Medicamentos para el corazón. Algunos medicamentos que se utilizan para tratar los latidos irregulares del corazón, tales como la amiodarona (Cordarone, Nexterone, Pacerone), pueden dañar el tejido pulmonar. Algunos antibióticos. Algunos antibióticos, tales como la nitrofurantoína (Macrobid, Macrodantin y otros) o el etambutol, pueden causar daño pulmonar. Medicamentos antiinflamatorios. Algunos medicamentos antiinflamatorios, tales como rituximab (Rituxan) o sulfasalazina (Azulfidine), pueden causar daño pulmonar. Afecciones El daño pulmonar también puede producirse como resultado de varias afecciones, incluidas las siguientes: Dermatomiositis Polimiositis Enfermedad mixta del tejido conjuntivo Lupus eritematoso diseminado Artritis reumatoide Sarcoidosis Esclerodermia Neumonía Son muchas las sustancias y afecciones que pueden causar fibrosis pulmonar. De todas maneras, en muchos casos, nunca se encuentra la causa. La fibrosis pulmonar sin una causa conocida se llama fibrosis pulmonar idiopática. Los investigadores tienen varias teorías sobre el posible desencadenante de la fibrosis pulmonar idiopática, que incluyen los virus y la exposición al humo de tabaco. Además, algunas formas de fibrosis pulmonar idiopática son hereditarias, y la herencia puede incidir en la fibrosis pulmonar idiopática. Es probable que muchas personas con fibrosis pulmonar idiopática también tengan reflujo gastroesofágico, una enfermedad que se produce cuando el ácido del estómago vuelve al esófago. Se está evaluando en investigaciones en curso si el reflujo gastroesofágico puede ser un factor de riesgo para la fibrosis pulmonar idiopática, o si el reflujo gastroesofágico puede causar una progresión más rápida de la enfermedad. Sin embargo, deben realizarse más investigaciones para determinar la relación entre la fibrosis pulmonar idiopática y el reflujo gastroesofágico. Factores de riesgo Los factores que te hacen más propenso a la fibrosis pulmonar comprenden los siguientes: Edad. Si bien se ha diagnosticado fibrosis pulmonar en niños y bebés, es más probable que el trastorno afecte a adultos de mediana edad y mayores. Sexo. La fibrosis pulmonar idiopática afecta con mayor frecuencia a los hombres que a las mujeres. Tabaquismo. Muchos más fumadores y ex fumadores padecen fibrosis pulmonar que personas que nunca fumaron. La fibrosis pulmonar puede producirse en pacientes con enfisema. Determinadas ocupaciones. Las personas que trabajan en minería, agricultura o construcción o que están expuestas a contaminantes que se sabe dañan los pulmones tienen mayor riesgo de presentar fibrosis pulmonar. Tratamientos oncológicos. Recibir tratamientos con radiación en el tórax o determinados fármacos para quimioterapia puede aumentar el riesgo de fibrosis pulmonar.

Factores genéticos. Algunos tipos de fibrosis pulmonar son hereditarios, y los factores genéticos podrían ser un componente. Complicaciones Entre las complicaciones de la fibrosis pulmonar, pueden mencionarse las siguientes: Presión arterial alta en los pulmones (hipertensión pulmonar). A diferencia de la presión arterial alta sistémica, esta afección repercute solo en las arterias de los pulmones. Se inicia cuando el tejido cicatricial comprime las arterias y los capilares más pequeños, lo cual incrementa la resistencia al flujo sanguíneo en los pulmones. Esto, a su vez, eleva la presión dentro de las arterias pulmonares y en la cámara cardíaca inferior derecha (ventrículo derecho). Algunas formas de hipertensión pulmonar son enfermedades graves que se agravan progresivamente y, a veces, provocan la muerte. Insuficiencia cardíaca derecha (cor pulmonale). Esta afección grave se produce cuando la cámara inferior derecha del corazón (ventrículo) debe bombear más que lo normal para transportar la sangre por las arterias pulmonares que están obstruidas parcialmente. Insuficiencia respiratoria. A menudo, esta es la última etapa de la enfermedad pulmonar crónica. Ocurre cuando los niveles de oxígeno en la sangre decaen demasiado. Cáncer de pulmón. La fibrosis pulmonar de larga data también aumenta el riesgo de que se desarrolle cáncer de pulmón. Complicaciones pulmonares. A medida que la fibrosis pulmonar avanza, puede derivar en complicaciones como coágulos sanguíneos en los pulmones, colapso pulmonar o infecciones pulmonares. 

MATERIAL PARTICULADO Se denomina material particulado a una mezcla de partículas líquidas y sólidas, de sustancias orgánicas e inorgánicas, que se encuentran en suspensión en el aire. El material particulado forma parte de la contaminación del aire. Su composición es muy variada y podemos encontrar, entre sus principales componentes, sulfatos, nitratos, el amoníaco, el cloruro sódico, el carbón, el polvo de minerales, cenizas metálicas y agua. Dichas partículas además producen reacciones químicas en el aire. (ANEXO 2) Se cataloga en función de su tamaño y, en el ámbito de la calidad del aire, hablamos de partículas PM 10, que serían las de mayor tamaño, cuya diámetro aerodinámico teórico sería de 10 µm (micrones de metro = millonésima parte del metro) y las partículas finas conocidas como PM 2.5 cuyo diámetro sería de 2.5 µm. El efecto en la salud de las partículas se produce a los niveles de exposición normal de la mayoría de la población urbana y rural de países desarrollados o en vías de desarrollo. No hay que realizar una actividad especial ni estar en un entorno especial. La exposición crónica aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer de pulmón. Recientemente, los científicos han comenzado a centrar sus investigaciones los efectos de las partículas ultrafinas. Aunque estas partículas contribuyen muy poco a la masa de PM 10 y PM 2.5, están presentes en gran cantidad. Algunos científicos han propuesto que las partículas ultra finas pueden ser especialmente tóxicas ya que tendrían más probabilidades de penetrar e interactuar con células más profundamente en el pulmón que las partículas más grandes, y se piensa que se mueven rápidamente a tejidos exteriores de las vías respiratorias. Mientras que la partícula PM 10 quedarían retenidas en las vías respiratorias, produciendo efectos a nivel de sistema respiratorio, las partículas menores, como las PM 2.5, tienen la capacidad de pasar al torrente sanguíneo por lo que pueden,

potencialmente, dañar cualquier órgano o sistema. Se ha demostrado, por ejemplo, que el pireno, hidrocarburo policíclico aromático, afecta al sistema inmune ya que puede inducir la producción de proteínas inmunoreguladoras IL-4 e IL-8. Estas proteínas están relacionadas con el desarrollo de alergias y de respuestas inflamatorias inducidas por estrés celular. Aire limpio Si nos paramos un momento a pensar en que respiramos entre 5 y 6 litros de aire por minuto, que en 24 horas serían entre 7.200 y 8.600 litros, basándonos en los objetivos de calidad del aire de la OMS, que por supuesto no se cumplen, tendríamos que el objetivo para partículas de PM 10 es de 20 µg/m3 (micro gramo por metro cúbico) y para las de PM 2.5 el objetivo es de 10 µg/m3 esto implicaría que cada día respiramos entre 144 y 172 micro gramos de partículas PM 10 y entre 72 y 86 micro gramos de las de PM 2.5. Puede parecer poco, pero si lo multiplicamos por días a la semana, al mes, al año, nos daremos cuenta de la cantidad de sustancias tóxicas que respiramos y deberíamos tomar conciencia de lo importante que es para nuestra salud.  El término partícula, aerosol o material particulado atmosférico (MPA) se refiere a cualquier sustancia, a excepción del agua pura, presente en la atmósfera en estado sólido o líquido por causas naturales o antropogénicas. Bajo esta denominación se incluyen humos, polvo, fibras, nieblas, brumas, calima, hollín, smog, etc. Al contrario que otros contaminantes, el MPA es emitido por una gran variedad de fuentes, en función de las cuales varían sus propiedades físicas y su composición química. Tanto las partículas de origen natural como las antropogénicas pueden ser clasificadas, en función de su mecanismo de formación, en partículas primarias (son vertidas directamente a la atmósfera desde la fuente de emisión) y secundarias (se originan a partir de las emisiones de sus precursores gaseosos). Las principales fuentes de partículas primarias naturales son las emisiones fugitivas de los suelos, la superficie de mares y océanos, los volcanes y las emisiones biogénicas, constituidas principalmente por restos vegetales y microorganismos. Pese a que la mayor parte de la materia particulada natural es de origen primario también contiene un componente secundario, constituido principalmente por sulfatos, nitratos y aerosoles orgánicos. Las fuentes antropogénicas de materia particulada son muy diversas, encontrándose mayoritariamente en zonas urbanas, industriales y espacios interiores. En zonas urbanas el tráfico es la principal fuente de partículas primarias y proceden tanto de las emisiones de los motores de los vehículos (especialmente los diésel) como de la erosión del pavimento, frenos y neumáticos. Dentro del ámbito industrial las fuentes de partículas primarias son múltiples, destacando las emisiones derivadas de la combustión de productos fósiles, la fundición de metales como cobre o cinc, y la producción de cemento, cerámica y ladrillos. A estas emisiones que salen por las chimeneas hay que sumar aquellas derivadas de la manipulación y transporte de materiales, denominadas emisiones fugitivas (P. ej. minería, construcción, producción de cemento y cerámica). La agricultura también representa una fuente considerable de partículas primarias debido al laboreo, el movimiento de tierras y la quema de biomasa.  Espacios interiores Respecto a los espacios interiores, la principal fuente de MPA es el humo de tabaco ambiental (ETS), que al emitirse en un espacio cerrado provoca un incremento notable de los niveles partículas, multiplicando por 3-10 veces los valores que se pueden alcanzar al aire libre. Si tenemos en cuenta que las personas pasamos un 90% de nuestro tiempo en espacios interiores resulta evidente que el ETS constituye un problema sanitario de extraordinaria relevancia. Los principales componentes de las partículas secundarias antropogénicas, al igual que ocurría con las partículas naturales, son también sulfatos, nitratos y aerosoles orgánicos. Los sulfatos se forman por oxidación del SO2 emitido en procesos de combustión y los nitratos se forman por oxidación de los óxidos de nitrógeno emitidos por los automóviles y determinados procesos industriales y de generación eléctrica. La exposición a material particulado en el aire ambiente supone unos de los principales riesgos para la salud humana en el ámbito de la contaminación atmosférica. Para la



determinación de sus efectos es fundamental la distribución de tamaños, ya que las partículas más pequeñas penetran con mayor facilidad en los alvéolos pulmonares, y la composición química de las mismas, que determina diferentes niveles de toxicidad. Vías de penetración El material particulado penetra en el organismo por las vías respiratorias y las partículas profundizan más o menos en función de su diámetro. Así, las partículas inhalables (diámetro inferior a 100 m) quedan retenidas en las vías respiratorias altas (nariz y boca); las partículas torácicas (diámetro inferior a 10 m, también denominadas PM10) penetran más allá de la laringe y alcanzan la región traqueo bronquial, y las partículas respirables, debido a su pequeño tamaño (diámetro inferior a 4 m), son capaces de acceder hasta la región de intercambio de gases (alvéolos pulmonares). Clasificación de las partículas por sus efectos en la salud El MPA puede viajar a larga distancia en la atmósfera y provocar un amplio espectro de enfermedades y una reducción significativa de la esperanza de vida en la población europea. Los principales efectos vinculados a la exposición a MPA son aumento en la frecuencia de cáncer pulmonar, muertes prematuras, síntomas respiratorios severos, irritación de ojos y nariz, exacerbación del asma y agravamiento en caso de enfermedades cardiovasculares. Así mismo, su acumulación en los pulmones puede originar enfermedades como la silicosis y la asbestosis. Los niveles de MPA en el aire ambiente se encuentran actualmente regulados por la Directiva Europea 1999/30/CE, transpuesta a nuestra legislación por el Real Decreto 1073/2002, en el que se establecen los siguientes valores de protección de la salud humana:



Valor límite 50 µg/m-3 de PM10 que no podrán superarse en más de 35 ocasiones 24 horas diario por año Valor límite1 año 40 µg/m-3 de PM10 anual civil Paradójicamente, no existe una legislación específica que regule los niveles de MPA en ambientes interiores, cuyos valores son normalmente mucho más elevados. Influencia medioambiental Además de sus efectos sobre la salud, el material particulado es capaz de ejercer una marcada influencia en nuestro entorno desde una escala global, por su influencia en el cambio climático, hasta una más local, asociada a la reducción de la visibilidad. Asimismo, las partículas son también responsables de la degradación de los edificios y los monumentos históricos y de la alteración de los ecosistemas.



Respecto a su influencia en el cambio global, el MPA, al reflejar la radiación solar, puede producir un enfriamiento de la superficie terrestre, compensando el calentamiento causado por los gases de efecto invernadero. Asimismo, algunos estudios también han desvelado que el incremento de partículas en la atmósfera genera una disminución de la irradiación solar en la región del Mediterráneo, provocando una menor evaporación y, en consecuencia, una reducción en la cantidad de lluvias. Asociado a este problema, algunos autores argumentan que debido a la disminución de las precipitaciones y al incremento de las temperaturas cada vez serán más frecuentes los aportes de MPA procedentes de la resuspensión de material crustal. Un ejemplo conocido lo constituyen las intrusiones de polvo africano procedentes del Sahara y el Sahel, que a menudo afectan a la Península Ibérica provocando un incremento significativo de los valores de MPA.