Externalidades

EXTERNALIDADES Nos referimos a externalidades cuando hablamos de situaciones en las que los costes o beneficios de produ

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EXTERNALIDADES Nos referimos a externalidades cuando hablamos de situaciones en las que los costes o beneficios de producir o consumir un bien o servicio no se reflejan en su precio de mercado a pesar de tener un impacto externo. En otras palabras, las externalidades son efectos secundarios (buenos o malos) que se producen cuando una persona o una empresa realiza una actividad y no asume todos los costes de la misma, o todos los beneficios que le podría reportar. De esta manera podemos distinguir: 

Externalidad negativa: surge cuando no se asumen todos los costes de un efecto negativo. Hablamos de externalidades negativas cuando, por ejemplo, una empresa contamina su entorno o cuando una persona arroja basura a la calle. En estos dos casos, se genera un coste social, ya que es toda la sociedad por igual la que sufre las consecuencias de sus acciones. Y el precio de mercado no recoge este coste.

Precio

costo social marginal Externalidad negativa en la produccion

Costo privado marginal

Cantidad 

Externalidad positiva: surge de un efecto positivo que no se reporta como beneficio. Un ejemplo de externalidad positiva que podemos mencionar es la investigación científica, de la cual se beneficia la sociedad en general. Otro ejemplo sería la utilización de energías renovables, del que se beneficia la sociedad porque la persona o empresa que las utiliza no está contaminando. En estos casos, los precios de mercado no recogen los beneficios reales.

Precio

costo privado marginal Externalidad positiva en la produccion

Costo social marginal Cantidad

¿Cuál es la solución a las externalidades? Las externalidades son uno de los fallos del mercado, y por tanto uno de los motivos por los que se justifica la actuación del Estado en la actividad económica de un país. Para hacer frente a las externalidades negativas, el Estado puede establecer impuestos sobre las actividades que afectan negativamente a la sociedad o poner límites cuantitativos para

restringirlas. La propuesta del presidente de Francia hace unos años de que los países que más emiten CO2 paguen un impuesto es una forma de hacerles pagar por la externalidad negativa de aumentar el deterioro del medio ambiente en el mundo. En cuanto a las externalidades positivas, el Estado puede intervenir para favorecer estas actividades mediante, por ejemplo, subvenciones o ayudas. Estos efectos secundarios de cada actividad económica implican que los beneficios o costes directos de una actividad no reflejan todos los beneficios o costos totales generados por esa actividad. Externalidades pueden surgir como resultado de una situación de mercado de menos de completa información o de obstáculos al funcionamiento de la libre decisión, obstáculos que también pueden incluir intervenciones de algún gobierno. Impacto de las externalidades Las externalidades son rigideces del mercado donde los impactos, positivos y negativos, no están reflejados en los precios, es decir, los beneficios los llevan terceros y los costos los incurren terceros y, como ni los beneficios ni los gastos están reflejados en los precios, el desarrollo del equilibrio económico los excluye impidiendo la aproximación al Optimo de Pareto teórico. Como los precios no tienen en cuenta estás externalidades, las decisiones económicas no pueden estar basadas en la plena eficiencia ya que excluyen partes de los costes y beneficios. Por otra parte, como actividades incurren en costes y beneficios ajenos, el objetivo es minimizar estas externalidades para que, así, los que causan externalidades negativas pagan por ello y los que causan externalidades positivas se benefician de ellas. Si suponemos que todos los gastos y beneficios deben tenerse en cuenta en toda decisión económica, de comprar y vender, de invertir y desinvertir, debemos minimizar las externalidades. Si suponemos que el objetivo es maximizar el Óptimo de Pareto que nos dará la tarta más grande, debemos minimizar las externalidades. Con las externalidades que quedan, cuando unos se benefician por externalidades y otros son perjudicados por externalidades se puede tener esto en cuenta a través de ajustes como impuestos a los que se benefician y pagos a los que pierden. Con el Optimo del Pareto, el objetivo es llegar a su punto máximo y, si algunos pierden y otros ganan, los que ganan pueden subvencionar a los que pierden. Bien público Un bien público es aquel bien cuyo consumo es indivisible y que puede ser consumido por todos los miembros de una comunidad sin excluir a ninguno. Como el alumbrado de las calles, los parques, la defensa nacional o las políticas de medio ambiente entre otras cosas. Los bienes públicos se consideran uno de los fallos de mercado por los que se justifica la actuación del Estado. Esto quiere decir que al tratarse de bienes cuya producción no es rentable para la iniciativa privada, la experiencia demuestra, que, de no mediar la intervención estatal, se producirían una cantidad de bienes públicos mucho menor a la requerida para satisfacer las necesidades de toda la población. Por tanto, son los Estados, en la mayoría de los casos, los que proveen a la población de bienes públicos.

Propiedades y distinciones de los bienes públicos Teniendo en cuenta la definición que hemos hecho al principio, podríamos afirmar que estos tipos de bienes tienen tres propiedades que les diferencian de los bienes de propiedad privada. Los bienes públicos: 

Se consumen conjuntamente, dando utilidad a más de un consumidor a la vez.



No se puede excluir a un individuo o a un colectivo de su consumo.



El consumo no es rival: que lo consuma un nuevo individuo no afecta o limita el consumo al resto de consumidores.

Por otro lado, debemos distinguir los bienes públicos puros, de los bienes públicos impuros: 

Los bienes públicos puros son los que cumplen a rajatabla los tres puntos anteriores. Por tanto, serían bienes públicos en el sentido más estricto. Como por ejemplo el alumbrado o la defensa nacional.



Los bienes públicos impuros cumplen la primera y la segunda propiedad, pero no la tercera, es decir, su consumo es parcialmente rival. En estos casos el consumo de una nueva unidad por parte de un individuo disminuye la cantidad disponible para el resto, aunque en menos de una unidad. Por ejemplo, las vías públicas. Aunque una vía pública inicialmente pueda ser utilizada a la vez por tantos conductores como se quiera, llegará un punto, en el que la entrada de un conductor adicional supondrá una disminución en la velocidad y en la seguridad de todos los conductores, perjudicando así a los consumidores. Otro ejemplo de bien impuro es la educación, aunque ésta beneficie a la sociedad, afectará en mayor medida a la persona que la recibe y a sus familiares.

Si nos centramos en el principio de “no exclusión”, la segunda de las propiedades mencionadas, también podemos hacer una distinción. En este caso, distinguiríamos entre bienes públicos excluyentes y bienes públicos no excluyentes. 

Un bien público es no excluyente cuando no es posible impedir que consuma el bien quien no paga por él.



Un bien público excluyente es aquel que se puede impedir que un individuo consuma el bien si no paga por el mismo. Un ejemplo de un bien público excluyente serían las autopistas de peaje. Son ofrecidas por el sector público y se establecen una serie de controles de peaje al objeto de impedir que circulen por ellas quienes no pagan.