Expreso Polar

Narrador (protagonista adulto): Hace muchos años, estaba yo acostado, calladito en mi cama. No movía las sábanas, respir

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Narrador (protagonista adulto): Hace muchos años, estaba yo acostado, calladito en mi cama. No movía las sábanas, respiraba lentamente. Estaba tratando de oir un sonido que temia no oir nunca: los cascabeles del trineo de Papa Noel. (Se levanta el niño de su cama y se asoma por la ventana) Se levanta tratando de no hacer ruido para asomarse al árbol de navidad y ver si llegó Santa. Observa la chimenea, ve la hora y se da cuenta que no han llegado los regalos. Esucha ruidos pensando que es Santa pero no, son su papa y su hermana en la cocina. Papá: Muy bien Sarah, ya tomaste tu agua. Ahora vamos a dormir. Sarah: Pero, pero… pero tengo que… El niño sube a su habitación decepcionado. Sarah: Pero dijo que Papá Noel tendría que ir más rápido que la luz para ir a la casa de todos esta noche y que para llevar todos los regalos, su trineo tendría que ser un trasatlántico. Papá: ¿Tu hermano dijo eso? Era broma. Él sabe que Papá Noel existe. Sarah: Me dijo que no estaba seguro. No estaba seguro si Papá Noel era real. Mamá: Claro que es real. Es tan real como la Navidad. Pero no va a venir hasta que estés bien dormida, jovencita. Papá: Papá Noel va a llegar antes de que te des cuenta. Así que duérmete. (se van de la recámara) El niño ve por el ojillo del picaporte. Ve que el papá tiene en su pantalón un gorro de santa. Revisa en su cajón y encuentra una serie de notas donde se ve que santa es falso. Revisa una enciclopedia y ve que el polo norte es inhabitable. Entran los papás a la habitación Papá: Está bien dormido. Mamá: antes no dormía toda la noche para esperar a Papá Noel. Papá: Creo que esos días están a punto de acabarse. Mamá: Sería muy triste si tuvieras razón. Papá: Sí, el fin de la magia. Mamá: Feliz navidad, corazón. (le da un beso al niño) Papa: Esta bien dormido, como un león. Ni un tren expreso lo despertaría ahora.

Niño: ¿el fin de la magia? Se queda dormido. Mira el reloj y todo comienza a temblar en su habitación. Se escucha un tren y se ven muchas luces en su ventana. Toma una bata para ponérsela sobre la pijama. Sale al patio. Ve al Expreso estacionarse frente a él. Conductor: ¡Todos a bordo! (Grita) ¡Todos a bordo! (Se acerca el niño) Bueno, ¿qué dices? ¿vienes? Niño: ¿Adónde? Conductor: ¡Al polo Norte, claro! ¡Éste es el Expreso Polar! Niño: ¿Al Polo Norte? Conductor: Ah, ya veo. Sujeta esto. Gracias. (toma una lista) ¿Éste eres tú? Niño: sí. Conductor: No te tomaste una foto con un Papá Noel este año, no le escribiste a Papá Noel e hiciste que tu hermana pusiera las galletas y la leche. Me parece que este es tu año crucial. YO que tú, me inclinaría a subir a bordo. Vamos, vamos. Tengo que atenerme a mi horario. (El niño retrocede) Como quieras. El niño no se sube. El tren comienza a circular. Finalmente se sube a las escaleras del tren. Pasa al vagón. Ve a otros niños ahí jugando y platicando. Lo observa una niña. Niño 2: Oye, tú. ¿Sabes qué clase de tren es este? Niño 1: ¿Qué? Niño 2: El tren, ¿sabes qué clase de tren es? Niña: Claro que sabe. Es un tren mágico. Vamos al Polo Norte. Niño 2: Ya sé que es un tren mágico. Es una locomotora de vapor Baldwin 284 clase S3 construida en 1931. (sigue hablando de las características del tren. El niño1 voltea a ver a la niña y le hace cara. Niño 1: ¿De verdad vamos al Polo Norte? Niña: Sí (emocionada y casi como un susurro) Niño 2: Miren todos. ¡La tienda de juguetes, la tienda de juguetes! Niña: Es tan navideño, tan cálido, tan hermoso Conductor: Boletos. Boletos por favor.

Conductor: (al niño1) Su boleto por favor. Niño 1: No, no tengo. Conductor: Busca en tu bolsillo. Niño se revisa y tiene el bolsillo roto. Conductor: En el otro bolsillo. Niño: (Lee mentalmente) El expreso Polar, viaje de ida y vuelta. El conductor comienza a perforar su boleto y pone las letras CE Niño 2: Le gusta hacer eso con los boletos, mira. DE, ¿qué significa eso? Conductor: Siguiente parada, 11344 Edbrooke. Niño 2: Estamos en el barrio pobre de la ciudad. (Se asoman por la ventana los dos niños.) Bah, es otro pasajero. Pensé que tú eras el último. Niño 3: quiere subir al tren y no puede. El niño1 pone el freno de emergencia. Se para el tren. El niño sube. Conductor: quien activo el freno de emergencia? Niño 2: El fue (señalando al niño1) Conductor: Si te das cuenta ese freno es solo para emergencias y por si no te había dado cuenta hoy es noche buena y hay personas para las que es importante esta fecha. Niña: pero solo activo el freno de emergencia para que ese niño pudiera subir. Conductor: Es verdad eso? Niño1 y niña: asienten con la cabeza. Conductor: Bueno, en ese caso, te recuerdo que vamos muy medidos de tiempo y jamás hemos llegado tarde y tampoco lo haremos hoy así que escuchen todos, siéntense por favor. (Dirigiendose al micrófono del vagón.) Gracias. Su atención por favor, ¿algún pasajero del Expreso Polar necesita algo de beber? CANCION DEL CHOCOLATE CALIENTE Niño 2: ¿Saben? Moctezuma, el emperador Azteca tomaba 50 litros de chocolate caliente todos los días. Era como lodo espeso y rojo porque le ponía ají, no azúcar. Niña, se para de su asiento para llevarle un chocolate al niño que está en el otro vagón.

Niño 1: ¿adónde vas? Niña: Iré a darle este chocolate a él. Niño 2: No debes salir de este vagon, nos meteras en problemas. Conductor: (Se para detrás de la niña) ¿Le dieron su chocolate caliente a ese niño? Niña: No (temerosa) Conductor: ¿Pues qué esperamos? Ten cuidado al pisar… Niño 1: Olvidó su boleto y no está perforado. Niño 2: No vayas, es peligroso. Nos meterás en problemas. (sale y se le va el boleto de las manos a causa del viento.) Conductor: (De vuelta en el vagón) Disculpa, jovencita. Creo que omití perforar tu boleto. ¿Me lo permites? Niña: Dejé mi boleto aquí en el asiento. Pero ya no está… (preocupada) Conductor: ¿Quieres decir que perdiste tu boleto? Niño 1: Ella no perdió su boleto. Fui yo. Estaba tratando de llevárselo y el viento me lo voló de la mano. Toma el mio.} Conductor: este boleto no se puede intercambiar. Niña, tendrás que venir conmigo. Niño 2: ay no, la van a arrojar del tren. Es el procedimiento normal. Podrán bajar la velocidad del tren pero no lo van a detener. El niño se asoma hasta el final del tren a ver si encuentra al conductor con la niña. Como no lo hace le pide ayuda al niñ que subi al ginal. Sube al techo del tren donde están el conductor y la niña y trata de alcanzarlos. Cree que va a arrojarla del tren pero no es así. Se encuentran con un señor en el techo, un vagabundo. Vagabundo: ¿Puedo hacer algo por ti? Niño: ¿no vio por aquí a una chica? Vagabundo: Se ríe. ¿Quién no? Niño1: se le perdió este boleto. Vagabundo: es un boleto genuino? Wow, tienes que guardarlo en un lugar muy seguro. Yo aprendí que en mis zapatos es el lugar más seguro del mundo. Pero… yo no necesito boletos, yo viajo gratis. De hecho, yo soy el rey del Ex Pol. Es más, ¡Yo soy el rey del Polo Norte!

Vagabundo: Pero que malos modales tengo. Siéntate. ¿Quieres un poco de chocolate? Es perfecto para esta noche de invierno. Niño1: y qué dices de santa? No se supone que él es el rey de ese lugar? Vagabundo: te refieres a este tipo? Jo jo jo (imita a Santa) ¿Cuál es exactamente tu opinión de este tipo? Niño 1: Pues… quiero creer pero… Vagabundo: pero, no quieres que te mientan. No quieres que te pongan una venda en los ojos. No quieres que te den gato por liebre, que te manipulen. Ver para creer, cierto? Niño 1: y que hay de este tren? De verdad vamos al Polo Norte, ¿o no? Vagabundo: ¿o no? Niño 1: ¿ Quieres decir que todo esto es solo un sueño? Vagabundo: Tú lo djiste, niño. No yo. Bueno… vayamos a encontrar a esa niña. Una cosa más, ¿crees en fantasmas? Niño 1: No. Vagabundo: Interesante. (comienza a caminar por delante. Niño 1: Espera, espera… Me tengo que despertar, me tengo que despertar… Despierta. Despierta. (desesperado) Vagabundo: (Regresa por el niño con unos skies) Levántate, muchacho. Tirado ahí no vamos a llegar a ningún lado. Tenemos que saltar una tetera. Hat que llegar a la locomotora Nantes el túnel plano. Niño 1: por qué? Vagabundo: porque en el túnel plano hay soo espacio suficiente para que pase una cucaracha entre la locomotora y el túnel. (Escena de acción. El niño se cae por un lado, lo levanta el vagabundo. ) Vagabundo: cuando te digo que saltes, saltas, entendido? Salta y desaparece el vagabundo. El niño 1 cae en otro vagón donde se encuentra con la niña sentada frente a la maquina. Niño 1: ¿tú? Pensé que te habían echado del… estás conduciendo? Niña: Estoy a cargo, el maquinista fue a revisar la luz.

Niña: Es muy fácil. Mira, estos son los indicadores. Este es el freno y este es el silbato. Niño 1: El silbato? (Suena el silbato) siempre quise hacer eso Por otro lado aparecen los maquinistas que ven algo a lo lejos y comienzan a gritar: “detengan el tren, detengan el tren.” Tras un momento de estrés los niños logran para el tren. Niña :quieren que paremos el tren. Hay que jalar esta palanca Niño 1: estas segura que es esa palanca? Niña: No se… creo que sí… El niño 1 toma la decisión de jalar otra siguiendo su intuición. Es una manada de caribus. Descubren que al jalar la barba de luno de los maquinistas este hace un sonido parecido al de los animales que hae que se muevan del camino. El expreso reanuda su camino. EL expreso va muy rápido le piden al maquinista que vaya despacio. Se rompe la clavija del freno. Niña: bajen la velocidad por favor. No escuchan. Conductor: ‘no? Bueno, pues… metemo que… dado que perdimos la comuniacion con el maqinista tenemos que asegurarnos bien porque estaremos al frente del expreso y se aproxima la Cañada Glaciar.. que resulta ser la pendiente más empinada del mundo. (asegura a los niños? Oh no, las vías están congeladas! Pasan por las vías congeladas. Los maquinistas logran arreglar la locomotora y retoman su camino tras romper el hielo que esta en las vías. El conductor dirige la locomotora para encausarse nuevamente. Derecha, izquierda hasta que logran tomar las vías. Mientras eso sucede. El boleto se vuelve a ir con el viento… El lago se esta descongelando y milagrosamente vuelve a su curso. El conductor toma el boleto y le pone las letras D E Niña: D- E? Niño 1: Justo como el niño sabelotodo. Conductor: tengan cuidado, esta superficie está muy resbalosa. Yo mismo me resbale la primera vez que viaje en este expreso mientras hacia mis rondas. Estuve a punto de caer del tren pero alguien me rescato. Niño 1: Alguien? Conductor: alguien o algo…

Niña: Un angel? Conductor: algo así. Niño 1: Lo vio? Como era? Conductor: no, señor. Pero a veces hay que ver para creer y… a veces las cosas más importantes son las que no podemos ver. Entran a otro vagón. Conductor: mmh, los abandonados. Tengan cuidado por donde pisan. Estos juguetes ya han sufrido demasiado… abandonados y oxidándose en los callejones y lotes baldios del mundo. Niño 1: qué hacen aquí? Conductor: es un concepto nuevo que inventó el jefe. En lugar de echarlos a la basura los recolectamos y los restauramos. Él le llama “re-bicicletear” o algo por el estilo. Niña: me dan ganas de llorar. Ver juguetes que fueran tratados así. Conductor: los títeres con sus nudos completamente enredados son los más difíciles de resturar. Descubrimos que los trabajadores del polo son muy ágiles con esta labor. El niño se acerca a un títere y se pierde en el vagón. Parece que se fueron el conductor y la niña. Un títere lo toma del hombro. Titere: Tú eres igual que yo, amiguito. ¡Un incrédulo! Ebenezer Scrooge. Polo norte, Santa Claus, este tren, son puras patrañas. (Voltea a ver quién dirige la marioneta y se da cuenta que es el fantasma, el vagabundo.)