DIFERENCIAS ENTRE ESQUEMAS ADAPTATIVOS Y ESQUEMAS MALADAPTATIVOS Para entender la diferencia entre esquemas adaptativos
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DIFERENCIAS ENTRE ESQUEMAS ADAPTATIVOS Y ESQUEMAS MALADAPTATIVOS Para entender la diferencia entre esquemas adaptativos y esquemas maladaptativos, es necesario tener claro los siguientes puntos:
La necesidad de procesar la información para funcionar y adaptarnos a nuestro entorno. El rol de los esquemas cognitivos en el procesamiento de la información y la memoria. La forma en que los esquemas nos ayudan a procesar la información. La forma en que los esquemas influyen sobre la percepción, emociones y conducta. Diferencia entre procesamiento de la información automática y procesamiento de la información con esfuerzo. Activación y desactivación de esquemas.
El hombre tiene y necesita la habilidad de filtrar información y de adjudicar “etiquetas” apropiadas a los millones de estímulos externos que nos bombardean para poder funcionar, de otra manera sería caos. Necesitamos poder establecer prioridades a la hora de tomar decisiones, por ejemplo, si un perro nos quiere morder, es necesario fijar nuestra atención en el perro y no en cualquier otro estímulo presente en el momento, como el color del cielo, los pájaros etc. Si vamos a comer, necesitamos poder distinguir si la comida sirve o está podrida. Para elaborar en como el hombre necesita la habilidad de filtrar la información, imaginemos el siguiente ejemplo, en diferentes ocasiones, una persona ve un oso, un mosquito y un bebe, ¿cómo crees que reaccionó esta persona ante estos estímulos? Lo más probable es que pensaste que ante el oso la persona corrió, ante el bebé lo cargo o lo abrazó y aplastó al mosquito con las manos. Todos estos son ejemplos de cómo los seres humanos procesamos la información ANTES de emitir una respuesta emocional y conductual. Procesamos la información del exterior, y en base al significado que se le da al estimulo entrante, se genera una emoción y se emite la auto-instrucción “apropiada”. Si no procesamos la información y adjudicamos la etiqueta apropiada al estímulo, nuestras conductas NO serían funcionales, NO encajarían con la situación (corremos del mosquito, aplastamos al bebé y abrazamos al oso!). Al adjudicar la etiqueta correcta al estímulo y/o escoger poner la atención en el estímulo correcto, nuestra conducta es adaptativa. El etiquetar y reconocer estímulos es parte de cómo los seres humanos procesamos la información. El proceso se puede resumir en el siguiente diagrama:
Estimulo
Sentidos
Se etiqueta
Se emite auto-instrucción
Procesamiento de información se puede definir como el mecanismo por el cual el individuo percibe, consolida, almacena en la memoria, integra y accesa información.
Esquemas Cognitivos y Memoria El etiquetar estímulos se refiere al proceso de crear categorías en la mente. Los seres humanos creamos copias mentales de los estímulos de nuestro entorno en donde se describen las características de dichos estímulos. Si el estímulo se reconoce en una categoría preexistente, se almacena ahí, si no se reconoce, se crea una nueva categoría. A través de nuestro desarrollo, vamos creando categorías que después nos sirven para almacenar la información similar en dichas categorías. Estas categorías (o carpetas) son los esquemas cognitivos. Los esquemas son una parte fundamental de la memoria, Bartlett realizó investigaciones que lo llevaron a rechazar el concepto de memoria como depósito o almacén y entender el concepto de memoria como construcción. La construcción implicaba que la memoria utiliza esquemas para observar y clasificar la información, por lo tanto describe a la memoria como un proceso activo de reinterpretación. La sucesiva reorganización de la experiencia en esquemas permite el desarrollo de la memoria y los eventos recordados que son reconstruidos de manera diferente en función de la ampliación de los esquemas. Se concibe al ser humano no como un mero reactor a los estímulos ambientales, sino como un constructor activo de su experiencia, un "procesador activo de la información".
Definición y Características de los Esquemas Cognitivos Un esquema cognitivo se puede definir como un principio organizador impuesto a la realidad que nos permite derivar significado de algo o alguna experiencia. Los esquemas cognitivos nos ayudan a interpretar, a guiar nuestras respuestas y resolver problemas. Dado que el mundo es muy complejo y las capacidades cognitivas del hombre son limitadas, las personas necesitan de esquemas cognitivos que simplifican y resuman la información de manera más manejable. Las personas necesitan de los esquemas para que guíen su comportamiento. Sin los esquemas que automáticamente se activan como respuesta a eventos, la gente estaría perdida en un mundo caótico o respondería a las situaciones de manera dolorosamente lenta e ineficiente. Tendrían que lidiar con cada nueva situación sin el beneficio de experiencia previa y reflexión. Los esquemas son un tipo de base de datos de la mente que a grandes rasgos nos dice que podemos esperar de cada estímulo o situación, metafóricamente, si los estímulos o situaciones fueran una película, los esquemas nos dicen cómo se desarrolla y probablemente como termina la película. De esta forma los esquemas nos preparan para diversas situaciones. Como resultado, las personas tienen un vasto número de esquemas para guiar el comportamiento en situaciones de toda índole. Todos tenemos esquemas que nos dicen cómo lidiar con el estrés, con el rechazo, con el peligro, como relacionarse con seres queridos etc. Estos esquemas generalmente funcionan bien y nos sirven para obtener objetivos o defendernos en situaciones peligrosas. En resumen, los esquemas nos ayudan a asignarle significado a nuestras experiencias, predecir eventos, planear conductas, conseguir objetivos, entendernos a nosotros mismos y a nuestro mundo social.
Activación y Desactivación de Esquemas Los esquemas existen en un continuo de activación. En un extremo, el esquema está latente (dormido) y no tiene influencia sobre el procesamiento de la información. En el otro extremo, el esquema esta activado al máximo y colorea todos los aspectos del procesamiento de la información, incluyendo percepción, recuperación de recuerdos que sean consistentes con el contenido del esquema, formación de recuerdos nuevos, emoción, motivación y conducta. Un ejemplo sería una persona que está amenazada de muerte por un cartel y va a una plaza. Como la persona está amenazada, el salir a la calle activa su esquema de peligro, lo cual hace que esté muy atenta a que no la estén siguiendo, la activación del esquema de peligro hace que sienta ansiedad y taquicardia. Estando en la plaza una persona la observa por 2 segundos y él lo interpreta como que puede ser un sicario que lo quiere matar y decide irse de la plaza abruptamente, recordando en el momento todas las recientes ejecuciones y víctimas del narcotráfico. Si una persona NO está amenazada por un cartel y va a la plaza, NO se activa su esquema de peligro, NO siente ansiedad ni taquicardia, y cuando nota que alguien lo observa por 2 segundos, solo piensa que igual y lo conoce de algún lugar. Previamente aprendimos que los esquemas influyen en como procesamos la información, con este ejemplo nos queda claro como los esquemas solo influyen sobre el procesamiento de la información cuando están activados. Es importante notar que un esquema activado al máximo, puede caer en errores en el procesamiento de la información, como pensamiento dicotómico, sobre generalización o catastrofización. Priming se refiere al momento en que un evento lleva al esquema más cerca de su umbral de activación. Cuando un esquema está cerca de su umbral de activación, se puede activar por eventos menores, a una persona que acaba de perder su trabajo, el perder un juego de ajedrez le puede activar su esquema de incapacidad, sino hubiera perdido el trabajo, perder el juego de ajedrez no hubiera activado su esquema de incapacidad. Los esquemas se pueden desactivar de 2 formas. La primera es que la situación externa cambie. Por ejemplo, una persona que peleó con su pareja y esta se fue enojada, se le activa el esquema de abandono, pero si a los 2 días la pareja regresa, se le desactivó el esquema de abandono porque la situación cambió. La segunda forma que se puede desactivar un esquema, es a través de la metacognición, la gente puede pensar acerca de sus pensamientos. Después de que un esquema se activa, las personas pueden re-evaluar la situación que activo su esquema para determinar si interpretaron la situación correctamente. El darse cuenta que malinterpretaron la situación le quita energía al esquema, por ejemplo la misma persona puede pensar que su pareja es muy voluble, que fue una pelea menor y que siempre regresa, teniendo como resultado la desactivación del esquema de abandono. Es importante notar que la activación de los esquemas es inconsciente y automática. Existen 2 tipos de procesamiento de la información, procesamiento de la información automática y procesamiento de la información con esfuerzo. El procesamiento de información automática es rápida, fuera de la conciencia (inconsciente), conlleva mínimo esfuerzo, puede ocurrir en paralelo con otras actividades cognitivas, y es derivada de la repetición y el hábito. Procesamiento de
información controlada es consciente, lento, esfuerzo, no puede ocurrir simultáneamente a otros procesos cognitivos, como cuando hacemos algo difícil como un ejercicio de algebra. En resumen, los esquemas influyen sobre el procesamiento de la información de forma en que los estímulos exteriores se interpretan según el contenido del esquema. Diferencias entre Esquemas Adaptativos y Esquemas Maladaptativos Hemos mencionado como los esquemas son necesarios para funcionar y adaptarnos a nuestro entorno, como los esquemas nos ayudan a derivar significado de los diversos estímulos y eventos, como nos ayudan a interpretar las situaciones y guían nuestras conductas. Todos tenemos esquemas que nos dicen cómo lidiar con el estrés, con el rechazo, con el peligro, como relacionarse con seres queridos etc. Estos esquemas generalmente funcionan bien y nos sirven para obtener objetivos o defendernos en situaciones peligrosas. Sin embargo, los esquemas también pueden causar serias dificultades ya que la activación de los esquemas puede ser adaptativa o maladaptativa. Cuando un esquema lleva a un individuo a protegerse físicamente en una situación objetivamente peligrosa, decimos que la activación del esquema de peligro y la subsiguiente conducta de evitación fue adaptativa, PERO si el esquema de peligro se activó en una situación que no es peligrosa, la emoción de ansiedad es innecesaria y la conducta de evitación es disfuncional, por lo tanto decimos que la activación del esquema fue maladaptativa, porque termino afectando en vez de ayudando. En otras palabras un esquema es maladaptativo cuando se activa en la situación equivocada. Por situación equivocada entendemos situaciones en donde no hay una justificación objetiva para la activación del esquema. Actuar de forma adaptativa no tiene tanto que ver con bien y mal, sino con ser objetivo. La activación de esquemas en situaciones “inapropiadas” lleva a malestar innecesario y conductas maladaptativas. Por ejemplo, consideremos a Pablo, una persona físicamente saludable que tenía el esquema de vulnerabilidad activado al máximo, él pensaba “estoy en riesgo inminente de un paro cardiaco”. Con cada dolor en el pecho, agitación o sensación no familiar, le entraba un terrible miedo a morir, dejaba de hacer lo que estaba haciendo y corría al hospital. En contraste, la activación de ese mismo esquema y la consecuencia afectiva y conductual asociada (ansiedad y correr al hospital) podría ser adaptativa en una situación de verdadero peligro, como vomitar sangre o fiebre extrema. Otro ejemplo de activación maladaptativa podría ser una persona que al notar que su pareja llega seria del trabajo (porque tuvo un día difícil en el trabajo, nada que tenga que ver con la pareja), se le activa el esquema de rechazo y piensa “ya no quiere estar conmigo”, como consecuencia se siente triste y le dice a su pareja “si no quieres estar conmigo mejor dímelo”, lo cual lleva a una pelea. La activación del esquema de rechazo fue maladaptativa porque el esquema se activo en una situación que no lo ameritaba, el esquema se adelantó demasiado, interpreto mal ya que no tenía suficiente evidencia para llegar a esa conclusión. El esquema maladaptativo activado domina el procesamiento de la información y “reconoce” a los estímulos entrantes como de SU categoría sin un análisis adecuado. En otras palabras un esquema se activa de forma maladaptativa cuando se equivoca al reconocer, el esquema etiquetó incorrectamente, mete a su carpeta información que no va ahí e ignora información que no es consistente con el contenido de dicho esquema. Cualquier intento de
resumir o simplificar información resulta en pérdida de información y posibles errores o distorsiones al interpretar experiencias. Un esquema no ve el panorama completo porque en esencia, un esquema trata de resumir y simplificar la información. Otra característica de los esquemas maladaptativos es que el grado de emoción es muy intenso para la situación. Esquemas Tempranos Maladaptativos Los esquemas que tienen la mayor relevancia en el contexto de la psicoterapia, son los esquemas del self, los demás y el mundo. Estos esquemas se crean en nuestros primeros años de vida y mientras vamos creciendo, vamos moldeándolos según nuestras experiencias de vida. Existen ciertas condiciones en la infancia que crean un patrón de activación de esquemas maladaptativo, una tendencia a malinterpretar situaciones específicas y por ende, a mayor malestar emocional y a conductas disfuncionales. Personas que muestran un patrón de activación de esquemas maladaptativo, usualmente son producto de necesidades emocionales no satisfechas en la infancia. Se han postulado 5 necesidades emocionales básicas para los seres humanos. 1. 2. 3. 4. 5.
Apego seguro a otros (incluye seguridad, estabilidad, cuidados, y aceptación). Autonomía, competencia y sentido de identidad. Libertad y validación al expresar necesidades y sentimientos. Espontaneidad y juego. Limites realistas y autocontrol.
Creemos que estas necesidades son universales. Todos las tienen, aunque algunos individuos tienen más necesidades que otros. Un individuo psicológicamente sano es aquel que puede satisfacer de forma sana estas necesidades. Personas que tuvieron una frustración tóxica de dichas necesidades van a desarrollar algo que Jeffrey Young llama Esquemas Tempranos Maladaptativos. Los Esquemas tempranos maladaptativos son esquemas sobre un tema repetitivo o patrón amplio (ej. abandono, fracaso) compuesto por recuerdos, emociones, cogniciones y sensaciones físicas. Es sobre uno mismo (autoconcepto) y la manera de relacionarnos con los demás. Los ETM tienen como resultado errores constantes en como interpretamos la información en situaciones asociadas al esquema, La característica principal de un esquema maladaptativo es que se activa con mucha frecuencia y con mucha intensidad emocional. Experiencias toxicas en la infancia son el origen principal de los Esquemas Maladaptativos Tempranos. Los esquemas que se desarrollan más temprano y con más fuerza típicamente se originan en la familia nuclear. En gran medida, la dinámica familiar de un niño es la dinámica de su mundo entero. Cuando los pacientes se encuentran en situaciones que activan sus esquemas, lo que usualmente están experimentando es un drama de su infancia, usualmente uno con sus padres. Otras influencias como pares, escuela, grupos en la comunidad, y la cultura se vuelven cada vez más importantes mientras el niño madura y pueden llevar al desarrollo de esquemas
maladaptativos. Sin embargo, los esquemas que se desarrollan más tarde generalmente no son tan generalizados o tan poderosos. CONCLUSIÓN Los esquemas tienen gran influencia sobre todos los aspectos del procesamiento de la información, ya que, según su contenido, le dan significado a las percepciones, afectan a las inferencias, dictan sobre qué información recordamos y moldean la formación de memorias nuevas. Por lo tanto, los esquemas le ayudan a las personas a asignar significado a sus experiencias, entenderse a sí mismos, a su mundo social y físico y además sirven para predecir eventos y planear sus conductas (Beck, 1967). El complejo sistema de estímulos ambientales nos influye sólo al grado que se mezcla con nuestro sistema psicológico interno. Cuando las experiencias de la infancia son acorde a las necesidades emocionales, el esquema en formación adquiere un funcionamiento adaptativo. Esto significa que las interpretaciones serán congruentes con el estímulo presente y las reacciones emocionales serán apropiadas en intensidad y función. Sin embargo, cuando las experiencias tempranas son adversas, se genera un esquema disfuncional. Esto se traduce en una constante distorsión de la información, causando un desfase entre la experiencia interna y la situación externa y un acusado malestar emocional. Por ejemplo, un niño que sufrió de rechazo constante será más propenso a malinterpretar acciones de otros como señales de rechazo, aunque esta no sea su intención. Esta discrepancia entre la experiencia interna y el entorno es la que origina los trastornos psicopatológicos.