Eres mi religion

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Eres Mi Religion. (Larry Stylinson) *EN EDICIÓN* by Fer_Tommo Hijo del comandante nazi August Styles, Harry, un chico de ciudad, es obligado a mudarse al campo cuando su padre decide que será el mejor lugar para conservar su tranquilidad en tiempos de guerra. Preso del aburrimiento, recibe un peculiar regalo de parte del comandante: un judío llamado Louis Tomlinson.

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Eres Mi Religión. (Larry Stylinson) -En edición, no recomendable leer hasta que esté completamente editada.

-EDICIÓN DE GRAMÁTICA, ORTOGRAFÍA Y NARRACIÓN. LA HISTORIA SEGUIRÁ SIENDO EXACTAMENTE LA MISMA.

FANFICTION BASADO EN EL LIBRO "EL NIÑO DE LA PIJAMA DE RAYAS" DE JONH BOYNE.

ASK.FM/LARRYISINTHEAIR

TWITTER LOUISANDHARRY_V

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Sinopsis *EDITADO Eres mi religión, por Fer_Tommo.

Año 1942. Europa central.

Después de dos años de haber estado sirviendo como capitán en el ejército alemán, August Styles logra pasar a ser comandante para éste mismo

La 2da guerra mundial continua afectando territorio europeo, cada vez las cosas parecen empeorar más y más. A finales del otoño del año anterior, Hitler comienza con su plan antijudíos.

La familia Styles debe mudarse a Oswiecim, lugar situado al sur de Polonia, pues el señor Styles queda encargado del campo de concentración encontrado en esa localidad. La familia está conformada por el matrimonio Styles y su hijo, Harry. Éste último un joven de 16 años con la misma ideología de su padre: los judíos no son personas.

Harry es un joven maleducado y prepotente, que no se preocupa por el bien de los demás, educado con ideas racistas e inhumanas. No tiene idea de lo que es ganarse o luchar por algo, pues sus padres siempre le facilitaron todas las comodidades.

La familia Tomlinson es una de millones de familias judías que están siendo afectadas por el movimiento nazi.

Herederos de una de las mayores fábricas manufactureras en la ciudad de Berlín, Alemania. Antes de la guerra solían ser de las familias más adineradas del sur de Berlín.

Louis Tomlinson, el hijo más grande, es un joven de 21 años recién egresado de la carrera de mecánica automotriz. Un chico generoso y muy responsable con su familia.

Su vida se rompe cuando los obligan a irse a un campo de concentración, centro de detención donde retenían a todas las personas pertenecientes a la religión judía, entre otros. Ahí eran privados de su libertad, les daban un trato inhumano, donde sobrevivir día tras día era una odisea.

Harry y su familia recién cambian de casa y su vida da un giro de 180 grados, ahora deberán acostumbrarse al campo y la poca compañía.

Pronto el joven Styles comienza a desesperarse, pues de haber tenido muchos amigos, e incluso una novia, en la ciudad, pasa a estar únicamente rodeado de personal del servicio. El comandante Styles, al ver que su pequeño no tiene nada con que divertirse, decide comprarle 2 motocicletas descompuestas para que éste arreglé durante sus días.

El problema se da cuando Harry no tiene la menor idea de cómo repararlas, pues nunca antes

había tenido que investigar si quiera sobre el tema. Su padre decide proporcionarle un judío que sepa de mecánica para que lo ayude.

A Harry se le presentan aproximadamente 25 judíos que tienen conocimientos de mecánica, todos hombres mayores y desagradables. Y entonces al final de la fila se encuentra con un chico que no parecía muchos años mayor que él, es raro, algo encuentra en ese judío que al instante decide que ese éste será su nuevo esclavo.

Louis se ve obligado a obedecer todas las órdenes del joven Styles para sobrevivir. La situación para él, al igual que para el resto de los judíos, era demasiado complicada, los soldados nazis mataban con cualquier error.

Los chicos comienzan a pasar demasiado tiempo juntos, poco a poco pasando a una relación más humana. Intentado no caer en la gran tentación de sentir algo por el otro.

Nadie decide a quién amar.

—Escapa conmigo. —Mencionó el pequeño, rogándole a su amado.

—¿Estás loco? ¿De qué viviríamos? —Louis era más realista, sabía que lo que el rizado le pedía era completamente imposible, no sobrevivirían en el intento.

—¡De amor! Escapa conmigo ahora.

Encontraron amor en tiempos de guerra.

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Capítulo 1 *EDITADO Capítulo 1

Llevaba casi 5 minutos sentado sobre su cama y observando hacia el mismo punto en la pared. Cada vez se sentía más frustrado, tener que estar en esa casa un segundo más sería suficiente para que Harry se volviera loco del aburrimiento.

La cama rechinaba al mínimo movimiento, las paredes estaban llenas de humedad, los pisos de madera crujían por cada paso que se daban sobre ellos. Se trataba de una casa vieja, pero muy grande, en medio del bosque.

—¿Necesitas ayuda para desempacar, mi niño? —Escuchó a Sofía entrar a la habitación, una mujer de edad avanzada a la que él consideraba como su segunda madre, ella había sido su niñera desde que estaba muy pequeño y se tenían un gran efecto mutuo.

—Por favor, Sofí. —La miró con una sonrisa y se levantó de la cama. Llevaban dos días en su

nueva casa y Harry no había desempacado ni una sola maleta—. No quiero abrir cajas y maletas estando aquí, aún tengo la esperanza de que mi padre decida volver a la ciudad.

—¿No te gusta este lugar? —Entonó una sonrisa al mismo tiempo en el que abría el gran closet y se aseguraba que estuviera completamente limpio—. A mí me parece muy bello.

Harry caminó hacia la ventana y tardó algunos segundos en responder. —Pues... es muy bonito. —Mintió, para él no era bello un montón de árboles gigantes que rodeaban su casa—. Pero es desesperante, estar solo me está poniendo como loco, necesito socializar con personas.

Negó con la cabeza sin dejar de sonreír. —Puedes leer, tú nunca lees... O también puedes salir a explorar, estoy segura de que en ese gran bosque encontrarás muchas sorpresas.

El rizado rodó los ojos y dejó salir un suspiro de frustración. —En primera, a mí no me gusta leer. En segunda, ya no soy un niño... ya no me gusta explorar, Sofí. —Volvió hacia la cama y se recostó sobre ésta.

La mujer continuó con su trabajo, Harry estaba a punto de decir algo más cuando su madre apareció entrando a la habitación.

—Hijo, tu padre quiere verte en su despacho. —Mencionó la señora Styles, Anne Styles.

—Oh. —Rápidamente se puso de pie—. Claro, ya mismo bajo. —Dio una sonrisa y salió de la habitación dirigiéndose directamente hacia donde se encontraba su padre.

Durante el camino continuó observando detalladamente la casa. A pesar de ser una casa vieja, era muy hermosa. Había algo en especial que le preocupaba, las noches en ese lugar solían ser aterradoras.

Llegó hasta la oficina de su padre, la puerta se encontraba entreabierta y se podía escuchar la conversación que éste mantenía con alguien más.

—Entonces tenemos 3,000 nuevos judíos, ¿ya los han registrado a todos? —Se escuchó la voz grave del comandante Styles.

—Sí, señor, el fin de semana pasado que los reclutamos les dimos registro a todos.

—Muy bien. Ahora necesito que me mandes a alguien para que ayude a Sofía con la limpieza de la casa, alguna mujer que no exceda los 50 años y sepa cómo comportarse.

—Claro que sí, señor. ¿Algo más?

—¿Padre, me necesitabas? —Interrumpió Harry entrando a la habitación.

—¡Hijo, qué bueno que vienes! Necesito hablar contigo, siéntate. —Indicó el comandante con una gran sonrisa.

—Así que 3,000 nuevos reos... —Sonrió de igual manera mientras caminaba hasta el escritorio de su padre y tomaba asiento junto al soldado con quien éste hablaba anteriormente.

—Sí, hijo. —Rodó los ojos con expresión de desagrado—. Parecen plaga, salen hasta por debajo de las rocas.

Harry comenzó a reír tras las palabras de su padre. —Pero al menos debe haber unas cuántas chicas judías que estén buenas, ¿no? —Preguntó mirando al soldado—. A ver cuándo me mandan unas para divertirme un poco. —Mencionó con cinismo.

—¡Harry, no digas tonterías! Ellos no son humanos, no puedes ensuciarte metiéndote con una judía. —Al comandante Styles no le había hecho gracia lo mencionado por su hijo.

—Pues sí, padre. Deben servir para algo... —Se acomodó sobre su silla y tomó una actitud más seria—. Realmente necesito encontrar algo qué hacer. Si me quedo todo el día aquí me volveré un obeso ocioso.

Su padre dejó salir una risa para después pensar durante algunos segundos. Lo que Harry decía era verdad, necesitaba encontrar alguna actividad para él antes de que la situación se le saliera de las manos, necesitaba tenerlo tranquilo y sin quejas sobre su nueva vivienda. —Tengo una idea —mencionó de pronto mirando a su hijo—, y así podrás tener un judío a tu disposición si es lo que quieres. —Sonrió con maldad.

Harry sintió alegría, una vez estaba obteniendo lo que pedía en cuestión de segundos.

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—¡CAMINEN! —Gritaba un soldado nazi obligándolos a todos a caminar con prisa hacia su lugar de descanso.

El día de trabajo por fin había terminado, estando ahí era como el más grande logro sobrevivir un día más.

Louis intentaba caminar sin mostrar que sus piernas temblaban. Era el cansancio, y también el miedo, lo hacían perder el control de su cuerpo. La semana pasada había presenciado cuando mataban a golpes a un hombre que se molestó porque un soldado lo empujó. Él no podía quejarse de nada si quería sobrevivir, la única razón por la cual luchaba día tras día era por sus hermanas y su madre, que ya habían sido reclutadas también.

En ese lugar los trataban peor que a los animales, los obligaban a hacer trabajos pesados, los

molían a golpes por cualquier mínimo error y les daban de comer una vez al día un pequeño pedazo de pan viejo. Si no morían por los golpes, morían de hambre.

Tenían separados a los hombres y a las mujeres, esa era la razón por la cual Louis no sabía nada de su familia.

Todo era horrible, incluso podía sentirse el olor a muerte por todos los rincones de ese campo de concentración. La rabia y la impotencia se habían dado por vencidas, ya no valía la pena quejarse o tratar de cambiar el trato que los nazis le daban a los judíos, ahora lo importante era sobrevivir hasta el final, poder salir de ahí y encontrar cualquier esperanza de vida cuando la guerra terminara.

Llegó al lugar donde dormían, estaba tan mal que ni siquiera se le podía llamar habitación, era un cuarto con muchas literas, sin colchón o cobijas, una simple tabla en donde se podía recostar. Sin embargo después del largo día de intenso trabajo, esa tabla se sentía como el mismo cielo.

Se recostó sobre la tabla y dejó salir un gran suspiro. Descansó la espalda, había sentido sus huesos crujir con el trabajo que le habían asignado para ese día. Muchas veces llegó a pensar que moriría por el dolor, que se quedaría dormido y no despertaría jamás. Mañana tras mañana era la misma historia, decenas de sus compañeros de cuarto amanecían muertos tras no soportar los abusos de ese lugar.

Louis y su familia habían perdido todo con la llegada de la guerra. Antes de ser reclutado por los nazis él estudiaba, tenía una hermosa residencia en Berlín, salía con sus amigos, ayudaba en los negocios de la familia, tenía comida diaria, y lo más importante: sonreía.

—¡TOMLINSON, CARLO! —Se escuchó el grito de un soldado nazi entrando a la habitación—. ¡Acompáñenme! —Parecía molesto y ese era motivo suficiente para entrar en pánico.

Louis se sorprendió demasiado, él nunca había dado problemas, le parecía muy extraño que lo llamaran. A esas alturas podía decirse que era hombre muerto. Se puso de pie y caminó hacia la puerta, todos los demás hombres los miraban con pena y susurraban entre ellos:

—Los van a matar.

—Seguro estos no vuelven.

Tragó saliva y continúo caminando detrás del soldado.

—¿Para qué crees que nos necesiten? —Le preguntó muy bajo el hombre que también había sido llamado.

—No lo sé, pero no ha de ser nada importante, no te preocupes. —Trató de mantener la calma para no agravar la situación y se dedicaron a seguir al soldado en completo silencio el resto del camino.

Llegaron hasta una habitación completamente vacía, en ella se encontraban aproximadamente 20 hombres más, todos se veían preocupados esperando alguna respuesta. Muchos de ellos iban convencidos de que morirían, se había estado esparciendo un rumor sobre unas supuestas duchas que en realidad eran baños de gas toxico que los mataba en minutos.

Fueron obligados por uno de los soldados a formarse en línea recta y posición de firmes.

Entonces de un momento a otro entró al lugar el comandante Styles acompañado de 3 soldados más y su hijo Harry. Todos se quedaron en silencio, nadie hablaba ni se atrevía a hacer el menor sonido posible, ese hombre era conocido por ser extremadamente cruel.

—Verán —habló uno de los soldados—, ustedes están aquí porque hemos revisado su expediente y descubrimos que tienen habilidades para la mecánica, ¿cierto? —Hizo silencio en la espera de una respuesta.

—Cierto. —Respondieron en unísono.

—Pues uno de ustedes será el gran afortunado de servir para la familia Styles... Estará todo el día en la casa del comandante y por las noches regresará aquí a dormir.

El rostro de los hombres se llenó de esperanza, todo era mejor a estar en ese horrible campo de concentración, sin embargo Louis no reaccionó igual, él no quería estar fuera de ahí, necesitaba encontrar a su familia y afuera nunca lo lograría.

—Padre... —susurró Harry mirando a los judíos con desagrado—, cuando dije que quería un esclavo judío no me refería a esto... ¡Yo quería una mujer!

El comandante Styles y los soldados hicieron su mayor esfuerzo por controlar su risa. Aclaró la garganta y dio un paso hacia enfrente. —Les presentó a mi hijo, ustedes servirán para él, tendrán que hacer todo lo que él les pida, ayudarlo enseñándole sus conocimientos sobre mecánica. Si hay alguien no quiera este trabajo, dé un paso al frente. —Mencionó con sarcasmo, le parecía imposible que alguien se negara a salir del campo.

Louis obedeció, hizo lo que el comandante le pedía. Dio un paso hacia enfrente y miró al hombre directamente. —Yo, comandante Styles. Yo no estoy interesado en ese trabajo. —Todos los presentes se sorprendieron demasiado.

Fue en ese momento cuando Harry lo miró por primera vez, hasta ese momento no se había percatado de su presencia. Se trataba de un chico sucio, con el cabello despeinado y la cara chorreada de mugre y aceite. Vestía el uniforme rayado que todos los hombres eran obligados a vestir en ese lugar, sus zapatos tenían hoyos por todos lados.

— ¿Estás jugando conmigo? —Preguntó el comandante cuando sintió el acto de Louis como una burla.

—No, señor. —Respondió con seriedad—. Realmente yo no estoy interesado en ese empleo.

El comandante dejó salir una carcajada junto con todos los soldados presentes, a excepción de Harry. —No puede ser, judíos tan imbéciles, uno que trata de ayudarlos y te desprecian, como se nota que no piensan. —Continuó riendo por un largo rato.

—Señor... Yo no quiero servir para su hijo, yo prefiero quedarme aquí. —Antes de que Louis pudiera mencionar otra cosa, el comandante Styles sacó su arma y la cargó apuntando

directamente hacia éste. Sus palabras habían sido una falta de respeto que se penalizaba con la muerte.

—No, espera, padre. —Intervino Harry evitando que disparara—. Lo quiero a él, él será quien trabaje para mí. —Mencionó mirando a Louis directamente y acercándose lo suficiente para intimidarlo—. Quiera o no, igual su opinión no le importa a nadie. —Sonrió con malicia. El hecho de que Louis pareciera mayor que él por apenas unos años era algo bueno, pues lo hacía sentir más poderoso al mandarle a un chico que bien podía defenderse y que no lo hacía por miedo a morir.

—Muy bien, hijo. Tú lo pides, tú lo tienes. —Asintió y caminó hacia sus soldados para darles las últimas indicaciones en voz baja.

Harry se mantuvo en el mismo lugar, mirando a Louis fijamente. —Entonces... —Susurró—, vuelve a decir que no serás mi esclavo, a ver si no te matan aquí mismo. —Intentaba hacerlo enojar. Louis se quedó en silencio, sabía que si hacía algo mal podría arruinarlo todo y el esfuerzo que llevaba haciendo por sobrevivir se iría a la basura. El rizado dejó salir una risa burlona—. Maldito judío de mierda. —Le dijo para después darse la vuelta y volver hacia su padre.

Louis cerró los ojos al notar en el problema en el que se había metido, ahora tendría que trabajar para un niñato caprichoso y su asquerosa familia nazi.

Por otro lado el rizado mantenía una sonrisa cínica, había encontrado su diversión, Louis era joven, incluso podía notarse en sus rasgos que pertenecía a una familia adinerada y ahora Harry tenía todo el poder sobre él. Al final las cosas no le habían salido tan mal, Louis sería toda una diversión.

Se encontraba parado junto a su padre y aún no podía quitarle la mirada de encima a ese judío, ese chico tenía algo que lo hacía querer mirarlo, no podía dejar de preguntarse cómo habría lucido antes del holocausto.

—¿Harry, nos vamos? —Escuchó la voz del comandante Styles sacándolo de sus pensamientos. Asintió y siguió a su padre, igual no tendría que esperar mucho tiempo para volver a mirar al judío.

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Capítulo 2 *EDITADO CAPITULO 2Al día siguiente en la mañana Harry se arregló desde muy temprano, tenía muchas ansias por ver a su nuevo esclavo. - Mi niño tu padre me ha avisado que tu pedido ya está en el patio trasero, y que "la persona" llegara a las 8:30. -mencionó Sofía mientras tendía la cama de Harry. - Bien.- comento arreglando los últimos detalles de su cabello y mirando el reloj, eran las 8:25. -¿Podrías llevarme el desayuno al patio por favor? - salió del cuarto y bajó para encontrarse con dos motocicletas, estaban viejas y oxidadas, pero a él le alegró porque así pasaría más tiempo con su esclavo. Se sentó a un lado de ellas y comenzó a examinarlas, no tenía no una puta idea de cómo arreglarlas. Paso el tiempo y pronto ya eran más 8:45 y no había llegado nadie. Se hicieron las nueve y entraron dos soldados aventando a Louis para que caminara. Harry se puso de pie y caminó hasta ellos. -¿qué les pasa?- preguntó enojado -¡Llevo 30 minutos aquí esperando! ¿Saben lo que mi padre les puede hacer si se entera de esto?- a Harry le gustaba sentir el poder sobre las personas, así que lo ponía claro cada que podía. - Perdón señor, es que esto nos ha dado problemas, no quería venir.- dijo un soldado refiriéndose a Louis. Harry observó a Louis, que estaba con mirada en el suelo. - Muy bien, tienen suerte que por ahora no le diré a mi padre, ¡retírense!- indicó fingiendo enojo, la verdad es que esa situación le divertía mucho. Los soldados asintieron con la cabeza y salieron de la casa. Louis se quedó en silencio y Harry

comenzó a caminar alrededor de él, observándolo detenidamente. Realmente era hermoso. ¿Puedo comenzar?- preguntó Louis señalando las motocicletas. - Comienza claro, me encantaría.- dijo Harry colocándose enfrente de él y elevando los brazos. Louis lo miró extrañado y se agachó para poder observar las motocicletas de cerca. Harry comenzó a reír.Louis comenzó a trabajar en silencio, estaba muy concentrado y Harry solo lo veía atento. - ¿Puedo pasar?pregunto Sofía antes de entrar al patio con una charola con el desayuno de Harry. El patio en donde estaban era como un garaje, era cerrado y para entrar tenían que abrir una puerta. - Claro Sofy pasa.- mencionó Harry levantándose para quitarle la charola con comida. - Gracias mi niño.dijo y se retiró del lugar. Harry se sentó a un costado de Louis y comenzó a comer, seguía atento en lo que Louis hacia. Él se tensó mucho y dejo de moverse. -¿Qué pasa? ¡Sigue!- ordenó Harry con la boca llena de comida. Louis tragó saliva y continúo con su trabajo. Mientras Harry comía con la boca abierta y bebía jugó sin haber pasado la comida. Louis cerró los ojos y se recargó en la moto. -¿qué pasa? ¿Te sientes bien?-Si.- Louis habló muy bajo apenas abriendo la boca. - Mira lo que tienes que hacer aquí para reparar esta parte es mover esta tuerca hasta que truene, así podremos reponerla con otra nueva.- el trabajo de Louis era enseñar a Harry, así que tenía que actuar como un maestro con él. Harry se acerco a la moto y comenzó a hacer lo que Louis le ordenaba. Paró unos segundos y le dio otra mordida a su desayuno, un trozo de mermelada resbalo por fuera de su boca. Al intentar limpiarse la cara notó como Louis lo veía demasiado, haciéndolo sentir incómodo. Limpió su boca e intentó seguir con su trabajo, pero no lo logro por sentir la mirada de Louis encima. - ¡Puedes dejar de hacer eso!- exclamó molesto. Louis reacciono de sus pensamientos. -¿Hacer qué?- preguntó hablando muy bajo. - Mirarme de esa manera, es muy incómodo.-Perdón.- susurró Louis bajando la mirada. Harry lo observó, llevaba el cabello crispado por el polvo, la ropa muy sucia y rota, los labios resecos y los ojos muy rojos con unas ojeras enormes. Aún así ese chico le seguía pareciendo extremamente sexy. Y eso llegaba a incomodarlo.Notó la mucha comida que tenía en su plato, seguro ni la mitad se comería. ¿Tienes hambre?- preguntó Harry. -¿Perdón?- Louis no podía creer lo que escuchaba, ningún nazi había intentado ayudarlo. -¿Que si tienes hambre? Yo ya eh terminado con esto y creí que tu lo querrías...- mencionó Harry acercándole la charola. Louis lo miró con los ojos muy abiertos y acercó su mano dudando a la charola para tomar una pieza de pan. -Vamos tómala.- dijo Harry atento a cada uno de los movimientos de ese chico. Louis tomó el pan y comenzó a comerlo con desespero, haciendo que trozos de comida saltaran de su boca. Harry se sentía raro al ver esa imagen, sabía que ese chico se estaba muriendo de hambre y aún así no eliminaba sus pensamientos pervertidos "o dios, si tan sólo me la comiera a mi así" Miraba a Louis maravillado hasta que él sintió su mirada y paró. -Woah... Tenías hambre.- sonrió. Louis bajó la mirada avergonzado. -Soy Harry.- mencionó el menor extendiendo su mano. -Soy Louis.- Louis la tomó, se presentaron formalmente.

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Capítulo 3 *EDITADO Capítulo 3

Durante la cena con su familia se encontraba en completo silencio, movía la comida de un lado a otro en el plato sin probar bocado alguno. Había estado toda la tarde en su habitación pensando en Louis. Era extraño, sentía algo de pena por ese chico e incluso la necesidad de ayudarlo.

Comenzaba a sentir un dolor moral muy grande, era como si estuviese traicionando a su patria pensando que tal vez todas esas ideas anti-judíos eran erróneas. No había pasado más de dos horas junto a Louis, pero eso le había sido suficiente para darse cuenta de que no era un mal chico.

—¿Cómo te fue con las motocicletas, hijo? —Preguntó su padre sacándolo de sus pensamientos.

Se encontraban en el comedor principal de la enorme residencia. En la mesa los acompañaban algunos colegas de su padre y su abuelo, quien anteriormente había servido para el ejército nazi.

Les habían asignado dos nuevos sirvientes, ambos judíos. Uno era un hombre de aproximadamente 40 años que se encargaba de servirles en la mesa y hacer los trabajos sucios que las demás personas rechazaban. La otra era una mujer joven, no sobrepasaba los 30 años y su función en la casa era ayudar a Sofía en todo lo que ésta le pidiera, desde la cocina hasta la limpieza de la casa. Para cualquier judío ese trabajo era una maravilla, estar fuera del campo de concentración les daba muchas esperanzas de vida.

Harry lo pensó por un tiempo, realmente le había ido muy bien, no bien en la manera que esperaba, pero al final de cuentas bien. —Me ha gustado, Louis es muy bueno en la mecánica. —Mencionó para después dar un sorbo a su copa de vino y continuar—. Creo que he aprendido más hoy que lo que aprendí toda mi vida en el colegio. —Trató de gastar una broma.

Todos los hombres presentes se quedaron atentos tras las palabras del chico

—¿Louis? —Preguntó el comandante dejando sus cubiertos sobre la mesa—. ¿Tan rápido le has puesto nombre a tu mascota? —Los soldados comenzaron a reír escandalosamente, hacer

chistes estúpidos sobre judíos era común en ese hombre.

No le dio ni un poco de risa, tragó saliva y miró hacia su plato de comida. —Pues sí... —Comenzaba a incomodarle demasiado que hablaran de Louis, sin embargo sabía que estaba muy mal molestarse por aquellas burlas. Louis no podía ser nada más que un sirviente, una mascota o un esclavo que no tenía valor como ser humano. Estaba convencido de que sería así y él tendría que acostumbrarse a eso.

La charla continuó entre su padre y los soldados, hablaban de guerra y política, temas que comúnmente hubiesen interesado a Harry, sin embargo esa noche había algo más interesante que ocupaba su mente: Louis.

Tenía ese color azul de sus ojos clavado en la cabeza, los minutos pasaban a su alrededor sin que se diera cuenta. Trataba encontrar una explicación a su gran interés por ese chico, sin embargo le era imposible. Sí, Louis era muy atractivo, pero no era sólo eso lo que mantenía a Harry pensando en él todo el tiempo. Tal vez se trataba de la combinación de todo lo que representaba el chico, es decir, Louis era un judío, un enemigo, una persona con la que nunca podría tener si quiera una convivencia amable, Louis era un hombre, por lo tanto, completamente prohibido.

Un sirviente se acercó hacia el chico y cuando intentó servir más a su copa de vino, éste sin darse cuenta hizo un movimiento con el que provocó que el hombre dejara caer el líquido sobre su ropa. Harry se puso rápidamente de pie y comenzó a limpiarse antes de que el líquido se esparciera más por su cuerpo.

—Perdón, joven. Perdón, ha sido mi culpa, perdón. —Mencionaba el hombre con pánico, tratando de limpiar al chico con una servilleta de tela. Ese error le costaría la vida y lo sabía.

—¡imbécil! ¡Obviamente ha sido tu culpa! —Gritó Harry aventándolo lejos de él—. ¡No me toques, judío de mierda! —De pronto todas sus dudas sobre la ideología nazi se habían esfumado de su cabeza.

—¡Hijo de puta! —Intervino uno de los soldados acercándose al sirviente y sacándolo a la fuerza de la habitación.

Harry continuó limpiando su ropa y todo el lugar se quedó en silencio. Se comenzaron a escuchar golpes y llantos que le provocaba el soldado al hombre.

La señora Styles miró a su esposo con pánico, buscando que éste hiciera algo para evitar lo que le hacían al hombre. El comandante se encogió de hombros y bajó la mirada. —No lo puedo creer... —Susurró la mujer sintiendo impotencia, los gritos del hombre dejaban claro que lo estaban moliendo a golpes. Se puso de pie y azotó la servilleta contra la mesa para después retirarse del lugar.

Un momento incomodo se formó, la habitación se encontraba en completo silencio, sin embargo fuera de ella aún se escuchaban los gritos de horror. Después de unos segundos se hizo silencio absoluto.

—Lo que están haciendo tu padre y sus hombres es historia, Harry. —Mencionó el abuelo rompiendo con el momento incomodo—. Es historia aún no escrita, tu padre estará en los grandes libros de la historia por haber defendido al mundo de esa plaga de bichos que son los judíos.

El abuelo tenía razón, su padre era muy valiente al enfrentarse a su trabajo, él estaba defendiendo a Alemania y Harry no se tenía que preocupar por el trato que les dieran a los judíos, ellos eran los enemigos.

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A la mañana siguiente se repitió la historia. Harry se levantó temprano para estar listo a la hora en la que llevarían a Louis. Había estado gran parte de la noche dándole vueltas al asunto, tal vez si comenzaba a ser más autoritario con Louis comenzaría a disfrutar más tener poder sobre él que ser su amigo, aunque en realidad eso ultimo era lo que quería.

Esta vez el chico sí llegó puntual.

—Gracias. —Mencionó Harry a los soldados que se habían encargado de llevar a judío. Éstos se retiraron después de algunos segundos.

Ese día Louis no se veía tan cansado, estaba limpio y recién afeitado, su ropa no estaba sucia y su cabello se encontraba peinado hacia atrás, Harry comenzaba a darse una idea de cómo lucía antes del holocausto.

Se mantuvo en silencio esperando por las indicaciones del rizado. En ese momento ya había logrado darse cuenta que ese chico lo miraba de manera extraña, pero realmente no le importaba, todo era mejor al maltrato.

—Y tú no hablas, ¿o qué? —Preguntó el menor después de algunos segundos. Se alejó de Louis y caminó hacia las motocicletas.

—Estoy esperando las indicaciones, señor. —Respondió y Harry rompió en risas.

—¿Ahora me respetas? Y por favor, no me digas señor, que aquí el viejo eres tú, ¿cuántos años tienes? —Sin dejar de sonreír le pasó una de las herramientas, indicándole que comenzara a trabajar.

Louis se hincó junto a Harry para quedar frente a las motocicletas. —21, señor... ¡Digo, niño! —Corrigió al instante y bajó su mirada avergonzado.

—Bueno, tampoco exageres. No soy un niño, tengo 16. —Esta vez los dos comenzaron a reír—. Sólo eres mayor que yo por 5 años...

Dejó de reír y negó con su cabeza para después volver su vista hacia su trabajo. —De donde yo vengo a esa edad siguen siendo unos niños. —Comentó.

—Pues según yo sé, en los campos de concentración a partir de los 15 eres catalogado como un hombre. —Le dijo y al instante se dio cuenta de que su comentario había sido de muy mal gusto—. Lo siento, no quise decir eso.

Louis lo miró confundido, un nazi pidiendo perdón a un judío, que situación tan extraña. —No hay problema... —Le dio una sonrisa pequeña y continuó con su trabajo en silencio. Harry de igual manera sonrió y se dedicó a prestar atención en lo que el mayor hacía—. De hecho no nací en un campo de concentración, nací en Berlín.

Sonrió al escuchar su voz de nuevo, definitivamente le encantaba escucharlo hablar. —¡Yo también soy de Berlín! ¿En qué colegio estudiabas antes de esto? —Preguntó emocionado, refiriéndose a la guerra.

Louis soltó una carcajada, miró al pequeño y negó con su cabeza. —A los 21 años no estudias más en los colegios. —Le regaló una sonrisa.

Harry intentó devolverle el gesto para que éste no notara su nerviosismo. No quería que pensara que era un niño inmaduro. — Cie-cierto. —Balbuceó.

Lo miró por algunos segundos, ese chico era lo más extraño que le había pasado en mucho tiempo. —No pensé que fueras así... —Le dijo al mismo tiempo en el que se ponía de pie y caminaba hacia la caja de herramientas.

—¿Así cómo? —Lo seguía con la mirada.

—Eres... —dio un suspiro y sonrió mirándolo—, eres un buen hombre, Harry. De 16 años, pero hombre.

Harry sonrió de oreja a oreja, Louis para él también lo era. Su padre le había dicho años atrás que si encontraba un solo judío bueno, sería el mejor explorador del mundo, y definitivamente ahora él era el mejor explorador del mundo.

¿Qué pasaría si su padre se enteraba de esa situación?

No importaba, estaba dispuesto a continuar hasta que alguien lo detuviera. Necesitaba saber más sobre Louis.

ASK.FM/LARRYISINTHEAIR

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Capítulo 4 *EDITADO Capítulo 4

9:25 am y Harry ya comenzaba a sentirse desesperado por los minutos que faltaban para que llevaran a Louis. Desde que ese chico había llegado a su vida, sus pensamientos se basaban únicamente en las clases de mecánica. Esperaba toda la tarde y noche a que se hiciera mañana

para poder mirarlo una vez más.

Más que atracción física, había algo diferente, sin embargo en esos momentos no lograba diferenciarlo, él estaba seguro que su atracción por Louis era provocada a lo prohibido que todo ese asunto era. El cuerpo de Louis se había convertido en un reto para Harry.

Cada vez se ponía más ansioso, movía los pies de arriba hacia abajo. Había decidido que ese día actuaría de manera distinta con él, pues quería descubrir qué tan difícil podría llegar a ser tenerlo. No se había tomado ni siquiera dos segundos de su tiempo para pensar en las consecuencias de sus actos, sabía que la homosexualidad, al igual que la religión judía, era motivo suficiente para ser reclutado en un campo de concentración, pero para él eso no era problema, tenía al comandante del ejército como padre, era intocable.

La puerta del garaje que daba hacia el bosque se abrió de pronto. Harry fue rápidamente hacia ésta cuando pensó que se trataría de Louis. —¿Papá? —Preguntó confundido, era demasiado extraña la presencia de su padre en ese lugar y a esas horas—. ¿Qué haces aquí?

—Hola hijo, también me alegro de verte. —Entró a la habitación buscando algo con la mirada, sin responder a la pregunta del rizado—. ¿Y el judío?

—No lo sé, no tardará en llegar. —Sintió nervios de que su padre estuviera buscando a Louis, esa no era ninguna buena señal—. ¿Qué necesitas?

Antes de que el comandante Styles pudiera decir algo más, entró Louis junto con un soldado por la puerta trasera. El chico tragó saliva al darse cuenta de que esa mañana Harry no se encontraba solo.

Dio una sonrisa al hombre que se encargaba de llevar a Louis todas las mañanas como agradecimiento y se mantuvo en silencio, nervioso por la presencia de su padre.

—Buenos días. —Habló Louis mirando al comandante Styles y a su hijo. El hombre no respondió, se sentó sobre una de las sillas que se encontraban en el garaje y se cruzó de brazos, mirando a los chicos con una sonrisa burlesca.

Harry esperaba a que éste dijera algo más. —¿Y bien...?

—¡Pues comiencen! —Ordenó—. Quiero ver si este judío es tan bueno en la mecánica como dices.

Louis se movió con rapidez y comenzó a trabajar. Intercambió una mirada con Harry, provocándole una sonrisa. —Muy bien, joven, lo que trabajaremos hoy serán los frenos... —Comenzó a hablar sobre su trabajo con demasiado profesionalismo y confianza.

Harry intentó prestar atención a sus palabras para que su padre no sospechara nada, pero simplemente no podía concentrarse, todo el tiempo lo pasaba observando la boca de Louis y los gestos que éste hacía al hablar. Los minutos pasaban como simples segundos, podía estar todo el día frente a él sin necesidad de hacer otra cosa diferente a mirarlo. —No puedes ser real... demasiado hermoso —Susurró pensando en voz alta, provocando que Louis dejara caer al piso todas las herramientas que tenía en sus manos por la sorpresa. Lo miraba con los ojos muy abiertos y negaba levemente con la cabeza. Rápidamente Harry reaccionó de lo que había dicho y su piel se volvió totalmente colorada—. La mecánica es hermosa... —Afirmó con una sonrisa nerviosa, intentando arreglar lo antes mencionado.

Su padre lo miró confundido. —¿Hermosa? Hermosas son un par de tetas, así que deja de decir estupideces y continúen con su trabajo. —Le dijo.

Harry lo miró con cierta repugnancia y después volvió su mirada hacia Louis para continuar. Por cada segundo que su padre pasaba en esa habitación, se ponía más nervioso y desesperado.

Louis estuvo demasiado serio después del comentario del menor. Se notaba muy tenso y evitaba mirar a Harry lo más posible. No dejó de hablar de mecánica hasta que la clase se dio por concluida.

Se alejó de las motocicletas y limpió en su uniforme todo el aceite con el que se había chorreado las manos. —Muy bien, joven, espero haberle sido de ayuda. Lo veré mañana para continuar. —Le dijo mostrando extremo respeto hacia éste.

Harry asintió evitando sonreír. De igual manera se puso de pie y caminó hacia la puerta para ordenar a uno de los soldados que llevaran a Louis de regreso al campo.

Su padre lo detuvo. —No, no, no, aquí el que indica a qué hora te vas soy yo. —Mencionó mirando al chico—. ¿O crees que eres tú quien nos está haciendo un favor con estas clasecitas? Deberías estar agradecido de que te saquemos de ese lugar todas las mañanas.

—No, disculpe señor. —Se apresuró a decir—. Pensé que...

El comandante interrumpió. —No pienses, los judíos no piensan. —Sonrió maliciosamente y Louis bajó su mirada.

—Padre, Louis ya puede irse, ya he terminado con él. —Intervino Harry para evitar problemas.

—Tú ya has terminado, pero yo no.

Sintió un nudo en su garganta al escuchar eso, si su padre quería a Louis seguramente no sería para nada bueno. —Oh, vamos, padre. Déjalo ir.

Ignoró por completo las palabras de su hijo y caminó directo hacia el mayor. —A partir de ahora ya no te irás de aquí. —Mencionó, Louis y Harry intercambiaron miradas entre ellos, confundidos por lo que escuchaban—. Durante las mañanas ayudarás a mi hijo con la mecánica y en la tarde estarás en la casa como sirviente. —El hombre miró a Harry con una sonrisa—. Necesitamos uno nuevo, ya que él de ayer no resistió el pequeño castigo que le dimos. —Dejó salir una risa.

Tragó saliva al escuchar lo que su padre decía. Por una parte le alegraba, pero por otra temía por la seguridad de Louis, él sabía que con cualquier error podían matarlo frente a sus ojos, y por más extraño que pareciera, él no lo soportaría.

—Señor, yo no puedo hacer eso. —Miraba al hombre con preocupación.

—Es que no te estoy preguntando, he dicho que servirás para mi familia quieras o no... —Se

acercó a Louis y sacó un arma de su bolsillo—. ¿Volverás a negarte?

Louis cerró los ojos al sentir el arma tocando su cintura. —No, haré lo que me pide. —No tenía otra opción, aunque no quisiera estar ahí, tendría que hacerlo. No podía dejarse matar por una tontería como esa, si quería proteger a su familia, tendría que estar vivo.

—Bien. —Retiró el arma, miró a su hijo y le dio una sonrisa—. Que tengas buen día, Harry. Me voy, tengo cosas que hacer. —Salió del garaje cerrando la puerta tras él.

Se quedaron en completo silencio. El rizado observaba a Louis, no comprendía por qué éste lucía tan preocupado. Louis comenzó a guardar las herramientas con fuerza y rapidez, haciendo notorio su enfado.

—¿Realmente es tan malo trabajar aquí? —Preguntó bajo y se acercó hacia él para ayudarlo.

—Déjalo, puedes lastimarte. —No le permitió tocar las herramientas—. Deja que lo haga yo, de igual manera yo no siento porque no soy persona. —Fue agresivo, no podía controlarse—. Soy un maldito judío, no pienso ni tengo derecho a nada.

Se alejó levemente, lo miraba sin saber exactamente qué decir. —Louis... yo no he sido el que te ha obligado a quedarte aquí.

—¡Si, pero tú eres uno de ellos, Harry! ¡No intentes ser bueno, porque no lo eres! —Gritó de pronto dejando salir toda la rabia que llevaba meses reprimiendo—. ¡No intentes ser mi amigo, porque no lo eres! ¡Sólo déjame hacer mi maldito trabajo en paz! —Dio media vuelta y levantó la caja de las herramientas para colocarla en su lugar, al instante tropezó haciendo que todo cayera de nuevo al piso.

Harry insistió y se agachó para intentar ayudarlo una vez más. —Tal vez tengas razón...

Dio un suspiro, se tranquilizó y negó con su cabeza para después mencionar: —No debemos ser amigos... —Susurró débilmente, avergonzado por el arranque de rabia que acababa de tener.

Se detuvo, dejó de recoger y lo miró directamente a los ojos. —¿Por qué?

—Porque debemos ser enemigos. —Terminaron con las herramientas y una vez más Louis la levantó llevándola hacia una esquina de la habitación—. Eso es lo que dice la sociedad.

Esperó durante algunos segundos. Se puso de pie y caminó hacia el mayor, quedando tras él, separados por una corta distancia. —¿Es mi presencia la que te molesta? ¿No quieres estar aquí porque yo lo estoy? —Preguntó mediante un susurro.

Louis sintió un escalofrió recorrer su cuerpo y se alejó rápidamente al sentirlo tan cerca. —No, no es eso... De hecho estar contigo me hace bien. —Le dijo y al instante se dio cuenta de que sus palabras podían ser malinterpretadas—. Me refiero a estar aquí y no en el campo de concentración... Todo es mejor que estar ahí.

—¿Entonces por qué pones tanta resistencia? Desde el día que ofrecimos el trabajo de mecánico tú te has negado, es como si quisieras estar ahí todo el tiempo.

—Porque... —bajó la mirada, sus ojos se llenaron de tristeza—, mi familia está ahí. No puedo estar yo aquí viviendo mejor que ellas, puede que estén sufriendo demasiado, simplemente no puedo quedarme aquí sin hacer nada.

Él realmente se preocupaba mucho por su madre y hermanas, había perdido a su padre desde muy pequeño y siempre había sentido la necesidad de ver por ellas. Se sentía el hombre de la casa, por lo tanto debía mantenerlas a salvo.

Hablaba sin darse cuenta de lo que decía, mirar a Louis de esa manera lo conmovía. —No te preocupes, yo te llevaré mañana mismo con ellas para que te asegures de que están bien. —Le dijo y poco a poco fue acercándose hacia él.

Lo miró con los ojos muy abiertos. —¿Hablas en serio?

—Te lo juro —sonrió—, a mí me dejan entrar y salir de ahí las veces que quiera, encontraremos a

tu familia y te asegurarás de que están bien.

No pudo controlar su emoción, tenía varias semanas sin saber nada de su familia y eso le daba muchas esperanzas. Se acercó a Harry y lo tomó con fuerza entre sus brazos, era raro, pero era la primera persona que era buena con él en mucho tiempo. —¡Gracias, Harry, gracias!

Reaccionó y le devolvió el abrazo rodeándolo por la cintura, respirando su olor natural. Sonrió de oreja a oreja. —De nada, Louis.

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Capítulo 5 *EDITADO Capítulo 5

—Aquí dormirá usted. —Mencionó Sofía mientras abría la puerta del pequeño armario en el garaje—. Siento las condiciones, pero el señor Styles me ha...

Louis interrumpió mirándola con una sonrisa. —No se preocupe, a comparación del campo de concentración esto es como el cielo. —Le dijo. En la habitación apenas había un pequeño colchón viejo sin base alguna, no tenía sábanas o cobijas. En éste mismo había un retrete que parecía a punto de romperse, era como si hubieran metido un colchón a un cuarto de baño viejo que nunca había sido reparado—. ¿Lo mantienen así especialmente para castigar a los judíos? —Intentó ver el lado gracioso de la situación.

—En serio lo siento, joven... —La mujer parecía avergonzada, para ella era muy difícil discriminar a esas personas—. Le juro que si yo pudiera...

—Sólo bromeo, es perfecto. —Volvió a interrumpir sin borrar la sonrisa de su rostro—. Gracias.

Sofía le dedicó una sonrisa y se despidió con un gesto para después salir de aquella habitación.

Louis dio un suspiro al quedarse solo y miró todo a su alrededor. Se estaba congelando, al menos en el campo de concentración eran muchas personas y entre ellas se hacían calor humano, en esa habitación hacía demasiado frío y no tenía nada diferente a su uniforme para calentarse.

Se recostó sobre la cama e intentó dormir, ya era demasiado tarde y estaba completamente agotado, había pasado gran parte del día trabajando en el gran jardín de la casa.

Comenzaba a quedarse dormido cuando la puerta fue golpeada varias veces. Pensó que se trataría de Sofía, que seguro había olvidado mencionar algo.

Se puso de pie y caminó hacia la puerta al mismo tiempo en el que dejaba salir un bostezo. —¿Harry? —Frotó sus ojos para mirar con mayor claridad—. ¿Puedo ayudarte en algo? —Sentía demasiada confusión tras la inesperada visita del chico, sobre todo por la hora que era.

Sonreía de oreja a oreja sin poder evitarlo. Llevaba un enorme suéter y un gorro que cubrían su cuerpo del frio. Mantenía sus manos tras su espalda, como si estuviese ocultando algo. —Hola. —Le dijo.

—Eh... hola... —Continuaba estando completamente confundido.

—¿Puedo pasar? —Señaló hacia adentro de la habitación.

—Mejor yo salgo, creo que aquí adentro no cabemos los dos. —Le dio una sonrisa y salió cerrando la puerta tras él— Ahora sí, ¿qué necesitas?

—Verás —Harry parecía muy emocionado—, ¿recuerdas que te prometí llevarte a ver a tu familia? Pues hay un problema...

—No, no te preocupes, yo sé que es muy difícil y que obviamente no sería posible. —Sintió decepción, pero lo comprendía—. Disculpa si te he ocasionado algún problema... No debí aceptar que tú intentaras hacer eso.

—No, Louis... —Se apresuró a decir—. No me refiero a eso, sino a que... —Le mostró un abrigo extra que llevaba en las manos—, la única forma de que mi padre no se dé cuenta, es que los visites de noche.

Cada vez sentía más confusión. —¿Qué? ¿Ahora? No, Harry, no me puedo arriesgar a que te suceda algo estando ahí afuera. —Negaba con su cabeza.

Sonrió, extrañamente le gustaba saber que Louis se preocupaba por él. —Es sólo un pequeño camino de máximo 10 minutos hacia el campo, no me ocurrirá nada. —Comenzó a acercarse hacia el mayor lentamente, intentando no hacer notoria su necesidad de tenerlo cerca.

—Sí, pero el bosque es muy peligroso y más a esta hora.

—¡Oh, vamos! No pasará nada. —Intentaba animarlo—. Además yo soy más fuerte y alto que tú... ¡En todo caso él que debería preocuparse soy yo! ¿Qué pasaría si te aplasto sin darme cuenta? —Gastó una broma refiriéndose a la estatura del mayor, Louis era más bajito que Harry por varios centímetros.

—Bueno, tampoco exageres que no soy tan pequeño—. Le dio un leve golpecito en el hombro—. No es mi culpa que tú seas un dinosaurio. —Apenas mencionó, Harry soltó una carcajada que al instante le contagió. Rieron durante algunos segundos para después mirarse a los ojos y detenerse sin dejar de sonreír.

—¿Vamos? —Preguntó el rizado extendiéndole el abrigo—. Prometo tener cuidado para no aplastarte...

Louis dejó salir una risa, miró el abrigo y tardó en responder. —De acuerdo, vamos. —Lo tomó y se lo colocó encima.

Harry lo miraba emocionado. —Tendremos que salir sin hacer ruido, recuerda que nos matarían si nos descubren. —Susurró mientras comenzaban a caminar hacia la puerta que daba al bosque. La abrió lentamente, evitando que ésta hiciera ruido.

—Corrección, a mí matarían. —Mencionó divertido—. A ti tal vez sólo te darían un castigo.

Salieron de la casa adentrándose al bosque. Estaba muy oscuro y apenas podían distinguirse los árboles, caminaban muy lento, uno detrás del otro para evitar tropezar. El camino fue silencioso y largo, Louis caminaba muy rápido, parecía muriendo de emoción por ver a su familia, Harry por otro lado sólo intentaba alcanzarlo y abrir cualquier tema de conversación.

No habían pasado más de 8 minutos cuando llegaron al campo. Todo el lugar estaba en completo silencio, parecía una zona tranquila, cuando en realidad ahí se cometían las peores atrocidades hacia un ser humano.

—Espera, tengo que avisar que hemos llegado. —Mencionó Harry deteniéndolo. Revisó el perímetro durante varios segundos—. Tengo un trato con uno de los soldados, debo asegurarme que nadie más se dé cuenta que estamos aquí. Espera un momento, no te muevas. —Le dijo

para después caminar hacia la entrada principal, donde se encontraban dos soldados.

Louis se mantuvo observándolo mientras se iba, ese joven realmente estaba arriesgando mucho por él, no era común. Harry era el enemigo, Harry había sido educado con la ideología nazi y ahora de la nada ayudaba sin temor alguno a un judío. A Louis le agradaba mucho, le parecía muy gracioso e incluso tierno cuando actuaba nerviosamente frente a él.

La puerta del campo se comenzó a abrirse, Harry volvió hacia el mayor. —Todo listo, podemos pasar. —Sonrió—. Richard nos llevará hasta tu familia. —Señaló a un soldado que los esperaba con una linterna.

Comenzaron a caminar hacia dentro del campo, Louis sintió su cuerpo estremecerse al volver a ese infierno. En las esquinas de los largos pasillos había cuerpos sin vida, muchos de estos con un simple balazo en zonas mortales, mientras que otros aún sangraban por los golpes que habían recibido. Miró a Harry, éste caminaba tranquilamente, sin sorprenderse de que ese lugar estuviese lleno de cuerpos, incluso ni siquiera los miraba, era como si él estuviera acostumbrado a mirar ese tipo de escenas y le pareciera normal. —¿Cómo es que has conseguido esto? —Le preguntó Louis—. Es decir, es obvio que estamos haciendo esto a escondidas, ¿cómo has logrado que te dejen entrar?

—Sólo he cobrado algunos favores. —Lo miró con una sonrisa, realmente no podía evitar sonreír estando con ese chico—. No ha sido complicado.

—Ser el hijo del comandante debe ser bueno, ¿cierto?

Se detuvo algunos segundos para pensar, unos días antes había respondido esa pregunta con un sí sin dudarlo, sin embargo todas sus ideas comenzaban a cambiar. Asintió con la cabeza y continuó caminando—Da facilidades, supongo que eso lo hace bueno. —Le dijo. A unos cuantos metros podían diferenciarse las oficinas principales del lugar, Harry señaló hacia éstas—. Por ejemplo esto...

—¿Qué quieres decir? —Lo miró extrañado.

Llegaron hasta una puerta y Harry abrió mirándolo con una sonrisa. —Descúbrelo tú mismo. —Le

dio espacio para entrar al lugar.

Se adentró aun dudando, apenas cruzó la puerta sintió unos brazos rodearlo con mucha fuerza. Todas sus hermanas y su madre se encontraban ahí. Louis les dio un fuerte abrazo a todas al mismo tiempo. Temblaba de la emoción y ellas lloraban al verlo. Parecía que todo era un sueño, llevaba días anhelando un momento como ese.

Harry sintió un nudo formarse en su garganta al mirar aquella escena. Comenzaba a perturbarle saber que su padre era el culpable de que esa familia estuviera pasando por una situación tan horrible. Hasta ese momento de su vida nunca había sentido remordimiento alguno por todo lo que hacían los nazis. Cruzó miradas con Louis y le dio una sonrisa, sentía algo extraño al saber que había sido él quien lo había ayudado a tener esa felicidad.

Después de un tiempo más, Louis se separó del abrazo y limpió las lágrimas que recorrían sus mejillas. —¿Cómo están? —Preguntó mirando a su madre

Tardó en responder. —Se podría decir que bien, hemos tenido suerte, eso es todo. —Susurró, no era una mujer que luciera de edad avanzada, pero parecía agotada tanto física como mentalmente.

—Fizzy y yo tenemos buenos trabajos, nos encargamos de separar las pertenencias de las personas de recién ingreso, no es tan pesado como el trabajo de mamá... —Mencionó una chica de aproximadamente 15 años.

Louis miró a su madre, extrañado. —¿Cuál es tu trabajo? —Preguntó con preocupación, sabía qué tipo de trabajos horribles los ponían a hacer en ese lugar.

—No es nada importante, Louis... Déjalo. —Mencionó con la mirada al suelo.

—¿Qué es, mamá? —La tomó de la mejilla para obligarla a mirarlo.

Dio un suspiro. —Tengo que llevar todos los cuerpos sin vida hacia unos hornos donde los incineran...

Se alejó de su madre, negaba con la cabeza. Sentía la rabia recorrerle todo el cuerpo, ya no podía con la impotencia. —¡Malditos nazis! —Gritó dando un golpe contra la pared.

Harry únicamente bajó la mirada y se mantuvo en silencio. Pensó que Louis tenía razón en lo que decía, poner a una mujer a hacer eso era inhumano.

La puerta del lugar se abrió y el soldado que había ayudado a Harry entró apresurado. —Joven, la revisión de media noche está por comenzar, deben irse ya o habrá problemas. —Dijo mirando únicamente al rizado.

Al escuchar aquello Louis le dio un beso a cada una en la frente con rapidez. —Van a estar bien, les juro que las voy a sacar de aquí, sólo denme tiempo para ver cómo le haré—. Les dijo, dio un último beso a su madre y salió de la oficina sin siquiera mirar a Harry.

Agradeció con un gesto al soldado y comenzó a seguir a Louis lo más rápido que pudo, éste caminaba con velocidad y sin detenerse a esperarlo. Ya habían salido del campo, Harry esperó a que se encontraran lo suficientemente lejos como para poder hablar. —¡Louis! ¡Louis, espera! ¿Qué es lo que pasa? —Gritó corriendo para intentar alcanzarlo.

Se detuvo. Miró al menos acercarse hacia él con la respiración agitada y muy preocupado. —Lo siento... —Le dijo dejando salir un suspiro—. Es sólo que esta situación me frustra demasiado...

Harry logró llegar hasta él y se detuvo a una corta distancia. Trató de recuperar el aliento. —Lo sé, pero te prometo que te voy a ayudar... —Intentó animarlo, no le gustaba mirarlo así de decaído.

—No te preocupes... —Le dio una sonrisa sin ánimos—. Mejor volvamos ya a la casa...

Harry asintió y comenzaron a caminar de regreso. Una vez más el camino fue en completo silencio, ninguno de los dos mencionaba palabra alguna.

Pasaron varios minutos cuando las luces del patio trasero comenzaron a distinguirse, se estaban acercando a la casa. Cada vez hacía más frío, apresuraron el paso.

—¡Mierda! —Se escuchó un grito de parte del menor. Louis lo miró rápidamente y se dio cuenta de que éste había resbalado con un troco que se encontraba pegado a la tierra. Se acercó hacia el chico.

—No te muevas, puedes lastimarte más. —Le dijo al notar que se había desgarrado la pierna con una rama—. Estás sangrando... —Se agachó hasta él y trató de ayudar.

—Déjalo... Está bien. —Comentó apenas pudo hablar, realmente se había lastimado demasiado, pero intentaba mostrarse fuerte.

Louis no hizo caso y con su mano levantó la tela del pantalón del menor para descubrir qué tan grande era la herida. —Harry, no está bien... —Colocó su mano sobre la cintura del chico—. Vamos a levantarte, ¿está bien?

—Está bien... —Se apoyó en Louis y poco a poco se fue levantando. Después, sin soltarse, comenzaron a caminar de vuelta a la casa, muy lento para evitar que el menor se lastimara más.

Llegaron a la casa, Louis continuaba sosteniendo a Harry por la cintura. Entraron por el patio trasero y ayudó al rizado a sentarse en el colchón donde él tendría que dormir. —Espera un poco, iré por algo para limpiar la herida. —Le dijo y se dirigió hacia dentro de la casa para tomar unas cuantas gasas y alcohol. Pronto volvió y se acercó a Harry, levantó la tela de su pantalón y comenzó a limpiar suavemente la herida de la pierna.

—Maldición... —Susurró el rizado, cada vez se tensaba más, tener a Louis tan cerca y tocando su piel de esa manera comenzaba a enloquecerlo, debía controlarse.

Se detuvo. —¿Te duele? —Preguntó mirándolo.

—Está bien, sigue...

—Esto te va a arder al principio mientras lo froto contra tu piel, pero después te gustara la sensación. —Mencionó haciendo que Harry sintiera un calambre recorrer su cuerpo, llegando hasta su entrepierna, haciendo que un bulto comenzara a notarse en sus pantalones. Dejó salir un gemido al sentir la gasa en su piel—. Mierda, ¿te duele mucho? —Volvió a detenerse, esta vez más preocupado.

—N-noo. —Su voz se escuchaba ahogada, intentaba no abrir la boca para evitar dejar salir más gemidos de dolor—. Puedes seguir...

Louis continúo. —Siempre quise hacer esto. —Le dijo con una sonrisa, frotando la gasa contra la herida del menor—. Es decir, tener a alguien que me llame "papi" mientras limpio las heridas que se hizo jugando, alguien a quien darle las buenas noches junto con un beso en la frente.

—¿Y por qué no lo haces? —Intentaba mantener alejados cualquier mal pensamiento que vagara por si mente.

—Por si no lo has notado, eres con la única persona que hablo. —Dejó salir una risita—. Es imposible tener hijos contigo.

Harry estaba a punto de mandar todo a la mierda y subirse encima de Louis. ¿Acaso no sabía lo erótico que sonaba? Él estaba dispuesto a llamarlo papi y a recibir un beso de buenas noches. Estaba enloqueciendo. —Cierto...

Cubrió la herida con una venda al terminar de limpiarla y bajó el pantalón del rizado. —Igual ya me he hecho la idea de que nunca tendré hijos. —Comentó.

—¿Por qué? Eres joven, aún puedes encontrar alguien a quien amar y tener todos los hijos que quieras...

Louis comenzó a negar con la cabeza. —Eso no es posible... No creo que mi vida alcance a llegar hasta ahí... Pronto esto se acaba para todos los judíos, nos mataran a todos y yo no podré haber cumplido mis sueños... —Se puso de pie, alejándose del rizado—. Los nazis ya han decidido por todos nosotros.

—¡No! —Negó al instante, como si Louis hubiese dicho algo que lo ofendiera—. ¡Tú vas a salir de esto! ¡Todos lo harán! ¡Esto se va a acabar y tú te vas a enamorar y te casarás! ¡Tendrás todos los hijos que quieras y serás muy feliz!

Louis lo miró con una sonrisa. Ese chico lo sorprendía cada vez más. —Eres la única persona que conozco que cree en el amor en tiempos de guerra... —Susurró.

—Tal vez sea porque me está ocurriendo en tiempos de guerra... —Le dijo mirándolo a los ojos.

Al principio creyó no haber entendido, sintió un nudo en su garganta y desvió la mirada. —Bien, creo que deberías irte a dormir... Ya es muy tarde.

—Tienes razón... Buenas noches. —Se levantó lentamente del colchón y cojeó hacia la puerta del lugar—. Gracias por curar mi herida. —Mencionó mirándolo con una sonrisa.

Louis asintió. —No ha sido nada. —Le dijo manteniéndole la mirada durante algunos segundos—. Que descanses. — Se dio media vuelta. Sentía su corazón palpitar con fuerza, estaba seguro que todo lo que comenzaba a sospechar eran estúpidas ideas que había creado su mente sin razón alguna.

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Capítulo 6 *EDITADO Capítulo 6

Despertó. Sentía un terrible dolor en su pierna, sin embargo debía levantarse y fingir que no pasaba nada. Era domingo, los domingos solía desayunar junto con toda su familia en el comedor principal.

Dejó salir un suspiro y se levantó muy lentamente, yendo con mucho cuidado hacia el cuarto de baño, para posteriormente abrir la lleva de agua y llenar la bañera.

Comenzó desnudarse poco a poco para después adentrarse al agua caliente. Aún tenía demasiado sueño, no había podido dormir mucho tiempo después de esa ida al campo de concentración que había tenido junto con Louis.

Mientras enjabonaba su cuerpo, miró la herida en su pierna y sintió una sensación revolver su estómago. Llevó su mano hacia la zona lastimada y la acarició suavemente, recordando la manera en la que Louis lo había ayudado la noche anterior.

Estaba enloqueciendo por ese hombre y comenzaba a sentir un mínimo de preocupación por aquello, estaba convencido de que no se sentía igual que antes, esta vez era algo más mental que físico.

Harry estaba más nervioso que nunca por el tema de su padre. Le preocupaba la idea de que éste le pudiera hacer algo a Louis si cometía cualquier error durante el desayuno.

El comandante Styles era un hombre muy exigente, aprovechaba cualquier mínimo error para deshacerse de algún judío, y para desgracia del rizado, Louis era uno de ellos.

Salió de la bañera después de algunos minutos más y se alistó para bajar a desayunar. Entró al comedor tratando de ocultar su inevitable cojeo en la pierna izquierda. Su madre, padre y abuelo ya se encontraban en la habitación.

—Buenos días. —Mencionó el rizado dedicándoles una sonrisa y yendo directamente hacia su asiento.

Nadie respondió. Su madre se encontraba pensativa, mirando hacia un punto fijo de la habitación. Su padre y su abuelo leían el periódico.

Harry suspiró y decidió ignorarlos, al menos ahora estaba seguro de que nadie había notado su cojeo al caminar.

—Señora —Sofía se acercó hacia Anne—, Harry ha llegado, ¿sirvo la comida ahora? —Preguntó con mucha discreción.

La mujer salió de sus pensamientos al instante, elevó la mirada y pareció sorprendida al mirar a su hijo. —Hola, Harry. —Le dijo fingiendo una sonrisa, después se dirigió a Sofía—. Sí, sirve ahora, por favor.

Asintió y volvió hacia la cocina.

—Buenos días, familia. —Mencionó el comandante Styles dejando el periódico sobre la mesa. El abuelo imitó la acción.

Harry sólo lo miró indiferente y continuó en su mundo. Él comenzaba a dejar de sentir ese orgullo que tenía por el trabajo de su padre, no le interesaba mantener una conversación con éste, como solían hacerlo cada que se sentaban juntos a la mesa.

La puerta del comedor se abrió y Louis entró nerviosamente con una jarra en las manos. Vestía el traje rallado de siempre, sin embargo esa mañana lucía más aseado que normalmente.

—¿Le sirvo jugo, señor? —Preguntó al comandante con un tono bajo de voz.

Lo miró molesto, como si lo hubiese ofendido con aquella pregunta. —¿Crees que lo haré yo o qué? ¡No preguntes y hazlo! —Ordenó.

Louis comenzó a servir el jugo, se podía notar su intenso nerviosismo, pues sus manos temblaban en cada movimiento.

Harry no podía dejar de mirarlo, sentía la necesidad de saludarle o al menos darle una sonrisa. Era un ambiente demasiado incómodo. La tensión podía sentirse sin esfuerzo alguno.

Tragó saliva y respiró profundamente, buscando con eso dejar de temblar. No había tenido una buena noche, el asunto del trabajo de su madre continuaba preocupándole, sin embargo lo que más le perturbaba era Harry y las últimas palabras que éste le había dicho.

¿Cómo mierda era que eso podría pasar? Harry era un niño, y por si fuera poco, era hijo de un comandante nazi.

De alguna manera Louis se sentía halagado de que alguien como ese chico se sintiera atraído por él, alguien tan roto y vacío. Podrían tratarse de simple imaginaciones suyas, pero de alguna manera deseaba que éstas fueran ciertas. No entendía por qué, simplemente lo sentía.

Intentaba a toda costa no cruzar miradas con el rizado, sentía los ojos de éste mirarlo directamente y eso le impedía concentrarse. Terminó de servir las copas con jugo y se retiró hacia la cocina. Parecía que huía de la mirada del menor.

Harry siguió a Louis con la mirada.

—¿Está bien, joven? —Le preguntó Sofía cuando el chico cruzaba la puerta del lugar. Su actitud nerviosa era muy evidente.

—Sí, lo siento, sólo que me siento un poco mal y no quiero cometer ningún error frente ellos. —Susurró bajando la mirada. No mentía, estaba agotado mental y físicamente, llevaba horas sin comer y necesitaba descansar o caería al suelo en cualquier momento.

—Está bien, yo me encargaré de esto. —Habló mirándolo con una sonrisa—. Si el señor Styles se da cuenta que no te encuentras bien puede molestarse. —Le dio un gesto de apoyo y se adentró una vez más al comedor para servir el desayuno.

—Hijo, terminando de desayunar iremos a casa de los Malik a pasar el día con ellos. —Mencionó Anne mirando a su hijo con una gran sonrisa.

—¿Iremos? —Elevó las cejas y negó con su cabeza. No quería salir de casa, no al menos sabiendo que Louis se quedaría solo con el montón de soldados que cuidaban la residencia.

—Sí, Harry, iremos. —Repitió su madre, algo confundida por la actitud del chico. A Harry comúnmente le encantaría la idea de ir a casa de los Malik , pues su mejor amigo vivía ahí y llevaban tiempo sin verse.

—Madre, yo no quiero ir... —Susurró dando un sorbo a su jugo—. Quiero quedarme aquí a... leer algo, descansar. —Se cruzó de brazos, no cambiaría de opinión.

—Harry, he dicho que vamos y eso es lo que haremos. —Tomó la misma actitud que el rizado—. ¿No querías ver a tus amigos de la ciudad? Zayn estará ahí.

—Sí, lo veré el martes en la cena, seguro vendrá. —La familia de Harry había organizado una cena en su nueva casa para festejar el ascenso del señor Styles a comandante.

—He dicho que...

—¡Detente, mujer! —Interrumpió el comandante cuando no soportó la frustración—. ¡Si él no quiere ir, no irá y ya! Déjalo en paz.

Anne bajó la mirada, una orden de su esposo no se podía desobedecer. Harry sonrió levemente, una vez más había conseguido lo que quería.

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Sus padres ya se habían ido al pueblo, Harry paseaba por toda la casa libremente, sintiéndose tranquilo a hacer lo que quisiera. Sofía había terminado con sus deberes y yacía descansando en su habitación.

La casa únicamente estaba vigilada desde afuera por un par de soldados, sin embargo éstos no eran capaces de enterarse sobre lo que sucedía adentro.

Caminaba por los largos pasillos de la residencia, mirando hacia todos lados en busca de Louis. Llegó hasta la cocina y lo miró sentado sobre un pequeño banco, pelando papas y depositándolas sobre un enorme costal que no iba ni a la mitad.

Entró al lugar con una sonrisa y fue directo hacia la barra donde solía tomar el desayuno. —Hola. —Le dijo sin dejar de mirarlo—. Al parecer tienes demasiado trabajo... —Habló refiriéndose a la gran cantidad de vegetales que había junto al mayor.

—Hola, joven. —Respondió sin dejar de hacer su trabajo, con la mirada fija a las papas.

—¿Qué pasa? —Harry parecía divertido, le gustaba que Louis se mostrara respetuoso, le hacía recordar que tenía poder—. ¿Por qué me hablas así?

—Porque así es como le debo de hablar. —Continuaba con su actitud cortante, a él no le parecía graciosa la situación.

—Bien... —Decidió cambiar de tema para no tensar el asunto—. ¿Y qué haces? —Sonreía.

Louis soltó una risa, se encogió de hombros y le mostró sus manos con la navaja y las papas. —Pues no sé, supongo que estoy montando a caballo. —Le dijo siendo sarcástico.

—Bien, esa fue una pregunta estúpida... —Le dijo Harry sin dejar de sonreír.

Louis le devolvió la sonrisa y continúo pelando las papas. —¿Quién lo diría, no? —Preguntó de pronto.

—¿Qué?

—Que hace un año yo tenía empleados trabajando para mí y ahora yo trabajo para una familia de menor posición económica a la que yo tenía... —Dijo sin dejar de mover las manos, mantenía una sonrisa irónica y evitaba mirar al menor.

Harry bajó la mirada. —Lo siento... —Le dijo, no mentía. Realmente sentía la situación de Louis—. Siento que estés pasando por esto... me perturba saber que mi padre tiene gran culpa.

—No, igual yo siempre quise ser un pelador de papas. —Mencionó con una gran sonrisa y contagió al rizado de ésta—. Estoy cumpliendo mi sueño...

—¡Basta! ¡No puedes utilizar tanto sarcasmo en menos de un minuto! —Harry reía y movía sus piernas de adelante para atrás sin darse cuenta.

Louis subió su mirada y posó sus ojos sobre los de Harry. —Tienes razón... —Se conectaron durante algunos segundos, sin embargo el mayor sintió demasiada incomodidad y rápidamente abrió otro tema de conversación—. ¿Por qué no has salido con tus padres?

—Porque quería quedarme aquí.

—Si yo pudiera salir, saldría todos los días de mi vida, no me quedaría encerrado en mi casa con un judío pelador de papas —Le gustaba bromear demasiado acerca de su situación.

—Créeme que quedarme a solas contigo es un placer... —Mencionó el menor y al instante la cabeza de Louis se llenó por completo de aquellas estúpidas ideas que había estado teniendo últimamente.

—¿Sabes lo que haría tu padre si te escucha decir eso? —Susurró y volvió su mirada hacia las papas para continuar pelándolas.

—Sinceramente lo que diga mi padre me importa una mierda... —Le dijo entonando voz seductora y provocando que al mayor se le cayera una papa de las manos.

—Verás...Tal vez tú has pecado, pero yo no. Y realmente espero tener el tiempo de hacerlo.

Sonrió al notar que sus palabras le ponían nervioso. —¿Quieres que te ayude a pecar?

Se sentía cada vez más tenso tras las palabras de Harry, lo peor de todo es que le gustaba la forma en la que lo ponía ese niñito. —Sí... —Sonrió mientras negaba con su cabeza—. No comamos nuestros vegetales juntos... seremos chicos malos... —Mencionó para recordarse a sí mismo que Harry continuaba siendo un niño.

—O podríamos comer nuestros "vegetales" juntos. —Le dijo el menor con toda naturalidad para

después ponerse de pie y caminar hacia la nevera para tomar una jarra de agua.

Louis se sentía un pervertido al haber tenido miles de imaginaciones con esa última frase. No tenía idea si se debía al encierro o a que realmente quería algo con ese chico.

Harry se acercó a él y dejó la jarra en la barra que se encontraba justo arriba de éste. Louis estaba sentado casi en el piso, así que cuando el menor se acercó, su cadera daba contra la cara del chico.

—¿Harry, qué haces? —Preguntó nervioso y sin atreverse a mover un solo musculo.

—Cálmate, Louis, sólo intento tomar agua. —Respondió mientras estiraba su cuerpo para tomar un vaso de la alacena.

Se quedó quieto sin siquiera respirar, tenía demasiado cerca el cuerpo de Harry quería evitar cualquier rose. Cuando Harry tomó el vaso, "sin querer" movió la jarra haciendo que se cayera sobre los pantalones de Louis.

—¡Ahhhh! —Gritó el mayor cuando todo el líquido se derramó sobre sus piernas y dio un brinco por el susto.

—¡Lo siento, lo siento! —Fingió arrepentimiento, tomó una servilleta y comenzó a limpiarlo, presionando la tela sobre la entrepierna del chico. Quería dejar salir una carcajada tras ver la expresión de Louis.

—¡Déjalo! No es nada... —Lo detuvo y rápidamente huyó de él.

—No, Louis, realmente lo siento... —Hacía lo posible por controlar su risa.

—No, no pasa nada. —Miraba sus pantalones escurrir agua, lo único que le preocupaba era saber que tendría que pasar la noche sufriendo un terrible frio gracias a esa humedad.

—Vamos a mi habitación. —Le dijo provocando que Louis lo mirara con los ojos muy abiertos—. Para darte ropa seca, claro....

Comenzaba a volverse loco, ¿cómo es que tenía esos horribles pensamientos por las palabras de Harry? Para él, Harry era un tierno e inocente niño incapaz de darle indirectas sexuales. Y para Harry, Louis era una presa a punto de caer. —No importa... ya me secaré. —Susurró hablando muy bajo.

—No... —Lo tomó de la mano y comenzó a jalarlo hacia su habitación—. Te daré ropa seca y fin de la discusión.

A Louis no le quedó más remedio que seguir a Harry hasta su habitación. Sentía su corazón palpitar con fuerza gracias a los nervios, necesitaba encontrar alguna salida, cualquier pretexto para no estar a solas con ese chico, incluso aceptaría más trabajos pesados si eso lo salvaba.

Entraron a la habitación y pudo notar perfectamente cómo el pequeño le ponía seguro a la cerradura. Tragó saliva, las cosas iban a terminar muy mal.

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Capítulo 7 *EDITADO Capítulo 7

—Veamos... —Susurró el rizado abriendo la puerta del armario y mirando todo de arriba hacia abajo—. ¿Qué talla eres? —Preguntó tomando un par de camisas y mostrándoselas.

—Harry, realmente esto no es necesario... —Le dijo Louis negando con la cabeza y caminando hacia la puerta.

—¿Quieres callarte ya? Comienzas a irritarme... —Continuó sacando ropa del armario—. Creo que esto estará bien... —Harry sostenía unos pantalones negros y una camisa color salmón, claramente se distinguía que eran de tela fina—. Aunque dudo que tu enorme trasero entre aquí. —Le lanzó la ropa al mayor y después caminó hacia la cama para recostarse.

—Nos meteremos en problemas por esto... —Louis tomó las prendas sin decir nada más y comenzó a buscar con la mirada un lugar donde pudiera cambiarse.

Harry dejó salir una carcajada. —¿No me digas que te da pena? —Preguntó con la mirada fija en el chico—. Somos hombres... Tenemos exactamente lo mismo. —Finalizó con una gran sonrisa, con la mirada fija en la entrepierna de Louis. La cama estaba demasiado cerca de donde éste se encontraba de pie, por lo tanto estaban cerca del otro.

Louis tragó saliva al seco, cada vez comenzaba a ponerse más nervioso por la actitud de Harry. Dio la vuelta para darle la espalda, pero pronto notó que eso era aún más incómodo gracias al anterior comentario que había hecho sobre su trasero.

No sabía por qué se sentía de esa manera, Harry era sólo un niño y Louis no tenía que sentirse nervioso por estar encerrados en su habitación. Seguramente no eran más que imaginaciones suyas provocadas al encierro y maltrato que había vivido.

Confundía la simple amabilidad con otras cosas.

Por otro lado, Harry estaba disfrutando demasiado esa situación, le ponía demasiado ver lo nervioso que estaba Louis, pues eso sólo significaba una cosa: ese chico también quería estar con él.

Louis se bajó el pantalón y al instante se colocó el que Harry le había entregado, subiéndolos en menos de un segundo y abrochándolos al momento. Dio un gran respiro y se concentró en terminar rápido con esa incómoda situación, comenzó a desabrochar su camisa rayada, dejando su pecho al descubierto.

Sentía la mirada de Harry clavada en su cuerpo, pero evitaba mirarlo para no ponerse más nervioso. No tenía un muy buen cuerpo, de hecho se le notaban demasiado las costillas por la falta de comida. Tenía la piel muy reseca y muchos moretones por toda la cintura llegando hasta la cadera.

Retiró lentamente su camisa, pues tenía un moretón en el pecho que lo lastimaba con un simple roce.

—¿Qué tienes ahí? —Mencionó el rizado al percatarse del gran pedazo de piel amoratada en el cuerpo del chico.

Miró hacia su pecho fingiendo duda, como si no supiera realmente a qué se refería. —Ah... No es nada, sólo es un simple golpe que me dieron en el campo... —Susurró, mentía, aquella vez casi le habían roto las costillas a golpes, aunque eso no podía compararse con lo que le habían hecho a otros de sus compañeros.

—¿Ellos te hicieron eso? —Le preguntó mirándolo con extrema preocupación. Se habían borrado de su cabeza todos los pensamientos sucios sobre Louis y le había entrado una enorme necesidad de protegerlo.

Louis tardó en responder, mantenía la mirada baja. —Sí... pero no importa, ya pasó. —Susurró y apenas pudo escuchársele.

Sentía que ya no podía controlarse, Louis le parecía un ser vulnerable que necesitaba protección, una protección que Harry le podía brindar. Inconscientemente, sus manos rodearon la cintura del mayor y poco a poco lo fue acercando a su cuerpo.

Louis se sorprendió demasiado al sentir esas manos abrazándolo y sin embargo no hizo nada para evitarlo. Pronto sus piernas ya se encontraban rozando las rodillas del menor y su abdomen desnudo estaba muy cerca del rostro de Harry, pues éste aún se encontraba sentado sobre la cama.

Lo miró, éste observaba sus moretones detenidamente. Pronto comenzó a acariciar cada uno de éstos con demasiado cuidado. Louis no entendía por qué no lo detenía, pero tenía miedo de que sus hormonas comenzarán a alborotarse y Harry se diera cuenta.

No lo pensó ni por un segundo cuando su boca ya se encontraba dejando suaves besitos sobre los moretones del mayor. No hacía nada con ninguna intensión sucia.

Cerró los ojos al sentir los húmedos labios de Harry sobre su piel, ya era demasiado tarde, sus hormonas ya estaban alborotadas.

Harry lo hacía demasiado lento ya que tenía miedo de lastimarlo si subía la velocidad. Esto no le molestaba, el disfrutaba demasiado tratando a Louis como si se tratara de una valiosa pieza de cristal que amenazaba con romperse en cualquier momento.

Pronto los besos comenzaron a hacerse más húmedos y comenzó a ponerse de pie mientras subía por el abdomen de Louis, sin separar sus labios de la piel. Llegó hasta la barbilla del chico y se detuvo.

Louis mantenía los ojos cerrados.

Subió su mano hacia la mejilla del mayor y la acarició, recorriendo el cabello que se encontraba sobre su rostro. Comenzó a acercarse lentamente a sus labios.

Sintió la respiración de Harry sobre su boca y rápidamente despertó a la realidad, lo alejó de él. Se abrochó de nuevo la camisa e intentó salir de la habitación. La puerta se encontraba cerrada y el menor tenía la llave.

Tapó su boca con la palma de su mano y cerró los ojos dejando salir un suspiro al darse cuenta de lo que había estado a punto de hacer.

—¡Déjame salir! —Gritó Louis, frustrado por la situación que acababan de vivir. Le asustaba demasiado la idea de que eso estuviera pasando, pues en su religión era algo de lo más prohibido. Otra razón era que Harry tenía 16 años, y la más importante... Harry era un nazi.

—Discúlpame... —Le dijo—. No he podido aguantar las ganas de tocarte... —Lo miraba a los ojos.

—¡Ese no es mi maldito problema! —Reaccionaba agresivo e intentaba abrir la puerta desesperadamente—. ¡Ábreme, mierda!

—¡Hey! —Se acercó hacia Louis y trató de detenerlo—. ¡Cálmate, vas a romper la puerta! —Le molestaba la actitud que el mayor había tomado, era innecesaria.

—¡Pues abre entonces! ¡No quiero continuar encerrado con un marica! —Mencionó sin pensarlo, dejando que la rabia y el nerviosismo se apoderara de su boca.

Harry era muy necio y orgulloso, no dejaba que nadie lo ofendiera de esa manera, mucho menos un judío, no en su propia casa. Él no era un marica, ni nunca lo sería, si estaba tratando a Louis de esa manera era porque su sed de poder le pedía tenerlo, domarlo por completo.

Elevó las cejas con una sonrisa cínica. —¿Cómo me has llamado, imbécil? —Preguntó desafiándolo, acensándose cada vez más.

Reaccionó a lo que había hecho, había ofendido a un nazi que tenía en sus manos a su familia y a él mismo, pero sobre todo, había ofendido a la única persona que lo había tratado bien y lo

había ayudado en mucho tiempo. —Lo siento... —Dijo al instante—. Es que...

Era demasiado tarde, había golpeado el orgullo del rizado de la peor manera. —¡No, dilo! —Gritó y Louis bajó la mirada—. ¡DILO! —Comenzó a reír al notar al mayor intimidado por sus gritos—. ¿Pues sabes qué? Este "marica" te va a enseñar quién es el que manda aquí, que al parecer comienzas a olvidarte de la mierda de judío que eres... —Le dijo sin borrar la sonrisa de su rostro, fue directo hacia la puerta y salió de la habitación con prisa.

—Harry, espera... —Trató de detenerlo y fue inútil. Las cosas se le habían salido de control, Louis estaba muy confundido por lo que había sentido que lo único que había querido en ese momento era huir, sin darse cuenta que las palabras que le había dicho a Harry no eran las correctas.

No se dio cuenta de cuando el rizado apareció de nuevo en la habitación con dos soldados atrás de él. —Observen ustedes mismos, el judío está intentado robar mi ropa. —Mencionó mirándolo con una sonrisa de ganador, Louis al escuchar eso lo observó demasiado confundido—. Cuando entré a mi habitación ya tenía puesta esa ropa y ha intentado ocultarla...

—¿Qué? ¡No! —Optó por defenderse—. ¡Harry, diles la verdad! —Mencionó Louis alterado cuando los soldados lo tomaron a la fuerza y comenzaron a jalarlo hacia afuera de la habitación—. ¡Harry! —Gritó por última vez, sin embargo no obtuvo respuesta del menor.

—Un favor... No lo vayan a matar como al otro, solo déjenle claro que de la familia Styles nadie se burla... —Mencionó el chico, despidiendo a Louis con un movimiento de manos y sin dejar de sonreír.

Los soldados se llevaron a la fuerza a Louis fuera de la casa.

Nadie antes le había hecho esa clase de rechazo, y una vez más él estaba ahí, demostrando quién mandaba y tenía el poder. No importaba nada, no importaba que lastimaran a Louis por su mentira, en esos momentos lo único que importaba era demostrar su poder.

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Capítulo 8 *EDITADO Capítulo 8

Al día siguiente Harry comenzó su rutina, tomó una ducha y posteriormente se arregló para bajar a tomar su clase de mecánica.

Sentía algo de remordimiento, sin embargo trataba evitarlo. Entró al garaje decidido a fingir que nada había pasado, que todo estaba bien entre él y Louis y que tomaría una simple clase junto a éste.

El mayor no se encontraba ni en el garaje ni en su habitación, Harry volvió a la casa y fue directamente hacia la cocina, pensando que tal vez lo habían puesto a trabajar ahí desde temprano.

Sofía era la única persona que se encontraba en esa habitación, preparaba el desayuno con una gran sonrisa.

—¿Has visto a Louis? —Preguntó al instante, si siquiera dar un saludo. Se adentró a la cocina y fue rápidamente hacia la ventana que daba al jardín delantero para buscar a Louis con la mirada.

—Hola, mi niño. —Respondió la mujer sin borrar la sonrisa—. No, no lo he visto desde ayer que dos soldados lo sacaron de la casa. Después de eso no lo volví a ver por aquí.

—De acuerdo... —Harry sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar aquellas palabras. Temió porque los soldados hubieran lastimado demasiado fuerte a Louis dejándolo votado en el bosque, o en el peor de los casos... lo hubieran asesinado.

—¿Te llevo en desayuno al garaje? —Preguntó de pronto Sofía sacándolo de sus pensamientos.

—Yo lo llevo. —Respondió quitándole la charola de las manos y caminando de nuevo hacia el lugar donde se encontraban las motocicletas.

Cuando se adentró de nuevo al lugar quedó en completo silencio, dejó la charola sobre el piso y recargó su cabeza contra la pared, no podía dejar de pensar sobre Louis. Se torturaba a sí mismo pensando en que podía haber provocado la muerte de una persona que no se lo merecía por un simple capricho. Al final de día él no era diferente a su padre y le daba rabia darse cuenta de eso, le molestaba ser todo lo que comenzaba a odias.

Decidió que lo mejor sería esperar, seguro sólo estaba cumpliendo algún deber fuera de la casa o algo así. Comenzó a dar pequeños bocados a su comida, lo que provocó que se sintiera satisfecho demasiado rápido y dejara más de la mitad de la comida.

Comenzaba a desesperarse demasiado, ya habían pasado más de 40 minutos desde que su clase debía haber comenzado, si Louis no se aparecía debía ser por algo grave.

Su corazón comenzó a latir con mucha fuerza, quería hacer algo, preguntar a los soldados si sabían acerca del chico, cualquier cosa. Se acercó a la puerta y cuando estuvo a punto de

colocar su mano en la cerradura, ésta se abrió.

El mayor entró a la habitación con la mirada baja, ni siquiera le dio importancia a la presencia del rizado. Se veía pésimo, tenía un gran moretón en el ojo izquierdo, el labio muy hinchado, el cual aún sangraba un poco y también tenía todo el cabello y ropa llena de tierra. —Buen día, joven, en un momento comenzamos con sus lecciones. —Habló apretando el puño, tragándose toda la rabia que sentía hacia ese maldito niño en esos momentos.

Harry no sabía qué decir, él había sido el culpable de cualquier cosa que Louis había tenido que sufrir. Sin embargo continuaba pensando que éste lo había tenido bien merecido, había sido educado de esa manera, para él Louis era el único responsable.

Dio un suspiro y rápidamente comenzó a hablar sobre mecánica, mantenía su mirada en las motocicletas para no tener que tener ninguna comunicación directa con el rizado. Sentía que en cualquier momento caería al piso, no había dormido en toda la noche, tenía más de 24 horas sin comer y su cuerpo ya no lo soportaba.

—¿Te encuentras bien? —Preguntó el rizado sin prestar atención a las clases. Louis lo miró con rabia pero no respondió, desvió su mirada y estuvo a punto de seguir con la mecánica—. Hey, te pregunté si estabas bien. —Mencionó esta vez tomándolo del hombro y obligándolo a mirarle.

Louis estaba cada vez más molesto pero se limitaba con sus palabras, no podía arriesgarse a que lo volvieran a golpear por culpa de ese niño. —Sí, estoy bien. —Contestó fríamente.

—¿Estás enojado?

Tragó saliva y cerró los ojos. ¿Cómo mierda se atrevía a preguntarle eso después de que por su culpa habían estado a punto de matarlo? —No, joven. —Le dijo sin mirarlo.

—¿Entonces por qué me tratas así? —Estaba preocupado, eso hacía que Louis se frustrara más, ¿cómo es que podía fingir que se preocupaba por él, cuando éste había sido quien ordenó que lo golpearán?

—¿Tratarlo cómo?

—¡Louis, basta! —Se acercó y trató de tocarle la mejilla.

—¡No! ¡TÚ BASTA! —Gritó sin poder controlarse más y alejándose de Harry.

—¡Has dicho que no estabas molesto! —No encontraba ningún argumento para defenderse.

—¿Cómo mierda quieres que no esté enojado? ¿Después de lo que hiciste ayer quieres que siga fingiendo lo que no somos y nunca seremos? —Lo miraba con demasiada rabia, incluso sus ojos se habían cristalizado—. ¡No somos amigos, maldita sea!

—¡Louis, supéralo! ¡Sabes perfectamente que yo no quiero ser tu amigo! ¡Sabes lo que quiero de ti! —Le dijo, tenía la respiración agitada, no estaba seguro si lo que decía estaba bien, simplemente necesitaba expresar lo que sentía—. ¡Pero está bien, no volveré a tocarte si es lo que quieres! —Sentía mucho enojo por los constantes rechazos de ese chico.

—¿Qué? ¡No! ¡No es por eso, Harry! —Rodó los ojos y comenzó a caminar de un lado a otro—. ¿Qué no recuerdas que "intenté" robar tu ropa y gracias a eso tuve la peor noche de toda mi maldita vida?

El rizado se quedó en silencio, Louis tenía razón en estar tan molesto, se notaba claramente que la había pasado muy mal. Simplemente no había podido aceptar el rechazo que éste le daba, lo ponía mal, realmente comenzaba a frustrarse demasiado al no poder tocarlo, deseaba hacerlo, deseaba protegerlo de todas las personas que quisieran hacerle daño. —Lo entiendo... —Susurró.

—Creí que eras diferente, Harry... —Le dijo cuando se sintió un poco más tranquilo—. No sabes lo que me alegraba que hubieras llegado a mi vida, me ponía feliz darme cuenta que aún había personas buenas en esta época, creí que eras bueno e intentarías ayudarme. Pero me di cuenta que eres peor que todos esos soldados, porque al menos ellos son valientes y arriesgan su vida, y tú... tú sólo mueves un dedo y puedes destruir todo lo que se te plazca.

Se sentía como una mierda, Louis lo hacía sentirse como una mierda con sus palabras. Eran reales, eso era lo que más dolía. —¿Qué puedo hacer para que me perdones? —Preguntó sin atreverse a mirarlo.

Louis cada vez se sentía más confundido con ese chico, a veces solía ser una persona buena y humilde, mientras que en otros momentos actuaba como un monstruo sin sentimientos. —Sólo déjame en paz... Deja de hablarme tanto, limítate a sólo hablar conmigo sobre mecánica.

Lo miró con preocupación. —Pero... no, Louis. No quiero hacerlo.

—Sólo hazlo, deja de complicar las cosas...

—No. —Respondió y esta vez se giró hacia la ventana cuando no soportó más la mirada de Louis.

—¿Por qué no? —Comenzó a acercarse hacia el menor—. ¿Qué te lo impide?

—No tengo la fuerza para mantenerme lejos de ti —Confesó al mismo tiempo en el que dejaba salir un suspiro. Miró a Louis, éste se encontraba completamente sorprendido—. ¡Es que, mierda! Soy terrible expresando mis sentimientos, pero eso no significa que no existan... y aquí dentro hay algo tuyo. —Tocó su propio pecho. Era estúpido, pero era su única manera de expresarse.

Louis lo frenó. —No, Harry... Entre nosotros no pueden existir sentimientos... Ni siquiera de amistad, nada.

—Pues ya existen. —Se dio media vuelta y golpeó la ventana con su puño por frustración.

—Prométeme que los borrarás... Prométeme que te alejarás de mí y matarás cualquier clase de sentimiento que exista... —Susurró colocando su mano sobre el hombro del rizado—. Prométemelo, Harry.

—No.

—¡Hazlo!

Tardó varios segundos en responder. Tragó saliva y asintió con su cabeza. —Bien.

—Bien.

El lugar se quedó en un incómodo silencio, ninguno de los dos sabía qué decir. Harry se alejó de Louis caminando hacia la puerta del garaje, miró la charola con las sobras de su desayuno que yacía en el piso. —¿Tienes sed? —Preguntó acercándose y tomando el vaso con jugo para después ofrecérselo.

Louis no se podía negar, realmente estaba muerto de sed, toda la noche había tenido que recoger los cadáveres del campo de concentración y acomodarlos en los hornos. Eso había sido duro y sobre todo cansado. Asintió con su cabeza.

Harry se acercó y el mayor intentó tomar el vaso, pero éste se lo negó. Acercó el vaso hacia labios de Louis y lo inclinó para que pudiera tomar. Él comenzó a beber sin dejar de observar al menor, que se encontraba muy cerca de sus labios.

Cuando Louis terminó con el líquido del vaso, Harry retiró lo retiró de sus labios, pero se quedó en el mismo lugar. Comenzaron a acercarse lentamente, estaban a una muy corta distancia y se seguían mirando a los ojos. El rizado esperaba a que Louis lo frenara, sin embargo esta vez no fue así. Cuando sus respiraciones se combinaron, el mayor cerró los ojos y abrió un poco la boca. Harry se sorprendió con una enorme sonrisa, no lo pensó más y se acercó para besarlo.

—Mi niño... —Se escuchó abrirse la puerta y se separaron rápidamente—. Tienes visita... —Mencionó Sofía un poco confundida por la actitud de los chicos.

Harry se dio media vuelta para evitar que la mujer se percatara de lo enrojecidas que se habían vuelto sus mejillas. —¿Quién?

—¿Cómo te atreves a preguntar eso? —Apareció atrás de la puerta un chico moreno de aproximadamente la misma edad que Harry—. ¡Obviamente tu amigo más guapo, y también el único que tienes!

Rodó los ojos y negó con su cabeza. —¿Zayn? ¿¡Qué mierda haces aquí? —Se notaba la frustración tan grande que sentía porque su amigo hubiese arruinado el momento.

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Capitulo 9 *SIN EDICIÓN CAPITULO 9

-¿Como que qué hago aquí? ¿Pues hay una fiesta no?- preguntó Zayn caminando alrededor de la habitación observando todo -hola.-dijo mediante una sonrisa a Louis.

- Hola...- susurro este hablando muy bajo e intentado salir de esa incómoda situación en la que estaba.

-¡Zayn! ¡Aquí no hay ninguna puta fiesta!- Harry estaba a punto de explotar por la imprudencia de

su amigo.

-¡Si, es lo que notó!- comentó Zayn acercándose a Louis. -¿qué haces?- observaba lo que hacía Louis de una forma demasiado acosadora.

- Le enseño al joven mecánica.- dijo Louis cortante.

- ¿Para qué?

- Pues porque me lo han pedido...- susurró Louis.

-¿y si aprende o sólo se hace tonto?

-¡Zayn!- gritó Harry acercándose y levantando a Zayn, alejándolo de Louis y llevándolo hacia una esquina del garaje. -¿Que carajos haces aquí?- habló muy bajo para que Louis no los escuchara.

Louis intentaba no mirar, pero siempre terminaba mirándolos de reojo.

-¡Uyy! ¿Que no te da gusto verme o qué?- grito Zayn apropósito al ver que Harry no quería que Louis escuchara.

-¡Sí! ¡Si pero no hables tan fuerte!- habló despertado por controlar a su amigo.

Zayn comenzó a reír muy bajito.

- Bueno, la verdad es que he venido porque me pareció muy extraño que ayer no hayas asistido a mi casa, creí que estabas enfermo o algo así.- dijo Zayn esta vez hablando serio.

- No es eso... Simplemente quería quedarme aquí ah descansar...- susurró Harry mientras se embobaba en Louis, que se encontraba en trabajando con la motocicleta.

Zayn noto eso y automática una sonrisa de hizo presente en su rostro.

-¡MALDITO ENFERMO! ¡Ya sé porque no quieres salir de tu casa! ¿Te gusta tu... Maestro?- gritó durante una carcajada provocando que Harry se pusiera colorado.

Zayn era bisexual, siempre había sido el más loco de su grupito de amigos, ligaba hasta con las rocas y eso era algo que Harry le envidiaba.

Louis fingió no escuchar a Zayn y continúo trabajando.

Harry mientras sufría un gran momento incómodo.

-Cállate.- dijo Harry furioso intentando no gritar.

Zayn seguía riendo, doblándose por la mitad al ver la cara de su amigo que estaba más rojo que un tomate.

Se calmó y comenzó a observar a Louis detenidamente, de arriba hacia abajo, una y otra vez.

-Oye...- susurró muy bajo Zayn acercándose a Harry y colocando su brazo en los hombros de su amigo. - Esta muy bueno...- comenzó de nuevo a reír.

Harry lo empujó enojado, pero eso no detuvo las burlas de Zayn.

Se acerco de nuevo a Louis.

-¿Cómo te llamas?- pregunto sentándose aún lado de él.

-Louis...- habló muy bajo.

Estaba demasiado intimidado por la mirada acosadora de Malik.

-Louis eh...- comenzó a bajar su mirada por todo el cuerpo de Louis, haciendo que él se tensara más. -¿y cómo te apellidas?

-Tomlinson...

Zayn se sorprendió demasiado al escuchar ese apellido y miró a Harry muy extrañado, después miró de nuevo a Louis.

-¿Tomlinson? ¿De los Tomlinson de Berlín?

-Si...- contesto Louis un poco extrañado por su pregunta.

-¿Como sabes de donde es?- preguntó Harry acercándose a ellos.

-Pues porque Tomlinson no hay muchos...- dijo sin dejar de mirar a Louis.- ¡carajo Harry tienes a un Tomlinson trabajando para ti! ¿Acaso el general sabe esto?- preguntó preocupado Zayn.

Harry cada vez se extrañaba más,¡¿ que rayos le importaría a su padre que Louis fuera un Tomlinson!?

-No... Bueno eso supongo... ¿Cuál es el problema?

-¿cómo que cual es el problema? ¡Dios Harry! - dijo alterado y miró a Louis. -¡¡tienes que irte de aquí lo más rápido posible!!

- Lo sé.- susurró Louis.- eso es lo que estoy planeando pero la verdad es que aún no encuentro

ninguna manera, hay soldados por todas partes.

- En que lío estas metido Tomlinson...- susurró Zayn.

-August no se ah dado cuenta aún, dudo que lo haga.- mencionó Louis.

Harry se sorprendió demasiado, ¡¿por qué rayos Louis sabía el nombre de su padre!?. Como siempre él no entendía nada.

- Pero no puedes arriesgarte... ¿Tienes familia?

- Si, pero están en el campo.

-¿Y qué vas a hacer con eso?

-No lo sé.

-Pues suerte con eso.

-¡Esperen, esperen, esperen! ¿Qué demonios pasa? - preguntó Harry deteniendo la conversación entre ellos.

-Harry... ¿Es enserio?- preguntó Zayn.

Harry se encogió de hombros y asintió.

Zayn dejó salir un gran suspiro y comenzó a explicarle.

-¿Que no recuerdas hace dos años que nuestros padres tuvieron problemas legales con un

comerciante que no quiso transportar a América el tabaco que debían de enviar?- Harry recordó todo, su padre y el de Zayn metían ilegalmente tabaco a USA y hace tiempo un comerciante de café muy poderoso los había denunciado y casi vetaban a su padre de Alemania, hasta que su padre decidió arreglar las cosas de la manera sucia y mando a matar a Daniel Tomlinson.

-Mi padre... ¿Mató a tu padre?- preguntó Harry muy confundido acercándose a Louis.

- No Harry... Pero a mi abuelo sí. Esa es una de las miles de razones por las que debo de salir de aquí lo antes posible...- susurró Louis mirando al suelo.

-Lo siento tanto... ¡Siento que mi padre te haya jodido tanto la vida! ¡Siento que tengas que estar aquí mientras podrías estar cumpliendo tus sueños! Siento todo Louis enserio perdón.- Harry había perdido la cabeza, comenzaba a caminar por todo el cuarto y lanzaba cosas por todos lados.

Le había afectado tanto enterarse que su padre le había hecho eso a la familia de Louis.

-¡Harry, Harry tranquilo!- Louis lo detuvo tomándolo entre sus brazos impidiéndole el movimiento. - Esta bien, está bien, ya lo sabía desde que llegue aquí.- mencionó Louis al oído de Harry, haciendo que se calmara.

Zayn observaba la escena demasiado impresionada.

Le impresionaba el comportamiento de Harry, él siempre había sido frío y se ponía muy orgulloso de las atrocidades de su padre, pero esta vez se veía realmente preocupado.

-Pero es que Louis...- Harry apenas podía hablar.

- Este bien...- comenzó a acariciar el cabello de Harry y a hablar suave. - ¿ahora entiendes porque no podemos ser amigos?- preguntó haciendo que Harry lo mirara.

Louis le dio una sonrisa que al instante Harry le intento devolver.

- Bien....- mencionó Zayn haciéndoles recordar que él estaba ahí.- no quiero arruinar su momento dramático pero es incómodo.

- Y porque no te largas y ya...- susurró Harry sin dejar de mirar a Louis.

-Porque pasare la noche aquí. -mencionó muy emocionado.

Pareció que le había vaciado un balde de agua helada a Harry por su reacción al escuchar eso.

-¿QUE?

-Sep, estaremos juntos todo el día, hasta mañana que vengan mis padres a la cena.-comentó divertido por la reacción de Harry.

Harry se quedo en silencio con cara de asco mientras que Zayn y Louis comenzaban a reír.

*****YA SÉ QUE LOS HOMOSEXUALES/BISEXUALES Y TODO ESO ERAN IGUAL DE INACEPTADOS COMO LOS JUDIOS, PERO RECUERDA QUE ESTO ES FICCIÓN, ASI QUE RELAJATE, ES UNA NOVELA, NO ALGO REALISTA******

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Capitulo 10 *SIN EDICIÓN Ese día Zayn y Harry pasaron la tarde jugando fútbol en el jardín de enfrente, mientras Louis ayudaba al personal a acomodar la casa para la cena de la noche siguiente.

De vez en cuando ellos dos cruzaban miradas y cuando nadie los veía se sonreían discretamente.

Cuando se hizo de noche cenaron con su padre, fue una cena corta y sin intercambiar palabras, se fueron de la mesa lo más rápido posible, Harry no estaba preparado para ver a su padre después de lo que acababa de enterarse.

Fueron directo a su habitación para dormir.

-¿Te gusta?- preguntó Zayn mientras se quitaba la camisa para acostarse y se metía a la cama.

-¿Quien...?- preguntó fingiendo no entender la pregunta de Zayn, entrando también a la cama.

Ambos estaban acostados mirando al techo.

-Louis...

-Pues tú lo has dicho, está muy bueno.- contestó Harry queriendo no hacer notar sus verdaderos sentimientos hacia Louis.

-¿En serio?- lo miró sorprendido.

- Enserio, ¿que no viste ese cuerpo o qué?... que cuerpo...- dijo mediante suspiros.

- No me refiero a eso si no a que me ha sorprendido, creí que tu puras mujeres...

- Si, pero la verdad es que Louis tiene algo... Que me atrae...- mencionó y se quedaron en silencio, pensando.

- Su trasero...- mencionó Zayn después de unos minutos.

-¿Qué?- preguntó al no entender.

- Eso es lo que te atrae de Louis, su enorme y hermoso trasero...- dijo mientras miraba al techo.

- Tal vez...

Zayn se paró de la cama y caminó hacia la ventana, miró algo y después comenzó a colocarse la camisa de nuevo.

-¿Qué pasa?- preguntó Harry.

- Vamos.

-¿A dónde?

- A comprobar si es lo que más te gusta de Louis, se está bañando y lo podrás verlo sin esos horribles pantalones que parecen pijama.- abrió la puerta y comprobó que nadie se encontrase afuera. -vamos- indicó señalando con la cabeza.

Harry sabía perfectamente que el trasero de Louis no era lo que más le gustaba de él, le encantaba su sonrisa, sus ojos, sus labios, todo. Pero aún así la propuesta de Zayn era demasiado tentadora.

No lo pensó ni dos veces cuando ya iban caminando hacia la habitación de Louis.

-No vayas a hacer ruido, no queremos que lo vaya a notar.- susurró Zayn mientras abría la puerta para entrar al garaje.

Harry asintió con la cabeza y siguieron su camino, entraron a la habitación de Louis discretamente y luego se acercaron al baño, que se encontraba con la puerta entreabierta.

- Para ser un judío reclutado tiene muchos lujos...- comentó Zayn mirando la habitación.

- Lo sé, pero aún así él prefiere estar en el campo para estar cerca de su familia....

- O lejos de la tuya....

Harry se quedo pensando, tal vez Zayn tenía razón.

- O Dios mío...- se escuchó a Zayn decir muy bajo al asomarse hacia dentro del baño.

Harry de acercó y asomó discretamente la cabeza.

Louis tomaba una ducha, el agua corría por su cuerpo desnudo. El pasaba el jabón por todo su cuerpo haciendo que Harry deseara ayudarle.

Eso era lo más erótico que había vivido Harry, había tenido sexo miles de veces, pero nunca antes había espiado a alguien mientras se bañaba, ni tampoco le había gustado tanto como eso le gustaba.

Por alguna razón Louis nunca se percató de los dos curiosos que lo observaban desde fuera.

Harry quería tocarse, enserio lo deseaba pero tenía que controlarse al encontrarse su amigo ahí.

Zayn comenzó a notar la tensión sexual que sufría su amigo, así que decidió hacerle un favor, y divertirse un rato.

-Tenemos que ser cuidadosos y no hacer ruido porque si Louis se entera que estamos aquí se molestara y.... ¡ENTRAAAAAAAA!- gritó lanzando a Harry dentro del baño y atorando la puerta para que no pudiera salir.

-¿QUE MIERDA?- gritó Louis intentado cubrir su cuerpo con sus manos.

-¡Perdón! ¡Zayn me ah empujado!! -mencionó muy nervioso intentado desviar la vista a otro lado que no fuera Louis.

-¿QUE MIERDAHACIAN AQUÍ?- Louis estaba que se moría de coraje.

-Sólo íbamos pasando

-¿Pasando? ¿Iban pasando por mi baño? Harry por favor! Sólo esto me faltaba- apagó la regadera e inmediatamente se cubrió con una toalla. Caminó hacia la puerta eh intentó abrirla a la fuerza, pero eso fue imposible. -¡Mierdaaaa!- gritó furioso.

Harry se encontraba callado en una esquina, muy asustado.

Louis se recargó en el lavabo.

-¡No puedo creer que sigas con esto Harry, tienes 16 años! ¡Tienes que madurar!- comentó un poco más tranquilo.

-Louis yo no eh sido él que..- fue interrumpido por Louis.

-No puedes seguir haciendo esto, yo soy un hombre, tú eres un hombre. Yo soy judío y tú... Tu nazi, yo soy Tomlinson y tu eres Styles... No hagas esto más difícil. -mencionó rogándole por un poco de paz.

-¿Y qué? ¿Qué tiene de malo si ambos lo deseamos eh?- dijo Harry cambiado de actitud y acercándose a Louis.- ¿O qué? Me vas a decir que tú no lo deseas... Eh visto perfectamente cómo te tensas cuando me acerco a ti. En la mañana querías que te besara. Me hubieras besado si el idiota de Zayn no nos hubiera interrumpido.

-Tú que sabes...- susurró Louis alejándose de él.

-Louis, no se necesita ser un genio para saber que te atraigo, de la misma manera que tú me atraes a mí, si ambos queremos....- comenzó a acercarse de nuevo, esta vez acorralándolo contra la pared con sus brazos. -porque no sólo lo disfrutamos sin prejuicios...- se acerco a su boca intentado besarlo, Louis lo evito violentamente.

-Yo no voy a hacer nada contigo, ni voy a disfrutar nada.- dijo enojado.

-¡Es porque no eres lo suficientemente fuerte para lidiar con esto! ¡Es por eso que actúas como un cobarde!- grito enojado.

-¡No vuelvas a decir que soy débil! No tienes ni una puta idea de cuantas veces tuve que dejar de llorar y seguir con una sonrisa que no era mía. - grito amenazándolo.

-Lo siento, lo siento si están follando pero hay un problema.- entro Zayn a la habitación cubriendo sus ojos con su manos. Después de unos segundos los miró. -¿No están follando? Qué raro... Yo me los imaginaba...- fue interrumpido por Harry.

-¿Que coños quieres ahora!?

-¡Tu padre te busca!- comentó haciendo que Harry saliera corriendo de la habitación y él lo siguiera.

Louis se quedo sólo y suspiró de alivio cuando esa situación término, tenía que salir de esa casa ya, no sabía cuánto más aguantaría estar cerca de Harry sin que ocurriera algo..

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Capitulo 11 *SIN EDICIÓN

CAPITULO 11

Esa noche en realidad el padre de Harry no lo buscaba, Zayn había decidido interrumpir gracias a los gritos que se escuchaban salir de la habitación, temía que gracias a eso los descubrieran.

Harry volvió a su habitación y se acostó muy enojado, Zayn intentó hablar con él pero le fue imposible.

A la mañana siguiente las clases de mecánica fueron canceladas, ya que Louis tenía que arreglar el jardín para la cena que abría en la noche.

Zayn y Harry se acostaron en los camastros del jardín y se dedicaron a acosar a Louis.

Mientras Zayn se divertía por esa situación, Harry ni siquiera se había dado cuenta y Louis estaba a punto de ir a golpearlos.

-¿No te preocupa esta situación?- preguntó Zayn sacándolo de sus pensamientos.

- ¿Eh? ¿Qué?- dijo distraído.

- Pues que Louis esté aquí... Si tu padre se entera...- Zayn fue interrumpido por Harry, que reaccionó dramáticamente.

- ¡El no se va a enterar! ¡Y si se entera no le pondrá una sola mano encima! ¿Te queda claro?habló alzando la voz con actitud amenazadora.

Zayn dejo salir una pequeña risita.

- Estas mal amigo...- dijo riendo.

- ¿Por qué?- pregunto Harry aún enojado.

- Por Louis...- eso provoco que una enorme sonrisa se formará en su cara y comenzara a negar con la cabeza.

-Es que..- susurro.

- Es que nada, te estás enamorando- hablo Zayn haciendo que Harry se levantará sentándose en el camastro.

-¿Por qué dices eso?

- conozco esa mirada, la mirada de "enamorado"

Zayn tenía razón, Harry nunca lo había pensado de esa manera, pero Zayn le había hecho ver que lo que comenzaba a sentir por Louis no era normal, había dejado de ser sólo ganas de probarlo, a convertirse en ganas de estar con él todo el día, aunque Louis se lo negara, igual ya le había dejado claro quién mandaba en esa casa.

- Creo que tienes...- Harry fue interrumpido por la voz de su madre.

-¡Zayn, Harry! ¿Que no ven la hora que es? ¡Los invitados están por llegar! ¡Anden a arreglarse!!ordenó la madre de Harry a los chicos que llevaban toda la mañana y parte de la tarde en el mismo lugar del jardín, perdiendo el tiempo.

Obedecieron a la madre de Harry y corrieron a arreglarse, sólo se colocaron ropa limpia y casi todo el bote del perfume para no oler mal.

Estaban enfrente el espejo mientras se arreglaban el cabello.

- Oye...- habló Zayn sin dejar de mirarse en el espejo y levantando su cabello con el peine

-Eh...- mencionó desinteresado.

- Vendrá Nohemí esta noche...

-¿QUE?- Zayn brincó del susto gracias al volumen alto del rizado.

-¡Carajo Harry! ¡Me asustas!

-¿Como que vendrá Nohemí?

-Eh si, tu madre la ah invitado... ¿Y aparte que tiene de malo?

-¿Como que qué tiene de malo? ¿Eres idiota o qué?- grito haciendo que Zayn se quedará en silencio pensando.

Después de unos minutos respondió.

-No.., bueno supongo...- susurró al no entender.

-¡Zayn! ¡Reacciona! ¡Louis! ¡Nohemí! ¡Harry! ¡Trasero de Louis!- habló Harry rompiendo en risas al mencionar eso.

-¿Que tiene que ver el trasero de Louis en esto?

-¡Idiota me refiero a planeaba lanzármele de nuevo a Louis esta noche!

-¿y?

-¡Pues que con Nohemí aquí no podré!

-¡Espera! ¡Te le vas a lanzar a Louis! ¿Y de nuevo? ¿Te le has lanzado ya enfermo?- habló Zayn riendo como tonto.

-¡Nohemí! ¡Zayn! ¡Nohemí! ¡Concéntrate! –se le notaba preocupado.

- Cálmate Hazza, yo la mantendré alejada, mientras tú te revientas a Louis. –dijo cortante y saliendo de la habitación.

-¿Reventar? ¿Qué clase de enfermo usa esa palabra?- mencionó Harry mientras seguía a Zayn por el pasillo de la casa para bajar a la cena.

Cuando bajaron la habían varias personas que los saludaron educadamente con la mano.

Harry buscaba con la mirada a Louis mientras daba falsas sonrisas a los invitados.

Sintió unas manos cubrir sus ojos y por alguna extraña razón creyó que era Louis.

Se dio la vuelta emocionado, pero no, no era Louis.

-Nohemí...- susurro con desagrado.

-¡Harry!- la joven brinco a sus brazos muy emocionada por verlo.

Nohemí era la novia de Harry, a la quien había tenido que dejar de ver cuando se cambió de casa, él la quería, pero de una manera diferente a la que le gustaba Louis.

Ella era 10 centímetros más baja que él, tez blanca, tenía el cabello rizado un poco más abajo de los hombros, era una chica con curvas y parecía una joven de descendencia árabe.

Mientras Harry le devolvía el abrazo seco, vio a Louis caminar por la casa ofreciendo bocadillos a los invitados.

-Woah...- susurró al ver la vestimenta de Louis.

Iba vestido con un traje ajustado de las piernas, se veía extremadamente sexy y diferente a como se veía con su uniforme de judío.

Era obvio que su madre no permitiría que anduviera por la casa con ese uniforme rayado.

-¿Mande?- preguntó la chica ingenua separándose de los brazos de Harry.

Él la miro recordando que estaba ahí, pero antes de que pudiera decir algo Zayn llegó corriendo hacia él, aventando a Nohemí de los brazos de Harry.

-¡NO PUEDE SER, NO PUEDE SER, NO PUEDE SEEEERR! ¿Ya lo viste? ¿Me dejas reventármelo a mí!? ¡Por favor Harry! - habló desesperado Zayn.

Harry mantuvo las ganas de carcajearse y con la mirada señalo a Nohemí para que Zayn la notara.

-ah hola...- habló cortante.

-hola....- susurró ella.

-Oye amor, tengo que ir a saludar a unos invitados, ¿te importaría quedarte un rato con Zayn mientras vuelvo?- preguntó mientras le hacía señas a Zayn para que recordara el plan sobre Louis.

- Pero amor...- intento hablar pero Zayn la interrumpió.

-Vamos Naomí, ¡Tenemos mucho de que platicar!- dijo con tono femenino mientras colocaba su brazo en los hombros de la chica.

-Es Nohemí...- susurró ella viendo raro a Zayn.

-Me da igual... Camina.- dijo alejándola de Harry.

Harry sonrió discretamente y comenzó a buscar a Louis con la mirada.

Estaba decidido, esa noche Louis sería suyo, de cualquier modo, pero lo lograría.

Y ni Nohemí, ni Zayn ni el propio Louis se lo impediría.

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Capitulo 12 *SIN EDICIÓN CAPITULO 12

Harry buscaba desesperadamente por todo el lugar a Louis.

Simplemente parecía que la tierra se lo había comido.

Necesitaba hacer las cosas rápidas, no tenía ni la menor idea de cómo conseguiría que Louis aceptara acostarse con él, pero eso no le importaba, lo principal en esos momentos era encontrarlo.

Lo vio caminar lejos de él con una charola llena de copas de champagne. Intento correr para alcanzarlo pero la voz de su padre lo frenó.

-¡Harry! ¡Qué bueno que te encuentro! Quisiera presentarte a...- su padre notó que él buscaba algo con la mirada y no se interesaba en lo más minino por lo que decía. -¡Harry! ¿Me estas escuchando?- gritó el comandante enfadado.

-eh.. ¿Qué? ¡Sí!- balbuceó un poco y miró a su padre que se encontraba con un joven de aproximadamente 20 años de edad.

-Te decía Harry, déjame presentarte a Daniel Mazzollini.

Harry miró al joven desinteresado. -Ah ok, hola. -comentó mientras intentaba no perder de vista a Louis.

-Buenas noches joven Styles. -habló Daniel haciendo que Harry lo mirara algo extrañado por el tono y la forma en la que hablaba, demasiado formal para ser normal.

- Verás hijo, Daniel acaba de llegar de Italia y ha conseguido ser mi asistente con las sólo 19 años de edad. ¿No crees que es increíble?

-Si padre.- comentó, sólo quería salir corriendo hacia donde estaba Louis. La plática de su padre no le importaba un carajo.

- Él vivirá con nosotros a partir de esta noche.- dijo su padre captando la atención de Harry. quiero que lo trates bien y estés a sus órdenes por si te necesita, ¿queda claro?

Harry miró al joven con expresión de desprecio.

Lo que le faltaba, tener que lidiar con soldadito y aparte tener que atenderlo, sólo era tres años

mayor que él, para Harry era una ofensa tener que atender a alguien y más si era de esa edad.

-¿Para qué? si tenemos sirvientes.- susurró mirando a los ojos a Daniel, dejándole claro que no contara con él.

-¡Harry!- exclamó su padre molesto.

-No se preocupe señor Styles, ya veo que aquí hay sirvientes que me podrán atender mejor que este niño...- susurró Daniel señalando a Louis con la cabeza y luego miró a Harry con una sonrisa malvada, era obvio que él ya se había dado cuenta del interés de Harry por llegar a Louis.

Harry lo miró desafiándolo, él sólo seguía con una estúpida sonrisa en la cara.

-¿Te refieres al judío? ¡No, él es inútil! Mejor apóyate en Sofía y Clara, que son las sirvientas de la casa.- mencionó el general mediante risas, risas que pronto se contagiaron a Daniel.

Harry los miraba enfurecido, pero sería mejor que se calmara, no quería hacer una escenita a media reunión.

-Pues bien... "Daniel" espero que la pases bien. Con permiso. -habló Harry haciendo muchas expresiones, haciendo notorio su hipocresía.

Comenzó a caminar en busca de Louis, pero de nuevo lo había perdido de vista.

Pronto vio como Zayn y Nohemí se acercaban.

-¿Qué haces todavía por aquí?- susurró Zayn intentado no abrir mucho la boca para que la chica no lo escuchara.

-No lo encuentro.- susurró Harry de igual manera.

-¿No puedes esperar hasta que lo veas para irte? ¡Esta chica me está matando! No habla de otra cosa más que de su perrito "coco"

Harry dejó salir una pequeña risita y se sentó en una silla, indicándoles a los chicos que hicieran lo mismo.

Nohemí se sentó aún lado de él y Zayn al otro.

Harry volteó hacia Zayn, dándole la espalda a la chica.

Ella estaba acostumbrada a que Harry fuera de esa manera, pero ese día ni siquiera la había mirado.

-Zayn...- susurró hablando muy bajo.

-¿Qué?- contestó de igual manera.

-¿Cómo le hago para tirarme a Louis?

Zayn volteó a mirarlo y comenzó a reír. Los músicos tocaban muy fuerte así que era imposible que la chica escuchara la conversación. -¿Por qué no se lo propones?- comentó ingenuo.

Harry dejó salir un suspiro.

-Enserio que no sé por qué hablo contigo...- susurró.

-¡Louis viene para acá, actúa normal!- se mostró alterado y al terminar se quedó quieto como una roca, mirando hacia enfrente, sin siquiera respirar.

Harry lo miró extrañado pero antes de que pudiera decir algo Louis llegó.

-buenas noches, ¿Les ofrezco un bocadillo?- comentó extendiendo la charola.

Nohemí lo miró, tomó uno y lo colocó en su plato.

Harry repitió tal acción sin dejar de observar a Louis. -Zayn ¿no vas a querer nada?- preguntó.

Zayn seguía en la misma posición y comenzaba a ponerse morado por no estar respirando.

-¿Joven? ¿Está bien?- preguntó extrañado por la actitud del chico.

Zayn sacó un suspiro enorme. -ah... Louis... Qué raro, no te vi llegar.. ¿Que necesitas?- preguntó fingiendo extremadamente asombro, después miró a Harry y le guiñó el ojo.

Harry se dio un leve golpecito en la frente.

-¿Gusta algún bocadillo?- preguntó sin dejar de observarlo raro.

- No gracias, pero supongo que Harry está muriendo por que le des uno- comentó y sintió un codazo de parte de Harry.

Antes de que la conversación pudiera continuar llego Sofía a la mesa. -Louis, puedes irte a descansar, has estado todo el día trabajando, debes estar cansado. -le susurró al oído.

-No Sofy, estoy bien, no se preocupe, además usted necesita ayuda.- respondió amablemente, como siempre.

-No, es enserio, vete a descansar aunque sea media hora, el brindis está por comenzar y no nos necesitarán en ese tiempo.

-está bien.- respondió sonriente entregándole la charola.

Salió de ahí y Harry lo siguió con la mirada.

-Bien Zayn, creo que tengo media hora para encargarme del "asunto" , entretén a Nohemí. mencionó mientras se paraba de la silla y salía corriendo del lugar en busca de Louis.

Comenzó a buscarlo por el jardín trasero, pero rápidamente notó una luz que se encendía en el garaje, era obvio que Louis estaría en su habitación.

Entró a ella caminando lentamente. No tenía ni una puta idea de lo que estaba a punto de hacer.

Louis lo miró sorprendido cuando él entró a su habitación. - ¿A qué viniste?

-A verte- susurró Harry cerrando la puerta tras él.

-Pues ya me viste, ¿ahora qué?

Harry se sentía verdaderamente nervioso, pero enserio deseaba a Louis y tenía que arriesgarse cuantas veces fueran necesarias.

Louis sabía perfectamente las razones de Harry para estar ahí, entendía que ese niñito lo deseaba, y estaba convencido de que seguro era porque tenía ganas de probar algo nuevo o algo así.

También sabía que si Harry era bueno con él era porque estaba intentando conseguirlo, así que si él se entregaba rápido, Harry perdería su interés por él.

Decidió que si Harry quería jugar con fuego, le costaría.

-Dime que es lo que quieres... Se directo.- susurró acercándose demasiado a Harry, provocando que este se tensara.

-A... A ti...- balbuceó el menor mientras temblaba.

Louis lo acorraló contra la pared. A pesar de que él era más bajito le era fácil controlarlo.

-¿Para qué?- preguntó en su oído y al término mordió suavemente la piel de Harry.

Harry se estremeció al sentir eso y comenzó a ponerse duro.

-So...Sólo para verte...-susurró nervioso.

Harry nunca se había puesto tan nervioso en una situación así, pero Louis lo intimidaba tanto que no razonaba las cosas.

-Tenemos media hora... ¿Estás seguro que sólo quieres verme...?- volvió a susurrar frotando su rodilla contra la (ya notoria) erección de Harry.

-sss... ¡NO!- confesó por fin.

-¿entonces qué quieres hacer? Pídemelo Harry.... Sólo pídemelo- comenzaba a frotar más fuerte su rodilla contra Harry, haciendo que él dejara salir pequeños gemidos.

-Déjame follarte...- susurró con la voz ronca por la excitación. Louis comenzó a deslizar sus manos dentro de la camisa del chico.

-¿Quieres follarme pequeño? ¿Quieres hacerlo?

-sii...- tembló al decirlo.

Louis se alejó de él con una gran sonrisa.

- Que lástima, no podrá ser hoy, tengo trabajo, y tú tienes que escuchar el discurso de tu asqueroso padre... Así que ya será otro día.- dijo sin dejar de sonreír.

Harry lo miró confundido.

Louis le dedicó una última sonrisa y salió de su habitación.

Harry se quedo en silencio, ¿Qué mierda acababa de pasar? Louis lo había calentado y después lo había dejado así. Sin nada.

No sabía qué demonios ocurría, pero le había encantado esa situación. Le había encantado que Louis se lo dejara como reto. Eso lo hacia 10 veces más excitante.

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Capitulo 13 *SIN EDICIÓN CAPITULO 13

Daniel estaba en una esquina de la casa observando todo detenidamente, desde el personal, hasta los invitados que conformaban esa reunión, políticos, personas del ejército, algunas celebridades.

Todos eran personas muy importantes, personas que tenían toda su confianza en el general Styles. Daniel tenía planes de ser el siguiente. Daniel quería ser el siguiente "gran general" de Alemania, pero eso solo se conseguía si el general actual te nombraba su sucesor. Él tenía que

hacerse la mano derecha de August Styles, lograr que él depositara toda su confianza y entusiasmo en él.

También había notado que Harry era un gran estorbo, su padre al parecer lo adoraba y tenía puestas todas sus esperanzas en que él podría ser el siguiente.

Daniel tenía que lograr que el general terminara con esa estúpida idea de su hijo y lo comenzara a adorar a él, a Daniel.

No le importaba lo que tendría que hacer para conseguirlo, no le importaba la manera, simplemente lo conseguiría y para conseguirlo tenía que domar a Harry, tener el poder sobre él, así las cosas se le facilitarían.

Para poder domarlo, tenía que conocerlo, descubrir su punto débil.

Comenzó a buscarlo con la mirada, no le fue difícil encontrarlo, ya que se encontraba en una de las mesas sentado con una joven y un chico que al parecer intentaba divertirlos con sus bromas. No lo lograba, la chica lo miraba con miedo y Harry ni siquiera le prestaba atención.

Daniel siguió la mirada de Harry para ver qué era lo que lo tenía tan embobado, llegó hasta el sirviente más joven de todos.

Un montón de ideas se le cruzaron por la cabeza, pero después él mismo se lo negó, no podía ser que a Harry le gustará ese sirviente. O tal vez si... Era algo que tenía que averiguar.

Comenzó a caminar hacia donde se encontraba aquel chico que robaba la mirada del hijo del general y decidió hacer algo para ver si Harry se celaba, si esto ocurría, Daniel había encontrado la manera perfecta para controlarlo.

- Hola...- habló Daniel fingiendo un tono amigable hacia Louis. Se colocó en un lugar donde pudiera ver a Harry.

Louis lo miró y respondió amablemente, como siempre. -Hola joven... ¿Gusta algo de beber?

- No... De hecho quería presentarme, soy Daniel Mazzollini.- comentó extendiendo su mano, ofreciéndosela a Louis. Miró de reojo a Harry y pudo notar como los veía muy atento.

Louis la miró un poco dudoso pero luego la tomó.

-Soy Louis Tom... -paró al recordar lo peligroso que era mencionar su apellido. -Wales, Louis Wales.

-Bien.- Sonrió y mordió su labio inferior, él tenía los labios delgados y de un color bajito, provocando que al morderlos se tornaran a un color rojo intenso.

Buscó a Harry de nuevo con la mirada, pero él ya no se encontraba en su asiento.

- Hola Daniel, veo que estas muy solito...- comentó Harry tomándolo del hombro y mirando a Louis fijamente. -porque no vienes con nosotros, creo que será más divertido a que estés aquí, hablando con los empleados. –no dejó de observar a Louis, después miró a Daniel y mencionó sarcásticamente. -puedo presentarte a mi novia, es muy guapa y tiene un perrito llamado coco, te encantara la historia sobre como coco la molesta durante las noches...- dijo mirándolo con cierta molestia en su rostro. Daniel sonrió al descubrir que efectivamente, Harry celaba a Louis. -Y tu Louis... ¿No tenías mucho trabajo?-

-si.. O tal vez simplemente no quise perder mí tiempo haciendo lo que tú proponías...- susurró Louis con una sonrisa sarcástica y se retiró del lugar.

Cuando se dio la vuelta Daniel pudo apreciar el signo judío que llevaba bordado sobre una tela que tenía enrollada arriba de su codo.

"Es un judío" pensó "¡El nazi esta babeando por un judío! Woah esto vale oro"

Harry y él comenzaron a caminar hacia la mesa en donde se sentarían.

Daniel siguió pensando en las consecuencias que podrían tener esos dos si el general Styles se enteraba de lo que pasaba.

Pero antes que nada, tenía que asegurarse de que no fueran imaginaciones suyas, y también, por lo que había notado, Harry estaba a los pies de Louis, así que si él quería controlar a Harry tenía que controlar a Louis. Simple.

Pronto se hizo de madrugada, los invitados comenzaron a irse de la casa y Zayn junto con la novia de Harry se habían ido.

Louis quedó recogiendo todo, aunque fuera muy tarde eso no le importaba al general Styles y le había dicho que quería todo recogido para la mañana en cuanto despertara.

Estaba enojadísimo, pero esa no fue razón suficiente para que no cumpliera con su trabajo. Odiaba con toda sus fuerzas a August Styles. Quería asesinarlo, desasease de él.

Hacerle pagar por todas las horribles cosas que había hecho, quería vengar a su abuelo y a cada persona muerta por culpa de ese hombre.

Pero él no encontraba la manera de hacerlo, ya que las tenía de perder en todos los sentidos.

Por otro lado, Harry no podía conseguir dormir, no podía dejar de pensar en el cambio de actitud de Louis. ¡Qué va! No podía dejar de pensar en lo erótica que había sido su situación. Tenía que tranquilizarse y conciliar el sueño.

Se levantó de la cama y bajo a la cocina por un vaso de agua, eran las 4 de la mañana y todos se encontraban dormidos.

Mientras bebía el agua notó que Louis se encontraba en el jardín, aún limpiando, tomó el vaso con agua y salió de la casa para acercarse a él. -¿Qué haces a estas horas trabajando?preguntó bajo mientras Louis se sorprendía al verlo fuera de la cama.

-Por tu padre... Quiere que termine de limpiar todo para antes de que amanezca...- susurró con actitud cortante.

-Deberías irte a dormir... Ya es muy tarde...

Louis lo miró.

Harry llevaba unos pantalones de pijama y un swetter muy flojo que cubría sus manos por completo, llevaba el cabello despeinado y los labios un poco hinchados.

Louis estaba en el jardín a las 4 de la mañana, muriendo de frío y de estrés, pudriéndose en el odio que le tenía a August Styles.

Fue ahí cuando lo descubrió, se dio cuenta de cuál sería la manera perfecta de joderse a esa persona, sería jodiendose a su hijo, literalmente.

También él tenía que aceptarlo, Harry tenía algo que lo excitaba demasiado, esa noche, en ese momento, Harry se convertiría en su propiedad, lo haría suyo.

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Capitulo 14 *SIN EDICIÓN CAPITULO 14

-¿Tan pronto dejaste de soportar estar lejos de mi?- preguntó Louis acercándose a Harry.

-Solo baje a ver quien estaba aquí...

-¿Estás seguro?-preguntó dejando los trapos sucios con los que limpiaba el suelo. –porque no me dices exactamente qué es lo que quieres de mi.. –preguntaba acercándose demasiado a él, al grado de juntar sus cuerpos.

-sólo veté a dormir y ya.- indicó Harry cortante y se dio la vuelta para irse.

Louis rápidamente lo tomó de la cintura y lo acerco a él, pegando su cuerpo a la espalda de Harry.-¿Por qué no te vienes conmigo?-preguntó en el oído de Harry.

Harry se estremeció al sentir el caliente aliento de Louis en su piel. La verdad, él no creía que Louis iba a ceder tan rápido, pero si ya estaba ahí, ¿por qué no disfrutarlo?, De cualquier manera era lo que él quería.

Poco a poco Louis sintió como Harry comenzaba a relajarse. Comenzó a guiarlo hacia una obscura esquina del jardín. Seguía abrazándolo por detrás.

Cuando llegaron hasta aquella esquina, Harry quedó recargado contra la pared. Se dio la vuelta para quedar frente a Louis y muy tímidamente intentó besarlo, Él se negó al instante.

-¿Qué haces?- le preguntó evitando sus labios.

-déjame besarte...- susurró Harry desesperado, intentando de nuevo besarlo.

Louis lo observó, el pequeño enserio parecía desesperado por besarlo, miraba sus labios de una manera demasiado extraña: parecía que le dolía no poder tenerlos.

Ya tenía dos puntos a su favor, Harry quería besarle y también follárselo, obviamente no le sería fácil conseguirlo.

-¿Quieres besarme?- preguntó con un tono seductor.

-sí, déjame hacerlo, te lo ruego, sólo dame un beso, no te pido más. -rogó mientras observaba los labios de Louis y humedecía los suyos con su lengua.

Louis se sorprendió al escuchar eso, era raro, él creía que Harry sólo quería adentrarse en él, para luego dejarlo y concentrarse en otras cosas. Pero la actitud del pequeño le confundía, parecía que lo que quería de Louis no era sólo sexo, parecía que... No eso era imposible, tenía que dejar sus locas ideas y concentrarse en hacer que Harry se convirtiera en su títere.

-si quieres un beso... tendrás que ganártelo pequeño... Pero esta vez te daré un regalito.comentó y comenzó a besar el cuello de Harry, dejando chupetones por toda su piel.

Harry recargo su cabeza en la pared para que Louis tuviera más espacio.

Se separó y le indico que se quitara el swetter, Harry obedeció rápidamente.

Dio un pequeño brinquito al sentir la lengua de Louis delinear sus pezones, lo hacía de una manera increíble.

Comenzó a sentir como el sólo roce de Louis sobre su miembro dolía. Tenía que liberar su erección, sus pantalones provocaban que le lastimara.

Louis descendía por todo su abdomen, besándolo desesperadamente. Al llegar a la parte donde comenzaba el pantalón de Harry frenó.

-¿Quieres que continúe bebe?- preguntó mirándolo a los ojos. Harry sólo asintió con la cabeza mientras mantenía los ojos cerrados y mordía su labio. -Pídemelo, ¡pídeme que te toque!- ordenó autoritario.

Harry abrió los ojos y lo miró extrañado. -¡No lo haré!- comentó molesto. Harry no se degradaría de esa manera, rogarle a Louis para que lo atendiera... Eso ya era excesivo.

-¿Estás seguro?- susurró levantándose hasta su oído mientras que con su mano rozaba suavemente el miembro de Harry por encima de su ropa.

Se estremeció y entrecerró los ojos. -¡Hazlo, ¡Te lo ruego! ¡Tócame!- habló con demasiada excitación.

Louis le dio una sonrisa falsa y adentro su mano en la ropa de Harry.

Jugaba con sus dedos mientras evitaba tocarlo mucho, Harry cada vez se ponía más duro y desesperado.

-vamos Louis me estas matando...- Apenas podía mencionar.

Louis sonrió, lo tenía a su merced. Bajó los pantalones de Harry con todo y su bóxer para liberar por completo su latente miembro.

Se hincó frente a él y comenzó a chupar su propia mano, para después comenzar a masturbarlo, primero de manera lenta y después de forma violenta y rápida.

-¡Métetelo a la boca! ¡Vamos chúpalo quiero sentir como crece dentro de ti!- habló Harry mientras empujaba sus caderas hacia Louis.

Louis lo miró con cierto disgusto, ese niño estaba a punto de explotar de placer.

Decidió que esta vez sí cumpliría con sus súplicas.

Se metió de miembro de Harry a la boca y comenzó a succionar, besar y lamer cada parte de él. Tenía que aceptarlo, sentir las marcadas venas de Harry sobre su lengua lo estaban poniendo increíblemente caliente.

Chupaba cada parte de la hombría del menor, desde los testículos hasta la punta. Él nunca antes

había hecho eso, pero por alguna razón, estaba disfrutando demasiado ese momento.

-Louis me...me corro.- gimió Harry.

Louis separó su boca de él y siguió marturbandolo con la mano.

-Vamos pequeño córrete para mi, dime que te gusta.

-Me...me enn...encanta- apenas pudo hablar, Louis no paró hasta lograr que el pequeño Harry llegara al orgasmo. Cuando Harry se corrió en su mano, espero un poco para continuar.

-Lo haces hecho bien...- comentó dándole un corto beso muy cerca de los labios. -pero yo aún no eh terminado...- susurró mientras tomaba la mano de Harry y la colocaba sobre su dura erección.

Harry entendió eso de una manera equivocada y se hincó frente a Louis, desabrochando su pantalón.

-¡No. no, no!- dijo rápidamente mientras lo levantaba de piso.

Harry lo miró confundido, no sabía a lo que Louis se refería.

Louis lo volteó contra la pared, haciendo que Harry recargara su mejilla en ella.

Le dio un guantazo en los glúteos y le susurró al oído. -Quiero entrar a ti.- mencionó mientras comenzaba a masajear el trasero de Harry.

-N...no.- mencionó Harry temblando.

-¿Por qué no bebe? Me lo merezco... Tu ya tuviste lo tuyo, déjame tener lo mío...- mordía la oreja de Harry para excitarlo de nuevo.

-Tengo miedo...- confesó hablando muy bajo.

Louis se separó de su oreja y lo miró, odiaba las ocasiones en las que Harry actuaba tan tierno, él estaba intentando follárselo y la actitud temerosa de Harry no se lo opondría.

¿Cómo es que alguien podía tener tanta lujuria a sus cortos 16 años? Y aparte de todo tener "miedo".

-Te prometo que te encantara...- susurro y comenzó a besar su cuello, Harry se puso duro de nuevo.

-Está bien...- gimió.

Louis sonrió y le dio un corto beso en la nuca. -Chúpalos.- le indicó acercando sus dedos a su boca del menor.

Harry obedeció rápidamente, lo hacía mientras disfrutaba el sabor de la piel de Louis.

Cuando ya estaban lo suficientemente húmedos, los bajó y lentamente fue adentrando uno a Harry. Con la otra mano se desabrochaba el pantalón y lo bajó un poco, lo suficiente para que su miembro saliera.

-¡No!- pidió Harry intentando separarse de él. -me duele mucho Louis

Louis tomó el miembro de Harry y comenzó a masturbarlo para disminuir el dolor, haciendo que el placer creciera. –ssshhhhh... tranquilo bebe... relájate...

Después de unos segundos Harry ya estaba preparado y gimiendo de placer.

-Hazlo, métemelo ya, te necesito...- gemía cada vez más.

Louis se sorprendió al escuchar eso, Harry se estaba comportando como toda una zorrita.

Colocó la punta de su miembro en la entrada de Harry y lentamente comenzó a adentrase en su cuerpo.

Harry masturbaba su miembro para disminuir el dolor.

-¿Te gusta?- pregunto Louis ya que se encontraba completamente dentro de él.

-S..sii... Vamos párteme en dos...- gemía Harry excitado.

Louis intento no reír con las peticiones del menor, era un maldito pervertido.

Encajo sus manos en las caderas de Harry y comenzó a embestirlo de manera muy rápida.

Ambos gemían y frotaban sus cuerpos sudorosos.

La petición de Harry lo había puesto más caliente. Lo embestía cada vez más sintiendo un cosquilleo indicándole que estaba a punto de correrse.

No tuvo que esperar mucho tiempo para venirse dentro del chico.

Harry se encontraba recargado en la pared, recuperándose del orgasmo y él respiraba agitadamente.

-Haz estado muy bien, demasiado diría yo...- susurró Harry mirándolo con una enorme sonrisa.

Louis se acomodó la ropa y luego tomó la de Harry del suelo y comenzó a colocársela. -Ya veté a la cama, es muy tarde.- habló mientras le acomodaba su swetter a Harry.

Notó como Harry comenzaba de nuevo a observar su boca.

-Buenas noches...- susurró Louis y se acercó dejando un beso en su frente.

Se fue dejándolo ahí sólo y se metió a su habitación.

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Capitulo 15 *SIN EDICIÓN CAPÍTULO 15

Narra Harry.

Subí corriendo a mi habitación, antes de llegar a ella noté como Dániel me observaba desde el marco de su puerta, sólo lo ignore y me adentre a mi cuarto sin mencionar nada.

No sé porque me sentía así, corrí al baño lo más pronto que pude y comencé a vomitar. De alguna manera me sentía sucio.

Me sentía la persona más humillada que existía en la tierra.

¿Cómo rayos había llegado a la situación que acababa de pasar? ¡Louis ni siquiera me había permitido besarle! ¡Me había tratado como su títere! ¡Y lo peor era que yo lo había disfrutado! ¿Cómo es que ahora le vería los ojos después de haberme comportado como una puta? Enserió que lo había hecho, me había comportado como un maldito pervertido.

Limpié mi boca quitando los residuos de vómito que habían quedado en mi piel.

Me desvestí y me metí a la regadera, comencé a tallar mi cuerpo fuertemente con la esponja llena de jabón, quería quitarme cada residuo de Louis que quedara en mi cuerpo. Mi piel comenzaba a ponerse extremadamente roja por mi manera agresiva de tallarme.

Ni siquiera sé porque comencé a llorar, las lágrimas descendían por mi cara mientras yo estaba a punto de sacarme sangre de mi piel.

No sabía, no tenía idea de lo que estaba ocurriendo conmigo.

Sólo sabía que me había dolido la forma en la que Louis me había tratado, pero no podía explicar por qué, me había dolido simplemente por el hecho de que me hubiera tratado como yo solía tratar a mis ligues de una sola noche. Yo no lo quería para una sola noche... Eso es todo, lloraba porque simplemente yo no quería a Louis para un rato, eso me frustraba y me preocupaba a la vez.

Maldita la hora en la que me había comenzado a interesarme por él, en definitiva tenía que hacer algo para matar cualquier sentimiento que comenzaba a crecer dentro de mí.

Yo siempre eh sido una persona fuerte y dura, nada me daba miedo, nada me lastimaba, ni me perjudicaba. Pero ahora tenía miedo de Louis, tenía miedo en lo que me convertía cuando estaba con él, tenía miedo también a la manera en la que me hacía sentir con solo una mirada o también a la forma excesivamente celosa en la que me sentía si él hablaba con alguien que no fuera yo.

Tenía miedo de perderlo, aún sabiendo que él no era mío.

Fin de la narración.

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A la mañana siguiente Sofía le avisó a Harry que su padre quería desayunar con él, que estarían

varios colegas y todos desayunarían juntos.

Harry tenía unas ojeras enormes y aún seguía con la piel un poco irritada por la ducha de la noche anterior.

Mientras se ponía ropa notó las marcas que Louis había dejado por todo su abdomen y cuello, marcas que no había podido limpiar. Mirándose al espejo pasó las yemas de sus dedos suavemente por ellas, recordando cada momento de la noche anterior, llegó hasta su cuello y notó que ahí las marcas eran más grandes y notorias, si salía así todos se darían cuenta de que él había estado con alguien.

Se vistió con un swetter de tejido blanco que cubría su cuello por completo y unos jeans ajustados negros.

Cuando bajó al comedor, notó que ahí se encontraban aproximadamente 10 personas vestidas con uniformes de soldados nazis, entre ellas su padre, su abuelo y Daniel.

-Buenos días.- comentó sentándose en la mesa y automáticamente debiendo un vaso con jugo que tenía a su disposición.

Todos los colegas contestaron lo mismo en voz baja.

-¿Harry me puedes explicar que hacías fuera de la cama anoche?- preguntó su padre con tono autoritario haciendo que todo el comedor quedara en silencio.

Harry miró a Daniel de reojo, él tenía una leve sonrisa mientras tomaba un sorbo a su taza de café.

Harry volvió la mirada a su padre y justo en ese momento Louis salió de la cocina y comenzó a entregar platos con comida a los soldados.

-Verás padre...- comenzó a explicar un poco nervioso por la presencia de Louis. -anoche tenía

mucha sed así que bajé por un vaso con agua y me quede un tiempo vagando por la casa, eso es todo.- mencionó evitando mirar a Louis.

Louis continuo con su trabajo hasta que término de entregar y se retiró hacia la cocina.

-Bien.... -susurró su padre mirando a Dániel. -ahora dejemos el tema de Harry y comencemos lo importante, que era lo que querías tratar conmigo ¿Alfredo? - preguntó el general a uno de los soldados que se encontraban con ellos.

Harry suspiro de alivio al ver que su padre le había creído y había dejado el tema por la paz.

Después miró a Dániel con una sonrisa de ganador y él lo miró enfadado.

-Verás August, creo que debemos tomar otra opción en los campos de concentración...mencionó el hombre mientras el padre de Harry lo escuchaba atento.

-¿A qué te refieres?

-Me refiero a que no podemos seguir perdiendo tanto tiempo con las mujeres mayores de 30, hay mucho trabajo y que ellas se dediquen a llevar los cuerpos a los hornos las desgasta mucho y se pierde mucho tiempo. -habló el hombre logrando captar la atención de Harry, recordó aquella noche donde Louis se había molestado porque obligaban a su madre a llevar los cuerpos.

-¿Y cuál es tu solución?

-Pues podemos... Dejar de matarlos por todo el campo, tener un lugar en especial para desasearnos de ellos.- Harry miró a su padre en busca de que él se negara y castigara al hombre por decir tales barbaridades.

Sin embargo su padre no dijo nada, quedo pensando mucho tiempo. -¿Te refieres llevarlos a los hornos vivos?- preguntó por fin el general.

Alfredo se encogió de hombros en respuesta a la pregunta.

-Creo que eso nos podría traer problemas con los otros países, más de los que ya tenemos.mencionó Dániel atento a las pláticas.

-Tienes razón, pero no tienen porque enterarse, haremos que ni los propios judíos sepan que es lo que pasa ahí adentro. -dijó el padre de Harry haciendo que él sintiera un puñetazo en el estómago por la frialdad con la que decían todo eso.

Sintió un remolino de palabras venir por su garganta, intentó controlarse para quedarse callado, pero no lo logró. -¡NO PUEDES HACER ESO PADRE! -gritó levantándose de la mesa.

Todos los soldados (incluyendo a su padre) se miraron extrañados, todos menos Dániel, él veía la escena divertido.

El general comenzó a reír, todos imitaron la acción.

Harry sentía como su sangre comenzaba a calentarse más. -¡No es una maldita broma! ¡No puedes hacer eso padre!

El padre de Harry se levantó molesto y golpeó la mesa fuertemente.

-¡No te estoy pidiendo permiso! ¡Ni me importa tu maldita opinión!- gritó haciendo que Harry diera un paso hacia atrás un poco asustado.

-¡No puedo creer que seas tan frío!- se sintió decepcionado.

-¡Soy un soldado! ¡Los soldados luchan en la guerra!

-¡Esto no es una puta guerra! ¡Ellos no te están dando guerra!

-¡Ellos son el enemigo Harry!

Todo el lugar estaba en silencio, nadie se atrevía a hablar. Sólo se escuchaban las respiraciones agitadas de ambos.

Harry estaba a punto de decir algo cuando notó que Louis estaba mirándolo desde la cocina y con un movimiento de labios le dijo. -Tienes que parar.

Harry azotó la servilleta de tela contra la mesa y salió de ahí.

Louis espero unos segundos y después lo siguió por toda la casa hasta llegar a su habitación.

Lo tomó del brazo y lo estrelló contra su cuerpo para envolverlo en un abrazo.

-Está bien, está bien...- susurró mientras acariciaba su cabello.

Harry tenía su cabeza encajada en el espacio entre el cuello y los hombros de Louis. Él sintió la humedad que había en ese espacio gracias a las lágrimas de Harry. -Tranquilo pequeño...- volvió a susurrar.

Harry se despegó de sus brazos violentamente.

-¡Déjame! ¡NO TE QUIERO VER!- gritó enojado empujado a Louis lejos de él.

-¿Harry que pasa?- preguntó muy confundido intentado tocarlo.

-¡Déjame!- lo empujó por última vez y se metió a su habitación azotando la puerta.

Ya adentro se sentó en el suelo mientras abrazaba sus rodillas y lloraba por la frustración.

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Capitulo 16 *SIN EDICIÓN CAPÍTULO 16

-¿Estás bien mi niño?- preguntó Sofía entrando lentamente a la habitación de Harry, llevaba ahí dentro toda la mañana y comenzaba a preocuparle.

-Si.- contestó mientras se daba la vuelta y se enrollaba en las cobijas.

Sofía se acercó a él y se sentó en su cama. -¿Seguro?- preguntó acariciando sus rizos.

-Es simplemente que estoy muy cansado.

-Pero Harry son las 3 de la tarde...

-Pero mis horas han sido muy largas.

-¿Que es lo que alarga las horas de Harry?

-No poseer lo que podría acortarlas.- Harry esperó unos segundos y después la miro, a ella no podía mentirle, lo conocía mejor que su madre. -Sofí... ¿Qué haces cuando comienzas a sentir algo que no está bien?- pregunto mirándola.

Sofía frunció el ceño por tal pregunta, le parecía demasiado extraña viniendo de parte de Harry.

-El único sentimiento prohibido es el odio... ¿Sientes odio por alguien?- contestó atenta.

-No... Creo que es lo contrario...- susurró haciendo que Sofía se sorprendiera más.

-Lo contrario del odio es el amor.

-Lo sé, y si es cierto que siento amor, está muy mal.- dijo enterrando su cabeza en la almohada.

Sofía pensó por unos segundos... Ella sabía perfectamente a que y a quien se refería Harry. Hace días que lo comenzaba a notar en su mirada, pero no se atrevía a preguntarle.

-¿Estas enamorado de Louis, Harry?- preguntó finalmente.

Harry la miró de nuevo y después se sentó en la cama para abrazarla.

Pronto los sollozos de Harry comenzaron a llenar el silencio.

Sofía le devolvió el abrazo.

-Está bien amor, no te preocupes, está bien. -susurró acariciándole la espalda.

Ella sabía que no estaba bien, sabía perfectamente lo que podía pasar si sus padres se llegaban a enterar de eso. Sabía que su relación no podía tener futuro alguno, pero aún así, decidió apoyarlo.

Harry la miró con los ojos cristalizados. -¡No, no está bien Sofí! Imagínate lo que pasaría si mi padre se entera. ¡Nos mataría!

-No te preocupes por eso, encontraremos una solución, ¿okey?- habló fuerte mientras volvía a abrazarlo.

Harry solo necesitaba a alguien que le dijera que lo que sentía estaba bien, alguien que lo apoyara y no lo juzgara, alguien que le demostrará aunque sea un poco de amor.

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El general Styles se encontraba en su despacho con los mismos colegas del desayuno, seguían hablando sobre el mismo asunto.

Harry entró a la oficina sin tocar la puerta.

-Padre iré al lago...- hablo rápido. Llevaba unos bermudas largas y una camisa de manga corta.

-¿Sólo?- preguntó su padre.

-¿Pues a con quien quieres que vaya o qué?- habló molesto, seguía enfadado por el enfrentamiento de la mañana.

-El judío sería buena opción...- susurró Dániel mirándolo con una sonrisa.

-Tienes razón Dániel, ¡JUDÍO! ¡JUDÍO VEN ACÁ!- gritó el padre de Harry.

Louis entró apurado a la oficina.

-¿Si señor?-preguntó en espera de una orden.

-Acompaña a mi hijo al lago, asegúrate de que no le falté nada.

Harry se preocupó por eso, él no quería estar sólo con Louis después de lo que había pasado la

noche anterior. -¡No! ¿Por qué tiene que ir él conmigo? ¿Me tomas de niño o qué?- preguntó gritando a su padre.

-No voy a discutir contigo ahora, así que o va él contigo o no vas. Eso es todo, ahora retírate y cierra la puerta. -Harry se quedó callado, estaba muy enojado pero no tenía ánimos de pelear.

Se dio la vuelta enojado y miro a Dániel.

-Me debes una...- susurró Dániel sonriéndole malvadamente.

Harry salió de la oficina seguido por Louis. Tomó una maleta con ropa y salió de la casa apurado.

Louis intentaba alcanzarlo.

-¡Harry espera!- gritó Louis al comenzar a perderlo de vista entre los árboles que se encontraban en el bosque. -¡Harry!- gritó haciendo que esta vez sí frenara.

-¡Puedes apurarte! Dios que fastidio...- mencionó molesto.

-No es mi culpa que tu padre me haya obligado a venir- dijo Louis al llegar hasta Harry y parando para tomar un respiro.

-Ok.- habló y comenzó a caminar de nuevo.

Louis lo tomó del brazo, frenándolo. -¿Puedes decirme que te pasa? ¡Estas así desde la mañana!

-Nada, es simple, no he tenido un buen día. -mencionó cortante en intento zafarse del agarre de Louis, pero no tuvo éxito.

-Mientes... Estas así por lo que pasó anoche...

Harry pasó saliva en seco al escuchar eso. Luego lo miró y le sonrió. -Louis, ¿por qué debería estar mal? Fue solo un simple sexo, ni que no lo hubiera tenido antes, no te sientas especial. habló logrando que Louis lo soltara. Comenzaron a caminar en silencio.

Louis tenía que aceptarlo, eso solo había sido un simple sexo, no había razón para creer que Harry estuviera mal por eso, aunque él enserio quisiera eso.

Llegaron al lago, era un lugar hermoso metido entre el bosque, tenía una pequeña cascada y muchos árboles al rededor, haciendo que fuera un lugar extremadamente íntimo.

Harry dejó su mochila en una orilla y se quitó los zapatos, se sentó metiendo sus pies al agua.

Se estiró hasta su mochila y saco una cajetilla de cigarros de ahí dentro.

Tomó uno y lo colocó entre sus labios, después sacó un encendedor y lo prendió, comenzó a inhalar y exaltar el humo.

Miró a Louis que se encontraba recargado en un árbol. -¿Quieres?- preguntó ofreciéndole el cigarro.

-No sabía que fumabas- mencionó Louis acercándose a él y tomando el cigarro para fumarlo.

-Sólo cuando algo me mortifica o cuando me siento triste. - susurró Harry.

Louis lo miró extrañado. -¿Estas triste o preocupado por algo?- preguntó mientras le devolvía el cigarro.

Harry lo tomó y lo apago contra el piso.

Se puso de pie y comenzó a caminar sobre un tronco que se encontraba cruzado entre el lago.

El tronco se movía mucho y Harry se encontraba justo en medio, muy alejado de la orilla.

Estuvo a punto de resbalar.

-Harry baja de ahí, te más a caer. -mencionó Louis mirando en la situación tan peligrosa que el pequeño se encontraba.

Harry lo ignoró y siguió caminando.

-Hablo en serio, baja de ahí.-volvió a exigir.

-A quien le importa un carajo si me caigo...- habló mirando a Louis y comenzó a brincar sobre el tronco.

-¡Basta Harry!- Louis comenzaba a frustrase por verlo tan divertido mientras bromaba arriba del tronco.

Harry comenzaba a reír. -¿Si me caigo me salvarías?- preguntó parando y mirándolo fijamente, comenzó a acercarse a la orilla.

Louis estiró su brazo para ayudarlo a bajar, pero justo antes de tomar su mano Harry se volvió a alejar.

-¡No me has contestado! ¿Si me caigo me salvarías?

-¡Si Harry si! ¡Si te salvaría ahora baja de ahí por favor!- mencionó casi gritando.

Harry sonrió al escuchar eso.

Louis lo esperaba en la orilla aún con el brazo estirado hacia él.

-Veamos si no eres un mentiroso.- mencionó y dio un brinco al lago.

Louis abrió los ojos como plato y comenzó a preocuparse al ver que el pequeño no salía del agua.

Entró en pánico después de treinta segundos que no salía y se metió al agua con un clavado.

Comenzó a buscar a Harry con los ojos abiertos dentro del agua y comenzaba a desesperarse al no encontrarlo.

Cuando por fin logro verlo lo tomó de la cintura y lo jaló junto con él hacía la superficie.

Flotaban en el agua mientras recuperaban el aliento.

Harry comenzó a reír como un loco.

-¡Que mierda te pasa!- gritó Louis enojado mientras tosía gracias a que había tragado mucha agua. Harry seguía riendo sin parar. -¡Basta Harry! ¡Me has asustado!

-¡Sólo quería ver si no mentías!- habló el pequeño riendo aún.

Louis le lanzó agua en la cara e intento salir del lago, pero Harry se lo impido. Lo tomó de la cintura y lo acercó hacia él violentamente.

Ambos se quedaron en silencio, sólo se podía escuchar el sonido de las aves y del agua al moverse.

Sus bocas estaban muy cerca, Harry sentía la necesidad de besarlo, como la había sentido desde la primera vez que lo vio.

Esta vez no permitiría que nada, ni nadie arruinara ese momento.

Mató el espacio que los separaba y unió sus labios, Louis rápidamente le correspondió el beso, se besaban como desesperados, ambos luchaban por ver quién era él que penetraba con su lengua más la boca del otro.

Harry colocó sus manos en el cuello de Louis y este lo atrajo hacia él por la cintura.

Después de unos segundos se separaron por falta de oxígeno.

Volvieron a mirarse a los ojos.

Louis intento decir algo pero Harry lo frenó.

Se acercó rápidamente a su oído y le susurró. -Follame, hazlo hasta que se me olvide porque estoy triste...

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Capitulo 17 *SIN EDICIÓN CAPÍTULO 17

-fóllame, hazlo hasta que se me olvide porque estoy triste.-susurró Harry entre el beso, haciendo que Louis perdiera el control.

Rápidamente lo jaló hasta la orilla, dejando a Harry recostado en la tierra y él posicionado encima del menor.

Por unos segundos se miraron a los ojos, Harry decidió volver a besarlo. Esta vez lo hizo muy lento, podía disfrutar a la perfección el sabor de la boca de Louis.

Louis colocó sus manos en las mejillas de Harry, acariciando su piel con las yemas de los dedos.

Narra Harry.

Me sentía completamente feliz en esos momentos, no podía describir exactamente qué era lo que sentía cuando Louis me tocaba y besaba.

Cada vez me sentía más necesitado de él, de sentirlo dentro de mí, pero no quería arruinar el momento.

No habíamos salido lo suficiente del lago, el agua seguía mojando mi espalda.

Esta vez yo quería complacer a Louis, tenía ganas de hacerlo, de hacer que disfrutara cada momento que le estaba regalando. Quería hacerlo sentir lo que yo comenzaba a sentir por él, transmitirle eso sentimientos mediante mis acciones.

Rodeé por encima de él, haciendo que quedara abajo de mí.

Abracé su cuerpo con mis piernas y comencé a besarlo, esta vez siendo un poco más intenso.

Sus manos me rodearon por la cintura y automáticamente una sonrisa se formó en mi rostro.

Ya no me asustaba la forma en la que comenzaba a sentirme por él, ahora me gustaba.

Me gustaba mucho sonreír porque me tocara, me gustaba poder tomarme el tiempo necesario para descubrir cada parte de su cuerpo, me gustaba sentirlo cerca.

Fin de la narración.

Narra Louis.

Había dejado que Harry se encargara de la situación, no había podido evitar que me besara, pero me estaba gustando, de hecho me había encantado besarlo.

Él hacia las cosas muy lento, pasaba sus manos acariciando todo mi cuerpo, me besaba y sonreía constantemente. Su forma de tratarme comenzaba a incomodarme.

No quería que él me tratara como si yo fuera alguien importante para él, yo no podía ser importante para él, así como el tampoco podía ser importante para mí.

La forma en la que me tocaba me estremecía, hacia que sintiera calambres por todo mi cuerpo. El roce de su piel con la mía me comenzaba a matar. Me encantaba sentirlo así.

"¡Qué demonios dices!" Me dijo una voz en mi interior "¿Que no recuerdas con quien estas? ¡Es el hijo del hombre que le está haciendo tanto daño a tu familia y amigos!" Seguía atormentándome mientras yo intentaba concentrarme en Harry "¡Deja de tratarlo como tu maldita novia y fóllatelo de una vez!" Mi voz interior tenía razón, no podía tratar a Harry como una novia, porque lo que a él y a mí nos unía era solo la pasión y el deseo. Nada más. No había, ni podía haber nada más.

Fin de la narración.

Louis cambió de actitud drásticamente.

Comenzó a actuar violento, hizo un movimiento para quedar por encima de Harry y de un jalón le arranco las Bermudas.

Harry intentaba volver a besarlo, pero él no lo permitía.

Después le sonrió e intentó acariciar su mejilla, pero de igual manera, Louis lo impidió.

Actuaba extraño, parecía frustrado, estaba frustrado.

Tomo el miembro de Harry y comenzó a masturbarlo fuertemente.

Harry abrió mucho los ojos y enterró sus dedos en la espalda de Louis.

Sintió una lágrima salir por su ojo izquierdo. La manera en la que Louis lo hacía comenzaba a lastimarle. -Louis me duele.- mencionó cuando sus gemidos dejaron de ser de placer para convertirse a dolor. Louis seguía haciéndolo esta vez un poco las fuerte. -¡Louis para me duele!gritó aventándolo lejos de él.

-¿No era lo que querías? ¿No era eso lo que me pedías la otra noche? ¿Qué te lastimara? ¡QUÉ TE HICIERA SANGRAR!- gritó logrando intimidar a Harry.

Harry se volvió a acercar a él, esta vez atrapando sus manos y entrelazando sus dedos, volvió a besarlo.

Se besaron por unos segundos más, Harry estaba encima de las piernas de Louis mientras lo abrazaba por la cintura con sus piernas.

-Dime que es lo que quieres de mi pequeño, porque enserio que no entiendo. -susurró Louis más tranquilo intentando no mirarlo.

Harry observaba como él evitaba su mirada.

Volvió a sus labios y le susurró entre el beso.

-Quiero que me hagas el amor.- habló bajo.

Después miró a Louis a los ojos, él lo miraba sorprendió y a la vez asustado.

Harry comenzó a desabrochar los botones de la camisa de Louis.

-¡No!- grito quitándolo de encima de él y volviéndose a abrochar la camisa. -No puedo. -mencionó por última vez y salió corriendo de aquel lugar.

Harry se puso de pie y se acomodó la ropa lo más rápido que le fue posible, después tomó su maleta y corrió intentado alcanzar a Louis.

Louis era muy rápido corriendo, y Harry había tardado en comenzar a seguirlo gracias a su ropa, así que le fue imposible alcanzarlo.

Al llegar a la casa Dániel se encontraba en el jardín lavando un coche.

-¿Has visto a Louis?...- le preguntó observando a su alrededor buscándo con la mirada.

-Si llego corriendo todo moja... Veo que tu también estas todo mojado... Le eh puesto un trabajomencionó riendo.

-¿hacia dónde se fue? ¿A dónde lo mandaste?-preguntó Harry desesperado.

-Tranquilo niño, ¿para qué lo necesitas?- Dániel seguía con su estúpida sonrisa de siempre.

-¿Que carajos te importa? ¡Sólo dime a donde se fue!- gritó ya enojado. Ese tipo llevaba muy poco tiempo en su casa y ya comenzaba a colmarle la paciencia.

Daniel dejo salir una carcajada. -A ya lo veo, al parecer ese judío hace de todo, ¿Lo quieres para que te ayude con eso?- mencionó señalando un bulto enorme que salía de los pantalones de Harry. Él había tenido que salir tan apresurado que no le había dado tiempo de bajar su erección. -¿Y dime, es bueno? Porqué a veces yo también tengo ese serio problema... Pero no me gustaría utilizar a ese judío... ¿Qué tal tu madre? ¿Está mejor no?- preguntó Dániel rompiendo el último pedazo de cordura que le quedaba a Harry.

Se lanzó encima de él y comenzaron a golpearlo.

Harry ya le había tronado el labio, mientras que él le había tronado la ceja. La sangre salía de sus cuerpos.

Louis vio la escena y llegó corriendo para separarlos. Logro separarlos deteniendo a Harry para que dejara de golpear a Dániel.

-¡Maldito bastardo! ¡Mi padre se va a enterar de lo que has dicho! ¡Te vas a morir imbécil!- gritó furioso intentando zafarse del agarre de Louis.

Daniel seguía en el suelo.

-¡Vamos! ¡Hazlo! ¡Díselo! ¡Qué si tú haces eso yo le diré lo que tienes con este!- gritó poniéndose de pie y señalando a Louis.

Louis lo miró sorprendido y soltó a Harry.

-A mi no me metan en sus problemas...- habló bajo intentado fingir que no sabía a lo que se refería Dániel.

- ¿Creen que soy estúpido? ¡Los dos llegaron excitados y completamente mojados! Seguro estaban jugando a las escondidas en el bosque...

Harry intentó golpearlo de nuevo, pero Louis lo frenó.

-Ahora ya lo saben... Los tengo en mis manos.- mencionó limpiando la sangre de su labio, amenazándolos.

Después se metió a la casa azotando la puerta.

Harry y Louis se quedaron en silencio.

-El no va a decir nada, no te preocupes.- susurró Harry al ver a Louis tan preocupado. Intento tomarle la mano, pero Louis se lo negó al instante.

Solo lo miró fulminándolo con la mirada y se fue del lugar fríamente..

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Capitulo 18 *SIN EDICIÓN CAPÍTULO 18

La tarde fue muy incómoda para ambos después de eso.

Harry se fue a dormir muy temprano para evitar encontrarse con Louis, o en el peor de los casos, con Dániel.

Durante el desayuno evitaban mirarse mientras que Dániel los estuviera viendo.

- Sírveme más jugo. -ordenó el general a Louis, que se encontraba en una esquina del comedor para poder atender a la familia con mayor rapidez.

Louis se acercó e inclinó la botella sirviendo el jugo.

Al terminar pregunto. -¿Alguien gusta más?

-Harry... Creo que desde ayer se quedó con ganas de más.- menciono Dániel en modo burlesco y mirando a Harry con una sonrisa.

A Harry se le enrojecieron las mejillas y sólo indico con el dedo que no.

Lo que restó del desayuno se sentía lo incómodo en el ambiente.

Narra Dániel.

Descubrir que mis sospechas eran ciertas había sido lo más fácil del mundo, ellos mismo lo habían demostrado con su silencio, no pensaba que las cosas serían tan fáciles.

Había pasado el día anterior pensando en cómo lograr que Louis me temiera, ya que si lograba eso con él, automáticamente haría que Harry lo hiciera también.

Había encontrado la manera perfecta, y ya tenía todo listo, sólo me faltaba conseguir que Louis saliera conmigo esa tarde.

Lo cual no sería difícil.

Fin de la narración.

-General Styles, ¿cree que sería mucho pedir si me permite llevarme al judío hoy para que me ayude con algo en el campo?- preguntó Dániel mientras miraba la reacción de Harry.

Harry obviamente lo miró atento, ¿para qué Dániel quisiera llevarse a Louis?

-Claro, no hay problema.- habló August con la boca aún llena de comida.

-Muy bien.- sonrió Dániel. Su sonrisa solo era presente cuando hacia algo malo, lo que restaba del tiempo era callado y se la pasaba observando todo.

-¿Para qué lo quieres?- preguntó Harry sin notar que había hecho que su padre lo mirara raro.

-Para lo que lo quiera hijo, ese judío lo pueden usar para lo que quiera.- habló el padre de Harry mientras comía de una manera muy desagradable.

-Sólo quiero mostrarle algo Harry... No te pongas celoso.- al oír a Dániel mencionar eso a Sofía casi se le caían los platos que llevaba en las manos.

-Sa...sabes que no me refería a eso.- balbuceó nervioso -pero terminando el desayuno tiene que darme mecánica, no estará disponible.- artículo Harry justificando sus preguntas.

-No tardáremos mucho... Sólo le enseñare unas cositas... Si quieres puedes ir, te gustarían a ti también. -habló haciendo que Harry se molestará más.

Louis se encontraba parado escuchando toda la conversación, de una forma le había preocupado mucho, ya que seguro si Dániel quería llevarlo al campo sería por algo de su familia, pero no podía negarse, sabía perfectamente que Dániel lo tenía en sus manos.

-Si Harry, si Dániel dice que no se tardará mucho puedes tomar la clase cuando regresen.- habló su madre intentando hacer que su hijo se quedara callado de una vez.

Su madre había cambiado mucho desde que la guerra había empezado, ya no era la mujer de antes, amorosa y atenta.

Se había convertido en alguien fría y temerosa por el padre de Harry, ella estaba en total desacuerdo con lo que le hacían a los judíos, pero de cualquier forma su voz no importaba.

Harry extrañaba mucho a su madre de antes, él quería contarle lo que le pasaba, quería contarle que estaba... Tal vez... Enamorado.

A Harry no le quedo más remedio más que aceptar, no podía arriesgarse a que Dániel siguiera tirando indirectas sobre lo que le pasaba con Louis, no le convenía en lo más mínimo que su padre se enterara de eso.

Si quería proteger a Louis tenía que hacer todo lo que Dániel le pidiera con tal de que guardara silencio.

Harry se levantó de la mesa intentado no mostrar su lado molesto y salió del comedor.

Dániel delineó sus labios con su lengua y sonrió demasiado satisfecho con lo que había logrado.

Luego él se levantó. -Bueno, con permiso, mejor me apresurare antes de que Harry se enoje más.- mencionó caminado hacia la puerta e indicándole a Louis que lo siguiera.

Narra Louis.

Salí de la casa junto con Dániel y me indicó que subiera al auto junto con él, me pareció normal ya que para llegar al campo caminado tenías que ir por el bosque, que obviamente tenía un camino difícil e incómodo.

-¿Por qué tan serio Wales?- me preguntó colocando una mano en mi hombro mientras conducía el coche.

Al principio no reaccione a ese nombre, pero después recordé que le había dado un apellido falso.

-Porque si.- mencioné moviéndome para que no me tocara.

Comenzó a reír.

-No te preocupes... Yo no soy marica como Harry.- dijo haciendo que me hirviera la sangre, que ofendiera a Harry me había molestado mucho.

Respire muy hondo e intente tranquilizarme, lo que Dániel quería era claramente sacarnos de las casillas para que explotáramos y así poder amenazar con decir lo que me ocurría con Harry.

-Dime para que me has traído.- mencioné.

-Tranquilo... Ya lo veras cuando lleguemos al campo.- habló sonriente.

Me quede en silencio lo que restó del camino, sólo quería que eso terminara de una vez, y que fuera lo que fuera a pasar, pasara de una vez.

Entramos al campo por la parte trasera, del lado en donde se encontraban los hornos.

Dániel detuvo el coche y bajó indicándome que me quedara dentro.

Se acerco a un soldado dándole una indicación y rápidamente se acercó a mí para que saliera.

Salí y sentí como me temblaban las rodillas, no sabía lo que me harían, pero debía ser algo malo. Intentaba tranquilizarme para mostrarme fuerte, pero sinceramente no servía para nada.

Llegaron varios soldados al lugar acompañados de 3 judíos, todos se veían jóvenes, al menos de menos de 30 años.

Los soldados los formaron en frente de nosotros.

Me quedé esperando, no entendía nada de lo que pasaba.

Dániel miró a los judíos y luego me miró a mí, de arriba para abajo.

No decía nada, su silencio me comenzaba a matar.

Sacó un cigarrillo del bolsillo de su traje.

Lo prendió y comenzó a fumarlo, seguía observándome.

Caminó y se colocó atrás de mi, demasiado cerca.

Después me acerco el cigarro a la boca ofreciéndomelo, lo rechace al instante.

-¿Y bien?- preguntó muy cerca de mi oído.

-No entiendo.- comenté muy incómodo.

-¿No entiendes?- pregunté y luego comenzó a reír como un loco.

Me mantuve en silencio.

-¿Sabes que tienes en común tu con estos hombres Louis? Aparte de que son judíos -me preguntó después de unos segundos. Lo miré negando. -¿No sabes?- fingió asombro. –A ver Louis, seré bueno contigo y te dejare escoger, ¿cuál te gusta?- fumaba constantemente su cigarro. Esto tenía que ser una puta broma. Yo seguía sin hablar. -¿Ninguno?- habló acercándose de nuevo a mí por atrás y colocando su mano en mi barbilla, después comenzó a

caminar empujando mi cuerpo con el suyo. -¡Míralos bien! ¿Estás seguro que no te gusta ninguno?- me acercaba demasiado a los hombres.

Negué con la cabeza.

-¡No te preocupes! ¡Harry no se va a enterar! ¡Yo no le diré nada! Te estoy dando la oportunidad de follarte a cualquiera de ellos tres... ¡A ellos le va a encantar eh!- menciono aventándome.

Volví a negar con la mirada en el suelo.

-Bien, yo te los ofrecí.- habló y saco su arma, apuntándola hacia la cabeza de uno de los hombres.

-¿Qué haces?-grité por instinto.

-Digamos que... Quiero enseñarte que les pasa a los maricones en estos lugares.-sonrió y disparó rápidamente a los tres hombres.

Mi cuerpo se paralizó al ver como Dániel mataba a esos hombres en frente de mis ojos.

Por un momento sentí como si me fuera de desmayar, mi cuerpo se debilitó en instantes, en mi cabeza seguían las miradas de los hombres al ver que Dániel había sacado el arma.

Los cuerpos sin vida se encontraban justo enfrente de nosotros y la sangre comenzaba a llegar a mis zapatos.

Yo seguía en estado de shock.

Dániel se acerco a mí y me tomo de la camisa empujadme hacia dentro del coche.

Luego él les dio unas indicaciones a los soldados y subió al coche.

Sentía como mi corazón latía fuerte. No podía olvidar aquella escena. Sentía unas tremendas ganas de llorar. Aunque lo haya intentado controlarme, mis lágrimas comenzaron a descender por mi rostro.

No entendía porque esa persona me quería hacer daño, no entendía porque le importaba que yo estuviera liado con Harry.

No podía borrar los rostros de los hombres de mi mente. Nos dirigíamos a la casa y Dániel se mantenía en silencio.

Cuando por fin me miró solo se dedicó a seguir dañándome. -¿Estas llorando?- preguntó fingiendo tristeza. -¿Te has arrepentido de no habértelos follado? ¡Si quieres podemos regresar! Supongo que sus cuerpos aún no se han enfriado.

No tenía cabeza para escuchar sus palabras, seguía costándome mucho respirar, por cada segundo que pasaba reaccionaba más, y el miedo comenzaba a apoderarse de mi mente.

Pensé en Harry, no permitiría que Dániel le hiciera algo, no permitiría que él le mostrara lo que me había mostrado a mí.

-No te atrevas a meterte con Harry.- mencioné con un hilo de voz.

-¿Por qué? ¿Te interesa acaso?- preguntó y luego me miró.

Yo bajé la mirada.

Si, Harry si me interesaba, lo suficiente para no querer verlo sufrir por culpa de ese idiota.

Llegamos a la casa y estacionó el coche.

Intente bajar lo más rápido que pude, pero Dániel me lo impido deteniéndome, tomándome del brazo.

-¡Te eh hecho una pregunta! ¡Contesta!- gritó. Lo mire fulminándolo. Él comenzó a reír a carcajadas. -¿No me digas que estas enamorado? Jajajajajajajajajajajajaja.

Ya no soportaba eso, me solté a la fuerza de su agarre y salí corriendo del coche, después corrí hacia mi habitación y me encerré en ella, corrí hacia el inodoro al sentir una náusea tremenda.

-Sí, si estoy enamorado.- susurré después de unos segundos mientras me sentaba en el piso del baño.

Fin de la narración.

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Capitulo 19 *SIN EDICIÓN CAPÍTULO 19

Harry observó desde su ventana como Louis salía corriendo del auto de Dániel.

Seguro Dániel le había hecho algo.

Bajó corriendo, intentando averiguar qué pasaba con Louis.

Antes de salir de la casa se encontró con Dániel mientras entraba riendo.

Se acercó violentamente. -¿Que le hiciste?- gritó empujándolo con las palmas de sus manos.

-Ah tranquilo Harry, si yo apenas voy llegando.- dijo desentendido.

-¡No te hagas el idiota!- gritó Harry aún más enojado.

-Compruébalo tú mismo...- mencionó dándole espacio para que saliera a buscar a Louis.

-¡Te lo advierto, si le hiciste algo te mato!- dijo Harry mirándolo a los ojos y amenazándolo.

Salió de la casa mientras lo empujaba bruscamente.

Se dirigió al garaje para comprobar que Louis estuviera bien, lo había vistó bajarse del coche muy alterado y le aterraba la idea de que Dániel le hubiera hecho algo a él o a su familia.

Tocó la puerta y nadie respondió.

Continuó tocando por unos minutos, pero nadie contestaba. Sabía que él se encontraba adentro porque lo había visto entrar.

Al no obtener respuesta abrió la puerta de la habitación y entró.

-¿Louis?- gritó Harry buscando dentro del cuarto. -¿¡Louis!?- preguntó impresionado cuando miró que él se encontraba en el piso del baño en posición fetal.

-¿Louis que tienes?- Harry se había alterado más cuando notó que él lloraba, gracias a que sus ojos estaban muy rojos y cristalizados.

Louis se puso de pie sin contestarle a Harry y limpió sus lágrimas. Luego intentó salir de la habitación, pero Harry se lo impidió.

-¿Que te hizo?... ¿Qué te hizo Dániel?- susurró mientras lo detenía por el brazo.

Louis dio un gran suspiro y se quedó quieto por unos segundos.

-Dímelo Lou.- Louis se sorprendió al escuchar con el apodo con el que Harry lo había llamado, así sólo lo solían llamar sus hermanitas.

Harry casi tenía la edad de su hermana Lottie, mirando sus ojos recordaba a sus hermanas. Recordaba que antes de la guerra siempre estaban como Harry, sonrientes e inquietas.

Tal vez era por eso que Louis sentía cariño por él. Pensó que lo que sentía por Harry era solo cariño, como el cariño que sentía por su familia.

Harry se acercó más a Louis sin soltar su mano.

-Dániel no te volverá a hacer daño, te lo prometo...- susurró envolviéndolo en un abrazo.

Louis succionó el aroma de su piel al estar tan cerca del pequeño.

Esta vez, Harry no podría hacer nada para protegerlo, esta vez Louis era el que tenía que protegerlo de Dániel.

Si Dániel le había mostrado eso era porque seguro era una forma de advertirle que se alejara de Harry, si no quería que terminara de igual manera que a los otros hombres.

"Tengo que protegerlo" pensó Louis.

Se soltó del abrazo de Harry y comenzó a caminar por la habitación.

No había mencionado una sola palabra en todo ese tiempo, pero era hora de que comenzara a arreglar el lío en el que estaba metido.

-Harry...- habló bajo mirando a otro lado. Harry lo miró atento y un poco confundido. -Tenemos que olvidarnos de lo que pasó.- mencionó después de unos segundos.

Harry creía que no entendía a lo que Louis se refería.

-No sé de que hablas.- habló en forma dudosa. Comenzaba a pensar lo peor, y lo único que hacía era rogar por qué no fuera lo que pensaba.

-¿No sabes a lo que me refiero?- preguntó Louis elevando su tono de voz.

-No.- Harry se negaba a entender, lo que claramente ya había entendido.

Louis seguía con los ojos llorosos.

-¡Tenemos que terminar con esta mierda! ¡Con este jueguito que tenemos!- gritó explotando por completo.

-¿Para ti es eso?- preguntó también subiendo su tono de voz. -¿Para ti es sólo un juego de mierda?-Harry lo miraba con desespero en los ojos, no entendía la actitud de Louis.

Louis caminó por la habitación intentado no cruzarse con los ojos de Harry, lo único que quería era borrar esa mirada de su mente, aceptar de una vez que él no sentía amor por Harry.

-¡DIMELO!- gritó desesperado al ver que Louis no reaccionaba. -¡Hazlo! ¡Dímelo! ¡Dime que esto solo es un juego! ¡Dime que lo que me pasa contigo se va a acabar pronto como se acaban los jugos!

-A ti no te pasa nada conmigo ¿okey? Simplemente lo que nos une es la pasión de aquella noche en el jardín, eso es todo.- habló Louis amenazando a Harry.

Por otro lado Harry sentía ganas de vomitar, las emociones que sentía en esos momentos nunca antes las había sentido. Sentía sus huesos acalambrarse y su mente a punto del colapso, mientras que también sentía como su corazón se debilitaba.

-¿Un momento de pasión? No sé porque me sorprende...- susurró después de unos segundos de haberse mantenido en silencio.

Louis lo miró. Él se veía realmente preocupado. -Sólo... Déjalo Harry, por tu bien y por el mío. Deja de buscarme, no quiero que vuelva a pasar nada entre nosotros.- Louis tomó una actitud menos grosera al ver la reacción de Harry. Pero evitaba a toda costa mirarlo a los ojos, temía terminar en sus brazos.

-¿Por qué? ¿Por qué quieres que lo deje? si tu eres quien lo ha empezado, tu empezaste todo Louis.

-No quiero que vuelva a pasar, eso es todo.

-¿Por qué?- esa pregunta provocó que Louis comenzara a sudar, él nunca había sido bueno mintiendo, pero tenía que hacerlo, no podía decirle a Harry que era porque Dániel lo había amenazado de muerte, y mucho menos que era porque comenzaba a sentir algo fuerte por él.

-Po...por mi religión, no me lo permite.- balbuceó diciendo lo primero que le había venido a la mente.

-¿Qué? ¿Hablas enserio?- habló Harry molesto.

Louis se encogió de hombros en respuesta.

Harry comenzó a moverse atreves de la habitación. Llego hasta la ventana y dio un fuerte golpe

con su puño.

-¡Por tu puta religión es porque estás aquí! ¡Por que carajos sigues siéndole fiel!!- comenzaban a cristalizarse sus ojos.

No había cosa que molestara más a Louis que alguien que cuestionara su fe, si él estaba pasando por lo que pasaba era por culpa de los putos nazis. No por su religión.

-¡Estoy aquí por ustedes! ¡Por las estúpidas ideas nazis! ¡Así que no intentes culparme de algo que es su culpa!- los gritos comenzaban a ser más fuertes cada vez.

Se miraron por unos segundos, Louis no encontraba las palabras para terminar esa discusión, sólo quería que Harry se fuera lo más pronto posible.

-Mira... Sólo olvida todo lo que pasó y listo...- susurró esta vez mirándolo.

Harry negó con la mirada.

-Por favor- rogó Louis.

-No podré.-mencionó Harry mirando al piso, Louis notó como la primera lágrima salía.

-Si podrás. Recuerda que no fue nada, sólo sexo.- Louis recordaba cada que podía que sólo había sido sexo para poder borrar los sentimientos que nadaban por su cuerpo en esos momentos.

-No.- habló Harry decidido.

-Entonces haz lo que quieras, pero a mí no me volverás a tener.- mencionó mientras intentaba salir de la habitación, ya no soportaba eso.

-¡No! ¡Eh dicho que no! ¡Eso no se hace! ¡No puedes hacer eso!- gritó Harry tomándolo del brazo estrujándolo violentamente.

Louis lo miró enojado. -¿Por qué?- gritó- ¿porque si no volverás a acusarme de robo para vuelvan a golpearme como la otra vez? ¡HAZLO! ¡Quiero ver que lo hagas! ¡Pero esta vez diles que me maten! ¡Porque yo ya no soporto esto Harry, ya no!- mencionó eso mientras una lágrima de coraje salía por sus ojos.

Harry lo soltó y Louis salió de la habitación cerrando la puerta.

Harry se recargó en la pared y lentamente fue descendiendo hasta el piso.

-No puedes hacer eso, porque eso no se le hace a las personas que te quieren Louis.- susurró mientras abrazaba sus rodillas y escondía su cabeza en ellas.

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Capitulo 20 *SIN EDICIÓN CAPÍTULO 20

Louis salió de la habitación corriendo.

Se escondió detrás del garaje, no quería que nadie lo viera.

Narra Louis.

Mis rodillas temblaban de manera excesiva, no podía definir lo que sentía en esos momentos, quería regresa y abrazar a Harry lo más fuerte posible, no quería que esto se acabará. No quería alejar lo de mí. Mi puto miedo era el culpable de todo.

Pero no había esperanzas de nada, yo no podía estar enamorado de ese niño, era completamente imposible.

Respiraba agitadamente y apenas podía mantenerme pie.

Poco a poco las fuerzas que tenía se debilitaban más.

Ya no quería seguir luchando, ya no quería vengar a mi abuelo, ya ni siquiera quería proteger a mi familia. Lo único que quería era largarme de ese lugar, alejarme de esas personas que sólo me dañaban.

El amor, la más mortal de todas las cosas mortales; te mata cuando lo tienes...Como cuando no lo tienes.

A mis 23 años de edad se podía decir que estaba muriendo de miedo. Miedo de todo, pero sobre todo de Harry. Miedo de sentirme así estando con él.

Lo único que podía esperar era que alguno de ellos decidiera matarme, que toda esta mierda de vida que tenía terminara.

Fin de la narración.

Harry salió del garaje después de unos minutos, se había tomado tiempo para calmarse.

Las cosas definitivamente se le habían salido de control, él no planeaba eso, no planeaba derramar una sola gota por Louis, ¿Por qué lo hacía entonces?

Pero para él era inevitable quitarle a su cuerpo las ganas de llorar.

Entró a la casa evitando a toda costa encontrarse con alguien.

Su padre y Dániel se encontraban en el despacho, así que no tuvo problema con ellos, que prácticamente eran más personas que más odiaba en esos momentos.

Subió a su habitación para encerrarse en ella y olvidarse del mundo, pero su plan se fue a la mierda cuando encontró a Sofía haciendo la limpieza ahí adentro.

-hola mi niño, ¿como estas?- preguntó sofí sin haber notado sus ojos llorosos.

Harry no contesto, se tiró a la cama quedando boca abajo. Se sentía verdaderamente cansado, lo único que quería era dormir, dormir hasta que se olvidara de todo lo que pasaba. -¿Harry?preguntó acercándose a él. Harry seguía sin contestar. -¿Harry estas bien?

Sofí se sentó en la cama y comenzó a acariciar el cabello de Harry, eso siempre lo tranquilizaba.

Ella se quedo ahí hasta que Harry decidió mirarla. Ya no lloraba, pero sus ojos estaban muy rojos.

-hola.

-¿Dime que ocurrió?- preguntó ella hablando suave.

-Ya no quiero "estar enamorado" -mencionó haciendo que Sofí dejara salir una leve risita.

-¡Hablo enserio sofí!

-Está bien amor.- comentó ella con una sonrisa.

-¿Qué? ¡No, no está bien!

-Ok, ¡no está bien!- Harry la miro molestó y luego se dio la vuelta muy enojado. -Verás amor, digo que está bien porque simplemente lo está. Yo no te puedo decir que sentir, ni siquiera tu mismo lo puedes decidir. Uno no es culpable de los sentimientos, pero si puede decidir qué hacer con ellos.

Harry la miro, ¿por qué demonios sofí siempre tenía razón en todo lo que le decía?

-Está bien.- mencionó Harry de manera dudosa.

Sofía se acercó a él y le dio un gran abrazo. -Tú vas a saber qué hacer, sólo tienes que pensar en lo mejor para ustedes, no para los demás. -mencionó durante el abrazo.

Al menos Harry ya no se sentía tan mal.

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Así pasaron 20 días, Harry había dejado sus lecciones de mecánica, de hecho ya ni siquiera se veía con Louis si no era en las comidas, evitaba mirarlo a toda costa.

No se podía decir exactamente que Harry había vuelto a su vida de antes, porque ahora solo salía de su habitación para desayunar, comer y cenar. Tenía días sin poner un solo pie fuera de la casa.

Su amigo Zayn estaba en Suecia, sus padres lo habían mandado a pasar una temporada haya mientras que la guerra se calmaba un poco.

Harry estaba completamente solo, la única persona con la que a veces hablaba era con Sofí, pero él siempre la evitaba, ya que ella solo quería convencerlo de saliera al jardín. O algo así.

Harry se mantenía ocupado en libros, había decidido leer todos los libros que se encontraran en su casa. Los libros lo ayudaban, eran como una clase de amnesia para él, pero en cuanto dejaba

de leer alguno, le venían a la mente imágenes de la noche en el jardín con Louis. Así qué por eso, no dejaba de leer ni por un segundo.

Por otro lado, Louis estaba sobreviviendo. Tenía que aceptar que las cosas sin Harry no eran fáciles, sin las lecciones de mecánica tenía toda la mañana libre, así que los soldados lo obligaban a ir al campo a trabajar, para después en la tarde servir en la casa. No tenía ni un solo momento libre, apenas dormía. Había días que pasaba sin comer nada, había perdido mucho peso. En una ocasión se encontró con Harry en la cocina, y él solo lo ignoró y se fue.

Eso era lo que él quería, que Harry se alejara de él, pero en una forma le dolía que lo ignorara de esa manera.

No había visto a su familia desde el día en el que Harry lo había llevado al campo, no tenía ni idea de cómo iban las cosas para ellas.

Dániel y el padre de Harry se habían hecho inseparables, siempre estaban juntos y siempre molestaban a Louis juntos. Parecía que tenían algo personal contra él.

No quedaba nada para Louis, sólo esperar, seguir esperando el momento en el que todo se acabara para él.

Era un domingo por la noche, la familia Styles se encontraba por tradición cenando en el comedor principal.

-¿Y dime hijo, como van tus lecciones de mecánica?- preguntó August intentando hacer hablar a Harry. En todo ese tiempo el no había dicho ni una sola palabra y apenas había probado la comida.

Harry jugaba con los cubiertos.

-Lo he dejado padre.- habló sin mirarlo.

-¿Por qué?- preguntó interesado su padre, la verdad es que sólo quería sacarle plática a Harry, no le gustaba que él se encontrara perdido durante toda la comida.

En ese momento Louis salió de la cocina y se colocó en la esquina de siempre para estar al servicio de la familia.

-Porque me eh dado cuenta que la mecánica no es lo mío, me aburre mucho. -mencionó Harry intentado no mirar a Louis.

-Qué raro eh, yo juraba que te encantaba "la mecánica"- dijo Dániel refiriéndose obviamente a Louis.

Harry tragó saliva al ver que Louis lo miraba.

-No, es muy aburrida, eso es todo. ¿Me puedo retirar padre?- habló poniéndose de pie de la mesa y prácticamente huyendo del lugar.

-pero hijo, no has comido nada...- habló su padre intentando frenarlo.

Harry iba tan apresurado hacia la puerta,huyendo de sus propios pensamientos que no notó cuando su pie se atoró en la pata de una silla, así que calló de frente.

Louis se acercó rápidamente a ayudarlo.

-¿Está bien?- preguntó agachándose y levantando su cuerpo junto con el de él.

Al hacer eso provocó que hubiera contacto visual entre ellos, algo que no habían tenido desde hace semanas.

Se miraron a los ojos por unos segundos. Louis seguía teniendo a Harry entre sus brazos.

-¡Suéltame!- exclamó Harry molesto. - judío de mierda.- mencionó saliendo del comedor azotando la puerta.

Dániel comenzó a reír a carcajadas, mientras que todos los demás se quedaron algo confundidos por esa acción.

Louis de disculpo y entró a la cocina, seguía exaltado por lo que acababa de ocurrir.

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Narra harry.

Corrí a mi habitación y me encerré dentro de ella.

¿Has estado alguna vez enamorado? Es horrible, ¿verdad?, te hace tan vulnerable. Abre tu pecho y abre tu corazón y significa que alguien puede meterse dentro de ti y echarte a perder. Construyes todas esas defensas, te fabricas toda una armadura para que nada te pueda hacer daño, y entonces una persona estúpida, que no es diferente de cualquier otra persona estúpida, entra como si tal cosa en tu estúpida vida... Les das un trozo de ti. Ellos no lo pidieron. Hicieron algo estúpido un día, como besarte o sonreírte, y entonces tu vida deja de ser tuya. El amor toma rehenes. Se mete dentro de ti. Se alimenta de ti y te deja llorando en la oscuridad, una frase tan simple como "quizá deberíamos ser sólo amigos" o en ni caso "debemos terminar con esta mierda" se convierte en un trozo de cristal introduciéndose en tu corazón. Duele. No sólo en la imaginación. No sólo en la mente. Es un dolor en el alma, un verdadero "semetedentrodetiytedestroza" dolor. Odio el amor. Si es que dé puede decir que lo que siento por louis es amor.

Fin de la narración.

-¿Harry puedo pasar?- preguntó Sofía abriendo lentamente la puerta. Harry suspiro y se volteó hacia la ventana. -¿Harry que es lo que pasa?.....- susurro acercándose a él.

Harry no contestaba, seguía observando la ventana.

Sofía colocó su mano sobre el hombro de Harry.

Harry se volteó a mirarla.

Ella le dio un abrazo.

-Está bien amor.- hablo mientras acariciaba su espalda.

-Me gustaría decir que lo está Sofí, pero no lo está.

-Pero lo va a estar, sólo tienes que esperar.

Harry sabía perfectamente que la solución a cualquier problema era el tiempo, pero él no quería esperar, sólo quería que Louis desapareciera lo más pronto posible.

Bajó la mirada y negó con su cabeza. Después de unos segundos Sofí lo tomó de la barbilla haciendo que la mirara. -Al final el amor que recibes es equivalente a el amor que das... ¿Por qué has tratado así a Louis cuando él solo intento ayudarte?

Él dejó salir un suspiro. -No lo se... Es sólo que me frustra demasiado esta situación... Y también me frustra tener que esforzarme tanto para que él con solo una mirada me vuelva a tener a sus pies....-Harry volvió a bajar la mirada.

-A veces, uno cree que todo lo ha olvidado, que el óxido y el polvo del tiempo ha destruido ya completamente lo que, a su voracidad, un día confiamos. Pero basta un sonido, un olor, un tacto repentino e inesperado, para que, de repente, el aluvión del tiempo caiga sin compasión sobre nosotros y la memoria se ilumine con el brillo y la rabia de un relámpago, y recuerdes exactamente el porqué de las cosas.

Harry sonrió al escuchar esas palabras, ella tenía tanta puta razón en cada frase que decía.

-Ahora ve y discúlpate con Louis por lo que pasó. - ordenó sofí de manera amable y sonriente.

Harry lo dudó por unos segundos, definitivamente eso iba en contra de todos sus principios, mira que pedirle perdón a un judío por tratarlo mal.

Tenía que aceptarlo, para él, Louis no era solo un judío, de hecho eso era lo que menos era para él.

Sofí le dedicó una sonrisa y salió de la habitación para darle espacio, que pensara las cosas, ella sabía que no sería fácil para Harry hacer eso.

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-¡Wales!- le gritó Dániel a Louis que se encontraba en el jardín regando las plantas.

Eran las 8 de la noche y la familia Styles había salido de la casa, incluyendo a Harry.

-Dígame señor...- habló Louis sin mirarlo.

-El general me ah encargado unos trabajitos extra para ti...- mencionó Dániel con una sonrisa de maldad.

Louis rodó los ojos, llevaba toda la mañana y la tarde sin parar, estaba demasiado cansado, y regar el jardín era su último deber.

-Tranquilo... Te encantara. Debes ir a la habitación de Harry y reparar la tubería de su bañera antes de que vuelvan del pueblo, así aprovechas y te pones a fantasear con la ropa sucia de Harry...- Louis ya estaba acostumbrado a las faltas de respeto de Dániel, así que sólo lo ignoró y se dedicó a terminar su trabajo para después reparar lo que le pedían.

Después de unos minutos terminó su trabajo en el jardín y entró a la casa para subir a la habitación del pequeño Harry.

Entró dudoso, por alguna razón temía encontrarse con él, aún sabiendo que Harry se encontraba en casa de su abuelo.

Al notar que nadie se encontraba ahí dentro, cerró la puerta quedando sólo en esa habitación.

Rápidamente entró al baño y comenzó a reparar la tubería, sin pensar en nada más que en su trabajo, no le tomó mucho tiempo cuando ya había terminado, sólo había sido necesario atornillar algunas tuercas que se encontraban sueltas.

Después recogió las herramientas y se dirigió a la salida de aquella habitación.

Hasta ese momento se percato de que ahí se podía respirar el aroma de Harry por todos lados, su cama estaba perfectamente tendida, y al igual que su ropa, todo estaba ordenado. Bajó la caja de herramientas.

Louis caminó por la habitación tocando todo con las yemas de sus dedos. Sentía como sí Harry estuviera ahí con él.

Aunque intentara no hacer lo que Dániel le había propuesto, no pudo evitar tomar una camisa y llevársela a la cara para aspirar todo su olor.

Narra Louis.

Me sentía como un enfermo haciendo eso, pero se sentía tan bien poder sentirlo tan cerca.

Cada cosa en ese lugar me recordaba al pequeño travieso que yo había conocido, al que me había echado una jarra de agua en los pantalones o al que se había metido a mi baño mientras

yo me duchaba.

Poco a poco sentí como mi mano comenzaba a deslizares suavemente sobre mi abdomen, me quedé en silencio y comencé a sentir como si esas caricias me las estuviera proporcionando el mismo Harry.

Sentía un calambre llegar a mi entrepierna.

Cuando mi mano ya estaba a punto de llegar a mi miembro noté que en el escritorio de la habitación se encontraba una máquina de escribir.

Saqué mi mano de mi pantalón y me acerque a ella.

Extrañaba tanto a una como esa, antes de la guerra me gustaba mucho escribir mis pensamientos cuando estaba abrumado o confundido, por alguna razón el sonido de las letras al ser aplastadas por mis dedos me tranquilizaba.

Me senté enfrente de ella y la toqué suavemente.

No pude evitar colocar una hoja en ella para comenzar a escribir. Necesitaba liberar mis sentimientos.

Apenas mi dedo apretó la primera letra, no pude parar hasta ya haber escritó una frase completa.

Escribí exactamente lo que mi corazón sentía en esos momentos.

"No eh podido dormir últimamente, necesito decirte que te extraño, aunque suene muy cursi. Aunque no lo creas has llenado mi vida de luz, aunque suene religioso. Me gustaría pasar cada segundo de mi vida contigo, aunque suene soñador. Quiero llenarte de mí en todos los sentidos (siendo sincero, hoy casi me masturbo pensado en ti) aunque suene enfermo. Te odio, aunque suene satánico. Te amo, aunque suene estúpido y prematuro."

Sonreí al ver lo que había escrito, escribir siempre me hacia liberarme de todo, aunque no quisiera aceptarlo con mis palabras.

Fin de la narración.

-¿Louis que haces aquí?- preguntó la voz de Harry, haciendo que Louis saltara de la silla y se volteará a mirarlo.

-So...Sólo eh venido a reparar unas cosas, ya me voy.- balbuceó nervioso y con sus manos tentó la máquina de escribir hasta encontrar la hoja que había escrito para esconderla.

Después intentó salir lo más rápido posible, no quería que Harry se diera cuenta que llevaba eso en sus manos.

-Louis necesito hablar contigo.- susurró Harry mirándolo algo confundió por su actitud.

-Este... Si quieres luego, es que Dániel me necesita..- habló y salió casi corriendo de la habitación cerrando la puerta tras él.

Harry sólo suspiró.

Se quitó la ropa y se metió a la cama para dormir.

El gran problema es fue Louis nunca se percató de que la hoja que él había escrito seguía exactamente en el mismo lugar de donde él la había dejado, o sea alado de la máquina de escribir de Harry. Y la hoja que él se había llevado era una hoja completamente en blanco.

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Capitulo 21 *SIN EDICIÓN Louis llegó hasta su habitación sin parar un solo instante, había escuchado la voz de Daniel hablarle, pero eso no lo había detenido, corrió hasta poder encerrarse en su habitación, lo único que deseaba era desasearse de ese escrito que revelaba sus sentimientos hacia Harry.

Al estar ahí dentro desdobló el papel que gracias a sus nervios había quedado hecho bola. Al desdoblarlo se llevo una enorme sorpresa al notar que estaba completamente vacío, comenzó a revisar el papel desesperadamente, creyendo que solo era un error y que aquel texto aparecería en el papel en cualquier momento. Pero no, no apareció.

Louis se recargó en la pared tratando de asimilar lo que acababa de pasar, había dejado aquella hoja en la habitación de Harry, y Harry se encontraba ahí adentro, eso significaba que en cualquier momento podía leerla, o ya la había leído.

Miles de ideas, de pensamientos de Harry comenzaron a inundar su cabeza, preguntándose en cómo reaccionaria el pequeño a leer ese escrito, se dio un leve golpe al recordar lo que había hecho, definitivamente tenía que volver a la habitación y recuperar el papel.

Se asomó hacia la casa, notó que las luces de la habitación de Harry se encontraban apagadas, pero las luces de la habitación de Daniel seguían prendidas, ahora solo le quedaba esperar hasta que todos durmieran para poder entrar y recuperar sus sentimientos escritos, literalmente.

Se sentó en el suelo y esperó impaciente hasta que las luces de la casa se apagaran por completo. Por unos momentos estuvo a punto de mandar todo al carajo y subir por la puta carta de una vez, pero siempre lograba controlarse, no podía arriesgarse lo más mínimo.

Los minutos pasaron como días, Louis estaba a punto de explotar de estrés por los nervios. Solo habían pasado 15 minutos desde que había vuelto a su habitación, las luces de la casa aun seguían prendidas.

La combinación del estrés y la preocupación provocó que le se le comenzaran a cerrar los ojos, estaba demasiado cansado por todo el trabajo que tenía que hacer últimamente y no pudo evitar mantenerse despierto al sentir sus parpados cerrarse lentamente.

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Eran las 3 de la mañana y el frio de la noche comenzaba a congelarle los huesos, se dio cuenta de que todavía no había cumplido su misión de recuperar el papel de la habitación de Harry. Obviamente todos en la casa ya se encontrarían dormidos así que no tuvo que esperar ni un minuto más para poder entrar.

Se pusó de pie y limpió los restos de saliva seca que se encontraban en la esquina de su boca. Caminó hasta la casa y abrió la puerta muy lentamente, lo que menos quería era que alguien despertara y pensaran que estaba ahí para robar algo o para hacer algo malo. Al principio le fue difícil, ya que las escaleras de madera provocaban que hiciera demasiado ruido al subirlas.

Cuando llegó hasta el piso de arriba, que era en donde se encontraba la habitación de Harry suspiró al notar que nadie se había percatado de su presencia en la casa.

Se acercó a la habitación del chico y abrió la puerta lentamente para no despertarlo. Cuando ya se encontraba adentro, cerró de nuevo la puerta, no quería arriesgarse a ser visto por alguien.

Escuchó los ronquidos por parte del pequeño, no pudo evitar acercarse para poder observarlo mejor. Se veía tan adorable con la boca entreabierta y los ojos completamente cerrados, acarició su cabello con una sonrisa y después movió la cabeza en señal de que debía de concentrarse en recuperar la hoja rápido para poder salir de ahí.

Se acercó a la máquina de escribir y se dio cuenta que en serio había cometido un gran error, ya que la hoja seguía exactamente en donde terminaba el texto, eso significaba que ni siquiera la había sacado de ella.

Tomó la hoja y sin darse cuenta de que seguía aun sujeta en la maquina la levantó, provocando que la maquina cayera de nuevo sobre la mesa, haciendo un ruido bastante fuerte.

Tragó saliva y rogó porque no hubiera despertado a Harry, pero sus rezos no sirvieron para nada.

La luz se encendió.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Harry mas asustado que confundido. Se encontraba sentado sobre la cama y frotaba sus ojos para poder comprobar que Louis era quien se encontraba en su habitación.

-So... Solo eh venido por algo que olvide cuando arreglaba la tubería- balbuceó Louis intentado esconder el papel.

Harry notó eso y se puso de pie para acercarse.

-¿Que tienes ahí?- preguntó intentando tomar el papel de las manos de Louis, pero él reaccionó asustado, negándoselo a Harry.

-¡No, no es nada!- habló Louis mientras sentía que sus rodillas temblaban al no poder alejar a Harry de él y evitar que leyera el papel.

-Solo déjame verlo, para comprobar que no es nada.

-No, tengo que irme.- mencionó intentando salir como fuera posible.

-¡Déjame verlo!- hablo Harry tomándolo del brazo y acercándolo a él mientras lo miraba a los ojos. –No saldrás de aquí hasta que me des ese papel.

Louis temblaba de miedo por el simple hecho de pensar que Harry leyera eso, en especial la parte de "siendo sincero, hoy casi me masturbo pensando en ti" no habría forma de que él le entregara ese papel, preferiría hacer cualquier otra cosa, estaba deseando hacerlo.

Hicieron silencio y los besos hablaron.

Louis se acercó a su boca y comenzó a besarlo, pensó que esa sería la forma perfecta de hacer

que Harry olvidara el maldito papel.

Al principio fue un beso lento y tímido, pero en cuanto Harry reaccionó de lo que pasaba lo convirtió en un beso lleno de pasión, era como si quisiera comunicarle mediante ellos todo lo que lo había extrañado.

Soltó su brazo para tomar su cintura y así acercarlo más a él. Louis perdió en control apenas Harry tocó su piel, era algo que no podía evitar, había extrañado tanto esas benditas manos que no pudo evitar ponerse duro solo en segundos.

Ambos se besaban desesperados, pensaban que en cualquier momento alguno podía desaparecer y arruinar el momento que vivían. El sabor de la sangre se hacía presente durante el beso. Louis recargó a Harry contra la pared y se separó de sus labios, haciendo que se miraran a los ojos, eso no provocó que frenara, al contrario, provocó que deseara más intensamente el cuerpo del menor.

Comenzó a frotar su cuerpo contra el de Harry, desesperado por sentir que eran solo uno. Harry por otro lado pasaba sus manos por todo el abdomen de Louis por dentro de la camisa, hasta llegar al momento de comenzar a desabrocharle los botones para retirársela, haciendo que su abdomen quedara desnudo.

Louis se retorció al sentir el frio sobre su piel desnuda, esa noche hacia demasiado, pero eso no le importaba.

Harry se separó de sus labios y lo miró para intentar adivinar el motivo de aquel movimiento, notó que su piel se encontraba muy fría, indicándole que seguro Louis moría de frio, le dio una sonrisa y se quito su swetter de tejido con el que dormía.

-Mío.- susurró en los labios de Louis mientras le colocaba el swetter encima.

Louis era más chico físicamente que Harry, eso hacía que el swetter le quedara grande y sus mangas cubrieran por completo sus manos.

Louis colocó sus manos alrededor del cuello de Harry y se dejó ser controlado por él. Al sentir eso Harry lo comenzó a guiar por el cuarto, intentando llegar hasta la cama, pero en vez de eso chocó contra el pequeño escritorio en donde se encontraba su máquina de escribir.

Recargó a Louis contra el escritorio y siguieron besándose, Harry sintió las manos de Louis desabrochando su pantalón y adentrándose para tocar su miembro.

Dejo salir un pequeño gemido por tal acción y comenzó frotarse contra Louis para provocar que su tacto fuera más intenso.

Estaba tan necesitado de él que quería hacerlo suyo ahí, en aquella mesa, sin importarle nada.

Se separó de los labios de Louis y con su mano tiro todas las cosas que se encontraban en el escritorio, incluyendo la máquina de escribir, que hizo un gran ruido al estrellarse contra el piso.

Subió a Louis al escritorio y se colocó entre sus piernas.

Louis paró al escuchar ruidos fuera de la habitación, miró por la ventana y pudo notar como la luz de la habitación de Daniel se encontraba prendida.

-¡Para! Alguien viene.- susurró alejando a Harry de él, que al principio se negaba a retirarse, terminó aceptando.

Louis entró en pánico, había estado tantos días evitando que Daniel lo viera cerca de Harry, y la única noche en la que podían estar juntos los descubriría.

Recordó la carta. Comenzó a buscarla desesperado entre todos los papeles que se encontraban en el piso. Pero fue inútil, el tiempo se le acababa y necesitaba salir de ahí.

Abrió la ventana y saltó hacia el jardín justo en el momento en el que Daniel abrió la puerta de la habitación, Harry se sentó en la cama y rápidamente tapó su erección con un cojín.

-¿Que quieres Daniel!?

-Se ha escuchado un gran golpe .. Quería asegurarme de que todo estuviera bien...- mencionó Daniel confundido por todo el desorden que se encontraba en el cuarto de Harry.

-Pues como ves todo está bien, estaba escribiendo y sin querer tiré mi maquina, ¡ahora lárgate!Daniel no dejó de observar raro a Harry, pero estaba más dormido que despierto, así que solo salió de la habitación y cerró la puerta.

Harry suspiró al ver que se lo había tragado todo, después se asomó por la ventana para ver si Louis se encontraba bien, pero él ya no estaba ahí.

Lanzó una maldición por haber sido interrumpido en el mejor momento y lanzó el cojín violentamente a la cama.

Después se resignó y se agachó para comenzar a recoger todos los papeles que había tirado al piso.

Notó que una hoja no le era familiar y recordó que era la misma que Louis intentaba esconderle, luego la abrió para leer su contenido.

"No eh podido dormir últimamente, necesito decirte que te extraño, aunque suene muy cursi. Aunque no lo creas has llenado mi vida de luz, aunque suene religioso. Me gustaría pasar cada segundo de mi vida contigo, aunque suene soñador. Quiero llenarte de mí en todos los sentidos (siendo sincero hoy casi me masturbo pensado en ti) aunque suene enfermo. Te odio, aunque suene satánico. Te amo, aunque suene estúpido y prematuro."

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Capitulo 22 *SIN EDICIÓN

Al día siguiente, Harry despertó casi a las 2 de la tarde, había pasado gran parte de la noche intentando entender aquel texto que se encontraba en la hoja. Por esa razón no había podido dormir bien. No entendía nada.

¿Por qué los cambios de actitud tan drásticos de Louis? Primero le había dicho que no quería nada con él y que todo era un juego. Pero en la hoja decía claramente que lo amaba, aunque también que lo odiaba.

Decidió que la mejor forma de salir de esa duda seria hablarlo con Louis.

Tomó un baño y se puso ropa limpia, al terminar bajó a buscar a Louis. Todo se encontraba en silencio, como si no se encontrara nadie en la casa, entró a la cocina y ahí dentro estaban Sofía y Louis cortando una gran cantidad de verduras.

-Buenos días...- susurró Harry para hacerles saber que se encontraba ahí.

-¿Días? Mi niño ya son tardes, son las 2- mencionó Sofía acercándose a él y plantándole un beso en la frente.

Louis no contestó nada, ni siquiera lo miró. Tenía su mirada en lo que hacía. Harry lo observó por unos segundos. Sofía notó claramente lo que pasaba.

-Tengo que irme a hacer... una cosas.-mencionó guiñándole el ojo a Harry, después se acercó y susurró muy bajo.-somos los únicos en la casa, siéntete seguro de cualquier cosa.- salió de la cocina con una sonrisa.

Harry siguió observando a Louis, pero no sabía qué decir. Por otro lado Louis se veía bastante nervioso, suponía que Harry ya había leído la carta, él no podía permitir que Harry se diera cuenta de lo que pasaba, bueno, al menos lo único que quedaba era negarlo.

-Sobre lo de ayer...- mencionó dejando de cortar la verdura, Harry lo interrumpió.

-Ha sido increíble.- habló haciendo que Louis se ruborizara y mirara al suelo.

-No, ha sido un error, nunca debí haberte besado, lo siento mucho.

-¡Ah!... eso, también ha sido bueno, me refería al escrito.-mencionó Harry con una sonrisa tímida.

Louis abrió los ojos excesivamente y tragó saliva.

-se supone que no debías haber leído eso.- comenzó a cortar de nuevo.

-¿Por qué? Eh amado cada palabra de esa hoja.- Louis lo miró sorprendido, pero después recordó la situación en la que se encontraban, sobre todo lo que tenía que ver con Daniel.

-No encuentro razón para que te haya gustado.

-ni yo, eso es porque me gusta tanto, porque no hay razones para amarla y aun así la amo.

Louis se quedó en silencio unos segundos, cada segundo que pasaba sentía que el tiempo lo aplastaba, cada cosa que hacía por alejar a Harry la hacía también para protegerlo y protegerse a él mismo de cualquier cosa que Daniel lo hubiera querido amenazar con lo que le mostró.

-Pues ahora solo supéralo, no nada importante.- habló el mayor mirando hacia otro lado.

-¿Cómo puedes decir eso? Ahora no me queda duda de que sientes algo por mí, ¿por qué te niegas a aceptarlo?- Harry comenzaba a reaccionar de una forma desesperada, era solo que la actitud de Louis le frustraba demasiado, él no entendía un carajo de esa situación.

-Harry ese papel era solo mierda, no lo tomes como algo importante. Louis seguía sin mirarlo.

Un silencio incomodo inundó la habitación.

Harry no decía una palabra. De hecho no lo hacía porque sabía que si abría la boca diría cosas que no debía decir. Su enojo subía cada vez más. Pero su esfuerzo por mantenerse callado no duró mucho.

-¿Estas orgulloso de decir lo que dices?- habló buscando la mirada de Louis. Él no entendió el sentido de su pregunta así que se quedó callado.

-Esto es solo un juego que no va a terminar hasta que me vaya de aquí, o que el peor de los casos me maten.-habló Louis después de unos minutos.

-Ya te dije que no te van a hacer nada, no lo permitiré.

-No quiero que lo hagas, solo quiero que te alejes de mi.

Harry lo miró realmente enfadado. -¿Cuantos putos años tienes? ¡Sabes que necesitas que te ayude! ¿Por qué carajos te niegas a cualquier cosa que venga de mí? ¿Tienes miedo?..- habló Harry subiendo su tono de voz y acercándose a Louis. – ¡Dime porque si tienes miedo yo te lo puedo quitar! Solo pídemelo, pídeme que este contigo y te juro que en un segundo dejaras de sentir miedo.- Harry ya se encontraba demasiado cerca de Louis.

Louis se encontraba demasiado tenso y sentía que su corazón estaba a punto de salirse por su boca.

-Solo olvídalo por favor.... –susurró intentando evitar su mirada.

-¿Por qué?- preguntó el rizado aun más cerca, notaba perfectamente la incomodidad de Louis.

-Porque yo no quiero tenerte cerca.- habló Louis sin dejar de mirar al suelo.

-"Nunca" vas a amarme, así que... ¿de qué sirve? ¿Cuál es el punto en jugar un juego que vas a

perder? ¿Cuál es el punto en decir que me quieres lejos? -Harry lo miraba con fuego en la mirada, él solo quería una explicación de parte de Louis. Él no decía nada, se sentía demasiado presionado, Daniel, Harry, su familia, todo. - Estás demasiado orgulloso en decir que cometiste un error, Eres un cobarde. – mencionó mirándolo con decepción y enojo a la vez. – ¡No quiero volver a escuchar tu mierda! ¿De acuerdo? Hablare con mi padre para que te regrese al campo, y le pagare a algún soldado para que se encargue de que no les pase nada ni a ti ni a tu familia.- dejó salir un gran suspiró y comenzó a caminar hacia la puerta.

-Harry...- susurró Louis frenándolo, tomándolo del brazo.

-¡No Louis! ¡BASTA QUIERES! ¡Estoy cansado de esto! ¡En serio que no entiendo ni una mierda de tu actitud! Simplemente ya no quiero seguir ilusionándome con cada cosa que haces... Porque si, si me ilusiona saber qué me quieres. ¿Pero de qué sirve? Si de todos modos me vas a negar todo.-habló mirándolo con los ojos muy abiertos y un poco cristalizados.

-Lo siento.- susurró Louis bajando la mirada.

-¿Por qué? ¿Que no era lo que querías desde el principio? ¿Qué te regresaran al campo? Eso es todo. Te vas y todo se acaba.

-Está bien.- habló Louis cortante.

-Solo te pido un cosa ...-susurró y Louis lo miró. –dime por favor que lo que decía esa carta era verdad ... entenderé si no me quieres cerca, lo hare perfectamente, pero no me quites esa idea, la idea de pensar que alguien siente eso por mi.- dijo suplicándole con la mirada. Louis lo miró sin saber que decir. -Hazlo, te lo ruego, solo dilo...- rogó.

Louis abrió la boca, pero sus palabras no podían salir. Intentaba encontrar la manera perfecta para decirlo.

Antes de que alguien pudiera decir algo la puerta de la cocina se abrió y 3 niñitas corrieron hacia Harry para abrazarlo.

-¿Carina? ¿Mili? ¿Diana? ¿Qué hacen aquí?- preguntó sorprendido y agachándose para abrazarlas.

-¿No te alegras por vernos?- preguntó un joven muy parecido a Harry mientras entraba con los brazos abiertos en busca de un abrazo.

-¿Matt? ¿Qué hacen aquí?- dijo entre emocionado y confundido a la vez.

Su primo se acercó y lo abrazó fuertemente dándole unas palmadas en la espalda.

-¿Qué hacemos aquí? ¡Harry hoy es la cena de aniversario de los abuelos! ¿No lo recuerdas?mencionó Matt mirándolo divertido.

Harry había olvidado la cena de aniversario, era la noche más importante de su familia, aun más que cualquier otra. Todos los años celebraban en alguna casa que sus abuelos siguieran vivos y amándose. Este año su casa había sido la elegida. Pero Harry no tenía cabeza para pensar en eso. Él solo quería estar solo para olvidarse de lo que le ocurría, él quería mucho a sus primas y también a Matt, pero antes de conocer a Louis, él siempre hablaba mal de los judíos con Matt, así que era obvio que trataría mal a Louis. Y lo que menos quería era pelear con su familia por culpa de Louis.

-¡Claro! ¿Cómo olvidarlo? ¡Me da gusto que estén aquí!- habló fingiendo entusiasmo. – ¿Quieren conocer la casa? ¡Vamos, los llevare a recorrerla!- indicó con señas que salieran de la cocina y todos lo hicieron, después se acercó a Louis que fingía estar muy concentrado en su trabajo. -No pienses que esto se queda así, tienes que responderme.- Louis no lo miró, solo asintió con la mirada y Harry salió de la cocina para seguir a sus primos.

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Capitulo 23 *SIN EDICIÓN Louis seguía volteando hacia el gran libero que se encontraba en aquella oficina, no sabía qué hacer. Tenía que darle a Harry una explicación sobre lo ocurrido con Daniel, sin embargo sabía

perfectamente que no podría seguir un solo segundo más con ese niño sin hacerle saber lo que sentía por él.

-Solo dímelo.-habló Harry acercándose a él.

Louis comenzó a sentir como su corazón se aceleraba cada vez más. No entendía cómo es que un niño como Harry podía causar esos efectos en él, simplemente era inhumano.

Harry colocó su mano en el hombro de Louis, lo giró hacia él y lo miró a los ojos por unos segundos.

-No debería decírtelo...- habló mediante un susurro.

-Solo dímelo.-contestó de nuevo Harry.

Louis dejó salir un suspiro.

-Me ha amenazado. Eso es todo.

-¿Amenazado? ¿De qué? ¿Con que?- Harry se acercó mas a Louis.

-No lo sé... creo que tu padre lo ha enviado, porque si no, no encuentro el motivo.

-¿Mi padre? Que te ha hecho Daniel Louis?- Louis bajó la mirada y Harry no lo presionó para que hablara.

-A mi nada.- habló después de unos segundos. – me mostró como mataba a unos hombres en el campo, creo que porque eran homosexuales.

Harry abrió los ojos demasiado y comenzó a caminar alrededor de la habitación sin mirar a Louis.

-¿Por qué no me lo dijiste?- mencionó con el tono de voz un poco más alterado pero aun sin mirarlo.

-No encontré una razón para hacerlo.

Harry lo miró molesto. -¿Que no encontraste una razón? ¿Hablas enserio? ¡Si esto pasó es por mi! ¿Crees que a ellos les importa un carajo que tu orientación sexual?- habló muy enojado, Louis lo miró sorprendido, después Harry dio un golpe a la pared y recargó su cara en ella.

-Si les importa mi religión, no veo porque no les importe mi orientación sexual, que para tu información es heterosexual.- habló después de unos segundos.

-Está bien. - Mencionó ya calmado. –pero debiste habérmelo dicho, yo podía haber hecho muchas cosas para frenarlo.

Louis lo miró sin ánimos e intento darle una sonrisa. -Yo lo sé, solo que no quería exponerte a nada, no soportaría saber que por mi culpa te hicieran daño.- confesó.

Harry se sorprendió al escuchar eso. -¿Es por eso que me alejaste de ti Lou? ¿Fue por eso?

Louis sintió un calambre recorrer su cuerpo. Ya no tenía pretextos para ocultarle la verdad a Harry, pero tampoco estaba preparado para decirse, sobre todo tenía miedo a que el sentimiento no fuera mutuo.

-Por eso y por otras cosas más.....- susurró mirándolo.

-Dímelas...- rogó Harry.

-No puedo. Solo olvídalo.

-Puedo olvidar lo ocurrido, pero no que siento. Dímelas, dime tus razones.- Harry se acercó y lo tomó de hombros. –quiero escucharlas, necesito escucharlas.

-¿No lo sabes? ¿No sabes porque no te quería cerca? ¿Ni siquiera lo supones? ¿No sabes porque me aterré el día que me pediste que te hiciera el amor? ¿O porque escribí lo escrito en aquella hoja desde tu maquina? – habló fuerte y bajo la mirada, Harry notó como una lagrima resbalaba por su mejilla.

-¿Por qué lloras?-preguntó y Louis lo miró.

-¿No lo sabes?

-Sí, sí que lo se.- colocó sus manos en las mejillas de Louis y lo acercó a él haciendo que sus labios se rozaran. – pero quiero escucharlo salir de tus labios, dímelo por favor.

Louis temblaba al tener tan cerca a Harry. Lo miró a los ojos y no pudo controlar su impulso de besarlo. Comenzó como un beso muy lento, dejo de importarle lo que podía pasar si alguien entraba a esa habitación, ya no era fuerte ante Harry.

Harry mantenía sus manos en las mejillas de Louis mientras se besaban, ambos sentían perfectamente el sabor del beso, que era como a alcohol y olivos, gracias a que Harry estaba ingiriendo eso.

Louis colocó sus manos en el cuello de Harry y se colgó de él. Harry lo recargó en el librero mientras seguían besándose.

-Solo dímelo.- susurró el rizado entre el beso, Louis profundizó mas el momento metiendo su lengua a la boca de Harry. Él podía sentir perfectamente como su cuerpo se debilitaba más al estar con él.

Las cosas comenzaron a hacerse más fuertes cada vez, había dejado de ser un beso lento a ser un beso necesitado y lleno de pasión.

Después de unos segundos Harry se separó de Louis para poder dejarlo respirar, le dio una sonrisa y él se la regreso. Se volvió a unir a sus labios, pero pronto comenzó a descender por su mejilla, lentamente, Louis se dejaba mover por él, dejó que Harry tomara el control de las cosas, al fin y al cabo lo necesitaba demasiado. Bajó por su cuello hasta toparse con el horrible uniforme de rayas que obligaban a vestir a Louis, comenzó a desabrochar lentamente los botones, Louis miraba a Harry desde arriba, y acariciaba su cabello, no podía creer lo que le hacía sentir esa persona.

Harry retiró la camisa de Louis y observó su abdomen por unos segundos, estaba muy delgado, con la piel llena de rasguños y moretes a causa del maltrato que le daban. Harry pasó sus dedos por ellos, como la primera vez que había visto ese cuerpo.

Se sentía culpable en parte, él quería proteger a Louis de todos, y le dolía que los que más podían lastimarlo eran su propia familia y amigos.

Se acercó y comenzó a depositar suaves y cortos besitos, Louis se estremecía con esa acción, seguía acariciando su cabello. Amaba ese cabello.

Se separó para volver a subir a sus labios, y pasar sus manos suavemente por el cuerpo de Louis, él comenzó por quitarle el saco a Harry, para después comenzar a desabrochar su corbata y finalmente deshacerse de su camisa.

Comenzó a caminar sin separarse de él atreves de la habitación, hasta llegar a un gran sofá que se encontraba en ella.

Harry cayó hacia atrás al llegar a él, Louis enredó sus piernas alrededor de su cadera mientras estaba sobre el menor.

Besaba cada espacio del abdomen de Harry, mientras él se movía por debajo de Louis para hacer fricción entre sus cuerpos.

Pronto sintieron como la ropa les comenzaba a estorbar a ambos. Louis bajó sus manos y

comenzó a desabrochar el pantalón de rizado, él lo observaba embobado, tenía los ojos llorosos, los labios muy hinchados y en cabello en la cara.

-¿Quieres que pare?- preguntó Louis al notar como Harry lo observaba.

Harry se acercó a su cara y retiró el cabello de ella, después le sonrió y comenzó a besarlo, rogando porque continúe.

Louis siguió el beso y también terminó de desabrochar el pantalón de Harry, después sin separarse, comenzó a bajarlo, hasta poder quitarlo por completo.

Se miraron por unos segundos al tener miedo de continuar, sabían lo que hacían y también sabían en lo que terminaría. Harry se levantó de abajo de Louis y se giró haciendo que esta vez Louis quedara debajo de él.

Comenzó a hacer lo mismo, a deshacerse de su pantalón. Cuando lo logró volvió a sus labios y Louis colocó sus manos alrededor del cuello de Harry.

Ambos se encontraban ya en solo ropa interior, y Harry deseaba con todo su ser hacer suyo a Louis, pero no sabía cómo dar el primer paso para dárselo a entender.

Fue Louis quien se lo pidió con sus movimientos y sus manos. Comenzó a frotarse contra Harry y a tocar tímidamente su miembro intentado sacarlo del bóxer de Harry.

Harry entrecerró sus ojos al sentir las calientes manos de Louis sobre él, comenzó a moverse de adelante hacia atrás, sin soltar por un momento los labios de Louis.

-Hazlo por favor, quiero sentirte...- susurró Louis con la voz muy ronca de excitación.

Eso termino con el poco control que le quedaba a Harry.

Arranco el bóxer de Louis y se colocó entre sus piernas. Louis se levantó un poco para alcanzar la cadera de Harry y quitar el bóxer de este, ya que él, no hacía nada por hacerlo más rápido.

Comenzó a estimular el miembro de Harry con sus manos, Harry se estremecía por eso y dejaba salir leves y bajitos gemidos de su boca.

Le parecía gracioso como no sabía qué hacer, él había tenido antes cientos de experiencias sexuales con personas, pero definitivamente esta no era ni poquito parecida a las demás.

Louis soltó suevamente el miembro de Harry y lo abrazó por la espalda fuertemente.

Harry tuvo que seguir, muy tímidamente acercó su miembro a la entrada de Louis, este dio un gemido con el rose. Harry sonrió al escucharlo y acomodó su miembro en Louis.

Se esperó unos segundos para continuar. Después comenzó a moverse lentamente, empujando con su cuerpo a Louis, él encajó sus manos en la espalda de Harry, haciendo que sus dedos quedaran marcados sobre esta.

Cerró los ojos y su boca se mantenía abierta mientras dejaba salir leves gemidos cada vez que Harry se movía.

Sin dejar de moverse busco los dedos de Louis, después los entrelazo con los suyos y apretó su mano contra del mayor.

Louis encajó sus labios en el cuello de Harry y con la mano que no estaba atrapada por él, masturbaba su miembro para elevar el placer.

La frente de Harry se encontraba bañada de sudor, seguía moviéndose contra Louis cuando sintió que llegaría al clímax en cualquier momento.

-Te amo- mencionó abriendo los ojos y empujando por última vez muy profundo, provocando que se corriera dentro de él.

Louis mordió su cuello al sentir eso y también llegó a su cima.

Sus respiraciones se combinaban y todo lo que se escuchaba era el fuerte latido de sus corazones y respiraciones.

Harry pasó su mano temblorosa por la mejilla de Louis mientras salía de él.

Se miraron por unos minutos.

-Gracias.- mencionó Louis al recuperar el aliento.

-¿Por qué?- preguntó ingenuo Harry.

-Por quererme.- habló acercándose de nuevo a su boca y dándole un beso corto pero tierno.

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Capitulo 24 *SIN EDICIÓN En la mañana siguiente Harry despertó en su habitación, no recordaba cuando había subido, ni cuánto tiempo había pasado con Louis después de lo ocurrido, pero eso no le importaba, estaba extremadamente feliz, no sabía por qué, pero se sentía feliz.

No se preocupó por tomar un baño, sentía que si lo hacía quitaría los restos de Louis de su piel.

Se colocó ropa limpia y un poco de loción, antes de salir dio un suspiro enorme y una enorme sonrisa se formó en su rostro.

Se sentía nervioso de volver a ver a Louis, demasiado de hecho. Sentía nervios porque todo lo vivido haya sido un sueño, o que Louis lo rechazara como antes.

Recorrió la casa observando que ya se encontraba limpia, caminó atreves de ella buscando señal de alguien, escuchó unos quejidos provenientes de la sala y se acercó para ver de qué se trataba.

-¿Puedes hacerlo con más cuidado?- habló Daniel mirando enojado a Sofía que se encontraba limpiando la sangre seca de su labio.

Harry rió bajo al ver que él sostenía una bolsa de hielo sobre su cabeza, seguro era el efecto de la noche anterior.

-¡HOLA!- mencionó Harry hablando muy fuerte, Daniel se retorció ante el grito.

-¿Puedes callarte? ¡Me siento horrible para aguantar tus gritos!- habló molesto y mirándolo con fuego.

Harry comenzó a carcajearse.

-¿Y QUIEN TE HA HECHO ESO?- gritó señalando la herida de su labio- ¡DEBIO SER UNA PERSONA MUY FUERTE PARA LASTIMARTE DE ESA MANERA!- seguía gritando mientras Daniel se retorcía con sus gritos.

Sofía bajó la mirada intentando que su risa no fuera notoria, luego miró a Harry y ambos comenzaron a carcajearse.

-¡Malditos! ¡Váyanse a la mierda!- gritó Daniel enojado tomando la bolsa de hielo y saliendo de la sala.

-¡ALLÁ NOS VEMOS DANIEL!- habló fuerte sin parar de reír.

-Creo que lo hemos hecho enojar mucho- dijo Sofí después de poder controlar su risa.

-Da igual, es un imbécil, es lo menos que se merece.

- Lo sé. –susurró y Harry la miro sorprendido, después ambos comenzaron a reír de nuevo.

Después de unos segundos calmaron sus risas.

-Oye sofí.... ¿Has visto a louis?- preguntó con una sonrisa tímida, Sofía se sonrió al escuchar eso.

-Está dormido amor, de hecho hace unas horas que se fue a acostar, tu padre le ordenó que limpiara todo y se quedó toda la madrugada limpiando, hace rato tus papas salieron a llevar a la ciudad a tu familia, así que le dije que se fuera a descansar antes de que volvieran tus padre.

-Oww gracias sofí, es bueno ver que en esta casa no todos son unos idiotas.- mencionó Harry depositando un beso en la frente de la mujer. Después sonrió y comenzó a caminar hacia el patio trasero.

-¿A dónde vas?- preguntó Sofía antes de que Harry pusiera un pie fuera de la casa.

-Con Louis.

-¡Harry! ... ¡esta dormidito!

-¿y? me gustaría verlo dormir.- sonrió malvadamente y salió de la casa.

Llegó al garaje y después entró sin hacer ruido a la habitación de Louis, obviamente no lo despertaría, seguro estaría extremadamente cansado.

Se encontraba tirado en el viejo colchón, sin sabanas o alguna cobija, nada. Se había dormido

hasta con los zapatos rotos que vestía diario, seguro en cuanto entró a la habitación había caído dormido.

Leves ronquidos salían de su boca cada vez que respiraba. Harry sonrió al ver esa tierna imagen y cerró la puerta tras él. Se acercó a Louis y poco a poco se fue acostando cerca de él, no quería hacer ningún movimiento que lo despertara.

Después de unos cuantos movimientos logro posicionarse lo suficientemente cerca de Louis, como para escuchar los latidos de su corazón.

Pasó su brazo por encima de los hombros de Louis y se relajó.

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Habían pasado 1:30 hora desde que Harry había llegado a la habitación de Louis, y este seguía profundamente dormido, los minutos habían sido segundos para Harry. Estaba verdaderamente embobado viendo como Louis dormía.

Se dio cuenta que comenzaba a hacerse tarde, y que sus padres no tardarían en llegar, así que decidió levantarse para tomar un baño. Movió lentamente su brazo de Louis, pero este se despertó al sentir que algo le faltaba.

Abrió los ojos como plato al notar que Harry se encontraba a su lado. Frotó sus ojos y limpió la saliva que salía de su boca.

-¿Qué haces aquí?- preguntó mirando hacia otro lado, sus mejillas se encontraban completamente rojas.

-No lo sé.- mencionó Harry con una sonrisa al verlo tan avergonzado.

Louis soltó una muy pequeña risa. – ¿Y al menos sabes cuánto tiempo llevas aquí?- preguntó sonriendo y negando con la cabeza.

-Poco más de 1 hora.

-Se nota que no tienes nada que hacer.- mencionó Louis poniéndose de pie de la cama y acomodando su ropa.

-En parte es cierto, pero es que no sabes lo hermoso que es el sonido de tu corazón.- Louis bajó la mirada sonriendo y se acomodó un mechón de cabello que cubría su rostro. – Lo siento, eso ha sonado demasiado cursi- Mencionó Harry riendo.

-Está bien...- susurró – Harry... ¿qué vamos a hacer?

Harry lo miró, sabía perfectamente a lo que Louis se refería.

-Ahora mismo haría cualquier cosa que me pidieras.- mencionó con una sonrisa traviesa, intentado no entrar a ese tema que tanto le atormentaba.

-Harry, sabes a lo que me refiero... ¿Que pasara ahora?

-No pasara nada, nadie se tiene porque enterar de lo nuestro- Louis abrió la boca para decir algo, pero Harry lo frenó- antes de que empieces con tus prejuicios déjame decirte que pase lo que pase no pienso dejarte. Ahora que te encontré no te dejare. ¿Lo entiendes?- mencionó mirandolo a los ojos.

-Ojalá fuera tan fácil como lo dices...

-Lo será, siempre y cuando te quedes conmigo. Vamos a solucionar las cosas, juntos. ¿Estás dispuesto a intentarlo?

Louis lo dudó por unos segundos antes de contestar, sabia claramente en lo que se metía al aceptar lo que Harry le proponía, después lo miro, y se dio cuenta que todo valdría la pena. Igual

ya no tenía absolutamente nada que perder.

-Juntos no parece que estemos tan rotos...- habló Louis mirando al suelo. Harry se acercó y lo atrajo hacia él por su cintura.

-Lo vamos a lograr, te lo prometo. Solo necesitamos un poco de tiempo y que las cosas se arreglen, pronto los nazis se darán cuenta del error tan grande que cometen y dejaran libres a todos los judíos.- Harry miraba a Louis.

Louis era más grande que Harry, y por lo tanto más maduro, para él no era tan fácil decir que las cosas se arreglarían pronto, sabía que sería difícil, pero lo haría, lo intentaría, por él y por Harry.

Se quedaron unos segundos mirándose.

-¿Me dejas darte un beso?- preguntó Louis tímidamente a Harry, quien rápidamente reaccionó y besó a Louis.

Comenzaron a besarse apasionadamente después de unos segundos, Harry comenzó a bajar por el cuello de Louis.

-Harry...- susurró Louis abrazado al cuerpo de Harry.

-¿hmmm...?- preguntó este sin dejar de besar la piel de Louis.

-Deberíamos parar, alguien puede entrar, tus padres ya están por llegar.-susurró cerrando los ojos al sentir la calidez de Harry.

Harry siguió por unos segundos pero después paro.

-Tienes razón...- paró dejándole un corto beso en los labios. – ¿ya desayunaste?

-Eh no... no suelo desayunar, recuérdalo.- habló Louis con una sonrisa

-Pues hoy desayunaras conmigo, antes de que lleguen mis padres... ¿vamos?- habló harry jalándolo de la mano.

Louis sonrió y lo siguió. -Vamos... pero suelta mi mano... Daniel puede...

-Está bien, pero antes...- Harry calló.

-¿Antes que?

-Antes dame otro beso.- habló pegándose de nuevo a su boca y colocando sus manos en sus mejillas. –Listo.- sonrió al separarse y caminó fuera de la habitación.

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Capitulo 25 *SIN EDICIÓN Las cosas iban muy bien. Ya habían pasado dos semanas desde que Louis y Harry habían comenzado una "relación".

Era diciembre, el clima era cada vez más pesado, igual que la guerra. Estados Unidos había declarado la guerra a Alemania después de que Italia se la declarara a ellos. EUA era un ejército muy fuerte, y comenzaba a complicarle mucho la batalla a Alemania.

El padre de Harry había tenido que viajar a Italia, para encargarse de unos asuntos, Daniel, siendo su asistente, había tenido que acompañarlo. Llevaban 10 días de viaje, y tenían planeado regresar la semana próxima.

Louis y Harry continuaban con sus "clases de mecánica" que en realidad no hacían otra cosa que

no fuera besarse, y si las cosas se les salían de control, terminaban en la cama. Ellos decidían como llevarlo, podían tener un simple sexo, o terminar demostrándose todo su amor mediante esto.

Esa tarde la madre de Harry había decidido pasar la tarde en el jardín, le encantaba trabajar con las plantas y las flores. Ella nunca había notado lo que le ocurría a su hijo con el judío. Parecía que no tenía ni una sola idea de lo que pasaba en la casa, de un tiempo a acá, había dejado de expresarse, siempre se mantenía en silencio y era muy fría.

Harry se encontraba con Louis en el garaje, estaban por terminar las motocicletas que los había unido. Louis estaba componiendo los últimos detalles para asegurarse que todo estuviera listo, y evitar cualquier tipo de accidente.

-Amor, ¿podrías pasarme ese desarmador?- mencionó a Harry señalando unas herramientas que se encontraban al final de la habitación.

Harry sonrió y se levantó del lugar desde donde observaba a Louis atento.

-¿Este?- habló señalando unas pinzas oxidadas.

-Amor... eh dicho desarmador. ¿Que no has aprendido nada o qué?- mencionó Louis con una sonrisa.

Harry se encogió de hombros. –Si...- dijo con una sonrisa traviesa.- pero no sobre mecánica.- hizo un puchero falso.

-¡Cállate y pásame un desarmador!

-¡no me grites! ¡No te pasare nada hasta que me pidas perdón por gritarme!- a Harry le gustaba jugar fingiendo que estaba molesto con Louis para que él terminara haciendo lo que le pidiese para "contentarlo".

-Harry... no caeré en eso de nuevo... pásamelo ya.- dijo Louis mientras observaba la motocicleta y arreglaba unas cuantas cosas, ni siquiera le había prestado atención a Harry. -¿Harry...?preguntó al ya llevar tiempo con la mano extendida en espera del desarmador, se volteó a mirarlo. – ¡Amor no estoy jugando! Debemos de terminar estas motocicletas para antes de que vuelva tu padre. – se pusó de pie y comenzó a caminar hacia él. –Harry, dámelo.

Harry lo miró y después escondió el desarmador atrás de él.

-Nunca lo tendrás si antes no te disculpas.- mencionó con una sonrisa.

-Amor, vamos. Deja de jugar - Louis intentó arrebatárselo, pero en vez de eso consiguió que Harry lo escondiera bajo su ropa.

-¿No quieres disculparte? Tendrás que tomarlo tu.-miró a los ojos a Louis y esperó su respuesta ansioso.

Louis negó con la cabeza mientras sonreía. – ¡Tienes que dármelo!- habló poniéndose serio.

-Entonces pídeme perdón.

-Está bien Harry.- habló rindiéndose. –perdóname por haberte gritado...

Harry sonrió de oreja a oreja y se colgó del cuello de Louis.

-¡Di que eres un tonto y yo soy el mejor del mundo!- hablo mirándolo divertido.

-¡No diré eso! ¡Ya dame el maldito desarmador!- habló ya fastidiado intentado escapar de los brazos de Harry.

Harry siendo más grande que él, le parecía muy fácil controlarlo. Lo giró y seguió con su brazo alrededor del cuello de Louis. -Dilo Louis...- susurró en su oído. –hazlo ya mismo...- terminó de

decir dejando un pequeño beso en la oreja del mayor.

Narra Louis.

Esa situación me parecía demasiado cómica, no pude evitar reír. Harry me impresionaba, era increíble como de parecer un niñito inmaduro que quería que dijera que yo era tonto podía pasar en segundos a seducirme por completo con solo unas palabras.

Cada día me volvía más loco, mas enfermo, lo único que quería es que todo terminara, para que él y yo pudieras irnos lejos, muchas veces pensé en pedirle que me sacara de aquel lugar, que huyéramos juntos, pero después recordaba el compromiso que tenia con mi familia, yo no podía dejarlas ahí, solas.

Cada segundo que pasaba me enamoraba más de él, no sabía si estaba bien, que va. Obvio que no estaba bien, pero eso era lo que menos me importaba. ¡Lo tenía! Eso era lo importante.

Muchas veces pensé en arrancarme el corazón. Así dejaría de pensar en él. Después lo miraba... y me daba cuenta que todo lo que podía pasar, valdría la pena.

No habían pasado más de tres meses desde que lo había conocido, y ya lo amaba incluso más que a mi propia piel. Podía sonar muy ilógico, pero era cierto.

Giré mi cabeza hacia él, para poder verlo, el asomó su cabeza y me sonrió.

-Estoy esperándote Louis, dilo.

Mire sus labios y dije lo primero que me vino a la mente.

-Te amo, más que a nadie que algún día eh amado.- mentí, la verdad es que nunca había amado a nadie de la forma en la que lo amaba a él.

Él me miro sorprendido, era la primera vez que se lo decía con palabras.

Me acerqué a su boca y uní nuestros labios. Giré mi cuerpo hacia él y lo abrasé por la cintura. Le di un húmedo, pero lento beso.

-Más que a nadie.- mencioné entre el beso y pude sentir sus dedos encajarse en mi cuello. –más que a todos... -seguí hablando.

Me separé del beso y lo abrasé fuertemente, encajando mi cara en su cuello.

Después de unos segundos me tomó del mentón y me miro a los ojos. Con eso me dijo todo, su respuesta era evidente.

Me volví a acercar a sus labios, esta vez mas violentamente, lo empujé hacia la pared y comencé a tocarlo mientras lo besaba.

Harry enredó su pierna en la mía, después lo cargué haciendo que enredara sus piernas en mi cadera y lo recargué en la pared para ayudarme a mí mismo.

Comencé a moverme contra él mientras le besaba. Me urgía tenerlo. No era falta de amor, era falta de él.

-¿Harry?- se escuchó una voz femenina tras nosotros.

Ambos nos congelamos al escuchar esa voz. Sentí como el cuerpo de mi pequeño comenzaba a temblar.

Fin de la narración.

Louis bajó a Harry de su cuerpo. Ambos se acomodaron la ropa, después la miraron.

Ella los miraba confundida y con cara de asco.

-Mama déjame explicarte...- susurró el rizado sin poder verla a los ojos.

Anne seguía con la boca abierta y los miraba de arriba hacia abajo.

-Yo lo hare Harry, yo le voy a explicar.- mencionó Louis tomando su papel de mayor en la relación.

-Déjame a solas con mi hijo.- dijo Anne mirando al suelo, sin siquiera atreverse a mirarlo a los ojos.

-Señora déjeme explicarle por favor...- Louis fue interrumpido.

-¡DIJE QUE ME DEJES A SOLAS CON MI HIJO!- grit'p haciendo que ambos pegaran un brinquito.

Louis miró a Harry y él asintió con la mirada, después salió de la habitación.

Anne cerró la puerta tras él.

Un silencio incomodo inundó la habitación.

-Mama déjame decirte que...- Anne interrumpió a su hijo.

-¡Esto no va a volver a pasar, Louis se va a ir de aquí! Y esto nunca abra pasado ¿okey? ¿Porque es la primera vez que pasa verdad hijo?- mencionó mirándolo con desesperación.

Harry bajó la mirada. -No mamá, esto lleva casi un mes pasando.-la miró y habló orgulloso.

Su madre se veía tan confundida, las palabras de Harry provocaron que tuviera que sostenerse contra la pared, sentía que en cualquier momento podía caer.

-¿Por qué Harry? ¿Es para llamar la atención? ¿QUE ES LO QUE TE OCURRE?- gritó enojada.

-¡No mama!...- calló, lo dudó por unos segundos, después se dio cuenta que tenía que decirlo. –Lo amo.- dijo mirándola a los ojos.

Sintió una mano golpeando fuertemente su mejilla, haciendo que por la fuerza cayera al suelo.

-¡NO VUELVAS A DECIR ESO! ¡NO LO HAGAS!- gritó la mujer aun más fuerte.

-¿Por qué no mama?- preguntó Harry con la mano sobre su mejilla y mirándola con tristeza. – ¿Porque es un judío o porque es un hombre?

-¡Tú no lo amas Harry!

-¿Como carajos vas a saber lo que me pasa? ¡Si has estado encerrada en tu mundo desde que papá mató a ese hombre!- gritó Harry levantándose del piso y acercándose a ella.

-No se dé que hablas.-mencionó fingiendo. –He dicho mi última palabra, Louis se va de aquí.comenzó a caminar hacia la puerta.

-No intentes fingir mamá, lo sé todo, y no sabes cómo me atormenta no poder haber hecho nada para evitarlo.- dijo Harry con un tono de voz más calmado. Su madre se detuvo justo enfrente de la puerta, y una lágrima comenzó a descender por su mejilla -Se perfectamente que papá no mató a William Tomlinson porque no quiso meter su mercancía a América, lo sé madre...- susurró. Su madre se volteo a mirarlo.

-Tú no sabes nada, eso es algo que nunca vas a entender.- habló limpiando las lagrimas que

corrían por su cara. –no vuelvas a mencionar ese nombre en esta casa.

-¿Lo amabas? ¿Lo amabas tanto como yo amo a Louis?- Harry comenzó a llorar cuando notó lo mal que le ponía eso a su madre. –Mamá lo siento tanto... pero yo no permitiré que me arranquen mi felicidad como te lo hicieron a ti. Yo si voy a luchar por él.

-Basta Harry... deja de hablar...- rogó su madre.

-¡No puedo! ¡Tienes que hablarlo con alguien! ¡Quiero a mi madre devuelta! ¡Quiero a la madre que hablaba conmigo! ¡Que me apoyaba! ¡Que al menos parecía que estaba viva!- los ojos de Harry estaban inundados de lagrimas. Anne bajó la mirada intentado ocultar sus lágrimas. -Te amo mama, por favor vuelve.

Ella comenzó a caminar de nuevo a la puerta.

-Deberías estar avergonzado de lo que haces.

-¿Sabes? No me avergüenzo, ni me arrepiento de nada.

-Pues yo si estoy decepcionada de ti.

- Querer a alguien no es malo, el amor está bien. Deberías saberlo, el odio es lo único enfermizo. Créeme, que si hay alguien decepcionado aquí, soy yo.

Su madre lo miró y con los ojos cristalizados. -Yo no pude hacer nada para ser feliz Harry, no me juzgues. –dijo saliendo de la habitación.

Harry sentía como si fuera a caer en cualquier instante, nunca antes había experimentado tantos sentimientos negativos en tan poco tiempo. Pero sobre todo, se sentía muy mal por su madre.

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Capitulo 26 *SIN EDICIÓN -¿Estás bien?- preguntó Louis acercándose a Harry. Había entrado de nuevo a la habitación cuando vio a la madre de Harry adentrarse a la casa.

Harry seguía con su cabeza escondida entre sus piernas.

-¿Amor? Contéstame. – Louis comenzó a acariciar la espalda de Harry. –Está bien amor, encontraremos una solución, dijiste que todo estaría bien si me quedaba contigo, aquí estoy pequeño, aquí estoy.

Harry lo miró con los ojos cristalizados, después rápidamente lo abrazó por su cuello.

-No Lou... no está...bien, mi....madre me ha....dicho que te va...a regresar al... campo.- habló cortado por su llanto, paraba constantemente para respirar.

Louis lo abrazo más fuerte. -Tranquilo pequeño.- hablaba acariciando sus rizos. –Encontraremos una solución.

Louis estaba aterrado. No podían hacer eso, no lo podían alejar de Harry así porque sí, bueno , si, si podían, pero no lo permitiría.

Intentó no mostrar su miedo frente a Harry, que se veía sumamente aterrado y preocupado.

Harry miró a Louis por unos segundos. –Tomlinson...- susurró sin dejar de mirarlo.

-¿Perdón?- preguntó Louis algo confundido.

- Louis Tomlinson... William Tomlinson...- susurró de nuevo.

Louis creyó entender a lo que Harry se refería.

-A, eso. No pasa nada Harry, se perfectamente que ese fue problema entre tu padre y mi abuelo, nosotros no tenemos la culpa...- intentó acercarse a sus labios, pero el menor se lo negó mirando hacia otro lado.

-No Lou, yo tuvé la culpa de todo... por mi culpa mataron a tu abuelo y con eso maté a mi madre también ...- volvió a esconder su cabeza en sus piernas.

Louis se confundió al escuchar eso, no entendía que tenía que ver Harry en todo eso.

-¿Quieres contarme bebe?- habló Louis sentándose a un costado y entrelazando sus dedos con los de Harry. –puedes hacerlo, no te juzgare.

Harry miró sus manos entre enlazadas, y sonrió. Se llevó las manos a tu cara y deposito un pequeño besito en la mano de Louis, luego comenzó a hablar sobre lo que había ocurrido años antes.

FLASHBACK

"Harry tenía solo 13 años. Era un niñito arrogante y necio, no entendía muchas cosas, pero no lo necesitaba hacer, tenía todo y él pensaba que las cosas siempre serian así para él.

Se encontraba en la oficina de su padre, que en esa época tenía un cargo político importante, le gustaba escuchar como él hablaba con sus colegas, soñaba con que un día podría ser como August.

Imitaba todo de su padre, sus movimientos, su lenguaje, su forma de tratar a las personas, todo.

En ese tiempo su papá se dedicaba a meter cosas ilegalmente a América para obtener más

dinero, a Harry le parecía algo asombroso, él veía a su padre como el hombre más valiente del mundo.

-Tenemos que hacer que Tomlinson acepte, él tiene muy buena reputación en America, no sería problema para él meter la mercancía- habló un hombre de un gran bigote, al que Harry nunca recordaba su nombre con claridad.

-Sí. Lo sé. Pero el marica teme que las fuerzas armadas lo atrapen. Me ha amenazado con avisar a las autoridades si sigo presionándolo. ¿Qué podemos hacer?- mencionó el padre de Harry molesto.

-Si no enviamos eso estaremos en graves problemas, prometimos entregarlo hace semanas.

-¡Lo sé! ¡Lo sé! ¡Pero no encuentro una solución! ¡Tenemos que conseguir a otra persona que pueda hacerlo!

-¿Por qué no hablamos por última vez con tomlinson?, a ver si lo conseguimos, y si no, buscamos un comerciante principiante que se arriesgue de último momento.

-Bien, sigue ahí afuera, Harry ¿podrías llamarlo?- preguntó August a Harry, que obviamente se sentía extremamente importante cuando su papa le encargaba algo.

Se pusó de pie y salió de la oficina corriendo en busca del hombre que su padre necesitaba.

En la sala de espera no se encontraba nadie, a Harry le pareció extraño, ya que su madre se encontraba ahí también, esperando a que Harry decidiera volver a casa, pero esa vez, ella no estaba.

Comenzó a caminar atreves del edificio, buscando a su madre y al hombre.

Le pareció extraño cuando escuchó voces desde una oficina que se encontraba muy escondida, se acercó a ella y notó que la puerta estaba entreabierta.

-No puedo.- mencionó Anne, que se encontraba muy cerca del hombre al cual su padre buscaba.

-¿Por qué no? ¡Hazlo por mí! ¡Hazlo por ti!- rogó el hombre tomándola de los brazos.

-¡No puedo! ¡No puedo dejar a Harry!- a Anne se le comenzaban a cristalizar los ojos.

- ¡Llévatelo con nosotros! ¡Te juro que hare que tenga una mejor vida de lo que ya la tiene! ¡Y mi nieto Louis será como su hermano mayor! ¡Y Lottie y las demás chicas como sus hermanitas! ¡Solo tienes que darme una oportunidad para hacerlos felices!

Los ojos de Anne se llenaron de esperanza al escuchar esas palabras, ella había soñado toda su vida en poder alejar a Harry del mal ejemplo que era August, y sobre todo, ya no soportaba sus maltratos hacia ella.

-¿Hablas en serio? ¿En serio aceptarías a mi hijo en tu familia?

-¡Claro que sí! ¡Nada me haría más feliz que hacerte feliz! ¡Y yo se que Harry es tu felicidad!- el hombre abrazó fuertemente a Anne.

Anne comenzó a brincar y a sonreír como loca. Creía que su infierno por fin terminaría.

-¡Te amo, te amo, te amo, te amooooo!- seguía brincando y dejando cortos besos por toda la cara del hombre.

William la cargó y comenzó a girar con ella en sus brazos mientras reía al ver la actitud de Anne.

Harry estaba observando todo desde fuera.

Estaba con la boca abierta a no creer lo que veía.

¡Su madre quería separarlo de su padre!

¡Obviamente él no se iría de con ese hombre! ¡Ella no podía separarlo de su padre! ¡No tenía derecho! ¡Él no quería otro padre, no quería vivir con ese hombre 20 años mayor que su madre y tampoco quería tener un hermano mayor o hermanitas!

Él quería continuar con su vida. Quiera que todo siguiera igual. Él no permitiría que su madre le hiciera eso.

Corrió lo más rápido que pudo a la oficina de su padre y al llegar cerró la puerta tras él, respiraba agitado. Su padre y sus colegas lo miraron extrañados.

-¿Estás bien hijo?- preguntó su padre observando su extraña actitud.

-¡Papa tienes que ayudarme!- gritó desesperado.

August se levantó de su silla y se acercó preocupado a su hijo.

-¿Que ocurre Harry?

-¡Papa! Ese hombre...- Harry apenas podía mencionar las palabras.

- ¿Que hombre Harry?

-¡Papa! ¡Ese hombre nos quiere llevar a mí y a mama con él! ¡Ese hombre! ¡Tomlinson!

El padre de Harry sus colegas intercambiaron miradas.

-¿Por qué dices eso Harry?

-Porque los eh escuchado, a él y a mama, hablaban de llevarme con ellos y mama le dijo que lo amaba y se besaban papa. ¡SE BESABAN!

El padre de Harry abrió los ojos sorprendido, no había palabras para expresar su mirada.

-¿Estás seguro?- preguntó después de unos segundos.

-¡Yo lo eh visto padre!

-Muy bien Harry, ellos no te llevaran a ningún lado. Estate tranquilo.

Después de eso el padre de Harry actuó normal. Parecía que no le había importado lo que Harry le había dicho.

Una semana después su madre se enteró de que William Tomlinson había sido encontrado muerto en un callejón de Berlín, tenia apuñalado todo el cuerpo, y se desconocía a su asesino.

No era necesario que alguien se lo dijera, ella sabía que él había sido asesinado por su esposo, dos días antes de que escaparan juntos.

Su vida se rompió por completo después de eso. No sabía cómo él se había enterado de su relación con William.

Lo peor de la situación era que nunca pudo llorarle a su amado, nunca pudo sacar ese dolor que le rompía el alma. No pudo darle un último adiós en su entierro, ni pudo hacer nada para salvarlo.

Ella no derramó una sola lágrima por él. Aunque su alma estuviera inundada.

Él fue su secreto, él fue como un sueño para ella, Pero como todo sueño, cuando despiertas a la realidad, por mas grande que era, más fuerte es la caída."

FIN DEL FLASHBACK

-Eso fue lo que paso Louis... ahora veras que yo tuve la culpa de todo...- mencionó Harry sin poder mirarlo a los ojos.

Louis estaba realmente sorprendido, no se esperaba en lo más mínimo eso. Él nunca imaginó que su abuelo estaba enamorado. Y mucho menos de la madre de Harry.

-Entiendo si no quieres volver a hablar conmigo. Lo entenderé perfectamente, lo merezco, yo soy igual que mi padre, voy por la vida jodiendo vidas ajenas, no merezco que me ames, no merezco que mi madre me ame, arruiné su felicidad ¡Louis! ¡Lo arruiné! – Harry se había puesto de pie y comenzaba a gritar y a caminar por toda la habitación como un loco. – ¡Soy un puto egoísta! ¡Solo pensé en mí! ¡Y en mi felicidad! ¡Jodí la vida de mi madre y ahora estoy jodiendo la tuya! ¡Soy una mala persona Lou! ¡Me odio! ¡Solo quiero que alguien me mate! ¡Lo odio! ¡Odio a mi padre! ¡Lo odio! ¡Lo odio, lo oído, lo odio! – Louis se puso de pie rápidamente y lo abrazó atrapándolo entre sus brazos.- ¡Lo odio Lou, lo odio!

-Lo sé amor, lo sé...- habló Louis acariciando su espalda intentado calmarlo. –tranquilo... te prometí que no te juzgaría, no vuelvas a decir que quieres morir, no lo hagas, porque me matas a mí.

Harry jadeaba por su llanto y tomó a Louis de las mejillas. – ¿No me vas a dejar verdad?- suplicó Harry.

-¡Claro que no! ¡Eso es lo más estúpido que te eh escuchado decir! ¡Y vaya que dices muchas estupideces! ¡Hace menos de una hora te acabo de decir que te amo! ¡Te amo y no te voy a dejar! ¡No vuelas a decir eso ni en broma! -Louis hablaba desesperado. –dios Harry, me matas...susurró abrazándolo y besando su frente.

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Capitulo 27 *SIN EDICIÓN Harry sentía su cuerpo temblar.

No había hablado con su madre desde lo ocurrido esa tarde. Su padre acababa de volver ese día.

Tenía tanto miedo de que lo separaran de Louis, que apenas podía mantenerse estable durante la comida de bienvenida.

Daniel hablaba sobre lo bueno que había estado Italia y su padre solo reía y afirmaba. De hecho ni él ni su madre los escuchaban, ambos estaban perdidos en su mundo.

-Bien, ¿me pueden decir porque están tan serios?- habló August.

Anne y Harry se miraron, Harry le rogó con la mirada que se quedara callada.

-Es solo que te hemos extrañado mucho. ¿Verdad Harry?- habló ella jugando con sus cubiertos y mirando su plato de comida.

-Sí, es eso padre.- contestó cortante y un poco confundido.

-Bien...- habló August y comenzó de nuevo a contar sobre su "grandioso" viaje.

Harry busco con la mirada a Louis. Cuando lo encontró notó que él también lo observaba.

Le hizo una seña preguntándole sobre la actitud de su madre y Harry solo se encogió de hombros al no entender tampoco.

Narra Harry

Miré a mi padre y a mi madre, mientras él nos hablaba sobre lo orgulloso que estaba de su patria, ella lloraba internamente por su vida.

No podía dejar de sentirme culpable por lo que había hecho. Cada segundo que pasaba me atormentaba, yo había sido quien arruinó su vida.

Miraba para atrás y recordaba lo feliz que era antes de conocer a Louis. Tenía el mundo a mis pies, vivía al máximo, de una mala manera, pero era feliz.

No estoy diciendo que él me quitara mi felicidad, sino que me hizo darme cuenta de lo que es querer a alguien, apreciar a alguien y necesitar a alguien.

El camino correcto no es el más fácil.

Me gustaría poder decirle a mi padre lo que me pasa, contarle que estoy enamorado. No abría cosa mejor que él se alegrara por mi y que me apoyara.

Que volviera a ser un héroe frente a mis ojos, y no la mierda que era ahora.

Se perfectamente que mi padre no cambio, que fui yo quien se dio cuenta de que estaba mal.

No quería que el destino viniera a vengarse de mí, no quería que me ocurriera lo mismo que le ocurrió a mi madre, aunque yo lo mereciera.

Prefiero la guerra con él, que la paz si Louis. Prefiero nada, pero con él.

Fin de la narración.

Después de unos minutos más tarde la comida termino.

Era domingo y como todos, acostumbraban a ir al pueblo en la tarde. Daniel y August se levantaron de la mesa y fueron a arreglar unos pendientes antes de ir al pueblo.

-Harry, ¿iras con nosotros al pueblo?- preguntÓ su madre con la vos apagada.

Harry tenía más de un mes de no ir al pueblo, él prefería quedarse en casa con Louis, era el único día que podían estar completamente solos, y sin miedo a que alguien los viera.

-Preferiría quedarme...- habló muy bajo.

-Está bien.- contesto Anne y caminó hacia la puerta.

-¿Madre...?- la llamó harry.

-¿Si?

-¿Por qué no mencionaste nada sobre Louis?

-No lo sé...- mencionó después de unos segundos.

Harry se acercó indeciso a ella, pero al final terminó abrazándola fuertemente. -Gracias mama, te amo.- habló durante el abrazo.

Se alejó y miró a su madre. Ella intentó darle una sonrisa, que al instante se rompió y después salió del comedor rápidamente.

Harry se dirigió hacia la cocina en busca de Louis, tenía que darle la noticia de que su madre no había dicho nada a su padre.

Louis se encontraba lavando los trastes de la cocina, y Sofía acomodaba las cosas en la nevera.

Sofí miró a Harry, que le hizo una seña para que no hablara, Sofí le guiño el ojo y siguió sus indicaciones.

Se acercó a Louis por detrás y colocó sus manos cubriendo los ojos de este.

-¿Quién soy?- preguntó sonriendo.

-Eh... no se... ¿Daniel?- habló Louis bromeando.

-¿Qué? ¿Daniel?- Harry soltó a Louis. - ¿Por qué carajos Daniel tendría que tocarte?- contestó celoso.

Sofí y Louis comenzaron a reír mientras Harry seguía con cara molesta.

-Solo juego amor...- mencionó Louis acercándose a él y abrazándolo por el cuello.

Harry sonrió y después miró a Sofí, no podía darle un beso frente a ella, se sentiría incomoda.

Sofía reaccionó rápidamente y se volteo hacia la puerta mirando hacia afuera por si alguien se acercaba, poder avisarles.

Se acercó a Louis y lo besó por mucho tiempo. No era un beso común, era más húmedo de lo normal y hacían demasiado ruido.

Louis se separó después de un tiempo para recuperar el oxigeno. -Woah pequeño, hoy estas más afectuoso que nunca...- habló volviéndolo a besar, esta vez más corto y seco.

-¡Lo sé Lou! Es que estoy muy feliz.- dijo con una gran sonrisa marcando excesivamente los hoyuelos de sus mejillas.

-¿Por qué?- preguntó contagiándose de la sonrisa de su pequeño.

-¿Por qué? ¡Lou! ¡Mi mama no habló con mi padre sobre nosotros!- habló emocionadísimo y cargó a Louis, haciendo que quedara a su altura.

-¿Enserio?- contestó Louis igual de feliz. - ¡No lo puedo creer! Creo que las cosas están... ¡Oye! ¡Bájame ya mismo! ¡Me haces sentir como un niñito cuando me cargas!- contó Louis moviéndose para que Harry lo bajara, que por cierto, no lo hizo.

Se escuchó la risita burlona de Sofí. Harry se contagio al oírla y comenzó a reír.

-¡Ves Lou! ¡Hasta a sofí le da risa tu estatura!

-¡Harry bájame! - seguía moviéndose como loco para que lo bajara. - ¡Yo soy el mayor en esta relación! ¡Y tu eres mi bebe! Así que bájame bebe...- contestó sonrojado y calmándose.

Harry lo bajó de nuevo al piso.

-Eres un exagerado, pero solo porque me gusta que me llames así te bajé, si no.... Seguirás arriba.

-No soy exagerado, pero si muestras lo grande que eres ya no te podre llamar bebe o pequeño. Piénsalo, vale la pena.

Ambos reían, a Harry le parecía muy cómica la estatura de Louis.

-Niños contrólense, August viene para acá.- mencionó rápidamente Sofy mientras comenzaba a guardar cosas en la nevera, Harry se acercó a ella mientras Louis abrió el grifo del agua.

-Hijo, ¿te quedaras aquí? Estamos saliendo al pueblo, ¿seguro que no quieres venir?- preguntó August entrando a la cocina.

-Hmm, no padre, quiero dormir temprano esta noche... tu sabes... descansar...- mencionó Harry fingiendo ayudar a Sofy.

-Bien, entonces nos vamos, Sofy, deja eso ahí, hoy es tu día de descanso, deja que el judío lo haga, es mas. ¿Quieres ir al pueblo con nosotros?- Sofy lo miró indecisa. - ¡Anda vamos!- insistió August.

Sofy aceptó, pero solo para darle más privacidad a Louis y a Harry.

Salieron a la casa después de unos minutos.

-Lou... ¿Qué crees?...- preguntó Harry acercándose a Louis por detrás y cerrando el grifo del agua.

Louis sonrió al sentir las manos de Harry sobre su cadera.

-¿Que bebe?- mencionó juntando su cabeza al cuello de Harry.

Le dio un pequeño besito en el cuello y luego comenzó a drogarse con el olor del cabello de Louis.

-Estamos completamente solos...- susurró en su oído.

-¡Oh qué bien!- habló Louis.- ¡Podemos comer muchos dulces y dormir hasta tarde!- así como a Harry le gustaba burlarse de la estatura de Louis, a Louis le gustaba molestar a Harry por su corta edad.

-Ya verás enano.- mencionó mientras comenzaba a hacerle cosquillas por todo el cuerpo. Eso era su punto débil.

Louis reía como un loco mientras le rogaba que parara.

-Ya suéltame bebe, ¡prometo no volver a burlarme de tu edad!- comentó Louis apenas pudiendo hablar.

-Yo no tengo la culpa de que tú seas un anciano...- le dio la vuelta para que Louis lo mirara. Volvió a cargarlo.

-¿Otra vez? Bájame amor...- comentó Louis poniéndose serio.

Harry lo miraba con una sonrisa traviesa y comenzó a caminar cargando a Louis por toda la cocina. Luego paró frente la barra donde se colocaban los alimentos al estar cocinando y subió a Louis ahí arriba. -Tu castigo por burlarte de mi edad aun no termina. -habló y se acercó a su boca.

Louis abrió las piernas para que Harry pudiera posicionarse entre ellas.

Comenzaron a besarse más apasionadamente, era costumbre que no esperaran mucho tiempo después de que los padres de Harry salieran para hacer de las suyas.

La boca de Louis bajaba desde las mejillas de Harry hasta su cuello, mientras que sus manos se deslizaban dentro de su ropa quitándole su camisa y lanzándola lejos.

Louis se puso duro muy rápidamente y sin dejar de besar a Harry tomó sus manos indicándole que lo tocara.

Harry comenzó a reír por eso, pero quería hacerlo sufrir un poquito.

-¿Quieres que te toque Lou?- preguntó Harry fingiendo no entender.

-Si bebe, ¡hazlo ya!- habló Louis con la voz ronca de excitación mientras él mismo desabrochaba su pantalón.

Harry tomó las manos de Louis impidiéndole el movimiento.

Louis lo miró confundido.

-Si quieres que te toque antes tienes que decir que TU eres mi bebe, y yo soy más grande y fuerte que tu...- susurró Harry mirándolo divertido.

-¿Qué? ¡No hare eso!- menciono soltándose del agarre de Harry.

-¿Seguro?- Harry comenzaba a deslizar suavemente sus manos por la entrepierna de Louis, pero paró antes de llegar a su miembro. Louis se retorció antes eso y elevó las caderas en busca de más. -Dime que eres mi bebe...- susurró acercándose al oído de Louis y haciendo presión con su cuerpo en el miembro de este.

-E...está bien, lo soy, soy tu bebe...- balbuceó Louis.

Harry sonrió al escucharlo y comenzó a meter su mano dentro del pantalón de Louis.

Un carro llegó a la casa, una persona bajó apurada y entró a la casa sin siquiera tocar la puerta, no era necesario, porque era también su casa.

Él sabia que Harry estaba ahí, así que subió a su habitación en busca de Harry, pero no estaba en ella.

-¿Harry?- preguntó el hombre buscando al pequeño Harry por todas las habitaciones de la planta alta de la casa. - ¿Harry? ¿Estás aquí?- seguía llamándolo.

Escuchó ruidos en la cocina, así que supuso que Harry se encontraba allí.

Louis estaba tan caliente disfrutando las sensaciones que la boca de Harry le daba a su miembro que nunca escuchó los gritos de aquella persona afuera de la cocina. Y Harry... Harry estaba concentrado en los gemidos de Louis.

-¿Harry?- preguntó la persona caminando hacia la cocina, un poco confundido por los claros gemidos que se escuchaban ahí dentro.

Abrió lentamente la puerta de la cocina y al terminar de abrirla se encontró con algo que nunca imaginó.

Ellos paparon al escuchar que la puerta se abrió y su sangre se heló cuando descubrieron a la persona que los veía con los ojos muy abiertos desde el marco de la puerta.

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Capitulo 28 *SIN EDICIÓN -¡ERES UN CABRÓN!- gritó Zayn entrando a la cocina y comenzando a reír al grado de carcajearse.

Harry y Louis comenzaron a acomodarse la ropa muy nerviosos y rápidamente.

Louis estaba realmente muy avergonzado, sus mejillas estaban extremadamente rojas e intentaba cubrir su erección al notar que la mirada de Zayn no se despegaba de ella.

-¡Eres un maldito cabrón Harry! Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja...- seguía Zayn doblándose por la mitad al no poder contener la risa.

-¡ZAYN! ¿QUE COÑOS HACES AQUÍ?- gritó Harry desviando su mirada muy avergonzado.

Zayn paró de reír y se puso a pensar por unos segundos.

-Sinceramente no lo sé... solo quería venir a visitarte y a ver a Louis.- dijo señalando a Louis, que bajó la mirada aun muy avergonzado. -Veo que estabas muy ocupado...- mencionó intentado ser serio, pero no sirvió de nada, ya que a los pocos segundos lanzó otra enorme carcajada.

-Estúpido...- comentó Harry molesto. Después recordó a Louis, y lo miró, se encontraba muy avergonzado aun arriba en la barra de la cocina. Se acerco a él y le dio un besito en la frente mientras lo abrazaba y miraba a Zayn, intentado "presumir" que Louis era suyo.

-¿Qué?- preguntó Zayn con una enorme sonrisa en la boca. -en serio preferiste a este niño que a ¡ESTE MACHO!- habló mirando a Louis y golpeando su propio pecho al mencionar las últimas dos palabras.

-Idiota.-comentó Harry mientras comenzaba a reírse como loco. Louis no subía la mirada, enserio estaba muy avergonzado. -Amor...- habló Harry poniéndose serio al ver a Louis y abrazándolo atrayéndolo hacia él.- No pasa nada, es Zayn, agradece que no fue mi padre.- terminó de decir dándole un corto beso en los labios.

Zayn seguía mirándolos divertido con una sonrisa burlona, que comenzaba a intimidarlos, ya que ni siquiera parpadeaba.

-Basta Zayn, comienzas a asustar a Louis.-habló Harry abrazando a Louis haciendo que su rostro quedara escondido en sus brazos.

-bebe....- habló Louis al oído de Harry. -enserio que esto ha sido horrible.

-¿Por qué? Si solo eh visto como Harry te hacia una mamada, que digo una mamada, ¡UNA GRAN MAMADA! Se nota que lo estabas disfrutando mucho.- dijo Zayn súper natural.

Louis abrió los ojos excesivamente al escuchar el cinismo en las palabras de Zayn.

-¡Harry!- gritó ya un poco molesto por eso.

-Ya Zayn, deja de molestar a mi bebe...- habló fingiendo molestia. - ¿escuchaste como me decía que él era mi bebe?- Harry decidió también molestar a Louis.

Zayn y Harry comenzaron a reír excesivamente.

-Inmaduros...- comentó Louis molesto y comenzó a caminar hacia la puerta muy enojado.

-Lou....- habló Harry deteniéndolo tomando su mano. -Solo bromeo...- comentó atrayéndolo hacia él y abrazándolo. Louis seguía molesto y no correspondía su abrazo. -Lou...- mencionó buscando su mirada. Louis lo miró y después barrió su mirada hacia Zayn. - Esta bien.... Zayn, nada de lo que pasó aquí fue cierto, tu lo imaginaste todo, yo no estaba dándole una mamada a Louis, solo comprobaba que Louis no fuera comestible...- Harry comenzó a reír de nuevo. Louis le dio un golpe en el hombro y bajó la mirada avergonzado. -Ya bebe, perdóname...- comentó después de parar de reír volviendo a dejar un beso en su frente.

Louis intento no reír, pero su intento no duró mucho, comenzó a reír en silencio y se acercó a la boca de Harry para besarlo. Su beso se hizo prolongado, sonreían entre él.

-Hmmm... chicos ... podrían ... parar.- menciono Zayn después de 15 segundos de esperar que el beso terminara.

-Callate Zayn.- dijo Harry sin dejar de besar a Louis.

-Tiene razón amor...- se separó del beso. - él ha venido hasta aquí a verte y no creo que sea correcto que nos besemos frente a él. - dijo mientras le dedicaba una sonrisa a Zayn.

-¡Vez idiota! ¡Hazle caso y dejen de besarse! A al menos deberíamos turnárnoslo. - mencionó

Zayn haciendo que las mejillas de Louis se volvieran rojas de nuevo.

-Tranquilo hombre, él es solo mío. M-I-O.- habló Harry mirando a Louis a los ojos.

-Okey, eso lo veremos.- comento Zayn riendo.

-Él no te haría caso, no le gustan los hombres. Ni las mujeres. Solo yo.

-Pero es que no ha visto lo que es un hombre verdadero, con el físico que yo tengo .... Uffff dudo que se resista.

-¡Cállate! ¡El te odia! ¡A mí me ama! Nos amamos.

-¡No lo hace! Solo te quiere porque le haces buenas mamadas.

-¡Pues al menos me interesa todo de él! ¡No solo su grandioso trasero!

-¡CHICOS!- gritó Louis queriendo parar la incómoda pelea que tenían Zayn y Harry. -en primera, no soy un juguete, segunda...yo te amo a ti Harry y tercera... ¿QUE CARAJOS TIENE QUE VER MI TRASERO CON TODO ESTO?

Harry y Zayn se miraron y después comenzaron a reír.

-Larga historia.- comentó Zayn.

-Muy larga amor, mejor subamos a mi habitación...- habló Harry.

-Está bien...- dijo Louis algo confundido. -Preferiría quedarme a terminar esto.- habló señalando la montaña de trastes sucios. -mejor suban ustedes, hace mucho que no se ven, tendrán mucho de qué hablar.

-¿Seguro? ¿No prefieres que nos quedemos a ayudarte?- habló Harry.

-Enserio Louis, mejor te ayudamos. -dijo Zayn.

-¡no no! Está bien, enserio, suban ustedes, yo subo en unos minutos.

-Está bien Lou, no tardes.- dijo Harry mientras se acercaba y le daba un corto beso, después se separó de sus labios pero se quedo muy cerca de su rostro y rozó sus narices. -el idiota de Zayn no nos ha permitido terminar, lo siento.

-No te preocupes.- susurró Louis. -vayan, ya los alcanzo.

Harry y Zayn salieron de la cocina y fueron directo a su habitación. Al entrar Zayn se lanzó encima de Harry y comenzó a golpearlo (jugando)

-¡Enserio que eres un cabrón! ¿Cómo lo has logrado?- mencionó aun estando encima de Harry.

-¡Quítate de encima idiota!- habló Harry lanzando a Zayn. Después se pusó de pie y acomodó sus rizos. - ¿Que no ves lo guapo que soy? ¡Era obvio que caería a mis pies! - mencionó de una manera muy femenina.

-¡Hablo enserio! - gritó zayn.

-¡Yo también!... bueno, la verdad no lo sé ... han pasado tantas cosas .. Que no puedo decir que yo lo atrape a él, más bien que él me atrapo a mí.- Harry se puso serio. -creo, no, no creo, no podría vivir sin él.

Zayn abrió un poco los ojos y después se sentó sobre la cama.

-¿Entonces esto es enserio?- mencionó después de unos segundos.

-Creo que es lo mas enserio que eh sentido en mi vida.

-Woah... ¿y qué piensas hacer? Me refiero a tus padres y eso.

Harry suspiró y después se sentó a un costado de Zayn. -pues... mi madre ya lo sabe...mencionó.

-¿Qué? ¿Y cómo lo tomó?

-Pues... nos descubrió besándonos... que digo besándonos... comiéndonos. Pero por ahora lo lleva bien, el problema será mi padre.

Zayn miró a Harry y comenzó a negar con la cabeza. -Creo que no lo aceptaría ni en un millón de años...

-Tienes razón Zayn, pero debe saberlo, y no me importa si le agrada o no.

-Será difícil Harry.

-No me importa, pronto me lo llevare de aquí, y vamos a estar bien, lo voy a sacar de este infierno y no dejare que nadie le haga daño, ni a él ni a su familia.

-Tu mayor obstáculo es tu padre.

-Lo sé... y duele de alguna manera.- Harry bajó la mirada. -pero no me importa, Lou y yo lo lograremos, ya verás.

-Eso espero hermano, enserio que eso espero.- Zayn le dio una verdadera y gran sonrisa.

-Bien... cambiando de tema, ¿qué haces aquí? -preguntó Harry después de unos minutos de silencio.

-No lo sé... sentí una enorme necesidad de estar aquí, sentí que estabas sufriendo.- habló Zayn con una actitud un poco extraña.

-¿Que carajos te fumaste?- dijo Harry rompiendo en risas.

-Hablo enserio Harry, aunque no lo creas eh tenido sueños todas las noches anteriores en donde solo se escucha tu llanto...- en su mirada se veía que enserio estaba preocupado.

En ese momento Louis entró a la habitación, Harry se puso de pie y se acerco a él, abrazándolo.

-Pues ahora estate tranquilo Zayn, como puedes ver nunca había estado tan feliz como ahora.finalizó dándole una sonrisa a Louis.

-Está bien...- susurró Zayn de una manera poco convencida.

Pasaron el resto de la tarde riendo y hablando. Zayn le contaba a Louis algunas anécdotas vergonzosas del pequeño Harry, Harry estuvo a punto de irse enojado, pero Louis lo convenció de que era adorable y gracioso.

Los padres de Harry, Sofy y Daniel llegaron a la casa después de unas dos horas.

Los chicos cenaron con ellos, Louis tuvo oportunidad de irse a dormir temprano, cuando Harry y Zayn se levantaron de la mesa para retirarse a tu habitación Anne los detuvo.

-Harry...- habló ella muy bajo.

-¿Si mama?- pregunto Harry parando. Anne se mantuvo mirándolo por unos segundos. ¿Mama?.- preguntó por la extraña actitud.

-Nada, solo quería decirte que te amo, y que estoy muy orgullosa de ti. Todo va a estar bien amor.- los ojos de Anne se cristalizaron y salió rápidamente de la cocina.

A Harry le pareció demasiado extraña esa actitud en su madre, pero Zayn lo sacó de sus pensamientos y lo olvidó después de unos minutos.

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Capitulo 29 *SIN EDICIÓN Harry pudo escuchar perfectamente el sonido de su corazón al romperse. No lo podía creer, lo que Sofía decía no era cierto. No podía haber muerto.

Todo en su cabeza se nubló, sintió unas manos ayudándolo a mantenerse de pie. Sin embargo el dolor que sentía era demasiado intenso, pulsante y lo aturdía. No pasó mucho tiempo antes de que perdiera el sentido de la razón.

Despertó de el desmayo cuando ya todo estaba más calmado, estaba en su cama y a un costado se encontraba Zayn, él se sorprendió mucho cuando lo vio despertar y se acerco a él lentamente.

Harry se encontraba mirando al piso. Aun intentaba asimilar la noticia que le acababan de dar.

Narra Harry.

Todo era una mentira, una maldita mentira. Mi cabeza daba vueltas y sentía como si me hubiera drogado mucho. No quería escuchar a nadie, sabía que si hablaban me dirían lo que no quería escuchar, ¿por qué jugaban de esa manera conmigo? ¡No podían llegar y decirme eso simplemente!

Mis ojos comenzaron ha cristalizarse al recordar las palabras de Sofía. Mi respiración se agitó y comencé a moverme demasiado al respirar. Escondí mi rostro entre las sabanas al no querer que Zayn notara mis lágrimas.

-Lo siento tanto Harry.- susurró colocando la palma de su mano sobre mi hombro.

-¡DEJAME!- grité moviéndome de su tacto alterado.

-Tranquilo Harry, todo estará bien...- volvió a intentar abrazarme.

-¡DEJAME! ¿PORQUE ME MIENTEN? ¡ESO NO ES VERDAD!- comencé a gritar mientras me paraba de la cama. – ¡LARGATE! ¡DEJAME SOLO! – lo miré con demasiado coraje.

Zayn se quedó en silencio, me miraba con demasiada tristeza.

-Déjame...-susurré mientras me tiraba al suelo y comenzaba a llorar. – Déjame Zayn, eso no es verdad, no es verdad, no es verdad...- Zayn se sentó a un lado mío y me abrazó mientras yo lloraba. –dime que no es verdad Zayn... dímelo por favor...- mi voz apenas se podía escuchar gracias al llanto.

Zayn me abrazó más fuerte, pero no dijo nada.

Me derrumbé por completo, su silencio me estaba confirmando que era verdad lo que había ocurrido.

Lloré por horas y horas y horas. Zayn nunca mencionó una palabra, solo acariciaba mi cabello y me regalo su hombro para poder llorar sobre él.

Después de que sentí que en mi cuerpo no quedaba una sola gota de agua, me puse de pie y salí de mi habitación para dirigirme a la suya. Zayn me gritó desde mi habitación, pero no lo escuche y continúe con mi camino. La casa se encontraba completamente apagada. Era mañana, pero aun

así se veía obscura. Llegué hasta su habitación y me encerré en ella.

Me quedé en silencio por unos minutos, respirando cada partícula de su cuerpo que se encontraba en ella. Me acerqué a la cama que se encontraba destendida. Su ropa estaba tirada por todas partes y a un costado de la cama se encontraban varios frascos vacios de somníferos (patillas que te ayudan a dormir, si las tomas en una dosis exagerada te causan la muerte). Tomé uno entre mis manos y después lo lancé contra la pared gritando de coraje. Esas cosas la habían matado.

Toqué su cama con la palma de mis manos, su calor seguía en ella, me metí a la cama y me cubrí con sus cobijas, aspiré todo su olor, no habían pasado más de 5 horas desde que se había ido y yo ya la extrañaba con cada parte de mi cuerpo.

"Fue ayer cuando vi tu cara, cuando escuche tu voz. ¡No era posible, no era justo que llegaran a decirme que habías muerto! ¡Tú me acababas de decir que me amabas! ¡Eso no se le hace a una persona a la que se le ama! ¡No se le abandona en medio de la guerra y la mierda de los nazis!

Creo que tomare tu partida como la perdida de la última gota de fe que me faltaba por perder. No sé qué decir... nunca pensé que doliera tanto.

Sé que donde quiera que te encuentres estas mejor que aquí. Solo quiero que sepas que esto duele, más de lo que algún día imagine.

¡No lo tenía previsto mamá, no tenía ni una puta idea de qué harías esto! Sería muy estúpido preguntar porque lo hiciste, porque lo sé perfectamente, se que llevabas años muerta en vida, pero aunque intenté sonreír por ti, porque supongo que ya estas con él, no puedo. Y esto me hace sentir que soy un puto egoísta.

¡Debí haber estado contigo! ¡Debí apoyarte! Me gustaría decirte que todo va a estar bien por aquí, que puedes estar tranquila, pero no sé si vaya a poder llevarlo sin ti.

Ahora mismo no se que prosigue después de esto... Pero te prometo, que luchare hasta el final, lo hare por ti, por mi, y por Louis.

Mama, lo voy a sacar de aquí, le pediré que se escape conmigo, que desaparezcamos juntos, vas a ver que lo vamos a lograr, ¿y sabes por qué? Porque ahora esto tiene dos personas por las cuales tenemos que luchar, y vivir el amor que ellos no pudieron vivir. William & Anne.

Perdóname por haber hecho lo que creí mejor para mí, lastimándote. Fuiste, eres, y siempre serás el ángel que iluminaba cada mañana.

Tu pequeño Harry te amara por siempre mama. "

Fin de la narración.

La puerta se abrió lentamente. Era Sofía, que por alguna razón sabia que Harry se encontraba en la habitación de su madre.

-¿Mi niño? – susurró en voz muy baja. –Hay alguien que quiere verte. – habló mientras abría la puerta y Louis se asomaba muy preocupado.

Harry miró a Louis y él se adentró a la habitación lentamente.

-Se cuidadoso Louis, August puede llegar en cualquier momento...- susurró Sofy al oído de Louis para después cerrar la puerta tras ella.

Louis se quedó mirando a Harry por unos segundos, no sabía que decir.

-Te juro que llevo toda la mañana intentando verte, pero me ha sido imposible por tu padre y Daniel.- mencionó Louis como primeras palabras que vinieron a su mente.

-Necesito alguien que me abrase.- habló Harry mirándolo, sus lagrimas volvieron a hacerse presentes.

Louis se acercó rápidamente y abrazó a Harry envolviéndolo con todo su cuerpo.

Harry encajó sus dedos en el cuello de Louis y comenzó a llorar más desesperadamente.

-Lo siento tanto amor, enserio que me estoy muriendo por todo esto. – susurró Louis en su odio mientras abrazaba mas fuerte a Harry.

-Está bien Lou, solo no me sueltes, no lo hagas, quédate conmigo.

-Lo hare bebe, te amo, tranquilo, ya no llores, me vas a hacer llorar a mi también...- mencionó Louis mientras limpiaba las lagrimas de las mejillas de Harry.

- Déjenme llorar, quiero despedirme en silencio, hacer mi mente razonar sobre todo lo que pasa. – susurró Harry recargando su cabeza en el pecho de Louis.

-Está bien pequeño, entonces llorare contigo... -Harry miró a Louis y notó como unas lagrimas salían también de los ojos del mayor. – tal vez así podamos apagar más pronto el fuego que te quema por dentro, ¿Juntos lo recuerdas? Siempre. – Louis junto sus labios con los de Harry y le dio un beso tierno, durante él se podría apreciar el sabor salado de las lagrimas que entraban en sus bocas.

Se separaron y Harry se quedó recostado en Louis, mientras que él lo acariciaba para darle consuelo.

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El día transcurría, Louis había salido de la habitación cuando se dio cuenta que Harry se había quedado dormido. No podía arriesgarse a que los vieran juntos.

El padre de Harry ya había arreglado todo para que esa misma tarde fuera el funeral de su esposa.

La gente comenzaba a llegar, cientos de personas se encontraban en el jardín de la gran mansión Styles para darle un último adiós a Anne.

Todo estaba arreglado de una manera hermosa, había rosas rojas por todos lados, la flor favorita de Anne. La gente iba muy arreglada, parecía que se vestían para festejar una fiesta.

Harry se encontraba abrazado de Sofy mientras recibía sin ánimos las condolencias de las personas en el funeral, en todo ese tiempo no vio ni a un solo amigo de su madre, solo había políticos, soldados, amigos de su padre y algunos cuantos familiares.

Lo que más deseaba era estar abrazado de Louis y no tener que ver como él servía vino a los invitados.

Su padre ni siquiera se había acercado a él en todo el día, ¿no se supone que en los funerales la familia tiene que estar unida?

Por más que Harry intentara calmarse, no lo conseguía, él quería mostrarse fuerte, pero el dolor se le derrumbaba por todos lados.

Los tambores del ejército comenzaron a sonar.

El funeral estaba a punto de empezar.

Harry y Sofy caminaron hacia donde estaba toda la gente, el padre de Harry se puso de pie en una zona más alta y golpeó levemente la copa con el cubierto, haciendo que todos los invitados le prestaran atención.

-Hoy no podemos decir que estamos reunidos por un buen motivo. – comenzó a hablar August.

Harry no quería escuchar su voz, sentía que era como una ofensa para su madre que su padre diera su ultimo adiós. En fin, no podía hacer nada, así que decidió escuchar al grado de

hipocresía que su padre podía llegar.

-Esta madrugada perdimos a un ángel... ese ángel que me acompañó por más de 18 años. Anne. Solo espero que donde quiera que se encuentre este igual de feliz que como estaba aquí. Con tu maravilloso hijo y yo, tu amado esposo.- Harry sintió unas tremendas ganas de parar esa mierda. Parecía que su padre lo hacía apropósito. Parecía que se estaba burlando de todo el dolor que Anne había sufrido en vida gracias a él.

-Como todos aquí ya saben, Anne murió por la picadura de una araña muy peligrosa, fue una muerte muy repentina, nadie lo esperaba.

"¿QUE?" pensó Harry, eso no era verdad, su madre se había suicidado, ¿Por qué mentirle a la gente? Para no borrar esa imagen de familia perfecta que tenia la gente sobre los Styles.

Pero dejó de darle importancia después de unos minutos, las palabras de su padre no volverían a lastimar a Anne.

-Anne fue una mujer maravillosa, una grandiosa madre y esposa. Siempre estuvo dedicada a cuidar de Harry y de mí. Nunca nos falló. No nos traicionó y se perfectamente que dedicó su vida por completo a nosotros. Todos la conocían, era una mujer buena, saben que sus últimos años fue muy seria, pero sabemos que una sonrisa como la de ella valía la pena esperar.

Harry recordó la sonrisa de su madre. August tenía razón, aunque ella no sonriera muy a menudo, cuando lo hacía iluminaba todo el lugar. Las lágrimas de Harry comenzaron a descender de nuevo.

La gente lo miraba con tristeza y ternura y se escuchaban sollozos como "pobrecito." "las palabras de su padre son muy dolorosas para él" tonterías que Harry no tomó en cuenta, él no lloraba porque su madre había muerto, sino porque él tenia gran culpa de la tristeza de ella.

-Por Anne, por mamá, ¡por mi esposa!- hablo August levantando su copa al aire.

Todos los invitados imitaron la acción y en unisonó mencionaron.

-por Anne.

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Capitulo 30 *SIN EDICIÓN Mucha gente lloraba, otra solo se mantenía en silencio. Harry sintió una manos empujarlo hacia adelante. La gente quería escuchar su discurso para su madre.

-Vamos Harry, tienes que hacerlo.- susurró Zayn mientras le indicaba que fuera hacia su padre.

Harry no había tenido cabeza para escribir un discurso, o para al menos planteárselo, aun así caminó y cuando quedó a un lado de su padre toda la gente estuvo en silencio, esperando que comenzara a hablar.

Observó todo el lugar, caras que nunca había visto en la vida lloraban por su madre, no tenía idea de que decir. Pronto observó a Louis, que se encontraba en una esquina del jardín, sonriéndole.

No paso ni un minuto más, cuando Harry comenzó a hablar.

-¿Sabrás mi nombre si te encuentro en el lugar a donde van los que mueren? ¿Será lo mismo? – la gente lo veía un poco extrañada, no era un discurso común. –Debo ser fuerte y continuar. Pero si soy sincero estoy muy asustado. Pero por favor, escapa un momento de donde estés, y finjamos que esto no ha terminado, que tú sigues aquí, y que me abrasas de nuevo. Te prometí que lo haría, y lo lograre mamá. Te amo, nos vemos pronto. Esto no es el funeral de Anne, es el funeral de mi rosa.

No había ni un solo ruido, todos seguían extrañados por aquellas palabras que Harry había mencionado, pronto se escuchó un aplauso luego dos, y después miles.

Harry observaba directamente a Louis, tenía la cara inundada de lágrimas, pero aun así tenia que continuar la ceremonia.

Su padre lo abrazó por el hombro y comenzó a caminar hacia el ataúd.

Se encontraba cerrado por fortuna de Harry, no quería ver a su madre muerta. Quería recordarla como era en vida y no toda fría y blanca como seguro lo estaría ahora.

Cuatro hombres cargaron el ataúd por cada esquina y comenzaron a caminar mientras los tambores sonaban, la gente los seguía hasta llegar a donde seria enterrada.

Harry se alejó de su padre y fue hacia Louis, que estaba detrás de toda esa gente.

-¿Qué haces aquí? Debes de estar adelante con tu padre y darle un último adiós- susurró Louis mirando si alguien los observaba.

-No me importa, en estos momentos te necesito y no me importa quién me pueda ver.- comentó Harry tomando la mano de Louis y entrelazando sus dedos.

Louis se tensó demasiado. Pero a cabo de unos segundos notó que nadie les prestaba atención, todos se encontraba concentrados en como bajan el ataúd por aquel agujero en la tierra.

Zayn notó que se encontraban agarrados de la mano, así que se acercó para tratar de cubrirlos.

El ataúd ya se encontraba hasta el fondo, su padre tomó un puño de tierra y lo aventó al él, para que comenzara el entierro.

Harry apretó demasiado la mano de Louis y su respiración comenzó a alterarse, ya no quería llorar, pero no lo podía evitar.

-Tranquilo amor, estoy aquí.- susurró Louis en su oído, intentando calmarlo.

-Nunca había sabido que cuando un sepulcro se cierra, entierra dos corazones en un mismo ataúd.- habló Harry con la voz rota y se recargó en Louis mientras lloraba.

Louis no tuvo palabras para decir después de aquel verso, era tan real el dolor de su pequeño que le dolía.

La noche llegó después del día más largo que Harry había vivido nunca. El funeral terminó. Los invitados se quedaron unas horas más acompañando a su padre.

Harry y Zayn se encontraban sentados en la sala principal. Su padre poco a poco fue despidiéndose de los invitados y al terminar mencionó las primeras palabras hacia Harry del día. Creo que iré a dormir, tu deberías hacer lo mismo hijo, ha sido un día difícil para ambos.

Harry ni siquiera lo miró. Su padre salió de la habitación.

-Deberías hacerle caso a tu padre Harry, ve a dormir, lo necesitas. – mencionó Zayn levantándose del sillón y ofreciéndole su mano.

-Gracias Zayn, pero antes debo ver a Louis. – intentó darle una sonrisa pero fue imposible, sus lagrimas no habían parado de salir desde la mañana.

-Está bien Harry, te quiero mucho.

-Yo también Zayn, gracias.

Harry se levantó y caminó hacia el garaje, al entrar ahí cerró la puerta, se sentía tan seguro estando ahí dentro, sentía como si su dolor disminuyera, se calamara por un tiempo.

Ese lugar era demasiado significativo para él, era como el lugar en donde Louis y él podían estar juntos sin temer a que alguien los viera.

Tocó la puerta de la habitación de Louis y este al instante abrió recibiéndolo con un abrazo. -Amor estaba a punto de ir a buscarte. –habló depositando un corto beso sobre los labios de Harry.

-Creo que te eh ganado.- habló Harry sin ánimos.

Louis lo miró con ternura y tristeza a la vez. -Oh bebe no sabes cómo ...- Harry lo interrumpió.

-Necesito hablar contigo Lou.- comentó entrando a la habitación y cerrando la puerta tras él.

-Si dime amor...- mencionó Louis un poco extrañado.

-Escapa conmigo.

-¿Qué?

-Escapa conmigo.

-¿Estás loco? ¿De qué viviríamos?

-De amor, escapa conmigo.

Louis tragó saliva al escuchar esa petición. Él era más grande y sabía perfectamente los riegos que eso implicaba, sabía que no sería fácil. -Pero Harry... mi familia, ¿como los voy a dejar en este infierno?- preguntó sin mirar a Harry.

-Las llevaremos con nosotros, yo los protegeré Louis, por favor no me niegues la oportunidad de ser feliz contigo por el resto de mis días. –Harry sintió un calambre por todo su cuerpo, esa escena era la misma de 3 años atrás, cuando William le pedía a su madre que escaparan juntos.

-Te amo Harry.- habló Louis entregándose a sus labios, Harry lo tomó entre sus brazos, abrazándolo como si alguien quisiera quitárselo.

- Se muy bien lo que quiero en la vida, y eso está parado justo enfrente de mí. –Dijo Harry al terminar el beso.- si no es lo mismo para ti solo dímelo.

Louis lo miró y sonrió al ver tanta inocencia en una sola persona. -Quiero pasar el resto de mi vida contigo.- mencionó con una gran sonrisa.

-Yo no solo lo quiere, también lo necesito.- susurró Harry volviendo a unir sus labios.

Lo único que quedaba para ambos era esperar la oportunidad perfecta para irse de aquel infierno que ambos vivían.

Ya era hora de que pudieran ser felices, Harry levantó a Louis con sus brazos y lo miró con una sonrisa. Esta vez no fue una sonrisa rota como todas las que había dado durante el día, esta vez sí era verdadera.

-Mi pequeño...- susurró Louis acariciando su cara. – no es justo que hayas llorado tanto, tu no lo mereces...

-Lo merezco Louis, yo arruine su vida.- habló mientras lo bajaba de nuevo al piso.

-No amor, es completamente imposible que tú arruines la vida de alguien, sabes que ella te amaba, incluso más de lo que yo te amo a ti.- Se acercó a su cara y dio dos cortos besitos en cada parpado de Harry. -Todo estará bien amor.- mencionó y esta vez besó su boca, muy lento y delicado, no quería lastimarlo en lo más mínimo, después de unos minutos lo recostó en su cama sin parar el beso.

Tenía que demostrarle lo mucho que lo amaba en ese momento.

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Capitulo 31 *SIN EDICIÓN -¿Estás seguro que estas bien?-preguntó Zayn a su mejor amigo, mientras tomaba sus maletas del suelo.

-Si Zayn, puedes irte tranquilo.- habló Harry sin ánimos.

August se encontraba a un lado de ellos, despidiendo a Zayn, que era como su sobrino.

-Muy bien, entonces solo queda decir que me puedes buscar para lo que necesites, suerte, veras que todo saldrá bien. –Zayn se acercó a abrazar a Harry y susurró en su oído.- ya tengo todo listo para que se vayan, será el martes, a las 2 am en el lago.

Harry solo asintió.

Había pasado una semana desde la muerte de su madre. Lo llevaba "bien", había dejado de llorar, pero la verdad es que por dentro sentía que en cualquier momento caería del dolor.

No lo quería mostrar, quería mostrarse seguro y fuerte, para darle más confianza a Louis sobre el plan que tenían.

Zayn había sido el encargado de ayudar con todos los planes para escapar. Harry quería salir de ahí lo más rápido que le fuera posible, ya no aguantaba la presencia de su padre, ni la de Daniel siempre vigilándolo.

No tenía ni idea de cómo le haría para distraerlos mientras ellos se iban, pero igual no se echaría para atrás, ya tenía todo listo para irse.

Ese día era miércoles. Solo 6 días más y todo ese infierno se terminaría.

Harry le dio una sonrisa rota a Zayn. –gracias hermano.

-Bien, creo que ya es hora de irnos Zayn.- habló August mientras lo ayudaba con sus maletas. – ¿Harry seguro que no quieres ir con nosotros a la estación de tren?

-No padre, vayan ustedes, tengo asuntos que arreglar.- mencionó cortante y dándose media vuelta.

Miró que Daniel se encontraba del otro lado del jardín, mientras lavaba su auto. Se acercó.

-¡Daniel! ¡Hey Daniel!- gritó mientras caminaba hacia él. –Necesito que me lleves al campo.habló exigiendo.

-¿En serio? Qué triste, no soy tu niñera como para llevarte a donde quieras.- mencionó Daniel sin mirarlo, aun lavando aquel coche. –además, ¿tú que tienes que hacer en el campo? Eres inútil recuérdalo.- habló esta vez mirándolo con una gran sonrisa en la cara.

Harry no tenía ganas ni ánimos de pelear con nadie, así que se dio media vuelta y se dirigió hacia Chris, que era el chofer que antes servía para su madre.

-Chris, necesito que me lleves al campo, a mí y al judío.

Chris lo miró algo extrañado, pero después solo asintió. -Claro joven, cuando usted quiera nos vamos.

-Okey, espera aquí iré por Louis.- habló Harry caminando hacia el garaje.

Entró a la habitación y notó que Louis se encontraba recostado en la cama, seguro su padre lo había tenido trabajando hasta tarde.

-Lou...- susurró en su oido.

Louis dio un pequeño brinquito al escuchar su voz.

-Hola Harry...- habló aun un poco dormido, pero con una gran sonrisa al ver a rizado.

-Lou, venia por ti para ir al campo, pero si estas muy cansado mejor descansa, iremos después.Habló mientras acariciaba el cabello del mayor.

-No amor, tenemos que aprovechar ahora que no está tu padre... espera.- hizo una pausa dramática.- ¿no está cierto?- preguntó con gran curiosidad.

-No, pero está el odioso de Daniel, así que mejor salgamos de aquí.- comentó Harry mirando como Louis se colocaba la camisa.

-Sí, vayámonos ya pequeño.- Mencionó y comenzó a caminar hacia la puerta.

-¡Louis espera!- gritó Harry.

-¿Que pasa amor?- preguntó algo asustado.

-No me has dado un beso.- habló con una sonrisa entre sus labios.

-¿Es muy necesario que lo haga?- Harry frunció el seño molesto. -¡Hay amor solo bromeo!- habló Louis mientras se acercaba y lo inclinaba entre sus brazos para besarlo. Harry colocó sus palmas en las mejillas de Louis.

-Te odio- comentó Harry con una sonrisa entre el beso.

-¿En serio? Me da igual. Yo te amo.- dijo besándolo más intensamente.

Harry se separó. –tenemos que irnos Lou.- comentó caminando hacia la puerta, divertido porque había hecho que Louis quedara con ganas de mas.

-Olvida lo que dije, te odio.- comentó Louis haciendo que Harry dejara salir una carcajada.

Saliendo al jardin actuaron indiferentes. Solo se dedicaron a caminar hasta llegar al coche que los llevaría hasta el campo.

Subieron al coche y se dirigieron al horrible lugar, que aunque detestaran ir, era muy necesario.

No tardaron más de 10 minutos cuando ya estaban en el campo.

Harry, Louis y el soldado que ayudaba a que Louis viera a su familia se dirigieron a la misma oficina de siempre.

-Esperen aquí Harry, ya la traen en unos minutos.- comentó el soldado.

Louis notó que Harry se veía inquieto, movía mucho sus manos y sudaba.

-¿Que pasa amor?- preguntó acercándose.

-Nada Lou...- comentó fingiendo estar bien.

-Dímelo pequeño, ¿qué ocurre?- habló Louis mientras retiraba un mechón de cabello de la cara de Harry.

Harry dejó salir un gran suspiro. -Lo que pasa es que estoy nervioso...- confesó al fin.

-¿De qué pequeño?- preguntó intentado que no se le saliera una gran sonrisa, ya sabía por qué Harry estaba nervioso.

-Pues... veras... ¿qué pasa si tu familia no me acepta? ¿Qué haría si no permiten que este contigo?- preguntó muy nervioso.

Louis comenzó a reír. –a ver Harry, déjame ver si entiendo... ¿estás nervioso porque mi familia no te acepte? Recuerda que tu familia es la nazi amor.- comentó riendo.

Harry aun seguía serio. –No me refiero a eso... me refiero a que... soy hombre.- habló con la miraba en el suelo.

Louis se acerco a él y lo tomó de la barbilla para que lo mirara. -Bien... veras, no me importa lo que digan, estoy enamorado de ti.- comentó y luego depositó un beso para calmar sus nervios. –además, eres adorable, ¿quién no te va a querer? Solo un idiota.

Harry sonrió excesivamente y estaba a punto de decir otra cosa cuando la puerta se abrió y entró la madre de Louis.

-¡Mama!- Louis se acercó rápidamente a abrazarla.

Harry bajó la mirada un poco triste, no podía evitar recordar a Anne al ver a Louis tan feliz con su madre. Louis rápidamente notó eso y fue más discreto.

El soldado que llevaba a su madre salió de la oficina para darles más privacidad.

-Mama, ¿recuerdas a Harry?- preguntó Louis intentado sacar a su pequeño del horrible momento que pasaba.

-Claro que lo recuerdo Louis, ¿como esta joven?- preguntó Jay dirigiéndose a Harry.

-Muy bien señora.- habló Harry aun nervioso.

-Que bueno.- Jay le dio una sonrisa sincera.

-Mama.- comentó Louis rompiendo el momento. – necesito hablar contigo, necesitamos. – habló mientras entrelazaba sus dedos con los de Harry.

Harry tembló y tragó saliva en seco. Jay los miró muy confundida. -¿Que es lo que quieres hablar Louis?.- comento mirando a Harry.

-Estoyenamoradodesuhijo.- habló Harry demasiado rápido.

Louis comenzó a reír por lo adorable que le había parecido eso.

-Perdón, no puede entender nada.- dijo Jay aun más confundida.

Harry dio un gran respiro. -Estoy enamorado de su hijo. - habló muy nervioso por la reacción de Jay.

Jay efectivamente se sorprendió mucho, después miro a Louis. – ¿Que pasa aquí Louis?-

-Lo que dijo.- mencionó mientras pasaba su mano por la cintura de Harry, abrazándolo.

Jay se recargó en la pared, aun no podía asimilar esa noticia. -¿Y qué dicen tus padres de esto Harry?- preguntó después de unos largos segundos.

-Mi padre no lo sabe, ni lo sabrá, es por eso que se lo estamos diciendo, ya está todo arreglado para sacarlos de aquí, el martes. No volverán a sufrir.

-¿Qué? Harry... eso es muy arriesgado...- Jay miró a Louis.- ¿saben a lo que nos arriesgaríamos cierto?- preguntó mirando a su hijo.

-Sí, lo sabemos.-contestó Harry antes que Louis.- pero vale la pena, no permitiré que las sigan maltratando aquí.

-Es hermoso Harry, pero ¿y tu madre? ¿Ella que opina de esto?

Harry se quedó en silencio, Jay lo miró extraño por su reacción. Louis lo cubrió con sus brazos.

-Ella estará feliz, murió hace unos días.-comentó Harry con la mirada en el suelo.

-Oh, discúlpame Harry, enserio que lo siento.- habló Jay intentando reparar lo dicho.

-No se preocupe, por ella es por quien lo vamos a lograr.- habló Harry dándole una sonrisa.

El resto de la tarde la pasaron hablando y planeando todo a la perfección, todo tenía que ser demasiado discreto. Planearon todo para que las hermanitas de Louis y su madre estuvieran preparadas para cualquier situación que se podía prestar.

Después de unas horas se despidieron de Jay y volvieron a la casa. August seguro estaba por llegar y lo que menos querían era levantar sospechas a esas alturas.

-Ve a descansar Lou, antes de que regrese mi padre.- mencionó Harry mientras se dirigían al garaje, ya estando en la casa.

-¿Puedes quedarte conmigo?- preguntó Louis mirándolo a los ojos.

-Voy en un momento, antes quiero ir a ver a mi madre.

-Oh... ¿quieres que te acompañe?

-No Lou, tengo ganas de hablar con ella, un ratito, después voy contigo, ¿está bien?

-Claro amor.- dijo despidiéndose con un corto beso en los labios y entrando al garaje.

Harry dio un gran suspiro y caminó hacia la tumba de su madre. Era un patio muy grande, así que había mucho espacio entre la casa y la tumba.

Se sentó frente a ella y arregló las flores, retirando las que ya se encontraban secas.

Narra Daniel.

Me di cuenta cuando Harry y Louis regresaron. Era obvio que esos se tenían algo raro. Así que me dediqué a seguirlos.

Me sorprendí mucho cuando se despidieron besándose la boca, yo sabía que habían tenido algo, pero no que continuaba.

Después Harry fue a la tumba de su madre, y lo seguí, cualquier cosa que fuera, me servía para hacerlo caer frente al general.

-Madre... -comenzó a hablar enfrente la tumba. –ya está todo listo, Louis y yo nos iremos el martes. –tuve que cubrir mi boca para que no saliera un gritito de asombro. – hoy hablamos con su madre, ya está todo arreglado. Pronto todo este infiero terminara también para nosotros mamá.

Me sorprendí demasiado, una sonrisa se formó en mi boca. Tenía el punto perfecto para ensuciar a Harry frente a su padre. Definitivamente el siguiente general seria yo, y no ese niñito marica. Tenía que buscar a August y contarle todo.

Fin de la narración.

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Capitulo 32 *SIN EDICIÓN Le dio un corto beso a la tumba de su madre, después se puso de pie y se quedó unos segundos mirándola.

-He intentado duramente decirme a mi mismo que te has ido, pero aun así todavía estás conmigo... Todo el dolor sigue siendo real. - susurró Harry mientras una lágrima salía de su ojo.

La secó rápidamente, no podía seguir llorando por la muerte de su madre. Sabiendo que ella se encontraba en un lugar mejor, ahí no había abuso o injusticias, fuera de este horrible mundo.

Se dirigió hacia la habitación de Louis. Era uno de esos momentos en lo que lo único que deseaba era estar con él.

Abrió la puerta suavemente y se adentró, Louis se encontraba acostado en la cama.

-Tardaste mucho amor...- comento levantándose. Harry le hizo una señal para que no se levantara, que Louis obedeció recostándose.

-Lo siento, quería despedirme de mamá.- habló Harry sin ánimos y recostándose a un lado de Louis.

-¿Estás bien pequeño? - comentó acariciando su cara. Obviamente Louis ya se había percatado de que Harry había llorado. Harry intentó sonreírle, pero su sonrisa se apagó en segundos. Louis decidió abrir un tema para calmar las cosas. -Oye amor...- habló acercándolo hacia él, haciendo que se recargara en su pecho, mientras acariciaba su cabello. – ¿a dónde nos iremos el martes?

-A donde sea, donde sea es mejor que este lugar.- habló Harry entrelazando sus dedos con los de Louis.

-Eso sería bonito amor, pero en serio ¿no sabes cuál es nuestro destino?

-Si Lou, un barco nos meterá como ilegales a América, Zayn me ha conseguido un trabajo con un amigo suyo, todo saldrá bien Louis, pronto toda esta mierda de vida se acabara.

Louis se quedó unos segundos en silencio. -¿Mierda de vida? Yo no lo veo así... podría estarse cayendo el cielo, y para mi seria el paraíso si estás conmigo.- susurró en su oído.

Harry se volteó a mirarlo. -Lo se... es solo que esto cada vez me cansa mas, te juro que no puedo esperar a el momento en el que tu y yo estemos en algún otro lugar, donde ya nadie nos pueda herir, donde mi padre no exista y donde tu familia este bien.- Harry dejó salir una lagrima de sus ojos, enserio él ya no podía con tanto.

-Tú no estás bien Harry...- habló Louis mientras removía la gota de agua de la cara de Harry. –Sigues triste por la muerte de tu madre, pero finges estar muy bien, y lo entiendo amor, solo que sabes que conmigo puedes mostrarte tal y como eres.

Harry se quedó en silencio, bajó su mirada y se colocó en posición fetal. –Te juro que estoy tratando ser fuerte...

-Está bien amor... está bien.- susurró Louis abrazándolo muy fuerte.

Harry se derrumbó por completo y comenzó a llorar, también abrazó a Louis muy fuerte. -pero me derrumbo por todas partes Lou...- habló escondiendo su rostro en el cuello de Louis.

-Solo tú y yo... muy pronto Harry, muy pronto. – mencionó Louis levantando la cara l chico para que lo mirara. –todo esto pronto terminara pequeño.

-¿Me lo prometes Lou?- habló mirándolo con la cara llena de lágrimas

-Si bebe, te lo prometo.

Se miraron por unos segundos a los ojos, no era necesario decir algo más. Sus miradas decían todo.

Harry se acercó a Louis lentamente, como si fueran dos personas enamoradas que nunca se hubieran besado antes. Lentamente unieron sus labios, y todo comenzó.

Louis se levantó un poco, dejando que Harry se recostara y que él quedara por encima del menor.

Harry colocó sus manos en las mejillas de Louis, pero pronto sus manos comenzaron a descender por todo su cuerpo.

Ambos acariciaban sus lenguas durante el beso, era un beso en el que se podía percibir a la perfección el sabor de cada uno de ellos. Era lo que ellos necesitaban, sentirse vivos gracias al otro.

-Es por ti Lou, es todo por ti...- habló Harry durante el beso.- todo lo que hago,lo hago por ti, no sé qué haría si no te tuviera. – no dejaba de acariciar su piel y besarlo.

Pronto la ropa comenzó a estorbar, Harry miró a Louis pidiéndole permiso para quitarle su camisa, Louis aceptó con la mirada.

Harry pasó sus manos quitando la camisa y Louis tembló al sentir el fio sobre su piel.

Su habitación ni siquiera podía llamarse habitación, tenia goteras por todas partes, el vidrio de la ventana estaba roto y el viento siempre estaba presente en ella, así que obviamente Louis sintió frio en cuanto Harry le quitó su camisa.

Harry lo miró con una sonrisa, sabía exactamente qué hacer en esas situaciones. Se quitó su

swetter y se lo colocó encima. -Mío.- habló con una gran sonrisa, recordando aquellos tiempos en los que no se atrevían a decirse lo que sentían por el otro.

Louis le devolvió la sonrisa, se acercó a sus labios y susurró. -Siempre Harry.

Siguieron con lo suyo, se besaban mientras que sus manos se deslizaban por todo el cuerpo del otro.

Narra Louis.

Todo mi ser deseaba incondicionalmente a Harry. Verlo tan triste me parecía desgarrador, lo único que yo quería era quitar la tristeza de él, desaparecerla, que nada nunca lo volviera a lastimar.

Comencé a bajar mi boca por todo su cuello, hasta llegar a su abdomen, me gustaba acariciarlo con mi lengua y sentir como a Harry se le erizaba la piel gracias a ello. Él era mi mundo, y quería demostrárselo.

Encontramos amor en un lugar sin esperanzas.

Es imposible, era estúpido pensarlo, darte cuenta... como una persona en tan poco tiempo llega a importarte tanto. Dejas de preocuparte por ti, por todos. Y ahí esta él, siendo el centro de tu universo, te da miedo ¿sabes? Te da miedo que algo le ocurra o que en el peor de los casos... decida que no eres suficiente para él. Estas asustado, no sabes que hacer para hacerlo sentir perfecto, porque piensas "¿cómo es que él con una sola sonrisa pueda llenarme de felicidad por el resto de el día, mientras que yo me desgasto por complacerlo al máximo?"

Ahora mismo no recuerdo lo que es no estar enamorado. Vivir para ti mismo, y no para otra persona, y aun así sentirte extremamente satisfecho con lo que estás haciendo con tu vida.

Escuché un gemido por parte de mi pequeño que me sacó de mis pensamientos, besaba todo su abdomen, dejando marcas por todo él. Llegué hasta donde iniciaba su pantalón y no pasó más de un segundo cuando yo ya estaba desabrochándolo, lo bajé a la altura de sus piernas y luego subí

hacia él de nuevo

Comencé a dejar cortos besos en su miembro por encima de la ropa interior. Harry elevaba sus caderas rogando por más.

Subí de nuevo hacia su boca.

Comencé a besarlo mientras que una de mis manos se adentraba en su ropa interior y comenzaba a masturbar su miembro.

-¿Puedo hacerlo amor?- le pregunté mientras lo masturbaba más fuerte.

Harry jadeaba agitadamente.

-Por... favor Lou... solo hazlo ya...- habló mediante un gemido ahogado. Comenzó a desabrochar mi pantalón con gran desespero, haciendo que sus torpes manos hicieran que tardara más.

Sonreí al ver que después de unos 50 segundos lo logró y me miró rogándome que siguiera.

Terminé de sacar mi ropa y la suya, que se encontraba estorbando para seguir. Me coloqué entre sus piernas y las coloqué alrededor de mi cintura.

Tomé mi miembro y lo masturbé por unos segundos para estimularlo más.

Después coloqué la punta en la entrada de Harry,

Dejó salir un gran gemido cerrando sus ojos y recargando su cabeza en el viejo colchón.

-No amor- hablé parando y haciendo que me mirara. –Necesito que me veas a los ojos.- se sorprendió un poco al escuchar mi petición. –necesito que me mires mientras te hago el amor.

Harry continúo un poco confundido, pero al final solo se recostó y me miró.

Volví a colocarme en su entrada, y poco a poco introduje mi miembro en él.

Harry colocó su mano en mi abdomen, haciéndome saber que le dolía. Paré por completo. -¿Te lastime pequeño?- pregunté asustado.- si quieres podemos parar, no quiero lastimarte nada amor.

Él solo sonrió y me indicó que siguiera. Seguí un poco más lento que antes.

Harry intentaba no cerrar los ojos, mordía su labio muy fuerte y entrecerraba los ojos.

Cuando me sentí completamente adentro, me esperé para que se acostumbrara a mí, y al cabo de algunos segundos comencé a moverme de atrás para adelante, nunca dejé de mirarlo a los ojos.

Batallaba demasiado por no cerrar los ojos durante ese acto, pero lo único que quería era hacerle saber lo mucho que lo quería.

Harry enterró sus dedos en mi espalda mientras yo no dejaba de moverme aumentando el placer.

Recargó su cabeza en mi cuello, pero yo lo volví a la cama, haciendo que no dejara de mirarme.

Su labio comenzaba a sangrar, tragaba saliva constantemente y se notaba que luchaba por mantenerse mirándome.

-Louis por favor...- rogó.- no me hagas mirarte, no quiero terminar tan pronto.- habló mediante jadeos excesivos.

-Tú y yo somos infinitos.- comenté acercándome a él y besándolo en la boca.

Sentí el líquido caliente de Harry sobre mi abdomen, avisándome que él había terminado.

Me sentía en el cielo, a punto de terminar lo pegué lo más posible a mí.

-Te amo.- hablé mirándolo y volviendo a embestirlo al grado de venirme dentro de él.

Intente calmarme del orgasmo, mientras salía de él.

-Wow, que infinitos eh Louis....- habló sarcásticamente,

Comencé a reír y me acerque a él, quedando frente a su cara mientras estábamos acostados en la cama, mirándonos.

-Te quiero tanto...- susurré haciendo que mi pequeño me abrazara fuertemente.

Fin de la narración.

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El día había terminado, Daniel seguía esperando impaciente a que August volviera para hablar con él.

Ese día todo terminaría para Harry... y todo empezaría para él.

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Capitulo 33*SIN EDICIÓN .

Daniel no pudo hablar esa misma noche con August.

Esperó hasta la mañana siguiente para poder contarle sobre lo que su hijo planeaba.

Despertó y lo primero en que pensó fue en cómo se lo diría. Obviamente el general Styles reaccionaria de mala manera, ya que seguro a él no le agradaría saber que su hijo era gay.

Caminó hacía la oficina del general, era temprano, pero August siempre estaba ahí desde las 7, así que seguramente ya estaría por ahí.

Respiró profundamente mientras planeaba como le daría la noticia.

Se encontraba afuera de la oficina, y la puerta estaba entre abierta.

-Sabes Joseph, eh estado pensando sobre la muerte, y es por eso que he decidido llamarte,- se escuchó la voz de August desde adentro.

Daniel se quedó en silencio mientras escuchaba la conversación.

Joseph era abogado de la familia Styles.

-¿y qué has pensado August?

-Pues desde la muerte de Anne me he dado cuenta que la vida se termina en un segundo, y que no puedo arriesgarme a que mis asuntos queden incompletos, es decir, quiero redactar mi testamento, quiero que todo, absolutamente todo quede a nombre de mi hijo Harry.

Daniel sintió un calambre recorrer su cuerpo, no podía ser cierto que a pesar de el desinterés de Harry en absolutamente todo lo que su padre hacia.

-¿a Harry? ¿Estás seguro? Me parece que él no está muy interesado en ser tu sucesor.- habló Joseph inseguro.

-Es solo un tiempo, todos en esta casa saben que Harry desea con toda su alma continuar con mi trabajo ya que yo no esté.

Daniel no pudo controlarse más y abrió la puerta de un golpe. -August necesito hablar contigo.habló entrando a la oficina.

-Daniel, puedes esperar estoy ocupado.- habló August desinteresado.

-Harry y Louis planean escaparse. -dijo haciendo que Joseph y August se voltearán a mirarlo.

Hubo un silencio por unos segundos.

-¿Que dijiste?- preguntó levantándose de su silla.

-Que Louis... Y Harry se escaparan. Yo los he escuchado, se irán el martes. -habló muy nervioso.

De nuevo el silencio.

August explotó en risas contagiando a Joseph. -Esa ha sido buena, muy buena Daniel. Me has hecho reír mucho. -comentó August sin dejar de reír.

-No bromeo August. Ellos tienen una relación. -comentó haciendo que pararan de reír.

-Puedes callarte y dejar de decir tonterías, ya me hiciste reír, ¿Qué más quieres que haga?

-No bromeo. Los he visto besándose.

-¿Que dices?- dijo August acercándose a Daniel violentamente y tomándolo del cuello amenazándolo contra la pared.

-Ellos están enamorados...- balbuceó Daniel muy nervioso.

August lo soltó. Se quedó en silencio mientras volvía a sentarse en su silla con la mirada perdida.

Joseph salió de la oficina al notar que no era su asunto. -Te llamo después August. -comentó cerrando la puerta.

Daniel se quedó en silencio esperando la respuesta de August.

-¿E...estas seguro?- preguntó con un tono de voz muy bajo.

-Sí. -habló rápidamente.

Comenzaba a arrepentirse de haberle dicho a August.

-¿Y cómo lo sabes...? ¿Ellos te lo han dicho? ¡Los has escuchado! ¡DIMELO!

El mundo de August se había derrumbado al escuchar eso, él tenía todas sus esperanzas sobre Harry. Él quería que Harry fuera como él en un futuro, no podía ser cierto que su hijo, su niño le estuviera haciendo eso.

-Los he escuchado.... Ellos están enamorados...- Dániel se encontraba demasiado asustado por la actitud tan extraña de August.

-No puede ser cierto....- habló muy bajo.

Dániel se quedó en silencio en espera de alguna indicación o algo.

-Ellos iban muy seguido al campo, de hecho ayer fueron.

-¿Que!? ¿Al campo? ¿A qué carajos iban al campo?

-No lo se... Creo que ha visitar a la familia de Louis.

El silencio volvió. August se levantó rápidamente de su silla y se dirigió a la salida.

-General, estoy a sus órdenes, dígame si puedo ayudarlo con algo.

-Por ahora solo vigílalos, no dejes que se vayan a ningún lado. -habló August con la mirada perdida.

Salió de la oficina.

Dániel se dio cuenta de lo que había hecho, había hablado sin antes informarse bien de lo que pasaba, podía haber estado arruinando la vida de esas dos personas, pero a él le valió un carajo, todo con tal de conseguir un buen puesto en el ejército.

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-¡HOLA SOFÍ!- habló gritando Harry mientras entraba a la cocina tomando de la mano a Louis.

-¡Niños!- mencionó Sofí acercándose a ellos y despegando sus manos. -¡Daniel se encuentra

cerca! ¿No pueden ser más cuidadosos?- a Sofí le preocupaba demasiado que alguien pudiera descubrirlos, ella conocía a August desde que él era chico, y sabía a la perfección a lo que era capaz de hacer si de enteraba de eso.

-¡No importa Sofí!- gritó de nuevo Harry mientras abrazaba a Louis por atrás y besaba su cuello. ¡Ese imbécil junto con mi padre pueden irse a la mierda!

Ese día Harry estaba demasiado feliz, besaba constantemente a Louis y no lo soltaba ni por un segundo.

-Harry...- dijo Louis al notar la mirada molesta de Sofí sobre ellos.

-¡Sofí! ¡No te enojes! ¡Mejor ponte feliz, cada vez falta menos para que Louis y yo nos vayamos!dijo muy emocionado.

-Si lo sé mi niño, y estoy muy feliz por ustedes, pero es que me preocupa que algo les pueda pasar, ya sabes... Tu padre.....- habló la mujer muy preocupada.

-No te preocupes, tenemos todo planeando. ¡Tranquila!- Harry continuaba abrazando a Louis, despeinaba su cabello haciendo que este se molestará.

-Déjame Harry, que tú no te peines no es para que me despeines a mí.- mencionó Louis acomodando su cabello.

La puerta de la cocina de abrió muy fuerte, unos 10 soldados entraron a ella, invadiendo todo y separándolos.

-¡Hey! ¡SUELTENME!- gritó Harry intentando liberarse de sus brazos.

Notó como también tenían atrapado a Louis.

Sofía veía todo muy asustado. -¡SUELTENLO!- gritó al ver que lo lastimaban.

August y Dániel entraron a la cocina, les hicieron una seña a los soldados, que con ello rápidamente comenzaron a llevárselos de ahí.

Durante el camino a la camioneta Harry brincaba y se movía mucho tratando de liberarse.

Louis se encontraba en silencio, pero de podía ver claramente en su mirada lo asustado que estaba.

-¡Papa! ¡Diles que nos suelten!- gritaba Harry diciéndose a sí mismo que era una equivocación.

Cruzó miradas con su padre, pero no sirvió de nada, él rápidamente lo evitó.

Los subieron a una camioneta y arranco rápidamente.

Atrás de ellos se encontraba un carro, que transportaba a August y a Dániel.

Durante el camino Harry maldecía y gritaba para que lo soltarán.

Después se vio frente a frente con Louis. -¿Que pasa Lou?- preguntó preocupado, lágrimas comenzaban descender por su rostro.

-No lo sé amor, pero pase lo que pase recuerda que te amo. - habló Louis intentando calmarlo. Probablemente él ya sabía de lo que se trataba.

-¡No! ¡No va pasar nada! ¡Nada va a pasar! ¡No tengo que recordarlo porque para eso estas tú! ¡Tú me lo dirás siempre! -Harry ya se encontraba desesperado, comenzó a moverse de nuevo, pero le era imposible zafarse, varios soldados lo tenían sujeto.

Entraron al campo de concentración por la parte de atrás, por donde se encontraban los hornos.

La camioneta iba a gran velocidad, llegaron en menos de 5 minutos.

Pararon y los soldados los bajaron de ella.

Al cabo de unos segundos llegó el carro que transportaba a Dániel y a August.

August bajó del coche y se acercó a Louis.

-¡Hijo que puta!-grito dándole un gran puñetazo en la cara, haciendo que Louis dejara de sostenerse por sí mismo.

-¡NO! ¡Papa! ¡Déjalo! -gritó Harry demasiado desesperado.

-¡Eres un hijo de la gran puta!- habló mientras lo pateaba, después le escupió y se acercó a Harry.

Él lloraba mientras veía como Louis sufría.

-No le hagas nada papa, por favor. - apenas podía hablar, el miedo se había apoderado completamente de él.

August se acercó a él y lo tomó de la barbilla. -Mira lo que provocas hijito...- susurró mientras le hacía una seña a los soldados, que al verla comenzaron a golpear a Louis fuertemente.

Harry ni siquiera podía hablar, su padre lo tomaba demasiado fuerte de la barbilla, haciendo que viera todo lo que le hacían a Louis.

-Por favor no lo mates padre...- dijo en cuando pudo.

Tenía la cara completamente inundada de lágrimas. Temblaba demasiado.

August hizo que los hombres frenaran.

Louis de quedó en el suelo, el dolor que le habían provocado era demasiado como para poder mantenerse estable.

Sangraba de la frente, de la boca, de la nariz.

-Por favor no lo mates...- lloraba observando cómo Louis sufría todo en silencio. No se había quejado, no había llorado, nada.

-Eso lo hubieras pensado antes Harry, ¿Sabes lo que se les hace a los traidores como tú en la guerra?- pregunto August sacando un arma de su bolsillo. Harry se asusto aún más. -No, no, tranquilo hijo, no te matare.- comentó entregándole el arma. -Tómala.- Harry no le hizo caso. ¡TÓMALA!- gritó con fuego en la mirada.

Harry la tomó temeroso, Cualquiera que lo hubiera visto podía notar el miedo que tenía, parecía que se desmayaría en cualquier momento.

Dos soldados mas llegaron al lugar, Harry rápidamente notó que Jay se encontraba con ellos.

-¿QUE LE HICIERON? -gritó al ver a su hijo tirado en el suelo.

Louis reaccionó rápidamente a la voz de su madre e intentó levantarse, pero le fue imposible.

-¿Que le hicieron?- habló Jay llorando eh intentado acercarse a él, pero los soldados también la tenían sujeta.

-Papa... No le hagas nada....- rogó Harry con la última gota de esperanza que le quedaba.

Todo estaba tan bien, no sabía cómo era que su padre se había enterado de su plan con Louis, sólo quedaban pocos días para irse, era imposible que todo se hubiera arruinado.

-¿Yo? No yo no le haré nada a la señora TOMLINSON... serás tú quien la mates. - Cometó y sacó otra arma, con la que apuntó a Louis. -mátala, o yo lo mato a él.

Dániel apuntó a Harry con su arma, para asegurase que Harry no intentara otra cosa.

Jay miraba a Harry aterrada.

-Por... Favor Harry, no la mates...- se escuchó decir a Louis con las pocas fuerzas que le quedaban. -no la mates amor, deja que me maten a mí.

-¡NO! ¡No Louis, no! ¡Tú y yo nos vamos a ir el martes! ¡Me prometiste que todo terminaría! ¡Tú me prometiste!- Harry estaba desesperado, la cara la tenía llena de lágrimas y apuntaba a jay con el arma.

-Sí, lo sé amor, pero por ahora no se va a poder, me tengo que ir, se me ha acabado el tiempo amor, necesito que me prometas que las vas a cuidar. ¿Te harás cargo de mi familia?- Louis intentaba tranquilizarlo.

-¡No Louis! ¡No! ¡Tú estarás conmigo! ¡Nos iremos el martes!- Harry cada vez de ponía peor.

-Amor por favor no la mates, ¡deja que me maten a mí! ¡No la mates amor! ¡No la mates!

-Louis...- mencionó Harry llorando y mirándolo.

-Te amo, nos vemos pronto pequeño, todo estará bien amor, tranquilo.

-Louis....

-Tranquilo amor, tranquilo, baja el arma y deja que pase lo que tenga que pasar.

-Te amo. -dijo llorando.

-Yo también bebe, tranquilo.

Un disparo se escuchó. Un grito se hizo presente.

Un arma había sido disparada asesinando a una de las personas que se encontraba presentes.

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Capitulo 34 *SIN EDICIÓN El silencio inundó el lugar después de ese balazo.

No sé el tiempo exacto en el que todos se quedaron en shock.

Dániel le había disparado a Jay al recibir la orden de parte de August.

Harry se veía muy mal, observaba el cuerpo de Jay sin vida y parecía que creía que el mismo la había matado.

Después miró a Louis, que se encontraba aún en el suelo, mirando a su madre y sin decir nada. Las lágrimas de Louis descendieron por su rostro, aún así seguía sin decir nada.

Su padre ordenó que lo soltaran.

Lo primero que hizo Harry fue correr hacia Louis.

Lo abrazó fuertemente mientras lloraba muy alterado.

Él era pequeño, no podía lidiar con tantas emociones en tan poco tiempo. No podía creer que mataran a Jay, en sus propios ojos. Tenía miedo de su padre, de Dániel, del mundo entero que no fuera Louis.

Louis no le correspondía el abrazo, tenía su mirada perdida mientras que la sangre de su madre comenzaba a llegar hasta él, manchando toda su ropa.

Harry supo que tenía que estar con él, así como Louis lo había estado cuando Anne murió.

Le indicó que se levantarán, sin embargo Louis no hizo caso y continúo en el suelo, sin habla alguna.

August hablaba con Dániel a voz bajita sin tomarles importancia a Louis y Harry.

-Vamos amor, levántate.- susurró Harry intentando levantarlo. Louis se soltó de su agarre violentamente. -¿Qué pasa?- preguntó al notar que no quería que lo tocara.

Louis continuó sin hablar, se acercó a su madre y comenzó a acariciar su cabello.

Harry decidió darle privacidad a su dolor, si Louis quería sufrirlo solo, lo respetaría y lo apoyaría.

Miró todo a su alrededor. No pudo evitar preguntarse qué pasaría ahora. Era obvio que August no permitiría que Louis continuara en su casa, era obvio que no permitiría que Louis continuara vivo.

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, dejándolo más asustado de lo que ya estaba.

Comenzaba a entrar de nuevo en pánico.

Limpió las lágrimas de sus ojos y se acercó a Louis para darle un beso en la cabeza. Sabía que ese podía ser el último.

Aunque doliera, tenía que prepararse para lo que venía, idear algo para que su padre le permitirá continuar con Louis.

Comenzó a acariciar el cabello de Louis, mientras é solo sollozaba recargado en el cuerpo de su madre.

August se percató de la escena que vivía.

Le ordenó a los soldados que se llevarán a Louis devuelta al campo.

Los soldados forcejearon con Louis, ya que él no quería dejar el cuerpo de su madre.

Harry comenzó a gritarles que lo dejarán, pero entre Dániel y su padre lo detuvieron. ¡SUELTENLO! ¡No se lo lleven!- gritaba intentando liberarse de los brazos de su padre. -¡Por favor!- rogó llorando.

Louis miró a Harry con los ojos llenos de lágrimas, negó con la mirada mientras los soldados lo aventaban.

Harry solo asintió y le susurró -Te amo.- sin hablar, sólo moviendo los labios.

Al final terminaron llevándoselo.

Su padre tomó a Harry del hombro después de unos segundos. Lo metieron al carro a la fuerza y se dirigieron devuelta a su casa.

Esta vez sin Louis.

El camino fue silencioso, sólo se podían escuchar los sollozos de Harry, que se encontraba recargado contra la ventanilla.

Al llegar a la casa Harry se bajó rápidamente y corrió hacia la habitación de Louis.

Su padre lo siguió.

Aunque August no lo quisiera aceptar, se le rompía el corazón al de a su hijo de esa manera.

Entró lentamente a donde se encontraba Harry.

Harry estaba acostado sobre el colchón viejo de Louis, en posición fetal, se podían escuchar perfectamente sus llantos.

-Hijo...- habló August entrando a la habitación. Harry pareció no escuchar aquel llamado. -Hijo tengo que hablar contigo - mencionó sentándose a un lado de Harry.

Él reacciono violentamente. -¡Quítate!- gritó mientras empujaba a su padre. -¡No te atrevas a poner tu asqueroso trasero en donde Louis ha dormido!- gritaba enojado.

August nunca había sido tratado de esa manera por alguien, y menos por Harry.

No entendía nada, no se daba cuenta de que Harry prefería sobre todas las cosas a Louis, sobre él. Su padre.

-Harry levántate de ahí.- ordenó August volviendo a poner su tono autoritario.

Harry lo miro enfurecido. -¡Vete a la mierda!- le gritó poniéndose de pie y empujándolo contra la pared.

Eso término con la "compasión" que sentía August al ver a Harry tan mal. No podía permitir que su hijo le faltara el respeto. Le dio un puñetazo en la cara, tan fuerte que Harry cayó contra el colchón.

Elevó su mano hacia su boca cuando se dio cuenta de que le había pegado, él nunca se había atrevido a golpearlo, Harry siempre había sido demasiado mimado por él.

-¡Te odio! ¡Te odio!- grito Harry llorando desde el colchón. -¡Mátame! ¡Mátame de una vez! ¡Mátame como también mataste a mamá!- comenzaba a perder la cabeza y a hablar sin pensar. ¡Mátame! ¡Como seguro matarás a Louis! ¡Mátame! ¿Qué esperas? ¡No eres nada papá! ¡Nada más que un puto asesino!

-¡Te vas a ir de aquí, te vas a suiza! ¡Y te olvidas de ese judío maricón!- habló August en su defensa.

-¡Yo no me voy a ir de aquí sin Louis!

-¡Pues qué lástima! ¡Porque seguro para estos momentos ya está muerto! ¡Y no sabes lo feliz que me hace saber eso!

Harry se quedó en silencio, sintió unas tremendas ganas de desvanecerse antes las palabras de su padre, Louis no podía estar muerto.

-¡Mientes! ¡Él no está muerto! ¡Porque él y yo nos vamos a ir de aquí! ¡Y no te volveré a ver! ¡Ni a saber nada de tu puta vida!

August levantó la mano para darle otro golpe, pero se arrepintió antes de hacerlo.

Eso realmente le estaba doliendo. Escuchar a su hijo, escuchar que lo odiaba, que le daba asco su vida, que no quería verlo nunca más. Que pensaba irse con una persona que acababa de conocer, y no quedarse con él, que había dedicado su vida entera a cuidarlo y hacer todo lo posible para que nunca le faltara nada.

- Te vas de aquí... Eso es todo...- habló con un tono de voz bajo, claramente más tranquilo.

-Por favor...- mencionó Harry antes de que su padre saliera de la habitación, deteniéndolo. -No me hagas esto padre, por favor... No me niegues la oportunidad de ser feliz con él. ...- rogaba Harry.

Narra Harry.

Estaba muy cansado, todo en mi interior estaba roto. Ya no tenía fuerzas para luchar, ya no quedaba nada dentro de mí.

Todo poco a poco se había destruido, mi familia, la familia de Louis y ahora el "nosotros"

No había otra esperanza, tenía que hacerlo, rogarle a mi padre, rogarle para que me permitiera estar con Louis, que aunque yo mismo sabía que no era posible, ya no podía perder nada intentándolo.

-Lo siento hijo... Ya eh dicho todo.- habló mi padre mirándome.

Volvió a intentar salir de la habitación, pero lo detuve de nuevo.

-Estoy hablando contigo, no puedes irte... Recuerdo perfectamente los días en los que eras un héroe en mis ojos. No te odio, no puedo odiarte, pero tampoco te quiero, no puedo quererte después de todo el mal que me has causado en tu intento de darle "la mejor vida", por favor, sólo déjame irme, no me volverás a ver, pero no me quites la única felicidad que tengo en mi vida. Las lagrimas apenas me dejaban respirar- No sé qué más decirte, es que no puedo creer que

esto te lo esté diciendo a ti viejo... -August dejó de "ignorarme" y se volteó a mirarme. -A ti... Que siempre fuiste mi ejemplo a seguir.... Que siempre desee ser como tú, que durante mi niñez me diste los mejores días. No puedo creer que mi mundo del sueño se me haya derribado de tal manera que di cuenta de la mierda de persona que eres... Muchas veces desee no haber conocido a Louis, así nunca me hubiera percatado de el mal que hacías, y tu seguirías siendo todo para mí. Pero Louis me hizo darme cuenta, que el verdadero placer de la vida no es tener el poder absoluto, si no tener a alguien que te ame, yo lo tengo a él, mientras que tu.... Tu lo único que tienes es el poder.

Mi padre seguía mirándome, pero no decía nada, sólo eso, me miraba.

-Puedes decirle a Louis que yo soy su "dios" porque si yo decido que hoy muera, hoy muere.hizo una pausa dramática y luego se acercó a mi.- El poder nos da ese privilegio hijo, deberías de darte cuenta, mientras que el "amor" no te sirve ni para una mierda. -salió de la habitación.

Mi intento por convencerlo había sido en vano.

Tenía que sacar a Louis por mi cuenta, tenía que irme lo más rápido posible, antes de que mi padre decidiera enviarme a suiza.

Fin de la narración.

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Capitulo 35*SIN EDICIÓN El día pasó demasiado largo para Harry, su padre se había encargado de llevarse de la casa todo lo que podía recordarle a Louis, Dániel aún no llegaba del campo.

Harry comenzaba a temer por la vida de Louis.

No lo entendía. No podía entender cómo es que su vida de había deshecho en tan poco tiempo,

hace menos de 5 meses se encontraba feliz, muy feliz.

Luego llegó Louis. Que se podía definir como una enorme luz, una luz que lo mantenía vivo, pero sin embargo esa luz lo hacía darse cuenta de lo equivocado que estaba sobre su vida.

Todo era una gran mierda, siempre lo había sido.

No podía permitirle a su padre separarlo de Louis. Ahora que lo había encontrado no lo dejaría. Estaba decidido. Escaparía con Louis a toda costa.

Pasó toda la noche dando vueltas sobre su cama, intentando no torturarse con sus pensamientos acerca de como estaría Louis en esos momentos. Intentando olvidar, pero el simple hecho de intentar olvidar es recordar.

Se puso a pensar en cómo le haría, para el martes faltaban 5 días, no podía esperar tanto tiempo.

Necesitaba llevárselo ya mismo.

Se puso a planear un escape, y después de unos minutos ya se encontraba descansando.

El pequeño Harry había vivido los peores días de su vida en muy poco tiempo.

No era tan cínico como para preguntarse por qué le ocurrían esas cosas a él. Sabía que había hecho mal en el pasado.

¿Pero Louis?

¿Qué cosa mala podría hacer él? ¡Nada! Siempre fue educado, aún cuando lo tratarán de la mierda. Eso fue lo que pasó en esa guerra, no fue tanto las muertes, sino, el hecho de que les hayan arrebatado la oportunidad de vivir. Que les hayan quitado todas sus esperanzas, sólo por sus estúpidas ideas anti judíos.

La oportunidad de tener una vida, feliz y bonita, a lado de Harry.

La noche fue muy lenta, Harry simplemente no podía dormir. Pasó gran parte de ella llorando en silencio. Ya no le importaba perder toda su dignidad llorando. Se sentía bien al hacerlo, llorar era como su único recordatorio de que Louis existía.

A la mañana siguiente despertó con los ojos muy hinchados, haber pasado la noche llorando había provocado que apenas los pudiera abrir.

No podía quedarse en cama, tenía que salir de esa casa e ir a ver a Louis.

Se cambió de ropa rápidamente y bajó hacia la cocina para tomar un poco de agua. Su boca se encontraba muy seca.

Sofí se encontraba ahí dentro. Harry no había hablado con ella desde el día anterior.

Entró lentamente a la cocina e hicieron contacto visual, sin embargo no mencionó nada sobre lo ocurrido.

-Buenos días mi niño, ¿quieres jugo?- preguntó muy sería Sofí empinando la jarra hacia el vaso de Harry.

Harry solo asintió con la mirada.

Se podía percibir las ganas de Sofí por hablar con Harry, pero obviamente August ya se había encargado de que mantuviera su distancia.

-¿Dónde está mi padre?

-Ha ido al pueblo.

-Perfecto.

-Me ha ordenado que no te deje salir para nada.

-Lo siento, siento que mi papa te haya hecho vivir la situación de ayer, enserio que te quiero demasiado y no quiero que tengas problemas por mi culpa. -habló Harry sincero.

Sofí dejó la jarra sobre la barra de la cocina. -Lo sé mi niño, y yo siento más que estés pasando por esto. -hablo mientras acariciaba el cabello de Harry, que sólo inclinó la cabeza en busca de más.

Harry estaba muy vulnerable, así no fue necesario mucho para que comenzara a llorar de nuevo.

Sofí lo rodeó con sus brazos dándole consuelo.

No era posible que un joven de 16 años estuviera pasando por todo eso.

-Tranquilo mi niño...- comentó Sofí abrazándolo fuertemente.

Harry se aferró más a su cuerpo, en esos momentos lo único que necesitaba era alguien que le diera amor.

-Es que lo amo.- habló con el rostro escondido en el pecho de sofí.

-Lo sé mi niño, lo sé tranquilo.

-Lo amo sofí.- lloraba aún más.

Sofí seguía acariciando su cabello. –esta bien.

-Tengo que irme.- habló rápidamente Harry rompiendo el abrazo.

-No Harry, no puedes irte, tu padre se molestará demasiado. -habló muy preocupada.

-No importa Sofí. Lo necesito. Tengo la necesidad de verlo... Por favor Sofí. -rogó Harry mirándola a los ojos.

-No puedo mi niño, no quiero meterte en más problemas con tu papa.

-Por favor Sofí...- hablaba con la mirada cristalizada.

-Harry...

-¡Por favor! ¡Por favor te juro que no me tardo mucho! ¡Sólo quiero verlo y saber que está bien!

-Está bien mi niño, pero hazlo rápido, tu padre puede llegar en cualquier momento.

La mirada de Harry se llenó de brillo, rápidamente se limpió las lágrimas y corrió a la nevera para tomar lo primero que encontró y llevárselo a louis, seguramente tendría hambre.

Se aceró a sofí y le dio un beso en la frente.

-¡Gracias sofí! Volveré rápido.-habló saliendo corriendo de la cocina, por el patio trasero hacia el campo de concentración.

Corrió sin parar por el bosque, tenía que llegar rápidamente al campo.

Después de 10 minutos de correr lo más rápido posible llego hasta el.

-¡Necesito ver a Louis!- habló con el soldado que se encontraba en la puerta principal, él era el que siempre le ayudaba a que Louis viera a su familia.

-¡Harry!- habló el soldado observando a su alrededor, al parecer no quería que nadie lo viera por ahí. -¡No puedo hacer nada por ti! ¡Tu padre nos ha advertido que si seguíamos ayudándote nos mataría a todos! ¡Sin investigar quien era quien te ayudaba!

-¡Pero necesito verlo! ¡Sólo serán unos minutos!

-¡No Harry, es imposible! ¡Si alguien te ve por el campo avisarán rápidamente al general! ¡No me puedo arriesgar a tanto!

-¡Te juro que será muy poco tiempo!

El soldado se quedó unos segundos pensando. Veía a Harry tan preocupado que tenía que hacer algo para ayudarlo, él sabía lo mucho que se querían esos dos.

-Tengo una idea, y es lo único en lo que puedo ayudarte.....-susurró el soldado acercándose a Harry para explicarle.

--------------

Harry se encontraba a las afueras del campo de concentración, muy cerca de la barda que impedía a la gente salir.

Esperaba muy ansioso a que Louis llegara, aunque tuviera que verlo así, podría hablar con él.

El soldado llegó con Louis después de unos minutos, que cuando vio a Harry una sonrisa enorme

se formó en su rostro. Se acercó corriendo hacia él, pero la barda les impedía tocarse, estaba llena de púas y Harry no quería que Louis se lastimara.

-Hazlo rápido Harry, estaré en esa esquina cuidando que nadie venga. -habló el soldado muy nervioso.

Harry le agradeció con una sonrisa. El soldado de retiró.

-Amor...- habló Louis mirándolo muy triste.

-Ten.- comentó Harry lanzando por arriba de la barda una bolsa con comida. Louis la tomó y comenzó a comer desesperado.

A Harry le gustaba verlo comer, de hecho le gustaba verlo haciendo cualquier cosa.

-¿Como estas Lou?- comentó serió.

-Mal amor, mi mama...- dijo dejando la comida en el piso.

-Lo se Lou, pero no te preocupes, todo va a estar bien a partir de mañana...

-No lo sé Harry...

-No, mañana nos vamos. Él ya sabe todo.- comentó señalando al soldado.- Nos va a ayudar, él ya sabe qué hacer, te sacara a ti a tus hermanas de aquí, y yo los veo en el lago. -Harry hablaba demasiado rápido y frío.

-Quiero tocarte amor... Besarte... Quiero estar contigo.- comentó Louis refiriéndose a la barda que les impedía hacerlo.

-Lo sé Lou, yo también, pero mañana, mañana todo esto se acaba, ya sabes el plan, mañana nos vemos mi amor.

-Te amo Harry.

-yo también, tranquilo, todo va a estar bien.

Harry tenía que irse rápidamente, no podía perder el tiempo.

Mañana todo se acabaría.

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Capitulo 36 (Final) *SIN EDICIÓN Final (PARTE 1)

Harry preparó todo esa misma noche para el día siguiente salir desde temprano, antes de que su padre o Daniel se despertaran.

Pasó gran parte de ella dando vueltas por su habitación. Sabía perfectamente lo que pasaría después de eso, o a lo que arriesgaban, no podía evitar sentirse extremadamente nervioso ante todo.

Narra Harry.

Mis manos temblaban, mi frente sudaba y mi cabeza estaba a punto de explotar. Esta vez no teníamos ningún plan, tan solo huiríamos hasta donde pudiéramos. No había podido comunicarme con Zayn para que me ayudara antes del martes, sin embargo no podía esperar.

No encontraba una razón coherente para lo que me ocurría. Durante el tiempo que estuve con él siempre tuve la necesidad de escribir mis sentimientos.

¿Amor? Me parece tonto. Simplemente porque es una palabra de 4 letras y significa un sentimiento de un millón de palabras. Es estúpido y cursi, pero es real y si él es cursi contigo deja de ser estúpido y se convierte en todo.

Para Lou:

Haz enamorado mis manos,

y mis ojos

y mis pies,

y este sentimiento me tumba como si estuviese sedado por mil medicamentos contra la locura.

Esto es locura, amo tus manos frenéticas,

tu voz tranquila,

tu boca que es tan dulce.

Entonces retiro las cruces,

los clavos,

las baratijas que me amargan el corazón

y siento que estas hecho para mí.

Siempre he tenido la necesidad de buscarte,

Un extraño instinto, tonto, infantil, pero tan real como tú y como yo,

como esta vaga angustia,

y estos ojos que se caen por soledad.

Ardo por ti,

me envuelvo en llamas y no encuentro la manera de apagarme, te contagio porque me gusta,

porque me gusta verte envuelto conmigo,

y te llamo desde cualquier puerta y corro delante de ti porque corro de mis demonios.

Apaga ya mis lagrimas con tus besos

¡No puedo esperar más!

Rompe esta soga que me tiene aprisionada a vivir muriendo, no me conformo a volver a mi cama con los mismos pensamientos,

la misma bazofia existencial,

los deseos callados que gritan en silencio dentro de mi colchón y no me dejan dormir.

Hay horas en que quisiera apagarme y no ver más gente,

y pienso en todo y con odio me distraigo de tu recuerdo,

pero vuelves cual fantasma y muevo mis manos,

mis ojos,

y mis brazos para todos lados, pero no te encuentro,

me abrazo a tu recuerdo y me duermo pensando en tu aroma.

Que angustiantes son las horas donde no tengo nada,

más que la risa y el silencio,

la nada,

porque duermo la mitad del día y la noche,

y las ansias se vuelven más fuertes,

y entonces siento ganas de correr a buscarte,

porque en ti encuentro refugio,

encuentro a la persona que alguna vez fui, y me encuentro ante tus ojos y tu conversación, sana y feliz.

Y no hay necesidad de recordar mi dolor,

porque no existe dolor a tu lado,

solo existe ese sabor dulce de tu boca y tus ojos tranquilos.

¿Ficción? Es posible,

pero seguiré tus galaxias,

y esperare a volverme loco.

Fin de la narración.

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La mañana por fin llegó, después de una de las noches más largas en la vida de Harry el sol comenzaba a salir.

Se levantó de su cama y tomó la mochila en la que llevaba poca ropa y chamarras para el frio, tenía que llevar muy pocas cosas, no quería que se dieran cuenta de que había escapado pronto.

Sobre su cama dejo dos cartas, una para sofí y una para su padre, tenía que despedirse de ellos.

Sus nervios no lograban calmarse, bajó las escaleras y tomó un poco de comida de la cocina.

Después lentamente abrió la puerta para salir hacia el patio trasero. Lo que menos quería es que el guardia de la puerta principal lo viera.

Cuando por fin se vio afuera de la casa comenzó a correr, correr y correr.

Cuando se encontraba a pocos metros de llegar hasta el lago, donde había quedado de verse con Louis comenzó a escuchar gritos y ruidos que lo alarmaron.

Su sangre se heló al llegar al lugar, ¿Cómo era posible que todo se arruinara en cuestión de segundos?

Daniel se encontraba apuntando a Louis juntos con otros soldados que apuntaban a sus hermanitas.

-Hola hijo.- habló August saliendo por atrás de los arbustos, llevaba un cuchillo y limpiaba un liquido rojo de él, claramente sangre.

Pero Louis y su familia se encontraban intactas, las niñas lloraban como locas, mientras que Louis intentaba mantenerlas estables.

-¿A dónde ibas tan apresurado?- preguntó cínicamente acercándose a él y rosando el cuchillo por la piel de Harry. Este se congeló, esto no podía estar pasando. Dejó caer su mochila al suelo, y cerró los ojos fuertemente, en su interior quería que eso fuera solo una horrible pesadilla. -Que lastima, Jonh era un buen soldado, lástima que decidió ayudarte.- comento refiriéndose a la sangre que limpiaba del cuchillo.

-¡Eres un maldito!!- gritó Harry lanzándose a su padre.

Intentó golpearlo, pero rápidamente sintió un arma sobre su nuca, los soldados de su padre lo tenían amenazado.

-¡Tranquilo Harry!- gritó Louis muy asustado al notar el arma que amenazaba a su pequeño.

Las chicas lloraban cada vez más fuerte, la presión crecía.

Harry se levantó lentamente y se quedó esperando a que retiraran el arma de su cuello.

-Lo siento hijo, pero esto me lo has pedido a gritos.- gritó August muy enojado. –¡acomódenlos!ordenó señalando a las hermanas y a Louis.

Louis cerró los ojos e hizo todo lo que los soldados le ordenaban.

Tuvieron que arrodillarse, con las manos en su nuca. Mientras que Harry veía todo desde su lugar, no podía moverse porque aun no le quitaban el arma de la nuca.

-Vamos Daniel, te concedo el placer.- dijo August sonriendo.

Daniel le devolvió la sonrisa y se acercó a Louis, colocó su arma en la frente del chico y la cargo.

Harry seguía en shock, temblaba demasiado y no dejaba de observar a Louis, que como pudo les indicó a sus hermanitas que taparan sus ojos.

-Pa ... pa. Por favor no lo hagas.- habló Harry temblando.

August sonrió y se acercó a Harry.

-¿Por qué hijo? ¿Por qué debería hacer algo por ti? ¡Si tu planeabas irte y dejarme solo!- gritó con la mirada cristalizada, si August Styles con la mirada cristalizada. – ¡Primero tu madre y luego tu!

Harry se intimidó ante ese grito y se encogió de hombros dando un pequeño paso para atrás.

-No lo mates todavía Daniel... - indicó August acercándose esta vez a Louis.

Se coloco enfrente de él y lo tomó de la barbilla fuertemente.

Louis no se intimido, no dejó de mirarlo a los ojos por ningún segundo.

-¿Asi que planeabas que mi hijo que iba a sacar de esta mierda de vida eh? ¡Judío de mierda!dijo golpeando la mejilla de Louis fuertemente, cayó al suelo pero un soldado lo reincorporo rápidamente.

Las chicas gritaban y lloraban mientras eran amenazadas.

-No.- habló Louis. – Yo no planee nada. –miró esta vez a Harry a los ojos, que comenzaba a llorar viendo como su padre golpeaba a Louis. –Yo no quería enamorarme de su hijo, y sin embargo lo hice, yo no sé qué es lo que usted entienda por amor, pero yo le puedo decir que para mí, que me hayan reclutado ha sido lo mejor que me ha pasado...- seguía mirando a Harry y esta vez sus lagrimas eran las que descendían. – Porque con eso lo conocí a él, la única persona por la que no me importa morir, porque decir que morí por amor será el mejor regalo, decir que morí por ti pequeño... - Harry lloraba mientras escuchaba las palabras de Louis. – así que si quiere matarme, hágalo ya mismo.- dijo esta vez retándolo. –terminemos con esta mierda de una puta vez.

Daniel se había quedado en silencio, observando claramente todo lo que ocurría, las palabras de Louis hacia Harry y la mirada desesperada de este.

-¡Eres un maldito cerdo!- habló August escupiéndole en la cara. - ¡LEVANTATE!- gritó tomando bruscamente a Louis y poniéndolo de pie.

Harry seguía temblando intensamente.

-Dime LOU, ¿A quién de ellas quieres menos eh?- preguntó señalando a sus hermanas. –¡CONTESTAME CABRON!- exigió gritando.

Louis se quedó callado, sabía que cualquier cosa que dijera podría ser un error, pasara lo que pasara sabia que ese día moriría, no había forma de que se salvaran.

-¿No hablaras eh?- preguntó August después de unos segundos. –Veamos, ¿a quién prefieres de ellas dos?- preguntó apuntando y cargando la pistola hacia las hermanas más grandes.

Louis siguió en silencio. Respiraba agitadamente y sus manos sudaban.

-No les haga daño... Ellas no han hecho nada, mátame a mí.- rogó.

-Pero eso sería muy fácil... Terminar con tu puta vida sin hacerte sufrir...-susurró August muy cerca del oído de Louis.

-Ya me hará sufrir demasiado al separarme de Harry, ya me hizo sufrir demasiado al quitarme a mi madre y a mi abuelo. Por favor. Sólo máteme de una vez.-lloraba Louis mirando al piso.

August sonrió burlonamente y sin dejar de mirar a Louis oprimió el gatillo, matando a la hermana más grande.

-¡NOOOO!- gritó Harry intentando acercarse, los soldados se lo volvieron a negar. -¡Papá para por favor! ¡Para! ¡No me hagas odiarte más! ¡Sólo para esto!- la cara del pequeño se encontraba inundado de lágrimas.- ¡Te lo ruego para! Para papá para...

Las hermanitas lloraban y gritaban, mientras Louis se encontraba intentando calmarlas.

Se escuchó otro plomazo, matando probablemente a la que seguía de edad de la anterior, dejando solamente a las pequeñas gemelas.

Louis abrió extremadamente los ojos y se dobló por la mitad, pareciera que le daban golpes físicos al matar a sus hermanas frente a sus propios ojos.

Harry lanzó su cabeza muy fuerte hacia atrás, golpeando al soldado que se encontraba sosteniéndolo, pudo tomar su arma y rápidamente se alejó apuntando hacia ellos.

-¡te dije que pararas padre!- gritó apuntándolo con el arma, en sus ojos se podía ver el coraje que nunca había mostrado antes.

August empezó a reír a carcajeadas.

-Mátame pues Harry... Matémonos todos de una vez, igual ya no queda nada- gruñó August apuntando a Louis con su arma.

-Louis toma a las gemelas y camina hacia mi.- ordenó Harry sin dejar de mirar a su padre.- ¡QUE LO HAGAS TE DIGO!- gritó desesperado al ver que Louis no se movía.

Louis tomó de la mano a las gemelas y comenzó a caminar hacia Harry.

Ahora todos los apuntaban, los soldados, Dániel y August.

Louis llegó hasta él y se colocó atrás de su cuerpo, inhaló fuertemente el olor de Harry al estar con él, lo necesitaba.

Harry pasó una de sus manos para atrás y Louis la tomó para entrelazar sus dedos.

Con la otra mano seguía apuntándolos, nadie se atrevía a abrir fuego.

Harry comenzó a caminar hacia atrás, haciendo que pronto se encontraran más lejos de su padre.

Louis cargaba a las dos niñas entre sus brazos.

-Cuando les de la señal van a correr, lo más rápido que puedan sin parar.- comentó Harry sin dejar de observar a su padre.

Louis respiró profundamente y se preparó.

-una... Dos... ¡TRES CORRAN!!- gritó disparando hacia su padre, pero obviamente al encontrarse lejos falló el tiro, pero sirvió para distraerlos un poco.

ERES MI RELIGIÓN CAPÍTULO 38, POR DÁNIEL MAZZOLINI.

70/70

Los chicos corrieron y corrieron, August dio la señal para que comenzáramos a seguirlos.

-¡Quiero a mi hijo con vida! ¡Los demás pueden morir!- gritó señalándolos que los atrapáramos.

Para ese entones ellos ya nos llevaban una buena ventaja, así que si lanzábamos tiros no los alcanzaríamos.

También no podíamos arriesgarnos a disparar y darle a Harry, August nos mataría si le hacíamos algo a su adorado hijo.

Todos nos separamos, unos se fueron para un lado y otros para otro, yo corrí en busca de ellos hacia el campo de concentración.

Tenía que atraparlos, si lo conseguía me ganaría el respeto total del general Styles.

Corrí lo más rápido que pude, pude reconocer la silueta de Harry a lo lejos, indicándome que me acercaba a ellos, noté que entraron al campo por las puertas traseras, las que se encontraban a un lado de los hornos.

Corrí y corrí hasta que ya los tenía demasiado cerca. Ellos intentaron esconderse atrás de los hornos enormes, pero yo me di cuenta y los acorralé.

-¡Dániel por favor!- habló Harry recuperando el aliento después de correr tanto. -¡Te juro que no volverás a saber de mi! ¡Pero déjanos ir! ¡No entiendo que te hice para que me odies tanto!rogaba Harry, yo tenía el poder de dejarlos ir.

Podía hablar, llamarle a los otros soldados para que fueran a ayudarme, los tenía, vivos a ambos.

Las hermanas Tomlinson estaban más asustadas, lloraban mientras encajaban sus dedos en los brazos de Louis.

-por favor Dániel... Por favor...- Harry nunca me había pedido nada, siempre me había odiado y tratado mal, aunque era un sentimiento mutuo.

Fue ahí cuando los vi, se miraban con tanto amor que era imposible no notarlo.

Siempre le tuve envidia a Harry Styles, sin embargo ese día me di cuenta que él era la persona más privilegiada del mundo, y que no era justo que yo buscara joderle la vida de todas las maneras posibles, sólo porque yo quería ser como él. Desde por el hecho que su padre lo admirara hasta porque él tenía a alguien como Louis, que lo amaba a pesar de todos los obstáculos que yo les ponía.

-¿Dániel? ¿Están por ahí?- se escuchó la voz de un soldado que se acercaba hacia nosotros. ¿Dániel?

Louis cubrió la boca de sus hermanas para mantenerlas en silencio, ellos se miraron fijamente, como despidiéndose y después Louis besó la frente de Harry.

-¡No, no están por aquí!- comenté entregándoles las llaves, para que pudieran salir del campo sin problemas.

Harry me miró confundido y tomó las llaves con demasiada desconfianza.

Les dio una pequeña sonrisa y me fue de ahí, antes de que alguien se diera cuenta que los ayudaba.

Después de eso no supe cómo es que salieron, nada. Sólo sé que lo lograron, ellos lograron todo después de tanto sufrimiento. Lo merecían. Sí que lo merecían.

1960

Después de 5 años buscando noticias sobre Harry Styles y Louis Tomlinson lo conseguí, logré encontrar su dirección, me puse feliz al saber que ambos estaban bien, y que cuidaban a las Tomlinson como si fueran sus hijas, Harry había conseguido trabajo en USA y Louis después de unos meses también lo consiguió, seguían juntos, y no me sorprendió, pues el amor que se tenían era demasiado para que se acabara pronto.

Cuando tuve su dirección en las manos recordé todo, todo lo malo que había hecho, el mal que les había hecho. Aún así no podía acobardarme, sentía una intensa necesidad de buscarlos, y disculparme por todo lo que les hice. Sabía que no sería fácil obtener su perdón, pero al menos me sentía mejor al decírselos.

Cuando me encontraba ya en Dallas, donde ahora ellos vivían, mis nervios comenzaron a crecer, estaba a unos pasos de la puerta de su casa, tenía que hacerlo. Toqué el timbre y cerré los ojos para relajarme.

-¿Hola? ¿En qué puedo ayudarte?- escuché esa grave voz que llevaba atormentándome desde el primer día que lo conocí.

Abrí los ojos lentamente y pude notar como Harry se sorprendía demasiado al verme.

-¿Puedo pasar?- pregunté aún temblando.

Harry seguía mirándome sorprendido, y no hacía nada más, más que mirarme.

-¿Quien es amor?- se escuchó una voz más aguda, proveniente de Louis, sin embargo él no se sorprendió al verme, sino, se puso muy agresivo, intentando golpearme, Harry lo frenó difícilmente.

Yo di un paso para atrás, era obvio que esas personas me odiarán después del mal que les había hecho. No podía llegar y esperar que me perdonara de la nada.

-Tranquilo Lou.- habló Harry colocando sus manos en las mejillas de este. -hazlo por mí, por las niñas, tranquilo amor.- dijo tranquilizando, para después depositar un suave beso sobre sus labios.

-Ss..solo vengó a disculparme.- balbucé haciendo que ellos me mirarán.

-¿Disculparte?- preguntó Louis alterado. -discúlpate todo lo que quieras, igual el daño ya está hecho, ¿o qué? ¿Tus disculpas me devolverán a mi madre? ¿A mis hermanas? ¡No verdad!Harry escondió su rostro sobre el pecho de Louis, para después empujarlo suavemente hacia atrás.

-Mejor vete de aquí Dániel, las niñas están por llegar de la escuela.- habló Harry para después mirarme.- no vuelvas por favor, espero que tengas una buena vida. -dijo y cerró la puerta.

Yo seguía temblando.

Caminé hacia la calle, después voltee de nuevo hacia esa casa, y en la ventana pude distinguir la figura de ambos, que se abrazaban fuertemente y se besaban, Harry le decía cosas a Louis mientras acariciaba su espalda, y él solo le devolvía el abrazo con fuerzas.

Su amor seguía siendo más fuerte que yo.

Y ahora estaba seguro que lo sería por siempre.

Gracias a ellos puedo ahora decir que nada fue en vano, que el amor existe, la amistad es verdadera, que la vida seguirá siendo bella si tienes a alguien que así lo quiera.

Este libro va dedicado a Louis & Harry, que espero que algún día puedan perdonarme.

El amor existe porque ustedes existen

The end.

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Epilogo *SIN EDICIÓN Epilogo. (Final Temporada PARTE 2.)

Daniel Mazzollini.

1990.

-¿Podemos descansar un momento? -Preguntó Daniel poniéndose de pie lentamente, sus huesos apenas le permitían moverse, ya no era el chico fuerte y atractivo de antes, estaba a punto de llegar a los 80 años. No había una parte de su cara sin arrugas, el poco cabello que le quedaba estaba completamente blanco, y se cansaba constantemente.

-Claro. -Comentó la entrevistadora regalándole una amplia sonrisa. Las cámaras se detuvieron, era hora de tomar un descanso.

Un joven se acercó para ayudarlo y llevarlo a su camerino.

Las preguntas que la entrevistadora hacia el sobre su libro comenzaban a abrumarlo, tantos recuerdos a la vez terminaban por romperlo y sentía que terminaría envuelto en llanto en cualquier momento.

Se miró en el espejo de su camerino. En sus ojos vio esos tiempos, en donde creía que destruyendo personas conseguiría lo que desease. Un nudo se le formó en el estomago, pasó saliva, y le supo amarga.

Después de 15 minutos su representante fue a llamarlo de nuevo a la entrevista, tenía que seguir por falta de tiempo. Daniel dio un gran respiro y volvió al foro televisivo.

La entrevistadora lo recibió con una gran sonrisa, él solo se sentó y se preparó mentalmente para lo que venía.

Les dieron la orden que volvían a estar al aire.

-Muy bien Señor Mazzollini, antes de el corte hablábamos sobre el gran éxito que ha tenido su treceava novela "eres mi religión"- habló la joven mujer. - Y pues también me he enterado que es la ultima. ¡Como nos hace esto señor Mazzollini! Yo en lo personal, me considero una gran fan de sus historias. ¡No puede ser que ya no escriba!

-No es eso.- Dejó salir una pequeña sonrisa y se le cerró la garganta por un momento.- Me estoy muriendo, me hago viejo, y ya no puedo continuar escribiendo. Quizás, probablemente, no quiera hacerlo, eso es todo.

La entrevistadora asintió con la cabeza poniéndose seria. Parecía más que eso, una mezcla entre vergüenza e incomodidad. Aquellos sentimientos inundaron el lugar.

La entrevistadora recuperó su postura y rompió el silencio;

-He leído ya esa novela, le puedo decir que es una de mis favoritas, y la mejor de usted.

-Gracias, como ya muchos saben, esa es una novela muy especial para mí, porque redacta mi experiencia en la segunda guerra mundial. -Comentó Daniel mirando hacia el techo, sentía un terremoto dentro, en el fondo de su alma, se sentía enfermo, todo lo lastimaba.

-Sí, creo que es lo que más me atrae de ella, que es basada en un hecho histórico, la historia de Louis y de Harry es tan... tierna y a la vez excitante... Me he vuelto gran fan de esa historia de amor. -La entrevistadora parecía una verdadera fanática, se emocionaba demasiado al hablar de aquella novela, sus ojos brillaban y hablaba como si supiera cada palabra del libro.

- Fue un gran amor... Como ya no los hay -Susurró Daniel sin bajar la mirada. Conteniendo las lágrimas, inundándose por dentro y por fuera.

-Solo hay algo que no comprendí Señor Mazzollini, y supongo que todos los que han leído su biografía se dieron cuenta de que hay algo que no cuadra... -Daniel sabía a dónde se dirigía la mujer con esas palabras. -En el capítulo 70, la escena final es en la que usted va a buscarlos a América y les pide perdón por todo el daño que les hizo, eso se supone que se da en 1960, pero según yo tengo entendido, usted salió de la cárcel en 1975.

Daniel se había prometido a si mismo decir la verdad sobre todo, no podía irse a la tumba sin revelar al mundo lo que en verdad ocurrió ese día.

-Es porque el capítulo final es ficticio. -Un silencio putrefacto llenó la sala y la dejó apestando a duda, bajó al fin la cabeza, la gravedad lo animo a desbordar aquellas lágrimas. -Nada de lo que dice ahí ocurrió en realidad. -Comentó esta vez ya mirándola, la entrevistadora se sorprendió demasiado.

-¿Entonces eso quiere decir que usted nunca fue a pedirles perdón a América? ¿Porque en esos momentos usted se encontraba en la cárcel? -Preguntó ella aun más interesada.

Daniel se quedó unos segundos pensando en su respuesta. Tenía el corazón acelerado, y a su edad, eso le ponía más tenso.

-Aunque no hubiera estado en la cárcel hubiera sido imposible... -Decía, y por cada una de las palabras pronunciadas su voz se quebraba cada vez más.

-No entiendo señor Mazzollini ¿Podría ser más claro? -Ella parecía abrumada por el gesto de Daniel, se notaba en sus ojos la sensibilidad que sentía al ver al anciano en llanto.

-Claro que puedo, es mi obligación, le contare la verdad sobre el final de la historia de Louis & Harry... 60 años atrás.

Narra Daniel.

Los chicos corrieron y corrieron, para cuando August nos dio la señal de que comenzáramos a seguirlos, ellos ya nos llevaban demasía ventaja, no podíamos disparar, no podíamos arriesgarnos a darle a Harry, él era el mayor tesoro de August y nos lo había dejado claro.

Todos los soldados que nos encontrábamos ahí nos separamos, cada quien se fue hacia su propia dirección. Buscándolos, cazándolos.

Yo pude reconocer la silueta de Harry a lo lejos, entrando al campo de concentración por la parte trasera, en donde se encontraban los grandes hornos que utilizábamos para matar judíos.

Pronto los tendría acorralados. No tenían escapatoria.

-¡Daniel por favor! - me rogó Harry recuperando el aliento. En su rostro se notaba su deseo, sus ganas de vivir, de amar, su impaciencia. -Te juro que después de esto no nos volverás a ver. ¡Solo déjanos ir! -Él gritaba mientras el llanto recorría sus mejillas imparablemente, desesperadamente, con una mano se apretaba el pecho fuertemente, parecía intentar recobrar el aliento.

Las gemelas se abrazaron mas a Louis cuando me vieron, lloraban y Louis solo intentaba calmarlas.

-¿Porque debería de arriesgarme de tal manera? ¡Si tengo la oportunidad de deshacerme de ti! ¡Aquí mismo! -Comenté riendo sínicamente.

-En ese momento me di cuenta de todo. -Comento el señor Mazzollini, frenando su anécdota. Harry Styles era todo lo que alguien desearía ser, tenía dinero, era muy apuesto, su familia lo amaba, y hasta tenía una persona que estaba dispuesto a dar su vida por él. Mientras que yo... yo era un pobre diablo que nunca tuve nada de lo que él tenia... Me di cuenta que lo que quería no era el puesto de su padre... si no ser él, tener todo lo que él.

Los obligué a entrar a un horno, ahí podría tenerlos a mi disposición, sin preocuparme por si pasaba algún soldado y nos veía.

-No lo hagas Daniel ¡Solo déjanos huir! Nunca más sabrás de mi o de Louis. ¡Por favor! No nos mates... te lo ruego... -Habló humillándose ante mí, junto sus manos y se arrodilló ante mí, llorando vergonzosamente con las manos en las rodillas. Hasta ese momento nunca me había sentido tan poderoso, sabía que si me deshacía de Harry podría ser así por siempre.

-Levántate Harry. -Habló Louis bajando a sus hermanitas al suelo, y levantando a Harry del brazo. - Déjalo hacer lo que le plazca, aunque nos mate, él nunca podrá tener ni un poco de lo que tú tienes, y eso es el peor castigo que podrá tener, vivir completamente vacío. -Las palabras de Louis me caían como clavos dentro del estomago, sus ojos tenían odio, un odio que no he olvidado, una expresión que aun me atormenta. -Porque nunca en tu vida podrás ser amado por alguien y vivirás por siempre pudriéndote en la culpa por matar a personas inocentes. Y yo, yo voy a morir odiándote, moriré odiándote y te llevaras arrastrando mi odio hasta la tumba. ¡Hasta tu jodida tumba! -Louis gritaba enfurecido, rojo, con las venas del cuello marcadas y los ojos ardiendo.

Harry lo miró demasiado extrañado, no podía creer que Louis estuviera retándome a que lo matara, no entendía un carajo, pero me estaba haciendo enfadar demasiado.

-¿Louis que haces?- preguntó Harry.

-Lo que debí haber hecho desde hace mucho Harry. ¡Han matado a personas inocentes por mi culpa! -Habló mirándolo con cierto desespero en los ojos, llorando algo parecido a sangre. -¡Ellos solo quieren matarme a mí! ¡Y por estar huyendo han matado a mis hermanas y a mi madre! Escúchame Harry -Tomó a Harry del cuello y lo acerco a él. -¡No permitiré que te hagan daño! ¡Ni a ellas! ¡Y si lo que quiere tu padre es matarme que lo haga de una puta vez! Esto iba a terminar

mal, iba a terminar mal porque tú y yo no somos lo que este mundo quiere ¡Esto se acabo Harry! No podremos seguir, todo lo que hacemos termina jodiendose. Es el precio que terminamos pagando por nuestro ¡MALDITO AMOR! -Louis nunca se había mostrado tan enfadado.

Envolvió a Harry en un gran abrazo, olfateó todo el olor de su cabello como si de esa manera nunca lo fuera a olvidar.

-¡Suéltame maldita sea! -Gritó Harry confundido mientras lloraba más fuerte y empujaba a Louis. ¡Jodido seas tú! Porque nuestro amor no... Estoy cansado de que me culpes, de que nos culpes por querernos, ¿y es que no podemos evitarlo verdad? Pero eres tan cobarde qué prefieres que te maten.

-Es la única forma de terminar con esto querido... si me matan, todo estará mejor, tu estarás bien, y eso es lo que más me importa en la vida, y si, quizás tengas razón, pero hoy, hoy es diferente Harry no temo gritarle al mundo ¡QUE TE AMO INDUDABLEMENTE, ROTUNDAMENTE, APLASTANTEMENTE... HERMOSAMENTE! Desde el primer día en que mis ojos se posaron en ti. -Gritó Louis sin apartar la mirada de Harry.

-Yo también te amo... -Dijo Harry débilmente mientras caía lentamente en sus brazos, en pánico.

-Si amor... tranquilízate... después de esto ya nadie te hará daño... Tengo que aliviar tu dolor... Susurró Louis intentando calmarlo.

Harry lo abrazo lo más fuerte que pudo, y su llanto exagerado se hizo presente... Lloraba con todo su cuerpo, con las manos, con los pies, con cada cabello. Quería abrazarlo más fuerte, nunca sentía estar lo suficientemente cerca de él, quería mas.

-Ahora escúchame bien... -Hablo tomándolo de la barbilla y obligándolo a que lo mirara. -necesito que salgas de aquí. Que te salves, tu padre no te hará daño a ti.

-Podemos lograrlo Lou... Podemos lograrlo, no te des por vencido. -Lloraba Harry abrazado de su pecho. -Si te vas quiero irme contigo... Y si te quedas quiero quedarme contigo, y si este mundo no nos acepta juntos, lucharemos después de la vida y a tu lado descubriré galaxias, planetas, estrellas, donde podamos vivir para amarnos una eternidad.

-¿Que dices amor? -Preguntó sin poder creerlo.

-Juntos, siempre ¿Lo recuerdas?

Louis asintió con la cabeza, para después retirar el cabello que se encontraba pegado a la cara de Harry debido a sus lágrimas.

-Le prometí a mi madre que lo lograríamos, pero me he dado cuenta que la única manera de estar juntos por siempre es morir... Es tan difícil comprender las cosas, pero ahora lo entiendo y estoy feliz. Ahí la lluvia no nos hará daño, nadie nos hará daño. Mi amor, que importa lo que hay alrededor y tu estas aquí a mi lado.

-Perdón por interrumpir, pero. ¿Mientras ellos decían se decían todo eso usted estaba ahí?preguntó la entrevistadora sacándolo de sus recuerdos.

-Si.- contestó cortante.

-¿Y cómo es que lo soportó? -Preguntó ella con los ojos cristalizados.

-No lo sé... solo sé que escuchó esa conversación todos los días en mis sueños... Louis tenía razón... viviría infeliz recordando cómo les arrebate su felicidad, porque lo hice, les quite la vida. Y es que... Ellos se amaban tanto que me es difícil soportarlo. -Daniel negaba con la cabeza mientras el llanto se hacía más espeso.

Las puertas de los hornos se abrieron, los soldados comenzaron a meter judíos sin notar que ellos se encontraban ahí dentro. Ordené a Harry que saliera, pero me ignoró perdiéndose con Louis entre la multitud.

-¡STYLES! ¡SAL DE AHÍ! -Grité al perderlo de vista.

El horno comenzaba a llenarse cada vez mas de personas, que estaban convencidas de que tomarían una simple ducha, lo que no sabían era que serian intoxicados con un gas mortal.

Yo tuve que salir de ahí, no podía arriesgarme a que cerraran las puertas conmigo dentro. Me quede sin saber qué hacer.

-¡No Harry! ¡Tú tienes que vivir! ¡Ellos solo me quieren ver muerto a mí! ¡Sal de aquí pequeño! ¡Por favor! -Hablaba Louis desesperado, sus lágrimas apenas lo dejaban ver. - ¡Todo esto es por mi religión!

-Solo existe la religión de nuestro amor, tú eres mi religión. -Menciono Harry, y se acercó lentamente a su rostro, entre los murmullos, sonriendo. Louis aun lloraba, Harry estaba contento, satisfecho, junto sus labios con los de él, le acaricio el cabello, y mientras lo besaba le paso las manos por los ojos y las mejillas, por el cuello y la cintura. -Estaré siempre contigo, adoptare cualquier forma... podemos ser lo que queramos ahora -La inocencia de su sonrisa contagio a Louis de la locura, y se miraron con ojos y alma libres. Las manos de Louis subieron a sus mejillas y lo acariciaron con ternura, Louis soltó una pequeña carcajada.

-¿Que pasa Louis? -Preguntó una de las gemelas cuando las puertas se cerraron por completo y la gente comenzó a gritar.

-Vamos a ir con mami, y con el abuelo, también con Fizzy y con Lottie hermosa. –Habló Louis levantándola entre sus brazos. -Ponte contenta.

Bajó a la niña y miró a Harry, sus ojos brillaban, no había miedo en ellos.

-A partir de ahora todo estará bien chicas... -Suspiró Harry dándole un corto beso en la mejilla a la más pequeña, miró a Louis y sonrió. -A partir de ahora todo estará bien.

El horno se volvió completamente obscuro, algunos gritos se escucharon, liberaron los gases y en menos de un minuto ya todo se encontraba en silencio.

Louis y Harry se miraban, sin apartar la mirada fueron sintiendo la debilidad en sus cuerpos, los

gritos se escuchaban como murmullos a lo lejos, solo existía la puerta a la libertad.

Débilmente y con el último suspiro de vida Louis le susurró a Harry tomándolo fuertemente de las manos. -Solo Dios sabe cuánto te quise.

-¿Porque llora?- preguntó Daniel a la entrevistadora, que tenía la cara inundado de lágrimas, ella sonrió un poco intentando cubrirse el rostro y limpiando sus lagrimas.

-Me parece muy cruel que en realidad ellos nunca pudieron estar juntos... –Susurró y sus lágrimas comenzaron a descender con más rapidez.

-Se equivoca... ahora están juntos, hace mucho que entendí que la guerra, la gano su amor. comentó Daniel mirando el piso.

-¿Y qué paso con August? ¿Qué paso cuando se entero que Harry murió? -Pregunto ella intentando calmar su llanto.

-Después de la muerte de Harry todo se vino abajo, la guerra, Alemania, la unión nazi, todo. Ese mismo año Alemania se rindió, Estados unidos nos invadió, fue ahí cuando me metieron a la cárcel, pero como August era general, a ellos les dieron pena de muerte, y fue asesinado en verano de 1956, pero prácticamente, su vida se acabo la tarde en la que volvió a su casa después de enterarse que Harry había muerto en el horno.

-¿A qué se refiere?

-Harry le dejó una carta sobre su cama antes de intentar huir, después de leerla no fue la misma persona, de hecho nunca más volvió a hablar. Le destrozó la vida ver como su hijo sufría gracias a él, el mismo se entregó a la policía.

-¿Y tu leíste la carta? ¿Sabes lo que decía? -Preguntó la mujer cada vez más interesada por saber todo lo que les había ocurrido.

-El último deseo de August fue que le grabaran cada una de esas palabras sobre su tumba, así que no fue un secreto.

"Papa:

Le he estado dando vueltas al asunto... Y me eh dado cuenta que no vale la pena seguir diciendo que te odio... Te escribo para preguntarte ¿Cómo te sientes? ¿Cómo es que puedes dormir por las noches? Cuando murió mi madre ni siquiera me preguntaste como me sentía, te necesité. Me estaba cayendo, cada parte de mi se caía, la perdí a ella, pero también te perdí a ti.

Para cuando tú leas esto yo ya estaré lejos, así que puedo ser sincero sin miedo.

Que pasaba por tu cabeza cuando le hiciste eso a Jay, o a William ¡¿A mi madre!? ¡Jodiste su vida! ¡No está bien papa! ¿Pensabas en mí?

Enserio que recuerdo los días en los que tú eras todo sobre mis ojos, y sabes... esta vez no diré que te odio, ni que eres una mala persona. Porque esta es la despedida para mi papá. No para August Styles.

Diré que te extraño. Si, te extraño, demasiado, me hubiera gustado poder contarte sobre Louis, todo. Desde nuestro primer beso, hasta la vez que casi me violó en el jardín, nuestro primer te amo, que me aclararas por qué me sentía así, porque cada que respiraba sentía la necesidad de decirle lo mucho que quiera estar a su lado. Que me dijeras que estar enamorado de un hombre estaba bien, que me apoyaras. Pero sabes... nunca es tarde, tengo la necesidad de contarte sobre Louis, de contarte el "porque" de las cosas, te explicarte por qué me voy con él.

Todo empezó desde la primera vez que lo vi, me sentí extremadamente atraído hacia él, y si, me refiero a sexualmente, todo era un juego, a Zayn y a mí nos gustaba acosarlo todo el tiempo... su cuerpo realmente nos prendía padre. Recuerdo una vez que los espiamos mientras tomaba una ducha... terminé adentro del baño gracias a Zayn... ¡Louis casi me mata!

Después mi sueño se cumplió, tuve relaciones con el... pero ahí me di cuenta que no era lo que yo quería... que ya no solo estaba interesado sexualmente por él, sino, que comenzaba a sentir cosas que nunca había sentido por alguien... al final descubrí que él sentía lo mismo. Y si te soy

sincero... no dormí en toda la noche por estar brincando en la cama de felicidad. Sabiendo que había hecho el amor, con el que sería el amor de mi vida.

Durante el tiempo que pasaba con él sentía que una herida crecía, pero no me importaba, porque estaba dispuesto a dejar que él me hiriera. Me di cuenta de las oportunidades que la vida le estaba arrebatando a un hombre como él, es bueno, él tiene una vida por delate papá. Es por eso que no me puedo quedar atascado aquí, a esperar cuando se te ocurra matarlo, porque me matarías a mi si le haces algún tipo de daño a él.

Me di cuenta que lo amé, lo amé, lo amé, lo amé, lo amo, y lo amare por siempre. Esto parece más una carta para mí que para ti, aun que ya no me importa nada lo que pienses.

No te preocupes por mí, te aseguro que seré feliz a su lado. No pienses en mí como la persona que te abandonó, piensa en mí como al hijo que hiciste feliz durante toda su niñez. Fuiste el mejor padre, más no la mejor persona.

Sabes... quiero adoptar un bebe, si... me gustaría adoptar muchos, después de la guerra muchos niños quedan sin padres, y yo sería feliz si Louis aceptara llamarle a alguno August, el nombre de mi padre.

Puedo asegurarte que seré feliz, por siempre.

Te amo."

-Por dios, no puedo con todo esto... es demasiado triste... -Comentó la entrevistadora entre lagrimas.

-August se podría decir que se volvió loco después de eso... Siempre llevaba esa carta en la mano, y reía escandalosamente cuando Harry hablaba sobre su acoso hacia Louis, después lloraba y decía "¡mi hijo está enamorado Daniel! ¡& Le pondrá August a alguno de sus hijos!"

-Debió ser muy duro para él, leer los sueños de su hijo, sabiendo que él ya estaba muerto... esta historia es realmente triste.

-No te preocupes por los que murieron, ellos están bien, preocúpate por los que vivieron y fueron heridos, tuvieron que vivir la muerte de un ser querido... -Susurró Daniel. -Es por eso que he decidido cambiar el final en mi novela, para regalarles un poquito de la felicidad que en vida les arrebate.

-¿Como un acto de perdón?

-No, como un acto de cariño.

Louis & Harry Por siempre.

UNA HISTORIA DE AMOR SIN FIN, QUE LES PARECIO? Y MAS CON UN FINAL EPICO NO? LA PELICULA EN LA QUE ESTA BASADA ESTE FIC ES EL NIÑO DE LA PIJAMA DE RAYAS, CONVINADO CON EXPIACION.

BUENO CREO QUE ESTA EL LA DESPEDIDA PARA ESTE FIC Y PERDÓNENME SI LOS A HECHO LLORAR ESPERO Y LES HAYA GUSTADO Y RECUERDEN QUE LARRY SIEMPRE HA SIDO REAL.