Era Un Aire Suave

El poema que voy a comentar, titulado “Era un aire suave”, es perteneciente a la obra Prosas profanas de Rubén Darío, po

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El poema que voy a comentar, titulado “Era un aire suave”, es perteneciente a la obra Prosas profanas de Rubén Darío, poeta nicaragüense nacido en Metapa en 1867 y muerto en León en 1916. Su excelencia en el uso de la gran musicalidad y ritmo, color y métrica en sus poemas, lo ubica como el máximo referente del modernismo hispanoamericano. Generalmente se suelen destacar tres etapas en su evolución poética, cada una marcada por obras puntuales. En 1888, Azul marca su inicio en el modernismo; en 1896, Prosas profanas significa la consolidación de una nueva estética en su estilo; y Cantos de vida y esperanza en 1905, cuando Darío comenzó a incluir poemas más profundos sentimentalmente, frecuentemente representando el dolor y la melancolía. De esta manera, podemos colocar a “Era un aire suave” en su etapa media y por lo tanto, se pueden esperar aspectos de la nueva estética que adoptó Darío en su estilo. El Modernismo en sí, puede dividirse en dos etapas, la preciosista (1882 – 1896), en cuyo transcurso se ven características como la preferencia por sitios exóticos, el refinamiento y exquisitez de gusto, tanto en los temas como en la expresión. Por otro lado, la americanista, es la etapa durante la cual se busca revalorizar las raíces hispanoamericanas y se comienza a darle importancia a los temas sociales y políticos. Era un aire suave pertenece a la etapa Preciosista del Modernismo y efectivamente representa las características de este movimiento. El poema se inspira en la Francia del siglo XVIII, incluyendo la temática romántica. Eulalia representa la feminidad a la cual los hombres se sienten atraídos, ella los seduce y juega con sus sentimientos, fingiendo un interés inexistente. Algo para remarcar del modernismo es que esta se basó en dos corrientes literarias de Francia: el parnasianismo, en el cual se propugna el “arte por el arte” y los versos son de rima perfecta; y el simbolismo, que trata de exhibir un objeto mediante otro. En este poema, la aproximación a la pintura, escultura y música justifican su pertenencia a la corriente del parnasianismo. Externamente, el poema se conforma por por veinte cuartetos de arte mayor. Posee una métrica regular en sus dodecasílabos, estando cada verso compuesto por dos hemistiquios, innovación de poetas modernistas que otorga musicalidad al poema. La rima es consonante y cruzada siendo ABAB. Estos rasgos nos avalan para confirmar que “Era un aire suave…” pertenece al género lírico. El título del poema, “Era un aire suave”, enfatiza la musicalidad de sus palabras. El uso del verbo del pretérito imperfecto “era” da un ambiente de incertidumbre al connotar imprecisión, de todos modos, este palabra anticipa una descripción.

Respecto al tema, las estrofas de este poema describen el coqueteo de Eulalia situado en un ambiente aristocrático y lujoso. Internamente, en el poema no se definen momentos temáticas, aunque si se puede apreciar cierta musicalidad en las primeras dos estrofas mediante frases como “ritmaba sus vuelos”, “tenues suspiros” “violoncelos”, “liras” y recrean una escena en un sitio refinado mediante frases como “sobre la terraza”, “sedosos trajes”, “blancas magnolias”. Continúa la descripción de este espacio al aire libre en la sexta estrofa y se sigue haciendo uso de recursos para dar musicalidad al poema como “la orquesta perlaba sus mágicas notas” y “cantaban los dulces violines de Hungría”. A continuación, en el segundo verso de la séptima estrofa, se presenta el leitmotiv: “ríe, ríe, ríe la divina Eulalia”, frase que se repetirá a lo largo del poema. En la octava estrofa se produce la aparición del yo lírico mediante las exclamaciones “¡Ay de quienes sus mieles y frases recoja!” y “¡Ay de quien del canto de su amor se fíe!” dirigiéndose a quienes han sucumbido a la belleza y seducción de Eulalia. Continúa así con su descripción “Con sus ojos lindos y su boca roja”, y presentando nuevamente el leitmotiv seguido por la onceava estrofa donde continúa la descripción, “El teclado harmónico de su risa fina”, provocando que los hombres luchen por su amor. Y al ser “maligna y bella” explica por qué “la divina Eulalia ríe, ríe, ríe”, presentando nuevamente e leitmotiv. En la estrofa catorce, las imágenes señoriales y sus referencias exóticas representan la fiesta donde Eulalia desfruta y se burla de los hombres que la desean al fundirse su risa “al compás de un canto de artista de Italia”, recurso que nuevamente otorga musicalidad al poema. A lo largo de las últimas cinco estrofas, el yo lírico se cuestiona en qué sitio ha ocurrido el evento, siendo que él escucha las risas y la música de Eulalia y por lo tanto sabe que hombres han caído por su belleza, por ejemplo, “¿Fue acaso en el tiempo del rey Luis de Francia, sol con corte de astros, en campos de azur?”, “¿Fue acaso en el Norte o en el Mediodía?”, el efecto de estas interrogaciones es crear una sensación de incertidumbre en el lector, ya que causa dudas de cuando y donde sucedió el hecho, de todas maneras, en la última estrofa, se aclara que eso no tiene gran importancia al decir “yo el tiempo, el día y el país ignoro”, de manera que le da importancia a que “Eulalia ríe todavía” y enaltece su maldad mediante hipérbole “¡y es cruel y eterna su risa de oro!”. El tono del poema es ameno pero de maldad, al representar la malevolencia de Eulalia. Su vocabulario es complejo y aparece el uso de arcaísmos como “ebúrneo cisne” y “arpegios áureos” que buscan llevar al lector a una escena en la Francia del clasicismo, y se refuerza con referencias a la mitología griega, característica típica del movimiento, como “Eros”, “Cipria” y Diana”. El poema

también presenta símbolos musicales que refuerzan su musicalidad como ser, “orquesta”, “compases” y “ritmo”. Así, el poema responde absolutamente al movimiento modernista respecto a recursos, forma y temática. Recursos típicos utilizados son la sinestesia, la interrogación y la aliteración para dar musicalidad, entre otros. El gran detalle con el que se describe la escena y el momento, logra representar la “Fiestas Galantes” ocurridas en la época de la familia de los Borbones.