Entrevista a Howard Gardner

Entrevista Howard Gardner: “Cada individuo tiene un perfil único con puntos fuertes y débiles; es preciso aprovechar l

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Entrevista

Howard Gardner:

“Cada individuo tiene un perfil único con puntos fuertes y débiles; es preciso aprovechar las fortalezas o combinarlas de un modo nuevo para el futuro” Karen Christensen Directora de Rotman Magazine.

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H o w a r d G a r d n er : “C a da i n di v i du o t i e n e u n p e rf i l ú n i c o c o n pu n t o s f u e rt e s y d é b i les...”

Todos poseemos varias inteligencias y lo que nos diferencia es en cuál de ellas somos mejores y cómo las combinamos, afirma Howard Gardner, titular de la cátedra John H. and Elisabeth A. Hobbs de Cognición y Educación en la Harvard Graduate School of Education y padre de la teoría de las inteligencias múltiples. En esta entrevista explica cómo las organizaciones y sus líderes deberían preocuparse por conocer de cerca los puntos fuertes y débiles de sus profesionales para utilizar el capital humano de un modo más efectivo para el crecimiento de sus organizaciones.

U

sted se ha referido a la inteligencia como un “potencial biopsicológico”. ¿Podría explicar este término?

Por lo general, las personas utilizan los términos “mente” y “cerebro” indistintamente, pero no son lo mismo. El cerebro es un órgano que está en el cráneo, mientras que la mente es un concepto hipotético que abarca el conocimiento cultural, las interacciones con otras personas, las normas sociales, etc. Al utilizar el término “biopsicológico” para describir la inteligencia, estoy ampliando los límites entre la Biología y la Psicología, dejando claro que la mente y el cerebro son entidades independientes. En lo que respecta a la parte del potencial, ninguna forma de inteligencia se expresa de forma automática; tiene que ser estimulada, guiada, alimentada o canalizada por la cultura que la rodea. Su teoría de las inteligencias múltiples define ocho inteligencias diferentes. En su opinión, ¿cuál (o la combinación de cuáles) es la que más falta en el mundo actual?

Depende de la cultura de la que hablemos. Por ejemplo, la inteligencia interpersonal está muy desarrollada en Japón y la inteligencia musical se valora especialmente en Finlandia, Hungría y África Occidental, pero mucho menos en Estados Unidos. En general, aunque algunos individuos en todas las culturas han desarrollo bien la inteligencia intrapersonal (la comprensión del yo), no sabemos mucho acerca de cómo desarrollarlo. Hace doscientos años, eso no importaba: los individuos hacían básicamente lo que habían hecho sus ante-

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pasados y se casaban con quienes les habían sido “asignados”. Sin embargo, hoy día, cuando la mayoría de las personas tiene que tomar sus propias decisiones sobre asuntos importantes, una falta de inteligencia intrapersonal puede ser una grave limitación. Usted ha hecho hincapié en la independencia de las diferentes inteligencias. ¿Por qué es esto tan importante?

Hablo, de hecho, de la autonomía relativa entre las inteligencias, lo que significa que, por lo general, si una persona tiene fortalezas (o debilidades) en una inteligencia, no podemos predecir con seguridad cuál será su desempeño con respecto a las demás. Además, una parte importante de mi teoría es que, en algunos casos de lesión cerebral, una determinada inteligencia puede verse comprometida o no, independientemente de lo que les ocurra a las demás. Dicho esto, también creo que las inteligencias pueden perfectamente utilizar algunos recursos comunes —como la atención—, por lo que, en este sentido, no son totalmente independientes. Me gusta

El hecho de que uno sea bueno a la hora de realizar sus tareas actuales no significa necesariamente que sea un buen directivo 5

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pensar en las diferentes inteligencias como elementos independientes. De nosotros depende cómo las desarrollemos y las utilicemos.

pueden tener nombres similares, pero de ello no se puede deducir que solo esa determinada inteligencia participe en las actividades de ese dominio. Por ejemplo, no cabe duda de que la interpretación musical implica inteligencia musical, pero es igual de cierto que requiere otras, como la inteligencia corporal cinestésica y la personal. Igualmente, el hecho de que a una persona se le dé bien el dominio de las matemáticas no significa que esté necesariamente utilizando solo la inteligencia matemática; los individuos que utilizan la inteligencia espacial o lingüística podrían alcanzar niveles similares de éxito en determinados ámbitos matemáticos. Del mismo modo, la fortaleza en una inteligencia no significa que nos dedicaremos necesariamente a ese dominio. Muchos individuos con una elevada inteligencia matemática pueden decidir trabajar en dominios muy diferentes, como el derecho.

¿Puede describirnos la diferencia entre inteligencias y dominios?

Ésta es una distinción importante de la que no era consciente cuando presenté por primera vez mi teoría de las inteligencias múltiples hace casi treinta años. Como he dicho, cada tipo de inteligencia es un potencial biopsicológico. Para utilizar una analogía con la que estamos más familiarizados, es como si tuviéramos ocho “ordenadores” independientes en nuestro cerebro que interactúan. Un dominio, en cambio, es un conjunto organizado de conocimientos y experiencias dentro de una sociedad. Algunas inteligencias y algunos dominios Cuadro 1

Inteligencias múltiples todos los individuos sanos poseen todas estas habilidades en cierta medida, aunque el grado de habilidad y la naturaleza de su combinación difieren en cada uno.

Comprensión de la música

Comprensión de la naturaleza

a

Comprensión de las imágenes

nat u ral ist

Comprensión de la lógica

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Comprensión de las palabras

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Comprensión de las relaciones

Comprensión del cuerpo

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Comprensión de uno mismo

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Usted cree que en nuestra sociedad existen tres tendencias: westist, testist y bestist. ¿Podría describirlos?

Ser westist implica colocar en un pedestal determinados valores culturales occidentales que se remontan a Sócrates. Por ejemplo, tendemos a creer que el pensamiento lógico y racional es superior, pero, obviamente, no son las únicas virtudes importantes. Ser testist sugiere una tendencia a centrarse en aquellos enfoques o habilidades humanas que son fácilmente comprobables. Si algo no se puede comprobar, suele dar la impresión de que no merece la pena prestarle atención. Mi opinión es que esa valoración puede y debería ser mucho más extensa y mucho más humana de lo que lo es en la actualidad, y que los psicólogos deberían dedicar menos tiempo a clasificar a las personas y más tiempo a ayudarlas. Bestist hace alusión al libro de David Halberstam titulado The Best and the Brightest, en el que se refiere de forma irónica a los expertos que fueron llevados a Washington para ayudar al presidente John F. Kennedy y en el proceso,

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solo los individuos que pueden pensar sobre un tema desde diferentes perspectivas adquieren una verdadera comprensión; aquellos cuya comprensión se limita a un único ejemplo poseen solo un frágil control sin darse cuenta, iniciaron la guerra de Vietnam. Cualquier creencia de que todas las respuestas a un problema se hallan en un determinado “mejor enfoque” puede ser muy peligrosa. ¿De qué modo la teoría de las inteligencias múltiples puede ayudar a las empresas a utilizar el capital humano de una forma más efectiva?

Me utilizaré como ejemplo. En un momento dado solía contratar a investigadores que reflejaban mi propio espectro de inteligencias. Al final, llegué a la conclusión de que esto era precisamente una estrategia equivocada: ¡es suficiente con uno como yo! En la actualidad me centro en hallar personas que tengan habilidades complementarias y puedan trabajar en equipo. La teoría de las inteligencias múltiples también es relevante para el movimiento dentro de las organizaciones. El hecho de que uno sea bueno a la hora de realizar sus tareas actuales no significa necesariamente que sea un buen directivo. Roles diferentes exigen un conjunto de habilidades totalmente distinto. Todo el mundo sabe esto, por supuesto, pero la teoría de las inteligencias múltiples proporciona una forma adecuada para analizar qué movimientos tienen sentido en una organización y cuáles pueden ser más arriesgados de cara al futuro. Usted defiende la importancia de prestar atención a los diferentes modos en los que las personas enfocan las tareas como una forma de aumentar el propio repertorio de habilidades. ¿Podría explicarlo?

Individuos diferentes enfocarán la misma tarea utilizando conjuntos diferentes de inteligencias –algo totalmente correcto, siempre que la tarea se realice adecuadamente–. Sin embargo, a medida que trabajamos con nuestros colegas, podemos a veces

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aprender formas más efectivas para realizar una determinada tarea, ya sea utilizando un conjunto diferente de inteligencias o utilizando las inteligencias de un modo diferente al habitual. Los propios empleados o sus superiores pueden y deberían llamar la atención acerca del hecho de que personas distintas necesitan cosas distintas, lo que debe entenderse tanto como una forma de determinar las fortalezas individuales como de ampliar el repertorio de habilidades. Para desarrollar nuestra inteligencia intrapersonal, usted recomienda mantener un punto de vista global. ¿En qué tipo de cosas deberíamos pensar?

Mantener un punto de vista global es siempre una buena idea, en particular en un momento en el que nos vemos desbordados con tanta información y cuando las cosas cambian con tanta rapidez. Por cierto, no creo que esto sea simplemente el terreno de la inteligencia intrapersonal. La razón por la que lo he relacionado con la inteligencia intrapersonal es que cada uno de nosotros necesita reflejar lo que trata de conseguir en un momento dado, tanto a corto como a largo plazo –cómo progresamos, dónde fracasamos y cuáles son nuestras mejores opciones–. En mi opinión, esto es fundamentalmente el trabajo de la inteligencia intrapersonal, aunque es posible que otras personas se refieran a ella como nuestra función ejecutiva o inteligencia práctica. ¿Cómo pueden los líderes cultivar una comprensión de las diferentes inteligencias en el seno de sus organizaciones?

Si un líder está realmente interesado y sensibilizado con las capacidades, las características personales y los objetivos de los profesionales de su organización, esto aumenta la probabilidad de que otros también lo estén. No quiero decir que los líderes deberían ir de un lado para otro con un gráfico de las inteligencias múltiples o con informes Myers-Briggs; más bien, en el transcurso de las conversaciones diarias (y cuando sea adecuado en cualquier comunicación más formal), deberían mostrar que son conscientes de que no somos todos iguales, ni que tampoco somos simplemente diferentes en algunos puntos de la misma curva. Cada individuo tiene, en cambio, un perfil único con puntos fuertes y débiles, y merece la pena conocerlos para aprovechar las fortalezas o combinarlas de un modo nuevo, en función de las necesidades. Cualquier líder que logre crear una atmósfera de este tipo es probable que tenga una organización en la que

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las fortalezas de los individuos se complementen de forma que se cree una mejor oportunidad de trabajar juntas sinérgicamente. ¿Cómo encaja la creatividad en su teoría?

Además de las inteligencias múltiples, también he estudiado la creatividad y, curiosamente, creo que también hay muchas formas de creatividad. Los dominios que implican combinaciones de inteligencias particulares también muestran formas particulares de creatividad. Por ejemplo, la creatividad en el campo de la física difiere bastante de la creatividad en la poesía, la política o la psicología. Lo que todas ellas tienen en común es que no se puede ser creativo a menos que se haya logrado conocer a fondo un dominio y los estudios indican que este proceso puede llevar hasta diez años. En general, la creatividad probablemente tenga más que ver con la personalidad que con el puro poder intelectual; las personas que disfrutan corriendo riesgos, que no tienen miedo al fracaso, que se sienten atraídas por lo desconocido o incómodas con el statu quo es más probable que hagan descubrimientos creativos. Tal y como ha señalado mi colega Mihaly Csikszentmihalyi, la creatividad no se debería considerar simplemente como una característica de un individuo. Se debería considerar, más bien, como algo que surge a partir de la interacción de tres entidades: el individuo con su particular personalidad, motivación y talento; el individuo con su dominio –la disciplina o especialidad en la que está trabajando–; y el individuo con su campo –el conjunto de instituciones individuales y sociales que emite juicios sobre la calidad y la originalidad en ese campo–. A lo largo de los años, usted ha analizado la existencia de inteligencias adicionales. ¿Alguna ha estado a punto de entrar en la lista oficial?

No me paso todo el tiempo examinando la viabilidad de las diferentes inteligencias candidatas, pero he analizado algunas con los años. Por ejemplo, me he interesado por la posibilidad de una inteligencia pedagógica. Somos una especie única en el sentido de que nos enseñamos unos a otros, y la inclinación y la capacidad para esto empieza a una edad sorprendentemente temprana: a los dos o tres años. A algunos se nos da bastante bien, mientras que a otros –incluyendo aquéllos que muestran grandes habilidades en el área de aprender– no tanto. También me

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interesa la posibilidad de una inteligencia existencial, una que plantea las grandes preguntas, como “¿qué es la vida?”, “¿por qué morimos?” y “¿qué es el amor?”. Si hallo pruebas convincentes de la representación neuronal de alguna de ellas, la añadiré a mi lista. Antes que establecer un puesto de honor de inteligencias que sea inviolable y eterno, me interesa mucho más fomentar la idea de que todos poseemos varias inteligencias y que lo que nos diferencia es en cuál de ellas somos mejores y cómo las combinamos. ¿Cómo ha influido en su trabajo el desarrollo de la Neurociencia?

Soy un estudiante apasionado de los últimos hallazgos en Biología, Genética y Neurociencia. Aunque mi formación es en Psicología (y aún pienso como un psicólogo), si hoy fuera un estudiante, probablemente me inclinaría por uno de esos campos. En Harvard, donde he impartido clases durante muchos años, fui uno de los fundadores de la Iniciativa Mente, Cerebro y Educación en la Graduate School of Education. Superviso constantemente la literatura neuronal y genética en busca de pruebas sobre la viabilidad e independencia de las diferentes inteligencias. En la actualidad, sabemos mucho más sobre la especificidad del sistema nervioso que hace treinta años y la preponderancia de evidencias procedentes de la neurociencia coincide con la idea de las inteligencias múltiples. Curiosamente, los biólogos han mostrado una mayor aceptación de mi teoría de las inteligencias múltiples que mis colegas psicólogos, lo que puede deberse al hecho de que tiendo a pensar en las cuestiones con un sesgo biológico y evolucionista.

Los educadores que adoptan mi teoría de las inteligencias múltiples deberían tomarse muy en serio las diferencias entre los individuos y deberían, en la medida de lo posible, estructurar la educación de tal modo que se pueda llegar a cada individuo de una forma óptima 9

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Los líderes deberían mostrar que son conscientes de que no somos todos iguales, ni que tampoco somos simplemente diferentes en algunos puntos de la misma curva ¿Cuáles son algunas de las implicaciones educacionales clave de su teoría?

En mi opinión, hay dos que son cruciales. En primer lugar, los educadores que adoptan mi teoría de las inteligencias múltiples deberían tomarse muy en serio las diferencias entre los individuos y deberían, en la medida de lo posible, estructurar la educación de tal modo que se pueda llegar a cada individuo de una forma óptima. La llegada de los ordenadores personales facilita más que nunca ese tipo de individualización. Lo que en un momento dado solo estaba al alcance de los ricos –tutorías personalizadas– pronto lo estará de millones de alumnos de todo el mundo. En segundo lugar, cualquier disciplina, habilidad o concepto de importancia se debería enseñar de diferentes formas, con el fin de activar las diferentes inteligencias o combinaciones de inteligencias en cada alumno. Este tipo de enfoque genera dos enormes dividendos: en primer lugar, garantiza que el profesor (o el material) llegará a más estudiantes; y, en segundo, indica a los alumnos lo que significa tener una comprensión profunda y completa de un tema. Lo cierto es que solo los individuos que pueden pensar sobre un tema desde diferentes perspectivas adquieren una verdadera comprensión; aquellos cuya comprensión se limita a un único ejemplo poseen solo un frágil control. La teoría de las inteligencias múltiples ha sido adoptada e implementada en todas partes, desde

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China hasta Dinamarca. ¿Qué iniciativa le parece la más interesante?

Cuando concebí por primera vez la teoría de las inteligencias múltiples, la consideré como una contribución a la Psicología; no había pensado en sus implicaciones educacionales. Sin embargo, en tan solo unos años, se crearon en Estados Unidos escuelas orientadas a las inteligencias múltiples y, en la actualidad, existen iniciativas educacionales en todo el mundo. Cada una de ellas se centra en diferentes implicaciones de la teoría y presentan formatos increíblemente variados. Para una buena descripción de algunas de ellas, 42 autores de 15 países colaboraron en 2009 en una colección titulada Multiple Intelligences Around the World, que he coeditado con Jie-Qi Chen y Seana Moran. En junio de 2010 visité China, donde el interés por mi teoría de las inteligencias múltiples es algo sin precedentes. Se han publicado más de cien libros sobre el tema en ese país y muchos educadores y padres conocen la teoría. Curiosamente, esto no significa necesariamente una educación basada en las ocho inteligencias: para muchos educadores chinos, se trata más bien de un mensaje básico para un tipo de educación nuevo y diferente que se aparta de las prácticas de los últimos años. Nunca pensé que me podría convertir en un catalizador del cambio y ha sido algo extremadamente gratificante. «Howard Gardner: “Cada individuo tiene un perfil único con puntos fuertes y débiles; es preciso aprovechar las fortalezas o combinarlas de un modo nuevo para el futuro”». © rotman school of Management. Este artículo ha sido publicado anteriormente en Rotman Magazine con el título “thought Leader interview: Howard Gardner”. referencia n.O 3772.

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