Entendiendo El Nuevo Pacto

Entendiendo el Nuevo Pacto (Brit JaDashá) NOTA: EN ESTE ESTUDIO POR RESPETO A LO QUE REPRESENTAN LOS NOMBRES HEBREOS SE

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Entendiendo el Nuevo Pacto (Brit JaDashá) NOTA: EN ESTE ESTUDIO POR RESPETO A LO QUE REPRESENTAN LOS NOMBRES HEBREOS SE SUSTITUYEN LAS PALABRAS CASTELLANAS “DIOS O JEHOVÁ” POR TÍTULOS TALES COMO: “ELOHIM O PODEROSO O EL ETERNO”. EL TÍTULO “EL ETERNO” VIENE DE LAS PALABRAS CON LAS QUE EL CREADOR SE PRESENTÓ A MOISÉS: “EHYEH ASHER EHYEH / YO SOY EL QUE SERÉ” (EXO 3:14). EN LUGAR DE “JESÚS” VERÁS “YESHUA”, Y EL LUGAR DE “CRISTO” LEERÁS “MASHIAJ, MESÍAS” O “UNGIDO”. CUANDO NOS REFIRAMOS A “LA RELIGIÓN CRISTIANA O CRISTIANISMO” NO LO HACEMOS CON MENOSPRECIO, SI NO QUE NOS REFERIMOS A LAS DOCTRINAS ERRADAS Y DOGMAS QUE SE HAN ENSEÑADO EN LAS IGLESIAS POR SIGLOS QUE ESTAN ABIERTAMENTE EN CONTRA DE LAS ESCRITURAS.

INTRODUCCIÓN: La llave para entender las enseñanzas del Maestro de Nazaret y sus Apóstoles es la Brit JaDashá (Nueva Alianza), llamada también Brit Olam (Alianza Eterna) Jer 31:30-33 y Brit Shalom (Alianza de Paz) Jer 32:40, de la cual hablaron los Profetas (Jer 31,32, Isaías 11, Ezeq 16,36,37 y Zac 10 entre otros), y está relacionada con la Redención Mesiánica de Israel. Por ello es que los Discípulos preguntan al Mesías después de haberse efectuado el Nuevo Pacto: Hechos 1:6 VIN “… Maestro, ¿en este tiempo es que le vas a restituir el reino a Israel?” Nótese que NO le preguntaron, ¿vas a dar inicio a una religión? O ¿desecharás a tu pueblo para tomar otro? ¿ES EL NUEVO PACTO UNA NUEVA TORA? Por supuesto que no. La doctrina cristiana en su deseo de hacer desaparecer la Torá, confunde ‘Pacto’ con ‘Torá’. Por eso es que llaman equívocamente ‘Nuevo Testamento’ o ‘Nuevo Pacto’ a las enseñanzas transmitidas por los Discípulos del Maestro, y llaman ‘Viejo Testamento’ o ‘Antiguo Pacto’ a los Escritos que hoy conocemos como en hebreo como Tanaj (la Torá, los Profetas y los Escritos). La verdad es que la Torá NO es el Pacto. La palabra ‘Torá’ traducida como Ley, realmente significa 'Instrucción' pues se deriva del verbo 'Iará' (Instruir), y es usada para describir los escritos que Moisés recibió del Eterno. Contrario a lo que el cristianismo ha enseñado y cree que es “atadura”, la Torá son las instrucciones y condiciones dadas por el Poderoso para todo aquel que quiera entrar en pacto con Él y por ende ser parte de su pueblo. La palabra Brit significa ‘Alianza’, ‘Pacto’, ‘Acuerdo’, ‘Convenio’ o ‘Contrato’ establecido entre dos o más partes/personas. Dice en Exo 24.3-4,7 “Entonces vino Moisés y contó al pueblo todas las palabras del Eterno y todos los juicios; y respondió todo el pueblo a una voz diciendo: Todas las cosas que habló el Eterno haremos... (7) Y tomó el Libro del Pacto y leyó a oídos del pueblo y dijeron: Todo lo que dijo el Eterno haremos y obedeceremos”. De esta forma podemos ver que la Brit (Alianza) que el Eterno hizo con Israel a

través de Moisés en Sinai es ‘un juramento o acuerdo en el que Israel prometió Aceptar y Obedecer la Torá’. Por otra parte, el Poderoso promete que si Israel cumple la Alianza vendrán Bendiciones (Lev 26.3-13) pero si Israel no cumple recibirá Maldiciones (Lev 26.14-39). Nótese que la Torá NO ES EL PACTO, sino que en la Torá se encuentra el Pacto y las instrucciones que deben ser obedecidas, por esto la Torá es llamada Sefer HaBrit (el Libro del Pacto), de manera que si Israel no Acepta y Obedece la Torá entonces se rompe el Pacto/Acuerdo, esto significa que aunque se rompa el Pacto, la Torá no cambia, porque como ya vimos la Torá no es el Pacto. De tal manera que Jeremías dice que el Nuevo Pacto consiste en: “Pondré Mi Torá dentro de ellos” (31.32) y NO en ‘Haré desaparecer la Torá’ (Doctrina Cristiana). Claramente dijo el Rabí: “No piensen que vine a dejar sin efecto la Torá” (Mat 5 B.K.). Si el Nuevo Pacto consistiera en hacer una Nueva Torá el Eterno hubiese dicho: ‘Pondré Mi Nueva Torá dentro de ellos’, sin embargo lo que dice el profeta Ezeq (36:26-27) es: “Les daré un nuevo corazón y pondré un nuevo Espíritu... y pondré dentro de vosotros Mi Espíritu y haré que anden en Mis estatutos y guarden y hagan mis juicios”, porque como dijo Jer (31.31-32): “no conforme al Pacto que hice con sus padres... pondré Mi Torá dentro de ellos, y en sus corazones la escribiré...”, es decir como nos enseña Pablo acorde a la profecía, bajo la Nueva Alianza la Torá no está escrita en tablas o en un libro, sino que está dentro de los Hijos de Israel. ¿EL PACTO EN SINAI CONTINUA VIGENTE? Israel no pudo mantener su parte en el Pacto por lo tanto quedó sin efecto al desobedecer las condiciones, es por eso que el Eterno les promete un Nuevo Pacto. Prestemos atención a lo que la Escrituras dicen del Pacto que el Eterno hizo en Sinaí con Israel: Lev 26.44-45 “Sin embargo, a pesar de esto, cuando estén en la tierra de sus enemigos no los desecharé ni los aborreceré tanto como para destruirlos, iehafer (dejando sin efecto) mi Pacto con ellos, porque Yo soy el Eterno su Elohim”. Jue 2.1 “Yo los saqué de Egipto y los conduje a la tierra que había prometido a sus padres y dije: Jamás afer (dejaré sin efecto) Mi Pacto con ustedes”. Ezeq 16.59-63 “Porque así dice Adonai el Eterno: Yo te trataré conforme a lo que tú has hecho, al despreciar el juramento lehafer (dejando sin efecto) el Pacto. Sin embargo Me acordaré de Mi Pacto contigo en los días de tu mocedad, y estableceré contigo Pacto Eterno”. Jer 31.30 “haré un Nuevo Pacto con la Casa de Israel y con la Casa de Judá no conforme al Pacto que hice con sus padres el día en que los tomé de la mano

para sacarlos de la tierra de Egipto, porque ellos heferu (dejaron sin efecto) mi Pacto”. ¿Qué dicen estos versos? Como ya se dijo, la palabra Brit (Pacto o Alianza) en el sentido de ‘Acuerdo’ o ‘Contrato’ establecido entre dos o más partes/personas, en este caso quien no cumplió con el Acuerdo fue la parte de los hijos de Israel, no la parte del Eterno. Nótese una vez más que lo que quedó sin efecto fue el Pacto y no la Torá. CARTA A LOS HEBREOS 8.13 La Carta a los Hebreos 8.13 dice: “Al decir ‘nuevo’ ha hecho anticuado al primero; y lo que está siendo hecho anticuado y volviéndose viejo está próximo a desvanecerse”. Para comprender lo que dice el autor de la Carta es necesario que se deje fuera toda la doctrina iglesista anti-Torá, y nos percatemos que el contexto de esta sección en la carta es el Sacerdocio de Aharon y el Servicio del Tabernáculo y luego en el Templo como parte del Primer Pacto con Israel. Es absurdo pensar que el autor está diciendo que está quedando sin efecto la Torá y que ya se puede Asesinar, Robar, Levantar falso testimonio del prójimo, que ahora ya no hay que guardar el Shabat ni los días de Santa Convocación, que ya no hay que Honrar a los padres, que ahora se puede comer rata, serpiente, cerdo, alacrán, etc. Pablo claramente enseñaba en Rom.7.12: “la Torá es Santa y el mandamiento es santo justo y bueno/preparado con un propósito... 14 sabemos que la Torá es espiritual” y también en 1Tim.1.8 dice: “sabemos que la Torá es buena (cumple con su propósito), si el ser humano la usa legítimamente”. # 1 Hecho anticuado al primero: Si el profeta Jeremías dice que hay un Nuevo Pacto con Israel, entonces lo lógico es que el Pacto anterior [el primero con Israel] es “hecho Anticuado” ante el Nuevo. # 2 Volviéndose viejo está próximo a desvanecerse: ¿Qué es lo que físicamente se desvanece del Primer Pacto? Como dijimos el contexto de esta sección en la Carta, es el sacerdocio de Aharon y el Servicio del Tabernáculo, por lo tanto si la Torá pasó a estar dentro del ser humano, quiere decir que le será mucho más difícil cometer pecados, por lo tanto no se necesita más un Sacerdocio terrenal, de manera que es precisamente esto era lo que estaba próximo a desvanecerse cuando el Templo aún permanecía en pie. Valga la pena añadir que el Eterno no tuvo como objetivo implantar el sistema sacrificial en primera instancia, como lo dijo por boca del profeta Jer 7.22-23: “Porque Yo no hablé a vuestros padres, ni les ordené en el día en que los saqué de la tierra de Egipto, con respecto a ofrendas o sacrificios, sino que esto les ordené, diciendo: ‘Escuchen Mi voz, y Yo seré vuestro Elohim, y serán Mi pueblo, y anden en todo el camino que Yo les ordeno, para que todo les vaya bien”. (Leer Exo 19.1-6).

El Eterno no habló sobre las Leyes Ceremoniales sino después del suceso con el becerro de oro; en otras palabras el Eterno, bendito sea, que lo conoce todo, sabiendo que Israel no iba a ser fiel les dice que Él deseaba la fidelidad (Emuná) de Israel, y el acercamiento no por medio de mecanismos, pero al no ser así entonces les fue implantado -por misericrodia- el sistema como un medio -simbólico- por el cual se acercarían a Él y expiarían los pecados. ¿CON QUIEN ES EL NUEVO PACTO? Jeremías claramente dice: “con la Casa de Israel y la Casa de Judá” (31.30), sin embargo, la doctrina cristiana tergiversando las Escrituras y las palabras de nuestro Maestro, plantea que el Nuevo Pacto es para los gentiles. Para entender apropiadamente las palabras del Rabí debemos tener presente que él no fundó una religión separada de Israel, sino que su misión es la del Mesías de Israel profetizado en la Torá y los Profetas, es decir, que su misión es la de redimir y restaurar a Israel para hacerla luz del mundo, y que todos los gentiles pudiesen entrar en la salvación. Cuando nos referimos a la Comunidad de Israel, no son los que han nacido en la tierra de Israel o descienden de un israelita, sino todos aquellos (nativos o extranjeros) que son fieles al Elohim de Israel y por ende a Su Torá/Instrucciones. ¿CÓMO UN GENTIL PUEDE ENTRAR EN PACTO? Los que venimos de naciones gentiles, o aquellos que son descendientes físicos de Israel pero por generaciones fueron gentilizados y quieren ser Israel, no podrán hacerlo bajo el Primer Pacto, pues como se explicó el Primer Pacto ha quedado sin efecto. Por lo tanto la única forma de entrar en Pacto es a través del Nuevo, cuyo mediador es el Mesías mismo. Quede claro que esto NO significa que para tener parte en la salvación hay que ser Israel, sino que como muy claro dicen los profetas, cualquier persona que viva con fe en el Mesías y sean obedientes a los mandamientos del Dios de Israel tendrán parte en la resurrección de los justos. Sin embargo, hay una diferencia entre ser salvo y entrar en Pacto para formar parte de las promesas y herencias dadas solo a al pueblo de Israel. Este punto no podremos profundizarlo en este estudio. ¿PUDO EL MESÍAS ESTABLECER EL NUEVO PACTO SIN ESTAR LA TOTALIDAD DE LAS DOS CASAS (DE ISRAEL Y DE JUDA)? El Nuevo Pacto según las palabras de Jeremías es “con la Casa de Israel y la Casa de Judá” (31.30), algunos se preguntarán: ¿Cómo es posible que este Pacto se realizara en el 1er siglo si la Casa de Israel y parte de la Casa de Judá estaban en el exilio? Para comprender correctamente lo que quiere decir el profeta al expresar “Casa de Israel” y “Casa de Judá” debes estudiar “El Misterio de las dos casas de Israel”, que no lo tocaremos en este estudio. Pero aun así debemos tener presente que no se trata de todos los pertenecientes

‘físicos’ de las Doce Tribus, pues al igual que en el 1er siglo, hoy es imposible que físicamente toda la Casa de Israel y toda la Casa de Judá (o lo que es igual ‘las Doce Tribus’) aparezcan en su totalidad sin que hayan sido mezclados; de manera que la profecía se refiere a TODO Israel significando las Almas de todo Israel, es decir, que aunque las generaciones de los hijos de Israel hayan sido gentilizadas, son las Almas que siguen siendo Israel, a estas personas que tengan Alma Hebrea, el Eterno los hará volver y reunificará física y espiritualmente en la tierra de Israel. Entonces el Mesías si pudo establecer el Nuevo Pacto sin la totalidad de las casas, de la misma forma en que se estableció el Pacto en Sinaí: “No solamente con ustedes hago este Pacto y este juramento, sino con aquel que está aquí con nosotros hoy en presencia del Eterno, nuestro Elohim, y también con aquel que no está aquí hoy con nosotros” (Deut 24.13-14). Cuando podemos ver como el Eterno a través del Rabí establece el Nuevo Pacto la noche en que estaba celebrando Pesaj con sus discípulos, entonces es que podemos notar más claramente que allí se repetía algo similar al Pacto que el Eterno hizo en Sinaí con Israel (las Doce Tribus) a través de Moisés. Los Doce discípulos estaban en representación de las Doce Tribus de Israel, como les dijera el Rabí: “ustedes se sentarán sobre los Doce Tronos de las Doce Tribus de Israel” (Mat 19:28, Apoc 21:12-24). El Nuevo Pacto no fue en secreto, primero fue anunciado por el profeta Juan (el bautista) y luego la muerte expiatoria del Nazareno por Israel fue pública como bien decía Pablo: “la Redención es en el Mesías Yahoshua (Jesús), a quien Elohim exhibió públicamente como paga por el rescate para expiar por su sangre...” (Rom. 3:23-26 B.K.), y aunque miles de hombres seguían al Rabí, no todo el pueblo quiso entrar en el Nuevo Pacto como estaba prescrito por los Profetas, como dice: “repudiaron al Santo y Justo... yo sé que obraron por ignorancia... Pero el Eterno ha cumplido así lo que anunció de antemano por boca de todos los profetas: que su Ungido debería padecer...” (Hechos 3:15-18). ¿POR QUÉ TIENE QUE HABER SANGRE EN EL NUEVO PACTO? Una objeción en contra de la muerte del Nazareno como Expiación por Israel es que ‘es algo pagano’ el hecho de que la muerte de un hombre sirva como expiación; sin embargo Isaías 53:11 claramente habla que el Siervo del Eterno sería una expiación por Israel, como dice: “…mi siervo justo justifica a muchos…” Surge otra objeción, según el Pacto en Sinaí, solo animales son ofrecidos para expiación, y es correcto, pero las palabras de Isaías hablan referente a lo que acontecería en el Nuevo Pacto el cual no se regiría por un Sacerdocio terrenal, y es por esto el Mesías establece el Nuevo Pacto antes de morir con su propia sangre. Sobre este tema nos habla la Carta a los Hebreos 9:18 “Por tanto, ni aun en el Primer Pacto se inauguró sin sangre. 19 Porque cuando Moisés terminó de

promulgar todos los mandamientos a todo el pueblo, conforme a la Torá tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo ya todo el pueblo, 20 diciendo: ‘Esta es la sangre del Pacto que Elohim les ordenó’. 21 Y de la misma manera roció con sangre tanto el Tabernáculo como a todos los utensilios del ministerio. 22 Y según la Torá casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón. 23 Por tanto fue necesario que las representaciones de las cosas en los cielos fueran purificadas de esta manera, pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. 24 Porque el Mashíaj (Mesías) no entró en un Santuario hecho por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Elohim por nosotros, 25 y no para ofrecerse su néfesh (carne) muchas veces, como el Kohen haGadol (Sumo Sacerdote) entra al Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 26 De otra manera le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de su néfesh (carne)”. Como podemos apreciar en la cita anterior, la muerte expiatoria del Cordero de Elohim fue acorde a la vigencia de la Torá y a las exigencias de las palabras dichas por el Eterno en boca de los profetas. La idea de que a través de un Justo se expían los pecados de otros [arrepentidos] no es ajena al contexto de las Escrituras ni al contexto hebreo del 1er siglo E.C. como pudimos leer en la carta a los Hebreos. Los Discípulos enseñaron: “Si alguno peca, abogado tenemos ante el Padre, a Yeshúa (Jesús) el Mesías el Justo. Él es la paga por el rescate para expiación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Y en esto sabemos que lo hemos conocido: si guardamos sus mandamientos” (1 Juan 2:1-3). También se enseñó: “Porque también el Mesías padeció una vez por las iniquidades, el Justo por los injustos, para llevaros a Elohim (Dios); muerto en la carne, pero vivificado en lo espiritual; en el cual también fue a proclamar a las almas que estaban en prisión, que en un tiempo desobedecieron...” (1 Ped 3.18-20). Así enseñaba el rabino Pablo: “en [el Mesías] quien tenemos redención: el perdón de las iniquidades” (Col 1:14), y también decía: “por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Elohim, siendo justificados gratuitamente por Su bondad por medio de la Redención que es en Mesías Yehoshúa, a quien Elohim (Dios) exhibió públicamente como expiación por su sangre... con el propósito de demostrar su justicia en el tiempo presente...” (Rom 3.23-26). Decía el Discípulo: “repudiaron al Santo y Justo... yo sé que obraron por ignorancia... Pero el Eterno ha cumplido así lo que anunció de antemano por boca de todos los profetas: que su Ungido debería padecer...” (Hechos 3.15-18).

¿QUÉ ES LO NUEVO DEL NUEVO PACTO COMPARADO CON LA PRIMERA ALIANZA? 1. El Primer Pacto fue dado a través de Moisés. El Nuevo Pacto fue dado a través del Mesías. 2. En el Primer Pacto funcionaba la Sacerdocio de Aharon. En el nuevo Pacto funciona el Sacerdocio de Malki Tzedeq (Melquised) (Salmo 110:4; Heb.7:21,28) y se cumple la promesa de “y serán para Mí un Reino de Sacerdotes y una nación Santa” (Exo 19:6). 3. En el Primer Pacto los sacrificios por el pecado eran de animales. En el Nuevo Pacto el Mesías es sacrificado solo una vez para expiar el pecado para que el Eterno ponga la Torá dentro del ser humano y la ame (Salmo 40:6-8; Heb.10:1112). 4. En el Primer Pacto la Torá se escribió en tablas de piedra. En el Nuevo Pacto la Torá se escribe en el corazón por el Espíritu Santo de Elohim (Jer 31:30-32; 2Cor.3.3). La instrucción hecha bajo el Primer Pacto de circuncidar el corazón Deut 10:16, la cual fue prometida en Deut 30:6 se cumplió bajo el Nuevo Pacto. 5. La penalidad por dejar sin efecto el Nuevo Pacto es más severa que la del Primer Pacto (Heb 10:28-29). Tomado de: Bet Midrash Maor BaOlam “ENTENDIENDO EL NUEVO PACTO”. Nota: algunas secciones fueron editadas para acortar el estudio, algunos aportes fueron incluidos y algunas palabras claves en hebreo fueron traducidas al castellano para una mejor adaptación al contexto occidental.

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