• Author / Uploaded
• Melisa Eliana Brito Alarcón

Citation preview

ENSAYO SOBRE ARTICULO NATIVOS DIGITALES, INMIGRANTES DIGITALES

H

ace ya algunos años que se advierte el salto a una nueva era, la

era de la información, provocando una serie de cambios tecnológicos, sociales, culturales y de toda índole; para ser más clara esta era ha modificado la manera de percibir el mundo y de interactuar en él, en el más amplio sentido de la palabra. La era de la Información o Sociedad de la información ha sido definida por las naciones unidas como la nueva sociedad que realiza un uso generalizado de las innovaciones tecnológicas, vale decir las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Autores como Catells, Negroponte, Terceiro, Joyanes y Echeverría, entre otros, nombran de manera distinta a la sociedad de la información, sin embargo, todos coinciden que la nueva Sociedad Informacional se sustenta en los cambios producidos en el contexto, en el sentido de la dimensión de la estructura social, siendo su materia básica la información y los medios para ello las tecnologías de información y comunicación. La sociedad ha modificado la manera de hacer negocios, de comunicarse, de aprender, entre otros; hoy en día una persona puede acceder a los sucesos que ocurren al otro lado del mundo, por ejemplo, en el mismo instante que los hechos suceden. La tecnologías no sólo han cambiado la forma de interactuar sino que también han provocado un cambio cultural, es así como los niños y niñas actuales utilizan celular, escuchan música con MP4, se comunican con programas como el MSN Messenger, se envían mensajes de texto, correos electrónicos, crean sus propios juegos computacionales, buscan información en la web, digitan sus escritos sin mirar el teclado, sí necesitan llegar a alguna dirección o enviarla a algún amigo , bajan el mapa desde internet y lo envían, van de una página a otro, navegando entre los hipertextos de acuerdo a su interés y ritmo. En definitiva los niños y jóvenes de hoy usan las tecnologías de manera cotidiana y natural. A esta generación se les ha denominado “Nativos Digitales” ya que nacieron en un mundo tecnológico, desde el tv hasta la internet, ellos se desenvuelven sin mayores problemas al contrario que sus padres y maestros que se han ido insertando en el mundo tecnológico en la medida que necesitan usarlas. Esta situación no es nueva, el ser humano es reacio a los cambios, les produce temor, el temor a lo desconocido, por ende lo rechazan y el rechazo es mayor si consideramos que la sociedad de la información es incierta. Hoy debido a la globalización todo el mundo se ve afectado por una crisis

económica de un determinado país, las propiedades de un computador, los programas computacionales, son modificados, mejorados si se quiere, antes que podamos adquirir las destrezas para manejarlos. Todos quienes hemos aprendido en el camino, los que necesitamos leer un manual para hacer funcionar una lavadora, o pedirle a un hijo que nos agregue música o una foto como fondo de pantalla en nuestro celular, por ejemplo, somos llamados “Inmigrantes Digitales”, ya que no poseemos las competencias para utilizar las tecnologías con propiedad. Los inmigrantes digitales pueden de una forma u otra sortear las barreras del cambio tecnológico; empero lo que preocupa a Marc Prensky, analista, escritor y experto en las nuevas tecnologías y el uso educativo que se les pueda dar, es cuando los inmigrantes digitales, me refiero derechamente a los profesores, son los encargados de educar a las nuevas generaciones (nativos digitales), el autor menciona que la brecha entre ambas generaciones es abismante y perjudicial para los estudiantes de hoy. Los profesores poco o mal, usan las tecnologías para desarrollar sus clases, no tienen las destrezas para hacerlo, es más, los educandos manejan más y de mejor manera las tics, lo que provoca una frustración en los docentes o inmigrantes digitales. Frente a lo que señala Prensky tengo mis propias aprehensiones, si bien es cierto los docentes de hoy manejan las tecnologías a nivel usuario, no hay que olvidar nunca que las tic son un medio no un fin, es una estrategia más para lograr aprendizajes, así como una vez apareció la calculadora, el video, el uso materiales didácticos o se pasó del conductismo al constructivismo, todo material alguna vez fue rechazado por los docente y poco a poco fue incorporándose al quehacer pedagógico en pro de los alumnos. Otro punto que me parece no menos importante es que a pesar de los esfuerzos del estado por incorporar estas tecnologías a la escuela, aún falta mucho en infraestructura en las escuelas, adiestramiento a los profesores para incorporar las tics en el aula, porque salvo profesores visionarios, inquietos o que les llame la atención las nuevas tecnologías, usarán éstas para diseñar una diapositiva en Microsoft PowerPoint o una guía utilizando Microsoft Word. La gestión escolar es de suma importancia para que las tic se inserten e integren al currículo académico. De acuerdo con mi experiencia en el área, los directivos se interesan por usar las computadoras para que sus docentes tenga todo el papeleo administrativo en orden, vale decir, planificaciones en M. Word, las notas en una planilla de cálculo Excel, la hoja de vida del alumnos, etc. Más que usarlo pedagógicamente. Si bien los educadores necesitan aprehender las tic para acercarse al mundo de sus estudiantes, para realizar una clase entretenida con un lenguaje conocido por los alumnos actuales, también no debemos olvidar

que la clase de tiza y pizarrón y el niño o niña adelante sigue siendo efectiva cuando se usa con un final determinado. Los niños actuales no necesitan un profesor enciclopédico o erudito en alguna materia, porque cuando los estudiantes necesiten saber de algo, lo buscarán en internet, lo que estudiantes de hoy necesitan es un mediador de conocimientos, un pedagogo, que sea capaz de desarrollar competencias para manejarse en el mundo actual y en el que viene. Los profesores por otra parte necesitamos dejar nuestros egos de lado y utilizar las destrezas de nuestros “nativos digitales” en pro de una mejor educación, que ellos diseñen páginas web de un determinado tema, hacerlos nuestros cómplices, comprometerlos en su proceso de aprendizaje que conozcan los criterios de búsqueda de información, Etc. Para concluir quisiera dejar una reflexión que me surgió al leer el artículo, donde se señalan dos tipos de personas con destrezas computacionales, los nativos y los inmigrantes digitales; a mi parecer existiría una clasificación intermedia, personas que no se manejan en un cien por ciento como los nativos digitales, pero que tampoco están tan alejados del uso de las tic como los inmigrantes. Es la generación de personas que hoy tienen entre 27 y 35 años; no son nativos a pesar de haber crecido con el auge de las tics, dado que como toda tecnología primeramente estuvo en los estratos más altos, para luego masificarse a todos los sectores económicos, sociales y culturales. Todos ellos, donde me incluyo, manejan un lenguaje informático, utilizan la tecnología o de manera natural pero tampoco están tan ajenos a estas aplicaciones, me atrevería a llamarles Mestizo Digital. Existen en todas las áreas del conocimiento y son ellos en la educación los profesores que hoy usan las tics para el desarrollo de sus alumnos, para hacer clases entretenidas, donde usan las tics a su favor, economizando tiempo en el trabajo administrativo, para dedicarse más a la pedagogía pura. Son los profesores que en vez de pedir una carpeta sobre la II guerra mundial, (lo que no considero errado), solicitan a sus alumnos que formen grupos y realicen un video, lo suban a YouTube sobre algún aspecto de la mencionada guerra, que diseñen una presentación en M, PowerPoint para explicar el por qué de los sucesos acaecidos en esa fecha, más que buscar que sus alumnos memoricen algo, buscan que los estudiantes comprendan el por qué. No podemos enseñar tecnología a quien la maneja mejor que uno, empero podemos desarrollar capacidades, competencias y habilidades para que los estudiantes nativos digitales puedan aprovechar las tics para su desarrollo.

Melisa Brito Alarcón