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• Saria Poe

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Ensayo sobre el Mal: ¿Qué es el mal para mí? “La desdicha es diversa. La desgracia cunde multiforme sobre la tierra. Desplegada sobre el ancho horizonte como el arco iris, sus colores son tan variados como los de éste y también tan distintos y tan íntimamente unidos. ¡Desplegada sobre el ancho horizonte como el arco iris! ¿Cómo es que de la belleza he derivado un tipo de fealdad; de la alianza y la paz, un símil del dolor? Pero así como en la ética el mal es una consecuencia del bien, así, en realidad, de la alegría nace la pena. O la memoria de la pasada beatitud es la angustia de hoy, o las agonías que son se originan en los éxtasis que pudieron haber sido.” Edgar Allan Poe, Berenice. Nota aclaratoria: Este texto es sumamente subjetivo y relativo, pues bien de qué otra forma definir el mal si no hacerlo de manera subjetiva ya que de forma objetiva le considero imposible. Desde tiempos de antaño se le ha atribuido al mal una imagen bestial. La cual para muchos es poco agradable a la vista, cosa que en mi perspectiva de lo bello, la encuentro como un sublime e arraigado reflejo de la perversión humana, el verdadero reflejo de su “alma”. Esta asociación de la fealdad con lo malévolo me arriesgo a decir - pudo ser causada por el impuesto dogma religioso que plantea o define el bien y el mal, asociando lo desagradable como algo malo, en base a unas reglas morales ya establecidas. Lo que permitía implantar el sentimiento de culpa y de repulsión. En estos dogmas religiosos donde la impasible necesidad humana busca de justificar sus propias acciones al caer en un juicio moral, establecía e incluso ahora establece vínculos y creencias en seres superiores los cuales juzgan y salvan a los actores del mal. No obstante si se retrocede en el tiempo a la etapa más primitiva, el mal, no podría encasillarse en un parámetro que lo defina, a causa de que en ésta época no había un lenguaje establecido como ahora, se carecía de normas morales y éticas. El animal más cercano al Homo actuaba por sus instintos como el resto de animales acorde al flujo energético de un ecosistema, a favor de su supervivencia como individuo y de la supervivencia de la especie. Sin embargo factores evolutivos (deriva alélica y selección natural) favorecieron el desarrollo del cerebro, permitiendo un intelecto racional, a su vez que la habilidad para la solución de problemas y un característico autocuestionamiento sobre sí mismo. Considero pues que en base a éstos interrogantes el humano comenzó a plantearse preguntas sobres sus acciones, su moral, y su sentimiento de culpa. Estableció explicaciones las cuales le permitirían tener unas normas morales como guía para encajar en un sistema social, planteando una definición objetiva del bien y el mal. Esta concepción de lo malévolo no va acorde a mi visión del mal, pues no establece una perspectiva clara, ya que plantea de manera objetiva una acción subjetiva y relativa que puede estar ligada a diversos factores. En base a esto considero que lo llamado “mal” es en esencia primitivo y natural, es un orden establecido desde las leyes, físicas como químicas o biológicas. En base a la tercera ley de Newton el universo tiende a la entropía, es decir al caos. La vida lucha contra ésta entropía manteniendo su homeostasis, un equilibrio. Esta lucha mantiene una armonía en su estado más puro.

Es entonces el humano quien modifica éste equilibrio saliendo del esquema natural. Esta aberración en esencia es para mí, la personificación de lo malévolo. En la cual el humano se sale de su estado más puro y lucha contra la corriente poniéndose de cara a las bestias, en las que se ve reflejado. La foto pertenece a Anna Varney Cantode (Sopor Aeternus & The Ensemble of Shadows). La escogí como representación del mal por su característico aspecto y la melancolía implantada en su arte, tanto música como fotografía.