Ensayo La Debilidad Mi Mayor Fortaleza

Tu debilidad es mi oportunidad para mostrar mi poder en tu vida y en los tuyos Isaías 35:8 Y habrá allí calzada y camino

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Tu debilidad es mi oportunidad para mostrar mi poder en tu vida y en los tuyos Isaías 35:8 Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.

Todos los seres humanos tenemos debilidades, esas molestias en nuestra vida que hacen que nuestro caminar se haga más difícil, más cuesta arriba, que tengamos problemas en las relaciones con los demás, que nos sintamos frustrados, torpes e impotentes, que sintamos desmayar y que reconozcamos que no somos perfectos ni autosuficientes. ¿Pero son las debilidades del todo malas?, ¿Acaso son necesarias?, ¿Desaparecerán algún día?, ¿Tiene Dios un propósito con ellas? Hace muchos años descubrí lo maravilloso de este precioso texto. Habrá un camino llamado “camino de santidad” y ese camino será transitado por toda clase de personas, personas muy doctas, personas muy sabias, personas ancianas y niños, personas ricas y pobres, incluso personas muy torpes (con incapacidades, incompetentes, personas con grandes falencias, grandes defectos, con muchas debilidades, con innumerables pecados, en fin); sea en su forma de caminar o en su forma de pensar. Pero algo extraordinario posee este camino y es que los que deciden caminar por él, no se extraviarán por más torpes que sean. El camino estará claro y al momento de caminar por él. El camino estará pavimentado, sin veredas nebulosas que turben al caminante, solo tendrá que seguir el camino ya trasado. Solo hará falta la voluntad de seguirlo. Sal 101:6 Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá. Cuando se escucha la palabra perfección es muy chocante, las personas se estremecen, tratan de huir, se esconden. Pero, la palabra perfección es algo de lo que nuestras almas están sedientas. Para el mundo, la vida es muy común. Entenderemos la perfección según caminemos en ella. El cobarde busca por donde escapar, porque solamente los valientes quieren la perfección. La palabra perfección no es un tormento, es un favor a nuestras vidas, es un bien. Amar la perfección es buscar de todas las manera el agradar al Padre. Perfección implica un proceso conducente a una consumación plena, son ajustes, un fin cumplido porque hubo un proceso, y ese proceso se hace caminando. Nuestras vidas llegaron al Señor con mil pecados, odios complejos, inseguridades, Jesús le habla primero a Israel, un pueblo duro. Luego para nosotros los gentiles. Perfección es una consumación. Juan 19.30 Mateo 5:48: Ser perfectos como vuestro padre que está en los cielos es perfecto… El mandamiento de Jesús no es nuevo, ya vemos desde el Antiguo Testamento, cuando Dios le dice a Abraham, “anda delante de mí y sé perfecto” Génesis 17. 1 “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo!” Efesios 4: 13. 2 corintios 12.9: Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

A continuación presentaré brevemente lo que dice la Biblia acerca de las debilidades y su importancia en la vida del ser humano en el descubrimiento de Dios y su poder.

1. Las debilidades nos enseñan que dependemos de Dios: (La debilidad es sinónimo de agotamiento, extenuación, flaqueza, decaimiento, desfallecimiento, por lo que muestra a un ser humano sin fuerza, débil, dominado y sin energía.) La debilidad también caracteriza el carácter de una persona, que se muestra dominado o sin poder de decisión “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mi y yo en el, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” S. Juan 15:5 Cuantas veces nos hemos visto en situaciones donde nos sentimos impotentes, donde a pesar de nuestro dinero, de nuestro conocimiento, de nuestro amor, de nuestra fuerza..., no podemos hacer nada para remediar una situación. Todo se escapa de nuestro control y comenzamos a descubrir que necesitamos la ayuda de alguien más poderoso, más grande y más fuerte. Es allí donde reconocemos que solo Él nos puede ayudar y que dependemos de Él. Es allí donde comenzamos a maravillarnos pues aquello que parecía imposible, comienza a hacerse realidad delante de nuestros ojos, por el poder de Dios. Es allí donde entendemos que separados de Dios nada podemos hacer. 2. En la debilidad el poder de Dios se perfecciona: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” 2 Corintios 12:9 En nuestra debilidad el poder de Dios se perfecciona. Es allí donde su poder se manifiesta. Allí donde creíamos que todo estaba perdido y que toda esperanza había muerto aparece el con su poder, su Gloria y su majestad para darnos su amor, su salvación y su bienestar. En la debilidad podemos sentirnos más fuertes porque dejamos de hacer las cosas en nuestras fuerzas y comenzamos a hacer las cosas con su fuerza, con el poder de Dios, con la fe. El Señor utiliza nuestra debilidad para mostrarse al mundo, para mostrar que a través de personas imperfectas puede mostrar su perfección. 3. Con Cristo en mi vida, cuando soy débil entonces soy fuerte: “por lo cual por amor a Cristo me gozo en la debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. 2 Corintios 12:10. Cuando superamos una prueba, nos damos cuenta de cuanta fortaleza Dios nos ha entregado. El Señor ha hecho de tartamudos, grandes oradores, de personas temerosas, hombres y mujeres valientes que predican con denuedo su palabra, de personas enfermas, personas que hoy testifican de su sanidad y oran por otros enfermos, de personas solitarias, grandes familias, de tímidos grandes líderes, de asesinos, borrachos, adúlteros, drogadictos personas rendidas a sus pies, arrepentidas, que han comenzado una nueva vida de bendición para muchos otros. Y hoy Dios te pregunta: “¿Cuál es tu debilidad? Entrégamela y yo mostraré mi poder a través de ella. Tu debilidad es mi oportunidad para mostrar mi poder en tu vida y en los tuyos. Nada es imposible para mí.”