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• Gabriel Sebastian Caicedo

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ENSAYO “EL ROL DE ADMINISTRADOR PUBLICO EN LA TRANSFORMACION DEL ESTADO COLOMBIANO

Al acercarnos al quehacer del Administrador público lo entendemos como el conjunto de gestiones o trabajo que el hombre realiza para que el Estado funcione en cuanto a su infraestructura constituida por territorio, habitantes y autoridad, de una manera sincronizada. Desde hace más de dos siglos en Colombia se está buscando llegar “al fin de la historia”. Cómo quien dice a esa etapa en donde la administración pública resuelve el trajinar diario de la multitud que se agrupa en lo que unos llaman nación, otros país y otros Estado, con beneficios de igualdad para todos, en el movimiento vital que conduzca a la operatividad de un Estado, con futuro. El administrador público lleva su rol como líder inmediato tomando como referente su ideología, pensamiento y filosofía en el cual debe basarse para estar al tanto de la problemáticas que aquejan a la comunidad a la cual ha puesto sus servicios. El administrador público es un profesional dotado de los valores del servicio público y poseedor de las aptitudes requeridas para la comprensión, explicación y solución de problemas administrativos públicos. El administrador público está en condiciones de liderar procesos administrativos tendientes al fortalecimiento de las organizaciones públicas del orden territorial a través de la construcción de proyectos regionales sustentables y sostenibles que posibiliten el desarrollo económico, político, ambiental y social. El territorio colombiano es uno de los más llamativos y codiciado por la riqueza y diversidad regional, cultural, hídrica, flora y fauna, minera, etc y no solo este tipo de riqueza lo mejor y más importante es su gente trabajadora y mucho más humana que cualquier otra población: Teniendo en cuenta todo lo que nuestro estado posee podemos y se nos hace fácil pensar que nuestra sociedad y actuando ella el administrador público puede lograr tan anhelada transformación, siempre hemos tenido la convicción de querer generar cambios para poder mejorar las diferentes problemáticas que siguen y se hacen más grandes cada día. ¿Cómo lo haríamos ?, pues empezando un proceso de aprendizaje donde se adquiera el conocimiento necesario para empezar a actuar porque siempre se necesitan conocimientos que nos ayuden a ejecutar nuestros planes y proyectos teniendo una base tan importante como esta, debemos en primer lugar cambiar y mejorar nuestro actuar en esta sociedad, así de esta manera poder llegar hacia la población sujeta de nuestro objetivo. El planear, organizar, dirigir, evaluar y

controlar son pasos que van unidos a una buena administración, pero no es suficiente, también debemos involucrarnos a nuestra sociedad por medio de una investigación que busque encontrar las necesidades colectivas, reales y primordiales que tienen nuestra gente y nuestro territorio, de esta manera teniendo dicha información debemos empezar a proyectarnos, visionando lo que queremos alcanzar en un tiempo determinado, siempre siendo coherentes en el momento de proponernos unas metas. El trabajar de la mano con el pueblo sería uno de nuestros planes piloto ya que esta nos permite vivir la realidad y satisfacer las necesidades colectivas, de la población, ya sean como la educación, salud y otras necesidades que se vayan presentando con el día a día para darles solución a la mayoría de problemas y así poder tener un estado más organizado y envidiable. En Colombia no ha existido transparencia e idoneidad en las actividades ejecutadas por los Administradores públicos que se haga de manera fácil, sin problemas casi imposibles, sin amenazas, sin componendas, sin delitos, sin despilfarros, sin equivocaciones y que los colombianos podamos decir “este es el país que queremos”. Esto ocurre porque nuestra historia se repite en círculos infinitos del ejercicio del poder de pocos burgueses y avispados que administran al Estado a su manera y para su benéfico, pues no se untan del pueblo para sentir como pueblo y proveer un mejor gobierno pues, estos no son los más capaces. Presidentes, senadores, representantes, ministros, gobernadores, alcaldes, concejales etc., jamás llegan a estos cargos por la capacidad profesional al servicio de la patria, ¡No! Ascendieron a esos cargos por su politiquería que en nuestro país es el arte del engaño, de usar la política para beneficio personal a costa de los que aún creen o de quienes todavía nos gusta que nos mientan. Así al adentrarse en la florida nómina de quienes ostentan cargos públicos de renombre, se descubrirá el padrinazgo, la herencia maldita de sangre que les permite ser nietos, hijos, sobrinos de expresidentes, exministros, ex politiqueros pensionados con sueldos de envidia, servidores de la patria, sin importar si son capaces, mucho menos si tienen vocación de servicio y lo más importante si saben cómo hacerlo. La gran tragedia de estos administradores consiste en que por más jactancia que tengan si no existe en ellos la capacidad, jamás comprenderán que es lo que debe hacerse para que Colombia pueda progresar. No es de extrañar entonces que ningún plan de desarrollo, ninguna estrategia, ningún proyecto prospere. Y esa es la explicación de que apenas caen dos aguaceros fuertes se desplomen las carreteras, de que no haya vías de comunicaciones que sirvan, de igual manera de que se firmen TLCs que benefician más a los países que tienen la tecnología para rebasarnos en producción pero no a nuestros negociantes, agricultores y productores quienes no son los más conocedores del tema. Están allá los amigos

de los amigos que siempre han aprovechado las coyunturas político – económicas en Colombia. Definitivamente si a la administración pública no le cabe el país en la cabeza, no pueden entender cuál es la tarea que deben enfrentar y tal vez ni siquiera les preocupa. Adicional a esto la corrupción que pulula por toda grieta de la administración pública. ¿Así cómo? Concluimos de esta manera que el pueblo soporta el peso de la culpa. Porque no quiere mirar, no entender, ni reflexionar, ni criticar, se hace el de la vista gorda, el que no le importa, el desentendido y ese es el cáncer de nuestra administración pública. Por eso es normal que a los corruptos los convirtamos en candidatos triunfadores. Entonces, ¿existe en realidad un perfil de administrador público que sea fiel a las herramientas que utiliza y que lo distinga claramente de otros profesionales? La discusión está presente en todos lados y se nutre, por quienes consideran que cualquiera puede hacer lo que un administrador público hace, sin necesidad de tener un grado escolar. Por otro lado, la posición más débil posiblemente, quienes argumentan sin tesón e ideas contundentes que el administrador público tiene su campo propio (el gobierno) y que éste ha sido invadido, a costa del bienestar de la sociedad, por aquéllas personas que sin haber decidido voluntariamente dedicarse al asunto gubernamental, llegan a él por casualidad o motivados por razones ajenas a la profesión. Entonces se puede concluir que al administrador público no debe interesarle la campaña política, sino la responsabilidad que llega una vez terminados los comicios, de esta manera toma forma que…Más importante que ganar las elecciones está el gobernar bien una nación, ese es el examen de un partido político, la gran prueba, cuando las masas y los gritos cesan, cuando la publicidad desaparece y la algarabía se apaga, se encuentra la realidad de la responsabilidad, allí nace la verdadera vocación del Administrador Público. El Administrador Público no tiene como fin acrecentar la ganancia en términos monetarios ni busca maximizar el beneficio en función de los costos, dada la escasez de recursos disponibles, su fin primordial debe ser mejorar el nivel y la calidad de vida de los ciudadanos colombianos, propendiendo por brindar seguridad, justicia, servicios públicos, gobernabilidad, entre otros beneficios. El administrador público como líder debe llevar sus conocimientos a la práctica partiendo de su ideología, y así buscar una solución a las diversas problemáticas que se dan dentro de la sociedad.

El administrador público debe involucrarse con la sociedad partiendo de un conocimiento por sí mismo y llevándolo hacia las personas que lo rodean para así empezar a lograr una verdadera transformación de los diversos campos de acción. El que hacer del administrador público requiere una entrega total a los demás buscando así un bienestar colectivo que prime siempre sobre el individual y así podrá ver como el cambio propuesto se irá dando poco a poco y de esta manera lograr una administración del Estado que sea más justo y equitativo y siempre pensando en bienestar general.