Ensayo El Principe de Nicolas Maquiavelo

“EL PRINCIPE” NICOLÁS MAQUIAVELO. INTRODUCCIÓN. El poder ha seducido a los hombres desde los tiempos más remotos. Su co

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“EL PRINCIPE” NICOLÁS MAQUIAVELO.

INTRODUCCIÓN. El poder ha seducido a los hombres desde los tiempos más remotos. Su concepción y su práctica ha sido heterogénea a través de la historia de la civilización. Pero nadie en muchos siglos se había aproximado a develar la naturaleza del poder en forma tan realista y desnuda como Nicolás Maquiavelo. El propósito de este trabajo es analizar “El Príncipe” considerado como texto fundador de la ciencia política, aunque hoy en día esta disciplina se ha desarrollado mucho más allá de aquellas recomendaciones. La idea que suele haber de Maquiavelo y su libro, es la del cinismo como actitud indispensable en las tareas del gobierno y expresaba todo lo que había recolectado durante su vida, observando los gobiernos, viendo en que fallaban y en que tenían éxito.

DESARROLLO  IDEAS PRINCIPALES. Capítulo I. De las distintas clases de principados y de la forma en que se adquieren.  Existen tres tipos de principados: el mixto, nuevo y hereditario.  Y dos formas por los cuales se adquieren: Por armas propias o ajenas y por suerte o por virtud. Capítulo II. De los principados hereditarios. Los principados que se obtienes por medio de la herencia:  Como se conservan  No alteran el orden establecido  No alterar el orden establecido.

 Dar continuidad y antigüedad a una dinastía.

Capítulo III. De los principados mixtos. Como gobernar un principado mixto:  Al poseerlo basta con extinguir la descendencia del príncipe que reino en ellos.  No alterar ninguna ley.  El que lo adquiere puede residir en ellos.

Capítulo IV. Por qué el reino de Darío, conquistado por Alejandro, no se revelo muerto este, contra sus sucesores. Como conservar el poder de un estado a la muerte de un príncipe:  Elegir de entre tus súbditos a tus ministros para ayudarte a gobernar.  No permitir a los nobles el acceso al mayor poder.  Extinguir todo rastro del gobierno anterior sin alterar las leyes.

Capítulo V. De qué modo hay que gobernar las ciudades o principados que, antes de ser ocupados, se regulan por sus propias leyes. Como gobernar un principado que cuenta con propias leyes:  Dominando completamente al pueblo.  Asentarte sobre lo ya conquistado.  Mantener sus leyes pero por una corte establecida por el nuevo príncipe.

Capítulo VI. De principados nuevos que se adquieren con las armas propias y el talento personal. Formas de adquirir un Estado nuevo:  Seguir el camino que deja abierto el otro.  Basar la conquista en el talento propio no en la suerte.  Resolver las dificultades que nazcan de las nuevas leyes y de las costumbres del pueblo conquistado.

Capítulo VII. De los principados nuevos que se adquieren con armas y fortunas de otros. El principado ganado por fortuna o poder ajeno no depende más que de su dominación y talento:  Hacerse de amar y temer de los pueblos.  Ganar el respeto de los soldados y mudar los antiguos estatutos en otros recientes.  Deshacerse de las personas que pueden perjudicarle.

Capítulo VIII. De los que llegaron al principado mediante crímenes. Los que llegan a ser príncipes aprovechando su poder para usarlo de manera violenta y cruel.  Se puede llegar a los principados por méritos propios dentro de la milicia  No se puede atribuir como virtud al uso de la violencia y la crueldad.  Los que usan la violencia para apaciguar las conspiraciones de los ciudadanos.

Capítulo IX. De principado civil. Los principados civiles ocurren cuando un ciudadano se convierte en príncipe.  Los hay de 2 tipos: por elección del pueblo o por favor de los nobles.  Tener cierto recelo de aquellos que se unan a ti por poder.  Un príncipe jamás podrá dominar un pueblo que lo tenga por enemigo.

Capítulo X. Como deben medirse las fuerzas de todos los principados. La medición de la fuerza de los principados.  Ser capaz de sostenerse por sí mismo.  Fortificarse y abstenerse donde reside.  El que gobierna una fuerte plaza sin ser odiado no puede ser atacado.

Capítulo XI. De los principados eclesiásticos. Ser capaces de perturbar al estado por la grandeza de la iglesia.  Crear partidos que los varones estén obligados a defenderlos.  Elevar al pontificado al más alto nivel de dominación.  Hacerles venerar su gran bondad e infinitas virtudes de su persona.

Capítulo XII. De las distintas clases de milicia y de los soldados mercenarios. Los cimientos indispensables para todos los estados son las buenas leyes y las buenas tropas.  Toda república o estado debe tener su milicia propia.  El príncipe debe dirigir personalmente su milicia.  solo los estados armados progresan

Capítulo XIII. De los soldados auxiliares, mixtos y propios. Las tropas con las que dispone un príncipe y sus funciones.  Las tropas auxiliares son las que un príncipe pide a otro más poderoso para enfrentar una guerra.  Las tropas mixtas son las que no pueden luchar si no están al mando de otra más competente  Las tropas nacionales son las formadas con súbditos de tu propio principado.

Capítulo XIV. De los deberes de un príncipe para con la milicia. El deber de un príncipe para con la milicia.  No debe de tener otro objeto ni pensamiento que el arte de la guerra.  El príncipe que no entienda de cosas militares no puede confiar en ellos.  Debe ocuparse de la cultura militar ya sea por medio de la práctica o del estudio.

Capítulo XV. De aquellas cosas por las cuales los hombres especialmente los príncipes son alabados o censurados.

No hay cosa más loable que un príncipe entre mezclado con las buenas prendas y con las malas que le son opuestas.  No se tema incurrir en la infamia ajena a ciertos vicios si no puedan fácilmente si ellos conservar su estado.  La virtud parecerá ser ejemplo de clemencia y bondad pero si la observas formara tu ruina.  Mientras que otra cosa pareciera un vicio y formara tu seguridad y bienestar y lo practicas.

Capítulo XVI. De la prodigalidad liberalidad y de la avaricia. La prodigalidad y la avaricia.  Es mejor ser tachado de tacaño que de prodigo (despilfarrador).  La prodigalidad aplicada de manera virtuosa no se conocerá y dará fama al príncipe.  La liberalidad es perdiciosa y prodiga pero necesaria así que debe ser medida para no llegar al despilfarro.

Capítulo XVII. De la crueldad y la clemencia; y si es mejor ser amado que temido, o ser temido que amado. Tiene más importancia ser temido que amado.  Un príncipe no debe preocuparse por su reputación de cruel sino imponer la obediencia y fidelidad de sus súbditos.  Los principados nuevos son más crueles en su forma de gobierno ya que un principado nuevo cuenta con más peligros.  Los hombres temen menos ofender al que se hace amar que al que inspira temor.

Capítulo XVIII. De qué modo los príncipes deben cumplir sus promesas. Las modalidades de los príncipes para cumplir sus promesas

 El príncipe cumple la palabra dada obrando con rectitud y no con nobleza.  Existen 2 maneras de cumplir: con las leyes distintivas del hombre y con la fuerza que es compareciente de la bestia.  Un príncipe debe tener cualidades para emplear tanto bestia como hombre.

Capítulo XIX. De qué modo de evitarse ser despreciado y odiable. Un príncipe debe evitar ser odioso y despreciable.  A un príncipe lo hará odioso la rapacidad y los atropellos contra los bienes de sus súbditos y el honor de las mujeres.  Para no ser despreciable debe procurar que en sus actos se note grandeza, valor y fortaleza.  El príncipe no debe despreciar al pueblo.

Capítulo XX. Si las fortalezas, y muchas otras cosas que los príncipes hacen con frecuencia son útiles o no. Las decisiones que toma un príncipe le favorecen o le afectan.  Los príncipes nuevos toman decisiones por inseguridad.  Los príncipes deben evitar quedar a disposición de otros.  Conservar un modo inalterable de la majestad de su clase

Capítulo XXI. Como debe comportarse un príncipe para ser estimado. Un príncipe debe manifestarse generoso de los talentos y honrar a todos aquellos gobernados suyos que sobresalgan en cualquier arte  Un príncipe debe cuidar no asociarse con un príncipe mas poderoso que el  Un príncipe nunca debe quedar a deposición de otros  Conservar un modo inalterable de la majestad de su clase.

Capítulo XXII. De los secretarios del príncipe. Los secretarios del príncipe.

 El juicio de un príncipe se funda en la gente que lo rodea.  El ministro que piensa más en sí que en los demás no será bueno y el príncipe jamás deberá confiar en él.  Ministro fiel perdurara en su cargo.

Capítulo XXIII. Como huir de los aduladores. Como un príncipe debe ignorar a los aduladores  Los hombres deben comprender que los aduladores no ofenden cuando dicen la verdad.  Para evitar a los aduladores el príncipe debe designar un consejero que le diga solo lo que desee saber.  Conviene que los consejos procedan de quien procedan resultan originales de la prudencia del príncipe y no que esta perezca ser resultado de buenos consejos.

Capítulo XXIV. Por qué los príncipes de Italia han perdido sus estados. Por qué los príncipes de Italia perdieron sus estados.  El príncipe tendrá la doble gloria de haber creado un principado nuevo y de haberlo mejorado y fortificado.  Sera doble la deshonra del que, habiendo nacido príncipe pierda el trono por falta de prudencia.  Es de efecto común de los hombres no preocuparse por la tempestad durante la bonanza.

Capítulo XXV. Del poder de la fortuna en las cosas humanas y de los medios para oponerse. La fortuna tiene un gran poder en las acciones que realizamos.  La fortuna tiene un gran poder en las acciones y cuando no hay una fuerza para contrarrestarla.  Los hombres se encomiendan a la fortuna siempre y cuando no les afecte.  Cuando la fortuna no te favorece hay que tener templanza.

Capítulo XXVI. Exhortación a librar a Italia de los Bárbaros. La liberación de Italia de los Bárbaros.  Lo que más fama da a un príncipe nuevo son las leyes e instituciones que establece.  Lo más importante en una guerra no es contar con muchas armas sino una buena organización.  Se es valiente cuando se es oportuno.

Este libro escrito por Maquiavelo, es un manual de gobierno, donde nos habla que en esa época el sistema de gobierno más común era el de los señores feudales, llamados también príncipes, en este libro Nicolás Maquiavelo habla sobre, cada uno de las situaciones a las que se puede enfrentar un gobierno como este. En un principio Nicolás Maquiavelo habla sobre todos los tipos de principados que puedan existir, como los nuevos, los hereditarios, los eclesiásticos, etc., nos habla también sobre los tipos de ejércitos que puede haber, Maquiavelo nos menciona también sobre las personas por las cuales hay que cuidarse y sobre las personas en las cuales hay que confiar, y todo lo que dice lo apoya ejemplificando con hechos históricos. La mayoría de estos hechos, que son usados como ejemplos, son situaciones ocurridas y la mayor parte en Italia, España y Francia; Nicolás Maquiavelo ocupa muchos ejemplos de situaciones actuales, nos comenta sobre los papados y sobre reinado. Exclusivamente dirigido para príncipes de la época, pero también puede ser utilizado en cierta parte en la actualidad, ya que Maquiavelo se guía mucho por la mente del hombre y como según él, reaccionaría en diversas situaciones, debido a que el hombre no ha reformado mucho su mente, hay muchas situaciones en que el hombre, actuaría igual a como actuaba hace siglos atrás. El poder considerado como uno de los ámbitos de realización del espíritu humano, y el fenómeno político visto como la expresión suprema de la existencia histórica que involucra todos los aspectos de la vida, es la concepción que subyace en las disertaciones de El Príncipe.

El Príncipe, él debe extraer las premisas necesarias para desenvolverse en un mundo cambiante. El éxito de un soberano radica en tomarle el pulso a las situaciones, valorarlas y armonizar su conducta con la dinámica inherente a ellas, son las necesidades las que impondrán una respuesta. Y con ello Nicolás Maquiavelo demuestra que los hombres se miden con el mundo y actúan sobre él. Premisa infalible que había olvidado la edad media. Para Maquiavelo los fines políticos eran inseparables del "bien común", el bien del Estado no se subordina al bien del individuo o de la persona humana en ningún caso, y su fin se sitúa absolutamente por encima de todos los fines particulares por más sublimes que se consideren. El sentido de la vida y de la historia, no acaba para los hombres si ellos prosiguen en la tarea de perfeccionar la sociedad sobre bases racionales que los trasciendan más allá del simple plano individualista o de atomización social en el que viven dentro de las sociedades contemporáneas. La permanente transformación de la política como la soñó Maquiavelo, puede ser el camino para la humanización del poder y la sociedad. La política es por tanto el arte del príncipe o gobernante en cuanto tal. Y el príncipe, en cuanto conquistador y dueño del poder, en cuanto encarnación del Estado, está por principio y no por accidente, exento de toda norma moral. Lo importante es que tenga las condiciones naturales como para asegurar la conquista y posesión del poder. Para Nicolás Maquiavelo la razón suprema no es sino la razón de Estado. El Estado que se identifica con el príncipe o gobernante, constituye un fin último, un fin en sí, no solo independiente sino también opuesto al orden moral y a los valores éticos, y situado de hecho, por encima de ellos, como instancia absoluta. Hablando ampliamente sobre los ejércitos podemos comentar que Nicolás Maquiavelo se refiere a los ejércitos: arma y defensa, cada uno de los tipos de ejércitos que puede tener un principado, tomando en cuenta los beneficios y dificultades que le puede traer a un principado. Sobre el ejército mercenario, menciona que este ejército pagado, es el peor ejército, al trabajar solo por dinero, es muy simple que no hagan bien su trabajo y existe la gran

posibilidad de que se revelen en contra del príncipe, lo cual podría finalizar en la pérdida del poder, este ejército es muy peligroso y poco confiable. El ejército auxiliar, es un ejército que no es propio y a la larga termina poniendo al principado en una situación de deuda con el otro principado al cual le pertenece el ejército. El principado pierde su independencia militar y queda atado a la merced del otro principado. El ejército propio, este es el mejor ejército que un principado podría tener, por la simple razón de que son los únicos que son enteramente leales al príncipe y que son los más confiables, es muy difícil que un príncipe sea traicionado por su propio ejército. Es este ejército en el quien puedes confiar una batalla, ya que son entrenados según tus mandatos. Referente al ejército mixto, es la mezcla entre un ejército propio y uno auxiliar, Maquiavelo habla sobre este tema gran parte del libro, lo que evidencia que es un tema de gran importancia en la época y con razón ya que las constantes luchas por territorios y rutas de comercio, hacían indispensable que cada principado tuviera su ejército para defenderse o atacar.

CONCLUSIÓN

No me queda más que decir, que este manual del gobernante renacentista, secular, profesional, nacionalista y expansionista indispensable para todo aquel que quiera gobernar. La obra representa una interesante perspectiva para comprender la evolución social y política del mundo moderno surgida en el Renacimiento. Síntesis del arte de conservar el Gobierno, desiste de todo intento de buscar una justificación teológico-racional del poder: el poder se justifica a sí mismo y es árbitro absoluto de todo lo que, pretendidamente eran sus reglas, incluida la moral. Tres son los factores que juegan en todo el proceso de adquisición, conservación y pérdida de sus principados: fortuna, virtud, talento y mérito.

Que desde el impacto de ese tratado de política, El Príncipe ha suscitado las más complejas y atrevidas interpretaciones en los estudios sobre el fenómeno del poder y en los gobernantes mismos. Nicolás Maquiavelo no era un mal hombre, ni un asesino, ni un intrigante de sangre fría, por lo contrario, era un ardiente partidario de las instituciones republicanas, que percibía más claramente que el resto de sus compatriotas. Como ningún Estado podría prosperar donde la moral había fallado, como había ocurrido en Italia. En lo personal me parece que fue el implacable realismo de Maquiavelo lo que permitió diagnosticar precozmente el sentido del naciente orden europeo, establecer los fines ideológicos que convenían a la comunidad de la que formaba parte y señalar los medios eficaces para lograrlos a partir de las situaciones reales que predominaban en la Italia de su tiempo.

Escrito con gran elegancia y en un estilo claro y sencillo, muestra, asimismo, una gran erudición histórica y un intelecto poderosos en la capacidad de extraer conclusiones y de razonar. Probablemente quepa mantener en el libro que Maquiavelo era republicano seguramente, también demócrata y partidario de un gobierno justo y no despótico, es por eso que cita que “Es mejor que el príncipe sea justo o en todo caso, que lo aparente”. Gran lucidez en todo lo relativo a las consecuencias políticas de la actuación moral y notable el nacionalismo Maquiavélico; en ellas sostiene que las normas de la política practica se apartan se apartan de las establecidas para la ética por lo que los actos y resoluciones del gobernante deben inspirarse en motivos de orden político, sin consideración a los conceptos del bien y del mal.

REFERENCIAS Lectura de la Unidad. Libro el “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo