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HOME La película está enteramente compuesta por vistas aéreas de diversos lugares alrededor del mundo junto a la voz de un narrador. Muestra la diversidad de la vida en La Tierra y cómo las actividades humanas se han convertido en una amenaza para el equilibrio ecológico del planeta. El documental muestra la historia del planeta Tierra desde sus inicios hasta el presente. En la película se pueden ver secuencias de imágenes de todo el mundo, en las cuales se puede apreciar, comentado por el narrador (Salma Hayek), cómo el hombre ha maltratado y está afectando al planeta: el clima (cambio climático), los

ecosistemas

(deforestación,

sobreexplotación

de acuíferos,

pérdida

de biodiversidad, urbanización, etc.) debido a la voracidad de energía y materiales del sistema socioeconómico capitalista. El documental asimismo avisa que según los científicos, de no modificarse nuestra conducta, probablemente en 10 años la situación podría no ser reversible. Es importante considerar los orígenes de la vida para comprender la complejidad de la conexión familiar entre todos los seres vivos y de esa manera comienza el documental. El origen de la vida se da paso en el agua y es con diminutos microorganismos, gracias a las propiedades del agua, el sol y los elementos de la tierra que la evolución se dio paso. Las grandes ramas se separaron dando lugar a todas las plantas, arboles y vegetación que conocemos y aún que no conocimos y por otro lado los animales, insectos y la fauna en general, proviniendo de esta rama nosotros, el ser humano, que gracias al generoso don del raciocinio ha logrado abrirse camino en medio de la escases, las inclemencias del clima, los depredadores y cualquier otro riesgo hasta el punto de convertirse en la especie dominante de todos los sistemas y aparentemente dueño de la situación. Sin embargo, el deseo de desarrollarse se ha convertido en el de crecer desenfrenadamente y producir en enormes cantidades todo aquello que consideramos importante pero que no es indispensable para vivir, cosas que más que saciar necesidades las crean en nuestras mentes, dejando atrás el control, el equilibrio y la mesura.

Por otra parte, nuestros alimentos, el agua potable y los recursos vitales se han descuidado creando un espejismo un poco raro. La agricultura, la ganadería y la pesca han tenido una explotación inconcebible lo que nos hace creer que hay comida para todos pero en realidad no es así. Los cereales y gran parte de la agricultura son empleados para saciar la gran demanda de alimento para el ganado y combustible, de ese modo se ha recurrido a la deforestación, explotación descontrolada de los ríos de agua dulce y creando así un ciclo vicioso de antojos saciados pero necesidades descuidadas. Hay muchas formas de contaminación pero la perforación, obtención, transporte, proceso y combustión de los hidrocarburos y sus derivados han desencadenado en las últimas décadas una serie de daños irreversibles a nuestro planeta. La cantidad de usos que se le ha dado lo ha convertido en otro espejismo de necesidad básica pero el costo de esto es muy elevado. Cada ecosistema hoy en día se encuentra condicionado, el equilibrio climático es casi una leyenda, hay muchas especies extintas que jamás estarán entre nosotros de nuevo y no sabemos a ciencia cierta los daños que se causa al alterar el medio que nos ha proveído de todo lo necesario para nuestra subsistencia. Lo importante a considerar es lo que podemos hacer de ahora en adelante, lo que hasta ahora se ha hecho es loable pero muy lejos de ser suficiente, sin embargo es un compromiso a adquirir personalmente, hacer conciencia desde el individuo a pie hasta los gobiernos, legisladores y responsables de las naciones así como los tratados internacionales en pro de la ecología y cuidado del medio ambiente. Los recursos y las maneras de revertir el curso son tan variados como amigables, solo es cuestión de emprender una nueva manera de percibir, pensar y lo más importante, actuar en favor de la naturaleza, establecer un vínculo que reconozca la necesidad que tenemos por las cosas que no podemos producir tan rápido como las consumimos y de este modo vivir un presente más responsable y un futuro más prometedor para nosotros pero principalmente para nuestros descendientes. Al final este es el único planeta que es y será nuestro hogar.