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La perspectiva y fundamentos de la ESI, aportes para el abordaje de los embarazos, maternidades y paternidades adolescentes (EMPA) en las escuelas Presentación

Estimadas y estimados colegas: Durante estas dos semanas fuimos presentándonos en el primer foro. Ello nos permitió conocernos un poco más en cada aula. Iniciamos así un ritmo de intercambio que nos tendrá comunicadas y comunicados entre mensajes, noticias, clases, foros, lecturas y reflexiones. ref El propósito de esta clase es acercarnos al marco conceptual y normativo desde el cual abordaremos la temática del curso. Para ello analizaremos la Ley Nacional, Nacional su enfoque y fundamentos. Conocer el plexo normativo vigente es un punto ineludible en tanto que estos documentos establecen aspectos consensuados socialmente que nos orientan, en este caso, para la implementación de acciones tendientes a la promoción de los derechos sexuales y derechos reproductivos, la potenciación de procesos de toma d de e decisiones autónomas, y la garantía del derecho a la educación, aspectos centrales para el abordaje de los EMPA en las escuelas. A su vez, como un modo de aproximarnos a la temática, haremos una primera lectura en torno a los condicionamientos de estos procesos. rocesos. La intención es que, a partir de la visibilización de las diferentes dimensiones que se conjugan en estas experiencias, podamos reflexionar acerca de los siguientes interrogantes: ●

¿Los EMPA constituyen situaciones problemáticas? ¿En qué sentido?



¿Qué los transforma en ejes de políticas públicas?



¿Cuáles son los desafíos desde la ESI para el trabajo de estas temáticas?



¿Qué procesos deberían promover las y los docentes, para acompañar a las y los jóvenes respecto a embarazos no intencionales, desde una dimensión amplia del cuidado?

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

Las y los invitamos a observar la siguiente lámina que está incluida en el Cuaderno ESI- Educación Sexual Integral para la Educación Secundaria:

Imaginemos las edades que tendrán la chica y el chico de la primera viñeta, sus intereses, sus actividades, los lo grupos de pertenencia. Luego, imaginemos la situación previa a la escena representada: ¿Por qué no habrán podido tener en cuenta que les podría pasar esto? ¿Cómo serán sus experiencias sociales, escolares a partir de este hecho? ¿Cómo deberían acompañarr las instituciones y los adultos y las adultas ante estas situaciones?

Escriban las respuestas a estas preguntas, luego serán retomadas en el ejercicio final de la clase.

La ESI como marco para el abordaje de los EMPA Desde sus inicios las escuelas participan en la producción de los cuerpos sexuados. En ellas circulan prácticas más o menos explícitas que los condicionan: la formación en filas separadas en varones y La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

mujeres, las expectativas diferenciales de rendimiento escolar y de comportamiento, comportamiento los reiterados cuentos y novelas de príncipes azules que rescatan a princesas desvalidas y las salvan y protegen, y tantos otros ejemplos que conforman lo que se ha dado en llamar el “currículum oculto”. Las escuelas transmiten también contenidos explícitos ligados a la sexualidad. Graciela Morgade (2011) ha sistematizado diferentes tradiciones de educación sexual, presentes a lo largo de la historia en las instituciones escolares. En su análisis señala qu que e aún con las diferencias encontradas entre ellas, el énfasis generalmente estuvo centrado en la reproducción y en la prevención de situaciones consideradas riesgosas. Uno de los modelos con mayor fuerza y presencia en los espacios educativos es el modelo biomédico,, que se centra, únicamente, en la necesidad de transmisión de información científica sobre la anatomía de la reproducción y sobre los métodos anticonceptivos como medios para evitar situaciones “no esperadas”. Generalmente, sus contenidos son ttransmitidos ransmitidos por personas consideradas expertas: profesionales de la salud, profesores de biología y, por qué no, agentes de algún laboratorio (subestimando a veces la capacidad de las y los docentes). Desde esta perspectiva, a partir de séptimo grado se in incluyen cluyen en el diseño curricular algunos pocos contenidos vinculados a las sexualidades, en las materias de ciencias naturales o biología. Así, desde sus orígenes, a través del currículum oculto y del explícito, las escuelas participan activamente en la producción ucción de las sexualidades. Dejan marcas subjetivas y materiales que impactan en los modos de concebir y vivir los cuerpos, las feminidades, las masculinidades, las relaciones sexuales, las prácticas de cuidado, y también las maternidades y paternidades. La Ley 26.150 de Educación Sexual Integral Integral,, sancionada en el año 2006, marca un hito significativo. Por un lado, estipula una referencia normativa que establece derechos para los estudiantes y responsabilidades para el Estado. Por otro lado, brinda una mira mirada da particular, es decir, nos aporta unas lentes desde dónde nombrar, trabajar y abordar estas temáticas en la escuela: la perspectiva integral.

Las y los invitamos a leer la Ley Nacional 26150 de Educación Sexual Integral:

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/120000http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/120000 La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

124999/121222/norma.htm

Las leyes son instrumentos que expresan la voluntad soberana sobre lo que está prohibido, lo que está permitido y/o lo que es una obligación. En tal sentido, esta normativa, de alcance nacional, adscribe a las normas vigentes en nuestro país que prohíben la la discriminación hacia las diversas experiencias sociales y sexuales. En relación a la temática que aquí se aborda, la Ley Nacional 26.150 guarda sintonía con la Ley Nacional 25.584, que sanciona la discriminación de alumnas embarazadas y alumnas madres. A su vez, forma parte de un conjunto de leyes que enfatizan la voluntad del Estado de ampliar derechos a mujeres, niños, niñas y adolescentes. Además, las leyes obligan a realizar determinadas acciones: así, por ejemplo, esta normativa establece la responsabilidad nsabilidad del Estado Nacional y de los Estados Provinciales en garantizar la ESI en todos los niveles y modalidades del sistema educativo de gestión pública y privada, según las orientaciones del Programa Nacional de ESI y sus adaptaciones provinciales. Y también se enlaza con la Ley Nacional 25.273, que establece un régimen de inasistencias justificadas para alumnas embarazadas. Por último, las regulaciones normativas, además de obligar a realizar determinadas acciones, y prohibir otras, brindan una orientación general para saber desde qué lugar debemos actuar. De este modo, la Ley 26.150 establece como enfoque el de la Educación Sexual Integral, Integral “que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos éticos”” (Art. 1). Por tanto, reconoce una forma de entender la sexualidad como un entramado complejo que implica mirarla no ya desde una sola dimensión, sino desde un conjunto onjunto de dimensiones. De este modo, la ESI presenta un marco mucho más amplio, que replantea los modos de entender la prevención, el cuidado del propio cuerpo y del cuerpo de los otros, sin rechazar las dimensiones biológicas y médicas, pero sin reduci reducirse rse tampoco a ellas. El cuerpo, la afectividad, los deseos y temores se constituyen en aspectos fundamentales para que haya una ESI que también hable de felicidad, de plenitud, y no solo de enfermedades y peligros. En tal sentido, la concepción de integral integralidad idad nos remite, entre otras cosas, a que no alcanza con transmitir información pertinente y actualizada sobre sexualidad (que es un derecho y un insumo La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

muy importante para la toma de decisiones). Además, y fundamentalmente, debe promoverse la capacidad crítica ítica para un ejercicio consciente, autónomo y responsable de esa información que acompañe el desarrollo integral de la sexualidad. Todos estos aspectos que aporta la ESI estipulan un marco sistemático de mucha potencia en el trabajo en torno a los EMPA. Profundicemos rofundicemos ahora en su enfoque para aproximarnos mejor a esta normativa.

El Enfoque de la ESI, una nueva perspectiva en torno a las sexualidades La ESI se erige sobre algunos ejes que constituyen los pilares de su enfoque: ●

el enfoque de derechos,



el enfoque de género,



el respeto por la diversidad, la valoración de la afectividad, y



el cuidado del cuerpo.

Enfoque de derechos La ESI se ancla en la perspectiva de los derechos humanos y reconoce a sus destinatarias y destinatarios como sujetos de derechos. Se enmarca en antecedentes como la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), sancionada en 1979, y la Convención onvención sobre los Derechos del Niño, de 1989. Estos dos tratados son significativos en tanto visibilizan a las mujeres, niñas, niños y adolescentes como sectores vulnerables, a la vez que los designa como sujetos de derecho. El antecedente nacional más directo irecto e influyente de la ESI es mucho más reciente: se trata de la Ley Nº 25.673 sancionada en 2003, que crea al Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.. Esta norma, que representa una conquista fundamental de los movimientos de derechos humanos, de promotores de salud y de mujeres en materia de derechos sexuales y reproductivos, encomienda, entre otros aspectos, la tarea de desarrollar contenidos y capac capacitar a La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

los y las docentes para la tarea de informar, dentro de un contexto sanitario, sobre cuidados integrales para la vida sexual. También contamos con una serie de normativas vinculadas específicamente a los EMPA, que abordaremos en próximas clases, y que que junto a la Ley Nacional 26.150 componen el plexo normativo desde el cual la escuela se instituye como promotora del derecho a la educación sexual, los derechos sexuales y reproductivos y el derecho de todas y todos a acceder a la educación libre de discriminaciones y violencias.

Enfoque de género Este enfoque es sin duda uno de los que más aportes ha brindado a la construcción del abordaje integral. Constituye una propuesta inspirada en las demandas de los organismos de derechos humanos, los movimientos de mujeres y socio-sexuales socio (llamados también én LGTTBIQ: lesbianas, gays, travestis, transexuales, bisexuales, intersexuales y queer). Este enfoque busca develar la trama de relaciones sociales en las que se encuentran inmersos los cuerpos humanos, y visibilizar que el uso, el disfrute y el cuidado del del mismo (las prácticas en las que lo comprometemos) están fuertemente condicionados por el sector socioeconómico y educativo de pertenencia, las costumbres y valores del grupo social que la integran, y particularmente, por las relaciones de género. Presta especial atención al trabajo que podemos realizar en la escuela para desnaturalizar lo que hacemos cotidianamente, particularmente aquellas acciones que promueven las inequidades entre los sexos-géneros géneros y la vulneración de derechos. Por ejemplo, cua cuando ndo decimos que las niñas deben realizar juegos “suaves”, con poco contacto físico, porque son “delicadas” y “frágiles”, mientras los varones no deberían participar de ellos, porque son más bien brutos y que eso es “natural”, estamos reproduciendo un orden de género injusto y desigual. A su vez, aludimos a la naturaleza para justificar diferencias sexo-genéricas genéricas que lejos de ser naturales se vinculan a un proceso de socialización diferencial. En este caso insistentemente se generan prácticas —sutiles e invisibilizadas— que estimulan la suavidad en las niñas y la fuerza física en los varones, que luego son leídas como atributos naturales.

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

¿Cuáles serán los efectos de estas formas diferentes de socializar según el sexo-género género sobre los modos de vivir la corporalidad, la sexualidad, los proyectos posibles de imaginar? ¿Qué desigualdades, injusticias y violencias producirán estas formas de socialización cialización diferencial?

Para la temática que estamos abordando en el curso, ¿cuáles serán los efectos de un discurso que refuerza una feminidad pasiva sexualmente, que tiene como destino la maternidad, y una masculinidad que se consolida en tanto proveedora, potente y protectora? Volveremos en otras clases sobre estos aspectos. El enfoque de género constituye una lente crítica para ver y analizar desde una mirada histórico cultural las relaciones sociales, los prejuicios y estereotipos en relación con aquello que se considera exclusivamente usivamente masculino o exclusivamente femenino. Por eso se lo plantea como una base, un pilar de la ESI, en tanto estimula la capacidad de construir conocimiento crítico y pone en relación las experiencias sexuales con lo social.

Respeto por la diversidad La ESI se sustenta en la enseñanza del respeto por todas las formas de identidad, su reconocimiento y valoración, y más específicamente, en la diversidad sexual. En relación a los EMPA, nos invita a reflexionar sobre el lugar que tienen las diversas experi experiencias encias adolescentes en las instituciones escolares. Ciertas imágenes como las de muñecas rotas, las infancias y adolescencias perdidas, suelen utilizarse insistentemente para ilustrar estos procesos. Como un recurso diferente, eufemístico o que va en el mismo smo sentido, estas experiencias a veces se presentan como lo exótico. Estas imágenes consolidan una mirada que presenta a los EMPA como desvíos,, como situaciones “anormales”, como el reverso o la contracara de “una” adolescencia que se propone como un proceso ceso normal, universal y natural.

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El concepto de diversidad que estamos empleando rechaza la existencia de un modelo único frente al cual el resto sea “lo diverso”, una desviación del ideal. En cambio, supone un abordaje que, desde una perspectiva crítica,, reconoce todas las diversas formas de identidad sin jerarquías, sin ubicar en el centro a ninguna de ellas para justificar su supremacía. No hay que perder de vista que la escuela representa para algunas niñas, niños y adolescentes un espacio de afecto, contención y referencia que puede ser difícil de encontrar en otros ámbitos. Por eso, los ejes de la ESI constituyen un planteo que une el derecho a ser tratado y valorado en igualdad y en el respeto a la diversidad: que la escuela sea una experiencia inc inclusiva lusiva y positiva para todas y todos. En tal sentido, se trata de reconocer las diversas experiencias; identificar las desigualdades que se producen en torno a ellas, para encontrar mecanismos que atenúen las injusticias y estimulen relaciones de mayor respeto speto e igualdad.

La valoración de la afectividad La ESI considera a la afectividad como un eje que debe ser tenido en cuenta tanto en la interacción cotidiana como en las propuestas educativas. La escuela debe ser un espacio para el reconocimiento del mundo emocional, para la expresión y la comunicación. Nos estamos stamos refiriendo a la posibilidad de darle un espacio a la expresión y al análisis de las emociones y los sentimientos de todas las personas involucradas en el hecho educativo: alumnas, alumnos, familias y docentes. Se trata de valorar la afectividad como una dimensión emocional de las experiencias que vivimos, de estimular reflexiones, de analizar críticamente la dimensión social de las emociones y no tratarlas como situaciones individuales, naturales e inevitables. Así, por ejemplo, para el caso de los EMPA MPA podemos poner en tensión la noción insistente del amor romántico en los textos literarios y películas: aquel que propone una feminidad pasiva que espera ser rescatada y después tutelada por un varón que la cobijará y decidirá lo mejor para ella. Otro eejemplo jemplo podría ser interrogarse sobre la noción del amor incondicional de las mujeres, especialmente hacia sus hijas y/o hijos.

El cuidado del cuerpo

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

La experiencia de la sexualidad incluye una experiencia de la corporalidad. Tratamos al cuerpo de un determinado modo, lo valoramos, lo sentimos, lo disfrutamos o padecemos. Y no lo hacemos en soledad, sino en relación con otras y otros, en función de, por ejemplo, las imágenes de belleza que circulan en nuestra sociedad, de lo que se considera “saludable”, de lo que se considera “correcto”, etcétera. La sociedad impone sentidos respecto de cuál es un cuerpo “normal”, un cuerpo “bello”, un cuerpo “sano” ... Sentidos que consumimos, imágenes de lo ideal con las que a veces nos comparamos. Este eje sobre el cuerpo constituye un núcleo fundamental de la enseñanza y del aprendizaje en el área de ESI: aprender a respetar el propio cuerpo y el de las y los demás d desde esde el nivel inicial; comprender lo que es la intimidad y su respeto. Así, este marco normativo estimula experiencias educativas que promueven la toma de decisiones autónomas sobre el propio cuerpo. Para poder cuidarse, la información científica es un el elemento emento necesario, aunque no suficiente. suficiente Habrá que identificar qué otros aspectos se ponen en juego al poner en acción esa información. ¿Cómo operarán allí los mitos en torno al funcionamiento del propio cuerpo? ¿Cómo operan las relaciones entre los sexos-géneros, géneros, la posibilidad o no de prever, de proyectar, las posibilidades de asumir prácticas sin presiones? Este punto será abordado en próximos encuentros.

Los fundamentos de la ESI: soportes desde donde generar abordajes de los EMPA Promoción de la salud Desde el enfoque de la ESI, se entiende a la promoción de la salud como aquello que las sociedades generan a través de las condiciones biológicas, sociales, económicas, culturales, psicológicas, históricas, éticas y espirituales, y que, así juntas, influyen en la posibilidad de estar más sano o más enfermo, en lo que llamamos el proceso (y no “estado”) de salud salud-enfermedad-cuidado. cuidado. En consecuencia, la promoción de la salud implica más que la prevención de los riesgos. Promover salud requiere movilizar los recursos individuales y comunitarios (como la capacidad de organizarse para buscar soluciones o de demandarlas a quien corresponda, de sentirse y reconocerse como ciudadano que tiene algo para decir, participar, reclamar, aportar, etc.), para mejorar las La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

condiciones materiales e institucionales de acceso al sistema sanitario, a la educación, a la cultura, de modo que permitan un desarrollo integral en ambientes que tiendan al bienestar, y que contribuyan a la autoestima y a la autod autodeterminación de personas y grupos. Así entendida, la salud es un asunto colectivo y un derecho social.

Las personas involucradas como sujetos de derechos La ESI reconoce a niños, niñas y adolescentes la posibilidad de decidir autónomamente sobre su cuerpo, su sexualidad. El paradigma de derechos genera una ruptura conceptual importante que trae aparejada una transformación de las prácticas institucionales hacia hacia este grupo. Desde esta mirada, niños, niñas y adolescentes ya no son considerados legalmente como personas de menor rango, “menores” que el Estado debe “tutelar” y controlar, sino como sujetos cuya voz debe ser escuchada, buscando siempre su “interés superior”, su bienestar, y mejores condiciones de crecimiento y desarrollo.

La atención de lo complejo del hecho educativo Atender a lo complejo del hecho educativo en relación a la ESI implica reconocer la particularidad de la escuela. Se trata de una política educativa específica y obligatoria para la escuela, que conlleva obligaciones para las y los profesionales de la educ educación, ación, con preparación para la tarea pedagógica. No se trata de suplantar a las familias ni a las instituciones de salud, sino de asumir el lugar de responsabilidad que tiene la escuela desde su especificidad como institución del campo cultural. En este sentido, ntido, la ESI es una oportunidad para fortalecer la atención hacia las particularidades y las diferentes experiencias y trayectorias de niñas, niños y adolescentes; de hacer que las instituciones, a través de las y los docentes, tutores/as, preceptores/as, coordinadores/as, autoridades y personal administrativo, atiendan a la necesidad de afrontar el desafío de la inclusión como un mandato ético y político.

La integralidad del enfoque de la ESI y sus implicancias La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

Un espacio de enseñanza y aprendizaje sistemático, con contenidos adecuados a la edad de los alumnos y las alumnas, su situación y su contexto sociocultural, que comprende saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes, críticas y autónomas.

Embarazos, maternidades y paternidades adolescentes como eje de las políticas públicas, puentes entre educación y salud

No siempre se visualizó a los EMPA como temáticas particulares ni como fuentes de política pública. Al reflexionar acerca del lugar del Estado y de las instituciones escolares sobre estas temáticas se presentan diferentes tensiones y preguntas. Los EMPA ¿son ¿son de por sí situaciones problemáticas? ¿Por qué? ¿Qué es lo que nos lleva a pensar en la necesaria intervención del Estado y sus políticas frente a estos procesos? ¿Por qué abordarlos desde la ESI?

De acuerdo con los criterios definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para fines principalmente estadísticos se toma la edad cronológica como parámetro para definir los EMPA. Así, en este grupo se incluye a aquellos embarazos, maternidades y paternidades que se presentan antes de los 20 años de edad, mientras que el límite inferior es menos claro. Las comparaciones internacionales casi siempre se limitan al grupo de 15 a 19 años y se refieren solo a la fecundidad. Es decir, refieren a los casos sos de mujeres de esas edades que han tenido una hija o hijo vivo. Esta clasificación deja afuera a las maternidades que se presentan en edades inferiores, una parte del fenómeno que, a pesar de no ser cuantitativamente importante en la Argentina, sí lo ees por motivos de orden social y de salud. Por todo esto, si el criterio fuera la edad, existe un acuerdo generalizado para incluir en la categoría EMPA a aquellos que se dan entre los 10 y los 19/ 20 años de edad.

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

Tal como señala Fernández (2010), según esta definición, cualquier mujer o varón en esa franja etaria que atraviese estos fenómenos están incluidos en esa categoría. Ahora bien, esto no implica uniformidad u homogeneidad en la experiencia. Desde una mirada histórico-social, histórico o si se establecen distinciones de clase, etnia, edad, por regiones rurales o urbanas, entre otras, seguramente comenzarán a delinearse las múltiples y desiguales formas de vivir estos procesos. Es por ello que será necesario estar ate atentas ntas y atentos a ciertas generalizaciones que en ocasiones se realizan sobre estos fenómenos, lo cual tiene efectos significativos en las políticas y acciones institucionales dirigidas a quienes atraviesan estos procesos. Comencemos por algunas de estas ggeneralizaciones. eneralizaciones. En reiteradas ocasiones se utiliza el concepto de “maternidad adolescente” para aludir a los EMPA. Este concepto, que parece una simplificación del lenguaje o una costumbre, no deja de tener efectos sobre aquellos que son nombrados bajo este te “paraguas”. En principio, en esta clase, podemos comenzar a decir que estos procesos son diferentes. No es lo mismo, material ni subjetivamente, estar atravesando un embarazo que la maternidad. Las posibilidades de estudiar, de trabajar, de salir con am amigos, igos, las alegrías y los temores, son diferentes. También es necesario aclarar que la utilización de la nominación “maternidad” para aludir a los embarazos invisibiliza todos aquellos embarazos que no llegan a término por diferentes razones. Lo que no solo solo da cuenta de un error conceptual, sino también de una insistencia política que deja en las sombras una situación íntimamente anudada a estos procesos. Por otro lado, tampoco impacta del mismo modo la experiencia social, laboral y escolar de la maternidad d que la de la paternidad. Así, podemos por ejemplo preguntarnos: ¿vivirá del mismo modo estos procesos una niña de 11 años que una adolescente de 18? ¿Se atravesará del mismo modo la experiencia en un espacio rural empobrecido que en una clase media urban urbana? a? ¿Le sucederá lo mismo en torno a su escolaridad a una adolescente embarazada que vive con su pareja que a una adolescente madre que vive con un grupo familiar? ¿Serán similares las expectativas en torno a la continuidad escolar y al empleo para una adolescente escente madre que para un padre adolescente? En las posibles respuestas a estas preguntas puede identificarse que si bien ellos y ellas atraviesan situaciones en las cuales algunas cuestiones se comparten, la experiencia no puede pensarse como homogénea. La visibilidad de las diferentes experiencias que se generan en estas circunstancias resulta un aspecto central al momento de plantear una política pública, acciones institucionales, La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

estrategias comunitarias y/o proyectos áulicos en relación a la temática. Sobre este punto volveremos en la clase siguiente. Ahora bien, teniendo en cuenta estas distinciones también pueden establecerse algunas continuidades e insistencias que señalan aspectos importantes al momento de plantear un abordaje sobre la temática. Acercarnos a ver cómo se comportan estos procesos en nuestro país, nos permitirá, por un lado, tener más elementos para pensar estrategias que permitan abordar estos fenómenos. Por otro, nos ayudará a poner en tensión algunas afirmaciones que refuerzan la estigmatización. ¿Se presenta un incremento de la fecundidad adolescente en nuestro país? ¿Qué desigualdades se presentan en su ocurrencia? ¿Cuáles son sus consecuencias? ¿Cómo se comportan estos procesos según las edades? Según un Informe de UNICEF (2013), en Argentina el porcentaje de recién nacidos de madres adolescentes (entre 10 y 19 años), respecto al total de nacimientos, se mantiene estable desde hace 20 años en valores cercanos al 15%.

Sin embargo, el análisis global del país no da cuenta de la desigualdad entre las provincias, ya que el porcentaje de la fecundidad adolescente para 2011 superó al promedio nacional en 6 de 24 La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

provincias, con valores superiores al 20%: Formosa y Chaco con 25%; Misiones, con 22%, y Catamarca, Corrientes y Santiago del Estero, con 21%. Corrientes y Formosa, a su vez, mostraron un ascenso del porcentaje de nacidos vivos de madres adolescentes superior al 20% constituyendo, junto a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y San Juan, las jurisdicciones con mayor incremento acumulado entre el año 2001 y 2011. La situación de Formosa es particularmente preocupante porque sus mujeres tienen 16 veces más riesgo de morir a lo largo de su vida reproductiva por causas relacionadas con el embarazo, el parto y el puerperio que las mujeres que residen en la Ciudad de Buenos Aires. Los datos muestran que, si bien la fecundidad adolescente en la Argentina no se ha incrementado sustantivamente, es relativamente alta respecto de la fecundidad total, con una importante disminución en la fecundidad de las mujeres adultas. Lo que constituye un problema es su estrecho vínculo con las desigualdades sociales sociales.. Los EMPA no son fenómenos exclusivos de los sectores populares, sin embargo, es allí donde se encuentran con mayor frecuencia y, además, se presentan con rasgos singulares que tienen que ver con los contextos de vulneración social y educativa. La tasa de fecundidad adolescente es un indicador que muestra la probabilidad de embarazo en esta población y puede analizarse según dos franjas etarias: adolescencia precoz (10 a 14 años) y adolescencia tardía (15 a 19 años). La distinción entre estos embarazos res resulta ulta un dato sustantivo en varios sentidos. Por un lado, diferentes estudios señalan que en los embarazos de menor edad se presentan mayores vulnerabilidades para la salud de la madre y de su hija o hijo. También podemos decir que la situación subjetiva para para afrontar estas situaciones no es igual en una niña de 10 años que en una adolescente de 17. Por ello resulta necesario tener precaución en ciertas consideraciones que surgen con insistencia y que totalizan los embarazos y maternidades entre los 10 y los 19 años de edad y que aluden a niñas madres. Por otro lado, se sabe que los condicionamientos que se anudan a un caso y a otro suelen ser diferentes. El aumento de la cantidad de nacimientos en niñas madres cercanas a los 10 años señala indirectamente la precocidad de la edad del comienzo de las rela relaciones ciones sexuales. Según la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), a esas edades, el inicio de las relaciones sexuales es, la gran mayoría de las veces “producto de relaciones forzadas o no consentidas, algunas de las cuales terminan en embarazos” mbarazos” (s/d).

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

Las desigualdades que se vinculan con estos procesos se evidencian en otros datos. De acuerdo con el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, 2013), el 69% de los embarazos adolescentes son no planificados. Es decir que los embarazos se imponen, la mayoría de las veces, como una resolución en la cual la posibilidad de decidir autónomamente sobre el propio cuerpo quedó quebrada, obturada. La información, el conocimiento sobre el propio cuerpo, las relaciones de género que se juegan al momento omento del cuidado anticonceptivo, el acceso al aborto, constituyen, entre otros factores, algunos de los elementos que impactan —de de muy distinto y desigual modo— modo al momento de decidir sobre el propio cuerpo, la sexualidad, la continuidad o no de un embarazo. embara Según el informe de UNICEF ya mencionado, “en 2011, 36 adolescentes menores de 20 años fallecieron en Argentina por causas vinculadas al embarazo o el parto, lo cual representa casi el 12% de la mortalidad materna en nuestro país” (UNICEF, 2013, p.2). Investigaciones más profundas del campo de las ciencias sociales (Romero, Ábalos y Ramos, 2010; Gogna y col, 2008) alertan sobre el hecho de que la alta frecuencia de embarazos no planeados en la población adolescente aumenta el riesgo de exposición a un aborto inseguro, de abandono escolar, y de limitaciones de acceso al mercado laboral, lo que condiciona las perspectivas de desarrollo personal, especialmente en las adolescentes de menores recursos. Leamos algunos pasajes de entrevistas a adolescentes madres que viven en contextos de marginalización urbana realizadas en el marco de una investigación desarrollada por Paula Fainsod (2011). En ellos se exponen algunas de las experiencias en torno al modo en el cual llegan a sus embarazos y a la continuidad de los mismos.

R: Yo sé que lo hice con él, que no me cuidé. Pero no pensé que iba a llegar el momento en que yo iba a estar embarazada. Siempre le decía a todas mis hermanas: “yo no voy a tener hijos, yo no quiero saber nada de hijos”. El error lo cometí yo en no cuidarme. cuidarme. En las relaciones que tuve con él nunca me cuidaba. Raquel. 15 años de edad, vivía con su madre y asistía a la escuela al momento de su primer embarazo. D: Te cuento desde el principio. Yo estaba de novia y me quedé embarazada, pero sin darme cuenta. Él se habrá dado cuenta, pero es más tonto que no me avisó nada [se ríe]. Pero yo no me di cuenta, que sé yo, era re pendeja, La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

no sabía, pensé que el sí. Delia.. 15 años de edad, vivía con su tía y no asistía a la escuela al momento de su primer embarazo. K: Yo tenía quince años, estudiaba lo más bien. Después me empezó a gustar un chico y bueno… nos hicimos novios. Y bueno, estuvimos juntos, sin cuidarnos porque rque no sabíamos nada… yo creía que él sabía. Karen. 15 años de edad, vivía con su madre y asistía a la escuela al momento de su primer embarazo. A: Tenía diecisiete, ni enterada estaba. Después de cuatro meses, fui al médico. Me hizo un test y me dio pos positivo. itivo. Igual, lindo, porque iba a tener un bebé. No caía, no podía creer que pudiera estar embarazada. Alejandra. 17 años de edad, vivía con su madre y asistía a la escuela al momento de su primer embarazo. R: Le dije a mi hermana, le comenté a mi hermana y mi hermana le comentó a mi mamá. Mi mamá no me hablaba mucho, se enojó conmigo cuando se enteró que yo estaba embarazada. E: ¿Por qué pensás que se enojó? R: Porque me dice que perdió la confianza en mí. E:: Pero vos, ¿por qué pensás que ella estaba enojada, más allá de lo que te decía? R: Se ponía mal, me hablaba, y cuando me habló me dijo: “bueno, ahora ya es tarde”, “ya está, cometiste el error vos y ahora, bancatela.”. Raquel. 15 años de edad, vivía con su madre y asistía a la escuela al momento de su primer embarazo. E: ¿Y por qué no le querías contar a tu tía? D: Porque era muy estricta, era muy recta, no le conté más que nada porque como que me iba a decir que lo aborte y quizá yo por un momento sí pensé, p pero por otro no quería. Por un lado, sí, te digo que sí, yo quería abortarlo, yo quería hacer tantas cosas… Pero una chica me ayudó mucho, más que nada porque me dijo: “sí, yo también aborté, me pasó esto, pero no sabés lo que te puede llegar a pasa pasar” y quizás eso me hizo pensarlo más. E: Fue más por temor a lo que podría pasar. D: A lo que podría pasarme a mí, porque era así. Me decía que ella se puso la pastilla y paró en el hospital y obvio que se dieron cuenta y le dijeron que no la iban a denunciar. iar. Me acuerdo que yo era chica [se ríe], me dieron turno y me atendió un ginecólogo, un hombre grande. Yo le dije que yo estaba, que parecía que estaba embarazada y que yo no quería tener el bebé. Me dijo: “¿cómo que no querés tener el bebé? ¿y a qué ven venís? ís? ¿Vos pensás que acá te vamos a dar una solución, que te vamos a sacar a tu bebé? No, acá venís acá para controlarte”. La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

E: ¿Y vos qué sentiste cuando te dijeron eso? D: Ah... nunca más [se ríe], no quise venir nunca más a atenderme acá, me hice los controles oles en la otra salita. Me acuerdo que me fui y dije: “no, no quiero un hombre que me atienda”. Delia. 15 años de edad, vivía con su tía y no asistía a la escuela al momento de su primer embarazo. Los pasajes de los testimonios exponen parte de lo que venimos trabajando. El acceso a la información, la experiencia y el saber sobre el propio cuerpo, la toma de decisiones autónomas, las desigualdades y violencias de género, las posibilidades diferenciales de continuar o no un embarazo, exponen parte de los condicionantes de los EMPA. A su vez, estos exponen los desafíos para las políticas públicas. Como señala UNICEF (2013), Argentina dispone de un marco legislativo y programático favorable para garantizar el derecho de las y los adolescentes a acceder al sistema de salud en forma autónoma, sin obligación de acompañamiento de un adulto y en el marco del respeto de la confidencialidad (Ley 26.061 y Ley 25.673). También cuenta con instrumentos que promueven el derecho a la educación en las y los adolescentes durante el embarazo, maternidad, paternidad y lactancia (Leyes 25.808 y 25.273). La implementación del programa de Educación Sexual Integral en las escuelas (Ley 26.150) también se orienta a garantizar esos derechos. Así,í, desde el campo de la educación y de la salud, se cuenta con dispositivos que pueden potenciar el abordaje de estas situaciones en la búsqueda por restituir y promover los derechos sexuales y reproductivos de los y las adolescentes.

Desafíos ante los EMPA en el marco de la ESI. Comenzando a delinear posibilidades para su abordaje Los propósitos de la ESI brindan algunas orientaciones para comenzar a pensar el abordaje de los EMPA en las escuelas desde la perspectiva que brinda este marco normativo. Así, entre algunos de sus propósitos vinculados a esta temática podemos destacar: • Ofrecer oportunidades de ampliar el horizonte cultural desde el cual cada niño, niña o adolescente desarrolle plenamente su subjetividad, reconociendo sus derechos y responsabilidades y respetando y reconociendo los derechos y responsabilidades de las otr otras as personas. La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

• Expresar, reflexionar y valorar las emociones y los sentimientos presentes en las relaciones humanas en relación con la sexualidad, reconociendo, respetando y haciendo respetar los derechos humanos. • Propiciar el conocimiento del cuerpo humano, hum brindando información básica sobre la dimensión anatómica y fisiológica de la sexualidad pertinente para cada edad y grupo escolar. • Promover hábitos de cuidado del cuerpo y promoción de la salud en general, y de la salud sexual y reproductiva en particular, ticular, de acuerdo con la franja etaria de los educandos. • Propiciar aprendizajes basados en el respeto por la diversidad y el rechazo por todas las formas de discriminación. (Fuente: Lineamientos Curriculares de la ESI) La ESI estipula una perspectiva multidimensional de las sexualidades. Para el desarrollo de las líneas de acción en las escuelas propone también la necesidad de un trabajo que recorra distintos niveles para su abordaje. Así, identifica cinco puertas posibles de entrada.. Estas puertas de entrada nos orientan al momento de pensar/diseñar estrategias de abordaje de los EMPA en las escuelas. Veamos algunas posibilidades: - Dimensión personal/experiencial Implica un trabajo sobre las propias percepciones, sentidos, prejuicio prejuicios. s. Para el caso que aquí abordamos, será necesario trabajar sobre las propias impresiones y miradas en torno a los EMPA para, a partir de allí, dar un salto conceptual que permita asumir nuestra responsabilidad en la efectivización de los derechos de las y los alumnos. - Dimensión institucional La escuela, institución que acompaña el proceso de desarrollo afectivo afectivo-sexual sexual de las y los adolescentes, tiene la responsabilidad de hacer de la ESI su tarea dentro del marco normativo nacional, que establece propósitos tos y contenidos claros. La ESI estipula tres dimensiones fundamentales desde las cuales se pueden pensar estrategias o líneas de trabajo/acción: el desarrollo curricular, la organización de la vida institucional cotidiana, y los episodios que irrumpen en la vida escolar. - Dimensión referida al vínculo entre escuela escuela- familias-comunidad Partiendo de una concepción social y política de los EMPA se hace imprescindible la convergencia de los diferentes actores a fin de consolidar abordajes y estrategias integr integrales, ales, interdisciplinarias e La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

interinstitucionales. Desde la certeza de que la escuela tiene mucho por hacer en relación a la promoción de los derechos de las y los adolescentes —pero pero también de que sola no puede— puede es que en este curso se acercan materiales d desarrollados esarrollados por programas del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, y por la Secretaría de Salud, a fin de propiciar y profundizar estrategias compartidas.

Para ampliar la propuesta de puertas de entrada que propone el Programa Nacional ESI sugerimos revisar la Serie Cuadernos de ESI. Contenidos y propuestas para el aula. (Ver págs. 14 a 17)

A lo largo de la clase hemos comenzado a aproximarnos a una perspectiva en torno a los EMPA, y nos adentramos en el marco de la ESI en tanto mirada para su abordaje en las escuelas. Los ejes y fundamentos de la ESI, así como sus propósitos y puertas de ent entrada rada nos brindan dimensiones desde donde comenzar a plantear posibles líneas de trabajo en nuestras instituciones. A lo largo de las próximas clases iremos desplegando contenidos y propuestas a partir de las cuales esbozar abordajes institucionales y áulicos os que tiendan a efectivizar los derechos sexuales y reproductivos de todas y todos los que transitan por las escuelas, así como el derecho a la educación, especialmente de quienes atraviesan situaciones de EMPA.

Actividades

A partir de las miradas y experiencias de las y los adolescentes que se comparten en los videos, y desde el marco de la ESI que trabajamos en la clase (los ejes de su enfoque, sus fundamentos y sus puertas de entrada), les solicitamos que en el Foro 1 compartan artan algunas reflexiones en torno a cuál debería ser el lugar de las instituciones educativas frente a los EMPA. Se espera que en las reflexiones se retomen contenidos abordados en la clase.

Material de lectura La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

Material de lectura obligatoria ● El embarazo y la maternidad en la adolescencia en la Argentina. Datos y hallazgos para orientar líneas de acción. Plan ENIA, 2019 ● “Mejor hablar de ciertas cosas - Embarazo adolescente”. Canal Encuentro: http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=100874 ● Ley Nacional 26150- Educación Sexual Integral

Material de lectura ampliatoria ● Morgade, G. (2011). Toda educación es sexual sexual.. Buenos Aires: La Crujía ediciones. Cap. I ● Serie Cuadernos de ESI. Contenidos y propuestas para el aula. (Ver págs. 6 a 11) . Programa Nacional al de Educación Sexual Integral. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/cuadernillo_esi_secundaria_i.pdf

● Niñas y Adolescentes menores de 15 años embarazadas. Programa Nacional de la Salud Integral de la Adolescencia, 2018

Bibliografía de referencia ● Fainsod, P. (2011). Experiencias sociales y escolares de las adolescentes madres que viven en contextos de marginalización urbana. En Fainsod, P., Tesis de Doctorado en Educación por la Facultad de Filosofía y Letras-UBA. Letras ● Fernández, A. (2005). Adolescenci Adolescencias as y embarazos: hacia la ciudadanía de las niñas. En: Buenos Aires, UBA FEIM (s/f) EMBARAZO Y MATERNIDAD ADOLESCENTE. ● Gogna, M. y col. (2008). Reproductive Health Matters. Temas de salud lud reproductiva. Sexualidad, exualidad,

derechos

humanos

y

salud

sexual sexual,

número mero

6,

Págs.

74

a

86. 86

http://www.diassere.org.pe/RHM6.pdf ● Morgade, G. (2011). Toda educación es sexual sexual.. Buenos Aires: La Crujía. Cap. I ● Romero, M., Abalos, E., Ramos, S. (2010). La situación de la mortalidad materna en Argentina y el Objetivo de Desarrollo del Milenio. Observatorio de salud sexual y reproductiva, número 1.

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia

● UNICEF (2013) Situación del embarazo adolescente en Argentina, en el día mundial de la población. Argentina. ● UNFPA (2013) Maternidad en la niñez. Enfrentar el reto del embarazo en adolescentes.

Créditos Autor/es: es: Programa Nacional de Educación Sexual Integral Programa Nacional de Educación Sexual Integral (2019). Clase Nro. 1: La perspectiva y fundamentos de la ESI, aportes para el abordaje de los EMPA en las escuelas. La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia. Buenos Aires: Aires: Ministerio de Educación de la Nación.

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