Emerita Augusta

La ciudad Romana de Emerita Augusta Breve introducción: La conquista romana de la península Ibérica tuvo inicio muy pr

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La ciudad Romana de Emerita Augusta

Breve introducción: La conquista romana de la península Ibérica tuvo inicio muy precozmente, en el curso de la segunda Guerra Púnica, 218-201 a.C. la parte sud-occidental de la península, la conocida como Hispania Ulterior, había sido en parte romanizada. Desde este punto partirá más tarde la conquista de la Lusitania, el actual Portugal. El arte romano de

Hispania es muy distinto del procedente de las otras provincias occidentales, tal vez debido esto a la temprana romanización, como a la multitud de contactos que las poblaciones hispánicas habían mantenido con Griegos y Fenicios, sobre todo, gracias al comercio marítimo. Es por eso que la clase dominante ibérica, por largo tiempo empapada de helenismo, absorbió mejor que otras el arte oficial romano, sin dejar espacio a la formación de un verdadero y propio arte provincial. Particular interés reviste la producción artística en bronce, sobre todo de vajillas, adornos de caballo y estatuillas: la presencia de minas de cobre, explotadas desde muy antiguo, debe haber favorecido el nacimiento de talleres locales o itinerantes de artesanos del bronce. Los territorios de la península eran más bien fecundos, según Plinio, en el siglo I la Hispania era incluso más rica que la Galia, gracias a los yacimientos de oro, hierro y estaño, pero también a la producción de aceite, vino y otras mercancías exportables por vía marítima. Las áreas más deprimidas, nos dice Plinio, proporcionaban la mano de obra.

Breve Historia:

Sabemos que el procedimiento para fundar una colonia romana era largo y complejo. Por un lado, componer y deducir el cuerpo de colonos y por otro, disponer las tierras, organizarlas y distribuirlas. Había que definir el territorio a repartir y su estatuto jurídico, concretar las características de los beneficiarios, nombrar los comisarios que llevarían a cabo el reparto y los agrimensores que realizarían la limitatio, la parcelación de las tierras. En cuanto a los colonos, era necesario elaborar un registro con los nombres de los individuos que quisieran beneficiarse del reparto. Ésta era la adscriptio y significaba adquirir la categoría de colono, una situación nominal que se hacía efectiva una vez ejecutado el primer censo de Emerita debió hacerse en bloque. Y la sortitio, el reparto de los lotes de tierra. De todas estas operaciones, la más ardua y larga era la delimitación y parcelación del territorio: había que establecer los límites externos, centuriar el territorio y, después, dividir las centurias en lostes. El capítulo de la ley de la colonia Genetiva Iulia que se refiere al nombramiento de los patronos de la comunidad indica claramente que la persona que procedía a la atsignatio agrorum, la asignación de las tierras, podía ser diferente de la que hacía la deductio (LCGI, 97). Se tratba de expedientes distintos que ponen de manifiesto la complejidad del proceso, hasta tal punto que podían ser efectuados por dos personas distintas si era necesario. Así pues, los trabajos de medición y distribución de un territorio colonial podían ser bastante largos. Tres años es el plazo considerado normal. ¿Cómo afecta este mecanismo a la fundación de Augusta Emerita? Es bien sabido que el conocido pasaje de Casio Dión relativo al año 25 a.C. y del que se ha deducido lógicamente que ésta debía ser la fecha de la fundación dice: “terminada la guerra, Augusto licenció a los más veteranos de su ejército y les permitió fundar una ciudad llamada Augusta Emerita, en Lusitania” Se plantean dos opciones. La primera, que uno o dos años antes de terminar la guerra en el norte de la Peninsula, Augusto ya hubiese puesto en marcha el proceso fundación de la colonia, buscando el lugar, midiéndolo, realizando la centuriación e incluso comenzado la adscriptio. Finalizada la campaña, se procedería a la deductio y sortitio de los militares en el 25 a.C.; la segunda opción es que todo el proceso se hubiese producido al concluir la guerra o como mucho empezase muy poco antes.

Augusto llego a Hispania, a Tarraco a finales del año 27 o comienzos del 26 a.C. pero ¿cuál es la fecha de fundación de la colonia augusta Emerita? El natalis coloniae, el año uno, se inicia a partir de la realización del rito de inauguración colonial mediante la yunta de un ternero y un novilla blanca, tirando del arado con la reja de bronce y guiada por un sacerdote velado. Esta ceremonia aparece en algunas monedas emeritenses cuya cronología exacta no es posible determinar, pero que no pertenecen a las primeras acuñaciones. La fundación de la colonia pudo ser pues en el año 25 a.C.

Análisis formal de la obra Se trata de la ciudad romana Emerita Augusta, fundada en el año 25 a.C por el general del ejército romano Publio Carisio. Se encontraba situada al suroeste de Hispania en una zona poco romanizada y rodeada de tribus: Vettones, Túrdulos, y Lusitanos. Su ubicación era perfecta: al estilo de las ciudades-puente romanas como Córdoba o Toluse, se situó en uno de los márgenes del río Guadiana y en la confluencia de importantes vías de comunicación. Su desarrollo fue espectacular y pronto empezó a ser un foco importantísimo de la región con casi 50.000 habitantes La ciudad es la herramienta para conservar la estructura civil y social de la civilización romana, en ella se comerciaba, se controlaba todo a nivel administrativo, se ejercía la diplomacia entre los pueblos conquistados y en general era el núcleo fundamental de la vida cotidiana romana. La estructura de la ciudad romana combina a la perfección tanto el ámbito público como el militar o defensivo. Se compone básicamente de una estructura cuadrangular dividida en forma de rejilla, son calles rectas y perpendiculares, siguiendo el modelo hipodámico, ya que es una ciudad de nueva creación es perfectamente simétrica. Todo el perímetro de la ciudad romana se corresponde con una muralla defensiva con torres vigía. Todas las calles son iguales en tamaño, tan solo hay dos que se diferencian notablemente, son las dos arterias de todas las ciudades romanas, el Kardo Maximus, que va de Norte a sur, y el Decumanus Maximus de Este a Oeste, estas son el doble de anchas que el resto y desembocan en las únicas cuatro puertas que posee la muralla y la ciudad. La disposición que posee la ciudad viene determinada por las colinas que le rodean, elemento clave para su protección militar, es evidente que es un aliciente defensivo, y además propicia la construcción de grandes edificios públicos como el Teatro y el Anfiteatro. La ciudad está compuesta por el Foro Municipal situado en el centro de la ciudad en la unión del Kardo Maximus y del Decumanus, estaba

pavimentado con losas de mármol, al lado se encuentra el Templo de Diana, las termas públicas y la basílica que servía de administración de justicia. Alrededor de la plaza hubo un pórtico con una fachada interior provista de vanos donde se situaron las efigies de benefactores y notables de la ciudad, entre ellas la de Marco Agripa. Este foro se construyó a mediados del siglo I d.C. El Foro es la principal plaza Romana, donde se desarrolla la vida cotidiana de Emerita Augusta. Al ser Emerita capital de la Lusitania, poseía dos Foros, el municipal y el provincial ambos separados por el Arco de Trajano. El Foro Provincial está destinado para los edificios dedicados a la administración de la Provincia y al culto religioso. En él se hallaron los restos de un Templo de Culto Imperial que dataría de la mitad del siglo I a.C. La entrada principal del Foro Provincial es el Arco de Trajano construido en sillares de granito recubiertos con placas de mármol, mide 5,70 m. de ancho, 8,60 m. de amplitud -luz del arco- y 13,8 m. de altura.

El templo de Diana Es la única construcción religiosa que se conserva en su sitio en Mérida. Su construcción data del final del S.I a.C. y es un edificio de gran tamaño, que, debido a su ubicación en el Foro Municipal, debió de ostentar gran lujo y decoración. Posiblemente el templo estuviese dedicado exclusivamente al culto del Emperador Augusto, no a Diana, como así lo indican los materiales escultóricos localizados. Estos representan a miembros de la familia imperial, al mismo Emperador Divino y al Genio del Senado. Su planta es rectangular, con un pórtico hexástilo de seis columnas, y rodeado de columnas, de fuste estriado, están coronadas por capiteles corintios. Estaban estucadas y pintadas con un color rojo de mármol. Situado sobre una base o pódium de 3 m. de altura, se accedía a ella por unas escaleras hoy desaparecidas. Mide 40,70 m. de largo con la escalera de acceso incluida- y 22 m. de ancho. Era el centro de un área sagrada que está rodeada por un períbolo o muro de delimitación del espacio exterior de esta plaza. Toda la construcción está fabricada con sillares y piedras de granito. Su fachada, orientada al foro, estaba coronada por un frontón de interior semicircular soportado por las seis columnas del pórtico. Desgraciadamente en el siglo XVI se construyó el famoso Palacio de los Corbos, que reutilizó material del propio templo y le causó gran impacta visual al templo.

El Anfiteatro El edificio debió inaugurarse sin concluir en la fecha que se extrae de los famosos epígrafes en los que se menciona a Agripa en su tercer consulado y en su tercera potestad tribunicia, la clásica del 16-15 a.C. El segundo hito temporal vendría marcado por la finalización del meiciclo y el comienzo del frente escénico hasta el remate de su pódium, con sus inscripciones en la parte superior del mismo- como en el odeón-teatro de Aphrodisisas, y la dotación de un amplio repertorio escultórico de carácter propagandístico, representante de la familia del emperador Claudio y que se realiza durante su reinado. La tercera gran etapa está marcada por la finalización del frente escénico, que según se desprende del análisis de sus capiteles, pudo realizarse entre el final de la época julio-claudia y el periodo Flavio. La era trajana también dejó su huella indeleble en el teatro. Durante este periodo se transformó el sector central de la parte más baja del graderío para instalar en ella un sacrarium destinado a rendir culto imperial. También ahora se dotó al teatro con parascaenia de los que carecía, y se remodeló el frons scaenae con la adición de antas y escalerillas en sus puertas.

Otor importante hito lo constituye la era de Constantino I y sus hijos, de la que, además de contar con datos arqueológicos, poseemos fehaciente información epigráfica. En este periodo se repara por última vez la calle que va rodeando al teatro. Esta mejora supone la realización de una serie de desmañadas reformas en los vomitorios debidas al recrecimiento de la octa inicial del pavimiento. También pertenecen a esta época los dos sofitos con temas de cables y sogueados cuyo estilo Posiblemente su proyección fuese simultánea con la del Teatro, pero situándolo fuera de las murallas, localización corregida cuando éstas, se ampliaron. El motivo de esta cercanía es la utilización, como en el caso del Teatro, de las laderas del cerro de San Albín para acomodar el graderío y así facilitar su construcción. Su fábrica es diversa: hormigón, sillares de granito, sillarejos, mampostería o ladrillo. Es de resaltar que no fue una construcción en la que se utilizasen materiales de alta calidad, y menos en su decoración, lo que nos lleva a pensar que hubo una importante restricción económica para su realización. De planta elíptica, tiene un eje mayor de 126 m. y menor de 102 m., siendo estas medidas en la arena de 64 m. por 41 m. respectivamente. Su diseño, es el habitual en los anfiteatros romanos: un graderío con ima, media y summa cavea, y una arena central. El graderío podía albergar unos 15.000 espectadores y estaba dotado de escaleras y pasillos que comunicaban las distintas partes. La ima cavea disponía de una fila reservada para autoridades y de otras 10 para público en general. Además de construyeron dos tribunas situadas en ambos lados del eje menor, una sobre el pasillo de la entrada principal y otra enfrente. Bajo ellas se realizaron las inscripciones que nos permiten datar el edificio. Es posible que también en el eje mayor se construyesen otros dos palcos similares. La arena disponía de fossa bestiaria en su centro, que se cubría con madera y posteriormente con arena. Esta era necesaria para albergar los animales utilizados en las luchas de estos contra gladiadores, venationes. Esta fosa estaba comunicada por un pasillo que recorría todo el eje mayor utilizado para el paso de animales y gladiadores. A sus lados existían estancias utilizadas para la preparación del espectáculo, así como templos de adoración a los dioses. Para acceder al interior del anfiteatro disponía de 16 puertas

exteriores, de las cuales la situada en el frente occidental es la principal, y cariosamente dos de ellas están cegadas por la muralla. El pódium que separaba la arena y el graderío fue decorado con una pinturas alusivas a las actividades del anfiteatro: tigres contra jabalíes, gladiadores contra leones... Además posteriormente se cubrió con mármol y coronó con una balaustrada. La desaparición de la Ima Cavea se produjo en el siglo XIX, ya que en el siglo XVIII hay constancia de que estaba completa.

El Circo Se trata de una construcción muy extensa en superficie, por lo que es muy habitual que en ella se construya con el paso del tiempo, y se pierda así el circo, lo que hace que en este caso el Circo tenga gran importancia, por haber permanecido con el paso del tiempo. Se edificó a unos quinientos metros fuera de la muralla, en una cañada que se encontraba en el lateral de la via de entrada a la ciudad, por lo quela construcción de graderío resultó francamente fácil. No se sabe con certeza cuando se construyó, se cree que se inició en el año 20 y que se inauguró en el año 50. Siempre tuvo gran acticidad, y por ello fue renovado sistemáticamente. Como todos los circos se compone de graderío perimetral con una capacidad de treinta mil personas, con dos palcos. Uno para los jueces y otro para las autoridades. Tenía once filas de asientos; y por la arena, al igual que los anfiteatros, pero su planta es totalmente distinta, es un rectángulo pero que sus lados menores son semiarcos. Tiene una medida de cuatrocientos cuarenta metros de largo por ciento quince de ancho. Se conserva la puerta Pompae, o puerta de los desfiles, con doce parcelitas que servían para guardar los carruajes. En frente se encontraba la puerta Triunfal, hoy desaparecida. La puerta, como el resto de ellas, es de forma rectangular y con cuatro pilares en cada esquina, y con muro perimetral con pilastras adosadas. Su fachada exterior está paralela a la vía de acceso de la ciudad, decorada con arcos ciegos y pilastras adosadas. Fue revestida con placas de granito. Su utilización en el tiempo fue más extensa que la del Teatro y Anfiteatro, ya que las normas cristianas eran más benevolentes con estos espectáculos de carreras.

El teatro El edificio debió inaugurarse sin concluir en la fecha que se extrae de los famosos epígrafes en los que se menciona a Agripa en su tercer consulado y en su tercera potestad tribunicia, la clásica del 16-15 a.C. El segundo hito temporal vendría marcado por la finalización del meiciclo y el comienzo del frente escénico hasta el remate de su pódium, con sus inscripciones en la parte superior del mismo- como en el odeón-teatro de Aphrodisisas, y la dotación de un amplio repertorio escultórico de carácter propagandístico, representante de la familia del emperador Claudio y que se realiza durante su reinado. La tercera gran etapa está marcada por la finalización del frente escénico, que según se desprende del análisis de sus capiteles, pudo realizarse entre el final de la época julio-claudia y el periodo Flavio. La era trajana también dejó su huella indeleble en el teatro. Durante este periodo se transformó el sector central de la parte más baja del graderío para instalar en ella un sacrarium destinado a rendir culto imperial. También ahora se dotó al teatro con parascaenia de los que carecían, y se remodeló el frons scaenae con la adición de antas y escalerillas en sus puertas. Otro importante hito lo constituye la era de Constantino I y sus hijos, de la que, además de contar con datos arqueológicos, poseemos fehaciente información epigráfica. En este periodo se repara por última vez la calle que va rodeando al teatro. Esta mejora supone la realización de una serie de desmañadas reformas en los vomitorios debidas al recrecimiento de la cota inicial del pavimento

Se sitúa sobre la ladera de una colina que buza de sur a norte y en confluencia con otra que lo hace es sentido este-oeste, donde se encuentra el vecino anfiteatro. Esta ubicación pone de manifiesto el seguimiento de recomendaciones como las de Vitruvio de que el teatro no se ubique expuesto al sur para evitar el recalentamiento del graderío y, en consecuencia del ambiente. Así, vemos que el caso emeritense permite que el graderío quede resguardado de los vientos del norte y del oeste, que son los predominantes de la zona. Esta colocación del hemiciclo le reporta una excelente ventilación al tiempo que le confiere una acústica sin perturbaciones, tal y como también prescribía Vitruvio.

Para iniciar la construcción del monumento se procedió a tallar parcialmente parte de la primera colina mencionada, en la cual se apoyó directamente toda la parte baja de él, esto es desde la cripta, o pasillo interior que recorre todo el hemiciclo, hacia abajo, comprendiendo toda la ima cavea, el espacio donde se sitúan la proedria griega y la orchestra. En cuanto a las zonas en donde se desarrolla el cuerpo escénico, pulpitum incluido, así como las choragia y el peristilo del teatro con su “Aula de Culto o de la Casa Imperial” en el extremo del eje axial, se hallan en la parte que fue socavada y explanada para colocar todas las dependencias y áreas que acabamos de enumerar. El resto del edificio se alzó exento sobre el terreno natural tal y como se advierte a lo largo de toda la fachada anular del hemiciclo y desde el interior del mismo se aprecia que a partir de la cota en la que se desarrolla el balletus que separa la ima de la media cavea, el teatro no se apoya en la colina y es en esta zona donde se construye la parte más aérea y ligera del monumento. Técnicas constructivas del teatro: A grandes rasgos podemos decir que las técnicas constructivas que se dan en el teatro son dos: el opus caementicum y el opus quadratum. La primera de ellas, el opus caementiciun u hormigón, constituye el núcleo o alma de todo el edificio, conformando las partes constructivamente más robustas y con mayores dificultades técnicas. Se observa, también en líneas generales, que los caementa utilizados varían de forma considerable dependiendo del punto de estudio que tomemos. Así, en las zonas de bóvedas alveolares, en los aditus y en la cripta, los caementa son de gran tamaño, su forma es de laja y su naturaleza caliza. En la parte más externa de la línea de fachada, los caementa son también de gran tamaño, esta vez de naturaleza anfibolítica, pero se colocan en sentido horizontal. Toda la construcción fue ejecutada por canteros y alarifes. Una vez implantado el cristianismo en el mundo romano, las representaciones, consideradas paganas, son prácticamente suprimidas, y el teatro cayó en desuso hasta nuestros días, que, una vez restaurado, es escenario frecuente de grandes representaciones.