El+machismo+en+la+Biblia

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Fundación Universitaria Seminario Bautista Internacional Profesora: Claudia Mejía Alumno: José Darío Zuleta Largo Trabajo: Ensayo sobre el machismo en el Antiguo Testamento. Fecha: Noviembre 23 de 2009. Casillero: 96 En el presente documento no se mostrará la Biblia libre de machismo, pero si se puede probar que en comparación con las culturas circundantes el pueblo Israelita planteó normas que pretendían alivianar la carga de las mujeres; aunque a primera vista se ven como subyugación a la mujer por el sistema religioso que estaba delegado solo a los hombres. No dejaban de ser machistas, pero en proporciones más bajas en comparación con la cultura general. “El lugar que ocupa la mujer entre los Judíos era superior al que le daba habitualmente el mundo oriental antiguo; estaba determinado por la fe de Israel en el Dios creador” 1 Pasaba revisando por la internet el tema del machismo en la Biblia y me encontré con ésta frase en uno de los documentos: “La creencia que la Biblia es un libro completamente con normas justas es un mito. La Biblia defiende el machismo, la esclavitud, la discriminación religiosa y la homofobia”2. El problema para muchos interpretes de la Biblia y entre esos algunos teólogos en construcción, es caer en el juego del literalismo. Tratar de leer e interpretar la Biblia desde la cultura actual con gafas postmodernas, es ser apriorísticos en los juicios valorativos, debido a que no se entra en el sistema cultural de la Biblia para conocer las razones que los impulsaron a actuar como lo hicieron. No se puede tomar un texto bíblico que narra una costumbre de hace cuatro mil años y sin más ir descalificándolo, eso refleja la ignorancia de quienes hablan y su poco compromiso con la investigación. Al mirar el panorama veterotestamentario, debe admitirse que las mujeres son tratadas con inferioridad en relación a los hombres, pero esto se debe más a la cultura que a normas establecidas por Dios. El ser humano, mujer y hombre generalmente son seres de hábitos, esos hábitos se convierten es costumbres y esas costumbres al generalizarse en la sociedad son lo que se llama cultura. La cultura es dinámica, esto quiere decir que no se mantiene rígida sino que está expuesta a cambios, pero tales cambios se dan generalmente paulatinamente y no automáticamente. ¿Por qué se da paulatinamente y no automáticamente? Porque el ser humano es de hábitos y costumbres, y casi siempre se resiste a los cambios. Y hay más resistencia al cambio si la persona está en el poder. 1

DOFOUR, Leon. Vocabulario de Telogía Biblica. Barcelona: Editorial Herder, 1965. p 500. RODRÍGUEZ, Ferney Yesyd.wwww.sindioses.org/ machismo.html. Consultado el día 20 de noviembre de

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Desde este ángulo cultural, donde los hombres tomaron la delantera, se montaron en el poder; pensemos en el cambio de pensamiento y de hábitos. ¿Es tarea fácil para Dios? Pues si la respuesta se da desde la omnipotencia de Dios, pues sí, es fácil. Pero si se da desde un Dios que sabe que la cultura se transforma paulatinamente, que el hombre no cambia sus hábitos porque le dicen que tiene que cambiarlos, sino porque entiende que cambiar hábitos le dignifica, le facilita la vida; entonces no es tan fácil la tarea. Leopoldo Cervantes hace el siguiente comentario en cuanto a la intencionalidad de normas y leyes en el Antiguo Testamento: “Así se podría resumir la intencionalidad del conjunto de textos que hace cortes transversales profundos en la vida de un pueblo que fue llamado por su Dios a establecer una alianza sellada por la aceptación de una ley que, en el contexto de la época en que fue “promulgada”, representó un avance sustancial en la crítica de las prácticas religiosas antiguas y comenzó a desvelar el rostro de un Dios atento a los intríngulis más detallados de la vida humana”3

La Biblia no es machista, sino que se escribe dentro de una cultura machista; la Biblia va en contra del machismo y buscando la dignificación de la Mujer. Ya el poema del sacerdotal lo declara: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Génesis 1:27). Otra forma de traducir este texto sería así: Entonces creó el Dios supremo a la humanidad parecida a él; la creo parecida a su imagen, hombre y mujer. Este pasaje muestra a hombre y mujer en igualdad creacional, dignificados por la misma intención de Dios que quiso que mujer y hombre llevaran su semejanza. “La diferencia de sexos es igualmente de orden creatural. El plural del v 27 (los creo) en contraposición intencionada con el singular lo creo, descarta toda suposición de que originariamente fuese creado un ente andrógino. Por voluntad de Dios el hombre no ha sido creado solitario, sino que ha sido llamado a decirse “tu” con el otro sexo. Para P el concepto total del humano no se contiene solo en el varón, sino en el varón y la hembra”4. Ésta teología veterotestamentaria ya da indicios de dignificación en la mujer, al ponerla al igual que el hombre en semejanza con Dios. De todas maneras no deja de aterrar la influencia cultural tan fuerte que había, que a pesar de tal revelación, sea el cuerpo sacerdotal el que deje a la mujer casi por fuera del culto. Para corroborar lo que se acaba de decir miremos un caso bien particular, el de la mujer parturienta, John H Walton,5 dice:

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CERVANTES, ORTIZ Leopoldo. www.lupaprotestante.com /a imagen de Dios.htm/ México, domingo 06 de septiembre de 2009/consultado el 20 de noviembre de 2009. 4 Gerhard, Von Rad. El Génesis. España: Ediciones Salamanca, 1982. p 71. 5 WALTON, John H; MATTHEWS, Victor H. Comentario del contexto cultural de la biblia Antiguo Testamento. Alabama: Editorial Mundo Hispano, 2003. p 131

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En las antiguas culturas era una creencia común que los demonios habitaban en la sangre menstrual. En Israel las emisiones corporales como las de la sangre menstrual o semen estaban muy relacionadas con la vida. Cuando el potencial para vida que ellas representaba no alcanzaba su fin, representaba la muerte y por lo tanto la impureza. Era común en las culturas antiguas, incluyendo a Egipto, Babilonia y Persia que la impureza por un nacimiento se viera como similar a la impureza del ciclo menstrual.

No se puede ignorar el elemento cultural para interpretar la vivencia religiosa. Muchas costumbres son un muro que se interpone ante lo esencialmente establecido por Dios. La idea de impureza por la sangre y el semen no es una costumbre religiosa que nace en Israel, sino que es una creencia de otras etnias o pueblos. Ahora bien, debe tenerse en cuenta que tal impureza no apunta tanto al hecho de desaprobar la mujer por su sangre menstrual partiendo de un pensamiento machista, pues la impureza no se da solo en el caso de las mujeres, sino también de los hombres cuando tuviesen flujo de semen. El punto no es el machismo, sino la creencia religiosa de ese tiempo. Ralph Gower6 dice que la impureza sexual no se debía a una verdadera contaminación debido al parto, sino que era un medio de proteger a la mujer de las relaciones sexuales en tiempos de debilidad y de posible turbación. Este modo de ver las cosas arroja luz sobre la norma que regía la costumbre israelita, para entender que no se trataba de machismo impuesto sino de solidaridad con la mujer. “Por tanto, hay que quedarse con la idea de impureza, que apunta entre otras cosas a proteger a la parturienta.” 7. Otro punto en el que vale la pena hacer una comparación es en el hecho de los días que daba la norma levítica de impureza en los partos; redondeando la cifra por dar a luz un niño 40 días y por parir una niña 73 días. Aquí hay que insistir en el elemento cultural, dado que “los persas y los griegos tenían restricciones similares relativas al ingreso a zonas después de dar a luz y muchas culturas requerían un periodo de purificación más largo para las jóvenes. Los Heteos consideraban inmundo al niño durante tres meses si era varón o 4 meses si era mujer”8 Claramente se ve que la norma levítica es menos estricta y puede decirse que se ha ganado terreno en comparación con las otras costumbres de otros pueblos. Los estudiosos no tienen claro el porqué se prolongaba el tiempo en el caso de las mujeres. Puede que las razones sean machista, cosa que no se puede asegurar y dar por hecho. Lo cierto es que aunque en el culto de Israel la mujer tiene acceso restringido, Dios no se deja limitar sino que interviene la historia del pueblo usando mujeres, “el Espíritu de Yahvé invade a algunas de ellas, GOWER, Ralph. Usos y costumbres de los tiempos bíblicos. Michigan: Editorial Portavoz, 1990, p 63 PIERRE,Buis. Lévitico la ley de santidad. Estella Navarra: Verbo Divino, 2003. p 18 8 WALTON, John H; MATTHEWS, Victor H. Comentario del contexto cultural de la biblia Antiguo Testamento. Alabama: Mundo Hispano, 2003. p 132 6 7

Editorial

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transformándolas al igual que a los hombres en profetizas, mostrando que su sexo no es un obstáculo para la irrupción del Espíritu”9. En una cultura donde la mujer es subvalorada, Dios mueve los estándares y realiza cambios y hazañas por medio de ellas. La verdad es que leer desde nuestro contexto cultural algunas prácticas del Antiguo Testamento nos causa estupor e indignación. Tal es el caso siguiente: "Y si vieres entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer, la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas, y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre un mes entero; y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu mujer." "Y si no te agradare, la dejarás en libertad; no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste."10

Ferney Yesyd Rodríguez al leer esta reglamentación dice que la Biblia es un compendio de escritos de tribus barbarás y está lejos de ser la verdad infalible de Dios. La verdad es que si uno lee esto con los avances que ha tenido el mundo en cuanto al respeto a tener con los prisioneros de guerra a la luz de los derechos humanos, no queda más que asombrarse. Pero si se lee consiente de lo que se vivía en aquellos tiempos donde se estaban gestando los grandes imperios, reinos que eran establecidos con la maquinaria de la guerra y donde la compasión no tiene lugar y los conquistados son tratados con desdén, no queda más que aplaudir a quienes lograron establecer normas para que el ejercito de su nación al ir a la guerra tratará con humanidad a las mujeres. La norma que vemos aquí, busca favorecer a la mujer. Raparse la cabeza, cortarse la uñas y quitarse el vestido de cautiverio es un rito de iniciación dentro de la nación. “la ley deuteronómica trata con el proceso de trasformación cuando eran adoptadas en la sociedad israelita”11. Todo el ritual apunta a la muerte de la antigua vida y el comienzo de una nueva. Eso indica que tales mujeres tienen los mismos derechos que cualquier mujer nacida en el país y que su posición no puede ser rebajada a la hora de divorciarse. Por último es pertinente que se toque el tema de la mujer en el matrimonio que nos es nada halagüeño pues su posición era siempre de inferioridad con respecto a los varones, debía estar fuera de la vista cuando llegaban varones, servía a los varones de la familia antes de comer ella, caminaba en tanto que los hombre cabalgaban.

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DOFOUR, Leon. Vocabulario de Telogía Biblica. Barcelona: Editorial Herder, 1965. p 500 Deuteronomio 21: 11-14. Reina Valera del 60. 11 WALTON, John H; MATTHEWS, Victor H. Comentario del contexto cultural de la biblia Antiguo Alabama: Editorial Mundo Hispano, 2003. p 2005 10

Testamento.

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“La mujer hebrea se encuentra toda su vida bajo la tutela del hombre, primero del padre, luego del marido y si queda viuda pasa a estar bajo la tutela de un pariente varón”12 Sin trata de justificar esa subordinación pueden señalarse que posiblemente contribuían a tales actos: la corta edad que tenían las mujeres al cazarse; en una edad tardía “los rabinos fijaron la edad mínima del matrimonio para las muchachas a los 12 años cumplidos, y los 13 para los muchachos”. Esto ya dice mucho del porqué la mujer mantenía bajo la tutela del padre hasta que se casara. Cuando había un nacimiento daba más alegría cuando nacía varón que cuando nacía niña. La razón es que “los varones eran considerados una verdadera bendición. Los hombres permanecían en la familia, que aumentaba de tamaño y riqueza con mujeres y más niños. Las niñas por otra parte solo aportaban el trabajo que pudieran hacer de jóvenes y por el precio que sería pagado por ellas como compensación cuando se fueran a otra familia”13 Eso no es difícil de entender, porque aun en nuestra cultura se practica algo parecido, cuando se está pensando en el ensanchamiento del apellido, una niña no ayuda para nada, pues solo en el varón se da la extensión del nombre de la familia. “la alta estima que se tenía de la gran familia se refleja…en el hecho de que el antiguo testamento se representa como una gran familia no solo a Israel con su patriarca Jacob y los descendientes de los hijos de Jacob, sino también al conjunto de naciones”14 Las mujeres hacían crecer otras familias, los varones hacían crecer la propia familia, de allí que la familia que se llevará la mujer tenía que pagar el moar, que podía ser usufrutuado por el padre, pero no podía ser vendido, dado que se tenía que guardar para la muchacha (esposa) en caso de divorcio o viudez. En cuanto a la participación de la mujer en el hogar, su estima aumentaba cuando tenía hijos, los que le debían el mismo respeto que a su padre; una falta contra la madre es tan castigable como cuando hace contra el padre. En este punto vemos una igualdad. Las decisiones no siempre eran tomadas por el varón sin consentimiento de la mujer, ella no era un cero a la izquierda como algunos han querido hacerlo ver, R de Vaux15 dice: Los relatos que nos permiten entrar en la intimidad de una familia israelita nos presentan a la mujer amada y escuchada por su marido, y tratada por él como igual; por ejemplo la madre de Samuel, 1Sam 1:4-8,22-23; la 12

HORST, Dietrich, Preus. Teología del Antiguo Testamento. Bilbao: Editoria Desclée de Brouwer,1999. p 186.

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GOWER, Ralph. Usos y costumbres de los tiempos bíblicos. Michigan: Editorial Portavoz, 1990, p 65

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HORST, Dietrich, Preus. Teología del Antiguo Testamento. Bilbao: Editoria Desclée de Brouwer,1999. p 180.

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R de VAUX. Instituciones del Antiguo Testamento. Barcelona: Editorial Herder, 1964. p 75

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mujer de Sunen 2Re 4:8-24 los dos ancianos matrimonios del libro de Tobias, y no cabe duda de que ésta era la condición ordinaria. Era conforme con las enseñanzas del Génesis: Dios había creado a la mujer como una ayuda adecuada al hombre y la que el hombre se uniría.

De esta manera “Varón y mujer viven uno frente al otro (en relación al otro) no es que la mujer haya surgido para servicio del varón, como a veces se traduce equivocadamente el texto ezer kenegdo (Gn 2:20). Aquí se habla de ayuda semejante: compañera en el camino de realización. La mujer hace varón al ser humano, al macho imperfecto e indefinido. Y el varón hace mujer a la que sólo aparecería como hembra. Ellos viven el uno para el otro y los dos se hacen personas mutuamente.”16 Por otro lado la esposa israelita tiene una situación muy distinta a la de las esclavas, un hombre puede vender su esclava, puede vender su hija, pero no puede vender a su esposa, ni siquiera en el caso de que la haya adquirido como cautiva de guerra. La mujer cuando es repudiada viene a ser protegida por el acta de repudio que le confiere su libertad y tiene derecho por lo menos una parte del moar. No puede decirse que las prácticas del Antiguo Testamento son el ideal de Dios o de los seres humanos para tratarse entre sí. Tampoco se pueden tomar estas costumbres y aplicarlas en nuestro contexto latinoamericano y más concretamente Colombiano. Pero mucho menos se puede tomar la Escritura y descalificarla por encontrar prácticas inhumanas según nuestra mirada posmoderna. Decir que no hay machismo en la literatura Bíblica, es tratar de tapar el sol con un dedo, es cerrar los ojos a la realidad, pero es igual de injusto ignorar que hubo un esfuerzo por defender los derechos de la mujer, que Dios mostró su voluntad por una igualdad entre hombre y mujer y por la participación de la mujer en su proyecto salvífico. Y no solo en el caso de tener hijos, que no es algo despreciable, sino también en la intervención como caudilla del pueblo, en el caso de Débora que fue respaldada por el mismo Dios. ¿Que los casos dados fueron pocos? Sí, como también lo es hoy, donde tanta mujer sigue siendo explotada y rebajada, y no solo desde el ámbito de la comunidad cristiana, sino desde la misma academia, la industria, el comercio, el gobierno. Pero eso no nos da el derecho de despreciar el esfuerzo que se hizo y el que se hace hoy, no solo desde la Iglesia o la teología, sino desde muchos otros campos e instituciones. En materia de normas es muy difícil apoyarnos en el Antiguo Testamento, pero en el campo teológico si lo podemos hacer, pues claramente se ve a Dios obrando y dignificando la mujer. La Biblia no debe ser rechazada o subvalorada en este dialogo tan importante que se viene dando, se debe valorar el esfuerzo que se dio para evitar que la cultura cayera con más peso sobre la mujer. 16

PICAZA, Xavier. Para leer la historia del pueblo de Dios. Estella Navarra: Editorial Verbo Divino, 1990. p 278.

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¿Hay machismo en la Biblia? Si hay machismo en la Biblia y muy marcadamente en el Antiguo Testamento.

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