El Superhombre

El Superhombre Nietzsche fue un filósofo vitalista considerado como uno de los pensadores contemporáneos más influyentes

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El Superhombre Nietzsche fue un filósofo vitalista considerado como uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del Siglo XIX. Al ser vitalista, Nietzsche llevo una vida existencial, preocupándose solamente por llevar exitosamente su vida terrenal, sin que le importara el mundo intangible, pues para él “yo existo mientras tenga vida”. Nietzsche define al “superhombre” como un hombre nuevo, el cual aparece luego de la muerte de Dios; Al decir “Dios está muerto” Nietzsche se refiere a que Dios está muerto para el hombre, en el sentido de que Dios ya no lo mueve; se refiere a que los hombre de ahora ya no viven ni actúan por su causa y él propone buscar algo más que mueva al ser humano. Cuando el hombre logra comprender este significado se da cuenta que es necesario hacer una transmutación de valores, y así comienza su transformación. Nietzsche critica a la moral cristiana, crítica a los diez mandamientos, diciendo que estos son limitantes, que impiden que el hombre logre trascender, porque según él, al seguir la moral cristiana y los diez mandamientos nos preocupamos por los demás y dejamos de un lado nuestros intereses; también compara a los cristianos como esclavos, afirmando que estos siempre están por debajo de los demás. Para Nietzsche el hombre pasa por tres etapas: 

Camello: Este se caracteriza por la humildad, el sometimiento, el saber soportar con paciencia las pesadas cargas, la carga de la moral, del resentimiento hacia la vida.



León: Cuando el hombre logra transformar su espíritu se convierte en un león, aquí el león representa al hombre como crítico, como alguien que no se somete a ninguna

autoridad y no acepta ninguna doctrina que no sea apoyada con pruebas y que destruye los valores establecidos. 

Niño: Para Nietzsche cuando el hombre llega a ser como un niño, es capaz de transmutar sus valores, de inventar y de imaginar; es aquí cuando se llega a ser un superhombre.

El superhombre no se puede identificar con una clase social con privilegios que le puedan venir por la tradición o por su poder social, ni con un grupo definido biológicamente, pues los genes no son una garantía de excelencia. Pero se pueden reconocer a partir de su conducta moral: 1. Rechaza la moral de esclavos: El superhombre no acepta la humildad, la mansedumbre, la prudencia que esconde cobardía, la castidad ni la obediencia como sometimiento. 2. Rechaza la conducta gregaria: Según Nietzsche somos como un rebaño, somos mansos y nos dominan fácilmente; pero el superhombre detesta la moral del rebaño, la conducta de los que siguen a la mayoría, de los que siguen normas morales ya establecidas; como consecuencia de su capacidad y determinación para crear valores, no los toma prestados de los que la sociedad le ofrece, por lo que su conducta será distinta a la de los demás y así logra salir del rebaño y convertirse en un superhombre. 3. Crea valores: el primer rasgo del superhombre es precisamente éste: él inventa las normas morales a las que él mismo se somete; pero este rasgo no es suficiente para definir al superhombre, pues no vale que invente cualquier valor, él ha de crear valores que sean fieles al mundo de la vida y que le permitan expresar adecuadamente su peculiaridad, su propia personalidad y riqueza. 4. Vive en la finitud: no cree en ninguna realidad trascendente, ni en Dios ni en un destino privilegiado para los seres humanos, una raza, una nación, o un grupo; no cree que la vida tenga

un sentido, que no sea el que él mismo le ha dado; acepta la vida en su limitación, no se oculta de las dimensiones terribles de la existencia es decir el sufrimiento, la enfermedad, la muerte. 5. Le gusta el riesgo: El superhombre no se inmuta ante las nuevas experiencias, se siente bien ante los caminos no frecuentados, el enfrentamiento, las pruebas difíciles; no está preocupado ni por el placer ni por el dolor, ni propio ni ajeno, pues pone por encima de ellos el desarrollo de su voluntad y de su espíritu; es duro consigo mismo y con los demás, es valiente, no huye del dolor ni de ninguna forma de sufrimiento, porque sabe que de estas experiencias puede salir enriquecido, puede crecer. 6. Es contrario al igualitarismo: ama la exuberancia de la vida, le gusta desarrollar en él mismo y en los demás aquello que les es más propio; no tiene miedo a la diferencia. 7. Ama la intensidad de la vida: la alegría, el entusiasmo, la salud, el amor sexual, la belleza corporal y espiritual; puede ser magnánimo, generoso, como una muestra de la riqueza de su voluntad. En conclusión para Nietzsche todos los hombres deben buscar convertirse en superhombres, pero él también sabe que muy pocos logran esto; él explica que lo principal para que esto ocurra es transformar nuestra alma y convertirla en un niño, para así poder transmutar valores y dejar atrás la moral cristiana que nos impide crecer. Para él no tenemos que preocuparnos de los juicios de los demás, ya que según él no hay juicios verdaderos ni falsos, solo importa lo que yo crea. Nietzsche cree que el fin justifica los medios, para él no importa lo que se tenga que hacer, pero siempre hay que mantener el poder, para lograr esto, el superhombre es capaz de pisotear a quien sea que se interponga en su camino.