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El Sufrimiento de los Justos: Un estudio sobre Job (Parte I) DICIEMBRE 24, 2007 / OS

Por Ana Isabel Peñate de Salazar Sufrir cuando pecamos tiene mucho sentido porque decimos que eso es justo. Al final el pecado trajo consecuencias y al momento de ser corregidos se siente difícil, de pronto se quisiera ignorar los acontecimientos. Pero cuando se sufre por injusticia, también hay incomprensión de parte del individuo que sufre porque no concibe la razón de su sufrimiento. Pese a que es beneficioso y que después de la tormenta vienen bendiciones, no se puede negar que en el momento de la prueba se quisiera huir y dejar de lado eso que agobia y atormenta quitando en varios momentos la sonrisa, dando como resultado tristeza. En el presente trabajo se tratará de responder ¿Por qué es que sufren los justos en Job?. El sufrimiento El sufrimiento se basa en las pruebas que se atraviesan en la vida, tal como lo revela el libro de Job. La contrariedad de ello es cuando se sufre por pecado. Pero en el caso de Job se narra el sufrimiento por la pérdida de los criados ( Job 1:15), de los animales (1:16-17), los hijos (Job 1: 18-19). Pero al mismo tiempo su propia enfermedad (Job 2:7-8) y una mujer que le es piedra de tropiezo (Job 2:9) y finalmente el desconsuelo que le brindan sus amigos (Job 2:11). En Israel, se creía que el sufrimiento era el resultado de la desobediencia humana. Sin embargo la preocupación de las grandes mentes de los antiguos tiempos fue ¿por qué sufre el justo?. 1 quizás hubieron momento en los que se llegó a desconocer porque sufrían si no debían nada. Claramente este sufrimiento no se originaba de la nada, tenía un origen. Era Dios mismo que permitía el sufrimiento, pero no era él quien lo causaba, sino el mismo Satanás quien se dedicaba a poner en mal a aquellos que estaban bien delante de Dios para ver como era que blasfemaban a su Dios (Job 1:8-11). Bíblicamente, se nota cómo Satanás lucha por buscar la debilidad de los seres humanos para ver si ellos reniegan de una u otra forma de aquel que les ha bendecido grandemente. Si cada persona lectora del libro de Job al leer el libro concibe aquellas imágenes narradas alrededor del libro, se dará cuenta de que Job estaba en una situación que nadie desearía ni siquiera pensarlo, obviamente el inicio es desastroso y los sufrimientos son correlativos, parece que no hubo tiempo para que Job respirara

cuando otra persona le cuenta los siguientes sucesos, hasta el momento que no solo es quitado de lo que poseía sino que él mismo es saqueado con una enfermedad que nadie desearía tener. Pensar en el sufrimiento de los justos, naturalmente se catalogaría como algo inmerecido. En el inicio del relato pareciera que Dios está abandonándolo o ignorándolo porque no se ve respuesta de Dios alguna, más bien pareciera como si Dios se rehusara a responderle y a defender su causa. El sufrimiento de Job era por todos lados, era físico, emocional, pero también espiritual, pese a su vida espiritual que mantenía hacia Dios. Sin embargo al final de la historia se ve que Dios muestra su justicia dándole muchas más grandes bendiciones, pero mientras el sufrimiento del hombre justo está, se desconocía el propósito que el creador tenía. El sufrimiento no es absurdo. Tiene su sitio y su sentido en el proyecto de Dios y en el misterio de Dios y del hombre.2 Retrocediendo un poco a los tiempos antiguos, los investigadores revelan que en la temprana historia de Israel los hombres estaban satisfechos por la seguridad de la justicia y la bondad de Dios. Ellos sabían que Dios castiga al justo y premiaba al bueno.3 El libro no responde la pregunta del Porqué sufren los justos?, solo revela sus propósitos. El Justo Job es descrito como un hombre rico, pero temeroso de Dios (Job1:1); esto aparentemente era suficiente para que Job no pasara por el sufrimiento y esto es precisamente lo que provoca la incertidumbre en los amigos de Job quienes no conciben como es que él puede sufrir siendo un hombre leal a Dios y por eso concluyen que solo el pecado hace que los hijos de Dios sean castigados, desconociendo así los verdaderos propósitos de Dios.4 Job no es alguien rebelde, desobediente a Dios, pese a las grandes pruebas que atravesaba, pese a que su mujer le incitara a maldecir a Dios. Job continuó bendiciendo a Dios, de quien vienen todos los bienes y los males (Job 1:21)5. Se ve también que a lo largo del desarrollo de la historia, solamente dudo del carácter de Dios, pero nunca pensó hacer lo que su mujer en determinado momento le había sugerido, ni siquiera cuando sus amigos lo cuestionaban. Hay muchos que han sufrido cosas similares, pero hay pocos que han sufrido más que él.

Job no negaba su naturaleza pecaminosa, él mismo confesaba ser miembro de la raza caída de los hombres, al igual que sus contemporáneos, pero él había buscado a Dios con sinceridad y verdadero afán (Job 1:5) procurando orientar su vida y la de sus hijos según la voluntad de Dios. Podría decirse entonces que Job era un hombre que tenía verdadera madurez espiritual, que corresponde a un hombre que aprende de la escuela de Dios, pero aún le faltaban lecciones por aprender, pero en él se manifestaba el principio y la sustancia de la verdadera sabiduría divina.6 El papel de Dios y la actitud de Satanás Ciertamente Dios conocía a Job como su siervo fiel. De hecho cuando antes de que Dios le diera permiso para tocar su cuerpo, le hace ver cómo era su siervo (Job 1:8). Aquí es donde se ve claramente que Satanás aunque tiene dominio sobre gran parte del mundo, no lo podía tener sobre Job, porque Dios tiene control de sus hijos y nada sucede sin su permiso. Para Dios no había causa alguna para que Satanás atentara en la vida de Job. Sin embargo Satanás pensó que era un materialista y que al quitarle las posesiones fácilmente blasfemaría de Dios. De manera que para Satanás Job servía a Dios por interés en lo que Dios le daba a cambio y al quitarle lo que poseía desaparecía el temor de Job para Dios. Por ello Dios utilizó al patriarca para callar a Satanás, para que él se diera cuenta de la clase de hijo que Job era.7 Lo que Satanás hizo fue porque Dios lo permitió y según él de esa manera conseguiría el éxito y se dio cuenta de que las posesiones no eran la prioridad en la vida de Job. Aparentemente Satanás creería que todo aquel que profesaba servir a Dios lo hacía hipócritamente, pues Job utilizaba la religión como medio para prosperar, pero olvidó que su comprensión era limitada, pues aunque sepa mucho no es omnisciente.8 Lo maravilloso es ver que en medio de los desastres ocasionados Job se mantiene firme, a pesar de que el mismo Satanás incita a su propia mujer para que blasfeme de Dios (Job 1:21) con tanto mal que está recibiendo aún sabiendo que el malo era él y no Dios, pues lo que sucedía era porque él mismo había incitado a Dios para atentar contra las posesiones de Job. Pero la respuesta de Job seguramente sorprende a Satanás quien se dio cuenta de que Job bendijo a Dios porque así como él daba él quitaba (1:21, 2:10). Dios de ninguna manera deseaba el desastre para Job porque como Padre también se duele del sufrimiento de los suyos, pero el gobierno de Dios permite el mal para que del desastre salgan bienes muchos más importantes que las pérdidas

(Job 42:10-17). Job fue un campeón y Satanás al final se dio cuenta de que existen verdaderos hijos de Dios que le sirven por amor y no por intereses materiales. Es Dios quien llama la atención de todos hacia su siervo Job quien mantuvo su integridad como siervo del altísimo, a pesar de las trágicas perdidas y de su estado físico. Job a pesar del dolor insoportable, de la picazón de las llagas llenas de gusano (2:7-8), él pudo expresar sus razones delante de Dios y de sus amigos al buscar luz sobre los sucesos que atravesaba, su deseo por explorar los caminos de Dios eran grandes9. Al parecer mientras sufría Dios se alejaba de él, sin embargo llegó el momento en que Dios hace justicia y da la recompensa. ¿Dónde está Dios en las pruebas?. Dios estaba donde ha estado siempre, donde está ahora. En la voz interna de la conciencia. En el susurro apacible y delicado. En la cercanía de tu corazón. En el fondo de tu alma. Al alcance de tus deseos. En las puertas mismas del llanto, del dolor, del sufrimiento, con la esperanza de limpiar cada lágrima de tus ojos con su manto de amor. Luego de deterse a observar el texto sagrado del libro de Job, podemos deternos a mencionar nuestra lectura de nuestro tiempo. De esto trata esta segunda sección de este trabajo sobre el sufrimiento. El sufrimiento de los justos en la Iglesia En nuestros días también se refleja el sufrimiento de los justos, Satanás sigue como acusador para desligar al hombre de Dios. Siempre anda en busca como león rugiente viendo a quien puede devorar (1 Pedro 5:8). Al igual que los amigos de Job, mucha gente considera que muchos cristianos sufren porque están en pecado y como resultado de ellos están recibiendo el castigo merecido de Dios. Pero esto no es cierto en muchas ocasiones, puesto que algunos son probados sin darse cuenta de que es lo que han hecho y como Job no entienden porque padecen tal o cual situación. Lo único es que cuando alguien se acerca o ellos mismo se acercan a la Palabra se dan cuenta de que Dios tiene propósitos en la vida y que nada pasa que Dios no pueda solucionar o que tenga propósito alguno. El libro de Job da a conocer que sí existen propósitos cuando suceden las pruebas. En nuestros tiempos necesitamos a hombres y mujeres que no se acobarden sino que estén dispuesto a defender su fe. No hay duda que muchas personas se pueden identificar con Job aunque no todas han pasados estas difíciles circunstancias. Los cristianos de hoy que también sufren deben de tomar el modelo de Job como un hombre ejemplar en su comunidad, un hombre recto despegado de los bienes materiales y

centrado en su Dios. Al igual que Job, el creyente de hoy en día adopta una actitud durante la aflicción.1 El cristiano de hoy en día también está retado a no abandonar a Dios en medio de las adversidades, aún cuando sufra intensamente, puede dudar pero no negarlo y como Job estar dispuesto a decir “Yo sé que mi redentor vive” ( Job 19:25). Bendecir a Dios en medio de las circunstancias también es reto que no solo se debe de hablar sino de practicar cuando el cristiano se enfrente a las situaciones. Algunas iglesias se han dedicado a decirle a la gente que al venir a Cristo los problemas se acaban . todo esto contrario a lo que la Palabra dice porque ella misma asegura que en el mundo se tendrán aflicciones, pero se debe de esta confiados porque Dios ha vencido al mundo. La Biblia no exceptúa las aflicciones porque ellas son parte de la vida, son ellas las que nos hacen madurar y reconocer que pertenecemos a un Dios que también da la salida y colma de bendiciones a aquel que sin causa justa sufre en este mundo. Lo cierto es que el hombre no puede comprender los propósitos de Dios al infligir los sufrimientos al justo, no puede conocer sus secretos, pero puede y debe adorar la divina sabiduría incluso cuando no comprende. Sufrir como sufrió Job no es fácil, pero en la iglesia actual se necesitan de hombres consagrados a Dios y que cómo resultado de ello resistan a Satanás teniendo la plena certeza de que Dios está de su lado, que se puede acercar a él lleno de seguridad y confianza, gracias a la fe en él. Debe de atreverse a ponerse así mismo y a poner al mundo entero en la mano de Aquel que puede disponer de él para la muerte y para la vida. No hay duda que las pruebas tienen un porque, en muchas veces la prueba es enviada para educarnos en una vida rendida y resistir es negarse a aprender. El cristiano vive en un mundo lleno de sufrimiento donde muchas veces sufre injustamente y tiene que saber esperar en la justicia divina. El sufrimiento del justo en el mundo A los ojos de la gente que no conoce de Dios, sabe que el mundo sufre, ya sea de una u otra forma. Nadie dice en este mundo que nunca ha sufrido que siempre es feliz. La misma situación del mundo hace que muchos injustos sufran y que aquellos que viven en la maldad, también sufran en el día que se les llegue cuando Dios derrama justicia sobre la nación.

La gente sin cristo sabe y reconoce de donde se origina la maldad, sin embargo rechazan a Dios al no aceptarlo como salvador de sus vidas. En el mundo hay maldad, pero porque se alejan de Dios y se abocan a las cosas que Satanás ofrece aún sabiendo que la recompensa es sufrimiento en este mundo y cuando Cristo venga. El mundo cree ser sabio, pero la sabiduría solamente se encuentra en Dios(Job 13:23), aún cuando acumule tesoros en la tierra. La sabiduría de Dios en el hombre se centra en el temor, pero el temor no está en el corazón de aquellos que no le conocen. Al igual que los cristianos, los incrédulos tampoco entienden como es que sufre aquella persona que no debe nada, porque para ellos los que hacen y viven en la maldad son los que deben sufrir y de hecho algunos se toman la justicia por su propia mano, otro votan a favor de aquellos que van a castigarles duramente. En esta última parte comparto lo que considero, es una alternativa para responder y sobrellevar el sufrimiento humano. Recordar los hechos de los amigos de Job hace recordar como en la actualidad muchos en vez de ayudar a aquel que sufre mejor lo juzgan. Algunos cristianos en la actualidad en vez de abocarse a ayudar a la gente que sufre mejor investiga y saca conclusiones personales del porqué fulano o mengano está sufriendo o ha pasado por x sufrimiento. Se olvidan de la consolación de que somos un cuerpo en Cristo y que necesitamos ser unidos ayudándonos mutuamente. Se suele lastimar a los demás fácilmente como jueces y se olvida de que Dios odia al pecado, pero es tierno y compasivo con el pecador. El error más grande de los amigos de Job fue acusarlo de pecado y no le creyeron, ellos no aprobaron sus palabras y en vez de animarlo lo desanimaban queriendo que él aceptara que había pecado y debía de arrepentirse (Job 4-5; 8; 11; 15; 20, etc.). Es necesario dedicarles tiempo a aquellos que sufren El libro de Job señala que sus amigos pasaron mucho tiempo con él pero que en determinado momento llegaron a fastidiarlo. En nuestras iglesias se tiene el problema de que hay mucha gente que pasa tan ocupada que no tiene tiempo para aquellos que pasan por grandes pruebas, se olvidan de las necesidades de sus hermanos y que aquellos que sufren les agradaría por lo menos que se les diera una nota o les brindaran el cariño respondiendo a sus necesidades de expresar lo que sienten.1 El padre por lo general cuida de sus hijos porque los ama y son parte de él. Los cristianos también son parte del cuerpo de Cristo y necesitan la ayuda de aquellos que por el momento quizás no están pasando por diferentes dificultades.

Ayudarles a confiar en la soberanía de Dios es básico para aquellos que viven en algún momento las pruebas. Job ignoraba que Satanás actuó con el permiso de Dios, pero no sabía que Dios tenía un propósito determinado para su vida y la de aquellos que nacerían después. Cuánto más significativo es cualquier situación en la vida y qué gozo y consuelo brinda al corazón humano, cuando estamos dispuestos a lo milagroso en todas las cosas. Por su parte aquellos que sufren deben ser pacientes y esperar que Dios obre. Los cristianos podemos sufrir con paciencia, porque al final el sufrimiento producirá una cosecha espiritual y más aún porque en el tiempo elegido por Dios su Hijo volverá como la mayor recompensa por la espera y la tarea del creyente. El creyente debe pedirle a Dios que le de amor por aquellos que sufren El amor es la máxima expresión del mandato divino, hemos sido llamados a amar a nuestro prójimo. Cuando se haga difícil acompañar a alguien en el dolor, se debe pedir a Dios que sea el mismo que lo de y que además seamos sensibles ante las situaciones que se da y sobre todo pedir sabiduría para bendecir las vidas de las personas y no dañarlas con los comentarios que se hagan (Rom. 12:15). La persona que sufre necesita a alguien a quien pueda contarle sus penas o compartir su silencio, Jesús también lo demostró al unirse al dolor de muchos quebrantados (Luc. 7:13). En la medida de lo posible también se debe de compartir nuestras posesiones materiales, por el mismo hecho de que hay gente que ha perdido sus posesiones materiales. En el libro de Job no se ve un interés de parte de los amigos, para ayudarle a Job y darle un ambiente diferente y no simplemente criticarlo. Cuando nos acercamos a aquellos que sufren también debemos de tomar un tiempo para orar con ellos y compartir pasajes bíblicos. Se debe de acompañar a los justos en su dolor y con nuestra conpañia y amor hacer que las pruebas sean menos cargadas o difíciles teniendo el apoyo de los hermanos en Cristo. Los sufrimientos en la vida no se pueden hacer de lado, existen y se deben de enfrentar. Sin embargo el creyente a diferencia del mundo cuenta con la ayuda de Dios en todos los aspectos de su vida. Pese a que hayan algunas veces que no se entienda la razón del sufrimiento, hemos de pensar en que Dios está al control de todo lo que nos sucede y que tiene propósito lo que sufrimos aunque en el momento sea algo incomprensible y sin sentido porque en ocasiones se sufre sin causa alguna.

El creyente no debe de ignorar el papel de Satanás en este mundo y que él es un medio para quererse burlar de Dios y hacernos el mal, pero sobre todo Dios no lo permitirá porque dará la victoria y la mejor salida aún cuando el creyente sienta desmayar. El creyente sabe que con la presencia de Dios, no tiene que temer sino aferrarse a él, pero el incrédulo debe de buscarlo para contar con su ayuda como hijo suyo y no como creación, sabiendo que le pertenece a él. Los creyentes estamos llamados para apoyarnos los unos con los otros en nuestras dificultades sabiendo que el que sufre necesita amor, que se le escuche con atención y sobre todo leerle la Palabra de Dios y orar con él.