El Resumen

DOCUMENTO INFORMATIVO DE LENGUA Y LITERATURA II SOBRE DIAGRAMAS DE SÍNTESIS, FIGURAS METODOLÓGICAS COMO TÉCNICAS DE ESTU

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DOCUMENTO INFORMATIVO DE LENGUA Y LITERATURA II SOBRE DIAGRAMAS DE SÍNTESIS, FIGURAS METODOLÓGICAS COMO TÉCNICAS DE ESTUDIO. EL RESUMEN La palabra resumen proviene del latín y significa re ‘volver a’ – summa ‘parte esencial de algo’. Sería como ‘volver a decir lo esencial’. El resumen es un texto que transmite la información importante de otro texto, de manera abreviada. El texto original se denomina texto base, y el resumen es su reducción. Hay distintos tipos de resúmenes, entre ellos encontramos: el resumen de repaso, el resumen de lectura, el resumen de apuntes, el resumen de experiencia. Elaboramos resúmenes cuando respondemos preguntas en las pruebas, cuando contamos algo que paso, o que leímos. Siempre estamos resumiendo. También podemos encontrar resúmenes en los copetes de los diarios, en las reseñas de los libros, en los comentarios de las películas. A veces se usa indistintamente la palabra resumen y síntesis, como si fueran sinónimos. Pero no lo son. El resumen es la reducción de un texto base utilizando las mismas palabras del autor. La síntesis, en cambio, sería la reducción en la que se usan palabras propias. Resumir es condensar lo más importante del texto, utilizando las palabras necesarias que nos den la idea principal del texto. Lo importante de un texto depende de qué tipo de texto sea el que leemos. No es lo mismo lo importante de un cuento que de un manual de anatomía. Para saber a qué tipo pertenece el texto, es necesario leer algunas pistas como: el título, los subtítulos, las fotos, los gráficos, etc. Los distintos tipos de textos que podemos encontrar son: argumentativos, en los que el autor intenta persuadir o convencer al lector de que la hipótesis que él sostiene es verdadera; informativos, a través de ellos, el autor pretende transmitir información o algún tipo de saber; narrativos, narran acciones que les ocurren a personajes en un tiempo y lugar determinados; descriptivos, brindan detalles sobre algo o alguien; instructivos, buscan que el lector realice alguna acción sobre la base de las instrucciones que brindan. Estos tipos pueden mezclarse, en una novela, por ejemplo, puede haber descripción, información, argumentación. Leer por primera vez el texto, nos permite captar el sentido general y tener más claro el tema anunciado en el título. Además

podremos detectar qué aspectos específicos trata, (por ejemplo, ubicación temporal y espacial de los hechos si es un texto de ciencias sociales); y también darnos cuenta del grado de dificultad que tenemos para la comprensión de lo que leemos. Luego de la primer lectura, viene la lectura comprensiva en la que intentaremos comprender cada parte del texto. Es importante que tengamos presente que si hay algo que no entendemos podemos marcarlo para consultarlo con un diccionario o preguntarle a alguien que nos pueda dar la respuesta. Durante esta segunda lectura, es útil escribir al lado de cada párrafo una síntesis de su contenido. Esta síntesis ayuda a no olvidar lo comprendido y a organizar la información en el momento de escribir el resumen. Para que no nos queden dudas acerca de nuestra comprensión del texto, podemos hacernos dos preguntas: 1) ¿Qué quiere expresar el autor? 2) ¿De que trata exactamente? Una vez realizada la lectura comprensiva comenzamos a subrayar, primero los títulos (que nos dan la idea global del tema) y subtítulos (que nos aportan datos complementarios que pueden sernos útiles). Luego subrayamos las ideas principales, que son aquellas que si no están hacen que el texto pierda sentido. No es necesario subrayar artículos, conjunciones, preposiciones. Sí es conveniente subrayar sustantivos, verbos, adjetivos, fechas y nombres propios. Los ejemplos no se subrayan. La cantidad de palabras subrayadas no debería ser superior a la cuarta parte del total del texto (aunque puede haber excepciones: cuando el texto es muy largo o que brinda muchos conceptos importantes). Luego de subrayar lo ideal es hacer un esquema. En el esquema aparecen las ideas centrales, a través de él puede apreciarse la estructura del texto. Para hacer el esquema hay que tener en cuenta lo que subrayamos y también las anotaciones que hicimos al lado de cada párrafo. El esquema es importante porque nos va a servir de guía a la hora de escribir el resumen. En el resumen podemos utilizar nuestras propias palabras pero sin alterar lo que expresó el autor. Los términos técnicos o específicos debemos conservados. Un buen resumen debe ser breve, completo, lógico, bien organizado, muy claro y sencillo de entender. Para que logremos esto, debemos utilizar conectores, controlar que no haya repeticiones y debemos cuidar la coherencia y cohesión. Un texto es coherente cuando se desarrolla en torno a un tema, no se va por las ramas, ni

expone conceptos débilmente relacionados con él; la cohesión, hace referencia a la correcta relación entre las distintas partes del texto. Es conveniente hacer un borrador primero. Una vez listo el primer borrador, debemos corregirlo y eliminar o sustituir las palabras repetidas. Resumir es una estrategia de estudio porque todas las estrategias que utilizamos para resumir el texto base son modos a partir de los que nos vamos apropiando de la información. Los estudiantes que elaboran resúmenes de los textos leídos recuerdan más información que los que no lo hacen. El resumen nos puede servir para repasar el estudio de un tema. A los resúmenes es conveniente que los abrochemos y ordenemos, les pongamos título, y la referencia bibliográfica del texto base: APELLIDO, Nombre del autor (año de edición): Título del libro. Editorial. Lugar de edición.