El Relieve

EL RELIEVE. PROCESOS INTERNOS. La evolución del relieve se debe fundamentalmente procesos: PROCESO INTERNO Y PROCESO EXT

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EL RELIEVE. PROCESOS INTERNOS. La evolución del relieve se debe fundamentalmente procesos: PROCESO INTERNO Y PROCESO EXTERNO.

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Los procesos internos o endógenos son los que tienen su origen en el interior de la Tierra y se relacionan directamente con el movimiento de las placas tectónicas. De acuerdo con la dirección del movimiento de cada una, las placas se clasifican teniendo en cuenta el borde que presentan: BORDES DE CONVERGENCIA: Cuando dos placas se unen, una de ellas se eleva formando una cordillera y la otra se hunde en el magma y se funde por la acción del calor. Por ejemplo la cordillera de los Andes está formada por el borde de convergencia entre la placa Sudamericana y la placa de Nazca.

BORDES DE DIVERGENCIA: Cuando dos placas se alejan una de otra, dejan una cavidad que es ocupada por los océanos. El magma sale a la superficie y forma encadenamientos de volcanes bajo el océano. Por ejemplo, el océano Atlántico está formado por el borde de divergencia entre la placa sudamericana y africana, en el medio de océano; exactamente en el límite entre ellas, hay una cordillera submarina denominada Dorsal Mesoatlántica.

BORDES TRANSFORMANTES: Cuando dos placas se desplazan en forma lateral no generan cambios en la altura del relieve, pero sí en la forma de los continentes. Por ejemplo, en el oeste de América del Norte, las placas Norteamericana y Pacífica se desplazan lentamente y cambian la forma de la costa del continente americano.

Estos procesos internos se manifiestan principalmente a través de la actividad volcánica, la actividad sísmica y la actividad tectónica; los desplazamientos de las placas actúan sobre las regiones estables de la corteza, ocasionando las fracturas y desplazamientos de rocas, que pueden medir desde unos pocos centímetros hasta muchos kilómetros, originando lo que conocemos como fallas.

Los sísmicos son los terremotos y maremotos, mejor conocidos como “tsunami” en la actualidad. Los terremotos son movimientos bruscos de la corteza terrestre y se diferencian en terremotos y tsunami dependiendo del hipocentro de los mismos: si está situado en tierra firme se habla de terremoto y si está situado debajo del mar, las grandes olas que generan toman el nombre de tsunami.

El hipocentro es donde, en el interior de la Tierra se genera el terremoto (se define superficial cuando está situado entre los 70 km de profundidad, pero puede generarse hasta los 700 km de profundidad, en el interior de la Tierra), mientras que el epicentro es el punto directamente arriba del hipocentro, en la corteza terrestre. Los terremotos son provocados por acumulación de energía (más que todo de origen tectónica) en el interior de la corteza terrestre que en algún momento tendrá que liberarse. Su magnitud se mide con la escala de Richter, que representa la energía sísmica liberada en cada terremoto y es basada en el registro del sismógrafo. Las zonas con mayor actividad sísmica son: el “cinturón de fuego del Pacifico”, la “franja mediterráneo-asiática” y las “dorsales oceánicas”. Los tectónicos se dividen en movimientos epirogénicos y orogénicos, agentes modificadores muy lentos. Los epirogénicos son ascensos o descensos (movimientos verticales) de la corteza terrestre, de extrema lentitud y afectan a los continentes: se pueden notar en playas levantadas sobre el nivel del mar, o

en tierras sumergidas por el avance de los mares. Los movimientos orogénicos producen deformaciones y plegamientos de los estratos por causas horizontales formando así las montañas; están concentrados en dos cinturones el peripacifico y el mesogeico. Los volcánicos son el magmatismo que puede ser externo y se conoce como volcanismo (el magma sale de la corteza terrestre en erupciones de diferentes tipos), o interno y se conoce como plutonismo (los magmas se solidifican internamente). La energía calorífera interna (entre 700-1500° C) funde los materiales y genera el magma que es una mezcla de sólidos, líquidos y gases. FORMACIÓN DE LAS MONTAÑAS La orogénesis, o creación de montañas, tiende a ser un proceso localizado que distorsiona los estratos preexistentes. Las cordilleras se forman en zonas especiales de la corteza, llamadas geosinclinales: Cuencas marinas donde se recogen gran cantidad de sedimentos que proceden de la destrucción del continente. En ésta zona de compresión de la corteza se originan las grandes fuerzas necesarias para plegar los materiales. Las montañas se generan en los bordes destructivos de las placas de la litosfera, lo que explica la presencia de pliegues, fallas inversas, volcanes y terremotos. La actividad será mayor cuando más joven sea la cordillera. FALLAS

Líneas de fractura a lo largo de las cuales una sección de la corteza terrestre se ha desplazado con respecto a otra. Su aparición está asociada con los bordes entre placas que se deslizan unas sobre otras y con lugares donde los continentes se separan. El movimiento responsable de la dislocación puede tener dirección vertical, horizontal o una combinación de ambas. Cuando la actividad en una falla es repentina y abrupta, se puede producir un fuerte terremoto e incluso una ruptura de la superficie. VOLCANES

Un volcán es una fisura en la corteza terrestre sobre la que se acumula un cono de materia volcánica. Los volcanes se producen por la efusión de lava desde las profundidades de la Tierra. La mayoría de los volcanes son estructuras compuestas, formadas en parte por corrientes de lava y materia fragmentada.Muchos volcanes nacen bajo el agua, en el fondo marino. El Etna y el Vesubio empezaron siendo volcanes submarinos, como los conos amplios de las islas Hawai y de otras muchas islas volcánicas del océano Pacífico. LOS TERREMOTOS

Los terremotos son sacudidas bruscas y breves de la corteza terrestre. Éstos fenómenos se producen sobre todo en los bordes de las placas litosféricas, alcanzando mucha más violencia en las zonas de subducción donde las fricciones son muy intensas al tratarse de la introducción forzada de una placa litosférica bajo otra. Otros terremotos se producen en el interior de las placas litosféricas como es el caso de un continente sometido a una fuerte tensión debido a la formación de un orógeno en el borde de la placa de la que forma la parte. También pueden provocarse por erupciones volcánicas o por la formación de fallas.