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Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramen

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Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Hoy iremos a las calles. Caminaremos, cantaremos, oraremos y proclamaremos nuestra fe y amor a todos los que escuchen. Lo que hará que muchos se pregunten: ¿Me avergüenzo de hacer esto? ¿QUÉ HACE QUE UNA PERSONA SIENTA VERGÜENZA? Hoy nos enfocaremos en las palabras: “Porque no me avergüenzo del evangelio”. Usted ve el vínculo en el versículo 15. La razón por la que está ansioso de predicar es porque no está avergonzado del evangelio. Comencemos con la pregunta general: ¿Qué hace que una persona se sienta avergonzada? Consideremos algunos ejemplos. 1) Suponga que un muchacho se jacta con sus amigos de que puede aventajar al delgado niño que llegó nuevo al barrio. 2) O suponga que pone mucho empeño en como luce su cabello y sus ropas. Usted es invitado a una fiesta y consulta con personas que cree de confianza sobre que ropa usar y como lucir. Pero cuando usted llega allí se da cuenta que está vestido de manera completamente inadecuada. Se siente tan avergonzado que no quiere entrar a la habitación. 3) Finalmente, suponga que tiene que representar un personaje en una obra, quizás un pequeño rol, porque usted es nervioso y no es muy bueno en la actuación. T

TODOS SABEMOS LO QUE ES ESTAR AVERGONZADO. ¿Qué le protegería de sentirse avergonzado en situaciones como esas? EL EVANGELIO PRODUCE VERGÜENZA Y DA LIBERACIÓN DE ELLA. Ahora cuando Pablo dice en Romanos 1.16 que él “no se avergüenza del evangelio”, ¿Es esto lo que le protege de sentirse avergonzado? ¿Escapa él de la vergüenza porque se da lo mejor a sí mismo? No. Todo lo contrario. Creer y predicar el evangelio constantemente pone a Pablo en una mala posición. Este constantemente seduce a otras personas para que avergüencen a Pablo. Él nos da una lista de maneras en que fue avergonzado en el ministerio del evangelio. (En 2da a los Corintios 11.23-26): “..¿Son servidores de Cristo? (Hablo como si hubiera perdido el juicio.) Yo más. En muchos más trabajos, en muchas más cárceles, en azotes un sinnúmero de veces, a menudo en peligros de muerte. Cinco veces he recibido de los judíos treinta y nueve azotes . Tres veces he sido golpeado con varas, una vez fui apedreado, tres veces naufragué, y he pasado una noche y un día en lo profundo. Con frecuencia en viajes, en peligros de ríos, peligros de salteadores, peligros de mis compatriotas, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos” (LBLA). En otras palabras, la manera de Pablo de evitar avergonzarse del evangelio no era mantenerse en la mejor posición o tener suficiente sabiduría para gustarle siempre a la gente y que ellos aprobaran lo que el hacía. Miremos atrás en Romanos 1.14, “A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor”. Cuando Pablo vio el inmenso mundo de incredulidad de su tiempo se sintió deudor a todos. El no miró con menosprecio a los paganos de su tiempo ¡Cuidado con hacer esto! Nuestro estilo

de vida puede generar sentimientos de menosprecio en lugar de deuda hacia el pueblo incrédulo. No es así con Pablo, aunque odiaba el pecado. Más bien él se sentía tan abrumado con la gracia inmerecida que se sabía a sí mismo deudor de todos. Griegos y no griegos, sabios y no sabios. Pero ¿Quieren los vecinos incrédulos y colegas alrededor suyo lo que usted tiene para dar? No muchos. En 1ra a los Corintios 1.22-23 dice, “Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura”. Pablo tenía una deuda que pagar a los judíos, griegos y bárbaros1, pero la mayoría de ellos –como hoy- no querían su mensaje de amor, gracia y esperanza. Era locura y piedra de tropiezo. Entonces, antes que podamos ver en Romanos 1.16 que el evangelio es el fundamento de la liberación de la vergüenza en Pablo, vemos que este fue primero el fundamento de su vergüenza. El evangelio hace dos cosas: produce una actitud vergonzosa en aquellos que no creerán. Y libera de la vergüenza a aquellos que sí creen en él. Pablo sabía ambas cosas. Él era como Jesús. Jesús fue abandonado por sus amigos, falsamente acusado de blasfemia, golpeado con varas, ridiculizado y vituperado, despojado de sus vestiduras, azotado con un látigo, torturado en público y hecho lucir como un loco mientras las personas le gritaban en la cruz: “Tú que salvaste a otros, sálvate a ti mismo”. ¿QUÉ HICIERON JESÚS Y PABLO CON LA VERGÜENZA VERTIDA SOBRE ELLOS? ¿Qué hizo Jesús con toda esa vergüenza (esta conducta vergonzosa)? ¿Qué haría usted con ella? Hebreos 12.2 nos dice lo que hizo con ella: “Por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Jesús menospreció la vergüenza. ¿Qué significa eso? Significa que cuando la vergüenza amenazó su corazón tentándole para que abandonara su posición de obediente testigo de Dios y del evangelio, le dijo a la vergüenza: “Vergüenza, te menosprecio. No me rendiré a ti. No te daré ninguna satisfacción. Podrás hacer conmigo lo que quieras –por un corto tiempo- pero no te obedeceré, ni te seguiré, ni cederé ante ti. Te desprecio, vergüenza, y no te dejaré gobernarme.” ¿Cómo pudo hacer eso? ¿Cómo puede usted hacerlo? Hebreos 12.2 dice que Él lo hizo: “Por el gozo puesto delante de él”. La vergüenza estaba quitándole cada sostén terrenal que Jesús tenía: sus amigos cedieron en un vergonzoso abandono; su reputación cedió en una vergonzosa calumnia; su decencia cedió en vergonzosa desnudez; su comodidad cedió en vergonzosa tortura. Así que si sus sustentos fueron todos quitados en vergonzosa persecución, ¿cómo él mismo no capituló ante tal vergüenza? Hebreos 12.2 dice, él no puso su corazón en su apoyo presente, sino en el gozo del futuro, donde muy pronto se sentaría “a la diestra del trono de Dios”. Aunque estaba siendo avergonzado, Jesús no se avergonzó de Su Dios y Padre. ¿Por qué? Porque Dios tenía poder para salvarle de la muerte y darle gloria a Su diestra para siempre. Ahora bien, Pablo experimentó la misma actitud que Jesus. ¿Qué dijo en Romanos 1.16? “No me avergüenzo” –a pesar de todos los civilizados griegos quienes se burlaban de mí como si

hablara locura y todos los judíos incrédulos quienes me ridiculizaban como si predicara un falso Cristo –No me avergüenzo de este evangelio-- ¿Por qué? “Porque es poder de Dios para salvación”. En otras palabras, este mensaje de Cristo crucificado por amor de los pecadores, del Cristo resucitado de la muerte como el Hijo de Dios en Poder (1.4), de gracia dada libremente a aquellos que confiaran en Jesús –este mensaje traerá a todos los que confíen en él a la salvación eterna--. AVERGONZADO, PERO SIN SENTIR VERGÜENZA Entonces ¿cómo vence usted los sentimientos de vergüenza cuando siente vergüenza por creer y compartir el evangelio? Respuesta: Piense en el poder del evangelio para traer a pecadores perdonados a un gozo eterno. Nada en el mundo puede hacer esto sino el evangelio de Jesucristo. El Judaísmo (que se detiene cerca de Jesús), el Budismo, el Hinduismo, el Islamismo –no tienen un salvador que pueda resolver el problema de la separación a causa del pecado del Dios santo y ofrezca esperanza a los pecadores por la gracia a través de la fe y no de las obras-. Solo un mensaje salva a los pecadores y les trae con toda seguridad a la presencia de Dios: el evangelio de Jesucristo, ese es el poder de Dios para salvación. Por tanto, Pablo podría decir –sufre, sí. Se malentendido, sí. Se avergonzado, sí. Pero no sienta vergüenza. Ustedes serán avergonzados, pero necesitan apartar la vergüenza porque el mensaje de la obra salvadora de Dios en Cristo es el único mensaje que triunfará al final del mundo. Tome su cruz, siga a Jesús, sea avergonzado y menosprecie la vergüenza. Hoy la vergüenza no es decir que esta equivocado, sino decir que es arrogante si cree que otros están equivocados. No que su visión del mundo es defectuosa sino que es intolerante. La mayor arma para avergonzar a alguien hoy en el mundo de los reclamos religiosos es la acusación de que usted es intolerante y por tanto mal enfocado y egoísta. A eso debemos responder: La mayor actitud de amor del mundo es decir la verdad acerca de la salvación. Si Jesús ha dicho: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14.6), entonces por causa del amor debemos pagar nuestra deuda al mundo y menospreciar la vergüenza de la ‘tolerante’ década actual y decirles: “en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4.12). Solo el evangelio de Cristo es poder de Dios para salvación.

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. SEA VITUPERADO, PERO NO AVERGONZADO

El oprobio desarrollado contra Jesús era tan desagradable, cruel y humillante como pudo llegar a serlo. Sin embargo, en lugar de dejarse dominar por el oprobio, de sentirse avergonzado o de

convertirse en alguien tan débil y desagradable como sus avergonzadores, Él enfocó su corazón en el gozo puesto ante Él. En otras palabras, aseguró el triunfo de su muerte y resurrección para salvar a los pecadores al fijar su mente en la vindicación de su rectitud y su vuelta a casa, para que Dios le guardara de ser avergonzado o desobediente. Cuando fue tentado o avergonzado, se enfocó en el gozo puesto ante sí. Resistió el dolor a corto plazo para garantizar la ganancia a largo plazo.

EL EVANGELIO ES PODER DE DIOS PARA SALVACIÓN Ahora, “porque [el evangelio] es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”. ¿Cuál es esta salvación que el evangelio tan poderosamente nos provee? A medida que respondemos esto veremos como nuestra fe está relacionada al evangelio para traernos a salvación. “El evangelio es poder de Dios para salvación” ¿Significa esto que: “El evangelio es poder de Dios para ganar convertidos”? Yo creo que sí, pero no creo que eso sea lo que esta declaración significa. La razón por la que creo que es cierto que el evangelio convierte a las personas –los trae a la fe del arrepentimiento- es que Romanos 10.17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. Y 1ra de Pedro 1.23-25 dice: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios [...] Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada”. Así que es cierto que somos nacidos y convertidos a Dios por escuchar la poderosa Palabra de Dios, el evangelio. Si usted es un creyente en Cristo esta mañana, usted ha “sido salvado”. EL TRIUNFO SUPREMO DEL EVANGELIO Pero ¿cuál es la salvación que Pablo tiene en mente en Romanos 1.16 cuando dice “porque [el evangelio] es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”? Él no piensa de primera instancia en el primer evento de la conversión, sino en el triunfo supremo del evangelio al traer a los creyentes a la seguridad y gozo eterno en la presencia de un Dios Santo y Glorioso.

1. EL PODER DEL EVANGELIO ES LO QUE NOS LIBERA DE SENTIR VERGÜENZA DEL EVANGELIO. La primera razón, es que el poder del evangelio para traer la salvación es lo que nos libera de sentir vergüenza del evangelio. “No me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación”. Pero si esto significa solo que el evangelio tiene el poder para ganar convertidos, ¿por qué resolvería eso el problema de la vergüenza? Muchas religiones lo hacen. Muchas religiones y movimientos seculares diferentes ganan a las personas para su fe. Cuando Pablo dijo que el evangelio tiene un efecto tan poderoso que elimina la vergüenza que usted siente por él Jesús triunfó sobre la vergüenza mirando el gozo puesto futuro puesto delante de él mientras moría. Usted no tiene que avergonzarse del evangelio porque éste no solo gana convertidos sino porque literalmente los salva. El evangelio los trae a la seguridad suprema y el gozo que siempre aumentará en la presencia de un Dios Glorioso y Santo por siempre y siempre.

2. LA “SALVACIÓN” ES ORIENTADA HACIA EL FUTURO La segunda razón por la que la “salvación” en el verso 16 se refiere al triunfo supremo del evangelio al traer a los creyentes a una seguridad y gozo eternos en la presencia de un Dios Santo y Glorioso, es que la frase “para salvación” o “hacia salvación” tiene esta misma orientación al futuro en cualquier lugar de los escritos de Pablo o de otros escritores del Nuevo Testamento. Por ejemplo, en 2da a los Tesalonicenses 2.13 Pablo dice: “Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”. Así que cuando Pablo dice en Romanos 1.16 que “[el evangelio] es poder de Dios para salvación” pienso que quiere decir que el evangelio es el único mensaje en el mundo que poderosamente puede traer a una persona no solo hacia la conversión, sino al gozo y seguridad eterna en la presencia de un Dios Santo y Glorioso. 3. LA FE CONTINUA ES LA CONDICIÓN PARA ESTA SALVACIÓN. La tercera razón por la que creo que “salvación” en Romanos 1.16 es el supremo triunfo del evangelio al traer a los creyentes a la seguridad y gozo eternos en la presencia de un Dios Santo y Glorioso, es que la fe continua es la condición para esta salvación. El evangelio es poder para conversión a la fe; el punto es que el evangelio es poder para traer la salvación futura a través de una vida de fe. El tiempo del verbo “cree” es crucial. Denota una acción continua, no solo el primer acto de fe cuando usted se convirtió.: “el evangelio... es poder de Dios para salvación a todo aquel que está creyendo” –quien continúa creyendo. Lo mismo pasa en 1ra a los Corintios 15.1-2 donde Pablo dice: “el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.” La fe que no persevera es una fe vana y vacía- la que Santiago llama ‘fe muerta’ (Santiago 2.17, 26). Entonces el punto en Romanos 1.16 es que usted no tiene que sentir vergüenza del evangelio, porque es la única verdad en el mundo en que, si usted se mantiene confiando día a día, triunfará sobre cada obstáculo y le llevará a la seguridad y gozo eternos en la presencia de un Dios Glorioso y Santo. Su historia está esperando impactar a alguien. Es que hay algo poderoso lo que acontece cuando usted y yo podemos decir, “antes yo era eso pero conocí a Jesús y ahora yo soy esto”. ¿Quién puede quitar el poder y el impacto de esa historia? El testimonio de cada uno de nosotros es una de las pruebas contundentes de que el evangelio poderoso funciona en nuestras vidas. Consejos que me gustaría que tomara en cuenta al momento de compartir su historia: Sea claro. Sea humilde. Entienda que si no hubiera sido por la gracia de nuestro Dios todopoderoso, usted y yo seguiríamos atrapados en el lodo de nuestros pecados y en el lodo de la miseria. Sea breve. Algunos en lugar de contar historias, están contando operas que duran 4 y 5 horas. Son epístolas en lugar de testimonio, Evite hablar el “cristianés”.