El poder del amor

El poder del amor Enrique Chaij Diseño del interior' Nelson Espinoza Diseño de la tapa: Leandro Blasco / Nelson Espinoza

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El poder del amor Enrique Chaij Diseño del interior' Nelson Espinoza Diseño de la tapa: Leandro Blasco / Nelson Espinoza Ilustración del interior y de la tapa: Shutterstock Libro de edición argentina IMPRESO EN LA ARGENTINA - Printed in Argentina Tercera edición MMXII-25M 55 500 ejemplares publicados en ediciones anteriores Es propiedad. © 1989 Asociación Casa Editora Sudamericana. Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723. ISBN 978-987-567-911-5 Chaij, Enrique El poder del amor y otras fuerzas que ayudan a vivir - 3' ed - Florida A,ociación Casa Editora Sudamericana, 2012 256 P ,21 x 14 cm

ISBN 978-987-567-911-5

1 E'pi, iLUalidad cristiana 1 Título 248 5

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11 '"lIltI ,k 11111" ill,i, el 20 de abril de 2012 en lallc,cs propim (Ay San M:lIlín 4555, 1111,11 Ir '1)( ; I -ltI' ida Oc,lc. Bucllo, A i,es)

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El poder del amor y otras fuerzas que ayudan a vivir

ENRIQUE CHAIJ Autor de

Dicha y armonía en el hogar, ¡Qué linda es la vida!, Ansias de vivir, Superación y victoria, Triunfantes en el dolor, El sexo y el amor, Fuerza para cada día, Cómo vencer los problemas, Cómo enriquecerse sin dinero, y diversos cursos por correspondencia de amplia circulación internacional.

ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAMERICANA Av. San Martín 4555, B1604CDG Florida Oeste Buenos Aires, República Argentina

Prefacio

I,os máximos dirigentes mundiales confiesan sus liit al' iones para resolver la crisis moral de nuestros días. I ,;IS diversas instituciones de bien público admiten sus (·scasos adelantos para elevar el comportamiento huma111 ,. J\ u n la escuela, la iglesia y el hogar reconocen su 1111 pOlencia para modelar la vida individual y mejorar el qllchacer colectivo. 111

Como consecuencia, un elevado porcentaje de la pohlación de cualquier país se muestra frustrada y decepcionada. El optimismo decrece. La insatisfacción aument a. Y, del corazón disconforme de millones de hombres y Illujeres, brotan las preguntas: "¿Por qué estamos est a ncados?" "¿Por qué existe tanta maldad?" "¿Por qué !lO podemos cambiar el mundo?" "¿Por qué no tenemos más alegría?"

y la respuesta a estos interrogantes quizá sea tan simple como dramática: todo se debe al egoísmo humano; al excesivo individualismo, que segrega a los hombres, y los vuelve fríos y hostiles entre sí. Esto es lo que el Dr. Enrique Chaij ha observado a lo largo de los años, y lo que señala en esta nueva obra de su pluma. Pero siempre lo hace para, luego, destacar EL PODER DEL AMOR como la fuerza ennoblecedora que cambia la vida y que también podría crear un mundo mejor.

Por lo tanto, usted encontrará aquí el frecuente contraste entre el egoísmo y el amor, la tristeza y la alegría, la enfermedad y la salud, la angustia y la paz, la incredulidad y la fe, la incertidumbre y la certeza, la desesperación y la esperanza, En un estilo cálido y ameno, los diferentes temas de la obra se irán enlazando como eslabones, para formar una cadena de pensamiento coherente, estimulante e inspirador. Dondequiera que usted abra este libro, encontrará un comentario humano o una propuesta concreta que encenderá su anhelo de superación personal. Y la palabra será fácilmente comprensible, ya que siempre irá acompañada de la anécdota, la ilu~tración, la parábola o la información oportuna, que arrojarán luz y harán más cautivadora la lectura, Esta obra tiene, también, una característica singular, Además de su ritmo ágil, posee la virtud de que buena parte de su contenido ya ha sido "probado", pues ha sido previamente escuchado a través del programa "Una Luz en el Camino", Millones de oyentes sintonizaron estas mismas palabras y se beneficiaron con ellas, Algunos desistieron de quitarse la vida, muchos resolvieron sus problemas personales y familiares, y todos alimentaron por igual su corazón, Y, ahora que ofrecemos estas palahras en forma escrita, no dudamos de que otro tanto OClI rri rá con usted al leerlas reflex ivamente, "1-:1 alllor me ha hecho una pcro.;olla dikrclllL''': "Mi \ 111;1 h;1 c:lll1hiado por complelo": "/\hola 1\'IWIIIIIS paz y 1IIIIjlJ\'llo.;j('lJ} CIl 1\tlc"lra 1;IIlIJlI;I", "IVIi 1111 1I',hilHlad se ha .1"111111111,1110: ;111111;1 ('11'11, \' '.11\' 11'11/ 1.11",. "011 algunos di 1"',1111 '1111.1111\", 11".11111""1"', 1\1'11 ' .. ,,1,,·, plll los oyentes I

,1, 1 jll (l,~ 1a ll1a, Y seguramente palabras parecidas a estas 1" 111.11 :111 también de sus labios cuando termine de Icer , ',1.1', p:í)!.inas, que señalan EL PODER DEL AMOR Y ,,¡ 1,1', Illn/,as que ayudan a vivir. A este anhelo del autor. 1111', 1IIIilllOS calurosamente,

Los edi{o/'c,1

Contenido PREFACIO ..................................................... 5 EL AMOR EN ACCIÓN •••••••••••••••••••••••••••••••••••

13

In(lJspensable - Un clamor universal - La excelencia del amor Amor mal entendido - Frente a la necesidad - Comprensión Fuerza transformadora - El viento y el sol - Es dando como leclbimos - "Haz tú lo mismo" - Las mejores piedras - ServirReceta médica - Tres niveles - Dar. ~.

EL AMOR EN EL HOGAR ••••••••••••••••••••••••••••••• 37

Solo cuatro palabras - Un amor que no disminuye - Se lo pide su hiJO - ¡Por una pequeñez! - Señora, ¿se aplica esto a usted? - No ~()n piedras - Una pregunta para pensar - La misma pregunta I.Es este su caso? - Crecer cada día - Para evitar la rutina - Para prolongar la vida del esposo - ¿Qué tal es usted como padre? - ¿Qué tal es usted como madre? - ¡Fidelidad! - ¿Daría usted este consejo? - Tres esferas del hogar - "El hijo pródigo" - "El padre pródigo" - "Honra a tu padre y a tu madre" - La familia en diálogo - Más comunicación - Una conversación salvadora Educación sexual - Amor y disciplina.

4.

EL AMOR EN LA JUVENTUD ••••••••••••••••••••••••••

79

¿Estás pensando en el casamiento? - Felicidad o desdicha - Lo más importante - Un noviazgo bien orientado - "La prueba del amor" - Compatibilidad - Sexo y juventud - Sexo y moral - La

experiencia de un rey - Ser hombre; ser mujer - Por la pureza del corazón.

5.

ENEMIGOS DEL AMOR ••••••••••••••••••••••••••••••••

101

Egocentrismo - El orgullo - Falsa granden\ - La burla - El odio Fuer/a~

opuestas - El atropellador - La envidIa - ¿Tan vil puede ser'? - Por un camino de amor - La lllJuria - La ira - La infidelidad - Los celos.

6.

EL PODER DE LA VOLUNTAD .......................

123

No se dCJó vencer - El precio del éxito - Un esfuerzo más - Voluntad y per~everancia - Constancia y carácter - "Fracasando".

7.

EL PODER DE LA SALUD .............................

137

El mayor destructor - Publicidad engañosa - ¿Por debilidad o por amor propiO? - ¡Una mano libre! - No es solo cosa ~uya - La copa traicionera - La que promete y no cumple - La salud mental - Má~ "alud mental - Tensión nerviosa - La importancia de la alegría - ¿Está usted hoy preocupado? - ¿Cómo está su ánimo?

8.

EL PODER DE LA FE ...................................

159

¿Azar o creación'? - Las "huellas" de Dios - Rebelión contra el Sol - Ello" sí creen - Escasez de fe - Él lo hace mejor - Salvado de la muerte - En la hora más oscura - El mejor camino - Mi Padre estlllpañado siempre al colapso de todas las civilizaciones, ',larÍa también carcomiendo al hombre y a la sociedad 1 "11' ·,,1 ros días? La lujuria es un exceso que desgasta la vida 11 1, 11 siona los valores más esenciales. Iniciado su cultivo " 1"" ti ías de la juventud, a menudo mantiene esclavizado 11,. '1llhre hasta el mismo ocaso de su vida . 1

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. p;lra alimentar semejante vicio, el hombre acudirá al I"II"IIU, a la pornografía, al alcohol, a la droga y a toda . "1.1 t k excitación que conduzca a la pasión descontrola" 1 I lit 'cho mismo de que en los países más "adelantados"

115

en el vecindario todos habían llegado a apreciarlo y respetarlo. Parecía el esposo ideal y el padre perfecto. Pero, un día su hijo mayor lo descubrió en una extrañ;1 aventura nocturna. Al principio, no podía creer lo que veían sus ojos. ¿Sería ese su padre, el mismo que era tan defensol de la moral? Sin embargo, tras observarlo detenidamente. ver sus ademanes y oír su voz, el hijo, que no pasaba lo.., quince años de edad, no pudo menos que aceptar tan amar ga realidad. Casi sin aliento y con un llanto quejumbroso. regresó a su casa. Allí, la madre tampoco podía creer el relato del hijo. Sin embargo, ese esposo había sido venci(!I 1 por el enemigo del amor matrimonial. Resultado: la familia casi se deshizo. Fue tan grande la traición de aquella infidelidad conyugal que la esposa qlll' dó destrozada. Por su lado, los hijos dejaron de ser bueno.., alumnos y hasta perdieron el deseo de alternar con su.., amigos. Felizmente, la historia tiene un buen final. Cuando todo parecía perdido y el hombre seguía hechizado con Sil nuevo amor, algo pasó que lo hizo recapacitar y volver sobll' sus pasos. Y así, tras una experiencia desgarradora de vario" meses, ese hogar fue recuperando la felicidad perdida.

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Este caso, que se repite tantas veces en la sociedad m( 1 derna, ilustra hasta qué medida la infidelidad afectiva de UII padre o de una madre enferma la vida entera de los hijos \ del cónyuge traicionado. El amor clandestino, típica exprl' sión de un corazón egoísta, jamás puede brindar felici(1at I a nadie. Es el alma que, en lugar de arreglar con ternu),1 los problemas y las diferencias conyugales que pudier;1I1 existir, prefiere buscar otro corazón al cual amar, olvidandll la lealtad, el compañerismo y los vínculos sagrados dd matrimonio.

1·:1 hombre de nuestro relato recapacitó a tiempo. La te . 1111' lodavía tenía lo ayudó a salir del pozo en que había licio.

Clamó a Dios, y él le extendió su mano.

1.a fe genuina siempre nos ayuda poderosamente a amar 111I1l'stra familia con ternura y fidelidad.

Los celos 1':x isten matrimonios para los cuales los celos constitu. 11 la gran pesadilla de su vida. Tiempo atrás, un hombre "" l"( lI1taba que era tan celoso con su esposa que no le 1" IlIlitía salir de su casa, ni siquiera para visitar a sus fa",dlarcs cercanos. La pobre mujer era un ser enjaulado y l. oI.llmente anulado, a causa de semejante aberración de su "1 11 1( lo. Y él mismo lo reconocía con franqueza. Pero aña11.1 "Mis celos son más fuertes que yo. Me parece que si "11 IH lI11bre mira a mi esposa ya deja de ser totalmente mía". ( 1I ra dama confiesa que no se puede arreglar o poner '111 Il'stido nuevo, porque eso basta para desatar los celos ., " 1111( lSOS de su esposo. « 'asos extremos como estos son ciertamente muy raros, 1 1\,;111 en el terreno de la patología. Pero ¿qué diremos de 1, 1, 11 mas más moderadas de celos? ¿Tienen alguna razón I .1'1, cuando el comportamiento de ambos cónyuges es .,,, '1 .111 nente correcto? Me refiero a la actitud desconfiada, "'III.lIlura y recelosa de uno de los esposos, que no deja 11 l'11 paz ni en libertad a su cónyuge. Este celo también 11 IlIcra de lugar, porque roba la felicidad de la pareja y I, , "IHlena a vivir presa del temor y de las mutuas acusa" o¡ H '". Por lo tanto, los celos están lejos de ser una exprel'

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,k ,111 H lr verdadero. Los celos son egoístas, cargos()', ;dl/;Idores. El amor verdadero y genuino, en cambi(l ,", "I'IIl'IO\O y confiado. ',11)11 \

11'"

SIII cmbargo, distinta es la situación cuando el genm'll d\'1 ;Idlllterio se está incubando en el corazón del marido \ h' Sil Illujer. Entonces sí la otra parte tiene derecho a la dc~ l'ollllanza. Pero, aun aSÍ, siempre corresponderá saber pOI qll~ él o ella se ve atraído por un amor extramatrimoni:11 ¡,No será porque va a buscar afuera lo que no se le briml;¡ L'II su propia casa? Y, si este fuese el problema, ninguJl;1 clase de celo podría resolverlo.

(1

Los celos no unen a la pareja, tampoco aumentan 1;1 lidelidad conyugal. Lo que une dos vidas y las vuelve fielc\ cntre sí es el amor leal y sincero. Por eso, en el matrimonio, el problema no consiste en cómo la mujer puede sujetar a SIl marido, o viceversa, sino en cómo ambos pueden amarse, sin cansarse ni traicionarse jamás. La desconfianza es mala consejera de la dicha matrimo nial. Es el amor maduro y responsable, tierno y abnegado lo que asegura la dicha y la estabilidad del hogar. Colocar, en reemplazo, otro ingrediente, ¿no es acaso arruinar b dignidad de la familia y llevarla por senderos de fracaso'!

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I,a lucha es la condición esencial de la victoria. El ¡'.'fuerzo tenaz ve1lce las dificultades; la perseveran¡';a supera en logros a la inteligencia y al dinero. e ha encontrado usted alguna vez frente a un obstáculo insalvable? ¿Se ha sentido impotente, más de "'1.1 vez, ante diversos problemas? ¿Quién no ha vivido 1,1 l' X periencia en repetidas oportunidades? Esta es la ,It 1 Il' insoslayable de todos los que luchan para triunfar " .11 carrera. 1"'1 (l, cuando la debilidad o la impotencia quiere abatir 1, '1'11 itu, puede surgir el poder de la voluntad. Gracias a 11111l'rza mental, nacen el tesón y la perseverancia, que " '11"IIl'an puertas y recorren caminos. de los ejemplos más reconocidos de férrea voluntad 1'" .1 "ca la vida de Tomás Alva Edison. Tenía un ánimo 1, ,,1.1 prueba. Aunque en su niñez fue despreciado por su , '1" II"lIdimiento escolar, llegó a ser, finalmente, el maI lIJO

yor inventor de todos los tiempos. Entre sus admirabk' condiciones, reveló tener gran temple cuando un terrihll incendio destruyó por completo su enorme planta industn.tI de Nueva Jersey. A la sazón, el célebre inventor tenía (, / años, una edad suficiente para derrumbar a cualquiera allh un desastre de esa magnitud, sobre todo porque su fábril'.1 solo estaba asegurada en un diez por ciento de la pérdid.1 real del siniestro. Sin embargo, mientras contemplaba la acción destrlll tora de las llamas, se dirigió a su hijo Carlos, de veillh años de edad, y le gritó: "¡Ve a llamar a tu madre, y tráela nunca verá una cosa tan magnífica en toda su vida!" '1 más tarde, Edison le decía al mismo hijo: "Una catástroll tan grande tiene su gran valor. Todos nuestros errores \1;111 desaparecido con el fuego. Ahora podemos comenzar di nuevo". Y, en diez semanas, la compañía volvía a estar l'll plena producción. Se necesita valor y determinación para actuar C0I1111 Edison frente a los reveses de la vida. Ya sea en el campt I afectivo o en el vocacional, sea en la salud o en el trabtado Solo así se puede disfrutar de la vida y alctlll/.ar 1, III:íximas aspiraciones personales. Y, para rctcner la .tlld o para ahuyentar la enfermedad, ¡cuán simples son 1, II idados que debemos tener! I(

1, ·.. rlud!

I

11" rcnombrado médico y profesor universitario cstaba "III/ando. A su lado, se encontraban varios colcgas que

Con esta información en la mente, nunca se deje engañal con estas excusas tan comunes del fumador: "Y bueno, de algo hay que morir". "El cigarrillo es un buen compañero". "Algún vicio hay que tener". "Yo fumo con filtro". "Yo no trago el humo". Todas estas son salidas sin valor, qUt' jamás podrían justificar el hábito suicida de fumar.

Publicidad engañosa ¿Se ha detenido usted a observar en algún momento la publicidad tabacalera? Casi siempre se trata de una elevada expresión artística, acompañada de mucha psicología. Pero ¿hasta qué medida esta publicidad es leal con el público consumidor? Con su intención comercial, la publicidad tabacalera presenta imágenes atrayentes y persuasivas. Cuando no es el hombre fornido, bien viril, muy dueño de sí mismo, es el deportista que parece regalar salud y juventud. 0, si no, será la dama cautivante que, con su sonrisa sensual, estará insinuando que su belleza conserva una íntima relación con el cigarrillo que exhibe.

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Y, ante estas imágenes engañosas, el consumidor se rinde inconscientemente. Adquiere el producto con la secreta esperanza de reproducir en su vida la misma apariencia deliciosa que vio en la contratapa de la revista o en la pantalla del televisor. Pero, lo que el fumador a menudo pasa por alto es que esas estrellas de la publicidad no gozan del bienestar que aparentan tener. En verdad, el consumo de tabaco produce un efecto totalmente contrario al que muestra el aviso comercial. Porque el tabaco está lejos de contribuir a la fortaleza física, al vigor de la juventud o a la belleza femenina.

¡,Por qué fuma usted? ¿Porque es elegante? ¿Porque , " moderno? ¿Porque se impone en toda reunión social? , 1'1 lrque fumando se siente más hombre, o una mujer más IIherada? Usted sabe que estas no pueden ser razones de 111 ·SO. En realidad, carecen de todo valor. Siendo así, ¿no le II'radaría disfrutar de mejor salud, de una vida más vigo~ Illsa, o de una mayor belleza femenina, dejando de fumar? Usted, que no quiere adelantar el día de su funeral, tiene I derecho y el deber moral de conservar su salud durante 0,1 mayor tiempo posible. I

¿Por debilidad o por amor propio? ¿Así que usted fuma entre uno y dos paquetes de ciga~ 1 I lilas por día? y, al parecer, hasta ahora no lo han podido IlIlvencer de los males del tabaquismo o, más bien, hasta ,1 hora usted no ha querido dejar de fumar. De todos modos, IIsled está preocupado por este tema, ¿verdad?

I

Pero, señor, lo peor de su situación como persona fu~ I 11 adora es que no quiere escuchar a su familia, que le pide II'ileradamente que deje de fumar. Usted sabe que esa tos v esa fatiga que tiene podrían desaparecer si tan solo se decidiera a abarrlonar el tabaco. Pero, usted persiste en ',11 hábito. y, casi por una razón de amor propio o de falsa virilidad, prefiele continuar intoxicándose con el humo lid cigarrillo. Sin embargo, lo que más me ha impresionado acerca le usted es que repetidamente se ha enojado con su hijito 1 le ocho años cada vez que él le ha rogado que dejara de III mar. En lugar de reflexionar y tomar alguna decisión I

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inteligente, usted se ha enojado y hasta ha amenazado con pegarle a su hijito porque él le pedía, con amor, que no fumara más. ¿Se da cuenta del daño que le está ocasionando a su pequeño, con semejante reacción? De esta manera, ¿dónde queda su ejemplo paterno? ¿Qué imagen de padre le está dando a su hijo? La próxima vez que su hijito le pida: "Papito, no fumes más, que te hace mal", no se enoje ni le grite. Piense en su propia vida, en su salud, en su responsabilidad como padre y jefe del hogar. Piense, también, en su esposa y en el resto de su familia, que 10 quiere, y que desea verlo sano y fuerte. Además, usted sabe cuánto dinero ahorraría si dejara de fumar; dinero que le vendría muy bien a su familia. Actuar de otra manera sería señal de excesivo egoísmo: sería como preferir la muerte antes que la vida. ¿Por qué ser esclavo de un hábito destructivo cuando, con la ayuda de Dios usted puede abandonarlo? ¡Cuán satisfechos y renovados se sienten quienes ya dejaron de fumar! Los tales ahora se dan cuenta de que la vida vale mucho más que un vicio traicionera mente placentero. Usted sabe que no existe una sola razón que justifique el hábito tabáquico. En cambio, sí existen muchas y poderosas razones para disfrutar de salud sin vicios ni toxicomanías.

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iUna mano libre! Ahora usted tiene libre la mano con que antes siempre '\ostenía el cigarrillo. Y su actual comentario es: "Parece que ahora me sobrara una mano. ¿Qué puedo hacer con ella?" Señor, si ha comprendido que el tabaco es nocivo para '\u salud y, por lo tanto, ha dejado de fumar, felicítese por ('110. Usted ha obtenido una victoria muy importante en '\u vida. Ha vencido un mal hábito. Ha quedado libre del potente alcaloide de la nicotina. Por eso, ahora su sangre ('stá mejor oxigenada, y su circulación sanguínea se ha II()rmalizado. Su corazón está menos recargado. También se ha librado del alquitrán, el elemento can("erígeno del cigarrillo. Y, si usted ya no consume tabaco, '\entirá más limpios sus pulmones, sus piernas le respon,lerán mejor, le sentirá mejor gusto a la comida, estará ,landa un buen ejemplo a sus hijos, estará empleando mejor '\11 dinero y tendrá la hermosa posibilidad de vivir unos ("llantos años más. Pero, además, si usted no fuma, efectivamente tendrá desocupada la mano que antes mantenía inutilizada por ".llstener el cigarrillo. ¿Comprende usted el enorme capital 'lile significa tener una mano libre? Entonces, en lugar de '.l'ntirse un poco extraño por esa mano que parece sobrade, ,Igradézcale a Dios por ello. ¡Cuánto se puede hacer con una mano bien utilizada! En IlIgar de usada para colocar un cigarrillo en la boca, con lo lIal daña la salud, esa misma mano puede extenderse en '.l·ñal de afecto y de ayuda solidaria. ¡Hay tanto de bueno

I

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que hacer en nuestro mundo que ¡utilizar la 111;11111 • " labor constructiva es la mayor satisfacción de UJI.I 1" , normal! Una mano inmóvil en el bolsillo o en adlll" 1"., de brazos cruzados, es como no tenerla del todt) Amigo ex fumador, ¿le sobra a usted una mall()" 1:". con ella un servicio de amor a alguien, escriba 1.1 •• que hace tanto tiempo debía haber escrito, peine;1 '.11 1" acaricie a su mujer, ponga la mesa, haga la cama, 1'1111 casa. En fin, ¡es tanto lo que puede hacer una simpk 111 " manejada por un gran corazón! Y, a la vez, un nll , manejado por Dios. De paso, ¿quién manda en su vida? ¿Usted, el o Dios?

ci!!.II' ,11

No es solo cosa suya ¿Es usted de aquellas personas que fuman en Ull 111" ,. cerrado, sin pensar en los no fumadores que pueda h;(\" 1 su lado? Entonces, quizá le interese saber que el hUIIH' ,l. I tabaco producido por una persona fumadora puede ak. 1.11 la salud de quienes no fuman. El Dr. Donaldo Dukelow, de la Asociación Médicl 1 tadounidense, afirma que la persona que no fuma, pero 11110 está presente en salones llenos de humo, se expone a 1,1 derivados del tabaco como el propio fumador.

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¿Quién, entonces, puede fumar libremente, pensaJllllO que eso es solo cosa suya? ¿Había pensado que cada \11' que enciende un cigarrillo está afectando la vida de Sil pnWmo? Tal vez la de su hijo, delante de quien usted fUJI!.1

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11 t'lI el mal ejemplo que le está dando. Y, con su dl.lquico, quizá también esté perjudicando a su 1 '.11 hija, a su madre o a algún amigo que no quiere 1,1,1 con el tabaco, pero a quien usted intoxica con , lit' su cigarrillo.

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,., .lllora que conoce la verdad sobre el tema, usted l' '.pduoso de los derechos ajenos, ¿podría sentirse ,1, (limar junto a una persona no fumadora, especial,1 Ilsted quiere a esa persona?

del daño que el fumador provoca con el humo , h:da, está también su influencia, y no solo sobre su 1" qtleño, sino también sobre el resto de su familia. '" ' 1 (1 a una señora que durante muchos años se abstuvo 1,1111:1 r, hasta que finalmente fue arrastrada por el vicio 11 Illarido. Hoy, enferma de sus bronquios y con una I1 IIls crónica, esta mujer necesita dejar de fumar, pero , , ,¡ ',11'0 la tiene aprisionada. Su salud está quebrantada y, , 1" lanto, toda su familia sufre. Y, la causa de todo este "". ¡,cuál fue, sino el mal ejemplo de su esposo? ,1,

111;IS

como este abundan por millares. Por eso, señor, cada vez que usted lleve a sus labios un cigarrillo '" , lid ido, un cigarro o una pipa, recuerde el mal que le , "'1'1 Ica a su propio organismo. Pero también sepa que, al "'1,1110 tiempo, está dañando otras vidas, incluyendo las de '1 , "eres más queridos. Por amor a usted mismo y a los 1, lI¡¡ís, entonces, ¿no cree que ha llegado, sobradamente, 1, llora en que usted debería dejar de fumar? Su familia, I '111" Y la patria se lo solicitan encarecidamente. ( '.ISOS

'1111 :1,

145

La copa traicionera La copa traicionera que destruye multitud de vidas y hogares, incluyendo a mucha gente joven, es el alcohol. Cierta noche, un hombre dado a la bebida tuvo un sueñl' que 10 dejó muy perplejo. Y, a la hora del desayuno, cuan do él, su esposa y su hijo de doce años se encontraban ell la miserable cocina, casi sin nada para comer, el hombn' narró el sueño: -Anoche soñé que veía cuatro ratas: una gorda, otl;1 ciega y dos muy flacas. -¡Yo sé lo que significa ese sueño, papá! -dijo el hi.l" para sorpresa de su padre. -¿De veras? Dime entonces el significado -repuso l'i padre. -Mira, papá -comenzó a decir el niño-: la rata gonl., es el cantinero que te vende la bebida; la rata ciega eres (11 que la bebes; y las dos ratas flacas somos mamá y yo, qlll sufrimos las consecuencias. Esta aguda ocurrencia del niño hizo reflexionar de 1.i1 manera a su padre que, finalmente, abandonó la bebid., Como resultado, todo el grupo familiar experimentó lIlI,' hermosa transformación. 146

¡En cuántos hogares se vive la triste historia de C\I. sueño! Miseria, desnutrición, enfermedad, temores y allit nazas; tal es la suerte que deben sufrir las familias l'I'"

1',Ii Ires o hijos alcohólicos, Si usted pudiera leer algunas de 1.1\ cartas de nuestros oyentes y televidentes acerca de este , I¡ ; 1111 a, se le oprimiría el corazón. Comprendería, entonces, , I i'IeCtO nocivo del alcohol sobre la mente y el organismo, 111 JI en dosis "moderadas". ( 'on razón, San Pablo escribió: "Si, pues, coméis o bej.,,,,, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de I 'IIIS" (l Corintios 10:31). ¿Podría alguien beber alcohol 1',11 a la gloria de Dios? I )ijo el sabio Salomón: "No mires al villa cuando ro'. ", cuando resplandece su color en la copa" (Proverbios , ~ \ 1). Es decir, no se deje atrapar por su color ni por el 011 ;Idivo del envase o de la copa, No le crea a la publicidad 11!l' recomienda talo cual bebida embriagante. Si usted ¡l/liTe gozar del poder de la salud y de una vida radiante, ,¡ /¡írmula más segura es la abstención.

La que promete y no cumple Así es la droga alucinógena. Promete "viajes", pero no luce a ninguna parte. Promete bienestar, y solo produce l' "Idillas. Promete sacar al joven del pozo, pero lo hunde 11 1.1 vez más, Promete llenar el vacío del alma y lo llena, pero "11 lIn vacío mucho mayor. Promete lucidez mental, pero . ,l. , causa embotamiento, incapacidad, enfermedad y muerte. • "U

,,< 'ómo, entonces, un joven o un adulto inteligente podría ,har la droga y someterse a sus promesas engañosas y ,'Iectos destructores? Si basta con mirar a un joven dro1,1,) para comprender cómo se desencajan su mirada y su 1" 11';; 1111 iento, Basta con escuchar a un ex drogadicto, para

1'"

'1 ,

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saber cuán torturadora es la drogadicción. Un lllllCh,II'llt t que abandonó la droga confesó: "Todas las drogas \t '11 horribles. Los que las venden no las usan, porque SO!'t 11 muy bien en qué forma lamentable lo dejan a uno. Lo 1/1/, se consigue usando drogas es destruir nuestras vicio \ ¿Podría alguien, entonces, siquiera por curiosidad, usal 1.1 droga y pretender que no daña su salud? No importa por qué angustia o problema esté atr;I\', sando una persona, debería saber que el escapismo y 1.1 alteración resultantes de la droga siempre empeorall 1.1 situación, y jamás la resuelven.

Mejor es prevenir que curar. Por eso, aquí van alglllil l consejos que te pueden alejar a tiempo de la droga. SUII para ti, joven. l. Ocupa tu tiempo en algo útil. El ocio inútil puede invitar a la droga.

2. Cultiva buenas amistades. SJlamente un mal amigo podría ofrecerte droga,;. 3. Evita el tabaco y el alcohol. Te ayudará a rechazar la droga. 4. Procura llevarte hien con tus padres. Las buenas relaciones familiares ahtyentan la posible tentación de la droga. 148

5. Desarrolla tu fe en Dios, con un objetivo específico para tu vida. Si sabes ~dónde quieres ir. y avanzas tomado de la mano de Dios, la droga no te atraerá.

1"'1 IIIt IIIJO,

recuerda que nI/estro "cuerpo es templo del SOl/to ... Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo , 1/ I'I/l'slro espíritu, los cuales son de Dios" (1 Corintios " 1" l()). Qu ien tome en cuenta esta importante declaración 1, ';,111 Pablo siempre cuidará su salud y gozará mucho " ' 1 , dl' la vida. , /'"111/

La salud mental I '.1 investigador Paul Pietsch llegó a demostrar que la " 11"ldad física está bajo el control directo del cerebro. Para 11." Pietsch le sacó el cerebro a una salamandra (un pel' 11 110 animal que normalmente se alimenta de lombrices y '11"'-; invertebrados) y trasplantó, en su lugar, el cerebro de "11.1 pequeña rana leopardo, un animalito que se alimenta 1, \'('gctales. Y, tras el éxito de la operación, la salamandra ,ti 'Il'vivió, y desde entonces rehusó comer lombrices. Solo , "IIIÚ los vegetales que suele comer la rana leopardo. I ',ste singular experimento demuestra que el cerebro, , 1.1 mente, en el caso de los seres humanos, regula los 1, t!'llos y la conducta de una persona. Somos según lo que , !/WI110S (Proverbios 23:7). Por ejemplo, si nuestra mente ,11,,'1 ga sentimientos de tristeza, de egoísmo o de maldad, , 1 la mbién será nuestro comportamiento. O bien, si men, ,llllente somos alegres, optimistas y bondadosos, nuestra "Iulllcta será de esa misma Índole.

I 'ara tener una buena salud mental

y un modo agradable

'>er, es necesario, entonces, dominar nuestros pensay sentimientos. Por eso, San Pablo aconseja pensar 1/ lodo lo que es positivo, justo, puro, amable, virtuoso y ,II/f('ante (Filipenses 4:8).

"lu'lItOS

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La mente humana puede ser un basural de impurezas \ abandono, o puede ser un cofre de imaginación pura y proPI I sitos elevados. Si recordamos que la mayoría de las enfern)(' dades físicas tienen su origen en la mente, nos esforzarellll,. por tener ese cofre lleno de buenas ideas y sanas intencionl" y esto conducirá a la salud mental y a la alegría de vivir.

Más salud mental Muchos médicos informan que una persona de cada ell.1 tro vive tensa y preocupada por causa del insomnio, la fati.l!;' el exceso o la ausencia de apetito, o la incapacidad p;II.1 hacer frente a los problemas de la vida. Además, se estillLI que más del cincuenta por ciento de la gente sufre de algull.1 forma de alteración emocional, pero que solo una pequell.1 proporción de tales personas recibe atención médica. Los desórdenes de la mente no surgen de forma repclI tina. Por lo general, se van incubando a través del tiempl I hasta que la persona se hunde en una condllcta patológil'.1 Notemos algunos de los síntomas que se manifiestan l'll el individuo que va perdiendo su salud mental: 1) cambil 1', drásticos en su conducta; 2) extraños períodos de confusi( )11 o pérdida de la memoria; 3) percepción de olores y ruid( )', que no existen; 4) la idea de que los demás lo están espian( h todo el tiempo; 5) indiferencia y apatía hacia los denú, 6) frecuente depresión nerviosa; y 7) reacciones violenl;!', desproporcionadas. I

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¿No sería útil examinarnos a la luz de estos síntom;l\ para determinar cómo estamos, y también para interpreLl1 mejor la conducta de los demás?

I 'ero, lo importante es saber cómo prevenir la alteración 'Iltal o emotiva. ¿Quiere conocer algunos consejos Illl:11' us? He aquí cuatro: 1) cultivar el amor conyugal y manl. IIlT la unidad familiar; 2) tener un propósito dominante 11 la vida; 3) combatir todo sentimiento de infelicidad; 4) .1, '.arrollar una amplia confianza en Dios. Si confiamos , I1 I )ios, sabremos pensar, hablar y actuar con equilibrio, ,1 :lll:na fórmula para poner en práctica y disfrutar del poder ,1, la salud! "1'

Tensión nerviosa ( 'on el fin de prevenir cualquier tipo de crisis nerviosa 1111 e sus empleados, diversas empresas aconsejan vigilar la 1>1 ('"encia de síntomas comunes, tales como dolor de cabe,1 problemas estomacales, hipertesión arterial, insomnio, , \( eso en el fumar, nerviosismo y otros. I ':s evidente que, cuando un empleado, un operario o un , l' 'l'utivo

presenta uno de estos síntomas, no puede trabajar Inalmente ni mantener buenas relaciones con el resto del 1" I "onal de la empresa. Quien padece una crisis nerviosa '" ,,,010 enferma él, sino también afecta a los que lo rodean, '" 11

Si usted está sometido a grandes tensiones en su trah¡\Ío, 1, IIlle nota de las siguientes recomendaciones, que pod r;ín 1\lIdarlo a evitar crisis nerviosas y a sentir mayor bienestar. 1. Sepa llevarse bien con la gente, aunque no lo trate bien a usted.

2. No se exceda en sus horas de trabajo, al punto de vivir siempre cansado.

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3. Comparta sus preocupaciones con su familia 4. Recuerde que usted mismo vale mucho más en posarse sobre un elevado despeñadero, por 10 que todo:-, temieron por la suerte de la criatura.

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Un marino trató de ascender, pero se vio obligado :) desistir de su intento. Luego, trató de ascender un robust