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El orden, un valor indispensable para la vida El orden es un valor, o sea, una cualidad positiva en una persona. Es impo

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El orden, un valor indispensable para la vida El orden es un valor, o sea, una cualidad positiva en una persona. Es importante porque se considera el orden el principio de la disciplina necesaria para ordenar y perseverar en los objetivos de vida.

El orden es un valor que se aprende en el hogar y nos acompaña para toda la vida. Hay quienes son ordenados por naturaleza, pero para otros el orden es un valor que se debe adquirir. De cualquier forma, el orden es indispensable para triunfar en la vida y de ahí la importancia de educar a los hijos desde muy pequeños en este valor.

Según David Isaacs, una persona virtuosa en el orden “Se comporta de acuerdo a unas normas lógicas, necesarias para el logro de algún objetivo deseado y previsto, en la organización de las cosas, en la distribución del tiempo y en la realización de las actividades, por iniciativa propia, sin que sea necesario recordárselo” (Isaacs, 1986).

Cuando hablamos de orden, no nos referimos solamente a la organización de las cosas materiales en nuestro hogar o espacio de trabajo. Somos también ordenados en la forma en que conducimos nuestra vida, en la forma de organizar nuestras ideas, nuestra presentación personal, nuestra vida, en la forma de organizar nuestro tiempo.

Para adquirir este valor es necesario poner en marcha la fuerza de voluntad en pequeños detalles, que, en su conjunto, forman hábitos de orden. Así cuando se les enseña a los niños

a ser organizados en su pequeño mundo, aprenderán a ser adultos estructurados y al mando de su propia vida. El orden, es el valor que nos permite ser consistentes con lo que hacemos y organizados con lo que tenemos. El valor del orden, nos lleva a idear un camino coherente para seguir, a saber, los pasos que hay que superar para llegar a donde se espera. El orden representa la naturalidad y el flujo de las cosas, la manera más eficaz y eficiente de actuar.

A todos nos agrada encontrar las cosas en su lugar, pero lo más importante es el orden interior y es el que más impacta a la vida.

El desarrollo del valor del orden, como todos los valores morales, tiene dos facetas: la intensidad con que se vive y la rectitud de los motivos al vivirla. Ocurre, en ocasiones, que el orden llega a ser un fin y convendría aclarar, desde el principio, que este valor debería ser gobernado por la prudencia.

La relación del Valor del Orden con la Biblia

Es indiscutible que a Jehová Dios el Padre le gusta y demanda orden. En la misma creación del hombre y del hábitat donde Él lo puso para que se desarrollara, llevó un orden preciso de creación; podemos ordenar nuestras vidas porque sabemos con qué precisión el sol se pondrá y volverá a salir; cómo cambiarán las estaciones del año, cómo serán las mareas, y cómo rotaran los planetas sobre sus ejes. Hay una cadencia y un ritmo en nuestras vidas debido al orden que Dios ha puesto en su lugar en el universo en el cual estamos suspendidos y en la naturaleza en la cual vivimos. Desde los ecosistemas hasta los sistemas solares, Dios ha puesto en movimiento patrones que podemos estudiar y documentar mediante lo que denominamos

ciencia.

Dios proporcionó el ejemplo definitivo de administración del tiempo y de orden en el libro de Génesis. En seis días, Él creó la tierra y todo lo que hay en ella, y el séptimo día descansó. Todo fue según el plan. Hubo un orden en cuanto a cuándo y cómo creó Él: una sucesión y progresión en cuanto a cómo desarrolló Él cada organismo y cada especie. Dios no desperdició sus recursos, especialmente su tiempo. Él fue determinado y conciso cuando desplegó vida en nuestro planeta. Veamos a Noé, José, Moisés y David. Todos ellos fueron hombres de honor y orden. Eran disciplinados y dedicados, y se sometieron a los mandamientos de Dios. Fueron fuertes y valientes, porque entendieron el poder de una jerarquía y autoridad divina. Siguieron órdenes, conociendo el poder que tenían a su disposición al someterse a Dios. Hasta Salomón entendió la importancia del orden cuando siguió meticulosamente las instrucciones de Dios y su

cadena de mando al construir el templo. Leemos en 2 Crónicas 8:16: "Toda la obra de Salomón se llevó a cabo, desde el día en que se echaron los cimientos del templo hasta que se terminó de construirlo. Así el templo del Señor quedó perfectamente terminado". En el Nuevo Testamento, Pablo nos insta con respecto a la iglesia de Dios: "Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden" (1 Corintios 14:40). Para tener más orden en tu vida: 

Al iniciar el día poner en orden las ideas.



Dedica tiempo a tu familia.



Lleva una vida espiritual de acuerdo a los preceptos que Dios ha ordenado, éstas son normas de conducta que facilitan y hacen nuestra vida mejor.



Planifica y distribuye tu tiempo.



Cuida tu persona por dentro y por fuera.



Da un correcto uso a las cosas y serán más durables.