El Mito de Los Metales

EL MITO DE LOS METALES (La República): con este mito Platón defiende la naturaleza diferente cada individuo. A cada tipo

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EL MITO DE LOS METALES (La República): con este mito Platón defiende la naturaleza diferente cada individuo. A cada tipo de individuo le corresponde una función diferente, que a su vez debe reflejarse en la estructura social. RAZAS DE HOMBRES ALMA DOMINANTE VIRTUDES PRINCIPALES FUNCIÓN SOCIAL Hombres de oro Racional Sabiduría y prudencia Gobernantes Hombres de plata Irascible Fuerza y coraje Guardianes Hombres de bronce Concupiscible Moderación y templanza Productores (labradores y artesanos) ↓ La justicia será la máxima virtud, y surge con el equilibrio de las anteriores virtudes. En el Estado, dependerá del gobernante, que ha de de gobernar sabiamente y los gobernados han de dejarse conducir por éste. - La estructura tripartita del Estado es paralela a la estructura tripartita del alma. Sólo si cada miembro de la sociedad hace aquello que le corresponde según su naturaleza habrá orden y armonía. - La distinción en las predisposiciones de las personas permite, mediante el adiestramiento adecuado (importancia de la educación), que la ciudad disponga de individuos adecuados para las diversas necesidades: · Los PRODUCTORES → garantizarán el nivel necesario de bienestar. · Los GUARDIANES → asegurarán la defensa de la ciudad frente a Posibles invasores y resolverán los conflictos internos.

· Los GOBERNANTES → dirigirán la ciudad con justicia. - Para Platón, la tarea de gobernar no está al alcance de todos. Sólo puede gobernar aquella persona justa en la que se armonicen las tres partes del alma bajo el control de la razón. - La sociedad justa será aquella en la que se armonicen las tres clases sociales del Estado, en la que cada uno cumpla la función que le es propia, dejando el gobierno en manos de los sabios educados para este fin. - Presenta una concepción elitista de la sociedad. - Para Platón, conocimiento y política deben ir de la mano. El alma del individuo dice Platón está formada con las mismas partes de la ciudad, dice que si la ciudad es prudente también lo será el hombre que habite en ella. Por lo tanto un hombre será justo en tanto si cada una de las partes que lo componen hace lo propio. La parte racional del alma debe controlar que las otras partes actúen de modo correcto y las otras partes deben obedecer a la razón. ALEGORIA DE LAS CAVERNAS Platón nos muestra a unos prisioneros que nunca han visto otra cosa que las sombras proyectadas por un fuego en la pared más profunda de una cueva, por ello creen que esa es la auténtica realidad. - Uno de los prisioneros es liberado (representa al filósofo) y tras un gran esfuerzo, alcanza el exterior y así se da cuenta de que lo que hasta ahora consideraba real, no es más que un pálido reflejo de la auténtica realidad. - Este mito expone la dualidad de realidades que establece Platón, de modo que el interior de la caverna representaría el mundo sensible, y el exterior de la caverna el mundo de las Ideas. El mundo sensible no sería más que una imitación degradada del mundo de las Ideas. - Además nos muestra la diferencia entre el valor de conocimiento correspondiente a cada uno de estos niveles de la realidad. En el mundo sensible solo alcanzamos la opinión, mientras que en el mundo de las Ideas alcanzamos el conocimiento de la auténtica verdad. Transmite la idea de que el conocimiento verdadero es posible, pero que su adquisición no es un camino fácil ni al alcance de todos. - El prisionero lleva a cabo un descubrimiento gradual, primero las figuras, el fuego, la naturaleza, y finalmente el firmamento. En el momento en que ya se ha acostumbrado a la luz exterior puede observar el Sol (que representa la idea suprema de Bien), origen y explicación de todo. - Platón se plantea qué ocurriría si el prisionero decidiera volver a la caverna para explicar a sus compañeros que más allá de ese mundo de sombras existe una realidad infinitamente más bella y verdadera. Seguramente lo tomarían por loco y no le harían caso, y si les propusiera que lo acompañaran al exterior serían incluso capaces de matarlo. Se trata de un homenaje a su maestro Sócrates. TIPOS DE GOBIERNO: 1. ARISTOCRACIA: es el gobierno más justo, ya que en él gobiernan los sabios, en vistas a un bien común. (Propone un estado utópico ideal). aristos → "los mejores" emparentado con areté → "excelencia" kratós → "poder, fuerza"

2. TIMOCRACIA: es menos justo que la aristocracia, pero más que la democracia. En él gobiernan los militares con vistas a alcanzar la fama y el honor. 3. DEMOCRACIA: es el gobierno menos justo, ya que en él gobiernan todos y cada uno mira por su propio interés. Para Platón la democracia desemboca en la TIRANÍA: en el ambiente de inestabilidad que genera la democracia surge un líder que se hace omnipotente y corrompe y atemoriza a los ciudadanos, o en la ANARQUÍA. - Los sabios han de gobernar, porque han de poner su conocimiento al servicio de la ciudad. Teniendo en cuenta que el mejor gobierno para Platón es la Aristocracia y se trata de un gobierno “imaginario”, el régimen timocrático es el primero que analiza y se entiende como una cierta organización que tiene como principios la ambición y el ansía de honores. La forma de gobierno se sustenta en “El respeto de los gobernantes y la aversión de la clase defensora de la ciudad hacia la agricultura, oficios manuales, negocios…Y el de no atreverse a llevar sabios a las magistraturas y hallarse en todo momento en pie de guerra (serán propensos)”. Igualmente, Platón piensa que en esa forma de gobierno “Codiciadores de riquezas serán…, pues tendrán almacenes y tesoros privados en que mantengan ocultas las riquezas que hayan depositado en ellos, y también viviendas amuralladas, verdaderos nidos de particulares en que derrocharán mucho dinero gastándolo para las mujeres o para quien a ellos se les antoje…Serán también ahorradores de su dinero, como quien lo venera y no lo posee abiertamente, y amigos de gastar lo ajeno para satisfacer sus pasiones; y se proporcionarán los placeres a hurtadillas, ocultándose de la ley como los niños de sus padres, y eso por haber sido educados no con la persuasión, sino con la fuerza, y por haber desatendido a la verdadera Musa, la que va unida al discurso y a la filosofía, honrando en más alto grado a la gimnástica que a la música”. Dentro de las propiedades del carácter del ser humano timocrático se encontrarán, a muy grandes rasgos, las siguientes: Obstinado. Duro con los esclavos y amable con los hombres libres. Obediente para con los gobernantes y amigo de los cargos y honras. Amante de la gimnasia y de la caza : Respecto a la oligarquía, aquella es entendida como el gobierno basado en el censo, en el cual mandan los ricos, sin que el pobre tenga acceso alguno al gobierno. Las características de tal régimen son a grosso modo, las siguientes: Emplean las arcas llenas de dinero heredadas para encontrar nuevas maneras de gastar el dinero violentando las leyes. Amarán la riqueza en deterioro de la virtud. Serán amantes del negocio y la riqueza. Al rico le aman y lo llevan a los cargos, mientras que al pobre le desprecian. El gran defecto que encuentra Platón en la ciudad oligárquica es que no estará configurada como unidad. Por el contrario, pensará que la ciudad gobernada de tal manera está escindida fundamentalmente en dos partes. Una será la ciudad de los ricos, en donde sus intereses son los que predominan sobre la otra ciudad, la de los pobres. De tal manera, en el

interior de aquel macrocosmos permanecerá ingente una lucha constante entre dos fuerzas antagónicas que podrían erigirse en el mayor mal para la ciudad. De hecho, precisamente en aquella forma de gobierno es en donde cree Platón que surgen las mayores injusticias debido a que todo puede ser vendido o comprado. Ahí habrá mendicidad y delincuencia, pues la pobreza arrastrará a algunos a actuar contrariamente a la ley y a la naturaleza. La realidad ontológica que es la ciudad tiene en su seno una contradicción tal que se puede constituir con mucha probabilidad en la causa de su crisis, disolución y extinción. El ser humano con carácter oligárquico dispone el elemento razonador de su alma con miras a la obtención del dinero, mientras que el elemento irascible determina que su admiración por sí tiene que estar orientada y clarificada por la susodicha adquisición de bienes. Será una persona ahorradora e industriosa que se limitará a satisfacer los deseos más necesarios, pero que no se permitirá ningún dispendio adicional. Será sórdido y buscador de la ganancia en toda situación.

De igual manera a como existe una disensión en la ciudad gobernada de forma oligárquica, habrá una disensión en el ser humano que rija su ser de esa manera. Sin embargo, según la forma de ver las cosas por Platón, en términos generales, “prevalecerán en general los mejores deseos contra los peores”. El interés por la ganancia lo alejará de los otros vicios. Empero, aquel no será un ser humano que practique el “bien en sí” por el hecho de ser la recta regla, sino que así lo hará porque será un simple medio para saciar su hambre de riqueza. En donde el hombre recto pone el bien en sí, el hombre oligárquico pondrá la riqueza y el poder. Por ese motivo, la forma en la que el ser humano de carácter oligárquico se dominará a sí mismo será por el uso de la violencia y no por el uso de la razón. Gracias a la fuerza y al temor por perder su fortuna, no se inclinará a los placeres provenientes de la concupiscencia. Aquello es como dice Platón, “habrá volado muy lejos de él la genuina virtud de un alma concertada y armónica”. DEMOCRACIA: Siguiendo con las alteraciones en las formas de gobierno y con el tipo de ser humano que les corresponden, el régimen de gobierno democrático nacerá cuando “Habiendo vencido los pobres, matan a algunos de sus contrarios, a otros los destierran y a los demás les hacen igualmente partícipes del gobierno y de los cargos, que, por lo regular, suelen cubrirse en este sistema mediante sorteo”. De tal manera, la democracia nacerá en cierto sentido de la escisión que se establece en la ciudad cuando se divide entre pobres y ricos. Si el gobierno oligárquico se caracteriza por ser el régimen de los ricos y porque domina la irascibilidad, en la democracia serán los pobres quienes rijan y será la concupiscencia el elemento dominante. Una de las características peculiares del régimen democrático es que en tal lugar habrá licencia casi absoluta para todos los modos de vida. Su mayor defecto, por lo mismo, es tratar a los desiguales como iguales. Todos los miembros de tal régimen vivirán en un régimen placentero y anárquico, como lo define el propio Platón. La característica más importante del ser humano democrático es que coloca en una escala horizontal a todos los placeres, no encontrando diferencia cualitativa entre aquellos. De tal forma, los lugares morales que Platón asignaba a cada uno de los elementos que conforman al alma del ser humano se ven descompuestos y eliminados de su escala jerárquica. El hombre democrático considera a todos los deseos como dignos y justos. Este tipo de ser humano es el más polifacético de todos y puede presentar las caras más distintas, ya que los deseos son varios y diversos. La última de las transformaciones de la ciudad y del ser humano, será la transición que se lleva a cabo de la democracia a la tiranía. En ese sentido Platón plantea lo siguiente: “Cuando una ciudad gobernada democráticamente y sedienta de libertad tiene al frente a unos malos escanciadores y se emborracha más allá de lo conveniente con ese licor sin mezcla,

entonces castiga a sus gobernantes si no son totalmente blandos y si no le procuran aquélla en abundancia, tachándolos de malvados y oligárquicos”. La transición de la democracia a la tiranía está mediada por cierta ansía de libertad excesiva y por la introducción de la indisciplina en todos los campos de la vida. Los roles sociales sufren entonces una subversión y todo aparece en completo desorden. De tal modo, la demasiada libertad termina por convertirse en esclavitud, misma que va a estar presente tanto en la ciudad como en el ser humano. Por lo mismo, Platón piensa que la más terrible esclavitud se origina en la extrema libertad de la democracia, ya que prácticamente todo está permitido en esa forma de gobierno. Esa misma libertad excesiva, que no es otra cosa que el libertinaje, será la fuente de la que se alimentarán los tiranos para hacerse del poder. De hecho, la forma de gobierno tiránica estará sumamente emparentada con la tiranía moral proveniente de la concupiscencia, ya que en el ser humano gobernado de esa manera prevalecerán los apetitos concupiscibles, es decir, estando sobre los irascibles y los racionales. Para su análisis, la ciudad democrática es dividida en tres elementos. Uno, el conformado por el linaje que nace de la licencia y que son apartados del poder político, a los cuales se denomina como “multitud”. El segundo grupo, al que Platón denomina como zánganos y representa a los “ricos” en general. Mientras tanto, el tercer linaje será el pueblo que es en general pobre. La transformación de la democracia a la tiranía se llevará a cabo cuando uno de los maestros o jefes del pueblo se convierta metafóricamente en lobo. Es decir, al iniciar procesos de persecución contra los ricos y contra los ciudadanos sobresalientes que pongan en peligro su poder. Por lo mismo, una de las características de la tiranía será que el tirano necesitará siempre hacerse de una guardia personal para cuidarse de los ataques de la ciudadanía. Dicha ciudadanía considerará a su régimen, en general, como advenedizo y nocivo en cierto momento. Los tiranos, contrariamente a los monarcas legítimos, necesitarán de la intervención de los poetas a sueldo, para que estos a su manera adulen su mandato. De hecho, una causa más por la que Platón desprecia en general a los poetas es porque los considera, bajo ciertas condiciones, como los cantores de la tiranía. En suma, Platón sostiene que las formas de gobierno de la ciudad son análogas a los tipos de ser humano, dependiendo del elemento que sobresalga, ya sea en el gobierno del macro o microcosmos. Igualmente, piensa que las transformaciones en las formas de gobierno van hacia peor, ya que a la corrupción de un cuerpo político o humano siempre se suman las demás corrupciones. La tiranía es considerada la peor forma de gobierno, en el mismo sentido en el que la monarquía es considerada como la mejor. La razón de que aquello suceda de tal manera, a pesar de la paradoja que implica por ser ambos gobiernos de uno solo, es que en la monarquía la ciudad estará ordenada según lugares ontológicos y morales muy específicos, mismos que no se respetarán en la tiranía. Si la monarquía es el gobierno de un ser humano libre sobre otros seres humanos libres que son guiados a la virtud y a la felicidad, la tiranía será entendida como el gobierno de un esclavo sobre otros esclavos en donde predomina el vicio y la ignorancia.