El Infierno Prometido

ELSA DRUCAROFF EI infierno prometido Una prostituta de la Zwi Migdal EI infierno prometido Esa ropa era hermosa, muy

Views 145 Downloads 2 File size 18MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

ELSA DRUCAROFF

EI infierno prometido Una prostituta de la Zwi Migdal

EI infierno prometido Esa ropa era hermosa, muy hermosa, y de una inmoralidad tan grande ... Brania la observaba con esa ropa como si calculara cuentos clientes iba a lograr por semana, pero iembien parecia que pensaba "Dina es hermosa". Yel miedo que ella habia tenido de no poder trabajar porque nadie quisiera pagar por ella se esfumaba. Su madre nunca Ie habia dicho que era linda despues de que crecio. Todo elogio se acaM cuando el cuerpo se Ie hizo otra cosa. Si su madre la viera vestida asi la golpearia y Ie quemaria los camisones en el ioqcm de la cocina. Ahora la miraba otra mujer: era mas joven que su mame perc era mayor que Dina, y sabia tanto, y mandaba. Era la mujer que iba a entregarla a muchos hombres por dinero. i Y por que iba a hacerlo? Porque la encontraba bella. Para la miserable muchachita judfa que crecio en una aldea de la Europa oriental, ser esclava de la Zwi Migdal en Buenos Aires no es terrorlfico. La poderosa mutual de judfos polacos tratantes de blancas que la trajo mas 0 menos enqariada alimenta bien y paga con el cotizado dinero de la Argentina de 1927. Pero el horror tiene muchas formas: 10 que Dina entendfa por hurnillaclon, vieja conocida de su vida, era apenas un palido reflejo de la que ahora iba a sufrir. Prisionera indocumentada, afrontara su propio infierno personal que se vera alterado por la lIegada de tres hombres muy distintos: un poderoso y sadico juez de la Nacion con el que tiene una relacion oscura y ambigua, un atormentado escritor, notero de poiiciales en el diario Critiea, que descubre en esta "prostituta con cara de colegiala" un alma hermana por salvar, y un jovenlinotipista anarquista que Ie propone un amor heroico y luminoso. Como ya es habitual en sus novelas, Elsa Drucaroff combina una lnvestiqaclon muy rigurosa, hipotesis historicas originales, un notable manejo narrativo y el retrato profundo de personajes intensos. Novela por momentos psicol6gica que de pronto adquiere el ritmo del thriller y de la road movie, EI infiemo prometido rompe con los tabues y los lugares comunes que pesan sobre la negra historia de la Zwi Migdal. Pero mas alia de pintar la epoca y ofrecer una perspectiva tan original como verosfmil, Drucaroff nos regala una novela de suspenso apasionante que no puede dejarse hasta la ultima paqina.

Impreso

en la Argentina

www.edsudamericana.com.ar

© Tamara Horowicz

ELSA DRUCAROFF es escritora, ensayista, periodista, investigadora

y docente. Public6 las

novelas La patria de las mujeres. Una historia de espias en la Salta de Giiemes (1999) y Conspiraci6n

contra Giiemes.

Una historia de bandidos, patriotas, traidores (2002), sobre la que Eduardo Alonso Crespo esta componiendo

una

6pera que se estrenara en 2006. Public6, adernas de numerosos artlculos especializados

en revistas acadernlcas

nacionales y extranjeras,

dos ensayos:

Mijail Bajtin, la guerra de las culturas (1995) y Arlt profeta del miedo (1998). Dirigi6 La narraci6n gana la partida, volumen 11 de la Historia critica de la literatura argentina (2000), que supervisa Noe Jitrik. Dicta seminarios de literatura y teorfa literaria en el ISP Joaqufn V. Gonzalez, de donde egres6, y en la Facultad de Filosaffa y Letras de la UBA, donde adernas investiga. Colabor6 en diferentes medias masivos como poriodista cultural y actuahnente liollo una columna sobre Iltmm fill ftl radial At eomplls dfl IliS notte/lill

proU!IlI111l

Oiros titulos de Editorial Sudamericana:

Simon. Vida de Bolivar JOSE IGNACIO GARCiA

HAMILTON

Palacios. Un caballero socialista DANIEL SORiN

Titaquln. EI Inca andaluz LuciA

GALVEZ

Salvadora. La dueiia del diario Crltica JOSEFINA DELGADO

EI derrocado. 1955: La huida del General en la caiionera ViCTOR

EGO DUCROT

Cinco balas para Augusto Vandor ALVARO ABOS

Vernet, caballero de las Islas SILVIA PLAGER - ELSA FRAGA VIDAL

Las imagenes que ilustran las tapas y contratapas de los libros de la colecci6n Narrativas Hist6ricas no necesariamente responden ala fisonomia real de los personajes que aparecen en estas novelas.

ELSA DRUCAROFF

EL INFIERNO PROMETIDO Una prostituta

de la Zwi Migdal

gDITORIAL SUDAMERICANA BlJENOR AlIms

Diseno de tapa: Isabel Rodrigue

Druearoff, Elsa EI infiemo prometido - I' ed. - Buenos Aires: 336 p. ; 23xl6 em. (Narrativas hist6rieas)

Sudamericana,

2006.

ISBN 950-07-2710-2 1. Narrativa Argentina. 1. Titulo CDDA863

A la memoria de mi Zeide y de mi Babe, Sanson Drucaroff y Berta Blejman, judios que llegaron a principios del siglo XX de la Europa oriental del hambre y los pogroms. Porque junto a much os otros trabajaron con honra y entregaron su vida a la Argentina, porque sotiaron con construir acti, para todas las personas, una sociedad justa, comunista. Y porque me transmitieron la luz, la potencia, la audacia de ese sueiio. A mi padre, Simon Drucaroff, porque me hizo judia laica, judia de la diaspora, de la mezcla. Y porque habla con mi hombre en idish todos los domingos, cuando nos juntamos a almorzar. Todos los derechos reservados. Esta publicaci6n no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en, 0 transmitida por, un sistema de recuperaci6n de informaci6n, en ninguna forma ni por ningun medio, sea mecanico, fotoquimico, electronico, magnetico, electrooptico, por fotocopia 0 cualquier otro, sin permiso previo por escrito de la editorial.

IMPRESO EN LA ARGENTINA

Queda hecho el deposito que previene La ley 11.723. © 2006, Editorial Sudamericana S.A.® Humberto 1531, Buenos Aires. www.edsudamericana.com.ar ISBN 950-07-2710-2

>\[

, i

"Es necesario ver la miseria de las ciudades judeopolacas ... para entender que un viaje a Buenos Aires no es terrorifico." (Un rabino en 1899) Citado por Donna J. Guy en El sexo peligroso. La prostituci6n legal en Buenos Aires. 1875-1955 ) ;~~1 quo

-------------

~

,jl' quedo mirandolo sin poder controlar el temblor que le venia del f'Hllllnagoy l.a obligaba a apretar los dientes. Ahi estaba ella, parada tn'nte al abismo, mirando hacia abajo fascinada; sentia menos honor .que el que habia creido, 0 mejor, sentia todo ese horror pero le adivinaba algo delicioso. Mientras tanto, el hombre se quedo con una camiseta musculosu que resaltaba su panza redonda y su gran pecho velludo un ('ulzoncill?,muy blanco, increiblemente limpio, del que salian ~ier/HIS tamble~ peludas, retaconas, las medias oscuras de grueso algodon en los pies. Levanto la vista para buscarla, la vio de pie junto a III puerta y la llamo, Su voz era agradable, tranquila, transmitia srmpatfa. Como Dina no se movia, el dijo algo y se rio, se incorporo y la tomo con suavidad del brazo. Ella se dejo atraer, el susto se le Ilia pasando, el hombre Ie seguia diciendo cosas que parecian simp aticas y ella sonrio; el hombre dijo algo y rio, Dina rio con el. "Que sucrte, no parece malo", penso, y se abandono, Era demasiado peludo pero tenia olor del jabon del baiio. Ahi, en Buenos Aires, todos se lin fiaban mucho. Ademas se puso un preservativo como el que Hrunia habia mostrado y eso, habia dicho la regenta, era buena rusa, Er.~ pesado, mas pesado que Hersch Grosfeld, sin embargo no III asfixio cuando se le subio encima. Ademas, en vez de moverse sobre ella sin tocarla, como Grosfeld, la acariciaba y la besaba en el ruello, .hacia co.squillas pero no molestaba. Mas tranquila, se acordo d•. las instrucciones de Brania y del perro del campesino polaco. El hombre se detuvo de pronto y la miro alarmado y le pregunto algo ron un tono de susto tal que Dina se apresuro a callar. Le faltaba nprender, todavia.

VII Y asi fue como Dina se perdio. Despues de ese cliente vinieronpero , 1~lIl\queesa cosquilla que habia entrevisto la primera vez se trans-! lonno. ~~y ~apidamente en decepcion, el oficio no era tan grave ni 11111 diflcil m tan terrible como parecia de lejos. Tampoco tan excit nnt.o, por ciorto, Mas que "perderse", penso Dina con tristeza una ruudrugada, extonuada, mientras oscuchaba 101-> pasos aislados de ul.ro y otro y otro mas. No todos como el, lamentablemente,

'18

-------------

~

------'---------

alguna persona feliz que podia caminar libre por la vereda, su trabajo se trataba de "encontrarse": con hombres, con rutinas. Encontrarse siempre en la misma pieza, siempre en la mjamacam a, siampre en la misma maravillosa ciudad que aunque la rodeaba no le estaba permitida; encoritrarse siempre conel mismo ardor en rla vagina, con el mismo dolor en la cara interna de los muslos, encontrarse con la cocaina que ayudaba a seguir cuando habian pasado mas de veinticinco clientes y el cuerpo no daba mas. Aunque de la cocaina habia que cuidarse. No se 10dijo Brania, se 10 dijo el hombre grande, no muy gordo, no muy alto, que habia sido su primer cliente. Se llamaba Jose y regres6 pese a los aullidos de perro. Era ya tarde, Dina no tenia mas fuerzas y le pidi6 por . . gestos que esperara, antes de ponerse a preparar una raya de polvo \ .P.' }pf blanco en la mesa. El hombre le tom6 la mano con firmeza, hiz.o que cy ';(~con la cabeza y ella 10mir6 asombrada. No estaba enojad~habia "'algo de padre en la preocupaci6n de sus ojos, la muchacha entendi6 que le queria explicar el motivo de su acci6n. Sigui6 un dialogo de ~.~st..~~el hombre repetia palabras mientras sefialaba el po1vo, se tocaba el, tocaba su nariz, hac~os '~_ negativos .. "--o y hast a pareci6 decir que si tomaba esa cosa much as veces, podia morirse. "Race muy mal", repetia en castellano. Dina crey6 entender la frase y _.apJ:Q'y~(ll, 10 quo 10 lb. a lallllt ibo Il jillB' In bronca.

------------_.~

-------------

-Ay, ay, ay, que poco que sabe usted. La Varsovia, mi amigo -condescendi6 el patr6n a informar-, nacio para poder tener un c~menterio. Aca la colectividad judla odia a los cafishios mas que a ~mg~~a otra colectividad. Despues de todo, para los cat6licos la prostItuc~on es una cloaca necesaria, loleyoa Santo Tomas? Pero los judios son 1mplacables. A los cafishios los tienen fichados y los echan a patadas de todas partes, de sus sinagogas, de todos lados. Ni d6nde caerse muertos ternan, se 10digo literalmente: no los dejaban ni enterrarse con ellos. Entonces estes fundaron su Mutual, compraron un cementerio propio, pusieron una sinagoga para ellos, y se fueron dando cuenta de que tener una instituci6n juntos les daba mucho poder, podianjuntar ahi mucho dinero para el bien comun. No sonria no estoy jodiendo. El bien connin de todos los cafishios, loque tiene? loNodefiende los principios solidarios, usted? Si se agremian los obreros, lonose agremian acaso los patrones? loTraumann no es anarquista, despues de todo? Sindicatos cafishios, losabe la plata que tienen? -;, Usted conoce a Traumann? -Uf, amigo mio, yo conozco a tanta gente ... -;,Pero se puede hacer una mutual de cafishios? Legalmente quiero decir. ' -Mi querido Loco -dijo Botana suspirando, yel Loco tuvo ganas de darle una trompada-, no es necesario escribir en ningun lugar de las aetas de la Mutual "somos todos cafishios". Hay much as mutuales italianas, hay much as judias. La Varsovia tiene judios de Varsovia ;,que tiene de raro? ;,Usted dice que son cafishios? [Pruebelo! Pero es que no hay nada que denunciar, loentiende? La maniobra es brillante: es una asociacion legal sin fines de lucro, por el bien comun, Se armo para tener un cementerio, una sinagoga, etcetera. [Y es rigurosa verdad! Pero resulta que sus miembros ganan fortunas y aportan generosamente a la Mutual, resulta que la Mutual maneja fortunas, resulta que por detras puede negociar ella sola con el Concejo Deliberante y ?btener cosas que ningun cafishio, solo 0 en grupo, podria obtener Ja~as. Y cuando alguien de la mafia molesta mucho, le mandan a la pohcia. Compran comisarios como usted Ie compra leche al lechero loentiende? Y compran jueces, politicos, 10que quieran. ' -Si, los vi. En el remate vi jueces. -Iguallos juecos no van mucho a los remates. Prefieren a las francesitns,

178

-------------

~

-------------

-Pero estaba Leandro Tolosa. -loEl de la Liga Patri6tica? -Ese. -Aja ... Ya ve ... Golpearon la puerta en el despacho. Botana se levant6, abrio y cerro casi al instante. -Estoy ocupado -dijo-.

Termino de hablar con el amigo en

minutos. El Loco estaba muy triste. No encontraba nada para decir. Antes de sentarse otra vez frente a el, Botana Ie palme6 el hombro con simpatia. -Loco, seamos inteligentes, digamos que su campafia quedara para un momento mas oportuno, losi?Tal vez lleg~, ojo, no crea ~ue yo siempre soy cinico... Mientras tanto, me gustana que se pusiera a seguir un tema. loSeacuerda de la chica asmatica de Mataderos, la que cuidaba a los seis hermanos? Ahora escribi6 una que dice que es la prima, vive en la otra cuadra, tiene tuberculosis Y cuida oc~~hermanos, uno paralitico; le gana por paliza, je. El padre los dejo, era alcoh61ico,en fin, un argumento para su amigo Castelnuovo. Habria que ir a comprobar si todo es como ella dice, pero si es asi armamos la campafia por el sillon de ruedas para el hermanito. loPorque no ,se da una vuelta manana, con un fot6grafo? Es en la calle Coronel Cardenas, creo, prcguntele a Silveiro Manco, digale que yo dije que ~sted se va a ocupar; el tiene los datos precisos. Y si quiere un consejo: no yea mas a esa muchacha. Los amores imposibles solamente terminan bien en La novela semanal. No me diga que no la lee, seguro que se la saca a su mujer a escondidas, de la mesita de luz.

x El Loco trat6 de seguir el consejo de Botana pero no aguant6. Cuando se cumpli6 exactamente una semana del aciago ultimo encuentro, volvi6 al burdel. Iba a aclarar las cosas, iba a hablarle de sus celos , iba a hablarle de amor. loQueera ridiculo? loQueno . tenia nada que ofrecerle? No le importaba. Por 10rnenos que supier a que no era un monstruo, que 10 mirara con 080S ojos celestes infinitos y III dijaru nl menos pardon, "purdon porque pOfil!!l6 mAl do VOH. HOB un

-------------

~

-------------

alma buena". 0 tal vez Ie decia que 10amaba ... Era improbable, pero tal vez ... Al cerrar la puerta de cortinas amarillas tuvo una sensacion extrafia: algo parecia haber cambiado. Como siempre, la regenta vigilaba desde su mesa. Como siempre, habia hombres esperando en la sala de espera. Pero el modo en que la madama 10miro no fue el de siempre. "loLehabra dicho que le pegue, la farsante?", penso el Loco. -Vengo a visitar a Dina. Media hora. -Imposible, senor. -Yea, yo no se que le dijo ella pero ... -loQue me dijo? loQuetenia que decirme? -Nada, precisamente ... No paso nada, fue un malentendido. -Dina no pertenece mas a est a casa. El Loco se quedo mudo. Inm6vil. -Rosa 10 va a atender con gusto, no se preocupe. -iN 0 quiero a otra, quiero a Dina! -dijo el Loco. loEstaba levantando la voz? -jPero le digo que no est a mas, caballero! [No atiende mas acal -loD6nde atiende? Sudaba. -No me esta permitido dar esa informacion. -loQue hicieron con Dina? [Me va a decir que le hicieron a Dina! Definitivamente, estaba gritando. La clientela se estaba as ustando. La regenta 10 miro con inquietud. -Caballero, le pi do que no haga escandalos en esta cas a -dijo con voz contenida. -loPero usted esta hablando en serio? jEste es un rofioso burdel de putas de dos pesos y usted me va a decir que hicieron con Dina! -Caballero, por fa ... -loUsted sabe que yo escribo en Critical loQuiere salir en el diario? loLellamo a un fot6grafo? Dos hombres de la sala de espera salieron apresuradamente, ornpujandose en la puerta para pasar primero. Otro estaba tomando HU abrigo, Desesperada, la regent a empezo: Cuhallero, yo no pue ... Vonga conmigo, por favor -dijo de 1711

-------------

~

-------------

pronto decidida. Y agreg6 con una voz alta y tranquilizadora-: No se ponga asi, todo se va a arreglar. No paso nada, senores, el caballero es un antiguo cliente nuestro, nos vamos a poner de acuerdo porque hay apenas un malentendido. Pasaron al patio y de ahf a un departamento demasiado rosado, amueblado con espantoso, carisimo mal gusto. -loGusta un cognac? -la mujer habia cambiado el tono; ahora era zalamera. -Desembuche, que me estoy cansando. -Voy a ser franca con usted, pero si dice que yo le dije esto, voy a decir que es mentira, que por mi no se enter6 ... Dina se fue. -loC6mo se fue? -Se fue. No esta mas. -Va me dijo cien veces que no esta mas. loLatrasladaron? -No. Se... -loSe ...? -jSe escape, senor! [Se escape, la desagradecida! [Se fugol [No sabia ni 10 que era el jab6n de bafio cuando lleg6! loEntiende? [Era una muerta de hambre que ni siquiera podia creer que se comiera tres veces por dia en esta cas a! [N0 tenia ni un vestido que no fuera un trapo viejo y ... se escap6! [Nos traicion6! -loC6mo escap6? -Se fue por la ventana. Abri6 el candado y se fue. Nose si tonia un c6mplice. Sera un tipo, seguramente. Irse sola para que, si "ca. esta bien. Yo pense que podia ser usted, le aseguro. Estaba

-------------~

-------------

-loLo conoce? -loYo?:. [No, para nada! Lo que pas a es que Dina 10 mencion6 una vez, en fin, eso de mencionar a un cliente no es muy comun, Y me acorde, ahora, cuando us ted dijo que probablemente habia un c6mplice ... Pense en ese nombre ... -Ah, ella le hablo de el. loYque Ie dijo? -Me dijo que era bueno, que era uno de sus clientes buenos aunque no tanto como yo... C6mo mienten ustedes... ' -Si no le gustamos, no venga. Y aproveche que est a vez le dije la ~erdad, no se queje. Tengo que volver a la sala. No hay mas que decir. Se escape, a 10 mejor con el, ya que usted y no el esta aca preguntando por ella. A 10 mejor se volvi6loca y se fue sola ... En fin, n~s traiciono a todos. Pero yo no se 10 conte, loesta claro? Usted por mi no sabo nada. Sea agradecido. -loPor que tanto secreto? -Volvamos, por favor. loQuiere ver a Rosa? Rosa es mas puIposa, le va a gustar mas ... Lo unico que el Loco queria era mandarse a mudar. Camin6 hasta perder noci6n de cuadras y direcciones. Atraves6 un descampado sin saber 10 que hacia. De pronto se encontr6 en un cementerio: Flores. loC6mohabia llegado hasta ahi? Se sent6 junto a una tumba, no podia dejar de pensar. Todo se habia vuelto clarisimo.

entre usted y... - Y uno que se llama Vittorio. -loVittorio? Ah, seguro que es el italiano que venia siempre. [Usted conoce a ese Vittorio! loLoconoce? loSabe quien es? Cualquier dato que tenga va a sernos util. De pronto el Loco se estremeci6. [Sabia quien era! Ahora 10 rocordaba: era de Crttica, ni mas ni menos, de su propio trabajo. Vittorio era ellinotipista que leia a Bakunin; una vez habian hablado, muchos meses atras, cuando el entr6 a trabajar al diario. La mujer 10 miraba con esperanza, con ansiedad. ;,Sabe quieti es Vittorio? Cualquier data que tenga va a sernos titil ... Somas ... a nonotros, La Varsovia. La puta de mierda se habia fugndo y III Var· soui« querf a darle IIU morecido, "Y el ibn a ayudar?

[Y el habia preguntado por que tanto secreto! jY se 10 habia preguntad? a ese ?edazo de mierda en cuerpo de mujer! La respuesta e~a obvia: nadie debia escaparse nunca de la Varsovia. Nunca. ~adle. lo?6mo 10 iba a reconocer la organizaci6n? loC6moiba a admitir semejanto derrota? Sinti6 un extrafio orgullo: [Dina, su Dina se les habra escapado! jQue valiente, su Dina! "No se preocupe, la vamos a encontrar", le habia murmurado la regenta al oido antes de despedirlo. La vamos a encantrar. El Loco tuvo un escalofrio: la vida de Dina corrfa peligro. La Iuz estaba cayendo. El marmol de la tumba sobre la que estaba sent ado se habia vuelto helado. "En que problemas te metisto,. m~ ~utita." Ella tenia coraje. loYel tipo con el que estaba? Ese chiq uilfn era un mequetrefe. "Si es un mequetrefe, mas vale que se quode conrnigo", penso. Entollccs se Ie apareci6 Ia cara desorbitada y alcoholleu del Genoves: VOI/. I/UI' «iempr» decis que tene« una vida

178

117

----------

~

------------

-------------~

-------------

. 'Q'ue t ema ' que . d a, e'que' arriesgas? Dina arriesgaba su vida.j, d e mter . '1 ara merecerla? arriesgar e p , 11 ' la hora de Ia aventura. Vas a Genoves -murmuro-, ego lib ver que soy capaz de hacer algo mejor que imaginarme 1 ros.

CAPfTULO 8 Accr6N DlRECTA son a la ciudad 10 que la cloaca es al palacio. Eliminad la cloaca en un palacio y este se transformara en un canal infecto." "Los prostibulos

Santo Tomas de Aquino, Summa theologica

I Vittorio habia prometido volver despues de aquel primer encuentro y cumpli6. Volvi6 dos dias mas tarde. Dina 10 descubri6 al asomarse desde la puerta al patio, cuando ya se habta convencido de que no tenia derecho a esperarlo. Vio que buscaba cruzarse con sus ojos mientras ella hacia pasar a otro cliente. Habia mucha gente ese dia, 10 hizo esperar bastante mientras atendia nerviosa, con miedo (cada vez que abria la puerta) de que I'llse hubiera hartado y se hubiera ido. Cuando finalmente le lleg6 el turno, el muchacho casi corri6 hasta su pieza. De pronto Dina tuvo verguenza: i.tanto impetu para volver a verla? ;,A ella? Vittorio aviso que tenian media hora, le tom6las manos, la sent6 en la cama y se puso a mirarla de un modo que otra vez Ie dio verguenza, No era para mirar, era para tocar. i.Que queria encontrarle ese hombre? Para eliminar la turbaci6n se saco bruscamente la bata y, medio desnuda, Ie empez6 a desabrochar la camisa. Por suerte el se dej6 hacer con gusto y termin6 con tanta tonteria. Y aunque todo fue bastante veloz, otra vez Dina tuvo tin orgnsmo de verdad. Y otra vez sintio la misma emoci6n mientras (,J descanaaba, en Milon('jo,

171

171

-------------~

-------------

-;,Cuantos afios tenes? -pregunt6 Vittorio de repente. -Decisete. Le habian dicho que dijera dieciocho, pero a e1 no tenia ganas de mentirle. -Yo cumplo diecinueve pronto, a fin de octubre. ;,Sos po1aca? La tenia abrazada, acurrucada en su pecho. -Si. -Yo soy italiano. Otra vez Dina estaba mo1esta, preferia no hab1ar. Lo que estaba pasando no le gustaba aunque le gustara: primero habia llorado hasta e1agotamiento en brazos de un cliente, despues (;,cuanto desplies?, ;,una semana?, ;,diez dias?) habia llegado este hombre y ella I.IIVO semejante arrebato y se qued6 esperando que vo1viera como pspcraria una novia, que ridiculo; ahora 10 recibia de nuevo y 61 hucia cosas incomprensib1es, 1a usaba y, sin embargo, le daba ... (,que le daba? "Es chiflado", pens6 en castellano; "Brania siempre dice de los rliifladoe",

-N ad en e1 Piemonte -seguia Vittorio como si nada-. Vine haec tres afios a Buenos Aires, cuando muri6 mi mama. Mi papa murio cuando yo era chico. Un hermano mayor se qued6 alla, -;,Vos? -Yo ... soy po1aca. E1 si1encio duro unos segundos. E1 se ensombreci6. No dej6 de ubrazarl a pero sus brazos se aflojaron, perdieron convicci6n. Dina 10 mir6. "Es transparente", pens6 enternecida; "no puede disimu1ar ni el menor sentimiento". De pronto se a1arm6: los hermosos ojos color mie1 se habian apagado, las comisuras de los 1abios estaban apcnas curvadas hacia abajo, 1a boca se Ie apretaba casi como 1a de IIIl nino en e1 comienzo de un puchero. Lo ultimo que queria era ofender a ese hombre que tanta paz traia a su cuerpo y habia hecho «ntrar en su habitaci6n aire 1impio de la noche. Se incorpor6 un poco, le busc6 los ojos, sonri6. Dijo, en su castellano vaci1ante: -Pcrd6n. Soy callada porque yo no qui ere hab1ar ... Yo pongo t.riste ... Lloro. A Vittorio se le oncendio la carA Cull III mhnna velocidud con que IHl lu hahia anaombreeldo. Souri6 COil dUII\U'C'.I~ lOlilluhios. IWa

b".o

-------------~

-------------

sigui6 el beso, 10busc6 otra vez. Si pagaba dos turnos, no era cuesti6n de que los desaprovechara. Se le veia 1a juventud a ese muchacho: no cualquier cliente repetia dos veces en media hora. Pero ella ... ella siempre habia sido joven y nunca tuvo ese entusiasmo. ;,Que Ie pasaba? Seguia siendo joven porque otra vez se perdi6 en un orgasmo casi en seguida y otra vez se sinti6 en el paraiso cuando ella tom6 en brazos y se despidi6 diciendo "vuelvo manana". -;,Manana? -Dina resplandecta, , No siempre voy a tener dinero para gas tar tan seguido; pero SI, manana. Y ella se escuch6: -A vos yo atiendo gratis. Regenta no deja. Es pena. . Regr~~6, efectivamente, al dia siguiente. Aunque al principio ~I~a V01VlO a tener una sensaci6n incomoda, una especie de ganas sI~Iestras de reirse, no fue 10 unico que le pas6. Tambien se dej6 mrrar mas tranquila, dej6 que el le tocara el pelo, que jugara con sus rulos, y casi disfrut6 de esperar, ansiosa pero quieta, que empezara a besarla. Sin dud a, era el mejor cliente que habia tenido. POl' si fuera poco, desde 1a segunda vez us6 espontaneamonrs un preservativo. El juez Tolosa 10 habra usado desde la primera vez, pero salvo en eso, no se parecian en nada. Ella creta que estaba sana, 0 por 10menos eso decia el medico que Ie firmaba periodicamente la libreta. Se lavaba escrupulosamente con la soluci6n de permanganato despues de cada hombre, y en su habil politica para armarse una clientela estable habia sabido quedarse con una buena proporci6n que usaba condon, ya por iniciativa propia, ya porque ella 10 sugeria con mucho tacto. Pero su clientela estab1e no era la unica y no todos los otros se 10ponian. En noches en que la cocaina la mantenia con los ojos abiertos temia estar infectada 0 embarazada, y los razonamientos que enhebraba una y otra vez a toda velocidad alcanzaban para repetirse que tal vez tenia menos posibilidades que otras pupilas de estar enferma 0 embarazarse, pero no mas que eso. Si tener un hijo era 10ultimo que deseaba, 10peor era la enfermedad: el final terrible de su proyecto de ser regenta, la dorrota definitiva. Dina sabia que much as chicas de 111 Vanwtlia torminaban enfermns, una que habia trabajado para

III

-------------

~

-------------

Hersch Grosfeld estaba internada en el sifilicomio y Brania la visitaba cada tanto. Pero no estaba infect ada, le pareda, confiaba, rogaba. En todo caso, no iba a ser por este muchacho italiano que iba a enfermarse, y tam poco iba a ser ella quien 10 infectara a el, tan noble y trans~arente pese a ser hombre. Un hombre perfecto, el unico, el mejor cliente, que ademas tenia sexo con ella como si fuera u? esposo y ahora teniendola a su lado saciada, inundada de falicidad, volque , 1 di teri Ie em via a intentar conversar, la abrazaba como e ra an error y pezaba a decir algo mcomprensible-Yo no entiende. -Dije -repiti6 el despacio- que yo respeto a todos los trabajadores. Que yo no te juzgo. -(,Juzgo? .' -Que no pienso mal de vos. Vos sos una trabaJadora. Trabaiadora, l,entendes? -De trabajo. . -Si, sos una persona de trabajo. Como un obrero, un carpmtero, un estibador. Dina se ri6. Conocia la palabra. -Estibador. Ceferino. -(,Ceferino? -Un cliente. Muy bueno, Ceferino, estibador. Es negro. -(,Mejor que yo? La miraba con ansiedad. -iNo! iNo y no! -10 tranquiliz6 Dina sinceramente-

. Ninguno

mejor que vos. Se subi6 sobre el, 10 mir6 a los ojos. -Perdoname. Es que ... yo respeto mucho tu trabajo pero ... me tengo que acostumbrar ... Claro, soy un clien:e. . 1 -Un cliente muy muy muy bueno. [Mejor de todos clientesl -l,Tenes otro que venga muy segm'do.? , . -l,Otro bueno? Si hay, peru no son vos. Para nn sos mejor. . -Pero soy un cliente, y es asi, tengo que aceptarlo. Porque 81 vos sos una trabajadora, yo te debo respeto. Tus explotadores son cerdos burgueses, vos sos una victima. -l,Explotadores? .. Vittorio llllllHIZO a explicarlo 'I Dbul Dllt~n\fU6 em Ho/ot\lula: era

-------------

~

-------------

eso que Ioselle habfa contado que decia Marx. Ah, si, dijo, con eso ella estaba de acuerdo. -Con Marx yo esta de acuerdo. Vittorio la miro asombrado: -l,Sabes de Marx? -Claro. En Polonia mi amigo y yo hablaba de Marx. -l,Hablabas de Marx con tu novio? -No novio. Amigo. -jMagnifico! -se entusiasm6 Vittorio- Entonces me vas a entender bien. Yo no respeto a tus explotadores, son unos canallas, peru te respeto avos. Vos sos una victim a y sos una trabajadora que merece dignidad y respeto. -(,Dinida y respeto? -repiti6 ella con dificultad- l,Que es? Con ejemplos, con gestos, Vittorio trat6 de explicarlo. Faltaban cinco minutos para que se fuera y el todavia seguia dando vueltas incomprensiblemente. "Que pena, podriamos haber usado el tiempo para una segunda vez", pensaba Dina un poco harta. Hasta que, recordando los discursos de Iosel, asoci6 en Idish con palabras de sentido semejante y 10 interrumpi6: -(,Dinida respeto? l,Mi trabajo?

-Sf. -jSOS chiflado! Se habia puesto furiosa. Vittorio la mir6 asombrado. -Vestite -dijo ella cortante, sefialando el reloj. Se levant6 y se puso la bata; y mientras el se sentaba en la cama sin obedecer, ella le mostr6 con violencia la palangana adonde Heagachaba, el frasco de permanganato que usaba para lavarse la vulva y el de vaselina con que se la untaba para soportar tantos clientes, y le dijo como pudo, sacando palabras de donde no tenia y utropellandose con errores e insultos en Idish, que en esajornada la iban a usar por 10 menos diez hombres todavia y que mas de treinta III habian usado ya, igual que el, y que en vez de hablar de dignidad .v respeto se fuera de una vez porque tenia que seguir con otro, si no 1\1 burdelle cobraba una multa. Vittorio debi6 entender bastante porque se empez6 a vestir mirando 01 piso, peru ella no habia terminado: porque si Vittorio la trutubu bien, le dijo, Iii eta bueno como un esposo, no era porque su t rabajo fuera digno y reapetable sino porquo para eso pagaba, para

1la

-------------~

-------------

------------

~

-----------

II ser con ella como se Ie diera 1a gana. Porque trabajar de puta era aguantar eso: que cada uno hiciera con ella 10 que se Ie diera 1a gana, hasta tratarla bien. -Todos ustedes chiflados. iEstupideces! [Decis estupideces vos! [No pensasl [No sabes pensar! Habia 1evantado la voz. Se ca1l6. Ya estaba, ya se 10 habia dicho. Ahora que se fuera y si no queria, que no volviera nunca mas. Le temblaba el cuerpo, se le caian 1agrimas de rabia. "Que no me abrace con lastima porque 10 empujo contra la puerta y Ie digo a Brania que me peg6 para que no 10 deje entrar mas." Pero Vittorio no la abraz6, no la mir6 con lastima, no se acerc6 ni contest6. Hizo algo que oblig6 a Dina a cambiar de opinion sobre el para siempre: se qued6 quieto, arrugo los ojos (pensar se los entrecerraba), no habia rastros de los pucheros de decepci6n que ya le habia conocido, tampoco sombra de burla. Estaba pensando. Estaba triste y estaba pensando. No era estupido aunque dijera estupideces. De pronto sonaron golpes en la puerta: se habian pas ado siete minutos. -Perd6n -dijo el como despertando. La mir6 muy serio, se acerc6 un paso apenas, timidamente. -Es verdad. No pense ... nunca pense nada de 10 que dijiste, nunca. Perd6n. Quiero pagar esa multa. l,Cuanto es? -Cuatro pesos. -Canallas ... Te sacan dos turnos. -Cuatro. Yo recibe mit ad por cada cliente. -Soy un estupido -confirm6 el mientras dejaba cuatro pesos y las latas en la mesita de luz. -Si -asinti6 ella-. Gracias. Seguian parados, quietos, mirandose. Entonces ya no estuvo furiosa. Se le acerco, le toc6 la cara, 10bes6 apenas. -Yo perdono -dijo. Lo llev6 hasta la puerta y antes de que se fuera pidi6: -Vos volve. -iClaro! -dijo

el, con una subit.a sonrisa de oreja a oreja.

Asf empezaron los df I . de septiembre La pri las en oquecidos y descalabrados del mes . nmavera se anunci6 c . I . puesto en marcha Vitt . on VlO encia, todo se habia . I orio no espero: v I ., I muy tarde. Dina estaba tan feliz . 0 VlO, en a noche siguiente, 10como se merecia Fu d que encontro fuerzas para atendersr de pedir siempre' dosetruOrno)sturnd?s (que buena costumbre tenia nos me ia hora ' 'bl . que sucedia a otra no men . t' mcrei emente intensa os mensa pero difer t· I ' pasar con el chiflado q . en e. a que vema de ue era escritor y ac b b d h por segunda vez. a a a e acerla llorar, Al final de su jornada antes de d . recordar otra cosa otro I: t ornnrse agotada, trat6 de , s c len es otros mo t esos sesenta minutos de su la ' '. di men os que no fueran -l,Leias a Marx en r~u~slmo ~a.No pudo, ocupaban todo. pues del sexo. Poloma. -habIa preguntado Vittorio desComo las otras veces, la abrazaba pretexto, entendi6 Dina' el . I con ternura. Marx era un lorna que ella se habra n~gadSolmPt emedn:e volvia al ataque con el . a ocar las atras P t diferente, venia de hablar de otro . ero es a vez era dista, sinti6 que podria. pueblo como el suyo con el perio-Un amigo hablaba a yo de Marx. -l,Ya trabajabas en este oficio? -No ... 0 si... Yo no sabia. -No entiendo. Le cont6 de su amigo I I d K . dp su padre que queria queo::t:di:ra. azrilev, de la escuela polaca, _~:~onces

no trabajabas en esto ...

-l,Y que pas6 con tu estudio? -Yo no pudo terminar. -;,Por que? -Porque ... ·~-;,Notenias plata? -No. jSi! Mi papa era pobre pero tenia Iata nara vo estudi Enl Ullly import ante estudi 'I d ' , p a a para yo estudiar, . .. .. t ar , e eci a, el guardab d' paru estudi«, Yo eatudiaba e 'It' _ amero, todo, Vittorio no dii . n u lmo ano ya ... no no dijo nada. Dina supo que no •so animab a a preguntar. HUI

~

~-------

-----------

-is os queres saber por que/ yo no termina y

escuela en Kazrilev

trabaja aca? -Me 10 estaba preguntando pero ... dii0 ella burlona. -Pero vos respeto - IJ / d elea que parecia tan anSe rieron. Era bueno reuse e una p

Ugua. . Dina mir6 el reloj. diez minutos? iSoS vas -Diez minutoS. l,Yo puede contar en cntender? . d d que Dina se ri6 otra vez. Y, Vittorio asinti6 con tanta ansle a ibl / e contar era tern e. Hin embargo, 10 que tem~l~up queria seguir-. Yo... Un mucha-No es Iindo -vacl o. ero cho polaco y yo... _ Te enamoraste. -Si. [No! El era ... El no judie. -l,Y eso que tiene que ver? '1 . dios separados de polacos. . / ti que ver? En Kazri ev JU . / -c..Que rene . / Pl' No quieren a JUdlOS. Viven mal. No quieren JUdlOSen ooma. -Ah, si. 1 de la escuela polaca ... C n hombre po aco... -Y bueno, yo... 0 El amor no conoce fron-Un estudiante. Pero se enamoraron. tiene reglas ni religi6n. , t.orns y no / 11 tel 'Enamorados no. -iNo! [Yo sit iEspera, ca a . I -l,N 0 dijiste que si? Dina suspir6 angustlada. / / -Yo me ... no se si yo enamore. El. .. Yo... _ Te gustaba. -Si. Me gustaba. Mucho. -l,Yel? l,Le gustabas? -El me odi6. . ./ usando tan bien las palabras que Lo dijo con tanta conVlCClon Yl h b16del bosque. Era la prime/ d / . ma Entonces ea. se asombro e si rmsma. b la primer a vez en su vida que ra vez en su vida que 10 c~nta a, e~~11s estaban banadas de lagrl. / darlo asi. Las meji a / II' se pormitta recor 1 b spero no se queria ca art mas Y no cncontraba to~as l~s ~asas:~ubieran acabado, sc apuratenia miedo de que los dlez.mmu 0 t 6' se acosto. pataleo on ,L ba. Para que ella entendlera, 1cmos r . , . .mito/ a S1misma. L!oraba. arre, se 1

-------------

~

-------------

-jYo no! [No, no, no! Y el si arriba, asf, Delta mucho. Yo grito. El sigue. Yo sola. l,Entendes? -pregunt6, se incorpor6, le escrut6 la cara. Vittorio la habia mirado todo el tiempo, no habia tratado de tocarla ni de calmarla. Hipnotizado, la observaba con los ojos brillantes, fijos. Dina se pregunt6 si le tendria lastima y se asust6, pero no la miraba con lastima. Entendia. Asinti6 con gravedad y le acarici6 una mejilla mojada. Ella se recost6 en su hombro y sigui6 llorando en silencio, ella bes6 en el pelo muchas veces y le hablo, le dijo algunas cosas muy rapido, presionado por el tiempo, y Dina, que bebia sus palabras, tuvo que desprenderse de repente y avisarle: -Es la hora. Se pas6 las manos por la cara, sonri6. Dijo: -No importa. Ya pas6. No importa ... Ahora sabes. Vittorio sigui6, se repetia, no podia parar. Hable hast a que sonaron los golpes en la puerta pero Dina esta vez no 10dejo pagar la multa. Y cuando se fue, hubiera querido que no entrara nadie mas para poder quedarse quieta en la cama pensando en todo 10que Ie habia dicho, y esperar la noche para abrir la ventana y sentir el aire, y seguir pensando. Tuvo que seguir trabajando, claro. Despues fue a cenar con Rosa y Brania pero estaba apurada, necesitaba estar sola. Sin embargo, debio concentrarse en 10que ocurria porque habia peligro: el joven cliente entusiasta de los tres dias seguidos no habia pas ado inadvertido para la astuta Brania. -l,Viste, Rosele, que nuestra taibele tiene un chiflado enamorudo? -No -dijo Rosa con total naturalidad. Dina tuvo ganas de abrazarla. Era una amiga. -Cuida el tiempo, el negocio no anda si te pasas en los turnos. 1';1 muerto de hambre vino tres dias seguidos y siempre tengo que tocur-le la puerta, aver si 10manejas mejor, taibele. Obrero, por la rupu. El de gorra a cuadros. l,Que acento tiene? Italiano, parece . --Ah, esc -hizo Dina como recordando- ... Hoy me dijo que tf1ul(1 UIIIl apuosta con los caballos y se la esta gastando conmigo. o·_·'~uo no sea amarrete y te compre algo, mi querida. Claro que I'HWHinftllict!H apuestan poca plntu, no puodo haber ganado demasiado.

187

-------------~

-------------

Brania le habia creido. Dina entendia exactamente cual era el peor miedo de Hersch Grosfeld y Brania: no que sus pupil as escaparan (wara ir ad6nde? i.para ganar cuanto dinero?) sino que las robara otro caft~n 0 algo las hiciera desear abandonar el oficio. Intimar con un cliente era una grave amenaza para la empresa. Para disimular mejor larg6 un comentario despectivo sobre la hombria del muerto de hambre, esper6 un cuarto de hora, dijo que estaba agotada y se fue a su habitaci6n. Rosa trat6 de entrar a conversar con ella un rato mas tarde, Dina la recibi6 con carifio pero se las arregl6 para sacarsela de encima suavemente. Tenia que pensar. No importaba cuanto hubiera trabajado ese dia, tenia que luchar contra el suefio y pensar. Lo que le ~ecia Vittorio era nuevo y sin embargo no era nuevo, arrancaba del silencio una sensaci6n que se habia retorcido en ella sin encontrar como pronunciarse y que habia chocado contra las paredes de su corazon sin poder atravesarlo ni disolverse. Habia olvidado despues esa sensaci6n, y ahora volvia a despertarse enfurecida, imparable, porque Vittorio le habia entregado palabras, 0 mejor, se las habra devuelto. Era como si en el fondo mas remoto de ella misma esas palabras ya hubieran estado: prohibidas, obturadas, enterradas debajo de toneladas de adoquines, inencontrables, pero susurrando una musica sucia y verdadera. Y era extrafio, porque Vittorio hablaba en castellano pero las palabras eran las exactas. Si no 10 entendia mal, afirmaba que ella no era culpable; la culpa de la escena del bosque era, decia Vittorio, de ese polaco canalla que la habia violado, de los polacos que mantenian a su pueblo en la miseria y el desprecio, de la religion judia, opio de su pueblo, de los prejuicios religiosos, de un mundo donde los hombres oprimian a las mujeres y las castigaban por los crimenes que ellos misnios cometlan. De todos ellos. Muchos responsables de 10que habra ocurr ido, pero no Dina. No Dina. Dina no. J'll modo en que Vittorio Ie devolvia a ella su propia historia armnbn un relato diferente del que le acababa de contar ... La condllMi611 era entonces facil, extrafia, completamente novedosa, tanto que cuando la descubri6 salto de la cama y camino norviosa por III hnbitucion: no habia nacido para ser puta, no cstaba destinada A porderse en Buenos Aires como pensaba HU madre. Ni para Her put.

188

-------------~

-------------

ni para ser regenta. Y si ser regenta era un buen plan sin duda alguna, ahora ella empezaba a entender que apenas era el mejor pl~n para alguien en sus condiciones, una elecci6n coyuntural, nada mas que eso. Nuevamente recordo las palabras que Vittorio habra dicho esa tarde. Aparecieron en castellano las que habia entendido, en Idish las que habia adivinado; algunas coincidian can palabras que a losel le g.ustaba t~nto pronunciar ... Claro que en losel no habian querido decir demasiado a la hora de apoyar a su amiga. Hipocrita miserable. En cambio, Vittorio ... i,Hubiera actuado el distinto si hubiera estado alla a su lado? [Ah, si Vittorio hubiera vivido en Kazrilev! jQue sola habia estado en Kazrilev! Se derrumb6 y 1l0r6 contra la almohada para no hacer ruido. Lloro por la nina que se moria de dolor aplastada contra el piso y des~ues por la mujercita sola en el bosque, enchastrada de sangre; lloro por la mujer encerrada, escarnecida, manzana podrida de su propio pueblo. Lloro su muerte en Kazrilev y celebr6 su resurrecci6n como puta en Buenos Aires. Kazrilev no habia podido con ella y tampoco habia podido con ella ese juez que por un in stante se le antojo apenas humano: un hombre muy malvado, un Andrei con poder y dinero, un enemigo. Deseo tener musoujos fuertes en los b~azos, regresar a su aldea (bella, millonaria, regent a, cubierta de pieles y de joyas), y abofetear a Iosel, escupirle la cara; dese6 tener pufios de hierro para romper las mandibulas de cada habitante de Kazrilev que se habia permitido juzgarla; a sus padres les tiraria en los ojos fajos de billetes y escupiria el piso de tierra antes de Ilev~rse. de esa cas a miserable a su hermanito, sin despedidas ni e~phcaclOnes, tomandolo suavemente de la mana; despues 10dejarra a salvo en la habitaeion del hotel mas lujoso que hubiera en Markuszew, le pediria que la esperara y volveria a Kazrilev para husc.ar a Andrei, sacaria un revolver, avanzaria lenta, elegante, prec~sa (el polaco la miraria fascinado, incapaz de moverse, como N~l mrra ~ un fantasma demasiado hermoso), Ie apuntaria al pecho, d ispararfa muchas veces y veria como se iba agrandando can cada unn 01 agujero rojo en el centro de ese pecho fuerte, cubierto con uuu t un ica tosca y campesina, ese pecho que se creyo invulnerable y nhora no urn nuda, carne para agujerear, carne embrutecida de pulaeo nntisemita.

I I .

!I

~------------

~

-------------

Imaginar la ealmo. Se Ievanto, saco la horquilla del escondite y abrio nabtlmente la ventana. Una brisa primaveral golpeo su cara entumecida por el llanto. Brillando bajo el reflejo de los faroles a gas, los pimp ollos del jacaranda de su vereda se estaban abriendo. Eran claritos, de un color que no era rojo, tal vez celeste, lila, gris. l.Nunca 10veria de dfa? La primavera era todo esa noche: Vittorio, la nueva version de su historia, un arbol nocturno desconocido para ella, un arbol sin nombre. Se 10preguntaria a Vittorio. "Gracias a 131 florece el mundo sin nombre." Mientras se dormia lamento no tener fuerzas para abrir su Diario y escribir esa frase, que le habia salido un poco en idish, un poco en castellano.

III Entre la rutin a de clientes conocidos y nuevos, las visitas de Vittorio y del otro cliente apodado el Loco, que tantas cosas le ensenaba, se sucedian y cada vez pasaba con cada uno algo diferente. Aunque Vittorio la hiciera disfrutar tanto en la earna y el Loco fuera como casi todos sus clientes, los dos tenian mucho que ver. Casualidades: trabajaban en el mismo lugar. el diario Critica. Uno era pcriodista; el otro, linotipista. Dos trabajos complementarios Y de mucho valor, pensaba Dina. Cuando Vittorio supo que a ella Ie interesaba Critica se la empezo a traer de regalo. Siempre Ie prometia dejar unos minutos para el final y ayudarla a entender alguna noticia, pero el tiempo nunca alcanzaba. Ella no se preocupaba porque con el Loco alcanzaba siempre y con Vittorio 10 que mas le gustaba no era leer. Aprendia mucho castellano con el Loco, hablaban de cosas muy interesantes Y hasta empezaron a leer una novela buenisima que habia escrito 131.Por supuesto era un chiflado, pero tenia que reconocer que de otro modo Vittorio tam bien 10 era; despues de todo, para su oficio tener unos cuantos chiflados era un oasis. El Loco era un hombre sensible, partidario de las nuevas ideas igua1 que Vittorio, aunque no fuera buen amante. Perc, en realidad, no podia decir eso, porque todos, despues de Vittorio, se habian vuclto malos amantes. Hasta Ceferino perdia su encanto. Y eso no podia ser, se decta Dina. "Soy yo, es a rni que me gusta 61, solamentc, no

-------------

~

Es que Vittorio ... Vittorio tenia una piel infantil suav . hti d ' e, casI ~me a, un cuerpo largo de musculos torneados, elongados, que sabian ~ensarse y relajarse en e1memento exacto. Tenia gestos increib~es, impensados en un hombre. Hasta 131Dina creta que ya conocia bien a los var~nes: astutos, interesados, crueles, 10mejor que podia hacer una mujer era aprender a manejarlos. Andrei, Hersch Grosf~ld, los centenares que habia soportado durante estos cuatro meses (mcluye~do a los amables, que aunque ella a veces 10olvidara, buscaban, 10mismo que los otros) eran muestra suficiente. En esta cuenta e~ Angel del Mal habia tenido un lugar ambiguo: mas varon que nmguno, tan poderoso que podia, adem as de hacerla sufrir, obligarla a pens~r locu,ras, se Ie habia antojado por encima de la crue1dad m~scuhna, mas cercano a la fria justicia que al mero placer de hacer dano. Ahora empezaba a dudar de que eljuez Tolosa fuera tan distinto. l,No s~ria ~implemente el punto maximo que cua1quier hombre (menos VIttOrIO)podia a1canzar si se Ie daba la oportunidad? 'L cruel dad masculina llevada hasta el limite? . (, a Ahi estaba el Loco, uno aparentemente bueno y tan interesante: p~ro ella habra percibido algo oscuro desde la primera vez en su~ ,:lres de s~lvador y su l~juria ~onten~da. Alguna noche llego a preguntarse incluso por que excluir a VIttorio de la posibilidad de ser malvado p.erose enojo: era injusta. Elle habia regalado tanta ternura y ~a capacidad de decir las palabras que Ie permitian entenderse a si rmsma, l.Y acaso no era varon? Mas que otros, podia atestiguarlo: (~,~pazde eyacular dos veces en media hora 0 de estar, como hizo un~ vC,z,dos turnos co~pletos sin salir de ella, llevandola a orgasmos que J legaban con la mas absoluta naturalidad, maravillas usuales inevitables, que no terminaba nunca de festejar, de las que no terminaba de asombrarse. Pero no era solamente el sexo, era ese modo de entuHIaSmarSecon ella, con quien ella era. Eso no parecia de hombre El Loco se parecia a Vittorio tambien ahi, aunque no era 10mismo porl(ll(~ cl Loco queria enseiiarle y Vittorio queria aprender, y aprendien110 cl, ella .aprendia. Y la cuidaba. Chiflado. Solamente un chiflado se POl)() a cuidar a una polaca de burde1. 1 nohay plata hoy. De esta hora hasta manana, nt UII" Inta, Ofruci6 618010hacerse cargo de tu jornada perdida, pero

901

--~~~--------~

-------------

solnmente de nuestro perjuicio. No quiso pagar tu parte, dice que no ill In Kllnaste... i,Que hiciste? i,Me vas a hablar, vos? Si hablas no te oneierro en la piecita ... Feiguele, contame, mufiequita. es mejor h••hlar.; Bueno, vos elegiste. En cuanto se haya ido el ultimo cliente vengo a buscar y te llevo. Por fin Brania se fue. El castigo que acababa de anunciar no la ./luHtaba. En cierto modo era mejor pasar la noche encerrada en la olu'uridad sobre el piso frio de la pieza del patio que aguantar la lnalatencin de la regenta, la mirada de pied ad de Rosa y tal vez los Insulto» de Hersch Grosfeld, si venia. Pero cuando un largo rato dCHlpU(\S Brania la dejo en la piecita, dijo algo que logro verdaderamente volver el castigo un suplicio intolerable. Esporo que para manana te cicatrice la espalda, querida, porquo igual vas a trabajar. Te estan reclamando alla afuera ... Ni prllj(llllins quien ... Ni que e1 doctor Tolosa adem as te hubiera cortado III lungua, Ya vinieron tres de los que te visitan siempre y se tuviernn que ir, no quisieron a Rosa. No, si vos tenes tu talento, OlitAli nrruinando solita una carrera, querida. Te dejo aca para que reflexiones. Y ese chifladito que esta viniendo todos los dias, el burroro ituliano ... va a tener que aprender modales si quiere volver l'l vurte. Hoy dijo que exigia que yo te avisara que estaba. [Exigta ell lTe dns cuenta el pobre diablo? Me rei en su cara. Le dije "Dina hoy vu a atender toda 1a tarde a su mejor cliente, ni suefie que va a despreciar a semejante caballero para ver a uno como usted". Se fue furioso. Con suerte no vuelve mas. Esos chiflados siempre terminan

ttl

trayendo problemas.

Vln Rabia, desconcierto y sobre todo dolor, terrible dolor, fue 10que sintio Vittorio cuando esa mujer malvada le dijo 1a hiriente sarta de palabras. Recien a1 atardecer del dia siguiente pudo mirar las cosas de otro modo, despues de una noche en vela y una jornada de trabajo espantosa. En todo el dia casi no trago bocado porquo sontta el estomago como una pared de hierro, Anduve pAltdo y ojorof'!(), 1\11('ho

-------------~

-------------

un inrrtil. Sin Samuel no hubiera podido tolerar la jornada. Samuel demostraba ser un gran amigo: le rehizo las tres lineas del plomo que el habia arruinado (Ie temb1aban las manos, no podia concentrarse), calmo al jefe de redaccion cuando aparecio como una tromba en el taller blandiendo amenazante la prueba de galera, 10Ilevo a cenar a una fonda no tan cercana al diario para que pudieran hab~ar tranquilos y 10escucho hasta altas horas, aunque al otro dia habia que le:rantarse temprano. Pero sobre todo 10 ayudo a pensar, a que 1a rabia se apagara y la inteligencia pudiera abrirse paso. Y cuando se fue para su pension Vittorio seguia angustiado pero estaba sereno, resuelto a llegar a la verdad de 10que habia ocurrido y a act~ar en consecuencia. Porque si bien era cierto que Dina habia t~mdo una conducta incomprensible, decia Samuel que no se la podia evaluar como a cualquier otra mujer. -No es tu no:ria, Vittorio. No es tu novia. No pedes juzgar su conducta como se juzga la de una novia. ,Y aho.ra Vittorio ~ensaba que si el se habia metido en esto y la h.abla metId? a ella, Sl la habia obligado a reconocer que 10 queria, s~ ~o se habra enamorado de otra sino de esa, eso traia ... responsabilidades. Samuel creia que el no tenia como saber que habia pasado, no tenia por que creer a la cerda madama que el era un cliente zaparrastroso y no el "caballero" de verdad, favorito de Dina. Samuel fue duro: -Tu Dina es una esclava de la Varsovia. Las llaman asi: esclavas. . La pala?ra .golpeo.Vittorio sintio que iba a llorar, pero no de rabia nr de a~gustIa smo por ella. Se levanto y fue al bafio para que Samuel no 10v~era, pero a~nque se encerro en un compartimiento para estar tranquilo no le salio ninguna lagrima, solo temblor en las manos. Se las mordio, se lavo la cara con agua fria. Cuando volvio a la mesa con Samuel, ya sabia 10que tenia que hacer y se 10dijo: convencerla de que se escapara. Pero no porque de ese modo defendia el amor libre ni siquier,a ~orque la a~aba, aunque eso fuera cierto. Hacerla esca~ar era la umca alternativa, era 10que se precis aba, quello ehe ei vuole. Si hay esclavos, i,que duda cabe?, hay que liberarlos. -jEso es accion direct a! -dijo Samuel, y le brillaron los ojos. , . Hacia tiempo que Vittorio sospechaba que su amigo, adem as de ITll.lco.feroz do 10 quo Ilamaba "el reformismo pseudo anarquista" (lUA alianzas con 1011 boleheviques, In confianza en la pura accion

~----------~------------la predica pacifista) y partidario explicito de la acci6n directa, part.icipaba efectivamente en una celula operativa. EI modo en quo habl6 ahora fortaleci6 su sospecha. -jAcci6n directa contra los burgueses explotadores de la VarBOllia ... ! l.Sabes, Vittorio? Esto me gusta doblemente. Me gusta como anurquista y me gusta como judio. Mientras la tonta de mi hermana pierde el tiempo con su beneficencia burguesa, yo puedo hacer algo ntiN efectivo, ~-I.Vos estas diciendo que me pedes ayudar a hacer escapar a lilinditcal,

Dina?

-------------~

-------------

Tercer paso: planificar la huida. Y ahi (su amigo se restregaba las manos), ahf era el turno de Samuel y los muchachos.

IX Primer paso. Lleg6 y se disculp6 con la cerda. Le dijo que la otra tarde habia perdido los estribos por el alcohol. La mujer 10 escuch6 apretando los labios pintarrajeados con desconfianza, pero se notaba que en el fondo le gustaba. No serian muchos los clientes q~~ ,Ie habrian pedido perd6n POl' malos tratos. Despues Vittorio pidio dos ~urnos ~era caro para 131, ahora no tenia mas ahorros, pero l~ urgencia se 10 imponia), Ia cerda Ie ofreci6 a Rosa, Vittorio explico: la que Ie gustaba era Dina.

--Digo -dijo Samuel cada vez mas excitado-: si el Estado hipocrita integro, los Estados, en realidad, Polonia y Argentina, son compliees, lque duda cabe? Liberar a una esclava es acci6n directa, no solo contra los capitalistas de la Varsovia, es acci6n revolucionarift contra el poder. [Propaganda directa! Como poner una bomba en un bunco, como asesinar a un milico represor, como boicotear las maquinas en la fabrica: liberal' prostitutas. Cada compaiiero tendrfu quo ontrar al prostibulo y convencer a una muchacha de que se VIlYU con cl. . ~() sea que me podes ayudar ... Que me pueden ayudar. Porque 8uponKo, hace tiempo que supongo que ... ~Yll HC 10 que supones, No preguntes. pienso preguntar. lCuento con vos? =Conmigo y con los muchachos .... Tengo que hablar, pero es tAft elaro el caso que no le yeo inconveniente. Bueno, hay uno posible: ;'olla quiere? -Va a querer. Cuando me escuche, cuando entienda 10 que pasa, va a querer. k;/ dolor calmaba, ahora estaba excitado. Samuel 10 ayud6 a orgunizar 01 plan. Primer paso: saber 10 que habia ocurrido el miercolee. Volver y saber. ""~·Pltrn eso no tenes que hacer mas lio en la casa. Si la madama iii harta de vos, ala piba no la yes mas. Empeza disculpandote con 1. Wl\dltlllil, haceme caso, menti tranquilo porque es por una buena CAUlila. Y no dejes que se de cuenta de cuanto te importa que Dina te Aihmdu. :::lito dice que no puede, te callas Ia boca, sonreis y volves III otro dta, foioiJundo pUNO: convencer 1\ Dina, adoetriftAf Il Dina.

. -Afu~ra. No vengas nunca mas porque te hago echar -dijo Dina por fin. Y so dio vuolta contra la ventana. F:I avunzo, le teee til hombre. Ella gimi6 y se corri6.

101

807

~N()

~Si usted la requiere va a trabajar, pero mire que no anda muy bien, Se tropez6 ayer en Ia baiiadera. Rebot6 contra los grifos y. despues cay6 de cara, tiene toda Ia espalda lastimada y el labio hinchado. Pobrecita, estoy tratando de dejarla descansar, Wor que no la ve a Rosa POl'hoy? El ~~edo le subi6 desde el est6mago. Sinti6 el sudor frio pero no se atr'evio a sacar el paiiuelo para que Ia mujer no viera como Ie temblaban otra vez las manos. Nego con la cabeza. Cruz6 los brazos detras de la espalda, apretando mucho los dedos. -Gracias -dijo-, pero me hice afecto a Dina. Preferiria verla a ella pese a todo, si no le molesta. -,A mi no, sefior, en absoluto, La pupila atiende y, gustosa, se pondra a sus 6rdenes, como debe ser. Quiso abrazarla cuando entr6 pero ella 10 evit6. Se habia tirado todo el pelo sobre Ia boca con la esperanza de taparse. Quiso mirarle la cara pero se fue al otro extreme del cuarto. Y no hablaba, eso era 10 peor. Estaba muda y miraba el piso, mas Iejos que nunca. Como una cortina, los rulos le cubrian todo el rostro. Vittorio pregunto una y otra vez. Esperolargos minutos aguantando el silencio. Estaba resuelto a no moverse de ahi hasta que Ia madama no Ie golpeara Ia puerta.

I

II I

-------------

~

-------------

---{,Teduele ahi? 6Que te hicieron? Dejame ver. Dina, decime quo te hicieron. Voy a quedarme aca hasta que me 10 digas: quien te hizo eso, que te hizo, que paso el miercoles. Ya te 10 pregunte mil veccs y te 10 voy a seguir preguntando. No. No me voy. Se sento sobre la cama. _ Y si no hablas hoy, vuelvo manana y me quedo hasta que hables. Y si no, pasado. Y si me gasto todo el sueldo, no me importa. Roboy vengo, lomeois? Robo,vengo y me siento aca, hasta que hables. Entonces Dina se sento en la cama. No muy cerca, pero en el colchon. -Contame, por favor ... -pidio Vittorio. Y obedeciendo a una intuicion, agrego-: Contame todo porque no es tu culpa, estoy se-

mifU110

guro de que no es tu culpa. -Si fue mi culpa -dijo Dina con rabia. Y conto. Lo esencial. Fue breve, ya no habia mucho tiempo. Vittorio no podia creer 10 que escuchaba. -6Como se llama? Lo voy a matar. -iNo! [Por favor, no eso! [No pedes matarlo! -6Por que no puedo? jCualquiera puede! 60 te crees que esa mierda es inmortal? -Poderoso -dijo Dina despues de un rato-. Tiene muy poder. Es juez. -6Como se llama? -Yo no te dice. Yo quiere vos vivo. Vittorio reprimio el impulso de abrazarla. Todo estaba mal y sin embargo el estaba tan feliz. Le tomo las manos, le rozo muy despacio los labios con los suyos. -Escuchame -dijo-. Escuchame muy bien. Te voy a decir algo terrible pero tenes que entenderlo y tenes que confiar en mi.

-------------

~

-------------

Doee minutos despues sonaron los golpes de Brania en la puerta. Doce minutos habian alcanzado para resolverlo: el domingo ella rendia las latas. Iba a tratar de que Brania le cambiara el mayor dinero en efectivo posible. En la madrugada dellunes, exactamente a las cuatro de la manana, Vittorio iba a estar en la calle detras de los postigos, esperando que abriera. Ella no tenia reloj pero el iba a pasar un papelito por las persianas de madera para indicar que habia llegado. Era mejor que no encendiera las luces, que nadie imaginara que no estaba dormida. Y si Hersch Grosfeld no estaba solo, Vittorio tampoco; si la Varsovia era fuerte, los amigos anarquistas de Vittorio eran inteligentes y audaces; si la Mutual retenia sus documentos legales, el sabia como conseguirle unos falsos, y si la mayor parte de su dinero eran latas que la Varsouia todavia no le habia cambiado, con las joyas y los billetes que poseia iba a alcanzar. Una gargantilla de diamantes con un par de pendientes que hacian juego, doscientos pesos y habia que ver cuanto mas conseguia. Educado, obsequioso, Vittorio pidio disculpas a Brania por el .itraso antes de irse. -Esta trabajando a media maquina. No rinde mucho, 6no? -Ie dijo la regent a comprensiva.

x

mas con los dedos. -Los azotan y los encierran, y trabajan sin limite hast.a que so enferman y se mueren. Te tenes que ir de aca.

Asi como habia esperado que se abrieran los postigos de Bianca, asi espero a Dina Vittorio: el corazon latiendo desbocado , tomeroso de otra decepcion. Pero los postigos se abrieron de par en par, como cuando el estuvo por primera vez en esa pieza. Dina tenia 1'1 camison y Ia bata arriba porque, como le explico, le habian sacado Iii ropa con la que habia bajado del barco y solo le daban vestidos de cullo cuando la llevaban a las inspecciones medicas, Se habia envuulto en un chal tejido, se habia recogido el pelo y estaba hermosa como nunca con la cara sin maquillaje, iluminada apenas por los ('arolcs a gas. Hasta su labio todavia un poco hinchado Ie quedaba hieu. Estaba golpeada, se movia con dificultad. Vittorio tuvo que ayudarla a bajar. 'l'odo oHt,nbA llsto, Un auto los esporaba. EI dia anterior el se

208

lIoe

6Confias en mi? Dina asintio. -Entonces escucha: vos sos una esclava. Dina se astremecio. -Azotan con un rebenque -dijo. Y empezo a llorar. Como no la podia abrazar porque le dolia, le limpid las lagri-

------------

-------------

~

--------------~--------------

hahtu mudado de pension. Su nueva Iocataria sabia que llevaba a vivir all! a su esposa. _ Vittorio viajo en el asiento de adelante, junto al companero que conducta: ella viajo atras, pero el tuvo todo el tiempo el brazo e~tendido, sos~eniendole Ia mana. Una mana frta, traspirada,. ne~v~osa, que He apretaba con Ia suya, su mano grande y aspera de linotipista.

CAPfTULO 9

UNA UNI6N MUY PELIGROSA "Creyendo que la autora de los poemas efeetivamente existe, Castelnuovo, en su introdueci6n a Versos de una ..., eseribe: 'Clara Beter es la voz angustiosa de los lupanares. Coo) Sus eseritos traen un elemento nuevo a nuestra literatura: la piedad ... Clara Beter.i. no protesta: protesta el que la mira.' Inventada en realidad por el eseritor Cesar Tiempo (Israel Zeitlin), Clara Beter era para Castelnuovo y los hombres eseritores de Boedo que festejaron ellibro, una mujer ideal: sufrida, humilde. Consideraba que su propia degradaei6n no tenia importancia si se la eomparaba con la situaci6n de los pobres. Podia dar origen a una revoluei6n pero nunea participaria aetivamente en ella. La verdadera misi6n de las mujeres era dar un ejemplo, no romper las reglas.' Adaptado de Donna J. Guy, El sexo peligroso

Era 10 de siempre: a 81nunca le iba a tocar, tarde 0 temprano arruinaban todas las cosas. Eso se dijo Hersch Grosfeld esa manana de lunes, cuando termino de gritar el ultimo insulto y em!wz{) u calmarse, se dej6 caer exhausto en un sillon de la sala vacia Y III llanto ahogado de Brania, hasta ahora musica de fondo, paso a Intolerable primer plano. Branin habia ido a buscarse alcohol y se npfet"h" la cojR con un 1l1lIOdotl. 'I'endrfa que fijarso si la horida era !Wlll

:210

au

-------------~

-------------

grave. No se la habia hecho el, despues de todo, si~o, la punta ~el espaldar de barrotes de la cama de Dina cuando la tiro de un punetazo. No estaba oxidado el borde, creia. En cuanto recupe~ara fuerzas iria a mirar. Ahora 10unico que queria era que esa mujer parara de llorar como si fuera la victima, como si no fuera el un empresario al borde de la quiebra, un esposo abandonado con la mas increible ingratitud, humillado, avergonzado, fracasado. Como si. esto no 10 afectara mucho mas a el que a esta estupida que encima era la responsable, a el, que no tenia la menor culpa y acababa de p~rder de golpe la mitad de su capital cuando faltaba apenas al~o mas de un mes para empezar a pagar el prestamo a l~ VarsovW. Es~ Ie pasaba por tener que trabajar con mujeres, maldito sea, por que no les tocaria a sus enemigos semejante condena, el verdadero problema de su oficio. [Hasta hace horas, nada mas, todo marehaba tan bien! El ,negoe~o crecia, Claro crecia demasiado, algo se tenia que arruinar. jEl sabia que iba a se: asi! No habia nacido para triunfar. Rodeado de irrutiles, de mujeres, de injusticias, loc6mose haee para salir adelante? Brania gimi6 mas fuerte. -Callate. loAdemas de aguantar el mundo antisemita, tenia que aguantarla a ella? . -Me entr6 alcohol en el ojo -dijo Brania apretandose la ceja con una mano; se cubria el ojo con la otra, intentando levantarse al tanteo-. Necesito agua fria. Ya. Grosfeld la ayud6 a moverse entre los muebles, la llev6 al bafio, Aprovech6 para mirarle la herida. Era profund~ y s~ngraba ~ucho, seguro que habia que coser. loIbaa quedar una cicatrrz para siempre en esa cara tan linda? Se sinti6 mal. _ Voy a buscar al doctor Raznovich -grun6-. Vos segui apretandote con el algod6n. La llev6 a su estupida suite, que tanta desgracia habia eausado; la hizo acostar, Ie puso un almohad6n rosado bajo la cabeza, otro o 10 ha~la bajo los pies. Era su modo de pedir perd6n aunque sentirse mejor. Brania era la responsable de 10 que habia ocurr'ido pero el no habia querido hacerle tanto dafio, -Hersch ... -murmur6 elIa-, disculpame. Fui muy tonte cuando insist! con que las chicas cstuvieran en las hnbitacionmj dl

r:

-------------

~

-------------

ade1ante. Es que queria ... Yo querta mi suite. Mia ... nuestra ... loEntendes? Ais1ada. Lejos de los clientes, de ellas, de ... del negocio. Como si ... Todo e1tiempo, cuando trabajaba tanto, sofiaba con ser tu regenta y tener mi suite, con ponerme una suite ... Con ser ... Y yo... Los sollozos no 1a dejaban hablar. -Basta, mujer. Ya esta, ya no se puede hacer nada. Callate. Lo unico que quiero ahora es que te calles. Voy a buscar a Raznovieh para que te mire esa herida. Sangra demasiado. Ese cerdo se va a aprovechar y va a cobrar una fortuna. Salia de la pieza cuando ella 10 llam6. -jHersch! -loQue hay? -Rosa ... Rosa tiene que saber a1go. Rosa y Dina eran amigas, a1go le debe de haber contado. loNoviste que no sali6 de su cuarto todavia? Sabe a1go. A1go se va a poder hacer, vas a ver. No te des por vencido. Cuarenta pesos Ie cobr6 el maldito Raznovich por desinfectar y coser la herida sin hacer preguntas. Tendria que haber dejado que la herida se infectara, que Brania se pudriera. Pero no podia. Era blando, era imbecil, No sabra ser amo. Por eso habia accedido fina1mente a que Brania se apropiara de las piezas del fondo en vez de ocupar las de adelante, como hacia en casi todos los burdeles. "Ponemos un candado. Sellamos los postigos. No te preocupes, Hersch." Idiota. Dejar a Dina en condiciones de abrir un candado y escapar a la calle. Y 10habia abierto sin romper nada, losabria de cerrajeria, la puta, alla en ese pueblo infecto donde vivia? loDeque trabajaba su padre? loEra cerrajero, y el, como el imbecil que era, le habia permit.ido a Brania poner en la pieza que daba a 1a calle a 1a hija de un «errajero? C6mo se habia dejado convencer ... Pag6 los cuarenta pesos, acompafio al medico hasta afuera y ontro de inmediato ala pieza de Rosa. La puta no habia asomado la nar'iz ni para desayunar esa manana. Calladita, encerrada en su hubitacion, haciendose 1a mosquita muerta ... Y sin duda habia escurhudo todo: los gritos de Brania cuando abri6 con su llave la puerta til' la pieza de Dina y la encontr6 vacia, los gritos de el cuando 1H'IHli6todavia medio dormido para ver que pasaba, los insultos, la hofetada que se lig6 Branin cuando se atrevi6 a negar que habia sido r ulpa allyn, el put\otft~O que In derrumbo, el ruido de la mesa de luz

lua

-------------

-------------

~

que se cayo al piso, el de las latas que Dina dejo sin cambiar y cayeron del cajon. Eran las latas de menos de un dia de trabajo. Dina era inteligente, el ya 10 habia notado. Habia esperado que llegara el dia semanal en que Brania daba a las pupil as su parte, para rajarse. Y se las habia arreglado para que la otra estupida Ie cambiara casi todas las latas diciendo que el lunes queria hacer un envio grande de dinero a Polonia, que si el juez le iba a seguir dando palizas muy pronto le iba a romper un hueso y ella no podria trabajar mas, queria por 10 men os que sus padres, su hermanito sobre todo, recibieran su dinero, que su hermanito pudiera estudiar. Le dijo que el juez la iba a matar, que se 10 habia anunciado, se puso a llorar en brazos de Brania, y la idiota le creyo. Es buena, es blanda, odia a ese juez, ya se 10 habia dicho a el, no entiende 10 que conviene, nada es mas facil que engafiarla. lComo no se dio cuenta el? l,Como Ie permitio tener decision propia en asuntos como la cantidad de latas que cambiaba a las pupilas? [Y ahora venia a enterarse de que Dina tenia bastante efectivo! Las pupilas no tienen que tener mucho efectivo, no importa si tienen 0 no donde gastarlo, es un problema de seguridad: poca plata efectiva, es mejor que la Varsovia les adeude, que le agarren el gustito al dinero peru que no 10 tengan todo. Ganun demasiado las kurves de mierda, es algo que tiene que plantear en Ia Varsovia: l,por que el cincuenta por ciento, eh? lPara que paaen cosas como esta? Astuta, Dina tampoco cambio todo. Dejo veinte pesos en latas, no daba ni para pagarle al medico. , Era una muerta de hambre, ya era puta en su pueblo. El se habra casado con ella y les habia cerrado la boca a todos; el le habia ensefiado que existian la carne argentina, el agua y el jabon, l,y ella pagaba asi? l,Ycomo Ie pagaba el ahora ala Varsovia? l,Como seguia ndolarrte con este golpe tremendo? Entro a la pieza de Rosa. La gorda 10 miraba con terror. Grosfeld leyo la verdad: sabia algo. -Te escucho -dijo, y se sento a esperar. Ella 10 tomo por idiota. -No se nada, le juro. -To escucho -rcpiti6 Grosfold, eon toda lu surun idud del 11l undo,

In.

-------------~

-------------

Y ahi ella otra vez: que hacia mucho que Dina no se confiaba, que la veia rara pero no sabia por que, que no podia agregar nada. -Por ultima vez: te escucho. No te olvides de que no estoy solo, yo soy la Varsovia, me ocultas informacion ami, se la ocultas ala Mutual. Si queremos, te traemos aca ala policia para que te haga hablar. A mi no me gusta la violencia, Rosa, 10 sabes. Asi que va la advertencia, primera y unica: si no queres manana estar atendiendo clientes llena de moretones, habla rapido, No te pases el franco reponiendoto de los golpes que te voy a dar. Rosa empozo a llorar. -jEs que no se! [En serio no se! [Nn puedo decirle nada! [Ella estaba rara, no hablaba mas conmigo! Grosfeld se saco el cinturon, Seria buena amiga de Ia otra puta, peru al segundo golpe aflojo, Estas traicionan en seguida. Habia un tipo, confirmo Rosa. Algo asf se habia imaginado el. Lo unico que pudo contar -y eso que Ie dio mas Ionjazos- fue que Dina se habia enamorado de un tipo. l,Y quien era el tipo? lOtro del oficio? Rosa dijo que no, creta que no, peru no sabia, Dina no Ie contab a para protegerla. -Me hablo solamente la primera vez, y no quiso decirme el nombre. Dijo que era peligroso para mi. [De verdad! l,Cuando habia visto al tipo por primera vez? Rosa trato de reconstruirlo peru no podia. Eso Grosfeld se 10 crey6: ya se habia dado cuenta de que no era facil para las pupil as mantener alguna nocion de fechas. Igual Ie pego un poco, para estar mas seguro. Y ahi ella conto que el tipo Ie habia ensefiado a Dina a abrir el candado con dos horquillas para el pelo. Grosfeid le empezo a dar rebencazos con todas sus fuerzas. -lVos supiste eso y no nos dijiste nada? l,Estas loca, vos? Se imponia seguir, dar una gran paliza; peru no tenia ganas. Con la ceja de Brania era suficiente. lEI tipo seria el cerrajero? l,0 seria ladron? Era ladron, puesto que se la habia robado. Habia que matar a ese tipo, el se iba a encargar de que 10 hicieran matar. -l,Que mas, Rosa? Ella no sabia que agregar. Repitio que cada vez su amiga hablaba menos. Grosfeid le ordeno que dijera todo, cualquier cosa que hubiera visto, cualquier costumbre nueva de Dina, todo podia servir. -Antea chArlAbRmoll cuando terminabamos de cenar, antes de

IU

----------~.

-------------

dormtrnos. Ahora no, ahora ella antes de dormirse leia en castellano. 1l\11l1aCritica. Queria aprender bien castellano. Me cont6 que se 10t.rntun algunos clientes. -'-lQuienes? l Que clientes? -Yo le pregunte si ese Ie traia el diario, dijo que no y nada nubl. No queria hablar, yo la deje en paz. ~lY eso para que me sirve? Todo el mundo lee la Critica -re101116 Hersch Grosfeld. lY ahora que hacia el? Clientes frecuentes de Dina, habia mas d' volute. lEste en cuesti6n era joven? Rosa decia que no era viejo porn tam poco sabia que edad tenia. Ni siquiera el podia estar segura d~ que realmente Dina se hubiera escapado con alguien. Era muy probable, l,pero seguro? Rosa dijo que en los ultimos dias casi habia dGjAdo de hablar con ella, mas bien la evitaba. ~Antes ustedes eran amigas. lCuando empez6 a evitarte? ~Seguimos siendo amigas, pero ella dej6 de contarme cosas. '\W dll a poco, desde que apareci6 ese juez ... Tolosa, al principio. Y daspuos ... despues de la paliza que Ie dio Tolosa, ahi ni quiso que me acorcnra. Le daba verguenza, J,Laputa se habria enamorado de Tolosa? lSe habria ido con el? que no? A las putas les gusta que les peguen. Acababan de _II los puntos en la ceja y ya Brania estaba mas carifiosa que "Oil. Si se habia ido con Tolosa, el estaba frito. lC6mo le reclamaill un juez? Sin embargo ... lse habia vuelto todavia mas imbecil IIwl!(lh Grosfeld? lSe le habia escapado el cerebro, junto con la putA' [Para que iba a hacerla fugar el juez Tolosa, por favor! [Si podia arreglar con la organizaci6n para comprarla! lUn juez que liIoluro pagaba fortunas por vacas y caballos para su campo iba a Amarretear por una asquerosa mujer? lIba a robarle una mujer preelsamente ala Varsovia, con todo 10que la Varsovia le daba? Era un disparate. Grosfeld se cans6 de pensar. Era imposible organizar algo con 101 dAtos que poseia. Deberia ir a hablar con la Mutual, denunciarlo. 'titro ahora ... ahora no tenia fuerzas, no tenia ganas. No queria ver h\ mlrnda ir6nica de Felipe Schon ante su desgracia. Y suponiendo que no 10mirara con ironia, iba a mirarlo con Iastima. Eso tampoco 10 suportaba. No. No habta mula que hlloer, quo se fueru In kurue, quo IHI pudriora todo, quo flO hundiel'll ~llllulido con 61 on 01 centro.

,'or

III

-------------

~

-------------

L.a.ciudad de Bueu,os Aires era demasiado grande y los hombres que visitaban su prostIbulo, muchos. lQue iba a estar investigando? La Mutual 10 a!udaria a pagar, ya iria, ya hablaria, pero no ese dia. Una :ez mas, habia tratado de levantar cabeza y todo se habia hund~do. Sabia que no podia confiar en nadie y habia confiado en Brania, la habia dejado hacer su capricho. "Mi suite", decia ella y mostraba ese engendro de volados espantosos, veleidades de diva de Hollywood. Unajudia de mierda alimentandose mentiras la cabecita de alfiler i~fectada de suefios del sistema. Todo por' su culpa. Tuvo ganas de ir a verla y darle otra paliza pero pens6 en los puntos que tenia en la ceja. "Soy flojo. Me 10tengo merecido por flojo." Mientras tanto, ahora Ie tocaba a Rosa molestar con la cantinela del llanto. Lo unico ~ue fal~a~a, .por cuatro rebencazos que Ie habia dado, y salvo al fmal, m srqurera tan fuertes. Se levant6 para salir; cuando estaba cerrando la puerta, la puta musit6; -Senor Grosfeld, l,puedo ir a almorzar? -Por supuesto que no. lC6mo no iba a castigarla? [Dina abria el balc6n a la calle y ella no habia dicho nada! Sali6 y echo llave a Ia puerta. Pero la busc6 a Brania en la cocina, Ie dijo: -Llevale la comida al cuarto, pero no sale de ahi en todo el dia Manan.a empieza a trabajar duro, aver si compensa un poco l~ ausencra de la otra. En realidad, el castigo fisico era contraproducente' la Varsovia sabia que hacer en casos como este, era mas facil. ' -.Sentate, Hersch, por favor, prepare para vos mam6n con farfelej, tu plato favorito. Cariiiosa y c~lpable como nunca, sonriendo con cuidado para no arrugar la ceja vendada, Brania no sabia que hacer para agradarlo. Pero Grosfeld no iba a comer ni un bocado de su asquerosa comida. -Me voy. Antes le cont6 10 del candado y las horquillas. -Tra.idora de mierda, que crezca como una cebolla, para adentro de la tierra -murmur6 Brania. Como si no

lit

huhiara

t!Hl'uchado, Hersch Ie dio instrucciones

-------------

~

-------------

firmes: ningun cliente tenia ni siquiera que imaginar que habia existido una fuga, eso perjudicaba gravisimamente su imagen y la imagen de la organizacion. Que Ie dijera a Rosa que le iban a cortar la lengua si llegaba a hablar. Y ademas a esa puta habia que castigarla de verdad: un mes de multas, a ochenta pesos por semana. Brania se asusto pero callo. Era una multa alta, Grosfeld pagaba con ella una cuota del prestamo; adem as de aplicarla, veria como hablaba con la Mutual para que 10 ayudaran a recuperar capital. i,N0 estaban para ayudarse? _ Y vos anda juntando, porque te voy a descontar un mes entero de ganancia. Ah, y desde manana se trabaja una hora y media mas, empiezan una hora mas temprano y cierran media hora mas tarde. Prepara un cartel y ponelo en la sala. -Como digas, Hersch ... Sacame 10 que quieras pero ... no te enojes ... Por mi todo esta bien, pero la chica ... La chica termina muy agotada y se nos va a enfermar. Y si se nos enferma ella, nos quedamos sin ... -i,Te pedi opinion yo? i,Te pedi opinion? Grosfeld estaba gritando. La habia agarrado del brazo; la estaba sacudiendo. i,Otra vez? La solto con un insulto. Mejor se iba ya mismo. Por nada del mundo queria volver a lastimar a esa mujer. Esa inutil, El unico ser humano que 10 queria en esta tierra.

II Llegaron a la nueva pension que Vittorio habia conseguido en la Boca. Era bastante mas fea que la anterior, pero las pensiones que se daban aires "respetables" se ponian pesadas con la libreta de casamiento. Durmieron abrazados, extenuados, sin dejar nunca de tocarse, con miedo de perderse ya en esas pocas horas que tenia Vittorio antes de entrar al trabajo. Los desperto el sol de la ventana abierta y primero no entendieron donde estaban, dospues se miraron sin poder creer 10 que habian hecho. Debtan poner manos a la ohm: era imprcscindible salir a cornprar ropa para Dina (sencilill. "do pibll del barrio", nada que llarnara III utencion). 'l'ulllhi6n serla buono qu~ I~ Cllmbiara 01 iUoIpIWt.O, por ejern-

~

------------

plo cortandose el cabello. El dinero se iba a ir ' . vender las joyas de D' rapido, ademas habia que Ina para estar en condi . d quier urgeneia. El amigo de Vittori h bf rciones e afrontar cualunjoyero tambien judio un si tiz a ia quedado en averiguar con , sImpa izante del .. . camente llamaba el Burguc A . movimiento al que ironiaportado fondos para la e es ;arq~Ista, que un par de veces habia Samuel iba a usar su horaadusal' ema su local en la calle Libertad y e a muerzo para visit 1 T ., . a reunir con su herman' lSI ar o. ambien se iba a y avenguar mas s b 1 M sin contarle 10que estaba oeu . d T lore a utual Varsovia, rnen o. a vez su e " . . ra prever la reaccion ante la fug Vittori , xperiencia permitioresignaran y dejaran a Di a. I orio tema la esperanza de que se era tan optimista D' tan en paz, pupilas no les faltaban. Samuel no , Ina ampoeo. Pero Samuel no fue a trabaiar esa . muy nervioso. Tuvo una sensacio~ de i ~anana; ~IttOriO se puso to en.contrar energias para usar el med:~~nente catastrofe y Ie eossu DIna y comer algo a las apuradas Sin ra en hacer .compras para ba en el negocio 10 gano la ale i d' emb~r~o, mientras entraDina no Ie permitian usar: su ~a: e estar .eh~endo la ropa que a batas transparentes As' dante mujer iba a librarse de las . esora 0 por una v d d d muy alta, como ella elrgid un t d en e ora elgada y no pereal, uno de colo; rosa . . aPta 0 oseuro de pafio, dos vestidos de . VIeJO,0 1'0 estampad 1 J~ego con sus ojos. Tenian cuellos con ~ en ce este que haria VIttorio imazinaba se rnoverf puntilla y un farala que 0' , movena con gracia al d d d ' sas piernas de Dina cua d 11 ' re e or e las hermoo ea habian eaminado J'unntose aleamIlnlaratom ada de su brazo. NunpOl' a ca e Comp , d ' zapatos con puIs era y tacon a h . ro espues un par de crete, pequefio Era Iind ncdo, ~na eartera y un sombrero dis. a ropa ommguer d 1 lUuchaehasjovenes alegre hri 1 . a, e a que usaban las . . ' y so na a mIsmo tie S ' . Dina iba a estar mas h mpo. e sentI a feliz, ermosa que nunca p t bi cupado porque habia t d ' ero am len estaba preogas a 0 una fortuna . vomprado tantas cosas juntas O' l' S ' nunca en su vida habia han haeer dinero con e di Ja a amuel apareciera, necesitasos iamantes. Para la huida, Samuel habia anad 1 dOH eompafieros de su eel 1 d g. 0 a voluntad entusiasta de e u a e accion di t P d ()lie trabajaba en la const " tree a. e 1'0, un catalan rUCClOn, era el que habf . III nocho anterior Tenfa t t ia manejado el auto . con ac os con eelula . . h~Kl1 res del pais y habia romoti d s .anarqUlstas de varios pnru Dina. p I 0 consegun- el documento falso

iUt

-------------~

-------------

-Trata de que sean de una mujer judia -pidio Vittorio-. Mira que no habla bien y tiene mucho acento, eso la vende: . -Se hara 10 que se pueda, tu sabes como es esto. Si tienes tiempo para esperar, todo sera posible. Si no, se consigue 10 que se consigue, vamos ... -Tenemos tiempo. Dina tiene ahorros import antes y va a estar escondida 10 mas que pueda en la pension, hasta que sepamos que la situacion es segura. Despues veremos si encuentra trabajo y retoma sus estudios. No pudo terminar de estudiar en su pueblo, tiene much as ganas ...

III El mundo no dejaba de torturar a Hersch Grosfeld. La fuga 10 habia hundido en la tristeza. Habia pasado el resto del dia en que doscubrio el desastre tirado en la habitacion de su lujosa casa (una casa cuyo alquiler quien sabe si podria seguir pagando), tomando whisky de la botella. Si hubiera sido por el, al dia siguiente no hubiera pis ado el prostibulo; ni al dia siguiente ni ningun otro: la tentacion de mandar todo al diablo y dejar que reventara, con Brania incluida, era muy grande. Pero no se animaba, 0 en el fondo no queria: dospues de todo, el lugar rendia, Rosa era la pupila mas exitosa, la que juntaba mas clientes de las dos, y si trabajaba mas, mientras el veia como reparaba la falta de la otra ... no todo estaba necesariamente perdido. i,Pero por que era siempre tan dificil? Todavia no habia informado a la Mutual 10 ocurrido. Queria estar seguro de que el nuevo ritmo de trabajo funcionara, aparecer con algo concreto, algo mas que lamentos y pedidos, queria ir como un smpresario que afronta dificultades y ofrece soluciones, no humillarse ante Schon como un mendigo. En la tarde del martes Hersch se levanto de la cama con nauseas, vomito el whisky de la manana, se tomo unos mates que vomito tambien, se enjuago la boca 10 mejor que pudo, se miro en el espejo y, como nadie 10 escuchaba ni 10 veia, se agarro las manos y dijo ay, ay, ay, a jarpe un a bushe, que verguenza, que hice yo para que to do me salga siempre asi en este mundo de mierda. Dm;pu6. part.io para la calle Loria a controlar que ol nuevo horario IUl cum-

aao

~-----------~------------piiura, porque Brania estaba demasiado indulgente. Llego justo pur a ver a un hombre salir casi corriendo, y por la actitud de otro qlW caminaba apresurado por la vereda dedujo que venia del mismo lugar y no se retiraba con la tranquilidad del que ya se alivio. Escucho los gritos en la puerta cancel y entendio la huida de los clientes: euundo entre ya sabia 10 que estaba ocurriendo. ' i,No era completamente previsible, despues de todo? Grosfeld huhiera debido tener un plan para manejar la situaci6n, pero no 10 tenia. Rugiente, desatado, el juez Tolosa bramaba sobre Brania, todo /ilu cuerpo inclinado como un oso a punto de dar el abrazo mortal. H.ahia perdido su proverbial compostura: Grosfeld Ie via los ojos dI'H~~~caja~os, la cara roja, y penso por un instante, con placer, que, R diferencia suya, Tolosa no tenia poder para golpear a Brania. 6IJ:H\.abaen 10 cierto?, se pregunt6 inquieto un segundo despues. Brania 10 miraba completamente aterrada; ella por 10 menos si paf('('fa creer que estaba por recibir otra paliza. La ceja vendada trajo It l Icrsch recuerdos dolorosos. De pronto su regenta le dio pena. 'Jlltl,riahaberse ido como lleg6: i,que podia decirle a ese hombre que 1\0 f ucra vergonzoso? Pero la imbecil habia sido leal con el muchos fifloH y ahora estaba enmudecida por el miedo, mientras Tolosa alt~rnaba insultos con preguntas.v Que hacia el, ahi, mirando? i,Interftlilia, desviaba la atenci6n de la bestia, 0 se rajaba? No quedaba un liollldiente en la sala. [Ese hombre iba a terminar de arruinarle el 'U!Kocio!Seria el distinguido juez Tolosa, pero Hersch Grosfeld tam~ioll tenia que vivir. -Doctor Tolosa, disculpe -dijo de pronto, adelantandose. Le sali6 una voz melosa, abyecta. "La necesaria", pens6. No era JOt'll de tener orgullo. ";1 juez se dio vuelta bruscamente. -i,Donde esta Dina? ._ . A Grosfeld Ie impresion6 la mueca desesperada en que se Ie ItDul1l transformado la cara. Buenas tardes, doctor -dijo con aplomo-. Como propietario , fHHPOl1lHlbie de est a casa de servicios, voy a tener mucho gusto en . Ittllud.,r1o y darle todas las explicaciones, Pase, por favor. _ 1.0 hizo pasar a lasuite rosada mientras pensaba que iba a d~t'irlll. jl';ncim8 en tiN8 lugurl Un ornpresario como lSI deberfa aten-

-------------~

-------------

der en el edificio de la Mutual. Igual Tolosa estaba fuera de si, incapaz de fijarse si se sentaba en una horrible silla rococo 0 en un inodoro. A Grosfeld 10 asombraba. i.Que tenia con la puta? i.Que Ie hacia perder asi de pronto su distinci6n y su estilo? Una decepci6n, esto de que los hombres del poder tuvieran tan poco control de si mismos. Modestamente, el podrfa dar al juez algunas lecciones de conducta. Lo vio sacar un pafiuelo de seda, limpiarse la frente traspirada y de pronto recuperarse, enfrentarlo inesperadamente, atravesarlo con mirada de acero. -Lo escucho -dijo Tolosa, y se qued6 mirandolo. Grosfeld se sinti6 congelado en el hielo de sus ojos grises; asf se habrtan sentido tantas mujeres, lleg6 a pensar, por ejemplo Rosa el dia anterior, cuando el que la miraba era el, sentado enfrente, diciendo las mismas palabras. A much as habra observado ast, esperando que obedecieran, con los serenos ojos del amo. Esto era demasiada humillaci6n. No obstante respondi6 de inmediato, hablando muy rapido y con los ojos bajos. -Dina se escap6. Esa es la verdad, doctor. Podria mentirle, inventarle algo, no tiene sentido. Abri6 el candado que cerraba su ventana y se escap6. No sabemos donde esta, No sabemos si tiene un c6mplice, no pudimos averiguarlo. Tolosa sac6 un puro y 10 encendi6, sin convidarle. -Inadmisible -dijo-. l.Que averiguaciones hizo hasta ahora? Hay que avisar de inmediato ala policia, l.Por que la Varsovia no me comunic6 semejante noticia? Es lamentable, es indignante. -Eh ... doctor, yo pensaba avisar hoy mismo ala Varsovia. El juez se levant6 y se acerco al silloncito de Grosfeld, inclinandose otra vez como un oso amenazante. -i.Usted me esta diciendo a mi que la Varsovia todavia no sabe que se le fug6 una pupil a? Mas que un grito era un rugido. Hersch se qued6 callado, pensando esperanzado que el sillon asquerosamente mullido de Brania tal vez tenia un agujero y 10 iba a tragar para siempre. -Usted es un imbecil, Grosfeld. Y esa judia que trabaja aca para usted, la portera, es otra imbecil, Venga conmigo. Ya. Siguiendo al juez, el caften se levant6 como un resorte, Menos mal que Brania no estaba en la pieza y no habia visto In osconn.

-------------

~

-------------

No la habia visto, pero la habta escuchado y con eso bastaba. Cuando Hersch sali6 de la suite casi corriendo detras de Tolosa , encasquetandose el sombrero, la encontr6 en el patio. La mirada de piedad que soporto le permiti6 saber que ya no podia pasarle nada peor en ese dia. En cierto sentido, era un consuelo. -A vos, vuelvo y te doy otra paliza -Ie solt6 por 10 bajo. -Vamos ala avenida Cordoba al 3200 -orden6 el doctor a su chofer-. Vea, Grosfeld, usted es un rufian de cuarta categoria y bien 10puede dejar una puta, pero yo soy juez de la Naci6n, y a mi una puta no me va a joder. La Varsovia se va a ocupar, para eso le hago mas de un favor y me olvido de la lacra social que constituye. Y tambisn se va a ocupar el Estado. El Estado esta a disposici6n del Juez y el Juez 10 va a usar. No le quepa la menor duda. Con un suspiro, Hersch se recline en el asiento. Estaba casi aliviado: ese hombre era de la clase social que nunca perdia las batallas. Por ahi hasta recuperaba su capital.

IV Por suerte Samueilleg6 finalmente al taller el lunes, s610 que por la tarde. Dijo al jefe que habia estado descompuesto toda la manana pero Ie guifio un ojo a Vittorio cuando el jefe se dio vuelta .y le dijo por 10bajo que tomaran un cafe cuando terminara el turno. No habia podido hablar con su hermana todavia, pero habra pasado la manana con su amigo el Burguas Anarquista, joyero de la calle Libertad. -Todo esta muy bien, no te preocupes, mi amigo es un fen6meno. Se le ocurrio algo genial; porque ahora te voy a explicar: esas joyas que ella compr6 son un arma de doble filo. "Inventemos un robo", me dijo. Le gustan las expropiaciones revolucionarias. Estaba d(~10 mas divertido porque nunca particip6 de verdad en una y uhora tampoco, en realidad, pero bueno, le gusta ... Va a desarmar la J{Hrgantilla y los aros, asf no se pueden rastrear las joyas. La Varsotii« sabo que tu ... novia, bueno, ya es tu mujer, tu mujer, sabe que I'lla las tiene, porque controlan hasta la ultima compra que hacen litH pupilus

...

. -Ularo,

por

OMl) hI/!!

pugnn

COil

lutus,

IlO

les dan ofoctivo.

I

I

-------------~

-------------

-Si, y las obligan a comprar donde ellos quieren. Vieja tactica de los explotadores. Precisamente el joyero que trabaja para ellos es uno solo, todos nuestros joyeros judios digamos "decentes" ("joyero decente", ;,te das cuenta de 10 que estoy diciendo, hermano?) 10 desprecian. Pero ademas, mi amigo el Burgues Anarquista pas6 el dato ... eh ... le pas6 el dato a un grupo de acci6n directa ... hace un mes y medio ... eh ... y ... se decidi6 una expropiaci6n al joyero de la Varsovia. -Lo asaltaron. jQue bueno! -Tomalo como un modesto aporte libertario contra los explotadores de tu mujer. No me mires asi que yo no tuve nada que ver -minti6 mal Samuel-. El caso es que al tipo le vaciaron la joyeria, y los otros de la calle Libertad valoraron tanto la selectividad de Ia expropiaci6n revolucionaria que cambiaron de idea sobre la perrnanencia de su colega. Antes le habian dado un ultimatum: ..Nosotros somos comerciantes honrados y buenos judios, no queremos basura allado, asi que and a pensando en alquilar un local en otra parte". Pero cuando vieron que si el estaba, los anarquistas le robaban a el y no a ellos, ya no insistieron con la mudanza. Me 10 conto el Burgues Anarquista, hubo una reunion y todo. Mi amigo no hablaba, guardaba to do para contarnos a nosotros. Nos ruorimos de risa. iJoyeros decentes ... ! En fin ... -Pero tu amigo es joyero ... ·8(, claro, che. Trabaja como joyero y gana plata, mucha, pero no t.o puedo contar 10 que hace con buena parte de esa plata ... Es deconte de verdad, te 10 aseguro, expropia a los burgueses que compran joyas y entrega el dinero a la causa. Y judio ateo, por supuesto, () sea mal judie, como corresponde. Es decente en serio, no de la cintura para abajo, como estos hipocritas. Volviendo a las joyas de tu Dina: asf como estan son imposibles de reducir salvo casi regalrindolas, y ademas dejan rastro seguro. ElIas va a desarmar, va a tusur las piedras y va a vender los diamantes sueltos, como si fueran diamantes robados que compro. ~-l~Hpero que Dina quiera. Vittorio, Dina no tiene opcion, Si no, va a venderlas a un diez pur cien to de 10 que valen, y encima se va a ponor en pel igro, Mi amigo cree que puedo sacar un aosenta por ciento, y nOHda todo, por aupuosto,

-------------

~

-------------

-;,Un sesenta por ciento? ;,C6mo va a hacer? -Va a tasar los diamantes, va a decir que los compr6 al treinta por ciento de 10 que valen, y va a pedir eso, y un treinta mas. -De modo que los joyeros decentes compran mercaderia robada ... Eso no se hace con la cintura para abajo, cierto. -Veo que estas entendiendo el concepto de la decencia comercial. Estaban contentos. Vittorio llev6 a Samuel a la pensi6n. Le habia hablado mucho a Dina de el y a ella Ie encant6 que no se avergonzara de presentarle a un amigo. Estaba radiante: la hija de la duefia de la pensi6n Ie habia cortado el pelo y lucia una melenita enrulada que Vittorio festej6 mucho. "Se sonrfen entre ellos como en las comedias estupidas de Hollywood", pens6 Samuel mas enternecido que fastidiado. Aguant6 que Vittorio mostrara a su mujer los vestidos, los zapatos y el sombrero que Ie habra comprado, la vio aplaudir como una nina, correr detras de un biombo y salir con uno puesto. Le quedaba casi perfecto. Con sus nuevos zapatos y su nueva ropa de mujer "normal" ofreci6 un te al invitado, fue a bus car una sill a a la sala y dispuso tres asientos aIrededor de la pequefia mesa que hacia de escritorio. Se sentia una duefia de casa, una senora. -Dina, tenemos que hablar de las joyas -dijo eHO10 traje a Samuel.

Vittorio-.

Por

Dina se puso seria. Escuch6 todo en silencio. El pregunt6 que pensaba y ella dijo que no habia entendido. Samuel Ie repiti6 la explicacion en idish pero sigui6 sin decir nada, quieta, inexpresiva. -Samuel necesita las joyas para que su amigo te las venda manana -repiti6 Vittorio-. Los dos son camaradas, son de conIiunza. Nose van a quedar con un centavo, no es una operaci6n de 1111:1'0 burguas, es una acci6n de adhesi6n politica. -;,Adhesi6n? -Que comulgan, comparten nuestras ideas. -;,Nuestras ideas ...? ;,Que tiene que ver yo escape con ideas? -lC6mo que tiene que ver? -pregunt6 Samuel escandalizado. Y dtlHPUCS agreg6 solemnemente, en idish-: ;,Un hombre partidario do In libertud no va a aolidartzarss con una esclava que escapa? Holldnridlld

lib@rtaria activl\, Honora.

118

~-----------

-------------

~

Dina enrojeci6 vivamente. No respondi6. Hubo un silencio incomodo, de pronto se escuch6 la voz quebrada de Vittorio. -No confias en mi... -A mi da miedo asi, dar asi todo ... -N0 confias en mi. EI silencio fue elocuente, casi intolerable. -i,No hay otra forma? -dijo Dina por fin- Es lindo collar, Iindos aros ... Costan mucho. Es pena romper todo ... Samuel volvi6 a explicar en Idish los motivos; Dina, a callar. Vittorio nunca habia dejado de mirar el piso. -Ragamos una cosa -dijo Samuel-. Yo me voy, vuelvo en un ruto, ustedes conversan, deciden y me dicen. Sali6 con tanta prisa que tuvo que entrar otra vez porque se huhia olvidado la gorra. Cuando se quedaron solos empez6 la pelea. Los dos levantaron III VOZ. EI dijo que se estaba jugando la vida por ella y asi Ie pagaba: dusccnfiando. Ella hablo del trabajo que habia en cada uno de esos diamantes: trabajo suyo, trabajo duro, y el grit6 que el trabajo que uncerraba cada diamante era mierda que la denigraba. Sin embargo, nadie, Ie record6 Dina, 10 habra obligado a aparecer por el burdel y pagar para que ella hiciera con el su mierda denigr~nte, y ~ucho menos a volver porque Ie gustaba, y mucho menos aun a recitarle (ruses de respeto por el oficio que tenia. Y dijo que como todos los hombres estaba mostrando su verdadera cara. EI callo, hubo largos minutes de silencio, de cuidadoso evitar de las miradas, hasta que Vittorio murmuro que era un machista reaccionario envenenado por los valores de la familia burguesa, no estaba a la altura de una mujer como ella. Y se puso a llorar. Ella se asombro tanto que tard6 011 reaccionar, despues 10 abrazo y sintio que su vestido de percalle mojaba el hombro. Habia llorado algunas veces en brazos del Loco 0 do Vittorio perc nunca habia tenido a un varon llorando, abrazado a ella. Estaba conmocionada. Lloro tambien, 10 acun6, Ie cubri6 el cucllo de besos, Ie pidio que no sufriera mas, Ie pidi6 perd6n: sf, huhla desconfiado de el pese a todo 10 que el estaba haciendo por ella; no Ie era facil confiar, no Ie iba bien cuando confiaba. Y desJlII(~H lo confes6 algo que no habla dicho en las casi veinticu~tro horas que llevaba In fuga: tenia mucho miodo, mucho, mucho miede de quo In ugurruran. Y llbr6 mA., y todnvta moquenndo fue It buscar



-------------~

-------------

el atadito cerrado a duras pen as con una sabana engomada del burdel, donde todavia estaban guardadas las pocas cosas que habia traido. Saco una bolsa de terciopelo, la abrio, echo con suavidad su contenido sobre la mesa. Los diamantes iluminaron la pieza. -Para vos, para ustedes, para que hagan 10 que necesito ... Lo que necesitamos -dijo en perfecto castellano-. Y gracias. Gracias a los dos. Un rato despues volvio Samuel. Se fue en seguida, con la bolsa de terciopelo muy bien guardada en un bolsillo de su manchado pantal6n de linotipista. Era tarde ala noche pero igual se encamin6 directamente hasta la casa de su Btrrgues Anarquista, no queria tener consigo las joyas ni un minuto de mas.

V -Dejelo por nuestra cuenta, doctor. No va a poder vender esas joyas sin que nosotros 10 sepamos. Ya mismo tomo las medidas para que nos informen cualquier intento -dijo Noe Traumann esa tarde de martes, sentado junto a Felipe Schon, Hersch Grosfeld y el doctor Tolosa en la imponente sala de reuniones de la Mutual. El juez asintio, Traumann le ofrecio un puro, y otro a Felipe Schon, ignorando olimpicamente a Grosfeld. Para que el magistrado viera que la Varsovia reconocia a los idiotas aun cuando tuviera la desgracia de tenerlos entre los socios, Felipe y el acababan de darle una impiadosa y humillante reprimenda. No avisar una fuga hasta dos dias mas tarde, i,pero que tenia ese tipo en la cabeza? Se habia perdido un tiempo precioso, Ia fugitiva ya podia estar incluso fuera d(~1 pais por culpa suya. "Se habia fugado sola 0 con un hombre? Grosfeld dijo 10 que meneaban la cabeza, desaprobando. -Ray que averiguar mas. -"Pero como? -pregunt6 Grosfeld. ~1,C6mo? -repiti6 Schon con desprecio- [Es elemental, hombrill LJstnd dice que la mujer tenia clientes fieles, que algunos iban varia» veces por samana, incluso dfas consecutivos. Que la regenta hl\llu unit Hilt. dD 101 quo iban siempre y controlo, Hi so fue con subfa. Schon y Traumann

-------------

-------------

~

alguien, entre los que no vuelven esta el que se fue con ella. ;,No se le ocurre solito? Grosfeld bajo los ojos, sombrio. ;,Como decirle que el era un schlimazl, un infeliz, que las cosas siempre le salian mal, que luchar y tratar de levantar cabeza casi no tenia sentido? En ese clima iba a ser dificil renegociar la deuda con la Mutual. Mientras tanto, Traumann tam poco estaba alegre. El dia anterior habia sido nefasto y este no era mejor. El lunes estuvo largas horas ocupandose de una pavada: habia llegado la informacion de que hacia algo mas de un mes la maldita Asociacion Judia para la Proteccion de Nifias y Mujeres se habia reunido ... [con representantes del gobierno polaco! Hay judios que no tienen dignidad, real. itas? mente. ;,Y para que se reunieron con los polacos antisemi as. Por supuesto, para hablarles mal de otros judios, para llenarles la cabeza contra la Mutual. Y parecia que el gobierno polaco estaba por presentar una queja oficial al gobierno argentino porque la Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Varsovia usaba el nombre de su capital. Perder la tarde en semejante estupidez mientras habria que haberla usado en alertar a la policia para que buscara a la pupila pr6fuga ... La embajada de Polonia estaba "ofend ida". ~orque una institucion cuyos miembros eran sospechosos de actividades que repugnaban al honor y la moraillevaba el nombre de Varsovia. ;,Los mismos polacos que en su pais quemaban las casas de los judios y los obligaban a bajar de la vereda cuando ellos caminaban, aca se sentaban de igual a igual con judios argentinos, y los escuchaban? ;,Yles cretan todo? Y estos idiotas de su colectividad, ;,se ensafiaban contra gente de su propio pueblo, juntandose nada menos que con los torturadores? Tambien la comision directiva de la Mutual estaba herida, ofend ida, dolorida; se aferraba al nombre Varsovia como si fuera no se sabia que cosa. Toda la tarde del dia anterior habian discutido. 'l'raumann estaba indignado pero queria poner patios frios. Habia dicho que ni el gobierno argentino ni el gobierno polaco podrian pedir otra cosa que un cambio de nombre; mas alla de la humillacion y la resistencia afectiva, el as unto no tenia la menor trascendencia. ";,Noyen que no pasa nada? ;,Noyen que es puru hipocresta? "No quioren que nOH llnrnemos uHI? INo nos llamemoa asr, y listol"

lal

-------------~

-------------

Pero ellos: que side Polonia venian, si de Polonia traian a las chicas, si allf tramitaban sus documentos, si tantos siglos habian estado sus ancestros viviendo alla, ;,por que borrar a Polonia del nombre de su Mutual? ;,Por que tener que aguantar que los propios judios, encima mayoria de hembras haciendo beneficencia (porque eso y no otra cosa era la Asociacion Judia para la Proteccion de Nifias y Mujeres), los trataran asi? Ni los goim los despreciaban de ese modo. Al contrario. Tanta gente poderosa era amable con ellos mientras su propio pueblo, sus hermanos, los humillaban ... Traumann habia tratado de calmarlos, la Varsovia tenia una historia de union y solidaridad que sobraba para enfrentar esto. Era un hombre mayor, respetado, querido. Despues de todo, habia sido uno de los dos fundadores junto con el viejo Zwi, que ya no estaba. Pero no conaiguio que la Comision Directiva se resolviera a cambiar el nombre en seguida, como el aconsejaba. Noe tenia un nombre para proponer, precisamente el del otro fundador ya fallecido, Zwi Migdal. Si 10 adoptaban ahora, dejaban a los enemigos con la sangre en el ojo. Pero la tristeza y la absurda sensacion de derrota habia ganado la reunion y nadie habia estado de acuerdo. Si no habian podido morir en Polonia, si los habian echado de sus propias aldeas y de mil modos horribles los habian empujado hasta los barcos, ahora se aferraban a una palabra: Varsooia, Es que ahora sf Polonia era de ellos: volvian a Varsovia llenos de dinero, almorzaban con champagne en hoteles que antes no podian pisar, compraban funcionarios para hacer salir a las pupilas. Ahi de donde se habtan ido como parias retornaban como senores, mas poderosos que los campesinos ignorantes que les habian incondiado las casas y que los policias que los habian apaleado. 'l'raumann entendio que esos hombres no cambiarian el nombre husta que no fuera inevitable y renuncio al asunto. Asi habia terminado la reunion, y ahora el juntaba ese problelila con este, grave de verdad, de la pupil a que pretendia burlar el poder de la Mutual. Tenia una sensacion de final, de apocalipsis, como si la obra de tantos afios empezara a correr peligro. No era la kurue en S1 10 importante sino la imagen, la autoridad de la Mutual anto las otras instituciones de la Nacion -jencima habia un juez Mududo!--·. Era regla de oro de ellos no permitir que ninguna escapant. Nunca. No dejar d~ caatignr una traici6n. Nunca. Y tenor de

al.

-------------

~

------------

-------------

testigo a un juez, a un aristocrata con influencias politicas ... Traumann 10 observe: l,que tenia ese hombre con la mujer que se escap6? Mird al imbecil de Grosfeld, su cara de perro que cago sobre la alfombra. Nunca imagine que fuera a recluir a la mujer en una habitaci6n a la calle, contando con cuartos internos. l,Abri6 el candado y salto ala vereda? Era infinitamente estlipido. Una miserable muerta de hambre habia burlado a toda la organizaci6n, por culpa de un idiota. Era prioridad absoluta recuperar a la puta, darle su merecido y hacerla trabajar hasta que se pudriera. Asi Ie hizo saber al doctor Tolosa: "Prioridad absoluta". -iTambien es priori dad absoluta para mil -dijo el juez. Traumann volvi6 a mirarlo. Usaba un tono inexplicable. Una huroe se reemplaza con otra, ese juez podia pagarse mujeres mucho mejores, y francesas. l,Que estaba pasando? Tolosa se habia callado, tal vez arrepentido de su exabrupto, y ahora traspiraba. Busc6 su pafmelo de seda para secarse la frente, el puro que tenia encendido le temblaba tanto que 10 apoy6 en el cenicero, casi se le cae y quem a 01 magnifico roble de Eslovenia de la mesa. "l,Esta enamorado de la puta? l,Sera posible?" Si era asi, iban a atraparla. Las herramientas del poder son ilimitadas cuando las alimenta la pasion irracional; no era la primer a vez, por supuesto, que la Varsovia contaba con el apoyo de poderosos, pero si la primer a que tenia un aliado tan incondicional, tan manejable. Mientras tanto, Schon explicaba al juez que una puta que huia no podia hacer demasiado. La clave era no dejarla vender las joyas que decia la regenta que se habia Ilevado, estar bien alertas; podian hacerlo, tenian buenisimos contactos en el mercado. No seria la primera vez que encontraban a una profuga; en realidad, las pocas que se atrevian a huir nunca se libraban de su merecido. Adernas, Dina no debia hablar casi castellano, hacia apenas meses que estaba en Buenos Aires, no conocia la ciudad y no tenia documentos: era politica de la organizaci6n retener los papeles de sus pupilas. En cuanto quisiera tramitar algo, 11 policia la agarraria. Contactarian de inmediato a la Divisi6n d. Investigaciones, Grosfeld y la portera del burdel darian los dato. para un dibujo, y seguramento la policia pcdirfa la capturu on tod. el pais por tolografo. En esc pun to Traumann

I

hahlo. Su cl\Htnllnno onriqut!cido

pot

~

------------

tanta cultura a_u~odidacta, por tantos libros, por tanto esfuerzo, vibraba con la musica del idish. Habia preparado cad a palabra cuidadosamente: -Perd6n que interrumpa, mi querido Felipe. Doctor Tolosa uste~ puede ser mucho mas efectivo que nosotros, si tiene la defe~ rencia de acceder a ayudarnos directamente en la busqueda. Yo se que no es 10 usual, doctor, que usted tiene muchas cosas importantes que atender y simplemente tuvo la amabilidad de venir a inti m~rno.s de una irregularidad ... que por cierto no debia ser usted ~Ulen mfo~~ara. La Mutual se honra al recibir su apoyo, se 10 agraece muchisimo. Pero si bien nosotros podemos manejar esto solos ~omo h~mos h~cho con exito las pocas veces que 10 precis amos, m~ atreverta a decirle que, si usted desea, digamos, colaborarpersonalmente . , con la busq ue d a, nos h ana- un favor mmenso que desde lueg verramos coomo compensar. Mas alla de nuestros contactos aceitados0 . I ~(Im as fuerz~s ~el orden, no es 10 mismo nuestra palabra frente a ,I gunos corrusarros que la . I" , ' . suya. Renit epi 0 que no rgnoro que usted lene tare~s mas importantes que bus car a una prostituta que so IIoscontrolo, pero... ' -Sin embargo le dire, senor Traumann ... Era la primera vez que se dignaba a llamarlo senor el asunto III archaba. ' . -Como juez de la Naci6n no me siento ajeno a un caso como ONtO. Voy a hablar, en efecto, yo mismo con la policia y Iib ' . I, d ' rare una 01< en e captura para Di... para la mujer. d -Rep~to: es un honor para nosotros contar con el apoyo activo e un~aglstrado como usted -sonri6 Traumann-. No sabe 1 nOli l~fllge10 que h~ ocurrido. Desde ya, puede usted elegir cual~~:~ )'11 de nuestras mejores chicas y visitarla sin cargo alguno doctor ., . -Le a gr~ dezco, Traumann, pero no quiero a ninguna.' Quiero. qUi d de~omo vue Iva a ser encerrado donde debe permanecer E Unn cuestion de principios. . s . l"P1jI,>C intent6 cambiar una mirada de asombro con Noe pero el Indullo .fundador seguia sonriendo imperter-rito. Mir6 ento~ces inhrrU.lwtlvamente a Grosfeld ' que se limito0 a encogerse Ievemente d J I ,,~

IOlll

II'OIi.

Ji~_!Jl