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EL IMPERIALISMO INTEGRANTES: D`AMICO Iara BADINI Estefano LABARRE Facundo BONKOWSKI Agustín INSTITUCIÓN: I.P.C.R PROFESORA: CURSO:

BRANDAN Silvana 5º ECONOMÍA

INTRODUCCIÓN A partir de 1880 las grandes potencias compitieron entre sí con la intención de establecer el control económico y político sobre diferentes zonas y regiones periféricas del mundo, las que se convirtieron en subordinadas. Este proceso se conoce como imperialismo y fue la característica de esta época histórica. Se formaron diferentes imperios coloniales encabezados fundamentalmente por Gran Bretaña, imperio que ocupaba el 20% del total de las tierras del mundo y el 23% de la población mundial estaba bajo su dominio. Otras potencias de la época fueron Francia Alemania Italia Bélgica Holanda Japón y EEUU. Dada la dimensión y la importancia que habían adquirido las capitales ya no podían ser destinados a la producción en sus propios territorios sino que necesitaban oportunidades de inversión en el exterior, lo que llevo a la ocupación de los territorios extranjeros. El líder revolucionario, Lenin, plantea que en esta fase superior que el sistema capitalista la libre competencia empresarial que había guiado los pasos de la economía en épocas anteriores había quedado en el pasado dando lugar a la existencia de grandes monopolios. ¿Por qué las naciones desarrolladas no se limitaron a negociar con las distintas regiones en lugar de colonizarlas? Uno de los argumentos se relaciona con la necesidad de las economías desarrolladas de invertir su capital sin la competencia de otros países. Sin embargo a pesar de que los países desarrollados invirtieron en sus colonias, lo cierto es que la mayor cantidad de inversiones de capital se dirigieron hacia países independientes. Una segunda explicación se relaciona con la búsqueda de mercados donde China y África eran dos opciones con muy buena proyección para captar la atención de los europeos. Como no todas las economías eran lo suficientemente fuertes, se ocuparon estos territorios y los transformaron en colonias para asegurarse el monopolio de las ventas. Un tercer argumento plantea la importancia de las conquistas coloniales en términos estratégicos: la conquista del Imperio Británico sobre África tenía como objetivo proteger las rutas dirigidas a la india. El estatus y la gloria que adquirían las naciones que poseían colonias, también empujaban a las potencias hacia la búsqueda de territorio. Allí llevarían los “avances de la civilización” a los países considerados atrasados Un quinto motivo podría haber sido el crecimiento demográfico: los habitantes europeos disminuyeron gracias a que los gobiernos fomentaban la emigración hacia las colonias.

El tratado de Berlín El reparto formal del continente Africano tuvo su inicio en la competencia de Berlín realizada entre fines de 1884 y 1885. Francia y El Reino Unido dieron los primeros pasos en África. Poco a poco se comenzó a avanzar, cada vez más, hacia el interior, en tanto que las factorías que traían en las costas, comenzaron a ser transformadas en posiciones más formales. En el África Mediterránea, Francia inicio, en 1830, la ocupación de Argelia aunque la instauración de la colonia no concluyo hasta 1870. En 1881, además, los franceses establecieron un protectorado sobre Túnez. En Egipto entraron en colisión los intereses franceses e ingleses por el dominio de la ruta del canal de Suez, que une el Mar Mediterráneo con el Mar Rojo. En 1882 se produjo una ocupación militar Británica de Egipto, que, de hecho, fue convertido en un protectorado ingles. Misioneros, exploradores y aventureros, abrieron el resto de África a Europa. Las rivalidades entre Francia y Bélgica por el Congo, y el creciente interés de los comerciantes Alemanes por el África central, impulsaron al canciller alemán Otto Von Bismarck a celebrar una conferencia internacional en Berlín donde se reunieron todos los que tenían intereses en el continente africano. En ella se adopto una serie de acuerdo que debía regir la ocupación del territorio africano.

Las formas de dominación colonial Hubo diferentes sistemas de dominación colonial, los más frecuentes fueron:  Colonias: territorios en los que la población nativa estaba totalmente sometida a la potencia colonial. Un tipo partículas fueron las colonias de poblamiento, en las que se asentó una numerosa población europea que impuso su lengua, sus formas de vida e instituciones.  Dominios: colonias de poblamiento a las que se aplico un sistema de autogobierno. Los poderes del gobernador estuvieron limitados por un gobierno designado por los colonos. Gozaron de autonomía en la política interna, pero la política exterior se decidía en la metrópoli.  Protectorados: territorios coloniales donde ya existía un estado. La potencia respetaba al gobierno y a la administración nativa, pero ejercía el control militar, la dirección de la política exterior y la explotación económica.  Concesiones: un Estado cedía temporalmente territorios a una potencia, que los controlaba económicamente.

EL IMPERIO RUSO. Rusia había ocupado Asia septentrional en el siglo XVII y a mediados del siglo XIX se dirigió hacia las fértiles tierras del Turquestán. A partir de 1880-1890, la presencia rusa se extendió hacia Manchuria. Estos avances agravaron diversos conflictos entre las potencias. Con su avance hacia el Turquestán se profundizaron las hostilidades con el Reino Unido, ya que ambos países mantenían disputas sobre Persia y las tierras fronterizas de la India (Afganistán y Tíbet). Por otro lado, la penetración rusa en Manchuria origino el choque con Japón, que desemboco en la guerra ruso-japonesa de 1904-1905. EL IMPERIO BRITÁNICO. La India fue el territorio preferido. La revuelta fue una de las causas que obligo al gobierno británico a reorganizar la administración colonial. La Compañía fue suprimida y la India paso a depender directamente de la Corona y a ser gobernada por un virrey. Por otra parte, el recelo británico, ante la expansión colonial francesa en Indochina, impulso la ocupación de Birmania, convertida en protectorado desde 1886, así como la de los sultanatos del centro y sur de Malasia, entre 1870 y 1885. Finalmente, el Reino Unido también establecido, desde hacia tiempo, colonias de poblamiento en Oceanía que se constituyeron en dominios en 1901 y 1907. EL IMPERIO ALEMÁN. Da inicio en enero de 1871. Guillermo I fue elegido como Emperador de Alemania. El nuevo imperio estaba formado por un Estado Federal de 28 estados. Durante los 47 años de formación, surgió como una de las economías industriales más poderosas del planeta y una gran potencia. Los Estados fronterizos más importantes fueron el Imperio Ruso al este, Francia al oeste y el Imperio austrohúngaro en el sur. La posición católica, El Kulturkampf: Bismarck estuvo como Canciller del Imperio Alemán siguiendo la manera violenta que había empleado como ministro prusiano. Combatía brutalmente todas las oposiciones. Detestaba a los católicos a los que reprochaba haberse puesto siempre de parte de Austria contra Prusia. Catolicismo y enemigo de Prusia, decía, son términos sinónimos y aprovechó, la ocasión que se le presentó para combatirlos: una parte de los católicos alemanes rechazó el dogma de la infalibilidad pontificia, proclamada por el Concilio de 1879, por lo que fueron atacados por los otros católicos.

EL IMPERIO FRANCÉS. Constituyó en el siglo XIX, tras el británico, el segundo gran imperio en importancia y extensión. En África: en 1847 conquistó Argelia. En 1881, conquistó Túnez y en 1905 estableció un protectorado en Marruecos con la oposición de Alemania, provocando dos crisis que estuvieron a punto de desembocar en un conflicto bélico de carácter internacional. El territorio conocido como Congo francés (el otro sería el belga) fue declarado colonia en 1881. Sin embargo perdió influencia en Egipto y Sudán, ambos territorios cayeron bajo el dominio británico. La expansión francesa por África no estuvo exenta de tropiezos con otras potencias, como es el caso de Alemania. En 1911 se desató entre ambas potencias un nuevo conflicto que se saldó con la concesión de la ampliación del territorio de Camerún en beneficio de Alemania. Estas desavenencias hay que enmarcarlas en el clima de tensión que vivía la política internacional en la antesala de la Primera Guerra Mundial. En Asia: conquistó Indochina, Birmania, Laos, Tailandia, Vietnam (Annam y Tonkín), Camboya y Malasia, formando con ellos la “Unión Indochina”. Intervino en China consiguiendo trato de favor para el comercio a través de los denominados "Tratados desiguales". En Oceanía: dominó Nueva Caledonia y otras islas del Pacífico. En América: controló en el océano Pacífico Tahití y las Islas Marquesas y el archipiélago de Miquelón en Canadá. En América del sur controló la Guayana. IMPERIO ASTROHUNGARO Nació en 1867 con la firma del llamado “Compromiso austrohúngaro” donde además se aceptaban las autonomías de Galitzia y Croacia. La casa reinante provenía de una de las aristocracias más añejas de Europa: Los Habsburgo. Una década después, se anexaron al imperio los territorios turcos de Bosnia-Herzegovina y Novipazar. En 1878, se firman acuerdos y alianzas con el imperio alemán. Italia se uniría a la alianza cuatro años después. El Imperio austrohúngaro estaba conformado por 11 Estados además de Austria y Hungría: Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Montenegro, Rumania, República Checa, Polonia, Ucrania y los territorios italianos de Trieste -Triestino. Hacia 1914 abarcaba una extensión 676.615 kilómetros cuadrados y su población rondaba los 53 millones de habitantes El imperio entró al panorama mundial cuando el archiduque Francisco Fernando, heredero de la reinante casa de Habsburgo, junto con su esposa Sofía Chotek, fueron asesinados en Sarajevo, en un atentado llevado a cabo por un terrorista serbiobosnio y el asunto se convirtió en el detonador de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) con la invasión del ejército austrohúngaro, con el apoyo ruso,

IMPERIO OTOMANO. A principios del siglo XIV los otomanos comenzaron su oleada de conquistas tomando zonas vitales del imperio Bizantino como Nicea y Brusa, plazas estratégicas y encrucijadas comerciales entre Oriente y Occidente. En Brusa instalaron su capital en 1326 y desde allí avanzaron hacia el Oriente. El Imperio otomano (1299-1923), fue un Estado multiétnico y multiconfesional. Su máximo esplendor se da en los siglos XVI y XVII, extendiéndose por una amplia parte del Sudeste Europeo, el Medio Oriente y el norte de África, limitando al oeste con Marruecos, al este con el Mar Caspio y al sur con Sudán, Eritrea, Somalia y Arabia. El Imperio otomano poseía 29 provincias, y Moldavia, Transilvania y Valaquia eran Estados vasallos. Por ello, el imperio otomano se puede considerar el sucesor islámico de los antiguos imperios clásicos y su especial posicionamiento entre Europa y Oriente determinó sus relaciones internacionales y muchos de sus rasgos culturales. El Imperio Otomano tenía un poderoso ejército permanente compuesto por centenares de unidades de infantería y caballería que estaban bajo las órdenes directas del sultán. Desde el 1400 los turcos reclutaron a artesanos húngaros y germanos expertos en la fundición y construcción de cañones. A partir de entonces la artillería jugó un papel decisivo haciendo aun más temibles a las fuerzas otomanas. El poder del Imperio se basaba también en una sólida prosperidad económica. Cada año los turcos organizaban imponentes caravanas que transportaban desde La Meca especias de la India, seda, pedrerías y perlas de Persia. El imperio fue hasta 1453 el principal proveedor de Occidente de productos elaborados y materias primas. Junto con el comercio, la actividad agrícola y la pesca eran muy importantes.

“La Era del Imperio” Fragmento: “… ese joven era el futuro padre del autor de esta obra que conoció así a su futura esposa en el lugar en que les hizo coincidir la economía y la política en la era del imperio, por no mencionar su historia social(…). Es de todo punto improbable que un encuentro como ese hubiera ocurrido en el mismo lugar o hubiera acabado en la boda de dos personas de esas características en cualquier otro periodo de la historia anterior al que estudiamos en este libro. El lector debería ser capaz de descubrir la causa…” Respuesta: En el libro “la era del Imperio” de Eric Hobswam se plantea que el encuentro entre el padre del autor, y su madre se pudo dar por las condiciones político, económicas y sociales del momento, pero que en ese mismo lugar en otra época no se podría haber dado. Porque los tiempos para viajar eran diferentes, la gente tampoco viajaba tanto, durante la expansión imperialista también se incito a la migración hacia las colonias en busca de trabajo (como en el caso del padre de Hobsbawm),

BIBLIOGRAFÍA  http://mihistoriauniversal.com/edad-moderna/imperioaustrohungaro/  “Historia Argentina en el contexto latinoamericano y mundial(1850 hasta nuestros días)” editorial Santillana  http://www.elhistoriador.com.ar/aula/medieval/imperio_otomano. php  https://potnia.wordpress.com/2010/09/22/historia-del-imperio-otomano1299%E2%80%931923-parte-i/  http://www.claseshistoria.com/imperialismo/imperiosfrancia.htm