El Huesped Se Divierte

Versión al 15/10/00 EL HUÉSPED SE DIVIERTE (Entertaining Mr. Sloane) de Joe Orton Adaptación española de Borja Ortiz

Views 79 Downloads 1 File size 187KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Versión al 15/10/00

EL HUÉSPED SE DIVIERTE (Entertaining Mr. Sloane)

de Joe Orton

Adaptación española de Borja Ortiz de Gondra 1

Versión al 15/10/00 Primer Acto

Una habitación, por la tarde. Entra KATH seguida de SLOANE. KATH: - Esta es la sala de estar. SLOANE: - ¿Podré utilizarla? ¿Va incluida también en el precio? KATH: - Sí, por supuesto. (Pausa). No creas que la tengo siempre así, ¿eh? Me tendrías que haber llamado, o haberme avisado, y hubiera estado preparada. SLOANE: - El dormitorio estaba perfecto.

Pausa. KATH: - No quiero meterte prisa. (Pausa). ¿Qué te parece? A mí me encantaría tenerte.

Silencio. SLOANE: - ¿Está usted casada? KATH: - Lo estuve. Tenía un hijo ... Murió en circunstancias muy tristes.

Pausa. SLOANE (resueltamente) : - Me quedo con la habitación. KATH: - ¿Sí? SLOANE: - Esta noche traigo mis cosas. ¡Menuda diferencia que voy a notar con la anterior! KATH: - ¿Estaba mal? SLOANE: - ¿Mal, dice? KATH: - ¿Tan, tan mal estaba? SLOANE: - ¡No se lo puede usted ni imaginar! KATH: - Supongo que no, porque yo siempre he vivido entre algodones. SLOANE: - ¿Hace mucho que es viuda? KATH: - Sí, mucho. Mi marido era apenas un crío. (Con una media sonrisa). Qué mal suena, ¿verdad? (Silencio). ¿La almohada la prefieres rellena de borra o de goma espuma? SLOANE: - De goma espuma. KATH: - Tú eres de los que necesitan un poco de lujo, ¿verdad? Yo le compré una de ésas a mi padre, pero no puede soportarlas. SLOANE: - Yo, sí. KATH: - ¿Te quedas entonces a vivir con nosotros como uno más de la familia? SLOANE: - Nunca he tenido una familia. KATH: - ¿No? SLOANE: - No. Crecí en un orfanato. KATH: - Y sin embargo, tienes un aire como de haber perdido la riqueza. SLOANE: - ¡Qué curioso que lo diga! Yo creo que mis padres eran gente riquísima. KATH: - ¿Te hicieron sufrir mucho en el orfanato? SLOANE: - No. Lo que me resultaba más duro era la falta de intimidad.

Pausa.

2

Versión al 15/10/00 Y la falta de cariño verdadero. KATH: - ¿Nunca conociste a tu madre? SLOANE: - Sí. KATH: - ¿Cuándo murieron? SLOANE: - Cuando yo tenía ocho años. (Pausa). Fallecieron juntos. KATH: - ¡Es horrible! SLOANE: - Yo pienso que hicieron un pacto para suicidarse. Por supuesto, no he podido probarlo. KATH: - Claro que no. (Pausa). Con un chaval tan majo como tú que cuidar, no entiendo cómo no se les ocurrió dejarlo para más adelante. (Pausa). ¿Eran delincuentes, o así? SLOANE: - Por lo que yo recuerdo, eran gente respetable. Ya sabe: ese tipo de personas que compra a plazos, juega al ajedrez y lee los dominicales. Las típicas actividades de la gente intelectual, vaya. (Pausa). Yo respeto mucho su memoria . KATH: - ¿Ah, sí? Qué buena persona. SLOANE: - Una vez al año voy a visitar su tumba. Me llevo unos bocatas, y me paso el día allí. (Pausa). El cementerio está en un sitio muy bonito, así que tampoco me cuesta mucho. (Pausa). Tienen un panteón, y todo. KATH: - ¿De mármol? (Pausa). ¿Tiene inscripción? SLOANE: - A lo mejor se quiere venir usted conmigo la próxima vez. KATH: - Bueno, ya veremos. (Pausa). ¿Tienes parientes? SLOANE: - Ninguno. KATH: - Pobre chico. Solito en el mundo, como yo. Bueno, dame tu abrigo. (Le ayuda a quitarse el abrigo). Tienes una piel muy delicada. (Le acaricia el cuello, y luego las mejillas).

Él se estremece un poco. Pausa. KATH (Le besa en la mejilla) : - Es sólo un beso de madre. Un verdadero beso de madre. (Silencio. Él la rodea con los brazos). Te voy a parecer una sentimental. Pero es que me conmuevo con una facilidad ... (Él la estrecha entre sus brazos). Incluso cuando oigo ... tragedias que le ocurren a gente que no conozco de nada. Hay tanta vida arruinada por ahí ... (Reclina la cabeza sobre el hombro de él). Tienes que ser comprensivo conmigo, cuando me entre la tristeza, así, como ahora.

Silencio. SLOANE (aclarándose la garganta) : - ¿Cuánto cobra usted? O sea, quiero decir ... es que tengo que saberlo.

Sloane retira los brazos. Ella se aparta. KATH: - Seguro que llegamos a un acuerdo.

Se oye un portazo, y la voz de KEMP entre cajas. KEMP: - ¿Estás ahí? KATH (grita) : - Aquí estoy. (A SLOANE). No te quedes ahí plantado. Siéntate, venga, que no te vamos a cobrar por eso.

SLOANE se sienta en el sofá. Qué tono de azul más bonito tiene tu jersey. Luego te bajo uno que le hice a mi hermano.

3

Versión al 15/10/00

Entra KEMP. (alto, y fuerte). Tenemos visita, papá. KEMP: - ¿Qué? KATH: - Una visita. KEMP (Mira, se levanta las gafas, y vuelve a mirar) : - Ah, ... ¿es Eddie? KATH: - No, ¡es el pato Donald! ¿Por qué siempre me estás haciendo quedar mal? ¡Claro que no es Ed! (Pausa). Siempre portándote como un niño enfermo ... ¡Harta me tienes! Nunca puedo traer a nadie invitado a casa, ni a ninguna amiga. Siempre tengo miedo de que les dejes cortados. Dale la mano. Venga. KEMP estrecha la mano de SLOANE. KEMP: - Bueno, ¿y qué quiere? KATH: - Se va a quedar con nosotros. KEMP: - ¿Quedarse con nosotros? KATH: - Eso es lo que he dicho. KEMP: - No puede. No tenemos sitio. KATH: - ¡Y dale! ¿Es que no puedes hacer un esfuerzo? Ahora voy a tener que pedirle disculpas por tu grosería. ¿Te ha molestado lo que ha dicho, Sloane? SLOANE: - No, está bien. KATH: - No, no está bien. (A KEMP). ¿Te vas a calmar? (Silencio). ¿Te vas a portar bien mientras yo preparo algo de comer? ¿Me lo prometes?

KEMP no contesta. Procura que Sloane se divierta. Comparte con él un poco de tu experiencia. Cuéntale algo. (Pausa). Y a ver si aprendes un poquito de educación. Eso es lo único que te queda por aprender. (Toma un leño cortado de la cesta de la leña. Se lo tiende a KEMP). Toma, enciende el fuego. A ver si así por lo menos haces algo. (Sale).

KEMP va a la chimenea. Empieza a encender el fuego. SLOANE: - ¿No nos hemos visto antes? KEMP: - Que yo sepa, no. SLOANE: - Me suena su cara. ¿Puede ser que le haya visto en el periódico? KEMP: - No. SLOANE: - ¿Suele ir por el bar que está al final de la calle? KEMP: - No bebo. SLOANE: - ¿Va a la iglesia? KEMP: - En estos momentos, no. Antes solía ir. Me veía con el párroco cada dos por tres. Pero luego perdimos el contacto. SLOANE: - Yo le he visto a Usted en algún lado. A mí casi nunca se me olvida una cara. KEMP: - Me confundes con otra persona. SLOANE: - Tal vez. KEMP: - Olvídalo, chaval. A mí no se me ve mucho por ahí. SLOANE (Pausa) : - A Usted no le molesta que me quede en su casa, ¿verdad? KEMP: - Para nada.

4

Versión al 15/10/00 SLOANE: - Me ha parecido que sí. Justo antes, cuando ... KEMP: - No. SLOANE: - Parece un buen sitio. Con un ambiente acogedor. (Pausa). ¿Cuántos hijos tiene? KEMP: - Dos. Kathy y su hermano. SLOANE: - ¿Su hija está casada? KEMP: - Lo estuvo. Pero le pasó una cosa horrible. Se le murió el crío. SLOANE: - Así que tiene también un hijo. KEMP: - Sí, pero no nos hablamos. SLOANE: - ¿Desde hace mucho? KEMP: - Veinte años. SLOANE: - ¡Toma ya! KEMP: - ¿Te parece difícil de creer? SLOANE: - Pues sí, bastante. ¿Veinte años? ¡Eso sí que es pasarse! KEMP: - Era un buen chico. De joven, era un deportista increíble, un fanático del deporte. (Pausa) . Y luego, poco después de cumplir los diecisiete, un día que yo volví a casa a una hora en que no me esperaban, me lo encontré cometiendo un delito en el dormitorio. SLOANE: - ¿Así de claro? KEMP: - Nunca podré perdonárselo. SLOANE: - ¿Es usted muy estricto, verdad? KEMP: - Sí. SLOANE: - Tengo entendido que esas cosas pasan a menudo. Yo, en esos casos, siempre cierro el pestillo. KEMP: - Es que yo había quitado el pestillo. SLOANE: - ¿Porque se imaginaba que él tenía ese tipo de tendencias? KEMP: - Lo hice como medida de precaución.

SLOANE va a la ventana. No te molestes en admirar el paisaje. Es un horror. Un auténtico vertedero. Claro, como estamos tan apartados ... Hay una mujer que viene todas las semanas a tirar escombros aquí delante. Ayer me encontré con que estaba dejando una cama entera ahí mismo. “¡Señora, váyase con su porquería a su casa!”, le dije. Hemos intentado quejarnos al Ayuntamiento, pero como si nada. SLOANE: - Lo que necesitan es alguien que tenga mano con el alcalde. KEMP: - Si aún estuviera mi jefe, recurriría a él. SLOANE: - ¿Era rico? KEMP: - Estaba en el patronato de una fundación, o algo así. Nunca me contó más detalles. SLOANE: - ¿Está muerto? KEMP: - Sí. SLOANE: - ¿Murió por la patria? KEMP: - No. Murió por un golpe que le dieron. Asesinado. Pero nunca resolvieron el caso. SLOANE: - Un asesino que no ha pagado sus culpas. Vaya ejemplo. (Pausa) . ¿Por qué no pueden encontrarle? ¿No pusieron anuncios por ahí? KEMP: - Sí. Hasta hicieron un artículo en el periódico. SLOANE: - ¿Cuánto tiempo hace de todo eso? KEMP: - Dos años. SLOANE: - ¿Tienen alguna pista sobre su identidad? KEMP: - Era un hombre joven con una piel muy delicada. SLOANE (Pausa) : - ¿Su jefe era un hombre bajo? KEMP: - Sí. Con el pelo rizado. Y llevaba una corbata de tweed.

5

Versión al 15/10/00 SLOANE: - ¿A qué se dedicaba? KEMP: - Era fotógrafo. Estaba especializado en Comuniones. Bueno, también hacía bautizos. SLOANE: - ¿Usted formaba parte del servicio? KEMP: - Sí, me ocupaba del mantenimiento en general. (Pausa) . La noche del crimen llevamos al asesino en el coche. SLOANE (Pausa) : - Entonces Usted lo vio. KEMP: - Sí. SLOANE: - ¿Por qué no acudió a la policía? KEMP: - No quiero verme mezclado en ese tipo de casos. Podría aparecer mi nombre en los periódicos. SLOANE: - Comprendo su punto de vista. (Pausa) . Entonces ya no encontrarán al asesino. KEMP: - Lo dudo mucho. SLOANE: - Claro, ya le han perdido la pista...

Contempla a KEMP en silencio. Pero, ¿Usted ha encendido alguna vez una chimenea? KEMP: - Sí. SLOANE: - Pues por el chocho que está montando, yo habría dicho que era la primera.

KEMP no contesta. KEMP(Pausa) : - Ven aquí. SLOANE: - ¿Por qué? KEMP: - Quiero verte bien. SLOANE: - ¿Para qué? KEMP: - Me parece que tienes razón: tú y yo nos hemos visto antes. SLOANE: - No, abuelo. Estoy seguro de que no. Debo de haberle confundido con otro tipo que conocí y que daba la misma imagen que usted, no sé, esa impresión como de alguien de confianza. KEMP: - ¿Te parece? SLOANE: - Sí. (Ríe). KEMP (Pausa) : - Pásame un papel de periódico, ¿quieres? SLOANE: - ¿De dónde? KEMP: - Del revistero, ahí, a tu lado.

SLOANE toma unas hojas de periódico del revistero que está junto al sofá y se acerca a KEMP. Cuando se inclina a su lado para dárselas, KEMP le agarra por el brazo y tira de él hacia sí. SLOANE: - ¡Pero qué hace! KEMP: - Tú y yo nos hemos visto antes. Estaba seguro. SLOANE: - Yo no le he visto en mi vida. KEMP: - Te lo juro por mis muertos. Ahora me acuerdo. SLOANE: - Pero si no ve tres en un burro. KEMP: - Y sin embargo todavía podría identificarte. SLOANE (Pausa) : - ¿Identificarme, dice? KEMP: - Si fuese necesario. SLOANE: - ¿Y para que iba a ser necesario? KEMP: - Quién sabe .... SLOANE: - Corta el rollo, abuelo. Tú no podrías distinguir dos flanes de dos tetas.

6

Versión al 15/10/00 KEMP: - ¡A mí no me hables así, eh, chaval! O te vas meter en un lío. SLOANE: - ¡Corta el rollo, carcamal! KEMP: - Esta te la van a hacer pagar. Vaya que si te la van a hacer pagar.

SLOANE se aparta. SLOANE: - ¡Mejor que te calles esa bocaza de buzón si quieres salvar el culo!

KEMP arremete contra SLOANE con las tenazas de la leña. SLOANE pega un grito de dolor. SLOANE: - ¡Joder, con el zumbado de mierda! ¡Mi pierna! ¡Mi pierna! KEMP: - ¡Me has provocado! SLOANE (Se hunde en un sillón) : - Me quedaré en una silla de ruedas para siempre. (Se examina la pierna). ¿No ves que estoy cubierto de sangre? ¡Pues no te quedes ahí babeando y llama a alguien! KEMP (Va a la puerta, gritando) : - ¡Kathy! ¡Kathy! KATH (entra a la carrera, secándose las manos en el delantal, ve a SLOANE y pega un grito) : - ¿Qué has hecho? KEMP: - Ha sido sin querer. (Se acerca). KATH (le aparta) : - ¿Te duele? SLOANE: - No puedo moverme. KATH: - ¿Es grave? SLOANE: - Me ha roto una arteria. Debo de estar perdiendo litros y litros. ¡Me cago en ...! KATH: - Venga. Mejor que te tumbes en el sofá. (Sloane se deja llevar hasta el sofá y se instala allí). ¿Qué ha pasado? ¿Te ha agredido? Nunca antes había dado muestras de ... KEMP: - Pensaba que estaba más lejos. No sé calcular las distancias. KATH: - Déjale que lo diga él. SLOANE: - ¡Habría que encerrarle en un psiquiátrico! Está más sonado que las maracas de Machín. ¿Es que no tiene nada mejor que hacer que ponerse a tirarle cosas a la gente? KATH: - ¿Te ha tirado algo? SLOANE: - ¡Yo qué sé lo que ha hecho! KATH: - Me avergüenzas, Papá. De verdad que me avergüenzas. (A SLOANE) Quédate tumbado. (A Kemp). Vete a buscar alcohol y un poco de agua. ¡A ver si echas una mano donde debes!

KEMP sale arrastrando los pies. SLOANE: - ¿Tiene una venda? KATH: - Sí. (Va al aparador y revuelve en un cajón. Revuelve más. Aún más. Un segundo cajón. Saca un archivador con fotos y negativos, un carrete de hilo, una labor de punto a medio hacer, un patrón hecho jirones, una figurita de porcelana rota, una revista, un pomo de puerta y varias telas de seda, y los va poniendo encima del aparador). SLOANE (impaciente) : - La sangre está manchando el sofá. Le quedará una mancha, seguro, como si lo estuviera viendo. KATH (regresa corriendo con un retal de seda, le levanta la pierna y extiende la seda bajo la mancha de sangre) : - Ya está. Es una tela que me trajo mi hermano. De la buena. Pensaba hacerme una blusa con ella, pero no llegaba. SLOANE: - Pero, ¿qué está haciendo con ese alcohol? ¿Se ha ido a buscarlo a Cochabamba, o qué? KATH (A voz en cuello) : - Papá, ¿qué estás haciendo? ¡Mira que es burro! (Va al aparador).

Entra KEMP con el frasco de alcohol.

7

Versión al 15/10/00

KATH (Se lo quita) : - Ya has cubierto tu cupo de desastres por hoy. Desaparece del mapa.

KEMP empieza a salir arrastrando los pies. Y no andes por ahí comiéndote cosas. (Le empuja para pasar por delante de él. Regresa con un cazo lleno de agua. Tras rebuscar en el aparador, encuentra una toalla rasgada. Se acerca a SLOANE. Se arrodilla). Qué par de zapatos más bonitos que tienes. (Le desata los cordones de los zapatos, se los quita y los deja bajo el sofá). SLOANE: - Creo que voy a vomitar.

KATH a toda prisa le pone el cazo bajo la boca. No, parece que no. KATH: - ¿Te podrías quitar los pantalones? Espero que no creas que voy con segundas. (Se lo queda mirando).

SLOANE se desabrocha el cinturón. Me imagino que a ti también se te había ocurrido antes de que te lo pidiese, ¿no? Si te levantas, te los bajo. (Le quita los pantalones).

SLOANE se mete los faldones de la camisa entre las piernas. KATH: - Eso es. (Pausa) . ¿Por dónde te ha dado? SLOANE: - Por aquí. (Señalando el lugar al tiempo que levanta la pierna). KATH: - ¿Te dio por detrás? Para mí que sólo es un arañazo profundo. (Pausa) . Me parece que no vamos a necesitar ayuda de fuera. (Pausa) . No tengas vergüenza conmigo: yo tuve una educación que haría palidecer de envidia a una monja. Palabrita del Niño Jesús. Hasta los quince años sabía más de África que de mi propio cuerpo. Por eso soy tan flexible. (Le aplica el alcohol). SLOANE: - ¡Ay! KATH: - Es ideal para los gérmenes . (Pausa) . Tienes una piel como de princesa. Mucho mejor que la de esas fulanas que salen pegando botes en la tele. Me gusta que el cuerpo de los chicos sea suave. (Deja de frotarle la pierna. Toma la venda. Se levanta. Va a buscar un par de tijeras. Corta la venda. La ata alrededor de la pierna de SLOANE). Mira que es raro que tengas los pelos de las piernas morenos. SLOANE: - ¿Morenos? KATH: - Sí, como tú eres rubio, ... SLOANE: - Ah, sí. KATH: - La naturaleza es tan rara ...

Suena el timbre de la puerta. SLOANE: - ¿Quién es? KATH: - Baja la voz. (Pausa) . Es la de la tienda, seguro. No pienso abrirle.

El timbre sigue sonando.

8

Versión al 15/10/00 KATH: - ¿Está demasiado prieta? SLOANE: - No. KATH: - No quisiera cortarte la circulación.

Silencio. El timbre deja de sonar. KATH recoge los pantalones. Les voy a pasar una esponja. Además, les ha hecho un desgarrón, así que te los tendré que arreglar. (Mete el alcohol, la venda, etc, dentro del aparador). Mira: este cajón es mi botiquín. Si quieres una aspirina de vez en cuando, sírvete. (Regresa donde está él).

SLOANE está completamente tendido; ella sonríe. Silencio. KATH (confidencial) : - Hoy he estado lavando mi ropa y no llevo nada por abajo ... excepto los zapatos, claro ... Pero debajo del vestido, nada de nada. Te lo digo porque seguro que te has dado cuenta ...

Silencio. SLOANE intenta alcanzar el bolsillo de su pantalón. No te muevas, bonito. Todavía no. Dale tiempo a la sangre para que se calme.

SLOANE saca una media de nylon de entre los cojines del sofá. Precisamente, estaba pensando dónde la habría dejado. SLOANE: - ¿Es suya? KATH: -Sí. ¿Te has fijado qué larga es? Es que tengo piernas largas. Largas y elegantes. (Estira la pierna). Podría darle una sorpresa a más de uno . (Pausa) . En la intimidad, tengo un look bastante diferente. (Se inclina por encima de él). ¿No puedes ver a través del vestido, verdad? Estaba preocupada, porque tenía miedo de que te sintieras incómodo, si te dabas cuenta.

SLOANE alza la mano y le toca donde piensa que está el pezón. KATH (se aparta de un brinco) : - Sloane ... he depositado toda mi confianza en ti; no me defraudes. SLOANE: - Yo pensaba que … KATH: - Ya sé lo que estabas pensando. Querías saber si mis tetas eran todas mías. Sois todos iguales. (Con una sonrisa cómplice). Tendré que tener cuidadito contigo. Seguro que me acabas desnudando en el suelo como te dé la más mínima oportunidad. Si mi hermano se enterase ... (Pausa) ... es un hombre tan posesivo ... (Silencio. Se levanta). ¿Quieres acostarte ya? SLOANE: - Es pronto todavía. KATH: - Necesitas descansar, con ese susto que te han metido. (Pausa) . Te subo la cena a la habitación. SLOANE: - ¿Y qué pasa con mi maleta? KATH: - Mi padre irá a buscarla . (Pausa) . ¿Puedes subir tú solo las escaleras? SLOANE: - Hmmm. KATH (Le hace una señal para que se tumbe de nuevo. Se coloca delante de él) : - Un momento. (Llama). ¡Papá! . (Pausa) . ¡Papá!

Aparece KEMP en la puerta. KEMP: - ¿Qué?

9

Versión al 15/10/00 KATH: - Vuélvete mientras pasa Sloane. Es que no lleva puestos los pantalones. (Discretamente, a Sloane). ¿Te acuerdas de dónde está la habitación? SLOANE: - Sí.

Silencio. SLOANE sale. KATH: - Quiero una explicación. KEMP: - Sí, Kathy, cariño. KATH: -¡No me llames “Kathy, cariño”! KEMP: - Es que me ha enfadado. KATH: - ¿Qué te ha enfadado? ¿A un hombre hecho y derecho como tú? KEMP: - Es que le había visto antes. KATH: - ¡Y al cartero también le ves todas las mañanas, pero eso no es razón para ponerte a tirarle cosas! (Toma su bolso y saca algo de dinero). Bueno, pues ahora te vas a ir a recoger su maleta. (Le pone en la mano el dinero y la dirección).

Se oyen golpecitos en la ventana. KATH (va hasta la ventana. Hablando a alguien que está entre cajas) : - ¿Por qué no entras por donde todo el mundo? ED(desde el otro lado de la ventana) : - He llamado al timbre, pero no estabas. KATH: - ¿Vas a entrar? ED: - Voy por el otro lado. (Cierra la ventana). KATH (A KEMP) : - Es Eddie. KEMP: - ¡No pienso hablar con él! KATH: - Tampoco creo que él quiera. KEMP: - Le puedes decir que no pienso firmar nada. ED(entrando) : - ¿Todavía está aquí? ¿Qué pasa contigo?

KEMP no responde. Siempre rumiando algo. KEMP: - No voy a hablar con él. ED: - ¡Venga, lárgate antes de que te eche de una patada! Es culpa tuya, si me pongo violento, culpa de ese comportamiento infantil y ridículo que tienes.

KEMP no responde. KATH: -Haz lo que te he dicho, Papá. Y no te pierdas.

KEMP sale. KATH humedece una toalla en el cazo y empieza a empapar la mancha de sangre del sofá. ED (le mira hacer. Da una calada al cigarrillo) : - ¿Qué es eso que oído sobre ti? KATH: - ¿Qué? ED: - ¿Me estás escuchando? KATH: - Sí, Eddie, te estoy escuchando. ED: - Que tienes a un chaval alojado aquí. KATH: - No.

10

Versión al 15/10/00 ED: - A mí no me mientas. (Pausa) . ¿Quién te ha dicho a ti que alquiles habitaciones? ¿Qué piensas, montar una pensión? ¿Cuántos huéspedes piensas coger?

(Pausa) . KATH: - Necesitaba algún dinero extra. ED: - Yo te lo daré. (Pausa) . No quiero hombres rondando por aquí, ni que mi hermana se convierta en una patrona. KATH: - Este es muy buen chico. ED: - Ya sabes cómo son esos chavales: jovencitos sin oficio ni beneficio. ¿Y sabes lo que dicen de las patronas? KATH: -No, Eddie. ED: - Que se acostarían hasta con un mango de escoba, si llevase pantalones; eso es lo que dicen. KATH (incómoda) : - Yo no soy así. ED: - Lo que pasa es que eres demasiado buena. Y ellos se confunden. KATH: - Éste es bastante decente. ED: - Tienes que darte cuenta de mi posición. Yo no puedo tener una hermana que ponga una pensión de tres al cuarto y alquile habitaciones. Algunos de mis socios son hombres distinguidos. De ese tipo de personas que dan propinas de cinco mil. Si se enterasen de lo que está haciendo mi familia, me excluirían de los sitios donde hay que estar. (Pausa) . Y además ... tú no quieres estar en boca de la gente, ¿verdad? Y yo no puedo garantizarte que mis contactos basten para acallar los rumores. (Pausa) . ¿Qué edad tiene? KATH: - Es joven. ED: - Esos son justo los que se acuestan automáticamente con la patrona. ¿Te ha hecho alguna insinuación? Por ejemplo, sugerirte que le subas la cena a la cama. KATH: - No. ED: - ¿Dónde le conociste? KATH: - En la biblioteca. ED: - Te lo ligaste, ¿a que sí? KATH: - Tenía problemas con el alquiler. (Pausa) . La patrona de la pensión donde estaba es una mujer sin escrúpulos. ED: - ¿Cuánto tiempo llevas saliendo con él? KATH: - Es buena gente.

Ed repara en los pantalones y los recoge. KATH: - Eso es ... una casualidad. ED: - Por lo que veo, ya le has bajado los pantalones. (Aprieta el puño y le da unos golpecitos cariñosos en el brazo). No me hagas quedar mal, ¿eh, bonita? (Pausa) . ¿Dónde está? KATH: - Arriba. ED: - Vete a buscarle. KATH: - Se ha hecho daño en la pierna. ED: - Quiero verle. KATH: - Está descansando. (Pausa) . Ed, ¿no le vas a decir que se vaya, verdad? ED (sin hacerle caso) : - Que vayas a buscarle.

KATE sale.

11

Versión al 15/10/00 ED (con un grito) : - Dile que se ponga los pantalones. (Recoge los pantalones y los lanza por donde ha salido KATH). Mira que pasearse por la casa con el culo al aire ... KATH (entre cajas) : - Sloane, ¿puedes bajar aquí un momento? Mi hermano quiere conocerte. (Vuelve a entrar). Es de fiar. Va a visitar el panteón de sus padres una vez al mes. Me ha pedido que vaya con él. Una visita al cementerio no te puede parecer mal, ¿no? Con todas esas tumbas ahí delante se te cae la libido a los pies. (Se sorbe la nariz. Se encoge de hombros. Rebusca entre los cachivaches del aparador, encuentra un caramelo y se lo mete en la boca). No tiene madre. Yo voy a hacerle de madre. Es huérfano. Eddie, no hará nada malo. Por favor, no le digas que se vaya.

Entra SLOANE. KATH: - Sloane, éste es mi hermano. ED(Se vuelve, queda frente a Sloane) : - Esto ... mi hermana me estaba hablando de ti.

(Pausa) . Mi hermana me estaba hablando de ti ... como de un pobre huérfano. SLOANE (con una sonrisa) : - ¿Ah, sí? ED: - Tiene que ser una vida horrible para un chico tan joven. Sin embargo, por las apariencias, tú lo llevas bastante bien. SLOANE: - Sí. ED: - ¿Tu orfanato era mixto? SLOANE: - No, sólo chicos. ED: - Perfecto. ¿Cuántos en cada habitación? SLOANE: - Ocho. ED (ríe) : - ¡Eso sí que es ambiente ... de felicidad! (Pausa) . ¿No tienes nada que hacer, Kath? KATH: - No. KEMP: - ¿No te queda ninguna cama por hacer? KATH: - Las he hecho todas esta mañana. ED: - A lo mejor se te ha olvidado cambiar las fundas de las almohadas, ¿no? KATH (Yéndose) : - Eddie, por favor, no me des un disgusto, ¿eh? (Sale). ED: - Tengo que pedirte excusas por su comportamiento. Es que no está muy bien de salud, ¿sabes? SLOANE: - A mí me parece que está perfecta. ED: - No te puedes fiar de las apariencias. Está ... bueno, yo no diría desequilibrada, no, eso sería ir demasiado lejos, digamos que padece jaquecas. Por eso es mejor que no aceptes la habitación que te ha ofrecido. SLOANE: - Ya. ED: - ¿Cuándo te vas? SLOANE: - Pero es que esta casa me gusta. ED: - ¡Ya lo sé que te gusta! Pero el caso es que mi hermana está asumiendo una responsabilidad demasiado grande. Es una mujer encantadora, por lo general. Encantadora, lo digo sin ningún tipo de duda. Perdió a su marido. Y a su hijo. ¿Te lo ha contado? SLOANE: - Lo mencionó de pasada. ED (con recelo) : - ¿Qué te dijo? SLOANE: - Que se casó pronto. ED: - Se casó con un amigo mío. Se llamaba Tommy. ... estuvimos juntos en África ... Tommy sí que era un tío con lo que hay que tener. (Pausa) . Así que eres bibliotecario. SLOANE: - No. ED: - Pero Kath me ha dicho que ...

12

Versión al 15/10/00 SLOANE: - Lo que hago es currar de vez en cuando en la tienda de revistas. Es que tengo un colega que trabaja allí, y los sábados suelo echarle una mano. A lo mejor lo conoce: es ése que era socorrista en la piscina municipal. Buen tipo. ED: - ¿Te gusta nadar? SLOANE: - Un chapuzón de vez en cuando no está mal. ED: - ¿Y el culturismo? SLOANE: - En el orfanato teníamos un buen gimnasio. A mí me ponían en todos los equipos: relevos, fútbol, salto de pértiga, ... ED: - Ya, ya se ve que eres deportista. Eso es lo que me sorprendió cuando entraste. Por lo que Kath me había dicho, tenía la impresión de que eras ... otra cosa. (Pausa) . Bueno, bueno, bueno ... Así que eres un culturista en potencia, ¿eh? Yo también ... en mi época, con ese amigo mío ... nos entrenábamos mucho. (Pausa) . Éramos jóvenes. Inocentes, también. (Se encoge de hombros. Se palpa el bolsillo. Saca un paquete de cigarrillos. Fuma). Todo aquello se acabó. (Pausa. Tímidamente) . ¿Y entrenas ... con regularidad? SLOANE: - Soy una máquina. ED: - Bien, muy bien. ¿Desnudo? SLOANE: - Del todo. ED: - Eso sí que es ... tonificante. (Se aparta a grandes zancadas hacia la ventana). SLOANE: Tengo unos pectorales bien desarrollados. Una cintura estrecha. Unos bíceps ... ED: - ¿Te pones cuero ajustado ... pantalones de cuero, por ejemplo, ... sin ...? SLOANE: - ¿Sin calzoncillos? ED (con una carcajada) : - ¡Déjalo! (Pausa) . Lo que yo quiero saber es: ¿eres una persona decente? Que sepas que yo le doy mucha importancia a los principios morales. Hoy en día hay tantos chicos que se dejan arrastrar por las mujeres ... No quiero que tú andes haciendo tonterías con mi hermana. SLOANE: - Ni se me ocurriría. ED: - ¿Te has insinuado? SLOANE: - No. ED: - ¿Lo harías? SLOANE: - No. ED: - ¿Tampoco si se diesen las circunstancias apropiadas? SLOANE: - Nunca. ED: - ¿Te da asco? SLOANE: - ¿Debería dármelo? ED: - Sería mejor. SLOANE: - No me interesa para nada.

(Pausa) . ED: - Yo gozo de cierta influencia. Tengo amigos con dinero. Y dos coches. Juzga por ti mismo. Normalmente, me voy de vacaciones a esos sitios donde las tías van con un aro en la nariz. (Pausa) . Las mujeres son como las cajas fuertes, chaval: forzarlas y penetrar dentro no es ninguna tontería. Júrame que no eres un ladrón de virgos. SLOANE: - Lo juro. ED (Pausa) : - Tendré que creerte. ¿Sabes conducir? SLOANE: - Sí. ED: - A lo mejor te contrato como chofer. SLOANE: - ¿Sí? ED (Con una carcajada) : - Ya veremos ... Podría ponerte un uniforme. Botas, pantalones, un chaquetón de piel auténtica, ... y una gorra de cuero. (Pausa) . ¿Te gusta?

13

Versión al 15/10/00

SLOANE asiente en silencio. Un momento. Puedes quedarte aquí a dormir durante algún tiempo, hasta que arreglemos las cosas. Ven a verme y hablaremos del salario y las demás condiciones. Toma mi tarjeta. (Le da su tarjeta a Sloane). ¿Quieres decirle a Kath que venga, por favor?

SLOANE sale. SLOANE (entre cajas) : - Me parece que le llaman. (Vuelve a entrar).

Entra KATH. KATH: - ¿Qué quieres? ED: - Unas palabras contigo antes de irme. KATH: - ¿Te quedas, Sloane? ED: - Por supuesto que se queda. Va a trabajar para mí. Quisiera hablar con mi hermana, Sloane. ¿Nos permites un momento?

SLOANE asiente, sonríe y se vuelve para salir. KATH (a Sloane, que sale) : - Come algo. Sírvete lo que quieras. ED: - Has dado con un buen chaval: sano, muy amable, sin duda de una gran rectitud moral, amante de los deportes, ... en fin, que tiene todo lo que hace falta. No le cobres nada; yo pago por él. KATH: - ¿Le puedo comprar una camisa? ED: - ¿Para qué? KATH: - Su madre no puede hacerlo. ED: - Se puede comprar él mismo su propia ropa.

(Pausa). KATH: - ¿Puedo comprarle un regalito en Navidades? ED: - No. KATH: - ¿Y mandarle una tarjeta de Navidad? (Pausa) Al menos, ¿puedo acompañarle a la tumba de su madre? ED: - Si te apetece... (Pausa). Pero se reirá de ti. KATH: - No lo hará, Eddie.

(Silencio). ED: - Tengo que irme. Cenaré ligero, luego me tomo un par de somníferos y a la cama. Mañana salgo para ...

(Suena un portazo). KEMP (entre cajas) : - ¿Se ha ido ya? KATH: - Papá, habla con él. Tiene que pedirte algo.

(Silencio).

14

Versión al 15/10/00

ED (de mal genio) : - ¿No es increíble? Soy su único hijo. Y no quiere verme. (Va hasta la puerta. Habla a través de ella) . Quiero hablar contigo. (Pausa). Pero, ¿es que no tiene sentimientos? (Pausa. Apenado). No va a hablar conmigo. ¿No tiene corazón? KATH: - Vuelve otro día. ED: - Le voy a decir a mi abogado que le mande una carta. Si vamos por lo legal, se avendrá a razones. Venga, un beso. (Le da a KATH un beso y una palmadita en el trasero). Sé buena chica, ¿eh? (Sale). KATH: - Adiós. (Pausa). He dicho “adiós”.

Se oye un portazo. KATH (Va hasta la puerta) : - ¿Por qué no le hablas?

Entra KEMP, sin contestar. KATH: - Habla con él. KEMP: - Nunca. KATH: - Eres injusto, papá. (Pausa) . ¿Encontraste la dirección? KEMP: - Sí, aunque me perdí. KATH: - ¿Y por qué no preguntaste? (Pausa) . Tienes una lengua en la boca, ¿sabes? Es una cosa que sirve para hablar. A veces me sacas de quicio con tus gilipolleces. (Pausa) . ¿Cómo era la casa? KEMP: - No me fijé. KATH: - Sloane dijo que era un tugurio. Un chico como él no debería verse obligado a mezclarse con gentuza. ¿Sabes, papá? nunca había tocado una piel como la suya. Y me ha confesado que es huérfano. Tiene una historia tan triste ... Yo hasta he llorado cuando me la ha contado.

(Silencio). KEMP: - Últimamente no me encuentro muy bien, Kath. KATH: - Vete a la cama. Ya te subo yo un chupito de algo. Y por la mañana seguro que te sientes mejor. KEMP: - Me voy a morir, Kath. Me estoy muriendo. KATH: - Lo que tienes que hacer es ir al oculista. KEMP: - Tú no me quieres. KATH: - Y además, si no te comieras todo el jamón, ... KEMP: - Buenas noches, entonces. KATH (sale detrás de él. Echa un vistazo en la cocina) : - ¿Todo bien, Sloane? Sírvete ... lo que quieras. (Regresa a la habitación. Coge la lámpara que está encima del aparador y la coloca sobre una mesita junto al sofá. Va al aparato de música y pone un disco. Abre los cortinones que comunican con el dormitorio y desaparece tras ellos. El escenario permanece vacío. El disco sigue sonando unos segundos y luego se para. KATH asoma la cabeza por entre los cortinones, mira el aparato de música, y desaparece de nuevo. Vuelve a aparecer con un “negligé” transparente. Coge un spray y perfuma la habitación. Se dirige a Sloane, a través de la puerta). Sloane: ¿has terminado, bonito? SLOANE (entre cajas) : - ¿Eh? KATH: - No quiero distraerte mientras comes. (Repara en la labor de punto que está sobre el aparador y la toma). Ven a la sala, si quieres. Estoy haciendo un poco de punto tranquilamente antes de irme a la cama.

Entra Sloane limpiándose los morros.

15

Versión al 15/10/00

Un jamón delicioso, ¿verdad? SLOANE: - Exquisito. KATH: - Por la mañana te haré un desayuno espléndido. (Se da cuenta de que sólo hay una aguja en la labor. Rebusca por entre los cachivaches y encuentra la otra. La lleva al sofá. SLOANE se sienta en un extremo). (Pausa). ¿No es preciosa esta habitación? SLOANE: - Sí. KATH: - Ese jarrón que está ahí es de Bombay. ¿Te interesa esa parte del mundo? SLOANE: - Amsterdam, sobre todo. KATH: - Ah ... sí, se parecen mucho. Creo que ni los mismos que viven allí notan la diferencia. ¿Estás cómodo? Déjame que te ahueque un cojín. (Ahueca un cojín y se lo pone a SLOANE bajo la cabeza. Suelta una risita). Me parece que tengo todo el derecho a pedirte que me cambies de sitio. Esta luz hace que se me vea todo. (Pausa) . Es culpa de los fabricantes. Hoy en día hacen la ropa tan fina ... ¡Parece que quisieran que nos violen a todas!

(Pausa) . ¿Seguro que estás cómodo?

SLOANE le toma la mano y la atrae hacia él. KATH ríe, amedrentada. SLOANE: - Me estás provocando, ¿verdad? KATH (soltándose) : - Espero que no. (Junto al aparador). Estaba buscando la carta que me envió el padre de mi hijo. Significa mucho para mí. No sé dónde la he puesto. Pero he encontrado un par de fotos de él. (Se las lleva a Sloane). Me traen tantos recuerdos. ¿Sabes que me recuerda a ti? (Pausa) . Él también era guapo y de un masculino de morirte. ¡A ver quién no iba a caer! (Pausa) . Me gustaría tanto que estuviese aquí para quererme y protegerme ... (Apoya el brazo sobre el hombro de Sloane. Le enseña otra foto). Esta soy yo. Era más joven, entonces. SLOANE: - Muy elegante. KATH: - Sí, tenía un pelo muy bonito. Y en ésta ... No sé si debería dejarte verla.

(SLOANE intenta atraparla). ¡Pero bueno!

Él se la quita. SLOANE: - ¿Es un monumento en medio de un bosque? KATH: - Sí. En memoria de una señora que se ocupaba de los inválidos. (Pausa) . En ese monumento es donde fue concebido mi hijo. SLOANE: - ¿Encima del monumento? KATH (tímida) : - Encima, encima … no exactamente. Más bien ... al lado. SLOANE: - ¿Entre los arbustos?

KATH suelta una risita nerviosa. KATH: - Sí. (Pausa) . El cierre de lo que llevo puesto está a punto de saltar. (Las fotos se le resbalan de las manos y caen al suelo) . ¡Cuidado! Me has tirado las fotos. (Pausa: él intenta moverse; ella está prácticamente encima de él) . Sloane ... (Rueda por encima de él). Tendrías que ponerte más

16

Versión al 15/10/00 ropa, ¿sabes? Me parece que estás tan poco vestido como yo. Y eso es inexcusable. (Silencio). Te voy a cuidar como una madre. (Pausa). Sloane: necesito que me amen. Con cuidado, suavemente. (Apaga la luz). ¡Ay, Dios mío, qué vergüenza me va a entrar mañana por la mañana! ¡Qué niño más grande, madre mía, qué niño más grande! ¡Y lo que pesas!

TELÓN

17

Versión al 15/10/00 Segundo Acto

Algunos meses más tarde. Por la mañana. SLOANE está tumbado en el sofá. Lleva botas, pantalones de cuero y una camiseta blanca. Se cubre el rostro con un periódico. Entra KATH. Se queda mirando hacia el sofá. SLOANE: - ¿Dónde has estado? KATH: - En la compra, cariño. ¿Querías verme? SLOANE: - Te estaba buscando. KATH (Va a la ventana) : - ¿Qué está haciendo Eddie? SLOANE: - Está mirándole el agua y el aceite al coche. KATH: - Pero ése es tu trabajo.

SLOANE se quita el periódico de la cara. No debería hacer tu trabajo. SLOANE: - Estaba tomando una birra. Es que me duelen las tripas. KATH: - Pobrecito. (Pausa) . Vete a echarle una mano. Hazlo por mí. SLOANE: - Ya iré dentro un momento. KATH: - Es un buen jefe. Se preocupa por tus intereses. Tienes que pensar en la posición social que tiene, y de la que tan orgulloso está. Además, ahora que trabajas para él, también es la tuya. (Pausa). Vete a echarle una mano. SLOANE: - No. KATH: - ¿Tan cansado estás? SLOANE: - Sí. KATH: - Ya sé que tenemos que ser indulgentes contigo, porque eres joven. (Pausa). Pero tú no te estás aprovechando, ¿verdad? SLOANE: - No. KATH: - Ya sé que no. Cuando te hayas acabado la cerveza, vete a ayudarle. SLOANE: - Vale.

(Pausa). KATH: - Anoche llegaste tarde. Muy tarde. ¿Te fuiste de juerga? SLOANE: - Sí. Salí toda la noche con tres colegas míos. Acabamos en un sitio alucinante: musiquita tranqui, luces suaves y un ambiente guay. KATH: - Espero que no hicieses tonterías. SLOANE: - Una de las camareras me dio su número. Me dijo que la llamara. KATH: - No le hagas ni caso. A lo mejor no es buena gente. No la vas a llamar, ¿verdad? SLOANE: - No lo he decidido todavía. KATH: - Pues decídelo ahora. Dame ese gusto. No sé qué les ves a esas chicas. Para compañía, ya a tienes tus amigos. SLOANE: - Sí, pero son tíos. KATH: - ¿Y qué tiene eso de malo? Con ellos puedes hablar de todo. Con las mujeres, no. SLOANE: - Pero es que yo no quiero hablar.

(Pausa).

18

Versión al 15/10/00 KATH: - Puede que vaya detrás de tu dinero. SLOANE: - ¡Si yo no tengo dinero! KATH: - Te pegará alguna enfermedad. SLOANE: - ¡Cállate! (Pausa). ¡Pegarme una enfermedad! KATH: - Eso es lo que hacen las chicas. SLOANE: - Pero, ¿cómo te atreves a insinuar esas guarrerías? No quiero verte. Me das asco, ¿sabes? Ahí plantada sin la dentadura postiza. ¿Por qué no te arreglas un poco más?

(Pausa). KATH: - ¿Te doy asco? SLOANE: - Sí. KATH: - ¿De verdad? SLOANE: - De la buena. Me das ganas de echar la pota. (Pausa). Te crees que estoy de coña, pero como te descuides, dejo la habitación. KATH: - No, no, por favor. SLOANE: - ¡Déjame en paz! KATH: - No tomes una decisión tan drástica. Nunca me lo perdonaría, si te fueses por mi culpa. (Pausa). No lo volveré a hacer.

Sloane empieza a incorporarse. KATH (tomándole la mano) : - No te vayas, bonito. Quédate conmigo mientras me calmo. Me has dado un disgusto, y necesito que me consueles un poco. (Silencio) ¿Todavía estás enfadado? SLOANE: - Un poquito. KATH (llevándose la mano de él a los labios) : - Perdóname, bonito. ¿Está mejor así? SLOANE: - Mmmm.

Silencio. Entra KEMP. Lleva un bastón, con el que va tanteando el camino hasta el aparador. KATH: - Por cierto, ya que hablamos de mis dientes, te diré que están en la cocina, metidos en un vaso con lejía. Normalmente los dejo a remojo toda la noche, pero con una cosa y otra anoche se me olvidó. Si no, nunca me habrías visto así. (Pausa). Yo tampoco puedo soportar a la gente que es descuidada con su dentadura postiza.

Kemp abre un cajón. KEMP: - ¿Has visto mis pastillas? KATH: - Si estás enfermo, vete a la cama. KEMP: - Necesito una de mis píldoras.

Rebusca entre los cachivaches. SLOANE: - (Acercándose a él) : - ¿Qué busca? KEMP: - Déjame en paz. SLOANE: - Dígame lo que busca. KEMP: - No quiero ayuda. (Pausa). Me las arreglo yo solo. SLOANE: - Dígame qué es lo que quiere y yo se lo busco.

19

Versión al 15/10/00 KEMP: - Puedo arreglármelas solo.

SLOANE regresa al sofá. Silencio. KATH: - Hay que ver la cantidad de extranjeros que hay últimamente. Hoy he visto a uno que tocaba el acordeón. Esa gente es que vive en su propio mundo, ¿eh? KEMP: - ¿Era negro? KATH: - No. KEMP: - ¡Qué raro! Porque los negros se vienen hasta aquí, ¿sabes? A violar a la gente, claro. Ése es el problema. ¿Acababa de salir de la cárcel? KATH: - No me paré tanto como para preguntárselo. Sólo le hice un comentario sobre la canción que estaba tocando. KEMP: - Ah, sí, el ritmo lo llevan en la sangre. KATH (inclinándose sobre SLOANE) : - Tu mami tiene algo muy importante que decirte. KEMP: - En la sangre. SLOANE (acariciándole el pelo) : - ¿El qué? KATH (A KEMP, más alto) : - La verdad, la verdad ... me parece que no era tan negro como para decir que fuese un negro, papá. KEMP: - Tendrían que mandarlos a todos de vuelta. SLOANE: - ¿Qué es eso tan importante? KATH: - ¿No lo adivinas? SLOANE: - No. KATH: - Ya me imagino que no. KEMP: - Deberías haberle denunciado. KATH: - ¡Papa, por favor! KEMP: - ¡Mira que andar tocando esa música de la selva por las calles!

SLOANE va a cogerle la bolsa de la compra. KATH se levanta y entonces SLOANE la magrea. Ella pega un bufido y le aparta la mano de un manotazo. SLOANE: - ¿Qué me has comprado? KATH: - Tu mami te va a dar un ... (Hace con los brazos el gesto de acunar). SLOANE: - ¿Qué? (Pausa). ¿Qué? KATH: - Un ... (Mira de reojo a KEMP. Hace el gesto de acunar un bebé en sus brazos. Frunce los labios. Le manda un beso).

SLOANE se sienta.Se señala a sí mismo. KATH (asiente con la cabeza. Acerca sus labios al oído de SLOANE. Le susurra) : - Un hermanito. KEMP: - ¿Qué le vas a dar? KATH: - Un ... paquetito, papá. KEMP: - Ah. KATH (A SLOANE) : - Por supuesto que a mi edad resulta peligroso, pero el médico piensa que todo irá bien. SLOANE: - Seguro. KATH: - Tenía miedo de que te enfadases. SLOANE: - No lo tiene que saber nadie. KATH: - Será nuestro secreto. (Pausa). Me hace tanta ilusión ... KEMP: - ¿Has cogido tú mis píldoras?

20

Versión al 15/10/00 KATH: - No, yo, píldora, no he cogido ninguna. ¿Qué iba a hacer yo con una píldora? Seguro que están donde tú las dejaste. (Va al aparador. Encuentra el frasco. Se lo da a KEMP). ¿Cuántas te has tomado hoy? KEMP: - Dos. KATH: - Oye, que son de colores, pero no son caramelos, ¿eh?

KEMP sale. KATH: - He ido al Juzgado. SLOANE: - ¿Para qué? KATH: - Para ver qué papeles nos hacían falta. SLOANE: - ¿A quienes? KATH: - A ti y a mí. SLOANE: - ¿A mí? KATH: - Hombre, no querrás que me case con el del acordeón, ¿no? (Pausa). ¿No quieres? ¿No me vas a abandonar, verdad? SLOANE: - Tú no digas nada. Yo iré a ver a un médico que conozco. KATH: - ¡Pero yo quiero darte un hermanito! SLOANE: - Ni de coña. KATH: - Por favor ... SLOANE: - No. Y en cualquier caso, yo no puedo casarme contigo. No es mi estilo. Además, si las cosas se me siguen dando como hasta ahora, puede que no me quede viviendo mucho más tiempo aquí. KATH: - ¿No te gustan las cortinas? SLOANE: - Sí. KATH (Le rodea con los brazos. Le besa en la cabeza) : - Podríamos casarnos en secreto. ¿No podrías regalarme algo? Para que yo me sienta casada para mis adentros. SLOANE: - ¿Como qué? KATH: - Un anillo. O una pulsera. Esa medalla tan bonita que llevas, por ejemplo. Regálamela. SLOANE: - No puedo. Era de mi madre. KATH: - Ahora yo soy tu mami. SLOANE: - Pero me la dejó a mí. KATH: - No debes aferrarte a los recuerdos del pasado. O voy a empezar a creer que no quieres a tu mami. SLOANE: - Sí que te quiero. KATH: - Entonces, venga ese regalito. (Le desabrocha la cadena). ¡Gracias!

Entra ED. Se queda fumando su cigarrillo. Se vuelve. Sale. Regresa con una caja de cartón). ED: - ¿Esto es tuyo? KATH (Se acerca. Mira el contenido de la caja) : - Es mi enanito, el del jardín. ED: - Lo acaban de traer. KATH: - Se me estropeó con el mal tiempo. Se le rompió el gorrito, y lo mandé al Hospital de Enanitos para que lo arreglasen. ED: - Bueno, bueno, bueno. (Pausa). Hace un frío que pela ahí afuera. SLOANE: - Yo no tenía frío. ED: - Es que eres joven. Y rebosas salud. Tú nunca tienes frío, ¿verdad? SLOANE: - No. ED: - ¿Nunca, nunca?

21

Versión al 15/10/00 SLOANE: - Hombre, a veces, sí. ED: - No muy a menudo, que yo sepa. (Pausa). Debe de ser por los zumos de naranja que te metes. KATH: - Sloane iba a ir ahora, Eddie. Te lo aseguro. ED: - Ya lo sé. Cuando estés preparado nos vamos, chaval. SLOANE: - ¿Has mirado el aceite? ED: - Ajá. SLOANE: - ¿Y la gasolina? ED: - Ajá. (Pausa). Ha bajado, ¿eh? SLOANE: - ¿Ha bajado? ED: - Desde ayer. Porque lo llenamos ayer, ¿no? SLOANE: - ¿Sí? ¿No fue anteayer? ED: - Hmmm. (Pausa). Hemos gastado muchísima desde entonces. SLOANE: - Tendrías que comprarte otro coche. Ése se traga la gasolina.

Pausa. ED: - Tal vez tengas razón. Pero tú no lo cogiste anoche, ¿verdad? SLOANE: - ¿Yo? ED: - Pensé que a lo mejor lo habías cogido tú. SLOANE: - Pues no. ED: - Eso es lo que yo quería oír. Si es que me estás diciendo la verdad. (Pausa). Coge la caja del enanito y llévatela a la cocina. KATH: - No hace falta, Eddie. ED: - Que sea amable contigo, Kath. KATH: - Pero si lo es. Muchas veces. Montones de veces es amable conmigo.

Sloane coge la caja y sale. KATH: - Yo nunca me quejo.

Pausa. ED: - ¿Dónde estuvo anoche? KATH: - Se quedó viendo la tele. Uno de esos programas donde las famosas van a que les pongan verdes y algunas enseñan las tetas. ED: - ¿Y qué más? KATH: - Nada más. No querrás encima que enseñen el ... ED: - ¡No! ¿Que qué más hizo? KATH: - ¿Sloane? Nada. SLOANE: - Anoche cogió mi coche. KATH: - ¡Qué va!

(Pausa). ED: - Como no se ande con cuidado, le doy la patada. KATH: - Es que es muy joven. (Pausa). Pero también es muy bueno.

(Pausa).

22

Versión al 15/10/00 ED: - Oye, ¿no estarás haciendo con este chaval las mismas guarrerías que hiciste con mi amigo Tommy, no? KATH: - No. ED: - ¿Segura? KATH: - Le quiero con un amor de madre. ED: - De ti no me puedo fiar. KATH: - Pues soy una dama digna de confianza. ED: - Fue un error dejar que se alojara aquí.

Silencio. KATH: - Yo nunca quise hacer guarrerías. Tommy me obligó. ED: - ¡Mentirosa! KATH: - Él insistió. No me dejó en paz. Todo el verano. ED: - Pero qué mentirosa eres. KATH: - ¿Mentirosa, yo? ED: - Él no quería tener nada que ver contigo. Me lo dijo. Y también que fuiste tú quien le enseñaste todas esas cochinadas. Tú echaste a perder a mi mejor amigo. KATH: - Te lo estás inventando. ED: - Es la verdad. KATH: - Estaba enamorado de mí. ED: - No lo estaba. KATH: - Quería casarse conmigo. ED: - ¿Casarse contigo? ¡Mira que eres ridícula! SLOANE: - Se hubiese casado conmigo, sólo que sus padres se oponían. ED: - Perdona que te desengañe. KATH: - No me hagas sufrir más, Eddie. ED: - Te lo tienes merecido. Entérate de una vez, Kath: sus padres estaban bien dispuestos a dejar que te casases con Tommy. KATH: - No lo estaban. ED: - ¡Demuéstramelo! KATH (Pausa) : - Él no me hubiera mentido, Ed. Estás inventándotelo. ED: - En absoluto. KATH: - Dijo que era porque yo era pobre. (Pausa). No encajaba con su posición social. El deber se interpuso entre nosotros. ED: - Podrías haber estudiado. Haber ido a salones de belleza. Haber aprendido a hablar bien. KATH: - No. ED: - Querían que te casases con él. Tommy y yo tuvimos nuestra primera bronca precisamente por ese asunto. ¡Tendrías que haber visto las burradas que me dijo! KATH: - ¿Cómo puedes decir eso? ¡Él me quería! ED: - Corta el rollo. KATH: - Me envió una carta que guardo como un tesoro. ED: - Te la he quemado.

(Pausa). KATH: - Eran las últimas palabras que me mandó. ED: - Y ese pobre Sloane ... No voy a permitir que lo perviertas también.

23

Versión al 15/10/00 KATH va a la ventana. KATH: - ¿Has quemado la carta? ED: - Sí. (Pausa). Y también la foto. Me parecía que te estabas tomando un interés malsano por el pasado. KATH: - ¿La foto también? ED: - Olvídalo. KATH se sorbe los mocos, perdida ya toda dignidad. ED (enciende un cigarrillo. La contempla) : - Y ya que estamos, vamos a ocuparnos de que el viejo le eche un vistazo a esos papeles. (Pausa). Tráeme el maletín, ¿quieres?

KATH no contesta. Él se levanta, sale y regresa con un maletín. ED: - He señalado con una cruz donde tiene que firmar. Sobre la línea de puntos. (Ríe). ¡Anda que no me voy a quedar contento cuando hayamos terminado! Para decirlo con una expresión completamente ajena a mi estilo: ¡me voy a quedar de putísima madre! (Se queda mirando a KATH mientras ésta continúa llorando. Luego aparta la mirada. Pausa). ¿Quieres dejar de berrear?

KATH se suena los mocos con la punta del delantal. Deberías aprender de mí. Si tuvieras las responsabilidades que yo tengo, sí que tendrías razones para llorar. (Silencio). ¿Es que no tienes un kleenex? ¿No querrás que el chico te vea en ese estado, no? (Silencio).

Entra SLOANE. ¿Ya lo has dejado en su sitio? SLOANE: - Sí. ED: - Buen chico. (A KATH, con dureza) .¿Es que no tienes otra cosa que hacer que estarte ahí plantada todo el día?

KATH sale. Se está poniendo como un tonel. SLOANE: - ¿Tú crees? ED: - ¿No te habías dado cuenta? SLOANE: - No. ED: - Pues yo sí. SLOANE: - ¿Qué edad tiene? ED: - Cuarenta y uno. (Encogiéndose de hombros) O cuarenta y dos. En mi opinión, debería adelgazar. SLOANE: - Está ... ED: - Está como una foca. Aunque sea mi hermana. SLOANE: - No es mala gente. ED: - ¿No? SLOANE: - A mí me parece que no.

Ed va a la ventana. Se queda allí parado, algo perdido. Pausa.

24

Versión al 15/10/00 ED: - ¿Dónde estuviste anoche? SLOANE: - Ya te he contado que ... ED: - Ya sé lo que me has contado. Un montón de mentiras. Pero, ¿tú te piensas que yo soy imbécil, o qué? SLOANE: - No. ED: - Quiero la verdad. SLOANE: - Fui a tomar un poco el aire. Me dolía la cabeza. ED: - ¿Dónde fuiste? SLOANE: - Por ahí. ED: - ¿Quién iba contigo? SLOANE: - Nadie. ED: - ¿Me estás diciendo toda la verdad?

Pausa. SLOANE: - Vinieron conmigo tres colegas. ED: - ¿También les dolía la cabeza? SLOANE: - No se lo pregunté. ED: - ¡Qué morro! (Pausa). ¿Qué tipo de gente es? SLOANE: - De lo más elegante. De ésos que sólo se visten con ropa de marca. ED: - Y que además se pintan los labios, ¿no? SLOANE: - Por supuesto que no. ED: - Claro, que si lo hicieran, tú te habrías dado cuenta, ¿verdad? (Le tira una barra de labios). Entonces, ¿qué narices hace esto en el asiento trasero de mi coche?

Silencio. SLOANE (riendo) : - Ah, sí … ahora me acuerdo, ... sí, uno de mis colegas está casado ... y se trajo a su mujer. ED: - ¿No se te ocurre nada mejor? SLOANE: - Es la pura verdad. ED (conmocionado) : - ¡Pero cómo has podido meter chicas en mi coche! SLOANE: - ¿Aceptarías mis más sinceras excusas? ED: - ¡Y mentirme, además! SLOANE: - No volverá a ocurrir. ED: - ¿Tú qué sientes por mí? SLOANE: - Un profundo respeto. ED: - ¿Es verdad eso? SLOANE: - De veras. ED: - Entonces, ¿por qué me mientes? SLOANE: - Eso son impresiones tuyas.

(Pausa). ED: - ¿Lo de anoche fue una cosa aislada? SLOANE: - Es la primera vez. ED: - ¿De verdad? SLOANE: - Sí. ¿Me crees?

25

Versión al 15/10/00 (Pausa). ED: - Te creo. Y también creo que ya estás arrepentido. Pero que no se repita. (Silencio). O la próxima vez, no seré tan indulgente. (Pausa). Me parece que ha llegado el momento de que cambiemos algunas cosas. SLOANE: - ¿En qué sentido? ED: - Necesito que estés siempre a mi disposición. SLOANE: - Mmmm....

(Pausa). ED: - Las veinticuatro horas. Por si tuviera que salir de viaje a horas intempestivas, en mitad de la noche. De alguna manera, es urgente. SLOANE: - Por supuesto. ED: - Lo mejor es que dejes esta casa hoy mismo. SLOANE: - Podría ser. ED: - ¿Entiendes mi punto de vista? SLOANE: - Claro que sí. ED: - Además, no hay que dejarte con ella. No es buena. No es nada buena. Lo que es es un putón más listo que el hambre. Podría contarte cada cosa sobre ..., bueno, sobre cómo se comportan las mujeres. (Pausa). Sobre todo, ella. (Abre la ventana. Lanza el cigarrillo entre cajas). Las mujeres no te hacen ningún bien. Eso te lo digo yo. (Se palpa el bolsillo de la chaqueta. Saca una caja de pastillas de menta. Se mete una en la boca. Pausa). Haz la maleta. SLOANE: - ¿Ahora? ED: - Inmediatamente. SLOANE: - ¿Me subirás el sueldo? ED: - ¿Que te suba el sueldo? SLOANE: - Mi nueva situación lo requiere. ED: - Ya te lo he subido dos veces. SLOANE: - Pero eran sólo subidas de dinero. Yo lo que quiero es que me subas de categoría. ¿Qué tal si me compras un coche? Uno pequeño, claro. ED (Entre risas) : - Es una petición un poco insólita, ¿no te parece? SLOANE: - Tú puedes, ¿no? ED: - Sí, sólo es cuestión de dinero, como todo. Ya sé lo que vamos a hacer: te prometo regalarte uno para Navidades. SLOANE: - ¿Para las de este año? ED: - O para las del que viene. SLOANE: - Trato hecho. ED: - Muy bien: veo que nos entendemos. Tú sí que sabes cómo funcionan las cosas. Me alegro de haberte encontrado; estaba seguro de que iba a funcionar. SLOANE: - ¿Es cierto? ED: - Vi desde el principio que tenías muchas posibilidades. Tenías ese algo especial. (Pausa). Había algo en tu manera de comportarte. SLOANE: - Algo que había en mí. ED: - Eso es. Ese don para encontrar siempre la frase exacta. Y personalidad. SLOANE: - ¿De verdad? ED: - Por eso no quiero que sigas viviendo aquí, con esa mantis religiosa de barrio. Te voy a decir algo, y prepárate para que se te levante la ceja hasta la coronilla . SLOANE: - ¿Qué?

26

Versión al 15/10/00 ED: - Tuvo un hijo. SLOANE: - Sigue. ED: - Muy bien. Un hijo nacido fuera del sagrado vínculo del matrimonio. SLOANE: - ¿Tu hermana? ED: - Yo tenía un amigo, Tommy, ¿te acuerdas que te hablé de él? ¡Cómo nos lo pasábamos! Nos íbamos a pescar los dos solos, o a nadar, y volvíamos a casa completamente borrachos a las dos de la mañana. Éramos inocentes, te lo digo yo. Hasta que ella se metió por medio. (Pausa). ... enseñándole cosas que él no tenía que haber hecho. Y entonces ... se acabó ... bye bye ... punto final. (Carraspea). Se las arregló para que él la dejara embarazada; eso es lo que yo he dicho siempre. Después, ya nada fue igual. Nunca más. La clásica historia. SLOANE: - Sí, pero es triste. ED: - Supongo que sí. Claro, que también, si lo miras por otro lado, fue la base de mi éxito posterior. Decidí apartar a Tommy de mi camino, lo cual me resultaba difícil, porque era un tío muy seductor, pero lo conseguí. Logré controlar mis pasiones. Y al final, me convertí en un triunfador. (Pausa). Lo cual no es moco de pavo, ¿no te parece? SLOANE: - Por supuesto. ED: - Estoy orgulloso de ello. SLOANE: - Tienes razones para estarlo. ED: - Lo que tengo es un par de ... de cuentas bancarias bien gordas. Y he conseguido que me respeten por mí mismo. Y todo porque supe darle la espalda a tiempo a ese tipo de amistades.

La puerta se abre lentamente, y aparece KEMP, que se queda esperando, observando, escuchando. SLOANE: - ¿Qué pasa, abuelo?

KEMP entra en la habitación, se queda escuchando, retrocede hasta la puerta de nuevo. Se para. KEMP: - ¿Está Ed aquí contigo? (Pausa). ¿Ed? ED (con emoción) : - Papá ... (Va hasta KEMP y le rodea el hombro con el brazo) . ¿Qué es lo que te ha hecho cambiar de opinión? KEMP se agarra al chaquetón de ED, casi cae de rodillas. ED lo sostiene. No te arrodilles ante mí. Te perdono. Soy yo el que tenía que arrodillarse. KEMP: - No, no. ED: - Ponme la mano sobre la cabeza y dame tu bendición. Todo eso de “perdonar y olvidar”, etc. Yo me arrepiento y tú también. KEMP: - Quiero hablar un momento contigo. (Trata de ver dónde está SLOANE). Tengo que decirte unas palabras. ED: - Todas las palabras que tú quieras, papá. Un torrente de palabras. Estamos unidos de nuevo.

(Pausa). KEMP: - Dile que se vaya. ED: - Pero papá, no seas grosero. Mira que te has vuelto maleducado, ¿eh? KEMP: - Tengo que hablarte de un asunto. SLOANE: - Puede hablar delante de mí, ¿verdad que sí, Ed? ED: - Yo no tengo secretos para con este chico. KEMP: - Es personal. SLOANE: - Me gustaría estar delante, Ed ... por si acaso ...

27

Versión al 15/10/00 KEMP: - No pienso hablar delante de él. SLOANE: - Abuelo, ... (ríe) Ed me lo va contar después. Ya verá cómo me lo cuenta.

(Pausa). KEMP: - Quiero hablar en privado.

ED señala la puerta con un gesto de la cabeza, SLOANE se encoge de hombros. SLOANE: - Así que le dejas salirse con la suya ¿eh, Ed? (Ríe). Ya sabe, abuelo ... bueno ... (Pausa). Vale, que sea como vosotros queráis. (Sale). KEMP: - ¿Se ha ido? ED: - Pero, ¿qué pasa contigo? KEMP: - Ese chaval ... ¿quién es exactamente? ED: - ¡Pero si lleva seis meses viviendo aquí! ¿Dónde has estado tú metido?

Silencio. KEMP: - Por las noches, se mete en mi habitación. ED: - Sólo trata de ser amable contigo. KEMP: - No puedo dormirme. Me habla todo el rato. ED: - Dame un ejemplo de lo que te dice. ¿De qué habla? KEMP: - Dale que dale. (Pausa). Y me hace cosas. (Se arremanga, enseña un cardenal que tiene en el brazo). Me arreó un mamporro, eso es lo que hizo. ED: - ¿Cuándo? (Pausa). ¿No te acuerdas? KEMP: - Fue antes del fin de semana. ED: - ¿Te quejaste? KEMP: - No puedo dormir, de la preocupación. Entra y se sienta en la oscuridad junto a mi cama. En pijama.

(Pausa). ED: - Hablaré con él. KEMP (Se arremanga el pantalón hasta la rodilla, se baja el calcetín y muestra un esparadrapo) : Ayer me arreó una patada.

Silencio. ED: - Papá ... KEMP: - Se acuesta con ella casi todas las noches.

(Pausa). ED: - Eso sí que me interesa. KEMP: - Últimamente se está poniendo como un tonel, y no precisamente de lo que come. (Pausa). Me lo dijo la mujer de la tienda. Ella calcula que está de unos cuatro meses. (Pausa). ¿Quieres que te diga algo? ED: - No.

28

Versión al 15/10/00 (Pausa). KEMP: - Quiere acabar conmigo. ED: - ... no me digas ... nada más. KEMP: - Es porque fui testigo ... de su crimen. ED: - Pero qué crimen ni qué crimen. SLOANE (Entra con una maleta, y la abre encima de la mesa) : - Abuelo, está ahí la mujer ésa que viene siempre a tirar escombros. Mejor que vaya y le pegue un grito. ED: - Vete a ver qué pasa, papá. (SLOANE sale). Vete papá. Venga, sal ahí afuera. KEMP: - No hay ninguna mujer ahí afuera. ED: - ¿Y tú cómo lo sabes? Que yo sepa, no has salido a mirar. KEMP: - Es una excusa. (Pausa). Déjame que te cuente algo sobre ese chico. ED: - No quiero oír nada. (Pausa). Me sorprende que vayas contando historias sobre el pobre crío. Me indigna. (SLOANE vuelve a entrar con un montón de ropa). Eso es calumnia. Y te puede costar un buen disgusto. (SLOANE empieza a meter la ropa en la maleta). Ahora le vas a pedir perdón. (KEMP dice que no con la cabeza). El abuelo tiene algo que decirte, chaval. SLOANE (con una sonrisa angelical) : - ¿Ah, sí? ED (A KEMP) : - ¿Verdad que sí? (Pausa). ¿Hablas mucho con él? ¿Tiene mucho carrete por las noches? SLOANE: - A veces charlamos un rato, mientras me tomo el cola-cao. ED: - Ahora vete y habla con esa mujer, papá. Mira a ver si le puedes hacer entrar en razón, y que deje de largarnos todos sus trastos viejos delante de la casa.

ED y SLOANE mirar salir a KEMP. Silencio. ED: - ¿Tú le has pegado alguna vez? SLOANE: - Unas pocas. Él lo entiende. ED: - Me ha dicho que ... ¿Kath está embarazada?

(Pausa). ED: - O sea, que es verdad. ¿Te has liado con ella? SLOANE: - Se me echó encima.

Silencio. ED: - ¡Que hijo de puta eres, pedazo de hijo de puta! ¡Eres un hijo de puta! (Pausa). ¡Pero qué es lo que te atrajo de ella! Te regaló cromos, ¿o qué? ¡Criajo de mierda! Eres como todos esos gandules. Unos mocosos vagabundos. SLOANE: - Yo me resistí. ED: - ¿Te desvirgó? SLOANE: - No. ED: - ¿No era la primera vez? SLOANE: - No. ED: - ¿Ni la segunda? SLOANE: - No. ED: -¿La tercera? Sloane guarda silencio.

29

Versión al 15/10/00

ED: - Mejor no sigo calculando. SLOANE: - Es por mi educación. Me falta práctica ... ED: - ¡Pues menos mal, que si no te llega a faltar ...! SLOANE: - Práctica para controlar mis emociones, quiero decir. Claro, que habiendo carecido de un modelo paterno adecuado ... ED: -Me das pena. SLOANE: - Tú no sabes por lo que he pasado. (Pausa). Yo no paraba de rezar para que la Virgen me iluminase. ED: - En esa situación, era difícil que te oyese. (Pausa). ¿No se te ocurrió mejor cerrar con llave la puerta de tu dormitorio? SLOANE: - Ella habría pensado que me había vuelto loco. ED: - ¿Por qué no acudiste a mí? SLOANE: - No es el tipo de cosa que podía ... ED: - Hubiera sido tu confesor. SLOANE: - No entiendes. Ella se fue embalando cada vez más. ED: - Chico, ni que fuera una lavadora. ¿Cuándo la paraste? SLOANE: - Todavía no la he parado. ED: - ¿Que no la has parado todavía? SLOANE: - Bueno, ya basta. ED: - ¡Qué cabrón! SLOANE: - Eh, que tengo mis sentimientos. ED: - Tú eres más fuerte que ella. ¿Por qué no le ofreciste resistencia? SLOANE: - Estaba agotado, atacado, de los nervios, al borde ...

(Pausa). ED: - Eres una fuente continua de sorpresas, chaval. Nunca lo hubiera podido creer. Un crío de tu edad. Dándose vueltas por ahí con un coche de los caros, una mujer embarazada ... Créeme, no tienes perdón.

(Pausa). SLOANE: - Me dejo llevar con facilidad. Y siempre me ha perseguido la mala suerte. ED: - Pero alguna vez tendrás que aprender a vivir como las personas decentes, ¿no? Para mí que la culpa de todo la tiene tanto shock emocional. SLOANE: - Eso es lo que yo creo. ED: - Tú nunca fuiste a la iglesia, ¿me equivoco? SLOANE: - Exactamente, Ed. Me conoces mejor que yo mismo. ED: - No es de sorprender entonces que estés tan perdido. Y tu juventud es un argumento en favor de la indulgencia. SLOANE: - ¿Estoy perdonado? ED: - ¿Te vas a enmendar? SLOANE: - Lo juro ... Ed, mírame. Pronuncia unas palabras de perdón. (Pausa). Ten piedad de mí.

Silencio. ED: - Si lo piensas bien,... en realidad la culpa es de ella. SLOANE: - Sin lugar a dudas.

30

Versión al 15/10/00 ED: - Dame esa mano. (SLOANE tiende la mano. ED la toma, la estrecha durante un buen rato, busca la mirada de SLOANE). Estoy seguro de que eres buen chico. (Silencio). Sabía que tenía que haber alguna explicación razonable para que tú te comportases así. Hablaré con el viejo. SLOANE: - Me saca de quicio, ¡pero de qué manera! ED: - ¿Te ha estado martirizando? SLOANE: - Estoy pensando muy seriamente en marcharme, sólo por su actitud. ED: - ¿Te insulta? SLOANE: - No lo entiendo. Me tomó manía desde el primer momento en que me vio. ED: - No hagas caso. SLOANE: - Pero es que no entiendo a qué viene esa actitud. ED: - Testarudo como una mula. SLOANE: - Por eso pierdo los estribos. ED: - Te comprendo perfectamente.

(Pausa). SLOANE: - Se merece una buena tunda. ED: - En eso no te falta razón. SLOANE: - Y yo que pensaba que eso te iba a poner en contra de mí ... ED: - Pues no. SLOANE: - Creía que a lo mejor tenías un respeto exagerado por la tercera edad. ED: - Yo, desde luego, no. SLOANE: - No tengo nada en contra de él. (Pausa). Pero ha vivido tanto tiempo, que es como un pajarito viejo. Ya casi no es una persona. (ED se palpa los bolsillos). Otra vez te has vuelto a quedar sin tabaco, ¿no? ED: - Sí. SLOANE: - Deja de fumar, o nunca estarás en plena forma, Ed.

ED sonríe y menea la cabeza. SLOANE: - ¿Vas a ir al estanco? ED: - Sí. SLOANE: - Estupendo. (Pausa). ¿Cuánto tiempo vas a estar fuera? ED: - Cinco minutos. Diez, a lo mejor. SLOANE: - Bueno, bueno, bueno. (Pausa). Vale, pues mientras tú te vas yo voy a decirle dos palabras al abuelo. ED: - Buena idea. SLOANE: - A ver si podemos ponernos de acuerdo. Le tenderé la mano abierta de la amistad y todo ese rollo. Estoy dispuesto a olvidar el pasado, si él también lo está. (Silencio). ED (Va hasta la ventana, la abre, mira entre cajas. Llama) : - ¡Papá! (Pausa). Tengo que hablar contigo. KEMP (Entre cajas) : -¿Qué quieres?

(Pausa). ED: - Esto ... yo ... quiero verte. (Cierra la ventana). Cada vez está peor. (Silencio). Apela a sus buenos sentimientos. Dile que te ha sacado de quicio y hazle alguna advertencia, por ejemplo. Pero no quiero que os ..., bueno, que os pongáis como el perro y el gato. Intentad, ... pues eso, ser amigos. (Pausa). Confío plenamente en tu capacidad para la dialéctica. (Pausa). Bueno, ... que me voy. (Sale).

31

Versión al 15/10/00 SLOANE se sienta y espera. Pausa. Entra KEMP. SLOANE se pone en pie, va tras de él y cierra la puerta de un portazo. KEMP gira sobre sus talones, intenta retroceder. KEMP: - ¿Ed? (Pausa). ¿Dónde está Ed? SLOANE (Agarra el bastón de KEMP y trata de quitárselo. KEMP se resiste. SLOANE le arranca el bastón de la mano y conduce a KEMP hasta una silla): - Siéntate ahí, abuelo. (KEMP se vuelve para salir. SLOANE le sienta en la silla de un empujón) . Ed no está. Se ha ido a dar un paseo. ¿Qué le has estado diciendo de mí? ED: - Nada, hijo. SLOANE: - Le has dicho que está preñada, ¿verdad? (No hay respuesta). ¿Por qué se lo has dicho? KEMP: - Es su hermano. Tenía que saberlo. SLOANE: - ¿Qué más le has dicho? (KEMP intenta levantarse, pero SLOANE le sienta de un empujón). ¿Le has dicho algo más? (KEMP intenta levantarse). ¿Eh? KEMP: - No. SLOANE: - ¿Se lo ibas a decir? KEMP: - Sí. SLOANE: - ¿Por qué? KEMP: - Eres un asesino. SLOANE: - ¿Y eso quién lo dice? KEMP: - Yo sé que lo eres. Te cargaste a mi antiguo jefe. Sé que fuiste tú. SLOANE: - Tú no ves bien. No podrías identificar a nadie, tanto tiempo después. Y menos a mí. KEMP: - No es necesario. Tienen las huellas dactilares. SLOANE: - ¿Es verdad eso? KEMP: - Por todo el estudio. SLOANE: - Fue un accidente, tío. Soy inocente. Tú no sabes las circunstancias en que ... KEMP: - Ya, ... ya sé. SLOANE: - ¡No lo sabes! KEMP: -Tú lo mataste. SLOANE: - Fue homicidio involuntario.

(Pausa). KEMP: - No, hijo, ... no. SLOANE: - Estás prejuzgándome. KEMP: - Eres perverso. SLOANE: - Soy huérfano. KEMP: - Es lo mismo. Vete. Déjame solo. SLOANE (le vuelve a poner a KEMP el bastón entre las manos) : - Confío en ti, abuelo. Escúchame calladito, ¿eh?

(Pausa). Mira, la cosa fue así. Un día por fin dejo el Orfanato, me habían encontrado un puesto fijo estupendo, ahora podía pasearme, cielo azul, aire fresco ... Y me doy un garbeo hasta la tumba de mi viejo. “Hic jacet” y leches así por todas partes. “Polvo eres, y en polvo te convertirás”. “A la memoria de éste y aquel” ... Estaba cayendo el sol. Me hago unas flexiones sobre la tumba que me queda más cerca y salgo del cementerio. Hago dedo y me coge un tipo que me ofrece una cama. Me deja darme una ducha y me da de cenar. Muy majo. El tío más amable que te puedas imaginar, un fotógrafo. Me

32

Versión al 15/10/00 enseña una o dos fotos; “estudios experimentales”, les llama. Un experimento sobre la retina, me cuenta. Quería hacerme una foto. Porque yo tenía determinados rasgos que eran interesantes, y que él quería conservar en exclusiva. Ya sabes cómo son esas cosas. Yo no quise decirle que no. “No hay nada malo en ello”, -pienso. Pero luego me pongo a darle vueltas ... Y me acuerdo de un chaval que conocía y al que le pasó lo mismo. ¡Joder! ... cuando me acuerdo de eso, decido que tengo que hacer algo. Y me levanto en mitad de la noche a buscar el rollo de fotos, ¿sabes? En el estudio tenía un montón de equipo carísimo, ya sabes. Bueno, pues resulta que él se piensa lo que no es. Viene a toda leche. Pega un grito. En fin, en una palabra: que pierdo la cabeza (algo que nunca debería haber hecho), porque estaba preocupado con lo de las fotos y todo eso. Y le arreo.

(Pausa). O sea, que le arreo.

(Pausa). Seguro que estaba enfermo del corazón. Algo de ese estilo, seguro. Vamos, que no hay duda: tenía que haber ido al médico esa misma tarde. Y yo no podía saberlo, ¿no? No es culpa mía.

(Pausa). KEMP: - Estaba en plena forma. Fuerte como un roble. SLOANE: - ¿Cómo lo sabes? KEMP: - No paraba de ganar medallas. Se cuidaba muchísimo. SLOANE: - Estaba enfermo del corazón. KEMP: - ¿Enfermo del corazón? ¡Los cojones! Tú te lo cargaste. SLOANE: - Él se cayó. KEMP: - Le golpearon por detrás. SLOANE: - Yo no tenía ningún motivo. KEMP: - El equipo fotográfico. SLOANE: - ¡Ni lo toqué! KEMP: - Era tu intención. SLOANE: - No lo era, abuelo. (Se ríe). Eso sí que no. KEMP: - Embustero ... eres un mentiroso hijo de puta. Me di cuenta desde el primer momento.

(Pausa). SLOANE: - ¿Y ahora qué vas a hacer? ¿Se lo vas a decir a Ed? (KEMP no responde). No te va a creer. (KEMP no responde). Creerá que es otro alucine tuyo. KEMP: - Eso sí que no ... Estás acabado. (Intenta levantarse. SLOANE lo sienta de un empujón. KEMP alza el bastón, pero SLOANE se lo quita). SLOANE: - Ya veo que no eres digno de confianza. He perdido toda la fe que había puesto en ti. (Lanza el bastón fuera de su alcance). Irresponsable. No se te pueden dejar armas al alcance. KEMP: - Ed volverá enseguida. (Se levanta para irse). SLOANE: - ¿Me estás amenazando? Te sientes seguro de ti mismo, ¿eh? Es eso, ¿no?. (Se calla. Chasquea la lengua. Pausa. Se inclina sobre KEMP y le ajusta el nudo de la corbata). Ed y yo nos largamos. Dame tu palabra de que te vas a olvidar de todo. (KEMP no responde). Haz como que nunca supiste nada. Al fin y al cabo, ¿quién era él para ti? No era de tu familia. Ni siquiera un amigo. Era un

33

Versión al 15/10/00 jefe. No le vas a devolver la vida a él por colgarme a mí. (KEMP no responde). Piénsalo un poco. ¿Me das tu palabra de que mantendrás la boca cerrada? KEMP: - No.

SLOANE retuerce la oreja de KEMP. KEMP: - ¡Uy! Aaaahhh .... SLOANE: - Me desesperas. Yo no tengo nada que perder, ¿sabes? Una última oportunidad, abuelete. ¿Me vas a descubrir? KEMP: - Iré a la policía. SLOANE: - No sabes lo que te conviene. (Tira a KEMP detrás del sofá. Lo patea). Tú te lo has buscado. (Lo patea de nuevo). Todo esto te lo podías haber ahorrado. (KEMP se incorpora a medias y luego se desploma. Pausa. SLOANE le da un patadita suave con la punta de la bota). Eh, ¿qué pasa? Despierta. (Pausa). Vamos, despierta. ¡Arriba! (Silencio. Va hasta la puerta y llama). ¡Ed! (Pausa). ¡Ed!

Aparece KATH en la puerta. SLOANE la empuja fuera. KATH (Entre cajas) : - ¿Qué ha pasado? SLOANE: - ¿Dónde está Ed? ¡Tú no! ¡Quiero ver a Ed! TELÓN

34

Versión al 15/10/00 Tercer Acto

Se oye un portazo entre cajas. ED (entrando) : - ¿Qué pasa? (Ve a KEMP tirado en el suelo. Se arrodilla. Entra SLOANE, se queda en la puerta. KATH intenta apartarlo para entrar. Forcejeo. SLOANE cede. KATH entra). SLOANE: - Una especie de ataque. ED: - ¿Qué has hecho? KATH: - ¡Y no tenemos nada de alcohol en toda la casa! Como desgraciadamente, yo no bebo ... (Le afloja el cuello a KEMP). Que alguien vaya a buscar sus pastillas.

Ninguno se mueve. ED: - Ya vuelve en sí. KATH: - Dime algo, papá. (Pausa). Últimamente, estaba siempre desganado. (Pausa). Se ha cortado el labio. ED (levanta a KEMP) : - ¿Puedes andar? KEMP: - Lárgate ... ED: - Venga, que te subo arriba. (KATH abre la puerta, se queda en medio) . En un momento se sentirá mejor. ¿Está hecha su cama? KATH: - Sí. Déjale que se quede un rato quieto y tumbado y verás cómo se recupera. (ED sale con KEMP. Lentamente). Oye, Sloane, ¿tú le has pegado a mi padre? SLOANE: - Sí. KATH: - ¿Lo reconoces? ¿Es que te había provocado, o qué? SLOANE: - En cierto sentido. KATH: - ¡Pero mira que pegarle a un anciano! Ese no es tu estilo. Normalmente eres tan tierno. SLOANE: - Me había sacado de quicio. KATH: - Ya sé que a veces puede resultar insoportable, pero no deberías recurrir a la violencia, bonito. (Pausa). ¿Te había insultado? SLOANE: - Le arreé varias veces. KATH: - Venga, no exageres. Tú no eres de esa clase de jóvenes. (Pausa). Pero no lo hagas más, ¿eh? A tu mami no le gusta que lo hagas. (Entra ED). ¿Está bien? ED: - Sí. KATH: - Subo a verle. ED: - Está dormido. KATH: - Claro, tanto meneo le ha debido dejar K.O., ¿no? (Sale). ED (tomando a SLOANE aparte) : - ¿Le has arreado muy fuerte? SLOANE: - No mucho. ED: - Tú no sabes la fuerza que tienes, chaval. ¡Mira que utilizarle como punching-ball! SLOANE: - Te he dicho que ... ED: - Está muerto. SLOANE: - ¿Muerto? Ah, claro, debe de ser el corazón. ED: - El corazón o lo que sea, pero es un asesinato. Me debes una explicación. (Enciende un cigarrillo. Entra KATH con una aspiradora y empieza a pasarla). KATH: - Yo le subiría un caramelo de tofe, pero es que a él siempre se le quedan pegados en la dentadura postiza. ED (A SLOANE) : - Tú siempre tienes salida para todo, ¿verdad? Pues a ver si ahora te sacas una o dos ideítas de la manga.

35

Versión al 15/10/00 KATH: - Deja que el pobre Sloane recupere la calma, Ed. Olvida toda esta historia. (Pasa el aspirador por la parte del fondo del escenario, cantando una ridícula canción de moda).

(SLOANE mira a ED. ED sonríe, meneando la cabeza). ED: - Me temo que no va a poder ser. KATH: - Él no quería hacerle daño. ED: - Pero, ¿qué narices estás haciendo? KATH: - La limpieza. No debo descuidar mis obligaciones de ama de casa, responsable y feliz. ED: - ¿Y no se te ocurre otro momento mejor que éste? KATH: - Siempre la hago a esta hora. ¿A que no adivinas qué he hecho hoy para comer, Sloane? SLOANE: - No tengo hambre. ED: - No quiere ninguna comida. KATH: - Adivina lo que te ha preparado tu mami. ED: - ¡Déjale en paz! Sólo piensas en la comida. Vas a hacer que pierda la forma, que se ponga tan atocinado como tú. KATH: - ¿Se ha alterado mucho? ED: - Díselo. SLOANE: - Estoy más que alterado. ED: - Te ha puesto el estómago del revés, ¿a que sí? KATH: - ¿Se te pasará para esta tarde? SLOANE: - No lo sé. ED: - Está preocupado. KATH: - Papá no dirá nada, cariño, si es eso lo que te preocupa. Guardará silencio. (Pausa). El horno ése nuevo funciona de maravilla, Eddie. ED: - ¿Ah, sí? KATH: - Sí. Ayer le hice un huevo delicioso a Sloane. Pero a mí me parece que tendrían que haberle puesto el grill de otra manera, porque me quemé la mano. ED: - Es que tienes que fijarte más en lo que estás haciendo. KATH: - Lo han puesto en un sitio muy raro. ED: - No puedes cocinar mirando para otro lado. KATH (Pausa) : - Todavía no has adivinado qué hay para comer. Te doy tres oportunidades. ¡Venga! SLOANE: - ¡Yo qué sé! KATH: - ¡Patatas! SLOANE: - ¿Ah, sí? KATH: - Con guisantes. Y un par de huevos. SLOANE: - ¡Me importa una mierda lo que haya para comer! ED: - No le hables en ese tono a mi familia, Sloane. Compórtate, para variar. (Enciende un cigarrillo). SLOANE: - ¿Puedo verte afuera? ED: - ¿Para qué quieres verme afuera? SLOANE: - Para explicarte. ED: - No hay nada que explicar.

KATH sale con el aspirador. SLOANE: - ¿Estás seguro de que está ...? ED: - Más muerto que Tutankhamón. He utilizado todos los métodos tradicionales de comprobación: no tiene pulso, y tampoco empaña mi pitillera si se la pongo delante. Ni el mejor abogado de todo el país podría salvarte ya.

36

Versión al 15/10/00

KATH vuelve a entrar. SLOANE: - Me estoy mareando. KATH: - Es el cambio de tiempo. SLOANE: - No. KATH: - Tómate una pastilla, o algo. Yo tengo unas que me recomendaron el otro día. (Abre un cajón, rebusca. Encuentra las pastillas, deposita unas cuantas en la palma de la mano. Se las ofrece a SLOANE). Tómatelas con un vaso de agua. Trágatelas rápido y ya verás cómo desaparecen los síntomas. SLOANE: - ¡No las quiero! (Se las tira). No quiero pastillas. (Sale). KATH: - ¡Jesús, qué carácter! Oye, Eddie, no estará enfermo, ¿verdad? ED: - Puede que sí. SLOANE: - Estaba tan pálido ... ED: - Puede que tenga que marcharse. KATH: - ¿Se ha metido en algún lío? ED: - Un lío de muerte. KATH: - Pero ha sido un accidente, ¿no? ED: - O sea, que ya lo sabes. KATH: - Sí, me lo ha dicho papá. La verdad es que en eso Sloane se ha pasado un poco. Pero yo me imagino que era de broma. ED: - Sloane nunca está de broma. KATH: - Es verdad, mira que tiene poco sentido del humor, ¿eh? Papá, en cambio, tiene para morirse. ED: - No te entiendo. KATH: - Pues nada, que le he dicho que no tenía ninguna prueba. ¡Como que voy a perder yo la poca energía que tengo escuchándole! A veces pienso que se inventa esas historias para meterme miedo. Tendría que cortarse un poco, con todas esas imaginaciones. (Sale, y vuelve a entrar enseguida con una figurita de porcelana). ¿A que es bonita mi pastorcilla de porcelana? Queda como nueva cada vez que la lavo con Norit. Claro, que como es el jabón del corderito ... La pena es que se le nota que la he pegado yo. Pero claro, no iba a mandar a una pastora al Hospital de Enanitos, ¿no? Me hubieran tomado por loca. (Sale. ED se sienta en el sofá). SLOANE (entra, mira a ED. ED no levanta la vista) : - Perdóname, Ed. Siento haber sido un grosero, pero mis nervios no aguantan mucho más, te lo digo yo. (Abre la maleta. Empieza a guardar las cosas dentro). Dos de mis camisas buenas las tiene ella para lavar. (Abre el aparador y saca una chaqueta de punto). Mejor que no se las pida. (Mira debajo del aparador y encuentra unos zapatos de lona. Examina la maquinilla de afeitar). Otra vez ha vuelto a cogerme la maquinilla de afeitar. Se nota. Y eso es antihigiénico, ¿no te parece? ED: - ¿Qué estás haciendo? SLOANE: - La maleta. ED: - ¿Por qué? SLOANE: - Porque me voy. ED: - ¿Adónde? SLOANE: - Contigo. ED: - ¡Ah, no, chaval! Conmigo no. SLOANE: - ¿Por qué no? ED: - ¡Eres un tío increíble! Pues porque has cometido un asesinato. SLOANE: - Un accidente. ED: - Asesinato. SLOANE: - Esas píldoras le estaban arruinando la salud. No podía haber durado mucho más.

37

Versión al 15/10/00 ED: - ¡Mira que atacar a un anciano indefenso! SLOANE: - Oye, que llevaba su bastón. ED: - Pero no le quedaban fuerzas para usarlo. SLOANE: - ¿Ves? Eso también es culpa de las píldoras. ¿Quién se las había mandado? ED: - Su médico. SLOANE: - ¿Es de confianza? ED: - De la Seguridad Social. SLOANE: - Entonces ya verás cómo la medicina coincide con mi teoría. ED: - Las píldoras no han tenido nada que ver. No tienes ninguna excusa. Ninguna. SLOANE: - Pero, ¿qué vida se tiene a su edad? ED: - Has traicionado la confianza que había puesto en ti. SLOANE: - En cierto modo, en realidad le he hecho un favor. ED: - Tendrás que vértelas con la Justicia. SLOANE: - Mira, no pienso vérmelas con nadie. ED: - No tienes otra salida. SLOANE: - Ya decidiré yo qué salidas tengo. ED: - Coge el teléfono y llama a la policía. Hemos terminado. SLOANE: - Tú no me vas a entregar, ¿verdad? ED: - Sin el menor remordimiento. SLOANE: - Pero eres mi amigo. ED: - Yo no soy amigo de ningún matón. SLOANE: - Escucha: se ha muerto de una insuficiencia cardiaca. No puedes arruinar mi vida. Imagínate lo que iba a aprender en el trullo, yo que soy tan influenciable. Me haría amigo de delincuentes. ED: - Ya tienes amigos delincuentes. SLOANE: - No tantos como tendría en el trullo. ED: - Hombre, en eso tienes razón. SLOANE: - Di que se cayó escaleras abajo. ED: - ¿Qué clase de persona sería si hiciese eso? SLOANE: - Un amigo leal. ED: - Y me echarán seis meses. O más. Depende del juez que me toque. SLOANE: - ¡Hay que ver cómo está la Justicia! Di que se cayó. ED: - Colaboración con delincuentes, se llama eso. SLOANE: - Amaña las pruebas. ED: - Tú es que no tienes ningún sentido de la ética, chaval. No me había dado cuenta de lo depravado que eres. Te acabas de cargar a mi padre y acto seguido me pides que te ayude a escapar a la Justicia. ¿A esto conducen mis principios liberales? SLOANE: - Pero si tú no tienes principios. ED: - ¿Que no tengo principios? Ahí sí que me ofendes. ¿Por qué te crees que me he interesado por tu bienestar? ¿Por qué te di trabajo? ¿Por qué razón crees tú que los señores inteligentes de mi edad nos dedicamos a mostrar a los jovencitos la puerta estrecha de los elegidos? ¿Por qué te crees que nos sacamos el talonario de cheques en cuanto se habla de los menores delincuentes? ¿Por qué volcamos todas nuestras energías en el movimiento Scout? Pues por los principios, ¡cojones!, por los principios. Y que no se te ocurra decir lo contrario, o te meto un puro que te enteras. SLOANE: - ¿No me vas a ayudar? ED: - No. SLOANE: - Pero seguro que podemos llegar a algún acuerdo. ED: - No puede haber ningún acuerdo. Soy un ciudadano ejemplar de un país ejemplar. Tengo muy claro cuál es mi deber. Debes aceptar la responsabilidad de tus actos.

38

Versión al 15/10/00 SLOANE (Se sienta junto a ED. Le pone la mano sobre la rodilla) : - Acepto mi responsabilidad. ED: - ¿Sí? SLOANE: - Por completo. ED: - Estupendo. ¿Te importaría quitar esa mano de ahí? SLOANE: - Por supuesto. ED: - Lo que has dicho de que no tenía principios , ... me ha ofendido de verdad. Te lo digo sinceramente. Me ha ofendido mucho. SLOANE: - Lo siento, Eddie, perdóname. ED: - La única cosa que yo quería transmitirte ... mis principios liberales ... ¡Qué desilusión! Me parece que no te estoy haciendo ningún bien. SLOANE: - Es que soy muy malo. Sólo tú puedes mostrarme el camino para que me haga un hombre de provecho. (Pausa). Hace un par de años conocí a un señor como tú. Tenía tu misma actitud ante la vida. Y en el físico, también era clavadito a ti. Es que hay que ver lo que os parecéis algunos de los hombres de tu edad, ¿eh? Era un experto en el cuerpo masculino adolescente. Había llevado a cabo un estudio exhaustivo sobre el tema antes de que yo le conociese. Durante una noche maravillosa él también me habló de sus principios ... me ofreció un curro si yo los aceptaba. Como un imbécil, yo le dije que no. ¡Qué oportunidad perdí, Ed! Si tú me llegases a hacer la misma propuesta, yo respondería con todo el orgullo que sí.

(Pausa). ED: - ¿De verdad piensas eso que estás diciendo? SLOANE: - Déjame vivir contigo. Me romperé el culo trabajando a tu servicio. Te haré comiditas. ED: - Yo como fuera. SLOANE: - Te llevaré el café a la cama. ED: - En la cama sólo beben las mujeres. SLOANE: - Pues entonces me lo traerás tú a mí a la cama. No nos vamos a pelear por eso.

Se oye entre cajas un grito desgarrador de KATH. Pausa. Otro grito más cerca. Entra. KATH: - ¡Ed! ED: - Ven aquí. KATH: - Ed, tengo que ... (Ed la toma del brazo, ella se suelta). Es papá ... está muerto. Ven rápido. ED: - Siéntate. (A SLOANE). Saca el coche. Vamos a buscar al médico. KATH: - Eddie, que está muerto. ED: - Ya lo sé. Nosotros lo sabíamos, pero no queríamos preocuparte.

SLOANE sale. KATH: - No me puedo creer que se haya muerto. Estaba sano como una manzana. ED: - Estaba enfermo. KATH: - ¿Sí? ED: - Pero si me lo dijiste tú. KATH: - Yo no me lo creía. Sólo repetía lo que él me había dicho. ED: - Él mismo decía que estaba enfermo, ¿no? KATH: - Siempre lo andaba diciendo. Yo no le hice caso. Ya sabes cómo es. Pensé que me estaba tomando el pelo. ED: - Pues te estaba diciendo la verdad.

39

Versión al 15/10/00 KATH (empieza a sollozar) : - ¡Pobre papá! ¡Cuánto debe haber sufrido! Me avergüenzo de mí misma, me avergüenzo tanto ... (Se enjuaga las lágrimas en el delantal). ¡Es todo culpa de la Seguridad Social! ED: - Ahora escucha ... KATH: - Eddie. ED: - … atentamente lo que te voy a decir. ¿Qué le vas a contar al médico cuando venga? KATH: - ¿Yo? ED: - El médico querrá saber. KATH: - Le diré que le ha dado un infarto. Que falleció de repente. ED: - ¿Y qué pasa con los cortes que tiene en la cara? KATH: - Se puso grosero con Sloane, y le provocó. ED: - Eso no va a colar. KATH: - ¿Tú crees que no? (Pausa). Seguro que no entro en el vestido de luto. He cogido tanto peso desde que enterramos a mamá ... ED: - Acusarán al chico de asesinato. KATH: - No harán eso, ¿no? ED: - Le colgarán.

(Pausa). KATH: - ¿Le colgarán? ED: - Es posible, pero no estoy muy seguro. Es que cambian tanto las leyes que no hay quién las siga. KATH: - Papá era bastante grosero. Decía groserías de mí. ED: - Para la Justicia, no es excusa suficiente. Tienes que decirles que se cayó por las escaleras. KATH: - No puedo. ED: - En circunstancias normales, yo nunca propondría engañar a un Servicio Público, pero tenemos que pensar en nosotros. Mi situación es muy delicada. Date cuenta de que el chico está a mi sueldo. Es una posición comprometedora. KATH: - ¿Y no podrían hacer una excepción, si decimos que tiene buen carácter? ED: - Pero es que no tiene buen carácter. KATH: - Podríamos decir que sí lo tiene. ED: - Eso sería perjurio. KATH: - Es muy amable, cuando quiere. Yo le he visto serlo. ED: - Me siento fatal haciendo esto. Pero tú comprendes mi postura, ¿no? Aunque se ha pasado un poco, lo ha hecho por puro respeto hacia ti. Lo cual demuestra una cierta consideración. KATH: - ¿Lo ha hecho por amor a mí? ED: - Sin ninguna duda. Deberías estarle agradecida. (Pausa). ¿Tú sueles encerar el suelo? KATH: - ¿Eh? ED: - ¿Enceras las escaleras? KATH: - No, nunca. ED: - Pues vete y encéralas. KATH: - Pero el médico se va a enfadar. ED: - Tú déjale que se enfade. KATH: - Pensará que soy idiota. Creerá que papá se cayó por mi culpa. ED: - Mientras crea que fue un accidente, da igual. KATH (Se muerde el labio, reflexiona) : - ¿Y si le pongo a papá los zapatos nuevos? ED: - Eso es lo que se llama “el pensamiento positivo”. Son resbaladizos, ¿verdad? KATH: - Sólo se los ha puesto una vez. ED: - He aquí una mujer inteligente.

40

Versión al 15/10/00

Entra SLOANE. SLOANE: - ¿Estás listo? Venga, vamos.

ED hace una señal con la cabeza a KATH, la cual mira alternativamente a uno y a otro. Repara en la maleta. KATH: - ¿Por qué se lleva la maleta? ED: - Se viene conmigo. No se puede quedar aquí. KATH: - ¿Por qué no? ED: - Sospecharían.

(Pausa). KATH: -¿Cuándo va a volver? ED: - Pasado mañana. KATH: - Pues entonces no necesita esa maleta tan grande. (Sale). ED: - Vete al coche, chaval. KATH (entre cajas) : - ¿Por qué se lleva toda su ropa? ED: - Pero, ¿qué estás inventando ahora?

Entra KATH. KATH: - Lo acabo de comprobar. No hay nada suyo en la cesta de la ropa sucia. ED: - ¡Mira que andar husmeando como un chucho! ¿Es que no te fías de mí, o qué? KATH: - Me lo vas a quitar. SLOANE: - Hemos pensado que yo debería vivir donde él, para estar siempre disponible cuando me necesite. KATH: - ¿Tú te quieres ir? SLOANE: - Volveré cuando esto haya pasado. KATH: - ¿Por qué abandonas a tu mami? No hace ninguna falta que se vaya, Eddie. El médico sabe que vive aquí. ED: - Pondrá una denuncia. KATH: - Los médicos no hacen eso. Además, él quiere quedarse. ED: - Pregúntaselo a él. (A SLOANE). ¿Quieres quedarte? SLOANE: - No. ED: - Pregunta contestada. KATH: - Ed ... ED: - Pon un telegrama … KATH: - Tengo algo que decirte.

Se levanta tímidamente el delantal. Tengo un panecillo en el horno. ED: - ¡Lo que tienes es la panadería entera, a juzgar por ese bombo! KATH: - Es que Sloane se portó muy bien conmigo. ¿No te extraña? ED: - No, es lo que me esperaba de ti. KATH: - ¿No te enfadas con Sloane?

41

Versión al 15/10/00 ED: - No, con quien estoy enfadado es contigo. KATH: - ¿Ah, sí? ED: - Sloane ya se ha explicado. KATH: - ¿Qué es lo que ha explicado? ED: - Cómo te lo montaste. KATH: - ¡Oye, que yo no me monté a nadie! Qué lengua más mala, y además no es verdad. ED: - Cómo lo sedujiste. KATH: - ¿Eso es lo que dijo? ED: - Me contó todos los detalles, hasta los más espeluznantes.

Silencio. KATH: - Sloane: toma tu medalla. ED: - ¿Qué medalla? KATH: - Me regaló una medalla. (Se quita la medalla del cuello. SLOANE va a cogerla). No a cogería si no estuvieses tú delante, Ed. (Se vuelve a colocar la medalla. A SLOANE). ¡Cómo puedes portarte así! ¡Acusarme de haberte seducido! ED: - ¡Pero es que lo hiciste! KATH: - ¡Eso no tiene nada que ver! Lo malo es que utilices expresiones tan soeces, que te rebajes de esa manera. (SLOANE vuelve a ocuparse de su maleta). ¡Ya sé! Ed te ha obligado. Eso es típico de él. ED: - Es él el que se quiere venir conmigo. KATH: - Déjale que decida por sí mismo. ED: - Tiene problemas. Así que necesita un hombre que le eche una mano. KATH: - Me temo que le estás influenciando demasiado. ED: - Y a ti te han descubierto el juego. ¡Cómo se te ocurre seducir a un crío que podría ser tu hijo! KATH: - ¡El me quiere! ED: - Demuéstralo. KATH: - Una mujer sabe cuándo la quieren. Se come todo lo que cocino. Eso no lo puedes negar. ED: - Yo no puedo discutir contigo. KATH: - Claro que no puedes. ED: - Las cosas que dices no tienen ni pies ni cabeza. KATH: - Sí que los tienen. ED: - No tienes una línea lógica de pensamiento. KATH: - ¿Y eso qué es? ED: - Que no tienes capacidad para argumentar. KATH: - Me da igual: le plancho las camisas que le quedan impecables, y desde que me conoce, va mucho más elegante. ED: - Contigo está perdido. KATH: - Le he dado todo. Tres comidas al día. Desayuno con cereales. Carne y dos verduras diferentes para comer. Merienda con Nocilla. Y por la noche, tortilla y jamón. ¿Qué más puede querer? ED: - Libertad. KATH (se llega hasta la maleta, inspecciona su contenido) : - ¡Qué manera de hacer una maleta! ¡Sloane, bonito, pero si ni siquiera sabes doblar la ropa! ¿Ves cómo me necesita hasta para las cosas más tontas? No se las puede arreglar sin una mujer. ED: - Déjale intentarlo. KATH: - Las mujeres somos necesarias. ED: - Eso es verdad.

42

Versión al 15/10/00 KATH: - ¿Entonces? ED: - Pero en pequeñas dosis. KATH: - Qué lerdo eres, Eddie, qué lerdo ... ED: - Déjale a él que elija. O el uno o la otra, Sloane. SLOANE: - Me voy con Ed.

ED aprueba con la cabeza, da una palmadita en el hombro a SLOANE, suelta una carcajada. KATH: - ¿Es por el color de las cortinas de tu habitación? SLOANE: - No. KATH: - ¿Porque me he quedado embarazada, entonces? SLOANE: - No, es porque estoy buscando nuevas oportunidades, una vida mejor. KATH: - Pero tú me juraste que me querías. SLOANE: - Ni por un momento. KATH: - Me he portado bien contigo. SLOANE: - Sí. KATH: - ¿Estás agradecido? SLOANE: - He pagado por ello. KATH: - ¡Yo también he pagado! Con un niño. Y mi reputación arruinada. SLOANE: - Pero si ya lo estaba. KATH: - ¿Eso es lo que te ha enseñado él? ED: - Yo no le he enseñado nada. El pobre era inocente hasta que tú le echaste la zarpa. KATH: - Él me echó el ojo inmediatamente. ED: - ¡A ti el único ojo que te podrían echar sería uno de cristal, alguien que estuviera tuerto! KATH: - Se quería casar conmigo. ED: - ¡Menuda novia! KATH: - Te íbamos a pedir tu consentimiento. ED: - Pero mírate en el espejo, mujer. Vamos a reírnos un poco. (La lleva hasta el espejo). ¿Qué ves? KATH: - A mí. ED: - ¿Y qué eres tú? KATH: - Tengo un pelo bonito. Natural. Soy una mujer madura, que sin embargo sigue teniendo un cierto atractivo. ED: - ¡Pero si asustas al miedo!

KATH se zafa de ED, pero él vuelve a arrastrarla hasta el espejo. ED: - Unos labios cuarteados. Un cuello lleno de arrugas. Unas manos hinchadas. KATH: - Es el embarazo. ED: - Y unas tetas caídas. ¡Vaya una corruptora de menores! Pero, ¿qué puedes ofrecer tú? Estás gorda y no es que tengas algunas patas de gallo, es que tienes la granja entera. No tienes nada que pueda atraer a un hombre. KATH: - ¿Es ésa la verdad, Sloane? SLOANE: - Más o menos. KATH (le cierra bruscamente la maleta): - Creía que eras un buen chico. Ahora descubro que me has engañado. SLOANE: - Tú te has engañado a ti misma. KATH: - Tal vez. (Le tiende la mano). Bésame la mano, como hacen en el teatro. (Él le besa la mano). Me voy a poner a llorar. (Se busca un pañuelo). ED: - ¡Abran las compuertas, que llega la inundación!

43

Versión al 15/10/00 KATH: - Te voy a perder para siempre. SLOANE: - Me dejaré caer por aquí de vez en cuando.

SLOANE besa a KATH en la mejilla. KATH: - Bonito mío ... (Lo estrecha contra ella. Mira a ED por encima del hombro de SLOANE). Pero antes de que te vayas, Sloane, tenemos que arreglar una cosita. La muerte de papá ha sido un golpe tan terrible para mí ... SLOANE (deshace el abrazo) : - Oye, que el viejo se cayó por las escaleras. KATH: - No dejaré nunca, bajo ninguna circunstancia, que nadie me haga jurar en falso. Nene: fue un asesinato.

(Pausa). SLOANE: - Estaba enfermo. KATH: - ¡Ah, no! Tú sabes tan bien como yo que esta mañana estaba perfectamente sano. ED: - Ed me proporcionará una coartada. KATH: - Pero es que Ed no estaba aquí, cariño. Respeta siempre la verdad. Es lo menos que puedes hacer en estas circunstancias. SLOANE: - Pues dirá que él fue testigo. KATH: - Cosa que no se corresponde con mi idea de la moralidad. SLOANE: - Mira, ... mami, ... esto ... KATH: - Cuando venga el médico querrá saber ciertas cosas. No querrás que le mienta a mi propio médico de cabecera, ¿no? Es un hombre tan competente ... Se dará cuenta de las discrepancias. Y entonces, ¿qué? Pues que hará un informe, y esta mami acabará encontrándose entre rejas. Y eso no es lo que tú quieres, ¿verdad? SLOANE: - Ed me apoya. KATH: - Ed tendrá que decidir por sí mismo, porque yo desde luego no pienso faltar a la verdad. ED: - Ahora no vas a dejar de cumplir lo que nos has prometido, ¿no? KATH: - Ya sabes cómo me derrumbo en cuanto me hacen demasiadas preguntas. SLOANE: - Haz un esfuerzo. KATH: - ¿Por quién? SLOANE: - Por mí. KATH: - ¡Pero si tú no estarás aquí! SLOANE: - Vendré a verte. KATH: - No. Llámame lo que quieras, pero yo no puedo decir mentiras. Date cuenta que soy creyente .... vamos, que creo firmemente ... en el poder de la verdad. ED: - Mira, Kathy ... Basta con que digas que tú estabas fuera cuando ocurrió el accidente. KATH: - No. ED: - Haciendo la compra. KATH: - ¡Pero es que no lo estaba! ED: - Tú no le viste caerse. KATH: - Lo hubiera oído. ED: - Di que estabas en la otra parte de la casa, donde no podías oírlo. KATH: - No. ED: - Olvida toda esta historia. KATH: - No. ED: - Pues entonces acude a la policía. ¿Qué vas a conseguir con eso? Nada. Este pobre chico se ha dejado llevar por la euforia de la juventud. Es lo propio, a su edad.

44

Versión al 15/10/00 KATH (tiende el maletín a ED) : - Tú te cargaste a papá a sangre fría, Sloane. En las conversaciones que tuve con él antes de su muerte me dijo una o dos cositas muy interesantes. SLOANE: - ¿Sobre quién? KATH: - No hablamos más que de ti. Yo apenas podía dar crédito a las historias de tus crímenes. No le creí al pobre hombre, y ahora bien caro que lo pago. ED: - ¿Así que ésa es tu última palabra, eh? KATH: - Quédate conmigo. SLOANE: - No. KATH: - Abrázame de nuevo. SLOANE: - No. KATH: - No tienes ninguna necesidad de irte, cariño. No me hagas desgraciada. SLOANE: - Me voy con Ed. KATH: - Mira, Sloane, ya sabes que yo no tengo la raya ésa del pensamiento no sé qué. O sea, que dicho clarito: si te vas con Eddie, se lo cuento a la policía. SLOANE: - Y si me quedo, lo hará él. ED: - Es lo que se llama un dilema, chaval. Estás entre la espada y la pared.

Silencio. KATH: - ¿Ves cómo están las cosas, Sloane?

SLOANE la abofetea , ella grita. ED: - ¿Qué estás haciendo? SLOANE: - Déjamela a mí. KATH: - Ni se te ocurra amenazarme. ED: - Nadie te está amenazando. KATH: - ¿Qué está haciendo entonces, darme su bendición? ED: - Déjala en paz, Sloane. SLOANE: - ¡No te metas en esto! (ED pone la mano en el hombro a SLOANE, trata de separarle de KATH. SLOANE se vuelve, y le aparta de un empujón). ¿Has oído lo que he dicho? ¡No te metas! ED: - No te pongas violento. Por favor, nada de violencia. (SLOANE arrincona a KATH en una esquina; forcejea con ella). Pero, ¿qué numerito estáis montando? ¡Eso es violencia gratuita, Sloane! ¡Oye, que no estamos en la tele! ¡Basta ya, parad, los dos! SLOANE (zarandea a KATH) : - ¡Tienes que apoyarme, especie de burra, tienes que respaldarme! KATH: - ¡Ed, párale! Me voy a poner mala. Me está poniendo las tripas del revés. ED: - ¿Para qué se te ha ocurrido provocarle?

SLOANE zarandea aún más violentamente a KATH. Ella grita. KATH: - ¡Mis dientes! (Se tapa la boca con la mano). Mis dientes. (SLOANE la aparta violentamente. Ella se arrastra por el suelo, buscando). ¡Me ha roto los dientes! ¿Dónde están mis dientes? ED: - Una prótesis de alta calidad y precio elevado a freír vientos, ¿te das cuenta, chaval? Me estás empezando a irritar, ¿sabes?, a irritar seriamente. ¿A qué has venido aquí? ¿A pasarnos por las narices cómo sois los huérfanos? ¿Para eso me he creído yo lo de “Ama a tu prójimo, etc etc”? ¿Para eso les he hecho caso a los famosos que salen en el Teletón? ¿Para que tiren mi dinero educando a vándalos que no saben controlar sus pasiones? Si lo llego a saber, le mando el cheque a la Liga contra la Sordera de los Perros. KATH (encuentra los dientes bajo el sofá) : - Pues yo sigo perdonando y olvidando.

45

Versión al 15/10/00 ED: - ¡Ir a un orfanato público! ¡Meterse aquí como inquilino! Estaba claro que este chico no tenía ninguna educación. SLOANE: - ¡Se ha salido con la suya! ¡Esta bruja de mierda ha ganado!

Agarra a ED por el brazo. ED le quita la mano. ED: - Eso ya lo discutiremos. SLOANE: - Lo que hace falta es hacer algo, no ponerse a discutir. Convéncela. ¡Rebánale el cuello, si hace falta, pero convéncela! ED: - No me hables en ese tono, chaval, que a mí nadie me da órdenes. KATH: - Es la euforia ésa de la juventud, Ed. No se da cuenta de lo que está haciendo. ED: - ¿Quieres ponerte los dientes, por favor, en vez de quedarte ahí, sentada en el santo suelo, con la dentadura en la mano? KATH: - Es que se los ha cargado. ED: - Sólo están desportillados. Venga, vuélvete de espaldas y póntelos. KATH (se pone los dientes) : - ¿Qué vamos a hacer, Eddie? ED: - Ponte de pie. No puedo tener una conversación seria con alguien que está por los suelos. KATH: - Ayúdame a levantarme, Sloane. (Sloane le ayuda a incorporarse). Gracias, bonito. ¿Lo ves, Ed, cómo no me ha perdido del todo el respeto? ED: - Tú, Sloane, mejor que te vayas y me esperes en el coche. Quiero hablar a solas con mi hermana. SLOANE: - ¿Lo vas a arreglar? ED: - Bueno, ... tal vez sí. SLOANE: - Te estaré eternamente agradecido. ED: - No hace falta que sea eternamente, basta con que dure algunos años. (Le da una palmadita en el hombro a SLOANE. Éste sale). KATH: - No me importa que no se case conmigo, mientras no me deje. ED: - Vale. (Pausa). ¿Qué historia contarías, entonces? KATH: - Lo que tú has dicho: que se cayó por las escaleras. ED: - Eso explicaría los cortes y los cardenales. Mejor di que tú estabas fuera, y mantenlo siempre. Que tú no sabes nada. Yo me ocuparé del médico. KATH: - Sí, Ed. ED: - ¿Puedo confiar en ti? KATH: - Mientras se quede aquí ... ED: - ¿Vas a confirmar su coartada? KATH: - Sí. ED: - Mira, tú ya lo has tenido seis meses; déjamelo a mí los seis siguientes, ¿no? Ya ves que no te lo estoy quitando para siempre. KATH: - ¿No? ED: - ¡Claro que no! (Pausa). Siempre que estés dispuesta a aceptar la idea de compartirlo. KATH: - ¿Durante cuánto tiempo? ED: - Mientras dure nuestro acuerdo. KATH: - ¿Y eso cuánto tiempo es? ED: - Por ahora, medio año. KATH: - Es muy largo. Me siento tan sola ... ED: - No tengo ningún inconveniente en que venga a visitarte de vez en cuando. Podríamos poner eso también en el contrato. Una visita breve, claro está. ¿Trato hecho? KATH: - Sí. ED: - Yo mismo le traeré hasta aquí en el coche.

46

Versión al 15/10/00 KATH: - Perfecto, Eddie. ¡Qué idea tan buena has tenido! ED: - Es que estoy acostumbrado a esto de negociar a diente partido.

Se oye entre cajas el sonido del motor del coche. KATH: - ¿Puede asistir al parto de su hijo? ED: - No es una comadrona. KATH: - Es que la relación es más profunda si el padre está presente en el momento del parto. ED: - Todo lo que puede esperar un hijo razonable es que su padre esté presente como mucho en el momento de la concepción. Se acabó la discusión. Dame esa medalla. KATH: - Fue el regalo que me hizo. ED: - Te la devuelvo dentro de seis meses. (KATH le entrega la medalla. ED se la pone). Y de ahora en adelante, compórtate un poco. Nada de quedárteme embarazada todos los años, ¿eh? Ya le voy a decir algo a él sobre ese asunto. (Le da un beso en la mejilla y una palmadita en el trasero). Sé buena chica. KATH: - Sí, Ed. ED: - Bueno, ha sido una mañana muy agradable. Hasta la próxima. (Sale. Se oye cómo cierra la puerta de la calle. KATH se acerca al aparador, y rebusca en un cajón; al final, saca un caramelo, le quita el papel y se lo mete en la boca. Se sienta en el sofá).

TELÓN

47