El gobierno de Jean le Vasseur en Tortuga 1640-1652

Casillas Camacho Diego Fernando Proyecto final para la materia de América Colonial: Le Vasseur y Tortuga: Paraíso pira

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Casillas Camacho Diego Fernando

Proyecto final para la materia de América Colonial:

Le Vasseur y Tortuga: Paraíso pirata en las Antillas 16401650

Tema, tiempo y espacio: El presente trabajo busca estudiar el periodo en que Jean le Vasseur fue gobernador de la isla de Tortuga, originalmente por parte de Francia1, y posteriormente, por parte de los Hermanos de la Costa2. La isla de Tortuga cubre una superficie de aproximadamente 180 km2 y está localizada a seis millas náuticas del actual Haití. Es de orografía accidentada, con una cordillera central y una serie de terrazas orientadas al Norte. Su suelo es arenoso y con limo en la zona costera y arcilloso en las zonas más altas, que alcanzan los 450 metros de altura3. Fue descubierta y bautizada por Cristóbal Colón en 1492, sin embargo, fue relativamente abandonada en favor de otras islas como La Española (Haití), o Cuba4.

1

Gall, J. y F., El filibusterismo, 2014, p. 106. Ibid., p. 107-108. 3 “Isla Tortuga”, EcuRed, s/f, < https://www.ecured.cu/Isla_Tortuga>, [Consultado el 2 de abril de 2019]. 4 Peña, Manuel, La isla de Tortuga, 1977, p. 103. 2

Fig. 1 Ubicación geográfica de la Isla. Mapa tomado de Google Maps.5

El abandono de la isla provocó que, con el paso del tiempo, bucaneros franceses e ingleses se establecieran ahí, al principio cazando y comerciando y posteriormente dedicándose a la piratería6. Eventualmente se formó la Cofradía de los Hermanos de la Costa, después de 16207. Sin embargo, el primer intento de ocupación formal no española fue hacia 1634, por parte de la Providence Company, compañía inglesa cuyo principal interés era la fundación de una colonia en la isla de Providencia (hoy Santa Catalina)8. El uso que dicha compañía le asignó a Tortuga fue el cultivo de tabaco9. Esta compañía fue expulsada definitivamente en 163410, quedando como “autoridad” la Cofradía de los Hermanos de la Costa. Jean le Vasseur fue un ingeniero y navegante francés, de credo protestante11. Llegó a Santo Cristóbal y se ganó la confianza y el aprecio de su gobernador, Lonvilliers de Poincy, en 193912.

5

Google, Maps, 2019, < https://www.google.com.mx/maps/place/Isla+de+la+Tortuga/@20.0409726,72.9355643,11z/data=!3m1!4b1!4m5!3m4!1s0x8eb6635255465279:0x57de6eda0fe30d8a!8m2!3d20.054 8685!4d-72.7924612>, [consultado el 2 de abril de 2019]. 6 Lane, Kris, Pillaging the empire: piracy in the Americas, 1998, p. 97. 7 Gall, op. cit, 2014, p. 98. 8 Lane, op. cit, p.98. 9 Ídem. 10 Ídem. 11 Peña, op. cit., 1977, p. 135, 136. 12 Ídem.

Se estableció en Tortuga en 1640, enviado como gobernador por de Poincy13. Se ganó la confianza y el voto de los Hermanos de la Costa, quienes lo eligieron gobernador, y construye el Fuerte de la Peña (Fort du Rocher)14. Adoptó luego una política represiva a tal grado que, según el misionero dominico Jean-Baptiste du Tertre, apodaban a su nuevo fuerte “El Purgatorio”15. Se volvió en contra de Poincy, e incluso de la corona francesa16, y dominó la región casi sin rival hasta c.1652, además de proteger a los piratas de esas aguas17. El gobernador francés buscó entonces minar infructuosamente a le Vasseur, tanto por medios legales como militares18. Le Vasseur fue asesinado alrededor de 1653, y se discute la autoría intelectual. Esto abrió las puertas a la colonización francesa, quedando como gobernador Timoleón Hotman de Fontenay en 165219.

Fig. 2 Mapa de La Española (Santo Domingo)20

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Naranjo, Consuelo, Historia Mínima de las Antillas hispánicas y británicas, 2014, p. 62. Gall, op. cit, p. 108. 15 Du Tertre, Jean-Baptiste, Histoire générale des Antilles habitées par les François, tomo I, 1667, p. 173. 16 Gall, op. cit, p. 110. 17 Du Tertre, op. cit, p. 173. 18 Gall, op. cit, p. 110. 19 Naranjo, op. cit, p. 62. 20 Lámina I. Mapa antiguo con extravagantes reclamaciones territoriales francesas, en Gall, op. cit, p.144. 14

Planteamiento del problema: La Isla de Tortuga fue un punto estratégico que fue desdeñado por los españoles. Esto permitió que fuerzas inglesas, piratas y francesas usaran la isla para sus propios fines. La isla fue, en especial para los propósitos de este trabajo, la base de operaciones de Jean le Vasseur, un ingeniero y capitán vuelto pirata que, si bien al principio fue gobernador colonial, se volvió gobernador filibustero.

Estado de la cuestión: Sobre la isla de Tortuga se consultaron varios libros, que, en su mayoría, le dedican algunos capítulos y menciones esporádicas. Para este trabajo, se utiliza como bibliografía el libro de Manuel Peña Batlle, La isla de Tortuga, obra dedicada al estudio de la isla como “plaza de armas, refugio y seminario de los enemigos de España en las Indias”. Este libro de Peña, si bien útil y completamente dedicado a la Isla, adopta un enfoque parcial, incluso tendencioso al momento de mostrar los acontecimientos. A le Vasseur, le dedica un capítulo, pero este se halla repitiendo en su mayor parte los datos que el cronista du Tertre da en su libro. Jean-Baptiste du Tertre fue un misionero dominico que escribió sobre las Antillas tras una estancia en ellas. Su obra, Histoire générale des Antilles habitées par les François, publicada en 1667, se trata, en esencia, de la versión corregida y aumentada de su libro Histoire générale des isles de S. Christophe, de la Guadeloupe, de la Martinique et autres dans l‘Amerique, où l’on verra l’establissement des colonies françaises dans ces isles, que fue publicada originalmente en 1654 y le valió la fama como el “Heródoto de las Antillas”. Su obra se halla dividida en dos tomos. El primero, referente a los asentamientos franceses, la política y la guerra, y el segundo, dividido en ocho tratados, “presenta

una ‘historia natural’ exhaustiva de las Antillas, que abarca muchas disciplinas, de la geografía a la botánica y la zoología, hasta la antropología21. Du Tertre escribe con un marcado nacionalismo, y escribe condenando a le Vasseur, titulando incluso uno de sus capítulos “La malvada conducta del Señor le Vasseur, que se volvió odioso a sus habitantes; es repudiado por el Señor de Poincy, y asesinado por dos Capitanes, a los que había adoptado”22. El siguiente libro de gran utilidad para la elaboración de este trabajo es el breviario El filibusterismo, de J. y F. Gall, publicado por el Fondo de Cultura Económica. Su título original en francés da una mejor idea del libro: El ensayo anarquista de los Hermanos de la Costa. Este libro está dedicado al estudio de la Cofradía de los Hermanos de la Costa, y menciona a le Vasseur en tanto estuvo relacionado con la Cofradía, dedicándole cuatro páginas en total. Consuelo Naranjo también escribe sobre Tortuga y le Vasseur en su libro Historia Mínima de las Antillas hispánicas y británicas, aunque en dicha obra, le dedica una página simplemente, pues el énfasis está puesto en los piratas y filibusteros en la región en general. Kris E. Lane, en Pillaging the empire: piracy in the Americas, desarrolla una historia general de la isla en cinco páginas, dedicándole media página a la historia de le Vasseur.

Hipótesis:

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Lagioia, Vincenzo, Jean-Baptiste du Tertre: explorador y misionero de la corte de Richelieu, Baetica

Estudios de Historia Moderna y Contemporánea, núm. 36-37, 2015, , [Consultado el 27 de mayo de 2019]. 22

Du Tertre, op. cit, p. 173.

La hipótesis que este trabajo busca comprobar es si gobierno de le Vasseur en Tortuga, inicialmente francés y posteriormente filibustero, proveyó oportunidades de crecimiento a la piratería.

Desarrollo: Tortuga y los Hermanos de la Costa La isla de Tortuga fue, en el periodo comprendido entre 1620 y 1660, un lugar estratégico en disputa entre las potencias coloniales y aquellos fuera de la ley. La isla descubierta por Cristóbal Colón fue bautizada por la semejanza de su perfil con el de una tortuga, y, por el difícil acceso gracias a sus arrecifes y formaciones rocosas, además de su pequeño tamaño, fue ignorada por España, “obsesa por las riquezas continentales”23. En palabras de Lane, “Tortuga, una pequeña isla con poco qué resaltar además de sus defensas naturales rocosas, fue una temprana materia de conflicto entre colonizadores franceses e ingleses. Los españoles, por su parte, una y otra vez tratarían de echar de la isla a las dos naciones intrusas”24 Los miembros de la Providence Company fueron, según Lane, los primeros “reclamantes legales” (“legal claimants”.) de la isla de Tortuga, y se establecieron para empezar a cultivar tabaco25. Fueron expulsados por los españoles en 1634 y otra vez en 1641.26 Para ese momento, dice Gall, la Cofradía de los Hermanos de la Costa lleva 20 activos, y es ya una potencia que obstaculiza la navegación española.27 Los Hermanos de la Costa fundaron una “República de piratas” en la isla de Tortuga, teniendo leyes orales: 1. Ni prejuicios de nacionalidad, ni de religión.

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Peña, op. cit., p. 104. Lane, op. cit, p. 98. 25 Ídem. 26 Ibid, 100. 27 Gall, op. cit, p. 106. 24

2. No existe la propiedad individual en lo referente a la tierra. 3. La Cofradía no tiene la menor injerencia en la libertad de cada cual. 4. No se admiten mujeres (blancas/libres).28 La Cofradía habría adoptado un comportamiento que tendía más a la piratería que a la caza después de cierta hazaña de Pierre Legrand, quien, con 28 hombres, y sin que ninguno saliera herido, logró capturar un galeón español.29

Le Vasseur y du Poincy Hacia 1620, Jean le Vasseur se encuentra en la isla de San Cristóbal con el capitán D’ Enambuc, y se vuelven socios en la colonización de la isla.30 En 1638, Lonvilliers de Poincy, Caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, Jefe de la escuadra de la Armada del Rey en Bretaña31, descrito por du Tertre como “un guerrero consumado, un gran político, un hombre poderoso en riquezas y en influencias y una de las buenas cabezas de Europa” 32 , es nombrado Capitán General de San Cristóbal y Teniente General de Su Majestad en las islas de América33. En el mismo año que de Poincy llega a Santo Cristóbal, le Vasseur regresa, y se gana su confianza. Cita Peña a du Tertre “que parecía [de Poincy] no recibir consejo sino de él [le Vasseur]; se hizo acompañar […] para que le indicara no solamente los lugares donde debían construirse las fortificaciones, sino también la manera de construirlas”34, pues había vivido en la isla mucho más tiempo que ningún otro europeo.35

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Gall, op. cit, p. 106. Íbid, p. 104-106. 30 Bambuk, Cabuzel-Andrea, Histoire politique, économique et sociale de la Martinique sous l'Ancien Régime (1635-1789), Marcel Riviere, 1935, p. 24. 31 Peña, op. cit, p. 134. 32 Du Tertre, op. cit, p. 122. 33 Peña, op. cit, p. 134. 34 Ídem. 35 Ídem. 29

Por ser le Vasseur hugonote, recibió de Poincy acusaciones de proteger a herejes, y se vio forzado a alejar al capitán 36 . La oportunidad para hacerlo se presentó cuando recibió informes de que la isla de Tortuga, bajo el mando del gobernador Willis de los Hermanos de la Costa37, estaba a un paso de ser colonia inglesa38. Le Vasseur, evitando el recelo de la Cofradía, desembarca en Port à Margot, frente a la costa de Tortuga con 50 hombres, todos hugonotes 39 . Permanece ahí tres meses40, conviviendo con los cófrades, regalando ron y vino, maldiciendo a los católicos 41 , y finalmente, declarando que él y sus hombres buscan unirse a la Hermandad 42 . Con lo anterior, busca, según Gall, tomar la isla sembrando discordia entre los filibusteros. Dice Gall que En ese incesante ir y venir de hombres a su barco ha platicado largamente con los franceses. ¿Por qué han elegido como “gobernador” a Willis, un inglés? Lo eligió la mayoría. ¿Por qué no derribarlo y elegir un compatriota? La Constitución lo permite. Los filibusteros se niegan. Todas esas apelaciones al nacionalismo no los conmueven. Levasseur [sic] insiste, hace promesas, habla de grandes proyectos. Intenta abrir una brecha en el caparazón de la anarquía recurriendo al chantaje patriótico. Los Hermanos titubean. Levasseur llega con la aureola de sus hazañas, haba muy bien, acoge a todo el mundo gentilmente, reparte generosamente el ron… tiene el aire inconfundible de un jefe.43

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Du Tertre, op. cit, p. 170. Gall, op. cit, p. 106. 38 Peña, op. cit, p. 136. 39 Du Tertre, op. cit, p. 170. 40 Peña, op. cit, p. 136. 41 Gall, op. cit, p. 107. 42 Ídem. 43 Ídem. 37

Después de ello, desembarca. Según du Tertre, manda decir al Comandante inglés [sic] que llega a la isla “para vengar la muerte de algunos franceses 44, y el daño hecho a otros al expulsarlos dos veces de la isla; y que, si en veinticuatro horas no se han rendido, no les dará cuartel”45. Según Gall, le Vasseur, ya en tierra pretendió que Willis convocara elecciones, y ante la negativa, lo ataca y vence, sustituyéndolo como gobernador 46. Peña se limita a decir “Cuando se consideró en buenas condiciones de hacerlo, dio el salto a La Tortuga, que no estaba lejos de su primera base. Sorprendidos los ingleses con la llegada de Le Vasseur [sic], a éste le fue fácil la empresa de deshacerse de ellos y adueñarse absolutamente de la isla el 31 de agosto de 1640”47. Le Vasseur fue nombrado gobernador luego de Tortuga, y junto con du Poincy, elaboraron trece artículos para regir la isla. Estos están incluidos en la obra de du Tertre, como addenda, al final. El primer artículo dice “Liberté de conscience égale aux deux Religions”48: libertad de credo para protestantes y católicos.

Fig. 3 Mapa de la isla de Tortuga49. El Fuerte du Rocher encuadrado en rojo.

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Los acontecimientos a los que se refiere nos los comunica de Poincy en una memoria dirigida a la Compañía de las Islas de América, citada por Peña. Dice que trescientos ingleses salieron de la isla Nieves a Tortuga, y desalojaron y asesinaron a cuarenta franceses en 1635. 45 Du Tertre, op. cit, p. 170. 46 Gall, op. cit, p. 107-108. 47 Peña, op. cit, p. 136. 48 Du Tertre, op. cit, p. 588. 49 Lámina III. Mapa de la Tortuga, en Gall, op. cit, p.144.

Le Vasseur, gobernador Una vez fue reconocido gobernador, empezó a construir un fuerte, al que llamó du Rocher, que significa “de la Peña”. Du Tertre lo describe de la siguiente manera: Era una plataforma rocosa, a cuyo alrededor construyó una serie de terrazas regulares, capaces de alojar en un momento dado trescientos o cuatrocientos hombres. En medio de esta plataforma se erguía la roca hasta la altura de treinta pies, en montículo escarpado por todas partes. Construyó en la misma roca algunos peldaños que sólo llegaban hasta la mitad del montículo, y para ascender desde aquí hasta la cima se valía de una escala de hierro, que retiraba el capitán Le Vasseur a su conveniencia. Imaginó y construyó también una cercera en forma de chimenea, por la cual podía descender, valiéndose de cuerdas, hasta la terraza. Por la base de rocas manaba un chorro de agua, grueso como el brazo de un hombre, e inagotable. Sobre el pináculo edificó Le Vasseur su residencia personal y sus almacenes de pólvora. Colocó cañones y otras piezas, enfiladas hacia la plataforma, y que defendían, desde luego, la entrada de la ensenada. Hizo, en una palabra, todo cuanto un buen ingeniero debió hacer para que la fortaleza resultara inexpugnable.50 Desde esa misma posición de gobernador, organiza y expande las actividades de los Hermanos, designando almirantes para dirigir las expediciones51. Todas estas acciones incomodaron a du Poincy, quien busca recordar a le Vasseur que es un subordinado suyo y de la corona. El gobernador de Tortuga manda varias relaciones en las que intenta convencer al de San Cristóbal que aún es su subordinado, la isla es ya una colonia francesa próspera y se respeta la autoridad del rey52, sin tener mucho éxito en convencerle. Le Vasseur luego rechaza la estadía de un sobrino de du Poincy, e incluso detalla Peña que se burló abiertamente de su aún socio en San Cristóbal, cuando, en vez de enviarle una escultura de la Virgen de plata capturada a los españoles, le envió una de madera

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Du Tertre, op. cit, p.171. Gall, op. cit, p. 108. 52 Ídem 51

diciendo que los católicos (como du Poincy) eran espirituales y no amaban la materia, pero que él prefería el metal, y por ello decidió quedárselo.53 En 1643, desde su Fuerte du Rocher, rechaza un ataque español. Esto cimentó fuertemente su posición, no sólo en Tortuga, sino también en Francia y con los piratas y filibusteros de todas las Antillas. 54 Aunque señala Peña que “fray Cipriano de Ultrera niega rotundamente la posibilidad de que este encuentro tuviera lugar. Se funda sobre razones que no admiten réplica”55. El lugar estratégico de la isla, aunado a la protección que dio a los piratas, causó un aumento drástico en la cantidad de bucanerismo en La Española. La isla permitía transportar la mercancía con más facilidad por todo el Caribe, la fortaleza hacía posible defender tanto las rutas como sus bienes.56 Du Poincy, contrariado porque le Vasseur, aprovechándose de sus buenas intenciones, su nombre y su autoridad, usurpó y se adueñó de Tortuga57, le ordena regresar a San Cristóbal, cosa a la que el ahora rebelde se niega58. Si bien du Poincy envió carta a París sobre el asunto, el cardenal Mazarino decide apoyar al gobierno de Tortuga, pues los daños que ocasionaban a los españoles pesaban más que el castigo de un rebelde, y atacar la isla supone “destruir esos auxiliares involuntarios de la corona francesa”59. Le Vasseur adoptó una política represiva y anticatólica, contrariando el primer artículo de gobierno que había convenido con du Poincy. Prohíbe a los católicos las demostraciones públicas de fe, quema una capilla que ellos habían construido, expulsan a los sacerdotes 60 , y finalmente prohíbe el trato entre protestantes y católicos61.

53

Du Tertre, op. cit, p.174. Peña, op. cit, p. 142. 55 Íbid, p. 143. 56 Ídem. 57 Du Tertre, op. cit, p.175. 58 Íbid, p.172. 59 Gall, op. cit, p. 110. 60 Du Tertre, op. cit, p.173. 61 Peña, op. cit, p. 144. 54

También organizó un sistema excesivo de impuestos, con que se enriqueció rápidamente 62 . De este periodo es el sobrenombre que recibió su fuerte “el Purgatorio”, pues, además de la política opresiva, inventó un tormento, al que llamó “el Infierno”. Esta tortura la describe du Tertre, como “una grulla de hierro, por la cual los hacía pasar la cabeza, los pies y las manos: Y esta horrible máquina siempre era usada hasta que un hombre quedaba todo doblado, lo que le causaba un dolor increíble”63. Entre 1647 y 1649, se hace un reparto de las Antillas entre las potencias de Europa, y Tortuga es puesta bajo la jurisdicción de la Orden de Malta, de la que du Poincy era Caballero, y éste envía al caballero de Fontenay para ser el nuevo gobernador de la isla64. De este Fontenay, no dan el nombre ni du Tertre, ni Gall, ni Peña. De hecho, el contrato que realizó con du Poincy en 1641, que abre con el nombre y títulos del gobernador de San Cristóbal, sólo lo nombra como “Sieur le Chevalier de Fontenay”. 65 Es Consuelo Naranjo, en su Historia Mínima de las Antillas hispánicas y británicas, quien dice que su nombre es Timoleón Hotman de Fontenay66. La tarea de Fontenay comenzó el asesinato de le Vasseur, en 1652 ó 1653. Los perpetradores fueron sus lugartenientes 67 más confiados: sus ahijados 68 . Según Gall, el hecho tuvo como autor intelectual al mismo Fontenay: “[…] De Fontanay [sic] fue lo suficientemente hábil para hacerse elegir, entre aclamaciones, en el puesto de su víctima”69. Sin embargo, Peña, usando a du Tertre como base, sostiene que el móvil del asesinato fue el malestar de uno de los ahijados de le Vasseur porque este no

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Du Tertre, op. cit, p.173. .Ídem.. 64 .Ídem. 65 Íbid, p. 591. 66 Naranjo, Consuelo, Historia Mínima de las Antillas hispánicas y británicas, 2014, p. 62. 67 Gall, op. cit, p. 111. 68 Du Tertre, op. cit, p.174. 69 Gall, op. cit, p. 111. 63

aprobaba su relación con una prostituta70. Este lugarteniente, de nombre Tibaut, convenció a su compañero Martín, y junto con otros siete u ocho hombres, llevaron a cabo el “parricidio”, como lo llama du Tertre71. El asesinato fue con mosquetes y puñaladas. Según du Tertre tuvo una muerte dramática y, retomando a César, exclamó “¿eres tú, Tibaut, quien me matas?”72. Continúa explicando du Tertre que pidió el moribundo un sacerdote, pues deseaba morir católico. Dice Peña al respecto “Le Pers niega esta versión”73. Fue gobernador Jean le Vasseur de la isla de Tortuga cerca de doce años. A su muerte, Fontenay restableció el catolicismo. Duró poco tiempo el nuevo gobernador, pues adoptó un papel más proactivo en cuanto a la piratería, asolando La Española74. Como consecuencia, en 1654, los españoles lanzan un ataque a gran escala, por mar y por tierra. Este ataque derruyó el Fuerte du Rocher, y expulsó a los habitantes de la isla. Fontenay desaparece de la historia75.

Conclusiones: La isla de Tortuga, ubicada estratégicamente en un punto central del Caribe, jugó un papel trascendental en la piratería. Bajo el gobierno del hugonote Jean le Vasseur, este papel se desarrolló a su máximo esplendor. Le Vasseur elaboró estructuras de gobierno que le permitieron enriquecerse, ser prácticamente dueño de la isla, fomentar las actividades contra España, y proteger los bienes que estas actividades generaron.

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Peña, op. cit, p. 150. Du Tertre, op. cit, p.174. 72 “Hé c’est donc toy Tibaut, qui me tüe”, Du Tertre, op. cit, p.175. 73 Jean-Baptiste le Pers (1675-1735), jesuita, fue la fuente para al menos dos libros, sin embargo, Peña no dice dónde obtuvo la información. 74 Peña, op. cit, p. 152. 75 Gall, op. cit, p. 113. 71

Anexo: Mapas e imágenes

“Mapa”, en Peña, op. cit.

Lámina VIII. Costa de Haití, vista desde la Tortuga, en Gall, op. cit.

Bibliografía: Bambuk, Cabuzel-Andrea, Histoire politique, économique et sociale de la Martinique sous l'Ancien Régime (1635-1789), Marcel Rivière, 1935. Du Tertre, Jean-Baptiste, Histoire générale des Antilles habitées par les François, tomo I, París, Thomas Iolly,1667. Gall, J. y F., El filibusterismo, México, FCE, 2014, “Isla Tortuga”, EcuRed, s/f, < https://www.ecured.cu/Isla_Tortuga>, [Consultado el 2 de abril de 2019]. Lane, Kris, Pillaging the empire: piracy in the Americas, New York, Latin American Realities/M.E. Sharp, 1998. Google, Maps, 2019, , [consultado el 2 de abril de 2019]. Naranjo, Consuelo, Historia Mínima de las Antillas hispánicas y británicas, México, El Colegio de México, 2014. Lagioia, Vincenzo, Jean-Baptiste du Tertre: explorador y misionero de la corte de Richelieu, Baetica Estudios de Historia Moderna y Contemporánea, núm. 36-37, 2015, , [Consultado el 27 de mayo de 2019] Peña, Manuel, La isla de Tortuga, Madrid, Ediciones Cultura Hispánica, 1977.