El Existencialismo Es Un Humanismo

Sartre, Jean Paul. El existencialismo es un humanismo. Buenos Aires, Hyspamérica, 1984. 1. Introducción (José María Orte

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Sartre, Jean Paul. El existencialismo es un humanismo. Buenos Aires, Hyspamérica, 1984. 1. Introducción (José María Ortega Ortiz) Contexto de surgimiento: 

Sociedad desgarrada: en terminología sartriana el para-sí corría peligro de convertirse en en-sí, porque el proceso social lo llevaba a ello.

Búsqueda del existencialismo: la realización de la plenitud del individuo humano mediante la actualización de su libertad. Rasgos característicos del existencialismo: a. Implicación vital del filósofo en su objeto de reflexión (vs rígido objetivismo extrincesista). La vivencia personal necesariamente se ve introducida formalmente (y/o materialmente) en la reflexión filosófica (como en la hermenéutica; vs la neutralidad científica). El interés apasionado (porque el conocimiento es vivencial) por lo que abordan es un momento esencial de la filosofía. No se pueden resolver los problemas filosóficos olvidándose de uno mismo (cf. casos extremos con respecto a este tema Kierkegaard y Heidegger). b. Centralidad de los temas de reflexión: el hombre y la realidad humana (ej: libertad, etc). El hombre posee el primer lugar en la reflexión. La pregunta por el ser es la pregunta clave de toda la filosofía pero, el serahí (el ente hombre) es el lugar privilegiado de la pregunta por el ser, porque en él radica la posibilidad de preguntar por él (Heidegger). c. Abordaje del tema del hombre: es un sujeto, un para-sí, no es objeto como para las ciencias. El para-sí, es un sujeto en el mundo y abierto al mundo. Un sujeto que se realiza en la historia y en su realizarse se proyecta y se trasciende. El hombre se crea a sí mismo, y creándose se proyecta. d. Libertad: posibilita la elección (frente a todo totalitarismo = dictadura de la razón formalizada –razón formal, ética formal), y por lo tanto, la realización del individuo. Si la racionalidad es formal, las relaciones se van deshumanizando, se pierde el rostro humano. El existencialismo prioriza la libertad. e. Proponen algo así como una razón individual (vs la razón formaluniversal del positivismo del círculo de Viena). -

Sartre (1905-1980)

Nace en París, profesor de filosofía en el Liceo de Le Havre. Marcha a Berlín como profesor de varios liceos. Prisionero al incorporarse a la resistencia francesa. Nunca fue profesor de una cátedra universitaria. Puntos cruciales de su pensamiento: a. Desarrollo inicial como filósofo: idealista-racionalista (Hegel y Descartes); en su estancia en Alemania lee a Heidegger y Husserl, convirtiéndose la fenomenología en la fuente primordial de su pensamiento. A Marx lo lee, lo entiende, pero no lo comprende (comprender-Sartre- es cambiar, ir más allá de uno mismo) hasta la década de 1950, en la que produce una obra de tinte marxista: crítica de la razón dialéctica. b. La trascendencia del ego: la estructura del para-sí  Es el primer libro filosófico, en el que se critica al ego de Descartes. Critica el yo-pienso cartesiano desde el concepto de conciencia de la fenomenología. Lo que primero se descubre en el cogito, siguiendo a Husserl, no es la existencia, el cogito ergo sum, sino el cogito cogitatum. Lo que primero se descubre es la intencionalidad de la conciencia, la conciencia siempre es conciencia de algo. La estructura formal de la conciencia es una estructura relativa, y no absoluta.  Si la conciencia es conciencia de algo, lo primero que aparece es la distinción entre la conciencia y el objeto de su intención, el algo. La conciencia por lo tanto, no es una cosa.  Si la conciencia no es una cosa, el modo de existencia de la conciencia y de las cosas es distinto. Es del mundo, pero no se halla (existiendo) en el mundo como las cosas. De esta manera rompe con el ego cartesiano, que parecería ser tratado como una cosa.  La conciencia para Sartre es una transparencia, se agota en ser “conciencia de”. La unidad de la conciencia se fundamenta en el acto mismo de intencionar. Sartre se opone al yo cartesiano y al yo trascendental de Husserl, como garantías de la unidad de nuestra conciencia. La unidad de la conciencia se fundamenta en el acto de intencionar, y no en un yo-pienso, o en un yo-trascendental. La conciencia es una, para Sartre, en tanto intenciona. Cada acto de intencionalidad es movimiento de la conciencia hacia, y retención de la conciencia precedente. En cada acto de intencionalidad habría como una síntesis de la conciencia frente al descubrimiento de que no era lo

que era, (precedente: tesis, hacia: antítesis; yo, síntesis que realiza el acto intencional; Hegel).  Por lo tanto, si la conciencia es conciencia de, y hay un movimiento hacia-reteniendo lo precedente, el yo no es más que la síntesis que realiza el acto intencional; pura ilusión.  Claves de lectura: la conciencia de no es una cosa. c. La imaginación y lo imaginario  Una vez afirmada que la conciencia no es una cosa, se despeja la duda del yo, como un yo trascendental (lo que garantiza la unidad de las conciencia, donde se cohesionan el conjunto de todas las condiciones de posibilidad) y el yo empírico (conjunto de fenómenos psíquicos). Se trata de analizar los distintos modos de conciencia que yo experimento (obras: 1936-1940). De manera muy resumida, las diversas modalidades de conciencia se constituyen según el modo como la conciencia intenciona (determinación de la voluntad en orden a un fin) el mundo con un significado particular.  Una de las funciones principales de la conciencia es la de imaginar. Escribe dos obras con respecto a este tema: la imaginación y lo imaginario. En la segunda obra, Sartre piensa que el error de considerar que la conciencia es un receptáculo de imágenes, ocurre cuando la conciencia reflexiva, reflexiona sobre la conciencia imaginante. Por lo tanto, es un error de la reflexión. El problema es que si la conciencia reflexiva reflexiona sobre la conciencia imaginante, estamos convirtiendo la conciencia nuevamente en objeto, y así, negamos la conciencia. Al realizar un análisis fenomenológico de la imagen, Sartre demuestra que la imagen no puede ser observable como puede serlo un objeto. En los actos de percibir e imaginar la conciencia intenciona el mismo objeto, pero en el percibir el objeto está presente, y en el imaginar, la conciencia intenciona el mismo objeto pero ausente. La conciencia imaginante no intenciona la imagen del objeto, sino el objeto ausente, irreal. Esta capacidad imaginante, de intencionar el objeto ausente, nos muestra que la conciencia se puede evadir del mundo, de la realidad que le rodea. Esto lo puede hacer porque no es una cosa sometida a las leyes de la mecánica. La conciencia es libre. La función imaginante no es una facultad de la conciencia, sino la conciencia entera, libre, que construye su objeto imaginario.

De la misma manera que la conciencia no recibe imágenes, tampoco se siente afectada por las emociones. En las emociones, la conciencia se convierte en conciencia emocionada. CLAVE: la conciencia no es un algo, y por lo tanto, no está sometida a las leyes de la causalidad. Esto indica que la conciencia es libre y no determinada, espontánea y transparente. Pero ¿qué es lo que determina el cambio de una conciencia a otra? Sartre sostiene que la conciencia cambia porque está motivada y la motivación depende de la importancia que la propia conciencia le concede. d. El ser y la nada. CLAVE: Desde el carácter intencional de la conciencia se pretenden descubrir ya no el mundo del sujeto, sino los fundamentos ontológicos de la realidad.  Desde el principio fundamental de que la conciencia es conciencia de algo, se puede inferir que, la conciencia cuando es conciencia de algo, es consciente al mismo tiempo de la distancia que la separa de ese algo; por lo tanto, si la conciencia es conciencia de algo, no es ese algo, la negación de la identificación de la conciencia y el algo es constitutiva de la misma. El ser está ahí, en su presencia irrefutable ante la conciencia. Ésta se acerca a él, puesto que es conciencia de él, pero, al mismo tiempo, se reconoce distanciada del ser.  ¿De qué distancia se trata (entre la conciencia y el objeto)? Nada se interpone entre la conciencia y el objeto del que es conciencia. Sólo la negación de la identificación con el objeto. Sartre utiliza el término: la nada. [La nada sería la negación de la identificación con el objeto, lo que distinguiría a la conciencia del ser; problema terminológico porque no se puede definir la nada con términos del ser]. La única escapatoria para Sartre, para poder hablar de la nada, es la metáfora, de forma tal que sugerirá y no definirá.  Sartre tiene que hablar del fenómeno que se presenta como una relación entre dos polos, el ser y la conciencia, de los cuales, uno, la conciencia es en relación con el otro, el ser, y se agota en esta relación. Del ser poco se puede decir, está ahí con su presencia irrefutable, plena, con perfecta coherencia consigo mismo, es en sí, y carece de función que le obligue a desplazarse de su ser en sí mismo. El ser es ontológicamente pleno.  La conciencia se encuentra en el otro extremo de la relación con el ser, que siendo distinta del ser, lo primero que podemos decir es que no es. Por oposición al ser que es en-sí, la conciencia es un para-sí, que no es,

pero que existe, dice Sartre. Es decir, es una densidad menor de ser , puesto que su ser consiste en ser conciencia de; existe sólo en relación con el en-sí. El modo de existencia del ser, es ser-en-sí y el de la conciencia es ser-para-sí.  Lo primero que se puede decir es que la conciencia encierra en sí una cierta carencia de ser. Esta deficiencia caracteriza su ontología y la antropología sartriana. En la Crítica de la razón dialéctica, es la base de la antropología del materialismo histórico.  En el plano ontológico (sólo por la vía de la negación): el para-sí no puede poseer la plenitud del ser, aunque siempre tienda a él. Esto genera que la conciencia no pueda nunca coincidir consigo misma, cualidad específica del ser en-sí. Esta carencia ontológica, es lo que genera en el plano antropológico, el deseo de plenitud, de forma tal, que la vida del para-sí transcurre proyectándose continuamente sobre el mundo para colmar la carencia que se encuentra en él.  El deseo se encuentra fundado en la carencia. Pero que es este deseo, la apetencia de fundir el en-sí en su propio ser, la fusión del en-sí y del para-sí. Si habría fusión, la conciencia moriría, es el triunfo final del en-sí. Esta fusión es imposible. Esto trae aparejado que el en-sí se convierte en el valor al que aspira el para-sí en todas las elecciones de sus fines. El valor se presenta como lo que el para-sí tiene que ser, como aquello que da sentido a la deficiencia del ser. El en-sí como utopía del para-sí.  Al no ser cosa entre las cosas, la conciencia es totalmente libre. El ser humano está condena a ser libre, porque él no es el origen de su libertad. Esto es la causa constante de su angustia constitutiva. El miedo no es identificable con la angustia. El miedo tiene a un objeto determinado que se presenta como amenaza. En la angustia, es la libertad misma la que se presenta como amenaza, es decir, la inevitabilidad de la libertad es lo que se convierte en peligro. La razón por la que Sartre dice que el hombre no vive siempre angustiado es porque el hombre generalmente vive en la conciencia espontánea, y no en la conciencia refleja.  Conciencia espontánea: es la conciencia de algo sin más, toda ella dirigida al objeto que intenciona, todo lo que está fuera de ese objeto queda fuera del campo de la conciencia. Ella objetiva los valores que elige, creyendo que los valores están inscritos en las cosas. Se olvida que los valores proceden de ella misma, que es ella la que da significación al mundo en el cual actúa. Mientras el ser humano se encuentra comprometido así con el mundo, la angustia no se hace presente.

 Conciencia refleja: cuando el algo de la conciencia es ella misma, cuando la conciencia es conciencia de sí [¿cómo puede ser conciencia de sí, si no es algo?]. En esta conciencia es donde habita la angustia. Esta es la conciencia angustiada constitutivamente. Hay varios recursos para evitar la angustia en la conciencia refleja; por ejemplo: la mala fe. El hombre es constitutivamente angustia, la puede evadir pero no erradicar.  El problema del encuentro entre conciencias (del para-sí con otro para-sí). El reinado de la subjetividad se ha se ha convertido en objeto para otro que es un proyecto también. El encuentro con el otro, hace desposeer el mundo (que no era otro que el mío). Este encuentro es considerado como la “caída original”. La única respuesta es la de objetivarlo también con mi mirada. e. Crítica de la razón dialéctica En la comprensión del marxismo. Con el para-sí y la libertad, y la carencia como la fuente del deseo que apetece el en-sí, se construye la ontología del marxismo. Para Sartre, el marxismo, es el materialismo histórico: el modo de producción de la vida material domina en general el desarrollo de la vida social, política intelectual (Marx, el Capital).  La antropología denota que el otro en tanto me objetiva es una relación conflictiva. Este será el fundamento antropológico que, según él, necesitaba el materialismo histórico.  El hombre sigue eligiendo con plena libertad, pero la situación en la que elige, está hecha de tal manera que el individuo no se reconoce en el resultado de su elección. La alienación del ser humano se produce porque las relaciones humanas están montadas sobre la escasez. De forma tal, que el encuentro con el otro, es un encuentro competitivo, como peligro, y como sobrantes. Ha establecido el principio materialista que consiste en sostener que las relaciones humanas tiene su fundamento en las necesidades materiales. Con el concepto de escases Sartre ofrece ese fundamento universal a la teoría.  La escases es el principio de inteligibilidad de la realidad del ser humano, ya que permite explicar su camino histórico, y posibilitar un análisis de lo que viene. El existencialismo es un humanismo

Es una Conferencia dada por Sartre en el club Maitenant, en 1946, en la cual se divulgan todas las tesis centrales del existencialismo. Conferencia  Quisiera defender aquí el existencialismo de una serie de reproches que se le han formulado. o

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Los comunistas: el existencialismo invita a una quietismo de desesperación, ya que todas las posibilidades parecerían estar cerradas, y por lo tanto, quedaría la quietud. Los marxistas: parte del yo-pienso cartesiano, lo que hace al hombre incapaz de solidaridad. Los cristianos: de que proponen una igualdad y que cada hombre puede hacer lo que quiere. En general: ponen el acento en el lado malo de la vida humana y se los acusa de naturalistas.

 Entendemos por existencialismo: una doctrina que hace posible la vida humana y que, por otra parte, declara que toda verdad y toda acción implica un medio y una subjetividad humana.  Establece que hay dos tipos de existencialistas: Los cristianos (Jasper, Gabriel Marcel) y los ateos (Heidegger, y existencialistas franceses). o Lo común: la existencia precede a la esencia, o lo mismo, hay que partir de la subjetividad (principio formal del existencialismo).  Opuesto: a la esencia precede a la existencia (visión técnica del mundo). Todavía se mantiene en Kant, aunque ya no haya Dios. El hombre es poseedor de una naturaleza humana que en el concepto humano, se encuentra en todos los hombres, lo que significa que cada hombre es un ejemplo particular de un concepto universal. o

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Sartre: el existencialismo ateo declara que si Dios no existe, hay por lo menos un se en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre, o como dice Heidegger, la realidad humana. El hombre si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después y será tal como se haya hecho. No hay naturaleza humana porque no hay Dios para concebirlo.

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El hombre empieza por existir, es decir, empieza por ser algo que se lanza hacia un porvenir, y que es consciente de proyectarse hacia el porvenir. El hombre ante todo es un proyecto que se vive subjetivamente. Distingue entre proyección y querer ser, porque querer ser es una decisión

consciente, que para la mayoría de nosotros es posterior a lo que el hombre ha hecho de sí mismo. Parecería haber una elección más original, más espontánea que lo que se llama voluntad. o

Si la existencia precede a la esencia, el ser humano es responsable de lo que es. Por lo tanto, el existencialismo se asienta sobre la responsabilidad total del ser humano. El hombre no es responsable solamente de sí mismo, sino también de todos los hombres.

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Hay dos designaciones de subjetivismo: elección del sujeto individual por sí mismo (contrarios le acusan de que utilizan esta designación), o, imposibilidad del hombre de sobrepasar la subjetividad humana. Cuando cada uno de los hombres se elige, también está eligiendo a todos los hombres. Toda creación del hombre que queremos ser, construye necesariamente una imagen del hombre de tal como creemos que debería ser. Nuestra responsabilidad (en tanto mi decisión crea la imagen para todos los hombres) es una responsabilidad mayor que la de cualquier disciplina filosófica.

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¿Qué se entiende por angustia? El hombre es angustia. El ser humano al elegir se convierte en un legislador, no puede escapar al sentimiento que le sobreviene al ser tan responsable. ¿Habría que preguntarse, que sucedería si todo el mundo hiciera lo mismo? Únicamente se puede escapar uno de ese sentimiento inquietante por una especie de mala fe.

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El que obra de mala fe: el que miente y se excusa declarando “todo el mundo no procede así”, es alguien que no está bien con su conciencia, porque el hecho de mentir implica un valor universal atribuido a la mentira. Porque siempre es la persona la que decide qué acto es bueno y cual malo. Uno obra de mala fe cuando no reconoce la universalidad de su propio obrar. La angustia proviene cuando uno se da cuenta de que la elección realizada dentro una pluralidad de oportunidades, no tiene más valor que porque sólo ha sido elegida por él. Entonces, frente a la crítica de los comunistas, la angustia no es una cortina que lleva al quietismo, sino que es parte de la misma acción elegida.

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El existencialismo se opone decididamente a cierto tipo de moral laica que quisiera suprimir a Dios con el menor gasto posible (valores a priori). El existencialista, por el contrario piensa que es muy incómodo que Dios no exista, porque con Él desaparece toda posibilidad de encontrar valores en un cielo inteligible. Ya no hay valores a priori. En el mundo de Sartre solo hay hombres. Si Dios no existe, todo está permitido. En consecuencia el hombre está abandonado porque no encuentra dónde aferrarse. No hay determinismo, el hombre es libertad. No hay valores u órdenes que legitimen nuestra conducta, por lo tanto no hay justificaciones o excusas

(cf. mala fe). Estamos solos y sin excusas. El ser humano está condenado a ser libre. Condenado porque no se ha creado, y libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace. No hay posibilidad de justificar un acto por pasional, o por signos que cree interpretar (cada uno le da la interpretación que quiere). El hombre está condenado a cada instante a inventar al hombre. o

El ser humano está desamparado (sin nada a que aferrarse). Caso de un alumno: el padre se había peleado con su madre, su hermano mayor había muerto en la ofensiva alemana de 1940, y este hijo quería vengar la muerte de su hermano. Él era el único consuelo de su madre. Tenía ante sus narices la posibilidad de alistarse para el ejército francés o quedarse con su madre. Se encontraba ante dos tipos de acción: concreta e inmediata (dirigida a un solo individuo, su madre) y otra dirigida a un conjunto infinitamente más vasto, a una colectividad nacional, pero que podía ser interrumpida en el camino, y terminar difusamente. Tenía en frente a una moral de simpatía, de devoción personal, y una moral más amplia, pero de eficacia indiscutible. Había que elegir. Todo tipo de justificación lo encierra en un círculo vicioso, doctrina cristiana, pragmatismo, ética formal kantiana, romanticismo (sentimientos). Lo que implica, necesariamente que no se pueda buscar en uno un estado auténtico que me empuje a actuar, ni pedir a una moral conceptos a priori que me permitan definir una dirección de mi obrar (Ni autonomía, ni heteronomía moral). Si pide consejo a alguien, según al que elija, ya sabe que le va a responder, por lo tanto, ya eligió un tipo de respuesta, y por lo tanto ya es responsable. La respuesta de Sartre, elija usted es libre, invente. El desamparo va junto con la angustia, cada uno es responsable y elije su ser.

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Esto no significa que deba abandonarme al quietismo, sino que debo comprometerme. Sólo hay realidad en la acción, no puedo esperar que los otros hagan lo que yo no puedo. El hombre no es nada más que su proyecto, no existe más que en la medida en que se realiza, no es por lo tanto más que el conjunto de sus actos, nada más que su vida. Sólo hay lo que se construye (cf. Nietzsche). El ser humano no es más que una serie de empresas, que es la suma, la organización, el conjunto de las relaciones que constituyen estas empresas. Lo que se les reprocha al existencialismo es la dureza optimista, y no su pesimismo.

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Frente al quietismo, es una filosofía de la acción; y frente al pesimismo, es una doctrina optimista, ya que el destino del hombre está en sí mismo.

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Hay que vérselas con una moral de la acción y del compromiso.

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Se le acusa de aislar al hombre en su subjetividad individual. El existencialismo parte de la subjetividad de cada persona. Parte del cogito ergo sum (aunque luego lo critica). Es una teoría que da una dignidad al hombre, no lo convierte en objeto (versus el materialismo). En el cogito, cada uno se descubre a sí mismo y a los otros (versus subjetividad individualista). Contrariamente a Descartes y a Kant, por el yo pienso, nos captamos a nosotros mismos frente al otro, y el otro es tan cierto para nosotros como nosotros mismos. Los otros son condición de su existencia (conciencia de). Para obtener una verdad cualquiera de mí, es necesario que pase por otro. Así, aparece un mundo que llamaremos la intersubjetividad, en él, el hombre decide lo que es y lo que son los otros.

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¿Condición o naturaleza humana? Condición es el conjunto de los límites a priori que bosquejan su situación fundamental en el universo. Hay universalidad en todo proyecto, porque todo proyecto puede ser comprensible para todo hombre. Lo universal se construye eligiendo.

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Frente a la objeción:  



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Puede elegir cualquier cosa: no es posible no elegir, ya que si no elijo, también elijo. No pueden juzgar a los demás, La elección es gratuita: es imposible que el ser humano no sea responsable, porque elije lo que quiere ser, se compromete con una decisión, y la lleva adelante. No es mero capricho. Uno se elige frente a los otros, y al elegirse, se elige a sí mismo frente a los otros. Se puede juzgar lógicamente (afirmaciones fundadas en el error o en la verdad; que es de mala fe –todo aquel que inventa un determinismo, que se esconde detrás de la excusa de sus pasiones). Lo actos de buena fe de todo hombre tiene como última significación la búsqueda de la libertad como tal. Una vez reconocido que la esencia es precedida por la existencia, no puedo no querer la libertad de los otros. Quiero que cada uno, sea libre y sea proyecto, porque proyecto es lo que es. No hay medio para juzgar, lo único importante es saber si esa invención que se hizo, se hizo en nombre de la libertad. La elección no es gratuita, lo común entre el arte y la moral, es que las dos son creación e invención. No se puede decir a priori lo que hay que hacer; implica compromiso y responsabilidad al crear la propia ley. Reciben con una mano, lo que dan con la otra: la vida es así, inventar los valores no significa más que esto, la vida a priori no tiene sentido. La vida, antes que el ser humano vida no es nada, le cabe a él darle sentido, y el valor no es otra cosa que ese sentido elegido. Hay dos sentidos de humanismo:



Teoría que toma al hombre como fin y como valor superior. Se le daría al hombre cierta honra a partir de los actos más altos de algunos hombres. El existencialismo no tomará al hombre como fin, porque siempre está por realizarse.



El ser humano está constantemente fuera de sí mismo, es proyectándose y perdiéndose fuera de sí mismo como hace existir al hombre, y es persiguiendo fines trascendentales como puede existir. El humanismo existencialista es el hombre que no está encerrado en sí mismo sino presente siempre en un universo humano. Es humanismo porque no hay otro legislador que él mismo. Es humanismo trascendente porque es saliendo fuera de sí, hacia un fin que lo libere, la forma que tiene de humanizarse. Es una filosofía de la acción.

Discusión 1. La angustia y la desesperación no se producen corrientemente. La angustia es constante en el sentido que mi elección original es una cosa constante. La angustia es: la ausencia total de justificación y la responsabilidad con respecto a todos. 2. Su filosofía busca resucitar en condiciones particulares, lo que fue lo esencial del radicalsocialismo, del liberalismo humanista, un liberalismo angustiado. 3. La existencia como proyecto de libertad es un determinismo, es una precondición (ya que no puede hacer más que elegir); la condición humana del existencialismo no es otra cosa que condición natural. Si uno postula un universo de objetos, la verdad desaparece (principio lógico y filosófico). El mundo del objeto, es el mundo de lo probable. Hay que reconocer que toda teoría científica y/o filosófica es probable. El hombre es un objeto para el hombre, a la recíproca es necesario, para captar el objeto como tal, un sujeto que se capte como sujeto. No hay naturaleza humana, cada época se desarrolla siguiendo dialécticas, y los hombres dependen de la época, y no de una naturaleza humana. Nunca hemos pensado que no había que analizar condiciones humanas ni intenciones individuales. Lo que llamamos la situación es precisamente el conjunto de condiciones materiales y hasta psicoanalíticas, que en una época dada, definen precisamente un conjunto. No hay causalidad. Cada uno busca la libertad, cada uno elige lo que quiere.