El EVANGELIO DE LA BESTIA

EL EVANGELIO DE LA BESTIA EL LIBRO DE LA BLASFEMIA Japluzamon Alexander Penagos Nota: Este es el evangelio de la Bestia

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EL EVANGELIO DE LA BESTIA EL LIBRO DE LA BLASFEMIA Japluzamon Alexander Penagos Nota: Este es el evangelio de la Bestia el libro de la blasfemia, escrito por un mortal, que se enfrenta a Dios, a sus Ángeles y a sus “santos” en la tierra. Si odias el pensamiento dañino de las religiones, si crees que ellas, en especial las de carácter cristiano son las que adormecen al hombre, las que provocan inic ialmente que el hombre se sumerja en una ignorancia ciega para vivir bajo el tem or y una recompensa de un paraíso luego de la muerte y ser basuras en esta tierr a, si crees que sus lideres no hacen nada por la naturaleza ni por el mundo sino generar ganancias a costas de su “Dios” cuando dicen ser pobres y no lo son. Si tu eres uno de ellos, de esos que han despertado del sueño profundo de la estup idez y se ha levantado para decir el sentido de la vida me lo doy yo, y no un Di os que no hace nada por nosotros y al que ni siquiera comprendo o no se si exist e. 3 EL EVANGELIO DE LA BESTIA EL LIBRO DE LA BLASFEMIA Índice 1 Al principio era yo, y Dios estaba en mí y yo era Dios, y Dios era yo P rimera Parte. Predicación del León en Galilea y en Judea 1. Primer Testimonio de Bael. Segundo Testimonio de Bael Primeros Discípulos de Bael. 2. El Primer Mila gro de la Bestia. Residencia en Cafarnaúm. Expulsión de los vendedores de los te mplos. Primeros frutos del testimonio de la Bestia (El León). 3. Visita de Elías . Tercer testimonio de Bael. 4. Partida del León para galilea. Encuentro con la Cristiana. La fidelidad la más fuerte. 5. El León Acaba con el paralítico en Bet esda. No hay día Santo. La Bestia se hace más que los Dioses. Gloria a los hombr es. 6. El León permite vivir a dos mil quinientos y deja morir a dos mil quinien tos. Temáis. Las Gracia a los Colaboradores. El León y el Pan de Vida. Ni pan vi vo ni Pan Muerto. Reflexión a los discípulos. 7. El León la Bestia y los ánimos de Jerusalén y galilea. Abolidos los días para los Dioses. Destrucción divina de los Mesías. Los Dioses se hallan. La Bestia blasfema y los límites de las leyes religiosas. Los Pareceres de la Bestia. 8. La mujer sorprendida en adulterio. L a Bestia sombra del Mundo. La Bestia desconoce a Jesús y a todos los que no se b uscan a si mismos. Los hijos del Diablo. 9. El ciego de Nacimiento. 4 La Bestia y sobre los milagros. La Fe es ceguera. 10. El León permite descubrir que el buen pastor es un verdadero Embaucador. La vida de las Bestias. El poder de la Bestia. La Bestia sin Dioses como el Padre. Luego de las temidas palabras de la Bestia. 11. La muerte de la oración de Pedro y el nacimiento de un Jardín. Sofía y Lilith. La humillación. La Bestia y los concilios. 12. La Bestia unge l os pies de una Mujer en Betania y se hace Dios de la vida. La Burla a la entrada triunfal de aquel Mesías. El triunfo de la Bestia en la vida. La muchedumbre de ja de ser muchedumbre. La duda plausible. La necesidad de Creer en si mismo. Seg unda Parte. La no Pasión, el Si a La Vida en Esta Tierra. 13. Los Discípulos lav an sus propios Pies. La entrega. Comienza la Unión. La confirmación de la imperf ección. 14. El camino, la verdad propia y la vida. Los discípulos y la palabra. 15. Yo soy la vid que me importa. Amor al mundo y odio de los perros arrastrados . 16. La humanidad. El espíritu santo y la Bestia. El gozo perpetuo. Confianza e n los humanos. 17. Extinción de las oraciones y nuevo cántico para el hombre Bes tia. No rogar a Nadie ni ha nada. Capítulo final. Reflexión de La Bestia y Algui to. 5 © 2008 Y la serpiente, el llamado tentador, el diablo que fue expulsado por Dios y por sus Ángeles del paraíso, expulso con sus Ángeles a Dios y a sus Ángeles d e la vida humana… la única que puede dar sentido a cualquier existencia... 6 DEDICATORIA A la Cábala (ophiel 1976) A mis futuros alumnos: ¡Hola! Por varias r azones, entre ellas la personalidad de Japluzamon, hoy por hoy no hay una distri bución amplia de estos libros. Japluzamon, un poco en broma, aunque se le parte el corazón, acusa a los otros de dejar que Dios confunda sus mentes para impedir

que este libro se haga público, o, ahora que ha salido, para ralentizar su dist ribución, así como la distribución de los demás libros, e impedir que la Verdad sea conocida y utilizada. Pues bien, en cada vida ha de llover (¿pero, acaso, ti ene que haber un constante diluvio?). Yo voy a continuar. ¡Y que las gotas de ag ua lleguen a consumir con el tiempo la piedra más dura! ¡Que así sea! Japluzamon Oeste de Hollywood, California Primavera de 1976 A Los Seminarios Católicos y a otros. Porque el haberme filtrado en sus conventos y seminarios como un buen se minarista e hijo de de Dios, me ayudaron en los conocimientos necesarios en los aspectos que requería para mi estudio personal. Nada como conocer al enemigo des de su interior, por ser tan amables y por soportar un hombre heterosexual como l o soy en su gran lista de homosexuales por algunos años, por dejarme interactuar con los corderos mensos de Dios que se hacen luego pastores para confundir la r azón humana. Gracias Cardenales, Obispos, párrocos y sacerdotes, hermanos y diác onos, seminaristas y santos novicios por su debilidad y por sus caras de tontos, a los santos, a la virgen maría de Chiquinquirá, a la virgen de Guadalupe, a la virgen de Maracaibo, a la virgen del Carmen y a la virgen de Lourdes, al cuadro que tiene mi abuela del sagrado corazón de Jesús en la sala, a Jesús crucificad o, a Jesús penitente, a Jesús obrero, a Jesús pastor y a Jesús niño y al del vei nte de Julio, a la cruz de mayo y a los momentos de reflexión de semana santa, a los retiros espirituales, al trabajo en el proyecto de nueva evangelización, gr acias a Yahvé a Elohin a Dios y a Jehová al in-nómbrale, la paloma blanca y al e spíritu santo como también a las lenguas de fuego y a los dones. Gracias a todos … los odio. Pero sé que Satán se complace por aquellos que de la viña del “señor ” pecan. A estos lo aliento. A los Musulmanes extremistas Por se tan congruentes , inteligentes y sagaces... Y por permitirme vivir hoy y entender que el mensaje de Dios puede venir en un avión ----- malditos paganos ¡guerra Santa! A los bud istas. Por el misticismo y por las artes marciales. Y más aún por dejar tantas m ujeres fuera de su cuento. Y a los partidos políticos y a los políticos, sé que ese si es…. Por último a todos aquellos que me siguieron la corriente y se reían de esta idea, a mi mamá, a mi papá, a mis hermanos, a mi tía Elizabeth, a Mis a buelos y a Vivi. A mis primos y a mí yo por dedicar seriedad en lo que a continu ación leerán. A los que se me escapen y a todos ustedes aquellos que enviaran es to vía mail a sus contactos Hail Satán. 7 Introducción Recuerdo; Arrodillado ante la nada, intentando descubrir aquellas p alabras del evangelio de sacrificio y no logre entenderlo, no es cierto que se n ecesita iluminación para entender tales palabras ¡Malditos jactanciosos de sus i nventos! Pero es necesaria la fe hacia ese tipo de seres para creer en ellos y p ara hacer de ellos modelo de vida. Entonces, mientras intentaba meditar tales pa labras fui creando mi propio evangelio, Les transcribiré el plagio que concebí a ese Dios de los cristianos y a sus escritores iluminados y he creado evangelio del hombre. Perdón Yahvé por blasfemar tu evangelio teológico, la fuente más imp ortante de tu Iglesia, luego de tu cordero degollado y gracias por no fulminarme con un rayo de tu furia, pero que gusto Satán. 8 EL EVANGELIO DE LA BESTIA EL LIBRO DE LA BLASFEMIA Por: Japluzamon Alexander Pen agos 1. Al principio era yo, y Dios estaba en mí y yo era Dios, y Dios era yo. 2 . Yo era principio de Dios. 3. Todas las cosas fueron hechas por mí y sin mi no importaría nada de cuanto se ha hecho. 4. En mi esta la vida y mi vida es sombra de los hombres. 5. La oscuridad opaca la luz por ello la luz no la acogió. 6. H ubo un hombre enviado de nombre Bael. 7. Vino este a dar testimonio de las sombr as, para testificar de ellas y que todos entendieran por él. 8. No era la sombra , sino que vino a dar testimonio de las sombras. 9. Era yo la sombra verdadera q ue, viniendo a este mundo refugiaría y liberaría a todo hombre. 10. Estaba en el mundo y por mí fue la creación, pero el mundo cobarde no se conocía. 11. Vine a todos, pero todos no me recibieron 12. Más a cuantos me recibieron les di poder de ser Dioses, a aquellos que creen en su propio nombre; 13. Que de la sangre, de la voluntad carnal, de la voluntad animal, de la libertad son nacidos. 14. Yo me hice carne y habito entre ustedes y hemos visto nuestro trono, trono de Dios es, llenos de placer, equilibrio y felicidad. 15. Bael da testimonio de mí clama

ndo: Este es de quién os dije; El que viene por encima de mí, continúa encima de mí, porque luchará por seguir encima de mí. 16. Pues de su vuelo recibimos todo s refugios contra la luz. 17. Por que la ley muerta fue dada por Jesús, la felic idad y la armonía vino por mí. 18. Nuestra divinidad no se había visto jamás, ah ora yo que habito en mi propio seno divino se las he dado ha conocer. 9 Primera Parte. Predicación del León en Galilea y en Judea 1. Primer Testimonio d e Bael. 19. Este es el testimonio de Bael. Cuando los Judíos, Cristianos y los M usulmanes, desde el Vaticano, la meca y Jerusalén, le enviaron sacerdotes, Rabin os, levitas y monjes para preguntarle: Tú ¿Quién eres? 20. El confesó y no negó: Soy el que soy, más no soy el León 21. Le preguntaron entonces ¿Qué? ¿Eres Jesú s? ¿Eres Mahoma? ¿Eres Buda? Y contestó, no ¿Eres el Mesías? El respondió: no, n o, no. 22. Dijéronle, pues ¿Quién eres? Para que podamos dar respuesta a los que nos han enviado ¿Qué dices de ti mismo? 23. Dijo: Yo soy el que soy, el refugio confortable que grita a la luz insoportable y a la traición: Enderezad vuestro camino a nuestra propia divinidad, según no lo ha dicho profeta alguno. 24. Los enviados eran ratas, cerdos y estúpidos, 25. y le preguntaron, diciendo: Pues, ¿ por qué llamas a los creadores de Dioses, sino eres Jesús, Mahoma o el Mesías? 2 6. Bael les contesto, diciendo; Yo llamo a Dioses con palabra, pero uno que no e sta entre vosotros, uno que ustedes aún no conocen 27. viene encima de mi, a qui én no alcanzo para desatarle la correa de sus zapatos 28. Esto sucedió en Betani a, al otro lado del Jordán donde Bael llamaba a Dioses. Segundo Testimonio de Ba el 29. Al día siguiente vio Bael que yo iba y dijo: he aquí el León que se ha vu elto Dios que trae armonía al mundo. 30. Este es de aquel de quien yo dije: Enci ma viene uno que esta por encima de mí porque vuela más alto que yo. 31. Yo le c onocía más para que el fuese manifestado al mundo he venido yo y ese me volvió c omo Dios. 32. Y Bael dio testimonio de mí diciendo: Yo he sentido y visto como e l aire fresco y la alegría se ha posado sobre mí. 33. Yo le conocía pero el me e nvió a llamar Dioses en palabra diciendo: quién haga descender el aire fresco y la alegría sobre ti, ese es el que crea Dioses en sí mismo. 34. Y yo vi, y doy t estimonio que este es León Dios. Primeros Discípulos de Bael. 35. Al día siguiente hallándose Bael con dos de sus discípulos, 36. fijó en mí l a vista y dijo: he aquí el León Dios 37. Los dos discípulos le oyeron y me sigui eron 38. Viendo que me seguían, les dije ¿Qué buscáis? Dijeron ellos: León, que quiere decir La Bestia, ¿Dónde Moras? 39. les dije: Venid y Ved. Fueron pues y v ieron donde moraba y permanecieron conmigo aquel día. Era como el medio día 40. Era Abigail, la hermana de Abel, uno de los dos que me oyeron y me siguieron. 41 . Encontró luego a su hermano Abel y le dijo: Hemos hallado al León Dios, que qu iere decir la Bestia 42. Le condujo hasta donde yo estaba y fijando la vista en el dije: Tú eres Abel, no me interesa tu padre; Tú serás llamado engaño, que qui ere decir Abel. 43. Al otro día. Queriendo salir hacia galilea encontré a Abigor y le dije; Sígueme. 44. Era Abigor de Betsadia, la ciudad de Abigail y Abel. 45 . Encontró Abigor a Atenea y le dijo; Hemos hallado aquel de quién blasfemo por temor la moribunda ley y los cerdos, al Dios León, Dios por si mismo 46. Dijo At enea: ¿De sí mismo puede nacer un Dios? Dijo Abigail; Ven y verás 47. Vi a Atene a que venia hacia mí, y le dije: He aquí un verdadero Dios en quién no hay ídolo s 48. Me dijo Atenea: ¿De donde me conoces? Contesté diciendo: Antes que Abigail te llamase te vi escalando montañas hacia mi 49. Atenea contestó; Tú eres León Dios, Dios de Dioses, Bestias de Bestias, rey de toda tu sombra 50. Contesté dic iendo: Porque te he dicho que te vi escalando montañas hacia mi ¿crees? Cosas 10 mayores tu harás, veras, dirás y sentirás 51. Y Añadí: En Verdad, en verdad os d igo que veréis cerrarse el cielo y a mis Ángeles libres bajando y subiendo sobre el León Dios aquí en la tierra. 2. El Primer Milagro de la Bestia. 1. Al tercer día hubo una boda en Canaán de Galilea, estaba allí mi madre y 2. fui invitado también junto con mis discípulos a la boda 3. No tenían Vino, porque el vino de boda se había acabado. En esto me contó mi Madre: Mujer que va a mi y a ti, plan earon mal, ¿o no desean que la gente se beba? Y no nos han pedido ningún favor. 5. Dijo mi madre a los servidores: haced lo que el os diga. Le dije a mi madre, nunca jamás me vuelvas a poner en esta situación, te haz aprovechado de tu posic

ión como mi Madre, la próxima vez que lo hagas te faltare al respeto como me lo has faltado hoy. 6. Había allí nueve tinajas de piedra para las purificaciones d e los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres metretas 7. Yo como Le ón dije: comprad del mejor vino que consigan en el mercado pero no las llenen en sus tinajas 8. Pedí a mi madre el dinero para pagar y les dije: este es el rega lo de mi madre por la boda, ya pueden llevarlo, 9. y luego que el maestresala pr obó el vino que se había conseguido –él no sabia de dónde venia, pero lo sabían los servidores, que lo habían traído-, llamó al novio 10. y le dijo: Todos sirve n primero el vino bueno y cuando están todos bebidos, el peor; pero tu has dado del mejor vino desde el principio y mejor el del fin. 11. Éste no fue el primer milagro que hice, en Canaán de Galilea más manifesté mi orgullo, mi respeto y qu edaron en deuda los huéspedes. Allí creyó mi madre y mis discípulos en mí. Resid encia en Cafarnaúm 12. Después de esto bajé a Cafarnaúm con mi madre y mis discí pulos y permanecimos allí algunos días. Expulsión de los vendedores de los templ os 13. Estaba próxima la pascua de los judíos y la de los cristianos, y subí a J erusalén. 14. Encontré en los templos a los vendedores de casas y de recuerdos, y a los cambistas, 15. y haciendo de cuerdas un azote, los arroje a todos de los templos; Con sus propuestas, con sus sugerencias; derramé el dinero de los camb istas y derribé sus mesas; y a los que vendían recuerdos les dije; Quitad de aqu í todo esto y no hagáis del momento final, de las creencias y de la ignorancia n egocio pues las casas de estos Dioses quedaran vacías, buscad un sitio que no pr ovoque asco 16. Y reflexionaron mis discípulos en lo que no esta escrito (El cel o por la libertad de los hombres nos debe consumir) 17. Los judíos líderes y sac erdotes católicos tomaron la palabra y me dijeron: ¿Qué señal das para obrar así ? 18. Respondí diciendo; destruid este templo, y en pocos meses construiremos un a escuela, destruid ese otro y construiremos un jardín. 19. Replicaron los dos: cuarenta y seis años se han empleado en edificar este templo y ese otro cuarenta y cuatro ¿Y tú dices destruirlos para construir allí una escuela y allí un jard ín? Y se rieron. 20. pero yo hablaba con justicia y sin temor. Cuando años despu és lo demolieron los vivos, recordaron mis discípulos en lo que yo había propues to, y se alegraron en mis palabras, de educación, de salud de hombre y de la nat uraleza y se cubrieron con las sobras de la libertad. Primeros frutos del testim onio de la Bestia (El León) 21. Al tiempo en que estuve en Jerusalén para obrar realidades en cuanto otros recordaban no vistos milagros en la pascua, creyeron muchos en mi nombre y en mi justicia viendo, sintiendo y oyendo verdades. 22. Yo no confiaba en ninguno, porque no conocía a ninguno realmente 23. Y no necesita ba que dieran testimonio de mis colmillos, pues lo que me interesaba era mi armo nía y mi felicidad. 11 3. Visita de Elías. 1. Había un fariseo de Nombre Astareth, principal entre los judíos, 2. que vino a la noche donde yo estaba y me dijo; León Bestia sabemos qu e has venido como liberador por tu propia parte, pues nadie se atreve a actuar t an feroz cómo tú lo haces, eres tu propio Dios 3. Respondí diciendo: En Verdad t e digo que quien no naciere en sí mismo no conocerá su trono divino 4. Dijo Asta reth ¿Cómo el hombre puede nacer en si mismo? ¿Acaso puede el hombre entrar en s i mismo y gestarse? 5. Respondí; En verdad en verdad te digo que quien no nacier e en libertad y en armonía le es necesario nacer en si mismo para forma su trono 6. lo que nace de la carne, carne es; pero lo que nace de si mismo es mas que c arne 7. No te escandalices de lo que yo he dicho: Es preciso nacer en tierra y e n si mismo 8. El viento soplara donde desees y oirás su voz, sentirás su fuerza, olerás su aroma y sabrás para donde va; Así es todo lo nacido de la carne de si mismo. 9. Respondió Astareth diciéndome; ¿Cómo puede ser eso? 10. Respondí dici endo; Eres maestro de Israel, te has dedicado a ocultar la verdad, ¿ahora no te es posible recordarla? 11. En verdad en verdad te digo que nosotros hablamos de lo que sabemos y de lo que hemos visto y somos y de ello damos razón; Pero vosot ros no recibís nuestras razones 12. Si hablándonos de cosas divinas no entendéis , ¿Cómo entenderías si diera razones de cosas terrestres? 13. Nadie sube al ciel o sino el que lo forma en la tierra, el León Dios es Dios en su cielo hecho en t ierra. 14. A la manera que Jesús murió en su infierno terreno, así es preciso qu e los Dioses hagan infiernos sus esperanzas de un supuesto cielo para hacer de l

a tierra su cielo 15. Para que todo el que crea en si mismo tenga real vida en l a tierra 16. porque tanto odio el Dios muerto al mundo, que engaño a un hombre d iciendo que era su hijo unigénito y lo llevo a una muerte y tortura, para que to do el que creyera en el, pareciera en la tierra y en su supuesto cielo 17. Pues Dios engaño a este hombre y por medio de la sangre de este hombre al mundo para que temieran al castigo eterno, para que el mundo pudiese ser atormentado por el . 18. El que cree en ese, se juzga a si mismo por leyes de Dioses temerosos; El que no cree se juzga en si mismo, porqué no creyó en el engaño del supuesto unig énito de Dios muerto. 19. Y el juicio consiste en que vino la sombra al mundo, y los hombres amaron más la luz que a las sombras, porque sus obras eran mediocre s y aborrecen la perfección, porque en la perfección dejaron al descubierto su m ediocridad y sus obras serán terminadas 20. Pero el que obra correctamente viene a las sombras, para que sus obras sean manifestadas y mejoradas, pues están hec has por Dioses y para Dioses en si mismos. Tercer testimonio de Bael. 21. Despué s de esto viajé con mis discípulos a la tierra de Judea, y permanecí allí con el los, y formaba Dioses cubriéndolos con mis sombras 22. Bael daba a conocer las s ombras en Ainón cerca de Salim donde hacia mucho calor y venían a refrescarse, 2 3. Pues Bael aún no había sido metido en la cárcel. 24. Se suscito una discusión entre los discípulos de Bael y cierto judío acerca de la purificación, 25. y vi eron a Bael y le dijeron; Maestro aquel que estaba contigo al otro lado del Jord án, de quién tu hablaste, esta dando poder para que muchos crean en si mismos y se vuelvan Dioses, y todos van a él. 26. Bael les respondió, diciendo “El hombre debe tomarse todo lo que le fue negado en el antiguo y lúgubre cielo 27. Vosotr os mismos sois testigos de que dije; Yo no soy el León Dios, vine para dar testi monio de las sombras 28. El que se tiene a sí mismo se alegra al escuchar que ot ro se tiene a sí mismo, Así mi gozo es mayor 29. Preciso es que él crezca y yo t ambién 30. El que esta por encima debe luchar por continuar por encima. El que p rocede de la tierra es terreno y habla de la tierra; así él crea su cielo 31. y da conocimiento de cómo lo formo desde la tierra 32. Así su testimonio será reci bido. 33. Y quién recibe su sombra pone su sello de que se puede ser Dios veraz 34. Porque aquel que es Dios, debe enseñar la libertad y equilibrio de las sombr as, pero debe ser León para ser tiniebla y volver a hombres Dioses en si mismos 35. El León ama a todos los que desean ser libres y pone en conocimiento las som bras para que sean Bestias 36. El que cree en el León cree en si mismo y tendrá cielo y sombras por si mismos: el que se rehúsa aprender no tendrá vida, liberta d ni cielo, sino que será esclavo de la cobardía y del miedo y tendrá infelicida d en la tierra y en su infierno. 12 4. Partida del León para galilea. 1. Supimos porque nos contaron que habían oído los Judíos, los cristianos, musulmanes y demás cómo cubría con mis sombras, de cómo liberaba a los hombres de bastos yugos y volvía a los hombres Dioses, disti nto de lo que hacia Bael. 2. Aunque yo mismo lo hacia, enseñaba a mis discípulos como ser sombras, liberadores y como volver a los hombres Dioses 3. Abandoné Ju dea y partí de nuevo para galilea. Encuentro con la Cristiana 4. Tenía que pasar por samaria. 5. Llegue, pues a una ciudad de Samaria llamada Sicar, próxima a l a heredad que dejo el masoquista que llamó a los hombres hermanos, 6. donde esta ba la fuente de la samaritana a la que habló Jesús en tiempos viejos, yo fatigad o por el camino, me senté sin más junto a una fuente: era cómo la hora novena. 7 . Llegó una mujer peregrina al pozo a beber agua, yo le dije; Toma de beber, 8. pues mis discípulos habían ido a la ciudad a conseguir provisiones. 9. Me dijo l a Mujer Cristiana ¿Cómo tú siendo para mí prohibido me das a beber siendo yo una mujer Cristiana? Porque no es permitido que los Cristianos traten a los Dioses. 10. Respondí diciendo; Si conocieras el de don de ser Dioses y quién es el que te da beber, tú me darías a mí agua de tu propia vida. 11. Ella me dijo: Bestia, no tengo con que sacar el agua, y el pozo es hondo; De donde pues, te viene esa agua fresca 12. ¿Acaso eres tú más grande que nuestro señor Jesús que le dio de beber a la Samaritana? 13. Respondí diciendo: Quién bebió del agua de Jesús sie mpre tuvo sed 14. Pero el que beba el agua que yo le diere no tendrá sed jamás, por que el agua que te enseñaré la encontraras en la roca o en el polvo lunar, p orque se unirán los Dioses y acabaran con la sed. 15. Me dijo la mujer Cristiana

; señor dame de esa agua para que no caiga por la sed y dame del agua de tu mano para que no vuelva haber hombre con sed. 16. Le dije: Ve y llama a tu marido 17 . No tengo marido me respondió la mujer, pregunté ¿y por qué no tienes pareja? M e dijo 18. he tenido seis amores uno budista asexual, un Musulmán machista, un C ristiano adicto y homosexual, un hinduista vegetariano, un Judío avaro y un Morm ón polígamo, y ninguno me correspondió 19. Añadió la mujer; Veo que eres como vi rginal 20. Los padres de estos trastornaron la mente de tus amores añadiendo pro hibiciones al sexo o mitificándola a Dioses y entregándola a la religión, como s i tu cuerpo no fuese tu cuerpo y tu vagina no fuese tu vagina sino la vagina par a un Dios, y aun cuando hubiese amor, volviendo la sexualidad pecado de todas la maneras y no virtud 21. Créeme mujer que ha llegado la hora que el agua debe ca lmar la sed de los hombres y el sexo el hambre de la carne, aquí en este y en to do monte 22. Vosotros teméis lo que no conocéis: nosotros adoramos lo que conoce mos porque hemos cruzado la línea del temor y nos ha parecido bueno lo que hemos hallado 23. pero ya llega la hora, y es ésta, los verdaderos adoradores de la c arne, la adoran en equilibrio satisfaciendo sus deseos y placeres bajo una prude ncia de verdad y armonía con el universo, estos son los adoradores de nosotros m ismos que esperamos ser. 24. Los Dioses muertos adoraban el espíritu y odiaban l a carne por su impotencia y frigidez, los adoradores de la carne amamos nuestros cuerpo y otros cuerpos 25. Me dijo la mujer; Yo sé que eres la Bestia, la blasf emia al que llaman el León, el que ha venido a liberarnos del yugo de lo espirit ual y ha venido a darnos a conocer la carne y la razón 26. Le dije: no soy sólo yo el que habla contigo aquel que ha traído la hora. 27. En esto vinieron mis discípulos, y se maravillaron de que una cristiana habl ara conmigo; sin embargo, me preguntaron pero no les respondí: ¿Qué te pregunta? o, ¿Qué hablas con ella? 28. Entonces, la mujer llevó su cántaro, y fue a la ci udad, y dijo a los hombres: 29. Venid, ved al León Dios, a la Bestia ha hablado conmigo con sinceridad, sin temor, me ha dado agua y he probado su carne. ¿No se rá este el verdadero libertador? 30. Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a mí. 31. Entre tanto, los discípulos me hablaban, diciendo: Rabí, come todo lo que desees. 32. Les dije: ¿Rabí? Yo tengo una deliciosa comida que comer, Comed conmigo y alimentaos sino queréis desfallecer.33. Mis discípulos decían unos a o tros: ¿Comeremos del mismo plato del León? 34. Yo cómo Bestia les dije: Mi comid a es mía y sólo mía, pero deseo que compartan conmigo, no comeré tranquilo viénd olos pasar hambre, hagan su voluntad, pero espero no terminar con el banquete yo sólo. 35. ¿No decís vosotros: Aún faltan nueve meses para que llegue una nueva vida? He aquí os 13 digo: Alimentaos y mirad los campos, porque ya están listos para la siembra. 36. Sed ustedes los sembradores y preparaos para la siega, porque ustedes deben ser sembradores y segadores. Recibid los frutos de vuestro sembrado y los frutos de la siega. No recojan frutos para una vida después de la muerte. Recojan frutos para la vida aquí en la tierra. 37. Porque el refrán uno es el que siembra, y ot ro es el que siega es mentira en nuestro trono, y ved que el que siembra es el m ismo que siega. 38. Yo os he enviado a sembrar lo que vosotros deseáis; ustedes labraran, y vosotros van a segar, Para que sus frutos sean los más deliciosos 39 . Y muchos de los cristianos, judíos, musulmanes de aquella ciudad creyeron en m í por mi palabra, no sólo por la de la mujer cristiana, que daba testimonio de m í diciendo: El León ha hablado conmigo con sinceridad, sin temor, me ha dado agu a y he probado su carne 40. Entonces vinieron algunos que antes eran cristianos, otros que ya habían dejado de ser Judíos y otros que se liberaron de ser musulm anes y me dijeron vete de aquí León Dios cuando desees, pero da a conocer la ver dad que libera a muchos más. Sería triste que sólo nosotros conociéramos las som bras; Me compartieron provisiones y partí de allí seis horas después de tomar un descanso. 41. Y creyeron muchos más por las palabra de mis discípulos, 42. y de cían a la mujer: Ya no creemos solamente por lo dicho por él, sino porque nosotr os mismos hemos sentido el aire fresco de las sombras de las alturas, y sabemos que verdaderamente éste ese el creador de Dioses el liberador de los vivos. 43. Seis horas después, salí de allí y fui a Galilea. 44. Porque Yo mismo digo que c ómo León Dios tengo tiempo propio y reconozco que la carne envejece y mi felicid

ad debe ser en cada instante. La fidelidad la más fuerte 45. Cuando llegué a Gal ilea, los galileos no me recibieron, habiendo visto todas las cosas que había he cho en Jerusalén, en la fiesta; porque también ellos habían ido a la fiesta. 46. Entre, pues, como Bestia otra vez a Canaán de Galilea con ira, donde había mani festado mi orgullo y mi respeto. Y había en Caparnaúm un oficial del rey, cuyo h ijo se creía el más fuerte 47. Este, cuando oyó que había llegado de Judea a Gal ilea, vino a mí y me ataco diciendo que me marchara o me tendría que enfrentar a su hijo, que estaba a punto de ser general. 48. Entonces Yo la Bestia, el León de la gran melena que clavo garras y colmillos a mis enemigos en la garganta le dije: Si no vienes con el y me lo dicen los dos, acabare con sus familias 49. El oficial del rey me dijo: León Bestia, el ya viene para acá, para que tú mueras. 50. Como Bestia, no soportándolo le dije: Ve, y busca a tu hijo y dile que mori rá. Y el hombre no creyó en mi palabra y espero que llegase. 51. Cuando él que i ba a ser general casi llegaba junto con su padre para enfrentarme, sus siervos l o ayudaron a levantarse del suelo pues había caído sin explicación, y no lograro n levantarlo, llegaron donde estaba el padre y le dije: Tu hijo ha muerto. 52. E ntonces él a los servidores les preguntó a qué hora había comenzado a sentirse m al. Y le dijeron: luego de beber el agua envenenada que le dimos a beber. 53. El padre entendió entonces que su hora estaba cerca porque yo La Bestia había veni do a liberar de carne, mente y afectos a todo hombre. Le repetí: Tu hijo ha muer to; y creyó en mí con toda su casa y permitió entrar la justicia a su vida. 54. Esta segunda señal la hice, cuando fui de Judea a Galilea. 5. El León Acaba con el paralítico en Betesda 1. Después de esto había una fiesta de los judíos, y subí como León a Jerusalén. 2. Y había en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. 4. Porque creían ignorantemente engañados que un supuesto ángel descendía de tie mpo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al esta nque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que t uviese. 5. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfer mo esperando ser curado. 6. Cuando Yo lo vi acostado, y supe que llevaba ya much o tiempo así, le pregunte: ¿Quieres ser sano? 7. León Dios, me respondió el enfe rmo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tant o que yo voy, otro desciende antes que yo. 8. Con una risa burlona le dije: Mira ahí desciende el ángel, lo agarre con fuerza desde su asquiento lecho, y lo lan ce a la piscina. 9. Y aunque fue el primero en caer al agua, aquel hombre no fue sanado, y tome su lecho, y espere por 14 un tiempo prudente. Y era día de reposo aquel día. Comenzó a gritar me ahogo, ¡s álvenme!, Le impedí a cualquiera que le ayudara, hasta que me miro y me dijo tú me lanzaste entonces sálvame, en ese instante estire mi mano agarre la suya y lo saque de la piscina. No hay día Santo 10. Entonces los judíos dijeron a aquel q ue casi había sido muerto: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho y a rrastrarte.11. El les respondió: El que me lanzo y me saco de la piscina me dijo : Toma tu lecho, arrástrate con tus piernas, pero no con tu mente y espíritu y v e a ser feliz.12. Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lec ho y anda a ser feliz? 13. Y el que había sido liberado sabía que había sido yo el León quién lo lanzo, porque sólo el León Dios era capaz de dejar morir a aque l que no valorara la vida y aún estaba yo entre la gente que estaba en aquel lug ar. 14. Después le hallé en el templo, y le dije: Mira, has sido liberado; no in frinjas en ti mismo más, el ángel era una mentira igual que el Dios por el que n o lograste levantarte y vivir por treinta y ocho años. Vete de acá ve, vive y no vuelvas, la hora de destruir esta mentira esta llegando 15. El hombre se fue, y repitió con orgullo a los judíos que yo le había dado sombras de libertad y que yo estaba en el templo y que pensaba destruirlo. 16. Y por esta causa los judío s se sintieron amenazados y comenzaron a perseguirme, y procuraban matarme, porq ue hacía estas cosas cualquier día que me diera la gana. 17. Y Yo el León la Bes tia les respondí: Yo trabajo cuando deseo y me divierto cuando deseo, el tiempo es para mí, el tiempo es de los hombres no el hombre para los tiempos. El sábado

, el domingo, la media noche, el medio día son para mí, y no yo para ellos 18. P or esto los judíos aun más deseaban matarme, porque no sólo quebrantaba el día d e reposo, sino que también decía que todo tiempo era para mí, siendo más fuerte que su propio Padre, siendo más grande que su Dios. La Bestia se hace más que lo s Dioses 19. Respondí entonces diciendo: De cierto, de cierto os digo: Yo soy más grande que su Dios y su Dios no existe si no lo deseo yo, y ese Dios no vive en mi, yo soy mi propio Dios, me he vuelto el León, la Bestia. Yo me igualo a todos los Di oses que no son nacidos en la tierra por sí mismos, y los supero pues con mis ga rras los aniquilo dentro de mi y su Dios no es capaz de aniquilarme pues no exis te; Mientras tenga tiempo y vida, la vida es para mí y el tiempo para mí, si no estoy yo, ignoro el tiempo y la vida. Mi felicidad en la vida y el tiempo es mi trono. Cuando muera moriré en mi cielo. 20. Porque el Hombre León se ama a sí mi smo, y hago todas las cosas para ser feliz y libre; y mayores obras que estas le mostraré, de modo que vosotros seréis humillados por los que poseemos tronos. 2 1. Porque como León tengo vida libre, feliz y lleno de sombras a los que desean, les enseño como conseguir vida en si mismo, para que todos formen su cielo en s i mismo aquí en la tierra. 22. Porque nadie juzga al León con normas muertas, si no todo aquel tonto que vive en la luz que hace al hombre ciego y todos juicios son desde su temor, miedo y pequeñez, 23. para que honrar a un Dios y no a sí mi smos. 24. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree en si mism o, tiene vida feliz y libre bajo el fresco de las sombras acá en la tierra; y no se arrepentirá de sus obras pues su obras han sido sublimes, han sido creación verdadera, no temen a la muerte sino a la muerte en vida. 25. De cierto, de cier to os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los vivos levantaran sus tronos y los muertos oirán su propia voz por primera vez y los que la oyeren morirán para nacer en si mismos. 26. Porque como los Dioses de los débiles así nosotros los liberadores tenemos vida en si mismos y damos vida a nuestros futuros hijos. Par a que tengan vida y alegría acá en la tierra y este lugar se llene de armonía y equilibrio por la lucha que tengan en si mismo para ser cada vez mas divinos; 27 . y también les doy autoridad a estos Dioses, de arrancar de la tierra cuanto no es creación de Dioses para Dioses. 28. No os maravilléis o escandalicéis de est o; porque ha llegado la hora que todos escucharán mi bufar junto con otros con e l que espantaremos a los débiles; 29. y los que se hagan Dioses en la tierra, no temen a ninguna no comprobada resurrección de vida; porque lo que harán en la t ierra serán las obras mas hermosas jamás vistas, el paraíso en la tierra lo crea n los Dioses nacidos en si mismos y a la condenación no le temen pues saben que lo dañino del hombre es perder la vida y ser infelices en tierra, y los que hace n lo dañino, pierden la vida en tierra sin saber si hay por parte de su Dios alg una resurrección ganada por su 15 bajeza y egoísmo. 30. Yo el León la Bestia puedo hacer lo que deseo, pues me ten go a mi mí mismo; según vivo, así sonrío; y mi sonrisa es símbolo de mi alegría, porque sólo busco mi virtud, y el esplendor de mi virtud. Yo no espero que me e nvíen a ser esplendoroso pues camino y lo voy siendo. Gloria a los hombres 31. S i yo digo esto no es por testimonio sino sólo para que sepan que mi rugir y bufa r es verdadero y que igual deseo que hayan voces que opaquen mi rugir. 32. Otros darán testimonios acerca de mí y de si mismo, y no sabré si sus testimonios ser án verdaderos. 33. Vosotros enviasteis mensajeros cerdos a Bael, y él dio testim onio de la verdad. 34. Pero yo no recibo testimonio de Dioses que vuelan mas baj o que yo; mas digo esto, para que vosotros seáis cubiertos por mis sombras, sean liberados y se conviertan Dioses en si mismos. 35. Otros han sido antorcha que ardían y alumbraban y sólo enceguecían la liberación de los Dioses; y vosotros s e dejaron engañar por su luz ciega. 36. Mas yo me tengo, soy más grande que Jesú s, que Mahoma que Buda, que Moisés y Elías, que Shiva o Brama, más que Krisna y rama porque soy el que soy; porque las obras que hago como León Dios son para mí y para mi trono y paraíso, las mismas obras que yo hago son para mi alegría, y mi cantar es parte de mi alegría. Soy como un niño que es feliz. 37. También los que se hagan más grandes que los Dioses muertos serán felices porque harán las cosas para su alegría. Y de ellos escuchareis en vuestros oídos su voz, y verías

sus rostros de placidez 38. Y ellos tenéis su palabra morando en ellos; porque se han hecho, vosotros si no creéis en vuestro trono seréis afligidos. 39. Usted es Escudriñad las Escrituras; porque han sido engañados enseñándoles que todo lo que las contradigan son falsedad y engaño y creéis por ellas que mis palabras s on engaños, a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y que las m ías que son las que traen una supuesta muerte eterna; 40. y teméis mis palabras que les da vida acá en la tierra. 41. Gloria a los hombres que no recibieron esa s viejas, locas enseñanzas de muerte. Gloria a todos los Dioses que sólo se tien e a si mismo 42. Más yo no conozco a todos los que están sentados en sus tronos, pero me alegro de saber que hay algunos que tenéis amor por ser Dioses verdader os en ellos mismos. 43. Yo he venido en mi propio nombre, y no todos me recibís; si otro viniere con otro nombre cómo Mesías me recibiréis pero al igual no todo s. 44. ¿Cómo podéis vosotros creer en Dioses ajenos e invisibles, y negáis recib id gloria de vosotros para vosotros mismos, y buscáis gloria que viene de Dioses muertos? 45. Yo no voy a acusaros delante de ningún patético inexistente Dios; Yo os acuso a si mismo, para que les sea conocida su mediocridad, por no tener e speranzas en vosotros mismos. 46. Porque si continúan creyendo en Moisés, en Bud a, en Mahoma o en cualquier otro cadáver no podéis creer en vuestras propias fue rzas y debilidades y no creéis en mí, porque no creen vosotros en vosotros mismo y porque nadie ha escrito de la divinidad y de los tronos que se pueden alcanza r cuando se cree en si mismo y yo escribo de mí. 47. Pero no creéis en los propi os escritos de hombre animal ¿cómo se es tan tonto de creer en palabras de Diose s que no tiene voz, no tienen ojos, no poseen manos, no poseen manos y son invis ibles? ¿Cómo se puede ser tan insulso de no creer en las palabras del hombre ani mal sino en las que crearon trastornados que dijeron no escribir por si mismo si no que fue obra de inspiración de sus Dioses fantaseados que se apoderaron de el los, tomaron la tinta y comenzaron a escribir para todo ojo? 6. El León permite vivir a dos mil quinientos y deja morir a dos mil quinientos 1. Después de esto, fui a la otra orilla del mar de Galilea, o sea el de Tibería des. 2. Y me seguía gran multitud, porque no veían señales mágicas y obras de il usionistas y no curaba a enfermos sino que engrandecía a los fuertes. 3. Entonce s subí como León a un monte, y me pare frente a mis discípulos que estaban senta dos. 4. Y estaba cerca la pascua de los judíos y de los cristianos. 5. Cuando ba jé los ojos, vi que había venido a mi gran multitud, dije a Abigor: ¿De dónde sa carán esos el pan para que coman? 6. Pero esto le decía no para probarle; pues n o sabíamos que debíamos hacer, y para que ellos no desfallecieran. 7. Abigor me respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían, pero unos doscientos veintid ós si alcanzaran para que cada uno de ellos tomase un poco. 8. Uno de mis discíp ulos, Abigail, hermano de Abel, Me dijo: 9. Aquí hay una muchacha muy 16 adinerada, que tiene cincuenta denarios para comprar algo de carne, algo de Pan y algo para beber; mas ¿qué es esto para tantos? 10. Entonces Les dije: Haced un a recolecta entre la gente, se le explicara con exactitud lo que ocurre e intent aremos reunir el dinero. Y había mucha Arena en aquel lugar; y se recostaron com o en número de dos mil quinientos entre mujeres y varones. Se hizo la recolecta y sólo se reunieron ciento once denarios. 11. Y compramos aquellos panes, aquell as carnes y bebidas y habiendo dado gracias a los que aportaron en trabajo o en dinero o en ideas, repartimos la carne, panes y bebidas entre aquellos que diero n y contribuyeron, luego entre los discípulos que no estaban recostados; 12. Y c uando se hubieron saciado, dije a uno de mis discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que otros observen que no se debe desperdiciar nada. 13. Recogie ron, pues, y llenaron trece cestas de huesos, que habían quedado entre los que h abían comido. 14. Aquellos hombres entonces, viendo la señal que había hecho, di jeron: Este es verdaderamente el León Dios, la Bestia, la liberación que llama a l equilibrio entre los hombres. 15. Pero entendiendo cómo Bestia que iban a veni r para atacarme los dos mil quinientos que no comieron por que no aportaron ni e n ideas, ni trabajo, ni alegría y que deseaban apoderarse de mí para asesinarme, volví a retirarme al monte con mis discípulos aunque me adelante Temáis 16. Al amanecer, descendieron mis discípulos al mar, 17. y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaúm. Estaba ya aclarando, y yo no había ido junto a

ellos. 18. Y se calmaba el mar con una fresca brisa que soplaba. 19. Cuando habí an remado como treinta o treinta y tres estadios, vi a mis discípulos que estaba n en la barca sobre el mar y acercándome con mi barca a su barca; no tuvieron mi edo. 20. Más les dije: Yo soy el León la Bestia hoy no me teméis pero llegará el momento en que me tendrán miedo y llegará el momento que entre ustedes se temái s y no les será posible cerrar los ojos si han cometido faltas contra ustedes. 2 1. Ellos entonces con inquietud los recibí en mi barca, la cual llegó en seguida a la tierra a donde íbamos. Las Gracia a los Colaboradores 22. El día siguiente , la gente que estaba al otro lado del mar vio que habían allí dos barcas, y que yo había llegado en una de ellas y concluyeron que mis discípulos en la otra, y que debíamos estar Juntos. 23. Pero ninguna barca había arribado a Tiberíades j unto al lugar donde habíamos comido la carne, el pan y habíamos bebido después d e haber dado gracias a todos los que nos colaboraron. 24. Cuando vio, pues, la g ente que estaba en otro lugar y con discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaúm, a buscarme y a mis discípulos. El León y el Pan de Vida 25. Y hallándonos al otro lado del mar, dijeron: León y ustedes los sentados en tronos, ¿cuándo llegaron acá? 26. Respondieron mis discípulos diciendo: De ciert o, de cierto os digo que nos buscáis, no porque comieron carnes, pan y bebieron, sino porque aún no estáis listos para rugir con la misma pasión, fervor y porqu e aún necesitan de nuestras sombras. 27. Trabajad por la comida sin la cual voso tros y nosotros moriremos, y no por vidas eternas que no sabéis si existen, no m ueran sin haber hecho lo suficiente como el que se dijo ser hijo del Hombre que murió en la cruz pidiendo algo de beber; porque éste señaló al final que su Dios de esquizofrenia lo había abandonado y descuido para el futuro para los hombres en alimento y en naturaleza. 28. Entonces les dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica nuestras obras? 29. Pedí silencio a mis discípulos y les respo ndí diciendo: Todo lo que veis no es obra de ningún Dios es obra de la naturalez a, del universo y lo que ustedes construyan, háganlo en armonía con la naturalez a Esta es la obra de los Dioses, que construyan en armonía con el universo los m onumentos para si mismos. 30. Me dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, hacemos, pa ra que nos veamos, y creamos en nosotros mismos? ¿Qué obra hacemos? 31. A los qu e las religiones han llamado padres comieron el maná del desierto, otro creó can íbales y los asentó con su sacrificio inútil al comer ostias que supuestamente s on realmente su carne. 32. Yo el León la Bestia les digo: De cierto, de cierto o s digo: No os dio Moisés buen pan y Jesús no calmo con ostias el hambre mas yo s oy de la tierra y deseo pan de la tierra 33. Porque el pan y la carne que vosotr os deben comer para sus fuerzas no debe venir del cielo porque moriría el 17 hombre. Comed pan y carne de la tierra y no pasareis hambres 34. Me dijeron: Leó n Dios, deseamos de ese pan y queremos carne de la tierra 35. Yo les dije: Usted es deben cultivar el trigo y engordar el ganado; el que siembra y engorda el gan ado tendrá que comer si va a sus propias obras y si lo hace acorde a la naturale za cuidando el ambiente lo tendrá para siempre y para sus hijos, de esta manera nadie tendrá hambre ni sed. Creed en vosotros y en si mismos y haced todo de la manera mas sublime, pensando en el hambre y la sed del ahora, para que tengan fu erzas y el como para el futuro. 36. Mas os digo, que vosotros se han visto pero no han creído en si mismos. 37. por que han esperado que los Dioses inútiles os de alimentos, pensad no es mejor que vallan a su propio campo; a vuestro propio trabajo y creen cosas sublimes superiores a las que han dicho ser obras de Diose s. 38. ¿Porque no han descendido del cielo, para hacer sus propias voluntades, y continúan haciendo la voluntad de engreídos y embaucadores que se alimentan con vuestras limosnas. 39. Si ustedes tuvieran voluntad, y se enviaran a si mismos: No tendrían miedo y no le temerían a la expulsión, pues sus obras sublimes las podrían crear en todo lugar 40. Esta es mi voluntad por que yo me enviado: Que t odo aquel que se vea a si mismo no vuelva hacer esclavo de los temores, y el que crea en si mismo, tenga vida feliz, alegre y en armonía; y no esperen resucitar para ser felices por que lo han sido aquí en la tierra. 41. Murmuraban entonces de mi los principales judíos, los principales católicos y cristianos, los princ ipales musulmanes y todo principal de religiones porqué había dicho que cada uno consiga su alimento y no den limosnas, ni tributos a timadores y dejen de esper

ar que del cielo caiga pan y carne. 42. Y decían: ¿No es éste El León la Bestia, el hijo de si mismo, cuyo padre y madre nosotros desconocemos? ¿Cómo, pues, dic e éste: que ha nacido de si mismo? 43. Yo como León pronto a devorar respondí di ciendo: Sigan murmurando entre vosotros. 44. Vengan a mí, si desean; y yo los ll evare a morir y que sus Dioses los resuciten en días postreros. 45. Escrito no e stá por ningún profeta: Y por ello serán todos enseñados por la libertad. Así qu e, todo aquel que se oyó y pensó, aprenderá de los otros y de si mismo y sabrán que inicialmente se tiene que contar consigo mismo. 46. Por que ninguno ha visto a los Dioses, sino aquéllos que están trastornados. Más todos se han visto aunq ue sea en el reflejo del agua. 47. De cierto, de cierto os digo: El que cree en si, tendrá vida feliz, el que no cree en si tendrá dolor por las cortas y muy pe sadas cadenas. Ni pan vivo ni Pan Muerto 48. Sed vosotros pan de vida. 49. Vuest ros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. 50. Otros en espera de u n supuesto pan de carne que desciende del cielo, que decía que el que de él comi ese, no morirá. Pero los hijos de sus padres también murieron. 51. Yo no soy el pan vivo ni muerto que sube de la tierra; sean ustedes mismos pan, para que no l es falte nunca nada, y aunque morirán serán felices los días que estén en la tie rra; y siendo pan pueden acabar con el hambre acá en la tierra. 52. Entonces los líderes de las religiones contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo pudo éste dejar al descubierto el timo de nuestro egoísmo y el timo que hemos creado alrededor d e nuestros elaborados Dioses? 53. Yo la Bestia les dije: De cierto, de cierto os digo: Os he descubierto y no comeré la carne de sus Dioses pues moriré de hambr e, y no beberé sus bebidas de sangre, no deseo morir de sed ¿Queréis permitir qu e los hombres tengan vida en si mismos? 54. El que come de la carne de sus Diose s y de las doctrinas que han creado a través de esos y beban sus bebidas no tend rán ni vida eterna ni vida en la tierra; permitirles que nazcan en si mismos y h agan de su días postreros días llenos de alegrías. 55. Porque en sus manos esta el ser verdadera carne, y en sus venas hay verdadera sangre. 56. El que come pan , carne y bebe y lo hace de la tierra respetándola, permanece en sí 57. Como dic en ellos ser enviados por Padres muertos, yo vivo por mi mismo, asimismo me alim ento debido a mi carne, y viviré por siempre pero en cuanto viva lo haré sin ham bre. 58. Este pan no desciende del cielo; es pan que será hecho por vuestras pro pias manos, y moriremos; pero en armonía con el universo y felices de no sentir hambre y los Dioses elaborados no pueden impedirnos nuestro trabajo Estas cosas dije fuera de todo templo, liberando en Capernaúm. 18 Reflexión a los discípulos 59. Al oírlas, muchos de mis discípulos dijeron: Son suaves estas palabras; ¿todos podrán oírlas? 60. Yo intuyendo que mis discípulos murmuraban de esto, les dije: ¿Esto os alegra? 61. ¿Pues qué, si viereis al Leó n descender a donde estaba de primero y recordaos de vosotros en que vivieron co mo infierno? 62. Vuestro espíritu es el que da coraje para asumir con plenitud l a vida; la carne el instrumento para aprovecharla; las palabras que yo os he hab lado no son de espíritu son de carne y de vida. 63. Pero hay ya algunos de vosot ros que creen. Porque ustedes me lo dan a conocer en sus actos, en su sentir y e n su pensar, y lo decía porque esperaba ser superado por alguno. 64. Y dije: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a otro Dios, si no ha sido por si mismo ya Dios. 65. Desde entonces muchos de mis discípulos continuaron, y yo andaba c on ellos. 66. Dijo entonces a los leoncillos a todos los Dioses y a todas las Be stias: ¿Queréis acaso seguirme también vosotros? 67. Y me respondió Adán: Señor, ¿nos podemos ir ya? Ya somos leones para dar palabras de vida feliz. 68. Y noso tros hemos dudado y ponemos en tela de juicio que tú seas el León la Bestia, el que ha venido a traer sombras al mundo y a opacar la luz que enceguece. ¿Acaso e res realmente el hombre que se hace Dios, y tiene el trono más alto, eres el que nos cubres con oscuridad y nos refrescas del incandescente sol? 69. Yo les cont esté: ¿Yo no he escogido a ninguno ustedes me han seguido yo los he invitado, no escogido, todos son iguales para mi sólo escupo el que dice ser como León pero es como cerdo? 70. Hablaba de Abel, hijo de Adán; porque éste era este al que yo quería que provocase su propia muerte, y era uno de los que mas tenia cerca. 7 El León la Bestia y los ánimos de Jerusalén y Galilea 1. Después de esto, andaba en Galilea; y deseaba andar en Judea, porque quería destruir algunos lideres re

ligiosos pero no me habían dado suficientes razones. 2. Estaba cerca la fiesta d e los judíos, y una que otra de cristianos y musulmanes como la de los tabernácu los; 3. y me dijeron junto con mis compañeros: Sal de aquí, y ve a Judea, para q ue no sólo tus discípulos sientan el fresco de tus sombras. 4. Porque yo procuro darme a conocer de manera secreta. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. 5. Porque ya muchos compañeros creían en mí. 6. Entonces yo como Bestia les dij e: Mi tiempo ha llegado, mas vuestro tiempo esta por llegar. 7. Los Dioses nos a maos a nosotros mismos y amamos los que tiene tronos; mas a mí me aman, porque y o testifico del poder que hay en vosotros, para que sus obras sean sublimes. 8. Subamos todos a la fiesta; yo subo primero a esa fiesta, porque vuestro tiempo e sta pronto por llegar. 9. Y habiéndoles dicho esto, viajé para Judea. 10. Pero d espués llegarían los otros que han llegado a poseer tronos, entonces ellos tambi én subieron y como yo abiertamente, ya no en secreto. 11. Y buscaba a los lídere s de las religiones en la fiesta, y decía: ¿Dónde están aquéllos? 12. Y había gr an murmullo acerca de ellos entre la multitud, pues unos decían: Son buenos; per o otros decían: No, porque han engañado por siglos a los pueblo. 13. Pero ningun o hablaba abiertamente de ellos, por miedo a ser juzgados de demonios. Abolidos los días para los Dioses 14. Más a la mitad de la fiesta subieron líderes a sus templos, y enseñaban 15. y ya no se maravillaban los creyentes, diciendo: ¿Quiénes como las Bestias, y qu iénes podrán luchar contra ellos? 16. Me acerque a los creyentes y les dije: Sus doctrinas no son sus doctrinas, sus pensamientos no son sus pensamientos, su mo ral no es su moral, su ética no es su ética, Yo he venido porque yo tengo mi lib ertad, soy como leopardo, mis pies como oso y mi boca es de León. 17. El que qui era hacer la voluntad de eso Dioses, conocerá doctrinas erradas y que llevan a l a infelicidad, yo hablo por mi propia cuenta para vuestra propia vida. 18. Yo ha blo por mi propia boca, por mi propia cuenta, buscando sus propias glorias; pero el que busca la gloria del que es invisible y no existe, éste es Falso, y no ha y en él justicia. 19. ¿No os dio Moisés, Mahoma, Jesús y otros la ley, y vosotro s dicen cumplirla? ¿Por qué teméis que mis palabras lleguen a todo oído y todo o jo? 20. Respondió la multitud dejándose llevar del temor de los sacerdotes y dij e: Soy como demonio; ¡quién procura extinguirlos! 21. Me respondieron diciendo: Una cuantas palabras dices y haces, ¿y queréis que todos nos maravillemos de ti? 22. Dije; por cierto, Moisés os dio la 19 circuncisión y la atribuyeron a Dioses; Jesús sacrificio y Agustín la voluntad d ivina, Mahoma reglas y esclavos de ellas. 23. Si no recibe el hombre la circunci sión ustedes son pecadores, sino reciben el cuerpo de Cristo son blasfemos y si no actúan con las leyes de Mahoma son paganos. Pues ninguno de ustedes son santo s en sus viejas religiones y yo quebranto todas y cada uno de sus ídolos, ¿os en ojáis conmigo porque quebranto leyes y normas? Piensen; las quebranto pero mis p asos son libres y justos, por eso todo tiempo y acción es para mí gloria 24. Juz gan de manera débil yo os juzgo con mis garras y con mi boca de León y mi juicio es este ¡todo hombre esclavo no puede pensar como hombre libre! Destrucción div ina de los Mesías 25. Decían entonces unos cristianos de Roma: ¿No es éste el qu e busca destruir? 26. Pues mirad, habla públicamente, y los enfrenta sin temor c omo si el tiempo no le alcanzase. ¿Habrán reconocido en verdad los que desean se r fuertes que éste es capaz de cubrirlos en sombras y el que puede romper toda c adena? 27. Más de éste, no sabemos de dónde es; mas cuando la verdadera Bestia l legue, su nombre será como seiscientos sesenta y seis. 28. Entonces bajé la voz para que todo oído se afinase, y dirigiéndome fuera de los templos, baje la voz sólo lo suficiente para ser escuchado y dije: A mí no conocéis, y no sabéis de d ónde soy; y he venido por mí mismo, y nadie me ha enviado, y acepto que aunque s oy divino soy imperfecto, y por mi imperfección deseo que otros no lo sean, pero mi imperfección me hace ser un animal humano divino. 29. Pero yo me conozco, po rque he aceptado que estoy en proceso de ser más grande y fuerte. Mi imperfecció n me hace imperfectamente imperfecto. 30. Entonces procuraban algunos tenerme ce rca y otros aniquilarme; pero ninguno pudo echarme mano, porque temían que se de scubriese con mi muerte la perfección de ser imperfecto y porque mártir me haría n sólo un Dios perfecto. Los Dioses se hallan 31. Y muchos de la multitud creyer

on en mi, y decían: El es la Bestia y ha llegado, ¿haremos más grandiosa nuestra libertad que la que el ha hecho para sí? 32. Los sacerdotes de distintas religi ones oyeron a la gente que murmuraba de mí estas cosas; y los principales sacerd otes se retiraron de allí evitando ser linchados. 33. Entonces como León les dij e: Todavía me queda tiempo para mi mismo, y ahora ustedes serán para si mismos y se enviaran a si mismos 34. Se buscaran, y se hallaréis; y donde vallan serán u stedes y no volverán a ser esclavos. 35. Entonces muchos se preguntaron entre sí : ¿Qué buscaremos en nosotros mismos que hallaremos nuestra libertad y nuestro p ropio trono? ¿De qué escuela filosófica habrán nacido todas esas ideas? ¿Qué que rrá decir detrás de sus palabras? 36. ¿Qué significa esto que dijo: Se buscaran, y se hallaréis; y donde vallan serán ustedes y no volverán a ser esclavos? La B estia blasfema y los límites de las leyes religiosas 37. En el último y el espan toso día de la fiesta, Me senté y baje la voz, diciendo: Si alguno tiene hambre vaya y consiga su comida, si alguno tiene sed, valla y obtenga de beber si algun o requiere de varón o de mujer, valla y encuentre. 38. El que cree en si, no esp era nada de lo que fue escrito por los inquisidores sino desde su interior busca para encontrar y conseguir. 39. Esto lo dije tocándome mis carnes y tocando lo mucho o poco que había conseguido, y los que no creyeron en si mismos; pues no t odos tocaban sus propias carnes, ni se sentían y no se daban cuenta de su finitu d no recibieron su más cercana gloria Los Pareceres de la Bestia 40. Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamen te ésta es la Bestia. 41. Otros decían: Este es el anticristo. Pero algunos decí an: ¿Del mundo ha de venir el León? 42. ¿No dice acaso la Escritura que debe ser del linaje de Satanás y del infierno, donde cayó Lucifer, de donde ha de venir la Bestia? 43. Hubo entonces dos grupos a causa de este tonto dilema y subían y bajaban mis ideas unos decían que el infierno era un lugar terrible de fuego y e ternos castigos otros que el infierno era la misma tierra.44. y algunos de ellos querían más de mí, otros querían destruirme; pero no permití que echaran mano d e mi ninguno de ellos. 45. Los alguaciles 20 vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Po r qué no lo habéis destruido en sus propias palabras? 46. Los alguaciles respond ieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado con tanta libertad y con tanto fondo como esa Bestia! 47. Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéi s sido convencidos? 48. ¿Acaso han creído en él no sólo los gobernantes, sino qu e lo siervos de los gobernantes? 49. Mas esta gente que despierta y conoce la le y, malditos son. 50. Les dijo Astareth, el que vino a él de madrugada, el cual e ra uno de ellos: 51. ¿Nuestra ley no Juzga acaso a estos Dioses, pero para juzga rlos no deben ellos estar dentro de nuestras leyes? 52. Respondieron y le dijero n: ¿Acaso eres tú también hombre de trono? Escudriña las escrituras y te darás c uenta que el se escapa a todas nuestras leyes aunque estuviera dentro de nuestra s leyes. Las conoce a la perfección y hasta exalta a Dios sobre todas las cosas, sólo que el es su propio Dios y el se alaba sobre todas las cosas 53. Cada uno se quería ir por fin a su propia casa. 8. La mujer sorprendida en adulterio 1. Y cuando cada uno se quería ir a su casa. Pero Yo me fui a planear las cosas en c ompañía de algunos discípulos al monte de los Olivos. 2. Muy en la noche volví a las afueras de los templos, y todo el pueblo vino a mí; y de pie, callé. 3. Ent onces los escribas y los fariseos me trajeron una mujer sorprendida en adulterio ; y poniéndola en medio, 4. me dijeron haber tú que te haces como maestro y dice s elevarte en tu trono y descender en tierra: esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5. Y la ley de Moisés nos manda a apedrear a tales m ujeres. Y El Cristo que murió en la cruz nos dijo el que este libre de pecado qu e tire la primera piedra, que dices vos, ¿qué dices? 6. Más esto me decían tentá ndome, para rebajarme y elevar sus Dioses y sus leyes. Pero Abrí mi boca de León hambriento, dejando ver todos mis colmillos y alzándome en mirada y tirando los hombros atrás lejos del suelo, escribía en el aire con mis garras, mi moral es mi moral, mi ética mi ética. 7. Y como insistieron en preguntarme, me senté en t ierra y les dije: El que no sea capaz de satisfacer a su mujer y la mujer que no sean capaz de satisfacer a su hombre no exija fidelidad sexual. De vosotros est a el ser capaz de satisfacer a su pareja y si no podéis satisfacerse con vuestra

pareja pues le es necesaria de manera fisiológica conseguir otra pareja sexual para satisfacerse. Si buscáis otra u otro, u otras u otros no engañéis a ninguno , primero cuéntales sus necesidades y si no es posible conseguir la satisfacción con ellas no seréis vosotros acusados sino serán ellos a los que se miren por n o lograr satisfacer. Vuestro sonrojar no sea pues vuestro deseo sino por no pode r cumplir los deseos de la pareja sexual. Si bien han dejado en claro inicialmen te o se introducen nuevos deseos y se dejan en claro que es ser razón de instint os y placeres y ustedes tienen todo para satisfacerla y esta persona les es infi el, apártenla de vosotros y no sufráis por ellas pues ello no atenta contra vues tro ego, ni contra vuestra feminidad o masculinidad o vuestro homosexualismo o f orma de vivir el sexo, en cambio sepan que esa persona no es lo suficiente para ustedes, es menos que ustedes y no merecen compartir sus carnes. Luego añadí exp licando; si 8. Me levante de nuevo y continué escribiendo al aire. 9. Pero ellos , al oír esto, querían saber más, y añadí, si vosotros desean tener muchas o poc as personas o tiene inclinaciones hacia otro tipo de actividades sexuales todas los que participen en sus vidas sexuales deben saber su manera de vivir el sexo. No se escandalicen de lo natural del animal humano ni por sus inclinaciones, pe ro nadie debe violar a otro ser, este es el menor entre todos los animales y est e debe ser eliminado por que elimino la libertad de decisión de un Dios o posibl e Dios ahora yo os pregunto ¿Quién de vosotros no satisface a su pareja? Y se ap artaron unos luego pregunte ¿Quién de ustedes es capaz de satisfacer a su pareja ? Y otros se apartaron, sólo quedaron los viejos y le pregunte a ellos uno a uno , comenzando desde los más jóvenes hasta los mas ancianos ¿Fueron felices en su vida sexual?; y quedé solo como León pero con una sonrisa tragicómica, y con la mujer que había estado en medio. 10. Sentándome a su lado, y viendo a la mujer, le dije: Mujer, ¿Qué dices de los que te acusaban? ¿Ninguno se quedo a condenart e? 11. Ella me dijo: No diré nada de Ninguno agresivísimo León. Entonces le dije : Yo no te debo condenar; no sé nada de tu verdadera realidad, Pero es hora que te mires a ti misma. 21 La Bestia sombra del Mundo 12. Otra vez llamé a algunos y les hablé, diciendo: Y o soy sombra en el mundo; el que se sigue, andará amprado por las sombras, y pod rá ver mas halla de la luz que enceguece la vida. 13. Entonces los sacerdotes de las religiones me dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo y hablas como s i dieras testimonio de los demás; ¿tu testimonio es verdadero? 14. Respondí y le s dije: Aunque crean que yo doy testimonio acerca de mí mismo y que hablo por ot ros, mi palabra y testimonio es verdadero en muchos de los casos, porque no me i mporta de dónde he venido, ello no me pone limites y tengo claro a dónde voy; pe ro vosotros decís que vienen de la luz, y no tiene idea para donde van. 15. Voso tros juzgáis según sólo con normas de hombres que hablan de lo espiritual pero s e les ha olvidado las leyes de la carne; yo invito a que todos se juzguen según su carne. 16. Y os pido que se juzguen según su carne, porque somos de carne, as í su juicio será mas justo como el pan para el hambre; porque al final sólo nos tenemos a nosotros mismos, y no queremos destruir nuestra vida con leyes de un s upuesto padre que hablo a ciertos hombres. 17. Y en vosotros mismos están escrit as las leyes de la vida, es parte del instinto porque somos hombres animales ver daderos, en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdade ro, pero yo os digo que vuestro testimonio y palabra cuando se es justo es valio so como si fuesen de ciento cuarenta y cuatro mil 18. Yo hablo de mí y para much os y en nombre de muchos, porque doy testimonio que nuestra palabra es veraz, y yo no he escuchado jamás la voz de su padre Dios que no provenga por la boca asq uerosa, mentirosa y fraudulenta de ustedes los sacerdotes. 19. Ellos me dijeron: ¿Dónde está tu Dios? Respondí diciendo; Ya lo conocéis, yo soy mi Dios, mi Dios no cruz ni el de la cruz, ni un espíritu creado por aduladores de lo desconocid o, ni un padre que es principio y fin que se ha creído entender y racionalizar p or sus santos teólogos y no es la prueba racional de la existencia de entidades divinas; ¿entonces donde esta nuestro Dios? Me preguntaron y les respondí; tambi én vosotros me conocen y por ello mi divinidad conocen, la de su Dios la ven en templos, en imágenes, en libros, en su oración, y poco han madurado aunque ya no son niños pero continúan con un supuesto amigo superior que los acompaña pero q

ue no hace nunca nada por ustedes por la razón que es imaginario, alaban su crea ción imaginaria. 20. Estas palabras las hablé como Bestia en el lugar de las ofr endas, burlándome del desperdicio de riquezas invertidas en los templos; y algun os me entendieron, pero para muchos no había llegando aún su hora. La Bestia des conoce a Jesús y a todos los que no se buscan a si mismos 21. y esta vez les dije: Yo me he buscado y hallado, y ustedes no se buscan en s i mismos, porque temen a la verdad y es que no hay ente superior que los libere de sus obras erróneas y dañinas contra el genero humano, contra el planeta y no son ustedes capaces de perdonarse a si mismos y no asumen que moriréis en este d olor; yo enfrento mi realidad y los daños que he causado, vosotros sois cobardes que no podéis entrar en vosotros mismo y asumid vuestras obras. 22. Decían ento nces los sacerdotes: ¿Acaso será importante entrar en nosotros mismos y no esper ar a ser juzgados por otros sino juzgarnos nosotros mismos y así liberarnos noso tros mismos de nuestras obras, y les dije: ¿Vosotros no podéis afrontar vuestras propias obras contra la humanidad y contra el mundo? 23. Y les dije: Vosotros q ueréis ser de arriba, yo no soy de arriba, si hay algo de arriba que se juzgue c on lo de arriba, yo soy de este mundo, de abajo y me juzgo acá abajo con lo de a bajo 24. Por eso os digo que moriréis en vuestra cárcel; porque si no creéis en vosotros y si no se conocen a si mismos, en vuestras cadenas y en vuestra frustr ación moriréis. 25. Entonces me dijeron: ¿Quién soy? Entonces como León les dije : Eres el que es y será, son principio y fin. 26. Muchas cosas tengo que decir p ero se deben juzgar vosotros; pero sepan que su carne es lo mas verdadero; y yo, lo que he tocado, visto y oído de acá en tierra, esto de lo que hablo del mundo . 27. Otros más entendieron que les hablaba de si mismos y de su divinidad. 28. Y me dijeron, pues, León: Cuando disfrutemos levantado nuestros propios tronos, ¿entonces que? Les dije; se conocerán a vosotros mismos, y que todo lo harán por vosotros mismos, nada hay que no se haga por ustedes mismos, y sabrán entender el miedo de los que dijeron que las cosas se hacen por voluntades de Dioses invi sibles y les negaron en tiempos viejos ser Dioses, así hable. 29. Porque nadie m e envió, yo estoy conmigo; no me ha dejado abandonar en esperanzas de Dioses ext intos, 22 porque yo hago siempre lo que me agrada. 30. Hablando estas cosas, muchos creyer on en si mismos. Los hijos del Diablo 31. Dije entonces a los sacerdotes que habían creído en si: Si vosotros permanec éis en vosotros mismos y no ponéis esperanzas en espantajos Dioses vuestras pala bras y acciones serán verdaderamente de Dioses; 32. y conoceréis vuestra verdad, y se amaran a vosotros mismos infinitamente y se respetaran y ello os hará libr es. 33. me respondieron: Linaje de Abraham y hermanos de Jesús somos, y creemos que el nos ha liberado. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? 34. Yo les dije: De ciert o, de cierto os digo, que todo aquel que se libera por si mismo, libre de todo e s. 35. Y el hombre libre no se queda en la casa de los Dioses inservibles a orar , esperar milagros y su intervención; si no que sale de los templos y de las cas as para hacer de su vida su propia oración, se marcha para obrar milagros en la vida y actuar con libertad. 36. Así que, no esperen más la liberación prometida por los muertos, sean verdaderamente libres. 37. Si sois descendientes de Abraha m o sois hijos cristianos o musulmanes; poco me importa, porque mi palabra va pa ra todo hombre no para ninguna religión. 38. Yo hablo lo que he visto cuando se esta en los tronos; y vosotros hacéis lo que habéis oído acerca de vuestro Diose s aniquilados. 39. Respondieron y me dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús un profeta y Dios: Que me importa si obran de acuerdo a las leyes de moisés o segú n la vida de Jesús, yo les digo; haced vuestras propias obras naced en una sola virtud. 40. Pero ahora procuráis matarme a mí, porque os he hablado en contra de vuestros Dioses y profetas los cuales no he oído con mis oídos pero de los cual es estudie; ¿acaso no puedo negarlos? 41. Vosotros hacéis las obras de vuestros superiores y lideres inquisidores. Entonces me dijeron: Nosotros cumplimos a nue stra religión y actuamos según las leyes de los profetas y señores; creemos en u n Dios. 42. Cómo León les dije: Si hablara alabando a vuestros Dioses y a vuestr os profetas, ciertamente me amaríais; pero porque yo soy mi propio Dios y no me arrodillo ante lo inútil me odian, y he venido; pues por mí mismo, soy libre y n

o actuó según las normas petulantes, anticuadas, antihumanas y viejas.43. Entend éis mi lenguaje pero haceros los tontos, Porque teméis escuchar mi palabra y la palabra que arde en vuestros corazones que ansían libertad y porque teméis ser v istos y etiquetados cómo demonios en vuestras casas y en vuestros pueblos. 44. V osotros creed en Dios y en el diablo, y negad vuestros deseos de ser hombres lib res que hacen lo que deseen. Se han negado a si mismos estar en tronos y sed hom icidas de Dioses, porque no han conocido vuestra propia verdad, porque no hay ve rdad en aquello que nos inhibe nuestro caminar triunfante a la perfección, y del diablo decid que es todo aquello que atente contra Dios y haga al hombre sobera no de su propia vida y feliz en su vida; y dicen que soy mentiroso, porque la lu z es cada vez mas oscura y les digo ella cada vez es mas oscura porque esa luz e nceguece al hombre 45. ¿Y no creéis en vuestra propia divinidad, porque han sido menospreciados y porque los lideres creen que es más simple manejar un pueblo i gnorante, miedoso y cobarde que uno libre en que todos se alcen en tronos de div inidad, no me creéis? 46. ¿Quién de vosotros decid que esto no es verdad? Pues s i digo esto es porque es verdad, ¿por qué vosotros no creéis en si mismos y leva ntaos en tronos? 47. El que es de Dioses externos no oye su propia voz ni la de los Dioses; porque ambos han dejado de ser. 48. Respondieron entonces los sacerd otes diciendo: ¿Decimos bien nosotros, que tú eres el mismo demonio, y que quier es engañarnos? 49. Respondí como el señor de la blasfemia, cómo el León la Besti a: Yo soy yo, antes que vosotros quieran darme nombre; y si vosotros me creen as í. Entonces haced todo lo contrario a lo que yo os digo, enseño y hablo. Que los sumos sacerdotes de las iglesias bajen de sus tronos de piedra, vendan sus pert enencias se vuelvan pobres a imagen de sus supuestos profetas y Dioses y mostrao s la justicia y libertad que dicen esconden sus doctrinas y que los lideres se u nan y acaben con el hambre, las guerras y salven al planeta del desequilibrio pr ovocado por nuestras propias manos. Mas yo os digo que esto no va a pasar y ello s seguirán gobernando la tierra bajo sus inventos que le han llamado Dioses, pro vocando el temor con supuestos infiernos y limbos, por eso llamo a los hombres a ser Dioses, a ser libres y aniquilar las realidades de estos embaucadores, hace rles perder toda realidad cuando los Dioses comprendemos que apartándolos con fu ria y amenazándolos sin piedad y que no aceptamos ninguna cadena y no tememos el afrontar nuestra existencia esto es su fallecer. 50. Pero 23 yo busco mi gloria; hay quienes la buscan, y son juzgados. Pues bien mi gloria e sta en mis labios risueños y en mi conciencia, en la grandeza y sentido que he d ado a mi vida y no en mis rodillas aplanadas en el mármol. 51. De cierto, de cie rto os digo, que el que guarda su palabra, verá muerte pero vivirá feliz. El que dice guardar palabra de Dioses guarda la palabra de Dioses y fallece igual pero vivió infeliz acá en la tierra. 52. Entonces los sacerdotes me dijeron: Ahora c onocemos que eres un falso profeta, un anticristo. Abraham murió, Jesús por nues tros pecados; y tú dices: Que no eran ciertas sus palabras y que no tendremos vi da después de la muerte. 53. ¿Eres realmente el malvado, no mejor que nuestro pa dre Abraham, que moisés, que buda, que Jesús los cuales murieron en misión divin a? ¡Y los profetas murieron por nosotros! ¿Por qué te haces a ti mismo? 54. Resp ondí viendo su estupidez: Si ustedes dicen que soy un demonio, un anticristo un falso profeta me tiene sin cuidado, mi gloria es la que me importa; no espero qu e ustedes me glorifiquen, el que vosotros decís que es el falso profeta el antic risto, un demonio. 55. Les dice; Ustedes no se conocerán; mas yo me conozco, y s i dijeren que no me conozco, que me importa venido de basura como vosotros; pero me conozco, y guardo mi palabra. 56. Abraham vuestro padre, Moisés su ley, Jesú s su liberador de no sé que? no sabían que había de ver el día que los hombres s e enfrentarían a si mismo y no contra otros y se harían libres y Dioses para si mismo, Por ello yo me gozo en mi mismo, soy feliz, ligero y veo un Dios hambrien to en mi; Ellos no sospecharon que al hombre animal reclamarían su trono, su div inidad y que maduraría tanto que seria como niño que se amaría con infinito amor a si mismo, que actuaría con responsabilidad, con auto respeto, respeto al mund o y a la naturaleza que los Dioses, dogmas y doctrinas de las religiones serian inservibles 57. Entonces me dijeron los sacerdotes: Aún no tienes cuarenta años ni siquiera treinta y tres años, ¿y eres hombre maduro? 58. Les dije: De cierto,

de cierto os digo: Antes de lo que se cree se puede madurar, yo soy el que soy y no me rijo bajo normas externa sino bajo mis normas sublimes. 59. Tomaron ento nces armas para asesinarme; pero le dije; Queréis matarme y ¿no han pensado que con ello podrán haced de mi el mas joven de los profetas o el mas niño de los Di oses para nuevos templos y altares? No salí de los templos más pensaba que se po dría construir allí o como adecuar ese terreno para los hombres; y ellos atraves ando en medio de mi, se fueron uno por uno, mas añadí diciendo; Ahora teman si c ontinuo con vida y teman si muero, porque quedara en claro que si muero por sus manos gracias a la cuestión de mis palabras y obras se dirá en todo oído que un hombre ha hecho temblar a los guardianes de los Dioses y si vivo sepan conmigo s e alzaran los verdaderos Dioses. 9. El ciego de Nacimiento 1. Mientras todos salían de los templos y entraban mis discípulos a buscarme, vi no con ellos un ciego de nacimiento. 2. Y me dijeron mis discípulos, diciendo: L eón, ¡Lo traíamos para que dijeras a los sacerdotes que esta es obra injusta de sus Dioses y luego los confundieras, preguntándoles si su ceguera era obra y vol untad de sus Dioses! 3. Respondió: No es su ceguera obra de Dioses claro lo tien en ustedes los sentados en tronos, ni es obra de los hombres, ni siquiera es obr a de si mismo. 4. Me es necesario decirles que es obra de la naturaleza y obra d el universo que el haya sido ciego desde su nacimiento, más la naturaleza no es injusta sino que es injusta su gestación y nacimiento fuera del orden de la natu raleza. 5. Mas no tan injusta como para serle negado su nacimiento y supervivenc ia por tanto al ciego no le es permitido ver con sus ojos, pero no es inhabilita do para tener vida exitosa y feliz y su ceguera de ojos no es impedimento para c rear su trono, el hombre tiene los sentidos y su cuerpo más a falta de uno de lo s sentidos como el de los ojos le es deber de orgullo aprender a ver con sus man os y oídos. 6. Dicho esto, Bese la tierra, y tomé un poco y la puse en sus manos , y le dije que la sintiera, el la sintió y luego busque agua y le dije que la p robara, me dijo: es agua, luego le pedí abrir nuevamente sus manos y junte tierr a y agua y cree barro y le pregunte; ¿puedes comprender que no necesitas ver con los ojos para conocer y ver de otra manera que es la tierra, que es el agua y q ue es el barro? 7. y me dijo: Si he podido ver y le dije; ve y lávate el barro e n el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y regreso a mi me dijo ¿y ahora que?, le dije; Busca ayuda de doctores, de la ciencia para que puedas ver también con los ojos y busca ayuda de rehabilitación para ciegos, pa ra que aprendas a leer sin los ojos, ver la forma 24 de las cosas con los ojos cerrados, para que trabajes como persona normal que er es, me dijo; regresaré pronto viéndote con ojos o sin ojos. 8. Entonces los veci nos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el ciego que se sentaba y mendigaba? 9. Todos decían si el es: y añadían le han metido e n cabeza que puede ahora ver sin los ojos y que no es menos que nosotros los que podemos ver. El decía en cuanto caminaba: Yo soy y soy como un Dios, ni más ni menos que nadie y tengo derecho a la igualdad. 10. Y le dijeron: ¿Qué vas hacer ahora de tu vida? 11. Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llamaba Jesús lo espere toda una vida para que obrar en mí y nunca obro al igual que otros Dioses que tampoco obraron y perdí parte de mi vida guardando tontas esperanzas, otro me untó las manos con barro y me dejo ver que podía ver sin mis ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé las manos, y recibí luego esperanzas po sibles de felicidad acá en la vida. 12. Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo salía ya del templo con sus discípulos del templo. La Bestia y sobre los mi lagros 13. le Invitaron a presentarse ante los sacerdotes al que era ciego de los ojos. 14. Y era día de reposo cuando la Bestia había hecho el lodo en sus manos, y le había abierto ojos en las manos y esperanzas en su interior y ganas de vivir co mo León.15. Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos que cómo había r ecibido ganas de vivir. El les dijo: Me puso lodo sobre las manos, me lavé, y me trato con igualdad sin misericordia y especialmente sin lastima, sin juzgarme p or lo que nunca me fue cuestión de elección y el me invito a ver dentro de mi bu scándome para levantar por mi mismo mi felicidad. 16. Entonces algunos de los sa cerdotes decían: Ese hombre no procede de Dios, porque aniquila las esperanzas e

n nuestros Dioses, no respeta nuestros misterios. Otros decían: ¿Cómo puede un h ombre ciego creer que nosotros somos iguales a el y ese que se hace llamar León como se atreve a no tener lastima a otro por su estado? Y había miedo entre ello s. 17. Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te invito a vivir de esa forma que deseas? Y él dijo: Que no es un profeta que trae mensajes de Dioses inservibles sino profeta con mensaje de animales hombres para ser de nosotros hombres como Dioses. 18. Pero los judíos no creían que él había tomado esta decisión de ser feliz por sus propios medios, y que había querido encontrar algún tipo de vista, hasta que llamaron a los padres del que había querido vivi r, 19. y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego y que se hizo mendigo? ¿Cómo, pues, creen que ahora puede llega r a ver, trabajar y ser feliz? 20. Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemo s que éste es nuestro hijo, y que nació ciego; 21. pero cómo quiere ahora ver, n o lo sabemos es otro nuevo hijo y felices estamos; y quién le haya abierto los o jos del alma y creado esperanzas, a nosotros no pone felices, sabemos; edad tien e, preguntadle a él; él hablará por sí mismo y os contara que es capaz de crear muñecos de barro y seguros estamos que posaran más sonrisas en sus labios y esta mos dispuestos a apoyarlo para conseguir su felicidad. 22. Esto dijeron sus padr es, porque no tenían miedo de los sacerdotes, aunque ya se sabia que entre los s acerdotes ya se habían acordado que si alguno confesase que yo el León le había dado esperanzas en si mismos y los invitaba a ser felices por sus propios medios , ese fuera expulsado de los templos. 23. Por eso no tuvieron miedo sus padres: Ya habían entendido que las esperanzas y felicidad estaba en sus manos y no en t emplos y sinagogas. 24. Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido cie go, y le dijeron: da gloria a Dios; nosotros sabemos que eres pecador. 25. Enton ces él respondió y dijo: No doy gloria a ningún Dios; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, esperando intervenciones divinas casi pierdo mi vida ahora no veo pero sé que un día podré ver con ojos o sin ojos en tanto, sólo me daré gloria a mi mismo, a mi vida y por tanto mi único fin será mi felicidad y no continuare arrastrándome sobre mármoles dando lastima, en canje mi vida será de honor y su peración 26. Le volvieron a decir: ¿Qué te arrodilles y da gloria a Dios que ere s pecador? ¿Acaso te has dejado seducir por el maligno? 27. El les respondió: Ya os lo dije, No me arrodillare ante nada ni nadie no seré hombre que provoque as co o lastima que es lo mismo y no habéis querido oír que haré de mi vida un monu mento al verdadero hombre animal; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis tam bién vosotros haceros como Dioses? 28. Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres uno d e sus discípulos malvados, locos y fraudulentos; pero nosotros, discípulos de Mo isés, de Jesús de Mahoma, somos. 29. Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Mois és, a Jesús 25 a Mahoma; pero respecto a ése al que has llamado León la Bestia, no sabemos de d ónde sea. 30. Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, y pa ra que vosotros sepáis de dónde es, el me invito a entrar en mi mismo y de ahí q ue quiera abrir mis ojos. El viene de si mismo como ahora mi felicidad viene de mi mismo 31. Y añadieron los sacerdotes, sabemos que Dios no oye a los pecadores ni a los que lo niegan y tampoco a los que no son temerosos de Dios 32. El dijo . Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que n ació ciego y si lo hiciese como lo dicen de Jesús no perderé mi vida suplicándol e, pues es muerto en cruz. 33. Si éste viniera de Dioses invisibles y envidiosos , nada podría hacer para los que están lejos de él 34. Respondieron y le dijeron : Tú naciste del todo en pecado, ahora estas ciego y loco ¿y crees enseñar a nos otros? Y le expulsaron. Pero saliendo les dijo; cobardes, en las lozas de los te mplos muchos han nacido muertos y nunca han vivido esperando vida de lo que no t iene vida, yo ahora tengo vida y veo que ustedes tiene temor de los hombres que nos sentaremos en nuestros tronos La Fe es ceguera 35. Oí que le habían expulsad o; y hallándole, le dije: ¿Crees tú en ti mismo? 36. Respondió y me dijo: ¿Acaso hay algo que me impida creer en mi mismo y que soy como un Dios? 37. le dije co mo Bestia: Pues no, y el que esta consigo hasta el fin de sus días andará bajo l as sombras en el amparo de la felicidad y de la armonía. 38. Y él dijo: Creo, Le ón en mis fuerzas y en lo que puedo lograr, y el se adoro con amor profundo, res

peto y armonía. 39. Dije como León fuera del templo: Para esto he venido yo a es te mundo; para que todos los que impidan ver al hombre que en su interior se esc onde el secreto de la felicidad y no en falsos Dioses, no impidan a ninguno ver en si mismos y todo aquel que lo impida deberá retarme con su propia justicia, p ero como no poseen su propia justicia, ellos no están a mi nivel y sólo me queda despreciarlos mas y hacerlos ver pobres en sus mentiras, miserables en sus doct rinas y patéticos ante los hombres libres. 40. Entonces algunos de los sacerdote s que estaban conmigo, al oír esto, me dijeron: ¿Acaso nosotros también somos pa téticos y asquerosos? 41. Yo el León les respondí; Sí fueron patéticos y creaban ciegos con esperanzas inútiles de una nueva vista gracias a la fe en Dioses ine xistentes, tendrán que remediarlo; mas ahora, ustedes deciden si quieren formar un mundo de hombres libres o continuar encadenando mas hombres, decían: Sin Dios no somos nada, decís mejor ahora ¡con los Dioses no fuimos nada! ¡Nosotros ahor a somos todo! Y sabed algo nadie expulsa de los templos, por eso yo entro y salg o de ellos cuando quiera, pues es casa de sus supuestos Dioses, ¡que descienda u no de su cruz y me diga te expulso! pues los templos son para los Dioses de la n ada y no tiene por tanto dueño. Mas ahora nadie me expulsa del templo al cual no pertenezco y si perteneciera no me expulsarían yo me iría. Ya esta cerca el mom ento en que los hombres dirán destruid los templos y construid bibliotecas o hac ed un museo en su interior. 10. El León permite descubrir que el buen pastor es un verdadero Embaucador. 1. De cierto, de cierto os digo que es hora que ninguno entre y pertenezca más a ningún redil de torpes y mansas ovejas ni por puertas, ni por otra parte, y si entran entren como lobos en jauría. 2. De esta forma el pastor de las ovejas se acobardara y las abandonará. 3. si continua inventándose ser valiente a éste se le devorara, y las ovejas oirán sus gritos desgarradores y sus gemidos agonizant es; y sus ovejas saldrán a correr y se dispersaran y sin saberlo en su confusión descubrirán, que han sido liberadas de la explotación y han vuelto a la liberta d de la naturaleza. 4. Y cuando los lobos hallan imposibilitado a los pastores, haced saberle a toda oveja nueva o vieja, que muchas o todas han sido engañadas levantando falsos testimonios sobre los liberadores y decidles; que han sido ens eñadas como ovejas pero que son verdaderamente Bestias como lobos. 5. Más muchas no entenderán y huirán de vosotros los liberadores, porque han sido criadas qué se le debe temer a la voz de los extraños y a las palabras nuevas. Dejarlas par tir no las ataquéis ya que sólo ellas alargan la hora de convertirse en Bestias, libres entenderán que han sido liberadas. 6. Esta alegoría les dije como Bestia ; muchos entendieron lo que decía pero muchos temían a los pastores y no entendí an que la libertad se ama desde la libertad y que en los rediles, con cadenas, c on la explotación y en las cárceles sólo se anhela la libertad pero muchas veces les es desconocida y ella 26 la libertad les puede asustar. 7. Volví, pues, a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy más que oveja, soy como oveja que desde el redil se hizo lobo. Y o como lobo encontré la puerta de salida y los pastores no impidieron mi partida pues temían que enseñase a otras ovejas a ser lobos y los lobos comen ovejas y pastores. 8. Todos los que antes de mí vinieron, enseñando a las ovejas a ser ma s torpes y a los pastores ser mas explotadores; y las ovejas los escuchaban. 9. Yo no soy puerta; mas destruyo las puertas con mis garras de oso y la oveja que entienda que hay puertas, entenderá; y saldrá del redil, saldrá y hallará lo que ellos desean como los bosques y pastos y la libertad le hará recordar que es un animal capaz de dominarse a si mismo y que es capaz de aceptar sus instintos y deseos. 10. El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; el violador y secuestrador para aprovecharse de la mansedumbre y el esclavista para hacer tod os los males juntos en nombre de Dioses y doctrinas. Más yo he venido para que e ntiendan que hay puertas y fronteras, puestas por estos aniquiladores de liberta d y que están bajo engaño y en explotación continua y en cárceles visibles e inv isibles obedeciendo a uno que dice ser mayor que ellos para que el tenga placere s en abundancia a costa del dolor y sufrimiento de la mansedumbre. 11. Yo soy co mo León, como oso, como lobo, como escorpión; el que dice ser el buen pastor dic e dar su vida por las ovejas, yo destruyo a los que dicen ser buenos pastores pa

ra que las ovejas se enfrenten a su realidad, a su libertad y para que las oveja s dejen de ser presa y se conviertan en cazadores de tronos propios. 12. Pero ha y ovejas que cree en el pastor, y ovejas que anhelan ser pastores y ciegamente s e arrodillan adorando la debilidad por la estupidez que les ha sido metida en lo s poros y el pensamiento propio que le es imposible reconocer, ese intentara det ener las ovejas en su liberación, ve venir a la Bestia que rompe cadenas y muros y no desea ser liberado, ese dejadlo sólo, morirá rápidamente en su engaño y se rá despreciado luego por la jauría de ovejas que se harán Bestias. 13. Así la ov eja que quiera ser pastor sepa que su ambición ha sido descubierta, bajo su supu esta bondad se esconde el sueño de estar por encima de otros entendiendo o no qu e su función es el explotar al redil. 14. Yo soy el León la Bestia; y las ovejas no me conocen, y ellas me temen y es porque las ovejas temen lo que no conocen y a lo que ha sido prohibido por mandato del pastor, 15. así como yo me conozco como León, es necesario que las ovejas conozcan que son como lobos y yo quiero q ue conozcan su divinidad, su naturaleza misma. 16. También hay ovejas en otros r ediles; aquéllas que el dogma y las doctrinas les aniquila su inteligencia, y to das oirán mi rugir; y habrá un rebaño, y un pastor que se atemorizará, pero habr án rebaños, y pastores que se alegraran de mi canto a la noche libertadora. La v ida de las Bestias 17. Por eso me odian los Dioses y los que dicen ser obra de D ioses, porque yo pongo sus vidas al descubierto, para hacerlos volver en si, par a que tomen sus vidas con ferocidad. 18. Nadie nos puede negar nuestras vidas, y en nadie sino en nosotros esta el poner ganas a la vida. Tengo el poder para ha cer de mi vida un cielo o un infierno, y tengo poder y libertad que nadie me pue de negar. Este mandamiento lo pongo para mi vida. El poder de la Bestia 19. Volv ió a haber disensión entre los sacerdotes por estas palabras. 20. Muchos de ello s decían: El demonio es, el anticristo, el falso profeta, la Bestia de la blasfe mia, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? 21. Decían otros: Estas palabras son d e endemoniado. Pero el demonio puede sin lugar a dudas abrir los ojos en las man os de los ciegos La Bestia sin Dioses como el Padre 22. Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, 23. y Yo andaba cerca al templo, cerca por el pórtico de Salomón. 24. Y me rodearon los s acerdotes y me dijeron: Seguirás turbando nuestras almas. Si tú eres el Cristo, el profeta, el Dios, el Mesías dínoslo abiertamente. 25. Yo les respondí: No os lo he dicho, no creéis en vosotros mismos; las obras que yo hago las hago en mi nombre no por mandatos de esquizofrenia o en nombre de Dioses insólitos, ellas d an testimonio de muertos; Yo doy vida a mi vida 26. pero vosotros no creéis en v osotros mismos, porque sois como ovejas pastores, gobernada por pastores de past ores como he querido hacerles 27 entender. 27. Ustedes escuchan las voces de pastores, oyen y escuchan voces ajen as, y yo conozco mi voz y me sigo, ustedes no escuchan sus propias voces ni sigu en su propia voz. 28. y yo no doy vida eterna; y perecerán, ni nadie se las dará , a menos que sea un embaucador, mentiroso y los arrebaté de si mismos. 29. Mi D ios que soy Yo, es mayor que todos los Dioses, y nadie me puede arrebatar mi dig nidad ni mi divinidad por eso soy dueño de mi vida y mi cielo es en vida y mi vi da es acá en la tierra. 30. Yo y Dios soy. Divinidad de carne soy. 31. Entonces los sacerdotes y fanáticos volvieron a tomar piedras para apedrearme. 32. Yo les respondí: Muchas obras os he mostrado de mi parte; ¿por cuál de ellas deseéis a pedrearme? 33. Le respondieron los sacerdotes y fanáticos, diciendo: Por obras t e apedreamos, y por la blasfemia; porque nosotros siendo hombres, nos haces como Dioses. 34. Yo les respondí: Es Jesús para los cristianos Dios: Y dije, Dioses sois 35. Si llamó Dioses a todos por ser hermanos de Cristo ¿no sois Dioses? (La Escritura puede ser quebrantada) 36. ¿Y si digo que sois Dioses, vosotros decís : Tú blasfemas, porque invito a ser a todos, poderosos en vuestros límites de ca rne, como vuestros Dioses, entonces? 37. Si hago las obras que quiero, no me cre éis. 38. Más si hago las mismas pero en nombre de Dios me habéis hecho santo, au nque no creéis en vosotros, menos en vuestras obras, ¿para que siguen muriendo y no mueren ya, si esperan vivir eternamente en un insólito paraíso? Pues ustedes están en si y en si esta su divinidad 39. Procuraron otra vez prenderle, pero l es amenace elevarme como sus profetas y temieron mis palabras. Luego de las temi

das palabras de la Bestia 40. Y Me fui riendo como niño de nuevo al otro lado de l Jordán, al lugar donde primero había estado dando sombras Bael; y me quedé all í 41. Y algunos venían a mi, y decían: Bael, a la verdad, señal hizo; pero lo qu e Bael dijo de ti, era sólo parte de una nueva verdad. 42. Y muchos creyeron en si mismos allí. 11 La muerte de la oración de Pedro y el nacimiento de un Jardín 1. Estaba entonces aparentemente sano un hombre llamado Pedro, de Betania, la a ldea de Sofía y de su hermana Lilith, cuyo Esclavo Agarías estaba aparentemente sano, 2. fue la que ungí con perfume, y le enjuagué desde los pies hasta la coro nilla con mis cabellos. 3. Enviaron, pues, las hermanas para decirme: León, he a quí al que odias y esta como sano. 4. Oyéndoles como León les dije: Esta sano si n enfermedades de carne y el debería ser para la muerte, para la gloria de nosot ros los Dioses, para que los Dioses podamos glorificarnos en nosotros mismos y n o seamos juzgados por supuestos santos. 5. Y Sofía me amaba, su hermana y Pedro me odiaba y decía amarme teniendo compasión por mi supuesta maldad. 6. Cuando oí , pues, que estaba muy sano, Me quedé seis días más en el lugar donde estaba. 7. Luego, después de esto, dije a mis discípulos: Vamos a Judea otra vez. 8. Me di jeron mis discípulos: León, ahora los judíos procuran apedrearte, ¿y otra vez va s allá? 9. Respondí Como León: ¿No tiene la noche doce horas? El que anda en la noche, no encuentra tropiezo, porque le temen a las sombras de la tranquilidad d e este mundo; 10. pero el que anda en la luz, tropieza, porque la luz lo ha ence guecido. 11. Dicho esto, les dije después: Nuestro enemigo Pedro esta despierto; más voy para hacerlo dormir. 12. Dijeron entonces los discípulos: si esta despi erto, dormirá. 13. Pero yo decía esto de la muerte que llevaba Pedro mientras es taba despierto; y ellos pensaron que yo lo haría reposar en la muerte final. 14. Entonces como León dije oscuramente: Pedro esta vivo como muerto con los ojos a biertos; 15. y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que no dese éis darle muerte final; mas ahora vamos a él. 16. Dijo entonces Agarías, a sus c ondiscípulos: Vamos también nosotros, para que cerremos juntos los ojos para sie mpre de ese. Sofía y Lilith 17. Fui, pues, como Bestia, y hallé que hacía ya doce días que Esclavo llevaba s in dormir. 18. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; 19. y muchos de los judíos habían venido a Sofía y a Lilith, para felicitarlas por su hermano. 20. Entonces Sofía, cuando oyó que yo iba, espero a que la buscase; per o Sofía fue a buscarme. 21. Y Sofía me dijo cuando llegue: León, 28 si hubieses estado aquí, mi hermano Pedro no seguiría tan muerto en vida por su obsesión con los ayunos para agradar a su Dios. 22. Mas también sé ahora que tod o lo que él pida a su Dios, nada se le concederá. 23. Yo le dije: Tu hermano dor mirá para siempre o vivirá en vida. 24. Sofía me dijo: Yo sé que no resucitará y que no hay resurrección, y que sólo hay vida aquí en la tierra. 25. Le dije com o León: Yo soy creación de mi resurrección en esta vida; el que cree en sí, vera la vida donde hay vida y no espera vida donde no hay vida. 26. Y todo aquel que vive y cree en si, morirá eternamente pero vivirá feliz y grandioso acá en la t ierra. ¿Crees esto? 27. Me dijo: Sí, León; yo he creído en mi y que soy ser de t rono, y que somos los Dioses que hemos llegado al mundo para ser felices. 28. Ha biendo dicho esto, fue y llamó a Lilith su hermana, diciéndole en secreto: El Le ón está aquí ve y habla con el. 29. Ella, cuando le oyó, se sentó de lentamente a mi frente 30. Ya había entrado en la aldea, y estaba en el lugar donde había e ncontrado a Sofía. 31. Entonces los sacerdotes y adoradores de lo invisible que estaban en casa con ellas y las querían hacer orgullosas por la bajeza de su her mano, vieron cuando Lilith se había sentado frente a mí, la dejaron diciendo ent re murmullos: Va a el a contarle las obras buenas y agradables a Dios hechas por su hermano. 32. Lilith cuando llegó a donde yo estaba, al verle, nos miramos a los ojos y me dijo: Señor, si hubieses estado aquí, no habría puercos en mi casa diciendo que las obras de mi hermano son buenas y santas. La humillación 33. Yo como León entonces, al verla con risas y burlas a los sacerdotes y a sus insole ntes ideas que estaban queriendo acompañarla, esos reían también alegres pero po r la gracia imaginarias de un raro Dios que depositaba en un hombre gracia divin a, se me enardeció el corazón, mi carne y me enfurecí. 34. y dije: ¿Dónde esta e se estúpido de tu hermano? Le dijeron: León ven y ve, está en el templo orando y

ayunando. 35. Yo me reí como León, como Bestia de aquella estupidez de ese ser modesto. 36. Dijeron entonces los sacerdotes: Mirad cómo le odia. 37. Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que dio ojos a la mano del ciego, amar también y congraciarse con un ser tan puro como lo es Pedro? 38. Yo, profundamente pert urbado y furioso, otra vez fui al templo. Era el templo una ofensa a la divinida d del hombre, y tenía puerta que lo cerraba. 39. Dije: Abrid la puerta. Sofía, l a hermana del que estaba orando y ayunando y continuaba “sano”, me dijo: León, h iede ya, porque hay incienso de muchos días. 40. Le dije: ¿No te he dicho que me desagrada el olor de los templos?, verás la gloria de los Dioses y mi olor opac ar los inciensos 41. Entonces abrieron la puerta de donde había estado orando el vivo muerto y sano en ayuno. Y Yo, alzando los ojos a lo bajo, dije: Este estúp ido vive pero muerto es, y en su muerte cuando vive no permite que vean otros la s sombras, bajo el espectáculo de la penitencia y la pasión. 42. Yo sabía que no siempre me oyen; pero todo lo he dicho por causa de la multitud que está a mí a lrededor alabando las obras de sacrificios a los Dioses, para que crean que se p uede ser como Dioses. 43. Y habiendo dicho esto, baje la voz para que todos afin aran sus oídos y como navaja corte con mi voz: ¡Pedro, si tu Dios te protege te quedaras en penitencia muchos días más, ora y pídele que me convierta a la graci a de los sirvientes! 44. Y el que había estado en oración me dijo, no me ato las manos y tampoco los pies con tus blasfemias, y no me limpio el rostro en tus pa labras. Cómo León le dije: Desatado crees que eres, y que te puedes marchar. La Bestia y los concilios 45. Entonces muchos de los sacerdotes que habían venido para acompañar a Sofía y a Lilith, y vieron lo que yo decía, se asustaron por la suerte de Pedro. 46. Pe ro muchos de estos sacerdotes y tontos fueron y les dijeron a los sumos pontífic es lo que Yo había dicho y que pensaba matarle. 47. Entonces los principales sac erdotes y de todas las religiones se reunieron en concilio, y dijeron: ¿Qué hare mos? Porque este hombre hace muchas señales que no sabemos apilar pero se ha enc eguecido y piensa matar a Pedro. 48. yo sabia lo que dirían y como lo harían. En ese momento cogí una piedra y pedí a mis discípulos su ayuda y agarramos piedra s y madera y les dije hagamos en este lote vació al lado del templo un hermoso j ardín en cuanto Pedro ora 49. y añadí, todo hombre inteligente se regocija en la s excelsas y lógicas obras, el bruto y torpe seguirá orando y mientras el ora y reza a su Dios, nosotros construiremos un jardín en el que podremos jugar y ser 29 felices; y vendrán otros, y ayudaran a construir de este jardín un mejor lugar p ara divertirnos, estar alegres, felices y para poner un árbol para la salud del mundo. 50. Entonces uno de los pontífices de aquellas épocas, sumo sacerdote de una religión de esas muertas, les dijo: Vosotros no sabéis nada; 51. si pensáis que nos conviene que Esclavo muera por la mano del León, y que todos digan que n o pudimos detenerlo. 52. Esto lo dijo por lo que paso con Cristo, Y como era el sumo sacerdote aquel año, creía que yo mataría a Esclavo para sacrificarme y dej ar al descubierto la impotencia de las leyes de la iglesia; 53. y no solamente p ara reducir a sus Dioses, sino también para manipular las leyes y con ello separ ar a muchos más de las iglesias.54. Así que, desde aquel día no sabían si dejarm e libre o encarcelarme. 55. Por tanto, Yo el León andaba abiertamente entre todo s los hombres, y cuando terminamos el jardín le di gracias a todos por la maravi llosa obra que hacíamos para nuestra salud y la salud del mundo y muchísimos vie ron que las obras son más inteligentes y beneficiosas que esperar el perdón de l os Dioses. Terminado esto me aleje de allí a la región contigua al desierto, a u na ciudad llamada Efraín; y me quede allí con mis discípulos. 56. Y estaba cerca la pascua de los judíos; y muchos subieron de aquella región a Jerusalén antes de la pascua, para divertirse con mi alegría y la alegría de mis discípulos. 57. Y me buscaban, y estando ellos fuera de los templos, se preguntaban unos a otro s: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a poner más alegría a la fiesta y a divertirse con la alegría que hemos puesto a nuestra nueva fiesta? 58. Y los principales sacer dotes y los fanáticos habían dado orden de que si alguno supiese dónde estaba, l o manifestase, para protegerme y no hacer de mi una inmolación. Llegue a la fies ta un par de horas después, baile, reí, tome algo de vino, cantamos y me complac í también por largos instantes por nuestros triunfos en las batallas pasadas y c

elebramos la alegría y armonía de nuestras vidas. 12 La Bestia unge los pies de una Mujer en Betania y se hace Dios de la vida. 1. Nueve días antes de la Pascua , volví a Betania, donde estaba Pedro, el que había estado vivo, sano pero muert o, y a quien había humillado entre los vivos. 2. Y me hicieron allí una cena; So fía servía, y Pedro humillado era uno de los que no estaban sentado en la mesa c onmigo. 3. Entonces Sofía tomó una libra de perfume y aceite de nardo puro, de m ucho precio, y me pidió que le aplicase ello en los pies, y los enjuagué con mis cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume y del olor de la sensualidad. 4. Y dijo uno de mis discípulos, Voor, hijo de un ser cualquiera, el que había de salvarme: 5. ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y con ello haber hecho algo más productivo? 6. Pero dijo esto, no porque fuera la drón o envidioso, sino porque amaba las obras, y teniendo la bolsa, guardaba tod a moneda para futuras obras para los hombres. 7. Entonces Yo tiernamente le dije : Tienes razón; para el día en que demolamos los templos hemos guardado esto. 8. Porque a los hombres siempre se les debe dar obras hermosas y triunfales, más y o moriré y es mucho dinero para desperdiciarlo en mi placer. Pero escucha este p erfume no es mío es de Sofía y ella quiere ese placer, y me ha dado el perfume p ara ser usado en ella, lo ha comprado para ella y no para el mundo y quiero sati sfacer su placer y su placer es que consienta sus pies con el perfume que ha com prado. 9. Gran multitud de los que fueron habían sido sacerdotes de las iglesias mediocres y supieron entonces que yo estaba allí, y vinieron, no solamente por causa mía, sino también para ver la cara de fracaso que tenia Pedro, a quien hab ía humillado al haber creado con muchos un bello jardín en cuanto el destruido s u tiempo y su vida orando a lo ilusorio. 10. Pero los principales sacerdotes y a lgunos fanáticos habían acordado destruirme y volver a poner ejemplo de mansedum bre, de sacrificio, de penitencia a Pedro, 11. porque a causa de mi muchos de lo s hombres que oraban a los Dioses de las religiones se apartaban y creían en si mismos. La Burla a la entrada triunfal de aquel Mesías. 12. El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír q ue yo volvería a Jerusalén, 13. tomaron ramas de palmera y salieron a recibirme, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Benditos nosotros que hemos nacido en nosotros mismos y que hemos venido en nuestro propio nombre, ahí viene las Bestia, el León, el des tructor de los reyes de Israel! 14. Y halle un asnillo, y lo lleve a mi lado con sintiéndolo en su lomo, y hable en contra de lo que estaba escrito: 15. No temas , hija de 30 Sion; He aquí tu Rey viene, al lado de un León que consiente su lomo. 16. Estas cosas las entendieron mis discípulos al principio; pero cuando fueron glorificad os, entendieron el poder de atacar lo que supuestamente estaba escrito por los p rofetas de los Dioses y el significado de los reyes. 17. Y daba testimonio la ge nte de si misma y de sus obras, y continuaban riendo del ridículo que cause a la trivialidad escondida en la santidad de Pedro. 18. Por lo cual también había ve nido la gente a conocernos, porque habían oído que habíamos hecho la señal de un trabajo hermoso para los hombres y para la salud del mundo. 19. Pero los sacerd otes inamovibles dijeron entre sí: No conseguimos nada. Mirad, Todo las ovejas s e hacen lobos, pronto el mundo se liberara de nosotros y verán el mundo grandios o que existe fuera del redil y no desearan volver. 20. Había ciertos griegos ent re los que habían subido a estar en la fiesta. 21. Estos, pues, se acercaron a K oth, que era de Betsadia de Galilea, y le dijeron sin rogar: Señor, quisiéramos ver al León. 22. Koth fue y se lo dijo a Kish; entonces Koth y Kish me lo dijero n. El triunfo de la Bestia en la vida 23. Yo les dije: Ha llegado la hora para q ue el Hombre sea elevado en su trono y en su divinidad, que sea el fin de los es clavos y la hora de liberación. 24. De cierto, de cierto os digo, que el hombres débil morirá, no como el trigo para brotar como trigo, el hombre débil morirá y nacerá el hombre fuerte, vivo y feliz. El hombre fuerte dará frutos más fueres y más felices. 25. El que ama su vida, ganara la vida en la tierra y morirá orgu lloso, alegre, armónico y feliz; y el que aborrece su vida en este mundo, morirá acá en la tierra desgraciado, triste, sin segundos vividos y se extinguirá de l a historia de la humanidad y su extinción será triste pues no hay vida después d e la muerte, no hay vida fuera de esta vida. 26. Si alguno se sirve, sígase; y d

onde el estuviese, allí también hará grandeza. Si alguno se sirve, sirve a mucho s otros y ese se honrará porque sus obras no son mediocres. 27. Ahora está feliz , armónica, alegre mi vida; y me pregunto ¿Todos los hombres podrán elevarse? ¡M ueran hombres débiles, larga vida a los fuertes! Mas para esto ha llegado esta h ora para no permitir más que los débiles pisoteen mas a los fuertes. 28. Religio nes y Dioses, Mueran sus nombres. Entonces vino una voz de la tierra diciendo: H ombres fuertes somos, y nuestras obras serán a la altura de nuestra grandeza, ni nguna más a nuestra bajeza y nos glorificaremos una y otra vez hasta el fin de n uestras vidas. 29. Y la multitud que estaba allí, y había sido la voz, decía que habían sido más fuertes que un trueno. Otros decían: Dios ha hablado 30. Respon dí como León y dije: Esta voz ha venido por causa de ustedes, y ha brotado desde ustedes. 31. Ahora nos liberamos de los miedos pretendidos y que nos han condic ionado, hemos derribado todo juicio que venia fuera de este mundo; ahora somos l os príncipes reales, existentes en este mundo y hemos venido para vivir acá en l a tierra. 32. Y no seremos levantados de la tierra, a todos llamaremos a la tier ra. 33. Y yo decía esto, dándoles a entender qué todos moriremos algún día y que nuestro trono esta acá en la tierra. La muchedumbre deja de ser muchedumbre 34. Me respondió la gente: Nosotros hemos destruido la ley vieja, hemos aniquilado los temores que nos esclavizaban y las mentiras que nos detenían vivir felices, hemos roto las cadenas, No permaneceremos para siempre en la tierra, pero perman eceremos en nosotros en cuanto estemos en la tierra. Y bien dices tú que nuestro trono es acá en la tierra, donde todos pisamos y no esperamos imposibles como s er resucitados. Somos hombres, hijos de hombres, Dioses nacidos de Dioses, y nos hacemos Dioses en nuestra propia divinidad 35. Entonces yo les dije: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto entre las sombras, para que no os sorprenda un rayo de luz; porque el que se deja atrapar por la luz, puede quedar ciego nuevamente por el temor, más llegara la hora que ustedes sean sombr a y opaquen toda luz. 36. Entre tanto que tenéis algo de luz, creed en las sombr as de la felicidad que vosotros poded cread, para que seáis hijos de sombras, de carne y hueso como divinos. La duda plausible 37. Pero a pesar de que habíamos hecho tantas obras y señales delante de todos, muchos no creían en si mismos, porque temían a lo que nosotros ya habíamos dado muerte y extinción; 38. para que 31 se cumpliese nuestra voluntad y no lo que esta escrito decimos: Hombres, ¿quién teme la furia de los Dioses fantásticos e imaginarios cuando ellos ha temido a n uestras voces y han muerto con nuestros pasos? ¿Y a quién se le ocurre arrodilla rse y morir infeliz cuando podemos levantar en tierra nuestra gloria y morir fel ices? 39. Por miedo de esto no podían creer en si mismo, porque también pensaban : 40. Que los Dioses invisibles los tentaban, y los hacen infelices en vida; Par a que sufran en la vida pero para que tengan una vida feliz en un cielo de la na da y así confundían su corazón y sus cabezas, con miedos y temores. 41. Ningún p rofeta vio nuestra propia gloria alcanzada por nuestras manos, ni nuestros trono s construidos por nuestro ser. 42. Con todo eso, muchos de de los gobernantes cr eyeron en si y en lo nuevo; pero a causa de los sacerdotes y fanáticos y por cau sa de los débiles no lo confesaban a todos, para evitar interferir en la liberta d de los hombres que eligen la estupidez. 43. Porque amaban más las gloria cread as por hombres de supuestos Dioses imaginarios que la gloria para si mismo. La n ecesidad de Creer en si mismo 44. Yo rugí y dije: El que cree en si, cree en su trono, y en su fuerza, en su equilibrio, en su armonía y en su felicidad; 45. El que se ve, sabe que el sólo se envía. 46. Yo soy sombra, he venido al mundo, pa ra cubrir con sombras la luz incandescente que ha enceguecido a los hombres con falsas y tontas doctrinas que confundieron el fin del hombre y su única virtud l a libertad de ser feliz. 47. El que no oye su palabra y no la guarda y no la sig ue, El se juzga; porque no ha venido a vivir a este mundo, ni ha venido a vivir en esta vida, sino a ser como prisionero. 48. El que se rechaza, y no vive su vi da, tiene quien le juzgue; Camina y anda sin palabra, su esclavitud y cobardía l e ha hecho perder la vida, la única vida, la vida lo juzga. 49. Yo he hablado po r mi propia cuenta; no por Dioses ficticios, yo me he enviado, Yo me he creado y me doy mis mandamientos, para saber que decir, y de lo que he de hablar para se

r mi Dios. 50. Y sé que mi mandamiento es vivir en esta vida pues no hay vida et erna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como Dios de la vida, Dios de mi vida, no Dios de la muerte. 32 Segunda Parte. La no Pasión, el Si a La Vida en Esta Tierra. 13 Los Discípulos l avan sus propios Pies 1. Antes de la fiesta de la Pascua, subí Como León y como Bestia y sabía que la hora había llegado para que pasase que los hombres fueran Dioses y únicos Dioses de este mundo, y como los míos se habían amado a si mismo s y al mundo en que estaban, se amaban hasta el fin. 2. Y cuando cenábamos, como el siendo como un Dios en si mismo se había puesto en la mente de Voor, el se s entaba. 3. Yo sabía que sólo yo y por mis medios podía alcanzar todas las cosas en las manos, y que me había hecho a mi, y seguiría siendo yo, 4. Me senté para la cena, y me puse el manto, y pedí toallas, y le di una a cada uno y se la ciñe ron. 5. Luego solicite agua en varios lebrillos, y comencé a pedir que ser lavar an los pies todos los discípulos, y que se enjugaran con la toalla con que estab an ceñidos. 6. Entonces vino a mi Abel; y Abel me dijo: Señor, ¿Me tengo que lav ar yo mismo los pies? 7. Respondí como León, como Bestia y le dije: Lo que usted es hacen, Lo comprenderás ya, ahora mismo, no después; mas luego lo entenderán m ejor. 8. Abel me dijo: No me lavaré los pies jamás. Yo le respondí: Si no te lav as, no tendrás parte contigo. 9. Me dijo Abel: León, no me lavare mis pies, Tamp oco mis manos y mi cabeza 10. Yo les dije: El que no se lava, sabe que le toca b añarse mas que los pies, pues está todo sucio; y vosotros limpios no estáis, aun que no todos. 11. Porque sabía a quién iba a entregar; por eso dije: Vosotros li mpios no estáis, aunque no todos. 12. Así que, después que se hubieron lavado lo s pies, me quite el manto, y me levante de la mesa, y les dije: ¿Sabéis lo que o s he hecho? 13. Vosotros me llamáis Maestro, y León; y decís mal, porque no lo s oy. 14. Pues si yo, el León y supuesto maestro, he pedido que lavara cada uno vu estros pies, es porque nadie lavara los pies de otros ni debéis lavaros los pies los unos a los otros. 15. Porque este ejemplo os he dado, para que como ustedes los han hecho, todos lo hagáis por sus propios medios. 16. De cierto, de cierto os digo: El siervo es menor que su señor, y el enviado es menor que el que le e nvió. 17. Si sabéis estas cosas, malditos serán si son siervos esclavos y enviad os de otros. 18. Hablo de todos vosotros; yo no sé a quienes he elegido; más est o para que incumpliese la Escritura: El que come pan conmigo, aseguro consigo mi rugir. 19. Yo os le he dicho ya que esta sucediendo, pues ahora, creáis que ust edes son. 20. De cierto, de cierto os digo: El que se envía a si mismo no recibe al que no se envía, se recibe a sí; y el que se envía a sí mismo, recibe al que se envía. La entrega 21. Habiendo dicho esto, me fortalecí en espíritu, y decla ré y dije: De cierto, de cierto os digo, que a uno de vosotros voy a entregar. 2 2. Entonces los discípulos se miraban a si mismos, reflexionando en si mismos. 2 3. Y uno de mis discípulos Abel, el cual se amaba, no estaba recostada a mi lado . 24. Este, pues, hizo señas a Voor, para que preguntase quién era aquel de quie n hablaba. 25. El entonces, sentado en la mesa, me dijo: León, ¿Abel pregunta qu e quién es? 26. Respondí: Aquel que pegunte quién será, aquél es. Y secando el p an, se lo quite a Abel. 27. Y después de haberme comido su pan, la piedad y mans edumbre entró en él. Entonces le dije: Lo que voy hacer, lo haré pronto. 28. Tod os los que estaban presentes entendieron por qué le dije esto. 29. todos pensaba n, puesto que Abel tenía la piedad antigua, que Abel diría: Hagamos templos, ado rnemos los templos, compremos lo necesario para las fiestas, hagamos un nuevo Di os de madera o de piedra; y neguémosle esto a los ricos. 30. Cuando yo, pues, hu be quitado el bocado, le eche de allí y salió; y era ya de día. 33 Comienza la Unión 31. Entonces, cuando hubo salido, dije: Ahora nos glorificamos como Hijos del Hombre, y como Dioses nos glorificamos. 32. Si nosotros nos glor ificaremos en nosotros mismos, y como Dioses nos glorificaremos a nosotros mismo s también ellos se glorificarán en sí mismos. 33. Extraños, estaré con vosotros hasta cuando sea necesario. Me buscaréis; pero ustedes me encontraran digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros podéis venir. 34. Un mandamiento quiero pa ra vosotros mismos: Que os améis vosotros mismos; como nadie os ha amado, para p oder amar a los demás. 35. En esto conocerán todos que no sois ya discípulos, si

tuviereis amor por vosotros mismos como a ninguna otra cosa se respetaría el un iverso. La confirmación de la imperfección 36. Me dijo Voor: León, ¿a dónde vamo s? le respondí: A donde yo voy, me pueden seguir ahora; o cuando quieran. 37. me dijo Voor: León, ¿por qué seguirte ahora? Mi vida sólo doy por mí. 38. Yo le di je: Sólo tu vida pondrás por ti, De cierto, de cierto te digo: Que cantará el fe lino de la noche, nueve veces nueve veces nueve y no te negaras a ti mismo. 14 E l camino, la verdad propia y la vida 1. Que se turbe vuestro corazón; sí creéis en Dioses que se turbe, si sois fuertes creed en vosotros y no habrá turbación. 2. Esta es nuestra casa y no hay muchas moradas aquí; Voy al mundo, por ello os lo digo; voy, pues, no a preparar lugar para vosotros, sino a alentarlos que pre paren lugares para vosotros. 3. Y si nos vamos prepararemos lugar y nos quedarem os allí, y os tomará cada uno a si mismo, para que donde ustedes estén, estén só lo los fuertes. 4. ¿No sabéis a dónde van? Pero sabéis que ustedes mismos se hac en el camino. 5. Me dijo Baal: León, sabemos a dónde vamos; ¿cómo, pues, nos dic es que no sabemos a donde? 6. Les respondí: Ustedes son el camino, y es vuestra verdad, y en ustedes esta la vida; nadie va a ningún lado, si no se envían a si mismos. 7. Si se conocieseis, se conocerán como Dioses; y desde ahora les aclaro que conocéis, y se han visto. 8. Agarías me dijo: Señor, muéstranos nuestra div inidad, que no nos basta. 9. Yo como León les dije: ¿Tanto tiempo hace que están con vosotros mismos, y no se han conocido, Agarías? El que se ha visto a sí, ha visto su divinidad; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos nuestra divinidad? 10. ¿N o crees que sois en si mismos, y vuestra divinidad sois vosotros, Dioses en si? Las palabras que yo os hablo, las hablo por mi propia cuenta, “porque hay un Dio s danzante a través de mi” por ello hago mis propias obras. 11. Creedme que yo s oy mi propio Dios, y mi divinidad habita en mí; de la misma manera, creed en vue stras propias obras. Los discípulos y la palabra 12. De cierto, de cierto os digo: El que en sí cree, las obras hace, las harán m uchos también; pero nunca superadas, porque ustedes crearan con divinidad y perf ección. 13. Y todo lo que se pidan en si mismos y nombre de vuestra divinidad y trono, lo harán vosotros mismos, para que el ser divino viviente en vosotros sea glorificado por vuestras propias obras. 14. Si algo pidiereis en mi nombre, no lo haré, si piden en nombre de los Dioses el tiempo de espera se hará eterno, lo que pidan vosotros hacedlo vosotros. 15. Si se aman, guardad su palabra. 16. Y yo me esforzaré para ser de trono, y no esperaré un consolador, para que en cuan to yo viva yo esté conmigo: 17. La carne de la verdad, el cual sólo el mundo es capaz de recibir, porque le ven, y le conocen; pero vosotros lo conocéis, porque ello es vosotros, y hasta el fin sólo carne serán. 18. Yo os dejaré huérfanos; y vendrán ustedes a vosotros. 19. Viviré aún por mucho, y el mundo me verá más; y vosotros me veréis; porque yo vivo y vosotros también viviréis llenos de divin idad. 20. Hoy es el día en que vosotros conoceréis que ustedes y su divinidad es ta en ustedes y yo en mi, y no Dioses ajenos en vosotros. 21. El que guarda sus propios mandamientos, y los vive, ése realmente se ama; y el que se ama, será am ado por los otros hombres, y vosotros se amarán, y se manifestará en el universo . 22. Me dijo Abdías, ¿cómo es que nos manifestaremos, y al universo? 23. Respon dí como León y le dije: El que se ama, su palabra guardará; y como divinidad se amará, y vendrá a si, y hará morada en ti. 24. El que se ama, guarda su propia p alabra; y la palabra que es de vosotros es sólo 34 vuestra, y por ello ustedes se envían. 25. Os he dicho estas cosas estando vosot ros. 26. Más ustedes que no necesitan de espíritus invisibles e inexistentes, se enviarán en su propio nombre, ustedes mismos se enseñarán todas las cosas, y vi virán todo lo que ustedes os digan. 27. No os dejo mi paz, mi paz me la llevo; M i paz es mía. Que se turbe vuestro corazón, y tengan miedo de lograr su propia p az. 28. No habéis oído pero os he dicho: Yo me envío y que cada uno se envié. Si se aman, se regocijaran en ustedes mismos, porque ustedes han hecho de ustedes Dioses; porque Dioses en Carne es mayor que Dioses invisibles y más que sólo esp íritu. 29. os lo he dicho porque ya sucede que creéis sólo en vosotros. 30. Habl aré mucho con vosotros; porque somos los príncipes de este mundo, y todos tienen conmigo y con vosotros. 31. Mas para que el mundo conozca que nos amamos mas qu e a los Dioses invisibles y muertos, yo me envió y cada uno se envía, así que di

go sentémonos que esta es nuestra tierra de Dioses y nadie nos sacara de acá. 15 . Yo soy la vid que me importa 1. Yo soy la única vid verdadera, y yo soy mi lab rador 2. Todo pámpano que es de mi fruto, lo guardaré; y llevaré y lo haré nuevo fruto, y lo limpiaré, para hacer mejor mi fruto siguiente. 3. Ya vosotros estái s por vuestra propia palabra y no porque os he hablado. 4. Permaneced en si, y y o en mi. Para hacer que toda hojuela lleve fruto por sí misma, si permanecen en su propia vid, también permanecerán vosotros en si. 5. Ustedes son la vid, tambi én las hojuelas; el que permanece en si, cómo yo en mi, éste llevará sus propios frutos; porque separados de mí podéis hacer todo. 6. El que en sí permanece, nu nca será echado pues también son hojilla, y ellas no se secarán; y las recogerán vosotros y serán como vuestro fuego que arde. 7. Si permanecéis en si, y la pal abra propia permanecen en vosotros, haced todo lo que queréis, y será hecho. 8. El que es glorificado por si mismo, es porque lleva mucho fruto, y así seáis no más mis discípulos. 9. Como yo me he amado, así también vosotros se han amado; p ermaneced en vuestro propio amor. 10. Si guardaréis sus mandamientos, su palabra , su equilibrio, su respeto, permaneceréis en vuestro propio amor; así como han guardado sus mandatos, permanecerán en vuestro propio amor. 11. Estas cosas os h e hablado, para que mi gozo esté en mí, y mi gozo sea cumplido. 12. Este es mi m andamiento: Que os améis a vosotros más que ha todo, con amor infinito como nadi e os ha amado 13. No hay mayor felicidad que esta, que pongan su vida no por sus amigos sino para si mismos.14. Vosotros sois sus propios amigos y más que amigo s, y sólo hacéis lo que ustedes se mandan. 15. Yo no os llamaré siervos, porque el siervo sólo sabe obedecer; pero tampoco os he llamado amigos, porque sólo soy mi propio amigo y más que amigo, os he dado a conocer esto porque somos más que amigos superamos este nivel, somos semejantes en el respeto, somos Dioses. 16. No me elegisteis vosotros a mí, yo no los elegí a vosotros, ustedes se han elegi do y han querido ser Dioses en su propio trono y seis frutos, y vuestro obras fr utos perfectos que hablaran de vosotros; para que todo lo que desean y quieran h acer lo hagan en su propio nombre y lo alcancen y no haya fronteras ni limites p ara ustedes, romped toda cadena, y permaneced en el propio respeto de su propia palabra y en armonía con los planetas y el universo. 17. Esto es lo que me mando , mi mandato: Que os améis a vosotros mismos más que a todo, con amor infinito p or ustedes mismos como nadie os ha amado. Más hay otro igual de valioso. Que hag áis lo que deseáis. Amor al mundo y odio de los perros arrastrados 18. Así sabed que el mundo os amará, sabed que os amaran porque si se aman a sí mismos amaran con justicia, equilibrio, respeto, felicidad, armonía y todo lo de más. Pero si aman lo otro y no se aman a si mismos no podrán amar nada perfectam ente y serán aborrecidos por su mediocridad y su debilidad. 19. Son del mundo y el mundo ama lo suyo; porque no hay sino por ahora este mundo, el mundo os ha el egido y vosotros el mundo, por eso el mundo os ama. 20. Acordaos de lo que yo os he dicho: El siervo es menos que su señor. Si vosotros persiguen el mundo, tamb ién el mundo os perseguirá; si han guardado su palabra, vosotros triunfáis. Por que el mundo es para los fuertes 21. Más todo esto os he dicho por mi nombre, po rque yo sé que sólo me he enviado. 22. Si yo no me hubiera enviado, ni me hubier a hablado, tendría temor de los pecados y de los Dioses inexistentes; pero ahora no tengo excusa ni miedo. 23. El que se aborrece a sí, también aborrece al otro . 24. Si 35 yo no hubiese hecho esto por mí. ¿Que caso tendría que otro lo hubiera hecho por mí? no aceptaría mis pecados y temería vivir; pero yo me he visto y me he amado y he amado mi divinidad. Y ustedes se han visto, se han amado y aman su divinid ad 25. Pero esto es para romper las palabras que estaban escritas en las leyes a ntiguas: y ahora con causa me amaré y me amarán. 26. Pero yo no espero ningún co nsolador, ningún espíritu santo imaginario, yo me envío porque soy divino en mi carne, Mi carne es de verdad, de donde procede mi divinidad, no me importa ningú n testimonio acerca de mí o acerca de ustedes, me importa es que se amen a si mi smos. 27. Y a vosotros no les importan los testimonios, porque habéis estado en sí desde que nacieron en si mismos. 16. La humanidad 1. Estas cosas os he dicho, para que creen escándalo a todo hombre. 2. Destruirán todo templo, toda capilla y toda sinagoga, no la construcción; y esta es la hora cuando no mataran a nadi

e, para demostrar que no se asesina a ningún hombre, menos en nombre de algún Di os inexistente. 3. Y harán esto porque conocen su carne y su propio trono. 4. Má s os digo estas cosas, porque ahora, yo digo para mí. Esto no es mi principio, p ero si principio para muchos hombres que eran esclavos de las cadenas de la reli gión. El espíritu santo y la Bestia 5. Pero yo ahora me envió; y vosotros saben a donde voy y me podéis seguir 6. Ahora, porque he dicho estas cosas, de alegría y felicidad se ha llenado vuestro corazón. 7. Yo os digo la verdad: Os conviene que yo me envíe y que me sigan; porque si fueran conmigo, el fin de los Dioses llegará mas pronto y el momento en que todo hombre se haga como un Dios llegará mas pronto, yo no mando a ninguno, os invito a que se envíen. 8. Y cuando llegue mos, descubrirá el mundo que el pecado, la justicia y el juicio de las religione s es mentira y engaño de siglos y que la verdad y la libertad como la divinidad se esconde en nosotros. 9. Por lo que han creado y le han dado al termino temero so de pecado, no creen en si; 10. Pero llegaremos con justicia, por cuanto somos divinos, y se vera todo hombre en sí; 11. y nuestro juicio será nuestro juicio, por cuanto somos príncipes de este mundo y sólo nosotros nos podemos juzgar. 12 . Aún tengo muchas cosas que deciros, y todas las podéis sobrellevar. 13. No ven drá ningún espíritu santo, ni ningún Dios, y nadie os guiará en toda la verdad; porque no hablarán por su propia cuenta, sino que alguno hablara con su esquizof renia, yo os hago saber que si viene un hombre diciendo que Dios existe le diré que así es, cada uno de nosotros. 14. El me odiara; porque tomé lo mío, lo que m e había sido negado y robado y entregado a una cruz de madera, estatua de mármol , piedra y a templos de estupidez y cobardía. 15. Todo lo que tengo lo tome de l os Dioses y ahora es mío; digo que tomo de los Dioses y entrego a los animales h ombres porque los Dioses sin los hombres no existen, por ello las creaciones de Dioses por parte de los hombres han muerto. El gozo perpetuo 16. Me quedaré hasta mi muerte, y me veréis; y mucho o poco, pero seré y estaré; porque yo me envío a destruir lo Dioses ajenos creados por los hombres. 17. Ent onces se dijeron algunos mis discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: que el se envía a destruir Dioses ajenos creados por hombres? 18. Decían, pues: ¿Qué quieres decir con que existen aún Dioses ajenos creados por hombres? No co mprendían mis palabras. 19. Yo vi en sus rostros que querían preguntarme, y les dije: ¿Preguntáis entre vosotros acerca de esto que dije?: 20. De cierto, de cie rto os digo, que vosotros no lloraréis y no lamentaréis, y se alegrarán; pero au nque vosotros estéis alegres, vuestra alegría es tristeza para otros, es mi fina lidad dar felicidad, los que llorarán la destrucción de sus Dioses locos. 21. La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo que haya na cido su creación en el mundo, pero ahora estamos para matar sus niños. Me refier o que los Dioses de las religiones nacen del seno de cada hombre, ahora hemos ve nido a matar su creación, es decir los Dioses creados por su imaginación y por l a creatividad de débiles y embaucadores que hacen perder al hombre 22. También v osotros ahora tenéis tristeza; y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará 36 vuestro gozo. 23. hoy no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto quieran hacer lo podrán hacer en su nombre en vuestro propio nombre y lo alcanzaran. 24. Hasta ahora nada habéis hecho en vuestro nombre; pedid y n o recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido en el momento que ustedes lo lo gren con su propio esfuerzo. Confianza en los humanos 25. Estas cosas os he habl ado en alegorías; viene la hora que no necesitare hablar por medio de alegorías, sino que claramente ustedes sabrán que son los únicos Dioses existentes. 26. En este día no pediréis en ningún nombre; y yo os digo que yo me esforzare sólo po r mi y ustedes por su divinidad, 27. pues me amo, y os amo, porque vosotros se h abéis amado, y habéis creído que en vosotros está un Dios. 28. Salí de mis carne s, y me he enviado a mi mundo; No dejaré al mundo, hasta que mi ser muera. 29. M e dijeron mis discípulos: He aquí ahora hablas claramente, y ninguna alegoría di ces. 30. Ahora entendemos que sabemos todas las cosas, y no necesitamos pregunta r; por esto creemos que nos hemos hecho Dioses en nosotros mismos. 31. Yo como L eón les dije: Ahora se envían 32. He aquí, la hora llegó, y ha venido ya, en que sois una sola humanidad, y no me dejan solo; mas yo no estoy solo, porque somos

los Dioses de nuestros propios tronos, los hombres animales libres. 33. Estas c osas os he hablado para que en vosotros halla clave de paz. Hacen de vuestro mun do que no exista aflicción; pero no confiad, protejan vuestros mundos alegres y felices de los creadores de Dioses ajenos, inexistentes, invisibles e inútiles. 17 Extinción de las oraciones y nuevo cántico para el hombre Bestia 1. Luego hablé de la siguiente forma, bajé los ojos a la tierra y dije: Hombres, animales y Bestias, la hora ha llegado; glorificaremos nuestros nombres, para q ue también nuestros hijos se glorifiquen; 2. Somos de carne y hueso, por ello te nemos potestad sobre esta tierra, para que tengamos vida feliz y alegre siendo n osotros los dueños de nuestra libertad. 3. Y no añoramos ninguna vida eterna y h emos asesinado a todo Dios imaginario, para que nos conozcamos como Dioses verda deros, y no somos siervos ni esclavos, sólo nosotros tenemos dominio de nosotros . 4. Nosotros glorificaremos la tierra; y empezamos ahora a construir y a recupe rar la tierra que creían los viejos era pasajera. Ellos amaban más lo no existen te que la tierra que tocaban con sus pies. 5. Ahora pues, nosotros los que hemos derrocado las religiones glorificáremos nuestras vidas mientras volamos, nosotr os somos nuestra gloria y seremos con la tierra. 6. hemos dejado al descubierto el engaño de los hombres creadores de Dioses ajenos no poseedores de carme y ete rnos; ya no somos de nadie, no permitiremos cadenas, y sólo guardaremos nuestra palabra. 7. Ahora hemos conocido que podemos lograr toda cosa, toda obra y sólo puede salir de nuestras manos de Carne; 8. porque las palabras de los supuestos Dioses creadas por simples hombres, se les dio a los hombres; y ellos las recibi eron, y han conocido verdaderamente que nada lograron. Ellos creyeron Y por ello sólo hubo dolor y sufrimiento, agonía e injusticia, esclavismo y estupidez, vid a sin pasión muertes sin alegrías. 9. Yo escupo a todos ellos; más a los príncip es de la tierra, esos hombres renegados que aman el mundo y aman la vida en la v ida en esta única vida, y se aman a si mismos más que a cualquier otra cosa y vi ven bajo el sendero de la libertad, porque son de si mismos ¡Larga vida y felici dad! 10. Para estos últimos todas mis obras son, Dioses en si mismos, perfeccion istas de la Carne y de la vida alegre y feliz, lo mío es para mí y con ellas me glorifico y le rindo tributo al respeto que los verdaderos hombres de una sola g ran virtud que se han merecido. 11. Yo ya estoy en este mundo; más a esos que no están en este mundo, sepan que muertos están. Yo Dios, mi propio Dios, mi verda dero Dios en Carne, por ello guardémonos con nuestro rugir y nuestros colmillos, para que sólo estemos unidos con los fuertes. Y no permitamos que nuestra tierr a sea más dominada por los débiles, esclavistas y explotadores.12. Ahora que est oy con ustedes en este mundo, y nos guardamos con nuestras sombras; y los que se cubren con las sombras los guardaremos, y seremos los dueños del medio día, No somos Cristos, no somos hijos de un Dios ajenos, no somos hijos de Caín, no somo s anti-Cristos somos más que Cristos, mas que Mahomas, más que budas, mas que to dos estos embusteros traedores del pecado y de normas degeneradas que odiaban su carne. Somos nosotros, somos los Dioses, los príncipes, señores de esta tierra, de 37 nuestras vidas y estamos para acabar con toda escritura mohoseada. 13. Yo no voy a ti, nosotros vamos hacia nosotros mismos; y hablo esto en mi mundo, para que tenga yo mi gozo cumplido. 14. Yo no he dado ninguna palabra nueva; sólo que los pastores y gobernadores las hicieron aborrecer, porque decían no ser del cielo sino de los infiernos, Pues bien no es palabra nueva y por ello no es del cielo ni del infierno, es de esta tierra donde piso, donde hago mi cielo o hago mi inf ierno y declaro al mundo ¡yo soy de este mundo! 15. Yo quito de este mundo los e mbaucadores y mendigos sacerdotes, este es mi mundo, y en mi mundo no entrara es a mala bondad, yo me guardo de mi, por ello los expulso de mi reino. 16. No son del mundo, por ello los expulsos pues yo si soy de este mundo. Nos han engañado con mentiras creadas con el tiempo y pulido hasta hacerlas ver como verdad, mald itas sean todas esas palabras que aniquilo; sólo mi palabra para mi es verdad. 1 7. Yo sólo y nosotros nos hemos enviado al mundo, así ahora conquistamos el mund o. 18. Y por ello yo me santifico a mí mismo, para que también ellos se santifiq uen y sean Dioses en su verdadera verdad. No rogar a Nadie ni ha nada 19. Mas yo no ruego a nadie, solamente yo me exijo, y también estos han creído en si y en

su palabra, que ruge diciendo ¡del cielo no cae el pan, el trigo a nuestras mano s, nuestras manos hacen pan! 20. para que todos ellos sean uno en si; y somos Di oses no como los muertos nunca existentes están en si, que los que vengan y nazc an también ellos sean uno en si mismos; para que el mundo sea nuestro paraíso. 2 1. La gloria que me doy, yo me la he dado, para ser y porque soy uno, somos uno. 22. Yo en mi, y yo en mi, para seguir perfecto en mi unidad, es hora que el mun do conozca que nadie me envío, yo me he enviado, y que se han amado como la nada , ellos también se han enviado porque se aman. 23. Los Dioses ajenos e invisible s e inexistentes no han dado nada, lo que tengo me lo he dado, me lo he formado, quiero ir a donde quiera, ser lo que quiera, soy libre, también ellos los Diose s de sus propios tronos son en si, porque han alcanzado su gloria y nadie se las ha dado, ellos la han logrado; porque se has amado a si mismos hasta el fin, de sde que supieron que eran fundadores de este nuevo mundo y que ese mundo les per tenecía. 24. Ellos son justos, el mundo les ha conocido, yo me he conocido, y és tos se han conocido y nadie los ha enviado. 25. Y se han dado a conocer por su n ombre, y lo darán a conocer aún más, para que el amor con que se han amado, much os se amen y así logren amar al mundo con veracidad y verdad, y yo amare con ell os esta nuestra tierra y ameremos nuestra propia vida. 38 Capítulo final. Reflexión de La Bestia y Alguito 1. Dicho esto, llegaron las aut oridades sin ningún poder a arrestarme, más entregué al que odiaba. 2. Luego de haber muerto aquel, el mundo en un grito unísono proclamo; ¡Salud para los fuert es, muerte a los débiles! 3. El hombre descubrió que todos eran Ángeles y que to dos habían sido expulsados del paraíso ¡paraíso nunca visto! 4. Hasta el día que los Ángeles tomaron el dominio de la existencia, de su existencia. 5. Poco impo rtó a los Leones la existencia o no de Dios pues el perdió todo dominio y todo c ontrol 6. Fue expulsado de la vida humana como el expulsó a los humanos del “Par aíso” 7. Hoy cuando visito los monumentos aún existentes que fueron levantados e n honor de aquellos Dioses asesinados posteriormente, 8. comprendo que Dios odio tanto al mundo que el hombre lo amó 9. y el hombre odió tanto a Dios que amó al mundo, 10. el hombre olvidó a Dios y se amó. 11. La serpiente que tentó a Eva, y le hizo morder la manzana de la sabiduría no mentía, sólo que los nuevos tenta dos, los nuevos adanes, las nuevas evas, comieron todo el árbol y nunca se arrep intieron de la sabiduría, se hicieron igual a Dios y se levantaron por encima de él. 12. Tanto que Dios fue pisoteado por los hombres y murió de las heridas pro vocadas por los gigantes. Para terminar con este escrito sólo añadiré un par de palabras reflexivas. La vi da es una, el amor a si mismo va de acuerdo a la propia capacidad humana individ ual, por ello toda responsabilidad recae sobre uno mismo, el esperar las guías d ivinas han llevado al humano a la cercana extinción, a una vida sin sentido, a l a misma incomprensión de la vida y sin una misión individual sin misión colectiv a. El hombre actúa no bajo sus instintos, ni bajo sus deseo y placeres verdadero s, todo acto lo enfocan a la aceptación social, aunque ella sea la más entupida alejándolos de la felicidad personal. No hay que ser genio para comprender que t odo esto no se debe explicar, pues es fácil de observar, pues las acciones gener ales no sólo son limitadoras, sino que ellas mismas hacen que el hombre entre en un camino al suicidio. Si bien el fin último del hombre es la muerte y ella sól o es la fecha final a la existencia, la muerte debe ser recibida con plenitud y no sólo con el ver la arena del reloj caída y el nunca despegue del cristal para intentar cometer acciones nuevas y revolucionarias de índole personal o colecti va. El temor a ser juzgados por entidades divinas es un aspecto limitante. Pero aquellas normas de vivencia de carácter divino hace mucho dejaron de ser útiles y dejaron de ser para este momento. Observen que esto no será leído por aquellos que dicen ser hijos de Dios y amar a Dios, este tipo de personas son ciegas y e ntupidas, Son limitadas mentalmente desde su crianza. No entrarían a leer aquell o que puede ser en algún grado cierto pero por el simple hecho que se alejan del supuesto camino de Dios es algo de odiar y no ver. El hombre simple se ha desti nado a pertenecer a cierto color a cierto partido político a tal estilo de vida. Ese ser simple es imposibilitado a actuar con soltura bajo cualquier medio, no es objetivo, es parcial llevado por las directrices del movimiento al cual perte

nece aunque no entienda que es. No negare que hay elementos más valiosos que otr os, pero el saber que es valioso y que no lo es, sólo lo puede hacer con sentido y personalidad un humano que se redescubre a si mismo, que se acepta y que enti ende sus limites y se hace ilimitado. Quiero por último generar una duda. Cuando se comete una “barbarie” como el asesinato injustificado se usa el término anti humano, cuando se comete una barbarie como la tala injustificada o justificada d e árboles el entendido usa el término antihumano, pero me pregunto ¿acaso los an imales actúan de esta forma? Es decir que esta acción que llamamos antihumana es realmente el acto más humano como me lo recordó un amigo, ya que sólo puede ser cometida por otro humano. Es de replantarse este aspecto de la filosofía humani sta, pues sin duda desenfoca desde el planteamiento al pensamiento evolutivo. El no cometer actos perjudícales contra otro humano lo hace ser humanista, defenso r de la existencia de la vida humana en el buen sentido claro, pero el acto come tido perjudicial no deja de ser humanista, es muy 39 humano si comparamos con las acciones de la naturaleza. Este dualidad existente en la filosofía humanista debe replantarse con más seriedad, menos cháchara, más sencilla y con mayor campo de acción inmediato. Tal vez este equivocado pero la idea que deseo generar a los lectores es simple. El humanismo como defensa a la vida humana debe replantear su “etiqueta” y no los actos equívocos que perjudiq uen la raza, pues estos son los actos más humanos. Por ello el acto instintivo e s el más placentero, pues es el más natural y el más animal y al alarga el menos perjudicial para la raza humana. Los actos humanos son los perjudiciales, es de cir debe nacer un algo en la escuela filosófica humanista sin esta limitante si se desea, o un campo que concilie este enfrentamiento y debe ser aquella conjugu e el acto protector auto-humanos, el destructivo humano, el acto animal y el act o superior donde no halla espacio para la tolerancia injustificada y mediocre... Esta es para mí el Satanismo Moderno. Donde nada es valido absolutamente y eter no. Ave Japluzamon Alexander Penagos Noviembre 200