El Espiritu Santo mi mejor amigo

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Table of Contents Dedicatoria Prólogo Introducción El Lugar Secreto El Círculo Íntimo de Jesús Mi Amigo El Espíritu Santo. De La Unción A La Gloria Él Me Sanó De Cancer La Atmósfera Del Espíritu El Fuego Del Espíritu Santo Espíritu Santo Es Avivamiento De La Religión Al Reino

Propiedad intelectual protegido por Jose A. Morteo © 2014 Espíritu Santo Mi Mejor Amigo por Jose A. Morteo Impreso en los Estados Unidos ISBN 9781498405980 Todos los derechos reservados por parte del autor. El autor garantiza que todo el contenido de este libro es original y que no infringe los derechos de cualquier otra persona u obra. Ninguna parte de este libro puede ser reproducido en ninguna forma sin el permiso del autor. Las expresiones y opiniones en este libro no son necesariamente las del publicador. Sino esta indicado, citas de la Biblia son de La Biblia la reina Valera. Propiedad intelectual 1960 www.xulonpress.com

DEDICATORIA Siendo todavía joven y soltero, he aprendido a amar a una persona con todo mi corazón. Si hay alguna persona, a la que debo dedicarle este libro, es a mi amado Espíritu Santo. Ya que Él siempre ha estado conmigo en todo momento y sigue estando presente en todas las áreas de mi vida y ministerio. En momentos difíciles, alegres, en mis triunfos y en mis victorias, siempre Él ha estado ahí. Todo lo que soy, se lo debo a mi amigo, El Espíritu Santo. También, quiero agradecer a mi amada madre Cristina Córdoba, que siempre ha estado presente en cada movimiento que hago. Ella me ha aconsejado, ha llorado y ha reído conmigo. El Espíritu Santo, la ha usado a ella para hablarme en los momentos que más lo he necesitado. Y lo más importante es que ella me ha enseñado a orar y a tener intimidad con mi amigo, El Espíritu Santo. EVANGELISTA JOSE A. MORTEO

• RECOMENDACIÓN 1 Ya he superado las tres décadas trabajando en la obra al servicio de nuestro Dios. Con el Ministerio de Luis Palau y como Pastor he visitado muchos países y he conocido mucha gente. ¡Dios me ha premiado con eso! Pero pocas veces he encontrado un joven como José Morteo. Su vida es un testimonio constante del poder de Dios y me honra, siendo mi amigo. Este libro, que usted tiene en sus manos, no es un simple escrito, es la vida de José puesta en un papel. Es su relación con Dios, es un testimonio vivo de su experiencia. Muchas vidas han sido tocadas por Dios, a través del mensaje de él, de su proceder y de su ejemplo. Y es mi oración que este libro, también toque su vida como lector y le abra un panorama distinto acerca de la relación diaria y viva con el Espíritu Santo de Dios. DR. CARLOS D. BARBIERI PASTOR CHRIST FELLOWSHIP CHURCH – HISPANIC MINISTRY. LUIS PALAU EVANGELISTIC ASSOCIATION • RECOMENDACIÓN 2. Recomiendo la lectura de este libro, porque habla de la persona más importante que uno puede tener en vida y más allá de la vida. El leer sobre el testimonio de este joven autor y su vivencia con el Espíritu Santo te ministrarán directo a la fe, la cual necesitas para ser tú, el protagonista de tu propia historia con el Espíritu de Dios. DR. LIVINGSTONE GUZMÁN PASTOR GENERAL DE LA CATEDRAL PROCLAMACIÓN BARQUISIMETO VENEZUELA. • RECOMENDACIÓN 3 Conocí al evangelista José Amado Morteo meses atrás y puedo testificar lo que este joven ministro escribe en este libro. Sus vivencias te ayudarán a tener un encuentro con la persona más poderosa sobre la faz de la tierra, nuestro maestro “El Espíritu Santo”.

He estado en diferentes eventos con “el Ungido”, como cariñosamente lo llamo y mis ojos han sido testigo del encuentro que José tuvo con el Espíritu Santo. Creo que este libro conlleva el soplo de Dios para que todo ministro y ministerios vuelvan a recibir vida otra vez. Te animo a leer este Bestseller, porque estoy seguro que El Espíritu Santo te levantará y te remontará a nuevas alturas. El Espíritu de Dios escogió a este hombre, en este tiempo para volver a introducirte al lugar secreto, a través de esta gran obra revelada, “Mi amigo el Espíritu Santo” PROFETA ELFRID ASCENSIÓN KINGDOM CHRUCH COUNSELING NETHERLANDS ANTILLES, CURACAO • RECOMENDACIÓN 4 El evangelista José Amado Morteo, ha sido una poderosa bendición para Lahore, Pakistán. Hemos trabajado juntos en muchos proyectos misioneros y evangelístico. El Espíritu Santo ha mostrado su gloria a través de Él. En la última cruzada del 2014, vinieron a los pies de Jesús más de 11 000 personas y muchas personas sanadas de diferentes enfermedades. Estoy seguro que este libro será de mucha bendición y su vida espiritual tendrá mayor eficiencia. El precioso Espíritu Santo te hablará de una manera personal. PASTOR SHOUKAT ASHIQ. PASTOR EN LAHORE PAKISTÁN.

PRÓLOGO

Mi amigo, el evangelista José Amado Morteo, me invitó a prologar su obra literaria “Espíritu Santo, Mi Mejor Amigo”. Leí el libro mientras estaba de retiro con mi esposa en nuestro Campamento “Engadi” de la Iglesia Pentecostales de Jesucristo en Queens, en las montañas de Upstate, New York. Es un libro que nos reta a buscar una relación íntima con el Espíritu Santo. Dios fue amigo de Abraham y Jesucristo fue amigo de los discípulos. Mediante el Espíritu Santo esa amistad divina se nos extiende a nosotros. El autor es de Veracruz, México y el hecho de él haber sabido que familiares suyos deseaban que su madre lo abortara y esta huyó para proteger la vida de su hijo. Eso le ha dado a quién escribe esta obra, la seguridad de haber sido siempre un protegido del Espíritu Santo. El autor señala que Sansón tenía unción, pero la faltaba la gloria de Dios en su vida: “Hay muchas personas que se enfocan más en la unción que es su poder, que en la presencia que es su gloria. Hay muchos ministerios que tienen unción pero no tienen gloria. Y de ahí es que cometen muchos errores. Sansón era un ejemplo de eso, tenía unción pero no tenía carácter”. Juan El Bautista predicó del fuego del Espíritu Santo, pero nuestro Señor Jesucristo fue el que envió el fuego del Espíritu Santo. Dice el autor: “Una metáfora es la iglesia de Juan el Bautista y la Iglesia de Jesús. La iglesia de Juan Habla del fuego pero; la iglesia de Jesús manifestaba el fuego”. Debemos buscar el lugar secreto de la comunión con el Espíritu Santo, para poder gozar de esa amistad íntima. Y la misma nos llevará a vivir una dimensión sobrenatural. Según el autor esa unción tiene un propósito: “La Unción tiene una agenda aquí en la tierra y es llenar a hombre y mujeres para que realicen lo obra del reino aquí en la tierra. La unción se gana en la oración”.

Pero la unción se adquiere haciendo algo según mi amigo José Amado Morteo: “Si quieres esa unción preciosa de la que te hablo, comienza a restaurar tu “lugar secreto “, comienza a restaurar tu vida de oración”. Ser un buscador de la intimidad con el Espíritu Santo exige: “En la intimidad desnudas tu alma porque Él lo llena todo, ahí te derrites en su presencia. En su presencia te enamoras de Él. Te olvidas de la unción porque la unción no te enamora pero la presencia si te enamora”. Pero el camino a esa intimidad es el camino de la cruz: “Tomar la cruz no es fácil es una responsabilidad. Tomar la cruz significa tomar tu responsabilidad, hacerte obediente al Padre y vivir una vida sin condiciones para Él. Negarse a uno es morir a tu egocentrismo, a tu orgullo a todo lo que no le agrada a Jesús”. Mi amigo José A. Morteo demuestra con su propia vida lo que es vivir en amistad con el Espíritu Santo. Él experimentó el cáncer en su vida, y en su prueba conoció más y mejor la persona del Espíritu Santo. Analizando las vidas de reconocidas figuras evangélicas del pasado y del presente, él autor de esta obra, ve cómo esa amistad con el Espíritu Santo fue y es el secreto de esa unción y poder manifestado en ellos y a través de ellos. Bueno, ahora que le he abierto un poco el apetito del alma, le invito a que se sumerja en la lectura de este libro “Espíritu Santo, Mi Mejor Amigo”, como lo acabo de hacer horas atrás. Dr. Kittim Silva Bermúdez Obispo, autor y predicador internacional Campamento Engadi, Ellenville, New York

INTRODUCCIÓN

Siempre

he tenido una desesperación de conocer, cada día más al poderoso Espíritu Santo. Este libro es un manual que te ayudará a tener una relación más íntima con el Espíritu de Dios como la tenía Jesús. El Espíritu me llevó a escribir este libro en medio de un ayuno de 40 días. En 20 días terminé de escribir este libro, que definitivamente será de mucha bendición para ti, mi amado lector. Muchas personas pueden escribir sobre el Espíritu Santo y no conocerlo. El Espíritu de Dios es más que un fuego, un viento, unas lenguas angelicales, sanar enfermos y obrar milagros. Él quiere que lo conozcas como un verdadero amigo, que está contigo en todo momento. A través de este libro, comenzarás a conocer más del precioso Espíritu de Dios. Por lo tanto, si deseas conocerlo verdaderamente, en tus manos tienes un poderoso recurso que te ayudará e inspirará para tener una relación como nunca la habías tenido con Él. Mi oración es a favor tuyo; para que mi amado Espíritu Santo sea revelándote su amor y misericordia. Y no sólo eso, sino para que seas lleno de Él. Si tú crees que estás desesperado por conocerlo, te tengo una noticia: Él está más desesperado por tener intimidad contigo. Él quiere ser tu mejor amigo. -EVANGELISTA JOSE A. MORTEO

ÉL SIEMPRE ESTÁ CONTIGO.

ORACIÓN 1 Espíritu Santo, tú eres el único que puede darme la revelación para conocerte. Te pido que abras mi entendimiento para poder conocerte y tener una relación más profunda contigo. ¡Mi alma te anhela, está sedienta de ti! Quiero conocerte, quiero ser tu amigo. ¡Y te doy gracias porque tú siempre estás conmigo!

Quiero comenzar contándote un poco de mi vida antes de entregarle mi corazón a Jesús. Nací en un país muy precioso llamado México, en el estado de Veracruz, ciudad de Coatzacoalcos. Soy el primer nieto de las dos familias. Tuve una niñez muy buena. Aunque mi madre me tuvo muy joven a la edad de 16 años, nadie de mi familia era cristiano, y decidieron abortarme, pero mi madre escapó con una tía y de esa forma pude nacer sano y salvo. Desde el vientre de mi madre ya el enemigo quería destruirme, pero mi amigo El Espíritu Santo estuvo conmigo protegiéndome y cuidándome hasta el día de hoy. ¡Él cuida mucho a sus hijos! Algo similar fue la historia de Jesús cuando Herodes lo perseguía para matarlo. Mira lo que dice la Escritura: “Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y Permanece allá hasta que yo te diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para MATARLO” Mateo 1:13

El enemigo quería matar a Jesús desde su niñez, quería destruir el propósito de Dios. Herodes sabía que Jesús era el portador de una gran promesa, de una poderosa semilla que traería sanidad a las naciones. ¡Quizás también sea tu caso! Posiblemente veas que todo se está destruyendo a tu alrededor, pero te tengo una muy buena noticia, El Espíritu Santo está contigo; no importa qué tan oscura esté la noche, mañana amanecerá y sobre ti será vista su Gloria. Mira lo que dice la escritura: “Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones, mas sobre ti será vista su Gloria” Isaías 60:1-2 ¡El Espíritu Santo siempre estará contigo! Es una promesa de Dios para nuestra vida. Jesús, antes de ascender a la presencia del Padre, dijo a sus discípulos: “Pero os digo la vedad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros, mas si me fuere, os lo Enviare” Juan 16:7 “Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:20 Los discípulos estaban tristes porque el Maestro sería quitado de ellos. Los discípulos habían creado una dependencia total en Jesús. Sin Él ya no habría milagros, sanidades, manifestaciones sobrenaturales, ya no habría multiplicación de panes y peces. Ellos estaban aterrados, Jesús se iría de ellos. Sin embargo, Jesús habló con ellos y les dio una de las promesas más hermosas en la Palabra de Dios: ¡que nunca estarían solos! ¿Sabes lo que eso significa? Que pase lo que pase, Él estará con nosotros en todo momento, disponible a cualquier hora. Jesús dijo: “Les enviaré al Consolador, al Espíritu Santo”

Y sí, El Espíritu Santo es el Consolador, por lo tanto; Él es el que nos consuela, el que nos anima y el que nos ayuda para poder ejercer la obra que Dios nos ha encomendado. Que poderosa promesa de nuestro Dios; Él está con vosotros todos los días, y no solo eso, sino que está en vosotros. ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1 Corintios 6:19 Es maravilloso saber que El Espíritu Santo, el Creador de los cielos y de la tierra, determinó habitar en un cuerpo común.

Puedes imaginarte que cada día que despiertas El Espíritu Santo está contigo; cuando vas a trabajar, cuando estás descansando, Él está contigo. Por lo regular, siempre hago la mayor parte de mis actividades solo; me gusta estar tiempo solo con mi amigo El Espíritu Santo, y no es que sea una persona a la que no le gusta compartir con las personas, créeme, soy el primero que me anoto para todo. Pero me gusta pasar tiempo pensando y hablando con Él. Aunque no lo he visto nunca, eso no significa que no esté ahí; Él siempre está conmigo y aunque no lo veo, puedo sentirlo; su presencia no se compara con nada en este mundo. Él es real más de lo que podemos imaginar o lograr pensar. Dios es Espíritu, y nadie lo ha visto; sin embargo, ¡eso no significa que no sea real!

En muchas ocasiones he estado manejando mi automóvil y comienzo a adorar al Espíritu Santo; entonces, Él me dice algo y en ese momento me pongo a reír. En otras ocasiones me hace llorar, Él tiene ese poder en mí de cambiar mi estado de ánimo en un minuto. Muchas veces he tenido que frenar mi carro de golpe porque su presencia es tan real, tan palpable, que no me puedo resistir y lo único que puedo hacer es llorar al sentir esa presencia que desciende cuando Él está conmigo.

Lo que quiero revelarte en este capítulo es que su presencia está en todo lugar; no importa donde estés, Él está ahí. El salmista David exclamó y dijo: ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde me iré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba, y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. Salmo 139:7-10

El Espíritu Santo está en todo lugar. Uno de los atributos absolutos de Él, (cosas que no cambian) Es su Omnipresencia, lo que significa que Él está en todo lugar. Si te das cuenta, desde el libro de Génesis hasta el Apocalipsis vemos las manifestaciones del poderoso Espíritu Santo, lo vemos desde la creación y cómo su presencia estaba en todo lugar y en todo momento. “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, Y el Espíritu De Dios se movía sobre la faz de las aguas“. Génesis 1:2 Él siempre ha estado desde el principio, desde la creación y aún antes de la creación. Porque Él es el Eterno, no hay nada más grande ni más poderoso que Él. Es más, Dios es tan grande que no habita en la eternidad, La Eternidad habita en Él. Podemos leer lo que hace el Espíritu Santo, sus manifestaciones de poder y sus manifestaciones de Gloria lo vemos enseñando, liberando a los cautivos, lo vemos sanando toda enfermedad y toda dolencia en su pueblo. ¡Él siempre ha estado ahí, esperando interactuar con su creación! Ahora la pregunta es obligatoria que te la haga. ¿Tú estás dispuesto a interactuar con Él? Si respondiste que sí, te felicito porque a través de este libro Él te dará la revelación para que puedas conocerlo y te aseguro que tu vida cambiará y nunca serás la misma persona. En la Palabra de Dios aparece esta declaración muy poderosa, “No temas porque yo estoy contigo”. Dios declara que estará con nosotros, ¡y lo que más me sorprende es que aparece 365 veces en la Escritura y el año tiene 365 días! Yo no se tú, pero yo me emociono con esto; cada día Jesús te dice “No temas que yo estoy contigo”. No hay duda alguna, Él está con nosotros y lo mejor de todo es que Él permanece fiel. Su Palabra no cambia. “Los cielos y la tierra pasarán, mas mis Palabras no pasarán” Mateo 24:35

Si hay una cualidad o una característica del Espíritu Santo, es que Él es fiel, no cambia, es el mismo siempre y esa característica es lo que me ha enamorado de Él: su fidelidad.

Él es tan fiel que muchas veces he cometido errores en mi vida desde que soy cristiano, y aun cuando no lo era, pero Él siempre ha estado ahí cuidándome, guiándome, enseñándome a caminar en este mundo. La fidelidad de Él es algo sorprendente y maravilloso. Pero, antes te diré algo Él es una persona. FIDELIDAD Es la virtud de una persona para dar cumplimiento a una promesa. Una persona fiel es aquella que no sólo promete sino que cumple sus promesas, no importando las condiciones o las circunstancias. Jesús es nuestro mayor ejemplo de fidelidad y de amor que no le importó su condición en la cruz del calvario; Él se mantuvo fiel. Alabado sea nuestro Dios. Observa esta porción de la Escritura: “El cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó así mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres, y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio nombre sobre todo nombre”. Filipenses 2:6-9. En esta escritura podemos ver la fidelidad máxima de su amor por nosotros. ¡Jesús siendo Dios en toda su plenitud se hizo hombre! El dueño del universo, el creador de todas las cosas visibles e invisibles, el que está rodeado de majestad y gloria se despojó de todo eso por amor a nosotros. Y no sólo se despojó de su gloria, sino que también se humilló hasta lo sumo, obedeciendo la voluntad del Padre para salvarnos y hacernos nuevas criaturas.

Mira el siguiente ejemplo de que Él es fiel y estará con nosotros siempre. Desde que me convertí a mi Jesús, sentí un fuerte llamado por el evangelismo y comencé a estudiar Teología en un instituto Bíblico de Asambleas de Dios en mi ciudad donde radico actualmente y donde le entregué mi corazón a mi Jesús. Y la realidad es que estaba muy enamorado del Espíritu Santo pero nunca había predicado su palabra en un púlpito. Tenía un fuego que me quemaba por dentro, estaba lleno de Él, tenía muchas ideas y mil mensajes en mi mente, sabía que Jesús estaba conmigo, pero te confieso algo, yo hablaba del Espíritu Santo pero no lo conocía.

Puede ser muy probable que estés lleno de Él, y aun así no lo conozcas; puede ser muy probable que Dios te use con milagros y prodigios, y aun así tampoco lo conozcas, y puede ser muy probable que hables lenguas y nunca hayas escuchado a mi amigo el Espíritu Santo. Un día mi pastora me dice en la iglesia: “hijo, me invitaron a una campaña de caballeros pero no puedo ir, quiero que tú vayas por mí”. ¡En ese momento me quede frío! Y me dijo: “me avisas mañana”. Yo estaba asustado, pero sabía que Él estaba en el asunto. Llegué a casa y me encerré en mi habitación para hablar con mi amado Jesús. Te soy sincero, estaba emocionado y también asustado. Y puse una adoración y comencé a orar a mi Jesús. Y clamaba a mi Dios con lágrimas y le decía: “¿qué predico?” De tanto que sabía, no sabía que predicar. Y comencé a llorar pero ahora por mi situación; estaba confundido y frustrado, la teología se había consumido y ahora no sabía qué hacer.

Cuando de pronto algo cambió en la atmósfera y sentí algo que nunca había sentido, era Él, yo sabía que era Él. Su presencia llenó mi habitación, Él inundó con su presencia ese lugar y no cabía nada más que Él. No puedo explicarte lo que sentía, Dios no tiene explicación; todo era paz y amor en ese lugar. En ese instante entró mi madre, una verdadera profeta de Dios que me ha inspirado en el ministerio hasta el dia de hoy y ha sido mi profeta personal hasta día de hoy. Y recuerdo claramente como ella entró en la habitación y comenzó a profetizarme y El Espíritu precioso de Dios me dijo: “No temas hijo Yo estoy contigo”. Para ser sincero, sentí una paz inmensa porque me he vuelto dependiente de Él y cuando Él dice algo, lo cumple. Recuerda Él es Fiel. Y llego el día del evento ¿sabes de qué hable ese día?, de David y Goliat. Comencé en Génesis y acabé en Apocalipsis, usted use la revelación para saber lo que sucedió. Fue terrible. Y llegó el momento del llamado al altar. Y desesperado dije: ¿Dónde estás? Y Él me habló en mi espíritu y me dijo: -“Aquí estoy”. Los hermanos estaba pasando al altar y solo dije ¡Espíritu Santo tócalos a todos! Y la sorpresa fue que todos cayeron al piso, más me aterré, lo que había soñado ya estaba ahí. Él estaba ministrando a su pueblo, comencé a profetizar, muchos enfermos estaban sanando, y yo solo contemplaba su fidelidad. Él se había hecho real en mí, ya estaba conmigo como me lo había dicho. Y la realidad es que Él ha estado conmigo desde ese momento. Mi carrera como predicador de Jesús había comenzado y ahora más que nunca tenía una sed de conocerlo más y más. ¿Sabes qué aprendí? Que Él es fiel y que aunque aparentemente Él no está, Él siempre está ahí. Es su naturaleza ser fiel y eso no cambia por nada.

EL LUGAR SECRETO ORACIÓN 2 Espíritu Santo, te pido que me reveles tu gloria. Háblame en el lugar secreto, estoy sediento de tu presencia. Abre mis oídos espirituales para escucharte, para hacer tu voluntad en todo momento. Espíritu precioso pon en mí el amor para buscarte siempre. Cuando Dios se propone derramar nuevas misericordias sobre su pueblo, la primera cosa que hace es instarlos a orar. -Matthew Henry

El lugar secreto se refiere a tu momento de intimidad en oración, cuando solamente estás tú y Jesús, donde no hay espacios para una tercera persona. Es en ese lugar, donde desnudas tu alma y te derramas en adoración, en oración, las lágrimas ruedan por tus mejillas porque Él está ahí; consolándote, animándote, llenándote de paz, de su amor, de su presencia, de su poder y de su gloria. Es en ese lugar, donde más nada importa, lo único que importa es que su presencia está ahí y su gloria inunda ese lugar. Antes de contarte mis experiencias en el lugar secreto quiero que leas esta porción de la Palabra. Jesús orando en el monte de los Olivos:

Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, Diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación. Lucas 22:39-46 Que poderosa escritura acabamos de leer, mi maestro orando en el monte de los Olivos. Jesús estaba pasando un momento muy difícil en su ministerio, estaba a punto de culminar con su gran misión aquí en la tierra. En el momento de dificultad, Jesús entró al lugar secreto para hablar con el Padre. ¿Sabes por qué? En el lugar secreto pasan cosas sorprendentes; en ese lugar Dios te revela sus propósitos, El Espíritu Santo te cuenta sus secretos y te revela su gloria. El lugar secreto te brinda protección, te da ánimos para seguir adelante, te restaura, te da fortaleza en el momento de la prueba.

La oración produce en el ser humano muchas cosas, de las cuales quiero compartirte algunas. Jesús sabía eso muy bien, por lo cual también Él busca siempre el momento de pasar tiempo orando al Padre. Podemos ver en los 4 evangelios (Mateo, Marcos, Lucas, Juan) cómo Jesús buscaba su lugar Secreto para pasar a solas con su Padre Celestial. Vemos, que todo lo que Jesús manifestaba en público, primero lo ganaba en lo secreto. Todas las batallas se ganan en lo secreto y Jesús lo manifestaba en público. Vemos a Jesús orando en todo momento; Él se apartaba a solas para recibir la revelación del Padre y poder manifestar su poder aquí en la tierra. “Levantándose muy de mañana, siendo muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.” Marcos 1:35 Jesús, que era Dios mismo aquí en la tierra, siendo Todopoderoso, dueño de todo lo que existe visible e invisible, buscaba el rostro del Padre en el lugar secreto. ¿Cuánto más nosotros necesitamos estar conectados en su presencia? La presencia de Dios en una persona, es lo que marca la diferencia.

Lo hizo con David, de ser un pastor de ovejas llegó a ser el gran Rey de Israel; lo hizo con Ester, ella dejó de ser una simple joven judía para ser reina de todo un imperio; lo mismo pasó con Gedeón, de campesino a un gran guerrero; los discípulos de Jesús, todos eran gente común y corriente y esos hombres ordinarios llegaron a ser los 12 grandes apóstoles.

Todos los personajes de la Biblia que experimentaron el lugar secreto, fueron marcados con la presencia de Dios y sus vidas cambiaron radicalmente. La presencia de Dios los capacitó, los entrenó, para realizar los sueños de Dios aquí en la tierra. Dios quiere poner sus sueños en ti, pero la única forma de tú conocerlos es buscando su rostro en todo momento. El apóstol Pablo exhorta a la iglesia en Tesalónica y dice lo siguiente: “Orad sin cesar” Tesalonicenses 5:17 ¿Qué significa esto? El Espíritu Santo quiere tener comunión contigo en todo momento. Él quiere que tu día entero sea lleno de Él. No importa donde estés, en la casa, en el supermercado, en la calle, en el parque, donde sea Él quiere estar contigo. Jesús quiere que vivas en la dimensión y la atmósfera de gloria en la cual Él vivía.

Jesús caminaba en dos dimensiones: 1. Dimensión Terrenal. Es la dimensión humana, en la que Jesús caminaba. Recordemos que Jesús era totalmente hombre, sin pecado alguno. “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad”.

Juan 1:14 La dimensión cronos es el plano en el que están todos los seres humanos, ahí todo es limitado a las leyes terrenales. Además, hay un cronos del hombre (tiempo). Ejemplo: nos levantamos y sabemos que el día pasará en 24 horas, este el plano natural de los seres humanos. Es el crono donde vivimos todos aquí en la tierra. Déjame explicártelo de esta forma: Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de 4 días. Jesús Dijo: ¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? Juan 11:39-40 La realidad de Marta, era que su hermano Lázaro había muerto. El cuerpo estaba ahí, no tenía vida y no sólo eso, tenía 4 días de muerto y hedía, suceso del que asumo que su cuerpo estaba en descomposición. Esa era la realidad o la dimensión terrenal. Marta se acerca a Jesús y le dice: “Jesús, Lázaro ha muerto”. Jesús le responde y le dice: “Si crees, verás la gloria de Dios”. Él no estaba en la dimensión terrenal donde se encontraba Marta, si hubiese sido así, no le hubiese preguntado a Marta, que si creía vería la gloria de Dios. Jesús estaba en la dimensión Espiritual. 2. Dimensión Espiritual. Es la dimensión de su esencia, de su deidad, de su plenitud y soberanía eterna. Jesús era totalmente Dios, el Verbo hecho carne. Es la dimensión de lo sobrenatural, es la atmósfera de lo increíble, donde Dios quiere que caminemos. “Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros”. Romanos 8:9 Jesús caminaba en la dimensión del Espíritu Santo. La atmósfera del Espíritu era su esencia. Donde lo sobrenatural de Él se manifestaba, tanto así que Lázaro resucitó con tan sólo escuchar una palabra de la boca de Jesús.

Imagínate, el que estaba muerto ahora vivía, el que tenía el cuerpo putrefacto ahora olía a la gloria de Dios. ¡Aleluya! Esa es la dimensión en la que vamos a caminar. En la dimensión del Espíritu. Ahora, para caminar en esa dimensión solamente se puede lograr, buscándola en el lugar secreto y apartándonos del pecado. “Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.” Romanos 8:8 Jesús oraba todo el tiempo, se apartaba a lugares donde pasaba tiempo conectado al Padre. En el lugar secreto Él ganaba sus batallas.

Tanta era la comunión de Jesús con el Padre, que la atmósfera que se creaba en el lugar secreto, no solamente estaba ahí con Él en ese lugar, sino en todo momento. A donde Jesús iba, la atmósfera de la gloria, estaba con Él. Por esa razón lo sobrenatural del reino se manifestaba en Jesús. Los enfermos sanaban, los mudos hablaban, los ciegos veían, los paralíticos eran sanados, los endemoniados eran liberados y aquellos que necesitaban una palabra de Jesús eran restaurados. “Como Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y como este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él”. Hechos 10:38 Jesús quiere que tengamos nuestro lugar secreto, donde pasemos tiempo en su presencia. El Padre quiere pasar tiempo con sus hijos. De esta manera, Jesús por primera vez comenzó hablando sobre la revelación de que el Dios todopoderoso es nuestro Padre. Mira lo que Dice la Escritura:

“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” Mateo 7:11 Jesús nos enseña que El Padre sabe de qué cosas tenemos necesidad. Y lo que me llama la atención es, que Jesús les dice a sus discípulos que el Padre les dará todas las cosas que le pidan. El problema es que muchas veces no pedimos y las bendiciones están detenidas esperando por nosotros, pero todo esto ocurre por la falta de no ir al lugar Secreto.

Es en ese lugar donde se ganan las batallas, donde se guerrea para hacer el reino palpable aquí en la tierra. Por eso es que si una iglesia no ora, es una iglesia muerta espiritualmente. Por lo mismo no ganan las batallas que tienen que ganar y sólo reciben los golpes del enemigo. En el Lugar Secreto produce lo siguiente: 1. Produce Revelación. Definición de Revelación: Es la acción y efecto de revelar, manifestar una verdad secreta u oculta. Esto a su vez, en el plano espiritual es la manifestación sobrenatural de Dios, de sacar a la luz una verdad o principio espiritual para sus hijos. Dios es un Dios que se revela a sus hijos y la oración produce revelación de quien es Él. En el lugar secreto, Él te enseña sus propósitos, te habla, te aconseja, te corrige, ya que su naturaleza de Padre actúa en Él.

En el Lugar secreto, Dios nos muestra las cosas que han de venir, nos enseña sus propósitos, nos instruye, nos consuela y nos guía a toda verdad y a toda justicia. Mira lo que Jesús dijo: “Pero cuando venga El Espíritu de verdad; Él os guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, si no que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. Juan 16:13 El lugar secreto es un lugar de revelación, donde Dios nos muestra sus propósitos y nos revela sus caminos. Si hay algo que El Espíritu Santo quiere, es revelarse a nuestras vidas, Él quiere que lo conozcamos tal y como Él es. Él desea interactuar contigo y revelarte sus caminos y las profundidades del corazón de Dios. Recuerdo la primera vez que me enamoré, era algo mágico, era algo desesperante al querer ver a la persona de la que me había enamorado, ahí experimenté las famosas “mariposas en el estómago.” Solo pensaba en esa persona, todo mi pensamiento estaba concentrado en ella. Era una desesperación de pasar tiempo juntos, para platicar y reírnos. Si había que llorar, llorábamos juntos. Había una dependencia muy fuerte. En otras palabras teníamos una relación muy bonita. Y de esa misma forma que estaba tan enamorado de esa persona; ahora conocí un amor más puro, más pleno, un amor fiel, un amor incomparable, su nombre es “El Espíritu Santo”.

El Espíritu Santo me enamoró. Sabes, que los momentos más hermosos de mi vida han sido con Él, en el lugar secreto. En ese lugar platico con Él, me derramo en lágrimas delante de Él, solo diciendo lo hermoso que es, lo majestuoso que es para mí, la necesidad que tengo de pasar tiempo con Él, el hambre, la desesperación que tengo de buscar su presencia. En estos momentos, en que estoy escribiendo hay lágrimas en mis ojos porque su presencia me ha tocado. Y tan sólo con pensar en mi Amigo El Espíritu Santo y hablar de Él, siento un escalofrío que me llena de Él. Mi intención en este capítulo, es que lo busques con todo tu corazón y toda tu mente. ¿Sabes cuál es el primer mandamiento más grande que Jesús nos ha dado? “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.” Marcos 12:30 Si tú anhelas la presencia del Espíritu Santo, lo primero que tienes que hacer es desearlo, tienes que amarlo con todas tus fuerzas, con todo tu corazón. Vivir para Dios, es vivir en una entrega total para Él. Mi amado Jesús quiere revelarse a tu vida de una manera sobrenatural, y creo que este es el tiempo en que te levantes, que comiences a buscar su rostro y Él se te va a revelar y te mostrará su gloria. Su gloria comenzará a ser tu atmósfera, y esa presencia poderosa estará contigo en cualquier lugar que tú vayas.

Produce Unción. ¿Qué es la Unción? La Unción es el poder que actúa en los creyentes y ese depósito de Unción sólo lo da El Espíritu Santo. La unción es el poder de la deidad

impartida a sus hijos, para pasar de la dimensión de lo natural a lo sobrenatural; pudre los yugos del enemigo y nos capacita para mostrar el poder de nuestro Dios aquí en la tierra.

La Unción es lo que pudre los yugos del enemigo y nos capacita para mostrar el poder de nuestro Dios aquí en la tierra. “Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de su hombro, y su yugo de tu cerviz y el yugo se pudrirá por causa de la Unción”. Isaías 10:27 Dios unge a sus hijos con su Santa Unción. La Unción es la que te capacita para la obra del ministerio, te da la fuerza para caminar en el reino, te llena de valentía para enfrentar al enemigo y hace que los yugos que el enemigo ha puesto en tu vida se pudran. Jesús es el ungido de Dios. El Padre lo llenó de su santa Unción. Por eso vemos que el ministerio de Jesús era un ministerio sobrenatural. No era un ministerio cualquiera, era un ministerio que pudría los yugos del maligno. “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos.” Lucas 4:18 Jesús era un depósito de Unción aquí en la tierra. Jesús era el portal del Padre para bendecir a sus hijos. Toda bendición que se recibe del reino es a través de Jesús. Todo lo que podemos recibir del Padre es únicamente por el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario. ¡Alabado sea nuestro Dios!

En el versículo que acabamos de leer, vemos como Jesús entra en la sinagoga (Templo Judío) y comienza a leer el rollo del profeta Isaías, y dice que el Espíritu de Dios estaba sobre Él. También dice que Dios lo ha ungido con su Santa Unción. Ahora la Unción es para lo siguiente: 1. Dar buenas nuevas a los pobres. 2. Sanar a los quebrantados de corazón. 3. Pregonar libertad a los cautivos. 4. Dar vista a los ciegos. 5. Dar libertad a los cautivos.

La Unción se gana en la oración. Tú podrás imitar los aullidos de un predicador, la forma de moverse de un predicador, inclusive predicar los mismos mensajes, vestir igual, imitar eventos que hacen otros, pero La Santa Unción jamás la podrás imitar. Hay personas que creen que la Unción se compra en una esquina y no es así, la Unción se busca en oración y Dios te llena de ella, porque la necesitamos para deshacer las obras de maldad. En este tiempo, la iglesia ha confundido la Unción con la emoción y son 2 cosas muy diferentes. En la emoción podrás brincar, sacudirte, hablar lenguas; pero y ¿Después del servicio sigues saltando, gritando, hablando lenguas? Claro que no. La Unción no es un movimiento brusco o unas lenguas espirituales, es más que eso. La Unción es un estilo de vida, algo que se cultiva, que se anhela, por lo que luchas para que se quede contigo, la Unción te desespera.

Recuerdo que cuando recién me convertí hice mi primer ayuno de 40 días con agua solamente. Mi única oración era ¡Jesús lléname de tu santa Unción! El Espíritu Santo me había cautivado con su poder, con su unción. Todo mi pensamiento era eso: ¡quiero de tu Unción! Hice varios ayunos de 40 días, quizás siete. La cuestión es, que en una de tantas experiencias con El Espíritu Santo tuve una experiencia sobrenatural, Jesús descendió a mi habitación y vi su gloria. Todo era paz y tranquilidad, la persona de Jesús estaba ahí, vi su resplandor inmenso sobre mí, me habló y dijo: “Ya tienes lo que tanto deseas”. Pensé que sentiría una electricidad o algo así, pero la realidad es que lo que experimente fue su amor, su ternura y su cuidado; no sé cómo explicarlo pero sentí su vida dentro de mí, me llenó de Él. No podía hablar, adorar, solo lloraba con mucho sentimiento. Si alguna vez has sentido su presencia, sabrás de que te hablo y sino sigue leyendo porque sé que este libro será una guía para enamorarte de Él, como yo lo estoy ahora. Después que conoces su presencia y su unción, dirás como dijo el salmista David. “No me eches de delante de ti. Y no quites de mí tu santo Espíritu.” Salmo 51:11 Es horrible vivir sin Él después que lo conoces, prefiero morir antes de que Él se vaya mi vida. Él es mi vida, mi pasión, mi amor eterno e incomparable.

Solo mi amado Espíritu Santo puede darte lo que nadie te puede dar. Él es mi consolador, mi ayudador, mi amigo, mi abogado, mi juez, mi paz inigualable. ¿Sabes por qué lo amo tanto? porque Él está ahora aquí conmigo y su presencia me ha quebrantado y me dijo que me amaba.

Quizás creas que estoy exagerando pero la realidad es que nada es más importante en mi vida que Él. ¡Delante de Él no importa nada! no hay ministerio, no hay familia, no hay amigos, no importa la fama, la fortuna, los reconocimientos. No importa nada, sólo Él, mi amado Espíritu Santo. Si quieres esa Unción preciosa de la que te hablo comienza a restaurar tu Lugar secreto, comienza a restaurar tu vida de oración. Mira, esa unción no se queda en la habitación o en lugar donde oras. La Unción va contigo a donde quiera que vayas. En el tiempo que hice mis primeros ayunos, dejé muchas cosas por pasar tiempo con el Espíritu Santo, no salía a jugar con los amigos, no iba a cenar con los jóvenes después de los servicios de los domingos, no salía al cine , a ningún lado, solo quería llegar a casa y encerrarme a pasar tiempo con mi amado Jesús. Todos me decían que era un fanático, que me estaba volviendo loco. Me decían religioso y muchas cosas más. Pero lo que ellos no sabían, era que dentro mí había algo más fuerte que yo. Era Él dentro de mí. Yo creía que estaba desesperado por Él; hasta que un día el Espíritu Santo me dijo:

Y siento una presencia ahora que escribo, que solo de acordarme lloro de emoción. Porque el Espíritu Santo desea que pases tiempo con Él. Es como el primer amor, uno desea pasar tiempo con el ser amado. De esa forma Él también. “Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”. Jeremías 31:3

Su amor por nosotros es eterno, su amor es infinito para sus hijos. Que maravilloso que aun siendo pecadores, Jesús murió por nosotros en la cruz por amor a la humanidad. Yo deseaba pasar todo el tiempo con Él. En una ocasión mi propia familia me decía:-¿Qué haces tanto tiempo encerrado? Yo sólo les decía: nada, aquí tranquilo. Pero la realidad es que era muy celoso de su presencia. El Espíritu Santo me hacía reír y al mismo tiempo me hacía llorar. Él tiene ese poder para hacer eso en mí. Y te confieso algo, esos momentos no los cambiaría por nada. El lugar secreto es la estación de gasolina para llenar tu tanque de su presencia. La pregunta es ¿Cómo está tu tanque de combustible? Jesús sabía muy bien que los discípulos necesitaban llenarse de esa maravillosa Unción, de ese poder. Fue tanto así, que Jesús les dijo a sus discípulos antes de ascender a la presencia del Padre lo siguiente: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido el Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8 El Espíritu Santo es el que nos llena de esa preciosa Unción. Los discípulos estaban orando en el aposento alto y de pronto llegó ese poder maravilloso y los llenó de su Unción, pero la verdad es que ellos todavía no conocían al Espíritu Santo, sólo tenían poca información que Jesús les había dado y que habían visto en sus manifestaciones. La Unción se recibe en oración, pero la Gloria se revela en la intimidad. Los discípulos conocían a Jesús en la tierra, su “Unción”, pero no conocían a Jesús en el cielo “Su Gloria”. De lo cual, hablaremos más a delante. Produce Intimidad. El lugar secreto es el lugar donde el Espíritu Santo quiere tener intimidad contigo. La oración produce intimidad con Jesús. Él pasaba tiempo con su Padre en intimidad, donde solamente estaba Jesús y El. No hay lugar para una persona más. Cuando Dios se te revela en la intimidad pasas de la Unción a su gloria.

En el lugar secreto ya no hay endemoniados para liberar, ahí no hay enfermos que sanar, no hay predicaciones, no hay nada; solo hay amor entre tú y mi amado Jesús. En la intimidad desnudas tu alma porque Él lo llena todo, ahí te derrites en su presencia. En su presencia te enamoras de Él. Te olvidas de la Unción, porque la Unción no te enamora pero la presencia sí. Todos los hombres que vieron la gloria de Dios terminaron enamorados de Él. Y lo mejor de todo es, que sus vidas nunca fueron las mismas, fueron llenos de su presencia. Hombres sobrenaturales caminando en la tierra.

Cuando experimentes su presencia, nadie te reconocerá. La intimidad en el lugar secreto te vacía de ti y te llena de Él. En ese lugar mueres a tus sueños y los sueños de Él ahora están dentro de ti. Comenzarás a ver como Él ve, caminarás como Él camina, hablarás como Él habla, tocas como Él tocaras. Tú y El son uno mismo. Jesús quiere que sean uno, como Él y el Padre son uno. Ese es el deseo más grande de Jesús a parte de tu salvación. Que lo conozcas y tengas intimidad con Él. Tu y El ahora serán uno mismo. “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Juan 17:22

Que maravillosa oración de Jesús, intercede por los discípulos y dice que la Gloria que está en Él, ahora es impartida a su iglesia, a sus hijos. La gloria de Dios es su esencia, es quien Él es, es su carácter en nosotros, o aún más profundo es su vida en nosotros. Lo único que te liga al corazón del Padre es su gloria.

La gloria es la máxima expresión de Dios revelada a los hombres. Y esa gloria fue encarnada en la persona de Jesús. Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 
 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, Y por quien así mismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos. Hebreos 1:1-4 En una ocasión, los discípulos le dijeron a Jesús: muéstranos al Padre. Y Jesús les dijo: El que me ha visto a mí, ha visto al Padre, porque mi Padre y yo Uno somos. Había una conexión muy íntima entre Jesús y el Padre y esa misma relación es la que Jesús quiere que tengas con Él. La intimidad en el lugar secreto produce una conexión con la presencia de Dios. Su gloria te rodea de una forma sobrenatural. Su esencia está impregnada en ti y su perfume es su aroma. La intimidad en el Lugar secreto produce algo espectacular en tu ser interior, nace algo que se llama Amor.

Y aun a personas que te hirieron, que te han hecho mal, que te han difamado, amigos que te han traicionado, que te han robado, murmurado de ti, comenzarás amarlos, a comprenderlos, porque ya no vives más tú dentro de ti; sino el amor de Jesús.

Recuerdo que cuando recién me convertí a Jesús estaba desesperado por su presencia. Estaba en mi lugar secreto y clamaba a Jesús con una desesperación, lágrimas rodaban por mis mejillas, mi cuerpo temblaba por el anhelo de su presencia; sólo clamaba por su Unción Santa en mi vida, sólo esa era mi oración. De pronto la presencia descendió de una forma muy especial y mi madre que es una profeta como pocas que conozco entró a mi habitación y el precioso Espíritu de Dios me dijo a través de ella: -¡Tienes que perdonar! Comencé hacer memoria de a quien tenía que perdonar y no encontraba a la persona, pensaba que no tenía que perdonar a nadie. Y mi amado Espíritu me dice: -Tienes que perdonar a tu padre-. En ese momento pasó una película en mi mente de todo lo que mi padre había hecho mal. Yo crecí en una familia disfuncional, mi papá era alcohólico y drogadicto, nos dejó, a mi mamá, a mis 2 hermanos menores y a mí que sólo tenía 7 años de edad. Y aunque más adelante tuve una relación con él, nunca vi una figura paternal en mi padre. La única figura paterna que tenía

era mi abuelo que hasta el día de hoy es mi papá, y bendigo su vida. Más adelante, mi madre se casó y ahora vivimos muy felices con mi nuevo padre que nos educó y que ha sido una bendición. Aunque ni mi abuelo ni mi padrastro eran cristianos siempre me enseñaron a hacer lo correcto todo el tiempo. Y en mi ser interior yo estaba muy dolido y no lo sabía. Y esa falta de perdón no dejaba que la Unción fluyera en mí, a la dimensión que Jesús me quería llevar.

Recuerdo que comencé a llorar como un niño, no supe de donde nos salieron tantas lágrimas, pues mi mamá también lloraba conmigo. Estábamos ahí abrazados y de pronto algo dentro de mí me dijo “Perdona a tu padre” y yo grite -¡papá! ¡Te perdono! Literalmente algo se quebró dentro de mi corazón, como un vaso de cristal cuando cae al piso y en ese momento experimenté una llenura de la Unción de mi amado Espíritu Santo. Su gloria me estaba llenando más y más, solo podía llorar con mucho sentimiento y mi vida fue marcada por Él.

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonando los unos a los otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Efesios 4:32

Si verdaderamente quieres que El Espíritu Santo te dé su preciosa Unción, tienes que tener intimidad con Él y perdonar a las personas que te han hecho mal, sea algún familiar, como en mi caso tuve que perdonar a mi papá, quizá sea algún amigo, o algún conocido, no importa quien sea. Lo primero es perdonar con todo tu corazón. Quiero darte una guía básica para poder restaurar tu intimidad con Dios. 1. Tienes que saber que Él está desesperado por ti. 2. Debes comenzar a hacer un plan de oración y marca un día para comenzar. 3. Lee tu Biblia todos los días, por lo menos un capitulo comenzando por los evangelios. 4. Cuéntale tus deseos a Dios, abre tu corazón y pídele que te ayude. 5. Antes de orar pon una adoración sublime que toque tus sentimientos y comienza a adorarlo y verás que Él pondrá las palabras para comenzar a orar. Sigue estas pequeñas recomendaciones, te aseguro que tu vida espiritual comenzará a retornar a su primer amor, “El Espíritu Santo, tú, mejor amigo.”

EL CÍRCULO ÍNTIMO DE JESÚS ORACIÓN 3 Mi amado Espíritu Santo, quiero conocerte más, anhelo tu presencia, quiero tener intimidad contigo. Dame la revelación para poder entrar en tu presencia, quiero ser tu amigo. Ayúdame a buscarte, dame la fuerza para poder caminar. Te deseo con todo mi corazón. Quiero ser íntimo tuyo, mi amado Espíritu Santo.

Jesús no tiene favoritos, Él ama a toda la humanidad por igual; pero la realidad es que sí tiene íntimos. ¿Qué es un amigo íntimo? Un amigo íntimo es aquella persona en la que confías totalmente, es una persona que te conoce todas tus virtudes; pero también conoce todos tus defectos. Un amigo íntimo es aquel que está contigo en todo momento, en las buenas y en las malas, en la abundancia y en la escasez. Un amigo íntimo es aquel a quien confías tu vida y sabes que esa persona nunca te fallará. Quizás tú no tengas un amigo íntimo, pero hoy tengo una sorpresa para ti; hay alguien que desea ser tu amigo. Tanto así, que desde el vientre de tu madre Él te escogió para que seas su amigo. Su nombre es: “mi amigo El Espíritu Santo”. Quiero que veas parte de los amigos íntimos de Dios. Ya que Dios siempre se ha provisto de amigos muy íntimos; aunque quizás no eran los mejores, pero eran personas que le creyeron a Él y lo más importante es, que se dejaron moldear por las manos de mi Jesús.

“Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”. Santiago 2:23 ¿Podrías imaginarte ser amigo de Dios? La escritura que leímos dice que es posible ser amigo de Dios. Abraham era considerado el amigo de Dios, un amigo íntimo. Y un amigo es incondicional, en otras palabras Abraham conocía a Dios, hablaba con Él, interactuaba con Él. Sabía lo que Dios quería, lo que sentía y lo que haría. Es sorprendente ser amigo de Dios, no es cualquier cosa. Es mejor que ser amigo del presidente, de un gobernante o de algún famoso de la televisión. Ser amigo de Dios, es lo mejor que puede pasarle a una persona, ya que el Creador de los cielos y de la tierra, no solamente es tu Dios; sino también es tu amigo, con el que puedes contar en cualquier momento, con el que puedes platicar, reír, jugar, llorar si es necesario.

Ahora, ¿cuál fue el primer requisito de Abraham para ser llamado amigo de Dios? Lo más importante es creerle a Dios. Imagínate tener un amigo que no crea en ti. Sería algo absurdo, no es algo usual o normal. Un amigo da la confianza, te inspira respeto, admiración, fortaleza, agrado,

fidelidad. Y Dios se complacía en Abraham, porque veía en Él una fe inigualable, una fe que no dudó en ningún momento. Sabes que a Dios le complace ver fe en sus hijos, Abraham le creyó a Dios y le fue contado por Justicia. La justicia de Dios se expresa en 3 formas. 1. Lo que Dios hace. 2. Lo que Dios dice. 3. Lo que Dios es. Todo lo que Dios hace y todo lo que Él dice es justo. Es la justicia de Dios lo que nos ha alcanzado y por lo que estamos aquí. Es su justicia en nosotros, su amor, su fidelidad, su ternura, su presencia, todo lo que encierra el nombre de Dios es justo. La justicia de Dios es incomparable. Él es Juez justo. Dios es un Dios de justicia y por esa justicia en nosotros somos hechos amigos de Él. Lo que no pudimos hacer por nosotros mismos lo hizo Jesús en la cruz del calvario y su gracia inmerecida nos alcanzó. Por su sacrificio perfecto y hermoso en la cruz hayamos gracia delante de Dios. Y esa gracia nos justifica delante del Padre. Justificados, pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Romanos 5:1 El Espíritu Santo anhela que lo conozcas como su amigo. Él quiere que te vuelvas su confidente en todo. Normalmente, tengo un lugar muy especial donde le cuento todo a mi amigo el Espíritu Santo. Le cuento todo lo que me pasa, todo lo que me lastima, me desahogo con Él, me río con Él, lloro con Él, aunque normalmente cada vez que escucho su preciosa voz salgo llorando todo el tiempo porque en su presencia solo puedes llorar, de sentir su amor incomparable, su cuidado que tiene con sus hijos. Mi amigo me conoce totalmente, aun las áreas que no conozco de mí, Él las conoce mejor que yo, ya que he creado una dependencia total de Él. Jesús tenía doce discípulos, los cuales siempre estaban con Él, pero sólo 3 de ellos tenían una relación más íntima con Jesús. Eran doce discípulos que caminaban con Jesús, comían, dormían, platicaban con Él en todo

momento. Él desea tener intimidad contigo, sólo tienes que pedírselo y te mostrará su gloria como lo hizo con su círculo íntimo. Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó. Mateo 10:2-4

La transfiguración de Jesús. Lee cuidadosamente este pasaje Bíblico. Lucas 9:28-36 28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. 29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; 31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén. 32 Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él. 33 Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía. 34 Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube.

35 Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. 36 Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto. Jesús tenía su círculo íntimo dentro de los 12 discípulos y eran 3 solamente Pedro, Juan y Jacobo. Ellos son los que Jesús escogió para manifestar su gloria. Sólo a ellos se transfiguró. Transfiguración. Es el cambio radical o transformación de un aspecto de una figura o persona. En otras palabras es la transformación radical de algo con cuerpo, sea figura o persona. Jesús se transfiguró a su círculo íntimo, con el propósito que ellos entendieran su divinidad como Dios. Y lo interesante es que estaban orando.

Llegó un momento donde Jesús les muestra su gloria, delante de sus ojos; y no sólo eso sino que aparece Moisés y Elías. La pregunta es ¿por qué fueron Moisés y Elías? Para el pueblo judío Moisés representaba la Ley de Dios y Elías representaba a los profetas. Y los discípulos sabían eso muy bien, ya que eran judíos galileos. Y Jesús quería que vieran que la Ley y los profetas testificaban que Él es El Hijo de Dios. ¡Aleluya! La ley y los profetas sólo testificaban la grandeza de Jesús. Jesús dijo a sus discípulos en una ocasión: Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.

Lucas 24:44 Toda la escritura testifica y habla de Jesús con el Rey de Reyes y Señor de Señores. Dice la escritura, que se oyó una voz del cielo y dijo: Este es mi Hijo amado; a Él oíd. Dios mismo testificaba desde el cielo que sólo había un solo camino y que solamente a Jesús tenían que oír. Un nuevo pacto en Jesús. Los discípulos vieron la Gloria de Jesús en primera fila. Te puedes imaginar a Jesús glorificado tal y como Él es, no sé tú pero yo daría mi vida para verlo así.

Y lo más interesante es que Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que hagamos una enramada, una para ti, una para Moisés y una para Elías. La pregunta es: ¿Cómo sabia Pedro que los personajes que se aparecieron con Jesús eran Moisés y Elías? En ese tiempo no había fotos, o retratos, no había forma que Pedro supiera que eran ellos.

La gloria te hace saber todas las cosas. Y Pedro experimentó esa revelación sobre natural. Pedro vivía bajo una atmósfera de revelación concedida por el Padre. En una ocasión Jesús dijo lo siguiente a sus discípulos: Viniendo Jesús a la región de Cesárea de Filipo,

preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Mateo 16:13-17 Jesús quería saber, qué pensaba la gente acerca de quien era Él. Y preguntó a sus propios discípulos: ¿Quién soy Yo? Y ellos respondieron: Las personas dicen que eres alguno de los profetas. Y la segunda pregunta que Jesús hace es: ¿Y ustedes qué dicen? Pedro se levanta con firmeza y le dice: -Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Y lo más asombroso es que Jesús le dice algo sobrenatural:–No te lo reveló nadie; sino vuestro Padre Celestial.

En ese momento, se produjo la revelación del Padre sobre Pedro. La revelación proviene del Padre y Él se revela a sus íntimos. Tenemos que pasar tiempo en su presencia para poder ser íntimos del Espíritu Santo. Él quiere ser tu amigo y quiere revelarte sus secretos muy escondidos.

Quiero poner una enseñanza en tu espíritu, que a mí me ha bendecido mucho en la vida ministerial y de búsqueda por el precioso Espíritu Santo. Jesús y la regla de oro. Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Mateo 7:7-8 Jesús les revela esta poderosa enseñanza a sus discípulos, les comienza hablar acerca del poder de la oración y de la regla de oro. Considero que la regla de oro son absolutos que no cambian o varían, son cosas establecidas y que son inmutables, así son y así seguirán siempre. Ejemplo: Dios es fiel; eso nunca cambiará en este siglo ni en el que viene. Jesús toca 3 puntos interesantes dentro de la oración. 1. Pedid y se os dará. 2. Buscad y hallareis. 3. Llamad y se os abrirá. 1. Pedid y se os dará. Jesús les enseña a sus discípulos que todo lo que le pidan al Padre creyendo, El se los daría sin reproche. Muchas veces en la vida como cristianos no recibimos porque no sabemos pedir. Mira esta porción de la escritura: “Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” Santiago 4:3

Esta es una de las frustraciones más grandes que tenemos como hijos de Dios, que oramos por ciertas cosas y no las recibimos. Y créeme, que eso llega a frustrar. Pero el problema no está en Dios, sino en nosotros; porque pedimos mal, no pedimos con la revelación. Cuando pedimos con revelación estamos alineados al corazón del Padre y todo lo que pedimos se nos será dado. Pero por la falta de intimidad no pedimos bien. “Y todo lo que pidieres al Padre creyendo lo recibiréis” Mateo 21:22 Es una promesa de Dios para nosotros los que somos sus hijos. Que todo lo que pidamos creyendo, lo recibiremos. Pedid creyendo, es pedir con Fe.

2. Buscad y hallareis. Todo lo que se busca, no importa lo que sea, se encuentra. De la misma forma Jesús le revela a sus discípulos que todos lo que busquen la presencia de Espíritu Santo la hallarán. Busqué a Jehová, y él me oyó. Y me libró de todos mis temores. Salmo 34:4 Que poderosa declaración hizo el salmista David: Busqué a Jehová y el me oyó. Dios es un Dios que oye el clamor de sus hijos, y no sólo oye sino que también nos libra de todos nuestros temores. El oído del Espíritu Santo está presto a escuchar a sus hijos. El problema es que muchas veces no lo buscamos y por lo consiguiente no lo encontramos.

Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Isaías 55:6-7

Los íntimos del Espíritu Santo lo buscan de todo corazón, no por lo que el nos puede dar; sino por lo que es Él en nuestras vidas. 3. Llamad y se os abrirá. Todo aquel que llama a nuestro Dios, encuentra socorro en medio de toda dificultad. Jesús, es un ejemplo muy claro de lo que es estar ahí en los momentos más difíciles. Mira esta escritura: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Apocalipsis 3:20 Cuantas veces Jesús no ha tocado a las puertas de nuestro corazón, y no le hemos abierto la puerta. Y aun hermanos en Cristo, muchas veces Jesús los ha llamado a tener intimidad con Él y no hemos acudido a su llamado, ya sea por los afanes diarios o por el motivo que sea. Jesús quiere que tengamos comunión con Él para poder escuchar su voz. Pero la verdad es que el hombre carnal no puede discernir las cosas espirituales. Los íntimos del Espíritu Santo saben escuchar la voz de su pastor y lo siguen. Jesús toca a la puerta de nuestras vidas; y no sólo eso sino que Él quiere entrar en nosotros y lo mejor de todo, Él quiere cenar

contigo. En la cultura judía, si alguien te invitaba a comer a la mesa, es un gesto de comunión, amistad e intimidad. Jesús te invita tener intimidad con Él.

MI AMIGO EL ESPÍRITU SANTO. ORACIÓN 4 Amado Espíritu Santo, deseo con toda mi alma ser tu amigo. Quiero conocerte y tener una relación íntima contigo. Revélate a mi vida, como el amigo que deseo tener, permíteme conocerte y poder escuchar tu dulce voz, mi amado Espíritu Santo.

El Espíritu Santo desea ser tu amigo, no es broma, es algo real, Él quiere que lo conozcas en esa dimensión. Te voy a revelar algo:

En cierta ocasión, estaba en casa meditando en Dios y El Espíritu Santo me puso muy sensible. Normalmente me gusta pasar tiempo sólo meditando en mi Dios. Y Él me hizo recordar mi infancia en el Kínder (preescolar) Y recordé a mi mejor amiguito con el que jugaba, luego me llevó a la primaria y me hizo recordar a mi mejor amigo, con el que jugaba fútbol y con el que hacia las tareas, luego me llevó a la secundaria donde tenía 3 amigos que éramos inseparables, íbamos juntos a todos los lados; luego comencé a recordar a mis amigos de la preparatoria, que también eran muchos, después me hizo recordar mis amigos de la calle antes de venir a los caminos de Dios, con los que pasaba casi todo el tiempo, luego conocí a Jesús y dentro de la iglesia tenía un grupo de amigos, que de hecho lo son hasta el día de hoy. Pero los 3 se fueron a México y se casaron. Se llaman José y le decimos Pepe, Pablo y Gabriel. Prácticamente me quedé sin amigos y eso me entristeció mucho, me había quedado solo en USA. Aunque tengo familiares y compañeros no era lo mismo.

Ese día me dormí pensando en mis amigos, los cuales bendigo grandemente; pero en mi sueño El Espíritu Santo me muestra la parte trasera de mi automóvil. Y el Señor me dice: ¿Qué vez? y le respondí: Señor la parte trasera de mi auto. Y Él me dice: -Observa bien, ¿Qué vez?, y le respondí por segunda vez: -Veo mi carro jajaja. Y él me dice: -No hijo, el seguro de tu automóvil se vence en unos días. Y yo me sorprendí y era cierto, la placa de mi carro estaba por vencerse. Y el Señor me dice:–Ese es el cuidado que tengo de ti. De pronto comencé a llorar mucho en el sueño. Y el Espíritu Santo me dijo: -Yo soy celoso de ti, y sólo te quiero para mí, Ahora conocerás a tu nuevo amigo, el Espíritu Santo. En ese momento desperté del sueño, corrí a ver la placa del carro y era verdad, ya se me vencía, solo comencé a llorar, no sabía que hacer, solo llorar, porque Él se me había revelado en mis sueños y ahora no estaba más sólo, ya tenía un amigo que se preocupaba por mí; hasta del más mínimo detalle. El Espíritu Santo, ahora era mi mejor amigo. Y a cualquier lugar que yo voy, Él está ahí cuidándome, pendiente de mí, protegiéndome y su presencia llena todo mi entorno.

Tanto así que un día fui a un lugar de nutrición y el joven que era el encargado del mostrador me atendió. Al final le doy la mano y mi sorpresa es que El Espíritu lo tiró al piso. ¡Yo me espanté! comencé a ver hacia todos lados para que no pensaran que estaba asaltando el lugar o algo por el estilo. Gracias a Dios que no pasó nada. Y cuando se levanta después de 5 minutos del piso me dice ¿qué me pasó? le Respondí: -Mi amigo te tocó. Y comencé hablarle de Jesús y lo aceptó en su corazón. ¿Qué significa esto? Significa que su presencia está contigo a donde quiera que vayas. Su presencia no solo está en el Lugar secreto como lo expliqué anteriormente,

sino que presencia está contigo a donde sea que vayas, ya sea en la iglesia, en el parque, en el cine, en la calle, no importa dónde te metas Él se mete contigo. Ser amigo del Espíritu Santo es complicado, porque nunca entiendes lo que Él hace y cómo lo hace. Pero al final todo resulta excelente. Yo puedo tener una forma de hacer las cosas, pero Él tiene una mejor opción siempre y eso me gusta porque mi amigo siempre tiene la razón. Mira lo que El Espíritu le dijo a Isaías el profeta. “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos de la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” Isaías 55:8-9 Siempre los pensamientos de Dios serán perfectos para nuestra vida. Si de algo estoy seguro, es que Jesús quiere lo mejor para sus hijos y eso no cambia. Él es inmutable en su Ser. El Espíritu Santo cuida a sus amigos porque nos ama. Es tanto el amor de Jesús por su creación que murió por ella en la cruz. Y no sólo eso sino que la escritura dice lo siguiente: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” Juan 15:13 Jesús dio su vida por sus discípulos; ellos eran sus amigos y los amaba con amor real. Aun a Judas que lo traicionó y lo vendió por unas cuantas monedas de plata, también por Él murió en la cruz del calvario. Aunque no se salvó pero muchas veces hemos traicionado a Jesús como Judas, por nuestro falta de compromiso y por pecados que hacemos, pero ya el pagó por eso y ahora recibimos su amor eterno. El Espíritu Santo es tu amigo en el cual puedes confiar, platicar con Él, estar con Él. Al Espíritu Santo le gusta pasar tiempo a tu lado.

¡Te voy a dar una revelación! Si tú le das la prioridad a Él en todo lo que haces y lo pones a Él de primero, Él te pondrá a ti de primero. Imagina, que el creador de los cielos y de la tierra y de todo lo que existe visible e invisible te ponga por prioridad. Te aseguro que tu vida dará un giro inesperado. Jesús les dice a sus discípulos: “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.” Juan 15:14 Jesús tiene una condición para aquellos que quieren ser sus amigos. ¿Sabes qué es? Hacer la voluntad de Él. Los amigos del Espíritu Santo son amigos fieles y obedientes. La obediencia es el ingrediente que te acerca al corazón del Padre y donde Él se agrada de sus hijos. Jesús es ejemplo de obediencia al Padre. La obediencia es un mandato para aquellos que quieren conocerlo verdaderamente. Es un precio que se paga y ese precio es muy alto. Dejamos de ser nosotros mismos, para hacer la voluntad del Padre. Jesús fue claro con sus discípulos y les dijo: Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Mateo 16:24 Jesús les dijo: si alguno de ustedes verdaderamente quiere estar conmigo tome su cruz y sígame. Seguir al maestro no es fácil, pero es la mejor opción. Sólo Jesús tiene palabras de vida y esperanza. Sólo en mi amado Jesús hay reposo, hay descanso, hay salud y bienestar. Todo lo que una persona necesita está en Jesús.

El Espíritu Santo está presto, está disponible para ser tu amigo. Hoy es un buen día para tener una relación como nunca has imaginado, solamente tú y mi amado Espíritu Santo. Tomar la cruz no es fácil, es una responsabilidad. Tomar la cruz significa tomar tu responsabilidad, hacerte obediente al Padre y vivir una vida sin condiciones para Él. Negarse a uno es morir a tu egocentrismo, a tu orgullo a todo lo que no le agrada a Jesús. Pero la realidad es que cuando tú vives para Él, vives en una atmósfera de gloria, de paz y felicidad. Cuando tú pones tus pensamientos en Él, su presencia te llena de una forma sobrenatural. No tiene explicación; pero la paz de Jesús en medio de las dificultades no es nada, comparado con el reposo que Él nos brinda. “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” Isaías 26:3

Podemos ver como nuestro Dios se ha provisto de buenos amigos. Dios es un Dios Trino; Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Son uno mismo. “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.” 1 Juan 5:7 En la historia de la humanidad Dios se ha revelado en diferentes formas. En el antiguo Testamento se reveló como el Padre, en el Nuevo Testamento se reveló como El Hijo a través de Jesús, y ahora en la dispensación de la gracia como El Espíritu santo. El padre tuvo sus amigos, tales como Abraham, Moisés, José, Jacob, los profetas. Jesús tenía 12 amigos que amaba con total entrega. Y ahora el Espíritu Santo también; sólo está esperando por ti.

El Espíritu Santo quiere que pases de ser siervo a ser su amigo. No se confundan, todos somos siervos de Jesús porque le servimos; pero Él quiere que seamos más que siervos; Él quiere que seamos sus amigos. Jesús le revela esta poderosa enseñanza a Juan, uno de sus amigos íntimos que era también discípulo. “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.” Juan 15:15 Ahora entiendes lo que te quiero explicar, les dice a sus discípulos ya no los llamaré siervos; ahora serán mis amigos. Hay una gran diferencia entre ser siervo y ser amigo. Un siervo es aquel que recibe órdenes y punto. Pero un amigo sirve por amor y porque hay una relación más allá de dueño y siervo. Los amigos del Espíritu santo rompen paradigmas, rompen estructuras, hacen cosas que otros no hacen. Cuando eres amigo de Él, entras y vives en una atmósfera de intimidad y revelación. Recuerdo que una tarde estaba meditando en mi amado Espíritu Santo. Y en esa atmósfera de adoración e intimidad le decía a mi amado: ¿Por qué no me das un mentor?, alguien que me enseñe la palabra, alguien que me aconseje; algo así como Elías y Eliseo. Estaba hambriento por Jesús y quería que alguien me enseñara más del Espíritu Santo. Creo en la paternidad espiritual, en la mentoria y yo necesitaba que me ayudaran; aunque tenía mi pastora no era lo mismo, Una enseñanza de domingo no era suficiente, yo estaba hambriento por su presencia. Y esa tarde abrí la Palabra de Dios, en el libro 1 Juan 2:27.

“Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.” Ese versículo saltó literalmente de la Biblia, fue una experiencia sobrenatural. El Espíritu Santo me habló audiblemente en ese momento y me dijo: No busques que nadie te enseñe, porque la unción que he puesto en ti, te enseñará todas las cosas y no tendrás necesidad que nadie te enseñe; yo seré tu maestro y no pondré doctrina de hombre en ti; te revelaré la cultura del reino; y seremos tu y yo. En ese momento caí al piso de la unción tan fuerte que experimenté y sólo lloraba pidiendo perdón al Espíritu Santo por pedirle un maestro. Ahora Él sería mi mentor. Desde ese día comencé a experimentar una presencia muy fuerte en mi vida. El Espíritu Santo cada día que pasa me enseña cosas nuevas y está conmigo. Ser amigo del Espíritu Santo es lo mejor que le puede pasar a una persona. La pregunta que tengo que hacerte es ¿Tú también deseas ser amigo de Él? Creando una comunión con El Espíritu Santo. Jesús enseña a sus discípulos algo muy poderoso, la analogía de la “Vid Verdadera.” “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” Juan 15:5 Los discípulos caminaron con Jesús durante 3 años y medio aproximadamente. Y ellos habían visto a Jesús obrar a favor de Israel. Lo habían visto hacer grandes obras. Y en una de tantas cosas Jesús les enseñó acerca de la Vid verdadera. Jesús le reveló lo siguiente. 1. Que Él era la vid verdadera. 2. Los discípulos eran los pámpanos.

La vid es un arbusto o planta con ramas muy flexibles, largas y puntiagudas. Y el fruto de esa vid, son los racimos o pámpanos y a su vez esos pámpanos producen las uvas. Jesús se compara con la vid, pero no cualquier vid sino con la vid verdadera. La vid que llevará el fruto perfecto. Y compara a los discípulos con los pámpanos; les dice que fuera de Él nada pueden hacer. Jesús les dice que fuera de su presencia los discípulos se morirán. Él les estaba enseñando una dependencia total de Él. ¿Qué pasa si cortas un fruto de una planta o de una raíz? Quizás después de un día se vea bien, pero después de varios días ese fruto se marchita y al final se pudre. Lo mismo pasa con la vida espiritual de las personas. Quizás algunos días sin Él podrás vivir. Pero la realidad es, que sin su presencia al final te pudres. Por eso la importancia de tener una relación con el amado Espíritu Santo. Fuera de Él, nada podemos hacer. Quizás seas un buen predicador, sanes enfermos, limpies leprosos o quizás hagas obras de caridad; pero eso no determina que seas amigo del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es una Persona. El Espíritu Santo es más que una manifestación de poder aquí en la tierra. Él es como fuego pero no es fuego, Él es como un viento pero no es viento, Él es como una paloma pero no es una paloma, Él es una persona con sentimientos y emociones.

El apóstol Pablo enseña esta revelación a la iglesia en Éfeso. La iglesia en Éfeso había contristado al Espíritu Santo. “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” Efesios 4:30

¿Qué es contristar? La definición de contristar es afligir, poner triste a una persona. Entonces partiendo de ahí podemos deducir que solamente las personas se contristan, ya que la tristeza y la aflicción tienen que ver con las emociones de una persona. Una persona tiene emociones; por lo consiguiente el Espíritu Santo es una persona. ¿Qué es lo que entristece al Espíritu de Dios? Cualquier persona se entristece por algo. Al menos yo me entristezco por varias cosas, una perdida material, familiar, algún negocio mal logrado, por enfermedad por lo que sea. Y el Espíritu Santo como es una persona también se entristece por lo siguiente: 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatrías, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

Gálatas 5:16-26 Pablo exhorta a la iglesia, a que no satisfagamos los deseos de la carne, sino más bien andar en el Espíritu. Todos los deseos de la carne van en contra de los deseos del Espíritu. Dios es Espíritu y no tiene nada que ver con la carne, ya que Dios es un Dios totalmente Santo y no sólo eso sino que habita en la santidad. Dios es Espíritu. “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” Juan 4:24 Dios es Santo. “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.” Isaías 57:15 Dios es Espíritu y no solamente eso sino que es Santo y habita en la santidad. Dios no tiene nada que ver con el pecado, aborrece el pecado; pero ama al pecador. Para tener una relación íntima con el precioso Espíritu de Dios es necesario alejarnos de todo lo que impide que su presencia habite en nosotros. Tenemos que despojarnos de todo pecado y buscar su presencia en todo momento. Quizás digas que es muy difícil vivir una vida en santidad; pero la realidad, es que una persona que no tiene una vida de oración caerá fácilmente en la seducción del pecado. “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” Mateo 26:41 Una persona puede llegar a tener una vida íntima con El Espíritu Santo y Él es poderoso para guardarnos sin caída.

No apaguéis al Espíritu. 1 Tesalonicenses 5:19 El apóstol Pablo le escribe a la iglesia en Tesalónica y les recomienda algo muy delicado; ¡No apaguéis al Espíritu! ¿Qué significa esto? Apagar: Hacer que cese o deje de haber fuego o luz, o hacer que una cosa deje de arder o producir luz. Partiendo de esta definición, apagar es hacer cesar el fuego del Espíritu Santo. Por lo consiguiente el Espíritu Santo se puede apagar en la vida de un creyente. Si hay algo que caracteriza a los hijos de Dios es el fuego del Espíritu Santo. Ahora imagínate que ese fuego poderoso del amado Espíritu Santo no exista en un creyente. Sería lo peor que le puede pasar a una persona. Dejar morir el fuego del Espíritu Santo. Sin el precioso Espíritu Santo, es vivir una vida triste, depresiva sin propósito. Es como un carro sin gasolina; no sirve para nada. Y ese problema estaba pasando en la iglesia de Tesalónica, su vida espiritual estaba muriendo lentamente. La presencia del Espíritu Santo se cultiva con mucho amor y cuidado. La presencia del Espíritu Santo no es cualquier cosa; es lo más hermoso que puedas imaginar, es el mismo Dios dentro de nosotros. No hay nada que se le compare a Él. Cuando tú descubres esa maravillosa presencia de Él en tu vida nunca serás la misma persona. Cuando el Espíritu Santo se te revela como un amigo, sabrás que no estás solo literalmente, te darás cuenta que Él está ahí, y lo mejor de todo que puedes contar con Él incondicionalmente.

DE LA UNCIÓN A LA GLORIA ORACIÓN 5 Querido Espíritu Santo, muéstrame tu gloria, permíteme ver tu gloria como la vio Moisés. Revélame tus caminos, permíteme ver como tú ves, permíteme sentir como tú sientes. Te amo mi amado Espíritu Santo, tu Gloria será mi corona. “Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras.” Salmo 103:7

Antes de comenzar a contarte mi experiencia personal acerca de este tema; quiero que le pidas al Espíritu Santo la revelación para comprender esta verdad que ha marcado mi vida de una manera sobrenatural y que ha cambiado el rumbo del ministerio que Dios ha puesto en mis manos. Aunque hay mucho que desarrollar en este tema quiero comprimir la esencia de lo que es “De la Unción a la Gloria”. Siempre me habían dicho en mi iglesia y en el ambiente que crecí, que Dios no comparte su gloria con nadie. Y eso me ha llamo la atención siempre. Y es verdad Dios no comparte su gloria con otros. Mira esta escritura: “Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.” Isaías 42:8 Este versículo es muy poderoso, Dios el creador de todo se le revela al profeta Isaías y le dice: Yo soy Jehová y no comparto mi gloria con otros. Y eso me llamó mucho la atención, para ser sincero demasiado, ya que leí un salmo que me cautivó.

“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.” Salmo 8:3-5 El salmista David, el hombre conforme al corazón de Dios, escribe esta revelación poderosa de nuestro Dios. Y escribe acerca de la magnificencia de Dios, de su esplendor y de la soberanía como el Creador. Pero el versículo 5 dice que Dios coronó de Gloria al hombre; y eso me llamó la atención. Dios coronó a sus hijos de gloria, los puso por cabeza sobre toda la creación. El salmista David tuvo esa revelación, ya que David tenía una maravillosa relación con su Dios. En Isaías 42:8 Dice que Dios no comparte su gloria con otros, pero resulta que la iglesia no son otros, somos sus hijos que hemos sido lavados con la sangre del cordero. ¡Aleluya! Y nuestro Señor Jesús dijo lo siguiente en su oración intercesora por sus discípulos: “La Gloria que me diste, yo les he dado, para que sean Uno así como nosotros somos uno.” Juan 17:22 Espero que el Espíritu de Dios te abra el entendimiento para recibir esto. La Unción. Primero quiero definir lo que es la preciosa Unción. Si se puede definir lo que es la unción, sería el poder de Dios en acción. La unción sólo proviene de Dios. Y es el poder que se otorga para mostrar lo sobrenatural del reino aquí en la tierra. “Hallé a David mi siervo; Lo ungí con mi santa unción.” Salmo 89:20

David fue ungido con la unción santa de Dios y después de eso él dejó de ser un joven normal, para ser un joven sobrenatural; tanto así que derribó a su gigante llamado Goliat.

“Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hechos 10:38 El Padre ungió a Jesús con su Espíritu Santo y con poder para hacer la obra del reino en la tierra. Y con esa unción sanaba a los enfermos, liberaba a los endemoniados, libertaba a los oprimidos y les predicaba el evangelio del reino.

La unción es lo mismo que el poder y el poder se recibe, como lo recibieron los discípulos en el día del pentecostés. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Hechos 1:8 Jesús les dijo a sus discípulos que esperaran en Aposento Alto y ahí serian llenos del poder de la unción. Y ese día fueron bautizados con la manifestación de hablar en otras lenguas, y fueron llenos con el poder de lo Alto. ¡Gloria a Dios! Pero la realidad es que la unción fue lo que me cautivó del Espíritu Santo hasta que Él me reveló su Gloria.

La Gloria. ¿Qué es la Gloria de Dios? La gloria de Dios es su presencia, su esencia, su plenitud, es su carácter revelado a los hombres.

La unción revela lo que Dios hace pero la gloria revela lo que Dios es. Mira este ejemplo muy claro: “Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras.” Salmo 103:7 Dios le mostró sus obras al pueblo de Israel, en otras palabras le mostró su unción, su poder. Israel estaba acostumbrado a ver las maravillas de Dios. Ellos experimentaron como Jehová el Dios Todopoderoso los sacó de Egipto con mano poderosa. Israel vio sus manifestaciones de poder; vieron las señales que Dios hizo, vieron las plagas sobre Egipto. Pero a Moisés notificó sus caminos. A Moisés le reveló su gloria, su presencia. Tanto así que Moisés vio cara a cara Dios. “Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.” Éxodo 33:11 Cuando se dice que Dios habló cara a cara con Moisés no es que Moisés lo haya visto literalmente cara a cara; ya que la escritura dice que nadie ha visto al Señor sino sólo Jesús.

Ahora, la expresión cara a cara en el trasfondo judío; significaba que había una comunión muy estrecha e íntima entre Dios y Moisés; tanto así que le mostró su gloria más no su rostro. Mira esta escritura: 18 El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. 19 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. 20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. 21 Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; 22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. 23 Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro. Éxodo 33:18-23 El patriarca Judío Moisés le pide a Dios ver su gloria; y Dios le dice que se la mostraría; pero que no vería su rostro. Ya que no hay hombre que vea el rostro de Dios y viva. Pero Dios si le dice que le mostraría su gloria, que su gloria pasaría delante de Él. ¡Te imaginas que escena tan sorprendente! Moisés vio la misma presencia de Dios pasar delante de Él. Solamente Moisés y Dios, me imagino esa escena que experimentó el profeta, una experiencia que marcó su vida. Desde ese día Moisés no volvió a ser el mismo. La presencia de la gloria te transforma.

Dios le mostró su gloria a Moisés porque era su amigo íntimo. Sólo a los íntimos Dios revelará su gloria y hace que pase su presencia delante de sus amigos. La presencia de Dios va por encima de su unción. La unción muestra lo que Dios hace; pero la gloria te revela quien es Dios; la unción no te enamora del Espíritu Santo pero su gloria si te enamora de Él. El Espíritu Santo quiere usarte con su unción; pero también revelarte su gloria para que lo conozcas. La Gloria en Jesús. El ministerio de nuestro Señor Jesús aquí en la tierra era un ministerio que se caracterizaba por las manifestaciones sobrenaturales y por las señales que Él hacía. Todas las vidas de las personas que tuvieron un encuentro con Jesús fueron transformadas. Lo vemos con el endemoniado gadareno; Jesús lo liberó y después el gadareno predicaba el evangelio del reino; Marta era una prostituta y cuando tuvo un encuentro con Jesús se convirtió en una evangelista; Pablo era un religioso y cuando tuvo un encuentro con Jesús llego a ser uno de los apóstoles que el Espíritu Santo usó para expandir el evangelio en Asia Menor. Y todo eso se debió a la gloria que estaba en Jesús. El maestro hace una oración intercesora por sus discípulos. Y esa intercesión nos revela la gloria que interactuaba en Jesús desde antes que el mundo fuese. Jesús ora al Padre y dice lo siguiente: “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.” Juan 17:22

Jesús intercede por sus discípulos y le dice al Padre que la gloria que Él le había dado, ahora Jesús se la daba a sus discípulos; para que sean uno; así como Jesús y el Padre eran uno. La gloria que estaba en Jesús, su presencia sobrenatural ahora era impartida a sus discípulos a través de él.

Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Efesios 1:22 ¿Cuál es el propósito de que la gloria sea impartida a la iglesia? El propósito es que la gloria es la ligadura que te revela el corazón del Padre y te hace uno con Él. Jesús dijo: Para que sean uno; así como nosotros somos uno. Por lo consiguiente para tu ser uno con el Padre, necesitas estar lleno de la gloria de Dios, de su presencia. Esta verdad sólo afirma que Jesús nos ha impartido su gloria para conocer el corazón del Padre. El Espíritu Santo quiere que lo conozcas en todo su esplendor. “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios”. 1 Corintios 2:10 La única persona que escudriña el corazón de Dios es el Espíritu Santo. Solo Él puede tomar del corazón del Padre y revelarnos su corazón, sus propósitos y estatutos. Jesús en una ocasión estaba con sus amados discípulos y les dijo: Cosas mayores harán en mi nombre. Y para hacer

cosas mayores necesitamos de esa gloria para hacer las obras que hacia el Maestro. “ De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.” Juan 14:12 Jesús hizo esta poderosa promesa, que cosas mayores haremos en su nombre. La gloria, su presencia es lo que te va a llevar hacer cosas mayores.

El derramamiento de gloria que viene sobre la iglesia no es cualquier cosa. Es un vino nuevo, es un vino que va a quebrantar las tretas del enemigo en contra de la iglesia. Dios está levantando una generación de ministros de Gloria, ministros de revelación que tocarán con las manos la gloria de Dios. Los ministros de gloria caminan con los cielos abiertos como caminaba Jesús. Jesús era un portal del cielo aquí en la tierra. Los cielos abiertos se pueden definir como la dimensión de gloria entre el cielo y la tierra. Y Jesús manifestaba lo sobrenatural del reino de los cielos aquí en la tierra. La gloria de Dios será vista sobre ti, su presencia será revelada a tu vida. “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.” Isaías 60:1-2

La gloria de Dios resplandecerá sobre tu vida, es una promesa de Dios. Al resplandecer su gloria sobre ti, Él cambiará tu vida y te transformará como lo hizo con Pedro, con Pablo, con los discípulos y con todos aquellos que se dejen moldear por las manos de Jesús. Hay muchas personas que se enfocan más en la unción que es su poder, que en la presencia que es su gloria. Hay muchos ministerios que tienen unción pero no tienen gloria. Y de ahí es que cometen muchos errores. Sansón era un ejemplo de eso. Tenía unción. Pero no tenía carácter.

El carácter. La unción sin la revelación de cómo administrarla puede llevarte a la destrucción. Las personas se enfocan más en los dones espirituales y es bueno, pero no se enfocan en el fruto del Espíritu. El fruto del Espíritu tiene que ver con lo interno de las personas, y afectan las emociones y el carácter. Mira esta escritura: “Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” Gálatas 5:22-23 Jesús es el fruto del Espíritu, Él es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Jesús quiere poner su carácter en nosotros. He visto muchos ministerios llenos de unción pero escasos de presencia. Y el problema es que cometen tantos errores porque la presencia no está con ellos.

La Presencia cambia el carácter de las personas. Pedro era un hombre rudo, impulsivo, agresivo. Vemos la escena cuando iban arrestar a Jesús, tomó su espada y le cortó la oreja a Malco, uno de la seguridad del sumo sacerdote. Pedro era un hombre impulsivo y agresivo pero la presencia del Espíritu Santo lo cambió completamente. “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.” Mateo 10:16 Pedro fue manso como una Paloma, pero también fue astuto como serpiente. La presencia te da la habilidad de ser manso como Paloma y astuto como serpiente.

ÉL ME SANÓ DE CANCER ORACIÓN 6 Espíritu Santo, te pido que tengas misericordia de mí y sanes mi enfermedad, sanes mi dolencia, líbrame de todo lo que no necesito. Tus promesas son reales y verdaderas, ayúdame precioso Espíritu Santo, revélame la unción de sanidad y milagros. Amado Jesús, gracias por llevar todas mis enfermedades y todas mis dolencias en la cruz. “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” Isaías 53:4-5

Una de las obras más sorprendentes del ministerio de Jesús, que ha cautivado a millones de personas en el mundo, es su poder para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Para ser sincero, eso es lo que me cautivó primero de mi amado Jesús; aunque después lo que me enamoró de Él fue su presencia. El ministerio terrenal de mi adorado Jesús, era verdaderamente algo sobrenatural. Vemos en los 4 evangelios como se desarrollaba la vida y obra del maestro. Y una de las obras más sorprendentes era como los mudos hablaban, los ciegos veían, los paralíticos caminaban, los sordos oían y todos los que necesitaban una sanidad o un milagro lo recibían.

“Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hechos 10:38 La presencia del Espíritu Santo estaba con Jesús y ese poder del reino era lo que manifestaba la maravillosa sanidad divina en las personas. Sin el Espíritu Santo, no hay manifestaciones de sanidad y milagros. Es solamente la exclusiva presencia de mi amado Espíritu Santo, lo que hace que los milagros sucedan. Solamente la presencia del Espíritu Santo puede hacer que lo sobrenatural del reino suceda aquí en la tierra. Hay muchas creencias y religiones, que dicen que el ministerio del Espíritu Santo en la actualidad ya no sana más, que eso fue solamente en los tiempos de Jesús. Pero recordemos que el Espíritu Santo es Dios; y Él no cambia, Él es el mismo hoy, ayer y por los siglos de los siglos. “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” Hebreos 13:8 El mismo Jesús que hizo milagros hace años; es el mismo Jesús que sana ahora. ¡Alabado sea Dios! Y estoy tan seguro de lo que escribo que sólo mi amigo el Espíritu Santo me pudo sanar de mi enfermedad. Todo comenzó cuando recién me convertí al Señor, había experimentado el gozo de la salvación y verdaderamente estaba muy asombrado de como Jesús había cambiado mi vida. Recuerdo que en los primeros meses de mi conversión al evangelio, trabajaba en la construcción de casas de madera en Raleigh, Norte de Carolina, USA, donde conocí al Señor y donde radico actualmente. Y en

uno de tantos días de trabajo duro bajo el sol, en una tarde pasó algo que marcaría mi vida. Recuerdo que una pared muy alta de la casa se vino abajo y literalmente me cayó encima. Los demás trabajadores tuvieron que sacarme debajo de aquella pared que me había cubierto completamente. Recuerdo que me desmayé y me llevaron al hospital de emergencia, estaba muy adolorido de todo mi cuerpo, literalmente me había caído una casa encima. Cuando llegue al hospital me ingresaron a la sala de emergencia, cuando de pronto entra un doctor y me dice, no tienes ningún hueso roto afortunadamente; pero encontramos que en uno de tus órganos se ha desarrollado un cáncer del tamaño del puño de tu mano. En ese momento yo quedé sorprendido, había escuchado que personas se enfermaban de cáncer; pero nunca imagine que eso me pasaría a mí. El médico me dijo: ¡Tenemos que operarte de emergencia! Tenemos que extraerte el tumor porque si no lo sacamos se va a regar en todos tus órganos y te vas a morir aproximadamente en 3 meses. En ese momento me espanté, imagínate recibir la noticia que te vas a morir; si no te extraen un tumor del puño de tu mano. El médico entró a la habitación nuevamente y me dijo: Vamos a firmar los documentos donde nos autorizas la operación. En ese momento vino una revelación del mismo cielo y me fortalecí en el poder de mi amigo el Espíritu Santo y le dije al doctor: Primero te mueres tú y después yo. Le dije, mi amado Jesús pagó por todas mis enfermedades y todas mis dolencias en la cruz del calvario y Él me va a sanar. El doctor me vio raro y sólo movió su cabeza, creo que pensó un fanático más de Jesús. Me hicieron firmar un documento donde el hospital no se hacía responsable si me pasaba algo. Llegue a mi casa y mi mamá me dijo: Jesús te va a sanar, sólo cree. Yo no tomé importancia a mi diagnóstico médico. Recuerdo que esa tarde salí del hospital y solo llegue a casa y me cambié de ropa y me fui a un servicio a ministrar a unos jóvenes en una iglesia local. Esa noche el poder del Espíritu Santo cayó en ese lugar de una manera sorprendente, un joven se reconcilió y muchos más fueron llenos del Espíritu Santo, aunque sólo era uno que se reconcilió; pero las multitudes apenas estaban comenzando.

Pasaron varios días y después de eso me hice un ultrasonido y lo sorprendente fue que el tumor había desaparecido. ¡Gloria a mi amado Jesús! Él me había sanado, el tumor canceroso ya no estaba, sus promesas de sanidad ahora eran reales en mi vida.

El Espíritu Santo es el sanador de nuestro cuerpo, su promesa es real para aquellos que le invocan. Su presencia es muy poderosa y esa presencia que me sanó, es la misma presencia que sanó a la mujer del flujo de sangre, a Bartimeo, los leprosos, a los paralíticos, a los mudos y a todos aquellos que han creído que Jesús los puede sanar. La voluntad de Jesús es que todos se sanen, pero desgraciadamente no todos sanan. “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.” Mateo 4:23 ¿Por qué no todos sanan si la voluntad de Dios es que todos sanen? Sin fe en una persona no se puede recibir una sanidad. Todas las personas que recibieron una sanidad o un milagro necesitaron fe, por muy mínima que sea tenía que haber fe. Sin fe es imposible agradar Dios. Es más, en una ocasión Jesús no pudo hacer milagros porque no había fe en ese lugar. Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos. Mateo 13:58 La fe es necesaria para tu recibir un milagro de parte de Jesús, la fe es el boleto para tu recibir tu milagro. La peor arma que utiliza el enemigo para apagar la fe en contra de los cristianos es la duda. Santiago el apóstol dice a la iglesia:

“Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.” Santiago 1:6 Cuando tú dudas de las promesas de Dios, estás diciendo que el Espíritu Santo, no es tan poderoso como dicen. Y la realidad es que Él lo puede todo, Él es omnipotente y todopoderoso. ¡Aleluya! Mi amado lo puede todo. Después de que Jesús me sanó, he experimentado su poder sanador cada día más intenso. Hemos estado en cruzadas muy poderosas, servicios de milagros y avivamiento, donde miles de personas han sido sanadas por el poder del Espíritu Santo. Y cada día veo más manifestaciones de su gloria, la gente es sanada, los milagros suceden en medio de los servicios, porque su gloria está ahí dispuesta a sanar.

El ministerio que Dios nos ha dado se caracteriza por las manifestaciones de sanidad divina, milagros y avivamiento. Miles de personas han testificado en nuestros servicios sanidad divina. En una ocasión en Raleigh NC, USA, oré por un joven que era enfermo de sida. Ya no veía bien, estaba débil, su cuerpo estaba debilitado. Y oramos por Él y el poder del Espíritu Santo lo sanó. He orado por personas con cáncer, sordos, personas con piernas cortas, brazos cortos, mujeres con quistes y muchos tipos de enfermedades más y Él los ha sanado a todos. Es sorprendente como sanan las personas de todas sus enfermedades y todas sus dolencias. Jesús murió en la cruz por cada enfermedad y por cada dolencia en nosotros. Cada día que pasa conozco más al precioso Espíritu de Dios y me enamoro de Él. Créeme, me gusta predicar su palabra, amo predicar; pero

me gusta más ministrar su gloria. Orar por los enfermos, liberar a los cautivos, obrar milagros para mi Jesús. Ver lo sobrenatural del Espíritu Santo en acción. Cada milagro, cada sanidad, cada liberación, cada manifestación sobrenatural sólo testifica que Jesús es el hijo de Dios. Los milagros, las sanidades sólo confirman las señales del evangelio de nuestro Dios. Los Dones del Espíritu Santo. Donde quiera que el Espíritu Santo tenga derecho, los dones del Espíritu se manifestaran. Smith Wigglesworth ¿Qué son los dones? Los dones son regalos del Espíritu Santo. Estos regalos son espirituales para edificar la iglesia del Señor y expandir el reino aquí en la tierra. “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” 1 Corintios 12:11 El Espíritu Santo reparte los dones según Él quiera, a unos les da un don, a otros dos, inclusive puede darte los 9 dones espirituales. Los dones del Espíritu Santo son los siguientes: “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.” 1 Corintios 12:7-10 Los Dones se clasifican en 3 clases. 1. Dones de Revelación. 2. Dones de Inspiración.

3. Dones de Poder. Dones de Revelación. Son los dones que revelan, sacan a la luz un misterio de Dios, ya sea de conocimiento, o de sabiduría. Son los dones que revelan el pasado, el presente y el futuro, a fin de ayudar a la edificación de los creyentes. Son también los que ayudan a tomar decisiones guiadas por el Espíritu Santo y de esa forma nos da el conocimiento revelado. Son 3 dones revelación. 1. Palabra de Ciencia. 2. Palabra de Sabiduría. 3. Discernimiento de Espíritus. Dones de Inspiración. Son los dones que vienen por la inspiración divina y son dones de expresión vocal. Este tipo dones disciernen misterios espirituales. La palabra enseña que el que habla en lenguas, habla misterios. El día del pentecostés los discípulos recibieron el don de lenguas idiomáticas, o lenguas seculares. Y más adelante recibieron las lenguas espirituales. Son 3 dones de inspiración: 1. Don de lenguas. 2. Don de interpretación de lenguas. 3. Don de profecía. Dones de Poder. Este tipo de dones me gustan mucho. Son los dones de manifestación del poder del Espíritu Santo. Son los dones que muestran como el Espíritu Santo sana a su pueblo de sus dolencias. Son los dones de misericordia de Dios con su pueblo. Este tipo de dones fluían muy fuerte en Jesús, de hecho estos dones maravillaban a los que estaban cerca de Él. Son 3 dones de Poder. 1. Don de Sanidad. 2. Don de Milagros. 3. Don de Fe.

Todos los dones espirituales son para la edificación de la iglesia. El Espíritu Santo quiere capacitarte y llenarte de sus dones sobrenaturales.

Quiero compartirte un testimonio acerca de cuándo yo rogaba al Padre por hablar en lenguas angelicales. Me habían enseñado que las personas que no hablan en lenguas no estaban llenos del Espíritu Santo y para ser sincero estaba frustrado porque había ministrado en varios servicios, donde los enfermos sanaban, los sordos oían, personas sanaban; pero no hablaba en lenguas, algo no estaba bien. Alguien dijo que un cristiano sin hablar lenguas angelicales es como un carro sin ruedas. Estaba muy frustrado. Inclusive recuerdo que lloraba horas, rogándole al Espíritu Santo que me bautizara con el don de lenguas. Un día estaba llorando, pidiendo al Espíritu Santo que me llenara de Él. De pronto mi madre entró a mi habitación y me habló por el Espíritu Santo diciendo: “Para qué quieres hablar en lenguas si mi pueblo habla en lenguas y no me conoce. ¿Acaso no sabes que mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas? ¿Porque buscas un don, en vez de buscar al que reparte los dones? Levántate y profetiza hijo mío! 1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. 2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. 3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.

4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. 5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación. 1 Corintios 14:1-5 Quiero que veas algo en esta escritura, cada profecía, cada palabra que el Espíritu Santo te da; tiene que ir respaldado con la palabra, y si no concuerda no es de Dios. El apóstol Pablo habló a la iglesia en Corinto y les explica que mayor es el que profetiza, que el que habla en lenguas. Y yo creo en el hablar en lenguas espirituales, es una experiencia sobrenatural y uno habla misterios con el Espíritu de Dios. Pero mayor es el que profetiza. Los dones del Espíritu Santo son como un músculo que entre más lo ejercitas más crece. Los dones se desarrollan conforme tú los vas usando y conociendo. Recuerdo la primera vez que oré por un paralítico, fue tanta mi inexperiencia que me enfoqué más en el paralítico, que en el que sana. El hombre estaba en una silla de ruedas y cuando lo levanto no se paró. Créeme que me frustré, me fui triste a mi casa .Pero mi amado Espíritu me habló y me dijo: te enfocaste más en el paralítico que en mí. Y desde ese día, comencé a ver solamente al Espíritu Santo y no a los enfermos. Él quiere ser todo tu centro de atención, que sólo lo veas a Él. Que todo tu enfoque solamente sea Él. Te voy a dar un consejo, nunca te desenfoques de la presencia de mi amado Jesús, y verás cómo las cosas empezarán a cambiar. Jesús lo dijo de esta forma: “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” Mateo 6:33 Buscad el reino primeramente es buscar su santa presencia. Si tú te enfocas en buscar su presencia desesperadamente, Él te dará todas las cosas que necesitas. Los dones son regalos que el Espíritu Santo da para que ministremos a una humanidad necesitada del poder de Jesús. Los dones no determinan tu relación con el Espíritu Santo. Es así como los

discípulos tenían dones, pero no conocían a Jesús. Conocían su unción en la tierra, pero no conocían su gloria en el cielo. El ministerio de los discípulos era un éxito. Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Mateo 10:1 El ministerio de los 12 discípulos era sorprendente. Tenían dones espirituales, inclusive autoridad para echar fuera demonios. Judas Iscariote vendió a Jesús, sin embargo hacia milagros y sanidades. Pero eso no determinó que su alma se salvará. Hay ministros que tienen mucha unción, pero eso no garantiza que sean amigos del maravilloso Espíritu Santo. El Espíritu Santo es más que un don, es más que una sanidad, es más que un milagro, Él es una persona con sentimientos, emociones y es muy sensible. Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:23

LA ATMÓSFERA DEL ESPÍRITU ORACIÓN 7 Precioso Espíritu de Dios, quiero vivir para ti, permíteme vivir en la atmósfera en que tú vives. Dame el privilegio de habitar en tu presencia. Enséñame a adorarte todo el tiempo y que mi alabanza sea un estilo de vida. Permíteme que todo mi ser sea un arma fragante para ti. Te amo Espíritu precioso aroma. Por la profeta Cristina Córdoba. “El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.” Salmo 50:23

En

mi caminar con Cristo, Dios me ha llenado de innumerables bendiciones. La adoración y la alabanza se han vuelto parte de mi vivir cotidiano. Cuando nosotros decidimos darle libertad al Espíritu Santo para que obre en todas las áreas de nuestra vida, te haces dependiente de Él.

He aprendido que el camino a la victoria es la senda de la adoración y la alabanza. Toda alabanza la dirijo a Él; pero Dios en su inmenso amor, misericordia y sabiduría me beneficia a mí.

Te preguntarás ¿Cómo es esto? Fácil. Por medio de la alabanza y la adoración recibo directrices para ordenar mi conducta y tener un estilo de vida llevándome a la obediencia. Por medio de la alabanza y la adoración cambiamos la atmósfera natural a una atmósfera sobrenatural. Recibimos revelación y conocimiento profundo con respecto a sus caminos incluyendo la salvación. Es inevitable levantarse cada día, sin tener presente ese sacrificio en la cruz del calvario. No puedes pasar un día sin recibir conocimiento por medio de su palabra. Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:31-32 ¿Qué es la atmósfera del Espíritu Santo? Es el ámbito sobrenatural donde habita la presencia del Espíritu y se crea a través de la adoración y la alabanza de su pueblo. Nuestro manual del diario vivir “la Biblia” nos revela un sinnúmero de ejemplos de victorias obtenidas, usando como estrategia la alabanza. 1 Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos? 2 Y Jehová respondió: Judá subirá; he aquí que yo he entregado la tierra en sus manos. 3 Y Judá dijo a Simeón su hermano: Sube conmigo al territorio que se me ha adjudicado, y peleemos contra el cananeo, y yo también iré contigo al tuyo. Y Simeón fue con él. 4 Y subió Judá, y Jehová entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo; e hirieron de ellos en Bezec a diez mil hombres. Jueces 1:1-4

Judá significa alabanza y Simeón significa Que es oída. Vamos a parafrasear esta escritura. Los Hijos de Israel subieron a consultar a Jehová nuestro Dios diciendo: ¿Quién subirá primero a pelear y Jehová contesta: Judá subirá primero (la alabanza), he aquí que yo te he entregado la tierra en sus manos. (Vv. 3). Judá le hace una invitación a Simeón (que es oída), ven conmigo vamos a conquistar lo que ya tenemos asegurado. Jehová le había confirmado una batalla ganada y asegurada. De igual forma tú y yo debemos hacer alianza con el Espíritu Santo. Él, es el único que puede ayudarnos a transformar nuestra atmósfera natural a una atmósfera sobrenatural. Permite que el Espíritu Santo entre aún en lo más simple. Cuando cocino y estoy en ayuno le digo al Espíritu Santo: Pon la sazón a los alimentos para el ejército de Jehová (mis Hijos). Y ese día es cuando comemos más delicioso tan sólo por invitarlo a cocinar y jugar con Él; el cuarto de lavado es muy oscuro y ahí me meto y le digo: Espíritu Santo, encuéntrame. Y en ese mismo instante me estremezco y me sacude, y comienzo a adorarlo y a darle mi alabanza. Él quiere tener intimidad hasta en lo más mínimo.

Mira este ejemplo tan sencillo. Una pareja de enamorados se conocen, hablan, pasan tiempos juntos, se llega a una relación muy estrecha y el siguiente paso es el matrimonio. De esa misma forma, es nuestra relación con el Padre, El Hijo y El Espíritu Santo y estos 3 son una sola deidad, en ellos no hay celos, son uno mismo. Ahora, con la promesa del Espíritu Santo que mora en nosotros no estamos solos, Él está con nosotros. Cuando tienes una relación estrecha con El Espíritu Santo, tu vida no es la misma, da un giro completamente diferente. Es algo tan palpable como cuando sopla el viento, lo sientes pero no lo ves; pero a su vez, sabes que existe y lo percibes.

El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Juan 3:8 Volvamos a la alabanza. Judá y Simeón pelearon juntos y Jehová les entregó a 10 mil hombres en sus manos, los derrotaron. ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya!. El arma que Dios entregó a Israel fue la alabanza, fue un arma letal que destruyó al enemigo. Quizás, tú tengas algún gigante que quieras destruir, Dios te da un arma poderosa: la alabanza.

1 Jehová reina; se vistió de magnificencia; Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá. 2 Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente. 3 Alzaron los ríos, oh Jehová, Los ríos alzaron su sonido; Alzaron los ríos sus ondas. 4 Jehová en las alturas es más poderoso Que el estruendo de las muchas aguas, Más que las recias ondas del mar. 5 Tus testimonios son muy firmes; La santidad conviene a tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre. Salmo 93 Podemos ver otra historia de tantas que hay en la palabra de Dios. Esta historia se encuentra en 2 Crónicas 20:1-30. Podemos ver el auxilio divino de nuestro de Dios, para todos aquellos que le invocan, que confían en Él y tienen sus vidas sometidas.

El rey Josafat estaba experimentando un ataque muy terrorífico en su reinado Judá (alabanza). Una multitud venía a atacarlo, los reyes de Amón, Moab y los del monte de Seir. Todos estos se unieron para derrotar al pueblo de Dios. En este capítulo hay 3 revelaciones claves para la victoria en contra del enemigo: • La alabanza. vv. 18 • La Oración. vv. 3 • El Ayuno. vv. 3 La alabanza y la oración estaban continuamente en el campamento de Israel y Josafat puso a todo el pueblo en ayuno, aún a los animales. Como resultado habla Jehová a través del joven profeta Jahaziel diciendo: No temas, ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra sino de Dios (vv15). El pueblo se puso en ayuno, adorando y clamando delante de Jehová. El pueblo se humilló delante de Dios. Estaban rendidos delante de su presencia. El ayuno quebranta los yugos del enemigo, mueres a ti, te vacías de ti y te llenas de Él. Pablo lo dijo de esta forma: Ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí. Gálatas 2:20.De igual manera, la oración es el misil perfecto para destruir las artimañas del enemigo. La oración me hace dependiente de Dios y aumenta mi fe. La alabanza poderosa produce victoria (vv21), algunos entonaban cánticos de alabanza a Jehová, (vv22). Como resultado el enemigo se comenzó a matar los unos a los otros. La alabanza y la adoración hacen que el enemigo se confunda. Cuando mas triste y difícil se vea tu situación alaba y adora a Dios y eso provoca que el enemigo retroceda. Amado lector, no quiero que te confundas, estas herramientas espirituales no son para manipular la voluntad de Dios y obtener los resultados deseados en alguna situación adversa. La adoración y la alabanza son un estilo de vida, una manera de vivir en complejidad con El Espíritu Santo. Para vivir bajo la atmósfera del Espíritu Santo tenemos que tener una vida consagrada. Pablo le enseña a la iglesia en Tesalónica, un código para permanecer en una atmósfera de su presencia. 1 Tesalonicenses 5:16-22

16 Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 19 No apaguéis al Espíritu. 20 No menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Absteneos de toda especie de mal. El apóstol Pablo da una guía para que los hijos de Dios vivan en una atmosfera de gloria. Estos consejos nos ayudan a estar conectados en la presencia de Dios. Habla sobre el gozo, la oración continua, ser agradecidos, no apagar la llama del Espíritu, ser astutos examinando todo y reteniendo las cosas buenas y de abstenernos de toda clase de mal y estar atentos a la voz profética. Vivir en la atmosfera del Espíritu es un estilo de vida, que está disponible para aquellos que verdaderamente quieren ser amigos del Espíritu Santo. La atmósfera de mi amigo está esperando por ti.

EL FUEGO DEL ESPÍRITU SANTO ORACIÓN 8 Amado Espíritu Santo, lléname de ese fuego de tu presencia. Que el fuego sea tan intenso, que queme todas las áreas que no te agradan. Bautízame con fuego para yo poder predicar tu palabra a aquellos que no te conocen. Te doy gracias porque tu Fuego está en mi corazón. Juan bautizó en las aguas frías del Jordán. Jesús por el contrario bautiza en un río de fuego líquido. -Reinhard Bonnke

¿Qué es el fuego? El fuego es una emisión de luz y calor producida por la combustión de una materia, la cual está ardiendo con llama o con brasa. El fuego natural quema todo a su paso, incendia bosques completos, ciudades como Troya, Pompeya y destruye todo a su alrededor. Pero el fuego del Espíritu Santo es diferente. Ese fuego quema, pero no destruye sino edifica, levanta, restaura, da poder y produce avivamiento en los creyentes. Hay un profeta en las escrituras llamado Juan, apodado “El Bautista.” Juan era un profeta muy poderoso en su tiempo. Este profeta fue el hombre que Dios utilizó para bautizar a nuestro Señor Jesús en el Jordán. Y también en él se cumplieron profecías dadas por los profetas del Antiguo Testamento. Juan era la voz que clamaba en el desierto. Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán para ser bautizado por Él. Mateo 3:13 El profeta predicaba un mensaje de arrepentimiento y de santificación y el resultado era que los bautizaba en el río Jordán; simbolizando el perdón

por los pecados. En la cultura judía, el agua simboliza vida y purificación. Y las personas se bautizaban a través de Juan. Pero Juan en una de sus tantas reuniones con el pueblo de Israel les dijo lo siguiente: “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” Mateo 3:11

Una de las figuras que simbolizan al Espíritu Santo es el fuego. Ese fuego que quema el pecado y que nos impulsa para predicar el evangelio del reino aquí en la tierra. El Espíritu Santo tiene muchas figuras las cuales Él representa. Unas de sus formas son: la Paloma, el viento, aceite, el fuego y muchas más. Pero quiero hablarte del fuego del Espíritu Santo. El fuego siempre ha estado presente en el Antiguo y Nuevo testamento, representando al Espíritu Santo. Lo vemos en la manifestación a Abraham en visión, se le aparece como horno humeado y antorcha de fuego (Génesis 15:17). Se le revela a Moisés en monte Sinaí por medio de una llama de fuego en medio de una zarza ardiente, (Éxodo 3:2); se les reveló al pueblo de Israel, brindando su protección como una columna de fuego; guiándolos en el desierto, demostrando su protección divina en medio de la noche fría (éxodo 13:21-22); en el tabernáculo la presencia de Dios descendía en forma de columna de fuego por la noche, manifestando su gloria (Éxodo 40:38); se manifiesta al profeta Elías como fuego consumidor que

descendió del cielo y quemó el holocausto, (1 Reyes 18:38); cuando el profeta fue levantado también se manifestó como un carro de fuego (2 Reyes 2:11) lo vemos en Jesús, que bautizaba con Espíritu Santo y fuego (Mateo 3:11); en aposento alto en día del pentecostés, donde el Espíritu entró como un viento recio y se les aparecieron como lenguas de fuego repartidas sobre cada uno de los que estaban ahí (Hechos 2:3); Juan vio los ojos de Jesús como llama de fuego (Apocalipsis 1:14).

Ese fuego de expansión, de poder, de restauración, que quema el pecado y restaura a sus hijos. Si hay algo que caracteriza a la iglesia de Jesús es el fuego que arde. Cuando la llama del fuego de Dios está en una persona; ese fuego te apasiona, te envuelve en su calor y te da fuerza para seguir predicando el evangelio del reino, no lo puedes detener ni esconder como le paso a Jeremías. “Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude.” Jeremías 20:9 El profeta Jeremías era un profeta que sufría penalidades por causa de la voz profética que había en él. Dios lo levanta en un tiempo donde el pueblo de Dios se había desviado de la presencia del Espíritu Santo. El pueblo pecaba sin remordimiento, los sacerdotes permitían que sus esposas vivieran una vida pecaminosa delante de Dios, los profetas profetizaban vanidad sobre el pueblo, todo era un caos. Dios levanta a un profeta Joven llamado Jeremías, el cual profetizaba conforme al corazón de Dios. Y la palabra de Dios era dura en los labios

de Jeremías. El pueblo no quería escuchar lo que Jeremías profetizaba; tanto así que lo metieron preso varias veces y lo golpearon hasta humillarlo. Un día Jeremías exclamó a Dios: No volveré a profetizar más tu nombre; pero dentro de mí hay un fuego ardiente que no me deja en paz. Ese fuego es la llama del Espíritu santo, que soporta toda aflicción, toda ataque del enemigo. Jesús está levantando una generación llena de la llama del Espíritu Santo, que no se venderán a una oferta, fama o fortuna. Dios va arrancar esos ministerios que sólo predican por dinero y no por convicción. Dios va a pasar su enorme hoz sobre los campos de trigo y ahí serán pesados los corazones de aquellos que llevamos esta preciosa semilla del evangelio. Dios levantará un ejército de avivadores, que llevarán el evangelio de poder por todas las naciones de la tierra. El mundo va a experimentar los tiempos del pentecostés y aun con más fuerza.

Ocasionalmente, encuentro muchos ministros que en primer lugar sólo preguntan ¿Cuánto me va a dar de ofrenda? y dependiendo de la cantidad, acceden a las invitaciones. Creo que más que ministros nos hemos convertido en negociantes. Ahora, no se confundan, creo en la honra digna a los que sirven para la obra. Pero el enfoque, debe ser siempre buscar el corazón de Dios. De esa forma Dios nos recompensará en abundancia y nos prosperará. Pero nunca le pongas precio a los talentos que Dios te da. Hay ministerios muy grandes que para moverse necesitan ciertas cosas y se entiende, pero nunca nos desenfoquemos del verdadero propósito de nuestros dones y talentos, que es alcanzar una multitud sedienta del amor de Jesús.

Amados ministros, honren aquellos que de verdad están comprometidos con la expansión del evangelio de Jesús. Honren sus ministerios y Dios hará que esas semillas crezcan para bendición.

El fuego del Espíritu Santo hizo que Jesús soportara la pesada cruz, por amor a nosotros y que se mantuviera firme hasta el último momento. Ese fuego permitió que cruzara fronteras liberando endemoniados y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Lo mantuvo lleno de convicción el día de su crucifixión y ese mismo fuego lo levanta de entre los muertos. Ese mismo fuego, es el fuego que nos impulsa para predicar el evangelio del reino con poder, prodigios y milagros; es lo que en momentos de soledad y ansiedad nos acompaña, nos fortalece en medio de la prueba, el nombre de ese fuego se llama: “mi amigo el Espíritu Santo”. ¡Pablo predicaba con fuego! Donde él llegaba, establecía los principios del reino. Pablo no solamente hablaba del fuego, sino que demostraba el poder Dios. “Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.” 1 Corintios 2:4-5 Sólo el fuego del Espíritu Santo puede hacer que lo que predicamos sea demostrado con poder. El problema de muchos ministerios es que sólo hablan del fuego pero no lo manifiestan. Una metáfora es la iglesia de Juan el Bautista y la Iglesia de Jesús.

Una iglesia que no manifiesta lo sobrenatural del Espíritu Santo es una iglesia impostora. -Charles Parham. Parham fue uno de los fundadores del pentecostalismo. Él creía firmemente en la manifestación del hablar en otras lenguas y el bautismo de Espíritu Santo, en los años 1981. Así mismo, creo firmemente en todos los dones del Espíritu Santo y afirmo que las señales son producto del avivamiento del Espíritu Santo. Jesús dijo a sus discípulos antes de partir con el Padre: 15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. 17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Marcos 16:15-18 ¡Jesús no envío a sus discípulos sin armas a la guerra! Les dio poder, autoridad y un mandato de predicar el evangelio por todas las Naciones de la tierra. ¡Aleluya! El fuego siempre ha estado presente en todo momento. El Rey de babilonia, Nabucodonosor, ordenó que metieran en un horno de fuego a los 3 jóvenes judíos. Y mandó a que aumentaran siete veces su intensidad. Los jóvenes judíos fueron echados en fuego ardiente, y lo que el rey hizo es que el Rey del Fuego se manifestara. ¡Gloria a Dios!

El fuego mismo los protegió. Jesús apareció en medio de ellos. El mismo rey babilonio testificó que había un cuarto hombre caminando con ellos (Daniel 3:1-30). Es de esta manera, como el fuego te libra de tus adversarios y los destruye así como en el caso de Elías el profeta. El fuego quemaba a sus adversarios (2 Reyes 1:10). Recuerdo, que en una ocasión estaba orando con mi madre y el Espíritu de Dios me dice:- Levántate y profetiza sobre el brujo que vive a 2 bloques de tu casa. Tomé las llaves de automóvil y me fui a donde el brujo; mi hermano Emilio, que es más chico que yo por 6 años iba conmigo, en ese tiempo yo tendría 22 años de edad. Cuando llego al lugar, le digo: Brujo, así te dice el Señor: Tienes 7 días para irte de este territorio porque ahora le pertenece a Jesús. El brujo comenzó hablar lenguas de demonios. Fue horrible para ser sincero. A los 7 días regresé y sólo había un cartel que decía: nos tuvimos que mudar por cuestiones personales. La cuestión personal era que el fuego del Espíritu santo había quemado esa guarida del infierno. Hermanos no se olviden que el Espíritu Santo es como una paloma apacible; pero también es fuego consumidor. Atrévete a creerle a Dios y verás como Él está contigo en todo momento. Vemos que uno de los requisitos que Dios pedía a los sacerdotes que ministraban en su presencia, era que el fuego nunca se apagara. El libro de Levítico registra como Jehová el Dios Todopoderoso explica y ordena a Moisés acerca del funcionamiento del sacerdocio para Israel y una de las cosas que ordena es: que el Fuego nunca se apagaría, ya que el fuego representa la luz del Espíritu Santo. 12 Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz. 13 El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará. Levítico 6:12-13

El apóstol Pablo le da un consejo a su joven discípulo Timoteo y considero que fue el mejor consejo que pudo recibir Timoteo: “No apaguéis al Espíritu.” 1 Tesalonicenses 5:19 Lo peor que le puede pasar a un creyente de Jesús, es que el fuego se apague. El fuego es la presencia del Espíritu de Dios. Un cristiano sin fuego es como un carro sin ruedas; es algo que no tiene chiste. El fuego debe estar encendido todo el tiempo como Dios le mandó a Moisés.

La salvación tuvo un precio muy grande, no fue gratis, a mi Jesús le costó hasta la última gota de sangre. Nosotros recibimos esa salvación tan poderosa por gracia; un favor inmerecido; pero el fuego en una persona tiene un precio. Yo tuve que pagar un precio por el fuego de su Espíritu, como muchos lo han hecho. Al comenzar mi vida en Cristo, recuerdo que apenas tenía 2 años de haber conocido al Señor. Estudiaba en el instituto Bíblico de una

organización llamada “Asambleas de Dios”. Ya comenzaba a predicar esporádicamente en servicios de jóvenes y Dios estaba conmigo. Conocí a una muchacha, hija de pastores hondureños. Ellos se mudaron de otro estado al estado donde yo vivía y comenzaron a asistir a la misma iglesia donde me congregaba. Para no hacer la historia tan larga, nos hicimos novios en la iglesia. Ella se había vuelto prácticamente más importante que Dios para mí. Ya no oraba como antes, ya no ayunaba, no leía la palabra, prácticamente mi vida espiritual se había enfriado como un hielo. Pasaron algunos meses y ya teníamos planes de casarnos. Un día manejando mi automóvil escuche una voz que me dijo: ¿Ella o yo? El Espíritu Santo me había hablado audiblemente. Yo estaba desconcertado, no quería doblar mis rodillas porque sabía que Él me diría algo que probablemente no me gustaría. Dentro de mí, retumbaban esas palabras. -¿Ella o yo? Ya no podía resistir esa voz dentro de mí. Pasaron 2 días, llegue a casa y me encerré en mi habitación y me derramé en oración delante de mi amado Espíritu Santo. Pasaron horas quizás, no se el tiempo, yo sólo lloraba intensamente y en ese momento me volvió a decir: -¿Ella o yo? En ese momento solo grite ¡Tú! ¡Espíritu Santo! sólo tú! ¡Sólo tú! mi amado Espíritu. En ese momento sentí literalmente un fuego que me quemaba por dentro, salía de mi cuerpo y entraba de nuevo, mi cuerpo temblaba como nunca, sudaba todo mi cuerpo, algo estaba pasando. Y escuche la voz del Espíritu que me dijo: Yo soy celoso de ti. Comencé a pedirle perdón, le pedía su misericordia sobre mí. Fue una experiencia sobrenatural. Días después terminé la relación, las cosas fueron difíciles. Tuve que despojarme de lo que más quería en ese momento que era ella. Pero entendí que si tu pones algo o alguien antes que a Dios las cosas te saldrán mal. Pagué un precio, que en ese tiempo para mí fue muy alto. Pero su presencia Divina me enamoró más de Él, hasta el día que escribo este libro.

El fuego tiene un precio, ahora la pregunta es ¿Si tú estás dispuesto a dejarlo todo por tenerlo a Él? Quizás Él no te está pidiendo el precio que yo pagué y posiblemente tu precio sea dejar de ver tanta televisión, no pasar tanto tiempo en internet, procurar no ver y hacer cosas inadecuadas o talvez alejarte de lugares donde no tienes que ir o malas amistades. Cualquiera que sea el precio, págalo y veras grandes resultados.

ESPÍRITU SANTO ES AVIVAMIENTO ORACIÓN 9 Espíritu Santo, enciende la llama del avivamiento en mi corazón, lléname de tu fuego. Te pido precioso Jesús, que me hagas sensible a ti, en todo momento. Dame la fuerza y la habilidad de mostrar tu poder a los que me rodean. Permíteme ser una llama de avivamiento en mi ciudad y en todas las naciones de la tierra. Solo puedo decirles que junto a mi conversión, vino esta carga por las almas. Nada, nada es más importante que eso, almas perdidas. -Kathryn Kuhlman.

El Espíritu Santo es fuego que arde y el resultado de ese fuego es el Avivamiento. ¿Qué es el avivamiento? En primer lugar, avivar significa excitar, animar, hacer más intenso algo. Hacer que arda más el fuego. Interesantes definiciones acerca de lo que es avivamiento. Avivamiento es hacer que algo arda más intensamente. La chispa del avivamiento es el resultado del clamor de un corazón apasionado por transformar una ciudad para Jesús. Dios siempre ha querido mostrar su poder en la tierra, para salvar la humanidad. Una de las señales del avivamiento, es la pasión por la salvación de las almas. Podría hablarte de grandes avivamientos que han surgido a través de la historia. Uno de los primeros avivamientos después del gran avivamiento del ministerio con nuestro Señor Jesús, se puede registrar en Australia, por medio de John Alexander Dowie (1847-1907).El ministerio de Dowie se caracterizaba por el don de sanidad y milagros. En ese mismo año surgió María Woodworth-Etter, su ministerio estaba relacionado con el don de sanidad. Luego, surgió un joven llamado Evans Roberts, Dios lo usó para despertar el avivamiento más poderoso en Gales, donde los jóvenes y niños eran llenos del Espíritu Santo, las iglesias estaban llenas en su totalidad. Más adelante, nació Charles Fox Parham en

Topeka, Kansas en 1898. Parham estaba decidido a ver si Jesús era el mismo “ayer, hoy y por los siglos.” De igual manera, empieza uno de los más famosos avivamientos en California, en la calle Azusa, a través de William Seymour; este avivamiento se destacó por la manifestación del Espíritu Santo en hablar en otras lenguas y por señales de milagros muy poderosos. Este movimiento afectó a muchos otros hombres de Dios como John G. Lake, llamado Apóstol de África. En su ministerio se registraron alrededor de 100 mil personas fueron sanadas de sus enfermedades. Más adelante, surge El “Apóstol de la fe” Smith Wigglesworth. Su ministerio se caracterizó por el don de Fe y sanidad divina e impactó a millones de personas. De igual manera, comienza el ministerio de una mujer evangelista, llamada Aimee Semple McPherson, su llamado se caracterizaba por la sanidad divina y por la influencia en los medios de comunicación, especialmente las revistas de renombre de ese tiempo. Así mismo, William Branham (1909-1965). Llamado el iniciador del avivamiento de sanidad. Los milagros en su ministerio, se creen que nunca fueron igualados. Branham se movía muy fuerte en los dones de revelación y llamaba a las personas por su nombre, les daba sus direcciones, números de teléfono, etc. El Espíritu Santo, en los años de 1950, llama a un joven tuberculoso y tartamudo llamado Oral Roberts. El Espíritu Santo lo sanó de su enfermedad y quitó su tartamudez. Oral fue impactado de una manera sobrenatural y Dios se place en poner en él una gracia especial para predicar el evangelio, con manifestaciones de sanidad divina. Él toma la televisión y hace un programa semanal donde millones de personas lo veían. Sus cruzadas fueron muy famosas y el mover del Espíritu Santo era palpable. Más adelante, surge Kathryn Kuhlman, la mujer que tenía por lema: “Yo creo en los milagros”. Esta mujer restauró el ministerio de la mujer al servicio de Dios. Su ministerio se caracterizó por las poderosas señales de sanidad y milagros. Los servicios de Kuhlman estaban llenos de la atmósfera de Adoración y ella hablaba sólo de su amado Espíritu Santo. Su ministerio marcó el avivamiento en las décadas de los 60 y 70; se caracterizó por la manifestación de personas que caían al piso llenos del

Espíritu Santo e inspiró a muchos predicadores, tales como Benny Hinn y muchos más. Luego, Dios levanta a un joven judío, llamado Benny Hinn. Su ministerio funciona hasta el día de hoy. Es uno de los avivadores más fuertes de este tiempo, pues su ministerio ha impactado a muchas generaciones por las manifestaciones del Espíritu Santo; tanto en sanidad divina como en la manifestación de personas, que caen al piso llenos del poder de Dios. Las cruzadas de Benny Hinn se hacen alrededor de todo el mundo, salvando a millones de personas. De esta forma, cuando entregué mi corazón a Jesús, estaba enamorado del Espíritu Santo y por primera vez vi ministrando a Benny Hinn por televisión, la atmósfera de santidad y presencia de Dios era visible. Me asombré de ver esas manifestaciones de poder. La gente llorando, mientras Él adoraba, ¡verdaderamente Dios me había cautivado! Un día tuve la oportunidad de estar en un servicio de sanidad de Benny Hinn en mi ciudad, fue una experiencia poderosa; más tarde viajé a un evento en Dallas, Texas, donde también el Espíritu Santo a través de él, ministró en ese lugar. Estaba desesperado por el avivamiento del Espíritu Santo. Dios sigue levantando hombres y mujeres llenos del Espíritu de Dios. Todas estas personas que Dios utilizó para mostrar su gloria, tenían algo en común y es que todos ellos, eran personas dispuestas a ser moldeadas por las caricias del Espíritu santo. Hay varios avivamientos en la actualidad; en Colombia, con los pastores Ricardo y Patty Rodríguez, donde el Espíritu Santo está transformando la nación y las manifestaciones son muy poderosas; este avivamiento es uno de los que más ha durado y cada día crece más. En Guatemala con Cash Luna, Luis Palau en las naciones, Claudio Freidzon en Argentina, en África con TB Joshua, Pastor Chris, Reinhard Bonnke, El Apóstol Guillermo Maldonado en Miami, Florida y muchos más. Creo firmemente, que la venida de nuestro Señor está muy cerca y El Espíritu de Dios está avivando las naciones con su poder y gloria. 28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños,

y vuestros jóvenes verán visiones. 29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Joel 2:28-29 El profeta Joel profetiza, que en los postreros días, El Espíritu del Señor sería derramado sobre toda carne. Los postreros días son los últimos días y estamos viviendo en esa manifestación. El Espíritu de Dios está presto a salvar a toda la humanidad, su misericordia está alcanzando las naciones de la tierra.

El brazo de Jehová, no se ha acortado para salvar a la humanidad. Cuando Dios determina traer un avivamiento a una nación, lo sobrenatural del Espíritu de Dios se mueve trayendo salvación, sanidad y transformación en las ciudades. Como sucedió en Almolonga Guatemala con el Apóstol Mariano Riscajche; donde la ciudad completa sirve a Dios. Soy un apasionado del poder sobrenatural del Espíritu Santo, en mi primer año de ministerio, Dios me habla y me dice que debo convocar a los pastores del área, para hacer un evento juntos, con motivo de celebrar mi primer aniversario. Hice la convocatoria como Él me lo había dicho; y el resultado fue que varios pastores, que no se hablaban y que habían tenido asperezas, se perdonaran entre ellos. Esa noche hable acerca de “la unidad del cuerpo de Cristo.” Si hay algo que frena un despertar espiritual en una ciudad, es la división ministerial. Por primera vez, había una reunión con varios ministerios de la ciudad, el Espíritu Santo lo había hecho. A los pocos meses hicimos una convocatoria para reunir por primera vez a la iglesia americana y a la iglesia hispana. Celebramos una noche de Gloria en el Worship Center de Raleigh. El Espíritu Santo descendió con sanidad divina y muchísimas personas testificaban que Jesús los había sanado. El Espíritu de Dios desea mostrar su poder sobre la humanidad.

No importa quien seas, de donde vengas o cual sea tu situación; cuando el Espíritu Santo pone sus ojos en ti, prepárate porque el fuego del avivamiento vendrá sobre tu vida. Un matrimonio muy joven estaba pasando un problema muy fuerte. Sehm Almendarez, había sido infectado de SIDA. Los médicos lo habían desahuciado, no le daban esperanzas de vida. A través de una radio oramos por él. En esos días estaba organizando un congreso en mi ciudad, llamado “Esencia.” El día sábado por la noche estaba a punto de predicar y Sehm llegó con su familia y con unos papeles en sus manos, en los que decía que el Sida había desaparecido por completo. El Espíritu Santo lo había sanado. Ese día por la noche, mi amigo el Espíritu Santo sanó a muchas personas con parálisis, piernas cortas fueron alargadas. El fuego del Espíritu de Dios estaba sanando a su pueblo, a través de los predicadores que estábamos en el congreso. Fue algo sorprendente.

Bendigo a mi Dios, por permitir que en cada servicio que vamos, el mover de avivamiento sea visible y que todo tipo de sanidades ocurran. Personas sanadas de ceguera, sordas, son sanadas por el Espíritu de Dios. El mover de salvación es visible, borrachos, drogadictos, entregando su corazón a Jesús y cientos de personas testificando sanidades y milagros impresionantes. Oramos por una mujer llamada Morena Pleitez, ella había sido diagnosticada con Diverticulitis. La Diverticulitis es una enfermedad que no tiene cura en los intestinos y es muy dolorosa. No podía comer cualquier cosa, sólo comida muy ligera. Ella testifica que en uno de los servicios de avivamiento, fue sanada completamente. Fuimos a su casa a corroborar esa sanidad y efectivamente Jesús lo había hecho. Esa tarde, comimos con ella en su casa y vimos la gloria de Dios.

Son innumerables los testimonios de sanidad y milagros que hemos registrado en nuestro ministerio. Una mujer en Greenville, Sur Carolina, llamada Annabel Cruz, estaba gravemente enferma por bronconeumonía, ese mismo día por la mañana se iba a internar en el hospital; ya que no podía respirar y las cosas se habían complicado, pero ella había escuchado lo que Dios estaba haciendo en nuestro ministerio y fue al servicio de milagros. De esta manera, testificó que sintió como El Espíritu Santo entró en ella, su cuerpo temblaba, sudaba frío y luego caliente, sus manos temblaban más, durante el servicio. Al finalizar ella se me acercó y me dijo: ¡Jesús me sanó, ya puedo respirar bien, Aleluya! Pudiera darte cientos de testimonios; pero lo que quiero dejar en tu espíritu, es que el mismo Espíritu que sanó hace años, es el mismo de hoy.

El Espíritu Santo traerá su manto de sanidad y salvación por todas las naciones de la tierra. He visto el mover del Espíritu Santo por las naciones; inclusive en países del medio oriente como Pakistán, donde el poder del Espíritu de Dios está trayendo avivamiento y salvación. En la última cruzada que hicimos en Lahore, Pakistán, más de 11,000 musulmanes entregaron su corazón a Jesús en tan sólo 2 días. Miles de personas llegaban a la cruzada cada noche. En otros tiempos no se veía este mover de salvación y avivamiento en los países árabes. Los testimonios de sanidad y liberación fueron impresionantes. Niños sordos de nacimiento oían, una mujer tenía un tumor canceroso en su nariz, los médicos no le daban esperanzas; pero lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios y fue sanada milagrosamente, paralíticos dejaron las sillas de ruedas y un avivamiento sobrenatural fue manifestado. ¿Qué significa esto? El Espíritu Santo está trayendo salvación a las naciones, Él quiere salvar a los que más se puedan. Jesús quiere que todos procedan al

arrepentimiento y que lo conozcan como el Mesías prometido. Él está dispuesto a extender su brazo de misericordia por todas las naciones. 7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. Juan 16:7-8 El Espíritu de Dios, es el que convence de pecado al mundo que se pierde. Es imposible predicar con fuego, si el Espíritu no está presente. Él es el que salva, el que liberta, el que sana, el que rompe los yugos del diablo en las personas. El precioso Espíritu Santo es el único que hace todas las cosas posibles. El Espíritu Santo es la chispa del avivamiento. Me atrevo a decir que un sinónimo de Avivamiento es Espíritu Santo. Él es el actor intelectual que está detrás de todos los milagros. Sus ministros no son más que canales que el Espíritu usa para manifestar su majestad y poderío. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus y a sus ministros, llama de fuego. Hebreos 1:7 Somos llama de fuego, para predicar el evangelio del reino, Él nos hace llama para quemar la tierra con el fuego de su Espíritu Santo. ¿Tú estás dispuesto para ser usado con fuego? Cuando el avivamiento cae en el lugar correcto, en el corazón correcto vendrán multitudes de almas a los pies de Jesús. Recuerda que avivamiento es el Espíritu Santo en acción.

DE LA RELIGIÓN AL REINO ORACIÓN 10 Mi amado Jesús, quita de mí toda raíz de religión que haya en mi vida. Perdóname por toda maldad en mi corazón y aún por los pecados que inconscientemente he cometido. Líbrame de toda ligadura de impiedad. Y permíteme ser un ejemplo para mi generación. Ayúdame precioso Espíritu Santo a borrar todo rastro de religión en mi vida. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! -Jesús de Nazaret

El mayor problema de Jesús. Jesús vino en un tiempo muy interesante en la historia de Israel. El pueblo de Dios estaba pasando una etapa muy difícil, donde estaban en cautiverio bajo la poderosa mano del imperio Romano. Jesús no señalaba al pueblo, no juzgaba a los gentiles, ni mucho menos al gobierno romano. Pero Jesús sí tenía un problema muy serio con los religiosos de su tiempo. Y si Él tenía problemas con los religiosos cuadrados e hipócritas de su época, era por algo. Definición de Religión. La palabra religión es una palabra compuesta Re y Ligion. Re significa volverse o regresar y Ligion proviene de liga. En otras palabras Religión es “volverse a ligar o volverse atar”. La Religión ha frenado los planes de Dios en la tierra. Las iglesias están plagadas en su mayoría de personas religiosas. Muchas personas profesan vivir lejos de la religión, pero la realidad es otra.

Las mentes están entenebrecidas por causa de ella. 28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; 32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican. Romanos 1:28 Los religiosos de ese tiempo estaban divididos en varios grupos. Estaban los fariseos, cuyo significado es “los separados” o los “Santos”. Ellos creían que eran un remanente escogido por Dios, para ministrar en su presencia. De hecho este grupo tenía la mayor fuerza religiosa en los tiempos de Jesús. Los fariseos estaban muy ligados a los escribas, que eran otro grupo religioso. Se caracterizaban por ser muy estrictos con la interpretación de la Torá (La Ley). Eran muy estudiosos de la Ley de Dios, pero no tenían la Revelación de la Palabra. Nicodemo era escriba y también fariseo.

Existían otros grupos como los Saduceos, los Esenios, los Nazareos, los Zelotes etc. Estos eran los mas conocidos y de mayor influencia. También existía un consejo general, llamado “el Sanedrín”, que era compuesto por tres partidos. Los fariseos, los saduceos y los zelotes. Todos estos grupos religiosos eran los encargados de dirigir al pueblo de Israel. Pero la realidad es, que ni ellos mismos se podían dirigir a si mismos. Jesús les dijo a sus discípulos lo siguiente, con respecto a los fariseos: “Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.” Mateo 15:14-15 Jesús les dice a sus discípulos, que toda planta que no es plantada por el Padre, será desarraigada. En otras palabras, serán desechadas por Dios. La religión Dios la desecha, no le sirve. Dios aborrece la religión.

Jesús habla acerca de los que juzgan: 1 No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.

3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. Mateo 7:1-5 Los fariseos ponían cargas en el pueblo que ni ellos mismos podían llevar y juzgaban según la ley, aun cuando ni ellos mismos podían cumplir con la ley. Jesús tenía fuertes problemas con los religiosos; los fariseos representaban a una generación sin Dios, donde todo es liturgia, tradición y costumbre. Jesús representaba la restauración del reino de los cielos aquí en la tierra. Jesús declaró a sus discípulos, el reino de los cielos está aquí con vosotros. (Lucas 17:21) Jesús no solamente representaba al reino, Él era el reino ¡Alabado Dios! La religión contrista al Espíritu Santo. Él no puede habitar en medio de un pueblo religioso y los fariseos hablaban de Dios, pero no conocían a Dios.

Un ejemplo es el de un famoso; lo puedes ver por televisión, en revistas, en periódicos, a través de las redes sociales. Y puedes conocer todo lo que hace, donde estuvo y a donde va a ir. Pero la realidad es que ese personaje no te conoce a ti. No tiene ni idea quien eres.

¡De la misma forma es el Espíritu Santo! Muchos pueden hablar de Él, enseñar de Él, dar una conferencia con mucha hermenéutica y denuedo; pero no necesariamente tienen una relación con Él. Y esa era la situación de los escribas y fariseos; se creían el pueblo de Dios, pero Dios no estaba con ellos. Lo mismo pasa con muchas organizaciones en este tiempo; hablan del Espíritu Santo, del fuego, del reino y no viven una vida en comunión con El Espíritu de Dios. Ese tipo de organizaciones o religiones sólo son eso, estructuras huecas sin el soplo del Espíritu Santo. Un pastor, en una ocasión me dice: Sólo porque se quién eres, te permito que prediques sin corbata. La verdad, sólo dije: Amén. Pero por dentro me estaba muriendo de la risa. Y todavía me dijo: no es que sea religioso, pero aquí siempre lo hacemos así. Y ese es el problema que siempre lo hemos hecho así y el Espíritu Santo ya no quiere las mismas estructuras y la misma tradición de siempre. El mundo está cambiando constantemente, la misión de la iglesia es la misma, la Palabra y los principios no cambian; pero los métodos tienen que cambiar. Para que pescar con un anzuelo cuando podemos tirar una gran red. Y eso trae mas resultados.

Jesús comenzó a incomodar a los grupos religiosos de su tiempo; Jesús predicaba con autoridad y con revelación de lo alto; tanto así, que los mismos religiosos se asombraban de su doctrina. No podían resistir el denuedo con que Él enseñaba. “Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.” Marcos 1:22

Incluso, la principal razón por la cual los religiosos querían crucificar a Jesús, era por celos. Los religiosos se encelan fácilmente, al ver que otros hacen lo que ellos no pueden hacer. Los fariseos se encelaban por la fama, la autoridad y los milagros que Jesús realizaba a favor de los que necesitaban. Y la Palabra enseña que donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa (Santiago 3:16). La religión produce celos en todas las áreas.

Había un hombre que era escriba y era fariseo, su nombre era Nicodemo. Era un hombre muy respetado por los judíos, pero este hombre escuchó a Jesús un día y mira lo que paso: 1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. 9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? 10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? Juan 3:1-10 Nicodemo se acerca a Jesús asombrado de su doctrina y como obraba sanidades y milagros. Nicodemo llega a Jesús de noche cuando nadie lo veía y le dijo: “Rabí” que traducido es maestro, sabemos que vienes de Dios.

Jesús le responde que es necesario nacer de nuevo en agua y en Espíritu, en otras palabras tienes que purificarte y llenarte del fuego que revela las cosas espirituales. Mi Señor Jesús, le responde en la dimensión del Espíritu y Nicodemo se confunde aún más. La religión no discierne las cosas del Espíritu, por eso los religiosos juzgan lo que no conocen. “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” 1 Corintios 2:14 Los religiosos no pueden discernir al Espíritu de Dios; al Espíritu sólo se le puede discernir a través de las cosas espirituales. Ahora, imagina las religiones que no creen en El Espíritu Santo o en sus manifestaciones;

están pecando en contra del mismo Dios debido a que el Espíritu santo es Dios. Podemos ver que el apóstol Pedro no siempre fue el gran apóstol. Pedro era un religioso; pertenecía al grupo de los zelotes. La religión tenía a Pedro pescando peces; pero cuando tuvo un encuentro con el reino, pescaba hombres. Jesús cambió la vida de este hombre y cuando Pedro tuvo el encuentro con mi amado Jesús, nunca fue el mismo.

El apóstol Pablo era un hombre muy religioso. Dice la Palabra, que él era Fariseo de fariseos. (Filipenses 3:5). Pablo era un perseguidor de la iglesia, asesinaba a sangre fría a los que seguían a Jesús. Es así, como la religión es la asesina de muchos de los sueños del pueblo de Dios. La religión no tiene amor por los demás, hace que tengamos celos mal dirigidos, es envidiosa, prepotente, orgullosa. La religión no conoce la presencia y donde hay religión no hay gloria. Los religiosos necesitan un encuentro con Jesús y ser llenos de la presencia genuina de Dios. • La presencia incómoda a los religiosos. • La presencia mata a la ciencia. • La presencia humilla a los reyes, a los gobernantes los doblega delante de Él. • La presencia te lleva a lugares secretos, a lugares de refugio. • La presencia te guarda en el día malo. • La presencia te cuida, la presencia te enseña, • La presencia no guarda rencor; la presencia perdona. En este tiempo, Dios va a levantar ministros con presencia, ministros llenos de la Gloria de Dios. Predicarán el mensaje del reino y traerán avivamiento a las naciones de la tierra. Cuando eres impactado por el

Espíritu Santo sólo podrás decir: ¿Señor qué quieres que haga? Cuando seas impactado, ya no serán tus fuerzas, tus planes, tu orgullo, egocentrismo, vanagloria, tus decisiones, sino las de Jesús. Los que son guiados por el Espíritu de Dios, esos son los hijos de Dios (Romanos 8:14). Tanto así que Pablo dijo: ya no vivo yo, mas Cristo vive en mi (Gálatas 2:20). Pablo dejó de ser un religioso psicópata, para ser un apóstol que dejó todo por Jesús y su reino. Fue el hombre que Jesús utilizó para evangelizar la mayor parte de Asia menor y muchos lugares más. Jesús cambió la vida de Pablo radicalmente. Cuando alguien conoce la verdad, esa verdad la libera de esas cadenas. (Juan 8:32).Los fariseos vivían una vida de apariencias, una doble vida. En las sinagogas, actuaban de una manera y en sus hogares de otra. Me he dado cuenta en mi vida ministerial, que hay hermanos y ministros en Cristo que son una cosa en la iglesia y son otra cosa en los hogares. Hablan con acento raro en la iglesia y en sus casas cambian la voz, gritan a sus parejas y ni hablar de cómo tratan a los hijos. Tristemente he visto ministerios que son la luz del mundo y la oscuridad de sus casas. Jesús tenía problemas con los grupos religiosos, inclusive los llamo ¡hipócritas! ¡Sepulcros blanqueados! Los religiosos siempre imponen cosas sobre los demás que ni ellos pueden hacer. Jesús quiere que dejemos todo tipo de religión en nuestras vidas y adoptemos nuestra nueva naturaleza, que es la de Hijos de Dios; y si somos hijos también tenemos derechos. La única forma de dejar la religión es buscando la poderosa presencia del amado Espíritu Santo. Vivir en el Espíritu. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. -Apóstol Pablo. ¿Qué es andar en el Espíritu? Vivir en el Espíritu es vivir una vida santificada y sometida al Espíritu Santo. Es saber escuchar la voz del Espíritu Santo, obedecerla y poner por obra lo que Él quiere que hagamos, no importando las consecuencias. Una persona que vive en el Espíritu discierne los tiempos de Dios en todo momento.

El Espíritu que hablaba a Jesús, a los reyes, profetas, hombres y mujeres de Dios es el mismo; Él no ha cambiado. Sus principios siguen siendo los mismos. En Él no hay mudanza ni sombra de variación. “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” Santiago 1:17 Él no cambia, él es el mismo, el sigue hablando a sus hijos y más aún que estamos en la dispensación del Espíritu de Dios. Jesús dijo: les conviene que me vaya para que venga el consolador. ¡Mi amado Espíritu Santo!. Jesús vivía en el Espíritu en todo momento. Es por esto, que vivir bajo ese manto espiritual conlleva varios puntos muy importantes, de los cuales quiero mencionar sólo algunos por los que puedes empezar. Santidad. Dios es santo y el habita en la santidad. “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.” Isaías 57:15 Dios nos llama a la santidad; si hay una característica de nuestro Dios es que él es Santo. La iglesia está llamada a la santidad. Vivir en santidad es vivir una vida alejada del pecado y consagrada a Dios. El pecado no tiene

nada que ver con Dios, excepto que Jesús venció al pecado para darnos vida y vida en abundancia. Bendito nuestro Dios. Una persona que vive en santidad, es capaz de discernir la voz de Dios. En toda la escritura vemos que los hombres y mujeres de Dios que hablaban con el Espíritu Santo, eran personas que vivían en santidad. La santidad es lo que nos hace diferentes a la gente del mundo. La santidad es el sello de Dios para sus hijos. Hebreos dice, que sin santidad nadie verá al Señor. La santidad es un requisito indispensable para poder vivir bajo la cobertura del Espíritu. Y el Apóstol Pedro dijo: “Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” 1 Pedro 1:15-16 El hombre carnal no puede discernir las cosas del Espíritu de Dios. Al Espíritu se le discierne a través de las cosas espirituales. Jesús hablando con Nicodemo le dice: “Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?” Juan 3:12

Debemos alejarnos del pecado; y acercarnos más al Espíritu Santo. El único que puede santificar es el mismo Espíritu de Dios. “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” 1 Tesalonicenses 5:23

El Espíritu Santo es el que santifica todo nuestro ser, desde nuestro cuerpo, alma y espíritu. En otras palabras, Dios santifica las 3 dimensiones de nuestro ser integral. El cuerpo en el área terrenal, el alma en el área intelectual y el espíritu en el área de nuestra divinidad. El Espíritu abarca todo, Dios quiere santificar todo para Él. Obediencia. La obediencia es fundamental para tú poder caminar en el Espíritu. Imagínate, un hijo que nunca le hace caso a su padre; sería un hijo desobediente, no sería normal. El Padre nos pide obediencia. La obediencia es una cualidad que todos debemos tener. Recuerdo, que no quería lavar baños en mi iglesia; pero eso fue lo que me pusieron hacer, no tenía opción. Tenía que obedecer o dejar todo. La obediencia te hace vivir en sometimiento, aun por encima de tus deseos y ambiciones. El Espíritu de Dios me ha revelado la importancia de ser un hijo obediente. La obediencia crea un sometimiento y una entrega total que vas más allá de lo que alguien puede imaginar. Jesús es el mayor ejemplo de obediencia, por lo cual debemos seguir. Él obedeció al Padre; aún en su momento más difícil. “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Lucas 22:42 Vivir en obediencia crea una dependencia muy estrecha entre tú y el Espíritu Santo. Si queremos vivir una vida en el Espíritu, debemos negarnos a nosotros mismos y cumplir el propósito de Dios. 4. Fidelidad. La fidelidad es uno de los atributos de Dios. Los hombres pueden fallar, pero Jesús nunca te fallará, ya que su esencia es que Él siempre es fiel. Dios siempre se ha mantenido fiel desde el principio, podemos estudiar la historia del pueblo de Israel, cómo ellos se iban en pos de dioses paganos y Dios se mantenía fiel a ellos. A pesar de las fallas y errores Dios siempre les hablaba a través de los profetas y les decía que Él era el mismo y que su brazo no se ha acortado para bendecir a sus hijos. La fidelidad es la cualidad que me enamoró de Él. Muchas veces como cualquier cristiano cometemos errores y mi amado Jesús siempre está ahí,

cuidándonos, protegiéndonos, guiándonos, enseñándonos sus caminos. Y aunque hemos sido infieles; El seguirá siendo fiel. ¡Aleluya! Vivir y caminar en el Espíritu va más allá de un ministerio, va más allá de los milagros y sanidades, va más allá de la fama y la fortuna. Vivir en el Espíritu es vivir sumergido y rendido a Él. Es vivir en una dimensión donde Él se hace real. Donde Él ya no es un mito, no es un viento, un fuego o un escalofrío; es donde Él se convierte en una persona muy real y cobra forma dentro de ti, y nunca más te sentirás sólo y entonces dirás: “ESPÍRITU SANTO MI MEJOR AMIGO”