El Cuento de Hadas

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El irresistible cuento de hadas Historia cultural y social de un género  Espacios para la Lectura

Primera edición en inglés,  Primera edición en español, 

Zipes, Jack El irresistible cuento de hadas : historia cultural y social de un género. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Fondo de Cultura Económica, 2014. 401 p. ; 21x14 cm. - (Espacios para la Lectura) Traducido por: Silvia Villegas ISBN 978-987-719-003-8 1. Estudios Literarios. 2. Historia de la Literatura. I. Villegas, Silvia, trad. CDD 809

Viñeta de portada: Juan Pablo Fernández Ilustración de tapa: fragmento de ilustración de Harry Clarke en The Fairy Tales of Charles Perrault, Londres, Harrap, 1922 Edición: Fabiana Blanco y Mariana Rey Formación: Silvana Ferraro Título original: The Irresistible Fairy Tale. The Cultural and Social History of a Genre ISBN de la edición original: ---- © , Princeton University Press D.R. © , Fondo de Cultura Económica de Argentina, S.A. El Salvador ; CBQE Buenos Aires, Argentina [email protected] / www.fce.com.ar Carr. Picacho Ajusco ;  México D.F. ISBN: ---- Comentarios y sugerencias: [email protected] Fotocopiar libros está penado por la ley. Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio de impresión o digital, en forma idéntica, extractada o modificada, en español o en cualquier otro idioma, sin autorización expresa de la editorial. Impreso en Argentina – Printed in Argentina Hecho el depósito que marca la ley .

El irresistible cuento de hadas Historia cultural y social de un género  Jack Zipes Traducción de Silvia Villegas

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA



Como fuente primaria de información, instrumento básico de comunicación y herramienta indispensable para participar socialmente o construir subjetividades, la palabra escrita ocupa un papel central en el mundo contemporáneo. Sin embargo, la reflexión sobre la lectura y la escritura generalmente está reservada al ámbito de la didáctica o de la investigación universitaria. La colección Espacios para la Lectura quiere tender un puente entre el campo pedagógico y la investigación multidisciplinaria actual en materia de cultura escrita, para que maestros y otros profesionales dedicados a la formación de lectores perciban las imbricaciones de su tarea en el tejido social y, simultáneamente, para que los investigadores se acerquen a campos relacionados con el suyo desde otra perspectiva. Pero —en congruencia con el planteamiento de la centralidad que ocupa la palabra escrita en nuestra cultura— también pretende abrir un espacio en donde el público en general pueda acercarse a las cuestiones relacionadas con la lectura, la escritura y la formación de usuarios activos de la lengua escrita. Espacios para la Lectura es pues un lugar de confluencia —de distintos intereses y perspectivas— y un espacio para hacer públicas realidades que no deben permanecer solo en el interés de unos cuantos. Es, también, una apuesta abierta en favor de la palabra.



Índice Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La evolución cultural de la narración y los cuentos de hadas: la comunicación humana y la memética . ii. El cuento de hadas en la evolución de la cultura . . iii. La remake de “Barba Azul” o el adiós a Perrault . . iv. La bruja como hada/el hada como bruja: las insondables Baba Yagas . . . . . . . . . . . . . v. Cuentos de inocentes heroínas perseguidas y sus ignoradas narradoras y recopiladoras . . . . vi. Giuseppe Pitrè y los grandes recopiladores de cuentos folclóricos del siglo xix . . . . . . . . . vii. Choques de cuentos de hadas o la explosión de un género . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Apéndice A Erudición sensacionalista: una “nueva” historia de los cuentos de hadas . . . . . . . . . . . . . . . . Apéndice B Erudición reduccionista: una “nueva” definición del cuento de hadas . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Referencias de ilustraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . Índice de nombres y conceptos . . . . . . . . . . . . . . . .

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A Klaus Doderer, amigo y mentor

Prefacio

En los últimos cincuenta años, el estudio académico de los cuentos folclóricos orales y los cuentos de hadas literarios ha florecido en todo el mundo y parece haberse difundido de manera proporcional al auge irresistible de los cuentos de hadas en todos los ámbitos culturales y comerciales. Si bien muchos enfoques de ambos tipos de cuento han adoptado posiciones enfrentadas y aunque las universidades han eliminado muchos programas dedicados al folclore, se ha mantenido por lo general una actitud pacífica, si no tolerante, entre las posturas antagónicas dentro del mundo académico. Nadie presumió jamás de saber todo sobre el cuento maravilloso oral ni sobre el cuento de hadas literario. De hecho, la mayoría de los folcloristas y críticos literarios ha coincidido en gran medida en que el cuento de hadas surgió de las tradiciones orales y en que la historia de los tipos de cuentos relacionados con los de hadas es muy compleja y no puede reducirse a explicaciones simples o positivistas. La diversidad de enfoques académicos sobre los cuentos populares y de hadas ha enriquecido, en términos generales, los campos de la antropología, la literatura comparada, los estudios culturales, la literatura infantil, la psicología, la filosofía, entre otros. Si existe un género que ha cautivado la imaginación de todo tipo de gente en el mundo entero, este es, sin duda, el cuento de hadas. Sin embargo, aún nos resulta muy difícil comprender cómo surgió, evolucionó y se difundió, y por qué tiene un atractivo irresistible para tanta gente, independientemente de la forma que adopte. 

En mi caso personal, en los últimos cuarenta años he tratado de forjar un vínculo mayor con las ciencias sociales y naturales para explicar el irresistible e inexplicable atractivo del cuento de hadas. He intentado, en particular, ampliar mi propio enfoque sociopolítico sobre este y he explorado nuevos avances en la psicología evolutiva, la antropología cultural, la biología, la memética, la filosofía cognitiva y la lingüística. En términos generales, me he propuesto demostrar que la evolución histórica de la narración refleja los esfuerzos de los seres humanos en el mundo entero por adaptarse a entornos naturales y sociales cambiantes. La evolución cultural del cuento de hadas tiene un estrecho vínculo histórico con todos los tipos de narración y los diferentes procesos civilizadores que han afianzado la formación de los Estados nación. No creo en la noción de progreso ni en que se llegue a una mayor comprensión de las artes en virtud de avances tecnológicos y mayores procesos civilizadores racionalizados. Pero sí creo en la evolución, la adaptación, la innovación y la transformación que es posible distinguir en diversos patrones culturales y que se remontan a sociedades antiguas muy previas al surgimiento de los Estados nación. Me fascinan la mediación de la escritura, la imprenta, las artes visuales (la pintura y la ilustración), la electrónica, la fotografía, el cine e Internet, que le han dado al cuento de hadas la posibilidad de cambiar y ampliarse de maneras inusuales e innovadoras. En este sentido, he investigado la forma en que la noción de memes postulada por Richard Dawkins podría resultar útil para explicar la replicación, evolución y difusión de los cuentos folclóricos y de hadas. Otros teóricos de la evolución cultural también han influido en mi trabajo. En , publiqué Why Fairy Tales Stick. The Evolution and Relevance of a Genre [Por qué persisten los cuentos de hadas. Evolución y relevancia de un género]. Allí planteé que el desa

rrollo de los cuentos de hadas se basa en las tradiciones orales que surgen de las disposiciones biológicas y culturales de los seres humanos. Desde su publicación, han aparecido en un breve lapso numerosos estudios importantes dedicados a la evolución cultural, los memes, la socionarratología, los orígenes de la narración y la historia de los cuentos de hadas. Estos estudios influyen en nuestra comprensión de su naturaleza y su historia. En su mayor parte, han reforzado mi idea de que no podemos explicar el inexplicable cuento de hadas, pero podemos llegar a comprender cómo y por qué ha evolucionado en las tradiciones oral y literaria y por qué nos sentimos impulsados y obligados a usarlo para encontrarle sentido a nuestra vida. En cierta manera, vivimos y respiramos cuentos de hadas, o como postula reiteradamente Arthur Frank en su inspirador libro Letting Stories Breathe. A Socio-Narratology [Dejar respirar a los cuentos. Socionarratología], ellos tienen vida propia, que luego nosotros personificamos. Si bien el cuento de hadas como lo entendemos hoy no existía cuando hace miles de años los seres humanos desarrollaron la capacidad de hablar, comunicarse y contar, había, ciertamente, simientes lingüísticas metafóricas en sus comunicaciones, que contribuyeron a la formación gradual de los cuentos maravillosos orales. Este libro investiga la historia de las mediaciones que les han permitido a las simientes de los cuentos de hadas florecer y desarrollarse hasta convertirse en uno de los géneros culturales más irresistibles y al mismo tiempo más inexplicables del mundo. Mi libro responde también a ciertos esfuerzos académicos deplorables que han procurado ignorar sus raíces orales y reducirlo a un género que privilegia la palabra impresa por sobre la oralidad. He realizado una revisión crítica de estas obras en los dos apéndices para que mi postura quede expuesta con firmeza y claridad, porque creo que es importante no guardar silencio cuando se difunden ideas engañosas como si fueran hechos. 

El primer capítulo, “La evolución cultural de la narración y los cuentos de hadas: la comunicación humana y la memética”, amplía lo presentado en mis libros más recientes Why Fairy Tales Stick y Relentless Progress [Progreso implacable], e incluye la nueva investigación realizada por Michael Tomasello, Michael Trout, Kate Distin, Arthur Frank y otros académicos interesados en los enfoques interdisciplinarios de la evolución cultural. Aclara por qué y cómo se crearon y se contaron los cuentos de hadas y formaron la base de la cultura. En mi opinión, los cuentos orales fueron imitados y reproducidos en la antigüedad como memes hasta llegar a formar la fibra de la cultura y la tradición. Las taxonomías del siglo xix fueron establecidas para responder a los rasgos reconocibles de los cuentos tanto como para organizar y ordenar los tipos de historias. Los géneros “modernos” se originaron durante la Ilustración y son básicamente instituciones sociales que han definido artefactos y patrones culturales, los han dividido racionalmente en disciplinas y han establecido reglas para su estudio. Los cuentos de hadas escapan a tales definiciones y categorizaciones. El segundo capítulo, “El cuento de hadas en la evolución de la cultura”, está centrado en la importancia de madame Catherine-Anne d’Aulnoy y de los escritores franceses de cuentos de hadas de la década de . Demuestra cómo la oralidad se combinó con la literatura hasta llegar a formar la base de la mayor parte, si no de la totalidad, de las formas narrativas breves que la palabra escrita tomó para sí y adaptó. Sostengo que la oralidad sigue siendo de suma relevancia para la creación y difusión de los cuentos de hadas. El tercer capítulo, “La remake de ‘Barba Azul’ o el adiós a Perrault”, postula que la apropiación fílmica que hiciera Catherine Breillat de “Barba Azul” de Charles Perrault es parte de un proceso memético que implica imitación, innovación y transformación. Su interpretación del cuento de Perrault es un 

desafío y, si bien intenta remplazar su versión por una doble interpretación, destaca también su importancia y demuestra cómo todos los cuentos sobre Barba Azul son parte de un proceso discursivo singular dentro del género mayor del cuento de hadas. Es llamativo que tanto Perrault como Breillat se hayan convertido en meras pautas en la historia evolutiva de un tipo de cuento acerca de los asesinatos en masa que continúa respirando y reclamando nuestra atención mediante estímulos supernormales. El cuarto capítulo, “La bruja como hada/el hada como bruja: las insondables Baba Yagas”, está centrado en la evolución histórica de los cuentos sobre brujas como Baba Yaga. Numerosas antropólogas feministas y críticos literarios han estudiado la manera en que las brujas de los cuentos folclóricos y de hadas eran en realidad reutilizaciones patriarcales de antiguas diosas. Reexamino sus teorías para comprender cómo se relacionan las brujas con las hadas, cómo fueron demonizadas las brujas y cómo se difundieron y adaptaron los cuentos para reforzar los estereotipos dominantes sobre las mujeres. El quinto capítulo, “Cuentos de inocentes heroínas perseguidas y sus ignoradas narradoras y recopiladoras”, está dedicado a una categoría de cuentos folclóricos y de hadas del siglo xix —tan significativo como deliberadamente ignorado— que merece mayor atención: los que han sido relatados, recopilados y escritos por mujeres. Casi nadie —esto incluye a folcloristas y estudiosos de los cuentos de hadas— tiene información sobre los cuentos de Laura Gonzenbach, Božena Němcová, Nannette Lévesque ni Rachel Busk, a pesar de los grandes avances en  Véase Deirdre Barrett, Supernormal Stimuli. How Primal Urges Overran their Evolutionary Purpose, Nueva York, W. W. Norton, . Barrett observa: “La biología animal desarrolló un concepto que es crucial para la comprensión de los problemas que crean los instintos cuando son desconectados de su entorno natural, el del estímulo supernormal […]. La esencia del estímulo supernormal es que la intención exagerada puede ejercer una atracción mayor que lo real” (p. ).

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los estudios de género que llevaron al redescubrimiento de importantes escritoras europeas de cuentos de hadas desde el siglo xvii hasta la actualidad. Los cuentos de Gonzenbach, Němcová, Lévesque y Busk no solo son pertinentes por lo que revelan sobre las creencias y costumbres de ciertas comunidades específicas en el siglo xix y sobre el rol de las mujeres; también son valiosos en el estudio del folclore para aclarar los aspectos problemáticos de la cultura oral y la literaria así como la interpretación de ciertos personajes, como la inocente heroína perseguida. “Giuseppe Pitrè y los grandes recopiladores de cuentos folclóricos del siglo xix”, el capítulo vi, continúa examinando cuentos y recopiladores de cuentos folclóricos, ignorados hasta hoy. Analiza la importancia de las colecciones en Alemania, Francia, Italia y otros países europeos, que llevaron a un mayor interés cultural por el folclore. Entre los folcloristas destacados de la segunda mitad del siglo xix, decidí dedicarle un tratamiento más extenso a la colección de Pitrè, porque es representativa del trabajo de los folcloristas en general y revela tanto la profundidad de la tradición oral como los motivos que llevaron a los profesionales de clase media a examinar los cuentos que provenían de la gente común. El capítulo vii, “Choques de cuentos de hadas o la explosión de un género”, amplía la discusión de la contribución de las mujeres al género, centrándose en dibujos, pinturas, esculturas y fotografías contemporáneas referidas a cuentos de hadas que, en su totalidad, revelan la manera en que este género se ha ampliado hasta llegar a incluir otras formas de arte. Lo interesante acerca de las obras de arte referidas a cuentos de hadas es que ofrecen una metacrítica de las versiones impresas canónicas. No es casual que hayan cobrado nueva vida con el surgimiento del feminismo en los años setenta, un fervor por el cambio que perdura hasta el presente. Ciertamente, el 

cambio siempre conduce a conflictos y los cuentos de hadas se han visto involucrados en todo tipo de batallas. Las interpretaciones y los debates sobre esta materia se han basado siempre en diferencias ideológicas y en los intereses creados de intelectuales y sus objetivos. La historia tal como la conocemos siempre está escrita por los victoriosos y por gobernantes que permiten una cierta medida de disenso, o bien lo que Herbert Marcuse llamara “tolerancia represiva”. En el pasado remoto, quienes sabían leer y escribir estaban al servicio de victoriosos y gobernantes y no se interesaban por la cultura de la gente común, cuyas historias y relaciones sociales eran ignoradas o dejadas de lado. Sabemos poco —y probablemente nunca sabremos más de lo que sabemos ahora— acerca de la variedad de cuentos maravillosos que la gente ha contado en todo el mundo desde los tiempos paganos hasta el presente. Pero debemos asumir que, de hecho, contaron millones de cuentos y siguieron contándolos aun después de la invención de la imprenta, como han revelado las numerosas colecciones de los siglos xix y xx. Si los académicos no se dignan a mirarlas y a escuchar las prácticas comunes de la mayoría de las personas, parecerá que en el transcurso de la historia la gente era muda y no contaban activamente sus propios cuentos, que incluían los motivos milagrosos y mágicos que formaron la base de los cuentos maravillosos orales y los de hadas literarios. Afortunadamente, los folcloristas pioneros del siglo xix abrieron sus ojos y sus oídos y comenzaron a preservar las ricas tradiciones narrativas del pueblo. Quisiera destacar aquí que no me propongo dar una visión romántica del pueblo. Como Alan Dundes, el gran folclorista estadounidense, le dijo una vez a una audiencia de estudiantes de clase media: “Nosotros somos el pueblo. Somos parte del pueblo”. La formación de clases no excluye el intercambio entre clases y la transmisión de artefactos culturales por medio 

de la oralidad y otras formas de comunicación. Los patrones culturales y sociales dependen de tipos variados y complejos de participación de clase que deben estudiarse cuidadosamente. La oralidad, es decir, la transmisión oral de cuentos, siempre nos ha vinculado y sigue siendo efectiva en los medios masivos, en nuestros hogares y escuelas y en las esferas públicas. En cierto modo, los cuentos de hadas han tenido un lugar de privilegio en los procesos culturales y civilizadores de las sociedades en el mundo entero. Se han convertido en un rasgo natural de nuestras vidas cotidianas. ¿Cómo y por qué llegaron a serlo? ¿Qué es lo que los hace tan irresistibles? ¿Cómo operan meméticamente en la evolución cultural? Me propongo abordar estas cuestiones relevantes y algunas otras, ofrecer hipótesis de trabajo que tengan en cuenta la vida social y la teoría, sin proporcionar explicaciones definitivas sobre la historia de los cuentos de hadas. 

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I. La evolución cultural de la narración y los cuentos de hadas: la comunicación humana y la memética Hasta la más simple y estática de las culturas humanas es un motor de ingeniosa influencia mutua y de cambio. Además, la cultura humana preserva, por lo menos en forma oral, registros históricos, imaginarios o reales, expresados en una lengua humana. El pasado está presente en la conciencia en cierta medida hasta en las sociedades más simples, y las discusiones de acontecimientos pasados —narrando, a veces con características dramáticas, comentando la narración, rebatiendo hechos o razonamientos o construyendo conjuntamente una serie de cuentos— ocuparon más de una velada durante quizá trescientos mil años, aunque no durante millones de años anteriores. Y mientras nuestros antecesores discutían, muchas comunidades de simios en los bosques no muy lejanos hacían sus nidos —tradicionales, de hecho— y se iban a dormir. Los únicos simios modernos que han aprendido el lenguaje lo han aprendido de maestros humanos, y ninguno de sus equivalentes salvajes presenta algo similar. Aun si sus mentes preservan algo de historia privada de manera individual, es difícil pensar cómo podrían tener una historia colectiva sin la posibilidad de relatarla a los demás y a sus hijos. Todas las culturas humanas tienen la posibilidad de hacerlo, lo hacen, de hecho, y probablemente tienen también la necesidad de hacerlo. Melvin Konner, The Evolution of Childhood [La evolución de la infancia], 

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Puede ser que los cuentos no respiren de manera real, pero pueden dar vida. El aliento que les adjudica el título de este libro es el aliento de un dios en los cuentos sobre la creación, cuando ese dios le da vida al puñado de tierra que se convertirá en un ser humano. Los cuentos dan vida a la existencia humana, esa es su tarea. Los cuentos actúan con la gente, para la gente; los cuentos siempre actúan sobre la gente, afectando lo que la gente puede percibir como real, como posible, como digno de hacerse o de evitarse. ¿Qué es lo que tienen los cuentos —cuáles son sus peculiaridades— que les permite operar de esa manera? Lo que está en juego en esta pregunta es más que simple curiosidad, porque la vida humana depende de los cuentos que contemos: el sentido de identidad que ellos imparten, las relaciones construidas en torno a cuentos compartidos y el sentido de un objetivo que las historias proponen y excluyen. Arthur Frank, Letting Stories Breathe [Dejar respirar a los cuentos], 

Si bien es imposible rastrear los orígenes históricos y la evolución de los cuentos de hadas hasta un momento y lugar específicos, sabemos, de hecho, que los seres humanos comenzaron a contar cuentos apenas hubieron desarrollado la capacidad de habla. Pueden incluso haber utilizado el lenguaje de señas antes de que se originara el lenguaje oral, para comunicar información que era vital para la adaptación al medio ambiente. Estas unidades de información formaron de manera gradual la base de narraciones que les permitieron a los seres humanos aprender acerca de sí mismos y de los mundos que habitaban.  Véase Jean-Louis Dessalles, Why We Talk. The Evolutionary Origins of Language, trad. ing. de James Grieve, Oxford, Oxford University Press, , pp. -.

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Estos relatos informativos no recibieron título alguno. Se contaban simplemente para marcar un acontecimiento, dar un ejemplo, advertir sobre un peligro, obtener alimentos, o explicar lo que parecía inexplicable. La gente relataba historias para comunicar conocimiento y experiencia en contextos sociales. Si bien muchas historias antiguas podrían parecernos mágicas, milagrosas, fantasiosas, supersticiosas o irreales, la gente las creía; esta gente no era ni es muy diferente de la gente que hoy cree en religiones, milagros, cultos, naciones y nociones como la de democracias “libres”, que tienen poco fundamento en la realidad. En verdad, las historias religiosas y patrióticas tienen más en común con los cuentos de hadas de lo que percibimos, excepto por el hecho de que estos últimos tienden a ser seculares y no se basan en un sistema prescriptivo de creencias ni en códigos religiosos. Los cuentos de hadas están imbuidos de la disposición humana a la acción, a transformar el mundo y hacerlo más adaptable a las necesidades del ser humano, mientras que al mismo tiempo tratamos de cambiar y de adecuarnos más al mundo. Por lo tanto, ya sean escritos, orales o cinematográficos, siempre han estado centrados en encontrar instrumentos mágicos, tecnología extraordinaria o personas y animales poderosos que les permitan a los protagonistas transformarse a sí mismos junto con el medio ambiente haciéndolo más apropiado para vivir en paz y satisfacción. Los cuentos de hadas comienzan con un conflicto, porque todos comenzamos nuestra vida con un conflicto. No estamos adaptados al mundo y debemos encontrar la manera de adaptarnos, adaptarnos a las demás personas; debemos inventar o encontrar el método, a través de la comunicación, de satisfacer y resolver los deseos e instintos en conflicto. Los cuentos de hadas tienen sus raíces en la tradición oral y, como mencionamos antes, nunca recibieron títulos ni existieron en la forma en que se los cuenta, imprime, graba, actúa, filma y confecciona hoy. Los folcloristas suelen hacer una dis

tinción entre cuentos folclóricos maravillosos, que se originaron en las tradiciones orales del mundo entero, y los cuentos de hadas literarios, que procedieron de las tradiciones orales con la mediación de los manuscritos y la imprenta, y cuya creación continúa en diversas formas mediadas en todo el mundo. Tanto en la tradición oral como en la literaria, los tipos de cuentos que surgieron bajo la influencia de patrones culturales son tan numerosos y diversos que es casi imposible definir un cuento maravilloso o un cuento de hadas o explicar la relación entre ambos modos de comunicación. Hay catálogos de tipos de cuentos que resultan de utilidad, además de enciclopedias de cuentos de hadas como The Types of the Folktale [Tipos de cuentos folclóricos] (), de Antti Aarne y Stith Thompson, revisado en  por Hans-Jörg Uther [atu]; mi Oxford Companion to Fairy Tales [Guía Oxford de cuentos de hadas] (); Ariadne’s Thread. A Guide to International Tales Found in Classical Literature [El hilo de Ariadna. Guía de cuentos internacionales en la literatura clásica] (), de William Hansen; Greenwood Encyclopedia of Folk Tales and Fairy Tales [Enciclopedia Greenwood de cuentos folclóricos y de hadas] (), de Donald Haase; y el valioso proyecto Enziklopädie des Märchens [Enciclopedia de cuentos de hadas], comenzado en  y que no se ha completado aún. Sin embargo, a pesar del valor de estas obras, la intrincada relación entre los cuentos de hadas y los folclóricos y su compleja evolución son difíciles de captar y definir. De hecho, los cuentos orales y los literarios conforman conjuntamente un género inmenso y complejo porque existe entre ellos una dependencia indisoluble. Esta es la razón por la cual, en este libro, uso el término moderno “cuento de hadas” para incluir la tradición oral como progenitora fundamental del género y tratar de explicar el inexplicable cuento de hadas, así como su evolución y difusión. En otras palabras, el uso que hago aquí del término se refiere a la relación 

simbiótica entre la corriente oral y la literaria, aun si establezco a veces distinciones históricas en cuanto a la mediación y recepción de los diferentes tipos de cuentos. Al centrarme en la interacción entre diversas formas de mediación del cuento de hadas, me propongo refutar dicotomías inútiles como versión impresa versus versión oral que todavía promueven algunos académicos para pintar una historia errónea del género. Quiero también explorar las teorías más sofisticadas e innovadoras de la narración, la evolución cultural, la comunicación humana y la memética, y ver así cómo nos pueden ayudar a comprender el motivo de nuestra predisposición a los cuentos de hadas y la manera en que les infunden vida a nuestras empresas cotidianas. En su libro más reciente, Letting Stories Breathe, Arthur Frank destaca que los cuentos incluyen capacidades que debemos considerar para articular y discutir cuestiones problemáticas en nuestra vida. Frank sostiene que no desea interpretarlos. Más bien, usa diferentes tipos de narraciones para explicar las aserciones y premisas operativas de la socionarratología. No le interesa interpretarlos, porque los críticos tienden a usar la heurística y las metodologías críticas para establecer los significados de los cuentos. Frank quiere analizar la manera en que funcionan centrándose en el modo en que dialogan entre sí, con las experiencias de la gente y con las sociedades. Las ideas de Frank sobre narratología dialógica tienen por fuente al crítico ruso Mijaíl Bajtín, que elaboró principios de filosofía dialógica en sus numerosas obras. Para Frank, es clave la  Véanse, por ejemplo, Ruth Bottigheimer, Fairy Tales. A New History, Albany, State University of New York, , y Willem de Blécourt, Tales of Magic, Tales of Print, Manchester, Manchester University Press, . Estos libros se discuten con mayor detalle en los apéndices.  Arthur Frank, Letting Stories Breathe. A Socio-Narratology, Chicago, University of Chicago Press, .  Véanse, por ejemplo, Mijaíl Bajtín, The Dialogic Imagination. Four Essays, ed. de Michael Holquist, trad. ing. de Caryl Emerson, Austin, University of Texas Press,  [trad. esp.: Teoría y estética de la novela, Madrid, Taurus, ], y Problems of Dostoyevsky’s Poetics,

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noción de que todos los enunciados son dialógicos en esencia porque dependen de la interacción de significados diversos y a veces opuestos. Es importante tener en cuenta también que todo uso del lenguaje es producto de fuerzas sociales en conflicto que generan reinterpretación permanente. Dada la naturaleza dialógica del lenguaje y la forma en que lo usamos para crear narraciones que nos caracterizan, Frank establece las siguientes premisas: . Los cuentos no les pertenecen a los cuentistas ni a los oyentes, porque todos ellos son “nuevos ensamblajes de fragmentos tomados en préstamo” y “dependen de fuentes narrativas compartidas”. . Los cuentos no solo contribuyen a la construcción de nuestra identidad narrativa, también tejen los hilos de las relaciones sociales y producen vida social. . Los cuentos tienen ciertas capacidades distintivas que les permiten hacer lo que mejor hacen, y pueden ser entendidos como tipos o géneros narrativos. Si bien se distinguen unos de otros, los géneros de los cuentos son interdependientes, ya que no existe un género puro y todos los tipos de cuentos tienen una relación simbiótica entre sí. . La socionarratología alienta una forma dialógica de interpretación, de modo tal que puedan escucharse todas las voces y la historia quede así abierta a diversas interpretaciones y usos posibles. . “La socionarratología, aunque es siempre relacional en cuanto reconoce que todos las partes actúan, le presta mayor atención a la acción que ejercen los cuentos. Analiza cómo respied. y trad. de Caryl Emerson, Mineápolis, University of Minnesota Press,  [trad. esp.: Problemas de la poética de Dostoievski, trad. de Tatiana Bubnova, México, Fondo de Cultura Económica, ].  Arthur Frank, Letting Stories Breathe, op. cit., p. .

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ran al inspirar, reunir, entretener y esclarecer a la gente, pero también engañarla y dividirla.” . El análisis exige que aprendamos de los cuentistas. “La enseñanza fundamental de los cuentistas es que aprenden a trabajar con historias que no les pertenecen, sino que están allí, como realidades. Los cuentistas magistrales saben que los cuentos respiran.”

Entre los cuentos que respiran, los cuentos de hadas son únicos, pero no independientes, así como la mayoría de los géneros son únicos en algún sentido, pero interdependientes. Para comprender el carácter único de aquellos y su impacto en nuestras vidas, debemos discutir primero los orígenes del lenguaje y su evolución, porque una vez que una plétora de cuentos comenzó a circular por las sociedades de todo el mundo, llevó en sí la simiente de los cuentos de hadas, que, irónicamente, eran cuentos sin hadas en un principio, formados a partir de la metáfora y la metamorfosis y por la tendencia humana a comunicar experiencias relevantes. Estos cuentos primitivos les dieron a los seres humanos la posibilidad de inventar y reinventar sus vidas; crear y recrear dioses, poderes divinos, hadas, demonios, parcas, monstruos, brujas y otros personajes y fuerzas sobrenaturales. Y hay otro mundo que está muy vivo en los cuentos de hadas, gracias a nuestra condición de cuentistas. La comunicación humana y los orígenes de los cuentos de hadas y otros géneros Es imposible ubicar y estudiar la historia de los cuentos y la evolución de los géneros, porque la gente comenzó a hablar y  

Ibid., p. . Ibid., p. .

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