El Arte Perdido Del Guilloche

124 PORTAFOLIO TECNICA Texto: Elizabeth Doerr NOVIEMBRE 2006 Jochen Benzinger compró en 1985 Ikollmar, una históric

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124

PORTAFOLIO

TECNICA

Texto: Elizabeth Doerr

NOVIEMBRE 2006

Jochen Benzinger compró en 1985 Ikollmar, una histórica firma de guillochés de Pforzhein, Alemania. Hoy es uno de los escasos artesanos que conservan este arte.

EL ARTE PERDIDO DEL GUILLOCHE Unos 15 guillocheurs en Suiza y dos en Alemania mantienen vivo el arte del guilloché –grabados a mano–. Patek Philippe y Breguet son dos de las firmas que contribuyen a ello

unque esto no sea algo que los connaisseurs y puristas deseen oír, la cara de un reloj de pulsera es quizás su activo más importante. Lo que muchas veces determina la compra o no de la pieza. Abraham-Louis Breguet (1747-1823) era un hombre de talentos escondidos. Uno de ellos fue su comprensión innata de este concepto. Ésta es una premisa que a veces se pierde en el mercado actual de coleccionistas, la que pone más énfasis en piezas de tecnología complicada que en lo que lo envuelve. Breguet introdujo una simple y preciosa esfera guilloché, haciendo que sus piezas fueran reconocibles. ¿Qué es lo que hace que las carátulas Breguet sean tan especiales? El componente principal fue y sigue siendo el sencillo pero espectacular motivo guilloché, realizado por un artesano y un instrumento exclusivamente manual. La palabra guilloché es francesa y describe la creación mecánica de motivos decorativos precisos y regulares,

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La inmensa mayoría de los llamados guillochés de las grandes marcas ya no son hechos a mano. Apenas, marcas como Patek Philippe o Breguet contribuyen a perpetuar este viejo y preciosista arte del decorado de líneas regulares a mano.

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UNA CARATULA GUILLOCHE A MANO EMPLEA CASI UN DIA DE TRABAJO. A MAQUINA, 40 MINUTOS incluyendo líneas rectas o curvas mediante una técnica relacionada con la escultura. Ésta proviene de la Europa medieval, conocida en ese momento como turnery ornamental, practicada sobre un torno. Es una forma de arte transmitida de padre a hijo y de maestro a aprendiz durante generaciones. El monto de tiempo y esfuerzo necesarios para realizar una carátula guilloché impide muchas veces que marcas de relojes contemporáneas utilicen el arte verdadero. Una sola esfera toma casi un día de un guillocheur, mientras una hecha con máquina se concluye en unos 40 minutos. Casi todos los guillochés de las carátulas actuales han sido estampados, un procedimiento instantáneo que permite una amplia producción. Una máquina de brocado que emplea un tipo de grabado pantográfico reemplaza al artesano y sus punzones. Éste es un procedimiento casi tan viejo

como el punzón que involucra un torno, que era originalmente puesto a mano, aunque hoy sea motorizado, y un dedo que se mueve sobre la cara de una plantilla, permitiendo que el punzón grabe el mismo motivo sobre la esfera del reloj. Un observador cualquiera podría no diferenciar estos tipos de esferas guilloché. Un connaisseur más experimentado podría reconocer uno verdadero con la ayuda de una lupa, ya que el artesanal puede tener pequeñas marcas de instrumentos, imperfecciones mínimas visibles bajo luz que hacen un guilloché manual único. Algunas de las mejores firmas de alta relojería usan esferas brocadas y pocas veces guilloché hecho a mano. Afortunadamente, todavía hay algunos especialistas, como Jochen Benzinger, que pueden y saben hacer este trabajo a mano. Pforzhein, Alemania, era la cuna del guilloché en el siglo XIX gracias a una industria joyera muy

1. En los relojes de J. Benzinger, el decorado al guilloché tiene el mismo valor que su mecánica. 2. De aquí salen impresionantes trabajos decorativos para firmas como Martin Braun, RGM o Glashütte Original. 3. Guilloché en el rotor y puentes de un reloj Omega.

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activa. Y una de las compañías con más trayectoria era lKollmar, fundada en 1857, cuando este arte llegó a la ciudad. Más de un siglo después, en 1985, un hombre de talento excepcional, ganador del premio a los jóvenes maestros grabadores, Jochen Benzinger, compró esta empresa y su vasto inventario de máquinas guilloché. Hoy, éstas no están en producción y el guilloché no se ha enseñado de manera formal durante varias décadas. El mismo Benzinger fue entrenado por el maestro de quien era aprendiz. Después, Benzinger aprendió de manera autodidacta cómo aplicar el guilloché a las esferas, cajas de relojes y otros objetos pequeños. El guilloché se puede definir como “grabado con una regla”. La diferencia fundamental entre el grabado y el guilloché está en el uso de un punzón o una máquina de corte recto para dibujar motivos aún más regulares. La herramienta que

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1. Paul Moretton, guillocheur de Patek Philippe, trabaja con una máquina del fabricante más famoso, Lienhard. 2. Moretton no sólo hace guillochés para las carátulas o los famosos Clous de Paris del Calatrava. También crea grabados ornamentales para los fondos de las cajas de las mejores piezas.

Un connaisseur experimentado puede reconocer un verdadero guilloché con la ayuda de una lupa, ya que el artesanal puede tener pequeñas marcas de instrumentos, imperfecciones mínimas que lo convierten en una pieza única.

TIPOS DE GUILLOCHE BREGUET Cada tipo de guilloché tiene un nombre relacionado con la forma del dibujo en la carátula. Aquí, una muestra de los variados motivos de las esferas de los guardatiempos de Breguet; una de las grandes casas que mejor ha conservado esta práctica artesanal.

Línea vertical

Línea horizontal

Clou de Paris

Pavé de Paris

Soleil 12 sectores

Rayons

Soleil ondulado

Vagues

Pannier

Granos de arroz

Grano de cebada

Pannier

Flinqué

Grano de cebada circular

Zig zag

Piqué relevé/ Cremallera

“HOY QUEDAN EN SUIZA UNOS 15 GUILLOCHEURS Y ELLOS TRABAJAN CASI TODO EL TIEMPO PARA MONTRES BREGUET”, ASEGURA FRANÇOIS MANFREDINI toca la superficie del metal, produciendo un corte, es la misma en ambas técnicas. En la máquina de guilloché, la pieza se mantiene en su lugar con resina o portabocas. La profundidad del corte se regula con una guía, pero la regularidad es obra del guillocheur. En contraste, el grabador a mano mueve la mano sobre la superficie por decorar. Benzinger cuenta que no hay límite en los motivos que puede crear con sus máquinas, su talento y su imaginación. Algunas decoraciones han permanecido con los siglos. Martin Braun, maestro relojero de Pforzheim, resumió el arte del guilloché muy bien: “Este trabajo artesanal es fascinante sobre las carátulas. La elegancia de la interactuación de altos y bajos, superficies mates y brillantes y la alta precisión que necesita su creación, siempre me hacen temer a los que pueden alcanzar tal perfección de acabados realizados por la mano del hombre”.

El arte del guilloché se ha vuelto tan raro que sólo un puñado de compañías tiene modelos en sus colecciones con esferas a mano. Igualmente, sólo un puñado de artesanos en Suiza y dos en Alemania, pueden cumplir este deseo. Benzinger recibe mucha demanda. Ha creado impresionantes esferas para relojeros exclusivos de Martin Braun, RGM, Christiaan van der Klaauw y Glashütte Original. Patek Philippe es, actualmente, la única marca que emplea un guillocheur. Paul Moretton es un artesano que trabaja con una máquina del fabricante más famoso, Lienhard, con sede en La Chaux-de-Fonds. Moretton fue entrenado durante dos años por el experto que trabajó con la máquina creada en 1913 que está en el hall de la manufactura. Cuando Moretton no aplica guilloché sobre las esferas, magnifica el bisel del Calatrava con Clous de Paris. Mantener este arte vivo también permite a Patek Philippe restaurar piezas vintage. Pero la manufactura que ofrece hoy el mayor número de piezas con guilloché a mano es Breguet. François Manfredini, de Breguet, declara: “Hoy quedan unos 15 guillocheurs en Suiza y ellos trabajan la mayor parte del tiempo para Montres Breguet”. Manfredini asegura que sólo el guilloché a mano expresa la delicadeza de este arte centenario. Con el paso de los años, Benzinger ha consolidado su reputación. Plasma su arte en relojes modernos y mecanismos de tipo vintage. Lo que empezó como una idea para coleccionistas floreció en piezas para IWC, Vulcain y Vacheron Constantin.

3 3. Trabajo decorativo al guilloché de Jochen Benzinger.