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• Marcos Andres

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EL AMOR ES CIEGO Se cuenta que en cierta ocasión se había reunido todos los sentimientos del hombre… Y cuando ya habían bostezado por tercera vez, la locura les propuso: ¡Oigan!, Vamos a jugar a las escondidas…la intriga levanto la ceja, la curiosidad sin poderse contener pregunto… ¿escondidas? El entusiasmo danzo seguido de la euforia. La alegría dio tantos saltos, que termino por convencer a la duda y la apatía que no se interesaba por nada. 1-2-3…. Comenzó a contar la locura. La primera en esconderse fue la pereza, que como siempre cayó detrás de la primera piedra que encontró en el camino. La fe subió al cielo y la envidia se escondió detrás del triunfo, quien por su propio esfuerzo había subido a la copa del árbol más alto. Sin embargo la generosidad no sabía en donde esconderse, cada lugar que encontraba le parecía el lugar ideal para alguno de sus amigos… si era un lago ella lo consideraba el lugar ideal para la belleza. Si era una copa de un árbol era el lugar ideal para la timidez. Si encontraba una ráfaga de viento, era el lugar apropiado para la libertad, así que termino escondiéndose detrás de un rayo de sol. El egoísmo en un lugar bueno desde el principio, cómodo y ventilado, pero solo para él. La pasión en el centro de los volcanes… la locura ya terminaba de contar, y el amor… aun no sabía en donde esconderse. Pues todos los lugres estaban ya ocupados, hasta que encontró un rosal, y cariñosamente se escondió en sus flores. Concluyó la locura y comenzó la búsqueda, la primera en aparecer fue la pereza, apenas a tres pasos de una piedra. Sintió vibrar la pasión y al deseo en el interior de los volcanes. Seguida de un apuro encontró a la envidia, y por cierto le fue muy fácil deducir en donde estaba el triunfo. El egoísmo, claro no tuvo que buscarlo, el solo salió disparado de su escondite que en realidad era un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed, y al aproximarse a un lago descubrió a la belleza. Y la más fácil de encontrar fue la duda, que por cierto se hallaba sentada en un cerro sin decidir aun, donde esconderse. Y así fue encontrando a todos, al talento lo encontró entre la yerba fresca, a la angustia en una cueva obscura, pero el amor no aparecía en ningún lugar. La locura lo busco detrás de cada árbol, debajo de cada roca del planeta y encima de las montañas. Cuando estaba a punto de darse por vencida…m…encontró un rosal, y empezó por sacudir sus ramas…entonces… se escucho un grito doloroso, habían herido al amor en los ojos… la locura no sabía qué hacer para disculparse… y lloro, rezo, pidió perdón y prometió ser su guía para siempre…

Desde entonces, el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña…