Efecto Mandela

Imagina que ves un artículo que, por fin, te refresca la memoria sobre una famosa serie de dibujos que te encantaba ver

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Imagina que ves un artículo que, por fin, te refresca la memoria sobre una famosa serie de dibujos que te encantaba ver de pequeño. No recordabas su título, ni mucho de lo que pasaba, pero sí que los personajes eran conejos samuráis y que había una escena en la que el protagonista debía probar su valía partiendo en mil pedazos una zanahoria. ¡Por fin alguien da respuesta a eso que te habías preguntado por tanto tiempo! Ahora imagina que todo eso es mentira, que ha sido un falso recuerdo que te ha provocado la sugestión de un bromista que subió un pequeño clip y unos cuantos productos de merchandising falsificados. ¿Cómo puede ser que incluso hayas recordado algunos segmentos de una serie que ni siquiera existe? Eso es lo que llevan preguntándose un tiempo varios foreros de grupos como Reddit o Forocoches a raíz del descubrimiento del Efecto Mandela. El origen de este fenómeno data del 2010, y los agujeros en nuestra memoria colectiva que esta gente ha ido descubriendo te pueden dejar con la boca abierta. Object 7 1 2 3 4 5 6

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El Mandela que (nunca) murió en la cárcel, los títulos cambiados

Efecto Mandela es un término que acuñó la bloguera Fiona Broome hace unos años. Como ella misma contaba, había mucha gente a su alrededor, incluida ella misma, que recordaba haber visto por televisión exactamente el momento en el que Nelson Mandela murió en la cárcel. El funeral en su honor, y todo lo demás. En realidad, Mandela sobrevivió al presidio, y vivió algún tiempo fuera de él antes de fallecer. Pero por mucho que le digas a los convencidos de que eso es así, de que su memoria podría haberles jugado una mala pasada, a muchos les

cuesta asumirlo. Lo vieron “con sus propios ojos”.

Los ejemplos del fenómeno pueblan las redes, especialmente desde agosto de 2015, momento en el que el término ha empezado a extenderse. En las comunidades anglosajonas hay especial controversia por una antigua serie infantil que todos veían y que, para su sorpresa, no se llamaba "The Berenstein Bears", sino "The Berenstain Bears", con "A". Miles de personas se indignan ante este cambio en su nomenclatura, y por mucho que rebuscan en sus cintas antiguas, no encuentran justificación a que todos ellos estén de acuerdo con que se escribía con "E".

¿Y tú? ¿Viste la retrasmisión de la plaza de Tiananmen? Sí, aquel hombre que se puso delante de los tanques como señal de paz. Pues según varios espectadores del hecho, el tanque acabó arrollando al hombre chino, pasando por encima de él y dejando incluso un charco de sangre. Para sorpresa de estos espectadores, cualquier video en Youtube muestra cómo el tanque se detuvo ante el hombre durante un largo rato antes de que otros civiles se llevaran consigo al manifestante, intacto.

Una cosa: ¿cuánta gente iba en el coche de Kennedy cuando le asesinaron? No, no eran cuatro personas, aunque lo recuerdes así. Eran seis. Un golpe de Estado, Ricky Martin y los bulos que nunca ocurrieron

En el panorama español también se dan un par de ejemplos sonados. Puede que mucha gente jure y perjure que recuerda cómo se vivió la jornada del 23-F por la retrasmisión de TVE de lo que ocurría dentro del Palacio de las Cortes. Los gritos de Tejero, el zarandeo a Gutiérrez Mellado… Pero en verdad, la “noche de los transistores” sólo fue retrasmitida en directo por radio, y los que creyeron estar viendo las imágenes de lo que pasó dentro debieron mezclar sus recuerdos con la

media hora que sí se emitió tiempo después del golpe.

Aunque para fenómeno de reescritura grupal siempre fue el famoso programa de Sorpresa Sorpresa protagonizado por Ricky Martin. La niña a la que pillaron in fraganti con un bote de mermelada y la compañía de su perro es una escena que se recordó por miles de personas durante años, aunque parece que el origen del bulo estuvo en una llamada a un programa radiofónico a la mañana siguiente inventando esta historia y el contagio del boca a boca.

Aún a día de hoy hay gente convencida de que Antena 3 habría borrado las imágenes de un video que retrasmitió originalmente a finales de los 90. No, todas estas cosas no ocurrieron, y aun así hay muchas personas no pueden asumir ese efecto, esas nítidas imágenes de un instante que ahora nos dicen que no ocurrió, como si Phillip K. Dick nunca hubiese estado equivocado. Mundos paralelos y realidades virtuales

Lo bueno de este fenómeno es que, gracias a su vida en Internet, ha ayudado a que los ejemplos del efecto se extiendan a miles de anécdotas grupales y personales. Y también a que un montón de gente empiece a buscar las

explicaciones en áreas alejadas del terreno científico. Porque, ¿y si se tratase de una conspiración? Entre las posibles justificaciones al efecto Mandela, en una de sus páginas oficiales lo achacan a un fenómeno cuántico por el cual al parecer la conciencia es capaz de viajar por distintos universos paralelos y las personas que experimentan estos recuerdos podrían no estar en su universo de origen.

Teorías aledañas a esta sugieren que la conciencia humana se mueve por reglas y leyes del universo cuántico y que por eso tener recuerdos de otras realidades, de mundos paralelos, es posible. Es decir, que existen realidades paralelas muy similares entre sí pero que dejan pequeños puntos de error que nos

hacen sentir incómodos al descubrirlos. Para otros, el mundo es un software, y el Efecto Mandela son los glitches que nos dan la pista del sistema en el que vivimos. Son fallos en Matrix, vaya.

Por supuesto, todo podría ser un complot del Gobierno, especialmente en los recuerdos históricos. Tal vez sea la CIA la que ha añadido a posteriori a otras dos personas en el coche de JFK, todo para que nunca conozcamos La Verdad. Hay quién le está echando la culpa al acelerador de partículas y al CERN.

Buscando el fallo en la penosa memoria humana

Las explicaciones más plausibles hasta el momento son una combinación de factores que rondan la misma idea: nuestra memoria es errónea y no funciona tan bien como nos gustaría. Algunas de esas posibles explicaciones son: Efecto de la desinformación: si no tienes un recuerdo profundo de un hecho concreto, alguien te cuenta lo que ocurrió en ese momento y eso que te dice es mentira, es posible que tu memoria fije como cierto ese hecho falso basado en lo que te ha contado otra persona. •

El sesgo de confirmación: nuestra mente tiende a buscar, interpretar o recordar información de manera que confirme nuestras creencias o hipótesis. Cuanto más te atraiga el Efecto Mandela, más agujeros verás en el pasado que confirmen este efecto. •Criptomnesia: nuestro cerebro a veces puede colocar cosas que hemos imaginado en el lugar de la memoria. Así empiezan muchos Efectos Mandela, con alguien que imaginó cierta cosa y luego se lo comentó a los demás. •Falsa atribución a la memoria: aunque los hechos no cambian, pueden ser erróneos. Si desde siempre habías oído que al hombre de Tiananmen le arrollaba un tanque (aunque es falso), es normal que, cuando te digan que eso no fue así, "visualices" esa escena. Nuestras mentes no están predispuestas por naturaleza para aceptar nuevas interpretaciones de cosas que dábamos por seguras. •Falsa memoria: trastorno mental común entre los afectados por el estrés postraumático, a veces, si hemos vivido algún hecho traumático, nuestro cerebro adapta lo vivido a unos nuevos recuerdos más •

aceptables (esta sólo podría ser una respuesta circunstancial a algunos de los episodios del Efecto Mandela que afectan sólo a la memoria particular de una persona). •Disonancia cognitiva: como en la mala atribución de la memoria, si algo que te cuentan contradice tu interpretación de una dimensión de la realidad (como puede ser un recuerdo o tus creencias ideológicas más firmes) tu cerebro rechazará esa nueva interpretación y la información que la acompañe. •Confabulación: efecto que sufren algunas personas por el que producen de forma inconsciente recuerdos incorrectos sobre los detalles más triviales (esto se percibe en la mayoría de los Efectos de Mandela), aunque podría llegar a nuevos recuerdos más complejos. Por lo general, la gente que lo sufre son personas extremadamente confiadas en sus recuerdos y normalmente se resisten a cualquier evidencia contradictoria.

Listado con los mejores ejemplos del Efecto Mandela

La escena más tierna de la película de J.J. Abrams Super 8 no es el momento en el que los dos protagonistas se dan un beso. En realidad, Elle Fanning y Joel Courtney nunca se besaron. Esa escena no existe. Tom Cruise en la famosa escena de baile de rodríguez en Risky Business no estaba bailando con gafas de sol puestas. Iba sin gafas. Pese a ello, prácticamente todas las imitaciones de la escena que veas llevarán gafas.

Mucha gente recuerda cómo en el retrato de Enrique VIII por Hans Holbein El Joven el dirigente llevaba en su mano una pata de pavo. Esa idea es falsa, en el cuadro no lleva ningún tipo de comida en la mano.

Si te dicen que dibujes al C3PO del episodio originario seguramente lo dibujes con su chapa metálica bañada en oro. Pero en realidad, una de sus piernas era plateada.

El monigote que representa al Monopoly no lleva monóculo. Nunca lo ha llevado. En serio. Hay mucha gente convencida de que al personaje de Chakotay en Star Trek: Voyager lo matan en un episodio tras el que,

unos capítulos después, vuelve con vida. Pero esa trama es totalmente inventada. En una de las antiguas películas de James Bond, Moonraker, hay un personaje femenino llamado Dolly que llevaba trenzas gafas y aparato dental. Cualquier imagen de esa película demostrará que la actriz Blanch Ravalec nunca llevó aparatopara esas escenas.

De hecho, hay ahora mismo en Reddit varios usuarios discutiendo por la existencia de una película noventera de dibujos animados que todos recuerdan, llamada Shazaam. Supuestamente, el comediante estadounidense Sinbad había protagonizado una explotación del genio de Aladdin. El cómico ya ha declarado públicamente que la película no existe, y aunque lo más probable es que la estén confundiendo con otra, ellos siguen empeñados en que fue real.

No son exactamente ejemplos de Efecto Mandela, más bien producto de una bola de desinformación generada a lo largo de los años. Pero seguro que recuerdas de forma incorrecta las famosas líneas de todas estas películas: "Tócala otra vez, Sam" es en realidad "Tócala, Sam". "Luke, yo soy tu padre" no iba así. Es "No, yo soy tu padre". Y ni Constantino Romero se acordaba. "Ladran, Sancho, señal que cabalgamos" no está en el Quijote, es una desvirtuación de unos versos en un poema de Goethe. El discurso de "Ser o no ser" nunca se hizo con una calavera, debía ser con un puñal o directamente con nada. Y ahora lo que nos toca es difundir la verdad de este asunto El curioso y popular efecto Mandela se produce cuando creemos recordar situaciones, hechos o acontecimientos de forma errónea como si fueran reales, cuando a veces ni tan siquiera han llegado a ocurrir. Es decir, nos inventamos cosas que damos por sucedidas sin ser ciertas.

La explicación, básicamente, se podría reducir a que nuestro cerebro es adaptativo y tiende a administrar los recursos de manera eficiente. Ese procesamiento rápido de la información puede llevar al cerebro a colocar datos donde no son, como cuando tecleamos rápidamente en el teclado y se nos escapa alguna letra fuera de lugar. Al cerebro le compensan, con creces, esos pequeños errores en beneficio de un procesamiento más rápido y eficiente de la información. Completa huecos que le faltan como si de un puzzle se tratase con la pieza que mejor le encaje dentro de la coherencia. >> Artículo relacionado: Rumores: factores y funciones. Algunas de las explicaciones de índole psicológica podrían ser: •Efecto arrastre. Este tipo de efecto está relacionado con la validación social. Se produce cuando nos creemos algo porque otras personas de nuestro entorno también lo hacen. •Sesgo de confirmación. Cuando damos prioridad a la información que confima nuestras creencias iniciales.

Criptomnesia. El cerebro coloca datos imaginados en lugares de la memoria con contenidos reales. •Falsa atribución. Si en algún momento te has creído algo que te han contado aunque luego resulte falso, tu mente volverá a recordar lo que previamente almacenó como verdadero. Esto puede dar lugar a disonancias cognitivas, es decir a que tu propio cerebro entre en conflicto rechazando la nueva versión a pesar de ser la correcta. •Confabulación. Es producida por un posible deterioro de la memoria. Cuando se intenta recordar algo que realmente no se tiene almacenado se falsea la respuesta generada, se completa con lo que se puede. Eso no quiere decir que sea una mentira consciente. 16 ejemplos de efecto Mandela muy curiosos. •

Aquí tienes un listado con 15 curiosos efectos Mandela que te harán darle vueltas a la cabeza: 1. La muerte de Mandela. Comenzamos por el hecho que da nombre a este efecto. La bloguera Fiona Broome fue la persona que popularizó este efecto al creer

firmemente que Nelso Mandela había muerto años antes de su muerte real en 2013. Al parecer esto le sucedía a mucha más gente, que incluso decía recordar detalles de su funeral. Otra gente recordaba su muerte en prisión, cuando realmente Mandela murió ya fuera de la cárcel. >> Artículo relacionado: Psicólogos inventan una vacuna contra las noticias falsas. 2. Espejito, espejito, ¿quién es la más bella del reino? Seguramente relaciones esta frase con Blancanieves pero… en la película de Disney no dicen “espejito, espejito”. Te reto a que intentes comprobarlo. Lo curioso de esto es que en 2012 Julia Roberts lprotagonizó una película llamada Mirror, Mirror basada en esta historia. ¿Le pondrían este nombre influenciados por el efecto Mandela? 3. Mickey Mouse. Hazte una imagen mental del ratón más famoso del mundo. ¿Lo tienes? Ahora dime,

¿lleva tirantes? Seguramente digas que sí, pero… no, Mickey no lleva tirantes.

4. El señor del Monopoly. Hagamos el mismo ejercicio que con Mickey. Todo el mundo ha jugado alguna vez al Monopoly y seguro que recuerdas al señor que lo representa en su logotipo. Pues bien, una vez que tengas su imagen mental, ¿dírías que lleva un monóculo en el ojo o no? ¿Qué crees? La respuesta es que no, aunque seguramente pensabas que sí.

5. ¡Rafa, no me jodas! La gente futbolera en España seguramente se acuerde de aquel famoso juez de línea, Rafa Guerrero, que pitó un penalti y expulsión de un jugador del Zaragoza ante el Barcelona. Estoy completamente seguro de que piensas que le decía: ¡Rafa, no me jodas! Pues no, jamás se

dijo esa frase. Lo que dicen es “Vaya, joder, Rafa, cagonemimadre”. >> Artículo relacionado: Las 17 ditorsiones cognitivas más frecuentes. 6. Luke, yo soy tu padre. Este quizás sea el efecto Mandela más famoso. La archiconocida frase de “Luke, yo soy tu padre” de Star Wars nunca llegó a decirse de esa manera. En realidad no menciona el nombre de Luke en ningún momento. 7. We Are The Champions…of the world. La archiconocida canción de Queen se te viene rápidamente a la cabeza. Pero, ¿sabrías decirme como termina? ¿termina con un “of the world”, no? Pues no. *Nota: quizás una de las explicaciones sea que en los concietos de Queen era habitual que sí terminasen la canción con el “of the wordl”. No obstante, la versión de estudio no lo lleva. 8. Teresa de Calcuta. Teresa de Calcuta fue beatificada en 2003 y canonizada en 2016 , es decir hace poco. Prácticamente todo el mundo tiene la

percepción de que este hecho ocurrió hace más de 20 años. 9. The Simpsons. Todo el mundo conoce a estos simpáticos personajes de color amarillo. Sin embargo, el apellido de Homer, Bart y compañia termina en S? No. Realmente son Los Simpson, sin S. Véase que en la versión original en inglés sí se llama la serie como ‘The Simpsons’ pero su traducción al español es ‘Los Simpson’, aunque todo el mundo los llama ‘Los Simpsons’. 10. Ladran Sancho, señal que cabalgamos. Todo el mundo relaciona esta frase con El Quijote pero no sale en toda la obra. 11. Tiananmen. En julio de 1989 un hombre le plantó cara a varios tanques en la masacre de la plaza de Tiananmen en China. Mucha gente asegura que los tanques terminaron aplastando a aquel valiente hombre. Eso nunca sucedió, como se puede comprobar en el vídeo. >> Artículo relacionado: Efecto Shadenfreude: sentir alegría por el mal ajeno.

12. Ricky Martin. En España se extendió el rumor de que el famoso programa ¡Sorpresa, Sorpresa!, el cantante Ricky Martin salía de un armario para sorprender a una fan a la cual se encontró con su perro y un tarro de mermelada. Mucha gente aseguró haber visto la imagen, cuando nunca sucedió. 13. 23F. Mucha gente en España recuerda haber seguido en directo por la televisión el intento de golpe de estado del 23 de Febrero de 1981. En realidad solo fue retransmitido en directo por la radio. 14. Risky Bussines. Mucha gente ha intentado imitar el famoso baile que realiza Tom Cruise en calzoncillos, calcetines y camisa. El actor aparece en escena deslizándose por el pasillo. La mayoría de la gente que imita esta escena lo hace con gafas de sol. Pero…el personaje no lleva gafas de sol.

15. El pensador. La famosa escultura de Auguste Rodin, El Pensador, es recordada por todos. Sin embargo, mucha gente recuerda a esta persona pensante con la palma de la mano sobre la frente. Larealidad es que está apoyado sobre la barbilla.

16. Looney Toons. ¿Conoces a estos simpáticos dibujos animados liderados por Bugs Bunny? Vale, pues no es Toons, es Looney Tunes. Si sabes más efectos Mandela, compártelos en los comentarios

Efecto Mandela: el fenómeno de recordar cosas inexistentes que se ha vuelto viral Este curioso fenómeno intenta explicar por qué existe el sentimiento de la sociedad de recordar ciertos hechos, objetos o nombres que nunca fueron así. Los ejemplos son muy curiosos y rompen con los esquemas de lo que siempre creíamos cotidiano. ¿Y tú, cómo los recuerdas? Por Fernanda Ulloa E 09-20 | 10:55 Object 12

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@fernandawrites | 201715

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murió en prisión, incluso recuerdan vívidamente haber visto el funeral por televisión entre 1980-1990. Así fue como Fiona decidió nombrar este fenómeno como “Efecto Mandela” (Mandela Effect), que es cuando mucha gente cree algo pero que, al revisar y mirar la fuente original, en realidad es algo errado. ¿De dónde salió la idea de que Mandela había muerto en la cárcel? ¿Por qué todo el mundo creía eso? En Reddit se comenzó a hablar del tema, y surgió una posible prueba. El libro educacional sudafricano English Alive, 1990: escritos de preparatoria en Sudáfrica, decía en su página 54: “El caos que estalló en las filas del ANC cuando Nelson Mandela murió el 23 de julio de 1991, condujo el 29 de enero de 1991 el acuerdo de paz Inkatha-ANC a la nada”.

Así fue cómo surgió la discusión de por qué hay creencias generales, principalmente de frases típicas de películas conocidas, personajes, productos y otros; que en realidad son erróneas. Veamos algunos ejemplos. - “Luke, yo soy tu padre” Uno de los efectos más controversiales se relaciona con la frase célebre de Star Wars Episodio V: El imperio contraataca (1980), cuando Luke y Darth Vader se encuentran y éste le revela que es su padre. Muchas personas recuerdan que la frase siempre fue “Luke, yo soy tu padre”, pero la cinta original muestra que en realidad es “No, yo soy tu padre”.

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Las personas que son parte de la controversia se cuestionan con un video donde James Earl Jones, quien hace la voz de Darth Vader, dice en una entrevista “Luke, yo soy tu padre”. - El típico accesorio del Señor Monopoly ¿Monopoly con monoculy? Otro ejemplo que sorprende a quienes conocen la teoría, es que muchos aseguran que el personaje principal del juego Monopoly se caracterizaba por usar un monóculo, cuando nunca lo ha tenido.

¿Será que estamos demasiado acostumbrados al estereotipo de banquero o burgués estirado? - “Espejito, espejito ¿quién es la más bonita del reino?” En una escena de la película Blancanieves y los siete enanitos, la Reina Malvada se acerca al espejo y le pregunta: “Espejito, espejito ¿quién es la más bonita del reino?”. Pero hay algo mal en esa frase que recordamos, ya que la correcta es: “Espejito mágico, ¿quién es la más bonita del reino?”.

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¿Y en la versión latina? “Sabio espejo consejero, saber quién es la más hermosa quiero”. - “We are the champions…. ¿of the world?” Una de las evidencias que más comentarios ha generado es el efecto Mandela en la canción “We Are The Champions” de Queen (1977). Muchos recuerdan que si bien, durante la canción mencionan la frase “of the world” al final de la oración, afirman que al final del hit también terminaba así, pero en la versión original nunca ha sido así.

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¡Y genera bastantes confusiones! Como en un capítulo del famoso “Carpool Karaoke”, cuando participó Gwen Stefani, Julia Roberts y George Clooney.

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Puedes ver más ejemplos de este fenómeno aquí.

Una teoría que se expande gracias a los youtubers Gran parte de la explicación de por qué este fenómeno es viral en la web, se debe a que algunos youtubers han impulsado a que se discuta y los ejemplos sigan surgiendo. Uno de ellos es Shane Dawson, quien tiene más de 10,5 millones de seguidores y su video donde explica el Efecto Mandela tiene unas 6 millones de visitas. Y a medida que pasa el tiempo añade más ejemplos.

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Tana Mongeau también fue parte del debate, cuenta con más de 2,5 millones de suscriptores y su video donde muestra “8 efectos Mandela que nunca has

escuchado” tiene la misma cantidad de visitas, quien además hizo una colaboración con Dawson sobre el tema. ¿Y se puede explicar el Efecto Mandela? Los intentos por descifrar cómo ocurre este fenómeno se han disparado. Las teorías más curiosas dicen que la confusión surgiría al pasar a través de realidades alternativas, por lo que las personas retendrían sucesos que ocurrieron en otras dimensiones. Mmm, ya. Otros, que las personas realmente estarían viajando en el tiempo secretamente y al cambiar algo, nuestro tiempo actual se vea afectado. ¿Vamos mejor a algo más verosímil? En realidad la explicación desde el área de la psicología lo hace bastante más simple y menos oscuro. Tiene que ver con la manera en cómo

construimos nuestros recuerdos. Oscar Castillero, sicólogo clínico español, explica que el Efecto Mandela se debe al fallo o distorsión de la memoria, pues la mente es constructiva y la interferencia de recuerdos puede crear uno falso. En primer lugar por medio de la confabulación, cuando “rellenamos los diferentes huecos presentes en nuestra memoria con recuerdos fabricados”. Otra forma, es la introducción de recuerdos externos. Inducir un recuerdo falso en otro no es tan difícil y que múltiples personas terminen coincidencia tampoco. Vías más sistemáticas para esto son la hipnosis o la sugestión. Y finalmente, está la criptomnesia, cuando creemos que algo lo hemos vivido o pensado por primera vez, porque estamos confusos en cuanto a su origen. La

información que hemos leído, visto u oído, podemos considerarla como propia por lo que podemos identificar como recuerdo algo que se nos informó de otros y así confundirlo como un recuerdo real. ¿Qué lección sacamos de estas anécdotas y de una discusión viral? Que no podemos dar por ciertas las cosas, solo por “recordarlas”. Ni menos asumirlas como reales por el hecho de que haya muchas personas que también lo recuerdan así. Aquí hay ejemplos de canciones y películas, pero el Efecto Mandela puede suceder también con mitos infundados en asuntos de mayor importancia. Y en esos casos, es fundamental que nos cuestionemos el origen de nuestros pensamientos.

¿Conocías este efecto? ¿Te ha sucedido alguna vez recordar algo que nunca fue? Quizá te ha pasado que estás en una reunión informal con amigos y de pronto alguno comienza a hablar sobre el “efecto Mandela”. Te preguntarás si se trata de un nuevo invento tecnológico o una novela literaria. Pero no es así, el efecto consiste en que un gran número de personas tienen recuerdos sobre algo muy vívido, lo creen real, pero en base a los registros existentes, dicho hecho nunca ocurrió. ¿Cómo es que esto puede ser posible? La supuesta explicación al fenómeno corresponde a que el recuerdo realmente viene de algo que ocurrió en un universo paralelo y al “cruzarnos con el existe discordancia en nuestra mente y la realidad del nuevo universo paralelo donde nos hemos transportado”. Sin embargo, como estas existen muchas otras y muy divertidas, así como viajeros en el tiempo que al regresar al pasado sus acciones producen cambios en la secuencia de los acontecimientos futuros. Todas estas anécdotas tienen una explicación, partiendo de que la memoria del ser humano es algo imperfecta, la percepción que origina un recuerdo es más aún imperfecta.

¿Pero qué tiene que ver Mandela? El nombre surge luego de que una gran cantidad de individuos cree recordar que Nelson Mandela murió en prisión en la década del 80, suceso que no pasó, ya que él sí murió pero en su casa en el 2013, debido a una infección respiratoria.

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Sin embargo antes de que él saliera de cárcel en 1990 e incluso luego de que haya sido Presidente de Sudáfrica (1994-1999), mucha gente pensó que él había muerto en la décadas pasada. Asumieron eso porque no siguieron la secuencias de las noticias en torno a él, y es que de Mandela mucho no se hablaba por esos días. Y luego de que pasó su fama, mucha gente siguió pensando que Mandela había fallecido en la cárcel.

¿Te sorprende este fenómeno? ¡Hay casos que lo harán! Aquí te muestro una lista de los Efecto Mandela más asombrosos 1. La cantidad de personas que iban en el carro de John F. Kennedy cuando fue asesinado, muchos recuerdan haber visto 4 personas, pero en realidad eran 6. 2. En la película “El Imperio contraataca” de la saga Guerra de las Galaxias, en una de las escenas donde Darth Vader le revela a Luke que es su padre, la mayoría de las personas que vio la película recuerda escuchar la frase “No, Luke, yo soy tu padre”, pero en realidad él nunca mencionó el nombre de Luke. El mismo James Earl Jones, al contar la historia recuerda haber dicho la palabra Luke. ¡Pero no! 3. El hombre que paró la fila de tanque en China, el 5 de julio de 1989 la imagen donde un hombre, en medio de la masacre de la Plaza Tianannmén, paraba una fila de tanque causó conmoción, pero en realidad fueron los tanques quienes se detuvieron porque no podían pasar.

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Pese a esta aclaración, miles de personas recuerdan incluso que los tanques le pasaron por encima quitándole la vida.

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4. ¿The Berestein bears o The Berestain bears?, serie de dibujos animados famosa en Estados Unidos, cientos creen que se escribe con “e”, pero la manera correcta de escribirlo es con “a”.

5. La ubicación de Nueva Zelanda, al volver a revisar los libros de geografía nos damos cuenta que esta isla no está al costado izquierdo de Australia como muchos piensan, ni arriba, sino a su derecha. ¿Será que antes eran diferentes los mapas en los libros?

Pero Nueva Zelanda queda al otro lado.

6. Muchos se sorprenden que al recordar al muñequito del Monopolio, el juego de mesa, lo describen con un monóculo, pero este personaje nunca lo tuvo. Es como los tirantes de Mickey Mouse. Cuando la gente se disfraza del famoso ratón lo hace con tirantes, sin embargo en las animaciones nunca los lleva, ni en sus dibujos más clásicos. Otra confusión muy grande es cuando tratas de recordar cómo se escribe el nombre de las series animadas de ayer y hoy: Looney Toons… no, no se escribe así, aunque la gente piensa que sí. Es Looney Tunes.

El monóculo del viejo millonario de Monopoly nunca ha existido. .

Mickey no usa tirantes. Pruebas que para algunas personas muestran que alguien nos esta cambiado el pasado, lo cierto es que el extraño fenómeno está sucediendo cada vez con más frecuencia entre los humanos. ¿Qué otros casos de efecto Mandela recuerdas Juan Manuel Robles) Desde hace un tiempo se habla mucho en Internet del efecto Mandela. Si no lo conocen, no se preocupen: no es nada del otro mundo. ¿O sí? Todo empezó como en un sueño (sueño y vigilia, dimensiones paralelas, el fenómeno tiene de eso y más). Un día, la experta temas paranormales Fiona Broome se enteró de la noticia de la muerte de líder sudafricano Nelson Mandela. Le causó pena, como a todos. Pero para ella era distinto. Porque Broome estaba experimentando la muerte del líder sudafricano por segunda vez: por años, pensó que Mandela había muerto en prisión en los ochenta. En una conferencia,

se dio cuenta de que otras personas creían lo mismo. ¿Cómo podía darse tal coincidencia? Ese fue el comienzo de una reacción global, que no ha parado. El efecto Mandela describe aquello que ocurre cuando varias personas coinciden en recordar algo que los registros documentales históricos contradicen. Mandela es un mal ejemplo de efecto Mandela: si bien es cierto que Broom reportó su experiencia, yo no conozco a nadie que haya pensado que Mandela estuviera muerto antes del 2013. Pero qué tal este otro “mandela”: ¿Recuerdan la canción “We are de champions”, de Queen? Por supuesto que la recuerdan. ¿Recuerdan cómo termina? Es posible que estén pensado “of the world”. Si esa es su respuesta, no necesito preguntarlo: apostaría a que están absolutamente seguros de ello. Sin embargo, cuando oímos la grabación original de Queen —aparecida en 1977 y también incluida en los Grandes Éxitos de 1981— nos encontraremos con una sorpresa. Háganlo, si quieren. Les pasará lo que les ocurrió a Julia Roberts y a George Clooney cuando la escucharon en el Carpool Karaoke de James Corden. Ajá: ese “of the world” del final nunca estuvo allí. Bienvenidos al mundo del efecto Mandela. En la red, circulan decenas de ejemplos. Uno de los más llamativos involucra a la escena más famosa de la saga Star Wars. Mucha gente jura recordar, perfectamente, que Darth Vader le dice al joven jedi: “Luke, I am your father” en plena pelea con sablazos láser. Pero nunca dice eso; en realidad,

contesta a la acusación boba del engañado chiquillo, que lo acusa de matar a su viejo. “No, I am your father”, le replica. Este cambio, que algunos les puede parecer mínimo, se ha sumado a la paranoia mandeliana. Se habla también de mapamundis supuestamente alterados. Y hasta se comenta una película llamada Shazaam, sobre un genio que sale de una lámpara, que muchos estadounidenses juran haber visto en los noventa pero que no aparece en ningún archivo: su presunto protagonista, el comediante David Adkins, tuvo que salir a aclarar que la cinta nunca existió. ¿Qué está pasando? ¿Dónde se fueron las memorias de toda una generación? Para Fiona Broome, no hay dudas: si eres víctima del efecto Mandela, debes empezar a preguntarte si estás viviendo en una realidad alterna. El salto cuántico es una posibilidad. Más y más creyentes aparecen por todos lados. Por supuesto, quien está inclinado a creer en el efecto Mandela como un fenómeno paranormal ha perdido la perspectiva: ignora cómo funciona la memoria y lo mucho que hemos descubierto sobre ella en el siglo XX. La psicóloga Elizabeth Loftus demostró hace 40 años que es posible implantar en una mente ajena un recuerdo falso: por ejemplo, un episodio en el que, siendo niño, te perdiste en un supermercado. • Primero: la sensación de que un recuerdo es vívido —el famoso “me acuerdo perfectamente”— nos da confianza en

la veracidad, pero eso no tiene que ver con la exactitud de ese recuerdo. Esto se ve claramente en las “memorias relámpago”, esos recuerdos que nos “graban” instantes colectivos con una nitidez que no parece gastarse. ¿Dónde estabas el 11 de septiembre del 2001? Todos los que tenemos cierta edad podemos dar una respuesta muy certera. Recordamos detalles mínimos de las circunstancias en que recibimos la noticia. Pero resulta que ese recuerdo, que te parece tan fiel, no lo es. Investigadores como Ulric Neisser y Jennifer Talarico han comparado los reportes del día siguiente del evento con los que se hacen tres años después. Los relatos difieren de una manera asombrosa. Quienes al principio recordaron haberse enterado por otra persona, en el nuevo relato están frente a la pantalla, viviendo el shock. Algunos refieren haber estado en restaurantes que en ese momento no existían. O visualizan pantallas en salones de clases donde no había televisores. Solo una cosa no varía: así pasen diez años, la persona cree que está recordando a perfección. La sensación de fidelidad detallada tiene explicación en el carácter emocional del recuerdo: para neurocientíficos como Joseph LeDoux y Antonio Damasio, esto se debe a que este tipo de memorias forman conexiones con la amígala, una región que “fija” los eventos de alta significación emocional (la amígdala, modulador del miedo, interviene en diversas formas de trauma). La riqueza de detalles es ilusoria, una mezcla entre lo más evolucionado de nuestra imaginería cerebral y ese sistema primitivo que nos pone alertas para

recordar en segundos aquello que nos causa horror o placer. Por otro lado, la distorsión de las memorias, que desaparezcan de ella unos elementos y la invadan otros — como si se tratara de una imagen Photoshop—, se basa en un principio que la ciencia ha explicado bien: no solo es que los recuerdos se desfiguren con el tiempo, es que el propio acto de hacer memoria puede transformar un recuerdo. Ponernos a recordar abre una suerte de periodo ventana llamado “reconsolidación”, en el cual se forman nuevas conexiones neuronales. De hecho, los científicos saben que puede aprovecharse este momento —el momento de recordar— para dañar esas conexiones (esta ventana de oportunidad es la que se usa en los experimentos de borrado de memorias en ratones). Las fuentes de la distorsión son muchas, y podemos no ser conscientes de ellas: fotografías, imágenes que circulan. Pero también pueden ser narrativas: historias que le añaden algo al acontecimiento. La psicóloga Elizabeth Loftus demostró hace 40 años que es posible implantar en una mente ajena un recuerdo falso: por ejemplo, un episodio en el que, siendo niño, te perdiste en un supermercado. Para hacerlo, Loftus solo necesitó decir que alguien de la familia del paciente le había contado la historia —y entreverarla con relatos verdaderos—. Experimentos similares han convencido a decenas de personas de que estuvieron alguna vez volando en un globo aerostático con papá y mamá (usando foto trucada). Psicología y neurociencia coinciden: el acto de recordar incorpora, quita, mezcla.

Esa es la razón por la cual, en ciertas webs turísticas donde aparece la Estatua de la Libertad, algunos señores recuerdan haber caminado en la antorcha —lamentando que ya no esté permitido—; y sin embargo, este espacio no está abierto al público desde 1916. Coincidentemente, una de las escenas más famosas del cine, de la película Sabotaje (1942), de Hitchcock, muestra a los protagonistas subidos en la antorcha, forcejeando (el villano cae al vacío). Los “recuerdos” de abducciones extraterrestres aparecidos en terapia en Estados Unidos, en los años ochenta, están relacionados con la exposición a filmes de ciencia ficción. Mezclar recuerdos reales, sus imágenes preservadas, con fotos recientes o secuencias de películas no es de mentes distraídas o frívolas. Es una forma muy humana de recordar. La película Shazaam —que muchos dicen recordar, como prueba del efecto Mandela— nunca existió. Pero sí hubo una que se llamó Kazaam, donde el basquetbolista Shaquille O’Neal personifica a un genio; un año antes, David Adkins —presunto protagonista de Shazaam— había aparecido disfrazado de genio con turbante en un especial televisivo. | Fuente: Youtube Aun con estos elementos, los creyentes de en el efecto Mandela suelen preguntarse: ¿Cómo se explica que mucha gente comparta el mismo recuerdo falso? Enunciado así, suena alucinante. Pero es preciso tomar en cuenta que todos los casos de efecto Mandela constituyen una variación puntual en el acontecimiento. Una palabra de más. Una

recombinación. Mucho antes de las neuroimágenes, los psicólogos concluyeron que la mente completa aquello que la memoria borronea. Incorpora lo que parece probable, esperable, lo que tiene sentido; lo que, narrativamente, encaja. Nuestra memoria hace una edición final de todas las cosas que nos importan. Incluso de los momentos que ya se han editado, como el pasaje de una película. Todos creemos conocer bien escenas clásicas, como aquella de Darth Vader y Luke. Pero al recordarlas, no somos para nada como aquel personaje de Cinema Paradiso que repetía de memoria los diálogos. Nos apropiamos de esos momentos, los aislamos, los preservamos en esencia que luego podremos comunicar a nuestros amigos. Y esa edición “Luke, I am your father” funciona mejor como unidad de sentido que la versión original, que contesta una pregunta. La edición mental, hecha de tanto recordar, y de oír a otros recordándola, es poderosa. Tanto así que incluso el actor que personificó a Vader, James Earl Jones, recuerda claramente haber dicho “Luke”. En el caso de Queen, la línea final desaparecida de We are de champions dejó perplejo a George Clooney. En efecto, ninguna grabación de estudio contiene ese “of the world” al final. Pero sí está a la mitad de la canción, después de primera estrofa y eso genera, tal vez, una expectativa de repetición. Además, si uno ve el concierto en Wembley (véanlo antes de seguir, si quieren), notarán que la línea cierra el tema. Y no se trata de una versión menor. La imagen de Freddy Mercury ante la multitud es parte de

nuestra memoria colectiva, entre otras cosas porque sabemos que en pocos años morirá. Su frase final es un cierre más perfecto. El recuerdo de la versión de estudio se funde con el otro. Es fascinante que al pensar en la grabación —aquel disco del escudo de la reina— podamos “oír” en nuestra mente algo que nunca estuvo. Pero no hay nada de paranormal: es la extraordinaria normalidad de cómo recordamos. Hoy es claro que hay tantas noticias que es difícil incluso saber cuáles son verdaderas y cuáles no. Y con tal cantidad de informaciones dudosas o falsas, aumenta la posibilidad de que nuestra memoria futura contenga recuerdos dudosos o falsos. • Somos máquinas de construir memorias confusas, recuerdos que se adaptan, que buscan la redondez para sobrevivir. Y por primera vez en la historia, estamos viviendo en una época en que es imposible recordar sin tener, al mismo tiempo, un montón de imágenes de interferencia. El efecto Mandela —es decir, que mucha gente esté dispuesta a creerlo— parece ser el primer síntoma de lo que ocurre con personas que han vivido toda su infancia y juventud con demasiada información, fotografías, escenas de películas. La realidad se vuelve traslúcida, dudosa. Si esta es la reacción hoy, habría que imaginar cómo será en unas décadas (en el futuro de quienes hoy son jóvenes). Es ya bastante asombroso que alguien a quien se le presenta el

documento —un disco, un casete, un recorte de periódico— prefiera pensar que su memoria está en lo correcto y más bien que esos materiales están trucados (o que fueron manipulados por el programador de la Matrix). Pero hoy al menos tenemos a la mano esos materiales. En la era digital, los registros se pierden con más facilidad, nada de lo escrito va a ninguna parte, las canciones y las imágenes no son más que fugaces golpes de bits en un río continuo. El efecto Mandela no demuestra una conspiración en marcha. Pero sí muestra que esa conspiración es más o menos realizable. Hace varios años, Nicholas Carr advirtió que la sobrecarga de información impedía las condiciones de atención necesarias para que nuestro cerebro formara memorias sólidas. Hoy es claro que hay tantas noticias que es difícil incluso saber cuáles son verdaderas y cuáles no. Y con tal cantidad de informaciones dudosas o falsas, aumenta la posibilidad de que nuestra memoria futura contenga recuerdos dudosos o falsos. Los relatos que nos bombardean se quedan, intervienen en la ventana de consolidación, no importa la valoración crítica que hagamos después. No es descabellado pensar que nuestra vejez estará llena de versiones contradictorias, líneas divergentes en la historia, universos paralelos. Lo cual es perfecto para quien pretenda sembrar relatos, insertar recuerdos colectivos. No será necesaria tecnología sofisticada. Recientemente, la psicóloga canadiense Julia Shaw resumió una serie de avances en la manipulación de los recuerdos en el concepto de “hackeo” de memorias. En

una época en el que miles de consumidores de contenido pueden dudar de la realidad solo por lo que dice una experta en fantasmas y temas paranormales, no falta mucho para que gobernantes y corporaciones puedan emprender el hackeo de los recuerdos colectivos. Convencernos de que en el pasado existió algo que en realidad no existió tiene ventajas: venderte chucherías como si fueran parte de tu historia personal, por ejemplo; crear circuitos paralelos de nostalgia, descubrir cosas que supuestamente “olvidaste” y ofrecértelas. Cuando la funcionaria de Donald Trump habla de “hechos alternativos” (alternative facts) en público, hay una cuota de cinismo. Pero también hay una lectura de los tiempos que corren. El que se descuide, acabará con los recuerdos cambiados. Y no tendrá cómo saberlo Efecto Mandela, Líneas de Tiempo Paralelas, Dimensiones Alteradas El efecto Nelson Mandela consiste del miembro En un gran Número de Individuos Que Tienen Un recuerdo muy Vivido de Algo que, de Acuerdo a todos los registros existentes, no ha ocurrido. Este término acuñado por Fiona FUE Broome y otra persona de la estafa del dragón , En Donde se encontraban Con Un Grupo de las Personas Que Todas recordaban la trágica muerte de Nelson Mandela En Una cárcel en Sudáfrica. Ahí FUE CUANDO Comenzo el debate. Sabemos Que Nelson Mandela sin Murió

En Una Cárcel, Sino Salio Que de ella y se convirtio en presidente de Sudáfrica y Murió en el año 2013, los AEE Pero claramente las Personas recordaban claramente Que El habia muerto En Una Prisión. Aparentemente se refieren a las teorías de Que Hay Diferentes líneas de tiempo o Líneas de Tiempo en La que ocurren Hechos los antes o DESPUÉS Lo Que Provoca Que Un Número de personas Tengan memorias Diferentes, por Ejemplo, la muerte de Mandela, el retrato de Enrique VIII con Una pierna de pavo o El caso del “hombre del tanque” de la plaza de Tiananmen Que mucha gente Recuerda haberlo visto por televisión en las noticias, de Como El tanque pasaba Sobre el Hombre y dejaba la ONU charco de sangre, Pero al Revisar los vídeos se nota Que El en Realidad hombre se monta Encima de tanque. Como AES personajes recuerdan eso, los muchas heno Personas Que recuerdan: hechos o Situaciones y afirman Que Han Pasado de otra forma. Muchos Dicen Que Es Colectivo de error de la ONU, en la vereda Los Medios de la conspiración Dicen que ESTO SUCEDE Porque heno Distintos universos Que se entrelazan y miembro En un universo Las cosas hijo

Ligeramente Distintas Y Por eso recordamos Cosas Distintas una cola hijo Mín En Esta Realidad. OMOD: Navegando por la Web encontramos Que this Concepto Hace Referencia una cola pecado Darnos Cuenta HEMOS colisionado con Una dimensión alterna, La Cual Es una La Nuestra Que en solitario similares hay en Todos los Aspectos, this teoría coinciden con La Opinión de Muchos Expertos en la La materia con existence de Una Matriz, la ONU universo o mundo paralelo al nuestro de, AUNQUE con la con la variante de Que Ahora Existe la posibilidad f de la Alteración de la Realidad de la Realidad Mediante ALGÚN Método artificial. Hoy en día this this teoría descrita En Una Página Web: mandelaeffect.com En Donde nos Explica un detalle con EJEMPLOS detallados El efecto Causado of this controvertida teoría.A partir de Estós Conceptos MUCHAS Personas En El Mundo de han Confirmado la veracidad de algunos adj Sucesos Que Han Sido Modificados en las lineas del tiempo e incluyente de los EJEMPLOS Más impactantes hijo Los Cambios Físicos en la biblia, los Cuales se pueden corroborar Hoy en día.

El “efecto Mandela” haberse Llamado podria busque “efecto Berenstain”, Ya Que La De Los Osos Berenstain ES UNO de Estós “Errores ES Matrix” QUE HA conseguido Que Un alcalde Número de personas se lleve las manos a la cabeza, miren un Do Alrededor estupefactas y pregunten: “Un momento, ¿Que esta Pasando here?”. Resumiendo la teoría Es Que De alguna manera dos Tipos de Dimensiones Distintas Totalmente de han colisionado produciendo recuerdos de Hechos Que No se sucedieron Al menos no lo hicieron En Esta Realidad. Hablando científicamente estariamos Mezclando salto de la ONU en El tiempo en dos planos EXISTEN DOS Diferentes El pasado y el real Que se mezclan. Muchos conspiradores del Mundo atribuyen this to ALGÚN tipo de Manipulación mundial por parte de la élite para crear de incertidumbre en La Población y Claro Modificar un su Conveniencia ALGUNAS Cosas del Pasado. Se habla de Que El medio utilizado podria el CERN / LHC, el Cual ha Sido Mezclado en Infinidad de teorías de conspiración de las Cuales ya HEMOS Hablado En Este Blog in Anteriores post. Se Dice Que El CERN pretende abrir portales interdimensionales.

¿O Tal Vez ya los abrió pecado Darnos Cuenta? A Continuación les dejamos conjunto de las Naciones Unidas De Videos que recopilamos de LA web, Donde sí exponen a los DETALLE PUNTOS anteriormente mencionados VIDEOS:http://selenitaconsciente.com/?p=251340 Este martes se cumplen cuatro años de la muerte de Nelson Mandela. El fallecimiento se debió a una infección respiratoria a los 95 años de edad, después de 23 años de libertad, desde que saliera de prisión,en 1990. Sin embargo, si se preguntara a una muestra amplia de población por el lugar de la muerte de Nelson Mandela, gran parte podría contestar que el fallecimiento tuvo lugar cuando aún estaba en prisión. La causa de esta confusión son los llamados falsos recuerdos, un curioso fenómeno que conduce a que el cerebro cree recuerdos muy vívidos de situaciones que nunca existieron. No se considera trastorno mental en ningún manual ni tampoco supone nada de lo que preocuparse, por lo que nadie debe preocuparse si cree que Mandela murió en la cárcel. Ni si piensa que siguió el golpe de estado del 23 de febrero en televisión. Porque no, no lo hizo. Aunque este término se hizo más famoso después de que la bloguera Fiona Broome le diera el nombre de Efecto Mandela, se trata de un concepto mucho más



antiguo, acuñado por la psicóloga y matemática Elizabeth Loftus. Edurne Pujol La actriz aparecido en a el la evento la Lydia ¿Qué lehaha pasado caradede Fundación Real Madrid para celebrar Bosch?: del la actriz estrena rostrosu su

aniversario. Ha posado en el photocall de la gala

recomendado por Loftus ejerce como profesora en la Universidad de California en los departamentos de Psicología y Comportamiento Social y Criminología, Derecho y Sociedad. Precisamente en este último departamento ha sido en el que ha desarrollado su labor en el campo del estudio de los falsos recuerdos, pues éstos le han servido para testificar en juicios alegando que las declaraciones de los testigos no siempre son del todo correctas y que a veces, especialmente en situaciones de estrés, el cerebro puede generar recuerdos falsos. Como se cuenta en este artículo publicado en Nature en 2013, este campo de estudio le ha valido un gran reconocimiento entre algunos de sus colegas, pero también un fuerte rechazo, no sólo en el área de la ciencia, sino también por parte de las personas que se han visto perjudicadas por sus testimonios. Pero el síndrome de los falsos recuerdos es mucho más que un alegato judicial. También es un curioso efecto al que, unos más y otros menos, pero casi todos los seres humanos nos hemos visto expuestos alguna vez. benéfica donde se le ha visto un gran cambio en el rostro. JALEOS ha hablado con una experta sobre las operaciones quirúrgicas de la intérprete.

Por ejemplo, si tienen un hermano a recordarle aquel momento cuando eran pequeños en el que su oso de peluche se rompió y tuvo que cosérselo la abuela. Quizás en el momento no lo recuerde, pero si escucha la historia muchas veces podría haber un momento en el que su cerebro cree un recuerdo falso con todo lujo de detalles. Éste sería sólo un ejemplo, pero también hay otros muchos casos mediáticos de lo más curiosos. Espejito espejito…. Si le preguntamos a alguien qué le decía la malvada madrastra de Blancanieves al espejo en busca de la aceptación de su belleza, muchos contestarían con la frase "espejito espejito, dime quién es la más bella del reino". Sin embargo, en realidad Maléfica nunca utilizó las palabras "espejito espejito", en el clásico de Disney, sino que le llamó directamente "espejo mágico". Luke, yo soy tu padre Siguiendo con las frases de cine, no podía faltar la famosa frase de Darth Vader, entonada en español por el gran Constantino Romero: "¡Luke, yo soy tu padre!". Sin embargo, ni Constantino ni James Earl Jones, encargado de la voz en inglés, pronunciaron el nombre del confuso Luke, por lo que la frase real fue un simple "yo soy tu padre".

Incluso algunos de los fanes más acérrimos de la serie recuerdan con exactitud la frase. De nuevo se trata de un engaño de su cerebro. El 23 F no se retransmitió en televisión Para quienes lo vivieron, el 23 F fue uno de los momentos más terroríficos de la historia de la democracia española. La democracia todavía en pañales pendía de un hilo durante el tiempo que los asaltantes permanecieron en el congreso de los diputados y la población española seguía la historia con miedo. Desde la radio. Lógicamente, la televisión se hizo eco de la noticia horas después, pero las retransmisiones en directo fueron a través de la radio. Sin embargo, el estado de confusión que afectaba a la población favoreció la generación de falsos recuerdos hasta hoy, cuando algunos recuerdan con claridad haber seguido la historia en televisión. Ser o no ser, esa es la cuestión… pero sin calavera Después de la famosa escena del balcón de Romeo y Julieta, una de las escenas más famosas de las obras de teatro escritas por William Shakespeare sería ese "ser o no ser", en el que Hamlet declama con una calavera en la mano. Pero en realidad Shakespeare en ningún momento describió esa imagen que nos viene a todos en la mente. En realidad durante la frase Hamlet no lleva

nada en la mano, mientras que la calavera aparece después, en la primera escena del quinto acto, cuando el príncipe recién llegado del destierro encuentra en el cementerio los restos del que fue uno de sus grandes amigos de la infancia. En este caso, representaciones modernas, cuadros y todo tipo de imágenes han favorecido la difusión del falso recuerdo, ya que directamente han comenzado a plasmar la escena con el cráneo, aunque originalmente no estuviera. La cola de Pikachu Al pensar en la imagen de este famoso Pokemon amarillo es muy típico pensar en él con una raya oscura atravesando su cola. Sin embargo, basta con buscarlo en internet para comprobar que sólo se oscurece la base. El caballero sin monóculo Algo similar a lo de Pikachu ocurre con el personaje protagonista del Monopoly. Una de las primeras imágenes que aparecen en la mente de quién lo piensa es la de un caballero con monóculo, pero en realidad la imagen inicial no lleva este complemento. Ricky Martin y la mermelada Uno de los casos más mediáticos del efecto Mandela es el de un supuesto programa de Sorpresa Sorpresa en el que Ricky Martin salía de un armario para sorprender a una fan y se la encontraba desnuda, jugando con su perro y un tarro de mermelada.

Dicha escena nunca ocurrió, pero aún hay personas que aseguran haberla visto. Tanto se difundió el rumor que la imagen comenzó a dibujarse en las mentes del público, a pesar de no haber existido jamás. Todos estos casos son ejemplos de cómo un simple bulo puede desplazar a la realidad, dando lugar a falsos recuerdos que en la mayoría de casos son anecdóticos y curiosos, pero que en otras ocasiones podrían ser muy dañinos. Por eso, es de vital importancia que la información que circula en las redes sociales y, en general, en internet, sea lo más veraz posible, para evitar que la ficción supere a la realidad y que creamos la mentira como si fuera verdad. egún cuenta Fiona Broome en su blog, hace unos años se llevó una sorpresa cuando se enteró de que Mandela seguía vivo. Ella recordaba claramente noticias de su funeral, su viuda llorándole, disturbios en las ciudades… Pensó que debía haberlo entendido mal y lo dejó pasar. Pero en una conversación con un responsable de seguridad de la convención Dragon*Con, éste le dijo que había muchas personas que creían que Mandela murió en la cárcel en la década de los 80. Fue entonces cuando esto captó su curiosidad, y empezó a recopilar otros fenómenos similares.

Por ejemplo. ¿Cuantas personas viajaban en el coche en el que Kennedy fue asesinado? ¿Has dicho 4? Mucha gente lo piensa así. Ahora mira el vídeo.

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Eran 6. ¿Sorprendido? ¿Cómo se llama realmente la cadena de restaurantes de comida rápida? ¿McDonald’s,o MacDonalds? ¿Dudas?

No, en realidad la cadena se llama McDonald’s. O esta otra. ¿Cómo se llamaban esos entrañables dibujos animados? ¿Looney Tunes, o Looney Toons? ¿Dudas también?

La forma de escribirlo correctamente es Looney Tunes. Hay otros casos, aunque quizá algunos no resulten muy familiares fuera de los Estados Unidos, como por ejemplo el número de estados de la Unión. Muchos americanos están convencidos de que son 52, aunque en realidad son sólo

50. O también la manera correcta de escribir el nombre de una serie de dibujos animados famosa allí: muchos creen que se escribe “The Berestein Bears” cuando en realidad se escribe Berestain, con “a”.

Todas estas anécdotas tienen una explicación sencilla si asumimos que la memoria del ser humano es algo imperfecto. Es más, la percepción que origina un recuerdo, es más imperfecta aun. Cualquiera puede estar absolutamente convencido de un dato, e incluso apostarse una cerveza con alguien que nos porfía,… y perder. Es muy fácil asociar Berestain con Frankestein. Es más, puede que incluso al leerlo rápido hayamos percibido la terminación “tein” en vez de “tain”. La mente también es capaz de relacionar recuerdos e ideas distintas en recuerdos similares. Por ejemplo, podemos recurrir al truco que consiste en decir en voz alta el número 5 repetidas veces. Si inmediatamente después alguien te pide que digas el nombre de una fruta, es muy probable que digas “pera”. ¿Por qué? Porque de alguna manera relacionamos pera con el número 5 en nuestra cabeza.

Algo así puede pasar con el número de estados de Estados Unidos. Es posible que se asocie con el número de cartas de la baraja inglesa (sin los comodines). Tampoco es para dejar a un lado el bajo nivel cultural medio de los estadounidenses. El error al escribir Tunes, es algo que no debería de llamarnos la atención. Los dibujos animados de la Warner están llenos de vocablos con doble “o”. Cartoon, Scooby Doo, … por lo que Looney Toons no pasa de ser más que un error ortográfico. La cadena de comida rápida ha sido siempre McDonald’s, aunque desde Steve Jobs nos resulta también familiar escrito como “Mac”. El número de pasajeros normal de un coche son 4, y la escena que hemos visto tantas veces en la televisión se centra en los 3 que están más a la izquierda: el propio John, Jaqueline Kennedy, el gobernador Connally, que se sentaba delante del presidente. Es por eso que los dos pasajeros de la fila delantera pasan inadvertidos. Durante los años en los que Mandela estuvo encarcelado, no trascendían muchas noticias sobre él. Yo recuerdo que la prensa decía en aquellos días que al gobierno de Sudáfrica no le interesaba que muriese en prisión, porque si se convertía en un mártir, las revueltas anti-apartheid habrían sido incontenibles. Los que equivocadamente puedan creer

que Mandela murió en prisión, es porque no siguieron las noticias. ¿Y qué explicación le dan los para-anormales a este efecto Mandela? Varias, y a cuál más divertida. Una de la explicaciones es que vivimos en una matrix, y que de vez en cuando cambian la programación lo que produce que algunos recuerden una cosa y otros recuerden otra. Otra postula que se debe a cambios producidos por viajeros en el tiempo. Al igual que en la película Regreso al Futuro, cuando alguien viaja al pasado su acción produce cambios en la secuencia temporal. Otra, ya versión de luxe, es que existen múltiples universos paralelos, en los que un pequeño cambio produce que uno coincida con otro. En este solape, los recuerdos de un universo y otro coexisten. En fin. Un ejemplo más de tratar de buscar explicaciones complejas a algo sencillo. LA MENTIRA ESTA AHI AFUERA,VIDEO:http://www.lamentiraestaahifuera.com/2016/10/02/el-efecto-mandela/ Una noche, hace no mucho, me encontraba jugando Monopoly con mis primos, era una de esas típicas noches en las que se llevaba a cabo una lucha entre titanes. En una de esas, mi primo (licenciado en manipulación) me hizo una propuesta que mi ego no pudo rechazar: si quería conseguir la única propiedad que me

faltaba para comenzar a “construir mis casas”, debía contestar una simple pregunta con los ojos cerrados: ¿El muñeco del juego de Monopoly lleva monóculo? “Sí”, contesté. Me parecía una pregunta estúpida porque obviamente sí, lo tiene, mi primo estalló en risas. Cuando abrí mis ojos, vi el centro del tablero y mi derrota fue inminente. El bendito muñeco no lleva monóculo. Mi respuesta me costó mi dignidad y mi inmunidad al bullying por el resto del juego. Toda mi vida había creído que Mr. Monopoly llevaba monóculo, así que acudí a mi buen amigo Google para encontrar respuestas. Apareció un término que me llamó mucho la atención y explica la razón de mi fracaso. Perdí mi oportunidad de ganar por haber sido víctima del Efecto Mandela. WTF is dat? Dicho término nació en el 2005, cuando una blogger e investigadora de fenómenos paranormales, Fiona Boomer, estaba conversando con un grupo de personas y surgió el tema del renombrado político Nelson Mandela. A Boomer le sorprendió mucho escuchar a estas personas hablar de él como si estuviese vivo, porque ella juraba que había

muerto en prisión años atrás. Este hecho habría pasado desapercibido si otras personas no hubiesen expresado exactamente lo mismo, pensaban que Mandela había muerto y, no sólo eso, sino que creyeron haber visto las noticias en la televisión, e incluso, haber sido testigos de su funeral. Pero, ¿cómo es eso posible? El Efecto Mandela es un fenómeno social producto de una concepción errónea acerca de un hecho o tema. En castellano: tu memoria se ha burlado de ti. A partir de entonces, en internet y en las redes sociales se comparten diversas teorías sobre este extraño tópico que, al parecer, ha sido bastante frecuente en varios eventos de importancia mundial y de la cultura pop. Ajá, ¿cuáles otros?

• Recuerdas al famoso presidente John F. Kennedy, ¿correcto? Una de las cosas más memorables de Jack fue su lamentable muerte. Recibió varios disparos a distancia en un auto en Dallas, Texas. Pero, ¿recuerdas cuántas personas había en ese carro? Probablemente digas que eran 4...Wrong! Porque eran 6

personas que estaban con el presidente cuando fue víctima del impacto de balas. • En la famosa escena de Risky Business en la que Tom Cruise baila solo en su casa “Old Time Rock’n Roll”, ¿lleva lentes de sol? Pues, querido amigo, no los lleva. En todas las recreaciones de esta escena siempre verás que usan lentes cuando en realidad es mentira. Chan chan chaaaaan • ¿Ser o no ser? ¿Calavera en mano o no?... Nop, tampoco es correcto. Hamlet en ningún momento tuvo una calavera en sus manos al momento de pronunciar esta épica línea. Esa es la cuestión. • Esta sí debo admitir que me sorprendió. Siempre que te imaginas al robot fastidioso de Star Wars, C-3PO, apuesto a que tienes una imagen completamente dorada de él, cuando en realidad tiene la mitad de una pierna plateada. ¿Lo habías notado? I don’t think so... • Y ya que entramos en el tema de Star Wars, la escena más recordada de toda la franquicia es en la que Darth Vader le confiesa a Luke Skywalker que es su padre. Pero, ¿dice ”Luke, I am your father”? ¿Estás seguro? ¿Seguro segurísimo? Wroooooong! (Estoy empezando a disfrutar esto). Dice “No, I am your father”.

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Y existen muchísimos más. ¿Engaño de la mente o conspiración masiva? Hay muchísimas y variadas teorías que respaldan este fenómeno social, van desde la atribución a un error de difusión, como el juego del telefonito en el que se distorsiona un contenido o mensaje, hasta unas razones un poco más disparatadas. Resulta que es posible que nuestra mente sea una red de mundos paralelos, algo así como la matrix, y que el Efecto Mandela sea el producto del salto entre estos mundo alternativos. Otros creen que se trata de una conspiración de la CIA y que son culpables de modificar los registros de varios hechos y así hacernos creer que pasaron de una forma cuando en realidad pasaron de otra (como colocar más personas en el auto de John F. Kennedy). O tal vez es el trabajo de la Organización Europea para la

Investigación Nuclear (mejor conocida como CERN), a quienes se les acusa de alterar las líneas de nuestra realidad e insertarnos en un universo paralelo. Aún no se tiene la certeza de por qué ocurren estos lapsos mentales colectivos, sólo sé que ahora mi primo se cree el rey del Monopoly por culpa de este Efecto Mandela y de este tonto dibujo: ETIQUETAS ENGAÑOEFECTO MANDELADESCUBRIRKMZAKOMIENZAMEMORIA COLECTIVA

Curiosamente, trabajando en las dos próximas entradas esta semana, encontré un vídeo de Jordi Wild, "El Rincón de Giorgio", que hablaba sobre "el efecto Mandela". En realidad creía que era el típico vídeo chorra de Youtubers haciendo un gag cómico o burlándose quizás de toda una institución como fue el gran Nelson Mandela. Tras ver el vídeo, me picó la curiosidad sobre dicho efecto y vi en él un tema que se adapta mucho a la temática de mi blog. Antes de nada, avisaros que el "Efecto Mandela" es real y que todos en mayor o menor medida, hemos

sido afectados por él, por eso he creado un juego de "Playbuzz" que recomiendo hagáis en el momento que os topéis con él y después, si queréis, que seguro querréis, seguir leyendo la entrada, donde voy comentando ciertas explicaciones del porqué el cerebro nos ha jugado esa mala pasada en cada respuesta.

Fiona Broome, gracias por tanto... El origen del nombre "Efecto Mandela" surge en el año 2010 gracias a la bloguera Fiona Broome en la convención "Dragon Con". Mientras realizaba su conferencia, explicó que la mente a veces nos juega malas pasadas y que ella pensaba que Nelson Mandela había muerto en la cárcel en 1987, cuando en realidad años después salió de la misma y en ese momento se encontraba vivo (murió el 5 de diciembre del 2013 a la edad de 95 años, 23 años después de salir de prisión). Cuál fue su sorpresa cuando se dio cuenta que no era la única que "había matado" de esa forma y en esas

fechas a Nelson Mandela... ¡Miles de personas pensaban igual!. A partir de este hecho se empezaron a englobar casos parecidos y decidieron bautizar a este tipo de sucesos como "Efecto Mandela". Nadie sabe porque muchísimas personas creen a ciencia cierta dichos sucesos o porque imágenes o sonidos que habrás visto, oído o leído cientos de veces, no son como tu creías y que muchísima gente piensa igual que tú. De hecho hay casos similares de muertes que no fueron en las fechas que se creían, a Fidel Castro lo mataron a principios de los 90, en el 2014, y en el 2015, muriendo finalmente a la cuarta el 25 de noviembre pasado, parece que no lo remataban bien... O a Muhammad Ali, que durante muchos años convivió con el parkinson, aislado de eventos, muchos le daban por muerto antes del 3 de julio pasado. Otro caso, por desgracia a la inversa, es el de Patrick Swayze que murió en el 2009 al no poder superar un cáncer y muchos creen que aún sigue entre nosotros ya que se recuperó de su enfermedad... No hay modo de explicar porque esto ocurre, existen multitud de opiniones, desde los psicólogos que hablan de ciertos agujeros de memoria que el propio cerebro se encarga de rellenar de una forma lógica

pero no real, hasta los más atrevidos que hablan de superposiciones de realidades alternativas. Es decir, que el universo está lleno de realidades alternativas y de vez en cuando chocan creando un suceso que cierta gente experimenta y otra no. El caso es que en ciertos momentos, pensamos que tenemos la razón, que eso lo hemos vivido y que la realidad está trucada o nos están mintiendo, además no somos los únicos porque si miles de personas piensan igual, por algo será... Ahora os pido que perdáis unos minutos en el juego, es simplemente un test con varias opciones, dejaos llevar y marcar lo que verdaderamente pensáis, sin ningún ánimo conspiratorio, solo vosotros sabréis lo que os ha afectado el "Efecto Mandela"