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Etica y Deontologia (Módulo 1) SOCRATES (RODOLFO MONDOLFO)- 1972 Sócrates nació en Atenas (470-469 a.c) y murió con 70 años. Hijo de una familia con recursos modestos pero que le permitieron adquirir la cultura tradicional de los jóvenes atenienses de buena familia, y se dedicó enteramente a la desinteresada misión de maestro. Sócrates reprochaba a los naturalistas la falta de una explicación finalista (la negación de una providencia divina). Nadie era más sabio que Sócrates ya que reconocía su propia ignorancia. Iba a los gimnasios, calles, a cualquier parte, y sin distinguir ni clase, oficio, salud, edad, etc…. (Según Platón una intuición instintiva) preguntaba quien estaba dispuesto a aprovechar su conversación y quien no, y así se guiaba en la selección de los discípulos. Era opositor a toda acción injusta o ilegal. Sócrates no escribió casi nada, sólo unos versos en sus últimos días en la cárcel. En el año 399 a.c tres ciudadanos lo denuncian de corromper a la juventud, de negar a los dioses patrios y de introducir nuevos seres demónicos y piden la pena de muerte (muere con veneno). El tribunal había intuido que la acción de Sócrates hacia peligrar los fundamentos tradicionales, políticos y religiosos por su crítica racionalista. Según algunos críticos modernos, enseñaba a los jóvenes a despreocuparse de la vida publica y de los problemas de la ciudad para preocuparse solo por su propia vida interior y el estado consideraba la participación en las asambleas y magistraturas un deber de los ciudadanos, pero Sócrates estaba muy lejos de querer socavar (debilitar) las creencias religiosas tradicionales. Además acostumbraba cumplir las formas del culto, rezaba su oración matutina al sol, ofrecía sacrificios a los dioses, etc. Durante los 30 días de espera en la cárcel y con cadenas en los pies, continuó conversando filosóficamente con sus discípulos y amigos, y trata de convencer a los discípulos que para los buenos, la muerte es el comienzo de otra vida mejor. La serenidad con que enfrenta a la muerte se explica por su espíritu religioso. El espíritu democrático de Sócrates se manifestaba también en la valoración del trabajo. “El trabajo no es vergüenza, el ocio sí”. Decía que para los hombres y las mujeres libres no era ninguna deshonra ejercer un oficio manual. El trabajo era una actividad educadora que crea conocimientos e implica la conciencia de lo que se hace y de porque se hace. Es profundamente democrático. La enseñanza es mediante el diálogo, en donde el maestro pregunta más que contestar, provoca la reflexión y su respuesta obligándolo a buscar para descubrir, es un despertador de conciencias e inteligencias, no es un proveedor de conocimientos. Su pensamiento se conoce por medio de testimonios ajenos y los mismos discípulos reproducen su pensamiento según su manera particular de entenderlo, y esas maneras son muy diferentes. Platón expresa por boca de Sócrates en todos sus diálogos. Sócrates razonaba siempre sobre cosas humanas, buscando: -que es la piedad y la impiedad -que es lo bello y lo feo -que es lo justo y lo injusto

-que es la sabiduría y la locura -que es el valor y la cobardía -que es el estado y que es el hombre de estado. Discutía sólo sobre las cosas morales y no se interesaba en la naturaleza, y en las cosas morales buscaba lo universal, fue el primero que tomó como objeto de su pensamiento las definiciones. 2 cosas pueden atribuirse a Sócrates: 1) Los razonamientos inductivos 2) Las definiciones de lo universal La virtud es ciencia y la ciencia es virtud. Creía que las virtudes se identificaban con la razón, considerando que todas eran ciencias… y hasta llegaba a afirmar, recurriendo a la razón, que donde hay ciencia no puede faltar el dominio de sí mismo, pues nadie que tenga inteligencia obra en contra de lo mejor o si lo hace, es por la ignorancia. Ciencia significa dominio de sí mismo. El error y la culpa pueden considerarse una carencia de ciencia o sabiduría, también una ignorancia. Piensa que nadie peca voluntariamente. La culpa está en la ignorancia ya que implica una mala orientación espiritual. Nadie que sepa o crea que hay cosas mejores que las que hace y que están a su alcance, cuando conoce la posibilidad de otras mejores sigue haciendo las que hace. Sabiduría es vencerse a si mismo, e ignorancia es ser vencido por si mismo. Se procura la purificación y el perfeccionamiento del alma. La mejor tarea para el hombre es vivir bien. La sabiduría determina la buena suerte de los hombres, al poseer sabiduría nadie puede equivocarse sino que necesariamente hace bien y tiene buen éxito, sino no seria sabiduría. Cuando hay sabiduría, el que la posee no necesita de la suerte. La sabiduría y la ciencia, con las que se identifica la virtud, producen, como efectos paralelos, tanto la buena suerte como la buena conducta. La suerte y la acción son cosas opuestas: -Suerte es hallar una cosa útil sin buscarla -Llamó vivir bien a alcanzar su fin por medio del estudio y del ejercicio “Tú pones tu felicidad en las delicias y en el lujo, yo pienso que no tener necesidad es cosa divina, y el tener las menores posibles lo que más se acerca a lo divino”. Lo divino es lo óptimo y lo que más se acerca a lo divino, más se acerca a lo óptimo. Toda su actividad de maestro y refutador de errores se presenta como una misión sagrada de purificación y salvación de los espíritus, verdadera misión de descenso al infierno, para liberar a las almas. No hay que cometer injusticias, ni siquiera quien recibió injusticias. La expansión de la influencia de Sócrates empieza durante su vida pero se intensifica después de su muerte. Toda la filosofía griega posterior está dominada por él. LA MAYEUTICA (arte de dar a luz) El método de Sócrates se basa en el diálogo, en la conversación, en la dialéctica.

La mayéutica es un método o una técnica que consiste en realizar preguntas a una persona hasta que descubra conceptos que estaban latentes u ocultos en su mente. La verdad se encuentra oculta en la mente de cada persona. A través de la dialéctica, el propio individuo va desarrollando nuevos conceptos a partir de sus respuestas.

Su método constaba de 2 fases: La ironía y la mayéutica. La finalidad era la de encontrar una definición universal. Solo reconociendo nuestra ignorancia podemos buscar la verdad. “solo se que no se nada”. El maestro no inculca al alumno el conocimiento, rechaza que su mente sea un cajón vacío en el que se puedan introducir las distintas verdades. Para Sócrates es el discípulo quien extrae de sí mismo el conocimiento. Este método es muy distinto al de los sofistas: los sofistas daban discursos y a partir de ellos esperaban que los discípulos aprendiesen. Sócrates, mediante el diálogo y un trato más individualizado con el discípulo, le ayudaba a alcanzar por sí mismo el saber. En vez de la práctica habitual donde el discípulo pregunta y el responde, Sócrates era el que preguntaba. Comenzaba con preguntas sencillas hasta que el discípulo se veía obligado a reconocer su propia ignorancia. Sócrates y los sofistas tenían un método de enseñanza basado en el diálogo y en la dialéctica. Centraban su interés en temas relacionados con el ser humano (la virtud, la verdad, la inmortalidad del alma, etc) y no en la filosofía de la naturaleza (filósofos presocráticos).