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Enciclopedia de Dinosaurios y animales prehistóricos. Dixon, Dougal, Cox,Barry.

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The discovery of fossils of this species in Montana and Wyoming in the 1960's helped change our picture of dinosaurs from one of sluggish, slowmoving reptiles to the modern view of agile, probably warm-blooded creatures resembling birds.

Fossils of the 200 pound Deinonychus are often associated with much larger planteating dinosaurs, suggesting that they hunted in packs, using the huge claws on their second toes to slash their prey. Deinonychus had large eyes and a relatively large brain for its size, and was probably quite intelligent. Its tail was reinforced by stiff, bony rods that could have helped it keep its balance while running quickly over rough ground. Fossils of Deinonychus have been found in south central Montana. Present-day Montana is a semi-desert of eroded badlands, but when Deinonychus roamed the land 100 million years ago it was a subtropical lowland. Deinonychus shared this world with a variety of other animals, like small mammals, insects, pterosaurs, and other dinosaurs. Ponds and rivers were full of fish, crocodiles, turtles, mussels, and snails.

tree ferns

can be seen in the background of this painting. The tallest trees were conifers, Examples of similar to modern pines and firs. There were also cycads, horsetails, and tree ferns.

leafy plants

are examples of early angiosperms, or flowering plants. Today angiosperms are the The most successful land plants. In the time when Deinonychus lived, flowering plants were spreading throughout the world.

Este periodo geológico se extiende entre los 144 Ma. hasta los 65 Ma., correspondiendo al final de la Era Mesozoica. Durante el periodo Cretácico inff hacen su aparición los Mamíferos Placentados (Eutheria) y en su límite superior, lo hacen los Primates, también cabe destacar que durante este periodo, justo en su límite superior, desaparecen los Dinosaurios. El registro fósil patológico por lo que respecta a Invertebrados queda nuevamente centrada en las acciones predatorias que algunos reptiles marinos, como los Mosasaurios, dejaron en el exoesqueleto de algunos Ammonites as¡ como también en

diversos Braquiostomas (Placentyceras). Siguiendo con los Reptiles Marinos, encontramos en este periodo una amplia gama de lesiones especialmente en el grupo de Mosasaurios, con una gran variedad etiológica: abcesos mandibulares, osteomielitis en huesos diafisarios (como en el caso de un radio), frecuentes y a su vez interesantes ejemplos de necrosis avasculares vertebrales caracterizadas por una banda transversal media radiolucente (características que también han podido ser demostradas en la cabeza del humero y del fémur) en la totalidad de los ejemplares de estos diferentes géneros de mosasaurios: Platecarpus (probablemente el más abisal de ésta familia), Tylosaurus, Mosasaurus, Plioplatecarpus, Prognathodon y Hainosaurus, por el contrario no se encuentra en ningún miembro de los géneros Clydastes, Ectenosarus y Halisaurus. As¡ mismo y sin dejar esta familia de reptiles marinos, en algún ejemplar es posible observar lesiones tumorales benignas como el caso de un ostoma vertebral. Existe un caso muy interesante, por lo que respecta a su confirmación diagnóstica, que es el caso de Platecarpus, en los cuales encontramos una fusión talo-calcánea, 3 fracturas costales (2 de ellas con el desarrollo posterior de una pseudoartrosis), fusión de 7 vértebras en un ejemplar de Clydastes asociado a un proceso infeccioso caracterizado por la presencia de calcolitos en su interior y la preservación en el interior de la lesión de un diente de tiburón atribuido a Squalicorax. También procesos degenerativos en el esqueleto apendicular como son la osteroartritis en tibia, fibula y tarso proximal en una mismo ejemplar. Hemos de remarcar que todas las lesiones anteriores corresponden a individuos diferentes, excepto las que se menciona lo contrario. Las tortugas marinas también muestran patologías en este periodo pues, aparte de las lesiones cicatrizadas que muestran algunos ejemplares en el caparazón como es el caso de Plesiobaena y causadas, probablemente, por el ataque un Mosasaurio, también de especial interés por su mecanismo de acción, encontramos necrosis avasculares en la base del húmero en la totalidad de ejemplares estudiados de Desmatochelys, Portochelys y Protostega; mientras que en estos mismos géneros la N.A.V. disminuye de frecuencia a lo largo del Eoceno desapareciendo totalmente durante el Oligoceno (siendo un claro ejemplo de adaptación del hueso a los fenómenos de descompresión derivados de su hábitat marino). La patología que muestran los Dinosaurios es todavía más amplia, predominando principalmente en los Ornithischia, entre ellos destacaremos 1/patología oral: en un abceso dental de Lambeosaurus (Hadrosaurio), o la exostosis mandibular que muestra un Triceratops; 2/patología traumática: en los casos de fractura en algunas apófisis espinosas caudales de un Hadrosaurio indet. probablemente debidas al uso de la cola como arma atacante o defensiva en batallas rituales o verdaderas, fracturas sugestivas de haber sufrido un proceso infeccioso secundario en los huesos del carpo de otro ejemplar de Hadrosaurio, y la fractura de estrés que muestra un ejemplar de Ceratopsian indet.; 3/patología degenerativa: en el caso de una clara artrosis bilateral del tarso en Iguanodon, o los casos de D.I.S.H. en un ejemplar juvenil de Pinacosaurus y también en un individuo adulto de Pachyrhinosaurus; por último 4/ hemos de hacer mención de la posible patogeneicidad de muestra la postura postmortem en opistótonos de un ejemplar de Strutiominus y que algunos autores la consideran como el resultado de algún tipo de intoxicación que produjo en el animal convulsiones quedando su cadáver en hiperextensión. Por otro lado, en el otro gran grupo de Dinosaurios, los Saurischia, nos encontramos con la fractura de una falange en Deynonichus y la fractura de un humero en Tyranosaurus y el novedoso caso de ina posible osteitis en la fibula izquierda de "Sue" el tiranosaurio mejor preservado hasta la actualidad. Al margen de la patología ósea cabe destacar en el

Cretácico las patologías que presentan algunos huevos de dinosaurio del tipo Spheroolithus de Alberta (Canadá) con la presencia de una sobreaposición de capas (siendo la interna la normal). También los Reptiles Voladores muestran ciertas patología durante este periodo siendo destacables las fracturas con osteomielitis secundaria que presentan tanto la mandíbula como varias falanges en un mismo ejemplar de Pteranodon, o también la fractura en una mandíbula de un Santanadactylus. En España destacaremos las alteraciones por sobreaposicion que presentan algunos huevos de dinosaurio de Tremp (Lleida) La discusión tras el análisis de las patologías presentes en este periodo hace referencia a la enorme amplitud de las etiologías y que no solo la patología traumática, infecciosa, tumoral y degenerativa están presentes si no que a éstas hay que añadir las necrosis óseas no infecciosas (avasculares) en reptiles marinos (mosasaurios y tortugas), las fracturas de sobrecarga, la posible anomalía congénita que puede representar la coalición talo-calcánea de un mosasaurio y el posible cuadro convulsivo que, según su autor, presentó un pequeño Coelúrido antes de morir, fruto de una posible intoxicación.