Discurso Despedida de Primaria

Discurso de despedida Tengan muy buenos días personalidades distinguidas que nos acompañan hoy día; autoridades educati

Views 160 Downloads 2 File size 25KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Discurso de despedida

Tengan muy buenos días personalidades distinguidas que nos acompañan hoy día; autoridades educativas, comunales, mesa directiva, padres de familia, padrinos y público en general. Me complace tomar este micrófono y hablar en nombre de la institución y plantilla docente que orgullosamente represento. ¿Saben? He pensado seriamente en cómo comenzar este discurso. He visto frases, leído poemas y hasta he intentado basarme en discursos ya escritos. Pero este día, ante estos alumnos, ante estos padres, ante esta generación, eso simplemente no basta. Me he dado cuenta de que la retórica más difícil es la que emana del corazón. Y es con el corazón con el que quiero hablar. Quiero comenzar por explicar el por qué el nombre de esta generación, el porqué de “juventud: orgullo del presente; esperanza del mañana”. Veo en ustedes orgullo y esperanza. Es esto lo que veo cuando se esfuerzan día a día por ser mejores. Así como percibo en sus padres ese alimento, ese apoyo, ese ahínco que fertiliza esa esperanza por ser alguien en la vida. Ustedes, alumnos que hoy egresan, fueron la primera generación que vi crecer y cursar desde el primer hasta el último grado de instrucción primaria. Eso me llena de gratos recuerdos. A algunos de ustedes les impartí cátedra dos años, a otros tres. Han sido estas coincidencias las que me han llevado a sentir un cariño enorme por ustedes y por sus padres. ¿Saben qué me llena más de orgullo de la mayoría de ustedes? Que nunca se dieron por vencidos y siempre lucharon por ser mejores académicamente. Quiero que se graben en su mente lo siguiente: ustedes no valen por una calificación, por una medalla o por una posición en la escolta o cuadro de honor. No. Recuerden que valen por lo que son, independientemente de sus logros o fracasos. Empero, así como las remembranzas han sido agradables, también vivimos momentos de desánimo, cuando un grupo de ustedes se quedó sin mentor. ¿Recuerdan ese pizarrón verde que adaptamos para tomar clases por la tarde en un taller? Son historias que orgullosamente forman parte de mi historia con ustedes y que difícilmente voy a olvidar. A veces fui duro con ustedes, lo reconozco. Siempre he preferido que me odien ahora por exigirles como estudiantes, a que me odien después por hacerlos unos profesionales

mediocres. Perpetúenlo en sus mentes: Son el orgullo del presente y la esperanza del mañana. La esperanza de Alta Huerta. No solo me siento orgulloso de ustedes, sino también de sus padres. Muchos de ustedes, padres de familia, me hicieron sentir verdadero cariño. Lo digo con el corazón. Siempre tuve en ustedes alguien en quién confiar y en quién apoyarme. Por infortunio, algunos de ustedes ya no estarán más en la escuela primaria y tal vez esta sea la última vez que me vean como el “maestro” de sus hijos. Nuestra primaria pierde hoy a grandes padres de familia. La secundaria, los gana. Sin embargo, los llevaré en mi alma. Muestra del gran espíritu de mis padres de familia, y esto lo quiero hacer del conocimiento de los presentes, es que 13 familias, a pesar de que ya no tendrán hijos en la institución, colaboraron económicamente para la obra que actualmente se está realizando. No hay acto más noble que el que se realiza desinteresadamente y con el corazón. Pido un fortísimo aplauso para estos padres, que hacen más grande el nombre de Alta Huerta. Una cuartilla no es suficiente para demostrarles mi aprecio, y la alta estima que emana de mi ser. Y aunque me salga de la formalidad, les quiero decir, tanto a alumnos de la generación 2012-2018 y a sus padres de familia que los quiero mucho y que siento tristeza porque nos dejan pero también felicidad, porque hoy cumplen un sueño por el que lucharon 6 años. Espero y esta clausura sea una de muchas a lo largo de su carrera profesional y que lleguen a la consecución de las metas que siempre esbozaron. En horabuena, generación 2012-2018: sigan siendo el orgullo del presente y sean la esperanza del mañana. Muchas felicidades.