Discipulado Alabanza y Adoracion

DISCIPULADO DEL MINISTERIO DE ALABANZA Y ADORACIÓN facebook.com/recursosjudamusic ¿QUÉ ES LA ADORACIÓN? ALABANZA Y L

Views 315 Downloads 10 File size 466KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

DISCIPULADO DEL MINISTERIO DE ALABANZA Y ADORACIÓN

facebook.com/recursosjudamusic ¿QUÉ ES LA ADORACIÓN?

ALABANZA

Y

LA

La alabanza es una expresión de gratitud sincera y acción de gracias a Dios por todo lo que Él ha hecho por nosotros. Es una expresión física y vocal de nuestro sincero aprecio por Dios debido a todas las maravillosas bendiciones que nos ha dado. Alabar es hablar, o cantar, acerca de Dios; cuán maravilloso es El, y lo que ha hecho por nosotros. La adoración es la forma más alta de alabanza. Yendo más allá del pensar en todas Sus bendiciones maravillosas, estamos expresando nuestra admiración y aclamando a Dios mismo por Su persona, carácter, atributos y perfección. Estamos ministrando a Dios por ser quien es y no sólo por lo que Él ha hecho por nosotros. Adorar es hablar, o cantar a Dios. Usted ha pasado el punto de pensar en las cosas que El ha hecho y ha entrado en adoración a Él debido a quién es Él. ¿QUÉ ES EL MINISTERIO DE ALABANZA Y ADORACIÓN? El ministerio de alabanza y adoración es un servicio por el cual un grupo de hermanos consagrados a Dios, guían al pueblo en la alabanza y la adoración con la mejor música, con excelencia. a) Es servicio:

un

La palabra por eso es necesario pertenezca pertenecer hermanos.

ministerio proviene del latín “Ministrare” que quiere decir servicio, que lo que motive al corazón de cualquier o quiera a este ministerio deba ser el servicio a Dios y a los

hermano

que

Esto también nos habla de que el miembro del ministerio debe de seguir como ejemplo a Jesús, nuestro Señor el cuál: • • • • •

No vino a ser servido, sino a servir Mt. 20, 28 Se sometió a la voluntad del Padre Mt. 14, 36 En todo momento de su vida glorificó al Padre Jn. 17, 4 Puso sus talentos al servicio del Reino Jn. 9, 4-­‐5 Confió en recibir la recompensa que Dios da al siervo fiel Mt. 25, 21

Qué alegría es para aquellos que gustándoles la música puedan servir al Señor Jesús en el ministerio donde pueden desarrollar sus talentos y habilidades, pero hay que tener cuidado de no buscar el lucimiento o algún provecho personal fuera de la voluntad de Dios. b) Consagrados a Dios: Para formar parte de este ministerio se requiere de personas que hayan tenido un encuentro personal con el Señor Jesús y deseen responder al llamado a servirle que Él les hace, consagrando sus voces e instrumentos para alabar a Dios guiados por el Espíritu Santo. El músico consagrado es aquel que es apartado por Dios para ser un instrumento por medio del cual se manifieste su gloria. En el pueblo de Israel, los levitas estaban consagrados única y exclusivamente para el servicio del templo, una parte de ellos eran los cantores, los cuales ejercían su servicio al Señor día y noche. La consagración de sus voces e instrumentos es una decisión personal, pero necesaria; puesto que los cantos que el Señor Jesús les permita interpretar y en muchos casos componer, tendrán una influencia tremenda en las personas que los escuchen ya que el Espíritu Santo actuará por medio de ellos para que muchas vidas sean transformadas y renovadas. c) Guiar al pueblo en la alabanza y adoración: Éste es uno de los objetivos principales por los que fue creado el ministerio de alabanza y debe entenderse que es una labor eminentemente espiritual, ya que solo con la guía del Espíritu Santo se puede realizar. Para esto el Espíritu Santo derrama dones que deben utilizarse para el provecho de la iglesia. (Dones naturales y dones sobrenaturales). d) Con la mejor música, con excelencia: En el salmo 33 se nos invita a ofrecerle a Dios la mejor música. Esto lo podemos analizar con dos aspectos fundamentales: 1. La mejor música nace de un corazón humilde. Sal 51. 16-­‐19 Un corazón que reconoce la grandeza de Dios, que fuera de Él no hay otro y lo expresa con

cantos de alabanza y adoración, está ofreciéndole al Señor la mejor música que pueden escuchar sus oídos. Los que son guiados por el Espíritu y tratan de vivir los criterios del evangelio, pueden ofrecerle a Dios la mejor música con su canto o tocando algún instrumento, pero esto es necesario respaldarlo con un testimonio de vida congruente, ya que: “de lo que habla tu boca, está lleno tu corazón” No se está mencionando que solo gente perfecta al servicio de Dios puede estar en el ministerio de alabanza, al contrario, esto nos está llevando a tener una renovación continua llevando una vida de oración sin conformarnos con lo que tenemos, sino dejándonos guiar por el Espíritu para ofrecer a Dios un culto de adoración donde se manifieste continuamente gloria a Dios.

Salmo 33 1 ¡Gritad de júbilo, justos, por Yahveh!, de los rectos es propia la alabanza; 2 ¡dad gracias a Yahveh con la cítara, salmodiad para él al arpa de diez cuerdas; 3 cantadle un cantar nuevo, tocad la mejor música en la aclamación! 4 Pues recta es la palabra de Yahveh, toda su obra fundada en la verdad 2. Ejercitando y poniendo en práctica los dones naturales Es necesario que estos dones se desarrollen por medio del ensayo, el estudio de la música y la práctica. No todo caerá del cielo, la parte que les corresponde a los miembros del ministerio es la constante superación, apoyándose en el estudio. Muy importante es tener en cuenta que el ministerio de alabanza no es una banda o grupo musical que toca canciones. Sino un equipo de siervos llamados y escogidos, capacitados por Dios para una obra, la de glorificar a Dios con la alabanza y la adoración en medio de su pueblo y guiarlo a la presencia de Dios. Por lo tanto, si eres músico siempre busca la armonía musical del equipo en conjunto, no busques destacar y ser el músico que más llame la atención, si en alguna canción no tienes que tocar, no toques, siempre con un corazón humilde. ¡No pierdas el norte! ¡No es una banda! También ten siempre presente que los cultos no son conciertos, ni de rock ni de ningún estilo musical. Ubícate, no estás encima de un escenario, estás ministrando al pueblo de Dios la presencia del Espíritu Santo. Sacrifica tus gustos musicales por amor a las personas, Dios se usa de diversos instrumentos, estilos, alabanzas antiguas, modernas… no renuncies a nada, estás sirviendo a los demás, no tocando lo que a ti únicamente te gusta, ubícate! Se consciente que en medio la alabanza de su pueblo, suceden cosas maravillosas, restauración de los corazones, se rompen las cadenas, Dios ministra la necesidad de cada corazón, anima, habla y guía a las vidas. Convence de pecado, liberta a los cautivos… la

alabanza a Dios es sumamente importante y así debe entenderlo el siervo que sirve en el ministerio de alabanza y adoración. Como consejo te digo que no tomes como ejemplo lo que has visto o vivido hasta ahora en la alabanza, sino lo que está por venir y lo que Dios dice en su palabra acerca de la alabanza. Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos, lo que Él dice lo cumple, Él no miente. Aunque ahora no estés viendo milagros, señales, prodigios… no significa que eso no vaya a suceder, quizá para que esto ocurra primero debe cambiar tu corazón y tu fe, porque si tan sólo tuviéramos fe como un grano de mostaza… ¡cuan grandes cosas sucederían! ¿POR QUÉ QUIERO ESTAR EN EL MINISTERIO DE ALABANZA Y ADORACIÓN? Es súper importante en todas las áreas de la vida el saber por qué quiero hacer esto o aquello, o por qué quiero estar en este u otro sitio, y hablando dentro de la Iglesia la importancia es aún mayor, debemos de saber por qué queremos estar dentro de un ministerio, sea el de niños, sea el de alabanza, de jóvenes o cualquier otro. ¿Por qué? Porque sino lo que hagamos no tendrá sentido, dejará de satisfacerte con el tiempo, no tendrá fruto genuino y tampoco recompensa de Dios nuestro Padre.

Por lo tanto antes de continuar, si surge la oportunidad de que sirvas a Dios y a tus hermanos dentro del ministerio de alabanza, examina tu corazón y se sincero y honesto con Dios, porque sino es ruina para tu vida y pérdida de tiempo. Si tus motivaciones son debidas a que te gusta la música, cantar o tocar un instrumento, entonces no estás preparado para servir. Es clave que todo eso te guste, pero si solamente ese es el motivo por el cual perteneces al ministerio de alabanza o te gustaría pertenecer, estás errando, has perdido el norte. Si tus motivaciones son debidas a querer figurar y que los demás te vean, entonces ve y pídele perdón a Dios porque tienes un orgullo que debe ser tratado. La motivación real es servir a Dios con todo tu corazón y a tus hermanos para entrar en su presencia, ser un canal para que su gloria descienda a través de la música y los cánticos. Poner los dones que Dios te ha dado a su servicio, con un corazón humilde de siervo y reverente al Dios Todopoderoso, digno de todo el honor y toda la gloria. ¿POR QUÉ TALENTOS?

DIOS

NOS

DA

Dios en su magnífica misericordia nos ha dotado de talentos, los cuales El ha tenido ha bien ponerlos en nuestra vida para que con ellos honremos su Nombre. Lo malo es que muchas veces hemos sido dotados de talentos los cuales no estamos usando como Dios quiere que los usemos o muchas veces no permitimos que esos talentos que Dios ha puesto en nuestra vida se puedan desarrollar. El enemigo es muy astuto y como sabe el potencial que tienes tratara de poner muchos obstáculos para que no logres desarrollar los talentos que Dios ha depositado en tu vida. Por esa razón necesitamos entender que Dios nos manda a desarrollar esos talentos al máximo, a darnos cuenta que somos una dinamita completa en las manos de nuestro Creador y no esconder mas lo que Dios te ha dado. El talento es: el potencial que puede tener una persona en el desarrollo de un conjunto de

habilidades o competencias. Persona inteligente o apta para determinada ocupación. En esta hora nos referiremos al Talento en cuanto a lo Potencial. El “Talento” se puede considerar realmente como un potencial. Lo es en el sentido de que una persona dispone de una serie de características o aptitudes que puede o no llegar a desarrollar, o desplegarlas a un ritmo mayor o menor en función de diversas variables que se pueda encontrar en su desempeño . Definitivamente no podemos dudar ni por un segundo que cada uno de nosotros tenemos talentos dados por Dios. Todos pero absolutamente todos hemos sido dotados de talentos especiales por la gracia de Dios. El que crea que no tiene ningún talento está equivocado. Todos hemos sido llamados con un propósito, en conjunto formamos el cuerpo de Cristo y como todo un cuerpo cada uno de nosotros formamos parte importante desarrollando determinada función. Hoy en día hay muchos cristianos que se preocupan más por andar bien vestidos, a la moda u otras vanidades y se olvidan de desarrollar los talentos que Dios ha depositado en sus vidas. Tienes que entender que si Dios ha depositado algo en tu vida, lo tienes que desarrollar, lo tienes que usar y no esconderlo.

¿Qué ocurriera si Dios en persona viniera a supervisar como estamos desarrollando nuestros talentos?, ¿No te preocuparías por desarrollarlo? ¡¡¡Claro que SÍ!!! Entonces ¿Qué esperas para comenzar a usarlo para Gloria de Dios? Muchos ponen de pretextos un sin fin de cosas por las cuales no se sienten capaces de desarrollarse en determinada área, puesto que el enemigo de nuestras almas les ha minado la mente. Hay una serie de excusas que no vienen al caso por las cuales muchos hoy en día han enterrado sus talentos. ¿Cuántos en momento determinado eran usados en alguna área y ahora están pasivos sin hacer nada por desarrollar sus talentos?, ¿Cuántos en momento determinado clamaron a Dios para que les diera “x” talento y luego que Dios les respondió se olvidan de hacerlo para El? Examinemos algunas de las excusas más comunes: “Es que me da vergüenza”: Una de las excusas más comunes es estas, la pregunta sería: ¿Le dio vergüenza a Jesús morir por ti?, La Biblia dice que si alguien se avergüenza de Jesús, El también se avergonzara de él. “Es que no puedo”: Muchos se excusan en que no pueden desarrollar determinada área. Yo te digo en esta hora que si Dios te llama, Dios te capacita y si Dios te capacita, entonces Dios te respaldará. Un versículo muy conocido por todos es Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me Fortalece”. “Es que Dios no me ha dado ningún talento”: Sin duda esta excusa no es valedera pues que Dios ha depositado en TODOS nosotros diferentes talentos. Todo está en saber esperar en Dios y pedirle sabiduría para que te ilumine y te des cuenta cuál es tu talento. “Es que otros lo hacen mejor que yo”: Una cosa tienes que entender, a lo mejor otros lo pueden hacer mejor, pero Dios TE ESCOGIO A TÍ, la Biblia dice en Romanos 9:16 “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”.

Otras excusas mas como: “mi familia no me apoya”, “no tengo tiempo”, “el trabajo o el estudio me demandan mucho tiempo”, “en mi congregación no me apoyan”, “nadie cree en mi”, etc. Todo esto no es nada más que artimañas del enemigo quien no quiere que te desarrolles en el servicio a Dios. GUÁRDATE SIEMPRE DE: Nunca esconder tu talento. No menospreciar el talento que Dios ha depositado en tu vida. Mantener una templanza en cuanto a tu talento, es decir que no lo utilices solo por épocas sino que Glorifica a Dios constantemente con él. De utilizarlo para Glorificar a Dios y no para fines mundanos y vanales. No creerte más o no tener mayor concepto de ti mismo que el que debes tener, no sea que por vanagloriarte Dios te humille. Recuérdate siempre de darle la Gloria a quien depositó en tu vida esas cualidades hermosas. Personalmente creo que Dios ha depositado muchos talentos en medio de todo su pueblo, pero es de nosotros la responsabilidad de desarrollarlos para bendición de su Pueblo y para Gloria de su Nombre.

Yo siempre he creído que todo aquel que realmente ama a Dios tiene un potencial tremendo para realizar la obra que se nos ha sido encomendada. El te dará los medios para que esos talentos que has desarrollado puedan llevarte a levantar en alto el Nombre de JESÚS. ¡Usa tus talentos musicales en el ministerio de alabanza sin ningún temor! NO HE VENIDO A SER SERVIDO, SINO A SERVIR (MATEO 20:28) (JESUCRISTO). Como hijos de Dios nuestra meta suprema es mostrarle al mundo la gloria de Dios, a través de su hijo Jesucristo, y para ello debemos parecernos a Él. Jesucristo dejó bien claro que vino al mundo a servir y no ha ser servido, por eso en nuestro corazón uno de los mayores anhelos debería de ser servir a nuestro prójimo, a nuestros hermanos en la fe. Si tenemos talentos musicales, usémoslos para servir a nuestros hermanos. Para ser siervo, hay algo muy importante a tener en cuenta: Usted no es solamente lo que hace o es por fuera, principalmente usted es lo que es por dentro, es decir, según sus pensamientos. Para ser un verdadero siervo de Cristo se requiere un cambio de pensamiento. Delante de Dios cuenta más por qué hacemos las cosas que lo que hacemos. EL SERVICIO COMIENZA EN LA MENTE. Dice en Proverbios 23:7 “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Y en 2ª Crónicas 25:2 "Hizo él lo recto ante los ojos de Jehová, aunque no de perfecto corazón" Por tanto:

lo

1. Debe pensar más en otros que en sí mismo. Esta es verdadera humildad, no se trata que usted piense menos de usted mismo, sino menos en usted mismo. Para ser un verdadero siervo debe pensar más en las necesidades de los que le rodean que en usted mismo. Cristo es nuestro ejemplo: Filipenses 2:7 "sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;"

Para ser un verdadero siervo no debe usar a Dios para sus propósitos, debe dejar que El lo use para los suyos. No hay que servir a Dios para ser admirado por los demás o lograr las propias metas 2. Debe pensar como mayordomo, no como dueño. Hay que recordar que todo pertenece a Dios. Un mayordomo es un siervo al que se le encargaba una propiedad. Para ser un verdadero siervo debe pensar que Dios es el dueño de todo y que usted es un administrador o mayordomo, por lo tanto Dios espera que sea fiel. 1ª Corintios 4:2 "Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel" Para ser un verdadero siervo debe entender que no se puede, no que no se deba, simplemente no se puede servir a dos amos. Principalmente en el tema del dinero, debe reconocer que lo que más lucha en el corazón de un siervo es la riqueza o Cristo. La Biblia no enseña que no hay que trabajar, lo que la Biblia explica es hacia donde está enfocado todo su esfuerzo y servicio a hacer dinero o agradar a Dios. Mateo 6:24 "Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas."

3. Debe pensar en su trabajo, no en lo que otros hacen. El siervo de Cristo está muy ocupado en su trabajo, y no tiene tiempo para comparar, criticar o competir con otros siervos. Para ser un verdadero siervo debe pensar que los otros siervos no son su competencia sino consiervos del mismo Señor, diferentes dones pero la misma visión: complacer y servir a Dios. Debe renunciar al celo y a la envidia ministerial. Mateo 24:48,49a "Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a sus consiervos" 4. Debe basar su identidad en Cristo. El verdadero siervo recuerda que fue amado y aceptado por gracia, por lo tanto no debe probar cuánto vale o que importante es. Solo las personas seguras pueden servir, las inseguras siempre se preocupan como pueden ser vistas por los demás. Entre más seguro eres, mas sirves, entre más inseguro eres más quieres que te sirvan. El verdadero siervo como sabe lo que vale en Cristo, acepta voluntariamente tareas que otras personas, inseguras, consideran inferiores. Juan 13:3-­‐6 "sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido" 5. Debe pensar en el ministerio como un privilegio, no como una obligación El verdadero siervo disfruta sirviendo a la gente porque sabe que está sirviendo a Cristo. Efesios 6:7 "sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres," El verdadero siervo, se goza sirviendo porque lo hace por gratitud y por amor a Dios. Conclusión: Para ser un siervo debe pensar como siervo. Características fundamentales que deben de tener los siervos: El siervo debe ser leal a sus pastores y líderes, no entrando en ningún momento en crítica y murmuración contra ellos, porque esto es rebelión y esto lo abomina Dios. El siervo debe ser manso, humilde y moldeable como el barro, para que Dios pueda trabajar en su vida. De saber escuchar y aceptar el consejo, la corrección y la disciplina, ya sea que venga directamente al escuchar la voz del Espíritu Santo o a través de los líderes y pastores.

El siervo debe de ser disciplinado en sus responsabilidades, dentro de su ministerio, cumpliendo con las normas y siendo obediente a todo lo que el ministerio vaya demandando. Sin disciplina todo lo que una persona haga es un caos absoluto. El siervo debe ser obediente como Jesucristo fue obediente hasta la muerte, la muerte en la cruz. A veces las opiniones propias crean conflictos, pues uno cree que lo que el piensa sería mejor que como se están haciendo las cosas, y es posible que así sea, seguramente hay un líder ahí para escuchar tus opiniones y propuestas, pero siempre hazlo con humildad y reverencia, y si después de que lo hayas expuesto, se siguen haciendo las cosas de la manera que se hacían, se obediente pues eso es lo que Dios espera de ti. Si no eres obediente no estás capacitado para servir y aún menos para liderar en un futuro, pues lo que se siembra se recoge, y Dios no utiliza jamás corazones rebeldes. Que todo lo que hagamos lo hagamos de corazón, pues si servimos y no es de corazón, y hay queja, el fruto olerá podrido y estropeará la cosecha del ministerio. El siervo debe ser santo y reverente, íntegro a Dios, que ande bajo sus estatutos, bajo su Palabra, y tenga comunión íntima con Él. La falta de santidad es igual a presencia de carnalidad, y donde hay carnalidad el Espíritu Santo huye.

El siervo debe de hacer todo con amor, porque sin amor de nada sirve cualquier cosa que hagamos y más aún para Dios y su iglesia. El siervo debe estar enamorado de la iglesia. La iglesia somos tú y yo, cada uno que aceptó a Cristo en su corazón y se sienta a tu lado cada domingo. ¿Por qué debemos amar a la iglesia? Porque es lo que más ama Cristo, por eso entregó su vida por nosotros. SERVIR CON EXCELENCIA. ¿Qué es la excelencia? Excelencia quiere decir un crecimiento y desarrollo consistente en todas las áreas, desde la más pequeña hasta la más grande, hacerlo todo de la forma más excelente. Jesucristo es la personificación de la excelencia. Todo lo que Cristo hizo lo realizo con excelencia, cada palabra que dijo, cada pensamiento, cada acto de obediencia y su fe fue excelente. Si Jesús es el ejemplo perfecto de la excelencia en forma humana quiere decir que el espíritu de excelencia y todo su potencial está disponible a todos lo que han recibido a Jesús como su Señor y Salvador. La excelencia no es algo que este lejos de nuestro alcance o de nuestra habilidad de obtener. El potencial de excelencia mora en cada corazón de cada creyente que ha nacido de nuevo porque Cristo vive en él o ella. La excelencia es un estándar que establecemos para hacer lo mejor en todo. Debemos establecer estándares de excelencia y no solo establecerlos sino continuamente mantenerlos día a día. El estándar de excelencia debe ser innegociable, si es necesario debemos establecer un sistema y reglas para reforzar la excelencia y para glorificar a Dios en todo lo que hacemos. La excelencia no es algo que vendrá por accidente o suerte, requiere intención y esfuerzo. Si queremos obtener un espíritu de excelencia lo primero que debemos hacer es tomar la decisión que no vamos a conformarnos con menos. Debemos apartarnos de la mediocridad. Debemos decidir no bajar nuestros estándares a los del mundo. Dios no tiene planes para el fracaso. El fracaso de ayer no es su destino, puede ser una lección que lo guié a la excelencia de mañana. La intención de Dios no es que nos estanquemos en el fracaso y errores del pasado sino esforzarnos continuamente hacia la excelencia que está en ti. Dios tiene

un plan y propósito para que logre alcanzar su potencial. Necesitamos reconocer que Jehová es un Dios de excelencia y está buscando personas con espíritu de excelencia para su reino. Para representar el reino de Dios la excelencia es un requisito no negociable. Tú eres la luz de Dios para el mundo en oscuridad. Esa luz es la excelencia de Dios que brilla en ti. ¿Cómo buscar la excelencia en el servicio? Conságrate más a Dios cada día, busca más y más parecerte a Jesucristo. ¿Cómo buscar la excelencia musical? Estudia cada día más, desarrolla tus talentos, busca maestros profesionales que te hagan crecer. Dedica tu tiempo, esfuerzo y dinero en ello, porque así estarás dándole un buen uso al talento que Dios te dio, es una de las mejores inversiones económicas que harás en tu vida.

Iglesia de Cristo Judá Dpto. de Alabanza.

PARA UN SIERVO, SU SERVICIO A DIOS ES LO PRIMERO. Un cristiano que antepone cualquier cosa antes que su servicio a Dios, es un cristiano desorientado, no está bien enfocado. Un cristiano que no sirve a Dios es porque no está agradecido a Él y no entiende quien es Él. Un cristiano que antepone las cosas vanales de este mundo antes que servir a Dios, es porque no es consciente de que aunque estamos en el mundo, no somos de este mundo. Para un siervo de Dios, servir a su Dios, al Rey de reyes, es lo primero, antes que cualquier otra cosa, porque ama a su Dios más que a todas las cosas y entiende que lo primero es el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas vienen por añadidura. Al que se encarga de las cosas de Dios, Dios se encarga de Él. Tengamos muy en cuenta siempre eso y no menospreciemos la importancia de cualquier actividad del ministerio en el cual servimos, pues si lo hacemos no estaremos dándole la importancia a Dios y estaremos menospreciándole a Él. Un siervo entrega todo su tiempo, su dinero y su esfuerzo por conseguir la meta para la cual Dios le llamó, y a su tiempo Dios recompensa al que hace todo esto de corazón, porque ante todo lo que Dios mira es el corazón. Todo lo que hagamos, hagámoslo de corazón, para Dios. Que Dios te bendiga grandemente y este discipulado sirva para que tu vida de mucho fruto.