Desigualdad Social Ensayo

Desigualdad Social Partimos definiendo el término de desigualdad social, que se refiere a una situación socioeconómica,

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Desigualdad Social Partimos definiendo el término de desigualdad social, que se refiere a una situación socioeconómica, específicamente a la imposibilidad de acceder a determinados recursos, derechos, beneficios (no necesariamente vinculada con la apropiación o usurpación privada de bienes, recursos y recompensas), en un contexto de competencia y lucha dentro de una sociedad. Generalmente relacionamos a la desigualdad como discriminación, el tratar a una persona diferente puede ser en diferentes casos visto de buena o mala forma. La desigualdad social es objeto de estudio de diferentes materias, las diferencias biológicas entre seres humanos son naturales, pero el individuo, el “ser social” al establecer relaciones con otros instituye “relaciones de dominación” (Weber, 1922: 2123) y al configurarlas implícitamente origina las diferencias sociales, de tipo económico, social, etc., Un individuo al ver la diferencia de esta separación (desigualdad) genera más desigualdad, al separarse del vínculo que tienen con la sociedad, y se siente desprotegido y sin ninguna oportunidad de supervivencia básica. La pérdida u opresión de valores económicos, políticos, religiosos, etc. hacen que un individuo se vea excluido socialmente, pues esto se utiliza para mantener a esta población reprimida y discriminada. Los países con mayor desigualdad empeoran la calidad de vida de sus habitantes desde siempre se ha visto, pero sobre todo a partir del detonante de la revolución francesa y de la Declaración Universal de los Derechos del hombre se habló a profundidad del tema, pues antes de esa época no se podían hacer mediciones exactas. La mortalidad, natalidad, el incremento de precios, la relación de ingresos por persona, el bienestar promedio de nuestras sociedades ya no depende del crecimiento económico, eso es importante para países pobres. Los valores de confianza, violencia, enfermedades mentales son una realidad de que en países con mayor desigualdad estos problemas aumentan 3 veces más que en un país con mayor igualdad. Los países que les van peor, sin importar su ingreso económico parecen ser los más desiguales. En general la disfunción social está relacionada a la desigualdad, la convivencia entre ricos y pobres genera otros problemas generalizados en la sociedad: insatisfacción, depresión, ansiedad, enfermedades cardiovasculares, estrés, etc. La existencia de mercados económicos desarrollados logra una igualdad proporcional, y que la brecha de la desigualdad social sea menor. La igualdad genera mayor competencia, mayor seguridad, pero la desigualdad genera inseguridad, hace preocuparnos los ser juzgados, el querer tener más cosas materiales para ser aceptado, todo esto aumenta el prejuicio de la evaluación social. Se puede mejorar la calidad de vida reduciendo las diferencias de ingresos entre los individuos de la sociedad ya que el hombre no nace con la desigualdad sino después de que se compara con sus semejantes y ve sus diferencias es cuando entonces se pierde la igualdad del ser humano.

La desigualdad hay que decirlo, es una manifestación de la pobreza, la desigualdad puede ser social y económica, de género, raciales, culturales, geográfica o naturales. Sin duda en la problemática planteada caben varios factores que contribuyen en menor o mayor medida a hacer de esta complicación un laberinto sin final que desanimaría a muchos estudiantes de política entusiasmados con resolver los problemas de su entorno social. Para empezar a aclarar un poco la disyuntiva desigualdad-democracia podemos señalar que todo comienza desde el individuo, desde su conducta, su formación, pero sobre todo desde la concepción marxista de este como un “ser social” que hace a la sociedad y se hace a sí mismo. Las relaciones sociales son el primer factor, pues cada ser social teje estas con otros individuos y podemos afirmar empíricamente que son relaciones recíprocas de poder, de ahí que la interacción y organización de una “comunidad de hombres libres” sea cada vez más complicada, empezando con la correlación de gobernante-gobernados. Al final de cuentas cada individuo forma su propio juicio sobre distintos conceptos, ahí es donde la pluralidad, y la idea que la política crece donde hay diversidad y complejidad se presenta como un segundo factor de desencuentro entre democracia y desigualdad, pues la concepción de estos dos términos varía en cada individuo que conforma una sociedad, y lo imposibilita a tomar decisiones en lo colectivo, pues un hombre conservador dirá que el ocio de las personas es la razón de su miseria, y que se autoexcluyen de la sociedad provocando la desigualdad en la sociedad, mientras que un marxista dirá que el origen de la miseria y de la brecha de desigualdad social tienen su origen en el propio sistema capitalista, en la división de clases, en la explotación del proletariado. La desigualdad (y pobreza) en todos los aspectos fortalecen “sociedades ignorantes”, que son incapaces de racionalizar individual o colectivamente, ahí es donde entra la democracia y los diferentes regímenes políticos que se encargan de crear mayorías, mediante la utilización de una construcción social relevante y crucial para mantener un cierto orden: la identidad nacional, que prohíbe atentar contra la misma nación, y sobre todo contra su yugo llamado gobierno. Una sociedad que se jacta de ser “democrática” pero que es desigual se ve sumergida en dilemas morales acerca de la pobreza, como ya dijimos surgiendo distintos problemas, y otros fenómenos como la caridad hacía los marginados e incluso el lucro de la pobreza, que aun así, dicho sea de paso no llenan ese hueco de responsabilidad que siente la sociedad, volviéndola una sociedad con contrastes incapaz de resolver sus problemas, y que sólo busca tapar la fachada del problema. Todo depende del individuo, del tipo de sociedad que forma y que lo forma, de las acciones con un valor social que realice, de las relaciones sociales de poder, de las formas de organizarse, y así se va formando un entramado de dos conceptos tan subjetivos como democracia y desigualdad.