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El romanticismo se ha terminado. Esta lapidaria frase se ha podido escuchar más de una vez en las librerías. Y es que las caras de resignación de los libreros lo dicen todo. Miran casi de soslayo el libro electrónico y saben que ahí dentro, en su interior, caben las cuatro estanterías de libros en papel que tienen delante suya. Sin embargo hay muchos, porque también los hay, que piensan que con el libro electrónico se ha avanzado mucho. Están convencidos de que se ha dado un paso de gigante dentro de la literatura. No en el modo de hacerla, por supuesto, sino en el modo de consumirla. ¿Qué nos puede ofrecer ese amasijo de cables y circuitos que no nos pueda dar los libros tradicionales? Lo primer que un libro electrónico aporta es comodidad. Una comodidad que no solo se ve reflejada en el lector al uso, el cual, puede almacenar en su libro electrónico, o en su tarjeta de memoria, varias decenas de libros, sino también en las personas que necesitan llevar consigo diferente material de consulta. A ellos sí que les ha podido robar el corazón el artilugio de la tinta electrónica ya que les ha evitado de llevar varios volúmenes de varios kilos cada uno en las manos. A estos últimos también hemos de sumar las personas que acostumbran a utilizar el transporte público, y que dan gracias por no tener que portar grandes libros que aún no tienen su edición de bolsillo. El libro electrónico siempre es de bolsillo. Pero el libro electrónico, para los lectores habituales, para aquellos que abordan varios libros al mes, por ejemplo, también les ha dado, seguro, un respiro en sus hogares. Ahora no tendrán necesidad de comprar más y más estanterías para que descansen esos montones de papel. Bastará con que tengan a buen recaudo, por ejemplo en su ordenador, los libros que hayan adquirido en formato electrónico y no habrá más problema. Otro aspecto, para muchos el más importante, que ha mejorado el libro electrónico es el del catálogo disponible. Hace unos años, podía ser una misión imposible encontrar un libro descatalogado. Y había veces, que si lo encontrabas, su precio era prohibitivo desde todo punto de vista. Las piezas exclusivas hay que pagarlas. Con el libro electrónico esto no pasa ya que son muchas las personas que a través de la red comparten estas obras maestra, en formato digital (en epub por ejemplo o mobi para el conocido kindle), para que cualquier tenga acceso a ellas. Se ha ampliado, en definitiva, el abanico de posibilidades dentro del mundo literario. Algo que se hace extensible también a la multitud de funcionalidades que puede llegar a tener un libro electrónico. Con el puedes tomar notas sin tener que llevar un bolígrafo encima o puedes ampliar el tamaño de la letras para que tu vista no sufra. Quizá el único inconveniente que puede tener el libro electrónico es la frialdad. Esa frialdad que muchos la entienden como falta de romanticismo. Y es que no quieren que sus viejos manuscritos se queden olvidados entre el polvo. Quieren volver a hojear esas páginas amarillentas. También le achacan que puede ser algo caro. Depende del uso que cada uno le de y depende del método que utilice para obtener los libros (descargar libros gratis). Eso ya es un asunto muy personal. Tan personal como la historia de unos libros que, a buen seguro, no han escrito, a pesar de estos artilugios, su última página.

Fuente de la nota: http://www.librosepubgratis.com