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Servicio de resúmenes bibliográficos Título obra: Desarrolle su asertividad Nombre autor: BISHOP, S. Nombre traductores: TSEDI, TELESERVICIOS EDITORIALES, S.L. Editorial: Colección Nuevos Emprendedores. Editorial Gedisa S.A. (Barcelona) Número de páginas: 149 páginas. Fecha publicación: 2000.

1.- Sinopsis: Desarrolle su asertividad ofrece a lo largo de sus casi 150 páginas todo un conjunto de técnicas básicas con las que conseguir una mejor valoración por parte de quienes nos rodean mediante la enumeración de cuantiosos ejemplos y ejercicios prácticos. A modo de guía, el gran objetivo de la obra es optimizar la expresión personal, de forma que se vaya adquiriendo mayor seguridad, certeza y claridad en el trato con nuestro entorno. Identificando aciertos y errores, la autora pretende con su texto modificar conductas erróneas que harían perder eficiencia en las relaciones personales y laborales. Tratar con personas problemáticas, hacer y rechazar propuestas, reconducir situaciones conflictivas, optimizar potencialidades, mejorar las relaciones personales, controlar los nervios o saber comportarse en distintas situaciones son algunas de las estrategias propuestas para mejorar la capacidad asertiva y alcanzar así más metas.

2.- Los autores: Sue Bishop se dedica a la formación y trabaja como consultora. Es autora de varios otros libros sobre el entrenamiento de cualidades personales y laborales relacionadas con términos de asertividad (actitudes positivas y de sentido común en la vida social en general) como Assertiveness Training, A sourcebook of Activities (Editorial Kogan Page), 25 Role Plays for Assertiveness Training, Training Games for Assertiveness and Conflict Resolution: 50 Ready-To-Use Activities o Fifty Activities for Interpersonal Skills Training.

3.- Palabras clave:

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Servicio de resúmenes bibliográficos Asertividad, adaptación, tensión, calma interior, autoestima, autoconocimiento, imagen positiva, lenguaje, afirmaciones, resultados, derechos, agravios, conflictos, lenguaje corporal, relaciones laborales, relaciones familiares, comunicación directa, honestidad, espontaneidad, confianza, proyección, posición, status, jefe, crítica, aumento, entrevista, presentación, reunión.

4.- Estructura y contenidos: Compuesto por trece capítulos, cada uno de los cuales aborda una situación personal/laboral o una cualidad propia, la obra comienza con una introducción en la que la autora define el concepto de asertividad como la capacidad de expresarse con seguridad sin tener que recurrir a comportamientos pasivos, agresivos o manipuladores, lo que supone en gran medida un mejor autoconocimiento. Ser asertivo significa, igualmente, una comunicación lograda, es decir, algo más que saber encontrar las palabras adecuadas en una situación concreta, un sentido común aplicado a todos los ámbitos de la vida social. Tono de voz, volumen, expresión facial, gestos y lenguaje corporal son parte del mensaje que se envía a otras personas, por lo que, si no funcionan todos estos ingredientes, el mensaje final puede ser confuso para el receptor. Igualmente el término asertividad implica saber escuchar y responder a las necesidades de otros sin descuidar los propios intereses o comprometer nuestros principios, algo relacionado con la capacidad de mejorar nuestra habilidad en el trato con los otros. Incluye, además, una comunicación más eficiente, un control del estrés a través de un mejor manejo de otras personas y situaciones problemáticas, haciendo referencia también a la selección de opciones: ser capaz de expresar necesidades, sentimientos u opiniones seguro de que no será dominado o usado en contra de la propia voluntad.

Adaptación, calma y pensamiento positivo A continuación, y tras comenzar el manual propiamente dicho, el texto adopta una estructura de exposición temática, ejercicio práctico referido a ese contenido en concreto y una serie de observaciones acerca de las posibles respuestas elegidas, así como una argumentación de la mejor de entre ellas.

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Servicio de resúmenes bibliográficos De este modo, el primer capítulo, referido a la adaptación al medio, hace referencia a cómo los adultos llegan a tener un comportamiento adaptado para conseguir sus propósitos, manteniendo la paz o atendiendo las necesidades de otros, muchas veces a cambio del propio bienestar. Los comportamientos pasivo y agresivo nos resultan naturales y muchas veces parecen ser la opción más accesible, aunque casi nunca la más eficaz para nuestras intenciones, mientras que el comportamiento asertivo requiere un proceso cognitivo más incluso que una reacción instintiva. A pesar de no haber nacido asertivos, es posible aprender ese tipo de comportamiento. Según el estado de ánimo, la situación o la gente afectada, se responde habitualmente dentro de un espectro de posibilidades que va de lo pasivo a lo agresivo, sin detenernos a razonar en la elección asertiva que reflexiona y considera las necesidades, opiniones y sentimientos de ambos, las propias y las del otro implicado. El término asertividad implica saber escuchar y responder a las necesidades de otros sin descuidar los propios intereses o compromete r nuestros principios, algo relacionado con la capacidad de mejorar nuestra habilidad en el trato con los otros

No menos importante será la autopreparación para llegar a ser asertivo. Es necesario combinar lenguaje convencional y lenguaje corporal: no importa qué palabras se escojan, por muy positivas que sean, si se expresan con un timbre de voz equivocado, en un tono demasiado alto o bajo y con una expresión de rostro o una posición corporal inadecuada, el nivel de asertividad será ineficaz, pudiendo ser percibida como una persona agresiva, emocional, hostil o aprensiva. Será casi siempre en los escenarios más estresantes o dificultosos en los que resultará

realmente

útil

mantener

una

actitud

asertiva.

Consecuentemente, el control de la tensión será un aspecto fundamental, ya que si el interlocutor se percata de una cierta ansiedad, la comunicación se verá afectada. Para evitar este tipo de situaciones, después de proponer unos ejercicios de autotensión-autorelajación, la

autora defiende la importancia de la calma interior mediante la relajación del cuerpo, la meditación, oír música u otras actividades de desahogo. De otro lado, el pensamiento positivo facilitará, en opinión de Bishop, el desarrollo personal gracias a que los individuos asertivos tienen una imagen positiva de sí mismos, emplean un lenguaje positivo con los demás, buscan resultados positivos, trabajan en colaboración y respetan opiniones ajenas, aunque no las compartan. Sin embargo, todo esto sería muy complicado si el individuo presenta falta de autoestima, http://www.empleo.cedt.junta-andalucia.es/orienta/

Servicio de resúmenes bibliográficos circunstancia que puede mejorarse con ejercicios y planteamientos optimizadores que resalten las propias cualidades y traten de mejorar o enmendar las más negativas. Lenguaje, afirmaciones y resultados positivos serán más probables en tanto que se logre incrementar el nivel de asertividad. Resulta de gran trascendencia poseer unas buenas actitudes a la hora de prestar atención a los interlocutores. Conceder la debida atención y escuchar activamente en vez de con impaciencia a la espera del turno para hablar son dos formas adecuadas de mostrar respeto por la otra persona

Derechos, ver y escuchar Posteriormente, el texto indica la idoneidad de asumir y comprender en su justa medida los derechos y obligaciones propios para entender así mejor las actitudes de nuestros iguales, derechos personales no recogidos habitualmente en compendios jurídicos y muchas veces olvidados por su naturaleza social. Son un conjunto de reglas con una considerable dosis de sentido común que facilitan el propio desarrollo y el fomento de las relaciones interpersonales. Entre ellas destacan algunas como el ser tratado igual con independencia del género, raza, edad o incapacidad, a tener una opinión, a las creencias políticas, a fallar ocasionalmente, a tener intimidad, a no ser dependiente de la aprobación de otros, etc. Precisamente, la autora plantea en numerosas ocasiones al lector los niveles propios de asertividad, de forma que esta cualidad sea una elección

de comportamiento, ya que hay contextos en los que resulta más apropiado no ser asertivo, sin olvidar que para confeccionar un programa personal que sirva al propio perfeccionamiento, también es necesario considerar áreas de la experiencia vital en las que practicar la asertividad es, a priori, dificultoso y complicado. Verbigracia, se puede reaccionar mal a las críticas, adoptando una postura defensiva o agresiva contraatacando en función de mil condicionantes propios (estado de ánimo, de salud, de humor...) y externos (la persona que critica, la relación con ella, etc.). En esos ámbitos es especialmente útil, según la autora, poner en práctica las capacidades asertivas y para ello el capítulo que trata este punto concreto propone varios ejercicios situacionales. Al mismo tiempo, resulta de gran trascendencia poseer unas buenas actitudes a la hora de prestar atención a los interlocutores. Conceder la debida atención y escuchar activamente en vez de con impaciencia a la espera del turno para hablar son dos formas adecuadas de mostrar respeto por la otra persona, algo que, aunque en principio no parece difícil, muy poca gente es capaz de llevar a cabo de un modo sereno y calmo.

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Servicio de resúmenes bibliográficos Concentrarse en la otra persona, enterarse de sus experiencias, creencias, actitudes, resulta la forma más directa. Escuchar de manera activa realmente puede contribuir a compenetrarse con la otra persona y establecer una base para una buena comunicación, para lo cual, entre otras muchas necesidades, son un gran complemento tanto el arte de la conversación trivial como la capacidad de resolver conflictos.

Lenguaje corporal, relaciones y palabras Un apropiado movimiento corporal (o ausencia del mismo) en el momento de afrontar relaciones personales y/o laborales supone otro de los notables ingredientes no verbales antes apuntados, especialmente en lo relativo al contacto visual. Sin embargo, un rostro excesivamente concentrado puede parecer inalcanzable, así que hay que ser cauteloso en ese sentido. Será aconsejable, por ello, cortar este contacto de vez en cuando, porque mantener una penetrante mirada fija puede resultar desafiante e incluso se puede percibir como un modo agresivo de comportamiento. Inclinaciones de cabeza o emplear la función fática del lenguaje (“ya, ya” o “ya veo”, sonidos más que contribuciones a la conversación) son síntomas de que aún se está prestando atención al orador y de que, por tanto, éste puede continuar hablando. Un análisis de Comunicarse con asertividad facilitará el expresarse concisa y claramente de un modo directo, honesto y espontáneo, sin olvidar la adecuación del vocabulario al receptor de la comunicació n, evitando palabras técnicas, contraccione s, acrónimos, juegos de palabras o jergas

las características del lenguaje corporal agresivo, pasivo y asertivo completan el capítulo dedicado a la información no verbal, aquélla en la que, según la autora, las acciones realmente hablan más alto que las palabras. Conjuntamente, la autoconfianza puede ayudar a ser más asertivos. De hecho, si se confía en uno mismo, las situaciones en las que se necesita conscientemente ser asertivo serán muy probablemente menos difíciles. La asertividad no es sólo una manifestación puntual cuando aparece una necesidad acompañada tal vez de algunas frases asertivas para apoyar una argumentación, sino también un proceso de comunicación continuo, positivo, constructivo y estimulante. Por ejemplo, a lo largo de una jornada normal son muchas las personas con las que se interactúa, y es útil para el proceso de comunicación establecer algún tipo de relación con cada una de ellas, sin importar lo

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Servicio de resúmenes bibliográficos duradera que ésta puede llegar a ser. La sociedad opta en general por las personas afines, por tanto, es preferible mostrar en los primeros momentos de conocer a alguien que se está al mismo nivel que los interlocutores; ellos se sentirán más cercanos, escucharán y respetarán. Adaptarse, pues, al entorno, hacer de espejo con respecto a la otra persona (es decir, modificar ligeramente, de manera lenta y gradual la posición corporal para estar más a tono con la postura de la otra persona), comprender la empatía-satisfacción que creamos en quienes nos rodean al adaptarnos, reflejar sus modos y aplicar estos conocimientos en las relaciones familiares son otros consejos de utilidad. Por otra parte, la comunicación verbal directa y asertiva completará las connotaciones y significaciones de lo anterior. Comunicarse con asertividad facilitará el expresarse concisa y claramente de un modo directo, honesto y espontáneo, sin olvidar la adecuación del vocabulario al receptor de la comunicación, evitando palabras técnicas, contracciones, acrónimos, juegos de palabras o jergas que puedan estar más allá de la comprensión del que escucha, considerando además factores como la educación y el nivel social. Se debe, por tanto, emplear un lenguaje comprensible para el interlocutor y rehuir frases que demuestren superioridad académica o intelectual. Tan importante como esto o más será emplear un lenguaje directo, enfrentándose al problema y no a la persona, tratar lo específico y no generalizar, no pedir más disculpas de las estrictamente necesarias, no dar excesivas explicaciones, ser responsable de los propios mensajes y ser honesto, espontáneo y sincero en nuestras órdenes y peticiones.

Poder, peticiones y entornos problemáticos El último tercio del libro, una vez repasados los factores propios en las relaciones sociales, hace especial hincapié en quienes nos rodean como sujetos receptores con características propias que deben ser tenidas muy en cuenta. Por ejemplo, el concepto de poder en tanto que esfuerzo necesario para hacer llegar mensajes usando éstos de un modo u otro. De ahí que el hecho de transmitir confianza se consiga no sólo mediante el contenido de lo que se dice, sino a través de un adecuado volumen de voz, entonación, cadencia al hablar, tonos pausados, evitando reprimendas agresivas y utilizando la posición o el status en propio beneficio cuando sea posible o modificándolo a nuestro favor cuando nos sitúe en desventaja (un buen ejemplo de ello

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Servicio de resúmenes bibliográficos sería invitar a tomar asiento a los interlocutores si éstos son más altos que nosotros y esta circunstancia nos desfavorece en ese contexto). Ya por último, el texto compone varias reflexiones acerca de diversas circunstancias y roles sociales que pueden, y de hecho suele suceder así según Bishop, influir para bien o para mal en nuestro desarrollo personal tales como la capacidad de formular y rechazar peticiones mediante diversas técnicas (entre las que destaca la del disco rayado o insistir tantas veces como sea necesario), el concepto de ira, de crítica, el papel de los superiores o el modo de afrontar situaciones espinosas como los cumplidos, peticiones de aumentos salariales, promoción o cambios laborales, entrevistas, presentaciones y reuniones.

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