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Teresa Aguilar García | Reflexiones sobre La carta robada: Lacan, Derrida y Zizek

Reflexiones sobre La carta robada: Lacan, Derrida y Zizek Teresa Aguilar García Doctora en Filosofía UCLM [email protected]

Dupin actuó de manera totalmente distinta y tras solicitar una audiencia al ministro, mientras éste le hablaba, observó la estancia y ubicó el objeto,

Este texto se centra en el cuento deentonces lo sustrajo sin que el ladrón lo advirtiera Poe La carta robada para analizar lasen

el

transcurso

de

la

conversación

y

interpretaciones o los lugares a los aprovechando un despiste del ministro, lo que conduce su lectura lacaniana yreemplazó por otro idéntico. Así, el ministro derridiana. Cada texto sobre la cartaignoraba que su secreto había sido descubierto, y robada se convierte a su vez en una siguió creyéndose dueño del juego y de la reina, nueva carta. El orden de este pues poseer la carta le daba poder sobre su discurso lo inaugura Poe, le sigue en destinatario. Es decir, no sabía que ya no lo tenía, el tiempo el análisis freudianomientras que la reina sí sabía que el ministro ya psicobiográfico de Marie Bonaparte,no podría presionarla con la amenaza de al que sigue el seminario de Lacan denunciarla al rey, porque el contenido nuevo de

dirigido al automatismo de repetición, después Derrida firma la siguiente carta,

y

también

Zizek,

y

la carta sustituta era ajeno completamente a su contenido original, ya que Dupin había escrito:

así

sucesivamente si tenemos en cuenta a todos los autores que se interesaron por esta famosa carta, entre los cuales me incluyo ahora. La historia del relato se desarrolla en París, donde Auguste Dupin, a petición del

Un dessein si funeste/S'il n'est digne d'Atree, est digne de Thyeste. Tan funesto designio, si no es digno de Atreo, digno, en cambio, es de Tieste.

prefecto de policía, logra encontrar una carta comprometedora que el ministroCita tomada de Prosper Jolyot de Crébillon mantiene oculta después de habérsela(1674 - 1762), dramaturgo francés, autor de la sustraído a la reina. A la vista sobre la tragedia mítica Atreo y Tiestes1. Con ello Poe chimenea del despacho del ministro, lapone en el significado último de la carta la carta era visible para quien quisiera verla, venganza de Dupin y su moraleja que hará ver pero la policía, inmersa en la esfera de lo al real y empírico busca denodadamente en los sitios más inverosímiles sin éxito.

1

La es po sa de Atr eo, Aé rop e, co me tió ad ult eri o co n Tie ste s, her ma no de aq uél . La ve ng an za de Atr eo fue ofr ec er a su her ma no un ba nq uet e en el qu e le ofr eci ó par

a comer a los tres hijos de aquél: Áglao, Calileonte y Orcómeno. Al finalizar el banquete Atreo mostró a Tiestes las cabezas de los niños, haciéndole huir horrorizado. Por otra parte, Séneca, que aparece en el cuento de Poe citado al principio con esta frase: Nil sapientiae odiosius acumine nimio (Nada es más odioso para la sabiduría que la excesiva agudeza), fue el autor de Thiestes, tragedia basada en el mito donde se describe el banquete caníbal y que fue escrita en el siglo I d.c. Por otra parte, esta enigmática frase en el contexto del cuento es analizada por María José Barrios y Francisco García en su artículo: “Nihil sapientiae odiosius acumine nimio. Séneca como máscara de Edgar Allan Poe”. Los autores enfatizan el exquisito conocimiento del latín que tenía Poe y la falsedad de la cita atribuida a Séneca, ya que no han logrado encontrarla en sus textos. De esta manera Poe revela su intención de crear un ficticio argumento de autoridad al lector. Al mismo tiempo, el contenido de la cita estaría relacionado con el descrédito que Poe quiere

2 7 3 SEPTIE MB RE 201 3

274 SEPTIEMBRE2013

Reflexiones sobre tegia o Aguilar García

ha caído en la misma trampa que él estaba tendiendo. El gesto de Dupin

al escribir un significado nuevo como contenido de la carta puesta en sustitución de aquélla, alude al hecho del significado polivalente o el significado atrapado mini

en el significante, que aún siendo éste el mismo sin embargo su significado

stro

varía. Poe quiere decirnos que el significado del cuento tiene su correlato en el

que

significado de la carta, verdadera protagonista del cuento, pero ese significado

ha

que desconocemos en origen, pasamos a conocerlo a través del significado

sido

falso o el nuevo significado con el que el significante se reviste. No es el

vícti

mensaje de la carta lo que la carta dice sino lo que la ausencia provoca.

ma

La forma en que Lacan interpreta tan desconcertante mensaje de Dupin

de

adopta a su vez otro desconcertante mensaje de Lacan, que en el fondo

su

encuentra explicación en su referencia al festín, evocando al ministro en la

propi

supuesta escena de desvelamiento de la carta, en la supuesta escena en la

a

que el ministro lee la cita de Crébillon escrita por Dupin:

maq uina

"Crees actuar cuando yo te agito al capricho de los lazos con que

ción.

anudo tus deseos. Así éstos crecen en fuerza y se multiplican en

La

objetos que vuelven a llevarte a la fragmentación de tu infancia

elec

desgarrada. Pues bien, esto es lo que será tu festín hasta el

ción

retorno del convidado de piedra que seré para ti puesto que me

del

evocas." (Lacan, 1988:20)

mito de

Y añade, “tal es la respuesta del significante más allá de todas las

Tiest

significaciones” para concluir finalmente que esa es la razón por la que una

es

carta llega siempre a su destino.

simb

La estrategia que utiliza Dupin para encontrar la carta es explicada dentro del cuento,

oliza

constituyéndose en un ejemplo de autorreferencialidad o metaliteratura, al incluir la

ría

novedosa técnica en este cuento consistente en ofrecer una interpretación del mismo en

final

el propio cuento. Para explicarle su técnica al narrador, Dupin cuenta la anécdota de un

ment

muchacho que jugaba al "par o impar". Uno de los jugadores tiene en la mano cerrada

e

una cierta cantidad de bolitas y le pregunta al otro: "¿Par o impar?" Si el otro adivina,

com

gana una bolita, y si se equivoca la pierde. Dupin añade: “El niño del que hablo ganaba

o él

todas las bolitas de la escuela. Naturalmente, tenía un modo de adivinación que consistía

ha

en la simple observación aplicada del grado de astucia de sus adversarios”.

sido

Es así como Poe desvela al lector la técnica usada por el detective para encontrar la

devo

carta, que consistía básicamente en colocarse en la mente del autor de los hechos, no en

rado

interpretar los hechos desde una posición mental que incluye la creencia de que para

por

ocultarla debía de haber pensado en diferentes sitios fuera de la vista.

su

La mirada es uno de los temas estrella del relato, pues sobre ella recae el papel

estra

protagonista de la verdad, identificándola con ella en el mejor estilo de la Ilustración. A

travé

reina, en primer lugar tiene lugar la suplantación primera de la carta y su sustitución por

s de

una carta falsa a manos del ministro. El destino de esta

la mirad a de la

otorgar al pensamiento matemático tal y como aparece en el cuento (excesiva agudeza o la escrupulosidad con que busca la carta la policía). También puede ser interpretado como el juego final de lectura que plantea Poe, al incitar en los lectores la búsqueda de esa cita en la obra de Séneca, cuando en realidad es del propio Poe, continuando más allá del cuento con el juego de significados y significantes en que Poe desarrolla su relato.

Teresa Aguilar García | Reflexiones sobre La carta robada: Lacan, Derrida y Zizek

bien puede ser la segunda, es

e

la

de

s

cartas, quien sigue la máxima carta es ser siempre otra, “si quieres ocultar nunca la verdadera de o la original, sino verdaderamente algo, exponlo que está condenada a ser a la vista de todos”. Así que sustituta de sí juega con la mirada invirtiendo misma.

t

segundael sentido de lo oculto y

c

ladándole este otro sentido: lo

u

mirada inepta deque está oculto por la mirada

lt

quede todos en la evidencia de su

o

mira pero no ve,exposición. Si la policía no ha

,

que busca unaencontrado la carta es porque

s

no ha seguido la lógica inversa

i

La mirada la

es

policía

descripción

del

ministro

ladrón

a b a o

primitiva de esaa la lógica de la ocultación o el

n

carta que nuncanuevo sistema de ocultar a la

e

ha visto y quevista.

m

por eso no ve yLa cuarta mirada es la de Dupin,

b

encuentra,quien se interesa en colocarse en la

a

desplegando unamente del ladrón y no en el aparato

r

logístico policial que sigue una

g

quemecánica de la lógica de la

o

no

logística búsqueda

lasocultación

incluye

clásica

másdigamos,

pesquisas

aquélla

o

vulgar,

n

que

utiliza

o

la

e

no sospecha queintroducción de la carta en un

s

haagujero practicado en la pata de un

l

sibaritas, porquemecanismos la

carta

tales

como

sufrirmueble. Para Dupin es mejor

a

penetrar en la forma de razonar del

ú

aspectoladrón antes que en el escenario

lt

sin dejar de serdonde el ladrón ha ocultado la carta,

i

una carta. Estapara conducirnos al hallazgo de la

m

miradamisma. La carta ha sido ocultada

a

lasin ser ocultada, es la primera

m

podido

modificaciones en

su

es

la

ciega

de

de

ir

saber

ocultación. La mirada de Dupin,

a

matemático.

aquella que coincide con la verdad

d

terceraporque es la verdadera mirada, la

a

queque saca a la luz aquello que

c

ignorancia

La mirada,

delparadoja

del

procedimiento

lave

de

laseminario

carta

c

estas

a

lamiradas en relación con los

d

mirada del ministrotiempos, según él son tres

e

la

tres

n

eternamente

lamiradas encarnadas en tres

a

falsedad

lasujetos:

e

sobre

narración, sino querobada es

finalmente

que

distingue

verátiempos

de

La

que

soportan

carta pender del

1) Una mirada que no ve

recogecartas sobre

nada: el Rey y la policía

la

chimenea,

2) La reina y el ministro:

creyendo que es la verdadera

miradas que ven cómo los primeros no ven nada

carta

que él robó.

n l a q u

hay

3) El ministro y Dupin

e

miradas que ven la

encarnarían la tercera

s

verdad,

miradas

mirada: los que ven

u

que para ocultar la

cómo lo que hay que

s

verdad la exponen

ocultar

i

a

descubierto.

Así

pues,

la

vista

y

se

deja

al

g

miradas, como laY en la repetición de este

n

de la reina, queesquema de miradas en el

if

aún siendo testigoscuento

de

Poe

de la verdad estánLacan

hace

incapacitadas paramecanismo

es

donde

aparecer de

el

repetición,

paraconcepto freudiano, a la luz de

revelarla,

impedir el fraude.la insistencia de la cadena Siendo

lasignificante puesta en marcha

esta

i c a d o s

mirada que sabecon la trayectoria de la carta. de la verdad, pero“Lo que nos interesa es la manera

u fr

puede

evitaren que los sujetos se relevan en su

ésta

seadesplazamiento en el transcurso de

e

falseada. Por sula interpretación subjetiva”, nos dice

v

parte, la mirada deLacan.

a

no que

la policía es una mirada estéril pues busca

consignas,

un concepto, pero no el objeto en la realidad misma.

Lacan

en

el

actuando

Personajes para

que

están

repetir

el

acontecimiento de la sustitución y relegar el significado a un lugar subsidiario del significante, que es la

carta

por

antonomasia,

un

significante que se repite en una

ri a c i o n e

s

sin

que

ello

afecte al sentido de la

2 7 5 SEPTI E M B R E 2 0 1 3

Reflexiones sobre La carta robada: Lacan, Derrida y Zizek | Teresa Aguilar García

estructura de las relaciones entre los personajes a los ojos del ministro y hasta que éste no deshaga el entuerto. Lo primero que llama la atención es que el contenido de la carta nos es desconocido por completo y aunque la carta sea la protagonista absoluta del relato, su significado ha sido arrebatado desde el principio, y en su lugar es la especulación sobre su significado y el alcance que éste pueda tomar. El significado real está oculto en todo momento y sin embargo la movilización del relato es la causa de ese contenido desconocido pero inferido por la reacción de la reina. Y a través de esta inferencia el significado queda marcado como peligroso y toma el lugar forzosamente del significante, puesto que éste es lo únicamente conocido, es la supremacía del significante. Sin embargo el significado no es siempre el mismo, ya que hay un significado originario y desconocido y otro suplantado, ajeno por completo a la temática del significado original, sencillamente para ocultarlo. Así el ministro deposita una carta falsa en el lugar de la carta original dirigida a la reina, pero es luego Dupin quien vuelve a suplantar el contenido original de la carta por otro ajeno, pagando así con la misma moneda la acción del ministro e iniciando un mecanismo de suplantación en cadena que Lacan llama automatismo de repetición y con el que comienza su seminario sobre La carta robada en su intento de ir más allá de la explicación freudiana.

Freud en 1914 en su texto Recordar, repetir y reelaborar entiende la compulsión de repetición como un acto que revive el trauma que queda más allá del principio del placer o no puede ser explicado por éste y queda fijado como un automatismo inconsciente por el que el sujeto toma dicho acto como hábito. Los ejemplos que pone para ilustrarlo: una mujer casada que enviuda y cuida a sus tres maridos en el lecho de muerte, también el fort-da, por el que su nieto jugaba con un carrete cada vez que su madre se ausentaba o experiencias propias como la de volver a la misma calle de una pequeña ciudad italiana. E interrogándose sobre los motivos que incitan a una persona a realizar actos repetitivos sin que les cause placer, encuentra la respuesta en el papel que juega el destino al interpretar la repetición como inexorable o guiada por una fuerza similar al destino. Y así es como Lacan lo interpreta en La carta robada. Lacan asume ese automatismo freudiano y lo ubica como uno de los conceptos fundamentales del psicoanálisis al entenderlo como el eje rector de los sujetos en sus actos, una mano invisible que conforma sus destinos en sus acciones y en las trayectorias de sus vidas, gracias a la repetición de la cadena significante.

Para Lacan, el automatismo de repetición sería la acción dirigida al rescate del significado original pero que nunca se ve alcanzado, ya que las sucesivas suplantaciones borran por completo la idea de significado como algo originario, y en su lugar el significante es lo único a lo que el sujeto puede remitirse. Lacan define así el automatismo de repetición de Freud:

… desplazamiento del significante determina a los sujetos en sus actos, en su destino, en sus rechazos, en sus cegueras, en sus éxitos y en su suerte, a despecho de sus dotes innatas y de su logro social, sin consideración del carácter o el sexo, y que de buena o mala gana seguirá al tren del significante como

276

armas y bagajes, todo lo dado de lo psicológico. (Lacan, 1988:14)

SEPTIEMBR E2013

Teresa Aguilar García | Reflexiones sobre La carta robada: Lacan, Derrida y Zizek

de

p

Saussure, opina que el lenguaje no

r

El significante paraestá compuesto de signos, sino de

o

Lacan adquiere unsignificantes e invierte el orden en

n

papel central en suque el significado y el significante se

u

inconsciente.

A

al

n

yasignificante sobre el significado S/s.

c

estructuran,

teoría psicoanalítica

diferencia

colocando

que considera queDonde S es el significante debajo

i

el

inconscientedel cual se desliza el significado con

a

está

estructuradoel que mantiene, no una relación de

c

como un lenguaje.estrecha A

diferencia

unión

como

planteaba

deSaussure, sino más bien inestable y quesin unión, salvo en los puntos de

Saussure,

afirmaba que loscapitoné. Lacan llama punto de sonalmohadillado (point de capiton) al

significantes

sólo palabras, paramomento en el que, en la cadena, losun significante se anuda a un

Lacan

sonsignificado

significantes

para

producir

una

múltiples: objetos,significación. Por lo tanto, el signo lingüístico une un concepto con una

síntomas,

relaciones, porqueimagen acústica, y no una cosa con un significante loun nombre. es

cuando

inscribe orden

de

el lo

momento en el que

sentido relacionarse

un al con

otros significantes. Según él, hay un orden

significado

es

contenido del significante. En Cours de linguistique générale, Saussure

divide

lingüístico

en

el dos

signo partes:

significante o imagen acústica de un concepto, y denomina significado al concepto en sí.

de

significantes puros que

y

arbitraria. El significado es el

simbólico,

adquiere

Para Saussure la relación entre significante

están

actuando antes del significado y ese orden lógico es el

n l a a y u d a d e c u

se

en

o

Por ejemplo, la palabra "mesa” no remite desde el punto de vista lingüístico a la mesa real (el referente), sino a la idea de mesa (el significado) y a un sonido (el significante) que se

a tr o f o n e m a s . E n ti e n

de a su vez elelemento significativo del discurso

p

signo

en

su(consciente o inconsciente) que

o

doble

vertientedetermina los actos, las palabras y

s

de significante yel destino de un sujeto sin que él lo

e

significado comosepa.

s

representante

yLacan utiliza la carta robada

tr

sustituto de unacomo ejemplo para explicar el

u

presencia

c

significante, su sentido y su

originaria de lafunción. Para ello nos explica el cosa misma quesignificado del título original del el signo viene acuento. The purloined letter, sustituir

oexplicando

suplantar.

que

Estapalabra

caras

purloin,

anglofrancesa

unión entre lascompuesta dos

To

del

prefijo

pur

del(purpose, purchase, purport) y

signo

esde

la

palabra

del

francés

inviolable, fija yantiguo loing o loigner, que eterna. Y es losignifica a lo largo de, con lo que tanto Lacancual el significado de purloined como

Derridaes poner de lado, sería una

cuento

de

r a li s t a s p r o

elLacan hace esta observación

c

Poepara advertir del carácter de

l

carta

Lacan

u

distraída.

critican. Para

t

desviada

o

hurto y no de robo de la carta,

a

exactamente

laya que Poe prefirió utilizar el

m

relación

éltérmino antiguo purloined, en

a

entrelugar de stolen, recogiendo así

n

yel sentido de sustracción sin

q

loviolencia, en contraposición al

u

elde

sin

e

del

l

expresa

que

establece significante significado ilustra

y

en

hurto

seminario

delintimidación

mismo

deladrón.

título

o

sustracción por

parte

a

1966. Para LacanEl interés suscitado en este cuento la carta (lettre) esde Poe por parte de Lacan y Derrida una metáfora deles porque ilustra el sentido último significante

quedel significante tal y como es

circula entre variosentendido sujetos.

Elposestructuralistas

significante

se

convierte así en el

posmodernidad.

por y

los por

la Los

p ri m a c í a

del

significado

sobre

el

significante

es

insostenible, también la de la lengua

sobre

el

habla.

Mientras

que

Foucault

afirma: “Si todo es interpretación porque

no

nada

es hay que

interpretar”, Derrida dirá

que

“No hay nada fuera del

texto”.

escritura

y

La

2 7 7

su

estructura, función y sentido se ve amenazada en su orden

SEPTI E M B R E 2 0 1 3

Reflexio nes sobre La carta robada: Lacan, Derrida y Zizek | Teresa Aguilar García

2 7 8

tradicional. Es por eso que se inaugura un nuevo orden en el discurso que ya no privilegia el significado

SEP T I E

y se decanta hacia los significantes y las cadenas de

M

los mismos que organizan un mundo pleno de

B

sentido, sin necesidad de que los diferentes discursos

R E 2 0 1 3

procedentes de las diversas disciplinas supongan un caos difícil de interpretar.

Detrás de cada significante se encuentran otros significantes en una cadena interminable O sea, que lo que remite a un signo sólo puede ser designado por otros significantes, no por el referente real. Es por eso que el lenguaje sólo podrá significarse a sí mismo sin remitir a ningún origen y resultando de ello que cualquier texto remite a otro texto y así indefinidamente. La carta lo ilustra perfectamente, puesto que el origen textual o de significado nunca es revelado y tan sólo conocemos el último significado suplantado, nunca el original.

Es así que el lenguaje está dotado de una autoreferencialidad que remite siempre a textos, unos que se enfrentan a otros, quedando el posible contacto con la realidad cortocircuitado, ya que entre la realidad y el sujeto siempre mediará el lenguaje. El contacto entre sujeto y objeto es pura ilusión y todo texto es un texto literario, metaliterario, en el sentido que se constituye como referencia

de

otros

textos.

De

ahí

la

insistencia de Derrida en admitir que el discurso filosófico debe ser analizado al mismo nivel que el literario y haya estudiado los límites y los bordes en que estos

di

e sino a otro signo que a su vez nos refiere a

s

otro. Así Derrida critica la prioridad que

c

Saussure le atribuye al significado sobre el

ur

significante,

s

estructura formal que ha sido sobrevalorada y

o

dotada

s

trascendentes y de presencia.

s

Si una lengua según Saussure se define como el

e

sistema de valores constituidos por meras diferencias

s

y el lenguaje es una forma, no una sustancia,

ol

entonces una lengua estaría mejor definida como un

a

juego formal de diferencias y oposiciones, según

p

Derrida, dando primacía al significante, al igual que

a

Lacan, ya que es el significante el que produce el

n.

sentido. Este vendrá dado por el sistema de

E

diferencias que constituyen el texto. Si el signo se

nt

define por la diferencia que establece con otro signo,

o

esto

n

perpetuamente a la diseminación. Es el proceso por el

c

que

e

sucesivamente. Para Derrida, este movimiento del

s

signo significa lo mismo que para Lacan y en contra

u

de Saussure, que los dos términos del signo no

n

conviven en armonía ni son simultáneos. Esto supone

si

una inversión de la metafísica tradicional que, al

g

privilegiar uno de los signos del sistema, pasa por alto

n

la inestabilidad producida entre dichos signos, ya que

o

uno de ellos, en la lucha de oposiciones, habrá

n

logrado adquirir supremacía (poder) sobre el otro de

o

manera arbitraria, según Saussure. Por otra parte, el

s

juego formal de las diferencias que constituye la

e

lengua es lo que Derrida entiende por huella o traza

ñ al a al

al

equívocamente

significa

un

dotando

que

significante

el

lenguaje de

una

fundamentos

mismo

conduce

de

estará

a

otro

sujeto

y

así

en De la gramatología, y que define describiendo cómo en cada elemento de la lengua se encuentran constituidos las huellas dejadas en él por los demás, y no hay nada detrás:

re fe

El juego de las diferencias supone, en

re

efecto, síntesis y remisiones que prohíben

nt

que en ningún momento, en ningún

sentido,

remita más que a sí mismo. Ya sea en el

un

orden del discurso hablado o del discurso

elemento

escrito, ningún elemento puede funcionar

simple

como signo sin remitir a otro elemento que

esté

él

presente

presente. Este encadenamiento hace que

en

cada



mismo

tampoco

está

elemento-fonema

o

simplemente

grafema-se

mismo y

constituya a partir de la traza que han

no

dejado en él otros elementos

Teresa Aguilar García | Reflexiones sobre La carta robada: Lacan, Derrida y Zizek

de

la

cadena o

e

diferencias y trazas de

s

trazas. (Derrida, 1977:

tr

35-36)

u c

del

sistema .

parte a parte, más que

Este

encade namient o, este tejido,

Finalmente, lo que Derrida

t

indica es que no hay un

u

significado único y exclusivo,

r

una verdad trascendental, sino

a

que existen en su lugar una

i

pluralidad de significados y

m

temas diseminados y cuyas

p

el

o

texto

significado, pero también una

rt

que

pluralidad de sentido. El acto

a

sólo sede leer y escribir sufre desde

n

produce esta

una

t

implica

e

leer o escribir no para buscar

p

un significado universal, último

e

de

para

r

de

o

que

se

q

el

texto.

u

nada, niConsidera que el gram, átomo

e

en

losmínimo de la archiescritura, en

n

element lugar del signo, es la unidad

o

os ni enbásica que nos hace entender

p

es

eldiferencias

engendran

perspectiva

transformación

en

que

la

transfor mación de otro texto.

la

verdad,

sino

las

cadenas

descubrir

significantes

No hay

despliegan

en

el

cómo una palabra no es sólo

u

sistema

polisémica,

que

e

explosiona en su significado

d

extrapolándose de un discurso

e

, simple

a

mente

en

lo

que

llama

diseminación.

present e

otro

sino

El significante como incapaz de

o

ofrecer un significado unívoco

u n ir s

ausente se reconoce en el concepto de

e

.

a

Nohuella y el concepto de

hay, designificante en Lacan como una

l

significado salvo primero de Goza tu síntoma.

r

en contadas

El aspecto del trayecto circular

e

ocasiones,

propio de la carta, que según Lacan

p

según Lacan a

siempre llega a su destino, sugiere

r

través del

que existe un lugar abierto por el

e

capitoné y nunca cual el significante y el significado

s

según Derrida, y llegan

algún

e

momento. Según Lacan, una carta

n

es esta la

a

encontrarse

en

diferencia entre (lettre) llega siempre a destino,

t

ambos que Zizek porque la letra (lettre), es decir, el

a

pone de relieve significante, tal como está inscrito

a

en el primer

en el inconsciente, determina la

l

capítulo de Goza historia del sujeto. Ningún sujeto es

t

tu síntoma,

el amo de la letra (de su destino) y,

e

titulado “¿Por

si lo cree, corre el riesgo de quedar

r

qué una carta

prendido al mismo señuelo que los

a

llega siempre a

policías o el ministro del cuento.

p

su destino?”

Para

significante

e

Derrida en “El

nunca se encuentra con el

u

cartero de la

significado y nadie puede cerrar

t

verdad” difiere

la significación en un punto

a

de Lacan en

determinado por importante que

o

cuanto al destino éste sea. Por lo tanto, el cuento

p

de la carta.

Derrida

el

de Poe tiene un significado

s

Derrida critica la abierto a la diseminación y no

i

tesis lacaniana: remite a ninguna verdad. Y en

c

“una carta llega apoyo de su tesis estaría el

o

siempre a su

nuevo significado que Dupin

destino” para

a

imprime a la carta, sustituyendo

criticar su tesis

n

su

Ese

del significante

a

nuevo significado es admitido

li

significado

original.

en el cuento de por el significante que juega el Poe que lee papel de contenedor del Lacan, al afirmar significado o de espacio vacío. que una carta no La carta como un espacio vacío llega siempre a cuyo significado alterable es por su destino. Texto que a su vez retoma Zizek en el capítulo

s t a , e

eso mismo insignificante frente

l

al

del

e

que

n

verdadero

significante.

valor Dupin,

cargado

de

llegar

a

la

verdad,

es

también

aquél

cuya

misión

consiste

2 7 9

en

tomar al pie de la letra

los

significantes del paciente. En el psicoanálisis lacaniano

el

psicoanalista es Dupin, que

alguien concede

más importancia al

significante

que

al

significado,

ya

que éste puede variar o querer decir

algo

diferente

a

lo

que la persona pretendía Ya

decir.

que

para

Lacan el pensar se constituye de significantes engarzados que cambian continuamente de significado.

SEPTI E M B R E 2 0 1 3

Reflexio nes sobre La carta robada: Lacan, Derrida y Zizek | Teresa Aguilar García

Es perfectamente posible que una carta no llegue siempre a su destino, como indica Zizek para darle aparentemente la razón a Derrida, pero afirma que lo que Lacan quiere advertir con ello es que la forma en que una carta llega siempre a su destino “desnuda el mecanismo mismo de la ilusión teleológica”. Para ello compara esa carta con un mensaje lanzado al mar en una botella, tema por otra parte de uno de los cuentos de Poe, Mensaje hallado en una botella, e intenta ajustar la tesis lacaniana a tal hecho. Al ser lanzado al mar el destino de la carta es que su verdadero destino no es el orden empírico que puede recibirlo o no, sino el gran Otro, que es el orden simbólico que la recibe en el momento en que es puesta en circulación. Simbolizando en el mar embravecido el estado del inconsciente, tal y como es percibido también en el cuento por Poe2.

Una carta llega siempre a su destino ya que

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éste está a donde quiera que ella llegue (Zizek, 1994:19) Es esta la razón por la que una carta siempre llega a su destinatario, según Johnson, porque uno se convierte en su destinatario cuando la recibe (Zizek, 1994:21)

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Para Zizek la crítica derridiana de que no siempre puede llegar a su destinatario no tiene sentido, ya que sólo lo tendría en el supuesto de que de antemano se presupone que se pueda ser el destinatario antes de recibirla, es decir, en el contexto teleológico tradicional de una trayectoria con una meta preestablecida. De esta manera la tesis lacaniana excluye la

in

por qué el que la recibe es el elegido. Es decir,

te

que una vez que ha llegado a su destino es

rp

cuando

re

indagación de por qué caminos ha llegado a

ta

estar en mi posesión.

ci

Zizek sumándose a Lacan y para demostrar que

ó

una carta llega siempre a su destino, analiza en

n

este primer capítulo de ¡Goza tu síntoma

te

¡ varias películas y novelas en las que se

le

ejemplifica la tesis lacaniana, en algunas por

ol

partida doble, como es el caso de Luces de la

ó

se

pone

en

funcionamiento

la

ciudad. Según nos explica el autor:

gi c

Luces de la ciudad es la historia del amor

a

de un vagabundo por una muchacha ciega

y

que vende flores en una transitada calle y

m

que lo confunde con un hombre rico. A

á s bi e n p o n e el a c e nt o e n la id e

través de una serie de aventuras con un millonario excéntrico que, cuando está borracho, trata al vagabundo con extrema amabilidad pero que, cuando está sobrio, ni siquiera logra reconocerlo (¿fue aquí donde Brecht halló la idea para su Herr Puntilla y su sirviente Matti?), éste pone en sus manos el dinero necesario para la operación

que

haga

que

la

pobre

muchacha recupere la vista; por lo cual es arrestado por robo y sentenciado a prisión. Después de haber cumplido su condena, vagabundea por la ciudad, solitario y desolado; repentinamente, se topa con una floristería donde ve a la muchacha. Esta, después de superar con éxito la operación, maneja un próspero negocio, pero aún aguarda al Príncipe Encantado de

sus

sueños,

cuyo

caballeresco

a

obsequio permitió que recuperara la vista.

d

(Zizek, 1994:10)

e

El

al

muestra

la

asombrada

cara

de

Chaplin

in

interrogándose sobre lo que la muchacha hará al

tri

descubrir que el objeto de su amor es un vagabundo.

g

Por eso Zizek demuestra cómo la carta llega siempre

a

a su destinatario

nt e fi n

2

En este cuento Poe somete a su protagonista, un hombre descreído y científico, a las fuerzas naturales del mar tempestuoso, caóticas y destructivas que simbolizan el inconsciente originario como un elemento importante que sacude la realidad de los que no lo contemplan en el orden de lo real, cuando deben afrontar su existencia abrumados por el miedo de esas fuerzas naturales.

Teresa Aguilar García | Reflexiones sobre La carta robada: Lacan, Derrida y Zizek

carente de sentido o mecánico que

(que

regula la experiencia de sí del

podrí

dos veces: cuandosujeto, para entender la carta de

a

el vagabundo lograLacan ya no como la agencia

estar

entregar

a

muchacha

lamaterializada del significante, sino

más

elcomo un objeto en el sentido

muer

dinero del hombreestricto, la presencia traumática de

to,

rico y cuando lalo Real. (1994:34)

en

muchacha

efect

Finalmente, el análisis de al Zizek identifica la carta con la comomuerte

reconoce vagabundo

su benefactor. Y

o, que esos

además localiza la

Podemos decir que

carta no como un

vivimos sólo en la

eños

significante,

medida que cierta

signo

carta (la que

s

que se resiste a la

contiene nuestra

inert

simbolización

orden de muerte)

es de

(Zizek,

1994:17),

todavía ronda

un

en este caso el

buscándonos.

trozo

vagabundo

(1994:32)

de

como

un

sino objeto

interpretado Chaplin,

que

por sePues es el destino ineludible y

convierte a los ojosúltimo de todos o el destino ya videntes de la muchacha en una contradicción evidente con sus deseos, en la dura cara de lo Real. Pero Zizek va más allá de Lacan al identificar

su

lectura de la carta encuadrada dentro del

esquema

estructuralista

de

un orden simbólico

pequ

papel , como

final. La carta que llega a su

Derri

destino siempre es la de la

da lo

muerte, momento en que lo

ha

Real irrumpe, como también lo

enfati

hace con lo vivo. Rabate opina

zado

igual:

con frecu En un nivel real la carta

encia

contiene la muerte o

)

la aniquilación como

(Rab

uno de sus mensajes

ate,

ocultos

y,

2007

misma

materialidad

en

su

:95)

encuentra al borde de la muerte por tuberculosis y que por tal hecho acepta ser Rabate se estásujeto del experimento, con la esperanza de retrasar la muerte o desafiarla, al quedarse refiriendo alsuspendido en un estado intermediario carácter letal deentre la vida y la muerte propiciado por la hipnosis. Cuando comienzan la sesión de la escritura paramesmerismo, el enfermo hablará describiendo su situación ontológica en el Derrida y a otroproceso de su muerte y también una vez que ha muerto. Siete meses durará en ese cuento de Poe:estado de muerte- viva hasta que lo hacen La verdad sobre despertar, momento en que se desintegra literalmente, pues biológicamente ya había el caso del muerto, pero es su mente parlante la que lo mantiene vivo al haberse quedado señor fosilizada en un momento anterior del tiempo gracias a la hipnosis. 3

Valdemar La

en

voz

y

el

fenómeno, para ilustrar cómo la muerte

es

la

condición de la posibilidad

del

lenguaje. A esta historia Derrida se

refiere

como

no una

historia extraordinaria, sino

como

historia del

la

oficial lenguaje.

(Derrida, 1985:158-159).

3

En este relato el narrador se refiere a un extraño caso de mesmerismo aplicado a un amigo de M. Valdemar, que se

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Reflexiones sobre La carta robada: Lacan, Derrida y Zizek | Teresa Aguilar García

Bibliografía Barrios, Mª.José y García, Francisco (2005): “Nihil sapientiae odiosius acumine nimio. Séneca como máscara de Edgar Allan Poe”, Jenaro Costas Rodríguez (coord.), Ad amicam amicissime scripta. Homenaje a la profesora María José López de Ayala y Genovés. Volumen I, Madrid, UNED, pp. 409-417.

Derrida, Jacques (2003): De la gramatología. Méjico, Siglo XXI (2001): “El cartero de la verdad”, en La tarjeta postal: De Sócrates a Freud y más allá. Méjico, Siglo XXI (1985): La voz y el fenómeno. Valencia, Pretextos. (1977): Posiciones. Valencia, Pretextos Johnson, Barbara. (1988): The purloined letter. Poe, Lacan, Derrida and psychoanalytic reading. Baltimore, Ed. JP. Muller and W. Richardson. Lacan, Jacques (1988): El Seminario sobre la carta robada. En Escritos 1. Buenos Aires, Siglo XXI Poe, Edgar Allan (2000): “La carta robada”, “El extraño caso del señor Valdemar” y “Manuscrito hallado en una botella” en Antología. Historias extraordinarias de E.A. Poe. Madrid, Akal Rabate, Jean Michel (2007): Lacan literario: La experiencia de la letra. Madrid, Siglo XXI Saussure, Ferdinad (1983): Curso de lingüística genera. Madrid, Alianza Editorial Zizek, Slavoj (1994): ¡Goza tu síntoma! Jaques Lacan dentro y fuera de Hollywood. Buenos Aires, Nueva Visión.

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