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Cameros Colecci6n N6madas Beliers. Le dialogue ini11terrompu: entre deux infinis, le poeme, Jacques Derrida ~ Editions

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Cameros

Colecci6n N6madas Beliers. Le dialogue ini11terrompu: entre deux infinis, le poeme, Jacques Derrida ~ Editions Galilee, 2003 Traducci6n: Irene Agoff ~ 'lbdos

los derechos de Ia edici6n en castellano reservados por Amorrortu editores Espana S.L. - CIL6pez de Hoyos 15, s• izq. 28006 Madrid Amorrortu editores S.A., Paraguay 1225, 7• piso- Cl057AAS Buenos Aires www.amorr ortueditores.com

La reproducci6n total o parcial de este libro en forma identica o modificada por cualquier medio med.nico, electr6nico o informatico, incluyendo fotocopia, grabaci6n, digitalizaci6n o cualquier sistema de almacenamienlo y rec uperaci6n de informacion, no autorizada por los editores, viola dcrechos rcservados. Queda hecho el dep6sito que previene Ia ley n°11.723 Industria argentina. Made in Argentina ISBN 978-84-610-9028-0 ISBN 2-7186-0627-4, Paris, edici6n original

Derrida, Jacques Cameros. El dialogo ininterrumpido: entre dos infinitos, el poem a. - 1• ed. - Buenos Aires : Amorrortu, 2009. 80 p. ; 20xl2 em. - (Colecci6n N6madas) Traducci6n de: Irene Agoff ISBN 978-84-610-9028-0 1. Filosofia. I. Agoff, Irene, trad. II. Titulo. CDD 100

Impreso en los 'l'alleres Graficos Color Efe, Paso 192, Avellaneda, provincia de Buenos Aires, en marzo de 2009. Tirada de csta edici6n: 2.000 ejemplares.

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lSabre yo dar un testimonio exacto y fiel de mi admiraci6n por Hans-Georg Gadamer? Al reconocimiento, al afecto del que esta hecho, y al cual desde hace muy largo tiempo siento asociarse oscuramente una melancolia sin edad. No diria que esta melancolia es unicamente hist61ica. Si por obra de algUn. acontecimiento, aun dificil de descifrar, respondiera a alguna historia, ello se daria de manera singular, intima, casi privada, secreta, todavia en reserva. Porque su primer movimiento no siempre la orienta hacia el epicentro de sismos que mi generaci6n, la mayoria de las veces, habra percibido en sus efectos antes que en sus causas, en forma tardia, indirecta, mediatizada, sismos de los cuales el propio Gadamer habra sido inmenso testigo e incluso pensador. No solamente en Ale-

Conferencia pronunciada en memoria de Hans-George Gadamer en la Universidad de Heidelberg, el 5 de fcbrero de 2003.

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mania. Cada vez que conversabamos -siempre en frances, es verdad, mas de una vez aqui mismo, en Heidelberg, y a menudo en Paris o en Italia-, a traves de todo lo que el me confiaba con una amabilidad cuya calidez siempre me honro, emociono y alento, tenia yo la sensacion de comprender mejor un siglo de pensamiento, filosofia y politica alemanes -y no solo alemanes-. Sin duda, la muerte habra cambiado esa melancolia -y la habra agravado infinitamente-. La habra sellado. Para siempre. Pero bajo la inmovilidad petrificada del sello, en esa firma dificil de leer aunque de algU.n modo bendecida, me cuesta discernir lo que data de la muerte del amigo y aquello que la habra precedido desde mucho tiempo atras. La misrna melancolia, distinta pero tambien la misma, debi6 de invadirme en nuestro primer encuentro, celebrado en Paris en 1981. Nuestra discusion debi6 de empezar por una extr aiia interrupcion, algo distinto de un malentendido, una suerte de interdicci6n, la inhibicion de un suspenso. Y la paciencia de una espera indefinida, de una epoje que retenia el aliento, eljuicio o la conclusion. En aquel momento quede pasmado. Le hable muy poco, y lo que dije entonces solo se dirigia a el en forma indirecta. Mas estaba seguro de que habia comen-

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zado una extraiia e intensa reciprocidad.* Una asociaci6n, quiza. Yo presentia que lo que seguramente el habria llamado «dialogo interior» iba a proseguir en cada uno de nosotros, a veces sin palabras, inmediatamente en nosotros mismos o de manera indirecta, tal como se confirm6 en los aiios que siguieron, esta vez en forma muy afanosa y elocuente, a menudo fecunda, a traves de gran numero de fi16sofos que en el mundo, en Europa, pero sobre todo en Estados Unidos, intentaron asumir y reconstruir ese intercambio todavia virtual o contenido, prolongarlo o interpretar su extraiia cesura.

* Traducci6n tentativa de un termino,partage, que parece estar empleado en el sentido con que el au tor lo toma de Jean-Luc Nancy: a Ia vez, «reparto» y «participaci6n». (N. de LaT.) 9

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Al hablar aqui de dialogo me valgo de una palabra que, debo confesarlo, sera durante mucho tiempo y por infinidad de razones, buenas y rnalas - cuya exposici6n voy a ahorrarles a ustedes-, ajena ami lexico, como una lengua extranjera cuyo uso requiriese traducciones cuidadosas y precavidas. Y sobre todo al referirme especfficamente a «dialogo interior», me congratulo por haber Clejado ya a Gadamer hablar en mi. Soy literalmente heredero de lo que el decia en 1985, poco tiempo despues de nuestro primer encuentro, en la conclusion de su texto Destruktion und Dekonstruktion: En definitiva, el dialogo que proseguimos en nuestro propio pensamiento y que se enriquece hoy con nuevos y magnificos interlocutores, surgidos de la herencia de la humanidad extendida a una dimension planetaria, deberia buscar su interlocutor en todas pa1tes -en especial si es completamente diferente-. Quien desee que yo me tome a pecho la deconstrucci6n e insista en la

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diferencia, no se encuentra en el final sino en el comienzo de un didlogo.l

l,Que es lo que todavia hoy sigue siendo tan unheimlich [inquietante] en ese encuentro que fue, a mijuicio, mas afortunado atin, sino ex:itoso, por haber sido, en opinion de muchos, fallido? Tanto exito tuvo en ser fallido, que ha dejado una huella activa y provocadora, con mas futuro por delante que si se hubiese tratado de un dialogo armonioso o consensual. Yo llamo a esta experiencia «unheimlich», en aleman. No tengo equivalente frances para describir este afecto en una sola palabra: en el curso de un encuentro Unico, y por lo tanto irreemplazable, una extrafieza singular se mezcl6 de...manera indisociable con una familiaridad a la vez intima y desconcertante, por momentos inquietante, vagamente espectral. Me sirvo tambien de esta palabra alemana intraducible, unheimlich, para reavivar aqui mismo, hablando yo en frances y pudiendo ustedes leerme en aleman, l Destruktion und Delwnstruktion, en Gesammelte Werke (en adelante, abreviado GW), 2, 'fubinga: Mohr, 1985-1995, pags. 361-72; traducci6n francesa de J. Grondin en La philosophie herm£neutique, Paris: PUF, 1996, pag. 154. Las bastardillas son mias.

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nuestra sensibilidad comun a los limites de la traducci6n. Lo hago tambien para evocar lo que el propio Gadamer diagnostic6 con referencia a lo que muchos de nuestros amigos se apresuraron a interpretar como un malentendido originario. SegU.n el, una de las causas fundamentales de aquella sorprendente interrupci6n, en 1981, habia sido el escollo de la traducci6n. En el inicio de Dekonstrulltion und Hermeneutik,2 en 1988, poco tiempo despues, supongo, de nuestro segundo debate publico, aqui mismo en Heidelberg, con...Philippe Lacoue-Labarthe y Reiner Wielu, respecto de los compromisos politicos de Heidegger, Gadamer situaba asi el duro trance de la traducci6n y el riesgo permanente de malentendido sobre los limites de las lenguas: El dialogo entre los representantes que intentaron proseguir de manera aut6noma el impulso del pensamiento heideggeriano -dialogo a que aspiraba ser mi encuentro parisino con Derrida, hace algunos aiios- debe verselas con dificultades muy particulares. Existe pdmero la bat-rera de las lenguas. Esta sera siempre considerable 2 En G\V, 10, op. cit., pags. 138-47; traducci6n francesa en La philosophic lzermeneutique, op. cit., pag. 155. Las bastardillas son mias.

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alii don de el pensam.iento o la poesia pugnen por abandonar las fonnas tradicionales para ponerse ala escucha de nuevas orientaciones extraidas de su propia lengua materna.

Gadamer designa, pues, , antes que la ciencia o la filosofia. Esto n o es fortuito. Tenemos aqui un hilo que hoy no deberiamos perder. Por otra parte, en Los Umites dellenguaje (1984), ensayo anterior al que acabo de citar, que databa de 1988, pero mas cercano a nu estro encuentro (1981), Gadamer insistiatlargamente sobre el vinculo entre la cuesti6n de la traducci6n y la experiencia poetica.El poema ~o es s.6lo el mejor e'em lode lo intraducible: le da su lugar mas propio, el menos impropio, a duro trance de la traducci6n. El poema constituye, sin dud a,~ Unico lugar propicio para la eXQeriencia de la lengua, esto es, de rm idioma que a 1;;-ez desafia para siempre ala traducci6n y apela entonces a rma traducci6n conminada a hacer lo imposible, a volver posible lo imposible en ocasi6n de rm acontecin1iento inaudito. En Los Umites dellenguaje, Gadamer escribe: . . .esto [venia hablando del «fen6meno de la lengua extranjera») es aplicable especialmente

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cuando esta enjuego la traducci6n [yen una nota remite justamente a su ensayo Leer es como traducir3) . Pensamos aqui en la poesfa, en el poema como gran instancia para la experiencia de la propiedad y ajenidad dellenguaje. 4

Al suponer que lo esencial de la poesia depende de parte a parte y simplemente de lo que llamamos «arte» o «bellas artes», recordemos tambien lo que Gadamer aclara mas de rma vez, sobre todo en su Selbstdarstellung.5 Destaca aqui el papel esencial de lo que el denomina «experiencia de arte>~ en su concepcion de la hermeneutica filos6fi.ca, allado de todas las ciencias de la comprensi6n que le sirven de punto de partida. No olvidemos nunca que Verdad y metodo abria su espacio propio con rm capitulo consagrado ala «experiencia del arte>>, a una que