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• Baca Chumbe Anabel Rita

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CAPÍTULO I

Concepto: La palabra “Diplomacia” tiene diversas acepciones. En un sentido amplio, es el conjunto de conocimientos y de arte necesarios para conducir con acierto las relaciones exteriores de los Estados. Es una aceptación más restringida, designa los organismos que tiene a su cargo dicha relaciones, así como la profesión o carrera del funcionario diplomático. A veces se emplea para caracterizar la política exterior del estado (diplomacia Argentina, francesa, etc.). En un concepto amplio, la Diplomacia es una ciencia y un arte: como ciencia, enseña las reglas y usos que rigen las relaciones internacionales, como arte, señala las aptitudes que requiere la conducción de los asuntos estaduales. Con razón puede decirse que la diplomacia es el derecho de gentes aplicado (1).

Objeto y fundamentos: los objetivos de la Diplomacia evolucionaron a través de los siglos. En otros tiempos, para desempeñar este oficio público, fué menester ser persona cortesana, astuta, doble, sin escrúpulos. El diplomático debió ser maestro en el disimulo en la intriga y en el espionaje. El que no sabe disimular (decía Luis XV) no sabe reinar” en aquel entonces, la diplomacia no fue un instrumento de concordia: las guerras agresivas, el aplastamiento de los débiles, las anexiones violentas e injustas, los avances del imperialismo, los atropellos de totalitarismo, todos los excesos contaron con el apoyo incondicional de los diplomáticos que, como elementos pasivos de sus gobiernos, emplearon los pretextos más fútiles y la dialéctica más refinada para exponer sostener y justificar las teorías más absurdas y las pretensiones más incompatibles con el derecho y la equidad. Afortunadamente, las costumbres han cambiado. La Diplomacia contemporánea sigue reflejando, como la de antaño, la política de cada gobierno, pero el diplomático no pierde su patrimonio personal de hombre de bien. Hoy las relaciones internacionales tienen como fundamento la buena fe y la interdependencia de los pueblos. La misión esencial de la Diplomacia es cultivar la buena armonía entre las naciones, conciliar sus intereses antagónicos, llevar a buen término las negociaciones, vigilar el cumplimiento de los tratados, velar por la dignidad de propio país sin afectar a los demás, defender los legítimos intereses de los nacionales residentes en el extranjero, prevenir los conflictos. La Diplomacia tiende a asegurar la paz, la libertad, el comercio pacifico, el trabajo y la prosperidad general. Propende a que las relaciones internacionales se funden sobre base jurídicas y, sin descuidar los intereses de cada estado, convertirlos en ideal supremo, sino consultar al propio tiempo los intereses generales y permanentes de humanidad (2)

(1) (2)

PRODIER- FOLDÉRÉ, cours de Droit diplomatique, 1899, T. I, pág.2 FIORE P. trattato di dirito internazionale pubblico T. II Pág. 401

LAS RELACIONES DIPLOMÁTICAS DE LOS PUEBLOS ANTIGUOS, ESPECIALMENTE DE LOS GRIEGOS Y ROMANOS La historia de la diplomacia se divide en dos periodos: el de las legalizaciones accidentales y el de las legaciones permanentes. Por lo demás, relaciones internacionales son tan antiguas como los pueblos mismos, pero la Diplomacia como sistema regular y permanente parece que tiene sus orígenes en Italia. En la antigüedad, los grandes imperios aspiraron a la monarquía universal. Los diplomáticos se basaban en principios religiosos y de buena fe (3). ORIENTE: En la India, las leyes de Manú, que remontan a más de 500 años antes de la era cristiana, decían que el embajador tenía el deber de descubrir los designios del soberano extranjero por cualquier medio, aun por soborno; el diplomático debía ser amable, fino, de buena memoria y de modales agradables, intrépido y bastante elocuente: “El buen ejercicio depende del general, el buen orden de la justa aplicación de las penas, la guerra y la paz dependen del embajador” En Egipto que fue pacífico y agricultor, entretenía frecuentes relaciones diplomáticas y observaba religiosamente los tratados. Se cita un tratado celebrado por Ramsés II con el rey de kheta o Siria, en el año 1827 antes de J. C. que contenía cláusulas políticas, comerciales y de extradición. Los Fenicios aspiraban a ser dueños de los mares poseían un espíritu mercantil y eran pocos escrupulosos en el cumplimiento de los pactos. En las colonias fenicias las ciudades solían reunirse en asambleas para deliberar sobre sus intereses comunes, en la guerra de los fenicios fueron tan cueles como los egipcios, sin ley que los sofrenara Asiria y Babilonia conocían el Derecho de Legación, especialmente para homenaje y sumisión de los pueblos débiles a los más fuertes. Los Embajadores o heraldos eran inviolables, no por consideración a los soberanos que representaban, sino como acto de deferencia hacia el monarca a quien venían a rendir homenaje. Los hebreos defendían el principio de la inviolabilidad de los heraldos y personas encargadas de misiones diplomáticas. David declaro la guerra a los amonitas por que han insultado a uno de sus embajadores. La celebración de los tratados se simboliza con el sacrificio de un animal que se cortaba en dos partes.

GRECIA: Con su sistema de ciudades independientes, los griegos desarrollaron una diplomacia complicada de alianzas, pactos secretos tratados, combinaciones de equilibrio, intervenciones. Las ligas fueron frecuentes. Pudo más el genio Diplomático de Felipe de Macedonia que la fogosa oratoria de Desmostes.

(3)

Czartorysky Adan, príncipe de, Essai Sur la diplomatie, edición de1864. Pag. 30

Felipe se puso en contacto con los “consejos de los Amfictiones” que tuvieron una participación decisiva en la dirección de los negocios extranjeros, pues velaban por la observancia de los usos internacionales. Antes de declarar una guerra, los griegos intentaban resolver el conflicto por la vía diplomática. Algunos tratados consagraron el arbitraje general obligatorio (tratado de paz del año 421y de tregua del año 433, entre Atenas y Esparta). A veces, se evitó la guerra por medio de un combate singular entre guerreros elegidos por ambas partes en conflictos. En tiempo de paz los asuntos religiosos y políticos se negociaban por enviados Diplomáticos llamados “Presbis” o “Autocatres”. Cada embajada tenía su séquito. Prohíbase al embajador recibir regalos de la ciudad que estuviera acreditado. Lo diplomáticos gozaban de inviolabilidad, menos en caso de delito. Los tratados se perfeccionaban con sacrificios y libaciones. Herodoto y Tucídides hacen alusión a una “Ley de todas las Naciones” que los griegos conocieron al lado de las “Leyes de los helenos” según aquélla los heraldos y demás personas encargadas de una misión diplomática eran inviolables, los tratados sagrados, la hospitalidad obligatoria. ROMA: La Roma republicana debió su grandeza tanto a sus conquistas guerreras como su habilidad diplomática. La Diplomacia Romana convirtió a los pueblos vencidos en aliados a quienes no imponía las leyes ni las costumbres de roma, sino que se trataba de confederarlos bajo su hegemonía. Bajo el imperio, la diplomacia romana se hizo arrogante, avasalladora y unilateral. El derecho externo lo formaban el jus sacrum y el jus sacrum que se aplicaban a las naciones extrajeras a falta de tratado. El jus sacrum o fecial estaba a cargo de un colegio de sacerdotes, los Feciales, que tenían por misión conservar los ritos y la fe pública, en materia internacional, contra las ambiciones de los jefes militares y asambleas tumultuosas de pueblo. Para ello oponían su voto a toda guerra injusta o imprudente, intervenían a las reclamaciones diplomáticas tomaban parte en la declaración de guerra y celebración de paz, intervenían en materia de extradición por los delitos públicos, velaban por la inviolabilidad de los legajos, exigían el fiel cumplimiento de los tratados colocados bajo la fe religiosa y en general, conservaban el decoro del pueblo romano en cuanto pudiera afectar la conciencia nacional y los ritos antes de emprender una guerra, se consultaba a los feciales para saber si era justa. Como primera medida, los romanos enviaban una delegación de sacerdotes para pedir satisfacción para el ultraje recibido. Si el gobierno extranjero rehusaba la reparación, los faciales se desgarraban sus vestidos en señal de ruptura de las relaciones pacíficas, y regresaban a Roma para dar cuenta al senado o al pueblo.

DERECHO DIPLOMÁTICO: SU IMPORTANCIA, SUS RELACIONES CON OTRAS CIENCIAS El Derecho Diplomático es la rama del Derecho Público que estudia las relaciones entre estados en cuanto atañe a la representación en el extranjero y la administración de los asuntos internacionales. Se puede decir que el Derecho diplomático es al Derecho internacional lo que el Derecho procesal es para el Derecho Civil. De ahí la importancia del Derecho Diplomático pues establece un conjunto de reglas, usos y formalidades necesarios para el buen desempeño de esta función pública. El Derecho Diplomático tiene relaciones con otras ciencias, especialmente con la historia, con la estadística, con la economía Política, con la Geografía Economía, con la Criptografía. Carrera Diplomática; Sus Ventajas Cada estado selecciona a su manera sus funcionarios diplomáticos, que pueden ser de carrera o de ocasión. Los primeros ingresan en la Diplomacia después de acreditar su capacidad técnica, hacen del cargo su profesión habitual y escalan los grados de jerarquía por ascensos sucesivos. Los diplomáticos de ocasión son personas que, con o sin estudios especializados, ingresan al servicio diplomático sin el ánimo de hacer de este cargo de su profesión habitual. Cada sistema tiene sus partidarios: según unos, el oficio de la Diplomática requiere más que todo, buen sentido, habilidad natural esmerada educación, don de gentes, fortuna, según otros, en un oficio que exige una preparación, teórica especial completada con la práctica que enseña a conocer a los hombres, cosas modalidades y usos de la vida internacional. Hay una escuela eclética que somete a las exigencias de la carrera a todos los funcionarios, menos a los jefes de misión que deban ser de la confianza particular del jefe de estado. La reorganización del servicio Exterior llevada a cabo por el decreto vigente desde el 1º de agosto de 1935, propende a la rotación de los funcionarios en forma tal que periódicamente los del servicio interno y externo permuten sus respectivas colocaciones, o sean traslados de una o atrás, sin exista diferencia alguna en cuanto a la clase y rango y para efecto de los ascensos. Según la ley Nº 6602 de 1º de abril de 1929, y su reglamentación de 18 del mismo mes, el Servicio Diplomático del Perú constituye una Carrera pública y sólo quienes hayan ingresado en ella con arreglo a las disposiciones de esta ley, pueden ser designados para funciones diplomáticas. La Carrera comienza en el cargo de tercer secretario y por concurso que se abre públicamente con un anuncio no menor de tres meses. Se exige del candidato documentos que acrediten:

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Ser Peruano de nacimiento Estar inscrito en el Registro Militar Tener buena conducta moral y cívica Capacidad Física consiste en no sufrir enfermedad crónica incurable o contagiosa No haber sido enjuiciado criminalmente con mandamiento de prisión.

La cancillería designa al jurado que recibe las pruebas, se compone de tres miembros presididos por el oficial Mayor de Relaciones Exteriores en nombre de aquel. Es designado para ocupar la vacante cualquiera de los candidatos que haya obtenido los cinco primeros puestos en el concurso, según los cualitativos del examen