Delincuencia Juvenil

OBJETIVOS Identificar las posibles causas de la Delincuencia Juvenil en el Centro Urbano de la Ciudad de Hernandarias. E

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OBJETIVOS Identificar las posibles causas de la Delincuencia Juvenil en el Centro Urbano de la Ciudad de Hernandarias. Establecer los factores que influyen a la Delincuencia Juvenil. Conocer las consecuencias que contraen la Delincuencia Juvenil en la sociedad. Comparar la Delincuencia Juvenil Femenina con la Masculina. Determinar las normas jurídicas que regulan y sancionan la Delincuencia Juvenil en nuestra legislación.

INTRODUCCIÓN

La delincuencia juvenil es un fenómeno representativo de nuestra sociedad actual. Es un conjunto de infracciones cometidas contra el orden público que crece cada día más, no solo en nuestro país, sino también en el mundo entero. La delincuencia juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo la seguridad pública, así mismo va contra las buenas costumbres establecidas por la sociedad. Es un fenómeno de ámbito mundial, ya que se extiende desde las zonas más exclusivas hasta los suburbios de las grandes ciudades; desde las familias adineradas o acomodadas hasta las más pobres o de escasos recursos, es un problema que se da en todos los estratos sociales y en cualquier parte de nuestra civilización. Este problema social es una de las preocupaciones más agobiantes de los gobiernos. La violencia es un fenómeno social muy complejo de carácter multifactorial y multicausal, que implica una respuesta impulsiva, en contra de las normas de convivencia pacífica, afectando, perjudicando y agrediendo los derechos de las personas y la sociedad, principalmente los referidos a la vida, la libertad, el desarrollo, la propiedad, etc. La violencia juvenil, es decir, aquella ejercida por adolescentes y jóvenes, es una realidad que se ha visto agravada en los últimos 20 años en el país. Dentro de las principales causas tenemos: La crisis económica que generó un proceso migratorio a las principales ciudades en busca de nuevas oportunidades, el desplazamiento de familias amenazadas por el terrorismo, con la consecuente desintegración familiar

y cultural, marginación y exclusión social, pobreza extrema, carencia de servicios básicos, de salud y educativos; así como la falta de empleo y la crisis de valores. Es así que la familia, en especial la mujer y el niño, se han visto vulnerados, generando problemas de inadecuación social, manifestados principalmente en la proliferación de “Pandillas juveniles”, “Barras Bravas” y “Pirañitas”. Su accionar comprende desde leves faltas hasta delitos que requieren una intervención judicial. Al igual que la violencia, la problemática del consumo de drogas en el Perú se ha incrementado en los últimos años. De ser considerado un país mayormente productor, se observa un alarmante aumento del consumo interno de drogas consideradas lícitas como el alcohol y el tabaco, así como de las drogas ilegales, cuya producción, tenencia, comercialización y consumo están sancionados por la Ley, como la marihuana, la cocaína, Pasta Básica de Coca y otras. La edad de inicio en el consumo ha disminuido en los últimos años y se ha comprobado que la conducta delictiva está asociada a la ingesta temprana de drogas tanto legales como ilegales.

LA DELINCUENCIA JUVENIL

CONCEPTO La delincuencia es un conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas contra el orden. Es el acto de quebrantar la ley. La ciencia social que estudia las causas y circunstancias de los distintos delitos, la personalidad de los delincuentes y el tratamiento adecuado para su represión es la CRIMINOLOGÍA. No se han elaborado estadísticas fiables que permitan asegurar en qué clase social tiene más incidencia el problema de la delincuencia juvenil, porque tienen distinta trascendencia social e incluso penal los delitos cometidos por jóvenes de clase baja que los de la clase alta o acomodada. En cambio, sí se ha estudiado la composición por sexos de la delincuencia juvenil, llegándose a la conclusión de que hay tres o cuatro veces más muchachos que muchachas delincuentes. Asimismo el estudio de las pandillas de jóvenes que cometen delitos ha revelado que la mayoría de las bandas se compone sólo por varones, alguna vez se trata de pandillas mixtas y resulta muy extraño el caso de grupos con estas características formado en exclusiva por chicas. La delincuencia juvenil ha aumentado de forma alarmante en los últimos tiempos, pasando a ser un problema que cada vez genera mayor preocupación social, tanto por su incremento cuantitativo, como por su progresiva peligrosidad. La delincuencia juvenil es una característica típica de sociedades que han alcanzado un cierto nivel de prosperidad y, según los análisis es más habitual en los países anglosajones y nórdicos que en los euro mediterráneos y en las naciones en vías de desarrollo. Es decir, en las sociedades menos desarrolladas la incidencia de la delincuencia juvenil es menor que en las comunidades más avanzadas. Con este trabajo se trata de conocer las causas o motivaciones de este gran problema social, el que se ha incrementado alarmantemente en los últimos tiempos. Para poder dar solución; rescatando a los jóvenes que se encuentran atrapados dentro de ella.

Con este objetivo los diferentes gobiernos establecen programas diversos destinados a recuperar los valores perdidos, mejorar las condiciones de su entorno programando charlas de orientación, etc. La delincuencia es un conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas contra el orden público (cuyo estudio, a partir de una definición dada de legalidad, considera la frecuencia y la naturaleza de los delitos cometidos) y criminología (que considera la personalidad, las motivaciones y las capacidades de reinserción del delincuente). Como ya hemos podido observar la Delincuencia Juvenil es problema social que altera el orden público y como tal tiene causas o factores que la originan: OTRAS DEFINICIONES WEST.- En este sentido ya señalaba que uno de los factores importantes que tienen probabilidad de poner en marcha el mecanismo que puede llevarnos a cualquiera a ser delincuente, es la baja categoría en el sistema de las clases sociales, la deficiencia en la educación, la pobreza, un ambiente familiar inadecuado o perturbado,

la

residencia

en

un

mal

vecindario

y

pertenencia

a

una familia numerosa. Así, destacaba que entre las familias de la clase más baja, muchas residían en barrios miserables, no limitaban el número de hijos y sufrían pobreza y falta de educación. Dicho con otras palabras, los factores adversos tendían a presentarse todos juntos y a actuar recíprocamente uno sobre otros hasta el punto de crear una situación generadora de delitos. Algunos autores ya desafiaban la opinión de que el comportamiento delictivo es más preponderante entre jóvenes de clase inferior, y explicaban el hecho de que estuvieran más representados ante los Tribunales en mayor número diciendo que las clases bajas están más expuestas a ser detenidas y llevadas ante lajusticia por malas acciones que serían juzgadas de otro modo si fueran cometidas por personas de la clase media o alta. SHORT y NYE.- Ya advertían en 1959 que los jóvenes norteamericanos de escuelas superiores y de clase alta, según sus propios relatos, se comportaban igualmente mal.

AKERS.- En un estudio realizado en 1964 sobre 1000 estudiantes de la escuela superior de Ohio, confirmó que no existía ninguna relación importante entre la incidencia de la delincuencia confesada y la categoría socio-económica. HERRERO HERRERO.- Teniendo en cuenta lo que ha quedado expuesto, define la delincuencia como el fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones, contra las normas fundamentales de convivencia, producidas en un tiempo y lugar determinados. LÓPEZ REY.- Por su parte, nos ofrece un concepto conjunto de delincuencia y criminalidad como fenómeno individual y socio-político, afectante a toda la sociedad, cuya prevención, control y tratamiento requiere de la cooperación de la comunidad al mismo tiempo que un adecuado sistema penal. GARRIDO GENOVÉS.- Define al delincuente juvenil como una figura cultural, porque su definición y tratamiento legal responde a distintos factores en distintas naciones, reflejando una mezcla de conceptos psicológicos y legales. Técnicamente, el delincuente juvenil es aquella persona que no posee la mayoría de edad penal y que comete un hecho que está castigado por las leyes. GÖPPINGER.- En su opinión del ámbito de la criminología el concepto de joven debe ser entendido en un sentido amplio, abarcando las edades comprendidas entre los 14 y los 21 años, haciendo dentro de este tramo de edades una subdivisión entre jóvenes y semiadultos. COHEN y MERTON.- Han definido la desviación como el comportamiento o conducta que viola el código normativo observado por un grupo y que éste espera sea cumplido por el individuo, que ahora se convierte en sujeto activo de la citada trasgresión. Todo ello es fruto del rompimiento, por parte de este individuo, con el sistema establecido. VIOLENCIA Consiste en la presión ejercida sobre la voluntad de una persona, ya sea por medio de fuerzas materiales, o acudiendo a amenazas, sus víctimas sufren problemas psicológicos para toda la vida. La violencia es un elemento que se encuentra comúnmente en la delincuencia juvenil y es uno de los factores que influyen a los jóvenes a cometer actos ilícitos

CAUSAS DE LA DELINCUENCIA JUVENIL A.- Una primera categoría de jóvenes delincuentes vendría definida por rasgos de anormalidad patológica, fundamentalmente: 

Menores delincuentes por psicopatías: aquí el punto de referencia lo constituye la existencia de alguna de las formas de psicopatía, entendida por HARE como la patología integrada, conjuntamente, de la incapacidad de quien la padece de sentir o manifestar simpatía o alguna clase de calor humano para con el prójimo, en virtud de la cual se le utiliza y manipula en beneficio del propio interés, y de la habilidad para manifestarse con falsa sinceridad en orden a hacer creer a sus víctimas que es inocente o que está profundamente arrepentido, y todo ello, para seguir manipulando y mintiendo. Consecuencia de ello, es que el menor es incapaz de adaptarse a su contexto y actuar como tal, porque el trastorno de la personalidad que sufre, le impide inhibirse respecto de conductas o comportamientos contrarios a las normas. El menor psicópata tiende a perpetrar actos antisociales según la orientación nuclear de la propia psicopatía, siendo de destacar en este sentido los actos que expresan frialdad y crueldad por parte del sujeto.



Menores delincuentes por neurosis: la neurosis consiste en una grave perturbación del psiquismo de carácter sobrevenido y que se manifiesta en desórdenes de la conducta, pudiendo ser su origen muy diverso como fracasos, frustraciones, abandono o pérdida de seres muy queridos, etc. Criminológicamente, el neurótico trata de hacer desaparecer la situación de angustia que sufre cometiendo delitos con el fin de obtener un castigo que le permita liberarse del sentimiento de culpabilidad que sobre él pesa, y esto es también válido para el menor neurótico, aunque sean muchos menos que los adultos.



Menores

delincuentes

por

autoreferencias

subliminadas

de

la

realidad: aquí se incluyen los menores que, por la confluencia de predisposiciones psicobiológicas llegan a mezclar fantasía y juego de una forma tan intensa que

empiezan a vivir fuera de la realidad. Es precisamente ese estado anómalo el que puede conducirlos a cometer actos antisociales. B.- Una segunda categoría integrada por jóvenes con rasgos de anormalidad no patológica, y en la que entrarían: 

Menores delincuentes con trastorno antisocial de la personalidad: se trata de menores cuyas principales son la hiperactividad, excitabilidad, ausencia de sentimiento de culpa, culpabilidad con los animales y las personas, fracaso escolar, y son poco o nada comunicativos. Una de las principales causa de este trastorno es la ausencia o la figura distorsionada

de

la

madre,

aunque

tampoco

ha

de

infravalorarse

la

disfuncionalidad del rol paterno, pues según algunos trabajos, el crecer sin padre acarrea al niño nocivas consecuencias que afectan al campo de la delincuencia. En muchos casos se trata de menores que viven en la calle, en situación de permanente abandono, porque nos encontramos con menores que, a su edad, acumulan graves frustraciones, rencores y cólera contra la sociedad; y que tienen un mismo denominador común: el desamor, la falta de comprensión y de cariño, así como de atención y cuidado de sus padres. En definitiva, son jóvenes con una desviada socialización primaria que acaba por abocarles a la delincuencia. 

Menores delincuentes con reacción de huida: En este caso se trata normalmente de menores que han sufrido maltrato en el hogar y por ello abandonan el mismo. Son menores psicológicamente débiles, y que en lugar de responder a la agresión, eligen la huida sin plazos, y casi siempre sin rumbo. Ese alejamiento les hace propicios al reclutamiento por parte de los responsables de la delincuencia organizada, que les escogen para llevar a cabo actuaciones simples pero de gran riesgo como el transporte de drogas en su propio cuerpo.

ENTORNO FAMILIAR El estudio de la criminalidad juvenil constituye un tema de actualidad, no sólo del derecho penal, sino también de la criminología y de las ciencias conexas. El constante aumento de los conflictos sociales, y con ellos el de la delincuencia, ha

incrementado el interés por el tema, tanto en los países industrializados o centrales, como también en los llamados paísesperiféricos, como son los de América Latina. Sumado a este contexto, hay que agregar que la sociedad actual se caracteriza por un debilitamiento de los sistemas tradicionales de apoyo para el desarrollo de la niñez y de la adolescencia. Quisiéramos mencionar, por lo menos, tres medios de apoyo que con los cambios sociales, se han debilitado como para dar una respuesta efectiva al desarrollo de la niñez y de los adolescentes. En primer lugar tenemos que mencionar a: La Familia.- Los medios de comunicación, sobre todo la televisión, han suprimido la jerarquía y hegemonía que la familia tenía como formadora de costumbres sociales. Además, la incorporación de la mujer al sistema laboral, por necesidad u oportunidades de desarrollo, y otros cambios en la estructura familiar, como la ausencia generalizada del padre, replantean las relaciones del niño y del joven. La Escuela.- Por su parte, se caracteriza por un marcado énfasis academicista y por la competitividad feroz, borrando el sentido comunitario y la promoción del desarrollo integral de los jóvenes. Sistemas de Asistencia y Recreación.- Como apoyos alternativos, son mínimos y siempre insuficientes para la satisfacción de las necesidades de la población juvenil. CARACTERÍSTICAS DEL INDIVIDUO VIOLENTO En los individuos violentos vemos la interacción de los trastornos descritos. Por ejemplo, en los delincuentes se encuentran los siguientes rasgos. 1. Socialización pobre como niños: pocos amigos, no los conservaban, sin ligas afectivas profundas, etc. 2. Poco supervisados o maltratados por sus padres: los dejaban solos, a su libre albedrío, y cuando estaban presentes, los maltrataban. 3. Buscan sensaciones en forma continua: desde chicos son "niños problema," y los mecanismos de control social no tienen gran influencia sobre ellos. 4. Manejan prejuicios como base de su repertorio: "todos los blancos negros, mujeres, hombres son así"

5. Abusan del alcohol. 6. Nunca han estado seriamente involucrados en una religión principal. 7. Carecen de remordimientos, o aprenden a elaborar la culpa y así evitarlos. 8. Evitan asumir la responsabilidad de sus actos: construyendo casi siempre una pantalla o justificación que suele ser exitosa para librarlos. 2. La Frustración Es el sentimiento de insatisfacción que existe en el ser o el individuo Cuando no llega a cumplir un objetivo o meta trazada que en este caso sería la superación y el progreso. -Es creado emocionalmente -Distorsiona la personalidad -Conduce a la introversión LA DELINCUENCIA JUVENIL Y ENTORNO SOCIAL. El estudio de la criminalidad juvenil constituye un tema de actualidad, no sólo del derecho penal, sino también de la criminología y de las ciencias conexas. El constante aumento de los conflictos sociales, y con ellos el de la delincuencia, ha incrementado el interés por el tema, tanto en los países industrializados o centrales, como también en los llamados países periféricos, como son los de América Latina. Para comprender el interés por el análisis y la búsqueda de soluciones para la delincuencia juvenil, es necesario ubicar este fenómeno dentro de la problemática de la sociedad actual. La estructura social en que les ha tocado vivir a los niños y jóvenes de hoy, está caracterizada por una complejidad cada vez mayor, donde la búsqueda de soluciones no depende ni de fórmulas tradicionales, ni de líderes carismáticos. La delincuencia juvenil se ubica, por lo menos en América Latina, dentro de un contexto social caracterizado por grupos de niños y adolescentes ubicados dentro de niveles de miseria o pobreza, desempleo, narcotráfico, concentración urbana, baja escolaridad o analfabetismo, agresiones sexuales y desintegración familiar. A estos grupos sociales se les ha negado todos los derechos humanos, tales como el

derecho a la vida, la salud, la educación, la vivienda, en fin, el derecho al desarrollo. Por último, se puede manifestar que la delincuencia juvenil es el resultado de la combinación de diversos factores de riesgo y respuesta social. Se presenta en toda sociedad, en donde los antivalores de violencia, agresividad, competencia salvaje, consumo, se imponen a los valores supremos de la sociedad, como la tolerancia, la solidaridad y la justicia. CARACTERÍSTICAS PSICOSOCIALES DEL ADOLESCENTE INFRACTOR Características psicosociales del adolescente infractor Los adolescentes infractores poseen una personalidad marcada por la marginación, el abandono afectivo, las carencias económicas y culturales y el maltrato en general, lo cual lo convierte en una persona impulsiva, rebelde, resentida, influenciable e insegura, siendo vulnerable a los múltiples estímulos que la calle ofrece, lo que le permitirá “integrarse” y cubrir necesidades afectivas insatisfechas. Es así que comienzan a probar licor y otras drogas como marihuana y terokal, para luego probar drogas más fuertes como PBC, consumiéndolas muchas veces para “darse valor” en la comisión del delito, y la falta de la misma, con la ansiedad que esto les causa, será una de las causas para agenciarse de dinero rápidamente, a través del delito. se determinaron algunas características psicosociales específicas a esta población: La mayoría de adolescentes presentaban fugas del hogar entre los 07 y 15 años de edad, despegándose paulatinamente del núcleo familiar y acercándose a la calle, integrándose a otros menores de similares

características. • Inclusión temprana en el medio laboral informal como lustrabotas, lavar carros, cobrador de combi, pedir limosna, venta de caramelos, etc. • Consumo de diversas drogas, el alcohol es el más referido, el cual es consumido en fiestas o discotecas. El terokal es común en estos grupos, especialmente los llamados “pirañitas” y la pasta básica de coca es más frecuente en adolescentes de mayor edad y mayor experiencia en el delito. • El lenguaje se presenta limitado, simple y directo, utilizando jergas y modismos. • Presentan una tendencia a vivir el presente, buscando gratificaciones inmediatas, debido a experiencias pasadas frustrantes y una percepción pesimista del futuro. • Locus de control externo, consideran que los sucesos de un individuo están determinados por el “destino o suerte”. • Bajo nivel de escolaridad (55% de la muestra no concluyó el nivel de primaria). • Inicio sexual temprano. • Déficit en su formación valorativa. • Procedencia de zonas urbanas marginales de la ciudad de Lima (San Juan de Lurigancho, Comas, Villa María del Triunfo, etc.). • Hijos de padres migrantes. • Escasa disposición para el aprendizaje, por posible déficit alimenticio, escasa estimulación, carga laboral temprana, déficit en la atención). • Procedencia de hogares disfuncionales y desorganizados. Gran porcentaje refiere problemas de violencia en el núcleo familiar. • Familia numerosa (generalmente posee entre 04 y 09 hermanos). • Carencia de modelos de conducta e identificación adecuados. Muchos de los padres han cometido actos

contra la ley, consumo de alcohol y otras drogas, violencia, etc. • Personalidad inestable e inmadura, con rasgos impulsivos, suspicacia y hostilidad. • Baja autoestima. Craft (1974), señala que el psicópata se caracteriza por ser incapaz de responder emocionalmente en situaciones en las que se esperaría que personas normales lo hicieran y por poseer una irresistible tendencia a actuar impulsivamente. Los rasgos más saltantes serían la agresividad, la ausencia de sentimientos de culpa ante el comportamiento inadecuado, imposibilidad de modificación conductual mediante castigo y la falta de motivación hacia proyectos altruistas. MANIFESTACIONES DE LA DELINCUENCIA JUVENIL: Las Pandillas Es la reunión habitual, ocasional o transitoria, de tres o más personas que sin estar organizadas con fines delictuosos cometen en común algún ilícito. Una pandilla es un grupo de adolescentes o jóvenes que se juntan para participar en actividades violentas y delictivas. Las pandillas están constituidas comúnmente entre niños o jóvenes de 13 a 20 años. A través del tiempo este fenómeno social ha ido evolucionando y creciendo cada día más, las pandillas hoy en día están constituidas por la mayoría de jóvenes que llegan a delinquir en algún momento, la pandilla puede ser un causante para que los jóvenes delinquen y vallan contra las buenas costumbres establecidas y aceptadas por la sociedad. A continuación analizaremos el concepto de pandilla y la diferencia con la delincuencia organizada. Los problemas del pandillismo o pandillerismo juvenil urbano dieron lugar a la reforma del Código Penal que introdujo dicha figura como agravante en la comisión de cualquier delito: hasta una mitad más de la pena aplicable a este. Por pandilla se

entiende "la reunión habitual, ocasional o transitoria de tres o más persona que sin estar organizadas como fines delictuosos, cometen en común algún delito" Barras Bravas El término barra brava se emplea en América Latina para designar a aquellos grupos organizados dentro de una hinchada que se caracterizan por producir diversos incidentes violentos, dentro y fuera del estadio, despliegue pirotécnico y cánticos empleados durante el desarrollo de los partidos.

Originalmente denominados barra fuerte, por el vespertino argentino La Razón en octubre de 1958, a raíz del asesinato policial del joven Mario Linker en el partido entre Vélez Sársfield y River Plate. El término aparece en Argentina a comienzos de la década de 1960, y luego se fue extendiendo su uso por toda América Latina. En Brasil se los denomina "torcidas organizadas", mientras que en otros continentes son conocidos como hooligans o ultras. Generalmente las barras bravas, también llamadas el grueso de la hinchada, utilizan banderas (denominadas trapos o lienzos) y diferentes instrumentos musicales. Las barras bravas también se caracterizan por ubicarse en las tribunas populares, aquellas que frecuentemente carecen de asientos y donde los espectadores deben ver el partido de pie.

Este fenómeno se ha extendido, en diverso grado, en diferentes países de América. Generalmente tienen su origen en una subcultura juvenil de carácter urbano, donde se busca la pertenencia a un grupo determinado. Si bien existe una amplia variedad de estas barras en América, éstas tienden a presentar ciertos rasgos comunes: exaltación de la fuerza, el nacionalismo, el sentido del honor asociado con la capacidad de pelear y la necesidad de reafirmación. Tradicionalmente, se ha asociado a las barras bravas con la marginalidad urbana, y el consumo de alcohol y drogas. En general, en la mayor parte de América estas barras están conformadas por jóvenes entre los 14 y 25 años,[1] mientras que en Argentina es posible encontrar a personas

mayores, pues poseen una tradición más arraigada. En los distintos países de América Latina estas bravas han adquirido notoriedad progresivamente, al menos desde comienzos de la década de 1990. Las barras nacen en el Perú a finales de la década de 1960, como una agrupación de simpatizantes que se organizan para alentar a sus respectivos equipos, por medio de cánticos.[11] Desde fines de la década de 1980, estas barras comenzaron progresivamente a transformarse , dando origen a las barras bravas en el Perú, con el nacimiento del Comando Svr de Alianza Lima en 1986 y la Trinchera Norte del Universitario, en 1988.

A partir del año 2000 los enfrentamientos entre las barras bravas han comenzado a tornarse más violentos, llegando incluso al uso de armas de fuego y muertes. Inicialmente el fenómeno apareció en Lima, la capital del país, sin embargo, con los años se expandió a otras provincias del Perú, como Arequipa y Cusco.

Consecuencias La delincuencia juvenil, tiene consecuencias perjudiciales para la sociedad, la cual está enfocada en resolver este problema a través de apoyo psicológico a la familia, en el ámbito social para que la autoestima del adolescente no disminuya. A continuación las principales consecuencias: - El desequilibrio mental es una de las mayores consecuencias que afecta a los jóvenes que ingresan en la delincuencia. -

La

desintegración

familiar

o

el

deterioro

del

núcleo

familiar.

- La promiscuidad sexual y la falta de valores morales, arriesgan al contagio de enfermedades de transmisión sexual, -

incluyendo La

destrucción

el VIH. de

los

valores.

- Las muertes prematuras por causas de las llamadas broncas callejeras.

Drogas y delincuencia juvenil La problemática del consumo de drogas y su relación con la violencia juvenil es un tema que cada vez adquiere mayor importancia en la sociedad. La edad de inicio en el consumo ha disminuido y existe un aumento en la ingesta de diferentes drogas asociado a conductas desadaptadas. Es así que la inadaptación social puede llevar al consumo de drogas o viceversa, en el primer caso hablamos de “psicopatía primaria” y en el segundo de “psicopatía secundaria”. La psicopatía, también denominada trastorno antisocial de la personalidad o trastorno disocial de la personalidad (CIE - 10), se caracteriza por continuos actos delictivos o antisociales y supone una incapacidad para adaptarse a las normas sociales.

F91 Trastornos disociales (CIE - 10) “Los trastornos disociales se caracterizan por una forma persistente y reiterada de comportamiento disocial, agresivo o retador. En sus grados más extremos puede llegar a violaciones de las normas, mayores de las que serían aceptables para el carácter y la edad del individuo afectado y las características de la sociedad en la que vive. Se trata por tanto de desviaciones más graves que la simple "maldad" infantil o rebeldía adolescente. Los actos antisociales o criminales aislados no son, por si mismos base para el diagnóstico, que implica una forma duradera de comportamiento”. “Los trastornos disociales suelen estar relacionados con un ambiente psicosocial desfavorable, entre ellos relaciones familiares no satisfactorias y fracaso escolar, y se presenta con más frecuencia en chicos. La distinción entre los trastornos disociales y los trastornos de las emociones es bien definida, mientras que su diferenciación del trastorno hipercinético es menos clara y es frecuente un solapamiento entre ambos”. Pautas para el diagnóstico (CIE - 10) “Se debe tener en cuenta el nivel del desarrollo del niño. Las rabietas, por ejemplo, forman parte de un desarrollo normal a la edad de tres años y su mera presencia no debería ser una indicación para el diagnóstico. Del mismo modo, la violación de los derechos cívicos de otras personas (como un crimen violento), no se encuentra al alcance de la mayoría de los niños de siete años de edad, y por lo tanto, no constituye una pauta diagnóstica para este grupo de edad”. “Las formas de comportamiento en las que se basa el diagnóstico pueden ser del tipo de las siguientes:  grados excesivos de peleas o intimidaciones, crueldad hacia otras personas o animales, destrucción grave de pertenencias ajenas, incendio, robo, mentiras reiteradas, faltas a la escuela y fugas del hogar, rabietas frecuentes y graves, provocaciones, desafíos y desobediencia graves y persistentes. Cualquiera de estas categorías, si

es intensa, es suficiente para el diagnóstico, pero los actos disociales aislados no lo son”. De acuerdo al Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM, hoy DSM-IV de la APA (American Psychriatic Association), los criterios diagnósticos para el Trastorno Disocial (hasta los 17 años de edad), son los siguientes (Se requiere la presencia de 03 criterios durante los últimos 12 meses o por lo menos un criterio durante los últimos 06 meses): Agresión a personas y animales 1) A menudo fanfarronea, amenaza o intimida a otros. 2) A menudo inicia peleas físicas. 3) A usado arma que pueda causar daño físico grave a otras personas (bate, ladrillo, navaja, botella rota, pistola, etc.). 4) Ha manifestado crueldad física con las personas. 5) Ha manifestado crueldad física con animales. 6) Ha robado enfrentándose a la víctima. 7) Ha forzado a alguien a una actividad sexual.

Destrucción de la propiedad 8) Ha provocado deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves. 9) Ha destruido deliberadamente propiedades de otras personas.

Fraudulencia o robo 10)Ha violentado el hogar, la casa o el auto de otra persona.

11)A menudo miente para obtener bienes, favores o evitar obligaciones. 12)Ha robado objetos de cierto valor, sin enfrentamiento con la víctima.

Violaciones graves a las normas 13)A menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas, iniciando este comportamiento a los 13 años de edad. 14)Se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo en la casa de sus padres o en un lugar sustituto (o solo una vez sin regresar durante un largo tiempo). 15)Suele hacerse “la vaca” en la escuela, iniciando la práctica antes de los 13 años. Debido a la experiencia clínica de los profesionales que trabajan en los centros juveniles del país, también se tiene en cuenta en el diagnóstico con los adolescentes infractores, la presencia de cortes y cicatrices en la piel, así como los tatuajes y su simbología. La psicopatía primaria se presenta a edad temprana, generalmente en la infancia y adolescencia. Se denomina primaria porque su aparición y desarrollo es anterior al inicio de un consumo de drogas. Puede ser pronosticada desde los 07 u 08 años de edad, observándose algunos comportamientos que lo diferencian de los demás niños de su edad como el desafío a la autoridad de los padres y al castigo físico, mentiras frecuentes, crueldad con los animales y otros niños, etc. En los hogares de estos niños se ha encontrado que existe violencia por parte de uno de los padres, verbal, física o sexual, constituyéndose en las llamadas “familias disfuncionales psicopatogénicas“. En estos niños se ha encontrado altos niveles de ansiedad, buscando juegos o actividades que impliquen riesgo o peligro, sin medir las consecuencias. Al llegar a la adolescencia se pueden presentar fugas de la casa, enuresis nocturna, robo

callejero o en la calle, así como la búsqueda e integración a grupos marginales como pandillas, barras bravas, etc. Noyes (1990), describe a estos adolescentes como belicosos, malhumorados, mentirosos, manipuladores, tercos, desafiantes, jactanciosos, desvergonzados, insatisfechos, resistentes a la autoridad familiar, desaprensivos. La psicopatía secundaria se diferencia de la primaria en su etiología, es decir en el origen del cuadro y no en su fenomenología, puesto que ésta es muy similar en ambos casos. Es así que el individuo que se expone a una sustancia psicoactiva va desarrollando características psicopáticas, lo que ha sido denominado como un “proceso de psicopatización” (Oliver, 1979). Este proceso consiste en la adquisición de un sistema de comportamientos antisociales que van surgiendo en el usuario de drogas, siendo más evidente en el consumidor de PBC. El proceso de psicopatización afecta el metabolismo, fisiología, psicología, comportamiento del consumidor, pero principalmente existe un deterioro en su sistema cognitivo, sustituyendo su conciencia social e individual adaptada y productiva por otra que le permita eliminar la culpa y el conflicto que el consumo le trae. Es así que la disonancia cognitivo afectiva es eliminada a través de la reestructuración de sus argumentos, valoraciones, creencias y actitudes con respecto a la droga y su consumo. Como toda cognición produce una emoción, reestructura sus emociones y su conducta, tornándose insensible, desapegado con su entorno familiar y personas cercanas.

Tipos de delito: Marco legal Como hemos visto, el consumo de sustancias puede llevar a la delincuencia producto de un proceso de psicopatización secundaria y una estructura psicopática puede llevar a la delincuencia y/o al consumo.

Cuando se perpetúan actos antisociales que atentan contra las normas o principios de convivencia y equidad social, la comunidad se protege mediante leyes que sancionan estas desviaciones. Así, el individuo se ve confrontado con un sistema legal y, de acuerdo a su edad, estado mental, gravedad del hecho, circunstancias, etc., será sujeto a un proceso judicial que determinará su inocencia o culpabilidad y de ser el caso, se impondrá una pena o medida privativa de la libertad o en libertad, bajo ciertas condiciones. En el caso de menores de edad, el Código de los Niños y Adolescentes establecen diversas medidas socioeducativas, cuya finalidad es lograr la rehabilitación: • Protección, para aquellos niños hasta los 11 años de edad, que han cometido alguna infracción. Esto incluye el cuidado en el propio hogar, participación en un programa educativo de la comunidad o atención integral en un establecimiento de protección (casa hogar). • Amonestación, para los adolescentes a partir de los 12 a 17 años de edad y consiste en una llamada de atención por su comportamiento por parte del Juez de Familia. La familia también es recriminada con el fin de que presten mayor atención a la conducta de su hijo. • Prestación de Servicios a la Comunidad, mediante el cual el adolescente se compromete a cumplir una

serie de actividades en favor de su comunidad por un plazo máximo de seis meses. • Libertad Asistida, en donde el adolescente estará bajo la supervisión de un tutor por un máximo de ocho meses, quien deberá brindarle promoción y orientación en su propio medio sociofamiliar. • Libertad Restringida, la cual consiste en que el adolescente debe cumplir diariamente con asistir a un centro juvenil abierto, con el fin de recibir orientación y capacitación ocupacional, por un plazo máximo de doce meses. •

Internación,

medida

privativa

de

la

libertad

para

aquellos

adolescentes que hayan cometido actos graves (robo agravado, tráfico ilícito de drogas, violación, homicidio, pandillaje pernicioso), por un plazo máximo de tres años, a excepción de seis años para pandillaje pernicioso. El sistema penal juvenil en el Perú, está orientado a lograr una rehabilitación que facilite la incorporación social productiva del adolescente y no simplemente en la aplicación de una sanción. Aunque se ha avanzado mucho en este aspecto, aún queda un largo camino que recorrer para lograr la paz social, puesto que el problema es multifactorial y su solución requiere del compromiso e intervención de todos los actores sociales.

En la actualidad existen un promedio de 1000 pandillas juveniles solo en la ciudad de Lima y el 70% de actos delictivos en la capital son ejecutados por éstas (Diario El Comercio). Estos actos van desde arrebatos o hurto simple hasta asaltos con arma blanca o de fuego, violación y homicidio. En los 10 Centros Juveniles que administra el Poder Judicial en todo el país, 09 son para adolescentes con medida socioeducativa de internación, es decir, han cometido una infracción considerada grave. Entre las infracciones o delitos más comunes están el robo agravado (42.3%), la violación (19.3%), pandillaje pernicioso (08.6%), etc. (ver anexos). Muchos de los cuales afirman haber estado bajo la influencia de alguna SPA al momento de cometer el delito. Si bien los datos obtenidos pueden no representar enteramente la realidad (tendencia a falsear), una gran cantidad de adolescentes refiere consumir o haber consumido alcohol (77.6%). En menor proporción reconocen haber consumido marihuana, terokal y PBC. Es interesante observar que un 11.3% de adolescentes presentó síntomas clínicos de dependencia a una SPA.

Recomendaciones -La prevención antes que la represión: Esta parece ser la regla básica en materia de menores, a la que debiéramos dedicarle mayores esfuerzos institucionales. La mejor manera de prevenirse contra la delincuencia juvenil es la de impedir que surjan delincuentes juveniles, para lo cual se requieren adecuados programas de asistencia social, económica, educacional y laboral. Mientras respecto de otros sectores de la criminalidad el Estado realiza importantes esfuerzos para prevenirla, en materia de menores observamos una actitud bastante más pasiva. En efecto, vemos que las instituciones públicas y privadas dedican gran parte de su tiempo para prevenir delitos forestales, con adecuados mecanismos y programas de control que alerte sobre la deforestación; apreciamos también preocupaciones respecto a los delitos ecológicos en general, donde se discute de los mejores y más eficaces métodos para producir sin contaminar; observamos que en materia económica la comunidad busca prevenirse de los abusos de poder de las empresas; que existen programas para prevenir accidentes de tránsito y evitar los delitos en la circulación de vehículos, etc. Pero cuando llevamos este discurso al tema de los menores de edad parece que la situación es distinta, porque se piensa más en la represión y en la necesidad de someter a castigo a los potenciales delincuentes. Es obvio que debemos prevenir la delincuencia juvenil, y en esto no creo que haya disidentes. El problema está en ver si estamos dispuestos a intentarlo, y más aún, a transformar ese deseo en una verdadera política de gobierno en todas sus implicaciones, pues requiere de la participación de una gran cantidad de sectores, tanto públicos como privados. La prevención verdadera implica el desarrollo de políticas y programas que permitan una mayor distribución de la riqueza, más adecuados programas de asistencia social, el fortalecimiento de la educación en todos los niveles como una prioridad, oportunidad de trabajo, en fin mejores oportunidades de vida en todos los sentidos y para todos. El tema de la prevención aparece claramente recomendado en las (Directrices de Naciones Unidas para la prevención de la delincuencia juvenil):

a) Suministro de oportunidades, en particular educativas, para tender las diversas necesidades de los jóvenes y servir de marco de apoyo para velar por el desarrollo personal de todos los jóvenes, en particular de aquellos que están latentemente en peligro o en situación de riesgo social y necesitan un cuidado y una protección especial. b) Doctrinas y criterios especializados para la prevención de la delincuencia, basados en las leyes, los procesos, las instituciones, las instalaciones y una red de servicios, cuya finalidad sea reducir los motivos, la necesidad y las oportunidades de comisión de las infracciones o los factores que las propicien. c) Una intervención oficial cuya principal finalidad sea velar por el interés general del joven y se inspire en la justicia y la equidad. d) Políticas, estrategias y programas basados en estudios de pronósticos que sean objeto de vigilancia permanente y evaluación cuidadosa en el curso de su aplicación; e) Métodos para disminuir eficazmente las oportunidades de cometer actos de delincuencia juvenil. f) Participación de la comunidad a través de una amplia serie de servicios y programas de ayuda. g) Estrecha cooperación entre los gobiernos nacionales, estatales, provinciales y locales, con la participación del sector privado, de ciudadanos representativos de la comunidad interesada y de organismos laborales, de cuidado del niño, de educación sanitaria, sociales, judiciales y de los servicios de represión, en la adopción de medidas coordinadas para prevenir la delincuencia juvenil y los delitos de los jóvenes. -Minimizar la intervención estatal En primer término implica la necesidad de reducir la intervención de todos los subsectores del sistema represivo del Estado, tales como la policía, el Ministerio Público, los Jueces y el sistema penitenciario, así como de otros sectores del Estado, dándole mayor intervención a otros grupos de la vida social en la solución del conflicto y en la búsqueda de alternativas viables, como la familia, la escuela, la comunidad, las asociaciones, etc.

Conclusiones 1. La delincuencia juvenil es uno de los problemas criminológicos que crece cada día más, no solo en nuestro país, sino también en el mundo entero 2. Es a principios de este siglo en que se ubica la preocupación por la infancia 3. La delincuencia juvenil ha aumentado de forma alarmante en los últimos tiempos, pasando a ser un problema que cada vez genera mayor preocupación social, tanto por su incremento cuantitativo, como por su progresiva peligrosidad cualitativa 4. La delincuencia juvenil es además una característica de sociedades que han alcanzado un cierto nivel de prosperidad 5. En las grandes ciudades latinoamericanas, la delincuencia juvenil está ligada a la obtención delictiva de bienes suntuarios de consumo y por lo general no practican la violencia por la violencia misma sino como medio de obtener sus objetivos materiales. 6. La delincuencia es un problema social que logra entornos exorbitantes en nuestra época, se podría decir que las causas son dos: 

Factor económico



Desadaptación en le medio en el que se desenvuelve el individuo

Bibliografía - Enciclopedia® Microsoft® Encarta 2001. © 1993-2000 Microsoft Corporation. -García Ramírez Sergio "Delincuencia Organizada" Editorial Porrúa, México.2002 -VELA.TREVIÑO. Sergio. "Culpabilidad e Inculpabilidad" Editorial: Trillas, México