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Dane Rudhyar

Un Mandala Astrológico EL CICLO DE LAS TRANSFORMACIONES Y SUS 360 FASES SIMBOLICAS

LUIS CARCAMO, editor San Raimundo, 58 MADRID-20

INTRODUCCION

Después de conocer a Marc Edmund Janes en Los Angeles en 1930, éste fue lo bastante generoso como para enviarme por correo copias de los cursos mimeografiados sobre Astrología que por entonces estaba enviando a los miembros de la Asamblea Sabiana, que él mismo había fundado.* "Astrología simbólica" fue escrito en 1931, y ennumeraba e interpretaba símbolos para cada grado del zodíaco. Yo comencé a interesarme mucho por estos símbolos que, por varias razones que más tarde expondré, encontre muy superiores a otros conjuntos de símbolos de grados anteriormente publicados; y cuando, animado por mi amiga Alice Bailey, decidí escribir mi libro La Astrologt'a de la Personalidad (verano de 1934 hasta primavera de 1936), pedí permiso a Marc Janes para inclmr en él una versión condensada de los símb olas y sus interpretaciones. Permiso que en seguida me concedió. Mientras yo veía las fichas indicatorias originales, en las que había escritas breve.s. interpretaciones de los símbolos tal como habían sido recibidas a través de la intermediaria Elsie Wheeler -bajo circunstancias que describiré en el Capítulo 2- aún no había estudiado y meditado lo suficiente ac~rca de estas descripciones orígínales como para darme cuenta de lo diferentes que eran de lo que se había escrito en el curso mimeografiado, que ltegó seis_ años más tarde. Yo estaba contento de seguir las exposiciones e interpretaciones del curso pero, sin embargo, tenía que condensarlas; e introduje aquí y allá observac10nes referentes a la psico-

* Con el fin de responder a preguntas que ocasionalmente me han sido hechas, he de señalar que nunca he sido miembro de la Asamblea Sabiana, ni he formado parte de ninguna de las clases de Marc J ones. 9

losía de profundidad, porque en 19 3 3 había comenzado a interesarme profundamente ,por los escritos de Carl Jung. Yo había comenzado a estudiar Astrología en 1920, pero en aquel tiempo me encontraba ocupado principalmente en ia composición musical y el estudio de la filosofía y teosofía hindúes. Fue necesaria la combinación del enfoque de Marc Janes y la psicología de Jung, además de vanos cambios y oportunidades personales, para hacerme vislumbrar la posibilidad de utilizar la Astrología como uQa aplicación practica de una filosofía cósmica, holística y cíclica de la existencia. A medida que iba usando más y más los 360 símbolos Sabianos, me sentí cada vez más insatisfecho con muchas de sus formulaciones e interpretaciones, si bien nunca dejaba de sorprenderme por la estructura interna de todo el conjunto, especialmente considerando la manera totalmente aleatoria en que los símbolos fueron obtenidos. Como resultado, comencé a escribir una larga serie de artículos, titulada La Rueda de la Significación, que fueron publicados serialmente en la revista Astrología Americana entre octubre de 1944 y diciembre de 1945. En 1953 Marc Janes publicó su libro Los Símbolos Sabianos en Astrologia, en el cual utilizó las breves descripciones originales obtenidas en 192 5 en San Diego. A estas descripciones añadió unas interpretaciones completamente nuevas y diferentes, que estaban condicionadas por sus especiales psicología social y filosofía abstracta, y que apuntaban haci'a una relación entre grados zodiacales opuestos. Y en 1954 y 195 5 Astrologt'a Americana imprimió cuatro artículos que yo había escrito presentando algunas ideas nuevas acerca de los símbolos y, particularmente, acerca de la posibilidad de hacerlos servir a un propósito semejante a aquél que la gente trata hoy de satisfacer mediante el uso de los símbolos del 1 Ching. En el último capítulo de este libro discutiré la validez y los límites de tal uso de los símbolos Sabianos. La Parte Dos, la sección más grande de este volumen, está consagrada a la reformulación y com,pleta reinterpretación de la serie entera de los símbolos, considerada como una serie cíclica y estructurada que formaliza y revela el significado arquetípico de 360 fases básicas de la experiencia humana. La Parte Uno introduce el tema en su totalidad y discute el significado de los símbolos cuando son utilizados en dicho marco cíclico de referencia y en relación a un proceso estructurado de crecimiento de la consciencia. La Parte Tres discute con 10

mayor detalle los diferentes modos en que este factor de desarrollo estructurado puede ser analizado y los resultados verdaderamente extraordinarios que pueden obtenerse por. medio de dicho análisis. El libro termina con consideraciones sobre el uso que se puede hacer de los símbolos Sa bianos en los que podnamos llamar, quizás algo inexactamente, el propósito de "adivinación". El estudio de lo que las prácticas adivinatorias envuelven podría ocupar por sí mismo todo un volumen, especialmente porque desafía el concepto del tiempo del hombre occidental. Aquí sólo puedo tocar unos pocos puntos básicos y presentar un modo simple en que los símbolos Sabianos pueden ser utilizados para responder preguntas básicas que preocupan a la mente consciente ordinaria. En la versión de Marc Jones de la serie simbólica, particularmente en el libro publicado en 1953, el hecho de que cada símbolo se refiera a un grado del zodíaco ha sido enfatizado. Debería quedar claro, no obstante, que el concepto de simbolización de una serie cíclica de experiencias mdividuales básicas, dentro del contexto de nuestra sociedad moderna, no puede limitarse al estudio del significado de los signos zodiacales. El concepto incluye, pero también transciende, la astrología. Mientras el texto se presta más a ser utilizado mayormente por gente interesada en astrología y deseosa de descubrir, podríamos decir, una "nueva dimensión" de interpretación astrológica, su validez alcanza más allá de tal utilización. Los símbolos pueden aplicarse a cualquier ciclo de experiencia que pueda ser convenientemente dividido en 360 fases. Por ejemplo, se podría utilizar para interpretar el ciclo de precesión de los equinoccios, si uno estuviese absolutamente seguro de cuándo comenzaba este ciclo. Puede utilizarse con reterencia al ciclo del movímiento diario del Med10 Cielo y Ascendente. Sin embargo, el ciclo del año -el zodíaco tropical- es su campq,más natural de aplicación. Casi no es necesario añadir que este libro deja en el tintero muchas cosas concernientes tanto a la teoría de la serie simbólica como a la interpretación de cada uno de los 360 símbolos. Pero no habría sido práctico extender el tamaño del volumen, pues ello habría frustrado el propósito esencial de mi escrito. Sólo espero que el atento lector y usuario de los símbolos pueda encontrar, destilada en significativos enunciados y vistas expansionadoras de consciencia, gran parte de la cosecha de una larga y compleja vida de expenen11

cia en muchos campos de actividad creativa y filosófica -una vida dedicada al significado y al entendimiento. No es éste un libro ,Para una lectura superficial, como tampoco lo es la traduccion de Richard Wilhelm de los textos y comentarios del I Ching. El material que hay en él es para ser utilizado, para que sirva de catalizador para un profundo pensar acerca de experiencias individuales y su significado esencial. Es un libro sobre SIGNIFICADO. Y una vida sin significado casi no merece la pena vivirla. El valor de un individuo depende, de hecho, del significado y del carácter estructural y arquetípico que confiere a todos sus actos, y también a sus sentimientos y pensamientos.

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PARTE UNO LA INTERPRETACION DE LOS CICLOS VITALES COMO UNA SERIE CERRADA DE FASES ARQUETIPICAS

1 LOS SIMBOLOS Y EL CARACTER CICLICO DE LA EXPERIENCIA HUMANA.

Probablemente no ha habido ningún otro momento en la historia de la civilización humana en que se haya hecho tanto uso del símbolo de la palabra y se le haya dado tantos y tan variados significados como hoy día. Algunos filósofos y psicólogos han inventado nuevas palabras en un intento de hacer más precisos estos significados. Las palabras "símbolo" y "signo" han sido diferenciadas, y la distinción es útil siempre que no se establezca ningún límite estricto entre los dos grupos de significado. Hablando de un modo aproximado, un signo es una indicación deliberadamente designada que revela que ciertas condiciones o circunstancias son de esperar en un determinado lugar o momento. Por ejemplo, las señales de la carretera anuncian al automovilista que hay una curva o un cruce delante, o que ciertas carreteras conducen a tales lugares concretos. Un signo, si es preciso y exacto, es estrictamente objetivo. Es un medio convencional y socialmente comprensible de presentar hechos. Los hechos, sin embargo, son entidades extrañas, y diferentes seres humanos responden ante ellos de un modo distinto, de acuerdo con su temperamento, esperanzas o estados emocionales. Un "mero hecho" puede diferir considerablemente de un "hecho esperado". El racionalista y el científico pueden pensar que tratan con meros hechos, pero estos hechos pueden provocar muchas y variadas emociones. Si en determinados momentos especiales inciden en una colectividad de hombres, su significado puede verse aumentado o deformado y puede radiar en muchas direcciones imprevistas. La fórmula de Einstein, e= mc 2, se refiere a un mero hecho del reino atómico pero, después de lo de Hiroshima, se convirtió en mucho más que un signo o una indicación factual de la relación objetiva entre energía y masa. Se erigió como

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J.

un símbolo del posible destino que la mente científica tecnología occiden.tales habíai: encajado a la hu~ani?a , incorporando una mmensa variedad de consecuencias directas e indirectas, una constalación de emociones, tales como el orgullo, la avaricia y e~ miedc:. Ci~rta'.11ente, una pregunta básica acerca del valor fmal e implicaciones morales de un cierto tipo de conocimiento y de su desprotegida y posiblemente prematura diseminación aparecía !mplicada ~n. la ecuación definidora de hechos. El descubnm1ento objetivo de Einstein y su exposición puramente factual se ha convertido en un símbolo extremadamente potente del estad