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Alfonso Barreto

en Impersonalidad

CURSO PRÁCTICO DE AUTOESTIMA

Colección D Y N A M I S 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 910. 11. 12. 13. 14.

Mente sana, c u e r p o sano. Ramiro J. Álvarez. La relación de ayuda. Luciano Cian. Comunicarse para s e r feliz. Fernando Moreno Muguruza. El chamán urbano. Ramiro J. Álvarez. El enfoque interno. Ramiro J. Álvarez. El jardín interior. Fernando Moreno Muguruza. El a r t e de c o m u n i c a r s e en familia. Rosina y Gino Costa. S ó l o e s t e m o m e n t o . Helena Soler y Carmelo Lezana Les. Soy tierra q u e camina. Chamalú. S e r yo m i s m o . Serafín Ruiz. ¿Cómo hablas tú c o n m i g o ? Joachim Engl y Franz Thurmaier. Guía práctica de salud mental. Alfonso López Caballero. Curso p r á c t i c o de autoestima. Alfonso Barreto. Los d e s a f í o s del Centauro. Adrián Kertesz.

Colección DYNAMIS

ALFONSO BAR RETO

CURSO PRÁCTICO DE AUTOESTIMA La importancia de una estima sana en la personalidad

EDITORIAL CCS

Para contactar con el autor: [email protected]

Página w e b de Editorial C C S : w w w . e d i t o r i a l c c s . c o m

© Alfonso Barreto © 2007. EDITORIAL CCS. Alcalá. 1 6 6 / 2 8 0 2 8 MADRID Queda pmtvtúda. salvo excepción prevista en la ley. cuaiqwer forma de reproducción, distribución. comunicación pública y íransConrMCedad intelectual (arts. 270 y ss. del Código Penal). El Centro Esparto! de Derechos Reprográteos (www.cedr0.0r3f vetí por el respeto de los atados derechos.

Diagramación editorial: Juan Manuel Redondo Ilustraciones de interior: Iván Dario Camelo Moreno Diseno de portada: Olga R. Gambarte ISBN: 978-84-9842-077-7 ISBN eBook: 978-84-9842-478-2 Depósito legal: M-11497-2007 Fotocomposición: M&A. Becerril de la Sierra (Madrid) Imprime: Publidisa

como «...

A rodas aquellas personas especiales que buscan el bienestar y la paz interior medios de expresar amor a quienes les rodean

sino que más bien amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Lv 19,18b

índice

Presentación

9

Conceptos importantes para tener en cuenta

11

Lección 1. La autoestima

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Lección 2. El autoconocimiento

27

Lección 3. ¿Cómo se forma la autoestima?

33

Lección 4. ¿Cómo se manifiesta la autoestima?

47

Lección 5. La autoimagen

57

Lección 6. Tres tipos de estimación

63

Lección 7. Para mejorar nuestra autoestima

73

Lección 8. Cuando te aprecias

85

Lección 9. Dios y la autoestima

93

Apéndice: Experiencias de vida

97

Bibliografía

104

7

Presentación Apreciado lector, la autoestima es un aspecto muy importante en la vida de toda persona. No es fácil concebir la vida despreciándonos a nosotros mismos o criticándonos por cualquier actuación que no raye en la perfección. La vida es un sistema flexible de oportunidades para mejorar y transcendernos como personas. Dios quiere personas realizadas que se amen a sí mismas adecuadamente para que de esta manera puedan brindar amor en las instancias donde las relaciones interpersonales se dan: la familia, la pareja, el trabajo, el colegio, la iglesia, requieren personas que se autovaloren y sientan aprecio por los demás. Sin embargo, ¡cuántas veces hemos sido objetos de autodesprecio! ¡Nos hemos tratado mal en vez de intentar cambiar! Muchos problemas de índole psicológico tienen en la baja autoestima una de sus causas principales. La autoestima sana es un amor propio que no rinde culto al yo (allí donde sólo se quiere ser el primero y el mejor en todo), es una forma adecuada de darnos el lugar afectivo que nos corresponde, valorando sinceramente nuestras virtudes y capacidades, o reconociendo, por otra parte, las debilidades que se necesitan fortalecer. Esto, prácticamente, llega a constituir gran parte del sentido de la existencia de todo individuo. Este texto trata sobre la autoestima como una posibilidad de obtener un bienestar psicológico necesario para nuestras vidas, en medio de un mundo bastante caótico, como usted lo percibe diariamente en los medios masivos de comunicación y su vida cotidiana. Está compuesto por lecciones sencillas y prácticas que plantean ideas actitudinales para poner en ejecución. En definitiva, es su toma 9

de conciencia la que inicia el cambio. Nadie más lo puede hacer por usted. La libertad de cambiar está en sus manos. El mejoramiento continuo es un proceso que cada persona debe afrontar. Si alguien sufre por una autoestima baja, padece en su propia interioridad, pero no por la autoestimación inadecuada de otro. Tenga en cuenta para este proceso su vida pasada (niñez, adolescencia, relaciones interpersonales diversas) que hayan podido dañarle por su mala influencia o resolución inadecuada, para que pueda precisar sus puntos débiles. Hasta Jesús mismo, el Hijo de Dios, tuvo que someterse a la disciplina, la obediencia, paciencia, sufrimiento, persistencia hasta el fin, para lograr lo que la humanidad hoy posee: la salvación del hombre por amor. Dios le ayudará a valorarse a sí mismo si usted se deja ayudar. Lea las lecciones con calma, medite en lo que otros autores plantean al respecto, conteste las preguntas que se le plantean e investigue más del tema si le genera un interés particular. Este texto bien puede leerlo en pocas horas, pero si desea mayor eficacia, tómese un tiempo más prolongado para pensar acerca de usted mismo. Al final encontrará un apéndice donde se exponen varios casos reales de personas que han visto afectada su autoestima por motivos diversos. Por respeto y privacidad para con ellas, los nombres han sido cambiados. Le aprecio, estimado lector, y le animo a tener una autoestima como Dios la desea para usted. El autor

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Conceptos importantes para tener en cuenta Los siguientes conceptos, estimado lector, nos ayudarán a manejar un lenguaje unificado, intencional y claro del texto, para su mayor aprovechamiento y comprensión. •

Autoestima

Se entiende como un amor adecuado a sí mismo. Incluye una percepción sana de nuestro valor personal y nuestras posibilidades de desarrollo y crecimiento individual como personas dignas. Es además una experiencia interna que nos indica cómo nos sentimos con respecto a lo que somos, pensamos y hacemos. •

Manifestaciones de la autoestima

Significan las áreas o facetas donde la autoestima se evidencia o puede ser reconocida para su fortalecimiento o mejoramiento. Ellas son: el auloconocimiento, la autovaloración, la auloimageri, la autoconfianza. el autorrespeto y la autoevaluación, que serán estudiadas en este texto. •

Autocrítica o autocensura negativa

Es una tendencia de la mente o manera de pensar que sólo se centra en los aspectos negativos de lo que pensamos, sentimos o hacemos. Esto genera culpa y preocupación frente a todo lo bueno que se desea realizar.

11



Distorsiones cognitivas

Lo que los terapeutas también han denominado formas erróneas de pensar. Constituyen respuestas automáticas del pensamiento que no dejan evaluar, percibir con objetividad y realidad el significado de un hecho o situación. Se argumenta que estas distorsiones están detrás de problemas como la depresión, la baja autoestima, el pesimismo, la impulsividad, la ira, el estrés. •

Deformaciones de la autoestima

Se entiende por deformaciones de la autoestima toda una serie de autopercepciones que afectan al individuo y sus relaciones interpersonales, por cuanto le colocan en una posición inadecuada de lo que realmente es como persona con los mismos derechos y la misma dignidad a la de sus semejantes. Podría argumentarse que son deformaciones del yo en cuanto a la autoestimación. Egoísmo, egocentrismo, narcisismo son ejemplos de ellas. •

Cambio

Es una capacidad real basada en la toma de decisiones para pasar de un estado determinado a otro más benéfico (en el caso del carácter y la personalidad). Presupone el deseo de ser mejor, proactivo, para funcionar adecuadamente en los distintas contextos donde las relaciones interpersonales forman parte de las actividades de cada día. •

Yo ideal

Constituye la pretensión noble de percibirse y proyectarse con una imagen diferente a como se es. Conjuga los anhelos, deseos y objetivos a los cuales se quiere llegar. Este concepto es integral, puesto que el individuo se ve distinto en las diversas facetas de su vida a como es en el presente.

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Toma de conciencia

«Actitud deliberada para reflexionar sobre las circunstancias, vivencias e interacciones que posibilitan la corrección, el cambio, la perspectiva en las personas en aras de una vida mejor (bienestar interno, relaciones interpersonales plenas de amor y altruismo, amor a la creación).» BARRETO, Alfonso. Autoestima y autoimagen.

Paulinas. Bogotá, 200-1,

p.

13.

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Lección 1

La autoestima

OBJETIVO Fundamentar el concepto de autoestima y su dimensión real en la vida integral de todo individuo. Podría parecer increíble pero muchos problemas de las personas tienen como fondo una autoestima baja: inseguridad, indecisión, voluntad débil, ineficacia, pesimismo, problemas de aprendizaje, fueron infundados o desarrollados a través del aprendizaje de la vida generando la incapacidad de tener una imagen, un concepto, un afecto adecuados para consigo mismo. La autoestima es ¡a importancia que nos damos a nosotros mismos. Es la estima desarrollada hacia nuestra propia persona, hacia lo que pensamos, hacemos o proyectamos ser. Es un amor sano a sí mismo, de modo que no tiene que ver con las siguientes distorsiones de la afectividad personal: — Con el egoísmo o la tendencia a pensar solamente en sí mismo, desconociendo lo importante que son los objetivos y metas de otras personas. — Con el egocentrismo o el hecho de sentirnos el centro de las cosas, de las personas, de las situaciones, cuando el mundo y sus oportunidades ñas pertenecen a tcxlos. — Con el narcisismo o un amor exagerado, vanidoso, enfermizo a sí mismo, como si no hubiesen cualidades y talentos en las personas que nos rodean. — Con la egolatría, donde el yo personal está por encima de todas las cosas y requiere un tributo y satisfacción a todo lo que desea, e impone sus propios dictámenes, ignorando los distintos tipos de poder y privilegios que todos los seres humanos tenemos en una u otra forma. 17

Reconozca diferentes distorsiones de la autoestima y conserve una percepción real y adecuada de la misma. Tómese unos minutos para pensar lo desagradable de: Ser egoísta:

Ser egocéntrico:

Ser ególatra:

Ser narcisista:

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La autoestima es importante. Determina si usted se quiere a sí mismo e igualmente asigna un valor a cada acto propio•. «No me quiero«Las oportunidades son para otros, fio para mí», «No soy bueno para nada», «IX'testo esto de mí», *La suerte es de otros». «Nací estrellado', «lis difícil lograrlo'... Sólo son mínimos ejemplos de formas de pensar que evidencian una falta de amor propio, de cariño, de ternura a sí mismo. Para ello es básico tener en cuenta que la autoestima se forma gracias a tres procesos de interacción personal, que ocurren desde muy temprana edad: la información que nos llega de otras personas, la distancia entre nuestra imagen propia y los ideales por alcanzar y las comparaciones sociales. Por lo demás, la autoestima implica varios requisitos para su óptima vivencia, los cuales pasamos a exponer a continuación.

¿Somos amados y aceptados? En realidad el primer amor debe ser el que sentimos por nosotros mismos. Claro, un amor sano y sincero. Saber que la aceptación debe surgir de nuestro interior, porque me gusta definitivamente mi nariz con su forma, mi cabello con su tonalidad, mis ojos con su brillo particular, mis piernas pese a ser largas y delgadas, mi estatura aunque no sea tan alto(a), mi cintura pese a no ser la de una reina. Es el ámbito de la autoaceptación. Las personas experimentan y captan el amor y el afecto de los demás cuando lo desarrollan en su interior, hacia su propia persona. En muchos individuos se evidencia una carencia o imposibilidad para recibir el afecto de quienes los rodean porque no se aprecian a sí mismos, aprendieron que el amor y cariño de los demás es conflictivo e incómodo. La verdadera aceptación es la que nos ofrecemos sin depender de comentarios y apreciaciones determinantes de las demás. Cuando uno se quiere a sí mismo, es mucho más fácil percibir la influencia

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persona! de otras personas, de otros amigos, sin que aquella nos perjudique, porque me quiero, me aprecio, porque reconozco que Dios me ha diseñado así, y no existe nadie igual a mí.

NOS DEMOSTRAMOS AMOR PROPIO CUANDO...

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-

No es una obsesión cambiar nuestra apariencia física.

-

Aceptamos que Dios nos ha creado a su imagen y semejanza.

-

Cuidamos nuestro interior como un espacio para recibir lo mejor: el cariño, el afecto, el amor de quienes nos rodean, y la misma creación que todos los días apreciamos alrededor nuestro.

-

No esperamos necesaria y obligatoriamente nada a cambio para sentirnos bien.

-

Sabemos que cada persona tiene un estilo para amar, con manifestaciones afectivas diversas para concebir el aprecio desde su propia educación y percepción.

-

Hemos decidido acabar la batalla personal que sosteníamos con algún aspecto de nuestro ser, porque no nos condujo a nada.

-

Podemos consentirnos de vez en cuando con detalles que refuerzan nuestro andar diario o nuestro trabajo cotidiano.

-

No nos comparamos necesariamente con otros para medir nuestro éxito o fracaso.

Reconozca la aceptación y el amor de otros como necesidades naturales del ser humano y piense: En dos personas que realmente le aprecien y explique cómo son dichas manifestaciones de afecto:

En manifestaciones de afecto y amor propio que usted tiene para consigo mismo (con palabras, detalles, actitudes):

¿Cuál debe ser su actitud general en la vida sabiendo que Dios le ama como nadie le amará jamás?:

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Tenemos un valor intrínseco como personas Cuando observamos a las personas que nos rodean podemos encontrarnos con la sorpresa de cuan diferentes somos los unas de los otros. Incluso en la forma de pensar podemos llegar a tener ideas tan disímiles, que nos podrían conducir a diferencias y desacuerdos en las relaciones interpersonales. Sin embargo, cada persona presenta una configuración individual tan particular que a veces la misma intolerancia que reina en la sociedad pierde su peso. ¡Es prácticamente imposible llegar a acuerdos perfectos que dejen contentos y satisfechos a tcxlos los implicados! Es interesante la toma de conciencia respecto al carácter único de cada ser, el diseño que Dios ha realizado y sigue haciendo en las personas. Llega paz al alma cuando se reconoce y acepta el propio carácter, la propia personalidad (sin descuidar lo que debemos mejorar en ellos). También deben evitarse las comparaciones sociales, pues todos estamos llamados a desarrollar un proyecto de vida. Dichas comparaciones pueden generar frustración cuando percibimos que no hemos logrado lo que otros han hecho, olvidando nuestra unicidad y singularidad como personas. IX1 modo que no se justifica el tiempo que muchas personas pierden fijándose en las demás, como haciendo una contabilidad minuciosa de lo que ellas son; por supuesto que las buenos ejemplos nos motivan a seguir adelante, situación que amerita el fijarnos en ellos. Sin embargo, cuando se siguen personas o modelos se corre el riesgo de errar cuando ellas fallan, de imitar lo que pcxlría perjudicar nuestro proyecto de vida. Sorprende a veces que haya más tiempo para los demás que el que nos otorgamos a nosotros mismos (claro, para invertirlo en nuestro mejoramiento continuo). Piense en su propio valor; dialogue con Dios y pregúntele para qué le ha llamado al mundo o lo que hoy se denomina el pnxpósito de Dios en la vida. Todos hemos sido llamados para funciones y misiones específicas. Imagine lo monótono que sería: todas realizando la misma actividad; todos con igual carácter y personalidad. ¡Cumpla su propósito! ¡Ejerza su propia valía! ¡Haga realidad su proyecto de vida! 22

Reconozca el valor inherente que tiene toda persona como posibilidad de desarrollar su proyecto de vida. Teniendo en cuenta el carácter único de cada persona, responda: ¿Cuáles son aquellas cualidades que hacen de usted una persona valiosa y por qué?:

¿Qué sería capaz de aceptar en otras personas por más desagradable que ello fuera?:

Recuerde qué le gustaría realizar en su vida como proyecto y cómo éste beneficiaría a quienes lo rodean:

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Somos competentes y útiles Cada persona lleva un equipo o serie de facultades específicas anidadas en su inteligencia que debe desarrollar. Este equipo está compuesto de habilidades, talentos o dones. Algunos nacen con una capacidad para las matemáticas muy avanzadas; otros disfrutan de grandes períodos de lectura y gozan escribiendo lo que para muchos sería aburrido hacer. Conocemos personas que hacen con sus manos obras de arte de objetos donde algunos simplemente ven barro o latas. Por otra parte, si fuésemos a hacer ejercicio con ciertas personas, por ejemplo trotar, nos quedaríamos rezagados en innumerables minutos porque ellas son atletas consumados. ¡Así es el asunto de las talentos! Lo que para usted es fácil a otro muy probablemente se le dificulta y viceversa. No obstante, hay un punto en el cual nadie puede excusarse con respecto a su vida, y es la responsabilidad de desarrollar y potenciar dichas capacidades lo máximo posible. Aquí los casos que la historia muestra son numerosos y significativos; hombres que desarrollaron sus habilidades, todos los días de su vida, legando a la humanidad aportes importantes que perduran hasta el presente. Si no, encienda una bombilla y recuerde por un momento a Tomás Edison, su inventor. Consuma un antibiótico e igualmente piense en Fleming, su creador. Aquí la pregunta básica es: ¿qué está haciendo usted con sus talentos?, ¿qué papel juegan en su vida?, ¿es inconstante al practicarlos? En la sociedad existen personas especializadas en quejarse ante cualquier obstáculo; siempre tienen una excusa para justificar el atraso de una habilidad o su inoperancia. Tienen la salida precisa para explicar por qué no han triunfado. Por donde les interrogue, siempre aparece un obstáculo que se interpuso en su camino (circunstancias, objetos, personas, condiciones). Sin embargo, usted no encuentra en ellas herramientas tan necesarias para todo triunfo como: la constancia, la disciplina, la integridad, la paciencia. Ia tenacidad, la fe, el optimismo, la automloración propia... 24

Llega un tiempo en nuestras vidas en que debemos decidir definitivamente lo que queremos. No es por falta de capacidad o de energías que se fracasa. De toda derrota puede hacerse un análisis que arrojaría resultados lógicos. Hn comportamiento humano sabemos que por los resultados nos pueden conocer las demás personas.

Reconozca la diversidad de talentos y habilidades que posee para sentirse competente y útil en la vida, y reflexione: ¿Qué capacidades ha descubierto en usted en el transcurso de los años? ¿Puede especificar o enumerar cuáles son?:

¿Cuáles han logrado un buen porcentaje de perfeccionamiento? ¿Cuáles permanecen sin desarrollar?:

¿Puede relacionar su actual calidad y estilo de vida con el desarrollo que ha hecho de sus aptitudes y habilidades?:

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«El amor a uno mismo no es un ejercicio para fortalecer el ego. Es darse cuenta de que usted es de gran valor y por eso tiene que cuidarse y nutrirse. La gente es capaz de amar a otros en proporción directa a su capacidad para amarse a sí misma. Esto, por supuesto, significa un respeto personal positivo y saludable, no un amor narcisista, egocéntrico o egoísta.» Jim Hartness y Neil Eskelin Cambio total en 24 horas, Nashville: Betania. 1995, p. 18.

«Es importante no confundir una autoestima sana con el egocentrismo. Los sentimientos positivos hacia nosotros mismos nos permiten desarrollar nuestro potencial, fijar metas, afrontar los problemas, relacionarnos con otros, asumir riesgos, aportar algo a la sociedad y convertirnos en adultos felices y autorreaIizados.» Jean R. Feldman Autoestima para niños, México: Alfaomega. 2003. p. 8.

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Lección 2

El autoconocimiento

OBJETIVO Reflexionar y reconocer conocimientos certeros que hemos adquirido acerca de nosotros mismos, y su influencia en nuestra autoestimación. Autoconocimiento significa lo que hemos llegado a conocer de nosotros mismos, de nuestra propia naturaleza. A medida que transcurren los años, elaboramos o construimos ideas o conceptos más claros acerca de nuestro ser, porque el autoconocimiento *es lo que yo creo que soy». Este proceso implica tiempo y puede arrojar bienestar o intranquilidad con respecto a lo que hemos sido. De allí que es bueno tener cuidado con los comportamientos que hayamos tenido o las acciones que en el presente realizamos. Conocernos a nosotros mismos se constituye en un requisito básico para una vida más real, más digna. Examinarnos no es fácil tcxla vez que de nuestro carácter, y por tanto de nuestra personalidad, salen y aparecen aspectos que pueden ser desagradables, que nos han causado molestias para con otras personas, incluso con nosotros mismos. El autoconocimiento como proceso activo de estamos mirando y muy ligado a la autoevaluación, mantiene una relación interesante con la autoestima porque muestra las fortalezas y las debilidades que poseemos. Muchas de las certezas positivas con respecto a nosotros mismos alimentan y fortalecen nuestra autovalía y satisfacción personal.

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Reconozca lo que es y sabe acerca de usted mismo y llene con sinceridad y con objetividad el siguiente formato de certezas personales. (Tenga en cuenta que una certeza es un conocimiento muy claro de algo, que prácticamente no admite dudas e incomprensiones.) FORMATO DE CERTEZAS PERSONALES 1. Certeza o verdad de lo que fue su infancia...

2. Certeza o verdad de lo que fue (es) su juventud...

3. Certeza o verdad de lo que es (fue) su vida de adulto...

4. Certeza o verdad acerca de lo que sabe hacer con efectividad y productividad...

5. Certeza o verdad de lo que es su vida emocional...

6. Certeza o verdad de lo que es (fue) su vida espiritual...

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Recuerde la importancia de: Escoger comportamientos adecuados en el presente que influirán en el propio sentir futuro, en cuanto a la autoestima se refiere:

Mirar en nuestro ser interior, profundo, para sacar lo desagradable de lo vivido o experimentado y lograr un mejor avance en nuestro desarrollo personal:

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UN COMPROMISO CON LA CONCIENCIA: LA VOLUNTAD DE COMPRENDER «Cada vez que vemos hombres y mujeres con una autoestima positiva, vemos un fuerte compromiso con la conciencia como modo de vida. Viven conscientemente. Les interesa saber qué están haciendo cuando actúan, comprenderse a ellos mismos y al mundo que los rodea; inclusive la realimentación que reciben, que les informa si están o no en buen camino respecto a sus metas y fines. En el respeto hacia uno mismo, denomino a esta actividad "la voluntad de comprender". El alcance potencial de nuestra conciencia depende de nuestro grado de inteligencia, de la amplitud de nuestra capacidad abstracta para captar relaciones (para ver la conexión entre las cosas). Pero el principio del compromiso con la conciencia, o la voluntad de comprender, se mantiene igual en todos los niveles de inteligencia. Se refiere al comportamiento de buscar integrar aquello que llega a nuestro campo mental, asi como el esfuerzo de continuar expandiendo ese campo.» Nathaniel Branden El poder de la autoestima, Argentina: Paidós, 1997, p. 77.

«Digo, pues, por la gracia tá entre vosotros, que no que debe tener, sino que la medida de fe que Dios

que me es dada, a cada cual que estenga más alto concepto de si que el piense de si con cordura, conforme a repartió a cada uno.» Romanos 12,3

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Lección 3

¿Cómo se forma la autoestima?

OBJETIVO Conocer las factores que intervienen en la formación de la autoestima para una mejor perspectiva de cambio y su fortalecimiento. Básicamente podemos identificar tres aspectos o hechos reales que implican el desarrollo y adquisición del aprecio hacia nosotros mismos: — La influencia de otras personas: nuestros padres, familiares, amigos, quienes nos rodean en general han influido de alguna manera, negativa o positivamente. Se es afortunado cuando se ha estado rodeado de buenas influencias que generan sincero aprecio interpersonal entre lo miembros de un grupo, al igual que la vivencia en hogares no tan conflictivos o dificultosas. — La comparación social: cuando nos comparan con otros seres queridos. Por ejemplo: hermanos, amigos u otros familiares. Las comparaciones logran producir frustraciones cuando no alcanzamos el nivel de otros o nos impacientamos por adquirir metas semejantes. — La distancia entre lo que somos actualmente y aquello que deseamos ser: significa avanzar por la vida reconociendo que debemos hacer un proceso, desarrollar un proyecto de vida que día a día nos hará mejores, más prácticos en nuestras metas y estilo de vida. En realidad, nuestra actitud presente con respecto a anhelos y metas futuras determinan cómo nos sentimos en determinadas ocasiones.

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Apirai/rifoíisk)

Asuma una posición personal en torno de estos tres factores productores de la autoestima, y recuerde: Algunas palabras o frases que otras personas le hayan dicho y que afectaron a su autoestima:

Alguna circunstancia en la que fue comparado y cuál fue su actitud ante tal hecho:

¿Cuál es su actitud ante metas aún no logradas o lejanas?:

Sin embargo, estudiemos más de cerca estos tres aspectos en la génesis de la autoestima. 36

La influencia de otras personas Los demás, mediante sus palabras, actitudes y actos nos ayudan a interpretar las situaciones: si llamamos positivo siempre a los aciertos, o por el contrario, si todos los desaciertos constituyen fracasos. Si las exigencias excesivamente altas del medio y de las personas son requisitos fundamentales y necesarios por cumplir. ¿Y si no? Nuestros padres, familiares, profesores, amigos o/y compañeros contribuyen mucho en este aspecto. Sus valoraciones son a veces decisivas: por ejemplo: «¡Tienes que ser siempre el mejor!», «¡Cochino!», , *¡Bruto!», «¡Sucio!», «¡No sirves para nada!»... se imprimen en la mente como cánones que se deben cumplir o formas afectivas de sentirse con respecto a la realidad vivida. Por supuesto, también existen las valoraciones positivas que hacen de nuestra personalidad una vivencia constructiva: «¡Qué bien lo hiciste!», «¡Te felicito!», «¡Sabia que podías hacerlo!», «lis muy lindo tu trabajo!», «¡Eres una gran persona!». Desde la primera infancia, se comienza a gestar la construcción de una buena autoestima, y los padres son los primeros que lograrán una influencia notoria en el niño. Al respecto, Juan Antonio Amador lo expresa así: «lis indudable que no todas las personas que conviven con el niño influyen del mismo modo en la formación de la autoestima. Durante la infancia, el pape! de los padres es determinante en la formación y mantenimiento de la autoestima de los niños. La confianza de los padres en la capacidad de sus hijos para enfrentarse a las situaciones de la vida diaria, el interés por sus progresos y dificultades, el fomento de la autonomía, la propia responsabilidad y el establecimiento de unas reglas de comportamiento y convivencia claras, contribuyen a la aparición y mantenimiento de una autoestima elevada en los niños». Autoestima,

cómo

mejorar la propia

imagen,

Barcelona: Colimbo, 1995, p. 18.

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Aunque nos interesa nuestra situación como personas con uso de razón y una personalidad en cierta medida ya perfilada por el aprendizaje y la cultura, debemos mirar un poco hacia atrás y reflexionar sobre el ejemplo que nos dieron nuestros padres, los modelos paternos que tuvimos; si fueron ejemplos positivos, congruentes con lo que decían y hacían, o si nos criamos en ambientes donde nunca se valoraba nada, donde las palabras afectuosas eran más un lujo o una sorpresa, que una actitud natural y espontánea.

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Reconozca la influencia clara de otras personas en la formación de su autoestima y escriba: Algunas frases o palabras dichas por alguno de sus progenitores, familiares o allegados, que han marcado positiva o negativamente su vida:

¿Qué actitud asumirá cuando algunos de estos mensajes o palabras negativas acudan a su mente para disminuir su amor propio?:

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«Cuando niños, nuestra identidad e imagen propia se formó por la definición de las personas significativas en nuestras vidas, por lo general nuestros padres. Esa definición afecta todo lo que creemos en cuanto a nosotros mismos y nuestra capacidad de relacionarnos con lo circundante. Sin embargo, debe llegar el momento para darnos cuenta de que no podemos vivir más según la definición que otros tienen de nosotros. Al fin y al cabo debemos dar los pasos necesarios para volver a formar nuestras vidas.» Jim Hartness y Neil Eskelin Cambio total en 24 horas, Nashville: Betania. 1995, p. 18.

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Las comparaciones sociales Esta segunda posibilidad o factor en la formación de la autoestima depende de las interacciones personales con otros. Surge del reflejo que los demás nos dan con sus habilidades, cualidades, defectos. Aquí, una vez más la importancia de las modelos es vital, porque la comparación permite ver (en cierta medida) en qué punto del camino se anda, qué logros se han alcanzado, o por el contrario, cuánto tiempo se ha perdido, qué retrocesos han ocurrido o a qué nivel se lia logrado llegar en determinada actividad personal. Sabemos que las comparaciones en sí son delicadas porque muchas veces generan frustración en la medida en que otros han avanzado extraordinariamente en sus campos, que quizá también forman parte de nuestros intereses y aspiraciones. En el hogar esto es muy notorio cuando los padres que tienen varios hijos comparan unos con otros, reforzando positivamente a x pero criticando inadecuadamente a y, facilitando una autoestima: o demasiado elevada o con heridas. El nivel de comparación debe ser acorde con las capacidades propias, teniendo en cuenta que cada ser humano ¡leva un ritmo diferente de progreso, de logro, de adaptación, de aprendizaje y cambio personal. En este sentido, las comparaciones no son muy aconsejables. El carácter único que se posee no debiera dar lugar a que la frustración por comparaciones sociales, o el establecimiento de parámetros de progreso con respecto a las demás personas, se produzca.

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Mantenga una perspectiva adecuada con respecto a las comparaciones sociales tan comunes en la vida familiar y social en general, y piense en dos personas (una que considere tener una adecuada autoestima y éxito personal; otra no muy exitosa y con una pobre autovaloración) para la siguiente actividad: ¿Cuáles son las cualidades y éxitos de esa persona? ¿Qué hace pensar que su autoestima sea satisfactoria?:

¿Cuáles son las debilidades y falencias de esa con deficiente estimación personal?:

¿En qué grupo de estas personas considera usted estar ubicado? Justifique su respuesta:

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«La aclamación de los demás no crea nuestra autoestima. Tampoco lo hacen el conocimiento, las aptitudes, las posesiones materiales, el matrimonio, la paternidad, los esfuerzos filantrópicos, las conquistas sexuales ni la cirugía plástica facial. Estas cosas pueden hacernos sentir mejor con nosotros mismos temporalmente o más cómodos en situaciones particulares. Pero la comodidad no es autoestima.» «La autoestima es una experiencia íntima; habita en mi alma. Es lo que yo pienso y siento respecto a mi mismo, no lo que otra persona piensa o siente respecto a mí. Este hecho tan simple cuesta muchísimo que se recalque lo suficiente, que quede bien claro. Pueden quererme mi familia, mi pareja y mis amigos, y a pesar de ello no quererme yo mismo; puedo ser admirado por mis socios y sin embargo considerarme indigno; proyectar una imagen de seguridad y aplomo que engañe prácticamente a todos y por el contrario temblar secretamente por sentirme inseguro e inadaptado; satisfacer las expectativas de los demás pero no satisfacer las propias; obtener todos los honores y sin embargo sentir que no he conseguido nada; ser adorado por millones de personas y aun así despertarme cada mañana con una enfermiza sensación de engaño y vacio.» Nathaniel Branden El poder de la autoestima. Argentina. Paidós, 1997, pp. 62. 63.

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La distancia entre lo que somos actualmente y lo que deseamos ser Este aspecto interesante se refiere a las realizaciones o adquisiciones personales que hasta el presente hemos logrado y la distancia que éstas mantienen con lo que deseamos llegara ser. El yo ideal implica lo que queremos ser, cómo nos visualizamos, de modo que una actitud paciente, progresiva con lo que estamos haciendo y consiguiendo, frente a una expectativa normal de lo que realmente pretendemos ser u obtener nos permitirán una autoestima equilibrada y estable. Por ejemplo: una persona puede estar realizando un curso de capacitación específico (actividad que corresponde a la imagen actual, propia). Sin embargo, su deseo o ideal en realidad es emprender estudios avanzados en dicha área; si su actitud ante el curso que hace es de aceptación y disfruta tal actividad como un escalón hacia su propósito de hacer un estudio avanzado, su autoestima se mantendrá estable y sana. La actitud contraria implicaría una expectativa muy fuerte y desesperada por no lograr su ideal inmediatamente, lo cual podría resentir su estima propia, y quizá menospreciar el curso actual de la realidad. Juan A. Amador agrega en su texto: «La discrepancia entre el yo mal y el yo ideal se ha utilizado como un indicador de la autoestima. De hecho, para algunos psicoterapeutas, como por ejemplo Kogers, la disparidad entre el yo real y el yo ideal es uno de los indicadores más importantes de desajuste psicológico, entendido como la vivencia de malestar personal. Cuando la distancia entre el yo real y el ideal no es muy grande, la autoestima es. generalmente, positiva». Por eso es fundamental aceptamos en el momento presente tal y como somos, puesto que ello ñas brindará la paciencia y la tolerancia para con lo que aún no hemos podido conseguir o modificar. Una aceptación sana del momento presente predispone mayor apertura a lo que el futuro traerá como consecuencia de la buena actitud del ahora. 44

IX' otra parte: cuanto más reales y palpables sean los objetivos del yo ideal, más estable será nuestra autoestima porque la mente, la personalidad, la forma de ser que nos caracteriza, aceptará que es un proceso de logro, donde existen obstáculos, pero también importantes aproximaciones a lo deseado.

Adquiera la conciencia de establecer metas prácticas para alcanzar, como una manera de alimentar sanamente su autoestima, medite unos instantes en: ¿Cuáles son sus prioridades como persona?, ¿qué le apresura de dichas prioridades?:

¿Cómo controla o asume el hecho de que aún algunas cosas no hayan sido logradas?:

Algunas metas conquistadas que han contribuido a mantener su autoestima con una estabilidad adecuada:

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«Debido a las experiencias del pasado, perdemos el sentido de agrado de nosotros mismos. Claro está que esto sucede en diferentes proporciones, dependiendo de la propia historia; sin embargo, es importante recuperar una amplia noción y vivencia de autoestima. La necesidad de vivir en paz y con autoconfianza perdura en nosotros durante toda la vida; siempre seremos humanos y mereceremos lo mejor de la propias actitudes.» Eduardo Aguliar Kubli Domina la autoestima. México: Árbol. 1995, p. 22.

«Que el Señor te responda en el día malo, y sea tu protección el Nombre del Dios de Jacob. Que te envíe socorro desde su santuario, y desde Sión te venga su auxilio. Que tenga presentes todas tus ofrendas y que le agraden tus sacrificios. Que te conceda según tus deseos y se realicen todos tus proyectos.» Salmo 20,1-4

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Lección 4

Cómo se manifiesta la autoestima?

OBJETIVO Conocer las formas en que la autoestima puede ser reconocida o comprendida en la vida personal. La autoestima es un proceso y un hecho real que puede manifestarse cuando hablamos o evidenciarse en nuestra forma de actuar, incluso de interactuar con otros. IX1 modo que ella puede ser reconocida en varios procesos interesantes y esclarecedores, los cuales pasamos a exponer a continuación. •

Autoconcepto

Es lo que pensamos de nosotros mismos, en forma de habilidades y deficiencias. Este plano de la autoestima sugiere lo rígidos o flexibles que podemos ser con nosotros mismos al pensar. Los estándares que nos exijamos frente a las cosas u oportunidades determinarán cómo nos vemos a nosotros mismos. Dará la posición que nos creemos merecer. ¿Cuál es el concepto propio que una persona debe tener de sí? Lo evidenciarán los niveles impuestos por la propia personalidad, los intereses y deseos del individuo. En definitiva, será cómo logramos una descripción de nosotros mismos. Algunos aspectos importantes para tener en cuenta con respecto a nuestro autoconcepto, son: — Debemos aprender a pensar bien de nosotros mismos. — Existe una manera equilibrada de pensar sin extremos ni exageraciones. — Como pensamos muy probablemente así somos, sentimos y actuamos. 49

Reflexione sobre la importancia de tener un concepto de sí adecuado y positivo y responda: ¿Cómo se trata usted cuando algo no sale como lo había planeado?:

¿Cómo se siente cuando se critica en extremo a sí mismo? ¿Es muy autoexigente?:

¿Cuál sería la mejor opinión (concepto) que podría dar de sí mismo a otros?:

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Autoconfianza

Es la convicción de que podemos hacer las cosas, alcanzarlas, que contamos con la ayuda de nuestras capacidades y de Dios para hacer lo que nos propongamos. Por supuesto, esto incluye el aprovechar los recursos con los cuales contamos: lo económico, lo físico y lo intelectual. La seguridad de poder lograr los objetivos fortalece la estima propia y capacita a la personalidad para seguir adelante. Creer que podemos hacer lo que planeamos mantendrá en un buen nivel el propio aprecio personal.

Confirme su autoconfianza como parte de su autoestima y responda: ¿Qué le produce confianza para lograr las cosas o las metas que se propone?:

De su experiencia personal, ¿cuál sería una estrategia eficaz para que lo planeado le salga bien?:

¿Recuerda una experiencia negativa que finalmente hoy le produce confianza para no cometer los mismos errores?:

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Autorrespeto

Es el sentido propio de dignidad como persona. Y está basado en el propio cuidado personal cuando actuamos o elegimos comportamientos específicos, es decir, si las actos que realizamos nos dignifican o nos hacen daño como tal. La autoestima en este ámbito buscará lo mejor para sí, lo de buen provecho, lo que edifica y enseña. El hombre requiere de la manifestación sana de sus emociones y sentimientos, evitando el sentimiento de culpa en todas las acciones, puesto que cada vez se puede ser mejor moral, intelectual y socialmente.

Reconozca que cada elección implica un componente moral que puede dignificar o subvalorar la estima propia y reflexione sobre: ¿Qué tipo de comportamiento pudiera estar afectando su autoestima o pudiera estarle haciendo perder su propio respeto?:

¿Qué cosas usted se permite hacer pero que producen inevitablemente un malestar en su vida personal porque sabe que son inadecuadas?:

¿Qué comportamientos que usted realiza indican que se valora y respeta a sí mismo?:

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Autoaceptación

Significa aceptarnos definitiva y totalmente, con virtudes y defectos. Esto requiere honestidad para sopesar las fortalezas y debilidades, aceptando aquellas cosas difíciles, algunas casi imposibles de cambiar. De modo que nos sentiremos competentes con las talentas recibidos, las emociones experimentadas, nuestro carácter, la personalidad desarrollada, para un mejor bienestar personal en la vida diaria. Cuando nos aceptamos, aprendemos a sacar el mayor provecho de nosotros mismos.

Reconozca la necesidad de su aceptación personal como un proceso crucial en una autoestima adecuada y responda: ¿Qué aspectos de su personalidad ha aceptado con amor?:

¿Qué considera lo más valioso que hay en usted como persona?:

Uno o dos aspectos donde usted aún no logra aceptarse:

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Autoevaluación

Es el proceso de evaluarnos o examinarnos, para saber en qué nivel o estado interior nos sentimos. Ella nos indica cómo nos sentimos con respecto a nuestro crecimiento y desarrollo como personas. Cuando dicho balance es positivo, experimentamos una autoestima apropiada y satisfactoria. Cuando la valoración es negativa, nuestra autoestima se resiente porque sabemos que existe algo mejor en nosotros mismos por lograr y conquistar, pero no se ha trabajado a conciencia para ello. Sin embargo, también permite reconocer dificultades externas y obstáculos diversos que deben superarse cada día. Este proceso de autoevaluación es necesario para que establezcamos los alcances de nuestra vida, la realidad de nuestros proyectos y el deseo de ser mejores y eficientes cada día.

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Continúe trabajando para lograr una satisfacción personal debida a los logros y aciertos de su vida en general, y escriba: ¿Qué opina de una evaluación constante de su comportamiento como estrategia para el mejoramiento continuo como persona?:

Momentos que usted ha considerado como derrotas o fracasos, pero que finalmente sirvieron para bien en su vida a todo nivel:

¿Cuál es o sería su actitud cuando otra persona le dice aspectos desagradables de su estilo de vida?:

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«Pasando a otra idea, hablemos del problema de la valía personal. La valía personal no significa el valor de uno mismo. ¿De dónde procede el valor de uno mismo? ¿Se obtiene del éxito en el trabajo? ¿Se obtiene de tener mucho dinero? ¿Se obtiene de atraer a muchos hombres (si usted es mujer) o a muchas mujeres (si usted es hombre)? Cuán frágil es eso, cuan transitorio. Cuando hablamos del valor de uno mismo, ¿no estamos hablando realmente de cómo nos reflejamos en el espejo de la mente de los demás? Pero, ¿tenemos que depender de eso? Uno comprende su propia valia personal cuando ya no se identifica o se define en función de esas cosas pasajeras. No me vuelvo bello por el hecho de que todos digan que soy bello. Realmente, no soy ni bello ni feo. Estas cosas van y vienen. Mañana podría transformarme en una criatura muy fea, pero todavía sería "yo". Entonces, digamos que me hago la cirugía plástica y otra vez vuelvo a ser hermoso. ¿El "yo" realmente se vuelve hermoso? Es necesario dedicar mucho tiempo a reflexionar sobre estas cosas.» Tony de Mello Charlas sobre la espiritualidad, Colombia: Norma. 1994, p. 86.

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Lección 5

La autoimagen

OBJETIVO Valorar la necesidad de una vivencia adecuada de nuestra imagen como fortaleza para una sana autoestima. En el aprendizaje del amor sano a sí mismo juega un papel fundamental la autoimagen. Por ello la hemos colocado en un apartado único. Vivimos en una cultura comunicativa donde la belleza y los criterios que regirían lo estético nos son preescritos como deseables y como condición necesaria para sentirse bien. Las medios masivos de comunicación realizan una labor fuerte e intensa por convencer a sus audiencias de cómo vestirse, cómo tener una piel mejor, cómo mantener un cabello sedoso y brillante, cómo vestir y qué marca lucir, cuál es la moda actual, cómo es el hombre y la mujer modernos, qué crema ofrece o promete un aliento más fresco y puro, entre otras. IX' modo que no es fácil manejar la presión que las personas reciben día a día sobre todo a través de las pantallas de televisión. Uno de ¡os aspectos más importantes para la toma de conciencia personal es la aceptación propia de nuestra realidad física y corporal\ para algunos no es fácil hablar de la forma de su nariz, del diseño de su dentadura, de la calidad de su cabello, es decir, esto se vuelve una batalla y guerra continuas que quitan mucha energía y autoestima a las personas. No es raro ver cómo muchos se preocupan de las formas, por la estética de la apariencia física. ¡Es muy alta la carga por soportar! En cierto sentido estar muy preocupados por la apariencia personal es bastante egoísta puesto que implica un sesgo con respecto otras áreas de la personalidad y el espíritu que también merecen nuestra atención y desarrollo. Por ejemplo: es fácil realizar una buena combinación de colores al elegir qué ponernos, pero ello no implica que mejore la arrogancia o la ira patológica en una persona. ¿Podemos 59

entender esto? Si las cosas estéticas o formales ayudaran eficazmente al cambio no dudaríamos un instante en invertir las energías y fuerzas que derrochamos en ellas. Más claramente: unos ojos muy bellos no permiten deducir una personalidad moralmente sana. Una dentadura armónica y blanca no indica cortesía y lenguaje constructivo. Como notamos, la belleza subyace a la experiencia subjetiva de la autoimagen en las personas. Esta se define con base en lo que pensamos y sentimos de nosotros mismos físicamente. De hecho es insoportable vivir años de inconformidad con el propio cuerpo, cuando debiéramos pensar lo único y auténtico de nuestro diseño corporal. Por supuesto, una persona con algún tipo de problema serio (por ejemplo: una afección grave en la piel, una cicatriz en lugar muy visible, una imposibilidad o carencia física) puede decir que esto es fácil de teorizar, pero padecerlo, no tanto. Lo que pretendo decir es que la salud psicológica en este campo de la autoimagen va a depender de su actitud ante la vida, de que usted dé prioridad a otras cosas y situaciones o metas que debieran recibir las fuerzas y el empeño para triunfar y ser mejores. El punto central será, entonces, ¿decido aceptarme con paz tal y como soy? o ¿lucharé todo el tiempo conmigo mismo inevitablemente? Es una decisión muy personal que el individuo se verá obligado a tomar, porque la carga y pesadez psicológicas llegan a debilitar cualquier tipo de voluntad. Acéptese como Dios le ha hecho. Reconozca lo interesante que hay en usted. Valore su propio cuerpo, integralmente. Mejore sin obsesiones lo que más pueda. Modifique lo que humanamente dependa de usted. Recuerde que la mejor apariencia personal es la belleza interior reflejada en lo externo. No luche más contra lo que sólo Dios podría remediar. No sea rígido y radical con su personalidad en este campo. Las personas somos diferentes, en todas las áreas, porque Dios es un ser de creatividad e incluso en los gemelos se presentan diferencias de uno u otro orden. Reciba paz en su carácter sabiendo que usted es así y que Dios le ama así. Que también existen personas que le aceptan como usted es. Nunca olvide el famoso pasaje bíblico: «Entonces dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza..."» Génesis 1,26a. 60

No seamos, pues, rígidos, obsesivos y compulsivos con nosotros mismos. La mejor aceptación es la que el Creador hace de los hombres, porque las parámetros que éstos generan para aceptarse los unos a los otros son en extremo causantes de mucha ansiedad y estrés... y quizá decepción.

Valore el diseño único que usted ES y responda: ¿Qué aspecto(s) de su apariencia física ha sido difícil de aceptar? ¿Cómo esto le puede afectar psicológicamente?:

¿Cómo piensa que ha influido su apariencia personal en sus relaciones con otras personas?:

¿Qué aspectos de su apariencia personal pueden mejorar porque dependen exclusivamente de usted? ¿Cómo le beneficiarían psicológicamente tales modificaciones?:

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ACEPTACIÓN PROPIA Cuenta una fábula que había una vez en la región boreal un pequeño témpano de hielo que estaba muy descontento con su vida, especialmente porque había conversado con algunas focas que le contaron acerca de las bellezas del sur, donde el mar resplandece bajo la gloria del sol. Pero un viejo témpano que lo oyó murmurar, le dijo: «Hijo, nuestro destino es permanecer aquí, y debemos estar muy contentos con las circunstancias y el paisaje que nos rodean». Sin embargo, el pequeño témpano no siguió el consejo del mayor. Asi que cierto día se separó de sus compañeros y emprendió viaje hacia el sur. «Ahora si conoceré el mundo», pensó. Pero lo primero que le ocurrió fue el choque contra un barco en la oscuridad. Y mientras sufría el dolor del golpe en medio de olas encrespadas, recordó cuánto más tranquila era la vida en su antiguo hogar. Al continuar su arriesgada aventura, un día el sol lo miró desde las alturas y el pobre témpano comenzó a llorar y llorar. El calor del sol lo derritió por completo y desapareció en el océano. En el mar de la vida humana, ¡cuántos seres se parecen a este témpano insatisfecho! Siempre disconformes con lo que son y lo que tienen, viven codiciando las aparentes ventajas del prójimo, sin recordar que ellos mismos poseen condiciones que, bien desarrolladas, podrían abrirles la puerta de la alegría y el éxito. Incluso, abundan aquellos que dejan sin cultivar su personalidad y sus propios talentos, y se ponen a imitar servilmente a otros, vendiendo así su propia individualidad. Y a la postre los tales deben reconocer que no han llegado a ser ni una cosa ni la otra, sencillamente porque no supieron lo que debían ser. ¡Cuán importante es aceptarse a uno mismo y ser uno mismo! De otro modo, ¿cómo podríamos vivir satisfechos y desarrollar los dones y capacidades inherentes a nosotros mismos? Por humildes que seamos, todos tenemos buenas posibilidades de desarrollarnos y de alcanzar una medida aceptable de bienestar y de intima satisfacción. Enrique Chaij A pesar de todo, ¡qué linda es la vida!, Miami: Asociación publicadora ¡nteramencana. 1992, pp. 12, 13.

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OBJETIVO Reconocer aspectos que también pueden generar valoración en las personas en general. Según Francois Garagnon, «un hombre inspira tres tipos de estima: por lo que es, por lo que tiene, por lo que hace». Es bueno en este momento sopesar estas tres facetas de la estimación personal a las cuales las personas nos vemos influidas en las relaciones interpersonales y sociales.

Estimación basada en lo que se tiene Las adquisiciones o bienes materiales diversos forman parte de la vida productiva de las personas, pues indican el deseo de logro y progreso que brindarían ciertas seguridades y comodidades a las mismas. Las habilidades y talentos específicos se evidencian también en las posesiones obtenidas como tendientes a tener una mejor calidad de vida. Por ello, muchas personas logran ser admiradas o respetadas por su solvencia económica o el poder financiero adquirido en el transcurso de su vida. Todo esto es muy válido cuando las riquezas están al servicio de otras personas; se genera empleo, realización personal en lo laboral, nuevas ideas. Por otra parte, es muy cómodo y agradable tener el aprecio y reconocimiento de otros por lo que hemos conseguido. En realidad es algo normal y natural. Sin embargo, no es adecuado pensar que este tipo de estabilidad material será garantía de bienestar interno o de una autoestima sana. Las personas que basan su valía personal en lo que tienen sufren cuando desaparecen los objetos de su «satisfacción interior». Se ha desarrollado apego a lo material. ¿Cuántos han acabado con su vida al perderlo todo? 65

Recordemos que vivimos en una sociedad donde lo material es el motor de la vida y la generalidad es tener como sinónimo de ser. Sabemos que ello dista de ser la realidad. Podemos disfrutar las bendiciones y bienes que la vida nos permite conseguir, pero sin apegos anómalos y perecederos en el tiempo. Así nos evitaremos padecimientos innecesarios cuando las cosas se pierden o ya no están.

Reconozca la importancia de ver las adquisiciones con objetividad, solamente como una parte del desarrollo personal, y medite un momento en: ¿Cómo valora los bienes materiales obtenidos? ¿Le producen satisfacciones únicas o los percibe como elementos para una mejor calidad de vida?:

En una adquisición que usted perdió por x razón, ¿cómo asumió tal hecho?:

¿Qué bienes piensa adquirir próximamente y qué tipo de satisfacción real le podrían ofrecer? ¿Cómo los disfrutaría sin depender de ellos?:

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Estimación basada en lo que se hace También podemos llegar a ser estimados por lo que hacemos o sentirnos muy satisfechos por nuestras propias habilidades. Por supuesto que esto no es malo. El nivel o la calidad que tengamos para realizar un trabajo pueden generar gran admiración por parte de las personas que nos rodean. Sin embargo, esto no garantiza que podamos querernos plenamente. Las habilidades han sido dadas por Dios a los hombres para que puedan desarrollarse productivamente y servir a las demás personas. Son para aprovechamiento mutuo. No puede pensarse en un talento que sólo exalte la capacidad del hombre para sentirse superior con respecto a los demás. Existen individuos que efectúan trabajos con habilidad sorprendente y cuya estima no es la mejor porque algo falta en su ser interior que pueda brindarles satisfacción y plenitud espiritual. Recuerde que sus capacidades y talentos maravillosos también están para ayudar a otros a que elaboren su proyecto de vida y salgan adelante. Es bueno contribuir en la construcción de la dignidad de nuestros semejantes. El egocentrismo y el egoísmo hacen mucho daño en las relaciones interpersonales. Una vez más debemos tener en cuenta que la valía personal es algo que transciende las mismas cualidades personales. Está bien lo que hacemos eficazmente; pero, ¿cómo nos sentimos interiormente?

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Reconozca la necesidad de servir a los demás de acuerdo con sus habilidades, y conteste: ¿Cómo se siente al saber que cuenta con una habilidad sobresaliente para un campo determinado de la vida laboral y social?:

Momentos en que su actuación o desempeño han sido muy buenos y cómo se ha sentido al respecto:

¿Cómo considera que el desempeño de su trabajo actual es valorado por otros?:

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Estimación basada en lo que se es Este es el punto a donde deseamos llegar: la autoestima por lo que uno es. Primero como creación de Dios; segundo como seres dotados con talentos y capacidades diversas; finalmente, la posibilidad de hacernos cada día mejores a nosotros mismos. Hay personas de las cuales se puede hablar lo mejor porque ellas son así, es decir, se sienten así, cuentan en su interior con un desarrollo personal muy importante, adquirido por la experiencia, la ayuda de Dios y el trabajo en sus propias aptitudes. Sepa lo importante que es usted por ser un diseño único y especial de Dios; por tanto está potencialmente en condición de planear, de triunfar y compartir. Sus anhelos también cuentan. Su valor ya está allí, ha estado en su interior, pero requiere trabajarlo. Por lo demás, cada uno de nosotros está llamado a realizar un proyecto de vida singular. No se concibe dos seres con intereses y metas absolutamente iguales. Nuestro carácter e intelecto nos dictan metas particulares por conquistar. Por ello lo que somos es fundamental. Es adecuado interrogarnos: ¿qué hay dentro de nosotros?: ¿solidaridad?, ¿amor?, ¿fraternidad?, ¿ideales? o en caso contrario, ¿egoísmo?, ¿frustración?, ¿conflictas?, ¿desánimo? Cuando valemos por lo que somos, enseñamos a otros lo esencial de ser persona, de estar sintonizado con lo mejor y lo bueno que la vida en general pone a nuestra disposición. Usted vale porque es digno. Ha adquirido ese derecho de servir en el mundo y realizar un plan en bien de la humanidad.

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Admita su plena dignidad como persona, y reflexione acerca de: Las cualidades o atributos de su forma de ser que son medios para beneficiar a las demás personas:

¿Qué es lo más importante y valioso que usted ha aprendido acerca de sí mismo en el transcurso de su vida?:

¿Qué cree usted que le hace una persona interesante?:

¿Por qué le aprecian quienes le rodean?:

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«El valor de la persona es singular e independiente de sus creencias. El ser humano tiene valor por el simple hecho de serlo y de existir, de ocupar un lugar único en el mundo, con su sello personal irrepetible e insustituible. Alguien con baja autoestima tiene un escaso grado de aceptación y gusto por él mismo, quizá por pensar que su valor como persona es menor; pero esta distorsión aprendida no cambia su verdadero valor como individuo. Por el contrario, quien tiene una alta autoestima refleja un buen nivel de aceptación personal y agrado de si y, aunque esto no aumenta su valor como ser, silo ayuda a vivir con más autoconfianza y autorrespeto. ...Si uno se deja guiar por la fórmula "valgo por lo que tengo o hago" la meta vital se convierte en cómo tener más estatus, sin importar lo que tenga que pagar por ello en lo económico, lo físico, lo familiar o con otros desequilibrios. Al descubrir que el valor de un ser humano no se puede apoyar en una fórmula falsa como la anterior, el objetivo vital se vuelve muy diferente: ¿cómo puedo ser más feliz en cada instante y a partir de aquí, de ahora, con lo que tengo y soy hasta este momento? ¿Cómo puedo preservar mi vida y la vida del ambiente al máximo? ¿ Cómo puedo servir mejor a los demás? ¿ Cómo puedo dejar lo mejor de mi mismo en mi paso por la vida?» Eduardo Aguilar Kubli Domina la autoestima, México: Árbol Editorial, 1995. pp. 27. 29. 30

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Lección 7

Para mejorar nuestra autoestima

OBJETIVO Adquirir estrategias que nos permitan mejorar y fortalecer nuestra autoestima.

Venciendo un enemigo: la autocrítica negativa Si bien muchas actividades no logramos hacerlas con una perfección absoluta, no por esto dejamos de obtener excelentes resultados en muchas áreas. Gran cantidad de personas son muy rígidas autoexigiéndose cuotas o niveles por alcanzar muy elevados. Esta es una influencia en nuestro pensamiento inculcada en nuestros hogares o también por la influencia externa de instituciones donde fuimos educados y las personas de autoridad que ejercieron presión sobre nosotros. Las metas y objetivos que nos proponemos delx'n ir acorde con la realidad, con las posibilidades prácticas de alcanzar paulatinamente lo que pretendemos. Es en el campo del pensamiento donde se producen los tratos inadecuados hacia nosotros mismos como personas de valor. Allí el lenguaje arremete con la estimación de la persona. Cuando algo no sale bien, entonces aparece la autocrítica negativa: ¡Soy un imbécil!, ¡Soy un inútil!, ¡No lo lograré/, ¡No sirvo para nada! Estas expresiones y muchas más mantienen un círculo vicioso en el pensamiento haciendo a la persona indigna e incapacitada para dar lo mejor de sí. Pensar bien de uno mismo es una tarea por aprender y presupone la conciencia clara de lo que uno es, con aciertos y desaciertos. Cuando pensamos bien de nosotros mismos, apuntamos hacia lo me75

jor de cada situación u oportunidad. Las Sagradas Escrituras lo resumen así: «Por lo cuentren todo lo merece

demás, hermanos, fíjense en iodo lo que ende verdadero, de noble, de justo, de limpio, en que es hermoso y honrado. Fíjense en cuanto admiración y alaljanza». Filipenses

4,8.

La autocensura o crítica patológica, como le llaman algunos psicólogos, es también consecuencia de experimentar una culpa constante y excesiva por lo que ha pasado o sucede en el presente. Una vez más debemos asimilar que aunque nos hayamos equivocado (incluso con cierta gravedad), podemos perdonarnos y asumir un nuevo enfoque y actitud ante nuestra naturaleza imperfecta. IX1 modo que si nos proponemos objetivas, actuaciones que vayan de acuerdo a nuestras aptitudes y habilidades personales, no será tan incómoda la situación de no obtener siempre lo anhelado. La mente cuenta con la capacidad de hacer objetivamente una evaluación de qué pudo haber sucedido o fallado, todo lo contrario a tratarse mal a sí mismo, sin encontrar soluciones a las contrariedades. Tengamos cuidado de no caer en autoobservaciones negativas, en autoevaluaciones pesimistas, en el autocastigo, como si todo tuviese por necesidad que salimos bien. Hasta las máquinas tecnológicas más sofisticadas en determinados momentos requieren de revisiones especiales para su correcto funcionamiento. IX otra parte, no olvidemos el valor de la autocrítica positiva, la cual nos permite ver y reconocer nuestras propios errores. Ser sinceros con nosotros mismos nos ayuda a crecer y fortalecernos como personas.

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Reflexione sobre el carácter negativo de la autocensura, la crítica negativa y la culpa, para fortalecer mejor nuestra autoestima en todas las situaciones. Es bueno meditar en: Descuidos que usted suele tener y la forma o palabras inadecuadas que ha dicho de sí mismo:

Situaciones específicas en las que usted es muy autoexigente, demandando perfección:

Algún hecho del cual aún se siente culpable. Explique la razón:

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Cambiando la manera de pensar Recuerde: siempre podemos ser mejores, siempre podemos aprender. Fuimos creados para ser perfeccionados, renovados. ¿Le interesa dicha posibilidad? ¿Considera que su vida tiene un propósito específico? Sin embargo, existen personas a las que les gusta que se les considere dignas de lástima; ellas buscan que otras les extiendan su pesar. No tienen la capacidad de darse ánimo a sí mismas. Un problema leve les mueve el piso inevitablemente. Su estimación es herida por cualquier susceptibilidad. Por lo demás, no es fácil vivir así. Se pierde la autonomía con respecto a las propias decisiones. Se llega a percibir el medio como hastil y las demás personas y la sociedad como culpables de cuanto nos sucede. A continuación enunciaremos algunas estrategias que los terapeutas sugieren para una autoestima adecuada, y por supuesto, para tener una mentalidad sana que contrarreste problemas como la depresión, la culpa, la actitud mental negativa, entre otros.

Eliminar las autodescalificaciones Nos sugiere la importancia de tratarnos bien, de usar un lenguaje adecuado para nuestra afectividad. Por ejemplo, es muy distinto decirnos: «Reconozco que tío soy muy hábil en la electricidad' a «Soy un completo inútil». Descalificarse no hará que la persona mejore como tal, sino que mantendrá su esquema mental de pensamiento negativo hacia sí misma. Por tanto, sus actuaciones.

Controlar las situaciones generadoras de estrés y ansiedad Es más que necesario enfrentar nuestros problemas, de otra manera no habrá crecimiento como personas. La conducta de huida no ga78

rantiza que maduremos. Quedarían cabos sueltos por resolver. No tema resolver sus problemas. En esta vida prácticamente todo tiene solución. Los acontecimientos vitales o situaciones de cambio vienen con una carga de estrés que cada persona afronta de manera individual y de acuerdo a su aprendizaje en la resolución de problemas y conflictos. Por ejemplo: perder hoy día el empleo se ha vuelto toda una problemática (productora de estrés y angustia) que afecta al individuo en cuestión y su familia; pues aparecen incertidumbres como: ¿cuánto tiempo se estará desempleado?, ¿dónde y cómo será el nuevo trabajo?, ¿cómo sustentarse durante la situación de desempleo? Algunos autores coinciden en los siguientes pasos en cuanto a la resolución de problemas (que podrían minar nuestra autoestimación), los cuales podríamos aplicar a las situaciones que nos acontecen:

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Identificación

del problema.

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Reflexionar y concretar en qué consiste el problema.

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Definir una meta con respecto a la situación inquietante.

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Establecer posibles soluciones a dicha meta.

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Pensar acerca de las soluciones planteadas.

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Elegir la mejor solución.

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Construcción de un plan para sacar adelante la solución elegida.

D' Zurilla y Goldfried

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Modificar las formas erróneas de pensamiento o distorsiones cognitivas Nuestro pensamiento debe ser reeducado, renovado. No es muy aconsejable permanecer arraigado en viejas formas de pensar las cosas. Los prejuicios, programaciones y esquemas mentales forman parte de esta categoría. Las siguientes constituyen distorsiones cognitivas (formas erróneas de pensar) estudiadas por importantes terapeutas (David Burns, Aaron Beck, Albert Ellis, entre otros):



Inferencia

arbitraria

Consiste en llegar a una conclusión, aunque no haya evidencia que la apoye, o incluso cuando la realidad es contraria a esa conclusión. Por ejemplo: usted observa que alguien lo mira e interpreta que está pensando que usted está demasiado gordo y que es una persona desagradable. •

Abstracción selectiva (o filtro mental)

Se elige un detalle negativo de una situación y, a partir de él, se llega a conclusiones negativas. Por ejemplo: usted contestó mal pocas preguntas de un examen; piensa continuamente en sus errores y está convencido que fracasó en toda la prueba. •

Generalización excesiva

Es el proceso por el que se elaboran conclusiones, a partir de uno o varios hechos aislados, y se extienden a tcxla su actuación. Por ejemplo: decir que no seremos capaces de hacer nada porque aparece un obstáculo para la meta. «Todas las mujeres/hombres son iguales.'

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Pensamiento dicotómico absoluto o pensamiento del «todo o nada»

Es la tendencia a clasificar uxlas las experiencias según dos categorías opuestas. Blanco/negro, listo/tonto, bueno/malo. Por ejemplo: