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■ MAR DEL PLATA ■ DOMINGO 2 DE SETIEMBRE DE 2012 IDA Y VUELTA: [email protected] A CIEN AÑOS DEL NACIMIENTO

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■ MAR DEL PLATA ■ DOMINGO 2 DE SETIEMBRE DE 2012

IDA Y VUELTA: [email protected]

A CIEN AÑOS DEL NACIMIENTO DEL ARTISTA JOHN CAGE

La sonrisa del arte La figura de músico, filósofo y pensador norteamericano John Cage no pasará inadvertida en Mar del Plata. A cien años de su nacimiento, un grupo de artistas locales decidió rendirle homenaje con un concierto que se realizará esta semana y un festival de arte contemporáneo previsto para noviembre en diversos escenarios. Perfil del hombre que se detuvo a pensar en nuestro modo de escuchar.

Breve , su vida E

John Cage es un pilar del arte contemporáneo. Nació el 5 de septiembre de 1912 en Estados Unidos.

“La

que si algo te aburría, “estendió a armar sistemas, sistemas Claude Debussy obra de Cage cúchalo dos veces”, si aún de tiempos. Acostumbramos a in- son un contunserá siempre un no lo comprendías, que tuir y predecir las duraciones de los d e n t e y b e l l o sean cuatro, sino, sonidos y silencios. Cada duración testimonio de respaldo, para ocho… y así. ¿Obstinaen su lugar. Si dura más o dura me- esas fundaciorecordarnos cuando ción? No lo creo. Me innales investiganos, saltan las alarmas. Por Martín Virgili haga falta, que la clino más a pensar que Las músicas que nos asombran ciones en y con detrás de esa perseveranlo único que hacen es meter mano el tiempo. Nos es vida es una cia lo que asomaba era una a pregunta por la música se en esa dimensión. Verdad que curioso, incluso, gracia” meditación a nuestro modo comprendió Wagner con su que quizás la pianisparece a la del tiempo, de escuchar. Como todo, la es“acorde de Tristán”, ver- ta argentina más comincluso, a la rescucha, también es histórica. dad que intuyeron los prometida con el repertorio puesta agustiniana: si “¿Cuánto Más allá de la función fisiológica Dj’s con sus suspense contemporáneo para piano, Hayno me lo preguntan, lo de lo que minimalistas. En dée Schvartz, haya grabado para el (oír), escuchamos lo que podesé. Si me lo preguntan, no puede expliescuchamos, de lo ese sentido, el com- prestigioso sello newyorkino Mo- mos, lo que sabemos, y hasta ahí carlo. Misterio mile- que contemplamos positor argentino de Records, su versión de los prelu- nomás. Lo mismo con todo. Hijos M a r i a n o E t k i n dios de Debussy y de Four walls, el de la historia, nuestra percepción nario, sin duda. Pero es verdaderamente apuntaba que De- silente dance – drama, para piano responde menos a nuestro coraveamos. nuestro?” zón que a la retórica. Si lo sabrán bussy fue en realidad y recitador, de John Cage. La pianista Margarita Ambas músicas, cada una en su los creadores de shingles, o los proel primer compositor Fernández apuntó una m o d e r n o , j u s t a m e n t e planeta de sonidos y silencios, nos ductores de las bandas Prêt-à-porvez, sobre la sustancialidad porque pudo comprender que en invitan a revisar nuestros presu- ter que duran el tiempo suficiente de la música, que es una estrategia puestos sobre el tiempo. Y para adinerarse un poco y saltar ráde organizar el tiempo, y de cuyo caso de haber innovaciones en lo primero que sucede pidamente a otro proyecto similar. linaje se puede decir que está com- la música, no se realizarían Escuchamos y obedecemos (la cuando se altera el puesto por tres elementos: tiempo, desarticulando la relación “Escuchamos tiempo, es que no raíz ob audire es común a los verprecisamente, sonido y silencio. entre las alturas (como lo que podemos, entendemos, y por bos oír y obedecer). Pregunta draTodo lo que suena puede ser patri- fue el proyecto dodecamonio de la música. Todo lo que fónico), sino introdulo que sabemos, y tanto, nos aburri- mática: ¿cuánto de lo que escuchamos. Como propo- mos, de lo que contemplamos es ciendo modificaciones calla también. hasta ahí nían los Estoicos, el verdaderamente nuestro? Frente a El tiempo es la clave, el factor en el ADN del tiempo de nomás” tiempo es un asunto la dogmática de las percepciones, que desencadena en cada sonido y una forma, a fin de alterar del espíritu y de la la respuesta de Cage es la repetien cada silencio, una realidad inte- la genética de las estructución. mente… rior al acecho. La utilización del ras musicales. (Continúa en página 4) A propósito, John Cage decía Los preludios para piano de tiempo en la música, de este modo,

L

s una música para órgano. Se comenzó a tocar el 5 de septiembre de 2001, en la en la iglesia de San Burchardi en Halberstadt, Alemania. Finalizará en 2640. Ahora, de hecho, está sonando. John Cage la compuso en 1987 y la tituló ASLSP (As SLow aS Possible –lo más lento posible). Al no indicar exactamente lo lento que la pieza debería tocarse, los involucrados en la ejecución de este proyecto, han puesto pesas en los pedales del órgano para generar un sonido ininterrumpido que, con cambios más o menos estipulados en un año, irán llevando adelante esta obra. Pues bien, estas “cosas” que son más que el arte y menos la verdad, son las cosas que compuso Cage. De padre inventor, de joven viajó a Europa a estudiar pintura, después se dio cuenta que prefería la música y estudió composición con Arnold Schönberg, se dio la cabeza una y otra vez con la pared de la armonía, y salió victorioso redefiniendo el concepto de composición por el de proceso. Ya de vuelta en Estados Unidos se involucra con la filosofía de la india y el Budismo Zen y concibe todo nuevo mapa de la música basado en la aleatoriedad y el azar. Luego, reinventa el silencio, nos enseña a escucharlo, a pensar en él. Hizo de una conferencia una obra de arte, con tendencia bacheana si nos centramos en la precisión del contrapunto de las voces. Luego retomó al proyecto de las artes visuales, creando unas litografías a mitad de camino del ver y el oír. Lo llamó plexigramas. Ganó un concurso en Italia respondiendo sobre hongos, reino del que fue considerado un verdadero experto. Nace en Los Angeles y fallece en New York. Su obra artística y filosófica, aún sigue intacta, viva y los festejos apoteóticos que el mundo le está consagrando a su natalicio, dan cuenta de ello ■

Las 8 preguntas para Pablo Rabinovich (*)

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¿Qué error le molesta más advertir en un texto literario? ¿Cuál es el último que halló en el libro que está leyendo o que acaba de leer? - No recuerdo con exactitud cuándo fue la última vez, pero un error molesto es la

confusión gramática producto de editar una frase, de cambiarla, quizás mejorarla, pero no acomodar bien los conectores. Quedan frases sin sentido, que, a los más literales, nos complican el avance...

(*) Pablo Rabinovich es músico, compositor y pianista. Es autor del disco “Chroma”, su proyecto musical solista, y es también integrante del grupo vocal Ma Non Troppo.

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DIARIO DE LECTOR

Leer con lápiz Por Gabriela Urrutibehety www.gabrielaurruti.blogspot.com

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l lector que escribe un diario lee. Solamente lee, pero tiene un lápiz en la mano. Se lee con lápiz cree el lector que escribe un diario, porque en la mano está también la máquina de leer. Todos sus libros están leídos porque están escritos. Pero todos están leídos de manera diferente. Hay algunos, muy antiguos, que están subrayados prolijamente, con regla. Libros que hablan de una lectura apoyada, una lectura a la mesa. Es un subrayado con tinta azul o negra, ocasionalmente verde o roja: hay algo de escolar asociado, algo de obligatorio, algo de guía exterior. ¿Qué libros son, cuándo los ha leído? Libros estudiados, es decir, leídos en la época de estudiante. Libros leídos para otros, con una cierta distancia y una buena cuota de sentido de la responsabilidad. Las marcas con tinta hablan de una postura frente a la letra impresa que busca imitar su perdurabilidad. Una lectura que busca estar a la altura de lo leído. Hay, sin embargo, otros subrayados en la historia del lector. Subrayados que no siguen la tiranía del renglón, y hacen presuponer un cuerpo desplegado en un sillón, en la cama, en un ómnibus en movimiento. Subrayados que no responden a la lisura de una regla que contiene el trazo, sino al desborde de un trazo que se mueve por sí solo, hacia donde quiere ir. Subrayados que se empeñan por apresar

esa frase que vale la pena resaltar, pero que se desbocan hacia el renglón de arriba o a la página de al lado, como diciendo que hoy es esto lo que marco, pero tal vez sea bueno apuntar a otros lugares, para mañana, para la próxima vez que transite por aquí. Son subrayados a lápiz, hechos con la suave redondez del grafito que permite deslizarse por la página como acariciándola. Una línea

suave que, con el tiempo, se esfuma como queriendo mezclarse con la dura tinta y la nitidez de la tipografía de imprenta. Subrayados que abrazan, que piden quedarse allí, transformado en el otro. Son subrayados amorosos. Hay, también, anotaciones. Algunas son una palabra, una marca como las de Hanzel y Gretel, dejada caer para poder encontrar el camino de regreso. Hablan de una

lectura ansiosa, en la que el renglón siguiente tironea apurando el paso, reclamando llegar hasta el final para, finalmente, saber de qué se trata. Pero también indican que cada tanto se descubre un sitio que vale la pena revisitar, pero después, cuando se haya calmado el ansia de recorrer los recovecos de la trama -esa tirana de la narrativay sea tiempo propicio para demorarse -tan parecido a enamorarse-

en una imagen, un vocablo. Otras anotaciones son reverencias: el lector copia en el margen una frase textualmente, la duplica con su propia letra en el margen de la misma página que se la ha revelado. La frase brilla doblemente, en dos versiones: la primera, original, en letras parejitas de imprenta; la segunda, una escritura angurrienta, tamizada por la mano que ha leído, deglutida y masticada para luego ser devuelta en su intacta belleza. Finalmente, también hay márgenes habilitados para la polémica. Márgenes en los que el lector discute, pelea, reclama, insulta la página que está allí, insistiendo en su postura. Volver a leer esas anotaciones es para el lector también una aventura: descifrar por qué, muchos años antes, esta pelea se puso en marcha y este argumento apareció allí. Muchas veces, no encuentra respuesta, porque los pájaros se han comido las miguitas del camino de regreso. En muchas páginas los subrayados y las anotaciones con tinta y con lápiz se superponen como capas geológicas. Proliferan en ciertos libros, esos que han sido abiertos y cerrados muchas veces. Los libros que han estado ahí, al alcance del ojo, más de una vez. Restos arqueológicos de la propia vida del lector, que ha transcurrido en los márgenes de la biblioteca. Restos para la construcción de una biografía que se escribe en mil volúmenes y que probablemente jamás lea nadie ■

Mar de palabras Imagen de Maximiliano Bendahan. (Más obras en Del Mar Art Gallery, ubicada en la planta baja del Paseo Jesús de Galíndez y Colón, en bendahan.com y delmarartgallery.net)

“(...) el regimen no estaba sostenido por la esperanza ni por el conformismo, ni siquiera por el terror, sino por la pura inercia de una desilusión antigua e irreparable, salga a la calle y mírele la cara a la verdad, excelencia, estamos en la curva final, o vienen los infantes o nos llevamos el mar, no hay otra, excelencia, no había otra, madre, de modo que se llevaron el Caribe en abril, se lo llevaron en

piezas numeradas los ingenieros náuticos del embajador Ewing para sembrarlo lejos de los huracanes en las auroras de sangre de Arizona, se lo llevaron con todo lo que tenía dentro, mi general, con el reflejo de nuestras ciudades, nuestros ahogados tímidos, nuestros dragones dementes (...)” Fragmento de “El otoño del patriarca”, de Gabriel García Márquez

Las 8 preguntas para Pablo Rabinovich

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¿Qué situación de su vida cotidiana encontró reflejada con sorpresiva exactitud en un libro, una película, una canción o cualquier otra obra de arte? -Son muchas las obras de arte que generan esto. Cuando alguien se enfrenta al acto de creación, está depositando en

él una emoción, un sentimiento, una sensación. Y quizás es la misma emoción, sentimiento o sensación de muchísimas personas más. Las emociones son las mismas en todos nosotros, sólo cambian las circunstancias. En mi caso particular, me encontré viviendo la canción ‘Horas’ de Jorge Drexler,

que refleja ese momento genial de dos personas encontrándose y dejando que las horas se les escapen entre besos y canciones.

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Domingo 2•9 •2012

MARISA BUSKER Y LA BÚSQUEDA DEL “CUERPO PERFORMÁTICO”

“Lo artístico tiene un origen común: un ritual del sonido, la danza y las expresiones físicas” Viene de la música, pero considera que un artista íntegro es aquel que también transita la danza y el teatro y que utiliza esos conocimientos para expandir su potencia creadora. Eso explica en “El performer, un diamante latente”. Marisa Busker.

E

n “El performer, un diamante latente”, la artista Marisa Busker desarrolla un método de exploración personal que utiliza la danza, el teatro y la música y que, si bien está pensado para ayudar a los artistas en carrera y para los que están formándose, integra al lector común en tanto persona con capacidad creadora. Para la autora, el libro se compara con “un diario de viaje”, que resume y a la vez cuenta su experiencia de artista disconforme, cuya propia incomodidad la va guiando por diferentes puntos del planeta hasta crear esta flamante disciplina. Así, el trabajo con la música en la Argentina la llevó a Holanda, de allí pasó a Dinamarca donde se perfeccionó en el Odin Teatret y luego pasó por India y Srelanka, más tarde por Milán hasta que, en 2007, regresó al país. Pero lo hizo “transculturalizada”, dijo, es decir, imbuida de todo un arsenal de conocimientos que le aportaron aquellos destinos transitados.

“Ingresé a la vida artística de pequeña, con la música clásica aunque me gustaban todas las otras áreas, la pintura, el trabajo corporal, actuar, pero los colores del sonido y las estructuras que ellos conformaban siempre me conmovían y demandaban mucho tiempo de estudio”, contó. “Con los años de incursión más profunda en la música y dentro de pequeñas crisis artísticas personales, me fui dando cuenta de que iba necesitando otras partes para realizarme dentro de un proceso artístico más completo”. -¿Cómo surgió el libro, a partir de qué experiencia? -Para mí las expresiones artísticas tienen un origen común: un ritual necesario en donde el sonido, la danza, las expresiones físicas, los materiales, se conformaban en un todo dentro de una estructura y así fue que necesité buscar una forma de expresión más integradora. El libro es la síntesis de una experiencia, un viaje de muchos años de búsque-

da, un viaje personal y físico concretamente. Tiene como conclusión la concreción de un cuerpo performático integral, en donde confluyen la danza, el teatro y la música. -¿Cómo definís un cuerpo performático? -Es un cuerpo que redescubre su propia organicidad y expresión y la potencia con una calidad de presencia fuera de la cotidiana. Es un cuerpo con recursos capaces de abrir y utilizar lo que llamo la “caja de la memoria”. Que tiene un tronco en el cuerpo activo, conformado con los elementos básicos imprescindibles que hacen a la conformación vital de una secuencia en el espacio como objeto tridimensional. Un punto importante es la expresión del lenguaje como expresión propia y comunicacional que se realiza a partir de conectarse con el propio sistema nervioso o núcleo generador, a partir de combinar los movimientos y los deseos. -¿Por qué considerás al libro como un diario de viaje?

-Por la búsqueda en sí y por todos los lugares que visité concretamente. Luego de estudiar y trabajar con la música en Argentina me fui para Holanda a seguir estudiando y profundizando. Allí tuve vivencias musicales increíbles, ya que interactué con grandes músicos, todos miembros de grandes orquestas. Luego siguieron apareciendo pequeñas crisis de incomodidad. En 1997 me fui a Dinamarca a conocer al Odin Teatret. Allí vi un entrenamiento físico que podía ser útil a los músicos. El Odin había incursionado mucho dentro de un tipo de teatro que danza, saliéndose del modelo de teatro de texto. Pedí hacer entrenamiento físico y comencé una dura tarea de búsqueda, viendo cómo hacer para organizar otro paradigma. Me fui a la India, donde ya había estado en 1993, a aprender otro sistema, otro orden de cosas. Allí permanecí cuatro años estudiando la música con la voz, danza clásica, yoga, algo de percusión, pero lo más importante es que aprendí a observar el mundo de otra manera, me transculturalicé. -¿Cómo metabolizaste la mezcla entre Oriente y Occidente? -A partir de todos los nuevos conocimientos y sensaciones elaboré una forma diferente de comprensión artística. Toda esta mezcla de Oriente-Occidente se fue profundizando en mi cuerpo. Ante la dificultad de regresar a Occidente me trasladé a Srelanka por un año y allí practiqué este nuevo orden de cosas trabajando en centros culturales y universidades. Luego me instalé en Italia, en Milán, y organicé el Laboratorio del Performer, entrenando a jóvenes que, con el tiempo, se volvieron todos miembros de grupos artísti-

cos. También organicé el Laboratorio para la Expresión del Lenguaje, dirigido más especialmente a los músicos. Di muchos cursos y seminarios, hasta que volví a Argentina en 2007. Al ver que este material se fue transformando en una disciplina palpable, que pudiera ser necesaria en muchos casos, comienzo a sentir la necesidad de ordenar el trabajo y asentarlo en papel, para mí, pero para que la gente pudiera comprenderlo mejor y utilizarlo. -¿Considerás que esta disciplina suple un espacio necesario, vacío, en la formación de un artista? -Notaba un desorden o el talento librado al azar. Quise realizar concretamente la posibilidad de asir ciertas capacidades que hacen a una vida más profunda, más rica, más sana de la cotidianeidad dentro de las expresiones artísticas, ya sea en el trabajo diario o en el trabajo en la escena ■

SE TRATA DE “EL ENVIADO DEL MAR”

Original novela escrita por cinco autores se presentará en noviembre

D

espués de dos años de reuniones semanales para aceitar el mecanismo de la escritura colectiva, el libro “El enviado del mar”, escrito por Ana María Labandal, Carolina Ottino, Marta Vega, Marie Celeste y Sergio Aznar, se presentará en la próxima Feria del Libro de Mar del Plata, que se realizará en noviembre. Es la historia de Egil, un personaje que transita la cultura vikinga y que llega a las costas americanas, contó Aznar, quien indicó que el libro se encuentra en proceso de impresión. -¿Cómo fue la experiencia de escribir una novela en grupo? -Escribir entre tantos no es tarea sencilla. En principio asumimos que para conseguir un buen producto debíamos dejar de lado nuestros egos y trabajar en conjunto de manera ar-

mónica. Desde ya, cada cual tiene su propio estilo, incluso su visión personal, pero la aunamos de manera, creo, brillante. Decidimos en primer lugar crear la historia, luego armar la trama y, de acuerdo a las particularidades de cada escritor, uno se dedicó a recopilar datos históricos y religiosos referentes a la cultura nórdica antigua mientras otros se encargaban de buscar anécdotas y referentes de la Costa Galana, de la Reducción de Nuestra Señora del Pilar, del Saladero de Meyrelles, de Mar del Sud, de la vieja Mira al Mar, etcétera. Lo último fue crear el personaje y darle un motivo de tránsito por cada una de esas épocas. -¿De quién fue la idea de trabajar así? -Fue mía, un día tomé el teléfono y llamé a cada uno de los autores. Una reunión de café, la charla amena, entre amigos. Allí lancé la

Los autores: Labandal, Ottino, Vega, Celeste y Aznar.

propuesta, que fue recibida con verdadero entusiasmo. Creíamos que sería la primera experiencia de este tipo, queríamos hacer algo que trascendiera. Quizá por eso se eligió un personaje principal fuerte, de carácter y lo guiamos hasta nuestra ciudad. Juntamos personajes reales, algunos muy nombrados, y otros quizá

no tanto. Es de destacar que cada uno de estos personajes ha sido tratado con el respeto que se merece y que en toda la novela no se encuentra ninguna tendencia política ni religiosa, salvo, claro está, las que hacen a la trama misma. Todo ha sido tomado con verdadero rigor histórico ■

Las 8 preguntas para Pablo Rabinovich

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¿De qué lugar, personaje común o circunstancia en general que ofrece Mar del Plata se apropiaría para incorporarlo como pasaje central de alguna de sus obras?

-Mar del Plata me resulta increíblemente extraña como inspiradora de obras. Se puede escribir sobre el extraño comportamiento de los turistas en las playas en el verano tanto como sobre los colores por los que atraviesan los árboles

marplatenses en las distintas estaciones. Acá conviven lo genial, lo insólito y lo hermoso; se puede escribir de muchas maneras diferentes.

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POESIA

La sonrisa... don que nos ofrece la (Viene de página 1) existencia: la vida. Escuchar. Escuchar Toda la obra de Cage hasta que algo, inespenos recuerda eso: que rado, iniciado en el lael arte es una gracia. boratorio más hondo Y en esa clave uno de nuestra sensibilidad, podría comprender gire, cambie, se abra o sus piezas para voz fese rompa, y surja, brimenina, las Europellante y opaco, como ras, sus Letanías para un sonido nuevo, coballena, sus landscamo algo nunca oído o pes, las Living Room nunca visto, un sonido Music, el concierto insólito, en el que aún para piano, la centela retórica no haya naria Aslsp (As Slow puesto sus patas en él, y As Possible), sus connos ofrezca, en su reverferencias musicales, berar, toda su pluralisus escritos… Toda dad, su libertad, su beesa obra, un testimolleza finita y única, que nio. Un ofrecimiennos esperaba desde to. ¿Para quién? Para siempre, para ofrecerse nosotros, para la huy darse (nos) a conocer. Así, este imperativo a escuchar lo que manidad, para la presente y para la que nos aburre que nos propone Cage ¿es una nos sucederá. La obra de Cage será siempre un respalenseñanza musical? O mejor dicho: ¿es do, para recordarnos cuando haga sólo musical? Su vida nos da la resfalta, que la vida es una gracia, y puesta, o al menos, nos deja per“Las que el arte, un modo de honfilar una posibilidad. músicas que rarla. El arte, como la filosoVeo una y otra vez, al azar, nos asombran lo fía, se dirige a la felicidad. más de una veintena de fotos en las que Cage se enúnico que hacen es Cage nos invita a que no perdamos de vista ese rumcuentra sonriendo blandameter mano en la bo. mente. Son varias fotos, y si dimensión del En ocasión a su centenabien hay matices, todas derio, varios artistas visuales de nuncian una felicidad que tiempo” la ciudad de Mar del Plata, auinspira. Recuerdo los retratos todenominados Rarísimo gestiode los siglos XVIII y XIX, y en general (salvo los gestos mozartianos que naron la llegada de la pianista Inés Sabatiparecieran decirnos “perdón, pero si no ni, quien presentará en la sala Astor Piazpongo esta cara no me pagan”), son unos zolla las Sonatas e interludios para piano rostros sumidos por una seriedad que ha- preparado, de, permiso, el viejo John. Escen pensar que la música o el arte tienen to será el miércoles 5 de septiembre, premás que ver con una formación ministe- cisamente el día en que Cage cumpliría rial kafkiana que con un modo, simple y 100 años de vida. Silencio. Gracias John ■ profundo, de compartir este hermoso

En noviembre, un festival con artistas argentinos y latinoamericanos Del 7 al 11 de noviembre se llevará a cabo el Festival de Arte Contemporáneo que reunirá actividades musicales, plásticas y diversas acciones artísticas. Los escenarios serán dos: la Plaza del Agua y el teatro Colón. Pero antes, el miércoles que viene, el mismo día del cumpleaños de John Cage, el colectivo artístico “Rarísimo” organizó un concierto en su homenaje que se realizará en el teatro Auditorium a las 20.30. En esa oportunidad, la pianista Inés Sabatini interpretará las Sonatas e interludios para piano preparado, una obra de 1946. Cage diría de esa obra que es una “orquesta de percusión”, una música de sonoridades impensadas, como venidas de un futuro sereno o apocalíptico. El mismo grupo de artistas, formado por Susan Consorte, Mario Gemín, Martín Virgili, Alejandro Yamandú Rodríguez, Adriana Sasali, Julieta Basso, Alejandro Fangi, Ignacio Mendía, Candela Chirino y Melisa Camera, proyectó un intenso programa de actividades para noviembre. Entre las propuestas, se encuentran la presentación de la obra del artista Lux Lindner (reciente ganador del Premio Pe-

trobras 2012). Además, llegará Renata Lozupone, becaria de posgrado en especialización en Perfomance del Iuna, quien presentará una obra relacionada a la interpretación temporal de lo artístico y el medio que lo rodea. El colectivo rosarino Ivan Rosado traerá en exclusiva para el festival una compilación de artistas rosarinos, un proyecto artístico visual literario que agrupa a variadas representaciones de la actividad artística contemporánea de dicha ciudad. También estará el director del Ensamble CG de Bogotá, Rodolfo Acosta R, quien dirigirá “Eine Brisse” de Mauricio Kagel; Adriana De Los Santos, Mariano Losi, Rodolfo Acosta R. y Martín Virgili presentaran “Conferencia a 4 voces de John Cage”. Y los compositores Sebastián Bauer y Antonio Zimmerman pondrán música a Bocinata, (una intervención urbana para 12 autos), entre otras intervenciones urbanas que se están preparando. Y el intérprete y compositor experimental bogotano Daniel Leguizamón se presentará en el ciclo experimental junto a los artistas locales Adriana Sasali, Marcelo David Cabrera y el porteño Julián Teubal ■

UN VIAJE HACIA LOS CONFINES DEL PRINCIPIO DEL SER

La poesía completa de Olga Orozco

¿Cuál es el mejor diálogo que recuerda entre dos personajes de ficción?

Flavia Garione, lo íntimo y lo público El mundo de los blogs expande los límites de la poesía. Un análisis de los textos de Garione, y de cómo la web impone sus marcas en lo escrito.

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Por Verónica Meo Laos

“Porque para Borges vivir es escribir. El sujeto sólo existe como motivo del texto, puesto que el hombre no es sino relato; vigilancia de la trama, búsqueda de la exactitud”. Olga Orozco, al delinear este exacto perfil del gran Borges, se estaba delineando a sí misma y a todos aquellos que inscribieron el (sin)sentido de la propia vida en la trama sin principio ni final de la construcción social del sentido. Concebirse como parte de un relato que nos precede y nos sucederá es lo que Walter Benjamin sostiene en El Narrador que percibe la totalidad de su vida como una instancia que no se agota en su propia existencia sino que se entronca desde las corrientes vitales pasadas y condensadas en el recuerdo. Y citando a Pascal agrega: “Nadie vive tan pobre que no deje algo tras de sí” y ese algo, sin duda, se recupera y se resignifica en la palabra. Pero el haber conocido el revés de la trama deja una huella, el esclarecido —o, en este caso, la esclarecida- presiente en su ser la profunda melancolía del no haber sido en la no vida anterior a todas las vidas. Sólo la poesía se convierte en talismán capaz de exorcizar la pulsión o el vértigo que nos empuja hacia la nada -o como afirma el filósofo montevideano Joseph Vechtas, “la nada es simplemente el límite de nuestras concepciones como el infinito”. La poesía de Orozco tiene el sabor agridulce de una nostalgia eterna, aquella indescifrable premonición de saberse atascada en una vida que es un mero paréntesis entre dos eternidades, una fatalidad sin escapatoria. Y en esta suerte de sala de espera entre dos infinitos, lo cotidiano se devela en sortilegios, los objetos se confabulan entre ellos y la poeta/hechicera no tiene más remedio que conjurar el laberinto en la poesía. “Nuestro largo combate fue también un combate a muerte con la muerte, poesía” lanza a la intemperie el desafío en la palabra escrita. Es extraño, pero la poesía de Olga Orozco transita por un velo de nostalgia, una opacidad latente que se expresa en la continua presencia de la escarcha, la piedra, los azules, los pájaros que trocan en raras especies aladas de lo oscuro, la neblina y la herrumbre de las casas vacías donde los fantasmas de la madre y el padre son guías inútiles por el ca-

Las 8 preguntas para Pablo Rabinovich

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(fotografía de autor)

DOS POEMAS

Por Gastón Franchini

La presencia de la escarcha, la piedra, los azules y los pájaros, entre otros elementos, le imprimen a la poesía de Orozco un velo de nostalgia.

mino de las sombras porque ellos mismos están perdidos en la nada. La figura de la abuela es como un faro elusivo que ilumina a tientas la lobreguez de los no vivos y a la que la poeta recurre como una protección, un abrigo tenue en el frío de lo eterno. Sin embargo, la verdadera tristeza, la que más duele, la que cala hondo y queda expuesta se halla en los poemas que la escritora pampeana le dedica a su amor muerto. Así en, “En la brisa, un momento” la apoteosis del desamparo reverbera en las voces de lo ordinario para volverse una obsesiva repetición ad infinitum, un taladro que horada la memoria de la que aún está viva: “-¡Ya se fue! ¡Ya se fue! -se queja la torcaza. / Y el lamento se expande de hoja en hoja, / de temblor en temblor, de transparencia en transparencia, / hasta envolver en negra desolación el plumaje del mundo. / -¡Ya se fue! ¡Ya se fue! -como si yo no viera. / Y me pregunto ahora cómo hacer para mirar de nuevo una torcaza ,/ para volver a ver una bahía, una columna, el fuego, el humo de/ la sopa, / sin que tus ojos me aseguren la consistencia de su aparición, / sin que tu mano me confirme la mía. [...]” Leer Poesía completa de Olga Orozco es adentrarse en un viaje quieto hacia los confines del principio del ser, es acompañar a la poeta y a sus alter egos en una travesía sin mapa ni brújula en busca de apaciguar el desgarro por haberse asomado al infinito en la “pertinaz peste” de la palabra, la palabra que punza, duele, inflama y aniquila. No es un viaje feliz, es más bien un viaje muy triste, en un solo sentido, como la vida misma. Una travesía de naufragios con atisbos apenas de felicidad efímera. Quizá por eso la heroicidad es para unos pocos, sólo para aquellos que se atreven a no darle la espalda a su propia e irrenunciable misión de hallar sentido. Y es un sino en solitario, como la vida o como la muerte. Generosa la poeta que nos abrió la puerta de su casa para permitirnos adentrarnos en esa pequeña trama, apropiarnos de ella, resignificarla y retomar el sendero del gran relato que nos precedió y nos perpetuará, aun cuando la realidad posmoderna se empecine en demostrarnos lo contrario. “¿Qué más puedo decir? ¿Que soy rica, rica con la riqueza del carbón dispuesto a arder?”, se pregunta en “Anotaciones para una autobiografía”. Rica, e infinitamente generosa por dejarnos compartir a los lectores presentes y futuros sus visiones, sus miedos, y obsesiones. Feliz de aquel que se atreva a adentrarse en este “largo destino de mirarse las manos hasta envejecer” de levar anclas en una travesía sin norte ni rumbo fijo pero con destino inexorable, pues saldrá fortalecido porque será capaz de otear el verdadero sentido de lo humano. Y vivirá para contárnoslo ■

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cular sus páginas, y que funciona como brújula o mapa para seguir leyendo en el inmenso mundo virtual. Otra marca, la fecha de publicación que establece una continuidad, y sobre todo, un presente. Una continuidad que nos permite ver las pausas del autor; en el caso de Garione en el mes de agosto publicó no más de diez entradas; y un presente que es casi simultáneo entre escritura, publicación y lectura. Incluso la sección “comentarios” podría funcionar como un apartado crítico, un registro de lecturas, pero dejaremos esto último para otra reflexión. Entonces, las fechas, como de alguna manera anticipamos, funcionan como títulos, y organizan

os dos textos que analizamos en esta nota fueron extraídos de blog http://tengogatitosbebes.blogspot.com.ar, de Flavia Garione. Los textos aparecen fechados “9 de agosto de 2012, 20.39” y “4 de agosto de 2012, 16.30”. Sin dudas, hacer una crítica de poemas publicados hace apenas un mes parece prematuro; siempre es necesario una distancia que nos permita pensar con claridad, sin embargo, intentaremos hablar de ellos. Buena parte de la mejor poesía actual surge de blogs y de lecturas en festivales o eventos afines. Ambos modos, finalmente, dejan sus marcas bien grabadas en los textos. Por ejemplo, el uso de procedimientos del “stand up” en la poesía, parece ser una consecuencia directa de la Imagen del blog de Flavia Garione. modalidad de lecturas orales, y la necesidad de concenlos textos de los más nuevos a los trar la atención de un público que más antiguos. Pero más allá de esno puede volver a leer como lo hato, también forman parte de la inría si tuviera el libro. Pues, este teterioridad del texto. En este sentisoro ya no está en los formatos do, el primero de los poemas tradicionales, sino colgado gratis transcriptos, aparece enmarcado por la red o en hojas sueltas que en estas coordenadas, tanto, que uno tiene que pedirle al autor que el verbo “estoy…”, así, en presennos regale, o envíe por email. te, no necesita nada más para acEn el caso de los blogs, no se tratualizar el contexto. Ese contexto ta de usar simplemente la red coque funciona como afuera, como mo medio de difusión para publilo ajeno a ese yo lírico desbordacar textos que bien podrían aparedo, como lo otro, pero también cer en otro formato, por ejemplo, como contención e ironía, porel del libro o revistas, sino más bique ese presente es también el en de imponerse una serie de dogpresente que nos cuentan los pemas que internet establece y que riódicos, y también, está desbocaexceden lo estrictamente lírico. do de prejuicios burgueses y su paDecimos “lírico” y no “poético” ranoia proletaria. En el segundo porque si bien la idea se mantiede los textos, en cambio, aparece ne, la forma no responde a la tralo personal en relación a la fecha y dicional estructura de versos y riesto lo acerca al diario íntimo mas. ahora, diario público- a la expeHablamos de marcas extratexriencia circunscripta a lo cotidiatuales que invaden el texto, sin no, a lo mínimo. En este sentido, dudas, una es -aunque Garione una receta familiar funciona cono la utilice en su blog- la repremo disparador. Una receta que sentación de conjunto, casi antotermina simbolizando el saber y logía de autores, que los mismos se opone a la inexperiencia del yo blogueros establecen conectánlírico, un yo que si bien puede redose unos a otros a partir de vin-

petir los pasos, duda de su capacidad de aprender, de continuar, por un lado, el mundo de sus padres (o lo simula irónicamente), y por el otro, de sobrevivir, en un macro-mundo que se le viene encima. JUEVES, 9 DE AGOSTO DE 2012 Estoy tan pero tan enojada que siento que voy a explotar del enojo. Si no hiciera tanto frío y si no fueran las 12.30 de la noche saldría corriendo sin rumbo fijo para descargar toda esta bronca que tengo. Podría correr, pararme en el medio de un campo y gritar con todas mis fuerzas. Pero no puedo porque me asaltarían o violarían en el camino. Y esto es lo que más me molesta: odiarte es lo mismo que odiarme, como si fuéramos la misma persona ¡qué desperdicio! Mañana se me pasa. SÁBADO, 4 DE AGOSTO DE 2012 Hoy mi mamá me enseñó a hacer matambre. Es muy fácil. Se le pone el relleno, que puede ser huevo, tomate, ajo y perejil; en realidad lleva lo que vos quieras, después se enrolla y se cose como una media. Se pone a hervir con un caldito y algo de vinagre. “Un día vas a aprender a hacer tus propios matambres”, dice. Mis preguntas son: ¿Aprenderé a hacer mis propios matambres? ¿sabré elegir la carne tierna de las demás carnes en la carnicería? ¿podré aprender las clasificaciones de la carne sin ponerme nerviosa frente al carnicero? Cuál es peceto o cuál es colita de cuadril. No entiendo las diferencias y temo que el carnicero me engañe y me dé cualquier cosa. Es posible que me cobren de más en todos lados. Nadie se toma en serio comprar, pero es un asunto muy serio, estoy convencida de que es necesario ser sabio y tomar buenas decisiones en el almacén o en la verdulería. Hay mucha gente dispuesta a que te equivoques para quedarse con tu dinero. Sobre todo los chinos. Siempre quieren quedarse con el vuelto y darte caramelos a cambio. Si pensás que un chino es igual a un japonés estás equivocado. Otra cosa, las chicas chinas del súper, están siempre vestidas excelente: camperas de cuero violetas, botas que parecen de víbora, vestidos plateados. Es evidente que esa ropa acá no se vende y que se la mandan a traer de China. Parecen estrellas pop mexicanas ■

`ÜáÅ~ë

Por Yamandú Rodríguez

El Fondo Nacional de las Artes me ha otorgado una Beca de creación nacional para la realización de un libro con mi producción fotográfica, con la curaduría, selección del material y la realización de los textos a cargo del curador, ensayista, escritor y master patafísico Rafael Cippolini. El diseño del libro en manos del fotógrafo, diseñador y viajero Mario Gemín. Es posible que el libro esté terminado para fin de año. Desde ya muchísimas gracias a toda la gente que me ha apoyado en este proyecto y sigue en pie la convocatoria fotográfica para las chicas mayores de 18 años- que quieran posar. (*) [email protected]

Las 8 preguntas para Pablo Rabinovich -Sin duda mi preferido es el diálogo entre Mundstock y Rabinovich, sobre Terpsícores y el merengue.

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Si le permitieran ingresar en una ficción y ayudar a un personaje, ¿cuál sería y qué haría?

-Creo que Misery fue una película que me generó algunos momentos de desesperación... Posiblemente el personaje de

James Caan sería mi ayudado.

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EL ESCRITOR CANADIENSE PUBLICÓ “EL VIAJE DE MINA”

Grandes libros, pequeños lectores

Travesía a la infancia de Michael Ondaajte

Dante Elefante,

de J. J. Rovella, Domus Editora 2007. Buenos Aires, Colección Aventuras dibujadas Por María Marta Martínez

Autor de su consagrada “El paciente inglés”, Ondaajte retrata cómo un viaje de tres semanas en un transatlántico entre Sri Lanka e Inglaterra puede cambiar para siempre la vida de un chico de 11 años.

Integrante de la ong Jitanjáfora

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i lo que distingue a la historieta es la mixtura entre dibujo y palabra; Dante Elefante se convierte en una excepción ya que es una historieta muda. La creación de Javier Rovella está plagada de guiños al lector. Su personaje nos invita a incursionar en los rasgos propios del lenguaje de la historieta pero no sólo con un afán didáctico. Dante es cowboy, astronauta, pirata, payaso e indio, policía, granjero y vikingo pero principalmente Dante es un lector de historietas. El “regordete paquidermo” se pasea por las viñetas en busca de aventuras, entre las que merece destacarse aquella donde experimenta su condición de personaje ficcional; y en ese momento advertimos su sorpresa que es la nuestra también. En muchas ocasiones Dante Elefante transgrede el espacio de la hoja, porque se escapa de sus márgenes, porque se rompe el “cuadrito” o porque el propio dibujante forma parte de la historia y Dante se ve desplazado. Este es un libro de historietas y sobre historietas, donde el proceso de construcción es tan importante como la historia que se cuenta y al hacer participe al lector de la naturaleza de la ficción lo hace tan protagonista como Dante ■

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omo en su novela más famosa, “El paciente inglés”, un viaje que une distintas geo- Michael Ondaajte. grafías remotas es el escenario de “El su fama quedó anclada a “El paciente inviaje de Mina”, obra del escritor canaglés”, novela escrita en 1992 que fue llediense Michael Ondaatje, que retrata en vada al cine y le valió el prestigioso Preeste caso el fin de la infancia, el despertar mio Booker. sexual y las operaciones de la memoria a Escribió libros como “Las obras comtravés de la mirada de un chico de 11 pletas de Billy el Niño” (1970), una origiaños. nal combinación de poesía, prosa e imáCasi nadie identifica a Michael -el progenes, además de “En una piel de león” tagonista en cuestión- por su verdadero (1987); “El blues de Billy Bolden” (1999); nombre sino por Mina, quien al inicio del “El fantasma de Anil” (2000) —galardolibro está a punto de embarcarse en un nada con el Premio Médicis, el Irish Times viaje que le cambiará la vida para siempre: International Fiction Prize y el Premio Giserán tres semanas de travesía entre Sri ller—, y “Divisadero” (Alfaguara, 2008). Lanka e Inglaterra a bordo de un descoTambién ha escrito sus memorias, recogimunal transatlántico. das en el libro “Cosas de familia” (1998). La cubierta, salones y camarotes del ¿Cómo termina un niño de 11 años a barco, escenario por el que desfilan indibordo de un barco y librado absolutaviduos enigmáticos y fascinantes como mente a su suerte? Mina ha sido enviado a los jóvenes Ramadhin y Cassius, será con Inglaterra a reunirse con su madre a meel correr de la trama un disparador de diados de los años 50, pero no es el único: aventuras, peligros y sorpresas para el perjunto a otros dos chicos en circunstancias sonaje de la novela, que editó en la Argensimilares a la suya se verán rodeados de un tina el sello Alfaguara. decadente esplendor colonial en el que Nacido en Colombo (Ceilán, actualtranscurrirá silenciosamente la transimente Sri Lanka) en 1943, Ondaatje emición de la infancia a la adultez. gró a Montreal a los 19 años. Su fascinaUn condenado por asesinato que viaja ción por el occidente norteamericano ha en compañía de sus guardianes, un multiinfluido en su literatura: es autor de numillonario víctima de la maldición de un merosos libros de poesías y ensayos, pero

monje, una solterona irónica y distante vinculada con el servicio de espionaje británico, una frágil chica muda que guarda un gran secreto y una troupe circense serán algunos de los personajes que se entrecruzarán en la vida de este trío juvenil. Por las noches, el protagonista y sus amigos asisten, fascinados, a los paseos por cubierta de un preso encadenado cuyo delito los obsesionará para siempre, mientras que la hermosa y enigmática Emily se convierte en la causa del despertar sexual. “El viaje de Mina” transcurre en dos tiempos: por un lado, las andanzas de los jóvenes e ingenuos protagonistas en el buque y, por otro, un narrador ya adulto qué fácilmente funciona como el alter ego de Ondaatje, que sigue obsesionado con esa experiencia iniciática y dramática. “Siempre serían los extraños como ellos, en las diversas ‘mesas del gato’ de mi vida, los que me alterarían”, escribe Ondaajte en alusión a sus compañeros de viaje y a una obra que se perfila como una reflexión sobre la memoria, la fragilidad y la relación de la escritura con el pasado. Con su estilo refinado y una técnica puntillosa que le debe mucho a su labor paralela como poeta, Ondaatje exhibe una gran habilidad para reflejar el estilo de una época y la historia de unos personajes singulares puestos en interacción con un determinado país y una determinada época. La novela funciona como una pequeña colección de relatos prolijamente articulados en los que Mina no siempre es el protagonista excluyente: por momentos es un mero observador de lo que narra y en ocasiones actúa como inventor, imaginando la vida futura de cada personaje. Antes que el relato de la travesía por distintos mares, “El viaje de Mina” narra el viaje de un hombre hacia el interior de su conciencia: un recorrido por los recuerdos, dolores y vacilaciones encerrados en la compleja experiencia de un personaje que trata de entenderse y a su vez comprender el mundo que lo circunda ■

Empieza mañana la Fiesta del Libro Marplatense

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a cuarta edición Fiesta del Libro Marplatense arrancará mañana a las 16 en el hall del palacio municipal, en oportunidad de inaugurar la muestra de gigantografías de tapas de libros de escritores locales que se vieron en la última edición de la Feria del Libro de Buenos Aires. Creada y dirigida por Esmeralda Longhi Suárez, la Fiesta del Libro

Marplatense seguirá el 8 de setiembre de 16 a 18 en el Cabildo Histórico de la ciudad de Córdoba, en el marco de las actividades de la Feria del Libro de esa provincia, donde se presentará la antología “Identidad”, que reúne textos de diecinueve escritores marplatenses. En esa ocasión, Longhi Suárez realizará un paralelo literario entre Leopoldo Lugones y Alfonsina Storni, incluyendo la referencia de

la primera manifestación literaria marplatense. Las actividades seguirán el 12 de setiembre a las 14 en el recinto de sesiones del Honorable Concejo Deliberante, donde se recordará el día del maestro, del bibliotecario y del profesor. El 21 de setiembre a las 14 en el sector cines del shopping Los Gallegos se realizará una proyección de videos de la Feria del Libro de

Buenos Aires en los stands de Mar del Plata y de la Provincia de Buenos Aires. El 22 a las 16.30 en el primer piso de la Biblioteca Municipal Leopoldo Marechal, con la coordinación de María Angélica de Zeballos se realizarán comentarios y lecturas de las últimas publicaciones de autores locales. Y el 25 en la Casa de la Lectura de Buenos Aires (Lavalleja 924) se expondrán las ilustracio-

nes literarias de la antología “Identidad”. Cabe señalar que todas las actividades son libres y gratuitas. Esta Fiesta cuenta con la organización del Centro de Escritores Argentinos y Latinoamericanos y se realiza en forma simultánea en Buenos Aires, Club de Arte, San Luís, Córdoba, Uruguay y Alicante (España), como en ediciones anteriores, logrando una verdade-

Las 8 preguntas para Pablo Rabinovich

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¿Recuerda haber robado un libro alguna vez? ¿Cuál o cuáles? -No recuerdo haber robado alguno, pero sí tener prestado

algunos desde hace muchos años... los primeros que se me vienen a la mente son ‘Todos los Fuegos el Fuego’, de Cortázar, y alguno de Física, un poco menos hermoso. También

debo confesar que en algún momento secuestré el ‘De dónde venimos’ para leerlo a escondidas...

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FLAMANTE CICLO

Piglia conduce por Canal 7 “Escenas de la Novela Argentina” El ciclo, que se verá todos los sábados de septiembre a las 20.30 resultó todo un desafío para el escritor. El formato es el de una clase y el programa tiene público.

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esde ayer y durante tres sábados más, la Televisión Pública emitirá “Escenas de la Novela Argentina”, coproducido por esta emisora y por la Biblioteca Nacional. Se trata de un ciclo de cuatro programas de una hora conducidos por Ricardo Piglia que se verán a las 20.30 por esa pantalla y en los que el escritor y crítico expondrá su mirada sobre las principales novelas y novelistas argentinos. La idea del programa que irá los sábados de septiembre a las 20.30, es abordar distintos aspectos de la tradición de la novela argentina, en un estudio que, con presencia de público, tomará la forma de una clase abierta. “Me pareció un desafío la posibilidad de intervenir en televisión. Al principio conversamos sobre la posibilidad de un programa de literatura y después fuimos ajustando el proyecto y le dimos un formato que me interesó mucho: el de una clase”, cuenta el propio Piglia, entusiasmado con el ciclo. Así, el programa ya grabado -que respeta la idea del vivo- reivindica una antigua tradición de nuestra cultura, la de la clase, adaptándola sin desnaturalizaciones, a las condiciones y gramática propias del lenguaje televisivo. “El punto de partida ha sido llevar a la TV algo que uno puede hacer de manera más personal. A mi modo de ver, las intervenciones de los escritores en la sociedad tienen que estar ligadas al campo propio y a partir de ahí, quizá, politizar la discusión. No estoy de acuerdo en ir a la televisión a hablar de cosas generales”, aclara el autor de “Respiración artificial” y “Plata quemada”. Los programas cuentan con una exposición, una participación grabada, un invitado especial en el piso y un debate final con el público asistente, que se entremezclan con imágenes de archivo y fragmentos de películas argentinas que suman referencias audiovisuales al discurso oral. El primer envío estará dedicado a

Ricardo Piglia

“Amalia” de José Mármol, la primera novela argentina y “Una excursión a los indios ranqueles” de Lucio V. Mansilla y la tensión entre ficción y política en la narrativa argentina. En el piso estará María Moreno mientras que Luis Gusmán realiza una participación comentando un plagio de “Amalia” en Francia. El disparador será un hecho real: en 1852 en el Teatro Argentino, Lucio V. Mansilla, pariente de Rosas, reta a duelo a José Mármol frente al numeroso público presente. “Silbidos de un vago” de Eugenio Cambacéres y “Juan Moreyra” de Eduardo Gutiérrez serán la excusa en el segundo programa- para hablar sobre la relación entre oralidad popular y lengua escrita, con la participación de Sergio Raimondi y Juan Sasturain como invitado en piso. “La conspiración” será el tema del tercer programa y la tensión entre experiencia e información vista a través de las conflictivas relaciones entre novela y periodismo, ejemplificadas en las obras de Roberto Arlt (“Los siete locos”) y Rodolfo Walsh, con Ricardo Bartís y Lila Pastoriza. En 1928 Macedonio Fernández brinda una conferencia a través de un medio que recién nacía, la radio: el tema de la última clase es la utopía a través de la obra de Macedonio y sus vínculos y tensiones con las principales corrientes y escritores de novelas argentinos. Los invitados son Horacio González y Carlos Ulanovsky. “Hubo una decisión de elegir novelas muy representativas que están en la memoria colectiva”, desarrolla el escritor nacido en Adrogué en 1941.

“‘Amalia’ nos ha dado las imágenes básicas del rozismo, ‘Juan Morey-

ra’ es un personaje mítico muy conectado con las tradiciones popula-

■ Lecturas

res, en ‘Los siete locos’ de Arlt tenemos una serie de cuestiones muy presente en el periodismo como la literatura y la política y en Macedonio me interesa la utopía, el modo en que él imagina mundos posibles”, desgrana Piglia. Estas novelas hablan también “del imaginario argentino -prosigue- de ciertos elementos de comprensión de la realidad, ciertas hipótesis y ciertas cuestiones sobre cómo funciona la sociabilidad en la Argentina. Están muy presentes, por eso digo en broma que todos somos personajes de la novela argentina en algún sentido”, especifica el autor de “Blanco nocturno”. La elección de un número tan pequeño de obras “no fue fácil: son cuatro novelas muy esenciales de nuestra tradición, y cada una remite a otra. Por ejemplo, ‘Amalia’, un melodrama político que alude a la imposibilidad de la política y el amor, aparece como tema también en ‘El beso de la mujer araña’ de Manuel Puig, o sea que vamos y venimos con los textos”, concluye ■

Fuente: Cámara de Libreros del Sudeste de la provincia de Buenos Aires.

Los libros más vendidos de la semana FICCION 1 SANGRAN LOS REYES 2 CARTAS MARCADAS 3 CINCUENTA SOMBRAS DE GREY

Hernán Lanvers. Alejandro Dolina. J.L. James.

Plaza y Janés. $125. Planeta. $109. Grijalbo. $125.

NO FICCION 1 CÓMICOS, TIRANOS Y LEYENDAS 2 ENCUENTROS 3 TIERRA DE FUEGOS

Osvaldo Soriano. Gabriel Rolón. Francis Mallmann.

Seix Barral. $89. Planeta. $99. VyR. $200.

RECOMENDADOS 1 TODOS LOS CUENTOS 2 MEJOR QUE FICCIÓN. 3 ANATOMÍA DE LA MELANCOLÍA

Fragmento de

Gabriel García Márquez. Crónicas ejemplares. Carlos Aletto.

Sudamericana. $145. Jorge Carrión. Anagrama. $95. Cuerva Blanca. $70.

Física en perspectiva humanística, de Alberto de la Torre (Eudem)

El tratamiento filosófico del problema del tiempo –los argumentos para asignarle existencia objetiva o subjetiva, la gran cantidad de opiniones y matices relacionados con el tiempo- son extremadamente abstractos, exceden las metas que se quieren alcanzar en este libro y la competencia responsable del autor. Sin embargo, es imposible tratar el tiempo sin hacer un breve comentario: cuando afirmamos que el tiempo existe, el atributo existencia se nos presenta diferente de cuan-

do decimos que la luna existe. Porque esta última frase denota exactamente eso y nada más ni nada menos. Mientras que la frase el tiempo existe significa que existe una propiedad en numerosos sistemas físicos, biológicos y sociales que hace que esos sistemas no sean permanentemente idénticos a sí mismos y cuyos cambios pueden ser ordenados desde nuestra perspectiva según un criterio que llamamos tiempo ■

Las 8 preguntas para Pablo Rabinovich

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Un extraño hongo se esparce por su biblioteca y consume de manera irrefrenable los libros. Sólo dispone de unos segundos para actuar y salvar a tres de ellos. Lo que usted hace para ganar tiempo es arrojar a la voracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuáles serían los

sacrificados y cuáles los salvados? -De los tres que salvaría, creo que uno sería de cuentos cortos de Leo Maslíah. Otro que me regaló mi hermana, de Osho (que, por cuestiones de tiempo, abandoné hace bastante), ‘Amor, libertad, soledad’, que me hizo muy bien en al-

gún momento, creo que lo necesitaría... Y alguno de cuentos de Allan Poe. En cuanto a los que tiraría, no estoy muy seguro, pero creo que alguno de los que tuve que leer en el secundario... aunque varios eran muy buenos, los sufrí bastante.

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La espera

Me

tradujo una mosca

por Susy Scándali [email protected]

S

i hubiera sabido tejer, podría haber sido perfectamente Penélope. Siempre se reconoció en ese personaje mitológico que tejía y destejía mientras esperaba y esperaba. Ella siempre había tenido que esperar. Para todo. Su vida había sido un ejercicio de la espera y había momentos en que –no sin humor-, se decía que podía dar cátedra: cambiar de un pie al otro si está parada. Armarse de paciencia. Leer un buen libro. Pensar en otra cosa. “Las mil y una técnicas para saber esperar”, decía con cierta ironía, imaginándose el libro que podría haber escrito con su propia vida. Un día se preguntó cómo había empezado todo y para hallar la respuesta no tuvo –esta vez no- que esperar demasiado: había comenzado con su propia vida. Cuando la tuvieron que sacar del vientre de su madre por cesárea, casi diez días después de la fecha probable de parto. Hasta para nacer tuvo que esperar. Con el tiempo, hubo otras esperas: a que alguien la prestara atención cuando lloraba, en una casa donde fue la última de seis hermanos. A que alguien, finalmente, se decidiera a anotarla en la escuela y a que un hermano le enseñara cómo llegar. Su apellido tampoco le facilitó las cosas: Zanabria. Con zeta. Siempre fue la última a la hora de dar la lección, de que le corrigieran sus tareas, de ser llamada a la mesa de examen. Como no podía ser de otra manera, fue la última en recibir su título de bachiller, cuando ya todos sus compañeros festejaban. No era agraciada. Quizás por eso, también, tuvo que esperar bastante y rendir muchas pruebas hasta que finalmente consiguió el trabajo de secretaria en la fábrica en la que transcurrieron, sin sobresaltos ni sorpresas, los años de su juventud. Ya era lo que podría calificarse de –como de hecho, la calificaban- solterona, cuando después de mucho esperar leyendo revistas de amor en la peluquería del barrio en la que se sometía sábado tras sábado a la “planchita” con la tibia esperanza de mejorar su aspecto, conoció al hombre que, creyó, era “el hombre de su vida”. Cincuentón, de aspecto intrascendente. Aburrido. Un perdedor. Ninguna mujer más que la que lo había hecho viudo hacía ya unos años, se había fijado en él. En realidad, ella tampoco lo había mirado demasiado. Hasta se sorprendió cuando él un día la encaró en la puerta de la fábrica con un pequeño ramo de violetas en sus manos y le deseó “feliz primavera”, como si le hubiese dicho “parece que va a llover”. A pesar de lo aburrido de la relación, el noviazgo duró cinco años. Cinco años en los que esperó día

Por Matías Moscardi www.metradujounamosca.blogspot.com

La furia de los atardeceres, Anne Sexton

tras día que él finalmente se decidiera y le fijara fecha –siempre pensó que las mujeres no podían hacerlo-, mientras atiborraba la casa paterna de electrodomésticos y sábanas compradas con su sueldo –el de ella- y pagadas meticulosamente en cuotas. En realidad fueron sus padres –los de ella-, los que le pusieron el punto final a la espera. Un día, lo abordaron al eterno novio en la puerta y sin dejarlo entrar, le dijeron que o fijaba fecha de casamiento o no volvía. A los pocos meses, estaban casados. La vida no le cambió demasiado. Siempre había cocinado para su enorme familia, de manera que hasta le supuso un alivio tener que hacerlo sólo para dos. La única diferencia era la obsesión por la puntualidad que tenía su marido. A las 7 en punto el desayuno. A las 12, ni un minuto más, el almuerzo. A la tarde tenía más tiempo libre. Pero a las 8 de la noche, también puntualmente, debía estar servida la cena. No era que si no estuviera la comida el marido protestara, gritara o la maltratara. Simplemente si a esa hora no estaban las comidas, se volvía a calzar la gorra en su pelada cabeza de fósforo –todo el día, a toda hora, en cualquier época del año, usaba gorra, siempre la misma, marrón, ajada, horrible- y salía de la casa, sin que ella supiera jamás el rumbo que tomaba. Tanta obsesión por los horarios, hizo que ella finalmente tuviera que dejar de trabajar, unos años antes de la jubilación. Cuando se fue de la oficina, sintió que no perdía demasiado: sólo la despidió su jefe, que le entregó una cajita de bombones y el portero, que le pidió permiso para darle un beso. Pensó que las cosas iban a mejorar pero al poco tiempo él también dejó de trabajar, se jubiló y comen-

zó a pasar más tiempo en la casa. Ahora la obsesión no eran solamente las comidas, sino la televisión –que estaba encendida a toda hora-, el mate –ni frío ni caliente, tibio y con mucha azúcar-, a las 8 de la mañana, a las 10, a las 3 de la tarde y a las 6. Y el tecito digestivo después de cenar, que tenía que ser siempre el de la misma marca, so pena de agarrar la gorra y salir de la casa, quien sabe hacia dónde. Un día comenzó a irse igual, fuese el tecito el de la marca que le gustaba o no. Hubiese té o no. Simplemente, se calzaba la gorra y salía. Todas las noches. Y ahí comenzó otra espera. Lamentaba no saber tejer aunque no sabría a quién, ya que no había tenido hijos. Pero de esa manera, se le hubieran pasado las horas más rápido. Lo cierto es que no tejía y que la tele emitía el cierre a las 12 de la noche. De ahí en más, la espera era en la cocina, en el sillón del comedor o en la cama, con la luz encendida e imaginándose mil cosas que podría estar haciendo él o que le podrían pasar. No es que le importara mucho, pero se había acostumbrado a esperarlo y a veces, cuando afuera llovía y las ventanas se iluminaban con los relámpagos, llegaba a preocuparse. Nunca se le ocurrió que podría haber otra mujer. Envejecido setentón, aburrido e intrascendente como era su marido, sabía que ninguna tendría interés en disputárselo. Pero envejecido setentón, aburrido e intrascendente como era, era su marido, lo único que tenía en la vida -de sus hermanos, ni noticias desde que habían emigrado y sus padres, muertos- y ella lo esperaba. Tantas noches en vela, llegaron a provocarle fastidio. Poco a poco ese fastidio fue anidando en su pecho hasta transformarse en odio. No tenía ganas de

verlo, pero tampoco podía dejar de esperarlo. Y los días se sucedían iguales: el desayuno a las 7, el primer matecito a las 8, otra tanda a las 10, el almuerzo a las 12, la primera tanda de mate a las 3 de la tarde, la segunda a las 6, la cena a las 8, el tecito...y la ajada, cada vez más ajada gorra en la cabeza de fósforo y la puerta que se abría. En el medio, ni una palabra. Apenas un “buenos días” o un “no quiero más” con el mate o las comidas. Y todas las noches, la espera, cada vez más larga. Nunca supo qué le pasó esa noche, la última. Tal vez que había sido la espera más larga de todas las noches, porque ese día, él había vuelto a las 6 de la mañana. O el susto que se pegó con el portazo, porque se había quedado dormida en el sillón. O quizás, fue su mirada con ojos inyectados, más duros que una puteada. Pero pensándolo bien, debe haber sido el silencio roto con la atronadora voz del marido diciéndole “qué carajo hacés levantada”, como si lo indignara que ella lo esperara. Seguro que fue eso: tantos años esperándolo levantada, preocupándose por él, acompañándolo a acostarse a cualquier hora, con la bolsa de agua caliente en invierno y un vaso de agua fresca en verano. Y él, ahora, gritándole indignado “qué carajo hacés levantada”. Si le contestó no se acordaba. Y tampoco cómo llegó el cuchillo a sus manos. Si ya lo tenía encima o si fue hasta la cocina a buscarlo. Pero lo tenía en sus manos y con ese cuchillo fue con el que lo golpeó cinco, ocho, diez, doce veces, antes de volver a sentarse en el sillón y tomar las agujas y el manual de instrucciones porque –se dijo- “ahora sí voy a tener que aprender a tejer...” ■

Algo frío en el aire, un aura de hielo y flema. Todo el día construyendo una vida y ahora el sol desciende para desmoronarla. El horizonte sangra y se chupa el pulgar. El pequeño pulgar rojo se pierde de vista. Y me pregunto sobre esta vida, este sueño que vivo. Podría comerme el cielo como una manzana pero prefiero preguntarle a la primera estrella: ¿por qué estoy acá? ¿por qué vivo en esta casa? ¿quién es el responsable? ¿eh?

Ambrosio No pudiste resurgir de la tierra de falsas promesas y oscuros rostros. Cortaste el fuego y creaste este hielo que se derretía entre tus dedos. Sos una mano invisible, llena de actos, de diablos, de reflejos natos. Ambrosio, ¿por que dejás este dolor y arrebatás el amor de otros? Ahora que sos tendón y miel, ¿te sentís libre al fin solo enjaulado Guadalupe Mata

Las 8 preguntas para Pablo Rabinovich

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Se le concede la extraordinaria excepción de hacerle una única pregunta a uno de sus tantos escritores predilectos. ¿Qué le preguntaría?

-Quizás le preguntaría a Benedetti si se sentía mejor para escribir en el amor o en el desamor, y cuándo sentía que lo hacía mejor. O si no le preguntaría a Diego Capusotto cuán-

to tiene de colesterol, o algo así, para iniciar una apasionada charla sobre mamíferos, conjugaciones y partidos de croquet.